Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Esto es suficiente para reconocer e identificar la voz de una persona? Efectivamente, no lo es. Lo
que hacen los científicos forenses reales, y no los que salen por televisión, es analizar
el espectro (ilustración 1) y el espectrograma (ilustración 2).
Ilustración 1 Ilustración 2
El análisis de estas dos representaciones nos permite descubrir rasgos de cualidad vocal, si la voz es
tensa, apretada, suave, si las cuerdas vocales cierran complemente o si existe temblor en la voz
(estos podrían ser rasgos definitorio de cada persona que no podemos alterar voluntariamente), nos
permite conocer qué rasgos dialectales producimos (por ejemplo, aspiración de [s] en posición final,
característica de zonas dialectales específicas, rasgos entonativos, si esa persona tiene algún rasgo
característico de su pronunciación, etc. Esta información es mucho más relevante desde el punto de
vista de establecer una huella vocal, lo equivalente a una huella dactilar, y nos permitiría acercarnos
a averiguar quién cometió un delito.
No obstante, a pesar de todo lo que podemos averiguar, la voz es muy variable y depende de
muchos factores, como el estado de ánimo, la salud o el entorno, y normalmente se accede a este
tipo de datos a través de escuchas telefónicas, hecho que complica los análisis, porque el sonido a
través del teléfono se altera, además de que el supuesto delincuente pueda alterar su voz
voluntariamente nasalizándola, usando un pañuelo, etc., además de la alteración digital. Por todo
ello, el análisis vocal no se puede equiparar a un análisis de ADN, al menos con las técnicas
actuales de análisis, pero se está trabajando mucho para conseguirlo.