PRINCIPIOS DE LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA
PRINCIPIO DE BREVEDAD. PRINCIPIO DE ORALIDAD. PRINCIPIO DE
INFORMALIDAD. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD. PRINCIPIO DE GRATUIDAD. PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN. PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN Y CONTINUIDAD. PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN.
1.- PRINCIPIO DE BREVEDAD
El Principio de Brevedad es un principio consagrado en el Artículo 257 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) que tiene como finalidad contribuir a precisar el objeto del proceso y los hechos sobre los cuales existe controversia que deben ser probados, evitando las actuaciones inútiles, superfluas, inconducentes, que se transforman en simples medios para retardar innecesariamente el proceso y con ello se demora el efectivo reconocimiento del Derecho.
El Principio de Brevedad nace del mandato de que el proceso debe
caracterizarse por ser expedito y sin dilaciones indebidas, es decir, que debe regularse de tal manera que se desarrolle con celeridad y que los asuntos sean resueltos en el menor tiempo posible.
El Principio de Brevedad o abreviación del proceso se debe materializar a
través del cumplimiento o celebración de las actuaciones procesales en la oportunidad legalmente prevista para ello.
En el Principio de Brevedad se encuentra conformado por los subprincipios
siguientes:
El subprincipio de simplificación de las actuaciones, se encuentra
relacionado con la estructuración de un proceso sencillo, sin complicaciones técnico-jurídicas, que no genere dificultades a los operadores jurídicos, es decir que sea fácil de comprender y de tramitar. El subprincipio de uniformidad en los trámites, se encuentra vinculado con el establecimiento de un proceso que en caso de no ser único, sean iguales, semejantes, lo más homogéneos posibles para tramitar las distintas pretensiones. El subprincipio de eficacia, exige que los actos del proceso sirvan para cumplir una finalidad útil y ésta no es otra que la realización de la justicia.
2.- PRINCIPIO DE ORALIDAD
El Principio de Oralidad es un principio consagrado en el Artículo 257 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), el cual consiste en las partes en el proceso expresen a viva voz sus pretensiones, sus defensas y sus alegatos.
El Principio de Oralidad no supone la supresión de las actuaciones escritas,
de los papeles, de los expedientes en los Tribunales o Juzgados, sino que pretende reducir al mínimo aquellos que se redactan fuera del proceso y luego presentan las partes.
La aplicación del principio de oralidad no excluye la presentación de
escritos y diligencias en el proceso y menos supone su eliminación, lo que implica es la disminución de las actuaciones escritas de las partes en favor de las actas estrictamente esenciales que elabora el Tribunal y de los autos que debe emitir el órgano jurisdiccional.
Como conclusión debe señalarse que la interpretación constitucional
conduce a considerar que la implementación del principio de oralidad debe ser lo suficientemente racional para garantizar un equilibrio entre la escritura y la oralidad, pues no existe un sistema procesal total y absolutamente oral.
3.- PRINCIPIO DE INFORMALIDAD
El Principio de Informalidad hace referencia a la mayor flexibilidad en la
tramitación del proceso, pues permite una mayor libertad para adaptar la realización de los actos procesales hacia lograr o alcanzar una finalidad útil, siempre que no se vulneren las formas esenciales y no se produzca indefensión. El Principio de Informalidad guarda coherencia tanto en el mandato del Artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), que le impone al Estado la obligación de garantizar un sistema de justicia sin formalismo, ni reposiciones inútiles; como con el postulado del Artículo 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), que prohíbe el sacrificio de la justicia por la omisión de las formalidades que no sean esenciales.
Es así como la informalidad en el proceso por audiencias se relaciona con
la libertad de formas, la espontaneidad en la tramitación, debiendo permitirse todo acto procesal que no cause indefensión, que no afecte la igualdad de las partes en el proceso y que permita lograr la convicción del juez sobre el diálogo que han instaurado las partes en el debate procesal, sobre los hechos controvertidos y sobre las pruebas que éstas han producido.
4.- PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
El Principio de Publicidad es un principio consagrado en el Artículo 257 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y en el Artículo 3 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa (LOJCA), los cuales disponen que este principio exige la publicidad en el proceso, carácter público que debe constituir la regla, sin perjuicio que en casos excepcionales, por motivo de decencia pública o protección al honor, vida privada, intimidad de las personas, el tribunal resuelva que el asunto se debe tramitar a puertas cerradas, es decir sin la participación de personas distintas de aquellas que contienden.
El Principio de Publicidad se puede interpretar en un doble sentido. Por una
parte, la denominada publicidad interna que supone la necesidad de que todos los actos procesales se realicen en presencia de todas las personas involucradas en el proceso y que ellas tengan acceso pleno a los mismos; y por la otra parte, la denominada publicidad externa que consiste en la posibilidad de aceptar la presencia de terceros ajenos al proceso, que quieran conocer las actuaciones procesales. En relación a ésta última, se ha formulado la distinción entre la publicidad externa inmediata, cuando la persona interesada lo hace directamente, acudiendo al tribunal para obtener la información de lo juzgado en el proceso; en tanto que la publicidad externa mediata, se materializa cuando los sujetos interesados, logran obtener la información de lo sucedido en el proceso a través de terceras personas o de los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, correo electrónico, internet, facebook o twitter).
El Principio de Publicidad permite conocer la rectitud de la actuación
jurisdiccional, contribuye a evitar que se produzcan sentencias-sorpresas, es decir aquellas que no tienen nada que ver con lo que fue objeto de debate y de prueba durante el juicio.
Se puede afirmar que el principio de publicidad no sólo garantiza la
presencia de cualquier ciudadano que tenga interés en asistir al proceso, sino que además permite que los medios de comunicación tengan acceso a la información que se genera del debate procesal, pudiendo informar tanto a quienes no pudieron asistir al recinto del tribunal, como al público en general y también garantiza la transparencia, lo que permite un efectivo control social sobre la corrección de la conducta de los jueces, que están llamados a resolver los asuntos, bajo el escrutinio vigilante de toda la sociedad.
La Sentencia No. 7 de fecha 1º de febrero de 2000 emitida por el Tribunal
Supremo de Justicia en su Sala Constitucional, se pronunció sobre el principio de publicidad del proceso señalando: “Todas las actuaciones serán públicas, a menos que por protección a derechos civiles de rango constitucional, como el comprendido en el artículo 60 de la Constitución…, se decida que los actos orales sean a puerta cerrada, pero siempre con inmediación del tribunal”.
El Artículo 60 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV) a que hace referencia el parágrafo anterior sobre los derechos civiles, dispone: “Artículo 60. Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación.
La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y
la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.”
5.- PRINCIPIO DE GRATUIDAD
El Principio de Gratuidad se aprecia en el Artículo 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) que señala que el Estado debe garantizar una “justicia gratuita”, expresión que interpretada aisladamente haría pensar que las personas que acuden ante los órganos jurisdiccionales para que le concedan la justicia del derecho que reclaman, no están obligadas a efectuar pago de ninguna naturaleza por las actuaciones procesales; sin embargo, el Artículo 254 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) al regular el Poder Judicial establece que éste no está facultado para establecer tasas, aranceles, ni exigir pago alguno por sus servicios.
En virtud de tal disposición, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo
de Justicia en Sentencia No. 573 de fecha 06 de julio de 2004, ha señalado que el principio de gratuidad no supone la supresión de todos los pagos, sólo excluye aquellos de naturaleza tributaria que están relacionados con el servicio de administración de justicia, que debían efectuar las personas que intervienen en el proceso, conforme lo exigía la Ley de Arancel Judicial.
Este criterio del Tribunal Supremo de Justicia sobre el principio de
gratuidad no comprende la exención de todos los gastos que requieran los funcionarios judiciales para realizar actuaciones procesales fuera del recinto del Tribunal, en la medida que ello implique gastos en el transporte, la manutención y el hospedaje del funcionario, puse en tales casos la parte interesada debe proveer los recursos económicos, so pena de que le apliquen las consecuencias establecidas en el ordenamiento jurídico. 6.- PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
El Principio de Inmediación consiste en la presencia física y mental del juez
en las audiencias, para asimilar y aprehender los alegatos y medios probatorios que presentan las partes y los terceros que participan en el desarrollo del juicio, con la finalidad de poder dictar una sentencia válida.
Se considera que existen dos clases de inmediación:
La Inmediación Subjetiva, que exige la realización de actos procesales
en presencia de las personas que están llamadas dentro del proceso a resolver la controversia, es decir que las partes y los terceros que participan en el proceso tengan contacto o comunicación directa, siendo necesario, que las actuaciones procesales se realicen en presencia del juez, su destinatario final.
La inmediación subjetiva lleva a la aplicación de las reglas siguientes:
a.- No hay audiencia sin juez, en los procesos por audiencias en
aplicación del principio de inmediación, no pueden existir audiencias sin la presencia del juez, pero no se trata de cualquier juez, sino de aquel llamado a dictar la sentencia del mérito o fondo de la controversia.
b.- La condición de director del proceso, impone el deber del juez de
presidir y ordenar personalmente la tramitación del proceso, lo que exige que el juez se encuentre presente en todos los actos procesales y que intervenga dirigiendo su realización.
c.- El incumplimiento de este deber legal constituye una violación del
debido proceso, que produce como consecuencia la nulidad absoluta, en virtud de haber obtenido los medios probatorios o de haber emitido la sentencia, en infracción del proceso legal y adicionalmente genera la responsabilidad personal del juez que ha incurrido en violación del debido proceso.
d.- La delegación, únicamente procede en casos excepcionales y en los
supuestos taxativamente mencionados en una norma expresa. La Inmediación Objetiva, a la que se ha otorgado una doble connotación: una, que consiste en la exigencia de que los actos procesales se realicen ante la presencia de determinados objetos, como puede ser que el testigo rinda su testimonio en el lugar en que se va a llevar a cabo un reconocimiento judicial o la reconstrucción de un hecho; y la otra, consiste en la deliberación o reflexión para dictar sentencia se inicie inmediatamente después que finaliza el debate oral entre las partes y acto seguido se produzca la sentencia.
El Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional en Sentencia
No. 1571 de fecha 22 de agosto de 2001, ha sostenido que el principio de inmediación en lo que respecta a la producción de los medios probatorios y teniendo presente el principio de libertad probatoria, se manifiesta de la manera siguiente:
a.- Que el juez presencie personalmente los actos de recepción de los
medios probatorios, bien sea mediante la dirección de la evacuación de los medios presentados por las partes o incluso mediante la producción de medios probatorios que ordene realizar el propio tribunal.
b.- Que el juez no esté presente en el sitio donde se produce el medio
probatorio, pero sí interviene en su dirección mediata, utilizando técnicas y equipos de control remoto, que le permitan la aprehensión de los hechos a través de pantallas, sensores, monitores o cualquier medio de transmisión instantánea al momento en que se producen.
c.- Que las partes hayan controlado en igualdad de circunstancias la
producción de los medios probatorios y luego los presenten individualmente o de manera conjunta ante el juez, en la audiencia pública, mediante la reproducción de sonidos e imágenes, con la finalidad de que el juez aprehenda los hechos mediante tales reproducciones. En definitiva, de lo que se trata el principio de inmediación es que el juez tenga una percepción directa tanto de los alegatos y pretensiones, como de los medios probatorios a través de los cuales se pretenden demostrar los hechos que son objeto de debate en el proceso, permitiéndole formarse una clara convicción que le debe servir para dictar la sentencia de manera inmediata.
7.- PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN Y CONTINUIDAD
El Principio de Concentración y Continuidad persigue que la realización de
la audiencia en la cual se desarrollará el debate oral sobre el asunto en litigio, se pueda llevar a cabo en un solo acto o sesión y de no ser posible, en el menor número de audiencias que sean necesarias.
En caso que se requieran varias sesiones, que se realicen las
estrictamente necesarias y de manera consecutiva o en días muy próximos entre sí para garantizar la concentración y la continuidad en el desarrollo del debate procesal oral. Estas audiencias deben realizarse sin suspensión, salvo que excepcionalmente existan causas debidamente justificadas para ello.
El Principio de Concentración y Continuidad constituye una de las
características fundamentales del proceso por audiencias y contribuye a la celeridad, a la agilización de los actos procesales, a la tramitación expedita y la economía en el mismo.
Se considera que el Principio de Concentración y Continuidad permite
reducir las actuaciones fundamentales del proceso a dos (02) momentos: uno, es el preparatorio o audiencia preliminar; y el otro, es el de examen y decisión del mismo, en la audiencia definitiva o final.
8.- PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN
El Principio de Contradicción presupone la existencia de partes que tienen
derechos e intereses contrapuestos, lo que genera que acudan al proceso para dirimir el conflicto y con tal finalidad intercambian alegatos, pretensiones, excepciones y defensas. A través de este de principio, las partes persiguen convencer al juez que escucha, instruye y decide, sobre la validez y justicia de sus pretensiones.
La contradicción como principio, se interrelaciona con el principio de
igualdad, que garantiza que en un proceso contencioso, una parte tenga tanto los mismos medios y el tiempo razonable para preparar sus alegatos y pruebas, así como para rechazar u oponerse a los expuestos por la parte contraria.
El Principio de Contradicción constituye una garantía del derecho a la
defensa y al debido proceso que tiene toda persona para controvertir los hechos y los alegatos que se formulen en su contra, y que se materializa de dos (02) maneras posibles:
La Contradicción Concentrada, que es directa e inmediata y se
produce en una única audiencia o actuación procesal. La Contradicción Dispersa o Difusa, que se puede realizar en los distintos estados del proceso, entre el momento de interposición de la pretensión y hasta antes de la expedición de la sentencia.
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