ZHERBERT MARCUSE. “Estado y Revolución.

Fundamentos de la filosofía
hegeliana”.
1. El marco histórico-social.
El idealismo alemán ha sido considerado como teoría de la revolución francesa.
Entonces, los escritos de Fichte, Schelling y Hegel ofrecen una respuesta al reto de
reorganizar el Estado y la sociedad sobre una base racional, de modo que las
instituciones sociales y políticas concuerden con la libertad y el interés del individuo.
En este sentido, afirmamos que las ideas de la revolución francesa estuvieron presentes
en la formación de los sistemas idealistas.
La revolución francesa logra convertir al individuo en dueño de su vida, ya no
dependiendo de una autoridad externa, sino de su propia actividad libre y racional. Los
ideales de la revolución francesa encontraron su apoyo en el capitalismo industria; ya
que los filósofos interpretaron la razón como la liberación de la industria. En conjunto,
la revolución francesa y el idealismo alemán sumaban esfuerzos por lograr una forma
racional de sociedad que será trasladado al plano filosófico.
El concepto de razón es fundamental en la filosofía de Hegel, pues el sostenía que la
historia tiene que ver con la razón y que el estado es la realización de la razón. Sin
embargo, la razón obedece a circunstancias de un orden de vida libre y racional. Hegel
relacionó su concepto de razón con la revolución francesa, justamente porque la
constitución decía que “no se reconociese como válido […] nada que no tuviese que ser
reconocido de acuerdo al derecho de la razón”; dicha afirmación es respaldada por
Hegel al afirmar que “El hombre construye el mundo de la realidad”.
Según Hegel, la historia dio un giro decisivo con la revolución francesa que consiste en
que el hombre empezó a contar con su espíritu y se atrevió a someter la realidad dada a
las normas de la razón, Hegel sentencia “nada que no sea el resultado del pensar es
razón”. El hombre se ha propuesto organizar la realidad de acuerdo con las exigencias
de su libre pensamiento racional. Además, la razón del hombre lo capacita para
reconocer sus propias potencialidades y las de su mundo. Por lo tanto, no está a merced
de los hechos que lo rodean, sino que puede someterlos las normas de la razón.
La razón culminara en la libertad, y la libertad es la existencia misma del sujeto, que es
la misma razón la que existirá para su realización. La razón es una fuerza objetiva y una
realidad objetiva debe ser regida por ella. De este modo, sujeto y objeto no estarán
separados del todo sino que el sujeto libre, debe ser capaz de actuar por la razón y la
naturaleza se convierte en un intermediario para el desarrollo de la libertad.
El hombre puede descubrir que la historia es una lucha por la libertad, que la
individualidad del hombre exige que éste posea la propiedad como medio para
realizarse plenamente, y que todos los hombres tienen igual derecho a desarrollar sus
facultades humanas.
Según Hegel la historia esta organizada en diferentes períodos, cada uno de los cuales
señala un nivel de desarrollo distinto y representa un estadio definido en realización de
la razón. Cada estadio debe ser aprehendido y comprendido como un todo, a través de
sus instituciones políticas y sociales, su ciencia, su religión y su filosofía. Sin embargo,
la historia cuando es comprendida, rompe el marco idealista. El sistema de Hegel está
asociado con una filosofía política definida y con un orden político y social también
definido.