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Carlos Marrero / 3° A
GUÍA DE LECTURA
2) Problemas heredados y emergentes que caracterizaron el siglo XIX y principios del XX.
5) Observar las fuentes y desde qué lugar hablan los historiadores (postura historiográfica).
1) Barrán y Nahum (2002) realizan una periodización a través de los ciclos productivos del
país: cuero, tasajo, lana, carne congelada. Asimismo, siguiendo el planteo braudeliano,
podríamos establecer una periodización que comprenda tres tiempos: el tiempo corto, que es
el del acontecimiento, el tiempo medio, que es el de la coyuntura (en general en el entorno
de los cincuenta años) y el tiempo de larga, e incluso muy larga, duración, que es el de la
estructura y que tiene una dimensión secular. En ese sentido, resulta conveniente comenzar
por esta última ya que, desde la introducción de los primeros contingentes de ganado vacuno,
a principios del siglo XVII por parte de Hernandarias, el territorio de la Banda Oriental quedó
unido a una forma de explotación destinada a proveer cuero, grasa y, posteriormente, tasajo.
Concomitantemente, aquello determinó la apropiación y concentración de la tierra, dando
lugar a los grandes latifundios. Por eso, Barrán y Nahum (2002) se refieren a la relación “entre
dominadores y dominados en esa campaña uruguaya que permaneció inalterada casi hasta
1850-1860" (p. 5). Es decir, el latifundio constituía el elemento central de esa estructura
económica, política y social, la cual no sufrió cambios hasta mediados del siglo XIX.
el ovino y quienes fueron impulsores del primer cambio en la estructura económica del medio
rural. Esa mentalidad de tipo capitalista hizo de la estancia una empresa, que requirió de
inversiones y cálculos para aumentar la productividad y obtener ganancias. En ese sentido,
el otro factor a considerar es el alambramiento de los campos, ya que la introducción de este
elemento (alambre) proveniente del mundo industrial (principalmente de Inglaterra, pero
también de Francia, Bélgica y Alemania) generó una “desocupación tecnológica”, puesto que
eliminó el trabajo de gran número de peones, puesteros y agregados (Barrán y Nahum, 2002).
Barrán y Nahum (2002) que se trató de una transformación que quedó a mitad de camino, ya
que no fue acompañada por “la modificación de la pradera, el desarrollo agrícola en el campo,
ni el desarrollo industrial en las ciudades” (p. 10).
3) Según Barrán y Nahum (2002), el punto más alto de tensión demográfica se produjo en
1900, motivado principalmente por la desocupación. Según cifras del Censo de la ciudad de
Buenos Aires de 1904, en un lapso de treinta años había aumentado considerablemente el
número de inmigrantes orientales en dicha ciudad. Por lo cual, los autores consideran posible
que una quinta parte de la población del interior hubiera emigrado al exterior o a Montevideo,
siendo crítica la situación de aquellos que permanecían en la región fronteriza con Brasil
(Barrán y Nahum, 2002).
En este contexto, ambos partidos (colorado y blanco) se valieron del pobrerío como grupo
social que protagonizó las guerras civiles. En ese sentido, señalan los autores que en la
revolución de 1904 se enrolaron cuarenta y cinco mil hombres entre uno y otro bando, cuando
la población total del país apenas alcanzaba el millón de habitantes. Por lo cual, según los
autores, fue la conjunción de la hostilidad política y la miseria del campesinado la que dotó
de violencia y dramatismo a la revolución (Barrán y Nahum, 2002).
4) Según Barrán y Nahum (2002), la diversificación que permitió la industria saladeril se reflejó
en las exportaciones del Uruguay, lo cual se hizo notorio a partir de la década de 1860. En
ese sentido, el saladero nos unió más al mercado internacional, ya que convirtió en valor de
intercambio lo que antes se desechaba. De esta manera, se afirmaron las bases del
“crecimiento hacia afuera”, consecuencia de la vinculación de un país periférico, como
Uruguay, con la economía capitalista mundial. Pero cabe hacer una distinción ya que, como
el Uruguay del saladero (siglo XIX) aún no había modificado su estructura económica
tradicional, las crisis del mercado mundial no lo afectaron con la gravedad que lo hicieron en
el siglo XX.
divisoria que se extiende desde el período tardo-colonial hasta la Primera Guerra Mundial.
Asimismo, la técnica de Barrán y Nahum se basó en el “método erudito”, cuya herramienta
fundamental es la crítica de fuentes (Moraes, 2013). En esta obra, los historiadores se
valieron de distintas fuentes, como documentos de la Asociación Rural del Uruguay, Censos,
crónicas periodísticas o testimonios de quienes vivieron los acontecimientos estudiados.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Barrán, J.P., Nahum, B. (2002). Historia Política e Historia Económica. Montevideo: Ediciones
de la Banda Oriental.
Moraes, M. (2013). Más que historia, más que economía: la historiografía económica de
Barrán y Nahum. Revista de la Biblioteca Nacional (8), pp. 43-63.