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El control prenatal

Definición

Se entiende por control prenatal, a la serie de entrevistas o visitas programadas de la embarazada


con los integrantes del equipo de salud, con el objetivo de vigilar la evolución del embarazo y
obtener una adecuada preparación para el parto y la crianza.

Características

•Un control prenatal eficiente debe cumplir con cuatro requisitos básicos:

Precoz

La primera visita debe efectuarse tempranamente, en lo posible durante el primer trimestre de la


gestación. Esto permite la ejecución oportuna de las acciones de promoción, protección y
recuperación de la salud que constituyen la razón fundamental del control. Además, torna factible
la identificación temprana de los embarazos de alto riesgo, aumentando por lo tanto la posibilidad
de planificar eficazmente el manejo de cada caso en cuanto a las características de la atención
obstétrica que debe recibir.

Periódico

La frecuencia de los controles prenatales varía según el grado de riesgo que presenta la
embarazada. Para la población de bajo riesgo se requieren 5 controles.

Completo

Los contenidos mínimos del control deberán garantizar el cumplimiento efectivo de las acciones
de promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud.

Amplia cobertura

En la medida que el porcentaje de la población controlada es más alto (lo ideal es que abarque a
todas las embarazadas) mayor será el impacto positivo sobre la morbimortalidad materna y
perinatal.

DIAGNÓSTICO DE EMBARAZO
El diagnóstico de embarazo se basará en los clásicos signos de presunción, probabilidad y certeza.

Signos de presunción

•Estos signos son inconstantes, variables, pueden faltar o ser muy atenuados. Aparecen al final de
la 4ª semana de embarazo y desaparecen alrededor de la 18ª semana. Se trata de manifestaciones
subjetivas y objetivas: sialorrea, vómitos, modificaciones del apetito y del gusto, aversión a ciertos
olores, irritabilidad, preocupación, tristeza, ciclos alternados de alegría y melancolía, mareos,
lipotimias, somnolencia, desgano, polaquiuria, modificaciones en las mamas (turgencia), etc.

Signos de probabilidad
•Amenorrea: ante cualquier mujer en edad fértil, sana y con períodos regulares que presente un
atraso en la aparición de la menstruación, debe pensar que está embarazada. Es un hecho
importante que orienta en la mayoría de los casos hacia el diagnóstico, pero con la condición de
que los ciclos hayan sido antes normales, es decir, con sus características habituales de
periodicidad, duración y aspecto.

•Modificaciones Uterinas: el tacto por vía vaginal combinado con la palpación externa permite
reconocer los signos más seguros. La forma del útero se hace más globulosa, los fondos de sacos
vaginales se hacen convexos (signo de Noble- Budin) y su consistencia disminuye
(reblandecimiento).

Signos de certeza

•Detección de Sub-unidad Beta de la HCG (Gonadotropina Coriónica Humana): es detectable aún


antes de la nidación y es exclusivamente producida por el sinciciotrofoblasto, con lo que evitan
reacciones cruzadas con otras hormonas. Constituye el método de diagnóstico más precoz y
sensible.

•Visualización fetal: la ecografía transvaginal permite diagnosticar el embarazo a la 4ª semana de


la fecha de la última menstruación, visualizándose el saco gestacional, a la 5ª semana el embrión y
a la 6ª semana la actividad cardíaca.

•Palpación abdominal: en la segunda mitad de la gestación la palpación del abdomen permitirá


reconocer el tamaño, consistencia y desviaciones del útero grávido, apreciar las contracciones y
los movimientos del feto y hacer el diagnóstico tanto de la colocación fetal (actitud, situación,
presentación) como del número de fetos.

•Detección de latidos fetales: debe estudiarse su frecuencia, intensidad, ritmo y localización,


pueden identificarse a través del Estetoscopio Obstétrico de Pinard o detectores Doppler.

Calcio:
El calcio es necesario para la formación ósea del feto y el mantenimiento materno. Durante el
embarazo el requerimiento de calcio aumenta, pero no aumenta la recomendación de la ingesta
del mismo ya que el organismo compensa el aumento de las demandas elevando la absorción del
mismo.

En Argentina una elevada proporción de mujeres en edad fértil y grávidas (94 y 88 %


respectivamente) no consumen suficiente calcio según se observó en la ENNyS, razón por la cuál
es relevante que el profesional de salud analice el consumo de leche, yogures y quesos que son las
fuentes principales de este mineral. A tal efecto averigüe si la mujer embarazada consume todos
los días alimentos ricos en calcio utilizando la guía de la página 17 y aliéntela a incorporar o
aumentar la ingesta para lograr un aporte adecuado de este mineral. Siempre que sea posible
recomiende productos descremados y recuerde que no solo la leche aporta grandes cantidades de
calcio, sino también otros alimentos como el yogur y el queso.

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