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ISAE UNIVERSIDAD

SEDE PENONOMÉ
FACULTADAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

PRENDER#1-23

MATERIA:
DERECHO ROMANO

ESTUDIANTE:
EUCLIDES CASTILLO

CÉDULA:
2-711-154

PROFESORA:
DELKYS LEDEZMA RAMOS
INVESTIGACIÓN

LOS REQUISITOS DE LA CAPACIDAD JURÍDICA.


En cuanto a la capacidad jurídica, es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones:
con plenitud, só lo paterfamilias. El (filiusfamilias) só lo pasiva.
Los hijos y esclavos, por estar sujetos a potestad carecen de un patrimonio y no pueden ser
titulares de relaciones jurídicas. En términos modernos cabe decir que no tienen capacidad
jurídica. Sin embargo pueden actuar en la vida de los negocios patrimoniales, y de hecho
actú an muy frecuentemente, como representantes de sus padres o dueñ os; por eso se
puede decir que tienen capacidad de ejercicio.
El hijo de familia no puede empeorar la situació n de su paterfamilias. Tiene una capacidad
jurídica muy limitada, só lo el paterfamilias tiene una aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones.
Capacidad de obrar en Derecho romano
Por capacidad de obrar se entiende la capacidad para actuar en derecho vá lidamente, y
depende de la capacidad natural de una persona, es decir, por ser un enfermo mental,
estaría limitada esta capacidad. Se entiende que estas personas, por falta en experiencia,
pueden ser sometidas a engañ o, por lo que se les concede una serie de medidas como la
posibilidad de tener un curador, una persona al lado, que guarde o vele por él.
Una característica específica se entiende que la mujer, por el hecho de ser mujer, está
permanentemente sometida a tutela, por lo tanto esto es una limitació n. Puede ser libre,
una ciudadana romana, pero necesita el consentimiento de su tutor. Otra limitació n viene
por razones de salud, como los enfermos mentales o los pró digos.
Instituciones de guarda en Derecho romano: tutela y curatela. En Derecho romano hay
dos tipos de instituciones de guarda.
Tutela (para los niñ os y las mujeres).
Curatela (varones menores de 25 añ os, enfermos mentales y pobres).
Y a estas instituciones se someten las personas que está n limitadas de poder por las
razones anteriormente dichas. La capacidad de obrar se ve limitada por la capacidad
jurídica del individuo.
Los actos jurídicos requieren que el individuo que los lleva a cabo comprenda el acto
jurídico, su trascendencia y tenga la capacidad suficiente para expresar su voluntad. Para
reunir estos requisitos es necesario que el individuo haya alcanzado un desarrollo
intelectual que se considera que se alcanza cuando alcanza también el desarrollo físico, es
decir, la pubertad. Se establece, por tanto, como límite la pubertad. Se establece una
primera distinció n: impú beres y pú beres.
Impú beres: infantes e infantes mayores
Los infantes son los que no pueden hablar, no pueden expresarse coherentemente. Hasta
los tres añ os en un principio, en la época clá sica hasta los 5 y en el derecho justinianeo
hasta los siete añ os. Los infantes no tienen capacidad de obrar ni son responsables Derecho
penal.
Los infantes mayores van desde los tres, cinco y siete añ os respectivamente hasta la
pubertad. Tienen un tratamiento jurídico especial, que consiste en que respecto a los
negocios jurídicos si son sui iuris pueden celebrar negocios vá lidos si son asistidos por un
tutor, el cual complemente su capacidad de obrar. No necesitan este complemento para
aquellos negocios que só lo le reportan beneficios sin contraprestació n alguna (donació n
por ejemplo). Respecto a la esfera penal los infantes mayores son responsables de toda
clase de delito como si fueran pú beres engañ ados debido a su corta edad. Segú n la
“lexplaetoria o laetoria” se castigará n a aquellos individuos que engañ en a los pú beres
menores de 25 añ os. Como desarrollo de esa ley, el pretor creó una excepció n para
proteger al menor de las reclamaciones que le hiciera el autor del engañ o. Por ú ltimo, el
pretor creó una 3º medida de tipo procesal que en la que declara el pretor que las cosas
vuelvan a estar en el estado anterior, antes de celebrar el negocio jurídico.
Sexo: có mo influye ser mujer en la capacidad de obrar
La situació n en Roma de la mujer socialmente es muy favorable, no ocurre lo mismo con su
situació n jurídica.
Respecto al derecho pú blico las mujeres en Roma no tienen el “ius suffragii”, no tienen
derecho a votar en las asambleas.
Respecto al “ius honorum” tampoco tienen la posibilidad de ocupar cargos pú blicos. Se ha
llegado a la conclusió n de que la forma de la constitució n de la antigua civitas romana fue a
través de la guerra donde las mujeres no participaban, por esto se piensa que después no
ocupan puestos pú blicos.
Derecho privado: configuració n particular de la familia romana
En cuando al derecho privado hay que tener la configuració n particular de la familia
romana. La mujer “alieni iuris” mientras está soltera y sometida a la patria potestad de su
paterfamilias, igual que ocurre con los “alieni iuris” hombres.
Si la hija “alieni iuris” se casa, pueden ocurrir dos cosas:
Que siga sometida a la patria potestad de su paterfamilias.
Que si después de casarse celebra pasa a estar sometida a la patria potestad del
paterfamilias de su marido o a su marido si éste es “sui iuris”.
Puede ocurrir que la mujer sea “sui iuris” y haya alcanzado la pubertad, hasta la época
postclá sica tiene igualmente limitada su capacidad de obrar porque, aunque la mujer sea
libre, ciudadana romana, sui iuris y pú ber, pierde la capacidad de obrar porque se le
nombra un tutor que actú a por ellas en el mundo jurídico. A partir de la época postclá sica,
la mujer se equipara casi totalmente al hombre en su capacidad jurídica y de obrar porque
desaparece la tutela de las mujeres y la “conventio in manum” pudiendo actuar en el
mundo jurídico, pero continú an las limitaciones del derecho pú blico.
La prodigalidad en Derecho romano
La prodigalidad existió en el Derecho romano y consiste en que el pró digo es un individuo
que dilapida su patrimonio poniendo a su familia en riesgo de empobrecerse y arruinarse.
Los bienes que dilapida son bienes heredados de sus descendientes, actualmente los bienes
son todos, no hay excepciones. Si se comprueba que está acabando con el patrimonio se le
nombra un curador, salvo para aquellos negocios jurídicos que le reporten beneficios sin
contraprestació n.
Para tener capacidad de obrar en Roma:
Hay que ser un hombre libre
Hay que ser ciudadano romano
Hay que ser sui iuris (status familiae)
Hay que ser pú ber.
A los que reú nen estos requisitos se les denomina civis optimo iure, es decir, que está n en
la mejor posició n jurídica, pueden tener todos los derechos.

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