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Necesidades humanas, Sistema Capitalista y Psicología Económica: Nuevas concepciones y

un nuevo abordaje a partir de la expresión de dichas problemáticas en el contexto mexicano

Por: Israel Alejandro Gutiérrez Interián

Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara

Psicología y Contexto Socio-Histórico: Problemática Nacional

Docente: Aaron González Palacios

30 de noviembre de 2022
Las necesidades humanas han sido tema de discusión para nuestra especie desde tiempos

remotos. Los humanos, como seres sociales, buscan organizarse en busca de un óptimo

desarrollo que permita su subsistencia, no obstante, así como no siempre se llega a lo óptimo,

ocurre que hay miembros de dichas organizaciones que no logran ni siquiera dicha subsistencia.

¿Por qué ocurre esto?, ¿cómo podemos lograr que esto no suceda?, ¿qué necesitamos para vivir?

estas series de cuestionamientos que históricamente se han hecho los primeros interesados en el

tema, los llevó a notar que existe una serie de mínimos requisitos o necesidades que los seres

humanos requieren para subsistir, algunos universales, otros relativos a la persona, su cultura y

su contexto. Hoy en día, las necesidades significan un punto de partida para la justicia y equidad

social, dado el desarrollo que han tenido las sociedades humanas a lo largo de los últimos siglos;

dichas necesidades parten tanto de puntos universales y relativos, y es pertinente para los

profesionales que les incumba el tema tomar en cuenta ambas posturas para un correcto abordaje,

así como los factores que impide, dentro del sistema de organización económica actual

(capitalismo) que interfieren en el cumplimiento de las necesidades humanas. La psicología,

como ciencia que estudia los procesos mentales y la conducta, interviene en el abordaje de las

necesidades, tanto en su estudio como en la aplicación de intervenciones para combatir la

injusticia y desigualdad social de manera integral, es decir integrando el conocimiento sobre el

contexto global y local, de ámbitos tanto económico, cultural, histórico y biológico.

Históricamente, han existido 2 grupos de personas que han abordado a las necesidades,

sin llegar a ponerse de acuerdo totalmente, estos grupos son los relativistas y los universalistas.

Los primeros postulaban que las necesidades dependían de rasgos como el sexo, edad, raza,

cultura etc., en cada persona; los segundos mencionaban que existían requerimientos que todos

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los seres humanos necesitamos para subsistir. Considero que el conflicto nace de la ignorancia,

puesto que considero que ambas posturas son válidas, necesarias y complementarias, pero

siempre ha existido pelea por las ideas propias del grupo sin realmente entender ni buscar incluir

en lo propio lo que dice el otro grupo. No es objeto de este estudio el describir todas las posturas

respecto a las necesidades humanas, pero encontramos visiones como la de Manfred Max Neff,

descrita en su libro “Desarrollo a Escala Humana” (1993), la cual postula que existen

necesidades existenciales, axiológicas y satisfactores de necesidades. Max Neef (1993) llegó a lo

más profundo de las necesidades, aquellas necesarias no en un sentido fisiológico o relativo, si

no en un sentido existencial, es decir, que la existencia misma demanda esas necesidades; las

axiológicas constituyen un carácter universal y relativo a la vez, puesto que todos los humanos

las compartimos pero bajo nuestro relativo nivel axiológico o de valor, por lo que su importancia

o prioridad variaba sin dejar de ser algo indispensable. Por último plantea los satisfactores de

necesidades, los cuales se presentan en individuos como supuestas necesidades, pero porque en

el fondo atienden a una necesidad verdadera.

Visiones como la anterior, complementan el tema de las necesidades y unen visiones

anteriormente peleadas, sin saber que podían ser complementarias (por ello es que le denomino

una problemática de ignorancia). En todo caso, lo único que necesitaría la teoría de Max Neef, es

un punto de vista biológico más presente, puesto que en su libro no se menciona mucho sustento

desde esa perspectiva. Los argumentos presentados para empezar a implementar visiones como

esta son vastos, por lo que una nueva concepción integral y que siempre busque adoptar nuevo

conocimiento, aunque esto sea incómodo en algunos sentidos es sumamente necesaria.

El priorizar estas formas de ver a las necesidades humanas, nos da una meta más segura

respecto a que enfocar nuestros esfuerzos como humanidad. Pero, ¿qué vehículos nos permiten

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llegar a estas metas? No pienso ahondar en los muchos vehículos posibles, en todo caso, me

gustaría plantear (o replantear) la forma en que uno de ellos ha visto banalizada su profesión y no

ayuda a un acercamiento real, profundo o “de raíz”, como se le guste llamar a satisfacer las

necesidades humanas de todos. Es así como presento a la psicología económica.

De acuerdo con Van Raaij (1981) La psicología económica es entendida como la ciencia

que estudia el comportamiento de los consumidores y emprendedores, visión que comparte la

mayor parte de la literatura internacional como los libros “The economic psychology of everyday

life” de Webley, Burgoyne, Lea y Young (2002), “The Handbook of economic psychology” de

Van Raaij, van Veldhoven, y Wärneryd (2013). “Psychology in economics and business: an

introduction to economic psychology” de Antonides (1996), entre muchos otros. Esta visión de

la psicología inmersa en el sistema capitalista mantiene una visión de éxito, optimización y

bienestar dentro de los márgenes de un sistema económico dado, como si se tratase de que el

capitalismo es un sine qua non de la psicología económica. Por mi parte, puedo conceptualizar

esta ciencia como psicología económica “dentro” de su objeto de estudio, la misma economía.

Dado que, como venía mencionando antes, esta es la visión más común de la psicología

económica, me es esencial proponer una nueva manera de ver a la psicología económica; una

visión que nos permite viajar “fuera” de la economía y cualquier sistema económico dado y

estudiar los cuestionamientos básicos que le hacen al ser humano un animal imposible de escapar

de los medios de organización de recursos, por lo tanto, con la necesidad constante e

interminable de cuestionar dichos medios en función de la satisfacción de las necesidades básicas

de todos los individuos no sólo de una sociedad, si no de la especie. Una visión que si bien existe

dentro de la psicología económica, y es sumamente básica, no adquiere la vital importancia que

requiere.

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En resumen, la psicología económica debe adquirir principalmente un valor de entender y

accionar frente a los sistemas económicos, participando en su mejora. Esto tomando en cuenta

que un sistema económico no puede expresarse de igual manera en todas las sociedades del

mundo, debe existir una equidad en el sistema que permita llegar a una mayor igualdad. Además

de estudiar por qué es que se le ha dado prioridad en la ciencia a la optimización y desarrollo de

recursos dentro de un sistema que tal como se lleva a cabo hoy, está destinado a la injusticia,

desigualdad y explotación de dichos recursos, tanto naturales como humanos.

Trasladando el tema a lo nacional, México es un país con una profunda desigualdad, en la

que la pobreza extrema representa el vehículo principal para no satisfacer las necesidades

humanas. Y a su vez, el principal vehículo que lleva a la pobreza extrema en este país es el

desempleo. El empleo es un concepto generado en este sistema económico que en su sentido más

básico, implica una parte que ofrece ocupación y su respectiva remuneración y una parte que

requiere la ocupación. Es casi imposible subsistir sin un empleo y la remuneración que éste

significa; lo que determina qué tanto se gana es un complejo proceso de oferta y demanda con

influencias globales pero que se expresa con particularidades en lo local. Con el crecimiento

demográfico y el desarrollo de la tecnología, la competencia para obtener casi cualquier empleo

se ha visto aglomerada, lo que deriva en que no todas las personas tienen una forma de obtener

dinero, capital económico; la esencia del sistema económico. Si alguien no tiene forma de entrar

de lleno en el sistema económico predominante, suceden múltiples consecuencias como la falta

de acceso a recursos, la marginación y la insatisfacción de las necesidades humanas.

Es así, como México no se encuentra exento de esta problemática, que se expresa en más

de la mitad de su población viviendo en pobreza y pobreza extrema. Es aquí cuando entra otra

problemática del sistema que deriva en desigualdad, la distribución de riqueza.

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La problemática de la distribución de riqueza no se resuelve simplemente en que los ricos

le den dinero a los no tan ricos, si no que se tiene que cambiar el entramado sistemático que lleva

a que en primer lugar exista una acumulación excesiva de riqueza. Diversas teorías existen sobre

cómo podemos llevar esto a cabo, no es objeto de este ensayo ahondar en ello, pero sabemos que

parte del cambio está en una reestructuración del sistema económico que permita el

cumplimiento de las necesidades básicas sin la explotación de recursos (explotación en un

sentido de obtener sólo lo necesario para mantener la homeostasis del mundo).

Es así como, y a manera de conclusión de este breve y muy general ensayo, se requiere

una nueva concepción respecto a la psicología económica, una reestructuración del sistema

económico y una profunda consideración pero sobre todo aplicación sobre las teorías mejor

fundamentadas sobre las necesidades humanas; todas presentadas a grandes rasgos en este

ensayo. Esto con el propósito de delimitar nuestra meta como humanidad (satisfacción de

necesidades humanas) y qué herramientas y vehículos necesitamos para lograr la meta (una

reformulación del sistema económico y una nueva concepción y praxis de las ciencias que les

compete el tema, como la psicología económica).

Fuentes de referencia

Antonides, G. (1996). Psychology in economics and business: an introduction to economic

psychology. Springer Science & Business Media.

Max Neef, M. (1993). Desarrollo a Escala Humana. Icaria Editorial.

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Van Raaij, W. F. (1981). Economic psychology. Journal of Economic psychology, 1(1), 1-24.

Van Raaij, W. F., van Veldhoven, G. M., & Wärneryd, K. E. (Eds.). (2013). Handbook of

economic psychology. Springer Science & Business Media.

Webley, P., Burgoyne, C., Lea, S., & Young, B. (2002). The economic psychology of everyday

life. Psychology Press.

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