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Instituto Nuestra Señora de la Asunción

Profesor Orlando Costinet Gomez

Estudiante Juan Esteban Llano Nieto

Crónica Imperio Bizantino

Grado 10°

Cali, Valle del Cauca

09/03/2023
El predominio de un Imperio

Os contaré una historia de un imperio, pero no cualquier imperio, sino uno de los
imperios más grandes de toda Europa y parte de oriente, hablo del imperio
romano que posteriormente se dividió en el imperio bizantino y el imperio
otomano. El imperio bizantino fue fundado justo después de la caída del imperio
romano, aunque Constantino I o Constantino el Grande (330 d. C) emperador en
aquel entonces, empezó el cambio con el traslado de la capital desde Roma a
Constantinopla donde comenzó el final de esta nación. La división entre el imperio
romano de occidente y el imperio bizantino es el paso a la edad media, donde
estas dos facciones predominarán durante todo este periodo incluso una parte del
renacimiento.
Todo esto empieza con la caída del emperador Rómulo Augústulo por parte del
general del ejército Odoacro el cual era parte del grupo hérulo, hasta que llegara
Anastasio I (491 d. C). Después de la etapa de Anastasio llega en el gran
Justiniano I (527-565) donde el imperio llega a su máximo esplendor; Justiniano se
propuso a si mismo restaurar las fronteras antiguas del imperio romano, algo que
lo hizo asegurarse de sí, fue la victoria de Belisario frente al expansionismo persa
donde emprendió una serie de conquistas en occidente haciendo realidad este
sueño.
En la historia Bizantina hay algo llamado “edad o etapa oscura”, de lo que se sabe
que fue un periodo de crisis donde sufrían amenazas externas como el
hostigamiento por parte del Islam, ataques de las tribus bárbaras del norte
(Bulgaria y Eslovaquia hoy en día) y la continuación del ataque persa en el este,
además de los problemas internos que tenían como la fue la guerra entre
iconoclastas e iconódulos, aunque todo esto era negativo para muchos, para otros
esto hizo que el imperio se reforzara y transformara. Hablando más a fondo sobre
los problemas internos la querella iconoclasta fue una época que marcó al imperio,
ya que en esta acontecieron sucesos de suma importancia como cuando León III
defendió exitosamente a la nación de los árabes o como el II concilio de Nicea el
cual tuvo una revolución en la religión de la época.
Tras la resolución de la guerra iconoclasta, se formó una unidad religiosa sólida en
el imperio, aunque todavía la Iglesia tenía que lidiar con la herejía de los
paulicianos y la doctrina bogomilita. Durante este tiempo hubo una expansión del
cristianismo oriental evangelizando a los búlgaros, pero esto provocó recelos en
Roma, donde estalló una crisis entre el patriarca de Constantinopla, Focio y el
Papa Nicolás I, los cuales se excomulgaron mutuamente produciéndose una
separación entre la Iglesia Oriental y Occidental. La ruptura definitiva con Roma se
cometió en 1054 con el conocido Cisma de Oriente y Occidente.
El declive del imperio Bizancio se puede decir que pasó tras el periodo de
esplendor que causó el renacimiento macedonio en la segunda mitad del siglo XI,
donde comenzó otro periodo de crisis que marcó la debilidad del imperio con la
aparición de dos nuevos enemigos poderosos: los turcos selyúcidas y los reinos
cristianos de Europa occidental que adoptaron el feudalismo, esto llevó a los
emperadores Comneno a realizar donaciones y cesiones de territorios a las
aristocracia y familias nobles. El emperador Alejo I Comneno buscó la ayuda del
Papa Urbano II par poder formar un ejército capaz de hacer lo imposible, que era
reconquistar Anatolia, iniciando así las cruzadas, que de manera irónica dieron
paso al declive final del imperio.
En el transcurso de las cruzadas hubo varios intentos de tomar el imperio, uno de
ellos fue por parte de Federico I Barbarroja emperador del sacro imperio, aunque
no lo pudo concretar. La Cuarta cruzada fue la más devastadora para el imperio
bizantino, ya que con la excusa de conquistar Egipto les prometieron riquezas por
parte de la República de Venecia a cambio de tomar Zara (Hungría). En 1204,
Constantinopla cayó ante los cruzados. Durante tres días se saquearon y
destruyeron importantes obras de arte; la ciudad cayó en manos de tropas
extranjeras por primera vez desde que fue fundada por Constantino I hace más de
800 años. Los cruzados y los venecianos firmaron la “Partitio terrarum imperii
Romaniae” ("Partición del Imperio Romano"), y el imperio dejó de existir, creando
una serie de estados cruzados. El más importante de ellos fue el Imperio Latino
(1204-1261).
Durante un tiempo, el imperio sobrevivió solo porque los selyúcidas, los mongoles
y los persas safávidas estaban demasiado divididos para atacarlo, pero finalmente
los turcos otomanos capturaron todo el territorio bizantino excepto unas pocas
ciudades portuarias. Los otomanos, el núcleo original del futuro Imperio Otomano,
descendían del sultanato fragmentado del estado selyúcida, dirigido por el cacique
Osman I, que tomó el nombre de Imperio Otomano o dinastía otomana.

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