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Reseña de Los Períodos de La Música
Reseña de Los Períodos de La Música
3. FAMILIA DE LA PERCUSIÓN
- TIMBAL
El Piano
El Clarinete
El nombre proviene al añadir el sufijo -et, que significa pequeño, a la
palabra latina clarino, que significa trompeta (pequeña trompeta). En el
Barroco generalmente se utilizaba para sustituir a ese instrumento,
debido principalmente a su capacidad para realizar cromatismo, cosa
imposible de conseguir en la trompeta natural.
La orquesta en el Clasicismo
Imagen: Slideplayer
A partir de la Escuela de Jena, considerado el núcleo generador del romanticismo, las ideas
románticas se extendieron por toda Europa, integrándose en las realidades culturales
concretas de cada país, así como en los debates artísticos. La difusión de las ideas
románticas tuvo como consecuencia un cambio fundamental de paradigma que
transformó el estatus de la música, así como el de los músicos, con relación a épocas
anteriores.
Principalmente la música instrumental pasó a ser pensada como arte autónomo capaz
de expresar lo inefable y el compositor comenzó a ser visto como el genio
intermediario entre la audiencia y el mundo espiritual al que daba acceso cada obra
musical. La emancipación de la música con respecto al paradigma verbal de la retórica, fue
posible gracias a la adopción de un nuevo paradigma, que podemos calificar de organicista,
cuya característica estética principal es la valoración de los principios de unidad y
coherencia en la obra musical.
Instrumentación y escala[editar]
Como en otros períodos, la instrumentación se adaptó a los requerimientos musicales del
período. Compositores como Hector Berlioz, orquestaron sus obras de una forma nunca antes
escuchada, dándole una nueva prominencia a los instrumentos de viento. El tamaño de la
orquesta estándar aumentó y se incluyeron instrumentos tales como el piccolo y corno inglés,
que antes se utilizaban muy ocasionalmente. Mahler escribió su octava sinfonía, conocida
como la "Sinfonía de los mil" por la masa orquestal y coral que se requiere para interpretarla.
Además de necesitar una orquesta más grande, las obras del Romanticismo se tornaron más
largas. Una sinfonía típica de Haydn o Mozart, compositores del clasicismo, puede durar
aproximadamente veinte o veinticinco minutos. Ya la tercera sinfonía de Beethoven, que se
suele considerar como del Romanticismo inicial, dura alrededor de cuarenta y cinco minutos.
Y esta tendencia creció notablemente en las sinfonías de Anton Bruckner y alcanzó sus cotas
máximas en el caso de Mahler, con sinfonías que tienen una hora de duración (como es el
caso de la primera y la cuarta) hasta sinfonías que duran más de una hora y media (como la
tercera u octava).
Por otro lado, en el Romanticismo creció la importancia del instrumentista virtuoso. El
violinista Niccolò Paganini fue una de las estrellas musicales de principios del siglo XIX. Liszt,
además de ser un notable compositor, fue también un virtuoso del piano, muy popular.
Durante las interpretaciones de los virtuosos, solían destacar más ellos que la música que
estaban interpretando.
Estos son algunos de los instrumentos que aparecen en el Romanticismo:
Viento
Contrafagot: Especie de fagot de grandes dimensiones, cuyos sonidos se producen a la
octava grave del fagot ordinario.
Saxofón: Instrumento de viento compuesto de un tubo cónico de metal encorvado en forma
de U, con varias llaves y una boquilla de madera y caña. Los hay de varios tamaños.
Corno inglés: Instrumento de viento, más grande y de sonido más grave que el oboe.
Tuba: Instrumento de viento de grandes proporciones y de sonoridad voluminosa y grave.
Piano: Aunque ya existía en el Clasicismo, el piano es el gran instrumento del romanticismo.
Permite la mayor expresividad a los compositores, que son, muchas veces, virtuosos de este
instrumento.
Siglo XX Música moderna y contemporánea
(1910)
La música del siglo XX anduvo por variados y distintos caminos, cuya evolución,
quizá demasiado rápida, provocó en ocasiones rechazo en los auditorios. Este
libro, planteado en forma de diccionario, analiza aquellas músicas con intención
de acercarlas al público y ofrece mas de 200 ilustraciones con ejemplos de
numerosas composiciones.
Resumen de un compositor por cada período de la música (nacimiento, muerte, obras resaltantes
y datos de interés)
Romanticismo (Gabriel)
Franz Liszt
Hijo de Maria Anna Lager, una antigua camarera de Viena, y del húngaro Adam Liszt,
intendente y músico aficionado al servicio del mismo aristócrata magiar, el duque
Miklós Esterházy cuyo compositor particular había sido Haydn, Franz Liszt nació el
22 de octubre de 1811 en el pequeño pueblo de Doborján, que hoy pertenece a
Austria con el nombre de Raiding.
Inicios de Franz Liszt en la música
A los seis años de edad el futuro compositor, cuyo nombre original era Ferenc (su
apellido Liszt significa ‘harina’ en húngaro), comenzó a mostrar interés por la música,
por lo que su padre le inició en el aprendizaje del piano. A los ocho años el pequeño
Franz empezó a componer y a los nueve hizo su primera actuación pública en
Presburgo (actualmente Bratislava) para nobles húngaros, a quienes impresionó
tanto su concierto que decidieron pagarle los estudios durante seis años. Adam
Liszt asumió el papel de un Leopold Mozart, el padre de Wolfgang Amadeus, y en 1822
se instaló en Viena con su hijo. El primer concierto fue un clamoroso éxito; el
segundo dio origen a la leyenda según la cual Beethoven, después de haberlo oído,
subió al escenario y le dio un beso de consagración.
Franz Liszt se afinca en Francia
Franz Liszt
En 1823 la familia Liszt viajó a París: el director del conservatorio, el italiano Luigi
Cherubini, no admitió al niño en su institución con el pretexto de que era extranjero.
Pero ya ninguna artimaña podía impedir el asombroso ascenso de este joven, que
conquistó rápidamente París y luego media Europa. En 1827 la muerte de su padre le
impulsó a interrumpir las giras y ganarse la vida en la capital de Francia
impartiendo clases de piano. El año siguiente el artista adolescente se enamoró de una
de sus alumnas, la hija del conde Saint-Cricq, ministro de Comercio de Carlos X, por lo
que fue despedido de inmediato. El sensible joven sufrió tal crisis que enfermó
gravemente. Más tarde, en un usual gesto romántico, decidió hacerse sacerdote, pero
tanto su madre como su confesor lo disuadieron. Lentamente volvió a la vida artística
parisina, donde trabó amistad, entre otros, con Chopin, Weber, Heine, Berlioz,
Victor Hugo, George Sand, Alfred de Musset. Un concierto de Paganini despertó su
apagado interés por la técnica, de la que —en parte gracias a sus dedos insólitamente
largos— llegó a ser el virtuoso pianista más grande de todos los tiempos.
Franz Liszt y su relación con la condesa Marie
d’Agoult
A pesar de su timidez y su propensión al misticismo religioso, Liszt tenía también su
faceta exhibicionista y mundana: era un artista aclamado y, además, un hombre
excepcionalmente apuesto. La condesa Marie d’Agoult, quien sería su compañera
durante muchos años, lo describió así después de su primer encuentro: «De altura
excesiva y figura delgada, poseía una cara pálida con ojos verde mar que brillaban
con movimientos rápidos cual llamarada de una hoguera…». En 1835 la condesa
abandonó a su marido para reunirse con el pianista. Entre constantes giras de
conciertos, vivieron temporadas en Italia, Suiza y Alemania. La tormentosa relación
con la condesa, de la que nacieron tres hijos (Blaudine, 1835; Cosima, 1837, y Daniel,
1839), llegó a su fin en 1844. Liszt estaba en la cima de su carrera, colmado de éxitos y
de honores, y entre sus amantes se encontraban la famosa bailarina Lola Montes y
Marie Duplessis, la modelo de La dama de las camelias. En esa época compone Años
de peregrinaje, una de sus primeras obras importantes, y en 1842 es nombrado maestro
de capilla en Weimar. Durante los quince años que desempeñaría el cargo compondría
obras como la Misa de Gran, Sinfonía Fausto, Sinfonía Dante y Concierto para piano,
núm. 1.
Franz Liszt y su relación con la princesa Carolyne
Sayn-Wittgenstein
En 1847, en un concierto en Kiev, conoció a la princesa Carolyne Sayn-Wittgenstein,
que sería su segunda y definitiva compañera. Ella le convenció de que abandonase su
carrera de concertista y se dedicase únicamente a la composición. En 1848 se afincó
en Weimar como director de orquesta de la corte. Allí empezó su época más productiva,
rodeada de controversias, tanto por sus propias innovaciones artísticas como por su
apoyo abierto al «revolucionario» Wagner. Tampoco se miraba con buenos ojos su
convivencia con la princesa, oficialmente casada. En 1861 la pareja viajó a Roma en
espera de que ella obtuviera la dispensa del papa con miras a un posterior casamiento,
pero en el último momento la solicitud fue rechazada. Liszt pasó los ocho años
siguientes en Roma dedicándose a la música religiosa.
Muerte de Franz Liszt
En 1868 se retiró a estudiar teología y llegó a recibir las órdenes menores de la Iglesia y
a vestir un hábito de abate que con el tiempo se volvería legendario porque debido a su
prolongado uso se convertiría en distintivo del compositor.
Las últimas dos décadas de su vida transcurrieron en tres ciudades que marcan
simbólicamente los diferentes rasgos de su carácter: Roma, su refugio religioso;
Budapest, su contacto con la patria y también con la música gitana, tan dada al
efectismo (el folklore húngaro, en cambio, no le llamaba la atención), y Weimar,
donde desarrolló su actividad de compositor. Su lenguaje musical preparó el camino
no sólo para Wagner, sino también para la revolución atonal del siglo XX. Hasta el
último momento mantuvo su curiosidad, su capacidad de aprender. A pesar de su salud
debilitada, el verano de 1886 asistió al festival de Bayreuth, donde pronto se le declaró
una neumonía. Murió solo, en la noche del 31 de julio, pues su hija Cosima, viuda
de Wagner, estaba ocupada con el festival-homenaje que iba a realizarse en honor
de su excelso marido.