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Licenciatura: Derecho
Derecho Romano
“La Familia”
“Tutela y Curatela”
Grupo: 201
TUTELA Y CURATELA.
Esta función protectora de los derechos de los sujetos de los sujetos con incapacidad de obrar,
fuera absoluta o relativa, fundada en razones de edad, sexo, enfermedad mental o tendencia a la
dilapidación de los bienes, se cumplió en Roma por medio de dos especiales instituciones, la
tutela y la curatela. Los hijos sometidos a la potestad del pater se hacían sui iuris a la muerte de
éste; adquirían entonces plena capacidad de derecho y aptitud para poseer un patrimonio propio,
pero no todos ellos eran capaces para ejercer por sí mismos sus derechos.Tanto unos como
otras, estaban sometidos al poder de un tutor, pero la tutela, por razón del sexo perdió ya en el
período clásico su antiguo rigor.
El Tutor
El tutor que significa proteger, tenía sobre los impúberes y las mujeres un poder de protección
similar, en cierto modo, al reconocido por su finalidad tuitiva y de salvaguarda de los intereses
patrimoniales respecto del incapaz o pupilo.
Sirvió de fines de la república definió a la tutela como “la fuerza y potestad sobre una cabeza libre
dada y permitida por el derecho civil para proteger al que por su edad no puede defenderse por sí
mismo.
Se ha dicho también que la diferencia entre las instituciones de representación de los incapaces
estribaba en la circunstancia de que el curador carecía de la facultad de asistencia y cooperación
en los actos del pupilo, como las tenía el tutor.
La diferencia más notoria entre las instituciones radica en que la tutela correspondía a supuestos
en que había una causa general y permanente de incapacidad, como la edad y el sexo, en tanto
la curatela aparecía cuando mediaba una causa particular o accidental que hacía incapaz a una
persona que hasta entonces había gozado de plena capacidad de obrar como ocurría en el caso
del demente y del pródigo.
Las personas sui iuris que no habían alcanzado la pubertad, necesitaban que se les nombrara
un tutor para que realizara en su nombre los negocios jurídicos que el incapaz no podía por sí
mismo realizar. El tutor que sustituía al padre del incapaz, tenía la misión de defender el
patrimonio del pupilo en beneficio. A la función del tutor era meramente civil, no podían cumplirla
los extranjeros, y también viril, por lo cual estaba vedada a las mujeres.
Especies de tutela.
Según el modo como ella se originará podía ser, tutela testamentaria, si se fundaba en la voluntad
del paterfamilias declarada bajo testamento; tutela legítima, cuando nacía por imperio de la ley; y
la tutela dativa, si la designación de tutor provenía del magistrado.mEl tutor testamentario adquiría
su condición de tal desde el momento de la adición de la herencia. Como su nombramiento no
dependía del parentesco, podía rechazar la tutela. A falta de tutor testamentario, las XII Tablas
llamaban a desempeñar la tutela a las personas que, de morir, los impúberes heredarían ab
intestato, o sea, su agnado más próximo, y en su defecto los gentiles.
La tutela dativa, esto es, aquella cuya designación provenía del magistrado, se impuso en Roma
cuando el régimen de la institución fue objeto de una intensa intervención legislativa que convirtió
la función privada del tutor en una verdadera carga pública. Con esta injerencia pública en las
tutelas, el autor tenía el deber de no rehusar el cargo, a no ser que tuviera una excusa fundada,
como edad avanzada, enfermedad, ocupaciones excesivas, residencia alejada, enemistad con la
familia del pupilo, etc.
Cesación de la tutela.
La tutela cesaba por causa del pupilo, con su muerte o capitis deminutio, en cualquiera de sus
distintas gradaciones, se extinguía por causa del tutor, lo que daba lugar a su reemplazo por otra
persona que ejerciera el oficio; cuando se cumplía la condición resolutoria o se producía el
vencimiento del término fijado por el testador, si se presentaba un supuesto de excusación del
tutor, sobreviniente a su nombramiento y, por fin en caso de remoción del tutor por sospechoso.
En Roma las mujeres sui iuris estaban sometidas a la común tutela impuberum, si eran
impúberes, y a la especia y perpetua tutela mulierum, cuando hubieren llegado a los 12 años y
alcanzado, por ende, la pubertad. Con la progresiva independización de la mujer fue
disminuyendo la importancia de este género de tutela.
La Curatela.
Para el derecho romano la curatela implicaba una administración dándose el nombre de curador a
la persona encargada de la defensa de intereses públicos o privados, tuviera o no poderes de
administración. La curatela tuvo su origen en la ley de la XII Tablas, donde se disponía el
nombramiento de un curador para el sui iuris afectado de locura, imbecilidad o demencia, o para
quien hubiera sido declarado pródigo. Tal curado cumplía una función muy similar a la del tutor en
lo concerniente al cuidado de los bienes del incapaz, y por ello el derecho justinianeo colocó en
igual plano a tutores y curadores.
Por las XII Tablas era declarado pródigo por orden del magistrado e inhabilitado para administrar
su patrimonio, aquel que hubiera dilapidado la herencia de sus ascendientes paternos. El curador
del pródigo debía prestar su auctoritas para dar validez a todos los negocios jurídicos que
pudieran provocar un empobrecimiento de su patrimonio.
Por las XII Tablas podía ser legítima, a favor del agnado más próximo, o de nombramiento por el
magistrado, al que le era permitido seguir las instrucciones dejadas por el padre en el testamento.
Establecía la regla de que la curatela quedaba suspendida durante los intervalos de lucidez del
demente; es explicable este principio, ya que el incapaz durante los lucida intervalla recuperaba
su capacidad de obrar.
La tutela sobre las personas sui iuris terminaba con la pubertad, etapa de la vida en que se
alcanzaba capacidad de obrar, o sea, la aptitud jurídica para realizar negocios jurídicos
plenamente eficaces; la edad de 14 años resultaba demasiado prematura para otorgar al varón
púber plena capacidad negocial. Concedía la ley a las personas que no hubieran cumplido
todavía los 25 años, una acción especial, la actio legis Plaetoriae, para ejercitar contra todo aquél
que fraudulentamente hubiera conseguido un provecho, por efecto de la inexperiencia del menor;
condenaba el autor del fraude con la nota de infamia y con una grave pena pecuniaria, más no
conducía a la nulidad del acto. En el derecho justinianeo, el cuarator minoris pasó a ser un
administrador permanente y no optativo, por lo cual el menor púber podía contar con su asistencia
en todos sus supuestos.
Curatelas especiales.
Tales fueron, el curator impuberis, nombrado para el supuesto de que el tutor de un impúber
padeciera de enfermedades corporales o psíquicas; el curator nombrado para los bienes
adventicios de un alieni iuris no administrados por el padre; el curator ventris, para asegurar los
derechos sucesorios de una persona por nacer, y los curatores bonorum que actuaban en el
cuidado de bienes en diversas hipótesis, como cuando el titular estuviera ausente, o se tratara de
una herencia yacente, o de una ejecución sobre bienes del deudor.
REFERENCIAS:
Jesus Rivero. (mayo 15 2017). tutela y curatela. Febrero 5 2022, de Justicia 365 Sitio web:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/3/1122/28.pdf.
“LA FAMILIA”
DIFERENCIAS
“ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD”
Concepción Teórica de los Atributos de la Personalidad
Desde un punto de vista estrictamente lingüístico, la palabra “atributo”, del latín attribtum, denota
cada una de las cualidades o propiedades de un ser. Así, jurídicamente hablando, los atributos de
la personalidad son cualidades que identifican e individualizan a un sujeto de derecho, a fin de
ubicarlo dentro del orden social y jurídico. La doctrina establece como atributos de la
personalidad, los siguientes: capacidad jurídica, nombre, domicilio, nacionalidad, patrimonio y
estado civil, en cuanto a las personas físicas, así como todos ellos, excepto el estado civil, con
relación a las personas morales.
Capacidad Jurídica
La capacidad, lato sensu, es la aptitud que tiene la persona para ser titular de derechos, sujeto
de obligaciones y, en su caso, ejercer esos derechos, cumplir esas obligaciones y celebrar actos
jurídicos por sí misma. Ahora bien, de este concepto genérico, se desprende dos especies de
capacidad:
A.- Capacidad de Goce, es decir, la aptitud para ser titular de derechos y sujeto de obligaciones.
Todo sujeto debe tenerla, ya que de suprimirse carecería de razón de ser la personalidad porque
impediría al ente la posibilidad jurídica de actuar. “No se concibe la noción de persona sin la
capacidad de goce”.
B.- Capacidad de Ejercicio, a la cual también se le llama capacidad negociar, y que puede
definirse como la aptitud para ser titular de derechos, sujeto de obligaciones, celebrar actos
jurídicos, así como exigir aquellos derechos y cumplir aquellas obligaciones por sí mismo.
Nombre
Puede definirse al nombre como las palabras que identifican a una persona, a fin de que sus
actos, individualizados por el ordenamiento jurídico, generen consecuencias que le sean
atribuidas a ella y a nadie más.
En cuanto a las personas físicas, las palabras a que se hace mención en el párrafo precedente,
forman el nombre propio, también conocido como nombre de pila, y el apellido o apellidos,
generalmente paterno y materno, elemento que se identifica como el patronímico. La vinculación
de esos elementos es, propiamente, el nombre de la persona física; sin perder de vista que “la
partícula que podríamos llamar elemento principal del nombre, es el apellido, en tanto que el
nombre propio, sirve para integrar la denominación y para aludir con mayor precisión a la persona
a la cual se refieren aquellas partículas principales”. Con relación al nombre de las personas
morales, se tienen que distinguir, en principio, dos tipos de entes colectivas: los públicas y las
privadas. En tratándose de las personas morales públicas –Nación, Estado, Municipio, etc., su
nombre está íntimamente ligado a fenómenos culturales e históricos; por su parte, los organismos
descentralizados generalmente encuentran su nombre en la ley que los crea y los regula y, con
relación a las personas ideales de interés privado, es bien conocida la distinción entre
denominación y razón social con que suelen identificarse.
Domicilio
El domicilio es, el lugar en el que, para determinados efectos del Derecho, una persona se
asienta de manera permanente.
Patrimonio
Siguiendo la noción clásica del patrimonio, puede definirse a este atribuyo como la universalidad
jurídica, compuesta por un conjunto de bienes, derechos y obligaciones, susceptibles de
valoración económica.
Nacionalidad
La nacionalidad es un atributo de la persona que rebasa la materia civil, para ubicarse en el
contexto legal del Derecho Constitucional. La nacionalidad es el vínculo jurídico y político que
une a una persona con un Estado-Nación.
Estado Civil
el estado civil o de familia es un atributo exclusivo de las personas físicas que implica la situación
que guarda un individuo dentro de su grupo familiar, con respecto a sus relaciones de matrimonio
o parentesco. Así, “el estado se determina en función del grupo o de los grupos sociales a los que
una persona pertenece, porque el ordenamiento jurídico atribuye esa pertenencia, como inherente
a la persona misma”.
“ORIGEN Y EXTINCION DE LA ESCLAVITUD”
Los esclavos eran tales por nacimiento o por un hecho posterior (nascuntur aut fiunt). Nacen
esclavos los hijos de una esclava. En el derecho antiguo regía en todo su rigor el principio por el
cual, si el hijo había sido concebido por mujer libre, pero ésta caía en la esclavitud antes del
parto, el hijo nacía esclavo. Principio que fue luego modificado, estableciéndose, en favor de la
libertad, que los hijos de esclava que hubiese sido libre un solo momento durante la gestación
debiesen ser considerados como libres.
*Por venta.
La esclavitud no fue igual en todas las épocas. En los primeros tiempos de Roma los esclavos
eran poco numerosos y formaban parte de la familia como servidores. La mayoría trabajaba en el
campo. A medida que Roma va conquistando nuevos territorios, llegan a la ciudad grandes
cantidades de esclavos capturados como prisioneros de guerra que se venden igual que cualquier
mercancía.
Había dos tipos de esclavos: los públicos y los privados. Los primeros pertenecen al Estado y
trabajan en servicios públicos, como por ejemplo en las minas estatales, que era quizás el trabajo
más penoso. Los privados pertenecen a familias particulares y suelen trabajar en el servicio
doméstico o en la agricultura. Generalmente se les trataba mejor que a los públicos. En cuanto al
status jurídico del esclavo, al principio no tiene ningún derecho. Se le considera una cosa (la
palabra más antigua para referirse a un esclavo es mancipium, de género neutro). No puede
casarse ni tener propiedades. Posteriormente, se permite el matrimonio entre esclavos, aunque
los hijos son también propiedad del amo. También se les permite ahorrar para comprar a otro
esclavo que le ayude en sus tareas o incluso comprar su libertad.
La esclavitud en el Derecho de la antigua Roma se puede llegar a extinguir en primer lugar por
disposición de la ley o bien en segundo lugar mediante la manumisión.
La manumisión (manumissio) es el acto por el cual el dueño concede la libertad al propio esclavo.
El término manumissio significa literalmente renunciar al poder, de manu = poder mittere=
renunciar, entre otros significados. Existen varias formas de manumisión reconocidas por el
Derecho civil.
* Manumissio testamento
El dueño podía disponer en su testamento que el esclavo fuese libre. El testador podía otorgar la
libertad directamente, en cuyo caso sólo podía manumitir al esclavo del que era propietario, o
indirectamente, en cuyo caso podía encargar al heredero manumitir esclavos tanto suyos como
del propio heredero.
*Manumissio censu
Consiste en permitir que el propio esclavo se inscriba en las listas del censo como ciudadano
romano. Esta forma de manumisión no existe ya en Derecho justinianeo.
* Manumissio vindicta
En Derecho clásico se realizaba según la forma de la in iure cessio. Una persona llamada
adsertor libertatis (de adsero = afirmar) declaraba solemnemente ante el magistrado que el
esclavo era libre; ante tal afirmación el propietario no se opone, y el magistrado, confirmando la
declaración del adsertor, otorga la libertad al esclavo. En Derecho justiniano el procedimiento se
simplifica, bastando sólo que el propietario manifiesta ante el magistrado su voluntad de libertad
al esclavo.
Antonio Ortega. (diciembre del 2011). extinción de la esclavitud en roma. enero 2020, de Manual
de Derecho Romano Sitio web: https://www.derechoromano.es/2011/12/extincion-de-la-
esclavitud.html.
Gregorio Hernández. (octubre 2015). Personas, Los esclavos. octubre del 2018, de La voz del
Derecho Sitio web: https://lavozdelderecho.com/index.php/actualidad-2/derechoromano/item/
3559-derecho-romano-35-personas-los-esclavos.
Alberto Guzmán. (15 enero 2013). Atributos de la Personalidad. septiembre 2017, de ex lege Sitio
web: https://bajio.delasalle.edu.mx/delasalle/contenidos/revistas/derecho/numero_3/
docentes_guzman.html#:~:text=La%20doctrina%20establece%20como%20atributos,relaci
%C3%B3n%20a%20las%20personas%20morales.