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Texas University of Theology

Proyecto Doctoral

Opción 2 - Preparar una Enseñanza en Video

“Adoración como Estilo de Vida”

Presentado a:
Dr. Roberto Bresca

Por
Henry Ismael Padilla Vásquez
28 de Marzo 2022
Introducción
¿Qué es la adoración? ¿Cómo debe expresarse? ¿Cuáles son las características de un verdadero

adorador en Biblia? ¿Quiénes son llamados verdaderos adoradores en el Nuevo Testamento? ¿Qué

hace que una persona tenga la adoración como estilo de Vida? Éstas y muchas otras preguntas

serán respondidas en la siguiente clase de Teología, la cual tiene como propósito principal el

describir el perfil de una persona que tiene la Adoración como estilo de vida. Para ello, y como

primer objetivo, se analizarán las Escrituras de forma seria y responsable, intentando realizar una

exégesis profunda y académica de Juan 4;23, usando el mismo Evangelio de Juan como base del

desarrollo teológico del concepto de “adoración”, donde el texto bíblico tendrá mayor sentido

desde el contexto histórico de la iglesia primitiva a finales del primer siglo. Además, la exposición

tendrá un fuerte trabajo con los vocablos originales de la palabra adoración, los cuales provienen

desde el mismo hebreo y que son homologados por el mismo Juan en su terminología griega.

Por otro lado, la presente lección tiene como segundo objetivo una hermenéutica pastoral que

sea de beneficio directo a los creyentes de las distintas iglesias. Esto se debe a que son muchas las

iglesias que están experimentando un renuevo en sus programas música, y con ello se piensa que

por lo tanto están experimentando un renuevo en su adoración. No obstante, la siguiente clase

enseñara que la verdadera adoración no tiene nada que ver con la música o los ministerios de

adoración de las iglesias locales. Es cierto que, una de las formas de adoración es cantar y expresar

corporalmente el amor por el Señor Jesús, sin embargo, la verdadera adoración tiene que ver con

un corazón lleno de intimidad con Dios, una vida en santidad y una actitud de obediencia diaria.

Fue el Padre de la Iglesia Agustín de Hipona el que dijo: “…decir que amamos a Dios mientras

vivimos una vida sin santidad es mentira…” No hay mayor verdad que esto en el tema de la

2
adoración, ya que por mucho tiempo la iglesia latinoamericana se ha concentrado en cantar, pero

no en tener una vida llena de devoción a Dios que se vea reflejada en sus acciones y palabras

diarias.

En tercer lugar, la exposición tiene como objetivo el conectar al verdadero adorador con su

llamado a compartir el evangelio en un mundo sin esperanza. Si ya se ha dicho que la música no

es un sinónimo de adoración, también es bueno decir que, la verdadera adoración tiene que ver

con predicar la salvación de Jesucristo. No es posible desconectar la Adoración con la Misión,

pues aquellos que adoran al Padre anhelan que los demás también lo conozcan y adoren su nombre.

Por lo mismo, se abordará desde llamado directo a no pensar que porque se canta horas y horas en

los templos estamos siendo verdaderos adoradores. Tal vez, el cantar en los templos es solo el

comienzo, sin embargo, cada cristiano debe estar listo para salir y declarar al mundo entero de que

Dios es real y que su salvación está cercana a los que le buscan. Es aquí donde la verdadera

adoración culmina, es decir, cuando cada cristiano lleva su experiencia de adoración a una

confesión pública de su fe y una experiencia de esperanza a un mundo quebrantado.

Contexto Histórico del Evangelio de Juan

El Evangelio de Juan se desarrolla en un contexto de persecución para la Iglesia Primitiva. Si

la fecha aceptada por la mayoría de los eruditos bíblicos es correcta, el Evangelio de Juan fue

escrito alrededor del año 95 d.C,1 lo que nos entrega de que el emperador romano de turno fue

Domiciano, el segundo hijo de Vespasiano. Conocer esto es crucial, ya que Domiciano fue un

1
Carson, D.A, Moo, Douglas J. Una Introducción al Nuevo Testamento. Editorial Clie, pp. 205.

3
acérrimo perseguidor de la Iglesia. Domiciano persiguió a los cristianos debido que se reusaron a

participar en el culto imperial, donde se adoraba al Emperador llamándole “Señor” (del griego

Kyrios). Para los cristianos, el único Señor era Jesús de Nazaret el “Gran Yo Soy” del Antiguo

Testamento, y el mismo Dios judío hecho carne. El historiador del siglo IV Eusebio nos dice que

la Iglesia sufrió una gran persecución en manos de Domiciano2. A esto se le suma Lactancio, otro

historiador de la iglesia, el cual señala que Domiciano es un segundo Nerón en cuanto a la

persecución en contra de la Iglesia del Señor3. Además, Tertuliano hace referencia al martirio que

sufre el apóstol Juan en manos de Domiciano, señalando que el Discípulo Amado fue puesto en

aceite hirviendo, y al no morir fue exiliado a la isla de Patmos4.

El testimonio de la Iglesia Primitiva es fuente suficiente para describir que el contexto del

Evangelio de Juan es un contexto de dolor y persecución. Usando las fuentes históricas de Eusebio,

Lactancio, Tertuliano y el mismo Ireneo de Lyon5, es donde podemos decir la iglesia primitiva

tuvo que experimentar una de las más sangrientas persecuciones, contexto donde la adoración ya

no solo se expresó en cánticos sino en el martirio. Entendiendo la experiencia de dolor de la iglesia

primitiva es cuando la experiencia de adoración relucirá todo su esplendor, pues la adoración más

profunda que un cristiano puede tener es cuando se adora a pesar de dolor y los problemas. Cosa

que la Iglesia Primitiva experimentó en carne propia, pues a pesar de recibir una persecución

monstruosa, esta continuó adorando a Jesucristo como el verdadero “Kyrios”. Cuando se tiene este

2
Eus. HE. 2, 25, 1.
3
Lact. Mort. 3, 1-4.
4
Se puede acceder al documento completo en: Tertullianus, Quintus Septimius Florens. «Liber de praescriptionibus
adversus haereticos». Documenta Catholica Omnia – Internacional (Omnium Paparum, Conciliorum, Ss. Patrum,
Doctorum Scriptorumque Ecclesiae Qui Ab Aevo Apostolico Ad Usque Benedicti XVI Tempora Floruerunt) (en
latín). Consultado el 1 de marzo de 2011.
5
Ireneo de Lyon, Adversus haereses Libro III,3,4. Archivado el 1 de abril de 2012 en Wayback Machine.

4
contexto en mente, es cuando la terminología hebrea y griega de la palabra adoración tiene mayor

sentido y relevancia.

Exégesis Gramatical de Juan 4;23

Una exégesis seria de Juan 4;23 nos ayudará a definir el perfil de un verdadero adorador en su

contexto léxico y gramatical. Esto debido a que muchas veces el no entender el sentido original de

la Palabra nos limita a una hermenéutica literalista y alegórica. Ahora bien, una interpretación solo

desde el texto en español no es mala, no obstante, no expresa todo el sentido que el autor puso en

la palabra que usó. Por lo mismo, conocer el vocablo en griego de “Adoración” o “Adorador” nos

ayudará directamente en nuestra construcción del perfil de un hombre una mujer que tiene la

adoración como estilo de Vida. El evangelio de Juan nos dice lo siguiente:

Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en

espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera.6

A simple vista, se entiende que el evangelio de Juan hace una distinción entre personas que

dicen que “adoran” y personas que realmente adoran al Padre. El autor, usa la expresión griega “οἱ

ἀληθινοὶ προσκυνηταὶ”(oi aletinoi proskunetai) para designar a “los verdaderos adoradores” y

desde esta frase es posible obtener perlas exegéticas importantes para la construcción del perfil de

un Adorador. Primero, la expresión “προσκυνηταὶ”(proskunetai) proviene del sustantivo

“proskunétés” que quiere decir “persona que adora” . Segundo, el apóstol Juan como buen judío

tomó el vocablo hebreo ‫( ָשָׁחה‬shajah) que significa adorar, postrarse, bajarse, inclinarse, término

6
Nueva Traducción Viviente

5
que aparece más de 170 veces en la tradición veterotestamentaria.7 Tercero, el sustantivo griego

no hace ninguna distinción significativa para el perfil del adorador, sin embargo, lo que si hace la

diferencia es el adjetivo calificativo “ἀληθινοὶ” (aletinoi) el cual proviene de ἀληθινός

(alethinos) que se refiere a lo real y lo genuino. En este caso, se infiere que el autor del evangelio

enfatiza el adjetivo antes del sustantivo, y lo que realmente hace especial al adorador, no es la

acción de adorar, sino el como lo hace, entendiéndose que el ideal siempre buscará la honestidad

y la genuinidad de la acción.

Por otro lado, el apóstol Juan añade dos palabras de acción de mucha importancia en la

construcción del perfil de un adorador, las cuales son “espíritu” y “verdad”8. Para la primera

palabra “espíritu”, el evangelista usa la palabra griega πνεύματι(neumati) la cual proviene del

sustantivo πνεῦμα (pneuma) que además de espíritu significa viento o respiración. Esta palabra

πνεῦμά (pneuma)

es la misma que el apóstol Juan usa en el capítulo 3;6 cuando habla de la necesidad de nacer de

nuevo. El texto bíblico dice lo siguiente:

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el

reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es. 7 No te

maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.9

7
Vine, W.E. Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine. Grupo
Nelson, 2007, pp. 5.
8
Pérez Millos, Samuel. Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento, Juan. Editorial Clie 2016. Pp.
433.
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6
La duplicidad de la terminología es una clara referencia para entender que un verdadero

adorador es alguien que ha tenido un encuentro con Jesús y ha experimentado el “Nuevo

Nacimiento”. La importancia de esto radica en que no puede haber verdadera adoración a Dios

sino hay una conversión genuina primero. Por lo mismo, el verdadero adorador es una persona

convertida y regenerada por el Espíritu Santo, cosa que el mismo apóstol Pablo respaldará cuando

dice: “han sido sellados por el Espíritu…” 10 (Efesios 1;13). Además, al asunto del “espíritu” no

sólo es requisito haber nacido de nuevo, sino vivir una vida en el Espíritu como decía el Padre de

la Iglesia orígenes11. A ello, Pérez Millos dice al respecto: “…el verdadero adorador actúa bajo

la acción y control del Espíritu Santo que les ha sido dado…”12. Esto nos plantea una comunión

íntima con el Espíritu Santo, la cual se cultiva en la Palabra de Dios, la oración y la adoración en

Comunidad.

A una vida en el “Espíritu se le añade una vida alejada de las carnalidades del mundo. El apóstol

Pablo dice: “…vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios

habita en vosotros…” (Romanos 8;9)13 . Esto nos indica directamente que un verdadero adorador

es una persona que vive en santidad. No se puede vivir una profunda adoración sino se vive una

vida llena de la presencia de Dios en las decisiones cotidianas de la vida. Son muchas las personas

que se preguntan que es realmente vivir en santidad, y la respuesta bíblica sería que una vida en

santidad es una vida de obediencia. En realidad, el término griego mencionado “proskuneo”, el

cual aparece 61 veces en el Nuevo Testamento, no es otra cosa que obediencia. Se relaciona con

10
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11
Orígenes. Comentario al Evangelio de Juan, 13, 86-88. 99-100.112.
12
Pérez Millos, Samuel. Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento, Juan. Editorial Clie 2016. Pp.
434.
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el siervo que besa la mano de su Señor en señal de respeto, reverencia y extrema obediencia. Por

lo mismo, una persona que tiene la Adoración como estilo de vida, es una persona obediente con

Dios y su Palabra.

La segunda palabra que el apóstol Juan usa como calificativo de un verdadero adorador es

ἀληθείᾳ (alethēia) que se traduce como “verdad”. El vocablo ἀληθείᾳ tiene características de una

verdad doctrinal14 o enseñanza que se sostiene, más allá de una mera revelación mística de la

verdad. Este concepto implica que un verdadero adorador es alguien que sabe lo que adora y

conoce profundamente el objeto de su adoración. Es por ello que una persona que vive, la

adoración como estilo de vida, conoce a Jesús y sabe quién es Él. Es más, el mismo evangelio de

Juan describe al mismo Señor Jesús como ἀληθείᾳ cuando dice: “…Yo soy el Camino, la Verdad

y la Vida…” (Juan 14;6)15. Con esto mente, el perfil del verdadero adorador se construye desde el

conocimiento que Jesús es la “Verdad” y quien lo adora debe conocerlo. Por lo mismo, la verdadera

adoración implica conocimiento y discipulado, lo cual sigue yendo mucho más allá que un simple

acto de cantar una canción o levantar las manos.

Hermenéutica Pastoral

La previa exégesis histórica y gramatical permite que la enseñanza pastoral para la Iglesia de

Jesucristo sea certera, segura y contextualizada. Cuando ya se han establecido las bases del

contexto de la iglesia del apóstol Juan a finales del primer siglo, además de poner en contexto las

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Vine, W.E. Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine. Grupo
Nelson, 2007, pp. 945.
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8
palabras claves de la Adoración, es tiempo de construir enseñanzas profundas que le permitan a la

iglesia de Señor construir un perfil del verdadero adorador. Y no solo eso, sino que cada

interpretación pastoral brindará las características de una persona que vive la adoración como estilo

de vida en espíritu y en verdad, lo cual beneficiará directamente la vida de la iglesia y el

compromiso de los creyentes.

1. Adoración es lealtad en las dificultades.

La Adoración como estilo de vida es una adoración que se entrega incluso en los momentos

más difíciles. Ya se ha dicho que el evangelio de Juan surge en un contexto de persecución hacia

los cristianos por no adorar al Emperador Domiciano, y esto es de total significado para lo que

significa una verdadera adoración. Esto debido a que muchas veces se piensa que Adorar a Dios

es una acción que se hace solo en momentos buenos de la vida, no obstante, el Evangelio de Juan

nos deja claro que la adoración más profunda es aquella que se hace cuando las cosas están mal, y

el adorador se encuentra lleno de problemas. Por lo mismo, Juan nos dice que Dios nos ha dejado

una paz incomparable para estar tranquilos en los momentos difíciles y entender que Él nos cuida

y protege en los momentos más terribles (Juan 14:27 ; 16:33). Por lo tanto, un verdadero adorador

que tiene la Adoración como estilo de vida, es una persona que adora en cada momento, incluso

en los momentos más oscuros de la vida (Salmos 34;1).

2. Adoración es vivir en santidad.

La Adoración como estilo de vida es una adoración que se hace con una vida que honra a Dios

todo momento y en todo lugar. Desde la exégesis realizada previamente, se ha definido que un

adorador es una persona que vive una vida en el “Espíritu” y por lo tanto, una vida libre de

9
carnalidades y mundanalidades. El adorador que vive en santidad se alejará de personas que

influencian de mala forma en su vida, además de evitar lugares que puedan trastocar su relación

con Dios. El apóstol Pablo dice que debemos evitar una vida de impurezas e inmundicia (1

tesalonicenses 4:7). Además, el apóstol Pedro añade que el mismo Dios ha llamado a su iglesia a

una vida santa (1 Pedro 1:15-16). Es decir, un verdadero adorador intentará agradar a Dios con

todo su corazón, y por lo mismo, el pecado será algo que no estará en sus pensamientos ni en sus

planes. Por lo tanto, un verdadero adorador que vive la adoración como estilo de vida es una

persona que vive un peregrinaje de santificación constante bajo la gracia de Dios, pues nunca es

posible santificarse a si mismo.

3. Adoración es tener el carácter de Cristo.

Vivir una vida en el “Espíritu” es una vida que este dominada por el fruto del Espíritu que es

amor, fe, gozo, paz, paciencia, benignidad, mansedumbre, templanza, dominio propio, etc. (ver

Gálatas 5:22-23) lo que hace que una persona no solo sea sensible a lo voz del Espíritu Santo, sino

que demás, tenga el carácter del Espíritu. Es triste ver como muchas personas que dicen que son

adoradores, tienen la facilidad de cantar, levantar sus manos e incluso hablar en lenguas, no

obstante, su carácter deja mucho que desear, pues tratan de mala forma a los que les rodean. Un.

Verdadero adorador es una persona que vive en santidad con el carácter de Cristo en su vida. Es

alguien que es capaz de tratar a Dios bien, pero también a la Novia de su Hijo que es la Iglesia. Es

imposible que una persona viva la adoración íntima sin vivir una adoración social, o que diga que

ama a Dios sin amar a su hermano (1 Juan 4:21). Por lo tanto, una vida que vive la adoración como

estilo de vida, vive una vida en santidad la cual determina su carácter y su relación con las personas.

10
4. Adoración es Obedecer Dios.

El vocablo griego “proskuneo” ha dejado claro que la Adoración real no significa otra cosa que

no sea obediencia. Esto es crítico cuando se construye el perfil de un verdadero Adorador, ya que

deja establecido que la adoración por esencia es obedecer al sujeto que se adora. No puede haber

adoración sin obediencia, ni tampoco alabanza sin sometimiento. Es por ello que aquellos que

anhelan vivir la adoración como estilo de vida, deben vivir una vida diaria de obediencia a Dios y

a su palabra. La Adoración genuina es solo un reflejo de la obediencia absoluta, y aquellos que

cantan a Dios sin obediencia, solo están moviendo su boca y usando la música para ellos sentirse

bien, pero no están realmente adorando.

La expresión litúrgica debe ser solo un reflejo de la verdadera adoración la cual se vive en una

negación constante. Fue el mismo Señor Jesús el que dijo: “… si alguno quiere venir en pos de mí,

niéguese a si mismo, tome su cruz cada día y sígame…” (Lucas 9;23).16 Esto es un llamado a

obedecer, algo que el mismo evangelio de Juan ha dejado claro cuando dice: “el que me ama,

obedecerá mi palabra…” (Juan 14;23)17. Por lo tanto, una persona que anhela vivir la adoración

como estilo de Vida, debe obedecer a Dios y su palabra en una renuncia diaria y un sometimiento

constante.

5. Adoración es conocer a Dios.

La verdadera adoración incluye la tarea de conocer a Dios de una forma íntima y racional. La

expresión en “verdad” (ya trabajada exegéticamente) repercute en el necesidad que tiene el

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11
adorador de conocer lo que se está adorando. Por lo mismo, se entiende que el que adora debe

haber experimentado un Nuevo Nacimiento y ser convertido. Todo esto, porque el Adorador adora

al Padre18 y no se puede adorar al Padre sino es a través del Hijo (Juan 16;6). También, el que

adora, adora al Hijo y al Espíritu como comentaba, sobre el mismo texto bíblico, el Padre de la

Iglesia Ambrosio de Milán cuando dijo: “…De igual modo también es adorado el Hio y

Espíritu…”19. Por lo mismo, el primer conocimiento debe ser salvífico y de regeneración. Un

adorador debe ser salvo ante de todo. No se puede adorar a alguien que todavía no se ha rendido

la vida.

El segundo conocimiento tiene que ver con las Escrituras. No se puede adorar a Dios sin

conocerlo, ni conocer su palabra.20 Por lo mismo, el verdadero adorador debe conocer doctrinas

básicas acerca de quien es Jesucristo, y que fue lo que hizo en la Cruz del Calvario. Son muchas

las personas que cantan y se conectan con Dios a través de la música, pero son pocas las que

realmente adoran al Dios de la Biblia. Esto porque muchas veces cuando se cierran los ojos y se

comienza a cantar, solo se adora lo que se cree que es Dios, o como éste debiera ser. No obstante,

para adorar realmente a Dios se debe conocer su carácter y sus promesas. Además, se debe conocer

los mandamiento de Dios y lo que Él ha hablado a través de su palabra. El mismo Señor Jesús dijo:

“…y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quién

has enviado…”(Juan 17;3)21.

18
Pérez Millos, Samuel. Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento, Juan. Editorial Clie 2016. Pp.
433.
19
Ambrosio, El Espíritu Santo, 3,11, 82.85. CSEL 79, 185-186: BPa 41, 211-213.
20
Pérez Millos, Samuel. Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento, Juan. Editorial Clie 2016. Pp.
435.
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12
Juan usa la expresión griega γινώσκωσιν (ginōskōsin) “para que puedan conocer” que proviene

del verbo γινώσκω (ginóskó) que significa “el que habla con conocimiento”. Ahora bien, este

conocimiento no debe ser solo para hablar, sino que debe ser también al Adorar. Para alcanzar este

grado de conocimiento, los cristianos deben esforzarse en estudiar de forma seria y sistemática la

Biblia. También, la iglesia debería tener un sólido ministerio de Discípulado que permita a los

creyentes el estudiar las grandes doctrinas y los conceptos básicos de teología, para así tener el

conocimiento necesario de la Persona de Dios y su obra. Por lo tanto, la persona que tiene la

adoración como estilo de vida debe conocer a Dios.

Adoración y Misión

La Adoración como estilo de Vida es la base para la Misión de la Iglesia. El concepto de misión

es un término que usa la Misionologia para expresar la labor que tiene la iglesia de compartir el

evangelio en un mundo sin esperanza. Y esto nace, como ya lo ha expresado la exégesis gramatical

de los conceptos de adoración, de la conciencia de Adorar a un Dios que nos ha llamado a predicar

su Palabra. Se ha dicho que la verdadera Adoración es obediencia, sin embargo la pregunta esencial

seria ¿Obediencia a qué? Las respuestas pueden ser múltiples, pues Dios ha dejado muchos

mandamientos y preceptos en su Palabra. No obstante, el gran mandamiento para la Iglesia es

predicar el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15). No hay otra cosa más importante para la

Iglesia de Jesucristo, después de amar a Dios y tu prójimo (Marcos 12;30), que predicar el

evangelio. Esto es debido a que si amamos a Dios vamos a querer hablar de él y compartirlo. Al

mismo tiempo, si amamos a las personas vamos a anhelar que éstas experimenten el amor de Dios

y sean salvas. En este sentido, el verdadero adorador es un evangelista por excelencia, y aquél que

vive la Adoración como estilo de vida está llamado a compartir su fe.

13
El evangelio de Juan conecta la Adoración con la Misión. El evangelista no entiende la

adoración sin la conexión con la evangelización. Al conocer el contexto de persecución, se

entiende que los cristianos morían por no adorar al Emperador Domiciano, y con ello, eran testigos

vivientes de su fe en Jesucristo. Es más, el mismo evangelio de Juan tiene un llamado a la Misión.

Juan dice lo siguiente: “…como mi Padre me envió, así yo los envió a ustedes…”22. El griego que

se usa aquí para “enviar” es πέμπω (enviar) que no solo quiere decir moverse, sino salir para

transmitir23. Esa la idea, salir para transmitir las Buenas del Evangelio. Sin embargo, es triste ver

como las personas adoran en los templos, pero en la calle y en la sociedad esconden su fe, y en

muchas ocasiones, se avergüenzan del evangelio. La Iglesia de Jesucristo debe expresar su

adoración en la naturaleza de la evangelización. Es por ello que un verdadero adorador tendrá una

llama ardiente en su corazón y tendrá la necesidad de cumplir con el llamado que el mismo

Jesucristo ha hecho (Mateo 28:19-21)24.

Conclusión

La presente clase ha confrontado al creyente con lo que significa ser un verdadero Adorador.

Además, el conocer el perfil de una vida que tiene la Adoración como estilo de vida hace que se

concluya en las siguientes preguntas ¿Cuándo estamos adorando realmente? ¿Adoramos a Dios

cuando cantamos y levantamos nuestras manos? ¿Es la expresión litúrgica la base de la verdadera

22
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Vine, W.E. Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine. Grupo
Nelson, 2007, pp. 945.
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Adoración? Cada una de estas preguntas han sido resueltas con la base de que la verdadera

adoración involucra mucho más que un simple canto o un gesto corporal. La verdadera adoración

compromete la obediencia de la persona, la cual ha conocido a Jesucristo y lo ha definido como su

Señor y Salvador. Además, la persona que tiene la Adoración como estilo de vida es alguien que

vive en constante santificación, apartándose del pecado y de una vida de inmundicias. También,

el verdadero adorador tiene el carácter de Cristo en su vida y conoce al Dios que está adorando,

para así tener la valentía de predicar de Jesús donde quiera que esté. Por lo tanto, una persona que

vive la Adoración como estilo de vida es, santa, humilde, amorosa, obediente y apasionada para

que otros conozcan del amor de Jesús.

Bibliografía

1. Carson, D.A, Moo, Douglas J. Una Introducción al Nuevo Testamento. Editorial Clie.
2. Ireneo de Lyon, Adversus haereses.
3. Orígenes. Comentario al Evangelio de Juan
4. Eus. HE
5. Lact. Mort.
6. Ambrosio, El Espíritu Santo.
7. Vine, W.E. Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento
Exhaustivo de Vine. Grupo Nelson, 2007.
8. Pérez Millos, Samuel. Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento, Juan.
Editorial Clie 2016.

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