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M.E.T.

S 1216807

Actividad 02
1. En qué consisten el modelo Esclavista. ¿Cuáles eran los productos de
mayor explotación?
El modo de producción esclavista o simplemente esclavismo es uno de
los modos de producción que el marxismo define como estados de la
evolución de la historia económica definidos por dos determinados niveles
de desarrollo de las fuerzas productivas y una forma particular de
producción.
Por el modo de producción esclavista es propio de un nivel de desarrollo de
las fuerzas productivas completamente preindustrial. El capital es escaso, no
habiendo incentivos para la inversión aunque se amasen inmensas fortunas
(se acumulan objetos de lujo, propiedades inmuebles y esclavos, no
interesando los bienes de producción como maquinaria); las técnicas son
muy rudimentarias y tradicionales, no habiendo incentivo para mejora
aunque pueda haber un espectacular desarrollo intelectual pre científico (la
filosofía clásica). Tierra y trabajo son las fuerzas productivas.
En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está sometida
a esclavitud, es decir: no es propiedad de los trabajadores que por tanto no
tienen que ser retribuidos (los proletariados del modo de producción
capitalista poseen al menos su fuerza de trabajo y han de ser retribuidos con
el salario). La reproducción de la fuerza de trabajo queda así como
responsabilidad del propietario del esclavo, que por su propio interés
alimenta e incluso incentiva a la reproducción biológica de sus esclavos (a
diferencia de los esclavos, los proletarios han de encargarse de ello por sí
mismos con la retribución salarial que reciben por su trabajo). En el modo
de producción esclavista, las relaciones sociales están basadas en
la propiedad y el derecho, que convierten a unas personas en libres y otras
en esclavas (en el modo de producción feudal, la propiedad y el derecho, más
bien derechos y privilegios en plural, son términos confusos
que señores y siervos comparten). El interés en la mejora de
la producción corresponde únicamente al propietario, pues el esclavo no se
beneficia ni se perjudica directamente por una mejor o peor cosecha (en el
modo de producción feudal ese interés corresponde al siervo y en el
capitalista al empresario capitalista).
Si eso parece estar en contradicción con la existencia de esclavos hasta el
siglo XIX en los Estados del sur de los EE. UU., por poner un ejemplo muy
conocido, se debe dejar claro, por un lado, que no hay que confundir modo
de producción esclavista con esclavitud, que es tan antigua como la historia
y continuó existiendo en todo el mundo después de que el esclavismo fuera
el modo de producción dominante, sobreviviendo hasta que el movimiento
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abolicionista la consideró una situación socialmente inaceptable. Aún hoy en


día reaparece en algunos lugares de África Por otro lado, hay que dejar claro
que distintos modos de producción pueden (de hecho, suelen) coexistir al
mismo tiempo combinándose en una formación económico-social concreta.
Los barcos transportaban mercancías que podían ser intercambiadas por
esclavos en África (bebidas alcohólicas, tabaco, armas, telas y abalorios).
2. ¿Cuáles cambios demográficos se produjeron en la colonia española?
Los inicios de la evolución demográfica moderna de España se empezaron a
atisbar durante el siglo XVIII, entrando de pleno en ella durante el siglo XIX,
marcando una ruptura sin marcha atrás con el ciclo demográfico antiguo. Por
un lado, la reducción de la mortalidad catastrófica provocó un aumento
poblacional sostenido y dirigió a la sociedad española hacia el régimen
de transición demográfica. Por otro lado, el censo de Floridablanca (1787),
primer recuento ampliamente fiable de la población española, fue el
precursor de la aparición de los primeros censos modernos (realizados
periódicamente desde mediados del siglo XIX), que han permitido desde
entonces el estudio con precisión de la demografía de España.
La población española pasa de 7,5 millones de habitantes a 10,5 millones
(siglo XVIII).Tras un avance demográfico notable en el siglo XVIII, a
principios del siglo XIX el crecimiento disminuyó inicialmente su ritmo
debido a distintas guerras (especialmente la guerra de Independencia) y la
inestabilidad política, aunque el crecimiento siguió al mismo ritmo que el
resto de Europa. Aumentó la fecundidad, disminuyó ligeramente
la mortalidad (especialmente la catastrófica) y la emigración fue muy
reducida, debido a la independencia de las colonias americanas. En la
segunda mitad del siglo XIX, la población española creció a un ritmo mucho
más lento que el europeo, debido a una mortalidad aún elevada y unas
corrientes emigratorias importantes.
La población del siglo XX aumentó considerablemente, pasando de 18 616
630 habitantes en 1900 a los 40 499 791 del 2001. La mortalidad disminuyó
enormemente en los primeros 60 años del siglo, con lo que aunque la
fecundidad disminuyó durante todo el siglo, el crecimiento vegetativo fue
considerable, y fue capaz de compensar con creces una emigración
importante durante casi todo el periodo 1900-1970. Durante el siglo XX
también se produjeron grandes movimientos internos de población dirigidos
desde las regiones más deprimidas económicamente hacia las regiones
industriales y desde el campo hacia la ciudad. A partir de los años 1980, la
población tendió a estabilizarse debido a la baja natalidad y
al envejecimiento de la población.
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En los años 1990 se dio una ligera alza demográfica, acentuada durante los
primeros años del siglo XXI, debido a la inmigración extranjera, elevando la
población hasta los 46 815 916 habitantes que recoge el Censo de Población
del año 2011.
3. ¿Qué relación se puede establecer como consecuencias del tratado de
Aranjuez, Basilea, Para la colonia española?
Pacto que luego de décadas de negociaciones y hostilidades entre la colonia
francesa y nuestro país con motivo de sus límites, se firma en Aranjuez,
España, fija definitivamente el límite entre los países.
El 3 de junio de 1777, mediante acuerdo y consentimiento de los reyes,
Carlos III de España y Luis XVI de Francia, ambos monarcas miembros de
la familia de los Borbones, se firmó el tratado de Aranjuez, por medio del
cual se fijaron los límites fronterizos que separarían las dos colonias,
española y francesa, en la isla de Santo Domingo.
Fue firmado en Aranjuez (villa de la provincia de Madrid), interviniendo a
nombre del Rey de España, José Moñino, Conde de Floridablanca y en
representación del Rey de Francia, el Marqués de Ossún.
Este convenio luego de décadas de negociaciones y hostilidades entre las
colonias de Haití y República Dominicana con motivo de sus límites, fija
definitivamente el límite septentrional en el río Masacre (Dajabón) y el límite
sur en el río de Pedernales.

El Tratado Arranjuez
Mediante esta firma Francia asegura su posesión en la parte Oeste de Santo
Domingo. Además le sirvió de apoyo para apoderarse más tarde de toda la
isla mediante el Tratado de Basilea de 1795 que, aunque no se cumplió
cabalmente, puso a Francia jurídicamente como única dueña de la isla.
Los artículos primero y segundo del Tratado de Aranjuez establecían los
siguientes límites:
“Procediendo al cumplimiento del referido Tratado, empieza la línea de
Demarcación de Límites en la Costa del Norte de esta isla y boca del río
Pedernales o Riviere des Anses a Pitre, en cuyas orillas se han colocado las
Pirámides que figura en el plano con las inscripciones de France-España,
gravadas en piedra, y puestos los números extremos 1; 221: Todos los más
se manifiestan claramente en el Plano según su colocación. Se presupone, y
entiende por derecha o izquierda de la Línea de la de los comisarios en su
marcha, y en los ríos, y arroyos, la de su corriente saliendo de su origen…”
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(Antonio Del Monte y Tejada: “Historia de Santo Domingo”, Tomo III.


Tercera Edición, Biblioteca Dominicana; Serie I, vol. III, Ciudad Trujillo,
República Dominicana, 1953, pág. 93).
Con la firma de este tratado finalizó la litis legal sobre los límites fronterizos
pero no han terminado los problemas de coexistencia de dos países tan
diferentes como la oriental y la occidental.
4. Explica brevemente que fue la revolución haitiana y ¿cuáles fueron
sus personajes más destacados?
La revolución haitiana (1791-1804) fue el primer movimiento
revolucionario de América Latina que culminó con la abolición de
la esclavitud en la colonia francesa de Saint-Domingue y la proclamación
del Primer Imperio de Haití.
Saint-Domingue pasó de ser una colonia regida por un sistema de castas, la
posesión colonial más rica de su tiempo, a ser el lugar donde se produjo la
única rebelión de esclavos exitosa de la historia, además de ser una de las
revoluciones más radicales.
La riqueza de la caña de azúcar gracias a la esclavitud en las Antillas produjo
una mayor competencia entre las potencias europeas por la posesión de las
islas. En 1603 los españoles abandonan la mitad occidental de La Española,
permitiendo que veinte años más tarde comenzara la colonización francesa
en la Tortuga. La concentración en el lado occidental se debió a los
constantes ataques de piratas en el noroeste. Los galos estaban dirigidos por
François Levasseur, quien fue muerto por sus hombres, deseosos de no
quedar bajo el control parisino, habría que esperar hasta la expedición
de Bertrand d’Ogeron para que los forajidos se sometieran. Durante los años
1660 sus asentamientos se expanden por la costa occidental mientras los
ingleses en 1655 conquistan Jamaica; el poderío español en el mar Caribe se
reduce a Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo, todos territorios poco
poblados y desarrollados. La colonia de boucaniers, «bucaneros», comenzó
con una economía de subsistencia basada en la producción de café y añil a
manos de los engagés, sirvientes blancos que seguían a sus patrones a la isla
o presos que hacían trabajos forzados. Estos engagés quedaban libres a los
tres años de servicio y convivieron cotidianamente con los primeros negros
traídos por los économe, especialistas en la trata de esclavos. Sin embargo,
en esas primeras etapas la principal razón de la existencia de la colonia eran
los flibuste, filibusteros, que atacaban el comercio español: su botín financió
las primeras haciendas. El 1680 el ministro Jean-Baptiste Colbert elevó los
aranceles al tabaco, principal producto de la isla. La mayoría de los
propietarios quebraron y vendieron sus tierras, unos pocos las compraron y
empezaron a producir azúcar, añil, algodón y café.
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Jean Jacques Dessalines y Henri Christophe se unieron a Louverture contra


las tropas francesas de Napoleón. Al mando del general Charles-Victor-
Emmanuel Leclerc se reconquistó la isla para los franceses y Louverture fue
capturado y en 1802, enviado a Francia y enjuiciado por Napoleón.
5. Realiza una síntesis de sobre la incidencia de la revolución francesa
en la independencia haitiana.
Desde finales del siglo XVII, la parte occidental de la Isla de Santo Domingo
(La Española) está en manos francesas. Un siglo después, el cultivo de la
caña de azúcar convierte a la actual Haití en una de las colonias más
prósperas del Caribe gracias a la demanda de los recién independizados
Estados Unidos. Para hacer frente a ella los propietarios dependen de la mano
de obra esclava que era suministrada por los mercaderes de la metrópoli. La
falta de autonomía política y económica, así como la exclusión de los
mulatos de los centros de decisión van gestando un conflicto social y racial
que estallará tras la Revolución Francesa.
La Francia Revolucionaria proclamó en la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano (1789) la igualdad de los hombres. En 1790 los
mulatos y los negros empiezan a reclamar el fin de la discriminación racial.
La Asamblea Francesa empezó a reconocer derechos sólo a los mulatos hijos
de padres libres. Negros y mulatos libres se prepararon para la guerra con los
blancos. En 1791, el jamaicano Dutty Boukman (Jamaica, ¿?-Haití, c. 1791)
puso en marcha la eliminación de la esclavitud y de los blancos en la parte
francesa de la Isla. La violencia de la guerra fue extrema por los distintos
bandos.
Muchos de los esclavos rebeldes se refugiaron en la parte española, e incluso
Toussaint L’Ouverture (Isla de Santo Domingo, 1743-La Cluse-et-Mijoux,
Francia, 1803), líder de la independencia haitiana, logró formar parte de la
oficialidad del ejército español, consiguiendo el liderazgo de los esclavos de
la parte francesa en 1793. Poco más tarde, Francia abole la esclavitud aunque
la guerra continúa en Haití. En 1799, el conflicto se transformó en una guerra
entre esclavos, encabezados por Toussaint L’Ouverture, y mulatos,
encabezados por André Rigaud (Aux Cayes, Haití, 1761-Haití, 1811). De
este enfrentamiento salió victorioso el primero.
Mientras todo esto sucedía en la parte francesa, España en virtud del Tratado
de Basilea (1795) cede sus territorios de La Española, el primer territorio
español en el Nuevo Mundo, a la Francia revolucionaria. Pero la toma de
posesión francesa no se producirá hasta que en 1801 Toussaint L’Ouverture
ocupe la parte española. El nuevo poder busca establecer un sistema de
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gobierno que cambia los cabildos por municipalidades, abre los puertos al
comercio inglés y americano, impone un sistema de monocultivo, pero no
evita la huida de los criollos hacia el continente, al tiempo que establece una
constitución que libera a los esclavos de su servidumbre.
Napoleón manda tropas para frenar la situación que acabará con el destierro
de Toussaint L’Ouverture, su programa de gobierno y la ocupación francesa.
El gobierno francés se centrará en recuperar parte de la economía
preexistente, defenderá el territorio del norte de las invasiones haitianas y se
prepará para la recuperación de su colonia, pero no tendrán esta oportunidad.
En 1804, el general Jean Jacques Dessalines (Cormiers, Haití, 1758-Pont-
Rouge, Haití, 1806) proclamará la independencia de Haití y se erigirá en
emperador.

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