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DERECHO DE DAÑOS

Unidad 1
1. Responsabilidad en general
responsabilidad civil “responsabilidad extracontractual”
introducción
El código anterior dio origen a la responsabilidad civil como una
respuesta del derecho privado ante daños causados a la persona y a
su patrimonio por deudores culpables, ofreciendo una reparación
patrimonial en tales casos. El reproche a la conducta de la gente
dañador resultado fundamental en este esquema pues no se
admitía la responsabilidad, sin culpa/dolo y el factor de
responsabilidad era el subjetivo, luego, con la revolución industrial
y sus consecuencias apareció la teoría del riesgo, esta teoría
consagró un factor de atribución objetiva, el reproche a la conducta
de la gente dañador, consistía en el resarcimiento de las víctimas.
La responsabilidad civil evolucionó prevaleciendo el concepto del
daño injustamente sufrido y la garantía del resarcimiento a la
víctima.
(hay daños de incidencia colectiva por ejemplo; el daño al medio
ambiente, ya que afecta a todos y la responsabilidad es colectiva)
El nuevo código establece un sistema de prelación normativa para
la interpretación y resolución de cuestiones que involucran a la
responsabilidad civil, según la cual las disposiciones
correspondientes deben aplicarse de acuerdo al siguiente orden
(Art 1709 del CCYC)
A. Las normas indispensables de este código y de la ley Ej. Ley de defensa al
especial. consumidor, leyes
especiales relativas a
B. La autonomía de la voluntad. siniestros viales, a la salud,
etc.
C. Las normas supletorias de la ley especial.
D. Las normas supletorias de este código.

PRESUPUESTOS DE ANTIJURIDICIDAD (UNIDAD 3)


RESPONSABILIDAD IMPUTABILIDAD (UNIDAD 5)
NEXO CAUSAL (UNIDAD 6)
DAÑO (UNIDAD 7)

FACTORES DE ATRIBUCION SUBJETIVOS: DOLO Y CULPA (UNIDAD 5)


DE RESPONSABILIDAD

OBJETIVOS:
• RIESGO
• EQUIDAD
• GARANTIA


la unificación de la responsabilidad civil; antecedentes. El nuevo
régimen legal
RESPONSABILIDAD CIVIL.
ANTES (CCYC DE VELEZ) (REGIMEN ACTUAL) DESPUES

➢ El art 1107 constituía la Se unifican ambos sistemas ya


norma que dividía ambos que el concepto de
sistemas de responsabilidad es el mismo, y
responsabilidad... “los los presupuestos son
hechos o las omisiones comunes. El CCyC trata a la
en el cumplimiento de la responsabilidad civil en los
obligación, no están artículos 1708 a 1780 libro III
comprendidos en los titulo V capitulo I dividido en
artículos de este título, si 11 secciones.
no degenerasen en ➢ El art 1716 es quizá
delitos del derecho
donde aparece la
criminal”
demostración del
➢ En la responsabilidad sistema unificado. Dice
contractual o por que tanto el deber de
incumplimiento “no dañar” como el
obligacional, se regula el incumplimiento de una
incumplimiento de un obligación, hacen surgir
deber preexistente y la el derecho de reclamar la
responsabilidad reparación de un daño
extracontractual deriva causado.
de la violación al deber
general de no dañar al
otro.
Cada una de estas tenían su
propia regulación y ubicación
dentro del CCyC derogado.
Vélez adopto esta posición por
entender que entre ambas
responsabilidades existían
diferencias entre: la mora,
régimen probatorio,
prescripción, extensión del
resarcimiento, daño moral,
clausulas que limitan el
alcance de la responsabilidad,
etc.

2. Responsabilidad precontractual
Esta responsabilidad tiene como contenido de estudio la posibilidad
del resarcimiento de los daños causados en el curso previo al
perfeccionamiento del contrato. Importa el primer momento del
contrato (nacimiento) cuando las partes exteriorizan su voluntad de
contratar. En esta etapa ambas partes pueden retirarse en
cualquier momento de la negociación, ya que tienen libertad de
contratar o no, sin embargo ello debe ser obrado de buena fe.

Fundamento
Gira en torno a la violación del principio de buena fe, que impone a
las partes un comportamiento leal y honesto, seriedad.
Naturaleza jurídica
existe un deber jurídico en el art 991 del CCyC “deber de buena fe”
“el incumplimiento de este deber genera la responsabilidad de
resarcir el daño...”

Régimen legal
Los arts. 990 y 993 del CCyC regulan las tratativas contractuales. Las
mismas comienzan con el primer contacto entre los futuros
contratantes y culmina con la celebración del contrato.

Presupuesto de esta responsabilidad

a) ANTIJURIDICIDAD DE LA CONDUCTA: se configura por la


violación del principio de buena fe, art 991
b) RELACION CAUSAL Y EXIMENTES: suele ocurrir que quien
aparentemente es el autor de la frustración del contrato, se a
retirado de las tratativas en razón de los incumplimientos de la otra
parte, quien deberá responder por los daños ocasionados.
c) FACTOR DE ATRIBUCION: la mayoría de la doctrina señala que
el factor de atribución es subjetivo.
d) DAÑO RESARCIBLE: el art 991 “deber de buena fe” dispone
que “el incumplimiento (dolo/culpa) de este deber genera la
responsabilidad de resarcir el daño que sufra el afectado por haber
confiado, sin su culpa, en la celebración del contrato.
Efectos
Surge la obligación de reparar los daños surgidos de la frustración
del acuerdo, debe ser de carácter integral, y tiene que comprender
todos los daños.
Unidad 2

1. Funciones de la responsabilidad civil


Régimen legal: el art 1708 del CCYC dispone: “funciones de la
responsabilidad. Las disposiciones de este título son aplicables a la
prevención del daño y a su reparación”.

• Función preventiva
Aspectos generales: se ha comprendido que se llegará a una mayor
efectividad del derecho cuando el acento se coloque más en la
prevención que en la reparación.
Distintas formas de prevención:
1. Una forma de prevención especifica que se da dentro de un
contexto circunscripto a las actividades riesgosas o peligrosas. Esta
prevención se realiza mediante medidas de seguridad destinadas a
impedir la consumación del daño de detener los efectos de la
acción dañosa ya iniciada.
2. Y otra de carácter general que opera de manera indirecta, y
que se plasma en la amenaza efectiva de una consecuencia legal,
frente a la producción determinada de un daño.
La prevención en el CCYC desarrolla la función preventiva entre los
artículos 1710 y 1713. El primero citado (1710) aporta lo siguiente:

El código avanza un poco mas e incluye una serie de dispositivos


(arts. 1711, a 1713 CCYC) que regulan el ejercicio y la tramitación
de la denominada “acción preventiva “que nace frente a un hecho
u omisión antijuridica que haya previsible la producción de un
daño”. Su continuación o agravamiento. No es exigible la
concurrencia de ningún factor de atribución (art. 1711).
Para que pueda hacerse valer la función preventiva, la antijuricidad
al ser calificativa de la conducta, deberá ser antijuricidad formal y
no meramente material.
Existe una institución denominada “tutela inhibitoria” que
consiste en una acción preventiva autónoma destinada a impedir
(en caso de amenaza de lesión) o hacer cesar determinadas
prácticas peligrosas (si la actividad ofensiva ya se ha iniciado y es
previsible su continuación o reiteración)
Acción preventiva. (arts. 1711 y 1713 CCYC)
El art. 1712 legitima para iniciar o promover la acción preventiva a
“quienes acreditan un interés razonable en la prevención del
daño.”
Requisitos para su procedencia:
1) Una conducta antijuridica (acción u omisión antijuridica). En
términos de una amenaza de producción de daño, de agravamiento
(o continuación o aumento) de la magnitud del daño en curso. Es
preciso que la amenaza de causación del daño provenga de una
actividad potencialmente antijuridica “porque solo ante la ilicitud
del comportamiento del demandado cabe restringir su libertad”
2) Interés del peticionante individual, individual homogéneo o
colectivo, patrimonial o extrapatrimonial.
3) Posibilidad concreta de adoptar una conducta positiva o de
abstención para evitar el daño o sus efectos.
4) La acción dañosa no debe estar ya consumada la prevención
requiere que algo se pueda todavía evitar y que exista posibilidad
de impedir la producción del daño o de detener sus efectos.
5) No debe haber obstáculos normativos, aplicables en el caso
concreto.
6) Adecuada relación de causalidad entre la conducta debida y el
resultado probable.
Por ultimo el art 1713 CCYC dispone que; la sentencia que admite la
acción preventiva debe disponer a pedido de parte de oficio, en
forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer, o no
hacer, según corresponda.
2) Función punitiva (función sancionadora de la responsabilidad
civil)
Esta función es una forma de prevención de carácter general que
opera de manera indirecta, y se plasma en la amenaza efectiva de
una consecuencia legal, frente a la producción determinada de un
daño.
Han sido definidos “como aquellos que se conceden para sancionar
al demandado (sujeto dañador) por haber cometido un hecho
particularmente grave y reprobable con el fin de disuadir o
desanimar a accionar del mismo tipo”
Tiene por objeto las siguientes funciones:
a) Sancionar al autor de la conducta lesiva: sancionar al
responsable de un hecho particularmente grave, cometido con dolo
o culpa grave.
b) Prevenir o disuadir conductas similares: la función punitiva o
disuasiva es considerada la mas importante ya que apunta a evitar
la reiteración de conductas similares. Para ello la cuantía debe
implicar una suma que importe una verdadera molestia para el
sujeto.
c) Eliminar el redito económico injustamente causado: esto es
cuando el sujeto asume las consecuencias del ilícito civil a
sabiendas que los beneficios que se obtendrán serán superiores a la
condena por el resarcimiento de los daños.
Régimen Legal
ANTECEDENTES
El primer intento de incorporación de este instituto fue en el
proyecto de unificación de 1998 en el art. 1587 bajo el nombre de
“multa civil”. Más tarde con la ley 26361 de abril de 2008 se
convirtió en la ley positiva incorporando el instituto a la ley de
defensa del consumidor a través del art. 52 bis.
Y UNIDAD 3
1) Función resarcitoria: consiste en restablecer el desequilibrio
patrimonial sufrido por la victima a través del pago de una
indemnización de daños y perjuicios.
Antecedentes: el CCYC de Vélez tenía una norma básica (art, a109
primera parte) que define a la responsabilidad civil, por el hecho
propio e importa una regla de buen comportamiento, “todo lo que
ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un daño
a otro, está obligado a la reparación del perjuicio”.
La responsabilidad civil se sustenta en cuatro presupuestos o
elementos esenciales:
• La antijuricidad, que consiste en la violación del deber de no
dañar o el incumplimiento de una obligación.
• Factores de atribución o de imputación que es la razón o
fundamento de adjudicar el deber de afrontar el daño.
• El daño que consiste en la lesión de un deber o interés licito
(si no hay daño, no hay responsabilidad).
• La relación de causalidad, que vincula jurídicamente el hecho
con el resultado.

2) Presupuestos de la responsabilidad.
Antijuridicidad: una conducta es antijurídica cuando resulta
contraria al ordenamiento jurídico, la acción es el comportamiento
humano, (acción u omisión) que provoca un resultado en el mundo
exterior, los hechos humanos presentan dos situaciones.
• Acción: situación en que como consecuencia de la
intervención del hombre, se produce un cambio en el mundo
exterior.
o Omisión: es la abstención en el actuar. En algunas omisiones
es la causa adecuada del daño (ejemplo, la madre que deja de
amamantar a su hijo) en derecho penal es omisión por comisión. En
estos casos la omisión no es mas que un medio para matar,
lesionar, etc. En otras omisiones el sujeto se limita a no impedir el
resultado y la situación de peligro no ha sido creada por el
comitente, son los llamados omisiones simples. (por ejemplo,
bañero no acede a salvar a un hombre que se esta ahogando) la
responsabilidad por la omisión simple aparece justamente, porque
existía la obligación de hacer y no la de abstenerse.
ESPECIES: distintas concepciones sobre la antijuricidad.

Concepto legal de antijuricidad. La antijuricidad en el código civil y


comercial de la nación.
El código anterior la antijuricidad era formal y subjetiva porque se
requería qué un hecho dañoso estuviera expresamente prohibido
por las leyes ordinarias, leyes municipales o reglamentos de policía
(artículo 1066) y que los agentes actuaron con "dolo" o "culpa"
(artículo 1067). En cambio el nuevo código consagra una
antijuricidad objetiva y material. El artículo 1717 se refiere
expresamente a la antijuricidad " acción u omisión a otro es
antijurídico está justificado".
3) La antijuridicidad contractual: consiste en la infracción a una
obligación preexistente y específica. En el nuevo código existen
referencias a ambos tipos de antijuricidad en distintas formas así
por ejemplo el artículo 1716 referido al deber reparar dispone " la
violación del deber de no dañar a otro por incumplimiento de una
obligación, da lugar a la reparación del daño causado a las
disposiciones de este código". A su vez el artículo 1749 sobre
sujetos responsables en el caso de responsabilidad directa se
refiere a " quién incumple una obligación u ocasiona un daño
injustificado acción u omisión. en una obligación, el deudor ASUME
El Deber de ejecutar la prestación voluntariamente, en la forma
tiempo y modo correspondientes, lo cual debe conducir a satisfacer
el interés del creador, a una lógica y consecuente extinción del
vínculo jurídico y su consiguiente Liberación. Fenómeno se
denomina" cumplimiento".
Como contraposición aquella: hay " incumplimiento" en sentido
amplio toda vez que el deudor no ajusta su conducta al
comportamiento debido, Por ende es considerado tal, tanto
ejecución absoluta de la prestación como la relativa.
• Inejecución absoluta: Se produce cuando a raíz del
incumplimiento obligacional, en cualquiera de sus manifestaciones
la prestación ya no es susceptible de ser específicamente cumplida
ulteriormente por resultar material o jurídicamente imposible. Es
una situación irreversible, lo que caracteriza el incumplimiento
absoluto o definitivo es este ultimo dato: la frustración definitiva e
irreversible del interés del acreedor derivada de la no ejecución de
la obligación conforme a lo previsto.
• Inejecución relativa: los supuestos de cumplimiento relativo
presentan: la infracción, admiten todavía la posibilidad de
cumplimiento especifico tardío, la prestación no cumplida en
tiempo propio – MORA – o deficientemente ejecutada, es aún
material y jurídicamente susceptible de ser realizada de manera
específica o idónea para satisfacer el interés del acreedor. La
inexactitud de lo ejecutado puede guardar relación con los sujetos,
con el objeto, con el lugar o el tiempo de cumplimiento de la
prestación.

4) MORA= situación específica de incumplimiento relativo y


caracterizado por el interés que aun guarda el acreedor en el
incumplimiento de la obligación. (A) MORA DEL DEUDOR) (B) MORA
DEL ACREEDOR) (C) MORA DE OBLIGACIONES RECIPROCAS)
a) Mora del deudor, según ´Pizarro la mora es el retraso
imputable al deudor que no quita la posibilidad de cumplimiento
tardío.
Elementos de la mora (requisitos):
1) Retardo o retraso, en el incumplimiento de la obligación, que se
verifica cuando la obligación se ha tomado exigible por vencimiento
de su plazo.
2)El factor de atribución: de acuerdo de la opinión de Pizarro, basta
con la presencia de un factor de atribución subjetivo que sería la
mora subjetiva, o la mora objetiva para que se configure la
situación jurídica de la mora. Es subjetiva cuando requiere para su
configuración y procedencia la presencia de la culpa. La eximente
propia en el plano de la imputabilidad subjetiva debe ser prueba de
la no culpa. Cuando la mora es objetiva se quiere con ella decir que
la imputación se efectúa. *con abstracción de toda idea de
culpabilidad y *en base de un parámetro objetivo de atribución
(por ejemplo el riesgo creado). En el plano de las eximentes, quien
pretenda liberarse tendrá que probar algo más que la no culpa.
3) La constitución en mora, que es el elemento formal, dicha
constitución en mora puede operar de distinta manera, *por un
acto del acreedor, (interpretación) o *o bien por el mero transcurso
del tiempo (mora automatiza) la interpelación no es el único
camino para constituir en mora el deudor, a veces la constitución
en mora opera, sin intervención alguna del acreedor, solo por el
transcurso del tiempo, automáticamente.
El REGIMEN LEGAL DE LA MORA EN EL CCYC ANTERIOR:
El código anterior trato a la mora del deudor en el articulo 509.
Vélez Sarsfield estableció un principio general, el de la
interpretación judicial o extrajudicial, necesaria para constituir en
mora al deudor y tres excepciones que eran 1) MORA
CONVENCIONAL, 2) MORA EN EL SUPUESTO DE PLAZO PERENTORIO
O ESENCIAL, Y 3) MORA LEGAL.

EL REGIMEN DE LA MORA DENTRO DEL SISTEMA DE LA LEY


N°17711.
En el articulo 509 reformado por la ley 17711 no tenia un principio
general en materia de constitución en mora, sino que se había
limitado a señalar como se produce la mora en los distintos
supuestos por ella contemplados.
1er párrafo: hablaba de obligaciones con plazo “expreso cierto”.
2do párrafo: obligaciones de plazo tácito, es decir a las que el
tiempo de cumplimiento, emerge la propia naturaleza de la
obligación y que para su constitución en mora se exigía la
interpretación.
3er párrafo: obligaciones sin plazo, donde era necesario que se
realice una fijación judicial del mismo.
4to párrafo: eximente de responsabilidad derivada de la mora.
LA MORA EN EL NUEVO CCYC: trata a la mora del deudor en la
sección 2da del capítulo 4to “Pago” del título I “Obligaciones en
general” del libro 3ro “Derechos personales”, en los arts. 886 a 888.
• En el artículo 886 se establece una relación general mora
automática: La Mora del deudor se produce por él solo
transcurso del tiempo fijado para su cumplimiento.
• Luego el artículo 887 presenta las excepciones a esta regla,
para el caso de las obligaciones a plazo tácito, en el qué
acreedor deberá interpelar al deudor para constituirlo en
Mora y para que en las obligaciones a plazo indeterminado el
juez lo fijé judicialmente.

(Hay de tal modo una regla general "Mora automática" y dos


excepciones, 1) obligaciones sujetas a plazo tácito y plazo
indeterminado)

En el artículo 888 se determina como el deudor puede eximirse de


las consecuencias derivadas de la Mora, para ello el autor debe
probar que dichas consecuencias no le son imputable, cualquiera
sea el lugar de pago de la obligación.
Efectos de la Mora del deudor:
1) Obliga al deudor a indemnizar los daños y perjuicios causados al
acreedor por el retardo.
2) Pone a cargo del deudor los riesgos de la cosa, si bien la general
es que las cosas se deterioran o se pueden, pierden para su dueño,
cuando el deudor incurre en Mora responde también portales
consecuencias.
3) Da derecho al acreedor a resolver el contrato en los términos del
artículo 1088 del código civil y comercial de la nación.
4) Paralización del derecho a constituir en Mora a la otra parte, "
los incumplimientos recíprocos se paralizan".
5) Se suspende el curso de la prescripción.

CESACIÓN DE LA MORA: Se da en las siguientes hipótesis:


1. Cuando el deudor cumple con la prestación, cesa su estado de
mora, debe pagar por los daños e intereses moratorios hasta ese
momento.
2. En el supuesto de que sobrevenga la imposibilidad de cumplir la
prestación, cesan los efectos de la Mora, pero el obligado debe los
daños e intereses moratorios hasta el día de ocurrir la
imposibilidad, y además los daños e intereses compensatorios
(artículo 955 del código civil y comercial de la nación).
3. En el caso de que el acreedor enuncia los derechos que le asisten
por la Mora incurrida.
4. La oferta real de pago, efectivo integró efectuada por el deudor
al acreedor.
5. Cuando el estado demora se ha constituido a raíz de una
demanda judicial del acreedor.

B) MORA DEL ACREEDOR


Concepto fundamentos: La Mora del acreedor no había sido
contemplada en el código anterior, solo aludida a ella en la nota al
artículo 509. Tampoco había sido considerada por la ley 17711. El
nuevo código civil y comercial de la nación consagra expresamente
la Mora del acreedor en el artículo 886 in fine "El acreedor recurre
en Mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad
con el artículo 887 y se rehusé injustificadamente a recibirlo.
En consecuencia toda vez que el comportamiento del acreedor
impida la realización del pago que quiera hacer el deudor, incurrirá
en Mora.

REQUISITODS DE LA MORA DEL ACREEDOR.


1. Que exista una obligación válida en estado de cumplimiento (por
ejemplo que el plazo esté vencido)
2. Que para el cumplimiento de la prestación sea necesario un
comportamiento por parte del acreedor.
3. Que el acreedor falte a ese comportamiento, no cumpliendo con
su deber de cooperación (por ejemplo que se niegue
injustificadamente a recibir la mercadería convenida el día
estipulado, etc.)
4. Que exista una oferta real de pago por parte del deudor con más
de que esté haya promovido el cumplimiento, siendo insuficiente
su mera voluntad de pago.
Busco: El acreedor se constituye en Mora cuando se niega en recibir
la prestación que se le ofrece, la oferta es el requerimiento que el
deudor le hace al acreedor para que acepte la prestación.

EFECTOS QUE PRODUCE LA MORA DEL ACREEDOR


1. El acreedor moroso debe resarcir los daños y perjuicios
moratorios. Cualquiera sea la causa de la extensión:
2. La mora del acreedor pone a su cargo los riesgos de la
prestación, si ellos pesaban hasta entonces sobre el deudor.
3. La mora del acreedor a cesar los intereses moratorios a cargo del
deudor.
4. Provoca la liberación del deudor, cuando el pago alterna de la
obligación resulta imposible.
5. Impide la constitución en Mora del deudor.

CESACIÓN DE LA MORA DEL ACREEDOR. La mora del acreedor está


llamada a desaparecer, de varias causas, pueden provenir del
acreedor o deudor o de hechos extraños a las partes.
a) cesa la Mora del acreedor cuando esté manifieste la voluntad de
aceptar el pago del deudor.
b) cesa la Mora del acreedor por decisión del deudor, cuando esté
renuncia total o parcialmente a la prestación de hacer valer lo
derechos emergentes de aquella Mora.
c) se extingue la Mora del acreedor por la extinción de la obligación
a qué se requiere, cualquiera sea la causa de la extinción: Pago,
imposibilidad de pago, etc.

C. MORA EN LAS OBLIGACIONES RECÍPROCAS: El código nuevo no


tiene una disposición normativa relativa a la Mora en la obligación
recíprocas, cómo la tenía el código anterior en el artículo 510. De
todos modos seguirá aplicándose el criterio de acuerdo al cual la
Mora incurrida por uno de los obligados lo inhabilita para constituir
en Mora al otro.

UNIDAD 4
1) CAUSAS DE JUSTIFICACION: el CCyC las enumera
expresamente en los arts. 1718 a 1720. Queda claro decir que
las causas de justificación eliminan la antijuridicidad, es decir
hay supuestos en donde el obrar antijurídico por parte del
deudor resulta justificable.

Las causas de justificación son: (3)


Ejercicio regular de un derecho: el CCyC dispone en el art
1718 inc. a. “está justificado el hecho que causa un daño:
en ejercicio regular de un derecho”. Debe aclararse que el
ejercicio regular de los derechos propios deben realizarse
en forma regular y no abusiva, es decir este debe realizarse
sin lesionar a los derechos de los demás ni los fines de la
ley y sin causar daños injustos.
Pero en ocasiones, aunque se ejerza un derecho regular, se
produce un daño a terceros. En este caso la ley brinda ciertas
pautas para determinar si tal consecuencia genera la
obligación de reparar.
Legítima defensa: La legítima defensa es el supuesto en
que alguien causa daños a otros usando medios racionales
a fin de repeler una agresión ilegitima.
En el CCyC se encuentra receptado en el art 1718 inc. b.
“en legítima defensa propia o de terceros, por un medio
racionalmente proporcionado, frente a una agresión actual
o inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue
agresor ilegitimo y sufre daños como consecuencia de un
hecho realizado en legítima defensa, tiene derecho a
obtener una reparación plena”

Requisitos de la legítima defensa: (son 3)


1) Agresión ilegitima: es necesario que el ataque sea
contrario a la ley. Si el que lo hace ejercita
regularmente un hecho propio no puede caber
legítima defensa. Por ejemplo: si el oficial de
justicia, cumpliendo una orden judicial, promueve
el desalojo de una casa, el desalojado no podrá
oponer una legítima defensa por no existir una
agresión ilegitima. Además de ilícita, la agresión
debe ser actual ya que la actualidad significa
inminencia de daño. (no es suficiente la mera
amenaza y mucho menos el daño consumado). La
agresión debe dirigirse contra la persona o contra
sus bienes.
2) Racionalidad del medio empleado: este requisito
hace al comportamiento de quien se defiende. La
racionalidad hace a la proporción entre el ataque,
los derechos llamados a proteger, y los medios
utilizados para su defensa. Ejemplo. No sería
racional que una persona, para evitar ser mojada
en carnaval, recurra a un arma de fuego para
repeler la agresión.
3) Falta de provocación suficiente: para que haya
falta de provocación suficiente es necesario
analizar que las actitudes o comportamientos del
defendido no hayan sido la causa de la agresión.
Estado de necesidad: se ha interpretado que el estado de
necesidad “es un peligro que solo puede evitarse mediante
la lesión a un bien jurídico ajeno”. Por ejemplo un capitán
de barco, para evitar un naufragio, hecha la carga al mar, o
el conductor de un ómnibus, que chocó contra un árbol
para evitar embestir a un menor de edad que cruzo
imprevistamente por el camino, etc. En estos casos, se
daña un bien para salvar otro más valioso. El CCyC
introduce la regulación de esta figura en el art 1718. Inc. C.
al disponer que está justificado el hecho que causa un
daño.

Requisitos del estado de necesidad: (son 5)


1) La existencia de un peligro actual o inminente de sufrir un
daño en la persona o en las cosas.
2) Tal peligro no debe ser imputable al autor de un daño, ni
debe estar obligado a soportar la situación de peligro.
3) El daño causado debe ser de naturaleza patrimonial ya que
no se admite que un hombre para salvar su vida ataque la
vida de otro, salvo en caso de defensa propia.
4) Que no exista otra manera de eludir el peligro
5) Que el daño que se procura evitar sea cualitativa o
cuantitativamente superior al que se ocasiona al tercero.

Efectos del estado de necesidad


Esta figura importa un causal de justificación, y por ende el
agente no responde por los daños y perjuicios. Y tiene
derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo
considere equitativo.

2) ASUNSION DE RIESGOS Y ACTOS DE ABNEGACION:


Art 1719 CCyC que dispone: “la exposición voluntaria por parte
de la víctima a una situación de peligro no justifica el hecho
dañoso ni exime de responsabilidad a menos que, por las
circunstancias del caso, ella pueda calificársela como un hecho
del damnificado que interrumpe total o parcialmente el nexo
causal”
La mayor parte de los actos de la vida moderna entrañan un
riesgo: como por ej. Viajar en avión, en automóvil, subir
escaleras, etc.
La aceptación de riesgos no cubre sino los riesgos que fuera
objeto de esta aceptación, por lo tanto, el jugador de futbol que
acuerda integrar el equipo en el partido de futbol a disputarse,
presta su conformidad para correr riesgos en el partido, si el
mismo en el transcurso del partido (actividad riesgosa) comete
un acto culpable, debe responder de las consecuencias dañosas
de su culpa, sin que el consentimiento de la víctima en aceptar
los riesgos baste para liberarlos de esa obligación.
El acto de abnegación:
Consiste en “el acto de una persona que no tiene obligación
jurídica alguna, y acepta sacrificar o correr riesgo de su vida o
integridad corporal para auxiliar a otro”. La segunda parte del art
1719, se refiere a los denominados “actos de abnegación” que
dispone “quien voluntariamente se expone a una situación de
peligro para salvar la persona o los bienes de otro tiene derecho,
en caso de resultado dañado, a ser indemnizado por quien creo
la situación de peligro, o por el beneficio del acto de abnegación.
En este último caso, la reparación procede únicamente en la
medida del enriquecimiento por él obtenido.” Por ej. Quien
ingrese a un inmueble incendiado para rescatar a sus ocupantes,
y sufre quemaduras.

3) CONSENTIMIENTO LIBRE E INFORMADO DEL DAMNIFICADO


Ante la producción de un daño, precedido del consentimiento
del damnificado, debe dispensarse de responsabilidad al
agente y eximirlo del deber de reparar. El CCyC eleva al rango
de causa de justificación al consentimiento libre e informado
del damnificado en el art 1720 dispone que “sin perjuicio de
disposiciones especiales, el consentimiento libre e informado
del damnificado, en la medida en que no constituye una
cláusula abusiva, libera de la responsabilidad por los daños
derivados de la lesión de bienes disponibles”.
El artículo exige ciertos requisitos que la voluntad de la
víctima quite antijuridicidad al daño por ella sufrido, ellos son:
a) Que el consentimiento del damnificado sea libre e
informado. Libre quiere decir que debe tratarse de un
hecho voluntario, e informado hace referencia a
aquellas situaciones en las cuales existe una desigualdad
real entre las partes y la ley pone a cargo a una de ellas
el deber de suministrar información a la otra.
b) Que la cláusula que instrumenta ese consentimiento no
sea abusiva.
c) Que el consentimiento recaiga sobre bienes disponibles.

El art. 1720 es de carácter subsidiario de la legislación


especial que pueda resultar aplicable, como lo indica
expresamente en su primera oración. Esta figura es cada
vez más trascendente en aquellas materias que
involucran relaciones entre expertos (profesionales) y
legos (personas comunes: clientes, pacientes, etc.) y que
interesa hoy a las responsabilidades profesionales en
general.

4) IMPREVISION:
La doctrina ha identificado a la imprevisión, como una causa de
justificación del incumplimiento contractual en la medida que
supone la modificación de ciertas condiciones básicas del
contrato, o bien la pérdida del equilibrio en las disposiciones
originadas de las partes. La imprevisión es “una herramienta que
permite modificar ciertos contratos de tracto sucesivo o de
ejecución continuada en el tiempo, que se han visto alterados en
su ecuación económica por causas ajenas a las partes,
generalmente provenientes de modificaciones macroeconómicas
sobrevenidas”.
5) Responsabilidad civil por actos ilícitos dañosos:

UNIDAD 5
1) IMPUTABILIDAD:
Es la atribución del acto y sus consecuencias al sujeto que lo
realizo voluntariamente. La imputabilidad es un concepto que
se utiliza para establecer si el sujeto demandado tiene
suficiente discernimiento o capacidad para atribuirle el
resultado.
La regla es que para arrastrar consecuencias a su autor, los
actos deben ser voluntarios, los actos ejecutados sin
discernimiento, intención y libertad no producen obligación
alguna.
A los fines de la responsabilidad civil, no basta con que una
persona sea autora material de un daño, sino que asimismo
debe ser tenida como “imputable” del mismo. Es necesario
que la autoría material del hecho se cumpla por una persona
que, con discernimiento, intención y libertad al tiempo de su
ejecución, hubiese estado en condiciones de prever y evitar
sus resultados.

FACTOR DE ATRIBUCION:
Para que las consecuencias de un hecho puedan ser atribuido
a un sujeto determinado, es necesaria que el mismo obedezca
a un factor de atribución. Factor de atribución es la razón
suficiente por la cual se justifica que el daño que ha sufrido
una persona se traslade económicamente a otra.
Los factores de atribución se clasifican en objetivos y
subjetivos.
➢ Factores de atribución subjetivos toman en cuenta la
reprochabilidad de la conducta del sujeto ofensor o
dañador, sea porque obro negligentemente (culpa) sea
porque lo hizo con intención dañina (dolo).
➢ Los factores objetivos, son los que no tienen
consideración en la reprochabilidad de la conducta, se
tiene en cuenta la acción misma, que el ordenamiento
jurídico repudia al considerarla reprochable. Son
factores objetivos entre otros, el riesgo, la equidad, la
garantía.

Los factores de atribución en el CCyC


El CCyC hace referencia a los factores de atribución en el
art 1721, cuando dispone que “la atribución de un daño
al responsable puede basarse en factores objetivos y
subjetivos. En ausencia de normativa (cuando medie un
vacío legal), el factor de atribución es la culpa”.

2) LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y OBJETIVA EN


MATERIA OBLIGACIONAL CONTRACTUAL:
Las obligaciones de medios y de resultado:
La distinción entre ambas obligaciones es útil y actualmente tiene
una función que es determinar el régimen de la carga de la prueba,
pues marca una línea divisoria entre la responsabilidad subjetiva
(obligaciones de medios) y la responsabilidad objetiva (obligaciones
de resultado).
Supuestos de obligaciones de medios: se considera obligaciones de
medios a las obligaciones de prestar servicios, a las que provienen
de los contratos de locación de servicios, del contrato de trabajo y
del mandato. De igual naturaleza don las obligaciones que emergen
de contratos de asesoramiento profesional. En ellos el profesional
asume la obligación de prestar sus conocimientos técnicos al
cliente, sin asegurarle el resultado financiero o económico exitoso
de esa gestión, por ej.: asesor financiero. En el campo del derecho
de trabajo, es también obligación de medios la que presta el
trabajador.
Supuestos de obligaciones de resultado: las obligaciones de dar son
por lo general obligaciones de resultado, ya que su cumplimiento
solamente se obtiene a través de la entrega de lo adeudado.
Tratándose de obligaciones de hacer se considera obligación de
resultado la de ejecutar na obra, material o intelectual.
En lo que hace a las obligaciones de no hacer, se considera que son
de resultado, ya que su cumplimiento suele depender
exclusivamente del deudor.

3) FACTORES SUBJETIVOS EN LA RESPONSABILIDAD


CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL: DOLO Y CULPA

DOLO: el dolo implica una idea de mala fe, de conducta


deliberada contraria al derecho.
El CCyC reconoce distintas acepciones del dolo:
1) Dolo como vicio de la voluntad: (art 271 CCC) consiste
justamente en el engaño que se utilice para conseguir
la ejecución del acto.
2) Dolo obligacional: (art 1084 inc. D) se refiere al
incumplimiento intencional de una obligación y
habilita la resolución del contrato.
3) Dolo como factor de atribución de responsabilidad
subjetivo: (art 1714 CCC) cuando dispone que “el dolo
se configura por la producción de un daño de manera
intencional o con manifiesta indiferencia por los
interés ajenos”
Prueba del dolo: no se presume, la prueba del mismo pesa siempre
sobre quien invoca su existencia. El CCyC art 1734 dispone que “la
prueba del dolo incumbe a quien lo alega y son admisibles todos los
medios de prueba”.

Efectos del dolo:

CULPA: para que se configure la culpa es necesario la presencia de


dos requisitos “la omisión de realizar la conducta que exige la
naturaleza de la obligación y la ausencia de propósito deliberado de
incumplir o de causar un daño”. El CCyC en su art 1724 “la culpa
consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de
la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el
lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en
el arte o profesión”.

La culpa puede presentarse de diversas maneras:


a. Negligencia: Omitir tomar las precauciones necesarias al encarar
una acción, las diligencias que exigiere la naturaleza de la
obligación y las circunstancias. También se la denomina “culpa
inconsciente”. Mientras que en la negligencia no se hace algo que
la prudencia indica hacer, en la imprudencia, se hace algo que la
prudencia indica no hacer. Ej.: El chofer que deja estacionado el
automóvil, con las llaves puestas, posibilitando su hurto por un
tercero.
b. Imprudencia: Es una conducta positiva consistente en una
acción en la cual había que abstenerse, o bien una acción realizada
precipitadamente e irreflexivamente, que es llevada a cabo sin
prever sus consecuencias. Ej.: el caso de quien conduce a gran
velocidad en zona urbana, confiando en que su habilidad para
manejar le permitirá evitar un accidente o esperando que no
ocurra. La imprudencia importa falta de previsión o precaución.
c. Impericia: Es la incapacidad técnica para el ejercicio de una
función determinada, profesión o arte. Ej.: el ingeniero que por
desconocimiento de las reglas que rigen su actividad profesional,
realiza un cálculo de estructura equivocado, que luego provoca el
derrumbe de la obra.

-Sistemas de Apreciación: Apreciar la culpa es considerar la forma


en que debe ser juzgado el comportamiento de las personas.
Básicamente hay dos sistemas, aunque algunos autores hablan de
un tercer sistema, mixto, que adopta soluciones intermedias.
1) Apreciación en Concreto: Es típicamente subjetiva, es decir, que
para juzgar la conducta es necesario saber si alguien se ha
comportado como debía, o como lo hacía habitualmente,
observando los deberes de previsibilidad. Es necesario determinar
su psiquis, su inteligencia y su comportamiento en sociedad y
entonces juzgar, de acuerdo a circunstancias particulares, si obro o
no con culpa.
2) Apreciación en Abstracto: Es un método de comparación entre
“tipos ideales” y la conducta del agente, determinando si actuó de
la forma en que lo hubiera hecho el “tipo ideal”.
Cuando habitualmente se juzga que alguien obra mal, no hace lo
que debe, es porque no actúa como los hombres diligentes o las
personas de comportamiento medio. Es el concepto de diligencia
normal, ni el mejor ni el peor, que corresponde al comportamiento
ordinario en una sociedad determinada.
Prueba: La carga de la prueba de la culpa incumbe, a quien la alega,
salvo disposición legal o convencional en contrario. En la culpa,
como vimos anteriormente en las obligaciones de medios, se
prevén facultades para la distribución de la carga de la prueba de la
culpa o de haber obrado con la diligencia debida, ponderando cuál
de las partes se halla en mejor situación de aportarlas, las que
surgen de la llamada “teoría de las cargas dinámicas de la prueba”.
-Dispensa Anticipada de la responsabilidad (Culpa y/o Dolo): Art.
1743 CCC.: “Son invalidas las cláusulas que eximen o limitan la
obligación de indemnizar cuando afectan derechos indisponibles,
atentan contra la buena fe, las buenas costumbres o leyes
imperativas, o son abusivas. Son también invalidas si liberan
anticipadamente, en forma total o parcial, del daño sufrido por
dolo del deudor o de las personas por las cuales debe responder.”.
Nada obsta a que, una vez producido el daño, pueda el acreedor
renunciar al derecho resarcitorio derivado del mismo.
4) FACTORES OBEJTIVOS DE LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL
Y EXTRACONTRACTUAL:
Son supuestos de la responsabilidad objetiva:
• -La teoría del riesgo: Surgió del derecho francés a finales del
siglo XIX. Esta teoría se sintetiza de la siguiente manera: quien
es dueño o se sirve de cosas, o realiza actividades que, por su
naturaleza o modo de empleo generan riesgos potenciales a
terceros, debe responder por los daños que ellas originan. Fue
incorporada expresamente a nuestro derecho positivo en el
art. 1113 del CC incorporado por la ley 17711/68.
Una actividad es riesgosa, cuando por su propia naturaleza
(esto es, por sus características propias, ordinarias y
normales), o por las circunstancias de su realización genera un
riesgo o peligro para terceros.
En el CCyC contemplan dos supuestos:
1) el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas
2) y de las actividades que sean peligrosas. En todos los casos
la responsabilidad es objetiva.

En cuanto a los sujetos responsables, se admite que el


dueño y el guardián son responsables indistintamente del
daño causado por las cosas. Se considera guardián a quien
ejerce, por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control
de la cosa, o a quien obtiene provecho de ella. El dueño no
responde si prueba que la cosa fue usada en contra de su
voluntad. En caso de actividad riesgosa o peligrosa
responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de
ella, por si o por terceros.
• La garantía: La idea de garantía constituye un factor objetivo
de atribución. Suele mencionarse dentro de este supuesto, a
la responsabilidad del principal por el hecho de los
dependientes.
El art. 1753 del CCyC: “El principal responde objetivamente
por los daños que causen los que están bajo su dependencia,
o las personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de
sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio
o con ocasión de las funciones encomendadas. La falta de
discernimiento del dependiente no excusa al principal. La
responsabilidad del principal es concurrente con la del
dependiente”.
Asimismo contempla dos hipótesis: la de los daños causados
por aquellos que están bajo dependencia del principal y la de
los auxiliares de los cuales el principal se vale para ejecutar la
obligación.
• -El deber de seguridad: La obligación de seguridad tiene
carácter de obligación secundaria pero autónoma y por ende
no subordinada a la principal. El cumplimiento de la
obligación principal no conlleva el de la obligación de
seguridad, del mismo modo que su extinción no provoca
similar efecto respecto de esta última. Tiene sustento en el
principio de la Buena Fe.
El ámbito de aplicación de estas solo se concibe en contratos
cuyas prestaciones tienen carácter riesgoso o peligroso, y que
imponen al deudor la obligación de velar por las personas y
bienes del acreedor respecto de los posibles daños. En
general son obligaciones de resultado, el deudor para excluir
su responsabilidad debe probar el caso fortuito, el hecho o
culpa de la víctima o el hecho de un tercero por quien no
debe responder.
Otros factores objetivos de atribución:
• La Equidad: Se presenta en nuestro derecho como un factor
de atribución de carácter objetivo, en materia de daño
involuntario, o sea, aquel causado por quien obra sin
intención, discernimiento o libertad. El autor de un daño
involuntario responde por razones de equidad.

UNIDAD 6
1) Relación de Causalidad: Es la vinculación que debe existir
entre un hecho y un daño, para que el autor de ese
comportamiento deba indemnizar el perjuicio. El hecho debe
ser la causa del daño, y por lo tanto, el detrimento o
menoscabo aparece como el efecto o la consecuencia de ese
obrar.
La relación causal asume doble función:
a) Autoría: Permite determinar e individualizar con rigor
científico, al sujeto que debe responder por el resultado
dañoso.
b) Adecuación: Brinda también, los parámetros objetivos
indispensables para determinar la extensión del
resarcimiento. La relación de causalidad define si el daño
debe ser reparado y con qué extensión.

-Apreciación: Para abordar con método el estudio de la


causalidad, es preciso antes distinguir netamente causalidad
de culpabilidad. La causalidad antecede a la culpabilidad.
La Causalidad tiene por objeto determinar cuándo y en qué
condiciones, un resultado (daño) debe ser considerado
consecuencia de un hecho jurídicamente imputable a una
persona.
La Culpabilidad se propone establecer cuando y en qué
condiciones, un acto debe ser imputado subjetivamente a su
autor.
El tema de la causalidad es puramente objetivo, ajeno a toda
valoración sobre la injusticia y sobre la irreprochabilidad de la
acusación del daño. Así pues, quien ocasionó un daño al
cobijo de una causa de justificación (legítima defensa)
provoca un daño lícito y no es jurídicamente responsable, aun
cuando el perjuicio tendrá relación de causalidad con su
actuación.
Sin embargo debemos aclarar que es una responsabilidad por
daños legítimos o de producción justificada, pero se considera
injusto que sean soportados por la victima sin derecho a
resarcimiento.
2) Teorías: se admite que para que deba responderse por un
daño, es necesario que el mismo se haya causado, mediante
acción u omisión, por su autor. Para la producción de los
sucesos confluyen abundantes factores o condiciones, que
unidos provocan el resultado. La “causa”, está formada por
todas estas condiciones consideradas colectivamente:
➢ Teoría de la equivalencia de las condiciones: La causa de
una determinada consecuencia dañosa es la suma de las
condiciones necesarias para producirla. Estas
condiciones son todas equivalentes y en conjunto
configuran el resultado final (si quitamos alguna se
rompe el nexo causal), sin que pueda distinguirse entre
las que son imputables al autor del daño y las que no lo
son, por lo que resulta excesiva, llegando a cargar al
obligado con consecuencias inconcebibles y disvaliosas.
➢ Teoría de la causa próxima: Contempla únicamente la
causa más próxima en el tiempo (inmediata), sin
remontarse a un grado más remoto. Se le ha objetado
que no siempre la más próxima es la verdadera causa
del daño, o no es la que gravita decisivamente. Por
ejemplo: cuando dolosamente se cambia el
medicamento que debe darse a un enfermo por la
sustancia toxica, y la enfermera que ignora la
sustitución, lo da y el enfermo muere, la enfermera no
es la causando del homicidio, sino aquel que realizo el
cambio con anterioridad.
➢ Teoría de la causa predominante o de la causa eficiente:
No Todas las causas concurrentes son equivalentes, sino
que tienen distinta eficacia, y debe computarse tan solo
la que tiene mayor fuerza productiva o mayor influencia,
es decir, la más eficaz para producir la consecuencia. El
defecto de esta es que no siempre es posible determinar
cuál es el hecho de eficacia predominante y, además, es
imposible dividir un resultado, para atribuir a una
condición un poder causal decisivo.
➢ Teoría de la Causa Adecuada: Es la predominante tanto
civil, como penalmente. Debe distinguirse entre la
“causa” y la “mera condición” lo que hace es asilar una
de las condiciones para otorgarle la categoría de
“causa”. La cuestión es cuál de todas las condiciones va
a ser la causa adecuada para producir el resultado. Para
ello es necesario hacer un juicio de probabilidades en
abstracto, lo cual implica pensar como ocurren los
hechos o como deben ocurrir los acontecimiento de
acuerdo con su regularidad. Si de todo ese estudio es
posible determinar que a cierta condición responder
imponerle la consecuencia, esa condición es la que va a
ser la causa adecuada del resultado.

Clasificación de Consecuencias: A los fines de la


causalidad jurídica, nuestro Código parte de la base de la
“previsibilidad” del resultado. Así teniendo en cuenta la
mayor o menor probabilidad de las consecuencias
derivables del acto, nuestro Código, según Art. 1726, las
distingue en Inmediatas, Mediatas y Casuales.
➢ Inmediatas: Son las que acostumbran a suceder según el
curso natural y ordinario de las cosas. Esa circunstancia
de que acostumbran a suceder, es común tanto a las
inmediatas como a las mediatas previsibles, en razón de
que en ambos casos hay relación de causalidad
adecuada. La característica que diferencia a las
inmediatas es que, además de ser previsibles, resultan
directamente del acto mismo, sin que entre éste y la
consecuencia en cuestión media algún otro hecho
distinto.
➢ Mediatas: Resultan de la conexión de un hecho con un
acontecimiento distinto. Si este segundo acontecimiento
es previsible, la consecuencia que resulta, también lo es,
y se imputa igual al responsable. En el ejemplo del
disparo del arma de fuego, es una consecuencia mediata
el lucro cesante sufrido durante la convalecencia de la
víctima, pues resulta de la conjunción del hecho original
(lesión causada por el disparo) con otro distinto (que el
damnificado se desempeñaba en una actividad
remunerada).
➢ Casuales: Son consecuencias mediatas que no pueden
preverse. Precisamente por no ser previsibles, estas no
son imputables, salvo cuando el autor las hubiera
previsto de manera concreta, en función de las
circunstancias del caso, y actuando teniendo en miras
ese resultado. No son resarcibles.

3) PRUEBA DE LA RELACION CAUSAL: La prueba de la relación


de causalidad adecuada pesa sobre quien reclama la
reparación del daño, tanto en materia contractual como
extracontractual. La víctima siempre debe demostrar la
conexión material entre un determinado hecho y su
resultado. La causalidad no se presume. Art. 1736 “La carga
de la prueba de la relación de causalidad corresponde a quien
la alega, excepto que la ley la impute o la presuma. La carga
de la prueba de la causa ajena, o la imposibilidad de
cumplimiento, recae sobre quien la invoca”.
4) INTERFERENCIA E INTERRUPCION DEL NEXO CAUSAL:
Puede ocurrir que la relación causal sea alcanzada por
factores extraños, con idoneidad para suprimir o aminorar sus
efectos. En el primer caso hablamos de una Interrupción del
Nexo Causal, en cambio, cuando solo disminuye los efectos,
estamos en presencia de una Concausa.
La ausencia total o parcial de relación causal provoca la
ausencia total o parcial de responsabilidad civil. Si bien este
tema tiene importancia en todos los supuestos de
responsabilidad civil, posee mayor impronta en la órbita de
presunciones de responsabilidad objetiva, en donde el
supuesto responsable solo puede liberarse demostrando la
incidencia de una causa ajena.
En los casos de responsabilidad subjetiva, al demandado le
basta con demostrar que obro negligentemente, más allá de
que su actividad probatoria pueda además demostrar la
presencia de causas ajenas.
La doctrina suele agrupar las distintas situaciones que
provocan la interrupción total o parcial del nexo de causalidad
bajo la denominación de “eximentes”.
En nuestro CCC, las eximentes que se vinculan con la relación
de causalidad y el factor objetivo de atribución son: a- El
hecho o culpa de la víctima; b- El hecho o culpa de un tercero
extraño por quien no se deba responder; c- El caso fortuito o
fuerza mayor, ajeno al riesgo desplegado.

a- Hecho de la Victima: La propia conducta del damnificado se


puede convertir, frecuentemente, en causa exclusiva o
concausa del daño. En tal caso no es razonable trasladar las
consecuencias a un tercero que no es responsable total o
parcial del daño por la victima sufrido. Esto quiere decir que el
nexo causal entre el hecho ilícito- o el incumplimiento
contractual- y el daño puede ser excluido total o parcialmente
por la existencia de un hecho del damnificado que tenga
aptitud causal para producir el resultado, o al menos para
incidir en él. En principio, no es necesario que este hecho sea
culpable, razón por la cual el articulo también aplica al hecho
de las personas sin discernimiento.
Art. 1729 CCC.: “La responsabilidad puede ser excluida o
limitada por la incidencia del hecho del damnificado en la
producción del daño, excepto que la ley o el contrato
dispongan que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de
cualquier otra circunstancia especial.”
Ejemplo el peatón cruza la calle con el semáforo en rojo. O
sea, que el propio damnificado haya contribuido causalmente
a la producción del daño que sufre. Para que el hecho de la
víctima desplace totalmente la autoría del agente, y se
constituya en la causa exclusiva del perjuicio, es preciso que
reúna los caracteres del caso fortuito e los términos del
artículo 1730 (que sea imprevisible, inevitable además de
exterior). Esto es así por cuanto únicamente el caso fortuito
rompe totalmente el nexo causal adecuado entre el hecho del
sindicado como responsable, y el daño. Si el hecho de la
víctima no reúne los caracteres del casus, se constituye una
concausa adecuada al daño, y justifica la reducción de la
indemnización en función de la incidencia causal del hecho
del damnificado.
Requisitos:
➢ Incidencia Causal: El hecho de la víctima debe tener
incidencia causal adecuada en la producción del
resultado, sea como causa exclusiva o como concausa.
➢ Hecho del damnificado: Como bien lo establece el Art.
1729 CCC. La regla general es que el “simple hecho de la
víctima” ya eximiría al demandado y rompería el nexo
causal.

EFECTOS:
A) Hecho exclusivo de la víctima: provoca la plena eximición
de responsabilidad por parte del demandado.
B) Concurrencia del hecho de la víctima con la culpa probada
o presumida lesionante:
C) Concurrencia del hecho de la víctima y de supuestos de
factores objetivos de atribución:
➢ Hecho exclusivo de la victima
➢ Hecho de la víctima concurrente con factores
objetivos de atribución.

LA RESPONSABILIDAD PUEDE SER EXCLUIDA O LIMITADA.

b- Hecho de un Tercero: El nexo causal se interrumpe, total o


parcialmente, cuando se demuestra que el daño obedece al
hecho de un tercero extraño, por quien no se debe responder,
en cuyo caso, la atribución material del menoscabo se
desplaza hacia el tercero, que es a quien debe imputársele,
objetiva o subjetivamente, el daño causado.
A los fines de la eximente, el concepto asume un sentido
limitado; no cualquier hecho de un tercero es idóneo para
desvirtuar el nexo de causalidad que pueda existir entre la
conducta del demandado y el daño: Debe tratarse de un
tercero por quien no se deba responder.
Art. 1731 CCC.: “Para eximir de responsabilidad, total o
parcialmente, el hecho de un tercero por quien no se debe
responder debe reunir los caracteres del caso fortuito”. (A
desarrollar a continuación).

Requisitos:
➢ Incidencia Causal: El hecho del tercero debe incidir en la
producción del resultado, sea exclusiva o
concurrentemente. De ser de manera exclusiva, el 3ro es
el único responsable, mientras que si lo hacen de
manera concurrente, ambos deberán responder por el
perjuicio, pudiendo luego ejercitar las acciones de
regreso.
¿Basta con el “simple hecho” o debe mediar culpa del
tercero? Un sector de la doctrina exige que medie
culpabilidad para poder actuar como eximente, de modo que
el simple hecho por un inimputable, o inculpable, no tendría
efectos eximentes, salvo que por sus características se pueda
configurar un caso fortuito.
➢ El Hecho del Tercero no Debe Ser Imputable al
Demandado: Para que opere la eximente, el hecho del
tercero no debe ser imputable al demandado, quien
debe probar que su conducta fue extraña a la
producción del hecho determinante del daño.

Efectos:
➢ Hecho Exclusivo del Tercero: Provoca la eximición total
del demandado. El tercero es el autor material del daño
y quien debe responder, siempre que se configuren
todos los demás presupuestos de la obligación de
resarcir.
En el nuevo CCC., para que el hecho de un tercero actúe como
un eximente de responsabilidad debe reunir los requisitos del
caso fortuito (Art. 1731 CCC.).

➢ Concurrencia del hecho del tercero con la del


demandado:
En este caso, ambos deben responder concurrentemente
frente a la víctima y luego ejercitar las acciones de regreso
pertinentes.
➢ Hecho del tercero concurrente con el factor de
atribución objetivo del demandado: al igual que en caso
anterior, amos deben responder concurrentemente
frente a la víctima.

c- Caso Fortuito: Acontecimiento extraordinario, imprevisible


e inevitable que interrumpe y desvía la cadena causal, y cuyo
resultado dañoso no puede ser imputado al deudor. De ahí
que estos constituyen supuestos de “interrupción e
interferencia en la cadena de condiciones”.
Art. 1730 1er Párrafo, 1ra Parte CCC.: “Se considera caso
fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser
previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser
evitado…”.
Unidad o Dualidad: Se encuentra controvertido si el caso
fortuito y la fuerza mayor son conceptos sinónimos o
diferentes.

Unidad o Dualidad: Se encuentra controvertido si el caso


fortuito y la fuerza mayor son conceptos sinónimos o
diferentes.
Tanto en el antiguo CC., como en el nuevo CCC., estos
términos son tratados como sinónimos. Art. 1730 2do Párrafo
CCC.: “Este código emplea los términos caso fortuito y fuerza
mayor como sinónimos.”
Sin embargo no ocurre lo mismo en la doctrina:
A) Tradicionalmente se entendía que caso fortuito se
refería a los hechos de la naturaleza y fuerza mayor a los actos
del hombre, distinción que tenía nada más importancia
teórica, ya que en la práctica ambos liberaban al deudor de
responsabilidad.
B) Hay autores que designan caso fortuito a los hechos
imprevisibles y fuerza mayor a los hechos inevitables.
C) Otros que nombran caso fortuito a los hechos menos
importantes y fuerza mayor a los más extraordinarios.
D) Para otro sector doctrinario, es preciso distinguirlos, no
solo desde el punto de vista conceptual sino también en
cuanto a sus efectos. La fuerza mayor exime de
responsabilidad, el caso fortuito no.

Requisitos:
A) Imprevisible: Debe tratarse de un hecho que un hombre
de mediana prudencia no tenga por qué suponer que ocurrirá.
Cuando se habla de “Casos Fortuitos Previstos”, no debe
entenderse como una previsión precisa, sino de la
eventualidad de que tal hecho pueda ocurrir, sin que sea
posible saber dónde y cuándo lo hará.
B) Inevitable: Es cuando el deudor ha sido impotente para
impedir el hecho que obsta al cumplimiento de la obligación.
C) Actual: Es menester que se trate de un hecho presente y
no de una simple amenaza de una imposibilidad eventual.
D) Extraordinario: debe tratarse de un acontecimiento que
excede el orden natural y ello porque la consecuencia no
ocurre de acuerdo al curso ordinario y regular de la
naturaleza.
E) Inimputable: Significa que no se puede atribuir a la culpa
del deudor; Excepto:
Art. 1733 CCC.: “Aunque ocurra el caso fortuito o la
imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en
los siguientes casos:
a- Si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso
fortuito o una imposibilidad;
b- Si de una disposición legal resulta que no se libera por
caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;
c- Si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la
producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;
d- Si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento
sobrevienen por su culpa;
e- Si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de
cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia
propia del riesgo de la cosa o la actividad;
f- Si está obligado a restituir como consecuencia de un
hecho ilícito.”

Efectos:
Como principio general, el caso fortuito interrumpe el nexo
causal, eximiendo de responsabilidad al deudor, y por lo tanto
liberándolo de pagar los daños y perjuicios.
Si la obligación se hace de cumplimiento temporalmente
imposible, cuando cese el impedimento, el deudor debe
cumplir en forma inmediata salvo que sea de plazo esencial.
Si la imposibilidad es parcial, el deudor queda, en principio,
obligado a la entrega de lo restante.
Como excepciones, tenemos las circunstancias planteadas en
el Art. 1733 CCC., para la cual debemos remitirnos a los
“Requisitos: Inimputable”. Excepto cláusula de
responsabilidad, pacto de garantía, la culpa y mora del
deudor.
Principio general: el caso fortuito provoca la destrucción total
o parcial, según los casos, del nexo de causalidad.
En el ámbito del incumplimiento obligacional o contractual
produce dos efectos fundamentales:
1) extingue la obligación por imposibilidad sobrevenida
2) libera al deudor de responsabilidad por dicho
cumplimiento.

Excepciones:

Prueba: “Excepto disposición legal, la carga de la prueba de los


factores de atribución y de las circunstancias eximentes
corresponde a quien los alega” (Art. 1734 CCC.).
Por lo tanto, a quien le corresponde probar la existencia de un caso
fortuito que lo exima de responsabilidad, es al deudor. Sin
embargo, si se tratara de un hecho notorio, sería innecesaria su
probanza.

UNIDAD 7
1. Daño
Concepto: el código anterior solo hacia referencia del mismo en el
articulo 519, (art 1068 y 1069) el nuevo CCYC si lo hace en el art.
1737, en cuanto dispone “Hay daño cuando se lesiona un derecho o
interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por
objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia
colectiva”. El daño como objeto de resarcimiento es aquel que
consiste en la lesión a un derecho o un interés merecedor de
protección conforme al Ord. Jurídico, si no está justificado.
Este puede ser individual o colectivo, individual se afecta un
derecho o interés licito y no contrario a derecho que tiene por
objeto el patrimonio o la persona. En el colectivo se afecta un
derecho o interés que rece sobre un bien de incidencia colectiva. En
todos los casos el daño puede ser patrimonial o extrapatrimonial.
Requisitos y clasificación: art. 1739 dispone, “para la procedencia
de la indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto
actual o futuro, cierto y subsistente”.
a) El daño debe ser personal de quien pretende la
indemnización. Se trata de una aplicación simple del principio
fundamental según el cual si no hay interés no hay acción.
Este requisito exige que la lesión recaiga sobre un interés propio, es
decir, solamente podrá reclamar la reparación la persona que ha
sufrido el perjuicio. Puede ser a su vez directo o indirecto. Es
directo cuando el titular del interés afectado es la víctima del ilícito
(ej.: una persona que resulta lesionada en un accidente de tránsito
y reclama los perjuicios sufridos en su integridad física). Es indirecto
cuando el perjuicio propio invocado por la demandante deriva
de una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de
un tercero (ej.: la viuda y los hijos del muerto reclaman la
reparación del perjuicio material y moral derivado de la muerte de
un tercero).
b) El daño debe ser subsistente. Este requisito exige que el daño
deba subsistir al tiempo del resarcimiento; el mismo no debe
haber sido aún resarcido. Inclusive este se mantiene vigente
si la propia víctima afrontó por sí el pago de los daños o si lo hizo un
tercero que puede subrogarse en sus derechos. Si el dañador o
responsable no indemnizó el daño, queda subsistente porque no se
lo canceló y se mantiene con independencia de que la víctima o un
tercero hubieran logrado el restablecimiento de la situación
material.
c) El daño resarcible debe ser cierto y no eventual. Es menester
que el daño sea real y efectivo, y no puramente eventual o
hipotético. El daño cierto puede ser presente o actual si ya se
produjo, o futuro cuando se producirá segura o probablemente con
posterioridad a la sentencia.
Clasificación del daño:
• Daño patrimonial y extrapatrimonial:
El daño será patrimonial o extrapatrimonial, dependiendo de cuál
sea la índole del interés afectado. Los daños serán patrimoniales o
extrapatrimoniales, fundamentalmente si producen un menoscabo
patrimonial en la esfera espiritual. Si la lesión repercute en el
patrimonio, ya sea produciendo una disminución de ingresos o
impidiendo su incremento, estamos ante un daño de tipo
patrimonial. Pero si incide sobre valores como los sentimientos o el
proyecto de vida, será de carácter extrapatrimonial.
• Daño emergente y lucro cesante: El daño emergente, consiste
en la pérdida o disminución de valores económicos ya
existentes en el patrimonio, a raíz del hecho ilícito aquiliano o
del incumplimiento obligacional, generándose un
empobrecimiento patrimonial a raíz de dicha pérdida. El lucro
cesante se traduce en el valor de las ganancias frustradas,
dejadas de percibir por el damnificado, a raíz del ilícito o del
incumplimiento obligacional.
Por ejemplo: una persona embestida por un automóvil
que experimenta daños en su integridad física, los daños
emergentes serán aquellos gastos de atención médica (honorarios,
gastos de internación, medicamentos, etc.) y el lucro cesante por
las ganancias dejadas de percibir durante el período en el cual el
damnificado se vio impedido de trabajar.
• Daño actual y futuro: El daño actual es aquel ya producido al
momento de dictarse sentencia; el daño futuro es el que
todavía no se ha producido al tiempo de dictarse sentencia,
pero que se presenta como una previsible prolongación o
agravación de un daño actual, o como un nuevo menoscabo
futuro. En materia de daño futuro siempre existe un
cierto grado de aleatoriedad.
• Daño compensatorio y moratorio: El daño compensatorio
comprende todo el menoscabo patrimonial provocado por el
incumplimiento total y definitivo de la obligación. En tal caso,
la prestación originaria se convierte en la de pagar daños e
intereses. Daño moratorio es el que resulta del retardo en el
cumplimiento de la obligación. La indemnización del daño
compensatorio sustituye a la prestación originaria, mientras
que la indemnización del daño moroso se acumula al objeto
de la obligación.
• Daño directo e indirecto: Existen distintos tipos de sentidos
que se le atribuye a esta categoría de daños. Por un lado, el
daño patrimonial sería directo cuando la lesión recae
directamente sobre los bienes que conforman el patrimonio
de la persona, e indirecto cuando recae directamente sobre
derechos extrapatrimoniales e indirectamente sobre el
patrimonio. En otro sentido, el daño es directo cuando afecta
a la víctima demandante o damnificada directa; y es indirecto
cuando quien reclama es una persona distinta a la víctima,
que sufre un perjuicio propio, derivado de aquel (por ej.: la
conviviente de la víctima de un siniestro vial)
• Daño al interés positivo y negativo: El daño al interés positivo
es el que sufre el acreedor ante la expectativa que le habría
deparado el cumplimiento del contrato, es decir, que el
acreedor tiene derecho a ser indemnizado para quedar
colocado en aquella situación en que se encontraría si
el contrato se hubiese cumplido.
El daño al interés negativo es el que sufre el acreedor a raíz de la
invalidez del contrato, es decir, el daño sufrido por quien ha
confiado en la validez del negocio jurídico, y por cuyo motivo ha
realizado gastos y erogaciones
2. Los nuevos daños
Daños a la persona: concepto, supuestos:
Violación a los derechos personalísimos de la víctima, de su
integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales
legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de
vida. Dentro del concepto de daño a la persona, fue incorporado el
daño a la salud que es aquel que atañe al bienestar integral del
sujeto. Dentro de esta faceta quedarían incluidos los siguientes
daños:
• El daño a la vida de relación: cuando el damnificado
experimenta una disminución psicofísica que le impide o dificulta
la aptitud para gozar de los bienes de la vida que tenía antes del
hecho lesivo (practicar deportes, asistir a un espectáculo, viajar,
etc.).
• El daño estético: La misma deriva en la degradación de
aspecto de la persona.
• El daño sexual: es aquel que produce la pérdida o disminución
de la función de los órganos sexuales, lo que tiene que ver, con la
reproducción y el placer. Por ejemplo: quien experimenta una
imposibilidad temporaria o definitiva para procrear, quien
resulta contagiado de una ETS, etc.
• El daño psíquico: entendí como una perturbación de
la personalidad del damnificado
• El daño al proyecto de vida: Afectaría la manera de vivir
que cada uno ha elegido y la libertad que todos tenemos de definir
nuestro propio proyecto existencial, de ser como somos.
La opinión mayoritaria de nuestra doctrina sostiene que en nuestro
ordenamiento jurídico solo se conciben dos grandes categorías del
daño: daño patrimonial (emergente, lucro cesante, pérdida de la
chance) y daño extrapatrimonial (moral).
3. Prueba del daño: El art. 1744 establece “El daño debe ser
acreditado por quien lo invoca, excepto que la ley lo impute o
presuma, o que surja notorio de los propios hechos”. La carga de la
prueba incumbe a quien afirme la existencia de un hecho
controvertido. En consecuencia, el onus probandi recae en cabeza
de quien alega o afirma la existencia del daño o su cuantía. La
norma deja a salvo dos supuestos en los que no rige esa regla:
1) los daños presumidos o imputados por la ley.
2) los hechos notorios.
• Las presunciones legales son las directamente establecidas
por la ley de fondo o procesal y pueden ser absolutas o admitir
prueba en contrario. Las presunciones judiciales son las
conclusiones que establecen los jueces en base a las reglas de la
experiencia y a partir de la existencia de una pluralidad
concordante de hechos a los que se puede inferir razonablemente
el resultado, son creación de la jurisprudencia. Los hechos
presumidos por la ley no requieren prueba adicional, por ejemplo,
que el fallecimiento acarrea gastos de sepelio. En materia de
presunciones judiciales, por ejemplo, la rotura de partes esenciales
de un auto afecta su valor de reventa en el mercado de usados.
• Con respecto a los hechos notorios, se trata de los que surgen
per se de los mismos hechos: los daños que surgen
notoriamente de su propia existencia. Los hechos notorios
son los conocidos y tenidos por ciertos por la generalidad de las
personas de mediana cultura en el lugar y en el tiempo en que se
desenvuelve el proceso. Por ejemplo: la muerte de un ser querido o
las afecciones físicas presupone un daño moral. En estos supuestos
el demandado deberá probar que el daño no se produjo.
4. Pérdida de la chance: concepto:
Existe pérdida de chance cuando se frustra una
oportunidad de obtener un beneficio. Adviértase que lo frustrado
no es el beneficio esperado, sino la mera probabilidad de lograrlo
en caso de no haber ocurrido el hecho. Nada permite afirmar que,
de no haber mediado el evento lesivo, el damnificado
hubiese obtenido el provecho económico o espiritual pretendido.
El ejemplo típico es el jugador de fútbol que no pudo continuar
su carrera deportiva ascendente.
La pérdida de chances puede tener repercusiones
patrimoniales o no patrimoniales como el padecimiento y la
aflicción por la pérdida de la probabilidad de continuar su carrera
deportiva en Europa. En la chance frustrada lo indemnizable no es
la ventaja misma, sino la probabilidad de obtener el beneficio, el
que siempre será más reducido o más bajo que la totalidad de la
ventaja. La indemnización por pérdida de la chance consiste en el
valor de la posibilidad, lo reparable es la “probabilidad perdida”.
El art. 1739 del CCyC dispone que “… La pérdida de la chance es
indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y
guarde adecuada relación de causalidad con el hecho generador”.
Requisitos:
1) La chance debe ser real y seria, y no una mera ilusión o conjetura
de la mente del damnificado.
2) El otro aspecto, a tener en cuenta, es la mayor cercanía
temporal, por cuanto existen mayores y mejores posibilidades de
obtener resarcimiento por frustración.
5. Daño moral.
Concepto:
Más modernamente, se destacó que este tipo de daño
opera como una modificación disvaliosa del espíritu
consecuencia de una lesión a un interés no patrimonial, que habrá
de traducirse en un modo de estar diferente de aquel en el que se
hallaba antes del hecho, como consecuencia de este, y
anímicamente perjudicial.
El CCyC alude al daño con consecuencias no patrimoniales,
haciendo referencia justamente al perjuicio que provoca la
lesión a intereses espirituales de una persona, que produce
consecuencias disvaliosas, que se traducen en un modo de
estar diferente al que se encontraba con anterioridad al hecho
lesivo, lo cual significa una concepción amplia del daño moral. Art.
1738 2da Parte CCC.: “…Las consecuencias de la violación de los
derechos personalísimos de la víctima, de su integridad
personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales
legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de
vida.”

Prueba del daño moral: El daño moral debe ser probado, en tanto y
en cuanto la ley no consagre una presunción legal de daño. Dicha
prueba operará normalmente por vía de las presunciones judiciales
atento a la imposibilidad de mensurar el daño moral de la misma
forma que el daño material. La demostración de los hechos siempre
queda a cargo del actor. Esa es la regla. La jurisprudencia ha
sostenido que en materia de lesiones a la integridad psicofísica,
dolores, angustias, otros pareceres sufridos por la víctima o
incapacidades permanentes o afecciones vinculadas con el
parentesco cercano, el perjuicio extrapatrimonial se tiene por
probada in re ipsi, es decir, por la misma fuerza de los
acontecimientos.

Antecedentes, Derecho Comparado: Francia: Fue la jurisprudencia


francesa quien primero se pronunció sobre la aceptación del daño
moral y quienes esbozaron y dieron cuerpo delineando el concepto
frente a una doctrina dividida al respecto. España: El Código Civil
no hace referencia alguna al daño moral, pero la doctrina
y jurisprudencia extraen de la amplitud de uno de sus artículos, la
recepción del mismo.
Alemania: Prohibía la indemnización del daño moral en los casos no
previstos expresamente por la ley; se refería a cuatro supuestos:
Lesión corporal, daño a la salud, privación de la libertad y ciertos
actos contra la libertad sexual femenina; que luego la
jurisprudencia ampliaría por vía de la analogía.
Italia: Impera el carácter negativo del resarcimiento de los daños no
patrimoniales; debiendo ser resarcido solo en los casos
determinados por ley, que se reducen a los supuestos de daños
derivados de delitos del derecho penal. Régimen del Código Civil de
Vélez: Vélez Sarsfield consagro en el art. 1078 la posibilidad de
resarcir el daño moral únicamente dentro del ámbito de la
responsabilidad extracontractual, cuando se cometa un delito que a
su vez sea un delito criminal.
Reforma 17.711: Esta reforma cerro el debate ya que modificó el
texto del artículo 1078, e introdujo una nueva redacción al art 522
del Código Civil que ahora admite la posibilidad de su reclamo en el
campo contractual.

Régimen Legal: -Legitimación: Art. 1741 CCC.: “Esta


legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias
no patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su
muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a
título personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquel recibiendo
trato familiar ostensible.
La acción solo se transmite a los sucesores universales del
legitimado si es interpuesta por este. El monto de la
indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones
sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas
reconocidas. “En 1° lugar: el damnificado directo (quien sufre el
daño en calidad de víctima inmediata del suceso). Y en 2° lugar,
como excepciones: el damnificado indirecto (Ascendiente;
descendientes; cónyuge; quienes convivían con aquél recibiendo un
trato familiar ostensible) a título personal si resultare la muerte de
la víctima directa o sufriere una gran discapacidad. Y sólo se
transmite a los herederos universales de la víctima fallecida, SÓLO
si había sido interpuesta en vida por el causante

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