Se levantó otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que Él había hecho.
Generaciones de la actualidad:
Baby Boomers: 1945-1964, nacieron después de la segunda guerra mundial, de ahí su
nombre, ya que hubo un Boom en la tasa de natalidad. El trabajo es lo más importante No toleran el ocio.
Generación X: 1965-1981, vivimos grandes cambios.
Pasamos de la vida análoga en la infancia, a la vida digital en la madurez. Vimos nacer la Internet. Conserva rasgos de los Baby Boomers (sus padres). Como son transicionales sufren mucha fricción con las generaciones posteriores, Y y Z.
Generación Y, Millenials: Década de los noventas, no conciben la realidad sin
tecnología. Son multitarea. La calidad de vida es su prioridad. Son los que más tipos de tecnología han usado.
Acceso a todo tipo de tecnología Tienen problemas de comunicación presencial ya que viven en el entorno virtual, principalmente por redes sociales. Todo lo cuestionan ya que son bastante críticos, gracias a que tienen acceso ilimitado a la información. Es normal que todos los que somos padres, tenemos sobrinos o hermanos pequeños (los que no tienen hijos) nos preocupemos por el futuro espiritual de nuestros hijos viendo lo complicado de la generación en la que ellos nacieron. Pero preocuparnos por una situación que no podemos controlar no resuelve nada, no podemos enseñar a toda una generación completa a valores bíblicos y cristianos para tener seguros a nuestros hijos, lo que si podemos hacer es enseñar a nuestros hijos, para ello fue que Dios diseño el modelo de familia. Aun antes de haberse promulgado la ley y haberse dicho por parte de Dios al pueblo: Deuteronomio 6: 6-7 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. La familia el primer lugar de enseñanza para el conocimiento de Dios. 1. 2 Timoteo 3:14-15: Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 2 Timoteo 1:5 Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 2. Hebreos 11:7: Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. Pero no todas las familias contaron con padres o madres sabias, con conocimiento de Dios y su palabra para edificar su casa y guardarla. 1. Números 16: 25-33: Core, Datan y Abiram llevaron a la ruina a sus familias por no obedecer la voluntad de Dios. Por eso el primero que debe obedecer la palabra de Dios es el Padre de la casa, o la Madre, la cabeza visible que haya en ella. Por eso nosotros como padres debemos DESPERTAR espiritualmente, poner a obrar la Fe, fe que no ha llegado sin que antes venga el conocimiento de la palabra de Dios y revisar como estamos educando a nuestros hijos. Vamos al texto de Jueces 2, una generación que no conocía a Jehová ni la obra que había hecho. 1. Gedeón Jueces 6:12-13: el texto nos muestra que ellos si conocían a Jehová, solo que la idolatría de Canaán los había llevado al sincretismo religioso, cosa detestable a los ojos del Señor, si miramos la enseñanza que estaba recibiendo Gedeón de su padre Joas no era la mejor, el mismo papa tenía un altar a Baal y una estatua a Asera con las que fomentaba la idolatría en el pueblo. Verso 25 y 26 Un hogar donde se enseñe la palabra de Dios, y el conocimiento del Altísimos sea impartido constantemente dará el fruto en el momento que tenga que darlo. Moisés: su madre Jocabed y su padre Amram tuvieron que enseñar a Moisés sobre sus predecesores y su relación íntima con Dios, pero llego el temido momento de su madre, entregarlo a la hija de Faraón para llevarlo y ser educado como un Egipcio, pasar de la esclavitud de los hebreos a la riqueza y gloria de los Egipcios, pero ya sabemos los que ocurrió cuando fue un adulto, recordó que no era egipcio, sino Hebreo y decidió abandonar los lujos, la gloria, el poder de la generación más prospera de la época por irse al desierto sin saber que sería de sí, pero con conocimiento claro, Jehová era el Dios de sus padres. Por eso cuando Dios se le presenta en la zarza le dije: Yo soy el Dios tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Conclusión: No debemos temer a que nuestros hijos enfrenten esta generación y las que vengan, si los instruimos correctamente, y los entregamos cada día por Fe en las manos de Dios ellos serán instrumentos de honra en la iglesia del Dios vivo y no serán títeres de satanás en el mundo.