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CONSTITUCION
Los principios son un conjunto de valores propios de cada individuo que sirven
de base para su comportamiento, a lo que generalmente están vinculados a
preceptos socioculturales y legales.
https://www.definicionabc.com/social/principios.php
Los principios son normas que ordenan que algo se realice en la mayor medida
posible, de acuerdo con las posibilidades fácticas y jurídicas.
PROCESO
Cabe destacar que con la garantía de la justicia gratuita, quedan derogadas las
disposiciones de la Ley de Arancel Judicial, la cual contenía las tasas
arancelarias que por distintas actuaciones debían exigirse en la justicia civil.
De manera pues que este principio rechaza toda coacción ajena al desempeño
de la función judicial. En este sentido, el juez debe sentirse soberano en la
recta aplicación de la justicia conforme a la ley.
La autonomía judicial hay que mirarla bajo dos aspectos: uno exterior, que se
refiere a la independencia de la magistratura frente a los demás poderes, pues
ha de realizar una tarea que se distingue claramente de las restantes ramas del
Poder Público; y otro interior, que impone la independencia del Juez frente a
las partes, pues se trata de una exigencia derivada de modo inmediato de la
esencia de la institución procesal del Estado. (p.234)
Principio de publicidad
Principio dispositivo
En materia civil el juez no puede iniciar el proceso sin previa demanda de parte,
pero puede proceder de oficio cuando la ley lo autorice, o cuando en resguardo
del orden público o de las buenas costumbres, sea necesario dictar alguna
providencia legal aunque no la soliciten las partes
Según el principio dispositivo, los órganos del Poder Público no deben ir más
allá de lo que desean los propios particulares en los asuntos donde sólo se
dilucida un interés privado. Dar al juez la potestad de iniciar de oficio una
causa, significaría también desconocer en el ámbito procesal la autonomía
individual que es el fundamento de toda la regulación del Derecho sustantivo
privado.
Sin embargo, no significa que la autonomía individual no pueda ser limitada y
aún suprimida en los casos que lo exija el interés público, tal y como ocurre
cuando la relación sustancial es de orden público o cuando así lo requiere el fin
público del proceso como instrumento a través del cual actúa la administración
de justicia. De manera que el principio dispositivo tiene ciertas excepciones:
tales como la casación de oficio, perención de oficio, promoción de oficio
de ciertas pruebas, inalterabilidad de las dilaciones judiciales.
Tribunal Supremo de Justicia), el poder necesario para formular sus políticas, ejecutarlas y
administrar su propio presupuesto. Como consecuencia de ello, el Tribunal Supremo de
Justicia además de las tradicionales funciones jurisdiccionales, ha obtenido –a raíz de las
previsiones constitucionales de 1999– importantes competencias administrativas, típicas más
bien de un órgano del Poder Ejecutivo, constituyéndose en el órgano rector y de gobierno del
Poder Judicial (artículo 267 de la Constitución).
Como en buena medida se atribuían los males del Poder Judicial a la pésima
gestión del Consejo de la Judicatura, la nueva Constitución lo eliminó y erigió al
Tribunal Supremo de Justicia en la única y más alta autoridad del Poder
Judicial, otorgándole el nombramiento de los jueces, así como la dirección,
gobierno, administración, inspección y vigilancia del Poder Judicial, para el
ejercicio de tales atribuciones se le exhortó crear la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura.
La reforma judicial puede ser un verdadero aporte al desarrollo sustentable para los pueblos y
contribuir al mantenimiento de la estabilidad de las democracias. Dicha teoría explica la
necesidad de adaptar la institucionalidad de los Estados nacionales a las exigencias de la
globalización y, especialmente, del sector justicia.
un sistema de justicia anterior, que al permanecer inalterable sigue principios autoritarios.
Esto significa que, la justicia producida por la democracia puede ser no democrática porque, en
el fondo, sigue siendo la misma justicia que producían anteriores sistemas políticos
autoritarios. Lo que estamos diciendo es que la revolución democrática, en la Región, alcanzó a
imponer ciertas formas institucionales, pero no permeó el funcionamiento de todos sus
procesos. Y, en el caso del sistema de justicia, muchos de sus procesos no se compadecen con
las formas y contenidos de la institución popular
En la práctica, su valorización no depende exclusivamente de la aplicación de criterios técnicos
objetivos, racionales y normatizados. Por estas razones, las políticas judiciales que contienen
criterios para atribuir la justicia, los procesos por los que se la administra y el propio gobierno
judicial deben respetar la valoración social.
r la capacidad de gobierno sobre el propio sistema de justicia. Esto es, lograr condiciones para
lograr un buen gobierno judicial, de manera que los procesos e instancias de formación de las
políticas públicas judiciales sean las idóneas para orientar el desarrollo y funcionamiento del
sector justicia.
el gobierno judicial debe ser diseñado, funcionar y servirse de los recursos adecuados para
afrontar su rol en las complejas redes organizacionales que hoy son los Sistemas de
herramientas que nos permitan una mejor comprensión del fenómeno, y el diseño de
alternativas.
Para mejorar la gobernabilidad democrática con una nueva gestión del sistema de justicia,
debemos lograr que la justicia sea democrática, avanzando de las conquistas formales a las
sistema político democrático. Pero, para que la justicia sea democrática se requiere una nueva
social. Así la nueva legalidad garantizará el nuevo proceder del sistema de justicia. A su vez, la
nueva legalidad y justicia democráticas solo son posibles si se impone el control social sobre la
gestión judicial.
esta nueva justicia democrática pasa por permitir y promover la participación abierta y
de la justicia. La gente con su sentido común puede también participar en la definición de qué
es justo y qué no lo es. Dicha participación puede darse en los propios procesos judiciales
formalistas o por medios alternativos. Por supuesto, para ello es necesario modificar el sistema
determinación y funcionamiento-, como que éste pueda permear todos los espacios de la vida
Debemos avanzar de esa "legalidad escrita" a una "legalidad real". Si la legalidad es una praxis
cotidiana impulsada por el complejo políticosocial, será real y, si esta legalidad es la prevista
por las normas, será escrita y real al mismo tiempo. Sino, seguiremos con esta disociación
Pareciera que nos encontramos en una disyuntiva entre el "ser" de la legalidad real y el "deber
normativizamos la legalidad real. Pero ello resulta engañoso, por cuanto, en la actualidad
debemos efectuar una revisión en ambos campos. No sólo ocurre que existe una legalidad
escrita no practicada, sino que esta legalidad escrita contiene algunos enfoques errados que
debemos revisar. Y no porque exista una legalidad real ésta es la mejor y la deseable.
Resultando, entonces, que las legalidades escrita y real que hoy conviven en conflicto deben
ser sustituídas por una tercera y nueva legalidad democrática que responda a un "nuevo deber
ser" que sintetice lo mejor de esas legalidades de hoy con lo que requiere la Región. En un
nuevo enfoque sobre el problema de la legalidad, se debe atender a la ubicación exacta del eje
de gravedad que lo ordena. Ubicación que nos permitirá formular una correcta estrategia de
solución, corresponden más aun comportamiento societario que a la actividad del Estado, a
pesar de que la interacción entre estas dinámicas sociales y estatales las haga indisolubles. En
todo caso, queremos decir que, si bien situamos muchos de los efectos del problema en el
ordenamiento jurídico y en el actuar del Estado, sin embargo, éstos se deben a un acontecer
más bien societario. Esto es, que si una legalidad determinada es el resultado de una cultura
ocasionadas por el Estado, que conspiran contra una legalidad democrática, no se deben a otra
misma y no con meros cambios de las instituciones del Estado. Podemos tener buenas leyes e
instancias estatales adecuadas, pero las primeras serán ignoradas y las segundas desbordadas
si no logramos que la sociedad las respalde y proteja por medio de la acción de sus
Como lo señala Enrique Iglesias (1993:9): "No basta con esfuerzos encaminados a la
ciudadanía espera." Pero, ¿a quién le interesa que los cambios sean efectivos?. Más que a
nadie al propio beneficiario o usuario de los sistemas de justicia, por eso es necesario que
aquel fiscalice el proceder y el producto de los sistemas de justicia. El control social sobre la
gestión judicial es el único camino que puede garantizar que la permanencia de la reforma y de
su operatividad posterior.
actividades del Estado, en el control de estos actos, en la resolución de los conflictos sociales o
democrático.
gregario, gregaria
adjetivo
1. 2.
[persona, cosa] Que forma parte de un grupo sin distinguirse de los demás, especialmente
si carece de ideas e iniciativas propias y sigue siempre las de los demás.
"el gregario voto agrario facilitó la victoria de su partido"
Sinonimo de permear