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“Instituto Rosario Castellanos”

Lic. En Derecho y Criminología

Introducción al Estudio de la Criminología

Profesor: Juan Mario Mondragón Zúñiga

Unidad 3
Experiencia de Aprendizaje. Aspectos Científicos de la
Criminología

Estudiante: Gerardo Romero García

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Índice

Pag.

Introducción___________________________________________________ 3

Las garantías de validez correspondientes a la demostración, la descripción y


la corregibilidad. ________________________________________________4

La parte sistémica y teórica de la teorética, __________________________ 5

Los diferentes tipos de métodos y técnicas que la Ciencia admite ________ 7

¿Cómo puede aplicarse la garantía de validez a la criminología? _________ 9

Métodos y técnicas aplicables a la investigación criminológica. __________10

CONCLUSIONES _______________________________________________ 13

Bibliografía___________________________________________________ 15

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Introducción
Definir el objeto de estudio de la criminología plantea importantes desafíos
teóricos y epistemológicos. Para presentar esta discusión, se esboza el contexto de
la criminología dentro de la ciencia en general, Toda disciplina o ciencia debe tener
un objeto de estudio, esto es, una materia o campo particular o singular a cuyo
conocimiento está aplicada. El objeto de estudio es, entonces, a lo que se dedica.
En el caso de la criminología, que corresponde a una subespecialidad de una ciencia
social, el objeto de estudio es lo que provee de sentido y razón de ser una disciplina,
es su campo de trabajo, una cuestión fundamental e indispensable, tanto para poder
hablar de la presencia de una ciencia, como para no estar del todo perdidos en el
escenario del trabajo científico. Lo anterior, pues es de común y general aceptación
la idea de que una ciencia puede configurarse como tal sólo en tanto disponga de
un método, una teoría y un objeto de conocimiento, siendo su objeto único y
exclusivo.

Desde luego, a lo largo de la historia, desde el siglo XIX hasta nuestros días,
ese objeto de conocimiento ha girado en torno a cuestiones como la criminalidad,
los individuos partícipes en la comisión de infracciones a la ley penal, las reacciones
o respuestas de las instituciones estatales y de la sociedad frente al delito, las formas
en que las agencias del control social, en particular penales, se organizan para
combatir o neutralizar la criminalidad y las políticas que orientan a tales estructuras.
Sin embargo, desde su fundación son múltiples las polémicas sobre el objeto de
estudio de la criminología, paralelas a los desacuerdos teóricos sobre este punto,
por lo que la disciplina ha estado rodeada de una enorme inestabilidad.

En sus inicios históricos la criminología escogió como objeto de estudio, haciendo


además honor a su nombre, a la criminalidad y a los criminales. Sería, entonces, una
ciencia del comportamiento que tendría por propósito examinar las causas de la
conducta criminal. Pero, además, como quiera que la ocurrencia del delito a fines
del siglo XIX, también durante buena parte del XX e, incluso, entre algunos en pleno
siglo XXI, era atribuida a rasgos o características de las personas, pues la disciplina
habría de ocuparse también del estudio de los criminales. Todavía hoy, aunque sin
duda son auténticos anacronismos, existen autores que señalan como destino de la
criminología el estudio de los criminales.

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Las garantías de validez correspondientes a la demostración, la
descripción y la corregibilidad.
La validez se considera como una universalidad subjetiva, de tal suerte que lo válido
implica lo que es, o en su caso, reconocido por todos como verdadero.
El concepto tradicional de la ciencia es aquel en que incluye una garantía absoluta
de validez y, es por lo tanto, como conocimiento, el grado máximo de la certeza,
esta garantía de validez puede consistir en:
1. La Demostración, desde un punto de vista cultural, Wilder (1981) nos recuerda
que no debemos olvidar que lo que constituye una “demostración” varía de una
cultura a otra, así como de una época a otra, La demostración, en estos contextos,
se basa principalmente en prácticas argumentativas de tipo sustancial (empírico
inductivas, analógicas, etc.) por medio de las cuales concluimos que lo que es
verdadero de ciertos individuos de una clase es verdadero de toda la clase o bien
que lo que es verdadero, algunas veces, lo será siempre en circunstancias
semejantes o con una cierta probabilidad. No descarta el empleo simultáneo de
argumentaciones deductivas, en particular inferencias estadísticas. La validez de los
enunciados de contenido empírico:
a) no tiene carácter absoluto y universal;
b) su validez se incrementa a medida que se muestran o producen más hechos que
se ajusten al enunciado;
c) un ejemplo que no se cumpla no invalida completamente la afirmación. La
demostración pone en juego los recursos expresivos de los lenguajes ordinario,
simbólico y cualquier tipo de dispositivos concretos.

La demostración, es la relación lógica que establece el enlace entre un


conocimiento recién adquirido y el conjunto de los conocimientos
anteriores. Así mismo se sabe, que, para realizar la demostración, en el
campo de la lógica tal secuencia se establece mediante la ejecución de
operaciones lógicas bien coordinadas.

La demostración la entiendo como el conjunto de características tipológicas


previamente establecidas y que confirman la existencia de una conducta criminal.

La descripción, es el nivel conductual (el crimen) de manera general, es


decir en qué consiste la conducta antisocial que se va a estudiar. En este

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renglón puede ser muy útil la definición jurídica de la conducta (delito),
pero no considerarla suficiente. La definición jurídica puede variar según
las épocas, y cambia de una legislación a otra, así, en algunos países se
hace la diferencia entre robo y hurto, o entre homicidio y asesinato, en
otros se consideran la misma cosa, y se encuadran dentro del mismo rubro
("homicidio" o "robo"). En países con sistema federal (un código para cada
estado) el problema se complica; además, debemos recordar que una
conducta puede ser delito en una legislación y en otra no. Pasando de
esta descripción general al crimen en particular, otros criterios, como la
edad, el sexo y la salud son de gran utilidad y objetividad para construir
tipologías, y son básicos en la descripción del sujeto.

La descripción a usar es generalmente la legal, principalmente en el manejo de


estadísticas judiciales, pero debemos comprobar que efectivamente se está usando
terminología jurídica, de acuerdo a la legislación vigente.

La corregibilidad se refiere, al constante estudio de la criminología, ya que,


con el tiempo pueden ir surgiendo nuevos métodos o conocimientos
acerca d esta materia que reforzarían o fragmentarían los ya conocidos.

I. La parte sistémica y teórica de la teorética.

La senda de la criminología la han definido los planteamientos y análisis realizados


desde la escuela clásica—que pone el foco en las orientaciones psicopatológicas del
hecho criminal y define una sanción en consecuencia, pero sin evaluar al
delincuente—y desde la escuela positiva—que suma al análisis el estudio de las
causas del delito, no solo del hecho delictivo en sí. El debate surgido en torno a las
teorías de ambas escuelas hizo evolucionar la ciencia criminológica hacia tres
orientaciones claras a la hora de enmarcar los hechos criminales que, de forma
sencilla, consistirán en:
• La biológica: estudia si alguna parte del cuerpo del criminal que funcione de
manera incorrecta explica su conducta.
• La sociológica: evalúa los delitos como ‘fenómeno social’.
• La psicológica: analiza si el comportamiento delictivo se debe a una
perturbación en el mundo anímico de la persona

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Kant, decía, “La unidad sistemática es en primer lugar lo que hace de un
conocimiento común una ciencia, es decir, un simple agregado hace un sistema”,
debe entenderse por sistema “La unidad de múltiples conocimientos reunidos bajo
una única idea” (Crit R, Pura, Doctrina del método, cap.III, “Principios metafísicos
de las Ciencias Naturales)
Algunas de las Teorías más relevantes en la actualidad:
• Teoría del etiquetamiento
Desarrollada entre los años 60 y 70, esta teoría establece que la comisión de un
delito, entendido como una desviación de la conducta de una persona, es una
consecuencia o manifestación del peso que tiene sobre el individuo su
etiquetado negativo en la sociedad. Este postulado presta especial atención a
la conducta de minorías o colectivos habitualmente etiquetados de forma negativa
y cómo afecta a su conducta ese comportamiento generalizado y aceptado por la
sociedad.
• Teoría de las ventanas rotas
Este postulado lo desarrollaron James Q. Wilson y George L. Kelling en 1982 y es
comúnmente recordado por su aplicación, por parte del ayuntamiento de la ciudad
de Nueva York, para luchar contra la alta tasa de criminalidad que asolaba a la
ciudad durante los años 80 y 90. Según los criminólogos estadounidenses, la
percepción positiva del entorno urbano ayuda a que se reduzca el vandalismo y la
criminalidad. La conclusión de estos expertos es que es necesario arreglar el
problema cuando es pequeño: un edificio con ventanas rotas atraerá el
vandalismo y, a medio plazo, puede traer consecuencias peores. Igual ocurre con
la acumulación de basura o el descuido del mobiliario urbano. Mantener el entorno
cuidado servirá como disuasión para crímenes menores y comportamientos
antisociales.
• Teoría de las actividades cotidianas o rutinarias
Fue formulada a finales de los años 70 por Lawrence E. Cohen y Marcus Felson. Para
estos expertos, hay una clara conexión entre las rutinas cotidianas de una persona
—aquellos actos no delictivos— y las acciones ilícitas que cometen. Según esta
teoría, el delito se produce cuando coinciden tres elementos: el delincuente
tiene una motivación para realizarlo, la víctima o objetivo es algo alcanzable, y falla
el control social o escudo garante que protegería a la víctima u objetivo.

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• Teoría de la elección racional
Desarrollada por Cornish y Clarke en 1986, parte de la idea de que las personas que
cometen delitos deciden realizar esas acciones basándose en un juicio. Es decir,
sopesan las oportunidades y el beneficio que esperan obtener con la realización de
ese hecho delictivo y evalúan el riesgo que supondría ser atrapados. Buscan el
beneficio propio. Este comportamiento delictivo tiene, por tanto, un propósito y
es racional. Se realiza un proceso de toma de decisiones que, psicológicamente,
acerca a los delincuentes a las personas que no cometen hechos ilícitos.

La perspectiva sistémica, se refiere a las diferentes teorías que nos permiten


identificar características o fenómenos que nos permite construir herramientas para
estudiar el hecho criminal y el sujeto criminal e incrementar su capacidad de análisis
e interpretación.

Un ejemplo es el sistema Bertillon, que se esperaba sirviera para definir , mediante


preceptos científicos, quién y cómo era físicamente el criminal.

II. Los diferentes tipos de métodos y técnicas que la Ciencia admite.


En términos generales, el método científico es inherente a la ciencia, tanto a la pura
como a la aplicada. Sin método científico no puede haber ciencia. El método
científico, como ya lo mencionamos, no es infalible, tampoco es autosuficiente, es
decir, debe partir de algún conocimiento previo que se requiera concretar o bien
ampliar, para posteriormente adaptarse a las especificaciones de cada tema, materia
y/o especialidad, integra una serie de procedimientos lógicos sistemáticos.
racionales e intelectuales que permite resolver interrogantes.
En resumen, el método científico, permite observar un fenómeno interesante y
explicar lo observado. Está compuesto por una serie de etapas que deben seguirse
en forma ordenada y rigurosa.
El método científico es, en consecuencia, el procedimiento riguroso que la lógica
estructura como medio para la adquisición del conocimiento (De Gortari, 1979,
p.293).
Método analítico: Gutiérrez- Sánchez (1990, p.133) lo define como aquel “que
distingue las partes de un todo y procede a la revisión ordenada de cada uno de los
elementos por separado “Este método es útil cuando se llevan a cabo trabajos de
investigación documental, que consiste en revisar en forma separada todo el acopio
del material necesario para la investigación.
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Método sintético: Es el que analiza y sintetiza la información recopilada, lo que
permite ir estructurando las ideas.

Método deductivo: Es una forma de razonamiento que parte de una verdad


universal para obtener conclusiones particulares. En la investigación científica, este
método tiene una doble función encubrir consecuencias desconocidos de principios
conocidos (Cano, 1975, p. 42).
Método inductivo: Es el razonamiento mediante el cual, a partir del análisis de
hechos singulares, se pretende llegar a leyes. Es decir, se parte del análisis de
ejemplos concretos que se descomponen en partes para posteriormente llegar a una
conclusión.
Las Técnicas de Investigación, son las siguientes:
Las técnicas de investigación son el conjunto de herramientas, procedimientos e
instrumentos utilizados para obtener información y conocimiento. Se utilizan de
acuerdo a los protocolos establecidos en cada metodología determinada.
Las técnicas de investigación pueden ser:
Documentales. Aquellas que recopilan información acudiendo a fuentes previas,
como investigaciones ajenas, libros, información en soportes diversos, y emplea
instrumentos definidos según dichas fuentes, añadiendo así conocimiento a lo ya
existente sobre su tema de investigación. Es lo que ocurre en una investigación
histórica, en la que se acuden a textos de la época.
De campo. Aquellas que propicia la observación directa del objeto de estudio en su
elemento o contexto dado, y que adaptan a ello sus herramientas, que buscan
extraer la mayor cantidad de información in situ, o sea, en el lugar mismo. Esto tiene
lugar por ejemplo en la investigación estadística, ya que se sale a buscar y clasificar
las opciones de la gente en la calle.
Experimentales. Aquellas que parten de la reproducción, en un ambiente
controlado, de las fuentes naturales que busca estudiar. Para ello, se emplean
herramientas y saberes tanto prácticos como teóricos, documentales o no, y se
registra lo observado para tratar de dar con la verdad de cómo y por qué ocurren
las cosas. Tal es el caso de la creación de vacunas en un laboratorio médico.
Algunos ejemplos sencillos de técnicas de investigación son:
• La entrevista. Consiste en hacerle preguntas directamente al sujeto o los
sujetos de estudio, generalmente en un lugar aislado, para así obtener una
aproximación a lo que piensa, siente o ha vivido, que luego podrá ser

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procesada estadísticamente o mediante otros métodos, para obtener una
verdad. Es particularmente útil en el campo de las ciencias sociales.

• La observación. Fundamental en todo principio científico,


la observación consiste en simplemente confrontar el fenómeno que se desea
comprender y describirlo, tomar nota de sus peculiaridades, de su entorno,
en fin, detallarlo. Suele ser el primer paso básico de todo tipo de saber.

• Los cuestionarios. Semejantes a la entrevista, tienen lugar en el campo


donde se encuentran los sujetos de estudio: las calles de una ciudad, el
interior de una fábrica, una comunidad educativa, etcétera. Allí se le pide a
un número definido de personas que respondan a una serie de preguntas y
con esa información se construyen datos porcentuales, aproximaciones
estadísticas y se obtienen conclusiones.

El ejemplo sería cuando se investiga un crimen, ya que, se requiere de una


profunda observación, búsqueda de patrones en el fenómeno u objeto
estudiado, pruebas para intentar repetir de forma artificial estos patrones y
finalmente comprobación para saber si efectivamente se logró.

¿Cómo puede aplicarse la garantía de validez a la criminología?


La garantía de validez, se refiere al hecho de obtener fundamentos científicos y
teóricos comprobados para aplicarse a la criminología y con base en ello poder
estudiar el delito como un fenómeno social, comprender el perfil del delincuente, su
personalidad y la vinculación con el sujeto que recibió la acción punible. Por ende,
permite tener una base sólida de argumentos técnicos y científicos en los alegatos,
ya sea en el papel de defensores o acusadores dentro del Derecho Penal mexicano
y sus órganos jurisdiccionales.

La parte sistémica y teórica de la criminología, es representada por sus máximos


exponentes, de quienes podemos extraer sus principales aportaciones de la
siguiente forma;
En el caso de Ferri, el título de su mayor obra, en la que se presenta la teoría de los
equivalentes de las penas que analizamos, Sociología criminal, es expresión de su
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apuesta por la constitución de una sociología positiva. Además de ser uno de los
representantes más importantes de la escuela positiva italiana (junto con Lombroso
y Garófalo), es también el que hace mayor hincapié en una multifactorialidad con
acento en las condiciones sociales, en detrimento de los factores biológicos, y físicos
destacados por los otros dos autores. Por otro lado, el campo de disputas que Ferri
reconocía tenía una fuerte pertenencia sociológica: son significativos los debates
intelectuales con la escuela francesa de criminología, en particular, con Gabriel
Tarde. Por su parte, la pertenencia de la producción de la Escuela de Chicago,

aunque inscripta en una tradición epistemológica diferente a la de Ferri, como es el


pragmatismo norteamericano, es ‘plenamente sociológica’.
la inscripción en un registro propio de la sociología como ciencia social se liga con
un discurso centrado en argumentos científico-técnicos que sustentan la
dicotimización u oposición represión-prevención. La crítica a la futilidad de las penas,
al antieconómico y obtuso gasto en represión penal, y a la centralidad de la policía
en las políticas de control del delito se sustenta en el conocimiento sociológico y en
sus técnicas de investigación e intervención para mostrar la racionalidad de esa ‘otra’
forma de accionar acorde a las causas sociales que muestra la investigación
científica: la prevención. Pero esta distinción no solo se asienta en una dimensión
científico-técnica, sino que presenta otro eje que destacamos como fundante: una
orientación ético-política progresista. Estos discursos se caracterizan por un
posicionamiento ético-político que hace hincapié en las reformas sociales como
centro de la prevención del delito: desde el socialismo evolucionista de Ferri, la
posición ‘democrática radical’ de la Escuela de Chicago en la ‘era progresista’
norteamericana, hasta el Realismo de Izquierda y su vínculo con la socialdemocracia
inglesa (Cohen, 1993; Edwards y Hughes, 2009). Este posicionamiento progresista
enfocó el objetivo de la prevención del delito en la noción de causas sociales.
Las subsidiariedades o continuidades que marcamos entre estas formas de
problematización no significan que en ellas las nociones de prevención, social o
comunidad, signifiquen exactamente lo mismo, sino que estas son re-creadas
estratégicamente, entretejiéndose en un régimen ni necesario ni absolutamente
coherente.

Métodos y técnicas aplicables a la investigación criminológica.


Método Científico. Este precisa una adecuada distribución de las partes de un
problema, mediante cuestionamientos sobre el fenómeno que interesa, suele
dividirse en varias partes:

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• Observación, es aproximarse al objeto que se quiere estudiar mediante minucioso
análisis de partes.
• Descripción, es una narrativa de aquellas características observadas.
• En el planteamiento de hipótesis se aproxima a una propuesta de solución.
Procurando respuestas a: ¿Qué factores llevan a realizar una conducta criminal?
¿Cómo sucedió? ¿Dónde sucedió? ¿Cuándo sucedió? ¿Con qué se realizó? ¿Por qué
una persona la comete? ¿Quién la realizó?

• No se pueden realizar experimentos con la conducta violenta, pero se cuenta con


un laboratorio natural que es la sociedad.
• Formulación de explicaciones se refiere a las causas que llevaron al sujeto a
cometer un delito
Método Inductivo. Guillén (2013) apunta que: “Puede concebirse como un
esquema de razonamientos que parte de fenómenos particulares y, a partir del
análisis de éstos, llega a hipótesis generales que le permiten proyectar un juicio
universal” (p. 4). Parte del sujeto como objeto de estudio, donde se revisan sus
características, ya sea concebido el crimen desde un enfoque jurídico, como
presunto delito o desde la psicología y psiquiatría, al estudiar un caso individual.
Método Deductivo. De los conocimientos generales se adoptan al caso particular,
así, teniendo una variedad de estudios sobre un tema en concreto, busca adaptarse
al caso necesario; por ejemplo, teniendo los códigos penales o manuales
diagnósticos, se aplican en las necesidades individuales. Este método se entiende
como el acto de extraer; por ello, de ese cuerpo de conocimientos generales, se
aplican a contextos particulares (Prieto, 2017).
Técnica Clínica. Se deriva de los estudios clínicos que realizan en psicología,
medicina, psiquiatría, criminología clínica, trabajo social clínico, entre otros, para
conocer el comportamiento de los sujetos violentadores, ya sea en un sistema
penitenciario y durante terapia, entrevista, diagnóstico, interrogatorio, u otros. Si se
está en un medio carcelario, es importante conocer la percepción sobre los hechos
criminales de las personas, si lo canalizan como algo normal, así como la dinámica
en el ejercer el acto (Arbach, et. al., 2017).
Método Histórico. Cuando se estudia un sujeto y hay interés por las causas que
lo llevaron a ser criminal, se busca mirar al pasado e ir detectando las fases que
atravesó hasta llegar a un punto donde no se contuvo y dio origen a su
comportamiento violento. Mediante este método, hay que buscar, unir y conectar
razones individuales o sociales, así como hechos circundantes (Delgado, 2010). Se
mira al pasado, sobre la conducta del presente, para pronosticar al futuro.
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Técnica de Exploración. Estudios sobre animales y su agresividad son empleados
como comparativos con los humanos, a fin de encontrar similitudes cerebrales o
ante estímulos externos. Descubrir los componentes biológicos de las diferentes
manifestaciones agresivas, conducen a un conocimiento de las personas en su
predeterminación a la violencia.
Método Sociológico. Las teorías sociológicas para la criminalidad ofrecen un
amplio espectro a la explicación de la violencia a nivel colectivo (Briceño-León,

2016), se han generado teorías (etiquetamiento, conflicto, estructural funcionalismo


y ventanas rotas). En este método es importante el involucramiento del investigador
en el fenómeno, donde partiendo de sus conocimientos, podrá interpretar lo
observado.
Método Estadístico. Señalan Young y Veldman que “los procedimientos
estadísticos son de particular importancia en las ciencias de la conducta por la
necesidad de reducir y desglosar datos” (1986, p. 13). Reúne las cifras de delitos
captadas mediante denuncias en diferentes espacios: instituciones, llamadas
telefónicas, solicitud directa a la policía, percepciones a los ciudadanos. Con ellas,
se pueden conocer datos de una localidad, tasas mensuales, anuales (Palma, 2012).
Cuestionario. Se emplea para obtener información específica de las personas,
diagnósticos de inseguridad, víctimas, presupuestos participativos, opinión en temas
relevantes, aborto, consumo de drogas, entre otros temas, con la facilidad del uso
de las computadoras, agiliza la recolección de datos. El cuestionario puede ser de
preguntas cerradas, abiertas o combinadas, en la primera opción.
Encuestas de Victimización. Esta técnica permite a los administradores de
gobierno, saber sobre los delitos que no se han denunciado o continuado hasta la
etapa de resolución, pero además de cifras ocultas de delitos, también dan un
panorama sobre las modalidades en las que se presentó el hecho, sitios donde
ocurrió, horarios, características de las personas, víctimas, entre otras.

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CONCLUSIONES

Los grandes componentes que forman el objeto de estudio de la sociología son las
acciones sociales y las estructuras sociales. La criminología aborda ambos
componentes, pero de manera sub-especializada, de acuerdo con la especificidad
que la distingue de otras especialidades de la sociología. Dicha especificidad está
dada por lo jurídico penal.
Con relación a las acciones sociales, el análisis de la criminalidad no hace parte de
su objeto de estudio, porque la criminalidad no es un fenómeno empírico, tiene una
naturaleza prescriptiva, no tiene cualidades ontológicas, es una etiqueta o definición
que se impone mediante el proceso de criminalización, por lo que su inclusión debe
ser considerada al examinar las estructuras sociales.
La noción de desviación social, pese a ser la más utilizada por la sociología y la
criminología para referirse a las acciones sociales de interés criminológico, tampoco
es satisfactoria, porque igualmente es un concepto prescriptivo, subjetivo, ya que el
referente para juzgar una conducta como desviada son las normas. Así mismo, en
tanto categoría prescriptiva, está sometida a un extenso conjunto de críticas que

demuestran su invalidez como concepción descriptiva.


La traducción especializada de los componentes que integran el objeto de estudio
de la criminología son: la divergencia social de relevancia penal (en cuanto a las
acciones sociales); el control social penal (en lo que atañe a las estructuras sociales).
La noción de divergencia social es descriptiva, objetiva, empíricamente verificable y
libre de valoraciones jurídicas.
El objeto de estudio debe comprender el análisis simultáneo de la divergencia social
de interés penal y del control social penal, dada la mutua influencia que cada uno
de los dos componentes tiene sobre el otro.
Debe estudiarse, por regla general, a los actores de la divergencia social, esto es,
los divergentes, aunque ello guarda grandes diferencias con los viejos estudios de
la criminología positivista acerca de los criminales.
Se mostraron algunos métodos básicos en la investigación de los fenómenos
criminales, mediante parcelas que ofrecen la sociología, derecho, psicología, entre
otras. La adaptación del método científico a un fenómeno particular lleva a un
proceso de aplicación de la generalidad a lo específico, que luego dará como

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resultado un sistema especializado para el estudio de fenómenos del mismo género,
por otro lado, los métodos y técnicas de otras áreas del conocimiento, aportan
información de alta relevancia a la comprensión de la violencia.

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Referencias Bibliográficas

Baratta, A. (1986). Criminología crítica y crítica del derecho penal. Siglo XXI, México
D.F.
Ferrari, V. (1997). Lineamenti di sociología del diritto. Laterza, Bari.
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De Gortari, Eli (1979). Introducción a la lógica dialéctica. Duodécima edición. México:
Grijalbo.
Ortiz Uribe, Frida (2011). Diccionario de metodología de la investigación científica.
México: Limusa. Padilla. Hugo (1991). El pensamiento científico. México: Trillas.
Sosa – Martínez, José (1990). Método científico. México: Sitesa.
García Áviles, Alfredo (2003). Introducción a la metodología científica. 2ª ed. México:
Plaza y Valdés Editores.

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