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Unidad 1
1. Responsabilidad en general
responsabilidad civil “responsabilidad extracontractual”
introducción
El código anterior dio origen a la responsabilidad civil como una
respuesta del derecho privado ante daños causados a la persona y a
su patrimonio por deudores culpables, ofreciendo una reparación
patrimonial en tales casos. El reproche a la conducta de la gente
dañador resultado fundamental en este esquema pues no se
admitía la responsabilidad, sin culpa/dolo y el factor de
responsabilidad era el subjetivo, luego, con la revolución industrial
y sus consecuencias apareció la teoría del riesgo, esta teoría
consagró un factor de atribución objetiva, el reproche a la conducta
de la gente dañador, consistía en el resarcimiento de las víctimas.
La responsabilidad civil evolucionó prevaleciendo el concepto del
daño injustamente sufrido y la garantía del resarcimiento a la
víctima.
(hay daños de incidencia colectiva por ejemplo; el daño al medio
ambiente, ya que afecta a todos y la responsabilidad es colectiva)
El nuevo código establece un sistema de prelación normativa para
la interpretación y resolución de cuestiones que involucran a la
responsabilidad civil, según la cual las disposiciones
correspondientes deben aplicarse de acuerdo al siguiente orden
(Art 1709 del CCYC)
A. Las normas indispensables de este código y de la ley Ej. Ley de defensa al
especial. consumidor, leyes
especiales relativas a
B. La autonomía de la voluntad. siniestros viales, a la salud,
etc.
C. Las normas supletorias de la ley especial.
D. Las normas supletorias de este código.
OBJETIVOS:
• RIESGO
• EQUIDAD
• GARANTIA
•
•
la unificación de la responsabilidad civil; antecedentes. El nuevo
régimen legal
RESPONSABILIDAD CIVIL.
ANTES (CCYC DE VELEZ) (REGIMEN ACTUAL) DESPUES
2. Responsabilidad precontractual
Esta responsabilidad tiene como contenido de estudio la posibilidad
del resarcimiento de los daños causados en el curso previo al
perfeccionamiento del contrato. Importa el primer momento del
contrato (nacimiento) cuando las partes exteriorizan su voluntad de
contratar. En esta etapa ambas partes pueden retirarse en
cualquier momento de la negociación, ya que tienen libertad de
contratar o no, sin embargo ello debe ser obrado de buena fe.
Fundamento
Gira en torno a la violación del principio de buena fe, que impone a
las partes un comportamiento leal y honesto, seriedad.
Naturaleza jurídica
existe un deber jurídico en el art 991 del CCyC “deber de buena fe”
“el incumplimiento de este deber genera la responsabilidad de
resarcir el daño...”
Régimen legal
Los arts. 990 y 993 del CCyC regulan las tratativas contractuales. Las
mismas comienzan con el primer contacto entre los futuros
contratantes y culmina con la celebración del contrato.
• Función preventiva
Aspectos generales: se ha comprendido que se llegará a una mayor
efectividad del derecho cuando el acento se coloque más en la
prevención que en la reparación.
Distintas formas de prevención:
1. Una forma de prevención especifica que se da dentro de un
contexto circunscripto a las actividades riesgosas o peligrosas. Esta
prevención se realiza mediante medidas de seguridad destinadas a
impedir la consumación del daño de detener los efectos de la
acción dañosa ya iniciada.
2. Y otra de carácter general que opera de manera indirecta, y
que se plasma en la amenaza efectiva de una consecuencia legal,
frente a la producción determinada de un daño.
La prevención en el CCYC desarrolla la función preventiva entre los
artículos 1710 y 1713. El primero citado (1710) aporta lo siguiente:
2) Presupuestos de la responsabilidad.
Antijuridicidad: una conducta es antijurídica cuando resulta
contraria al ordenamiento jurídico, la acción es el comportamiento
humano, (acción u omisión) que provoca un resultado en el mundo
exterior, los hechos humanos presentan dos situaciones.
• Acción: situación en que como consecuencia de la
intervención del hombre, se produce un cambio en el mundo
exterior.
o Omisión: es la abstención en el actuar. En algunas omisiones
es la causa adecuada del daño (ejemplo, la madre que deja de
amamantar a su hijo) en derecho penal es omisión por comisión. En
estos casos la omisión no es mas que un medio para matar,
lesionar, etc. En otras omisiones el sujeto se limita a no impedir el
resultado y la situación de peligro no ha sido creada por el
comitente, son los llamados omisiones simples. (por ejemplo,
bañero no acede a salvar a un hombre que se esta ahogando) la
responsabilidad por la omisión simple aparece justamente, porque
existía la obligación de hacer y no la de abstenerse.
ESPECIES: distintas concepciones sobre la antijuricidad.
UNIDAD 4
1) CAUSAS DE JUSTIFICACION: el CCyC las enumera
expresamente en los arts. 1718 a 1720. Queda claro decir que
las causas de justificación eliminan la antijuridicidad, es decir
hay supuestos en donde el obrar antijurídico por parte del
deudor resulta justificable.
4) IMPREVISION:
La doctrina ha identificado a la imprevisión, como una causa de
justificación del incumplimiento contractual en la medida que
supone la modificación de ciertas condiciones básicas del
contrato, o bien la pérdida del equilibrio en las disposiciones
originadas de las partes. La imprevisión es “una herramienta que
permite modificar ciertos contratos de tracto sucesivo o de
ejecución continuada en el tiempo, que se han visto alterados en
su ecuación económica por causas ajenas a las partes,
generalmente provenientes de modificaciones macroeconómicas
sobrevenidas”.
5) Responsabilidad civil por actos ilícitos dañosos:
UNIDAD 5
1) IMPUTABILIDAD:
Es la atribución del acto y sus consecuencias al sujeto que lo
realizo voluntariamente. La imputabilidad es un concepto que
se utiliza para establecer si el sujeto demandado tiene
suficiente discernimiento o capacidad para atribuirle el
resultado.
La regla es que para arrastrar consecuencias a su autor, los
actos deben ser voluntarios, los actos ejecutados sin
discernimiento, intención y libertad no producen obligación
alguna.
A los fines de la responsabilidad civil, no basta con que una
persona sea autora material de un daño, sino que asimismo
debe ser tenida como “imputable” del mismo. Es necesario
que la autoría material del hecho se cumpla por una persona
que, con discernimiento, intención y libertad al tiempo de su
ejecución, hubiese estado en condiciones de prever y evitar
sus resultados.
FACTOR DE ATRIBUCION:
Para que las consecuencias de un hecho puedan ser atribuido
a un sujeto determinado, es necesaria que el mismo obedezca
a un factor de atribución. Factor de atribución es la razón
suficiente por la cual se justifica que el daño que ha sufrido
una persona se traslade económicamente a otra.
Los factores de atribución se clasifican en objetivos y
subjetivos.
➢ Factores de atribución subjetivos toman en cuenta la
reprochabilidad de la conducta del sujeto ofensor o
dañador, sea porque obro negligentemente (culpa) sea
porque lo hizo con intención dañina (dolo).
➢ Los factores objetivos, son los que no tienen
consideración en la reprochabilidad de la conducta, se
tiene en cuenta la acción misma, que el ordenamiento
jurídico repudia al considerarla reprochable. Son
factores objetivos entre otros, el riesgo, la equidad, la
garantía.
UNIDAD 6
1) Relación de Causalidad: Es la vinculación que debe existir
entre un hecho y un daño, para que el autor de ese
comportamiento deba indemnizar el perjuicio. El hecho debe
ser la causa del daño, y por lo tanto, el detrimento o
menoscabo aparece como el efecto o la consecuencia de ese
obrar.
La relación causal asume doble función:
a) Autoría: Permite determinar e individualizar con rigor
científico, al sujeto que debe responder por el resultado
dañoso.
b) Adecuación: Brinda también, los parámetros objetivos
indispensables para determinar la extensión del
resarcimiento. La relación de causalidad define si el daño
debe ser reparado y con qué extensión.
EFECTOS:
A) Hecho exclusivo de la víctima: provoca la plena eximición
de responsabilidad por parte del demandado.
B) Concurrencia del hecho de la víctima con la culpa probada
o presumida lesionante:
C) Concurrencia del hecho de la víctima y de supuestos de
factores objetivos de atribución:
➢ Hecho exclusivo de la victima
➢ Hecho de la víctima concurrente con factores
objetivos de atribución.
Requisitos:
➢ Incidencia Causal: El hecho del tercero debe incidir en la
producción del resultado, sea exclusiva o
concurrentemente. De ser de manera exclusiva, el 3ro es
el único responsable, mientras que si lo hacen de
manera concurrente, ambos deberán responder por el
perjuicio, pudiendo luego ejercitar las acciones de
regreso.
¿Basta con el “simple hecho” o debe mediar culpa del
tercero? Un sector de la doctrina exige que medie
culpabilidad para poder actuar como eximente, de modo que
el simple hecho por un inimputable, o inculpable, no tendría
efectos eximentes, salvo que por sus características se pueda
configurar un caso fortuito.
➢ El Hecho del Tercero no Debe Ser Imputable al
Demandado: Para que opere la eximente, el hecho del
tercero no debe ser imputable al demandado, quien
debe probar que su conducta fue extraña a la
producción del hecho determinante del daño.
Efectos:
➢ Hecho Exclusivo del Tercero: Provoca la eximición total
del demandado. El tercero es el autor material del daño
y quien debe responder, siempre que se configuren
todos los demás presupuestos de la obligación de
resarcir.
En el nuevo CCC., para que el hecho de un tercero actúe como
un eximente de responsabilidad debe reunir los requisitos del
caso fortuito (Art. 1731 CCC.).
Requisitos:
A) Imprevisible: Debe tratarse de un hecho que un hombre
de mediana prudencia no tenga por qué suponer que ocurrirá.
Cuando se habla de “Casos Fortuitos Previstos”, no debe
entenderse como una previsión precisa, sino de la
eventualidad de que tal hecho pueda ocurrir, sin que sea
posible saber dónde y cuándo lo hará.
B) Inevitable: Es cuando el deudor ha sido impotente para
impedir el hecho que obsta al cumplimiento de la obligación.
C) Actual: Es menester que se trate de un hecho presente y
no de una simple amenaza de una imposibilidad eventual.
D) Extraordinario: debe tratarse de un acontecimiento que
excede el orden natural y ello porque la consecuencia no
ocurre de acuerdo al curso ordinario y regular de la
naturaleza.
E) Inimputable: Significa que no se puede atribuir a la culpa
del deudor; Excepto:
Art. 1733 CCC.: “Aunque ocurra el caso fortuito o la
imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en
los siguientes casos:
a- Si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso
fortuito o una imposibilidad;
b- Si de una disposición legal resulta que no se libera por
caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;
c- Si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la
producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;
d- Si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento
sobrevienen por su culpa;
e- Si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de
cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia
propia del riesgo de la cosa o la actividad;
f- Si está obligado a restituir como consecuencia de un
hecho ilícito.”
Efectos:
Como principio general, el caso fortuito interrumpe el nexo
causal, eximiendo de responsabilidad al deudor, y por lo tanto
liberándolo de pagar los daños y perjuicios.
Si la obligación se hace de cumplimiento temporalmente
imposible, cuando cese el impedimento, el deudor debe
cumplir en forma inmediata salvo que sea de plazo esencial.
Si la imposibilidad es parcial, el deudor queda, en principio,
obligado a la entrega de lo restante.
Como excepciones, tenemos las circunstancias planteadas en
el Art. 1733 CCC., para la cual debemos remitirnos a los
“Requisitos: Inimputable”. Excepto cláusula de
responsabilidad, pacto de garantía, la culpa y mora del
deudor.
Principio general: el caso fortuito provoca la destrucción total
o parcial, según los casos, del nexo de causalidad.
En el ámbito del incumplimiento obligacional o contractual
produce dos efectos fundamentales:
1) extingue la obligación por imposibilidad sobrevenida
2) libera al deudor de responsabilidad por dicho
cumplimiento.
Excepciones:
UNIDAD 7
1. Daño
Concepto: el código anterior solo hacia referencia del mismo en el
articulo 519, (art 1068 y 1069) el nuevo CCYC si lo hace en el art.
1737, en cuanto dispone “Hay daño cuando se lesiona un derecho o
interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por
objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia
colectiva”. El daño como objeto de resarcimiento es aquel que
consiste en la lesión a un derecho o un interés merecedor de
protección conforme al Ord. Jurídico, si no está justificado.
Este puede ser individual o colectivo, individual se afecta un
derecho o interés licito y no contrario a derecho que tiene por
objeto el patrimonio o la persona. En el colectivo se afecta un
derecho o interés que rece sobre un bien de incidencia colectiva. En
todos los casos el daño puede ser patrimonial o extrapatrimonial.
Requisitos y clasificación: art. 1739 dispone, “para la procedencia
de la indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto
actual o futuro, cierto y subsistente”.
a) El daño debe ser personal de quien pretende la
indemnización. Se trata de una aplicación simple del principio
fundamental según el cual si no hay interés no hay acción.
Este requisito exige que la lesión recaiga sobre un interés propio, es
decir, solamente podrá reclamar la reparación la persona que ha
sufrido el perjuicio. Puede ser a su vez directo o indirecto. Es
directo cuando el titular del interés afectado es la víctima del ilícito
(ej.: una persona que resulta lesionada en un accidente de tránsito
y reclama los perjuicios sufridos en su integridad física). Es indirecto
cuando el perjuicio propio invocado por la demandante deriva
de una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de
un tercero (ej.: la viuda y los hijos del muerto reclaman la
reparación del perjuicio material y moral derivado de la muerte de
un tercero).
b) El daño debe ser subsistente. Este requisito exige que el daño
deba subsistir al tiempo del resarcimiento; el mismo no debe
haber sido aún resarcido. Inclusive este se mantiene vigente
si la propia víctima afrontó por sí el pago de los daños o si lo hizo un
tercero que puede subrogarse en sus derechos. Si el dañador o
responsable no indemnizó el daño, queda subsistente porque no se
lo canceló y se mantiene con independencia de que la víctima o un
tercero hubieran logrado el restablecimiento de la situación
material.
c) El daño resarcible debe ser cierto y no eventual. Es menester
que el daño sea real y efectivo, y no puramente eventual o
hipotético. El daño cierto puede ser presente o actual si ya se
produjo, o futuro cuando se producirá segura o probablemente con
posterioridad a la sentencia.
Clasificación del daño:
• Daño patrimonial y extrapatrimonial:
El daño será patrimonial o extrapatrimonial, dependiendo de cuál
sea la índole del interés afectado. Los daños serán patrimoniales o
extrapatrimoniales, fundamentalmente si producen un menoscabo
patrimonial en la esfera espiritual. Si la lesión repercute en el
patrimonio, ya sea produciendo una disminución de ingresos o
impidiendo su incremento, estamos ante un daño de tipo
patrimonial. Pero si incide sobre valores como los sentimientos o el
proyecto de vida, será de carácter extrapatrimonial.
• Daño emergente y lucro cesante: El daño emergente, consiste
en la pérdida o disminución de valores económicos ya
existentes en el patrimonio, a raíz del hecho ilícito aquiliano o
del incumplimiento obligacional, generándose un
empobrecimiento patrimonial a raíz de dicha pérdida. El lucro
cesante se traduce en el valor de las ganancias frustradas,
dejadas de percibir por el damnificado, a raíz del ilícito o del
incumplimiento obligacional.
Por ejemplo: una persona embestida por un automóvil
que experimenta daños en su integridad física, los daños
emergentes serán aquellos gastos de atención médica (honorarios,
gastos de internación, medicamentos, etc.) y el lucro cesante por
las ganancias dejadas de percibir durante el período en el cual el
damnificado se vio impedido de trabajar.
• Daño actual y futuro: El daño actual es aquel ya producido al
momento de dictarse sentencia; el daño futuro es el que
todavía no se ha producido al tiempo de dictarse sentencia,
pero que se presenta como una previsible prolongación o
agravación de un daño actual, o como un nuevo menoscabo
futuro. En materia de daño futuro siempre existe un
cierto grado de aleatoriedad.
• Daño compensatorio y moratorio: El daño compensatorio
comprende todo el menoscabo patrimonial provocado por el
incumplimiento total y definitivo de la obligación. En tal caso,
la prestación originaria se convierte en la de pagar daños e
intereses. Daño moratorio es el que resulta del retardo en el
cumplimiento de la obligación. La indemnización del daño
compensatorio sustituye a la prestación originaria, mientras
que la indemnización del daño moroso se acumula al objeto
de la obligación.
• Daño directo e indirecto: Existen distintos tipos de sentidos
que se le atribuye a esta categoría de daños. Por un lado, el
daño patrimonial sería directo cuando la lesión recae
directamente sobre los bienes que conforman el patrimonio
de la persona, e indirecto cuando recae directamente sobre
derechos extrapatrimoniales e indirectamente sobre el
patrimonio. En otro sentido, el daño es directo cuando afecta
a la víctima demandante o damnificada directa; y es indirecto
cuando quien reclama es una persona distinta a la víctima,
que sufre un perjuicio propio, derivado de aquel (por ej.: la
conviviente de la víctima de un siniestro vial)
• Daño al interés positivo y negativo: El daño al interés positivo
es el que sufre el acreedor ante la expectativa que le habría
deparado el cumplimiento del contrato, es decir, que el
acreedor tiene derecho a ser indemnizado para quedar
colocado en aquella situación en que se encontraría si
el contrato se hubiese cumplido.
El daño al interés negativo es el que sufre el acreedor a raíz de la
invalidez del contrato, es decir, el daño sufrido por quien ha
confiado en la validez del negocio jurídico, y por cuyo motivo ha
realizado gastos y erogaciones
2. Los nuevos daños
Daños a la persona: concepto, supuestos:
Violación a los derechos personalísimos de la víctima, de su
integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales
legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de
vida. Dentro del concepto de daño a la persona, fue incorporado el
daño a la salud que es aquel que atañe al bienestar integral del
sujeto. Dentro de esta faceta quedarían incluidos los siguientes
daños:
• El daño a la vida de relación: cuando el damnificado
experimenta una disminución psicofísica que le impide o dificulta
la aptitud para gozar de los bienes de la vida que tenía antes del
hecho lesivo (practicar deportes, asistir a un espectáculo, viajar,
etc.).
• El daño estético: La misma deriva en la degradación de
aspecto de la persona.
• El daño sexual: es aquel que produce la pérdida o disminución
de la función de los órganos sexuales, lo que tiene que ver, con la
reproducción y el placer. Por ejemplo: quien experimenta una
imposibilidad temporaria o definitiva para procrear, quien
resulta contagiado de una ETS, etc.
• El daño psíquico: entendí como una perturbación de
la personalidad del damnificado
• El daño al proyecto de vida: Afectaría la manera de vivir
que cada uno ha elegido y la libertad que todos tenemos de definir
nuestro propio proyecto existencial, de ser como somos.
La opinión mayoritaria de nuestra doctrina sostiene que en nuestro
ordenamiento jurídico solo se conciben dos grandes categorías del
daño: daño patrimonial (emergente, lucro cesante, pérdida de la
chance) y daño extrapatrimonial (moral).
3. Prueba del daño: El art. 1744 establece “El daño debe ser
acreditado por quien lo invoca, excepto que la ley lo impute o
presuma, o que surja notorio de los propios hechos”. La carga de la
prueba incumbe a quien afirme la existencia de un hecho
controvertido. En consecuencia, el onus probandi recae en cabeza
de quien alega o afirma la existencia del daño o su cuantía. La
norma deja a salvo dos supuestos en los que no rige esa regla:
1) los daños presumidos o imputados por la ley.
2) los hechos notorios.
• Las presunciones legales son las directamente establecidas
por la ley de fondo o procesal y pueden ser absolutas o admitir
prueba en contrario. Las presunciones judiciales son las
conclusiones que establecen los jueces en base a las reglas de la
experiencia y a partir de la existencia de una pluralidad
concordante de hechos a los que se puede inferir razonablemente
el resultado, son creación de la jurisprudencia. Los hechos
presumidos por la ley no requieren prueba adicional, por ejemplo,
que el fallecimiento acarrea gastos de sepelio. En materia de
presunciones judiciales, por ejemplo, la rotura de partes esenciales
de un auto afecta su valor de reventa en el mercado de usados.
• Con respecto a los hechos notorios, se trata de los que surgen
per se de los mismos hechos: los daños que surgen
notoriamente de su propia existencia. Los hechos notorios
son los conocidos y tenidos por ciertos por la generalidad de las
personas de mediana cultura en el lugar y en el tiempo en que se
desenvuelve el proceso. Por ejemplo: la muerte de un ser querido o
las afecciones físicas presupone un daño moral. En estos supuestos
el demandado deberá probar que el daño no se produjo.
4. Pérdida de la chance: concepto:
Existe pérdida de chance cuando se frustra una
oportunidad de obtener un beneficio. Adviértase que lo frustrado
no es el beneficio esperado, sino la mera probabilidad de lograrlo
en caso de no haber ocurrido el hecho. Nada permite afirmar que,
de no haber mediado el evento lesivo, el damnificado
hubiese obtenido el provecho económico o espiritual pretendido.
El ejemplo típico es el jugador de fútbol que no pudo continuar
su carrera deportiva ascendente.
La pérdida de chances puede tener repercusiones
patrimoniales o no patrimoniales como el padecimiento y la
aflicción por la pérdida de la probabilidad de continuar su carrera
deportiva en Europa. En la chance frustrada lo indemnizable no es
la ventaja misma, sino la probabilidad de obtener el beneficio, el
que siempre será más reducido o más bajo que la totalidad de la
ventaja. La indemnización por pérdida de la chance consiste en el
valor de la posibilidad, lo reparable es la “probabilidad perdida”.
El art. 1739 del CCyC dispone que “… La pérdida de la chance es
indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y
guarde adecuada relación de causalidad con el hecho generador”.
Requisitos:
1) La chance debe ser real y seria, y no una mera ilusión o conjetura
de la mente del damnificado.
2) El otro aspecto, a tener en cuenta, es la mayor cercanía
temporal, por cuanto existen mayores y mejores posibilidades de
obtener resarcimiento por frustración.
5. Daño moral.
Concepto:
Más modernamente, se destacó que este tipo de daño
opera como una modificación disvaliosa del espíritu
consecuencia de una lesión a un interés no patrimonial, que habrá
de traducirse en un modo de estar diferente de aquel en el que se
hallaba antes del hecho, como consecuencia de este, y
anímicamente perjudicial.
El CCyC alude al daño con consecuencias no patrimoniales,
haciendo referencia justamente al perjuicio que provoca la
lesión a intereses espirituales de una persona, que produce
consecuencias disvaliosas, que se traducen en un modo de
estar diferente al que se encontraba con anterioridad al hecho
lesivo, lo cual significa una concepción amplia del daño moral. Art.
1738 2da Parte CCC.: “…Las consecuencias de la violación de los
derechos personalísimos de la víctima, de su integridad
personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales
legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de
vida.”
Prueba del daño moral: El daño moral debe ser probado, en tanto y
en cuanto la ley no consagre una presunción legal de daño. Dicha
prueba operará normalmente por vía de las presunciones judiciales
atento a la imposibilidad de mensurar el daño moral de la misma
forma que el daño material. La demostración de los hechos siempre
queda a cargo del actor. Esa es la regla. La jurisprudencia ha
sostenido que en materia de lesiones a la integridad psicofísica,
dolores, angustias, otros pareceres sufridos por la víctima o
incapacidades permanentes o afecciones vinculadas con el
parentesco cercano, el perjuicio extrapatrimonial se tiene por
probada in re ipsi, es decir, por la misma fuerza de los
acontecimientos.