Está en la página 1de 5

1

376. ADORACIÓN EN ESPÍRITU Y


EN VERDAD
Desde el principio ha habido distintas maneras de acercarse a Dios a
través de la adoración. El primer acercamiento a la adoración que
encontramos en la Biblia es la que ofreció Caín y su hermano Abel.
Es allí donde nuestro Señor nos enseña, básicamente, acerca de dos
tipos de adoración, por cierto, uno es el que le agrada y acepta; el
otro, es el que Él rechaza.
Yo creo que todos nosotros deseamos adorar a Dios y junto con ello
deseamos que Él apruebe nuestra adoración. No concibo que alguno
de nosotros se presente a adorar a Dios pensando en entregarle algo
que no sea verdadera adoración. Aquí es donde comienza el
problema, porque es lo que está sucediendo en la mayoría de los
casos.
Otra expresión de adoración es la que nos muestra el caso de
Abraham cuando estuvo dispuesto a sacrificar a su propio hijo, a
quien amaba, como un acto de adoración Dios. Es así como a través
de los años comienza a hacerse más común la adoración en el pueblo
de Dios, expresando formas y estilos de adoración que deben repetir
los creyentes. Posteriormente con Moisés la adoración se
institucionaliza y adopta un estilo o forma rígida.
Cuando los reinos se separan, el rey de Israel elige dos montes
(Betel y Dan) como lugares de culto, para que el pueblo del Norte no
concurra a Jerusalén.
¿Qué es adoración? En general es un acto de reverencia,
reconocimiento a Dios y rendir la voluntad a Él, quien es la
autoridad suprema. Normalmente la adoración está bajo una
2

atmósfera litúrgica. Es una liturgia. Incluye postrarse, levantar las


manos, etc.

JESÚS Y LA ADORACIÓN
Juan 4.23-24
Cuando Jesús se encuentra con la mujer Samaritana, ésta le habla
sobre la adoración que su pueblo en el monte Gerizim, a diferencia
de los judíos que lo hacían en el templo de Jerusalén. El concepto de
adoración que estaba en la mente de esta mujer Samaritana estaba
enfocado en la liturgia que ella había conocido desde niña. Y desde
allí, ella expone a Jesús su opinión acerca de la adoración. No
obstante, Jesús le muestra su posición en cuanto a la adoración y es
en este contexto donde Él se expresa sobre la verdadera adoración,
la que recibe Dios con satisfacción.

DOS VOCABLOS
Hay dos vocablos para hablar de adoración, los cuales son comunes
en nuestros días. El primero viene del verbo LATREUO (palabra de
la que se deriva liturgia: Servicio, dar servicio u homenaje religioso
en un lugar determinado. Consta de un programa religioso o de culto
-oraciones, cánticos, sermón, etc. Y símbolos como Biblia abierta y
otros elementos físicos) tiene que ver con liturgia. El segundo se
origina de un verbo usado por Jesús cuando habló de adoración y es
PROSKUNEO (no tiene relación con liturgia sino con intimidad).

PROS. Es intimidad, encuentro. No está circunscrito a un lugar,


cantos, ofrendas. El lugar donde ocurre este encuentro es en el
3

corazón del adorador. Nos habla de unidad donde el que adora se


identifica con Dios en un solo ser. Juan 1.1-2 usa esta raíz para
decir que el Verbo, esto es, Cristo, es igual al padre, UNA
UNIDAD. Esto significa que en la adoración, el creyente DEBE
HACERSE UNO CON DIOS, quien es el objeto de su adoración.

KUNEO. Hacer reverencia, dar obediencia a Dios. Significa besar,


reconocer, servir. El beso en la antigüedad representaba respeto,
intimidad, afecto.

PROSKUNEO. Significaría centrar mi vida íntimamente en Dios, y


en ese encuentro íntimo con Dios, me rindo a Él. En ese encuentro
íntimo con Dios se produce un CAMBIO en mi carácter; equivale a
TRANSFORMAR mi vida.
Adorar y centrar mi corazón el corazón de Dios y nos hacemos uno
solo, donde yo me rindo, donde el carácter de Cristo va
posesionándose de mi carácter, transformándome y pareciéndose al
de Él.

EN ESPÍRITU Y EN VERDAD
Cristo hace una crítica a la adoración judía y también a la adoración
Samaritana. Estas se realizaban en un monte, tanto Gerizim como en
el templo de Jerusalén para adorar en LATREUO con un conjunto
de símbolos o, en el templo de Jerusalén. Cristo también está
criticando a los sacerdotes. Critica los 24 turnos sacerdotales del
culto en Jerusalén. Es allí donde JESÚS dice: SE VIENE LA HORA
QUE LA ADORACIÓN SERÁ EN ESPÍRITU Y EN VERDAD en
PROSKUNEO.
4

ESPÍRITU. La auténtica adoración está en mi corazón, cuando mi


espíritu busca el Espíritu de Dios y se unen. Yo adoro Dios las 24
horas de cada día, lo que va provocando una transformación en mi
vida.

VERDAD (aleteia). Verdad. Conformidad de la mente con la


realidad, esto es, coherencia de vida.
Por lo tanto, adoración en espíritu y verdad es la adoración que no se
circunscribe a un templo, ni monte, ni una iglesia con canciones
lentas o rostros melancólicos sino en:
1. Encuentro donde mi espíritu se encuentra con el Espíritu de
Dios.
2. Verdad cuando yo vivo la voluntad de Dios en mi vida. Yo
adopto el carácter de Dios en Cristo Jesús en mi vida y mi
actitud (mi pensar, hablar, sentir) es cristocéntrica. Un nuevo
estilo de vida.
CONCLUSIÓN
Debemos reconocer que llevamos un modelo de adoración del
antiguo testamento que Cristo criticó, esto es, adoración solamente
realizada en el templo, pero Cristo nos cambia y nos dice que hay
una adoración mejor que las dos horas de culto que le presentamos
cada domingo con unas cuantas canciones lentas. Nuestra adoración
tiene que ser PROSKUNEO.

La adoración a Dios no se define en ningún pasaje de las Escrituras.


Una consideración de los conceptos revisados muestra que la
adoración no queda limitada a la alabanza; ampliamente puede
5

considerarse como el reconocimiento directo de Dios, de su


naturaleza, atributos, caminos, y demandas, ya bien por el
derramamiento del corazón en alabanza y acción de gracias, o bien
mediante actos ejecutados en el curso de tal reconocimiento.
Que nuestra adoración cambie de un tiempo litúrgico a
PROSKUNEO.

También podría gustarte