26/03/2023

Covid 19. El derecho a la Salud y el deber del Estado en Paraguay

Los albergues como estrategia de contingencia

Por: Loida Brizuela

En un Estado Social de Derecho democrático como lo es el Paraguay, con un

paradigma que descansa en los Derechos Humanos y las garantía de las mismas, es el

deber velar y hacer cumplir el funcionamiento cabal del Estado, previstos en la Carta

Magna con los distintos ministerios y organismos. Podemos hacer una primera

aproximación de que el Estado a través del Poder Ejecutivo es el responsable del

ordenamiento en general, podemos inferir que descansa en el mismo, toda la actividad

de salvaguardar a la población (C.N. 1992, Preámbulo).

El brote del coronavirus covid 19 en China Wuhan en el mes de diciembre del

2019, y para el mes de enero del 2020 ya se convertía en una pandemia mundial. En

Paraguay desde el mes de marzo, el Estado se ha movilizado para tomar medidas y

salvaguarda a la sociedad, se enfoca en evitar los contagios masivos, promulgando

Decretos, que por supuesto se debe acatar y de ese modo asumir la población el deber

desde el ámbito individual a contribuir con las medidas sanitarias. Es importante

destacar que se está obligado a acatar las órdenes provenientes del Estado, cuando esta

se dirige a favor de la protección y la dignidad humana, tal como prescribe el Art. 68 de

la C.N. que estudiaremos más adelante.

Es menester, empezar hablando de los antecedentes y aproximaciones

conceptuales de salud porque es esencial concebirla como tal, filosóficamente, para

pasar luego al aspecto normativo, con más precisión el aspecto constitucional, ya que la

Constitucional se fundamente en los aspectos históricos socio-culturales y los

paradigmas de los corrientes tanto del derecho natural como el derecho positivo.
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La OMS define a la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental

y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”

El código sanitario de nuestro País que data desde el año 1980, Ley N° 836/80

adopta para definir a la salud casi lo mismo que la OMS, “Artículo 8°:  La salud en un

estado de completo bienestar físico, mental y social”

Ahora bien, de donde surgen estas definiciones es un poco menos complejo en

relación a cómo se garantiza ese estado completo de bienestar físico y social, la salud.

Desde el ámbito de salud pública, quienes están obligados por la garantía de la salud de

las personas dentro de un Estado.

La actual Constitución Nacional es del año 1992, cabe recordar que, en un

Estado Social de Derecho la Constitución Nacional es Garantista en esencia, las normas

allí previstas son imperativas en la categoría más alta en jerarquía entre todas las

normativas existentes. En los artículos 68 y 69 establece los parámetros obligatorios

para que en el país haya salud en consonancia con las definiciones anteriores, con la

Pandemia incontenible del covid 19 que nos asecha en pleno siglo XXI, evidentemente

la salud está en juego más que nunca.

Los artículos mencionados, prevén situaciones de emergencias nacionales

sanitarias como la pandemia, esto es así porque una de las últimas pandemias más

mortíferas que antecede a la actual en aspectos parecidos en cuanto al brote y

proliferación fue la llamada gripe española en 1918.

La pandemia de influenza de 1918 fue la pandemia más grave de la historia

reciente. Fue causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar. Si bien no hay un

consenso universal respecto de dónde se originó el virus, se propagó a nivel mundial

durante 1918-1919.  En Estados Unidos se detectó por primera vez durante la primavera

de 1918, entre el personal militar (CDC, revisada junio 2020).

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Organismos internacionales como la OMS y otras regionales hicieron el llamado

a los estados miembros a prever un mecanismo especifico ante las posibilidades de que

aparezcan nuevas epidemias mortales. Los miembros del servicio del área de salud más

que cualquier otros, saben que la posibilidad de aparición de nuevas pandemias en el

tiempo es factible.

Entonces, hoy en día de cara al Covid 19, incontenible, arrasa en todo el mundo

sobre todos los Estados, dejando en evidencia las deficientes capacidades de sistemas de

salud, que no cuentan con un régimen de atención y tampoco con indumentarias

suficientes de reservas para ser utilizados, sumándose la falta de recurso humano

especializado para estos casos.

Podemos pensar, como ciudadanos que el Estado a través de sus gobernantes de

turno no han velado por los derechos, consagrados en el mismo derecho natural,

sistematizado en el derecho positivo, enaltecidos y pragmados en Cartas Magnas de

todas las Naciones como derechos fundamentales inherentes de las personas y de

especial promoción y reconocimiento en las organizaciones internacionales que

amparan los Derechos Humanos del hombre, estos derechos son “la vida por sobre todo

y la Salud”. Más que nunca, hoy en tiempos de una nueva pandemia, debemos

recapitular toda la trayectoria de las políticas que tienden a velar por las mismas, que si

estos derechos han merecido la debida atención y materialización de proyectos de

desarrollo en las necesidades básicas de los habitantes de una determinación geográfica

que corresponde un Estado.

En los últimos meses se han emitidos varios decretos en relación a las medidas

sanitarias en todo el territorio debido a la emergencia Nacional por la pandemia. La

prioridad hoy es proteger la salud para garantizar los demás aspectos vitales del hombre.
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En Paraguay, tenemos un sistema sanitario nacional que vela por la salud

pública, durante la pandemia se habilitaron centros de referencias para la atención de

casos respiratorios del país y a pacientes con covid 19:

- En Asunción. El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del

Ambiente, (INERAM).

- En Ciudad del Este. Hospitales Regionales del Ministerio de Salud y del IPS.

Una de las medidas sanitarias adoptada por nuestro país desde el inicio de la

pandemia, fueron los albergues, con la finalidad de aislar a los que estén en grupo de

riesgo de contagio o ya contagiados, evitando así que se propague y se suscite de

manera acelerado los contagios comunitarios. El mismo fue utilizado de manera

obligatoria para lo repatriados, que en poco tiempo superaron los 12.000, de tal forma

que, la habilitación de los albergues fue creciendo en número rápidamente. Así publica

el sitio web NPY el 30 de julio del 2020, tal como los señaló a los medios de

comunicaciones el Ministro de Asuntos Exteriores, Federico González “ Señaló que en

total hasta la fecha ya han retornado al país más de 12.000 personas. Para este sábado

superaríamos la barrera de 13.000 personas” (NPY, consultado el 22 de setiembre del

2020).

Estos datos fueron proporcionados por el mismo Director de la vigilancia de

salud Guillermo Sequera, en una entrevista con Jazmín Acuña para el medio Surti.com.

«Voy a ser sincero. Sí sabíamos que iba a haber movilidad de gente de ambos lados,

pero no sabíamos que iba a volver tanta gente. No estimamos que la gran migración

expulsada volvería tan rápido. Especialmente la más frágil, la que menos arraigada está,

que es la de Brasil, y que ahora estamos viendo el tamaño que tiene», dice en una

entrevista a El Surtidor (Acuña, 2020). 

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De esta manera, deja entre ver, otras cuestiones respecto a la cantidad de

compatriotas que han salido a buscar en otros países mejores oportunidades laborales,

sin embargo, la realidad suele ser muy distinta.

Tal es así, que estos establecimientos se utilizaron prácticamente para esta

finalidad, acoger a los repatriados, dando casos nulos de aislamiento voluntario fuera

del recinto del hogar para aquellos que contrajeron el virus, pero no necesitan

hospitalización.

Estos albergues en su mayoría son construcciones edilicias de personas jurídicas

privadas, como son los Hoteles, polideportivos, casas de retiros, iglesias, etc. Los

mismos fueron equipados acorde a las condiciones necesarias para recibir a las personas

y que tengan el cuidado y el tratamiento debido. En este sentido, el mismo Ministro

Guillermo Sequera, menciona que los recursos invertidos en el equipamiento de los

albergues fueron utilizados de los que ya contaban en casos ordinarios, tal como

mencionó en la entrevista anterior referenciada “«Tenemos que lidiar con lo que se tiene,

administrar realidades y el presupuesto que se utiliza para albergues en las unidades militares es

el mismo que le fue asignado para darle de comer a sus tropas, a sus oficiales. Lo mismo en la

policía», cuenta el ministro” (Acuña, 2020).

No obstante, los fondos fueron asignados meses más tarde para los recursos de insumos

de los albergues, tras una larga burocracia de la administración pública. “Federico González

anunció que terminó el proceso de transferencia del Banco de Fomento a la Secretaría de

repatriados. Para dotar de insumos y materiales a los albergues, explicó que el proceso duró

cerca de 3 meses por los trámites burocráticos” (NPY, consultado el 22 de setiembre del 2020).

Uno de los albergues que ha presentados situaciones conflictivas de resonancia a

nivel nacional e internacional es la dispuesta solidariamente por la Universidades

Privada, en Ciudad Del Este, los equipamientos se hicieron según los recursos con que

se cuenta y por todos los medios de comunicación consta que son escasos, no tenían
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camas especializadas, en acaso de urgencia se trasladan a los centros de referencias

citados, hubo fugas de aislados, denuncia de contagios masivos, en otras cuestiones.

Otro caso muy particular en relación a uno de los albergues incluso llegó a

publicarse en el Sitio web de NACLA, una asociación de los EE.UU. donde una

compatriota relata cómo ha vivenciado su aislamiento en Paraguay en uno de los

albergues de Ciudad del Este, resalta una muy mala experiencia y aspectos muy

negativos en general, desde la infraestructura hasta el trato recibido. El relato en español

se aloja en varios sitios web del país, como en Ultima Hora el 27 de mayo del 2020 con

el título Organización expone dura realidad de connacionales en albergues de

cuarentena.

Estos indicios han generado el planteamiento de estudiar las condiciones en que

se encuentran los albergues habilitados en Ciudad del Este, y determinar el

cumplimiento del Estado en su deber de protector de la Salud Publica tal como lo

prescribe la Constitución Nacional en los Art. 68 y 69, para lo cual vamos a tener en

cuenta el protocolo oficial del ministerio para la implementación de albergues.

La preocupación de habilitar albergues al inicio del brote en nuestro país, es un

indicio de que los centros sanitarios existentes no están preparados ni son suficientes

para el caso y la estrategia resultó en gran medida exitosa para contener los contagios y

dar tiempo para preparar las infraestruras y proveer de recursos médicos necesarios para

las demandas en los picos más altos. De hecho, esta situación se observó en casi todos

los países afectados por la pandemia covid 19.