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Lingüística / Análisis del discurso

Teun A. van Dijk


compilador

El discurso
como estructura
y proceso

¿C óm o se genera, ne com p ren d e y se recu cró


iu ü j urnoo o « i» i-jí!Ífa I 3 f i i l:i m ente lo liahlado \ lo escrito? ¿C ui l t i*
n c g io *j * ornó? interacción e\ iíte n té entre '
cuto» distintos procesos
niciMiili.fi? E l discurso corno
estructura y p roceso explica
có m o se o rgan iza el discurso,
cu.il es la rcln dôn entre 1a
form a discursiva y el sentido,
y cuáles son las funciones del
estilo y de la retórica en el
con texto d e la.com unicación.

E s t u d i o s s o b r e el d i s c u r s o I
U n a i n t r o d u c c ió n m u l t i d i s c i p l i n a r i a

editorial
EL DISCURSO COMO
ESTRUCTURA Y PROCESO

Estudios sobre el discurso I


Una in trod u cción m u ltid is cip lin a ria

Teun A. van Dijk


com pila d or

*1 Q t H

liA
1

El estudio del discurso*


Teim A. van Dijk

¿Qué es el discurso?

Los dos volúmenes de esta introducción constituyen una res-


puesta compleja a una sencilla pregunta que tienden a formular
quienes apenas comienzan a abordar el tema cuando advierten la
presencia ubicua del término “discurso” en las humanidades, en las
ciencias sociales e incluso, en los medios masivos de comunicación:
“¿Qué es exactamente el discurso? , .
La situación sería ideal si pudiéramos condensar todo lo que
sabemos acerca del discurso en una definición única y practica.
Lamentablemente, ocurre en este caso lo mismo que con otros concep­
tos afines, como “lenguaje”, “comunicación interacción sociedad
y “cultura” : la noción de discurso es esencialmente difusa. Como suele
suceder en el caso de conceptos que remiten a fenomenos complejos,
es la disciplina en su totalidad, en nuestro caso el nuevo campo
transdisciplinario de los estudios del ducurso (también llamado
“análisis del discurso"), la que proporciona la definición fundamental
Qu.0 se busca
Nnnhstnnte debemos empezar por alguna parte, y habitualmen­
te lo hacemos mediante una breve caracterización general de los
fenómenos que estudia la disciplina. Este es el objetivo del presente
capítulo En los capítulos siguientes, se avanzara en el tema con más
detalles v referencias a los distintos dominios que abarcan los estudios
del discurso Después de hacer un resumen de las principales carac­
terísticas del discurso, esbozaré la evolución de esta disciplina y
enunciaré algunos principios generales que muchos enfoques del

* Traducido por Elena Marengo.

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discurso comparten en la actualidad. En cierto sentido, pues, este
capítulo constituye una introducción a las introducciones que confor­
man el resto del libro.

Del sentido común a la teoría

Antes de adentrarnos en ese tipo de descripción más teórica que


uno espera encontrar en la disciplina de los estudios del discurso,
coi responde decir algunas palabras acerca de la noción de “d is c u r s o ”
proveniente del sentido común, tal como esta noción aparece en el
enguaje cotidiano y en el diccionario. En este sentido, el térm ino
iscurso se aplica a una forma de utilización del le n g u a je , a
iscursos públicos o, más en general, al lenguaje oral, por ejemplo,
cuando hablamos del “discurso característico del ex presidente R o n a ld
Keagan . 1

US0
, ° Í r0i1 rnismo término, muy difundido pero aún informal,
Hp 8 a arSG en ^os mec^os de comunicación y en algunas de las
npnlivfS íJoc^a^ s’ P01 ejemplo, cuando se habla del “discurso del
refiprp ^ 11Sm° ' esí:e último caso, el término “discurso” no se
o nnlíf-i^XC usivamente a| uso que hacen del lenguaje los pensadores
susfpntn S H00^ eya^es’ s*no también a las ideas y filosofías que ellos
dedirarlnc ^ 1 gan- En efecto, puede suceder que los estudios
lenguaje & 1SCUrso ne°hberal no presten atención alguna al uso del

nes cararTm^fStaS^dél discurso intentan ir más allá de estas definicio-


forma dP stlcas ^el sentido común. Ad.mitenque el discurso es una
definición co^t " ' . en8 u( LJJr- No obstánte, puesto que esta última
ducen un ™ S1<fncJt° jmPrecisa y no siempre conveniente, intro-
específico v má6P ° v discurso” más teórico, a la vez que más
componentes espamPi 10 ^ SUS apllcaciones- Pretenden incluir otros
el lenguaje cómo k n itT 6" 6Ste nU6V° concePto; a saber, quién utiliza
, ■por qué y cuánd° > °hace-
caracterización nno .1SCUrso es un suceso de com unicación es una
En otras palabras / nC01P0ra a £un°s de estos aspectos funcionales.
ideas o creencias (n __S Personas utilizan el lenguaje para comunicar
sucesos sociales m expresar emociones) y lo hacen como parte de
específicas como u n ^ 0111^ 0''08’ P° r e-ÍeraPl°> en situaciones tan
una lección en el aula Cuen ro con amigos, una llamada telefónica,
médico. También cuanT*\ 0ntr8VÍSta de trabaÍo , una consulta con el
Estos ejemplos sviciérp" ° T ^ U“ n° ticia Periodística,
cualquier otra cosa que ocu^ 3 emas c*ue’ independientemente de
de comunicación, los p a r t i r á ^ 0?°S a veces complicados sucesos
22 participantes hacen algo, esto es, algo que va
más allá, específicamente, de usar el lenguaje o comunicar ideas o
creencias: interactúan. Con el objeto de destacar este aspecto
interactivo, suele decirse también que el discurso es una interacción
verbal. \
Ya en esta primera aproximación al concepto de discurso hemos
identificado sus tres dimensiones principales: a) el uso del lenguaje’,
b) la comunicación de creencias (cognición) y c) la interacción en
situaciones de índole social. Si se tienen en cuenta estas tres dimen­
siones, no es sorprendente que sean varias las disciplinas que pai-
ticipan de los estudios del discurso, como la lingüística (paia el estu­
dio esDecífico del lensruaje y su utilización), la psicología (paia el
estudio de las creencias y de cómo estas se comunican) y las ciencias
sociales (para el análisis de las interacciones en situaciones sociales).
Una tarea característica del estudio del discurso consiste en
proporcionar descripciones integradas en sus tres dimensiones, ¿cómo
influye el uso del lenguaje en las creencias y en la interacción, o
vicevérsa?, ¿cómo influyen algunos aspectos de la interacción en la
manera de hablar? o ¿cómo controlan las creencias el uso del lenguaje
y la interacción? Más aún, además de brindar descripciones sistemá­
ticas, cabe esperar que el estudio del discurso formule teorías que
expliquen tales relaciones entre el uso del lenguaje, las creencias y la
interacción social.

Texto y conversación

Si bien contamos ahora con una primera caracterización de lo


que los especialistas entienden por “discurso , es necesario resolver
algunas cuestiones complejas. En primer lugar, el uso del lenguaje no
se limita, por supuesto, al lenguaje hablado, sino que incluye el
lenguaje escrito (o impreso), la comunicación y la interacción escritas,
como es el caso de los periódicos, de nuestros ibros de texto o nuestra
^ correspondencia (correo común o electrónico), o de los miles de tipos
distintos de textos propios de nuestro trabajo académico o de otros
distintos de tex“ s ^ ^ , estudiosos del discurso se dedican

í z .t « i r r >» « o T -

nórmente incluir en el concepto de discurso los textos escntos. Hay


mucha similitud en la manera como las personas hablan o escriben
cuando utilizan el lenguaje para comunicar sus ideas y lo mismo
ocurre cuandoj la
in gente
rronfp perucha
escu o lee un discurso.
Sin embargo, semejante ampliación del concepto plantea otras
dificultades Así, el lenguaje hablado tal como lo encontramos en
las conversaciones cotidianas, en los debates parlamentarios o en las
entrevistas laborales es sin duda una forma de interacción de la cual

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participan los usuarios del lenguaje como hablantes o como recepto­
res. Pero no resulta tan evidente que lo mismo ocurra con los textos
escritos, como las cartas, las noticias publicadas en un diario, los
libros de texto, las leyes o las publicaciones de carácter académico
como la piesente. Estos parecen ser objetos, o productos de actos
vei bales, más que formas de interacción.
^ Sin embargo, al igual que las conversaciones, los textos también
tienen usuarios”, a saber, los autores y los lectores. Así, podemos
a ai de comunicación escrita ’, e incluso de “ interacción escrita'
_ aunque los pai ticipantes en este caso no interactúen cara a cara y el
compiomiso de los lectores en la interacción parezca más pasivo:
excepto cuando intercambian cartas o cuando debaten en los medios
masivos e comunicación, raramente responden por escrito a los
autores del texto original. Esto no significa, naturalmente, que sean
6fn?i “ sal leei y al comprender. Así, a despecho de diferencias
la * ^-S5 SS f*m* ^ udes entre los usos del lenguaje, la comunicación
orales y escritos son suficientes para ju stificar la
generad de “d^scT*5 ^ ”S moc^a^ a<^es del discurso en una sola noción

utili7an ^ 8r^0, ^mPer°> que los estudiosos del discurso también


cierta infnr0C6iS^a1 ^ 0^ aS noc^ones Que ellos han desarrollado con
suceso rlp acl S! bien Pueden caracterizar al discurso como un
menudo spCr mUniC^C1f n’ 0 como una forma de interacción verbal, a
es decir Hp ° as d^mens^ones verbales de tal evento o acción,
leneuaie Aqí°í?U? concretamente dicen o escriben los usuarios del
preferentempnf0 ^ misi"na manera que el término “texto” se aplica
ción” a menudo & UCt° escr^tura> el término “conversa-
interacción en curso sTn a Pr° duCt° del acto de hablar- 0 a una
usuarios del lenmio- ’ • i 6 Se preste demasiada atención a los
del sucLo c o S f KnVOlUCradOS 6n 686 act0 ni a los otr°s aspectos
W n c a p i é e n a S ^T r SU t0talidad- Teóricamente, se hace
de las propiedades 'rfnM lnaestudlosdel discurso debería tratar tanto
- denonTaef c o i de la conversación, y de lo que
situación social o dpi cup ’ i 8Cir’ S otras características de la
el texto o la conversanót?St? 6 comunicacjón que pueden influir sobre
conversación y el tprfn U Suma’ e análisis del discurso estudia la
— y et lexto en contexto.

Ambigüedad del término “discurso”

mino “discurso^de u T m ó ^ h ^ ' Hf St3 ah° ra> he utilizado el tér-


erminos “lenguaje” y “comunicación”1A q,b s tr a c to ’ al ig u a l que los
24 ‘ 1* cuando caracterizamos el

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