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LA HISTORIA DE LA MÚSICA

INTRODUCCIÓN

La música desde la antigüedad hasta nuestro siglo no sólo ha destacado por la cantidad sino
básicamente por haber planteado nuevos rumbos en cuanto a la relación obra-realidad, realidad
en todo el sentido del concepto. El compositor queda más involucrado en las distintas etapas
del producto final, desde la génesis sonora hasta ciertas condiciones acústicas, y muchas veces
estéticas, de la sala de conciertos.

Hombre y música comienzan a fundirse, identificarse, cada vez más quedando el todo, por lo
general, convertido en un fenómeno plenamente particular, no repetible. Dentro de esta
íntima fusión está el ejecutante quien tendrá a su cargo ciertas decisiones que rematarán el
acabado final.

OBJETIVO.-

Poner a conocimiento de los visitantes por medio de una breve explicación como fue la música en
sus orígenes y la historia de la música en nuestro país.

1. DEFINICIÓNES DE MÚSICA

 Es la combinación de sonidos agradables al oído. Arte de combinar los sonidos de la voz


humana o de instrumentos. Composición musical.
 Es el Arte de combinar los sonidos y los silencios, a lo largo de un tiempo, produciendo una
secuencia sonora que transmite sensaciones agradables al oído, mediante las cuales se
pretende expresar o comunicar un estado del espíritu.
 Es la sucesión de una o varias series simultáneas de sonidos concertados, modulados y
ritmados según el número, en orden a la expresión o emoción, así sentimental como
estética.

2. ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA MUSICA

El origen etimológico proviene de la palabra MUSA, que en idioma griego antiguo aludía
un grupo de personajes míticos femeninos, que inspiraban a los artistas. Las musas tenían
la misión de entretener a los dioses bajo la dirección de Apolo. Precisamente, Apolo era el jefe de
las musas; él las dirigía para que entretuvieran a los dioses en las comidas.

3. HISTORIA DE LA MUSICA

Para el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la separación entre vida y muerte.


El movimiento y el sonido. Los ritos de vida y muerte se desarrollan en esta doble clave. Danza y
canto se funden como símbolos de la vida. Quietud y silencio como símbolos de la muerte.
El hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz. También aprendió a
valerse de rudimentarios objetos (huesos, cañas, troncos, conchas) para producir nuevos sonidos.

Hay constancia de que hace unos 50 siglos en Sumeria ya contaban con instrumentos de percusión
y cuerda (liras y arpas). Los cantos cultos eran más bien lamentaciones sobre textos poéticos.

En Egipto (siglo XX a.C.) la voz humana era considerada como el instrumento más poderoso para
llegar hasta las fuerzas del mundo invisible. Lo mismo sucedía en la India. Mientras que en la India
incluso hoy se mantiene esta idea, en Egipto, por influencia mesopotámica, la música adquiere en
los siguientes siglos un carácter profundo, concebida como expresión de emociones humanas.

Hacia el siglo X a.C., en Asiria, la música profana adquiere mayor relieve gracias a las grandes
fiestas colectivas.

Es muy probable que hacia el siglo VI a.C., en Mesopotamia, ya conocieran las relaciones
numéricas entre longitudes de cuerdas. Estas proporciones, 1:1 (unísono), 1:2 (octava), 2:3
(quinta), y 3:4 (cuarta), y sus implicaciones armónicas fueron estudiadas por Pitágoras (siglo IV
a.C.) y llevadas a Grecia, desde donde se extendería la teoría musical por Europa.

El término "música" proviene del griego "musiké" (de las musas). Por eso la paternidad de la
música, tal como se la conoce actualmente, es atribuida a los griegos. En la mitología griega, las
musas eran nueve y tenían la misión de proteger las artes y las ciencias en los juegos griegos.

En la antigua Grecia la música abarcaba también la poesía y la danza. Tanto la danza como
el atletismo se sabe que tenían su acompañamiento musical en tiempos de Homero.

Hacia principios del siglo V a.C., Atenas se convirtió en el centro principal de poetas-músicos que


crearon un estilo clásico, que tuvo su expresión más importante en el ditirambo.

El ditirambo se originó en el culto a Dionisos (Baco). Las obras -tragedias y comedias- eran
esencialmente piezas músico-dramáticas. La poesía, la música y la danza se combinaban y las
piezas eran representadas en los anfiteatros por cantores-actores-danzadores.

La poesía era modulada y acentuada por sílabas, e interpretada indistintamente en prosa común,
recitado y canto. La melodía estaba condicionada, en parte, por los acentos de la letra, es decir,
por la melodía inherente a la letra, y el ritmo musical se basaba en el número de sílabas. Es dudoso
que hubiese diferencia real entre los ritmos musicales y los metros poéticos.

Desde el siglo IV a.C., el músico comenzó a considerarse a sí mismo más como ejecutante que
como autor. El resultado fue el nacimiento del virtuosismo y el culto al aplauso.

La música, en general, se había convertido en mero entretenimiento, por lo que el músico perdió
mucho de su nivel social. La enseñanza musical acusó un gran descenso en las escuelas, y los
griegos y romanos de las clases elevadas consideraban degradante tocar un instrumento.
La división entre el ciudadano y el profesional ocasionó el divorcio social y artístico que en nuestro
tiempo todavía afecta a la música europea.

4.- LA MÚSICA EN LA PREHISTORIA

En la prehistoria aparece la música en los rituales de caza y en las fiestas donde, alrededor del
fuego, se danzaba hasta el agotamiento. La música está basada principalmente en ritmos y
movimientos que imitan a los animales.

Existen pinturas rupestres en las que se puede observar a hombres y mujeres primitivos que
descubren el fuego y a un grupo de animales que llenaban la tierra en esos tiempos imágenes que
según expertos representan una escena de caza y por último una danza ritual con timbales
alrededor del fuego.

4.1.-Clasificación de instrumentos musicales primitivos:

a) Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio de la materia con que la que están
construidos.

b) Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que los construidos por el hombre.


Tambores: hechos con una membrana tirante, sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera o
una verdadera y autentica caja de resonancia.

c) Cordófonos: de cuerda, el arpa.

d) Aerófobos: el sonido se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire.

Uno de los primeros instrumentos: la flauta (en un principio construida por un hueso con
agujeros).

5.- LA MÚSICA EN LA ANTIGUEDAD

Es aquella en la cual las manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización de


sus sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de distinguirlo del
habla que utiliza para comunicarse con otros seres.

Los primeros instrumentos fueron los objetos o utensilios o el mismo cuerpo del hombre que
podían producir sonidos.

6.- LA MÚSICA EN LA EDAD MEDIA

Se divide en:
-Periodo Patrístico
(Hasta el año 840, padres de la iglesia intervienen en la iniciación del canto cristiano)

-EL románico
(Año 840 hasta la primera mitad del siglo XII {año 1250})

-El gótico
(1250 a fin de la edad media {1453-fines del siglo XV})

En el periodo Patrístico apareció la era Cristiana y la era media, en esta ultima la historia de la
música se encuentra íntimamente ligada a la forma en que se desarrolló  la liturgia cristiana ya que
se consideraba a la música el vehículo por medio el cual los sacerdotes elevaban la palabra a Dios.

7.- LA MUSICA EN LA EDAD MODERNA

La Edad Moderna, en cuanto al ámbito artístico se refiere, surge con el Renacimiento que se


caracteriza por una ruptura total con el estilo anterior.

Siguiendo con la Edad Moderna, destacaremos a Mozart que fue uno de los músicos más
importantes de aquella época. A los seis años ya tocaba a la perfección instrumentos de tecla y el
violín, improvisaba y componía.

8.- LA MÚSICA EN LA EDAD CONTEMPORÁNEA

A un paso entre la Edad Moderna y la Edad Contemporánea nos encontramos con Beethoven que
no llegó a ser un niño prodigio como Mozart aunque de mayor sí que alcanzó mucha fama y
prestigio.

9.- HISTORIA DE LA MUSICA EN BOLIVIA

La larga y valiosa tradición que la música tuvo durante el período virreinal, continuó durante los
primeros años treinta de la vida republicana.  Debemos tomar en cuenta que la música popular
que venía del siglo XVIII, continuó con sus tradiciones e la etapa virreinal y de la prehispánica.  El
empleo de los trajes típicos y los instrumentos, como las quenas, las zampoñas, los pinquillos y los
tamborines y bombos era usual como hasta hoy día.  Esto sucedía en los valles y altiplano, tuvo
contrapartida en los llanos donde tanto en Santa Cruz como Beni, se sigue empleando las danzas,
bailes y música de la etapa antigua y luego la de los jesuitas, especialmente con Mojos y Chiquitos.

La música popular ha tenido siempre en Bolivia una fuerza y calidad extraordinarias.  El riquísimo
acervo cultural andino tiene expresiones notables de danza y celebración pagano-religiosa como el
carnaval de Oruro, la fiesta del Gran Poder de La Paz y Urkupiña de Cochabamba.  El folklore
urbanizado tiene experiencias como Los Jairas, Los Caminantes, Savia Andina, Los Kjarkas, Wara,
José Zapata, Luis Rico, Emma Junaro, Jenny Cárdenas, Zulma Yugar y Enriqueta Ulloa.  En Tarija y el
Oriente los Cantores del Valle, Las composiciones de Nico Suruco y Gilberto Rojas y el registro
inigualable de la voz de Gladys Moreno marcaron historia del folklore oriental que impulso
también su propio carnaval y su festival popular Sombrero de Saó.  También como compositora
popular de talento la poeta Matilde Casazola con su clásico El regreso.
Una de las principales formas del proceso de asimilación cultural que sucedió a la conquista de
América, que no fue proceso de transculturación sino verdadera simbiosis estética, resultan
evidentes en el estudio del desarrollo de los instrumentos musicales de nuestro país. Claramente
se distinguen sus fuentes de origen: la europea obviamente aportada por los colonizadores
españoles, y la indígena vigente en el momento del descubrimiento.

Nuestra propia actitud hacia la valorización justa de nuestro pasado cultural y de la música no
tiene parangón. Bolivia ofrece un riquísimo caudal de cultura, ahí: al alcance de la mano, que
espera inquieto e impaciente que se le rescate de la acción del tiempo; el beneficio alcanza no solo
al investigador y al estudioso, sino a todos nuestros pueblos. Esperamos que en el futuro el interés
por el estudio y conocimiento de nuestros valores culturales sea aún mayor y, muy especialmente,
ello sea abordado con un sentido global.

La indudable superioridad técnica de los instrumentos importados en relación con los existentes
— fue razón determinante de la vastedad de su área de dispersión sus formas se “acriollaron”,
configurando algunos casos — nuevas especies con características propias que les distinguen de
las originales.

Una de las principales formas para el remedo y la facultad de fabricarlo en el país, fueron los
elementos básicos del afincamiento del instrumento.

No obstante, ciertas características estaban destinadas a perdurar a través del tiempo los
aborígenes, huérfanos de instrumentos, crean sus semejantes y he aquí que violines, arpas,
charangos, bombos y un grupo de aerófonos, nacen de la demanda. Estos instrumentos pasan a
ser parte integrante en el patrimonio instrumental de nuestros días.

Por su importancia de rigor científico, es necesario a recurrir a sistemas de clasificación que


permitan su ordenamiento. En el campo de los instrumentos musicales se convino en establecer
un determinado número de órdenes, que responden a características funcionales de los mismos.
Estos estudios contemplan la construcción de los instrumentos, su timbre, su acústica, sus
posibilidades técnicas, su uso, etc. Y disponen su clasificación con el fin de poner orden es este
universo particular.

Los grupos así establecidos, son los siguientes:

- Aerófonos: (aire-sonido): Se pone en vibración el aire, en torno o dentro del instrumento; según
como le induzcan a vibrar, los instrumentos se dividen en: de soplo verdadero, y libres. Al primer
grupo pertenecen el clarinete y el erquencho (de lengüeta); el erque y el trombón (trompetas); la
flauta, el siku y la quena (de filo). Son ejemplo de aerófonos libres el acordeón y la armónica.

- Cordofonos: (cuerda-sonido) Se hace vibrar una o más cuerdas estiradas y sujetas por sus
extremos, y el sonido se produce por punteado, roce o percusión (charango, guitarra, violín y
piano).
- Idiofonos: (Si mismo-sonido): Instrumento en los que se pone en vibración el cuerpo del
instrumento, a consecuencia, entre otras formas, de un sacudimiento o golpe (sonajero, xilófono).

- Membranofonos: Membrana-sonido. Se produce el sonido por el golpe o frotación de un parche


(timbal, tambor, caja).

10.-INSTRUMENTOS MUSICALES BOLIVIANOS

Aykhori: Instrumento de los Andes llamado también por algunos marimacho, está formado de una
gruesa caña bambuesa, de un metro treinta y ocho centímetros de largo, de un diámetro de
cuatro centímetros de espesor, a la cual se adhiere otra mas delgada y pequeña, de cuarenta y
nueve centímetros de largo que ocupa la parte final superior del instrumento y se comunican al
final de la parte alta por un pitón, de manera que ambas pueden ser sopladas a la vez, por la
embocadura que tiene la última caña. "Aykhori", quiere decir, quejumbroso; su nombre debió
emanar del sonido que da demasiado lúgubre. En la disposición del instrumento se asemeja al
fagol, aunque aquel es rustico y no lleva llaves para los medios tonos. Cuenta con cinco agujeros
delanteros y dos en los costados de la parte inferior, abiertos en la caña gruesa.

Charango: Etimológicamente podría derivar del quechua "chajhuancu" que significa "bullicioso,


que hace bulla", y/o de "charaancu" que en quechua significa tendón reseco. El charango es un
cordofono criollo, de la familia de los laudes con mango, que nace después de la conquista
española, y le dieron origen los indígenas que hicieron cambios sustanciales en la antigua guitarra
española o vihuela. Pero el charango tiene su propia clasificación por su particular caja de
resonancia; de madera "llaukada" en los valles y de caparazón de quirquincho en las regiones
altas. Las zonas principales en las que nace este instrumento son: Potosí y Chuquisaca, principales
ciudades en el Alto Perú Colonial. Es conocido desde el siglo XVII, su forma y nombres
evolucionaron con el tiempo. Los primeros charangos eran de tamaño reducido y constaban de
cinco modificaciones, tanto en su forma como en las encordaduras. Se propuso octava una de las
terceras cuerdas, apareció y se impuso muy rápidamente al charango de cinco cuerdas dobles. Las
primeras cuerdas de este fueron hechas de fibras de tendones y de intestinos de animales.  Este
instrumento tiene recursos de calidad en sus sonidos; de timbre y de expresión, difíciles de lograr
en otros instrumentos.

Charkha: Instrumento andino. Flauta de caña arqueada de costados delgados, forrada


exteriormente con anillos de cuerda o tripa de gato, para que no se deteriore; con seis orificios. Su
desembocadura es como la del pinquillo y se toca en época de navidad, por un solo individuo
acompañado de un tamborilero. La música que produce es ligera, alegre y retozona.

Erke: Instrumento musical de viento usado en Tarija y en el sur de Bolivia. Es común también en el


norte de la Argentina. Tiene un sonido ronco característico. Consta de una embocadura sujeta a un
cuerno vacuno o a una caña larga de más o menos tres metros que remata en un embudo.
También se llama caña.
Julajula: Fabricado de la misma caña bambuesa y del mismo largo que el aykhori, pero sin la
añadidura de la pequeña flauta, tiene tres perforaciones en la parte delantera y dos en la trasera.
Su desembocadura es como la del pinquillo y produce un sonido muy lúgubre y tétrico. Alguien ha
dicho que debe hacer parte esta flauta del instrumento del infierno; en efecto nada entristece más
que las tonadas emanadas de ella.

Khoana: Es de madera, interiormente perforada en toda su extensión, de un grosor de tres


centímetros y medio de diámetro; acepillado en la parte delantera, donde se encuentran abiertos
seis agujeros. Tiene un eco dulce y enternecedor.

Mahala-pusi-ppiani: Quena con tres agujeros delanteros y uno al costado inferior.

Pinquillo: (voz aymara). Instrumento musical andino pentatónico, parecido a la flauta, fabrica con
caña. Tiene boquilla y agujeros que permiten la variación del sonido. Lo construyen de carrizo y el
sonido que da lo obtienen soplando la boquilla parecida a cualquier flauta de pico. Su eco es
agudo y delicado parecido al flayole. Los indígenas jóvenes lo llevan siempre en la parte trasera,
asegurando a la faja de la cintura. Es la flauta mas común y acaso la más antigua. La denominación
de pincollo que algunos le dan, la aplican generalmente a la fabricada de hueso. Tiene cinco
orificios delanteros.

Pululu: Pito o cañuto de diez a veinte centímetros, que tiene sujeto a una de sus extremidades un
poro o un simil de barro cocido de forma esferoidal no mayor que una naranja, con uno o varios
orificios. Los usan generalmente en época de cosechas y como signo de alegría. Su sonido se
asemeja al de la ocarina.

Quena: Instrumento de los Andes. La quena o qquena, el qquenacho y el qquenali son de la misma


familia y se diferencian por el tamaño y grosor, siendo la primera flauta de cincuenta centímetros
de largo, con seis agujeros delanteros y uno trasero; la segunda de cuarenta y cuatro centímetros,
mas delgada que la anterior, con cuatro orificios delanteros y uno en el costado inferior y otro en
el trasero; la ultima es delgada, de centímetro y medio de diámetro en su espesor, con igual
número de orificios que la primera. Tienen las tres en la extremidad superior un corte en forma de
ventanilla al que aplican el labio inferior para producir el sonido. Tocan en dúo generalmente y
aun en trio.

Siku: Es un instrumento musical comunitario étnico de los antis, que pertenece a la cultura
Tiwanakota, y que lleva el nombre en su conjunto integral de "taj´ka" (orquesta), que de acuerdo a
las regiones de nuestra patria, se distingue en una variedad de dimensiones y que llevan los
nombres de Mollo, Fusa, Toyo, Taika, Sanka, Malta, Chuli, etc., su fabricacion es de arcilla, piedra,
hueso, metal, madera, carrizo, cañahuecas y bambu. El siku pertenece a la familia de la
organología de vibración aerófono, que como conjunto musical llevan diferentes nombres de Taj
´ka de kantus, Lakitas, Suri sikus, Sicuris de Italaque, Chiri, Julu Julus, Ayarachis, Jula Julas.  
Como instrumento musical se concatena hacia el ámbito social costumbrista y tradicional del
hábitat mestizo, iniciada su difusión desde el año 1950. El siku se usa en los ritmos de huayño,
yaravi, cacharpaya, tonadas, cuecas, morenadas y toda la gana de música a nivel general.
Tarca: Instrumento fabricado de madera sólida, naranjo o granadina, perforado en toda su
extensión, tallado por sus costados, con seis agujeros para los dedos; de tres diversos tamaños,
destinados a formar un terceto. Posee un sonido grave, agudo en todas sus notas, suave cuando la
columna del aire es fuerte. Los indígenas imprimen doble sonido a cada nota, formando así sus
tonadas. Musicalmente esta en tono de Re. Es dulcemente sentimental y su música tocada en trio
es impresionante y muy agradable. Este instrumento tiene algunas variedades que se diferencian
por el tamaño, por el número de orificios laterales que en algunos suelen ser en mayor número
que en otros.

Zampoña: Instrumento de viento propio de los Andes; está formado por varios canutos cerrados
de un lado y de diversos tamaños que dan diversos tonos. Las zampoñas son también llamadas
sikus (en aymara); están hechas de caña; sus notas se distribuyen en dos hileras de tubos. La
familia de las zampoñas, de la más pequeña a la más grande están compuestas por el: Chuli (de
sonidos muy agudos), malta, zanca y toyo, que puede medir hasta 2 metros de altura y tiene
sonidos graves.

11.- INSTRUMENTOS MUSICALES EN SANTA CRUZ

El Violin.- El violín es un instrumento que representa a las regiones de Chiquitos, el Chaco, Moxos,
pero sin lugar a dudas se identifica más con el Guarayo. Según el investigador Damián Vaca
Céspedes, en su libro "Música, danza, e instrumentos tradicionales de Santa Cruz", el violín
europeo fue introducido primero a la región de Chiquitos por los misioneros jesuitas, luego los
misioneros franciscanos lo llevaron a las misiones de Guarayos a finales del siglo XIX. De ahí
derivan los violines guarayos de tacuara (bambú) conocidos como "Yata miöri" y " Takuar miöri".
En ese entonces la enseñanza musical misionera dio frutos, los nativos aprendieron rápido las
técnicas de interpretación y el repertorio litúrgico, lo que hizo enriquecer el panorama musical
nativo, descubriendo un universo de posibilidades que se plasmaron en melodiosas chovenas. Sin
embargo, el celo misional descubrió que el instrumento no solo cumplía el papel complementario
en el marco ceremonial religioso, sino que su uso motivó los encuentros festivos de celebraciones
al calor de la chicha, paganizando su rol asignado. Como consecuencia la iglesia prohibió su uso
fuera del templo, hecho que despertó la iniciativa artesanal de los guarayos. Echaron mano a una
tacuara de bambú y sobre ella templaron unas cuerdas elaboradas de tripa de animales como el
tejón, puerco o mono y dieron forma a su propio violín.

Yata Miöri o violín de tacuara. El violín de tacuara, conocido en Ascensión y Urubichá como yata
miöri, está construido de una sola pieza. Su sonido es de escaso volumen al no presentar alma o
poste sonoros como los violines de madera. Las clavijas pueden ser de madera de tajibo, tarara,
kukí, o gabetilla. En su inicio el puente fue de tacuara, pero actualmente se lo construye de mara o
cedro.

Takuar Miöri. Se trata de la otra versión del violín nativo, un poco más evolucionado, consta de
dos partes, un mango o cuello de violín, que tiene la misma forma de los violines de madera
elaborado de guayaba o gabetilla. La segunda parte es una caja de resonancia que se une al mango
con un pegamento natural a base de resina de plantas silvestres. 

La Guitarra. Este instrumento de gran popularidad en toda la región, de origen español, logró
adaptarse al nuevo mundo y pasó a formar parte de casi todas las expresiones musicales del
continente americano. Molina en su libro "La música de los valles cruceños", explica que en esta
región se utiliza la guitarra clásica, preferentemente con tres tipos de afinación: temple falso en
Sol, temple normal, y temple romano. En Santa Cruz se la asocia a personajes de la historia
popular como "Cañoto". Pero fundamentalmente constituye la esencia de la música de los valles,
donde junto al charango y la mandolina, son la unidad que propicia el marco musical a todos los
ritmos vallegrandinos, comarapeños y samaipateños.

El charango vallegrandino.- Se constituye en el instrumento típico de rasgado y punteo. Según el


investigador Damián Vaca Céspedes, acompaña los carnavalitos, kaluyos, viditas, salaques y
tonadas. Sus orígenes se ubican en las tierras altas de Bolivia y Perú cuyo precursor la "vihuela de
mano", llegó hasta la región por los colonizadores. Este instrumento inspiró la creatividad andina y
originó el denominado charango. Sin embargo, el charango vallegrandino o charanguito oriental,
como lo denomina la musicóloga Yolanda Cabrera, presenta características muy particulares y
propias de acuerdo a la cantidad de cuerdas (6), y órdenes (4), además de la afinación y la
disposición de sus cuerdas.

Mandolina vallegrandina.- De origen italiano, llegó a la región traída por los españoles. La
mandolina vallegrandina no ha sufrido gran cambio, su diferencia solo está en su apariencia. Su
construcción es de una sola pieza de madera.

Flauta traversa. Es uno de los instrumentos más característicos de las culturas del oriente
boliviano. Según el investigador Damián Vaca Céspedes, en su libro "Música, danza e instrumentos
tradicionales de Santa Cruz", esta flauta de tacuara es conocida en las provincias chiquitanas como
"Buxïx" y en la provincia Guarayos como "Yata Mïmbi". Tiene 6 orificios circulares para la
digitación y otro más grande ubicado en el extremo opuesto, por donde se sopla para producir el
sonido. A través de ligeros cambios de digitación o presión del aire se puede cambiar de octava
durante la interpretación. Es un instrumento que no tiene época de ejecución determinada, pues
se lo utiliza en durante todo el año en fiestas religiosas y particulares, interpretando melodías en
ritmo de chobena, taquirari, carnaval y otros.

Pífano de tacuara. Se trata de un instrumento de embocadura recta, de 7 orificios, 6 de ellos en la


parte superior y el séptimo en la parte posterior, el cual es digitado por el dedo pulgar. Vaca
explica que su afinación varía de acuerdo al instrumento, y la altura en octavas se obtiene según la
presión en el momento de la ejecución. Este instrumento es interpretado para las festividades de
carnaval y Año Nuevo.
Mapunotuma. Es un instrumento de tacuarilla delgada de unos 40 cm de largo. Para su ejecución,
el intérprete sostiene el "Mapunotuma" con una sola mano, ya que con la otra se acompaña con
un pequeño bombo para darse ritmo. Su interpretación melódica se asemeja al trino de las aves.
Se ejecuta para acompañar el ritual de "Los Abuelos" en San Miguel de Velasco, único lugar donde
se mantiene vigente este instrumento.

Sananax. Pertenece a la familia de trompetas naturales, construido con tacuara, cola de tatú y
cera de abeja. Uno de los extremos de la tacuara actúa como embocadura, mientras que el otro
está cerrado por la cera. A la mitad se inserta la cola de tatú. Se necesita mucho adiestramiento
para lograr presión y darle sonido. 

CONCLUSIÓN.-

Como hemos podido enseñar una de las mayores formas de expresión universal de la cultura de
un país es la música, para muchos la música boliviana ha sido catalogada como Música andina, la
representación de esta “se convierte en una representación única que va muy ligada con la danza
"expresiva" que recoge un estilo de vida y un alto relieve cultural” pero también toma valor
incalculable la música generada desde las misiones jesuíticas en el estilo barroco.

En nuestro país la música oriental siempre fue considerada como una música alegre, jovial, de
acordes que invitan a brincar y bailar.

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