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EJERCICIO N° 4 EL CISMA.

La separación de la Iglesia de Oriente y Occidente ha sido promovida por multiples y multi


temporales sucesos que fueron sumandose llevando a la inexorable división de las cabezas de las
antiguas sedes de oriente y la occidental o romana.

Podemos remontarnos a tiempos de Teodosio, que se mostró siempre obsequioso con el


cristianusmo, legando a declararlo religión oficial del Estado. A su muerte en el año 395, dejó a sus
dos hijos, Arcadio y Honorio, el gobierno de oriente, y de ocidente respectivamente. Su idea no fue
nunca dividir el Imperio debido a la amenaza latente de los bárbaros en las fronteras imperiales.

Arcadio residió en Milán, en tanto que Honorio lo hizo en Constantinopla.

Estas divisiones políticas, sumadas a la intromisión abierta del emperador (ocidental) y del Basileus
(emperador oriental) en los asuntos eclesiasticos, produjo constantes desentendimientos
doctrinarios entre ambas Iglesias.

La división del Imperio Romano soportó solamente un siglo: en el año 476 cae políticamente el
imperio romano de Occidente.

La situación empeoró por la prepotencia del emperador Zenón, quien en vez de ocuparse de las
amenazas crecientes de los barbaros en las fronteras, se empezó a inmiscuir en las disputas con los
monofisistas, Acacio, patriarca de Constantinopla; para poner fin a esa disputa, compuso una
fórmula llamada Henóticon, es decir, acto de unión, siendo obligados ambos bandos a aceptarlo por
el emperador. Sin embargo, la formula no era clara y se prestaba a falsas interpretaciones.

Pronto el imperio romano ocidental fue desmembrandose por acción de los bárbaros que finalmente
llegaron a regir Roma.

Recién en el año 527 Justiniano toma el trono de Constantinopla; reorganizando el imperio y


dandole un periodo de gran brillo. Bajo su mandato floreció el Derecho Romano y se convocó el
quinto Concilio Ecuménico, llevado a cabo en 533: concilio, en el que el emperador no dejaba de
entrometerse.

Una vez más notamos que la intromisión de los emperadores temporales iba socavando la unidad
del cristianismo.

En 568, Italia septentrional fue atacada primero por los ostrogodos, los que pudieron ser
rechazados; pero pronto otro pueblo barbaro, los lombardos, capitaneados por el feroz Albuino,
invadieron toda la Italia del Norte, fijando capital en Pavía. Los bizantinos, ya cansados y mal
dirigidos, no pudieron hacer frente a los lombardos.

La amenaza que pendía sobre Roma, hizo que el papa Gregorio pidiese ayuda al emperador
Mauricio; quien hizo oído sordo. Esto obligó al papa a per se organizar un pequeño ejército, con
ayuda de algunos reinos, dispuestos a sostener el asedio.

Pasaran los siglos hasta que entre los pueblos bárbaros, uno de ellos: los francos; fue el primero en
dejarse civilizar. Meroveo, uno de sus reyes, tuvo un hijo: Clodoveo, qe se convirtió al cristianismo,
en razón de ser su esposa una ferviente creyente.Desafotrunadamente, la descendencia de
Clodoveo fue perdiento predicamento, en favor de sus poderosos mayordomos, quienes adquirieron
prestigio y poder propios. Uno de ellos, Carlos Martel, detuvo en la batalla de Poitiers el avance
musulmán procedente de España-

Un descendiente de Martel, Carlomagno, obtuvo del papa ser nombrado Rey de los Francos y de
todo el Imperio Romano, sin la consulta pertinente a Oriente, generando un enojoso episodio mas
de separación.

Carlomagno había cedido al papa de Roma los territorios otrora de los Lombardos; pasando a
constituirse lo que despues se conocería como Estados Pontificios.

En el 711 ocurre la discrepancia Iconoclasta, bajo el auspicio del emperador oriental León III Isáurico,
quien dejandose llevar por las acusaciones de idolatría por parte de los judíos y árabes; condenó el
culto a las imágenes, logrando una epoca de gran destrucción donde el populacho se lanzó a destruir
valiosas obras de arte antiguo, todos elos bajo el nombre de “iconoclastas”

La defensa contra esta herejía fue ejercida valientemente por San Juan Damasceno, doctor griego de
la Iglesia. La lucha llegó al climax en 741 para cesar en 780, cuando la emperatriz bizantina Irene,
convoca en Nicea, un gran Concilio, en el que finalmente se condeno la herejía iconoclasta, no sin
una generosa efusión de sangre de mártires.

Como se dijo líneas antes, Carlomagno, ganandose la estima del papa de Roma se hizo nombrar
emperador de los Lombardos, y Patricio de los Romanos; siendo coronado en la Catedral de Roma.

Es indudable el aporte de Carlomagno a la conformación de lo que más adelante sería Europa


cristiana; pero su nombramiento en titulo de Pontifice maximo en la Basílica Vaticana en 795,
despertó recelos en Oriente. Carlomagno muere en 814.

Luego de la muerte de este monarca, Ludovico Pio, su hijo, dividió una vez mas el imperio entre sus
hermanos, debilitandolo por el caráter debil de los mismos.

De esta manera llegamos al siglo IX, epoca donde la Iglesia sufrió multiples acosos musulmanes.

En esa misma epoca, el papa designa Patriarca de Constantinopla a Ignacio, siendo sin embargo, yal
mismo tiempo elegido por el emperador bizantino Focio. Aquí se exacerba el cisma, pero
aparentemente se subsana, pero no por mucho tiempo.

Es con Focio que se genera el problema del Filioque, considerandose el culmen de una serie de
eventos previos, para la división dolorosa y definitiva entre oriente y occidente, que se dá durante el
patriarcado de Miguel Cerulario, quien prohibe desde entonces a los critianos latinos, la celebración
de la Misa con pan ácimo. Esta y otra serie de desentendiimientos, lleva finalmente a la excomunión
recíproca del patriarca y del papa en 1054.

Las cosas no pudieron ir peor, ya que con la infame Cuarta Cruzada, los ejércitos que tenían la noble
misión de recuperar tierra Santa de manos del Islam, a su paso por Bizancio, se entregaron a todo
tipo de abusos y barbaries, acrecentando aún más la de hecho existente división, la que no ira a
sanar nunca más.

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