Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
VALDIVIA – CHILE
2012
Firma
PROFESOR PATROCINANTE ____________________________________
Ana Alfaro O. MV, MSc
Firma
____________________________________
PROFESOR COPATROCINANTE
Hedie Bustamante D. MV, MSc, phD
Firma
PROFESORES INFORMANTES ___________________________________
Nombre
Firma
___________________________________
Nombre
A mi familia
ÍNDICE
Capítulos Página
1. RESUMEN………………………………………………………………. 1
2. SUMMARY………………………………………………………………. 2
3. INTRODUCCIÓN………………………………………………………. 3
4. MATERIAL Y MÉTODOS……………………………………………... 6
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.………………………………………... 8
6. REFERENCIAS…………………………………………………………. 23
7. AGRADECIMIENTOS……………………………………………….…. 26
1
1. RESUMEN
Dentro de los resultados, los tópicos mayormente citados por lo autores son: fisiología
tiroidea e hipertiroidismo felino. Las líneas de investigación han descendido sus publicaciones en los
últimos 3 años. En la etiopatogenia del HTF interactúan una serie de factores genético-
ambientales, abordando una variedad de teorías. En esta oportunidad sólo se profundizará dos
teorías existentes, la primera asociada a una afección autoinmune y otra de origen mutagénica.
Existen mecanismos de acción en el cardiomiocito en respuesta a las altas
concentraciones de hormonas tiroideas generando remodelación intrínseca cardíaca, en
relación a los efectos del HTF sobre la dinámica renal no hay suficientes datos, ya que en
pacientes humanos esta complicación secundaria no es una amenaza potencial, lo cual dista del
cuadro clínico felino.
Se concluyó durante el período de estudio, que el HTF es una enfermedad emergente y
subdiagnosticada en el ambiente veterinario nacional, su etiopatogenia comprende mutaciones
génicas. El HTF como transtorno hipermetabólico genera hipertrofia cardiaca izquierda y falla
renal crónica, los autores concuerdan en un diagnóstico basado principalmente en imagenología
y el tratamiento recomendado desde el 2004 a nivel mundial es la utilización de I131.
Palabras clave: hipertiroidismo felino, bocio multinodular tóxico, hipertrofia cardiaca izquierda,
falla renal crónica
2
2. SUMMARY
The overall objective of this literature review was to collect, sort and select information
concerning the pathogenesis, diagnosis and treatment of FHT. To accomplish this, various
databases were searched. Topics included in this review process were concepts of feline
endocrinology and internal medicine. Selection criteria were mainly based on the author and
year of publication. Only studies published during, and between the years 2003 and 2011, were
included in this study.
Main topics cited by authors during this period of time included: feline
hyperthyroidism and thyroid physiology. The lines of research publications have decreased in
the last 3 years. In relation to the pathogenesis of FHT, an important number of factors are
described, including genetic and environmental considerations. In this review, only two
existing theories were described. The first one is associated with an autoimmune disorder and
the second one describes a mutagenic origin.
From the present literature review, it can be concluded that FHT is an emerging
disease that is being underdiagnosed in the veterinary field. The pathogenesis of FHT,
includes genetic mutations. Furthermore, FHT, as a hypermetabolic disorder, can generate left
cardiac hypertrophy and chronic renal failure. Different authors agree that an accurate
diagnosis is based mainly on complete imaging studies and its treatment involves the use of
I131, since 2003.
Keywords: feline hyperthyroidism, toxic multinodular goiter, left cardiac hypertrophy, chronic
renal failure
3
3. INTRODUCCIÓN
autónoma (Peterson y Ward 2007). La hiperplasia se puede identificar a través de una masa
palpable en la zona cervical ventral (bocio) descrita por los autores, con una presentación del
90% (Davidson 2007, Peterson y Ward 2007, Wakeling y col 2007, Mooney 2008). La aparición
de carcinomas o adenocarcinomas corresponde al 1-2% de los casos (Bailey y Page 2007).
3.2.2. EPIDEMIOLOGÍA
Los signos clínicos observados son: polifagia (61%), pérdida de peso (90%), polidipsia
y poliuria (75%). A menudo se observan vómitos (38%) o diarrea (39%) (Gunn- Moore 2005).
La signología presenta una evolución lentamente progresiva con un inicio poco aparente.
También se produce una activación del sistema nervioso simpático con características de
tirotoxicosis aguda caracterizada por hiperactividad, taquicardia, taquipnea, dilatación pupilar y
cambios conductuales (Schaer 2006). A veces los gatos presentan letargia, depresión, anorexia
y/o debilidad, esto se conoce como hipertiroidismo apático y se presenta en el 5 a 10% de los
casos (Gunn- Moore 2005).
Elaborar dos diagramas de flujo con el fin de establecer la relación entre el aumento de
las concentraciones de las hormonas tiroideas sobre la dinámica renal y cardíaca.
4. MATERIAL Y MÉTODOS
- Feline hyperthyroidism
- Thyroid and the heart
- Feline thyroid physiology
- Thyroid and the kidney
- Follicular thyroid adenoma
- Follicular hyperplasia adenomatous
- Toxic multinodular goiter
- Graves’ disease
- Kidney failure
- Concentric hypertrophic cardiomyopathy
- thyroidectomy
- Antithyroid drugs
- Radioactive iodine
- NIS
- TSH receptor
- Endocrine disease
Los criterios de selección, inclusión y exclusión para considerar evaluables las publicaciones
disponibles incluyen:
Tema principal del trabajo: En base a título, autor(es), resumen y fecha de publicación,
privilegiando aquellos datos que se encuentren entre los años 2004 a 2012.
Idioma: Incluyen los artículos publicados en Inglés, Español y otros, si fuesen pertinentes.
5.
8
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Revistas Revistas
científicas científicas
Tópicos de búsqueda Medicina veterinaria Libros Total
Endocrinopatías felinas - 4 - 4
Fisiología tiroides 8 12 2 22
Hipertiroidismo felino (HTF) - 26 1 27
HTF y función renal - 4 - 4
HTF y miocardio - 3 - 3
Tumores tiroideos 2 5 - 7
Diabetes mellitus - 5 1 6
Falla renal crónica 5 7 - 12
Cardiomiopatía hipertrófica 8 6 - 14
Diarrea crónica en gatos - 4 - 4
Enfermedad de Graves 9 - - 9
Bocio multinodular tóxico 18 - - 18
Total 50 76 4 130
TABLA N° 3. Principales teorías etiopatogénicas abarcadas por los autores según año
de publicación
El HTF es una de las endocrinopatías más frecuentes a nivel mundial, los autores
indican teorías que abarcan una variedad de factores. En esta oportunidad gran parte de la
investigación se basará en antecedentes con humanos, ya que el modelo felino de
hipertiroidismo se asemeja bastante. . Se describirá aquellas teorías relacionadas con
alteraciones autoinmunes, similares a lo que ocurre en la Enfermedad de Graves (EG) y una
segunda teoría que refleja la autonomía intrínseca morfofuncional de la tiroides, que se
correlaciona al Bocio multinodular tóxico (BMT). Ambas enfermedades cursan con hiperfunción
tiroidea y son las principales causas de hipertiroidismo. De acuerdo a lo observado en la Tabla
N°3, la teoría autoinmune es citada por los autores hasta el año 2007, posteriormente fue
invalidada y se sugiere que el inicio de la enfermedad aún es multifactorial.
Peterson y Ward (2007) comentan que BMT se origina por una alteración en el sistema
de transducción de señales celulares. La interacción de TSH con su TSHR, activa los
receptores guanosina trifosfato vinculados a proteínas G, controlando las concentraciones de
adenosin monofosfato cíclico (AMPc). Las cantidades relativas de proteínas Gs (síntesis) y Gi
(inhibición) determinan los niveles de AMPc en la célula. Debido a que Gs permanece activa,
la activación relativa de las proteínas Gs y Gi se inclina a favor de Gs, provocando un aumento
en el AMPc sin tener en cuenta la retroalimentación negativa, resultando en una acción
mitogénica no regulada. Las mutaciones del TSHR parecen ser más frecuentes que las
mutaciones de proteína Gs en BMT. Las primeras ocurren más a menudo en el exón 10 del
TSHR. En los felinos se ha comprobado la identificación de 10 mutaciones diferentes del
TSHR en 28 de 50 gatos examinados. Estos datos proponen que las mutaciones del TSHR
tienen gran influencia en la etiopatogénesis del HTF y se encuentra relacionada directamente a
la presencia de sustancias bociogénicas, una teoría multifactorial genética- ambiental
(Edimboro y col 2010). Se señala que el HTF y el BMT no sólo tendrían en común su
etiología, como se puede observar en la Tabla N°4.
En vista de lo expuesto en la Tabla N°4 el HTF parece ser equivalente a BMT. Según
las últimas publicaciones tienen en común, mutaciones a nivel genómico de TSHR y proteína
G. Hasta ahora no se ha podido determinar una causa, considerándose aún como una
enfermedad multifactorial en ambos casos. La presentación de la patología es distinta en ambas
especies básicamente por las concentraciones circulantes de HT, provocando un paciente
hipertiroideo felino y un paciente humano que en un principio es eutiroideo terminando como
hipertiroideo.
5.2. EFECTOS DEL HTF EN LA DINÁMICA CARDIACA
Desde hace tiempo se reconoce que los estados de enfermedad tiroidea ejercen efectos
profundos en el sistema cardiovascular producto de un estado hiperdinámico (gasto cardíaco
elevado con baja resistencia vascular periférica).
Syme (2007) indica que varios trastornos del sistema cardiovascular se han reportado
en los gatos diagnosticados con HTF. Como en los seres humanos, una de las anomalías más
documentadas es la taquicardia. Este signo se encontró en aproximadamente en el 50% de los
gatos hipertiroideos, aunque parece que su prevalencia ha decrecido, probablemente por un
diagnóstico precoz de la enfermedad
Langston y Reine (2007) por su parte señala que la tirotoxicosis aguda puede estar
asociada con una disminución del 50% de la resistencia vascular periférica (RVP) producto de la
vasodilatación ejercida por T3 (Diagrama de flujo N° 2). Este efecto es mayor debido al
aumento del metabolismo tisular y la consiguiente liberación de vasodilatadores de acción
local. En la circulación mayor producto de la disminución de RVP, se aumenta la frecuencia
cardíaca, la contractilidad ventricular izquierda y fracción de eyección, aumentado el volumen
sanguíneo, contribuyendo el incremento del gasto cardíaco (GC). El GC se eleva entre un 50 a
300%, en pacientes hipertiroideos en comparación con los parámetros normales (Syme 2007,
Pol y col 2010, Danzi 2012).
Entre el 20% y 85% de los gatos presentan hipertensión arterial sistémica. Además, el
riesgo puede aumentar después de una tiroidectomía exitosa. La hipertensión puede llevar a
retinopatía hipertensiva, incluyendo hemorragia ocular e incluso puede causar signos clínicos
asociados a accidentes cerebrovasculares (Gunn-Moore 2005). Los soplos sistólicos y ritmos
de galope también se documentan. Los pulsos femorales descontrolados y un prominente
golpe precordial en la zona apical izquierda son también hallazgos comunes en el examen
físico. Los soplos son a menudo del grado I al grado III / IV. En otros informes, los soplos
fueron generalmente atribuidos a la regurgitación de la válvula mitral o tricúspide.
Pantos y col (2008), Cini y col (2009), Pol y col (2010), Danzi (2012) a través de sus
estudios han podido identificar en gran parte los efectos directos de T3 en el corazón. La
actividad de T3 regula la transcripción de genes específicos en los cardiomiocitos, lo que se
refleja en el Diagrama de flujo N°1. Estos genes codifican importantes proteínas estructurales
y reguladoras tales como: el mitógeno activado de proteína quinasa MAPK/ERK, que aumenta la
proliferación y crecimiento celular de las células cardiacas originando remodelación e
12
Ito y col (2010) demuestran que los mecanismos de remodelación cardiaca son
independientes del aumento de la sensibilidad del ventrículo izquierdo a la estimulación del
receptores β – adrenérgicos, y confirma un modelo de contractibilidad intrínseca miocárdica.
Casi el 60% de la presión del FSR se transmite a la zona capilar del glomérulo en
condiciones normales, la hipertensión arterial sistémica (HTA) puede causar hiperfiltración
glomerular, contribuyendo a la esclerosis glomerular y a la progresión de la enfermedad renal.
Por lo tanto, las alteraciones de la presión arterial asociada a hipertiroidismo tienen el potencial
para impactar la función renal (Langston y Reine 2007, Basu y Mohapatra 2012, Danzi 2012).
Hoek y col (2009) explica que tanto la FRC como el HTF son enfermedades comunes
en los gatos gerontes, así que la aparición de ambas patologías es de esperarse.
La mayoría de los gatos hipertiroideos poseen concentraciones elevadas de TT4 sanguínea. Sin
embargo, un pequeño porcentaje de gatos enfermos tendrán concentraciones normales de
TT4. En estos casos se vuelve a determinar los valores de TT4 al cabo de 2 a 4 semanas
(Diagrama de flujo N°3). A pesar de que la medición de TT4 es la mejor prueba utilizada en
gatos para diagnosticar HTF, la enfermedad no puede ser excluida cuando el examen resulta
normal (Broome 2006, Peterson 2006 a, Schaer 2006, Langston y Reine 2007).
17
5.6.1. Radiografía
Liotironina*: Comercializada con el nombre de Cytomel por Jones Pharma Incorporated, consultado en abril 2012
18
5.6.2. Ecografía
El anión 99m TcO4- es captado por la célula tiroidea mediante el transportador NIS. El
grado de captación es dependiente del estado funcional de la glándula y no está limitado por la
presencia de tejido ectópico o intratorácico (Broome 2006). Las dosis utilizadas son de 0,5- 0.8
mCi administrado de forma endovenosa, su acción ya se puede visualizar a los 20 minutos
(Mihai 2011).
TABLA N° 5. Tipos de tratamiento citados con mayor frecuencia por los autores
En la Tabla N°5, según los aportes publicados en un principio sólo tres tipos de
tratamientos convencionales han sido descritos. En los últimos años se han probado otras
alternativas más accesibles para los propietarios, entre ellos la homeopatía y la utilización de
sustancias químicas, sin resultados positivos.
Hace unos años apareció una nueva presentación del metimazol que reduce los signos
gastrointestinales. El uso de la vía transdérmica, una vez al día mejora la signología, suprime la
TT4 y es bien tolerada por los gatos. Además con una sola dosificación se logra gran parte del
cometido (Hill y col 2011). Otras drogas que también se utilizan para reducir signos como la
hipertensión y la aparición de taquiarritmias, son los beta bloqueantes, entre ellos el propanolol
(3.125 a 6.25 mg, cada 12 horas), el enalapril (0.5 mg/kg cada 12 o 24 horas) (Trepanier 2007).
* Metimazol: En Chile se comercializa como Thirozol, presentación de 5 y 10 mg, Lab Merck. Comunicaciones internas con
131
5.7.2.
Dra. LinaTratamiento
Sanz y Dra. Loretocon yodo
Muñoz. radioactivo
ACHMEFE. Febrero(I
2012)
20
El método utiliza una dosis fija de I131 de 4-5 mCi. Es decir por encima del promedio
informado (3 mCi) (Peterson 2006 b, Feeney y Anderson 2007), el cual se aplica por vía
subcutánea. Las desventajas de este tratamiento reside en que se necesita tecnología sofisticada
y hospitalizaciones de 7 a 10 días provocando situaciones de estrés en los pacientes, porque
durante ese tiempo no pueden recibir visitas (Peterson 2006b, Fox 2011).
Cerca del 95% de los gatos hipertiroideos alcanzan la remisión con una dosis de I131,
volviéndose eutiroideos dentro de los 3 meses de aplicación. Aproximadamente del 2 al 5% de
los casos requieren una segunda administración (Sanz y Echeñique 2010).
Este procedimiento requiere de un paciente con bajo riesgo anestésico, que idealmente
no presente otras condiciones graves como neoplasias, diabetes mellitus, hepatopatía o falla
renal, entre otras. El paciente debe mantenerse hospitalizado por 3 a 5 días luego de la
intervención, tiempo en el cual, cada 12 horas se miden electrolitos con énfasis en la
determinación de calcio iónico, lo que encarece bastante el procedimiento (Sanz y Echeñique
2010). Los especialistas han preferido un enfoque extracapsular modificado ya que disminuye
el riesgo de recurrencia y de hipocalcemia postoperatoria. La cirugía implica la eliminación de
la cápsula tiroidea después de haber extirpado la glándula (Gunn-Moore 2005).
21
Gallagher y Panciera (2011) concluyeron que OCA, de uso humano, es ineficaz para el
control a largo plazo del hipertiroidismo felino. Sin embargo, la estabilidad de la enfermedad
en algunos gatos durante las primeras semanas de terapia sugiere que puede ser adecuado para
la preparación rápida de los pacientes antes de la cirugía, en casos de tirotoxicosis, en particular
cuando el metimazol no es tolerado. El mecanismo de acción de OCA reside en su efecto en
inhibición de la actividad de desyodinasa tipo I y II, enzimas responsables de catalizar la
desyodación de T4 a T3, el uso de OCA puede utilizarse en conjunto con otros tratamientos.
Otra elección alude inyecciones percutáneas con etanol intratiroideo para tratar
nódulos hiperplásicos, comprobándose en un pequeño número de gatos. El procedimiento
cuenta con la inyección orientada mediante ultrasonido, se puede aceptar como tratamiento de
afección unilateral, sin embargo, todavía existe riesgo de disfonía y además es necesario tener
buenos equipos ecográficos y por supuesto un hábil operario (Gunn-Moore 2005).
5.8. CONCLUSIONES
La etiopatogenia del HTF se asemeja bastante al modelo hipertiroideo, que ocurre con
pacientes humanos, en donde juegan un rol importante las alteraciones genético-
ambientales tales como las mutaciones de TSHR y proteínas G.
6. REFERENCIAS
Bailey D, R Page. 2007. Tumors of the Endocrine System. Withrow & MacEwen’s Small
Animal Clinical Oncology (Fourth Edition), chapter 24, 583-609
Basu G, A Mohapatra. 2012. Interactions between thyroid disorders and kidney disease.
Indian Journal of endocrinology and metabolism. v16, 204-213
Brix K, D Führer, H Biebermann. 2011. Molecules important for thyroid hormone synthesis
and action - known facts and future perspectives. Journal thyroid research, v 4
Cini G, A Carpi, J Mechanick y col. 2009. Thyroid hormones and the cardiovascular system:
Pathophysiology and interventions. Biomedicine & Pharmacotherapy, v 63, 742-753
Danzi S, I Clein. 2012. Thyroid Hormone and the Cardiovascular System. Medical Clinics of
North America. Available online 14 February 2012.
Davidson 2007. Small animal practice The thyroid. In: Veterinary clinics of North America.
Elsevier Masson, Barcelona, España, volumen 37, n 4, Pp. 632-637.
Feeney D, K Anderson. 2007. Nuclear imaging and radiation therapy in Canine and feline
thyroid disease. Vet Clin Small Anim v 37, 799–821
Fox S. 2011. Homeopathic and integrative treatment for feline hyperthyroidism – four cases
(2006–2010). Vet Clin North Am Small Anim Pract, v 100, 270-274
Gunn- Moore D. 2005. Feline endocrinopathies. Vet Clin Small Anim, v 35, 171-210
24
Hill K, M Gieseg, D Kingsbury y col. 2011. The Efficacy and Safety of a Novel Lipophilic
Formulation ofMethimazole for the Once Daily Transdermal Treatment of Cats with
Hyperthyroidism. J Vet Intern Med, v25, 1357–1365
Hoek I, H Lefebvreb, K Peremansa y col. 2009. Short- and long-term follow-up of glomerular
and tubular renal markers of kidney function in hyperthyroid cats after treatment with
radioiodine. Domestic Animal Endocrinology, v 36, 45-56
Hoek I, S Daminet. 2009. Interactions between thyroid and kidney function in pathological
conditions of these organ systems. General and comparative Endocrinology 160, 205-215
Ito K, Y Kagaya, H Shimokawa. 2010. Thyroid hormone and chronically unloaded hearts.
Journal Vascular Pharmacology. v52, 138–141
Langston C, N Reine. 2006. Hyperthyroidism and the kidney. Original Research Article Clinical
Techniques in Small Animal Practice, v 21, 17-21
Lécuyer M, S Prini, M Dunn. 2006. Clinical efficacy and safety of transdermal methimazole in
the treatment of feline hyperthyroidism. Can Vet J v 47
Meeking S. 2005. Thyroid Disorders in the Geriatric Patient. Vet Clin Small Anim, v 35, 635–
653
Mihai R. 2011. Physiology of the pituitary, thyroid and adrenal glands. Review Article Surgery
(Oxford), v 29, 419-427
Mooney C. 2008. Testing for Feline Hyperthyroidism and Canine Hypothyroidism. J Vet
Science, v 1, No. 3, 78-85.
Pantos C, I Mourouzis, C Xinaris y col. 2008. Thyroid hormone and myocardial ischaemia.
Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology. v 109, 314–322
Peterson M. 2006 (a). Diagnostic Tests for Hyperthyroidism in Cats. Clinical Techniques in Small
Animal Practice, v 21, 2-9
Schaer M. 2006. Transtornos endocrinos. En: Schaer M (ed). Medicina clínica del perro y el gato.
Masson, Barcelona, España, 376.
Schenck P. 2007. Calcium Homeostasis in Thyroid Disease in Dogs and Cats. Vet Clin Small
Anim v 37, 693–708
Shiel R, C Mooney. 2007. Testing for hyperthyroidism in cats. Vet Clin North Am Small Anim
Pract 37, 671-691
Sirakov M, M Plateroti. 2011. The thyroid hormones and their nuclear receptors in the gut:
From developmental biology to cancer. Biochimica et Biophysica Acta (BBA) - Molecular
Basis of Disease, Volume 1812, 938-946
Spitzweg C, J Morris.2010. Genetics and phenomics of hypothyroidism and goiter due to NIS
mutations. Molecular and Cellular Endocrinology 322, 56–63
Syme H. 2007. Cardiovascular and Renal Manifestations of Hyperthyroidism. Vet Clin North
Am Small Anim Pract, v 37, 723-743
7. AGRADECIMIENTOS
En este largo peregrinar no siempre el clima es el más favorable, nos tocan sequías,
tormentas y a veces días soleados. En esta odisea llamada vida, existen personas que transitan a
nuestro alrededor, que por estar dormidos e inconscientes, no logramos verlos ni tampoco
notar la importancia de su presencia. Ellos no sólo dejan sus huellas sino marcas aún más
profundas. En esta oportunidad, no puedo dejar de mencionar a estas influencias positivas.
Ante todo gracias a aquella energía superior, que hizo retornar mi camino varias veces y que
me levantó en aquellos momentos no tan afortunados.
A mi familia, precursores y alentadores de todas mis locuras, gracias por su paciencia y amor
incondicional, ustedes son el motor fundamental de mi existencia.
A mi profesor guía Ana Alfaro, profesional íntegra y ejemplo a seguir. Amiga gracias por
compartir anécdotas cotidianas.
Al HOVE y todas las personas con quienes me relacione durante mi residencia, fuente de
crecimiento profesional y personal. En especial al Dr. Mieres que de manera imperceptible ha
sido una fuente de inspiración.
A todos aquellos que me acompañaron durante mi vida universitaria, gracias por su alegría
característica. En especial a Mónica y Katherine, confidentes incondicionales.
Y por último gracias a mis queridos pacientes caninos y felinos, por su inquietud e inocencia,
me han enseñado el verdadero significado de la palabra maya: In lak´ech (tú eres otro yo).