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MANUAL DE DERECHO PROCESAL

T o m o III

PROCESOS DE EJECUCION

SEGUNDA EDICION ACTUALIZADA

FERNANDO ORELLANA TORRES


Profesor de Derecho Procesal
U niversidad Católica del Norte, A ntofagasta
Todos los derechos reservados.
Prohibida su reproducción, total o parcial,
incluyendo el diseño de la portada.
La compra de un libro fotocopiado es un acto ilegal
y puede ser penado por la ley.

© FER N A N D O ORELLA N A T O R R ES

© LIBRO TECNIA
Agustinas 1442, Torre B, Of. 209, Santiago, Chile

Inscripción N ° 153.710

Reimpresión de la segunda edición

Reimpreso en los talleres de Gráfica LO M


en el mes de abril de 2009

ISBN TOMO III: 978-956-7950-75-1

ISBN OBRA COMPLETA: 978-956-7950-72-0

IM P R E S O EN CH ILE
Presentación a la
segunda edición

El lector tiene en sus manos, en su segunda edición, el tomo


III de nuestro M anual de Derecho Procesal, sobre procesos de eje­
cución. Hemos incorporado las modificaciones legales hasta la
fecha y se han aumentado los contenidos de diversos capítulos,
pero sobre todo en los dedicados al “Embargo” y a los “Procesos
Ejecutivos Especiales” que se regulan fuera del Código de Proce­
dimiento Civil.
Dentro de los procedimientos especiales de ejecución, he­
mos incorporado el proceso de ejecución de la Ley sobre Prenda
sin Desplazamiento, el proceso de Cobranza Previsional de la Ley
N ° 17.322, procedimiento ejecutivo por inconcurrencia en el
Código de Minería, el cobro ejecutivo de obligaciones tributarias
regulado en el Código Tributario y la Ley N ° 17.635 sobre cobro
ejecutivo de saldos de precio que se adeuden a SERVIU.
Por otra parte hemos reducido el contenido del juicio hipo­
tecario bancario a lo esencial, porque de él encontrará el estudioso
una monografía especial sobre el tema que hemos editado en di­
ciembre del año 2007 con Editorial Librotecnia, titulado D elJu i­
cio Hipotecario bancario y otros juicios hipotecarios.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 7


■FERNANDO OREUANA TORRES

Esperamos que esta nueva edición del tomo III cumpla con
las expectativas de nuestros lectores y siga siendo de utilidad para
estudiantes, abogados y jueces,

Zaragoza, España, 2008.

El a u to r

8 UBROTECN1A®
Introducción

En nuestro derecho procesal civil los procedimientos o jui­


cios se clasifican en declarativos y ejecutivos. Los primeros son
aquellos que sólo tienen por objeto obtener la declaración de un
derecho, no persiguen la ejecución de la sentencia; en cambio los
segundos persiguen el cumplimiento forzado de un título o docu­
mento que contiene una obligación indubitada.
Los procedimientos ejecutivos pueden perseguir el cumpli­
miento de una sentencia definitiva o interlocutoria firme o ejecu­
toriada, o que causan ejecutoria, emanada de tribunales extranje­
ros o chilenos (ordinarios, especiales, arbitrales). Pero, no es ése el
único caso, también pueden perseguir el cumplimiento de otros
documentos que contengan una obligación indubitada, por ejem­
plo letras de cambio, cheques, pagarés, copias de escrituras públi­
cas, entre otros.
Si una persona (deudora de otra) no cumple una obligación,
el legislador le entrega al acreedor las herramientas suficientes para
cobrar su crédito (artículo 2465 del Código Civil). U na de esas
herramientas es el procedimiento ejecutivo.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 9


FERNANDO ORELLANA TORRES'

B r ev es an teced en tes histó rico s del p r o c ed im ien t o .


EJECUTIVO EN EL DERECHO ROMANO Y, EN EL DERECHO CHILENO

En Roma el juicio ejecutivo tiene su origen en la denomina­


da M anus Iniectio (apoderamiento de una persona), acción ejecuti­
va que perseguía una deuda indiscutible. En la época clásica dicha
acción deja paso a la denominada Actio Iudicati, acción ejecutiva
por excelencia. Dicha acción permitía a quien hubiese obtenido
una sentencia favorable condenatoria, perseguir al deudor para el
pago del monto de la condena (S am per P olo 7 G uZiMán B rito).
En el Chile Republicano el juicio ejecutivo es regulado el 8
de febrero de 1837 mediante el Decreto Ley sobre ju icio Ejecutivo,
dictado en el gobierno del Presidente Prieto 7 firmado por el mi­
nistro Portales.
Este texto legal reglamenta en 150 artículos todo lo referente
al procedimiento ejecutivo:

T ítulo P rimero (artículos I o a 70)


Sección Primera: D el procedimiento ejecutivo.
Sección Segunda: D el estado del deudor preso.

T ítulo S egundo (artículos 71 a 92)


De la oposición de terceros a l juicio ejecutivo y concurso de acreedores.

T ítulo T ercero (artículos 93 a 150)


Sección Primera: D el procedimiento en la cesación de bienes.
Sección Segunda: D el procedimiento en el convenio entre el deudor
y sus acreedores.

El título primero tiene relación con nuestro estudio, 7 en su


artículo primero nos dice que no se puede demandar ejecutiva­
mente, sino en virtud de un título que según la le7 traiga apareja­
da ejecución.

10 LÍBROTECNUt
IN T R O D U C C IO N

El artículo segundo nos señala expresamente los títulos que


traen aparejada la ejecución:
1. La sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, ema­
nada de jueces ordinarios o arbitrales.
2. El avenimiento de las partes hecho ante el juez y que conste
de una acta firmada por ellas, el juez y el escribano.
3. La confesión judicial de la parte.
4. El instrumento público o auténtico.
5. Las cartas, vales, contratos y papeles reconocidos judicial­
mente por la parte contra quien se dirige la ejecución.
6 . Las letras de cambio, libranzas o pagarés reconocidos ju ­
dicialmente por el librador, aceptante o endosante contra quien
se dirige la ejecución.
7. Las pólizas originales de contratos celebrados con inter­
vención de corredor público que estén firmadas por los contra­
tantes y por el mismo corredor que intervino en el contrato.
8. Las facturas, cuentas comentes y liquidaciones aprobadas por
el deudor, siempre que éste haya reconocido judicialmente su firma.
Una vez que la parte demanda ante el juez de primera instan­
cia del domicilio del deudor, el tribunal examinará el documento
y si trae aparejada la ejecución despachará el mandamiento de
ejecución y embargo contra la persona y bienes del deudor.
Con la dictación del Código de Procedimiento Civil (CPC) el
año 1902 (entró a regir el primero de marzo del año 1903), se regla­
mentó el juicio ejecutivo en el Libro III, en los artículos 436 a 551.
Finalmente, el año 1942 se promulgó el nuevo Código de Pro­
cedimiento Civil, pasando a ocupar el juicio ejecutivo los artículos
434 a 529.

TOMOIII: PROCESOS D E EJECUCION ] 1


C a p ít u l o I
El procedimiento ejecutivo
en general

El procedimiento (juicio) ejecutivo es un procedimiento con­


tencioso de aplicación general o especial que tiene por objeto ob­
tener, por vía de apremio, preferentemente ante los tribunales
ordinarios de justicia, el cumplimiento de una obligación indubi­
tada, que el deudor no cumplió oportunamente.
La doctrina ha definido el juicio o procedimiento ejecutivo
señalando que juicio ejecutivo es un procedimiento contencioso espe­
cial que tiene por objeto obtener, por vía de apremio, el cumplimien­
to de una obligación convenida o declarada fehacientemente, que el
deudor no cumplió en su oportunidad.
También ha sido definido como un “procedimiento especial,
breve y sumario, que tiene por objeto obtener por vía de apremio el
cumplimiento de una obligación'.

1. C aracterísticas

De las definiciones anteriores se desprenden las característi­


cas del procedimiento ejecutivo, que son las siguientes:

a) Es un juicio contencioso, diverso del ordinario y de los otros


juicios especiales, que tiene una reglamentación propia en el Libro

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

III del Código de Procedimiento Civil, que trata “De los juicios
especiales”. Este procedimiento es, sin duda, uno de los de mayor
aplicación práctica que existen en nuestro derecho. N o obstante
lo anterior, y debido a su carácter práctico y técnico, poco se estu­
dia desde un punto de vista teórico.

b) Es unprocedimiento extraordinario o especial, pero no sólo


es especial debido a que se encuentra en el Libro III del C PC ; es
especial, además, porque forman parte de su estructura institucio­
nes propias de este procedimiento, a saber:
• La existencia material de dos cuadernos o expedientes esen­
ciales (cuaderno ejecutivo y cuaderno de apremio);
• La existencia de dos resoluciones judiciales al inicio del
procedimiento (despáchese y el mandamiento), que son de dis­
tinta naturaleza jurídica;
• La existencia de una doble notificación: notificación de la
demanda ejecutiva y la notificación (requerimiento) del manda­
miento. La llamada “cédula de espera”, en el caso de la notificación
por el artículo 44, que sólo puede entregar el receptor judicial;
• La inexistencia de una contestación a la demanda sea real
o ficta (sólo existen las excepciones como medio de defensa);
• La conversión procesal establecida en el artículo 472, que
se produce en el momento de extinguirse el plazo fatal para opo­
ner excepciones. Este punto es de vital importancia pues se puede
dar el caso, y que es así en la práctica, de no existir contradictor en
un juicio ejecutivo; al no entablarse las excepciones, no existe una
contestación de la demanda, sea real o ficta.

c) Tiene por objeto perseguir el cumplimiento de obligaciones


de carácter indubitadas, es decir no hay duda, para el derecho, de
su existencia y exigibilidad. Si no estamos frente a una obligación
indubitada será necesario previamente una gestión preparatoria

14 LIBROTECNIA
®
C A PIT U LO I: E L P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O E N G EN E R A L-

de la vía ejecutiva de confesión de deuda o un procedimiento


declarativo ordinario o sumario que permita obtener una senten­
cia condenatoria. Estas obligaciones indubitadas pueden haber
nacido a la vida jurídica por expresa convención de las partes o
por decisión judicial o por la ley.

d) En eljuicio ejecutivo se emplean medidas de apremio. Como


se trata de obtener el cumplimiento de obligaciones establecidas
fehacientemente, es lógico que para obtener ese fin se autorice el
empleo de medios compulsivos, como el embargo y remate de
bienes del deudor. Pero es necesario señalar, siguiendo al profesor
Tavolari, que no siempre existirá embargo en un juicio ejecutivo:
ejemplo en el caso del artículo 528 dentro dé las tercerías de pago.

e) Este procedimiento tiene como fundamento el principio de


ejecución (artículo 113 del Código Orgánico de Tribunales), que
corresponde a uno de los principios generales de la competencia.

f) En esteprocedimiento existe una institución propia deljuicio


ejecutivo respecto a la intervención de terceros, las llamadas tercerías
de dominio, posesión, pago y p relación.

2. R eglam entación

D e acuerdo al artículo 2o del C P C el procedimiento es ex­


traordinario cuando se rige por las disposiciones especiales que
para determinados casos ella establece. Por lo tanto el juicio eje­
cutivo es un procedimiento extraordinario, y se rige en primer
lugar por las disposiciones especiales contenidas en los Títulos I y
II del Libro III del CPC. Además de estas disposiciones, se apli­

TOMO ¡U: PROCESOS D E EJECUCION 1 5


FERNANDO ORELLANA TORRES

can las contenidas en el Libro I del mismo Código; que son dis­
posiciones comunes a todo procedimiento.
En segundo lugar y en calidad de supletorias de las normas
anteriores, se aplican las del Procedimiento Ordinario de Mayor
Cuantía (Artículo 3o del CPC).

3. C lasificación

3.1. Atendida la naturaleza de la obligación. Procedimiento


ejecutivo de obligación de dar, hacer y no hacer: La obligación,
concepto del derecho civil, es un vínculo jurídico que coloca a
una persona determinada en la necesidad de dar, hacer o no hacer
algo, respecto de otra persona determinada. De este concepto sur­
ge la clasificación en obligaciones de dar, de hacer y de no hacer.
Para nuestro estudio, la obligación de entregar se encuentra com­
prendida dentro de las obligaciones de dar. Cuando se discutió el
proyecto del CPC la Comisión Revisora lo señaló expresamente.
Se entiende por obligación de dar aquella que tiene por objeto cons­
tituir un derecho personal o real en una cosa del deudor a favor del
acreedor (A r t u r o A le ssa n d r i R.).
La clasificación que dejamos establecida tiene importancia
para determinar las disposiciones aplicables a cada caso; si el jui­
cio es por obligación de dar, se aplicarán las reglas del Título I del
Libro III del CPC; en cambio, si la obligación es de hacer o no
hacer, se observarán las disposiciones del Título II del mismo Li­
bro, y también en forma supletoria, las disposiciones del Título I
(artículos 531 y 541 CPC).

3.2. Atendida la cuantía. Procedimiento ejecutivo de mayor


cuantía y de mínima cuantía: Atendiendo a la cuantía del negocio

1 6 u b r o t b c n ia ®
C A PIT U LO I: E L P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O EN G EN ER A L-

puede distinguirse el juicio ejecutivo de mayor cuantía y el juicio


ejecutivo de mínima cuantía.
El procedimiento o juicio ejecutivo de mayor cuantía, regla­
mentado en los Títulos I y II del Libro III (artículos 434 y si­
guientes), se aplica tratándose de obligaciones cuya cuantía es su­
perior a la indicada en el artículo 703 (10 U T M ). El juicio ejecu­
tivo de mínima cuantía, regido en los artículos 729 y siguientes,
se aplica tratándose de obligaciones cuya cuantía es igual o infe­
rior a 10 U T M .

3.3. Atendiendo a su aplicación general o especial. Procedi­


miento ejecutivo de aplicación general o procedimientos ejecuti­
vos especiales.
Se entiende por ejecuciones especiales aquellas reglamenta­
das especialmente en el Código de Procedimiento Civil o por le­
yes particulares en aquellos casos en que el legislador ha estimado
conveniente alterar la regla general constituida por el juicio ejecu­
tivo de mayor cuantía. Tal es el caso, por ejemplo, del procedi­
miento de la ley sobre prenda sin desplazamiento (Ley N ° 20.190,
artículo 14. D O 5 de junio de 2007), la ley de abandono y pago
de pensiones alimenticias, entre otros.

4. La constitucionalidad del

PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

La Constitución Política de la República establece una serie


de normas jurídicas de carácter procesal civil. Estas normas están
contenidas en el artículo 12 que reglamenta el recurso (acción) de
reclamación por pérdida de nacionalidad, que es de competencia
exclusiva de la Corte Suprema; el artículo 20 que establece la ac-

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 1 7


FERNANDO ORELLANA TORRES-

ción deprotección de competencia de las Cortes de Apelaciones en


primera instancia y de la Corte Suprema como tribunal de segun­
da instancia; el artículo 21 que establece la acción de amparo de
competencia de las Cortes de Apelaciones en primera instancia y
de la Corte Suprema como tribunal de segunda instancia; el artí­
culo 93 número 6 que establece que la inaplicabilidadpor incons-
titucionalidad de un precepto legal es de competencia exclusiva del
Tribunal Constitucional.
A su vez, el artículo 19 N ° 3 ordena que toda sentencia de un
órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso pre­
vio legalmente tramitado.
Además la Constitución reglamenta en el Capítulo VI al Poder
Judicial En su artículo 76 inciso primero se establece expresa­
mente que la facultad de conocer de las causas civiles, de resolver­
las y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los
tribunales establecidos por la ley.
En su inciso tercero, profundiza en lo referente a la ejecu­
ción y señala que para hacer ejecutar las resoluciones judiciales los
tribunales ordinarios y especiales que integran el Poder Judicial
podrán impartir órdenes directas a la fuerza pública.
En el Código Orgánico de Tribunales, que tiene rango de
ley orgánica constitucional (disposición transitoria N ° 4), tam­
bién se establecen normas de carácter ejecutivo; por ejemplo: el
artículo Io, que es muy similar al artículo 76 de la CPR; el artícu­
lo 11, que se refiere a la potestad para ejecutar las sentencias, y los
artículos 113 y 114 que establecen la regla general de la compe­
tencia de la ejecución.
De lo señalado podemos concluir que el procedimiento eje­
cutivo tiene rango constitucional y, por ló tanto, cualquier pre­
cepto legal que pretenda modificar sus normas deberá adecuarse a
la Carta Fundamental.

1 8 IMROTECNIA®
C A PIT U LO l: EL P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O EN G EN ERA L-

5. El pr o c ed im ien t o ejecutivo y el

CUMPLIMIENTO INCIDENTAL

Ambos procedimientos han sido contemplados por el legis­


lador como mecanismos de ejecución de sentencias. Sin embargo
difieren en muchos aspectos
El Libro I del C PC regula en sus artículos 231 y siguientes el
denominado procedimiento cumplimiento incidental. Distingue
entre resoluciones pronunciadas por tribunales chilenos y aque­
llas pronunciadas por tribunales extranjeros.
Las características principales de estos procedimientos de eje­
cución de sentencia son las siguientes:
• Tiene por objeto sólo la ejecución de sentencias.
• Se puede solicitar sólo ante el tribunal que dictó la senten­
cia en única o primera instancia.
• Solo se puede solicitar dentro del plazo de un año, conta­
do desde que la obligación se hizo exigible.
• El plazo para defenderse es de 3 días, salvo que se dirija en
contra de un tercero en que el plazo aumenta a 10 días.
• La primera resolución judicial es “como se pide, con citación”.
• Solo existe un expediente.
• La defensa del demandado-ejecutado sólo puede basarse
en el pago de la deuda, remisión de la misma, concesión de espe­
ras o prórrogas del plazo, novación, compensación, transacción,
la de haber perdido su carácter de ejecutoria la sentencia que se
trate de cumplir, sea absolutamente o con relación a lo dispuesto
en el artículo 233 el C P C ,, la del artículo 464 número 15 y la del
artículo 534, siempre que ellas, salvo las dos últimas, se funden en
antecedentes escritos, pero todas en hechos acaecidos con poste­
rioridad a la sentencia de cuyo cumplimiento se trata. También
puede alegarse la falta de oportunidad en la ejecución. Esta excep­
ción y las del artículo 464 N ° 15 y dél artículo 534 necesitan,

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 1 9


FERNANDO ORELLANA TORRES

además, para ser admitidas a tramitación, que aparezcan revesti­


das de fundamento plausible.
• La. defensa del tercero comprende además la excepción de
no empecerle la sentencia.
• La oposición se tramita en forma incidental, pero si las ex­
cepciones no reúnen los requisitos exigidos se rechazan de plano.
• El artículo 235 del CPC regula la forma de realizar los bienes.
• Si estamos frente a resoluciones dictadas por tribunales ex­
tranjeros (arts. 242-245 del CPC). El tribunal competente es la
Corte Suprema. En este caso el procedimiento previo para exigir
el cumplimiento forzado se conoce con el nombre d&juicio de
reconocimiento (juicio de exequátur). Antes de prsentar la deman­
da ejecutiva, el interesado, debe previamente solicitar el exequá­
tur ( M o n s á l v e z M u l l e r ). Este juicio de reconocimiento se inicia
con una demanda solicitando el exequátur. U na vez proveído y
notificado el demandado, nace su derecho de defensa. Luego los
antecedentes pasan al fiscal judicial de la Corte para su informe.
Con el informe del fiscal se ordena traer los autos en relación,
para finalmente dictar sentencia concediendo o denegando el exe­
quátur solicitado. Concedido el exequátur, por la Corte Supre­
ma, el tribunal competente es el tribunal que habría conocido del
negocio en única o primera instancia si el proceso se hubiese pro­
movido en Chile (juez de letras).
Tienen en Chile las resoluciones dictadas por tribunales ex­
tranjeros, la fuerza que les concedan los tratados respectivos; y para
su ejecución se siguen los procedimientos que establezca la ley
chilena, en cuanto no aparezcan modificados por dichos tratados.
Si no existen tratados relativos a esta materia con la nación
de que procedan las resoluciones, se les dará la misma fuerza que
en ella se dé a los fallos pronunciados en Chile. Si la resolución
procede de un país en que no se da cumplimiento a los fallos de
los tribunales chilenos, no tendrá fuerza en Chile. En los casos en

2 0 LIBROTECNIA ®
C A PIT U LO I: E L P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O EN GEN ERAL-

que no pueda aplicarse las normas anteriores, las resoluciones de


tribunales extranjeros tienen en Chile la misma fuerza que si se
hubieran dictado por tribunales chilenos, con tal que reúnan las
circunstancias siguientes: I a. Que no contengan nada contrario a
las leyes de la República. Pero no se toman en consideración las
leyes de procedimiento a que haya debido sujetarse en Chile la subs­
tanciación del juicio; 2a. Que tampoco se opongan a la jurisdicción
nacional; 3a. Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia
haya sido debidamente notificada de la acción. Con todo, puede
ella probar que, por otros motivos, estuvo impedida de hacer valer
sus medios de defensa, y 4a. Que estén ejecutoriadas en conformi­
dad a las leyes del país en que hayan sido pronunciadas.
De lo señalado podemos concluir que el cumplimiento inci­
dental si bien es un procedimiento de ejecución, sólo se aplica a
los casos de sentencias de condena y no a otros títulos ejecutivos.
Su tramitación se verifica siempre en un solo expediente a dife­
rencia de lo que ocurre en el procedimiento ejecutivo por obliga­
ción de dar (done existen a lo menos 2 expedientes). Existe un
plazo de caducidad para solicitar su ejecución (1 año) a diferencia
del procedimiento ejecutivo en que el plazo de 3 años para solici­
tar su ejecución no es de caducidad. El plazo de oposición y su
posibilidad de excepciones es más restringida que en el procedi­
miento ejecutivo por obligación de dar.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 1


C a p ít u l o II
Procedimiento ejecutivo para
el cumplimiento de obligaciones de dar
en el Código de Procedimiento Civil

Este procedimiento se encuentra reglamentado en los artícu­


los 434 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, Título I,
Libro III del CPC.
Es un procedimiento contencioso extraordinario de aplicación
general, con el cual se persigue el cumplimiento, por medio de la
pretensión ejecutiva, de una obligación de dar o entregar, de carác­
ter indubitado, mediante embargos de bienes y su posterior remate.
Para qué estemos frente a este tipo de procedimiento es ne­
cesario que se cumplan los siguientes presupuestos:
• Que el titular de la acción tenga una pretensión ejecutiva
(demanda).
• Que la obligación conste en un título ejecutivo.
• Que la obligación sea líquida.
• Que la obligación sea actualmente exigible.
• Que la acción ejecutiva no esté prescrita.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 2 3


FERNANDO ORELLANA TORRES-

1. LOS TÍTULOS EJECUTIVOS

1.1. Concepto

Título ejecutivo es aquel documento, instrumento o resolu­


ción judicial que da cuenta de una deuda determinada y de carác­
ter indubitada, al cual la ley le da suficiencia necesaria para exigir
el cumplimiento forzado de la obligación en él contenida me­
diante un procedimiento de carácter ejecutivo o de apremio.
La ley confiere mérito ejecutivo a determinados títulos o
documentos.
El profesor Benavente define el concepto de título ejecutivo
en los siguientes términos: “título ejecutivo es aquel documento
que da cuenta de un derecho indubitable, ai cual la ley atribuye la
suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de la
obligación en él contenida” .
Los títulos ejecutivos están enumerados taxativamente en el
artículo 434. Esta numeración es taxativamente genérica, en virtud
del artículo 434 N° 7 que permite la existencia de otros títulos eje­
cutivos, como por ejemplo los establecidos en leyes especiales.
Por lo tanto, se puede concluir que sólo una ley puede crear
títulos ejecutivos; ni los particulares, mediante la autonomía de
la voluntad; ni el juez, mediante una resolución judicial, pueden,
por tanto, crear títulos ejecutivos.
Además el título debe contener una obligación de dar. Ello
es evidente, ya que de lo contrario no existiría obligación o deuda
cuyo cumplimiento pudiera exigirse por la vía ejecutiva.
En determinados casos el título, para tener mérito ejecutivo,
debe haber pagado el impuesto correspondiente (ejemplos, letras
de cambio o pagarés) establecido en el decreto Ley N ° 3.475 de
impuestos de timbres y estampillas.
Los títulos de crédito que no hayan pagado la contribución

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D E O B L IG A C IO N E S D E D A R E N E L C O D IG O D E P R O C E D IM IE N T O CIVIL-

debida carecen de mérito ejecutivo mientras no se acompañe tes­


timonio de haberse pagado el impuesto correspondiente. Com o
puede verse, esta carencia de mérito ejecutivo no es definitiva; el
defecto puede subsanarse pagando el impuesto que corresponde.
Si el tribunal, al hacer el estudio de admisibilidad de la demanda
ejecutiva, despacha el mandamiento de ejecución, no obstante no
estar pagado el impuesto correspondiente, el ejecutado, una vez
notificado, puede oponer a la ejecución la excepción del número
I a del artículo 464, o sea, la falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidos por la ley para que el título tenga fuerza
ejecutiva. Nuestra jurisprudencia ha fallado que no puede prospe­
rar la excepción del artículo 464 N ° 7, si en los pagarés acompa­
ñados al juicio consta la leyenda “el impuesto de timbre y estam­
pillas que grava este documento se paga por ingresos mensuales
de dinero en Tesorería, según Decreto Ley N ° 3-475”, porque en
estos casos no se puede aplicar la sanción del artículo 26, que le
resta valor ejecutivo a los documentos que no paguen el tributo
contemplado en el cuerpo legal, debido a que está expresamente
exceptuado en dicha norma (Corte de Apelaciones de La Serena y
Corte Suprema La Semana Jurídica N ° 83).
Si el sujeto pasivo no reclama en la forma indicada, ya no
podrá con posterioridad hacer valer derecho alguno; ni el juez
podría tampoco, una vez dictado y notificado el mandamiento,
negar de oficio mérito ejecutivo al título en razón de no haberse
pagado el impuesto.
En virtud del principio del desasimiento del tribunal esta­
blecido en el artículo 182 del CPC . Creemos eso sí, que en el
evento que el tribunal dicte la resolución despáchese y luego al
momento de confeccionar el mandamiento se dé cuenta del no
pago del impuesto puede abstenerse a seguir adelante con la eje­
cución y de oficio en virtud del artículo 84 inciso final corregir el
procedimiento, negando la ejecución.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 2 5


FERNANDO ORELLANA TORRES-

1.2. Enumeración de los títulos ejecutivos

Los títulos ejecutivos contemplados en nuestro Código son


los siguientes:
a) Sentencia firme, bien sea definitiva o interlocutoria.
b) Copia autorizada de escritura pública.
c) Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y
autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación.
d) Instrumento privado, reconocido judicialmente o man­
dado tener por reconocido. Sin embargo, no será necesario este re­
conocimiento respecto del aceptante de una letra de cambio o suscrip-
tor de unpagaré que no hubieren puesto tacha de falsedad a su firm a
al tiempo de protestarse el documento por falta de pago, siempre que
elprotesto haya sido personal, ni respecto de cualquiera de los obli­
gados al pago de una letra de cambio, pagaré a la orden o cheque,
cuando, puesto el protesto en su conocimiento por notificación
judicial, no alegaren tampoco en ese mismo acto o dentro de ter­
cero día tacha de falsedad.
Tendrá también mérito ejecutivo, sin necesidad de recono­
cimiento previo, la letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del
obligado cuya firm a aparezca autorizada por un notario o por el
oficial del Registro Civil.
e) Confesión judicial.
f) Cualesquiera títulos al portador o nominativos, legítima­
mente emitidos, que representen obligaciones vencidas, y los cu­
pones también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupo­
nes confronten con los títulos, y éstos, en todo caso, con los libros
talonarios.
g) Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva.

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1.3. Clasificación

a) Títulos perfectos. Son perfectos aquellos títulos que se bas­


tan a sí mismos para iniciar la ejecución, tienen plena eficacia
desde su otorgamiento. Autorizan por sí solos el procedimiento
ejecutivo. Pertenecen a esta categoría las sentencias firmes, las co­
pias autorizadas de escrituras públicas, actas de avenimiento, de­
terminados títulos de crédito, contratos especiales.
b) Títulos imperfectos. Son imperfectos aquellos títulos que no
bastan por sí solos para iniciar la ejecución, sino que para ello requie­
ren una gestión previa, llamada preparación para la vía ejecutiva.

2. E studio de los títulos ejec utivo s perfec to s

2.1. Sentencia definitiva o interlocutoria


firm e o ejecutoriada

La sentencia es el título ejecutivo perfecto por excelencia.


Para que ella tenga mérito ejecutivo es menester la concurrencia
de tres requisitos: 1) Que la sentencia esté firme o ejecutoriada.
Se entiende firme la sentencia en los casos contemplados en el
artículo 174. Señala expresamente ese artículo: Se entenderáfirm e
o ejecutoriada una resolución desde que se haya, notificado a las p ar­
tes, si no procede recurso alguno en contra de ella; y, en caso contrario,
desde que se notifique el decreto que la mande cumplir, una vez que
terminen los recursos deducidos, o desde que transcurran todos los
plazos que la ley concede para la interposición de dichos recursos, sin
que se hayan hecho valerpor laspartes. En este último caso, tratándo­
se de sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario del tribu­

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 27


■FERNANDO ORELLANA TORRES

nal a continuación delfallo, el cual se considerará firm e desde este


momento, sin más trámites. La ley sólo concede mérito ejecutivo a
las sentencias firmes, ya que únicamente ellas tienen la autoridad
de cosa juzgada. Antes de que adquieran el carácter de firmes, las
sentencias pueden ser modificadas mediante la interposición de
algún recurso legal. Sin perjuicio de lo anterior hay sentencias
que no obstante no encontrarse firmes pueden cumplirse ejecuti­
vamente, las llamadas sentencias que causan ejecutoria. 2) Que la
sentencia sea definitiva o interlocutoria. De acuerdo al artículo 158,
es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la
cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. Se entiende por
sentencia interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estable­
ciendo derechos permanentes en favor de las partes, o resuelve so­
bre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de
una sentencia definitiva o interlocutoria, y 3) Que la sentencia de­
finitiva o interlocutoria firme contenga una obligación de dar.
Son títulos perfectos la sentencia original, las copias autori­
zadas de dichas sentencias. Esta sentencia puede emanar de cual­
quier tribunal: ordinario, especial o arbitral.

a) C o p ia a u t o r iz a d a d e e s c r it u r a p ú b l ic a (el C O T regla­
menta las escrituras públicas en sus artículos 403 a 414). Se en­
tiende por escritura pública el instrumento público otorgado con
las solemnidades legales, por el notario competente e incorpora­
do en un protocolo o registro público.
El número 2o del artículo 434 sólo da mérito ejecutivo a la
copia autorizada de escritura pública (puede ser cualquier copia
autorizada).
N o es título ejecutivo la escritura original o matriz (la matriz
es el documento original debidamente firmado por los compare­
cientes y el notario, que se incorpora al protocolo) pues ésta debe
quedar archivada en el protocolo o registro que lleva el Notario.

2 8 UBROTECNIA ®
C A P IT U L O II: P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O PARA EL C U M P L IM IE N T O .
D E O B L IG A C IO N E S D E D AR EN EL C O D IG O D E P R O C E D IM IE N T O CIVIL-

b) A c t a d e a v e n im ie n t o pasada a n t e t r ib u n a l c o m p e t e n ­

te Y AUTORIZADA POR UN MINISTRO DE FE O POR DOS TESTIGOS DE


ACTUACIÓN. La ley no define expresamente lo que es el avenimien­
to. Desde un punto de vista doctrinario es un equivalente jurisdic­
cional. Por él debemos entender el acuerdo producido entre el de­
mandante y demandado, sin la intervención del juez, el cual sólo lo
aprueba, y que pone término al juicio. El avenimiento tiene gran
semejanza con la conciliación y la transacción, ya que todos supo­
nen un acuerdo tendiente a poner fin a un litigio; pero existen dife­
rencias fundamentales que no permiten su confusión: 1) La tran­
sacción es siempre exrrajudicial, el avenimiento se produce siempre
ante el tribunal que conoce del juicio, la conciliación se produce en
el juicio; 2) La transacción puede referirse a derechos litigiosos, que
son materia de un juicio y también a derechos que tienen por obje­
to precaver un litigio eventual. En cambio, el avenimiento siempre
versará sobre derechos controvertidos ante la justicia. La concilia­
ción también supone un acuerdo de derechos controvertidos; 3) La
transacción no requiere intervención directa del juez; el avenimien­
to tampoco requiere intervención directa del juez; sin embargo en
la conciliación la intervención del juez competente.es obligatoria y
esencial; 4) Por último, respecto a la conciliación, ésta es título eje­
cutivo perfecto en virtud del artículo 434 N ° 1. El artículo .26.7
expresamente señala que la conciliación “se estimará como senten­
cia ejecutoriada para todos los efectos legales”. La transacción es
título ejecutivo en virtudjdel artículo 434 N ° 2.
Para que estemos frente a este título ejecutivo es necesario
que se cumplan los siguientes requisitos:
• U n acta, es decir, un documento escrito.
• Que el avenimiento (acta) esté pasado ante el tribunal com­
petente. O sea, que el avenimiento haya sido presentado ante el tri­
bunal y éste lo haya aprobado. El tribunal competente es el que está
conociendo del juicio al cual se pone fin mediante el avenimiento.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 2 9


FERNANDO ORELLANA TORRES-

• Que el acta de avenimiento esté autorizada por un minis­


tro de fe o por dos testigos de actuación: el ministro de fe puede
ser un notario o el secretario del tribunal que conoce de la causa.
Respecto a los dos testigos de actuación éstos intervendrán cuan­
do estemos frente a un procedimiento arbitral ante un árbitro
arbitrador. Según el artículo 640 la sentencia definitiva debe ser
autorizada por un ministro de fe o “por dos testigos en su defec­
to”, Este es el caso a que se refiere el número 3 del artículo 434.

c) L etr a d e CAMBIO, PAGARÉ Y CHEQUE. La segunda parte del


N° 4° del artículo 434 expresa: “sin embargo, no será necesario
este reconocimiento respecto del aceptante de una letra de cam­
bio o suscriptor de un pagaré que no hayan puesto tacha de false­
dad a su firma al tiempo de protestarse el documento por falta de
pago, siempre que.,eLptQtesto haya sido personal... Tendrá.tam-
bién mérito ejecutivo, sin necesidad de reconocimiento previo, la
letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del obligado cuya fir­
ma aparezca autorizada por un notario”.
Este número 4°, respecto a los títulos de créditos perfectos,
se refiere a dos casos:
c. 1) Letra de cambio opagaré. El primer caso sólo se refiere a
la letra de cambio y al pagaré. D e acuerdo al artículo 59 de la Ley
N ° 18.092, la letra de cambio puede protestarse por falta de acep­
tación, por falta de fecha de aceptación y por falta de pago. Al
pagaré se le aplican las mismas normas relativas a la letra de cam­
bio en lo que no sean contrarias a su naturaleza. El protesto puede
hacerse al aceptante personalmente o en rebeldía.
Si una letra de cambio o un pagaré es protestado por falta de
pago, éste se hace personalmente por un notario al aceptante o sus­
criptor, y sin que éste tache la falsedad su firma al tiempo del pro­
testo, tal documento adquiere mérito ejecutivo perfecto en contra
del aceptante o suscriptor. Los requisitos son los siguientes:

3 0 ÜSROTECNIAe
C A P IT U L O II: P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O PARA E L C U M P L IM IE N T O
D E O B L IG A C IO N E S D E D AR E N E L C O D IG O D E P R O C E D IM IE N T O CIVIL-

• Letra de cambio o pagaré;


• Protestados por falta de pago;
• Que el protesto, seajpersonal;
• Que el protesto sea efectuado, por un notario;
• Que el aceptante o suscriptór no tachen de falsa su firma
al momento del protesto del documento.
Debe tenerse presente que la letra de cambio o pagaré que se
encuentran en la situación anterior, sólo tiene mérito ejecutivo en
contra del aceptante o suscriptór, y no en contra de los otros obli­
gados por los títulos de crédito.
Para darle fuerza ejecutiva respecto de otros obligados, será
menester realizar una gestión preparatoria de la vía ejecutiva de
notificación judicial de protesto.
c.2) Letra de cambio, pagaré o cheque. Además la ley con­
templa una segunda situación, que se refiere en este caso a la letra
de cambio, pagaré y al cheque. Si un cheque no es pagado a su
presentación, puede protestarse por falta de pago (Se define el
protesto del cheque como la certificación o acto solemne, efec­
tuado en el dorso del documento o en colillas especialmente des­
tinadas para tal efecto, que hace un banco, y que acredita la nega­
tiva del pago, la causa de su no pago o el rechazo, indicándose el
día y la hora de la diligencia) El protesto se estampará en el dorso
del cheque, y en él se expresará la causa, la fecha y la hora, con las
firmas del portador y del banco, sin que sea necesaria la interven­
ción de un ministro de fe.
Com o se comprenderá, el protesto del cheque no puede ser
nunca personal, ya que él se realiza sin la intervención del girador.
Letra de cambio, pagaré o cheque en que la firma del obliga­
do aparece autorizada por un notario tiene mérito ejecutivo en
contra del obligado, sin que sea necesario un reconocimiento pre­
vio. Los obligados son los aceptantes, suscriptores, giradores, ava­
listas, y todos aquellos que aparecen en el documento, cuyas fir­

TOMOIIl: PROCESOS D E EJECUCION 3 1


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

mas estén autorizadas ante un notario. N o es requisito esencial


que las firmas estén autorizadas por el mismo notario

d) Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva.


Finalmente, el N ° 7o del artículo 434, reconoce mérito ejecutivo
perfecto a “cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecuti­
va”. Esta es la regla general que comprende a todos aquellos títulos
a los que disposiciones especiales han dado el carácter de ejecutivo.
Quedan comprendidos en esta situación:
d .l) Las sentencias que causan ejecutoria. Son aquellas que
pueden cumplirse no obstante la existencia de recursos en su con­
tra. Tienen este carácter las sentencias definitivas o interlocuto-
rias apeladas en el solo efecto devolutivo, y las sentencias definiti­
vas o interlocutorias que se encuentren pendientes por la interpo­
sición de algún recurso de casación.
d.2) Ley N ° 19.532.sobre copropiedad inm obiliaria. D e acuer­
do a su artículo 27Ja.co p ia deL.acta de la asamblea válidamente
celebrada, autorizada por el Comité de Administración, o en su
defecto por el administrador, en que se acuerdan gastos comunes,
tendrá mérito ejecutivo perfecto para el cobro.de los mismos. Igual
mérito tendrán los avisos de coJbro de dichos gastos comunes, ex­
tendidos de conformidad al acta, siempre que se encuentren fir­
mados por el administrador. El cobro de gastos comunes se sujeta
al procedimiento del juicio ejecutivo del Título I del Libro III del
Código de Procedimiento Civil, y su conocimiento corresponde
a la justicia ordinaria (juez de letras).
d.3) Ley N ° 14.908 sobre abandono de fam ilia y pago de pen­
siones alimenticias. En su artículo 11 dispone que toda resolución
judicial que fije una pensión alimenticia o aprobare una transac­
ción tiene mérito ejecutivo y será competente para conocer de la

32 UBROTECNIA®
C A P IT U L O II: P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O PARA EL C U M P L IM IE N T O
D E O B L IG A C IO N E S D E D AR E N E L C O D IG O D E P R O C E D IM IE N T O CIVIL-

ejecuciónel juez de familia que la dictó en única o en primera


instancia, o el del nuevo domicilio del alimentario.
d.4) E l artículo 169 del Código Tributario. Confiere mérito
ejecutivo perfecto, por ehsolo ministerio de_.la_.lqy, a las listas o
nóminas de los deudores, que se. encuentren en .mora
d.5) Contrato .¿¿..prenda sin desplazamiento (Ley N ° 20.190,
artículo 14). El contrato de prenda sin desplazamiento es solem­
ne, deben otorgarse por escritura pública o por instrumento pri­
vado en que las firmas de las partes concurrentes deben ser autori­
zadas ante notario y debe ser protocolizado en el registro del mis­
mo notario que autoriza. Una copia de la escritura o instrumento
debe dentro de tercero día, enviarse al Registro Civil para su ins­
cripción en el Registro de Prendas sin desplazamiento. Si el notario
no cumple con esta obligación, no afecta a la validez del contrato
pero hace responsable al notario de los daños ocasionados y sin
perj uicio de la sanción disciplinaria.
El derecho real de prensa se adquiere, prueba y conserva desde la
fecha de la inscripción respectiva, y desde ese día es oponible a terce­
ros. Si el bien prendado (como los vehículos) está sujeto a inscripción
obligatoria es oponible a terceros desde que se anote la referencia del
contrato de prenda, al margen en el correspondiente registro.
El contrato de prenda sin desplazamiento, tiene por objeto
constituir una garantía sobre una cosa corporal o incorporal mue­
ble, para caucionar obligaciones propias o de terceros, conservan­
do el constituyente la tenencia y uso de la prenda.
Pueden caucionarse con este tipo de prenda toda clase de
obligaciones, presentes o futuras, estén o no determinadas a la
fecha del respectivo contrato. Asimismo, puede constituirse pren­
da sin desplazamiento sobre las cosas que no han llegado al país
pueden ser empeñadas, siempre que el constituyente de la prenda
sea el titular del documento de embarque o expedición o de re­

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 3 3


FERNAND O ORELLANA TORRES-

cepción para el embarque o expedición de ellas. Además, puede


constituirse prenda sobre existencias de mercaderías, materias pri­
mas, productos elaborados o semielaborados y repuestos del co­
mercio o industrias y, en general, de cualquier actividad de la pro­
ducción o de los servicios. N o puede constituirse sobre los mue­
bles de una casa destinados a su ajuar.
La Ley N ° 20.190 que regula la nueva normativa de prenda
sin desplazamiento derogó y suprimió las leyes 4.097 (prenda agra­
ria), 4.702 (compraventa de cosas muebles a plazo) y 5687 (pren­
da industrial).
d.6) Cuotas adeudadas a una sociedad minera. D e conformi­
dad al artículo 195 del código de minería los socios, de una socie­
dad minera, contribuyen al pago de los gastos necesarios tanto para
la conservación y exploración de la concesión de exploración y de la
pertenencia, como para la explotación de esta última, en propor­
ción a las acciones que tengan en la sociedad. Las cuotas deben
pagarse, si no se ha señalado plazo para ello, dentro de los treinta
días siguientes a la fecha de la segunda publicación del acuerdo res­
pectivo. Caerá en inconcurrencia el socio que, en el plazo corres­
pondiente, no pague la cuota acordada. Producida la inconcurren­
cia, el administrador de la sociedad dispondrá de los minerales, pas­
tas o dineros del socio inconcurrente que estén aún en poder de la
sociedad, hasta la cantidad necesaria para cubrir la cuota que adeu­
de. Si no existen estos bienes o si el producto de éstos no ha sido
suficiente para el pago de la cuota adeudada, el administrador debe
perseguir su pago en las acciones que correspondan a l socio inconcu­
rrente. Este derecho podrá también ser ejercido por cualquier socio
concurrente, en representación de la sociedad. Para hacer efectivo
la acción mencionada, se demanda en juicio ejecutivo al socio in­
concurrente, quien adquiere la calidad de parte ejecutada.
d.7) Ley N ° 17.322, sobre Cobranza Ju d icial de Imposiciones.

3 4 LIBROTECNIAm
C A P IT U L O II: P R O C E D IM IE N T O E JE C U T IV O PA R A E L C U M P L IM IE N T O
D E O B L IG A C IO N E S D E D AR EN EL C O D IG O D E P R O C E D IM IE N T O CIVIL-

3. E stud io d e los títulos ejec utivo s im perfec to s

3.1. Instrum entos privados

En esta materia hay que distinguir dos casos que ha establecido


el legislador en el artículo 434 N ° 4: los instrumentos privados pro­
piamente tales y los títulos de crédito que no sean títulos perfectos.
Se define el instrumento privado como aquel que da cuenta de
un hecho sin necesidad de estar firmado por las partes o particulares.
El instrumento privado no tiene mérito ejecutivo propio,
por regla general, por lo tanto para que adquiera fuerza ejecutiva
se requiere que haya sido reconocido judicialmente o bien que
haya sido mandado tener por reconocido.
Para obtener este reconocimiento es necesario efectuar una
gestión preparatoria para la vía ejecutiva, que estudiaremos en el
capítulo referido a la tramitación del procedimiento ejecutivo.
Letra de cambio, pagaré o cheque cuyo protesto ha sido puesto
en conocimiento del obligado por notificación judicial.
La letra de cambio, pagaré o cheque, cuando las firmas de los
obligados no estén autorizadas por un notario, y cuyo protesto no
ha sido personal, carece de mérito ejecutivo por sí solo, y para
conferirle ese mérito es menester que el protesto se ponga en co­
nocimiento del deudor mediante una gestión preparatoria para la
vía ejecutiva.

3.2. Confesión judicial

El N ° 5o del artículo 434 da mérito ejecutivo a la confesión


judicial. Se entiende por confesión el reconocimiento que una per­
sona o parte del juicio hace de un hecho que genera en su contra
consecuencias jurídicas. Ella puede ser extrajudicial o judicial.

TOMO IIL PROCESOS D E EJECUCION 3 5


FERNANDO ORELLANA TORRES'

La confesión es una gestión preparatoria para la vía ejecutiva


que tiene como objeto reconocer una obligación y crear un título
ejecutivo. Esta confesión debe producirse precisamente en la for­
ma indicada en el artículo 435, citándose previamente al deudor
con el fin de preparar la vía ejecutiva, y prestando éste su confe­
sión ante el juez, o teniéndosele por confeso en rebeldía, sin la
presencia del acreedor.
En estricto rigor para determinar si la confesión judicial es o
no es un título ejecutivo, hay que distinguir si el deudor compare­
ce o no comparece a la audiencia, si no comparece la confesión no
es título ejecutivo, sino más bien un medio para crear un título
ejecutivo, que permitirá demandar ejecutivamente.
El título ejecutivo consiste, por lo tanto, en la resolución
judicial, firme o ejecutoriada, que dictó el tribunal estableciendo
el hecho de la confesión en rebeldía. En cambio si el deudor com­
parece y confiesa la deuda la confesión judicial es título ejecutivo.
¿Qué ocurre si la confesión se efectuó en forma expresa en
otro procedimiento? ¿Puedo demandar ejecutivamente en forma
inmediata o requiero de una gestión preparatoria?
Creemos que la confesión se debe verificar en la audiencia de
gestión preparatoria, independiente que en otro procedimiento
se haya dado en forma expresa, por lo tanto no puedo demandar
ejecutivamente en forma directa, necesariamente debo efectuar la
gestión preparatoria.
¿Pero puedo acompañar fotocopia autorizada del expediente
que da cuenta de la confesión expresa como título ejecutivo?
Como lo ha señalado la Corte Suprema el expediente no
constituye escritura pública, ni tampoco un instrumento público,
salvo en determinados escritos de él mismo, por lo tanto no po­
dría servir como título ejecutivo perfecto.

36 UBROTECNIA®
CAPITULO II: PROCEDIMIENTO EJECUTIVO PARA EL CUMPLIMIENTO
---------- DE OBLIGACIONES DE DAR EN EL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL---- ------

3.3. Cualesquiera títulos al portador o


nom inativo, legítim am ente em itidos

De acuerdo al N ° 6 del artículo 434 se confiere mérito ejecu­


tivo a “cualesquiera títulos al portador, o nominativos, legítima­
mente emitidos, que representen obligaciones vencidas, y los cu­
pones también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupo­
nes confronten con los títulos, y éstos, en todo caso, con los libros
talonarios. Resultando conforme la confrontación, no será obstá­
culo a que se despache la ejecución la protesta de falsedad del
título que en el acto haga el director o la persona que tenga la
representación del deudor, quien podrá alegar en forma la false­
dad como una de las excepciones del juicio”.
Tratándose deLtítuio^ejecutivo en estudio, será menester prac­
ticar previamente una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, cual
es la confrontación de los cupones can los títulos y deéstos.son. Ios-libros
talonarios.

4. O bligación líquida

Para que pueda exigirse ejecutivamente el cumplimiento de


una obligación de dar, es menester, además, que ésta sea líquida,
esto es, que se encuentre perfectamente determinada en su espe­
cie, o en su género y cantidad. Según el artículo 438, tenemos que
el objeto de la obligación se entiende líquida, no sólo cuando
tenga actualmente esta calidad, sino también la que pueda liqui­
darse mediante simples operaciones aritméticas con soladas. datos
que el mismo título ejecutivo suministre.
Son obligaciones líquidas: 1) La especie o cuerpo cierto de­
bido y que se encuentra en poder del deudor. En este caso es
líquida per se, y 2) Cuando se trata de una suma determinada de
dinero (cantidad líquida de dinero).

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 3 7


FERNANDO ORELLANA TORRES

En cambio, no es líquida per se, en los siguientes casos, re-


quiriéndose una gestión preparatoria previa denominada avalua­
ción: a) Cuando consiste en el cuerpo cierto debido, que no está
en poder del deudor, y b) Cuando se trata de cosas genéricas de­
terminadas, que no sean dinero.
Si la obligación es en parte líquida y no líquida, el artículo 439
señala que para procederse ejecutivamente sólo debe considerarse la
parte líquida, y respecto a la parte no líquida, el acreedor puede
reservarse su derecho para reclamar por la vía ordinaria.
Creemos sin embargo que, además, respecto a la parte no
líquida, puede iniciarse una gestión preparatoria de avaluación o
bien de confesión de deuda.

5. O bliga ción actualm ente e x ig ib le

De acuerdo con el artículo 437, “para que proceda la ejecución,


se requiere además que la obligación sea actualmente exigible”.
Una obligación es exigible cuando no está sujeta a ninguna
modalidad que suspenda su nacimiento o ejercicio, o sea, cuando
no está sujeta a condición, plazo o modo.
La exigibilidad de la obligación debe ser “actual” , o sea, debe
existir en el momento de entablarse la demanda ejecutiva y no en
un momento posterior. Se ha estimado, por algunos fallos, que
esta exigibilidad actual puede darse, incluso, al momento del re­
querimiento de pago.

6. A cción ejecutiva no prescrita

El último requisito para que pueda perseguirse ejecutivamente


el cumplimiento de una obligación, es el de que la acción ejecuti­
va no esté prescrita.

UBROTECNIA®
CAPITULO II: PROCEDIMIENTO EJECUTIVO PARA EL CUMPLIMIENTO
DE OBLIGACIONES DE DAR EN EL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIl-

D e acuerdo al Código Civil las acciones personales pueden


ser ordinarias o ejecutivas. Las ordinarias prescriben por regla ge­
neral en 5 años, y las ejecutivas prescriben en 3 años.
Este plazo de prescripción de tres años, “...se cuenta desde
que ésta se ha hecho exigidle”.
La prescripción de la acción ejecutiva reviste una característi­
ca especial, cual es la de que ella debe ser declarada de oficio por el
tribunal, siempre y cuando se trate de una prescripción de tres
años, según se desprende claramente del artículo 442, el cual dispo­
ne que “el tribunal denegará la ejecución si el título presentado
tuviere más de tres años, contados desde que la obligación se hu­
biere hecho exigible”.
Existen ciertas acciones que prescriben, de acuerdo con dis­
posiciones especiales, en un año, que es el caso de las acciones
emanadas del cheque, letra de cambio y pagaré.
¿Podría el juez declarar de oficio la prescripción de estas ac­
ciones que prescriben en un plazo inferior a tres años? Según al­
gunos autores el juez no podría hacerlo, ya que la ley sólo lo facul­
ta para declarar la prescripción y denegar la ejecución, cuando el
título presentado tuviere más de tres años, sin que pueda hacerlo
cuando el título tiene menos de ese lapso, aun cuando la acción
esté prescrita por tener un plazo de prescripción inferior. Será el
ejecutado quien deba oponer en su oportunidad la excepción de
prescripción. La razón es de carácter histórico, cuando se dictó la
Ley N ° 18.092 sobre letra de cambio y pagaré, el artículo 442 no
fue modificado, como sí lo fueron otras normas del Código (por
ejemplo, el artículo 434), por lo tanto se concluye que el legisla­
dor no quiso hacer extensible a las prescripciones de ios títulos de
crédito la norma de la prescripción de oficio.
Respecto a la naturaleza jurídica del plazo de 3 años se ha
discutido si es efectivamente un plazo de prescripción o es de ca­
ducidad. Creemos que estamos frente a un plazo de prescripción

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 3 9


FERNANDO ORELLANA TORRES-

porque si, transcurrido el plazo, el tribunal no deniega el título


ejecutivo en conformidad al artículo 442, el ejecutado puede opo­
ner la excepción de prescripción señalada en el artículo 464 N °
17. Además la prescripción admite suspensión e interrupción, si­
tuaciones que no ocurren en la caducidad.
Prescrita la acción ejecutiva, sólo queda al acreedor la vía
ordinaria o sumaria para hacer valer sus derechos.
Sin embargo, podría el acreedor hacerse un nuevo título eje­
cutivo no obstante estar la acción ejecutiva prescrita, haciendo
uso de algunos de los medios señalados por el artículo 434, es
decir, creando un nuevo título ejecutivo mediante la gestión pre­
paratoria de reconocimiento de firma o confesión de deuda.
En tal caso, la prescripción de la acción ejecutiva empieza a
correr de nuevo, a contar de la fecha de la diligencia de reconoci­
miento de firma o confesión de la deuda, diligencia que, en reali­
dad, constituye el verdadero título ejecutivo.
Sin embargo, hay jurisprudencia que ha estimado que no es
factible, tratándose de la letra de cambio, pagaré o cheque, hacer
revivir un título ejecutivo fenecido por prescripción, señalándose
en estos casos que “el reconocimiento de firma prestado por un
deudor no es suficiente para hacer revivir una acción ya prescrita.
La interrupción sólo procede respecto a la prescripción que estuvie­
re corriendo, mas no de aquélla cuyo plazo estuviere vencido” . (Corte
Suprema 1988, Corte de Santiago 1990 y 1994, Repertorio).
Se ha fallado, también, que “la acción cambiaría directa que
nace de los instrumentos de crédito regulados por la Ley N ° 18.092,
sobre letra de cambio y pagaré, se extingue, conforme al artículo
98 de esa ley, al año posterior a su vencimiento; por su lado, la
acción ejecutiva que emana de alguno de los títulos enunciados
en el artículo 434, expira al tercer año posterior a su exigibilidad
(Código Civil, artículos 2515 y 442). Y es de notar que mientras
dicha acción cambiaría se extingue definitivamente por el trans­

4 0 UBROTECNIA»
CAPITULO II: PROCEDIMIENTO EJECUTIVO PARA EL CUMPLIMIENTO
DE OBLIGACIONES DE DAR EN EL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CML-

curso de un año, sin poder reaparecer mediante ia gestión prepa­


ratoria de la vía ejecutiva de reconocimiento de firma, la acción
ejecutiva puede renovarse a través del procedimiento señalado en
los artículos 435 y 436, o subsistir como ordinaria por otros dos
años después de haber expirado como acción ejecutiva, conforme
a lo preceptuado por el artículo 2515, inciso segundo del Código
Civil” (Corte de Apelaciones de Santiago, 22 de mayo de 1991,
en Repertorio del Código Civil, tomo XI, p. 269).

7. I n ter rupc ió n d e la p r e sc r ip c ió n
DE LA ACCIÓN EJECUTIVA

Sabemos que, en conformidad al derecho civil, la prescrip­


ción que extingue las acciones se interrumpe naturalmente, si el
deudor reconoce la obligación, y se interrumpe civilmente cuan­
do el acreedor demanda judicialmente el cumplimiento de la obli­
gación. Estas normas generales sobre interrupción de la prescrip­
ción son aplicables a la prescripción de la acción ejecutiva, con
algunas modificaciones que se desprenden del CPC . Desde lue­
go, la prescripción de la acción ejecutiva se interrumpe civilmente
por la notificación de la demanda ejecutiva; ése es, precisamente,
uno de los efectos de toda demanda judicial.
También podemos afirmar que la prescripción de la acción
ejecutiva se interrumpe naturalmente, pero debemos tener pre­
sente que no todo reconocimiento del deudor importa interrup­
ción natural de la prescripción de la acción ejecutiva. Tratándose
de la acción ejecutiva, tal interrupción sólo la produce el recono­
cimiento que el deudor preste judicialmente en la gestión prepa­
ratoria de confesión de deuda o reconocimiento de firma. Un
reconocimiento judicial prestado en otra oportunidad que la ano­
tada, o un reconocimiento extrajudicial, no tendría la virtud de
interrumpir la prescripción.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 4 1


FERNANDO ORELLANA TORRES'

Respecto a los títulos de crédito, existe norma expresa al res­


pecto. El artículo 100 de la Ley N ° 18.092, sobre letra de cambio
y pagaré señala expresamente que la prescripción se interrumpe
sólo respecto del obligado a quien se notifique la demanda judi­
cial de cobro de letra o la gestión judicial necesaria o conducente
para deducir dicha demanda o preparar la ejecución.
Nuestra jurisprudencia ha fallado que la gestión preparatoria
de notificación del título ejecutivo a los herederos, del artículo
1377 del C C interrumpe el plazo de prescripción de la acción
ejecutiva (Corte Suprema, 21 de noviembre de 1988, y Corte de
Apelaciones de Santiago, 29 de octubre de 1963, en Repertorio del
Código Civil, tomo XI, pág. 288)

42 UBROTECNIA®
C a p ít u l o III

Tramitación del
procedimiento ejecutivo

El procedimiento ejecutivo consta de dos cuadernos o expe­


dientes principales: el cuaderno principal o ejecutivo y el cuaderno

El cuaderno ejecutivo constituye el contradictorio mismo y en


él se realiza la discusión de las partes. Contiene la demanda ejecuti­
va, la resolución judicial “despáchese”, la notificación de la deman­
da ejecutiva, las excepciones opuestas por el ejecutado, la prueba y
la sentencia definitiva condenatoria o absolutoria. Si no hay oposi­
ción de excepciones sólo existe la demanda ejecutiva, la resolución
judicial “despáchese” y la notificación de la demanda ejecutiva.
El cuaderno de apremio se tramita paralelamente al cuaderno
principal y se refiere al mandamiento de ejecución y embargo, al
requerimiento de pago, a las actuaciones necesarias para el embar­
go de los bienes y la administración y el remate de los mismos.
Este expediente se inicia con el mandamiento de ejecución y em­
bargo, el requerimiento de pago, y luego el embargo de bienes,
que normalmente queda paralizado hasta que se dicta sentencia
definitiva en el cuaderno ejecutivo, siempre y cuando se hayan
opuesto excepciones por parte del ejecutado.
Cuando se dicta sentencia definitiva de pago o remate se pone
de nuevo en movimiento el cuaderno de apremio, con las diligen­
cias tendientes a la realización de los bienes embargados.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 4 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

Estos dos cuadernos se tramitan separada e independiente­


mente, de modo que los recursos interpuestos en uno de ellos, no
retarden la marcha de otro (artículo 458).
Puede existir, también, en el juicio ejecutivo, un cuaderno de
tercerías. Ello sucede cuando en el pleito ejecutivo interviene un ter­
cero. En este juicio, los terceros sólo pueden intervenir en los casos
que taxativamente indica el CPC, casos que son los siguientes:
• Tercería de dominio;
• Tercería de posesión;
• Tercería de prelación;
• Tercería de pago, y
• Otros derechos que p uedan hacerse valer en forma de tercerías.
Por último, puede existir en el procedimiento ejecutivo un
cuaderno de incidentes, tratándose de aquellas cuestiones accesorias
que no revistan el carácter de previo y especial pronunciamiento.
El procedimiento ejecutivo comenzará por gestiones prepa­
ratorias de la vía ejecutiva o por la demanda ejecutiva.

1. La s g estio n es prepa rato rias d e la vía ejecutiva

Tienen aplicación cuando no se han cumplido con los requi­


sitos copulativos para dar inicio de inmediato a un procedimiento
ejecutivo, por ejemplo, porque no hay título ejecutivo, el título
ejecutivo no es perfecto o bien porque la obligación no es líquida,
o la acción ejecutiva está prescrita o bien porque el legislador ha
exigido algún otro requisito previo.
Pues bien, estas gestiones preparatorias tienen por objeto
constituir o completar algunos de los requisitos que faltan al títu­
lo para que tenga mérito ejecutivo.
Las gestiones preparatorias son:
• La citación a confesar deuda.

44 UBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

• El reconocimiento de firma.
• La avaluación.
• La notificación judicial de protesto de letra de cambio o pagaré.
•' La notificación judicial de protesto de cheque.
• La notificación del título ejecutivo a los herederos del cau­
sante deudor.
• Notificación al tercer poseedor de la finca hipotecada.
• Confrontación de títulos y cupones.
• La Notificación Judicial de Copia de Factura

1.1. La citación a confesar deuda

Esta gestión se encuentra reglamentada en el artículo 435


del C P C y dice: “Si, en caso de no tener el acreedor título ejecuti­
vo, quisiere preparar la ejecución por el reconocimiento de firma
o por lacoñfesión de tadeuda, podrá pedir que se cite al deudor, a la
presencia.-j,udicial,_a fin de que practique la que corresponda de
estas diligencias” .

a) Tramitación. Se presentará al tribunal de turno respecti­


vo o en la secretaría de la Corte si se tratá de tribunal asiento de
Corte, para su distribución, una solicitud, pidiendo que se cite al
deudor a la presencia judicial para que confiese la deuda que se
señala en la parte petitoria de la solicitud, a fin de preparar la vía
ejecutiva y bajo apercibimiento de dar por confesada la deuda si
no compareciere o sólo diere respuestas evasivas. Esta solicitud,
una vez declarada admisible, debe ser proveída por el Tribunal
ordenando se cite al deudor para una fecha y hora determinada a
fin de que en una audiencia comparezca a declarar. Los tribunales
dictan la siguiente resolución: “Cítese al demandado a la audien­
cia del 3o día hábil siguiente de su notificación o al día hábil si­
guiente si recayere en día sábado, a las 10:00 horas, para los fines

TOMO ¡Ii PROCESOS DE EJECUCION 4 5


■FERNANDO ORELLANA TORRES

indicados y bajo apercibimiento legal” . Algunos tribunales fijan


la audiencia al 5o día hábil.
La solicitud y su proveído deberán ser notificados personal­
mente o por el artículo 44 o por avisos según las reglas generales.

b) Actitudes que puede asum ir el deudor citado. La gestión


preparatoria de la vía ejecutiva tiene por exclusivo objeto que el
deudor confiese la deuda. En consecuencia no podría el deudor
citado hacer alegaciones de fondo ni oponer excepciones, lo cual
debe hacerse en otra oportunidad. N o obstante lo anterior, el deu­
dor citado podría promover un incidente dilatorio que no afecte
al fondo del asunto.
Consecuente con este principio, la jurisprudencia ha deter­
minado en forma uniforme que procede incidencia de incompe­
tencia del tribunal tratándose de gestiones preparatorias de la vía
ejecutiva.
Las actitudes que puede asumir el deudor citado y notificado
son las siguientes: 1) N o comparece; 2) Comparece y confiesa la
deuda; 3) Comparece y da respuestas evasivas; 4) Comparece y
niega la deuda.
b .l) E l deudor no comparece. Si el deudor citado no compa­
rece incurre en el apercibimiento señalado en el artículo 435 y se
tendrá por confesada la deuda.
Aplicando las normas del artículo 79 el deudor no incurre en
el apercibimiento indicado, si su no comparecencia se debe a caso
fortuito ofuerza mayor, ya que en tal caso podrá “pedir la rescisión
de lo que se haya obrado en el juicio en rebeldía suya, ofreciendo
probar que ha estado impedido por fuerza mayor.
Este derecho sólo podrá reclamarse dentro de tres días, con­
tados desde que cesó el impedimento y pudo hacerse valer ante el
tribunal que conoce del negocio”.

46 LIBROTECN1A®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

Si. el deudor no comparece es menester que una resolución


judicial dé por confesada la deuda. N o basta que el deudor no
comparezca a la audiencia que se le señaló para que la vía ejecutiva
quede preparada.
b.2) E l deudor comparece y confiesa la deudar En ese caso, la
ejecución queda preparada y la gestión preparatoria habrá cum­
plido su objetivo. N o será necesaria la dictación de una resolución
judicial, la confesión de deuda es el título ejecutivo.
La diligencia de confesión de deuda debe necesariamente ser
practicada ante el juez (aunque en la práctica es tomada por un
proveedor del tribunal); no podría cometerse esta diligencia al
secretario del tribunal o a otro ministro de fe, ya que la ley no per­
mite tal delegación de funciones. Un reconocimiento prestado ante
el secretario del tribunal o ante un receptor adolecería de nulidad, y
el título ejecutivo no quedaría perfecto: le faltaría uno de los requi­
sitos que la ley establece para que tenga fuerza ejecutiva.
Por otra parte, el acreedor no tiene la facultad de presenciar
la declaración de su deudor, en atención a que esta diligencia es
personal y solo tiene por objeto obtener que el deudor manifieste
categóricamente si confiesa la deuda.
b.3) E l deudor comparece y da respuestas evasivas. Si el deudor
es citado y da respuestas evasivas, esto es, no niega directamente la
deuda, sino que contesta con vaguedad, eludiendo responder en
forma categórica se tendrá,por confesada la deuda. Este caso está
asimilado a aquel en que el deudor no comparece. Será necesaria la
dictación de una resolución judicial que mande tener por confesa­
da la deuda, del mismo modo que cuando el deudor no comparece.
b.4) E l deudor comparece y niega la deuda. En caso de que el
deudor comparezca a la citación y niegue la deuda, termina la pre­
paración de la vía ejecutiva y el acreedor carecerá de título suficiente
para iniciar ejecución. El acreedor no tendrá otro camino que la vía
ordinaria o bien la vía sumaria para resguardar sus derechos.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 4 7


FERNANDO ORELLANA TORRES

c) N aturaleza ju ríd ica de la resolución que tiene por confesada


la deuda. La resolución judicial que da por confesada la deuda es
una sentencia interlocutoria y ella debe estar ejecutoriada.

1.2. R econ ocim iento de firm a

Esta gestión se encuentra reglamentada en el artículo 435 y


dice: “Si, en caso de no tener el acreedor título ejecutivo, quisiere
preparar la ejecución por el reconocimiento de firm a o por la con­
fesión de la deuda, podrá pedir que se cite al deudor a la presencia
judicial, a fin de que practique la que corresponda de estas dili­
gencias”.

a) Tramitación. Se presentará al tribunal de turno respecti­


vo o en la secretaría de la Corte si se trata de tribunal asiento de
Corte, para su distribución, una solicitud, pidiendo que se cite al
deudor a la presencia judicial para que reconozca la firma puesta
en el instrumento privado, a fin de preparar la vía ejecutiva y bajo
apercibimiento de dar por reconocida la firma si no compareciere
o sólo diere respuestas evasivas. Esta solicitud, una vez declarada
admisible, debe ser proveída por el tribunal ordenando se cite al
deudor para una fecha y hora determinada a fin de que en una
audiencia comparezca a reconocer la firma. La solicitud y su pro­
veído deberán ser notificados personalmente o por el artículo 44
o por avisos según las reglas generales.

b) Actitudes que puede asum ir el deudor citado. La gestión


preparatoria de la vía ejecutiva tiene por exclusivo objeto que el
deudor reconozca la firma. En consecuencia no podría el deudor
citado hacer alegaciones de fondo ni oponer excepciones, lo cual
debe hacerse en otra oportunidad.

4 8 UBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

N o obstante lo anterior, el deudor citado podría promover


un incidente dilatorio que no afecte al fondo del asunto. Conse­
cuente con este principio, la jurisprudencia ha determinado en
forma uniforme que procede incidencia de incompetencia del tri­
bunal tratándose de gestiones preparatorias de la vía ejecutiva.
Las actitudes que puede asumir el deudor citado y notificado
son las siguientes: 1) N o comparece. 2) Comparece y reconoce la
firma. 3) Comparece y da respuestas evasivas. 4) Comparece y no
reconoce la firma.
b. 1) E l deudor no comparece. Si el deudor citado no compa­
rece incurre en el apercibimiento señalado en el artículo 435 y se
dará, por reconocida la firm a...
Aplicando las normas del artículo 79 el deudor no incurre en
el apercibimiento indicado si su no comparecencia se debe a caso
fortuito ofuerza mayor, ya que en tal caso podrá “pedir la rescisión
de lo que se haya obrado en el juicio en rebeldía suya, ofreciendo
probar que ha estado impedido por fuerza mayor.
Este derecho sólo podrá reclamarse dentro de tres días, con­
tados desde que cesó el impedimento y pudo hacerse valer ante el
tribunal que conoce del negocio”.
Si el deudor no comparece es menester que una resolución
judicial dé por reconocida la firma. N o basta que el deudor no
comparezca a la audiencia que se le señaló para que la vía ejecutiva
quede preparada.
b.2) E l deudor comparece y reconoce la firm a. En ese caso, la
ejecución queda preparada, y la gestión preparatoria habrá cum­
plido su objetivo. N o será necesaria la dictación de una resolución
judicial, el documento debidamente firmado y reconocido es el
título ejecutivo.
La diligencia de reconocimiento de firma debe necesariamente
ser practicada ante el juez (aunque en la práctica es tomada por un
proveedor del tribunal); no podría cometerse esta diligencia al

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 4 9


FERNANDO ORELLANA TORRES-

secretario del tribunal o a otro ministro de fe, ya que la ley no


permite tal delegación de funciones. Un reconocimiento presta­
do ante el secretario del tribunal o ante un receptor adolecería de
nulidad procesal, y el título ejecutivo no quedaría perfecto: le fal­
taría uno de los requisitos que la ley establece para que tenga fuer­
za ejecutiva.
b.3) E l deudor comparece y da respuestas evasivas. Si el deu­
dor es citado y da respuestas evasivas, esto es, no reconoce directa­
mente la firma, sino que contesta con vaguedad, eludiendo res­
ponder en forma categórica se tendrá por reconocida la firma.
Este caso está asimilado a aquel en que el deudor no comparece.
Será necesario el pronunciamiento de una resolución judicial que
mande tener por reconocida la firma, del mismo modo que cuan­
do el deudor no comparece.
b.4) E l deudor comparece y no reconoce la firm a. En caso de
que el deudor comparezca a la citación y no reconozca la firma,
termina la preparación de la vía ejecutiva y el acreedor carecerá de
título suficiente para iniciar ejecución. El acreedor no tendrá otro
camino que la vía ordinaria o bien la vía sumaria para resguardar
sus derechos.

c) N aturaleza jurídica de la resolución que tiene por reconoci­


da la firm a. La resolución judicial es una sentencia interlocutoria
y ella debe estar ejecutoriada.

d) Situación especial del articulo 436. Esta norma nos señala


que si el deudor ha sido citado a confesar deuda y a reconocer
firma en una misma diligencia, el citado puede reconocer la firma
y negar la deuda. En este caso queda preparada la vía ejecutiva
aunque se niegue la deuda.

5 0 UBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO-

Nuestra jurisprudencia ha señalado que la gestión preparato­


ria de la vía ejecutiva de reconocimiento de firma y confesión de
deuda tiene un trámite breve que se agota con la audiencia que se
realiza el día designado para la comparecencia del citado, o bien
con la constancia respectiva de no haberse presentado éste, corres­
pondiendo que todas las cuestiones que se reclamen sobre defectos
o falsa notificación de citación se incluyan en las defensas que pue­
den ejercerse en el juicio ejecutivo, posterior, oponiéndose en las
excepciones respectivas (Corte de Apelaciones de Santiago y Corte
Suprema causa rol N ° 5020-2001, L a Semana Jurídica N ° 87).
Se ha fallado, además, que esta gestión de reconocimiento de
firma y confesión de deuda no puede hacerse valer para pretender
el pago de un cheque que su protesto antecedía en más de un año
a la notificación de la gestión. De llevarse a cabo procede la excep­
ción de prescripción extintiva en el procedimiento ejecutivo res­
pectivo (Corte Suprema, La Semana Jurídica N ° 72).

1.3. La avaluación

Hemos señalado anteriormente que, cuando el objeto de la


ejecución consiste en el valor del cuerpo cierto debido, que no
existe en poder del deudor, o en caso de un género determinado
que no sea dinero, es menester preparar la vía ejecutiva, pues esta­
mos frente a una obligación no líquida.
Tramitación. Se presentará un escrito o solicitud al juez de
letras de turno o en la secretaría de la Corte de Apelaciones para
su distribución, acompañando el título ejecutivo y solicitando en
la parte petitoria de la solicitud se designe un perito que practique
la avaluación, a fin de que pueda considerarse líquida la obliga­
ción y preparar la vía ejecutiva. El tribunal frente a la solicitud, si
la declara admisible, designará un perito por sí solo.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 5 1


FERNANDO ORELLANA TORRES'

El perito, una vez notificado, deberá aceptar el cargo y jurar


desempeñarlo fielmente y hará la avaluación con los datos que el
título ejecutivo suministre. Esta gestión de avaluación no es defi­
nitiva, ya que se entiende hecha “sin perjuicio del derecho de las
partes para que se aumente o disminuya”.
En consecuencia, podrán reclamar de la avaluación el ejecu­
tante y el ejecutado. Creemos, eso sí, que el ejecutante puede re­
clamar en la gestión preparatoria misma, en cambio el deudor
sólo podrá hacerlo dentro del juicio ejecutivo mediante la inter­
posición de la respectiva excepción (artículo 464 N ° 8).
U na vez ejecutoriada la resolución que apruebe la avaluación
pericial, podrá presentarse la demanda ejecutiva respectiva. M ien­
tras dicha resolución no adquiera el carácter de ejecutoriada, no
procede la demanda ejecutiva.

1.4. La notificación judicial de


protesto de letra de cam bio y pagaré

Esta gestión preparatoria dice relación con determinados tí­


tulos de crédito. El artículo 434 N ° 4 señala en su parte pertinen­
te que no será necesario el reconocimiento judicial respecto de
cualquiera de los obligados al pago de una letra de cambio, pagaré
o cheque, cuando, puesto el protesto en su conocimiento por
notificación judicial, no alegue en ese acto o dentro de tercero día
tacha de falsedad.
Tramitación. Se deberá presentar una solicitud ante el juez
de letras de turno o ante la secretaría de la Corte de Apelaciones
para su distribución, por el cual se le pedirá en la parte petitoria
que se notifique judicialmente el protesto por falta de pago del
documento a fin de tener por preparada la vía ejecutiva.
El tribunal frente a esta solicitud, una vez efectuado el estudio
de admisibilidad, ordenará la respectiva notificación del protesto.

5 2 LIBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

La resolución judicial (“ notifíquese”) y la respectiva solici­


tud deberán ser notificadas en conformidad a las reglas generales,
esto es, personalmente, por el artículo 44 o por avisos.
Una vez notificado el deudor puede asumir las siguientes
actitudes: 1) Dentro del plazo de tres días, contados desde la no­
tificación, tacha de falsa su firma: en este caso se genera un inci­
dente en el cual deberá necesariamente abrirse un término de prue­
ba por el cual el informe pericial será trascendental para aclarar la
tacha de falsedad a la firma. Si la resolución judicial acoge la tacha
se tiene por terminada la gestión preparatoria. Si la rechaza se
tendrá por preparada la ejecución y podrá intentarse además una
querella criminal por el delito contemplado en el artículo 110 de
la Ley N ° 18.092; 2) Dentro del plazo de tres días, contados des­
de la notificación, paga la deuda, y 3) Dentro del plazo de tres
días, contados desde la notificación, no tacha de falsa la firma: en
este caso, y siguiendo la práctica de nuestros tribunales, deberá
presentarse un escrito al tribunal solicitando se certifique la no
tacha de falsedad a la firma por parte del deudor y una vez certifi­
cado quedará preparada la vía ejecutiva.

1.5. La notificación judicial


de protesto de cheque

Esta gestión preparatoria dice relación con el título de crédi­


to denominado cheque. El artículo 434 N ° 4 señala en su parte
pertinente que no será necesario el reconocimiento judicial res­
pecto de cualquiera de los obligados al pago de una letra de cam­
bio, pagaré o cheque, cuando, puesto el protesto en su conoci­
miento por notificación judicial, no alegue en ese acto o dentro
de tercero día tacha de falsedad.
Tramitación. Se deberá presentar una solicitud, que debe cum­

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 5 3


FERNANDO ORELLANA TORRES-

plir con todos los requisitos comunes a todo escrito y con los requi­
sitos de la ley sobre comparecencia en juicio, Ley N ° 18.120, ante
el juez de letras de turno o ante la secretaría de la Corte de Apelacio­
nes para su distribución, por el cual se le pedirá en la parte petitoria
que se notifique judicialmente el protesto por falta de pago del do­
cumento a fin de tener por preparada la vía ejecutiva.
El tribunal frente a esta solicitud, una vez efectuado el estudio
de admisibilidad, ordenará la respectiva notificación del protesto.
La resolución judicial (“notifíquese”) y la respectiva solici­
tud deberán ser notificadas en conformidad a las normas del art. 41
de la Ley de Cheques. Este artículo en su parte pertinente señala
que la notificación del protesto podrá hacerse personalmente o en
la forma dispuesta en el artículo 44 inciso segundo, pero sin que
sea necesario cumplir con los requisitos señalados en el inciso pri­
mero de dicho artículo, ni se necesitará orden judicial para la en­
trega de las copias que en él se disponen (no se requieren búsque­
das ni certificación del receptor judicial).
U na vez notificado el deudor puede asumir las siguientes
actitudes: 1) Dentro del plazo de tres días, contados desde la no­
tificación, tacha de falsa su firma: en este caso se genera un inci­
dente en el cual deberá necesariamente abrirse un término de prue­
ba por el cual el informe pericial será trascendental para aclarar la
tacha de falsedad a la firma. Si la resolución judicial acoge la tacha
se tiene por terminada la gestión preparatoria. Si la rechaza se
tendrá por preparada la ejecución y podrá intentarse además una
querella criminal por el delito, contemplado en el artículo 43 de la
Ley de Cheques. 2) Dentro del plazo de tres días, contados desde
la notificación, paga la deuda: según el artículo 22 de la Ley de
Cheques, dentro del plazo de tres días contados desde la notifica­
ción judicial del protesto puede el deudor consignar fondos su­
ficientes que cubran el capital, intereses y costas. 3) Dentro del pla­
zo de tres días, contados desde la notificación, no tacha de falsa la

5 4 UBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

firma ni paga el capital, intereses y costas: en este caso, y siguiendo


la práctica de nuestros tribunales, deberá presentarse un escrito al
tribunal solicitando se certifique que el deudor no consignó fondos
suficientes para pagar capital, intereses y costas y no tachó de false­
dad la firma dentro del plazo de tres días, y una vez certificado
quedará preparada la vía ejecutiva. Además deberá pedirse en el
mismo escrito copias autorizadas de todo lo obrado en el procedi­
miento, a fin de poder acompañarlas en el ingreso de la querella
criminal (acción penal privada), artículo 42 de la Ley de Cheques.

1.6. Notificación del título ejecutivo


a los herederos del deudor

El artículo 1377 del C C dispone que “los títulos ejecutivos


contra el difunto lo serán igualmente contra los herederos; pero
los acreedores no podrán entablar o llevar adelante la ejecución,
sino pasados ocho días después de la notificación judicial de sús
títulos” . De acuerdo con las reglas generales del derecho civil, el
heredero es el sucesor del causante y lo representa en todos sus
derechos y obligaciones transmisibles. Pero el artículo 1377 del
C C aparece complementado por el artículo 5o del CPC , que dis­
pone: “si durante el juicio fallece alguna de las partes que obre por
sí misma, quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se
pondrá su estado en noticia de los herederos para que comparez­
can a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de emplaza­
miento para contestar demandas, que conceden los artículos 258
y 259”. Este artículo 5o está ubicado dentro de las reglas comunes
a todo procedimiento y es aplicable, por tanto, al juicio ejecutivo.
La paralización del procedimiento no es una situación co­
mún en nuestra legislación procesal civil. Puede traer consecuen­
cias negativas a las partes. Hay jurisprudencia que ha señalado

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 55


FERNANDO ORELLANA TORRES'

que la paralización del procedimiento producto de los.artículos


1377 del C C y 5o del C PC opera de pleno derecho. Pero sin
perjuicio de operar de pleno derecho, la contraparte del litigante
fallecido debe insistir en la prosecución del procedimiento, notifi­
cando a los herederos, a fin de evitar el abandono del procedimien­
to (Corte Suprema, 25 de abril de 1931 y 22 de octubre de 1991,
en Repertorio del Código de Procedimiento Civil, págs. 30 y 31).
De ambos artículos (1377 del C C y 5o del C PC ), se despren­
de que si el ejecutado fallece durante el juicio, éste debe paralizar­
se y ponerse su estado en noticia de los herederos del deudor, pero
ambos artículos difieren en cuanto al plazo que otorga a los here­
deros para comparecer al juicio: el primero, ocho días, y el segun­
do, el término de emplazamiento.
Para aplicar el plazo correspondiente hay que distinguir:
a) El deudor-fallece antes de iniciarse la ejecución, no hay
juicio todavía. El artículo 5o no contempla este caso y en conse­
cuencia regirá ampliamente el artículo 1377 del C C ; se notificará
judicialmente el título al heredero del deudor y se esperarán ocho
días para entablar la ejecución. Estamos en este caso en una verda­
dera gestión preparatoria a la vía ejecutiva, pues el procedimiento
ejecutivo aún no se ha iniciado. Nuestra jurisprudencia ha esta­
blecido que la exigencia legal del artículo 1377 del C C tiene carac­
terísticas de hacer exigible la deuda a los herederos del deudor di­
funto y, por lo tanto, mientras no se haya verificado la notificación
de los títulos ejecutivos, la deuda no es exigible a los herederos
b) Creemos que en los casos que vamos a estudiar en este
punto, no hay una verdadera gestión preparatoria (el juicio ya se
inició), sino más bien una condición de procesabilidad, para con­
tinuar con el juicio.
El deudor fallece durante el juicio-ejecutivo. Aquí es menes­
ter distinguir si el deudor litigaba personalmente o por apodera­
do: i) Durante el juicio fallece el deudor que litigaba personal-

56 UBROTECNJA®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO'

mente. A esta situación precisa se refiere el artículo 5 o al decir: “si


durante el juicio fallece alguna de las partes que obré por sí mis­
ma...” . En consecuencia, tendrá aplicación preferente dicho art. 5o,
y al respecto debe entenderse derogado el artículo 1377 del CC.
Deberá transcurrir al término de emplazamiento, después de la
notificación del deudor, para poder proseguir la ejecución; ¡i)
Durante el juicio fallece el deudor que litigaba por apoderado o
mandatario. Esta situación no está contemplada en el artículo 5o,
el cual sólo se refiere al caso en que el deudor “obre por sí mis­
mo”. Conserva entonces su vigor el artículo 1377 del C C , que en
esta parte no es contrario al artículo 5o.

1.7. Notificación ai tercer poseedor


de la finca hipotecada

Esta gestión preparatoria se encuentra reglamentada en los


artículos 758 a 763 del Código de Procedimiento Civil, dentro
del Título XVIII del Libro III.
Para que sea procedente esta gestión preparatoria tienen que
cumplirse los siguientes elementos: 1) Existencia de una hipoteca;
2) Que la finca gravada no esté en posesión del deudor personal.
Se ha señalado por la doctrina extranjera y la jurisprudencia na­
cional, que el tercero poseedor “es el sujeto que adquiere total o
parcialmente la propiedad de una cosa gravada con hipoteca, sin
estar personalmente obligado al pago del crédito garantido” (Roca
Sastre). Es “toda persona que siendo actualmente dueña del in­
mueble hipotecado no se encuentra obligado personalmente al
pago de la deuda exigida por el acreedor” (Corte de Apelaciones
de Santiago). Estos conceptos se encuentran indicados en el Re­
pertorio del Código Civil, tomo XI, Editorial Jurídica de Chile, y

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 5 7


■FERNANDO ORELLANA TORRES

3) Incumplimiento de una obligación, garantizada con hipoteca,


por parte del deudor personal.
Cumpliéndose los requisitos señalados, el acreedor para ha­
cer efectivo el pago de la deuda garantizada con hipoteca, deberá
solicitar al tribunal respectivo que se notifique al tercero poseedor
para que dentro de un plazo de 1Q días pague la deuda o abando­
ne la finca hipotecada ante el juzgado respectiyo.
Esta solicitud y su respectiva resolución judicial, por ser la
primera gestión, deberá ser notificada personalmente o por el ar­
tículo 44 o por avisos. U na vez notificado el tercero poseedor,
éste tiene un plazo de 10 días hábiles para pagar la deuda o bien
abandonar la finca hipotecada.
La Corte Suprema ha fallado que del examen del art. 178 del
C O T se desprende que la gestión preparatoria de notificación al
tercero poseedor de la finca hipotecada y el procedimiento poste­
rior constituyen una unidad procesal, aun cuando materialmente
existan dos expedientes. Por lo tanto, la notificación hecha en la
referida gestión tiene la virtud de interrumpir la prescripción de
la acción ejecutiva {La Semana Jurídica N ° 94).
a) Pago de la deuda. En este caso el tercero poseedor de la
finca hipotecada se subrogará en los derechos del acreedor, de
acuerdo al artículo l 6 l.CLN.0.3 del Código Civil, y por lo tanto, en
conformidad al artículo 1612 del mismo cuerpo legal, se le tras­
pasarán los derechos y acciones sean ordinarias o ejecutivas.
b) Abandono de la finca hipotecada. En esta situación el terce­
ro poseedor entrega el bien inmueble, entrega que sólo produce el
efecto de permitir el remate de la finca gravada con hipoteca.
c) E l tercero no paga ni abandona la finca dentro del plazo
legal. El artículo 759 nos señala que el acreedor podrá ejercer la
acción de desposeimiento en contra del tercero poseedor, la cual
se tramitará en conformidad a las reglas del juicio ordinario o al

5 8 UBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO'

procedimiento ejecutivo, según tenga o no un título ejecutivo.


Esta acción es el derecho de persecución que establece el Código
Civil puesto en ejercicio. Es el acto jurídico procesal que la ley
confiere al acreedor hipotecario para.obtener la-realización de la
finca hipotecada en manos de quien se encuentre, con el objeto
de pagarse de su crédito, la cual se ejercita por el acreedor hipote­
cario en contra del tercero poseedor de la finca hipotecada
De esta norma podemos concluir que la acción de desposei­
miento puede tener la naturaleza jurídica de una acción ordinaria
o bien, si hay título ejecutivo, de acción ejecutiva. Se ha fallado
que si el tercero paga se subroga en las acciones del acreedor y, por
lo tanto, podrá demandar ejecutivamente al deudor personal aun
cuando el acreedor no le haya endosado los pagarés que dan cuen­
ta de la deuda, por el hecho de estar ocupando la misma posición
que el acreedor (Corte Suprema, L a Semana Jurídica N ° 74).
Efectuado el abandono o el desposeimiento de la finca hipo­
tecada se procederá en conformidad a las normas del Código Ci­
vil, artículos 2397 y 2424, sin necesidad de citar al deudor perso­
nal: esto es, solicitará su venta en pública subasta.
La ley permite que el deudor personal sea oído en los trámites
de tasación y de la subasta. Si no es oído en la tasación, esta diligen­
cia se deberá efectuar por peritos que nombra el juez de la causa.
Sin perjuicio de lo anterior, el deudor puede objetar la deter­
minación del saldo de la obligación principal que ha sido objeto
de la demanda, si comprueba en el procedimiento que se ha pro­
cedido en fraude de sus derechos.

1.8. La notificación judicial de copia de factura

De conformidad al artículo Io de la Ley N ° 19.983 (regula la


transferencia y otorga mérito ejecutivo a copia de la factura), que
entró a regir desde el mes de abril del año 2003, en toda opera­

TOMOIIL-PROCESOS D E EJECUCION 5 9
FERNANDO ORELLANA TORRES-

ción de compraventa, de prestación de servicios o en aquellas que


la ley asimile a tales operaciones, en que el vendedor o prestador
del servicio esté sujeto a la obligación de emitir factura, deberá
emitir una copia, sin valor tributario, de la factura original, para
los efectos de su transferencia a terceros o cobro.ejecutivo.
El legislador ha establecido ciertas condiciones para que pro­
ceda lo anterior: 1) Que se realice una operación de compraventa,
prestación de servicio o alguna operación en que la ley asimile a
compraventa o prestación de servicio. 2) Q ue el vendedor o pres­
tador del servicio esté obligado a emitir factura por dicha opera­
ción. 3) Que el vendedor o prestador del servicio emita una copia
de la factura original. 4) Q ue el vendedor o prestador del servicio
deje constancia en el original de la factura y en la copia, del estado
de pago del precio o remuneración, y de las modalidades de solu­
ción del saldo insoluto, si fuere procedente. D e acuerdo al artículo
2 o de la Ley N ° 19-983 la obligación de pago del saldo insoluto
contenida en la factura deberá ser cumplida en cualquiera de los
siguientes momentos: a) A la recepción de la factura; b) A un
plazo desde la recepción de la mercadería o prestación del servi­
cio, sin perjuicio de vencimientos parciales y sucesivos; c) A un
día fijo y determinado. En ausencia de alguno de los plazos seña­
lados, se entiende que debe ser pagada la factura dentro de los 30
días siguientes a la recepción.
La copia de factura que establece esta ley puede tener dos
fines: a) ser transferida a terceros, o b) solicitar su cobro ejecutivo.
No son incompatibles estos fines, pues la propia ley permite que
la misma copia de la factura tenga además mérito ejecutivo para
su cobro si cumple con los requisitos que establece la propia ley.
El artículo 4 ° d éla Ley N ° 19-983 establece, para que la cesión de
la factura sea apta requiere que se cumplan las siguientes condicio­
nes: 1) que haya sido emitida de conformidad a las normas que
rijan la emisión de la factura original, incluyendo la expresión “ce-

6 0 UBROTECNIA ®
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

dible'; 2) que en la misma conste el recibo de las mercaderías entre­


gadas o del servicio prestado con indicación del recinto y fecha de la
entrega o de la prestación del servicio y del nombre completo, rut y
domicilio del comprador o beneficiario e identificación de la perso­
na que recibe, más la firma de este último (para los efectos señala­
dos en este número 2 se entiende que representa al comprador o
beneficiario del servicio la persona adulta que reciba a su nombre
los bienes adquiridos o los servicios prestados). En caso de que en la
copia de la factura no conste el recibo mencionado, sólo será cedi-
ble cuando se acompañe una copia de la guía de despacho emitida
donde conste la expresión “cedible con su factura".
Por su importancia, solo analizaremos el segundo caso: soli­
citar su cobro ejecutivo. El artículo 5o de la Ley N ° 19.983 señala
en su parte pertinente que la copia de la factura tiene mérito eje­
cutivo para su cobro si cumple con los siguientes requisitos:
a) Que la factura no haya sido reclamada de acuerdo a l artí­
culo 3 ° de la ley en comento. Esto significa que el comprador o el
beneficiario del servicio no haya devuelto la factura y la guía al
momento de la entrega. O que no haya reclamado en contra de su
contenido dentro de 8 días corridos siguientes a su recepción o en
el plazo que las partes hayan acordado (que no puede exceder de
30 días). El reclame-dehe-setpmestQ_en_cano.cimiento del emisor
mediante carta certificada.
b) Que elpago de la factura sea actualmente exigible. Es decir
que no esté sujeta a plazo, modo o condición.
c) Que la acción para su cobro no estéprescrita. D e conformi­
dad al artículo 10 de la ley, la acción ejecutiva para el cobro del
crédito consignado en la copia de la factura, en contra del deudor,
es de 1 año contado desde su vencimiento.
d) Que en la copia de la factura conste el recibo de las mercade­
rías entregadas o del servicio prestado, con indicación del recinto y

TOMO lll: PROCESOS D E EJECUCION 6 1


■FERNANDO ORELLANA TORRES

fecha de la entrega de las mercaderías o de la prestación del servi­


cio, del nombre completo, rut y domicilio del comprador o bene­
ficiario del servicio e identificación de la persona que recibe las
mercaderías o el servicio, más la firma de este último. Si no hay
constancia del recibo, tendrd mérito ejecutivo la factura acompaña­
da con la guía de despacho legalmente emitida. La ley expresa que el
comprador o beneficiario del servicio están obligados a otorgar el
recibo en el momento de la entrega real o simbólica de las merca­
derías, o tratándose del servicio, al momento de recibir la factura.
Esta obligación debe ser fiscalizada por el SU, quien deberá de­
nunciar las infracciones, al juez de policía local del domicilio del
infractor, sin perjuicio de la denuncia que efectúe el afectado por
el incumplimiento.
e) Que se efectúe su notificación judicial.
f) Tramitación. Se deberá presentar una solicitud, patroci­
nado por abogado habilitado y mandatario judicial, ante el juez
de letras de turno o ante la Secretaría de la Corte de apelaciones
para su distribución, por el cual se le pedirá en la parte petitoria
que se notifique judicialmente la copia de la factura por falta de
pago, al obligado, a fin de tener por preparada la vía ejecutiva.
El tribunal frente a esta solicitud, una vez efectuado el estudio
de admisibilidad, ordenará la respectiva notificación: “notifiquese\
La resolución judicial (“notifíquese”) y la respectiva solici­
tud deberán ser notificadas en conformidad a las reglas generales,
esto es, personalmente, por el artículo 44 o por avisos. Una vez
notificado legalmente el deudor puede, en el acto o dentro de
tercero día, asumir las siguientes actitudes: 1) Alegar la falsifica­
ción material de la factura o guía de despacho: Alegar la falta de
entrega de las mercaderías. O alegar la falta de prestación del ser­
vicio. En este caso la impugnación se tramitará como incidente
de previo y especial pronunciamiento. En contra de la resolución

6 2 LIBROTECNIAt,
CAPITULO III: TRAMITACION DEL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

que deniegue la impugnación, procede el recurso de apelación en


el solo efecto devolutivo. U na vez denegada la impugnación que­
da preparada la vía ejecutiva. 2) Pagar la deuda, esto es el valor de
la factura, más intereses y costas. 3) N o hace nada. Esta actitud
pasiva del deudor obliga al solicitante presentar un escrito al tribu­
nal pidiendo se certifique que el deudor no alegó la falsificación
material de la factura o de la guía de despacho, ni pagó lo adeuda­
do, y una vez certificado quedará preparada la vía ejecutiva.
De conformidad al artículo 8o de la ley la copia de la factura
puede ser entregada en comisión de cobranza a un tercero. Para ello
bastará la firma del cedente en el anverso de la copia cedible de la
factura, seguida de la expresión “en cobranza” o “valor en cobro” y
la entrega respectiva. Este mandato habilita para cobrar judicial­
mente y tiene todas las atribuciones propias del.mandato judicial,
incluidas aquellas que según la ley requieren mención expresa.
La Ley N ° 20.219, publicada en el D .O . el 3 de octubre de
2007, modificó la Ley 19.983, sobre mérito ejecutivo, sustitu­
yéndose el inciso segundo del artículo 9o de dicho cuerpo legal,
por el siguiente: “Sin perjuicio de lo señalado en el artículo 7°, la
cesión del crédito expresado en estas facturas solamente podrá efec­
tuarse mediante medios electrónicos y se pondrá en conocimiento del
obligado alpago de ellas, mediante su anotación en un registro públi­
co electrónico de transferencias de créditos contenidos enfacturas elec­
trónicas que llevará el Servicio de Impuestos Internos. Se entenderá
que la transferencia ha sido'puesta en conocimiento del deudor el día
hábil siguiente a aquel en que ella aparezca anotada en el registro
señalado. E l Servicio de Impuestos Internos podrá encargar a terceros
la administración del registro.”
En consecuencia, a partir del I o de diciembre de 2007, las
facturas electrónicas, facturas exentas o no afectas electrónicas,
facturas de compra electrónicas y liquidaciones electrónicas, sólo
pueden ser cedidas mediante la incorporación de dichas operacio­

TOMOIII: PROCESOS D E EJECUCION 6 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

nes en el Registro Electrónico de Cesión de Créditos, disponible


en la Oficina Virtual del SU en Internet, sección Factura Electró­
nica, quedando sin efecto la posibilidad de ceder estos documen­
tos electrónicos por otra vía.

64 UBROTECNIA ®
C a p ít u l o IV
La demanda ejecutiva

Una vez finalizadas las gestiones preparatorias de la vía eje­


cutiva, en el evento que fuesen necesarias, o bien si se cumple con
todos los requisitos para estar frente a un juicio ejecutivo se debe­
rá presentar la demanda ejecutiva respectiva.
La demanda ejecutiva se deberá presentar ante el juez de le­
tras en lo civil que corresponda. Si es asiento de Corte de Apela­
ciones, deberá ser ingresada, en la secretaría de dicha Corte, para
su distribución de causa. Si estamos ante otro juez de letras, debe­
rá ser interpuesta ante el juez que esté de turno. En todo caso si la
gestión se inició por una vía preparatoria, se deberá ingresar la
demanda ejecutiva ante el tribunal que conoció de la gestión pre­
paratoria (artículos 176 y 178 del C O T ).

1. C o ncepto

La demanda ejecutiva, es aquel acto jurídico procesal de par­


te, por el cual el ejecutante solicita al tribunal respectivo, ordene
el pago de lo adeudado o la entrega del bien o cuerpo cierto debi­
do (que consta en una obligación indubitada) por parte del ejecu­
tado y, que en el evento que no pague o no entregue la especie en

TOMO [II: PROCESOS DE EJECUCION 6 5


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

el acto del requerimiento, se ordene el embargo de bienes, sufi­


cientes del deudor, para su posterior remate judicial.
Debe ir acompañada de los documentos necesarios (este.caso
es una excepción pues los instrumentos no deben ser acompaña­
dos, por regla general, en la demanda) incluido el título ejecutivo, y
ella deberá cumplir con todos los requisitos generales que señala el
art. 254, además de los requisitos propios de la demanda ejecutiva.
Según la Ley N ° 18.120, deberá cumplir, además, con los
requisitos de patrocinio y poder. Si debemos presentar la deman­
da ejecutiva en la distribución de causa de una Corte de Apelacio­
nes, recuérdese que el escrito de la demanda debe cumplir con los
requisitos de la p re-suma -.procedimiento, materia, nombre comple­
to y rut demandante, nombre completo abogado patrocinante y rut,
nombre completo de mandatario y ruty nombre del demandado y rut
si se conoce ete último.

2. C o n ten id o d e la d em a n d a ejec utiva

En la parte petitoria se solicitará que se despache manda­


miento de ejecución y embargo en contra del deudor, y que en
definitiva se acoja la demanda, ordenando se siga adelante la eje­
cución hasta el pago total de lo adeudado.
En un otrosí de la demanda ejecutiva podrán señalarse los
bienes del deudor sobre los cuales ha de trabarse el embargo, se­
gún lo permite el artículo 447. Puede también el acreedor indicar
el nombre de un depositario provisional de los bienes que se em­
barguen (artículo 443).
La Ley N ° 18.010 sobre operaciones de crédito de dinero,
establece en su artículo 22 una.regla especial: si la obligación está
expresada en moneda extranjera el ejecutante debe indicar en la
demanda ejecutiva la equivalencia en moneda corriente al tipo de

6 6 UBROTECNIA®
CAPITULO IV: LA DEMANDA EJECUTIVA-

cambio vendedor, de la cantidad líquida en moneda extranjera


por la cual pide el mandamiento, acompañando un certificado
otorgado por un banco de la plaza referido al día de presentación
de la demanda o a cualquiera de los 10 días precedentes.

3. T ribu n a l co m peten te

La demanda ejecutiva se debe presentar ante el tribunal com­


petente; para determinar cuál es el tribunal competente hay que
distinguir:

a) E l procedimiento se inició previamente a través de una ges­


tión preparatoria de la vía ejecutiva. En esta materia rige el art. 178
del C O T , que nos señala que será juez competente de la demanda
ejecutiva, el mismo tribunal que conoció de la gestión preparato­
ria de la vía ejecutiva, sin perjuicio que el ejecutado oponga la
excepción de incompetencia en la oportunidad procesal.

b) L a demanda ejecutiva es la prim era gestión procesal.


b. 1) E l título es la sentencia definitiva o interlocutoria. En esta
materia hay que aplicar el artículo 232 del Código de Procedi­
miento Civil, si la ejecución de la sentencia definitiva hace nece­
saria la iniciación de un nuevo juicio podrá deducirse ante el tri­
bunal que dictó la resolución judicial en primera o única instan­
cia o ante el tribunal que sea competente según las reglas genera­
les que se estudian en el punto 2 .b), a elección de la parte que
obtuvo sentencia favorable.
b.2) Otros títulos ejecutivos. En este caso rigen los artículos 175
y 176 del C O T , que nos señalan las reglas del turno y distribución
de causas. Si estamos frente a una comuna o agrupación de comu-

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 6 7


FERNANDO O R EU A N A TORRES'

ñas que tengan más de un juez de letras, se presentará la demanda


ejecutiva ante el tribunal de turno, de la semana. Si estamos ante
tribunales que son asiento de Corte de Apelaciones deberá presen­
tarse la demanda ejecutiva en la secretaría de la Corte para su res­
pectiva distribución de causa por parte del presidente del tribunal.
La regla general para conocer del procedimiento ejecutivo es
el juez de letras del domicilio del ejecutado. Sin embargo puede esa
competencia absoluta modificarse en virtud del fuero de los litigan­
tes. En todo caso existen algunos procedimientos ejecutivos espe­
ciales en que no se admite el fuero de los litigantes: por ejemplo en
la prenda sin desplazamiento (Ley N ° 20.190, artículo 14 de la ley,
artículo 36 del texto de la prenda sin desplazamiento).

4. E st u d io d e a d m isibilid a d

Presentada la demanda, el tribunal, antes de proveerla, efec­


tuará el estudio de admisibilidad de la demanda ejecutiva: exami­
nará el título acompañado y verá si reúne los requisitos necesarios
para que proceda la acción ejecutiva.
O sea, estudiará si el título es ejecutivo, si la obligación es
líquida y actualmente exigible, y si la acción ejecutiva no está pres­
crita. De este estudio de admisibilidad pueden producirse las si­
guientes situaciones:

a) Declara inadmisible la demanda ejecutiva. Se producirá esta


situación en los siguientes casos:
• Si se presenta la demanda ejecutiva sin acompañar el títu­
lo ejecutivo, o el título es imperfecto o no existe título ejecutivo.
• Si la acción ejecutiva está prescrita: en esta materia hay
que recordar que se aplicará esta situación sólo en el caso del artí­
culo 442, es decir, cuando haya transcurrido un plazo de más de 3
años desde que la obligación es exigible.

68 LIBROTECNIA®
CAPITULO IV: LA DEMANDA EJECUTIVA-

• Si la obligación no es líquida o no es actualmente exigible.


• Si el escrito de demanda no se acompaña debidamente
patrocinado.
Si el tribunal declara inadmisible, la demanda ejecutiva, está
denegando la ejecución, por lo tanto esa resolución podrá ser apela­
da por la ejecutante, según lo expresa el propio artículo 441 inciso
final. Si la ley estima que esa resolución judicial es-apelable, es.por­
que considera que es una sentencia interlocutoria de aquellas que
ponen término al juicio o hacen imposible su continuación.

b) Declara admisible la demanda ejecutiva. Si el tribunal al


analizar la demanda ejecuciva, determina que ésta cumple con los
requisitos de admisibilidad dictará una resolución judicial: “despá­
chese” o bien “despáchese mandamiento de ejecución y embargo”.
La resolución judicial será dictada por el juez “sin audiencia ni
notificación del demandado, aun cuando éste se hubiere apersona­
do al juicio. Las gestiones que en tal caso haga el demandado no
embarazarán en manera alguna el procedimiento ejecutivo, y sólo
podrán ser estimadas por el tribunal como datos ilustrativos para
apreciar la procedencia o improcedencia de la acción” (artículo 441).
Esta primera resolución judicial que se dicta en el cuaderno
ejecutivo tiene la naturaleza jurídica de un decreto, providencia o
proveído, al igual que la primera resolución judicial de los demás
juicios declarativos, sólo tiene por objeto dar curso progresivo a
los autos sin debatir ni prejuzgar cuestión alguna entre las partes.
N o es una sentencia interlocutoria de segundo grado como
lo han estimado algunos autores. (E sp in o s a F u e n t e s señala en su
Manual..., ob. cit., que es una sentencia interlocutoria, pág. 85)
Esta resolución judicial es una auto.orden que dicta el propio
tribunal, y que tiene por objeto la confección del cuaderno de
apremio, que se inicia con la resolución judicial mandamiento.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 6 9


FERNANDO ORELLANA TORRES'

5. M a n d am ien to de ejec u c ió n y em ba rg o

El mandamiento de ejecución y embargo, o simplemente


mandamiento, es la resolución judicial que da inicio al cuaderno
de apremio.
Consiste en una resolución judicial, orden escrita, de requerir
de pago al deudor y de embargar bienes suficientes si no paga en el
acto de requerimiento. El mandamiento, como toda resolución ju­
dicial, debe ir firmado por el juez y el secretario del tribunal.
Respecto a los requisitos del mandamiento de ejecución y
embargo, se hace una distinción entre requisitos esenciales y fa­
cultativos.

5.1. Requisitos esenciales

• La orden de requerir de pago al deudor.


• La orden de embargar bienes suficientes del deudor para cu­
brir lo adeudado, con sus intereses y costas, si no pagare en el acto.
• La firma del juez y autorizada por el secretario.
Si se demanda la especie o cuerpo cierto, el mandamiento
deberá contener expresamente la mención de la especie o cuerpo
cierto; lo mismo se produce si el ejecutante señala expresamente
los bienes para el embargo (artículo 443 inciso tercero).

5.2. Requisitos facultativos

Además de los tres requisitos recién expresados, el manda­


miento de ejecución puede contener, en ciertos casos, tres ele­
mentos más, que son:
• La designación de un depositario provisional que se haga

70 UBROTECNIA®
CAPITULO IV: LA DEMANDA EJECUTIVA-

cargo de la administración de los bienes (este elemento es faculta­


tivo, según se desprende del artículo 450 inciso primero). El artí­
culo 729 del Código de Procedimiento Civil, dentro del procedi­
miento ejecutivo de mínima cuantía, señala que el nombramien­
to del depositario es un requisito de la esencia, que además tendrá
el carácter de definítivo.Además en el juicio hipotecario bancario,
el banco designará un depositario en el carácter definitivo para
que tome a su cargo el inmueble hipotecado (artículo 108 Ley
General de Bancos).
• La designación o individualización de los bienes sobre que
ha de trabarse .el embargo, si el acreedor los hubiere señalado en
su demanda, o si la ejecución recayere sobre un cuerpo cierto.
• La orden de proceder a la traba de embargo con eiauxilio
de la fuerza pública, siempre que en concepto del tribunal hubie­
ra fundado temor de que el mandamiento sea desobedecido, y
que el ejecutante haga petición expresa al respecto.

5.3. Naturaleza jurídica

Respecto a su n a tu ra le z a ju r íd ic a , estamos frente a una senten­


cia interlocutoria, de segundo grado o clase, pues resuelve sobre un
trámite que sirve de base a una sentencia definitiva posterior.
Es curioso observar que esta resolución judicial, en virtud
del artículo 442 se tr a n s fo r m a en una sentencia definitiva si el eje­
cutado no opone excepciones dentro del plazo legal, pues bastará
el mandamiento de ejecución y embargo para que el acreedor pueda
perseguir la realización de los bienes embargados y el pago, de
conformidad a las disposiciones del procedimiento de apremio.
De esta misma opinión es el profesor PEREIRA A n a b a l ÓN { L a fa s e
d e e je c u c ió n e n e l ju ic io e je c u tiv o , pp. 46 y 47), aunque él reconoce
que la resolución judicial es siempre una sentencia definitiva

TOMO ¡ri: PROCESOS D E EJECUCION 7 1


FERNANDO ORELLANA TORRES'

Estamos frente a un caso excepcionalísimo de nuestra legis­


lación, en el cual una misma resolución puede llegar a tener la
calidad jurídica de sentencia interlocutoria y, si no hay oposición
del ejecutado, de sentencia definitiva.
¿Podrá el ejecutado interponer recursos procesales en contra de
la resolución del mandamiento?
Somos de la opinión que aquello no es posible, en virtud del
derecho de defensa del ejecutado, el cual conforme al artículo 464
sólo puede verificarse por medio de la oposición de excepciones.
La Corte de Apelaciones de Santiago, resolviendo un recurso
de hecho falló que en contra del mandamiento de ejecución y
embargo no procede el recurso de apelación (Gaceta Jurídica, 8 de
marzo de 1996). En todo caso no es una opinión unánime, exis­
ten fallos que han establecido que es procedente el recurso de
apelación (véase Gaceta Jurídica, 13 de noviembre de 1998, hay
voto en contra).

6. La notificación d e la d em a n d a ejecutiva
Y LA NOTIFICACIÓN DEL MANDAMIENTO
(REQUERIMIENTO d e pago )

Presentada la demanda ejecutiva, decretada la resolución des­


páchese (cuaderno principal) y dictada la resolución mandamien­
to de ejecución y embargo (cuaderno de apremio), es necesario
ponerlos en conocimiento de la parte ejecutada.
En esta materia se habla de una Notificación-Requerimiento.
Son dos las actuaciones que debe verificar el ministro de fe que
practique la notificación.
Primero, debe notificar la demanda,ejecutiva. Segundo, de­
berá notificar el mandamiento de ejecución y embargo, que co­
rresponde al requerimiento de pago.

72 librotecnia®
C A PIT U LO IV: LA D E M A N D A EJECUTIVA-

La notifieación de la demanda ejecutiva y el requerimiento


de pago se efectuarán en conformidad a las reglas generales (noti­
ficación personal propiamente tal).
El artículo 443 N ° 1 dispone que ese requerimiento se hará
al deudor personalmente.
Pero si no es habido, se procederá en conformidad al artículo
44, expresándose en la copia a que dicho artículo se refiere, a más del
mandamiento, la designación del día, hora y lugar que fije el minis­
tro defe..par^practicar el requerimiento.
N o concurriendo a esta citación el deudor, se hará inmedia­
tamente y sin más trámite el embargo.
En primer lugar, la notificación y el requerimiento deben
hacerse personalmente, pues se tratan de la primera notificación
que se hace al ejecutado en el juicio. En este caso hay que notificar
al ejecutado de dos resoluciones judiciales (despáchese y el man­
damiento). Según el artículo 148 inciso segundo del Código C i­
vil, ubicado en el párrafo de los bienes fam iliares cada vez que en
virtud de una acción ejecutiva deducida por un tercero acreedor,
se disponga el embargo de algún bien familiar de propiedad del
cónyuge deudor, el juez debe disponer que se notifique personal­
mente el mandamiento correspondiente al cónyuge no propieta­
rio. Esta notificación no afectará los derechos y acciones del cón­
yuge no propietario sobre dichos bienes (V e r d u g o B ravo en Re­
vista de Ciencias Jurídicas N ° 4, edición de la Escuela de Derecho
de la U C N , Antofagasta, 2005).
Hay que tener presente en esta materia, además, que el art. 41,
ubicado dentro de las normas de las notificaciones, nos señala que
si el ejecutado es notificado en un lugar de libre acceso público,
no podrá efectuarse el requerimiento de pago en público, debiendo
sujetarse a las normas establecidas en el artículo 443.
En el caso de que el deudor no sea habido, se le requerirá de
pago en conformidad al artículo 443.

TOMO III- PROCESOS DE EJECUCION 7 3


■FERNANDO ORELLANA TORRES

El receptor, al practicar la notificación subsidiaria, agregará a


la cédula a que se refiere el artículo 44, la designación del día,
hora y lugar en que se hará el requerimiento; si el deudor no com­
parece a esta citación, practicará el requerimiento en su rebeldía y
procederá a trabar el embargo. Creo que esta materia es de la esencia
del procedimiento ejecutivo. El receptor judicial debe señalar los
datos del día, hora y lugar para efectuar el requerimiento en la
misma copia que entrega en el domicilio del ejecutado y no en
una hoja distinta. Si no cumple con lo señalado por el Código de
Procedimiento procedería una nulidad procesal por falta de em­
plazamiento legal.
En este caso, cuando no encuentra al ejecutado, además de la
notificación de la demanda ejecutiva el receptor judicial deberá
dejar, junto a la demanda una cédula de espera, que contiene el
día, hora y lugar donde el receptor judicial deberá requerir de
pago al deudor. Esta cédula de espera es propia del procedimiento
ejecutivo, siendo ésta una manifestación más de que estamos frente
a un juicio especialísimo.
En el acto del requerimiento de pago, el ministro de fe debe
dar cumplimiento a la obligación que le impone el artículo 462,
inciso segundo.
Dispone este artículo que si el requerimiento se verifica den­
tro del territorio de la República, el ministro de fe hará saber al
deudor, en el mismo acto, el término que la ley concede para dedu­
cir la oposición y dejará testimonio de este aviso en la diligencia. La
omisión del ministro de fe le hará responsable de los perjuicios que
puedan resultar, pero no invalidará el requerimiento.
Si una vez requerido el deudor en cualquiera de las formas
anteriormente expuestas, no pagare en el acto, el ministro de fe
puede trabar embargo sobre bienes suficientes para cubrir la deu­
da con sus intereses y las costas.

74 UBROTECNIA®
CAPITULO IV: LA DEMANDA EJECUTIVA-

E1 artículo 443, señala una tercera forma de hacer el requeri­


miento, al decir: “Cuando el deudor haya sido notificado perso­
nalmente o con arreglo al artículo 44 para otra gestión anterior al
requerimiento, se procederá a éste y a los demás trámites del jui­
cio, en conformidad a lo establecido en los artículos 48 a 53” . O
sea la notificación podrá efectuarse por el estado diario y el reque­
rimiento, a lo menos, por cédula. Pensamos que el requerimiento.
de pago no puede efectuarse por el estado diario. Se ha fallado
que el requerimiento de pago puede efectuarse por el Estado Dia­
rio o por Cédula pero debe hacerse en conformidad a ley. D e este
modo la notificación (requerimiento) debe hacerse en domicilio
del notificado según el artículo 49 del CPC , y por lo tanto si el
ejecutado no ha fijado domicilio en el radio urbano del tribunal
no procede el requerimiento por cédula, por no ser válido (Corte
Suprema, La Semana Jurídica N ° 56).
Si bien el Código permitiría que pudiera efectuarse por el
estado, es necesario dejar en claro que el acto del requerimiento es
de tal importancia en materia ejecutiva, pues puede llevar a la
pérdida de los bienes embargados, que para dar cumplimiento al
debido proceso (bilateralidad de la audiencia) es necesario que el
ministro de fe, el receptor judicial, sea el encargado de notificar al
ejecutado, y no una ficción legal.
Por último, en conformidad al artículo 54 la notificación y
requerimiento podrá efectuarse por medio de avisos publicados
en un diario.

TOMO lll: PROCESOS D E EJECUCIO N 7 5


C a p ít u l o V
Oposición a la ejecución:
El ejecutado opone excepciones

En primer lugar, hay que precisar que en esta materia no existe


la contestación a la demanda ejecutiva. Notificado y requerido de
pago el ejecutado, nace para éste el derecho de defenderse, de opo­
ner excepciones, dilatorias y perentorias, a la demanda ejecutiva.
En conformidad a lo señalado en el artículo 243 de la Ley de
Quiebras (Libro IV del Código de Comercio), ubicado en el Título
X V de la cesión de bienes, si se hubiere iniciado acción ejecutiva en
contra del deudor, éste sólo podrá hacer cesión de bienes, a su
acreedor dentro del plazo de 6 días contado desde el requerimien­
to. Presentada la solicitud por parte del ejecutado (deudor) debe­
rá ser puesta en conocimiento del ejecutante (acreedor), para que
dentro de un plazo de 6 días exprese si la acepta o rechaza. Si el
acreedor se opone, se deberá tramitar la oposición, conforme a las
reglas del juicio sumario. Aceptada la cesión por anuencia del acree­
dor o por resolución judicial, podrá el acreedor dejar al deudor la
administración de los bienes y hacer con él los arreglos que estime
convenientes. Si no hay acuerdo entre las partes se procederá a la
realización de los bienes cedidos según las reglas del procedimien­
to de apremio del juicio ejecutivo. La cesión no suspende los trá­
mites del juicio ejecutivo, y se formará cuaderno separado con
todo lo relativo a su sustanciación.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 7 7


FERNANDO ORELLANA TORRES'

1, E l plazo para o po n er excepciones

Este plazo comienza a correr desde el “día del requerimiento


de pago”. Este caso es una excepción a la regla general establecida
en diversos artículos del Código de Procedimiento Civil: en ma­
teria de j uicio ordinario y sumario la defensa del demandado co­
mienza con la notificación válida de la demanda.
Dicho plazo es individual para cada ejecutado a diferencia
del juicio ordinario, que es común.
Para establecer cuál es ese plazo, es necesario atender al lugar
en que el deudor ha sido requerido y al respecto pueden distin-
guirse/cuatro situaciones:
4) E l deudor es requerido en la comuna asiento del tribunal.
En tal caso, “fehdfá el término de cuatro días útiles para oponerse
a la ejecución”.
b) E l deudor es requerido dentro del territorio jurisdiccional en
que se ha promovido eljuicio, pero fu era de la comuna del asiento del
tribunal En este caso el ejecutado tiene ocho días para oponerse a
la ejecución.
c) E l deudor es requerido ju era del territorio jurisdiccional del
tribunal, esto es, en territorio jurisdiccional de otro tribunal.
Si el requerimiento se hace en territorio jurisdiccional de otro
tribunal de la República, la oposición podrá presentarse ante el
tribunal que haya ordenado el exhorto (tribunal exhortante) o
ante el tribunal que recibe la comunicación (tribunal exhortado).
Ante el tribunal exhortado el ejecutado tendrá los plazos de
4 u 8 días, distinguiendo si file notificado en la comuna de asien­
to del tribunal o en una comuna distinta.
Ante el tribunal exhortante el plazo para oponer excepciones
es de 8 días más la tabla de emplazamiento que hace referencia el
artículo 259.

7 8 UBROTECN1A ®
C A P IT U LO V: O P O S IC IO N A LA 0 E C U C IO N : EL S E C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S

El tribunal exhortado se limitará a remitir la solicitud de


oposición ai exhortante para que éste provea sobre ella lo que sea
de derecho.
d) E l deudor es requerido de pago ju era del territorio de la Re­
pública. El término para deducir oposición será en este caso de 8
días, más el aumento que corresponda según la tabla de emplaza­
miento.

2. E scrito d e o po sic ió n d e ex c epc io n es

Dispone el artículo 465 que “ todas las excepciones deberán


oponerse en un mismo escrito, expresándose con claridad y preci­
sión los hechos y los medios de prueba de que el deudor intenta
valerse para acreditarlas” .
Es te artículo establece a lo menos tres ¡requisitos que debe cum­
plir el escrito de oposiciones que deberá presentar el ejecutado:
a) Todas las excepciones deben ser opuestas en un mismo
escrito. N o podría presentar dos o más escritos de excepciones,
aunque los presente dentro del plazo legal.
b) Las excepciones deben expresar con claridad y precisión
los hechos en que funda sus excepciones.
c) El ejecutado debe expresar en su escrito de excepciones,
con claridad y precisión, los medios de prueba de que intenta
valerse.
Debemos agregar que, por tratarse de la primera gestión del
ejecutado en el juicio, deberá cumplir con los requisitos del pa­
trocinio y poder.
La enumeración que de las excepciones hace el artículo 464
es taxativa genérica, en virtud del número 7 del artículo 464 que
permite oponer excepciones que digan relación con la falta de
alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes

TOMO ¡Tí: PROCESOS D E EJECUCION 7 9


FERNANDO ORELLANA TORRES'

para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente,


sea en relación al demandado.

3. D if er en c ia entre las ex c epc io n es


DEL JUICIO EJECUTIVO Y LAS DEL ORDINARIO

a) Una primera y fundamental diferencia se desprende del


artículo 464. Las excepciones que pueden oponerse en el juicio eje­
cutivo están taxativamente enumeradas en dicho artículo 464; en
cambio, en .ebffeMsedimiento ordinario (artículos 303 N ° 6 y 309
N ° 3) podrán;hacer valer todas las excepciones dilatorias o perento­
rias que tiendan; a corregir el procedimiento o a destruir la acción.
b) Existen en el juicio ordinario ciertas excepciones (pres­
cripción, cosa juzgada, transacción y pago efectivo) que, de acuerdo
con el artículo.310, pueden oponerse en cualquier estado del juicio.
Esto no puede ocurrir en el juicio ejecutivo, donde todas las excep­
ciones deben hacerse valer en el plazo fatal que señala la ley.
c) En el juicio ejecutivo todas las excepciones, sean dilato­
rias o perentorias, deben oponerse conjuntamente y en un mismo
escrito.
En el juicio ordinario las excepciones dilatorias deben opo­
nerse previamente, en el término de emplazamiento; y solo una
vez desechadas las excepciones dilatorias o subsanados los defec­
tos que ellas tendían a corregir, deberán deducirse las excepciones
perentorias.
d) Finalmente, en el escrito de excepciones a la ejecución, el
demandado deberá señalar los medios de prueba de que intenta
valerse. Esta exigencia no rige en el juicio ordinario.
En la prenda sin desplazamiento se admiten las excepciones
del artículo 464, salvo la de los números 2o,4o, 8o y 15° (artículo
30 de la prenda sin desplazamiento, de la Ley N ° 20.190, en su

80 UBROTECN1A ®
C A PIT U LO V: O P O S IC IO N A LA E JE C U C IO N : EL E JE C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S

art. 14). En el juicio hipotecario bancario sólo se admiten las excep­


ciones de pago, prescripción extintiva y no empecerle el título al
ejecutado. Esta excepción debe fundarse en un antecedente escrito
y debe aparecer revestida de fundamento plausible (art. 103 del
D FL N ° 3 que regula la Ley General de Bancos).

4. E fecto q u e produce el escrito d e o p o s ic ió n de


e x c epc io n es : la suspen sió n del c u a d er n o d e a p r em io

El ejecutado con la oposición de su escrito de excepciones,


paraliza el cuaderno de apremio hasta el trámite del embargo de
bienes. Por lo tanto, el escrito de oposición tiene un efecto sus­
pensivo en el cuaderno de apremio, pero si el embargo no se ha
practicado puede, no obstante las excepciones, llevarse a efecto.
Si bien el legislador procesal civil en ninguna norma expresa-
rnente señala que se paraliza o suspende el cuaderno de apremio
por haberse opuesto excepciones en el procedimiento ejecutivo,
de la estructura del C PC y de diversos artículos del mismo Códi­
go podemos afirmar que sí se produce la suspensión del cuaderno
de apremio.
Una primera razón la encontramos en el orden seguido por el
Código: todo lo relacionado con el embargo de los bienes (artículos
443, 445 y siguientes) está regulado con anterioridad a las normas
de las excepciones y su tramitación (artículos 459 y ss). En cam­
bio la realización de los bienes embargados (remate de los bienes) se
j-egula, con posterioridad al tratamiento de las excepciones, en los
artículos 481 y ss.
Una segunda razón, que nos permite afirmar que el cuader­
no de apremio se suspende con el escrito de oposición de excep­
ciones, lo encontramos en el famoso artículo 472: N os señala éste
que si el ejecutado no opone excepciones, se omite la sentencia y

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 8 1


■FERNANDO ORELLANA TORRES-

basta el mandamiento para perseguir la realización de los bienes.


A contrario sensu si se oponen excepciones, en primer lugar, no
puede omitirse el pronunciamiento de sentencia, que será conde­
natoria (de pago o remate) o absolutoria. Y, en segundo lugar, si
se oponen excepciones N O basta el mandamiento para perseguir
la realización, es necesario, por lo tanto, esperar el pronuncia­
miento de la sentencia. Si no basta el mandamiento para conti­
nuar con la ejecución debemos, como ejecutante, “esperar” que se
resuelvan las excepciones.
Otro artículo que nos sirve de base para nuestra afirmación es
el 474 que se refiere a las consecuencias que se producen en el even­
to que el ejecutado no interponga demanda ordinaria luego de ha­
ber solicitado al juez ejecutor reserva de sus derechos porque no
tenía medios de prueba para justificar sus excepciones: si no presen­
ta su demanda dentro del plazo de 15 días contados desde la notifi­
cación de la sentencia definitiva, dice el Código, que se procederá a
ejecutar dicha sentencia sin previa catición, o quedará ésta ipso jacto
cancelada, si se ha otorgado, es decir se procederá a la realización de
los bienes embargados cuando hayan transcurrido a lo menos 15
días desde la notificación de la sentencia de pago o remate.
El artículo 471 nos señala que en el pronunciamiento de la
sentencia definitiva (condenatoria, sea de pago o de remate) el
tribunal debe expresa en ella seguir adelante en la ejecución. Y si
debe expresar lo anterior en la sentencia, es porque el cuaderno de
apremio estuvo suspendido.
Y por último, otro artículo es el 481 que expresamente nos dice
que Notificada que sea la sentencia de remate, seprocederá a la venta de
los bienes embargados, de conformidad a los artículos siguientes.
j { hasta cuándo dura la suspensión o paralización del cua­
derno de apremio?
Debemos distinguir, para poder responder esta pregunta, si
la sentencia es absolutoria se deben alzar los embargos decretados

8 2 UBROTECNIA ®
C A P IT U LO V: O P O S IC IO N A LA E JE C U C IO N : E L E JE C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S '

en el cuaderno de apremio. Si la sentencia es condenatoria de pago


la suspensión del cuaderno de apremio se mantiene hasta que esté
ejecutoriada, a menos que el ejecutante caucione resultas (artículos
475 y 512). Si la sentencia es de remate se alza la suspensión del
cuaderno de apremio (no es necesaria que esté ejecutoriada la sen­
tencia) y debe seguirse con la realización de los bienes muebles o
inmuebles embargados, sin perjuicio de “órdenes de no innovar”
que pueda declarar el juez ejecutor a través del Tribunal de Alzada.
Esta materia que estamos estudiando tiene una clara excep­
ción tratándose del procedimiento ejecutivo de la prenda sin despla­
zamiento, que en su artículo 30 de la ley que regula esta prenda
(Ley N ° 20.190) en su artículo 14, da la posibilidad de que el
acreedor prendario pueda pedir que.se realice la prenda, aunque
se Jmb|etsn...ap.uesto-excepciones. En este caso el tribunal debe
resolver previa citación del deudor prendario y del constituyente,
y puede exigir que el ejecutante caucione las resultas del juicio.,-

5. L as exc epc io n es d el artículo 4 6 4 .


A n á lisis doctrinal y ju r is p r u d e n c ia l
DE CADA UNA DE ELLAS

En conformidad al inciso primero del artículo 464 la oposición


del ejecutado SOLO será admisible cuando se funde en alguna de las
excepciones que pasaremos a enumerar; además, y según lo dispone
el inciso final de este mismo artículo, todas estas excepciones pueden
referirse a la deuda entera o a una parte de ella solamente..

a) La incompetencia del tribunal ante quien se haya presenta­


do la demanda. En nuestra legislación la incompetencia puede ser
absoluta o relativa atendiendo a los elementos que cada Lino posee
y que pueden encontrarse en conflicto. Así por ejemplo, si los

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 83


■ F E R N A N D O O R E L L A N A TO R R E S

elementos vulnerados dicen relación con la cuantía, materia y/o


fuero, estaremos frente a un caso de incompetencia absoluta. En
cambio si la vulneración dice relación con el elemento territorio
estamos frente a una incompetencia relativa.
La vulneración de las normas de distribución de causas y/o del
turno, por tratarse de reglas de orden administrativo (y no de com­
petencia), no habilitan para ejercer la excepción de incompetencia.
Com o el legislador procesal no ha distinguido puede opo­
nerse en el juicio ejecutivo, tanto la incompetencia absoluta como
la incompetencia relativa.
Nuestra jurisprudencia ha señalado que la circunstancia de
no haberse alegado la incompetencia del tribunal en la gestión
preparatoria, no impide que esta excepción pueda oponerse den­
tro del juicio ejecutivo (Corte de Apelaciones de La Serena, Re­
pertorio del Código de Procedimiento Civil, tomo III, p. 124).

b) L a falta de capacidad del demandante o de personería o re­


presentación legal del que comparezca en su nombre. La capacidad se
rige por las reglas generales del derecho civil: capacidad de goce y
de ejercicio. La capacidad de goce dice relación con la aptitud
legal para adquirir derechos. T od a persona tiene capacidad de goce
por el hecho de ser tal. Es un atributo de la personalidad.
La capacidad de ejercicio se refiere a la capacidad legal de
una persona para poder obligarse por sí misma y sin el ministerio
o la autorización .de Qtra.
Respecto a la personería o representación legal, ésta dice re­
lación con el mandato. El artículo 6° nos señala que el que com­
parezca a nombre de otro, en desempeño de un mandato deberá
exhibir el título que acredite su representación.
La jurisprudencia ha fallado reiteradamente que el abogado
habilitado que es endosatario en cobro de una letra de cambio o
pagaré tiene poder suficiente para ejercer la acción ejecutiva sin

84 LIBROTECNÍA
®
C A P IT U LO V: O P O S IC IO N A LA E JE C U C IO N : E L E JE C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S

que sea posible acoger la oposición de excepción N ° 2 del artículo


464 (Corte Suprema, 15 de septiembre de 1980 y 16 de abril de
1986, Repertorio).
También se ha sentenciado que la excepción en estudio dice
relación con la falta de personería para actuar en juicio y no en el
sentido de la representación para la suscripción de un determinado
documento mercantil que corresponde al título fundamento de la
ejecución (Corte Suprema, La Semana Jurídica N ° 131, 2003).

c) La litispendenci¿pante_ tribunal competente siempre que el


Jjuicio aue
J le da origen
O haya
y sido JLpromovido Upor el acreedor, sea por W A-Cj» •

vía de demanda o reconvención. Esta excepción se refiere al litigio


pendiente ante tribunal competente. Pero se exige en este caso
que el juicio lo haya promovido el acreedor por vía de demanda o
reconvención.
Así por ejemplo si el ejecutante demanda el pago de cierta
suma de dinero, estando pendiente un juicio ordinario en el que
se solicita por el propio ejecutante la declaración de que tiene
derecho para reclamar su pago en forma ejecutiva, procede esta
excepción (Corte Suprema, 29 de noviembre de 1912, p. 128,
Repertorio).
Se ha fallado, también, que para desestimar la excepción de
litispendencia, ha sido determinante considerar que en la especie se
trata de dos acciones claramente distintas. En efecto, en una de ellas
se ejerció la acción que emerge del contrato de prenda sin desplaza­
miento, y en la otra se ejercita la acción cambiaría que emana del
pagaré, es decir, además se trata de dos contratos y procedimientos
distintos, por lo tanto no puede darse la identidad de causa de pedir
que exige el artículo 177 del C P C (Corte de Apelaciones de Copia-
pó y Corte Suprema, La Semana Jurídica N ° 107).
Existe un fallo de la Corte Suprema de fecha 22 de agosto de
2002 , recaído en un asunto donde se opuso la excepción de litis-

TOMO ai: PROCESOS DE EJECUCION 8 5


•FERNANDO ORELLANA TORRES-

pendencia, que por su carácter doctrinario es sumamente impor­


tante: “La excepción de litispendencia opuesta por el ejecutado
con la aquiescencia del propio demandante corresponde a la de­
nominación en doctrina procesal de litispendencia por identidad
en oposición a la denominada litispendencia por conexidad. La pri­
mera de ellas se produce cuando encontrándose una demanda
pendiente y en tramitación se presenta otra idéntica a la anterior,
con plena coincidencia de sus personas, objeto y causa de pedir.
La segunda en cambio se configura cuando no concurrieron las
mencionadas tres identidades y el segundo proceso se encuentra
vinculado por ‘conexidad’ en términos tales que la sentencia que
haya de pronunciarse en juicio debe producir la excepción de cosa
juzgada en otro, según el artículo 92 N ° 3 del C P C . Es importan­
te distinguir estos dos supuestos diversos de litis, porque la conse­
cuencia que cada uno de ellos deriva, son distintas. En el caso en
que concurran las tres identidades, como resultado de acogimien­
to de la excepción, el juicio iniciado posteriormente se extingue o
queda sin efecto en forma definitiva. En cambio, en los casos de
no identidad sino que de conexión de litis se producirá la acumu­
lación de autos en la forma prevista d d artículo 92^y los dos jui­
cios se sustanciarán conjuntamente y terminarán en virtud de una
misma y .única sentencia” (La Semana Jurídica N ° 96).

^d) La ineptitud del libelo (Remanda) porfalta de algún requisito


legal en el modo deform ular la demanda, en conformidad a lo dispues­
to en el art. 254. Respecto a esta excepción tiene plena aplicación el
artículo 254 que señala los requisitos comunes de toda demanda.
Recordemos que si la omisión se refiere a los tres primeros
requisitos de ese artículo puede el tribunal de oficio rechazar la
demanda al momento de su estudio de admisibilidad. Si la omi­
sión corresponde a los dos últimos requisitos, el ejecutado sólo
tendrá la vía de oposición de la excepción.

UBROTECNIA®
C A P IT U LO V: O P O S IC IO N A LA E JE C U C IO N : E L E JE C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S '

e) E l beneficio de excusión o laxaducidad^de la fa n g o. El bene­


ficio de excusión se define como la facultad que tiene el fiador para
exigir que antes de proceder contra él se persiga la deuda en los
bienes del deudor principal, y en las hipotecas o prendas prestadas
por éste para la seguridad de la misma deuda (artículo 2357 CC).
Por caducidad de la fianza se entiende cualquiera de los modos de
extinción establecidos en los artículos 2381 y 2382 del C C . Así lo
ha fallado la jurisprudencia, señalando además que el legitimado de
la excepción no es el afianzado sino el fiador (Corte Suprema, 23 de
diciembre de 1904, p. 303, tomo X, Repertorio del Código Civil).

f) L a falsedad del titulo. Es falso el título cuándo no es auténti-


co, es decir, cuando no ha sido realmente otorgado^ autorizado,por
las personas de la manera en aue eFtítulo se expresa. Para aue pueda
calificarse de falso un título, es menester que haya habido suplanta­
ción de personas que se hayan hecho adulteraciones que hagan cam­
biar la naturaleza del título. Es decir que afecte a su autenticidad.
No híiy que confundir la falsedad con la nulidad del título.
La falsedad supone suplantación de personas o adulteraciones en
el título; supone un hecho delictuoso. En tanto que la nulidad es
solamente una sanción civil de ineficacia de un acto en el cual se
ha omitido algún requisito que la ley prescribe para la validez de
dicho acto.

g) L a falta de aJgMno-de.los.zequisitos o condiciones establecidos


por las leyes para que dicho título. tenga.fiierza eiecutivaj.sea absolu­
tamente, sea con reUción»ald£mandado?. Esta excepción, que per­
mite que la enumeración del artículo 464 sea taxativa-genérica,
dice relación con el título ejecutivo como presupuesto del juicio
ejecutivo por obligación de dar.
Así la jurisprudencia ha señalado que es inaceptable esta ex­
cepción fundada en un hecho que no mira al título mismo sino a

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 8 7


FERNANDO ORELLANA TORRES

la forma como se requirió al ejecutado (Corte Suprema, 27 de


julio de 1929, p. 134, Repertorio).
Por lo tanto se requiere que en el título conste una obliga­
ción de dar, que sea líquida y que sea actualmente exigióle.
También ha fallado que si bien es cierto que el artículo 47 de
la Ley de Rentas Municipales concede mérito ejecutivo al certifi­
cado extendido por el secretario municipal, que acredite la deuda
de patentes, derechos y tasas municipales, no es menos cierto que
todo título ejecutivo debe contener en sí mismo los datos y ante­
cedentes que lo hagan sustentable jurídicamente ante el deudor,
de modo que éste, a su solo examen, se encuentre en condiciones
de ejercer las defensas y alegaciones convenientes a sus derechos,
lo que constituye la base del principio constitucional del debido
proceso. En tales condiciones el título invocado como ejecutivo
no tiene la fuerza de tal, puesto que carece de los antecedentes
aludidos y, en consecuencia, el demandado no se encuentra en
situación de invocar las excepciones que. convengan a sus dere­
chos, de lo cual se sigue que debe aceptarse la excepción fundada
en el N ° 7 del artículo 464 (Corte de Apelaciones de Rancagua y
Corte Suprema, L a Semana Jurídica N ° 80).
Tam bién se ha señalado que procede rechazar la excepción
fundada en inexactitudes de número de RUT, de nombre o ape­
llido del ejecutado, que contienen los diversos pagarés, ya que son
simples errores mecanografíeos de tipo formal que carecen de re­
levancia y que nada alteran en lo sustancial el documento, ya que
el deudor fue debidamente individualizado en cada uno de los
pagarés, siendo la firma debidamente autorizada por un notario,
rúbrica que en ningún momento negó (Corte de Apelaciones de
Concepción y Corte Suprema, L a Semana Jurídica N ° 121, 2003).
Nuestra jurisprudencia ha fallado que no puede prosperar la
excepción del artículo 464 N ° 7, si en los pagarés acompañados al
juicio consta la leyenda “el impuesto de timbre y estampillas que

88 UBROTECNIAa
C A P IT U LO V: O P O S IC IO N A LA E JE C U C IO N : E L E JE C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S '

grava este documento se paga por ingresos mensuales de dinero en


Tesorería, según Decreto Ley N ° 3.475”, porque en estos casos no
se puede aplicar la sanción del artículo 26, que le resta valor ejecu­
tivo a los documentos que no paguen el tributo contemplado en el
cuerpo legal, debido a que está expresamente exceptuado en dicha
norma (Corte de Apelaciones de La Serena y Corte Suprema causa
rol N ° 24.844-2001, La Semana Jurídica N ° 83).

h) E l exceso de avalúo en los casos de los incisos segundccy tercero


del artículo 438. La presente excepción sólo procede en los casos en
que el avalúo ha sido praeticadócojpqunagestipn.p reparatctda.de
: la vía ejecutiva, según los números 2 y 3 del artículo 43S y no pro­
cede en caso de que el avalúo haya sido hecho por las partes en el
contrato ci por otra autoridad que no sea la autoridad judicial.

i) ' E l pago de la deuda. El pago es un modo de extinguir las


obligaciones que consisten en la prestación de lo que se debe.
Creo que en este caso también se comprende la dación en pago-.
modo de extinguir una obligación en el cual al acreedor se le en­
trega en pagó una cosa distinta de lo debido.

j) La remisión de la deuda. Es la condonación o perdón que


hace el'acreedor en favor del deudor.

k) La concesión de esperas o la prórroga en el plazo. Si la obli­


gación está sujeta a plazos, ella no es actualmente exigióle y no
procede su cumplimiento.

l) L a novación. Es un modo de extinguir las obligaciones


que consiste en “la substitución de una nueva obligación a otra
anterior, k: cual queda por tanto: extinguida” .

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 89


F E R N A N D O O R E L L A N A TO RR ES

m) La compensación. Es un modo de extinguir las obligacio­


nes que se produce cuando dos personas son acreedoras y deudo­
ras recíprocamente, y reuniéndose los demás requisitos legales, se
extinguen ambas deudas hasta concurrencia de la de menor valor.

n) L a nulidad de la obligación. La nulidad es también un


modo de extinguir las obligaciones. Puede ser absoluta o relativa.

ñ) L a pérdida de la cosa debida. M odo de extinguir las obli­


gaciones que se producen “cuando el cuerpo cierto que se debe
perece, o porque se destruye, o porque deja de estar en el comer­
cio, o porque desaparece y se ignora si existe” .

o) L a transacción. La transacción es un contrato en que las


partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o preca­
ven un litigio eventual.

■p) L a prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva. De


acuerdo a las normas del Código Civil la prescripción extintiva es
un modo de extinguir los derechos y acciones ajenos, por no ha­
berse ejercitado dichas acciones por parte del acreedor o titular
durante un cierto lapso de tiempo.
Este numeral comprende dos excepciones, prescripción de la
acción ejecutiva (plazo 3 años) y la prescripción de la deuda (5 años).

q) L a cosa juzgada. Es el estado jurídico en que se encuen­


tran algunos asuntos judiciales por haber sido objeto de alguna
decisión jurisdiccional definitiva en un proceso determinado.Se
ha fallado que la excepción de cosa juzgada supone la concurren­
cia de todos y cada uno de los requisitos previstos en el artículo
177, y por lo tanto faltando cualquiera de ellos, la excepción no
puede prosperar (Corte Suprema, La Semana Juríd ica N ° 92)

90 UBROTECNIA ®
C A PIT U LO V: O P O S IC IO N A LA E JE C U C IO N : E L E JE C U T A D O O P O N E E X C E P C IO N E S

Además se ha sentenciado que de lo establecido en el artículo 177


se desprende que para la procedencia de la excepción en comento
es necesario, en primer término, la existencia de un fallo anterior
firme, y enseguida, que en éste se haya resuelto una demanda idén­
tica a la actualmente presentada, es decir, donde concurra la iden­
tidad legal de parte, de cosa pedida y de causa de pedir (Corte
Suprema, L a Semana Jurídica N ° 88).

6. R espu est a d el ejecutante al


ESCRITO DE EXCEPCIONES

Una vez opuesto el escrito de excepciones por parte del ejecu-


tado, el tribunal debe proveerlo dando “traslado ” de.éLal.ejeauaatfe,
El artículo 466 establece que “del escrito de oposición se co­
municará traslado al ejecutante, dándosele copia de él, para que
dentro de-cuarro días exponga lo que juzgue oportun^”. Creemos
que en este punto no se ha detenido lo suficiente la doctrina pro­
cesal. El artículo exige que se entregue copia del escrito de excep­
ciones al ejecutante. ¿Debemos entender esta norma como un re­
quisito de validez para la prosecución del juicio? El punto en dis­
cusión es el siguiente: ¿basta con notificar por el estado diario la
resolución “traslado”, al ejecutante o la ley está exigiendo a lo
menos una notificación por cédula? Haciendo un estudio de la
materia podemos concluir que la ley ha exigido en este caso una
notificación a lo menos por cédula, sino, no se podría cumplir a
cabalidad lo ordenado por el legislador en el artículo citado: dar
copia del escrito de excepciones. Esta materia no es irrelevante,
pues como lo ha fallado la jurisprudencia “la respuesta que dé el
ejecutante al escrito de oposición de excepciones debe ser tomada
en cuenta para señalar los puntos de prueba del juicio ejecutivo”
(Corte Suprema, 27 de octubre de 1936, pág. 164, Repertorio).

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 9 1


F E R N A N D O O R E L L A N A TO R R E S '

Eñjelíéscritó de, respuesta, que debe presentarse dentro de un


plazo de 4 días. e¡ ejecutante dará las razones de hecho o de dere­
cho por las cuales las excepciones deben ser desechadas. Vencido
el plazo que el ejecutante tiene para responder a las excepciones,
con la respuesta o sin ella, el juez estudiará el expediente antes de
dictar una resolución.

7. E studio d e a d m is ib il id a d ..q e j _as


EXCEPCIONES OPUESTAS

El tribunal una vez vencidos los plazos legales señalados, de­


berá efectuar el estudio de admisibilidad de las excepciones según
se desprende del artículo 466.
El estudio se limitará primero¡; si das excepciones opuestas
por el ejecutado se encuentran entre las que enumera taxativa­
mente en su artículo 4,64, ^¿segundo, si las excepciones han sido
opuestas dentro del plazo ícgal$Además deberá estudiar si el escri­
to de oposición contiene la designación de abogado patrocinante
y mandato judicial.
Si el tribunal declara admisible las excepciones dictará una
resolución estableciéndolo.,así, y además en el evento que existan
hechos sustanciales pertinentes y controvertidos recibirá la causa
a prueba ordenando notificar por cédula la resolución judicial in­
dicada.
En cambio si declara la inadmisibilidad de las excepciones, o
bien estimándola admisible señala que no es necesario rendir prue­
ba, el tribunal debe dictar sentencia definitiva en el j uicio (artícu­
lo 466). No es necesario citar a las partes a oír sentencia, pues el
legislador no lo ha exigido expresamente

92 LIBROTBCm®
CAPITULO V: OPOSICION A LA EJECUCION: EL EJECUTADO OPONE EXCEPCIONES

8. N aturaleza ju r íd ic a d e estas r es o lu c io n es

La resolución judicial que declara inadmisible las excepcio­


nes es una sentencia incerlocucoria, pero en la parte pertinente
donde debe dictar sentencia de pago o de remate es definitiva.
La resolución judicial que declara admisible las excepciones
tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria de se­
gundo grado o clase.

9. R eso lu c ió n q u e r e c ib e la c a u sa a p r u e b a
Y EL TÉRMINO PROBATORIO

Si el juez declara admisible las excepciones opuestas debe re­


cibir la causa a prueba, a menos que no considere necesario que se
rinda prueba para resolver.
La resolución que declara admisible las excepciones y recibe
la causa a prueba deben notificarse por cédula y desde entonces
comienza a correr el término prohaiorio. En contra de esta reso­
lución, procede el recurso de reposición con apelación en subsi­
dio,dentro. de un plazo dej3 días, por el cual se pretende agregar,
modificar..o.yimmar puntos de prueba (artículo 319).
La resolución que recibe la causa a prueba debe fijar los pun­
tos sustanciales, pertinentes y controvertidos (artículo 469).

El término probatorio ordinario es de 10 días y sólo puede


ampliarse a petición del acreedor y hasta por_ oíros 10 días más.
Según el artículo 468 inciso segundo “La prórroga (amplia­
ción) deberá solicitarse antes de vencido el término legal, y correrá
sin interrupción después.de, éste. Por acuerdo de ambas partes, por.
drán concederse.los, términos extraordinarios que ellas designen”

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 9 3


F E R N A N D O O R E L L A N A TO R R E S '

Como el legislador no ha señalado qué sucede respecto al tér­


mino probatorio especial, tienen plena aplicación en este procedi­
miento ejecuüvo en virtud del carácter supletorio del juicio ordina­
rio 7 en virtud de las disposiciones comunes a todo procedimiento.

9 4 UBROTECNIA ®
C a p ít u l o V I
La prueba en el
procedimiento ejecutivo

Según lo dispone el artículo 469 la prueba se rendirá del


mismo modo que en elju icio ordinario. Por lo tanto son admisi­
bles todos los medios de prueba señalados en el Libro II: instru­
mentos o documentos, testigos, confesión de parte, inspección
personal del tribunal, informe de peritos y las presunciones.
Los medios de prueba de que puede hacerse uso en juicio son:
• Instrumentos;
• Testigos;
• Confesión de. pane;
Inspección personal del tribunal;
• Informes de peritos, y
• Presunciones.

Para el estudio de los diversos medios de prueba nos remiti­


mos a lo estudiado en el tomo II de este M anual.

1. D e LA APRECIACIÓN COMPARATIVA
DE LOS MEDIOS DE PRUEBA

Entre dos o más pruebas contradictorias, y a falta de ley que


resuelva el conflicto, los tribunales preferirán las que crean más
conforme con la verdad.

TOMO IU: PROCESOS DE EJECUCION 9 5


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

Para que pueda invalidarse con prueba testimonial una escri­


tura pública; se requiere la concurrencia de cinco testigos, que re­
únan las condiciones expresadas en la regla segunda del artículo
384, que acrediten que la parte que se dice haber asistido personal­
mente al otorgamiento o el escribano, o alguno de los testigos ins­
trumentales, ha fallecido con anterioridad o ha permanecido fuera
del lugar en el día del otorgamiento y en los 70 días subsiguientes.
Esta prueba, sin embargo, queda sujeta a la calificación del
tribunal, quien la apreciará según las reglas de la sana crítica. Este
caso sólo se aplicará cuando se trate de impugnar la autenticidad
de la escritura misma, pero no las declaraciones consignadas en
una escritura pública auténtica.

2. E scrito de o bser v a c io n es a la p r u e b a

Señala el artículo 469 en su segunda parte, que una vez ven­


cido el término probatorio, quedarán los autos en la secretaría por
espacio de 6 días a disposición de las partes, antes de pronunciar
sentencia.
Durante este plazo de 6 días, podrán hacerse por escritalas
observaciones que el examen de la prueba sugiera, y una vez ven-
cidojnayanse o no presentado escritos, y sin nuevo trámite, el
tribunal citará a las partes a oír sentencia^
Es una obligación del tribunal que está conociendo de la causa,
dictar la resolución judicial que cite a oír sentencia. Esto trae como
consecuencia que las partes dejan de tener la carga procesal den­
tro del juicio y no pueden verse afectadas por el abandono del
procedimiento.

96 LIBROTECNIA®
C a p ít u l o V I I
Sentencia definitiva
absolutoria o condenatoria

Citadas las partes a oír sentencia definitiva, mediante la noti­


ficación por el “estado diario”, los autos quedarán en poder del
juez para dictar sentencia definitiva.
La resolución que cita a oír sentencia definitiva tiene la natu­
raleza jurídica de una sentencia interlocutoria, porque según el
artículo 158 del Código de Procedimiento Civil sirve de base para
el pronunciamiento de una sentencia definitiva posterior. En con­
tra de esta resolución procede el recurso de reposición especial,
según lo establece el artículo 432 del texto legal citado, dentro del
plazQjiedLdías. Hablamos de reposición especial para diferenciarlo
de las reposiciones (ordinarias o extraordinarias) que proceden en
contra de autos y decretos. La reposición que procede en contra
de determinadas sentencias interlocutonas es especial desde dos
puntos de vista: (1) ;respecto a la naturaleza jurídica de la resolu­
ción que se impugna (sentencia interlocutoria)^^ respecto al pla­
zo para su interposición (3 días).
Dentro del plazo para dictar sentencia definitiva (10 días)
puede decretar medidas para mejor resolver según lo expresa el
artículo 159 ubicado dentro de las disposiciones comunes a todo
procedimiento. D e acuerdo al artículo 64 del C P C para la realiza­
ción de las actuaciones propias del tribunal, los plazos que señala

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 9 7


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

el Código no son fatales. Sin embargo, tratándose de las medidas


para mejor resolver el plazo para decretarlas (que es el plazo para
dictar sentencia definitiva) y el plazo para hacerlas.-cumplir (20
días) sí son fatales_para el tribunal (artículo 159 del CPC).
La sentencia definitiva en el juicio ejecutivo puede ser de dos
clases: absolutoria o condenatoria.
9 Será absolutoria cuando acoge a lo menos una de las excep-
dones opuestas, desecha la demanda ejecutiva y ordena alzar el
embargo decretado.
d Por el contrario, será condenatoria cuando desecha todas las
excepciones opuestas, acoge la demanda y ordena seguir adelante
laejecución.
A su vez, las sentencias condenatorias pueden clasificarse en
sentencias de pago y sentencias de remate.
”í l&séptmcia es condenatoria de pago cuando desecha todas las
excepciones opuestas y el embargo decretado ha sido trabado sobre
dinero o sobre la especie o cuerpo cierto debido. En este caso no es
necesario efectuar la realización de los bienes, sino que debe hacerse
pago al acreedor con la especie debida o el dinero embargado.
Msentencia es condenatoria de remate cuando desecha todas
las excepciones opuestas y el embargo ha sido trabado sobre otros
bienes distintos de la especie debida o del dinero. Será necesario
rematar o realizar previamente dichos bienes para hacer pago al
acreedor con el producto del remate.

1. C o n d en a c ió n en costas

Si en la sentencia definitiva se manda seguir adelante con la


ejecución se impondrá las costas al ejecutado. Y por el contrario si
se absuelve al ejecutado, se condenará en las costas al ejecutante.
Si se admiten sólo en partes una o más excepciones, se distribui-

98 IMOTECNIA®
C A PIT U LO Vil: S EN T EN C IA D EFINITIVA A B S O L U T O R IA O CO N D EN ATO RIA-

rán las costas prop.ofcionaimenre: pero podrán imponerse todas


días al ejecutado .cuándcLen-concepto del tribunal haya motivo
fundado.
Para que proceda la condenación en costas debe dictarse una
sentencia absolutoria o condenatoria, también hay condenación
en costas si se produce la conversión procesal del artículo 472,
cuando el mandamiento señale el concepto “ ...con costas” .
Si bien el pago de las costas es una obligación legal, no es
menos cierto que en el juicio ejecutivo por existir una disposición
especial (artículo 471) sobre la condenación en costas, debe haber
sentencia condenatoria (o conversión procesal) o absolutoria para
que exista el pago de costas.

2. R ec u r so s p r o c esa les en contra d e las


SENTENCIAS DEFINITIVAS

D e acuerdo con las reglas generales, en contra de la sentencia


definitiva dictada en el juicio ejecutivo proceden los recursos de
aclaración, agregación o rectificación, de apelación y de casación.

a) Aclaración, rectificación o enmienda. Esta acción procesal


puede intentarse en el procedimiento ejecutivo, en virtud de en­
contrarse reglamentado en el Libro Primero del Código de Proce­
dimiento Civil, que trata de las Disposiciones comunes a todo proce­
dimiento. Al no existir norma alguna que regule esta materia en el
juicio ejecutivo debemos aplicar las normas contempladas en los
artículos 182, 183, 184 y 185 del cuerpo legal citado. Por lo tanto
puede intentarse en contra de la sentencia definitiva condenatoria
o absolutoria que contenga puntos obscuros o dudosos, omisio­
nes o errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que
aparezcan de manifiesto en la sentencia.

TOMO 111: PROCESOS DE EJECUCION 9 9


■FERNANDO O R E LLA N A TORRES

Recordemos que el tribunal sólo puede de oficio, dentro de


un plazo de 5 días, contados desde la primera notificación a algu­
na de las partes, rectificar los errores de copia, de referencia o de
cálculos numéricos, pero no puede salvar omisiones o aclarar pun­
tos obscuros o dudosos.

b) Recurso de apelación. Este recurso procesal ordinario se


interpone cada vez que exista un agravio para la parte que obtuvo
sentencia desfavorable. En contra de sentencias definitivas se debe
hacer valer dentro del plazo de 10 días (artículo 189).
En el procedimiento ejecutivo, la aplicación de recurso de
apelación está sujeta a reglas especiales según quien lo interpone:
ejecutante o ejecutado.
b .l) Ejecutante-. El recurso interpuesto en contra de la sen­
tencia definitiva se concederá en ambos efectos, según lo dispone
el artículo 195, que se encuentra contemplado en el Libro I de las
disposiciones comunes a todo procedimiento.
b.2) Ejecutado: En esta materia de acuerdo a lo que nos se­
ñala el Código, hay que distinguir entre la sentencia de pago y la
sentencia de remate.
• Sentencia de pago: en este caso el recurso de apelación
debe concederse en amFos.efe.ctQS, a menos que el ejecutante cau­
cione las resultas del juicio, en cuyo caso deberá concederse en el
solo efecto devolutivo (artículo 475).
Creemos que la rendición de caución debe ofrecerse antes de
dictar la resolución el tribunal pronunciándose sobre el escrito de
apelación, y se deberá resolver de plano.
• Sentencia de remate: respecto a este caso, rige el artículo
194 en plenitud. La apelación se deberá conceder en el solo efecto
devolutivo.

0 0 UBROTECNIA®
CAPITULO Vil: SENTENCIA DEFINITIVA ABSOLUTORIA O CONDENATORIA-

c) RecMrso.de. casación. Este es un recurso extraordinario, que


podemos definir como el acto jurídico procesal de parte, que se
interpone ante el mismo tribunal que dictó la resolución judicial
para que sea conocido y fallado por el superior jerárquico, con el
objeto de invalidar la sentencia dictada por el inferior.
Este recurso nQ,suspende.la.ej.OCUCÍón, en virtud de lo esta­
blecido en el artículo 773. Además el propio artículo impide que
el ejecutado pueda solicitar la rendición de caución al ejecutante
para asegurar las resultas del juicio.

3. El ejecutado no o p o n e ex c epc io n es

SE OMITE LA SENTENCIA (CONVERSIÓN PROCESAL)

Dispone el artículo 472 que si el ejecutado no se ha opuesto


a la ejecución en el plazo fatal que tenía para hacerlo, se omitirá la
sentencia, bastando el mandamiento de ejecución para que el acree­
dor pueda perseguir la realización de los bienes embargados y el
pago en conformidad a las disposiciones del procedimiento de
apremio.
En el caso que analizamos, el mandamiento de. ejecución pasa
a tener el carácter de una sentencia definitiva, que en razón de no
haber existido oposición del deudor reviste la autoridad de la cosa
juzgada, tanto en el juicio ejecutivo en que incide como respecto
de cualquier otro juicio en que se discuta la misma cuestión.

TOMO n i: PROCESOS DE EJECUCION 1 0 1


C a p ít u l o V I I I
Larasajuzgadaenel
procecUmiento ejecutivo

El artículo 478 en su inciso I o dispone: “la sentencia recaída


en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada en ¿ L juicio.ordinario,
tanto respecto del-ejecuMñWcómo-delejecutado
A su vez el artículo 175 señala que la sentencia definitiva
firme produce la acción y la excepción de cosa juzgada.
Como puede verse, la “cosa juzgada” en el juicio ejecutivo
presenta dos aspectos:

•a) L a sentencia del juicio ejecutivo produce una cosa juzgada


con relación a otro juicio ejecutivo (cosa juzgada formal). Esta nor­
ma sólo tiene la excepción contemplada en el artículo 477: la re­
novación-de la acción ejecutiva.

b) L a sentencia del juicio ejecutivo produce cosa juzgada con


relación a un juicio ordinari^jcosa. juzgada sustancial o material).
Esté principio también tiene una excepción y ella se refiere a la
reserva de acciones y excepciones que pueden solicitar el ejecu­
tante y el ejecutado.

TOMO 111: PROCESOS D E EJECUCION 1 0 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

1. L a renovación d e la acción ejecutiva


( excepción a la cosa ju zg a d a fo rm al )

Esta institución procesal permite que en un procedimiento


ejecutivo, ia acción ejecutiva rechazada por una sentencia definitiva
de carácter absolutoria, pueda volver a intentarse, siempre y cuando
se trate de los casos expresamente señalados en el artículo 477.
Los casos que hacen procedente la renovación de la acción
ejecutiva son:
• Incompetencia del tribunal,
• Incapacidad,
• Ineptitud del libelo, o
• Falta de oportunidad en la ejecución.

En esta situación las excepciones que dieron origen al recha­


zo de la demanda ejecutiva son de carácter dilatoria, no preten­
dieron atacar el fondo de la acción deducida, sino solamente as-
pectos fórmales.
Las tres primeras excepciones se encuentran contempladas
en el artículo 464, pero la última de éstas no está señalada en el
artículo de las excepciones.
Para algunos la falta de oportunidad en la ejecución se refiere
solo al factor tiempo, y, en consecuencia, la ejecución sería in­
oportuna únicamente cuando la obligación no es actualmente exigi­
óle por existir un plazo o uña condición pendientes.
Sin embargo, para otros la falta de oportunidad de que pue­
de adolecer una ejecución se refiere no solo al tiempo, sino a las
demás condiciones o requisitos externos que debe reunir el título
para tener mérito ejecutivo y que pueden ser subsanados por los
medios que la ley indica, puesto que la palabra “oportunidad” ,
conforme a su sentido natural y obvió, significa conveniencia de
razón, tiempo y lugar (Corte Suprema, 14 de julio de 1921, Re­

1 0 4 LIBROTECNIAa
CAPITULO VIII: LA COSA JUZGADA EN EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

pertorio del Código de Procedimiento Civil, p. 178; Corte Supre­


ma, 8 de mayo de 2002, L a Semana Jurídica N ° 81).
Es más la jurisprudencia ha señalado que la excepción con­
templada en el número 7 del artículo 464 que ha sido acogida por
vicios formales, permite la renovación de la acción ejecutiva por
estar comprendida en la falta de oportunidad en la ejecución (Corte
de Santiago, 25 de agosto de 1931, Repertorio, p. 179).
En consecuencia, la falta de oportunidad en la ejecución com­
prende los siguientes casos; la concesión de esperas ó prórrogas en
eljdazo, la lirispendencia, es decir, se debe referir a las excepcio­
nes dilatorias o a casos formales y no aquellos que afectan el fon­
do de la acción deducida.

2. La reserva d e acción y ex c epc io n es


( exc epc ió n a la cosa ju zg a d a material o sustancial )

La sentencia ejecutiva firme produce también cosa juzgada con


relación a un juicio ordinario, salvo el caso en que se hubiere conce­
dido reserva de acción al ejecutante o reserva de excepción al ejecu­
tado. En este último caso, la sentencia no producirá cosa juzgada
respecto a las acciones o excepciones reservadas para el ordinario.
La reserva es una institución cuyo objeto es evitar que la sen­
tencia ejecutiva produzca cosa juzgada respecto de determinadas
acciones o excepciones, las cuales pueden discutirse nuevamente
en un juicio ordinario. La reserva de derechos puede ser solicitada
tanto por el ejecutante como por el ejecutado.

a) Reserva solicitadapor el ejecutante. La reserva solicitadapor


el ejecutante es un verdadero desistimiento de la demanda, pero
distinto al incidente contemplado en el Libro I, pues en este caso
no produce cosa juzgada.

TOMO ÍII: PROCESOS D E EJECUCION 105


FERNANOO ORELLANA TORRES

Este desistimiento especial de la demanda ejecutiva que con­


templad artículo 467 debe entenderse sin perjuicio de la facultad
que tiene el ejecutante dé desistirse de su demanda en cualquier
estado del juicio y de acuerdo con las reglas generales sobre el
desistimiento contenida en los artículos 148 y siguientes.
El ejecutante tiene dos oportunidades para solicitar reservas
de süs¡ acciones: las contempladas en los artículos 467 y 478.
El artículo 467 dispone: “el ejecutante podrá sólo dentro del
plazo de cuatro días que concede el inciso i ° del artículo anterior,
desistirse de. la demanda ejecutiva, con reserva de sus derechos p ara
entablar acción ordinaria sobre los mismos puntos que han sido ma­
teria de aquélla”. La primera oportunidad que tiene el ejecutante
para solicitar reserva de su derecho, la encontramos en el escrito
dé respuestas a las excepciones, para lo cual deberá desistirse de la
demanda ejecutiva. Transcurrido el plazo fatal de 4 días para res­
ponder al escrito de excepciones, el ejecutante pierde esta oportu­
nidad. El ejecutante podrá entablar su demanda ordinaria en cual­
quier tiempo, ya que el artículo 467 no le señala un plazo dentro
del cual deba ejercitarse este derecho, y siempre que la acción or­
dinaria no haya prescrito.
El artículo 478 señala la segunda oportunidad que tiene el
ejecutante para solicitar reserva de sus derechos (es común para el
ejecutante y ejecutado).

b) Reserva solicitada por el ejecutaelo. En este caso siempre


tendrá que existir escrito de oposición de excepciones.
b.l) El artículo 473 dispone: “Si, deduciendo el ejecutado opo­
sición legal expone en el mismo acto que no tiene medios de ju stifi­
carla en el término de prueba, y pide que se le reserve su derecho p ara
eljuicio ordinarioy que no se haga pago a l acreedor sin que caucione
previamente las resultas de estejuicio, el tribunaldictarásentencia de
pago o rematey accederá a la reservay caución pedidas”.

106 UBROTECtm
CAPITULO VIH: LA COSA JUZGADA EN EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

El ejecutado debe oponer sus excepciones por escrito, seña­


lar que no tiene medios de prueba para justificarla, debe solicitar
expresamente que se le reserve su excepción para un juicio ordina­
rio posterior y por último debe solicitar al tribunal que no se haga
pago al acreedor sin previa caución.
El ejecutado deberá entablar su demanda ordinaria dentro
del plazo de 15 días contado desde que se le notifique la sentencia
definitiva. Al efecto, dispone el artículo 474 que si el ejecutado no
entabla su demanda ordinaria en dicho plazo se procederá a .eje­
cutar dicha sentencia sin previa caución, o quedará ésta ipso facto
cancelada, si se hubiere otorgado..
En este caso, el tribunal debe acceder a la reserva sin más
trámite, dictando sentencia dé pago o remate según corresponda
y accediendo a la caución pedida.
b.2) El artículo 478 señala la otra oportunidad para solicitar
la reserva de derecho, oportunidad que es común al ejecutante y
al ejecutado. Dice el artículo 478: “la sentencia recaída en eljuicio
ejecutivo produce cosa juzgada, en eljuicio ordinario, tanto respecto
del ejecutante:cpT0¡ldél.ejecutado.
Con todo, si antes de dictarse sentencia en el juicio ejecuti­
vo, el actor o el procesado (ejecutado) piden que se les reserven
para el ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal
declararlo así; exis.d,endoM.m.o.tivos^cal-lfieados. Siempre se conce­
derá la reserva respecto de las acciones y excepciones que no se
refieran a la existencia de la obligación misma que ha sido objeto
de la ejecución.
E0ps¡pdjj$dékincisoprecedente,: la demanda ordinaria deberá
in k0ip0rselM i00d,éjplazo ‘que señala el artículo 474, bajo pena de
no ser adm itida después
Esta oportunidad común para el ejecutante y ejecutado debe
solicitarse antes de dictarse sentencia en el juicio ejecutivo.

TOMO UI: PROCESOS DE EJECUCION 1 0 7


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

Tratándose de la reserva regida por el artículo 478, es necesario


que existan motivos calificados para que el tribunal acceda a la reserva.
No obstante, estos motivos calificados no se exigen, cuando se trata
de la reserva de acciones o excepciones que no se refieren a la existen­
cia o fondo de la obligación, que es el objeto del juicio ejecutivo.
El plazo para entablar la demanda ordinaria en este caso es
de 15 días contados desde la notificación de la sentencia que aco­
gió la reserva de acciones o excepciones.

108 UBROTSCNIAm
C a p ít u l o I X
Cuaderno de apremio:
El embargo

El embargo no es un derecho real, no pertenece al derecho


privado sino más bien al derecho público-procesal. El embargo es
un acto de naturaleza jurisdiccional que causa la afección de un de­
terminado bien o de un grupo de bienes en un proceso de ejecu­
ción determinado. Al decir que causa una afección en un determi­
nado bien, queremos decir, siguiendo a la RAE, que causa en ella
una alteración, es decir, causa una carga, gravamen o sujeción. El
embargo como acto judicial (es decir ordenado por un juez no por
otro ente o institución) vincula (mediante la traba) al bien o bienes
del deudor-ejecutado a un determinado proceso ejecutivo para ga­
rantizar en el futuro de ese proceso su conversión en dinero (me­
diante la realización de ese bien) y lograr su pago al ejecutante.
El embargo es un acto jurídico procesal del tribunal practica­
do por úh’rriinistro de fe (receptor judicial) que consiste en tomar
real ó simbólicamente uno o más bienes del deudor, poniéndolos
en poder de un depositario, para asegurar con ellos el pago de lo
adeudado.
Según el autor R iveros IZQUIERDO, el vocablo “embargo”
deriva del latín im parari que podemos traducirlo como el asegu­
ramiento de una cosa. En el proceso formulario romano la insti­
tución que cumplía los fines del embargo eran las llamadas missio-
nes in possessionem, que consistían en un decreto mediante el cual

TOMO Oí: PROCESOS D E EJECUCION 1 0 9


FERNANDO ORELLANA TORRES

autoriza el magistrado a una persona para entrar en los bienes de


otra (vid. S a m p e r P o l o , Derecho Romanó).
Nuestra Corte Suprema ha dicho que el embargo opera den­
tro deljuicio ejecutivo y consiste en la aprehensión compulsiva que
el juez de la causa hace de determinado bien del deudor; y desde
el momento en que verifica, tales bienes quedan sujetos a la auto­
ridad del juez que conoce de la causa.

1. P erso n a s q u e p u e d e n d esig n a r
LOS BIENES A EMBARGAR

a) En primer término corresponde a l Secutante la facultad


de designar los bienes sobre los cuales debe trabarse el embargo.
Esta designación puede hacerla en dos oportunidades:
• En la demanda ejecutiva, en cuyo caso el mandamiento de
ejecución debe contener la designación de los bienes señalados
por el acreedor en su demanda (artículo 443).
• Si el acreedor no ha designado bienes en su demanda, tie­
ne la facultad de hacerlo en el momento del embargo. Al efecto,
dispone el artículo 447: “ puede el acreedor concurrir al embargo
y designar, si el mandamiento no lo hace, los bienes del deudor
que hayan de embargarse, con tal que no exceda de los necesarios
para responder a la demanda, haciéndose esta apreciación por el
ministro de fe encargado de la diligencia, sin perjuicio de lo que
resuelva el tribunal a solicitud de parte interesada” .

b) En segundo lugar corresponde a l deudor ejecutado elegir


los bienes que han de embargarse. En este casñ el ministro de fe
encargado de la diligencia de embargo debe determinar si los bie­
nes señalados son suficientes o si no siendo suficientes, no hay
otros bienes conocidos (artículo 448).

110 UMOTECNIA®
CAPITULO IX: CUADERNO DÉ APREMIO: EL EMBARGO

c) Si ni el acreedor ni el deudor designan los bienes que han


de embargarse, los escogerá el ministro defe. Esta elección que efec­
túa el; ministro de fe está sujeta a la orden que impone el artículo
449. Dispone este artículo: “si no designan bienes el acreedor ni
el deudor, el ministro de fe guardará en el embargo el orden si­
guiente:
I o. Dinero;
2°. Otros bienes muebles;
3o. Bienes raíces, y
4 °. Salarios y pensiones”.

2. M a n era de practicar el e m b a r g o

El artículo 450 nos indica la forma en que debe practicarse el


embargo: El embargo se entenderá hecho por la entrega real o
simbólica de los bienes al depositario que se designe, aunque éste
deje la especie en poder del mismo deudor. A falta de depositario
designado por el juez, hará las veces de tal el propio deudor hasta
tanto se designe un depositario distinto.
La traba de embargo se debe efectuar sobre bienes determi­
nados, siempre que pertenezcan al deudor, porque es sobre los
bienes de éste que el acreedor tiene un derecho de prenda general.
Este derecho, consagrado en el artículo 2465 del Código Civil, le
permite perseguir la ejecución de su obligación sobre todos los
bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, ex­
ceptuándose sólo los no embargables. Sin embargo, un receptor
judicial que embarga bienes muebles lo hace respecto de todos los
que guarnecen la casa habitación del lugar señalado en el expe­
diente, sin tomar en consideración si éstos son o no de propiedad
del ejecutado. En el momento del embargo, por parte del minis­
tro de fe, las personas que viven en el lugar donde se realiza éste

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1.1 1


•FERNANDO ORELLANA TORRES-

no están en condiciones de probar o acreditar ante un auxiliar de


la administración de justicia que los bienes muebles son de su
propiedad y no del deudor ejecutado. E incluso de existir dicha
prueba sólo puede ser consignada en el acta de embargo, pero no
puede impedir el embargo.
C om o señalan algunos autores españoles, es claro que en el
momento que se vaya a realizar la afectación de los bienes del
ejecutado pueden hallarse en su patrimonio elementos pertene­
cientes a terceras personas y que, por tal motivo, no deben ser
trabados al objeto de hacer efectiva la responsabilidad por la que
se sigue la ejecución. Con todo, exigir una acreditación fehacien­
te de la titularidad de todos y cada uno de los bienes en poder del
deudor, sería sencillamente hacer inviable la ejecución forzosa.
Pero tampoco cabe trabar lisa y llanamente embargo sobre todo
elemento patrimonial que se encuentre en poder del deudor, ni
siquiera aduciendo que los terceros se encuentran en todo caso pro­
tegidos, a través del cauce de la tercería de dominio, para desafectar
un bien de su propiedad indebidamente embargado. La lógica y el
buen sentido llevan a entender que la medida para la salvaguarda de
los intereses del acreedor ejecutante y de los terceros, cuyos bienes
se hallen en poder del deudor o confundidos con los de éste, ha­
bría de ser la acreditación de titularidad ajena: no podrá, pues,
afectarse un bien cuando se acredite fundadamente que no perte­
nece al ejecutado (V . C o r t é s , V . G i m e n o , V. M o r e n o ).
Por lo anterior, el CPC contempla resguardos mediante ale­
gaciones o tercerías, en favor de los terceros que se ven afectados
por un embargo improcedente. Debe existir un justo equilibrio
entre el derecho del acreedor y la garantía del debido proceso en favor
del tercero ajeno a l juicio, a quién debe asegurársele una adecuada
defensa y la producción de la prueba que correspondiere ante el
juez ejecutor.
El ministro de fe que practique el embargo deberá levantar

1 12 UBROTECNIA®
CAPITULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EMBARGO

un acta de la diligencia, la que señalará el lugar y hora en que éste


se trabó, contendrá la expresión individual y detallada de los bie­
nes embargados e indicará si fue necesario o no el auxilio de la
fuerza pública para efectuarlo individualizando a los funcionarios
de carabineros.
También dejará constancia de toda alegación que haga un
tercero invocando la calidad de dueño o poseedor del bien em-

E 1acta debe ser suscrita por el ministro de fe que practicó la


diligencia y por el depositario, acreedor o deudor que concurra al
acto y que desee firmar.
Los bienes embargados deben ser puestos a disposición del
depositario provisional En casó de que no se haga entrega real o
simbólica de los bienes al depositario, el embargo no puede con­
siderarse perfecto y legalmente no tiene existencia: en consecuen­
cia, nó habrá objeto ilícito, en la enajenación de estos bienes ni se
producirá ninguno de los efectos propios del embargo.
Elay ciertos casos de excepción en que no se verifica la entre­
ga al depositario. Estos casos son los siguientes:

a) Artículo 451 inciso final. Cuando el embargo recae sobre


dinero, alhajas, especies preciosas o efectos públicos. En este caso
el depósito debe hacerse en el Banco Estado, a la orden del juez de
la causa, agregándose a los autos el certificado del depósito.

b) Artículo 4 4 4 inciso fin al. Cuando el embargo recae sobre


el simple menaje de la casa habitación del deudor, caso en que el
embargo se entenderá hecho, permaneciendo las especies en po­
der del mismo deudor con el carácter de depositario, previa fac­
ción dé un inventario en que se expresen en forma individual y
detalladas el estado y la tasación aproximada de las referidas espe­
cies qúé practicará el ministro dé fe ejecutor. La diligencia que

TOMO III: PROCESOS DC EJECUCION 1 1 3


F E R N A N D O O R E L L A N A TO RR ES-

deberá extenderse será firmada por el ministro de fe que la practi­


que, por el acreedor, si concurre, y por el deudor.

c) Artículo 4 4 4 inciso 1°. Guando la ejecución recae sobre


una empresa o establecimiento mercantil o industrial, o sobre cosa
o conjunto, de cosas que sean complemento indispensable para su
explotación; podrá el juez, atendidas las circunstancias y la cuan­
tía del crédito, ordenar que el embargo se haga efectivo, o en los
bienes designados por el acreedor, o en otros bienes del deudor, o
en la totalidad de la industria misma, o en las utilidades que ésta
produzca, o en parte de cualquiera de ellas. Embargada la indus­
tria o las utilidades, el depositario que se nombre tendrá las facul­
tades y deberes de interventor judicial; y para ejercer las que co­
rrespondan al cargo de depositario, procederá en todo caso con
autorización del juez de la causa
Este artículo regula una situación jurídica que ha sido pasada
por alto por la gran mayoría de la doctrina nacional: el embargo de
empresa (en el derecho español véase por todos en esta materia a
LÓPEZ S á n c h e z , E l embargo de la empresa, Aranzadi, 1999).
Esta norma del C PC nos señala que cuando “la ejecución re­
cae sobre una empresa o establecimiento mercantil o industrial...”
puede el juez embargar o la industria (empresa) misma, o las utili­
dades o los bienes individualmente mencionados por el acreedor.
La primera cuestión que debemos plantear es qué quiere de­
cir el legislador cuando nos dice, en el artículo 444, que la ejecu­
ción recae sobre una empresa..., sin duda que se está refiriendo a un
caso especial y es que el título ejecutivo se haya dirigido en contra
de una empresa o persona natural dedicada al comercio: un co­
merciante, sea persona natural o jurídica. Si el ejecutado es un co­
merciante podremos aplicar, cuando sea necesario, el embargo
del artículo 444, si no es comerciante no podemos aplicar el este
artículo . Y creo que ésta es la doctrina correcta, porque el legisla-

1 4 UBROTECNIA®
C A P IT U L O IX : C U A D E R N O D E A P R E M I O : E L E M B A R G O '

dor utiliza los vocablos de empresa, establecimiento mercantil o


industrial, que son propios del derecho mercantil y del artículo 3
del Código de Comercio que enumera los ‘‘actos de comercio” . A
modo de ilustración no se olvide que en el Código del Trabajo se
define la empresa como “toda organización de medios personales,
materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección, para el
logro de fines económicos, sociales, culturales o benéficos, dotada
de una individualidad legal determinada”.
La segunda cuestión que debemos plantearnos es qué ocurre
con los bienes que forman parte de esa “empresa o establecimien­
to”. El legislador procesal nos dice que p odrá e l ju e z , atendidas las
circunstancias y la cuantía d e l crédito, ordenar q u e e l em bargo se haga
efectivo, o en los bienes designados p o r e l acreedor, o en otros bienes d el
deudor, o en la to ta lid a d de la industria m ism a, o en las u tilid a d es que
Para nuestro análisis
ésta p rod u zca , o en p a rte de cualquiera de ellas.
debemos señalar entonces, que tratándose de este tipo de ejecución
el embargo que ordena el juez ejecutor puede recaer:
• Sobre otros bienes del deudor (es decir, no sobre bienes de
la empresa o industria);
• Sobre los bienes que haya designado el acreedor (como el
legislador no ha dicho nada puede referirse a bienes de la empresa
u otros bienes del deudor);
• Sobre la totalidad de la industria misma (empresa o esta­
blecimiento), ponga atención el lector que el C P C no dice que el
embargo se puede decretar sobre todos los bienes de la industria,
sino sobre la totalidad de la industria;
• Sobre las utilidades que produce la empresa; o
• Sobre parte de cualquiera de ellas.
De estos casos, tal vez, el que más problema puede generar es
el tercero: cu an do e l embargo recae sobre la to ta lid a d de la industria
(em presa) m ism a. La industria, empresa o establecimiento tiene
bienes que forman parte de su patrimonio, por lo tanto, estos

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION ] 15


FERNANDO OREllANA TORRES-

bienes pueden considerarse individualmente o como una univer­


salidad. Com o recién se dijo el C P C no dice que el embargo se
puede decretar sobre todos los bienes de la industria, sino sobre la
totalidad de la industria. Al utilizar la palabra “totalidad” de acuerdo
a la Real Academia de la Lengua Española quiere decir cualidad
de total: General, universaly que lo comprende todo en su especie. Es
decir, no se refiere a un embargo de bienes individualmente consi­
derados, sino que comprende un embargo de “universalidad”. Y
esto tendrá importancia para determinar la forma de practicarlo
por el ministro de fe que no deberá sujetarse estrictamente al artícu­
lo 450, y para su posterior realización judicial que deberá venderse
como universalidad y no como bienes, muebles e inmuebles, indi­
vidualmente considerados. Respecto a la manera de realizar el em­
bargo de una industria o empresa debemos añadir que su form a
deberá cumplir con la orden judicial, la actuación del ministro de fe
quien deberá, a fin de dar publicidad, inscribir en el Registro de
Comercio el embargo de la totalidad de la industria, y de los demás
registros en que sea oportuno, sin necesidad de individualizar en el
acta cada unos de los bienes como lo exige el artículo 450.
Una tercera cuestión que debemos señalar es para que proce­
da el embargo de empresa se requiere una resolución judicial fun­
dada. M e explico, de acuerdo al artículo 443 el mandamiento
debe contener entre otras menciones la de embargar bienes del deu­
dor en cantidad suficiente p ara cubrir la deuda con sus intereses y las
costas. Por su parte el artículo 444 exige que el tribunal al decretar
el embargo de la totalidad de la industria, lo baga atendiendo a las
circunstancias y a la cuantía del crédito, es decir, debe existir un
estudio previo, al momento del mandamiento o en una etapa
posterior, por parte del tribunal en el cual al ordenar el embargo
señale fundadamente cuáles han sido sus argumentos que permi­
tan embargar la totalidad de la industria, del ejecutado. Cuando
el C P C nos dice que el tribunal debe atender a las circunstancias,

116 UBROTECNIA a
CAPÍTULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EMBARCO

significa que debe verificar si la industria que se embargará es ren­


table para los fines de la ejecución que se persigue. Por lo tanto, si
no hay una efectiva rentabilidad el juez ejecutor debe rechazar el
embargo de esta universalidad. Com o señala el autor L Ó P E Z S á n ­
c h e z , “la determinación de la rentabilidad es una cuestión de ín­
dole económica para cuya correcta apreciación sería necesario que
el órgano jurisdiccional contase con el asesoramiento de un perito
en la materia” (op. cit., p. 436). Frente a la resolución judicial del
juez proceden los recursos legales: recurso de reposición y excep­
cionalmente apelación.
Respecto a la administración de la empresa o industria, el inci­
so segundo del artículo 444 nos señala que corresponden al deposi­
tario que se nombre quien tendrá las facultades y deberes de inter­
ventor judicial, y para ejercer las que correspondan al cargo de de­
positario, procede en todo caso con autorización del juez ejecutor.
Debemos plantearnos una última interrogante, ¿cuán eficaz
es el embargo de un empresa o industria? Esta pregunta debemos
responderla en atención a si existen embargos, ordenados por otros
tribunales, sobre los bienes de la industria que conservan su indi­
vidualidad, o si existen hipotecas o prendas sobre bienes inmue­
bles o muebles.
La existencia de hipotecas o prendas sobre bienes que forman
parte de la industria otorga a los terceros perjudicados por el em­
bargo de la universalidad, la tercería de mejor derecho o de prelación
para el pago. El embargo es válido, pero su eficacia posterior (es
decir el resultado efectivo para el ejecutante) está condicionada a la
purga de la hipoteca o de la prenda. En cuanto a los bienes muebles
o inmuebles no prendados o hipotecados, pero embargados por
otro acreedor, y que se realizan con posterioridad, al venderlos como
una universalidad, no están sujetos a una tercería de prelación pero
sí pueden quedar sujeto a una tercería de pago. A mi parecer, aquí
no se produce una cuestión de reembargo: el embargo de una uni-

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 1 1 7


•FERNANDO ORELLANA TORRES

versalidad, como lo es de una industria o empresa, no puede verse


afectado por la existencia de embargo, de bienes individualmente
considerados pertenecientes a la industria o empresa.
¿Debe el juez ejecutor solicitar autorización a los otros tribuna­
les que decretaron embargo sobre bienes individuales de la empresa o
industria? A mi juicio, sí. N o por razones legales, pero sí por razones
prácticas: para las inscripciones posteriores que quiera realizar el re­
matante será necesario haber obtenido las autorizaciones judiciales;
piense el lector en un inmueble cuyo embargo está inscrito en el
registro del Conservador o en un vehículo cuyo embargo está inscrito
en el Registro de Vehículos Motorizados del Registro Civil, para que
pueda inscribir el rematante el conservador o el oficial le exigirán la
resolución judicial que ordene la cancelación de los embargos decre­
tados sobre los bienes individualmente considerados.

d) Articulo 454. Cuando la cosa embargada se hallare en po­


der de un tercero que se opusiera a la entrega alegando el derecho
a gozarla a otro título que el de dueño, no se hará alteración en
este goce hasta el momento de la enajenación, ejerciendo mien­
tras tanto el depositario sobre la cosa los mismos derechos que
ejercía el deudor. Lo cual se entiende sin perjuicio del derecho
que corresponda al tenedor de la cosa embargada para seguir go­
zándola aun después de su enajenación.

e) En caso, que el embargo recaiga sobre bienes raíces o de­


rechos reales constituidos en ellos. Si el embargo recae sobre bie­
nes raíces o derechos reales constituidos en ellos, no producirá
efecto legal alguno respecto de terceros sino desde la fecha en que
se inscriba en el respectivo registro conservatorio en donde estén
situados los inmuebles. El ministro de fe que practique el embar­
go requerirá inmediatamente su inscripción y firmará con el con­
servador respectivo y retirará la diligencia en el plazo de 24 horas.

118 UBROTECNÍA®
C A P IT U L O IX : C U A D E R N O D E A P R E M I O : E L E M B A R G O '

Por último, señalemos que en conformidad al inciso final


del artículo 455, el retiro de las especies embargadas no podrá decre­
tarse sino hasta transcurridos que sean 10 días (hábiles), desde la
fecha de la traba de embargo. Á menos que el juez por resolución
fundada ordene otra cosa.

3. E fectos d el em ba rg o
( ad m inistració n y d ispo sic ió n )

Los efectos que produce el embargo legalmente trabado se re­


fieren a dos situaciones distintas, una a la administración de los bie­
nes embargados y la otra a la disposición de los bienes embargados.

a) Desde que se traba el embargo el deudor pierde la adminis­


tración de los bienes embargados, la cual corresponde a l depositario
(artículo 479). Si son bienes muebles, podrá el depositario trasla­
darlos al lugar que crea más conveniente, salvo que el ejecutado
caucione la conservación de dichos bienes donde se encuentren.
Si existiese alguna cuestión relativa a la administración de los
bienes embargados, entre el ejecutante y/o el ejecutado y el depo­
sitario, se substanciará dicha cuestión en audiencias verbales que
tendrán lugar con sólo el que asista. En la práctica dichas cuestio­
nes se ventilan en forma escrita vía incidental.
a.l) Nombramiento de uno o más depositarios: En el caso de
que los bienes embargados se encuentren en diversas comunas o
consistieren en especies de distinta naturaleza, puede nombrarse
más de un depositario (art. 451).
a.2) Facultades del depositario: El depositario, en su calidad
de administrador de los bienes embargados, podrá realizar todos
los actos denominados de administración:

TOMO til: PROCESOS D E EJECUCION 1 1 9 '


■FERNANDO OREllANA TORRES-

- Percibir los frutos naturales y civiles;


- Pagar las deudas;
- Percibir los créditos relativos a los bienes embargados;
- Celebrar contratos de arrendamiento;
- Percibir las rentas respectivas;
- Contratar reparaciones de las cosas que administra;
- Intentar ante los tribunales las acciones pertinentes, y
- En general, efectuar todos los actos que tiendan a la con­
servación de las cosas embargadas y a su explotación y reparación.
De lo señalado podemos afirmar que las facultades del depo­
sitario son meramente administrativas, sin que puedan afectar actos
de disposición. Sin embargo en el Código de Procedimiento Ci­
vil encontramos una excepción en el artículo 483 el que permite
vender bienes muebles por parte del depositario “en la forma más
conveniente, sin previa tasación, pero con autorización judicial”
siempre que estos “bienes muebles estén sujetos a corrupción, o
susceptibles de próximo deterioro, o cuya conservación sea difícil
o muy dispendiosa”.
a. 3) Rendición de cuenta del depositario: El depositario, al ex­
pirar su cargo, deberá rendir cuenta de su administración.

b) Respecto a la facultad de disposición de las cosas embar­


gadas, éstas quedan fuera del comercio humano. El artículo 1464
del C C , en su N ° 3o, establece que hay objeto ilícito en la enaje­
nación de las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que
el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello.
Los efectos del embargo producen una serie de interrogantes
que las respondemos, siguiendo al profesor de derecho civil, Vial
del Río.
b. l) La primera interrogante se refiere al momento en que
debe entenderse que una cosa se encuentra embargada, es necesario
distinguir entre las partes litigantes y los terceros ajenos al juicio:

120 LIBROTECNIAa
CAPITULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EMBARGO

• C on respecto a las partes el embargo produce todos sus


efectos desde el momento en que se notifica judicialmente al deu­
dor la resolución que lo ordena.
• Si se trata de terceros hay que subdistinguir si se trata de bienes
muebles o inmuebles; si el embargo recae sobre bienes muebles pro­
duce efectos desde el momento en que, el tercero, ha tenido conoci­
miento del referido embargo. SÍ el embargo recae sobre bienes in­
muebles, o sobre bienes muebles que requieren de inscripción, pro­
duce efectos desde que se inscriba en el respectivo registro, que tra­
tándose de bienes inmuebles será el de interdicciones y prohibicio­
nes. Se ha fallado que en el evento que el Conservador se niegue a
practicar la inscripción, no puede dejar de practicar la anotación en el
repertorio, y de acuerdo al artículo 15 del Reglamento del Conserva­
dor si se subsanan los reparos dentro del plazo de 2 meses, la fecha de
la inscripción se debe retrotraer a la fecha de anotación en el reperto­
rio (Corte Suprema, La Semana Jurídica N ° 63).
b .2) Una segunda interrogante se refiere a cuándo debe existir
el embargo o prohibición para que la enajenación adolezca de
objeto ilícito: en este caso el embargo debe existir al momento de
la enajenación para que ésta adolezca de objeto ilícito.
b.3) Tercera interrogante, ¿hay objeto ilícito en la enajena­
ción forzada de una cosa embargada? Esta interrogante no tiene
una respuesta única, para algunos autores como Claro Solar y
Avelino León, esta enajenación forzada es válida porque lo que
prohíbe la ley son las enajenaciones voluntarias, otros en cambio
estiman que cualquier enajenación sea forzada o voluntaria pro­
duciría objeto ilícito.
Por último, diremos que el embargo no confiere al acreedor
que lo obtiene ninguna preferencia para pagarse con los bienes
embargados.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1 2 1


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

4. I n stitucio n es relacionadas
CON EL EMBARGO

4,1. El reem bargo

Señalemos, en primer lugar, que la institución que se estudia


no se encuentra regulado expresamente por nuestro C PC -com o
sí ocurre en la L E C de España, artículo 6 1 0 - (véase V eg a T o r r e s ,
E l reembargo, Cuaderno de Derecho Registra!, Madrid, 2004).
Sin perjuicio de lo anterior, tiene una enorme aplicación prácti­
ca en los procesos ejecutivos seguidos ante nuestros tribunales civiles.
El reembargo lo podemos definir como la traba de embargo
sobre bienes o derechos que se encuentran y a em bargados en otro pro ­
ceso de ejecución . H ay por lo tanto, una pluralidad de embargos
decretados, por un mismo o varios tribunales, sobre los mismos
bienes ya embargados con anterioridad.
La cuestión que debemos plantear es si en Chile ¿es legal que
una misma cosa, mueble o inmueble, pueda ser embargada más de
una vez en procesos ejecutivos seguidos por distintos acreedores?
Tres interpretaciones fundamentales se han formulado, sin per­
juicio de la opinión nuestra que señalaremos al final de este epígrafe:
• Siguiendo al autor Espinosa Fuentes, en su obra sobre el
juicio ejecutivo, podemos señalar que: U na parte de la jurispru­
dencia estima que el hecho de que un acreedor haya embargado
bienes del deudor, no impide que otro acreedor por una deuda
distinta persiga los mismos bienes y trabe un nuevo embargo so­
bre ellos, porque lo contrario limitaría el derecho absoluto que
tiene el acreedor sobre todos los bienes del deudor, sean presentes
o futuros, y se establecería un privilegio en favor del primer acree­
dor que embargó y se vulneraría así el derecho de los demás acree­
dores, Esta primera doctrina que acabamos de analizar ha sido
aceptada por la Corte Suprema, que ha declarado que hay objeto

2 2 L1BROTECNIA® .
CAPITULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EMBARGO

ilícito en la enajenación forzada de un bien embargado, efectuada


sin la autorización de cada uno de los diversos tribunales que ha­
bían decretado embargos sobre dicho bien.
• Existen otros fallos que, acogiendo la tesis señalada, tratan
sin embargo de aminorar los inconvenientes de la doctrina que
acepta el reembargo y establecen que si se han trabado varios em­
bargos sobre un mismo bien, en diversas ejecuciones, el bien pue­
de ser enajenado libremente en cualquiera de las ejecuciones, sin
que sea necesario solicitar autorización de los demás jueces que
decretaron embargos sobre este bien. U n fallo de la Corte de Tal­
ca sustenta tal interpretación: “Pudiendo concurrir varias ejecu­
ciones sobre un mismo bien y no siendo un título preferente del
que embarga primero, la enajenación de los bienes embargados
puede hacerse en cualquiera de las dos ejecuciones, porque en una
y otra se efectúa con la autorización del juez, y si se diera el artícu­
lo 1464 del Código Civil, un alcance absoluto resultaría la ano­
malía de que la enajenación no podría realizarse válidamente en
ninguna de las ejecuciones, porque en ctialquiera de ellas que se
hiciere, recaería sobre un bien embargado por otro y sin la autori­
zación del juez que decretó el embargo” .
• La tercera doctrina, sobre el reembargo, sostiene lo siguien­
te: el'GPC'ño ha querido que sobre un mismo bien se traben suce­
sivamente embargos. Un segundo embargo efectuado en otra for­
ma que la indicada sería nulo. Embargado un bien en un proceso
ejecutivo, un segundo acreedor no debe trabar un nuevo embargo,
sino que debe seguir uno de los dos caminos que le señala el CPC:
1) Interponer en el proceso, ante el mismo juez que decretó el em­
bargo, la correspondiente tercería de pago o de prelación (artículo
527), o bien, 2) Habiendo interpuesto su acción ejecutiva ante otro
tribunal, debe limitarse a pedir se oficie al tribunal que conoce de la
primera ejecución con el objeto de que retenga de los bienes realiza­
dos la cuota que proporcionalmente corresponda al segundo acree­

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 1 2 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

dor (artículo 528). Esta segunda situación se conoce en doctrina


como embargo del sobrante. Sin embrago en el CPG no hay embar­
go ni hay sobrante', simplemente el segundó acreedor solicita al tri­
bunal que oficie a la primera ejecución para que “retenga” de los
bienes embargados y realizados la cuota en dinero que le correspon­
da proporcionalmente al segundo acreedor.
• Comparto plenamente esta doctrina, a nuestro juicio, si bien
es efectivo que el reembargo no ha sido prohibido por el legislador,
es verdad que tampoco lo reguló expresamente y creo que las nor­
mas de los artículos 527 y 528 son la vía procesal que debe seguirse
cuando un mismo deudor tenga más de un acreedor.
El reembargo puede llevar a fraudes procesales o situaciones que
imposibiliten la realización de los bienes embargados al exigirse la
autorización del otro tribunal donde se decretó también el embargo.
Señalo que puede llevar a fraudes procesales, porque el deudor en
colusión con un tercero (que haga las veces de acreedor) pueden en­
torpecer el normal cauce procesal de la primera ejecución, impidien­
do que el ejecutante pueda obtener una realización rápida del bien
embargado al exigirse la autorización previa del segundo tribunal que
embargó, produciéndose los retrasos correspondientes.
Además, en virtud del principio de economía procesal, el
C P C ha regulado expresamente otros cauces procesales (casos del
artículos 525 y 527) para evitar nuevos procesos ante tribunales
distintos. Pero incluso si se ha iniciado un nuevo proceso (artícu­
lo 528), el C P C no exige su tramitación total, sino basta el envío
de un oficio al tribunal informándole del crédito adeudado y que
retenga el saldo (en caso de haberse vendido en pública subasta) o
que ordene más adelante la retención que corresponda al acree­
dor. En estos supuestos el segundo acreedor deberá hacerse parte
como tercero en el primer proceso de ejecución, para poder ac­
tuar en aquél, ya sea pidiendo el saldo que habla el C P C o bien

1 2 4 UBROTECNIA ®
CAPITULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EM8ARGO

pidiendo las actuaciones procesales que tengan por objeto la rea­


lización del bien embargado.
En conclusión, el reembargo, a nuestro juicio hoy día según
las actuales normas del CPC, no es procedente en nuestro dere­
cho procesal civil y en el evento que se declare un segundo embar­
go sobre el bien, debe tenerse como no hecho.
Un último comentario: sin duda que por la divergencia de
fallos y por la poca claridad de las normas del C PC , esta institu­
ción, sin duda, debe ser una de las cuestiones que deben ser modi­
ficadas en el futuro y que deben ser expuestas en el texto legal en
forma clara, a fin de evitar dudas posteriores, se opte por aceptar
expresamente o no aceptar el reembargo, debe ser el legislador
minucioso en su regulación.

4.2. Am pliación de em bargo

El artículo 456 señala que “puede el acreedor pedir amplia­


ción del embargo en cualquier estado del juicio, siempre que haya
justo motivo para temer que los bienes embargados no basten
para cubrir la deuda y las costas” .
El legislador procesal civil permite la ampliación de embar­
go, pero deja entregado al tribunal de primera instancia su acepta­
ción, basándose el juez en el hecho de que exista justo motivo.
En todo caso, el CPC presume el justo motivo en dos opor­
tunidades: 1) Haber recaído el embargo sobre bienes difíciles de
realizar, será siempre justo motivo para la ampliación, y 2) Será
siempre justo motivo para la ampliación la introducción de cual­
quiera tercería sobre los bienes embargados.
Pedida la ampliación después de la sentencia definitiva, no
será necesario el pronunciamiento de nueva sentencia para com­
prender en la realización los bienes agregados al embargo. La soli­
citud de ampliación será tramitada en forma incidental.

TOMO ni: PROCESOS D E EJECUCION


fE R N A N O O O R E L L A N A TO R R ES

En la Ley N ° 18.010 sobre operaciones de crédito de dinero,


el artículo 22 N ° 1 establece otro caso de presunción: en las obli­
gaciones expresadas en moneda extranjera se considerará justo
motivo para solicitar ampliación de embargo, el mayor valor que
experimente en el mercado la moneda extranjera adeudada.

4.3. Reducción del embargó

El artículo 447 nos indica que “puede el acreedor concurrir


al embargo y designar, si el mandamiento no lo hace, los bienes
del deudor que hayan de embargarse, con tal que no excedan de
los necesarios para responder a la demanda, haciéndose esta apre­
ciación por el ministro de fe encargado de la diligencia, sin perjui­
cio de lo que resuelva el tribunal a solicitud de parte interesada”.
De esta disposición legal se desprende que si el ministro de
fe hace una apreciación exigua de los bienes, y, en consecuencia,
embarga bienes más que suficientes, el deudor podrá solicitar del
tribunal que se reduzca el embargo.
Esta institución se deberá tramitar incidentalmente, del mis­
mo modo que la ampliación del embargo, sin embargo no se de­
berá tramitar incidentalmente tratándose de los casos de presun­
ción del artículo 456.

4,4, Cesación del em bargo

De acuerdo al artículo 490 del C PC el deudor puede en cual­


quier momento, antes de verificarse el remate de los bienes embar­
gados, hacer cesar el embargo y libertar sus bienes, pagando la
deuda demandada y las costas.

126 imoTEcmo
C A P IT U L O IX : C U A D E R N O D E A P R E M I O : E L E M B A R C O

La frase, antes de verificarse el remate, debe entenderse no en


su sentido, estricto de día del remate, sino que va más allá de esa
situación. Si son bienes muebles puede existir cesación del em­
bargo hasta antes de que el martiliero adjudique el bien mueble al
mejor postor. Si son bienes raíces, la Corte Suprema (RDJ, tomo
98, sección I a, 2003) ha señalado que se puede libertar los bienes
hasta antes de extenderse el acta de remate. En este caso el tribu­
nal deberá decretar el alzamiento de los bienes embargados.
Luego, el procedimiento ejecutivo termina, ya que su finali­
dad ha sido obtenida a través del pago de lo adeudado.

4.5. Sustitución dei em bargo

El artículo 457 señala que “puede el deudor en cualquier


estado del juicio sustituir el embargo, consignando una cantidad
suficiente para el pago de la deuda y las costas, siempre que éste
no recaiga en la especie o cuerpo cierto a que se refiere la ejecu-
« f >i
cion .
Dos observaciones: 1) debe tratarse de una cantidad líquida de
dinero suficiente para el pago de la deuda y las costas, y 2) no
tiene aplicación esta institución cuando el embargo recayó sobre
la especie o cuerpo cierto a que se refiere la ejecución.

4.6. Exclusión del em bargo

Esta materia está en concordancia con la imposibilidad de


embargar ciertos bienes muebles e inmuebles. La regla general es
que puedan embargarse los bienes del deudor, cualquiera que sea su
naturaleza (muebles o inmuebles, reales o personales), exceptuados
solamente aquellos que una ley expresa declare inembargables.

TOMO ni: PROCESOS D E EJECUCION 1 2 7


FERNANDO ORELLANA TORRES

La inembargabilidad es una institución de excepción en nues­


tro derecho, en cuya virtud ciertos bienes del deudor no pueden
ser afectados ni vendidos con posterioridad en un proceso de eje­
cución por el o los acreedores.
Las razones para determinar que ciertos bienes son inembar­
gables por el legislador puede ser por razón de orden público,
social, laboral, o de la persona y su familia. Los bienes que la ley
declare inembargables pueden leerse principalmente en los artícu­
los 445 y 1618 del C C , sin perjuicio de leyes especiales (por ejem­
plo en el Código de Comercio, artículo 380, en las sociedades
colectivas los acreedores personales de un socio no pueden em­
bargar durante la sociedad el aporte que éste hubiere introducido;
en el artículo 839 del mismo Código no pueden constituirse em­
bargos independientemente sobre partes o pertenencias ya incor­
poradas a naves o artefactos navales; en la Ley 19.253, ley indíge­
na: Las tierras a que se refiere el artículo 12, por exigirlo el interés
nacional, gozan de la protección de esta ley y no podrán ser enaje­
nadas, embargadas, gravadas, ni adquiridas por prescripción, salvo
entre comunidades o personas indígenas de una misma etnia; el
Decreto Ley 1.939, Adquisición, administración y disposición de
bienes del Estado, el artículo 96 regula que las personas que ad­
quieran' gratuitamente un bien inmueble fiscal, no pueden verse
afectado mientras estén vigentes las prohibiciones de 5 años que
expresa el mismo artículo, por embargos ni susceptibles de medi­
das precautorias sino por causa que provenga de obligaciones u
operaciones autorizadas en conformidad a lo dispuesto en los in­
cisos segundo y cuarto del artículo 96, por obligaciones que el
adquirente o cesionario tenga para con el Fisco o que provengan
de pensiones alimenticias decretadas judicialmente) .
En el C PC la inembargabilidad es un derecho renunciable
en virtud de los artículos 12 del C C y 445 del C P C . Sólo en un
caso prohíbe el C P C la renuncia de la inembargabilidad, está con-

128 LmOTECNIA®
CAPITULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EMBARGO'

templado en el inciso final del artículo 445, que prohíbe la re­


nuncia que en cualquier forma se haga de los bienes inembarga­
bles expresados en el N ° 1 del mismo artículo. El inciso final del
artículo 445 expresa: “son nulos y de ningún valor los contratos
que tengan por objeto la cesión, donación o transferencia en cual­
quier forma, ya sea a título gratuito u. oneroso, de las rentas expre­
sadas en el número I o de este artículo o de alguna parte de ellas”.
Sin perjuicio que el legislador expresamente declare inem­
bargables ciertos bienes del ejecutado, en la práctica muchas veces
el ministro de fe al practicar el embargo afecta ciertos bienes in­
embargables. Por ésto el artículo 519 del C P C regula la oposición
del ejecutado a este embargo realizado mediante un escrito de
exclusión de embargo que se tramitará como incidente.
Antes de finalizar este párrafo, sólo un breve comentario res­
pecto al bien fam iliar. Si es declarado provisoriamente un bien in­
mueble de fam iliar por resolución judicial que se inscribe al margen
de la respectiva inscripción de dominio, tal como lo autoriza y dis­
pone el artículo 141 del Código Civil, esta declaración noproduce el
efecto ju r íd ic o de hacer inembargable ese bien y por ende no impide
su enajenación forzada, como claramente se deduce de lo que dis­
ponen los artículos 142 y 148, inciso segundo, del Código Civil.
En efecto, el primero de estos artículos sólo limita la facultad de
disposición del cónyuge propietario, en cuanto a que le queda ve­
dado enajenar o gravar voluntariamente, ni prometer gravar o ena­
jenar, los bienes familiares, sin que concurra la autorización del cón­
yuge no propietario. El artículo 148, a su vez, se limita a conferir al
cónyuge no propietario un beneficio de excusión, en el evento de
que fuere embargado el bien respectivo, en virtud del cual y habién­
dosele notificado el correspondiente mandamiento pueda concu­
rrir oportunamente al proceso y solicitar que antes de procederse
contra el bien familiar se persiga el crédito en otros bienes del deu-

TOMO UI: PROCESOS D E EJECUCION 1 2 9


-FERNANDOORELLANATORRES

dor (asílohafalladolaCorte Suprema en recurso de casación en el


fondo confecha 19dejunio de 2007),.

4.7. Alzamiento del embargo

Ala trabadel embargo de uno o varios bienes puede ponerse


término enel proceso de ejecución mediante resolución judicial.
Este alzamiento puede ordenarlo el juez ejecutor o su superior
jerárquico, conociendode algún recurso procesal. Existen en nues­
tro derecho diversas causas que permiten al juez ejecutor ordenar
el alzamiento del embargo decretado sobre bienes. Si el ejecutado
paga la deuda, conintereses y costas, vimos recién que se produce
la cesación de! embargo y como consecuencia se produce el alza­
miento. Lo mismo se acontece en el caso de sustitución del em­
bargo, Además de estas situaciones, existirá alzamiento del em­
bargo sobre los bienes objeto de las tercerías si el juez acoge las
tercerías de dominio o posesión. Se decreta el alzamiento de los
embargos cuandolosbienes han sido vendidos en pública subasta
y el rematante ha ingresado los dineros en la cuenta corriente del
Tribunal. Por último, debe alzarse el embargo cuando se ponga
término ál proceso deejecución por cualquier causa (por ejem­
plo: sentencia absolutoriao al haberse declarado el abandono del
procedimiento)
También, deacuerdoal Código de comercio en el libro IV artí­
culo 70 inaso final, debedeclararse el alzamiento respecto de aque­
llos embargos queestuvierendecretados en los juicios ejecutivos que
se agreguen alaquiebraquedando sin valor desde que ella se declare,
siempre que se refierana bienes que, sin aguardar el resultado de
dichos juicios, debanrealizarse en la quiebra o ingresar a ella.

3 0 UBROTECm*
CAPITULO IX: CUADERNO DE APREMIO: EL EMBARCO'

5. D e l it o s r e l a c io n a d o s con el em barg o

a) Según el artículo 469 N ° 6 del Código Penal se le impon­


drán las penas del artículo 467 al dueño de la cosa embargada, o a
cualquier otro que teniendo noticia del embargo hubiere destrui­
do fraudulentamente los objetos en que se ha hecho la traba.
Siguiendo al profesor y doctor en derecho penal, Guzmán
Dálbora, esta figura delictiva es una estafa. El destruir la cosa em­
bargada es aquí el medio engañoso. Destruye para engañar, para
crear con ello una apariencia falsa de insolvencia total o parcial y
motivar así un aóto de disposición del ejecutante. El tipo penal
requiere además del ánimo de lucro que está implícito tras el ad­
verbio fraudulentamente.

b) Según el artículo 470 N ° 1 del Código Penal se aplicarán


las penas del artículo 467 a los que en perjuicio de otro se apro­
piaren o distrajeren dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble
que hubieren recibido en depósito, comisión o administración, o
por otro título que produzca la obligación de entregarla o devol­
verla. Esta norma según lo ha fallado la jurisprudencia no se apli­
ca al dueño de la cosa embargada que se encuentra bajo su custo­
dia (Corte Suprema, RDJ, tomo 87, sección 4a, 1990, p. 2).

TOMO ni: PROCESOS ÜE EJECUCION 131


C a p ít u l o X
Cumplimiento de la sentencia
ejecutiva y realización de los
bienes embargados

Señalamos anteriormente que después de trabado el embar­


go, el cuaderno de apremio queda normalmente paralizado hasta
que se dicte sentencia en el cuaderno ejecutivo. En el evento que
no opongan excepciones se produce la conversión procesal
(art. 472) y el cuaderno de apremio seguirá su curso normal.
El cumplimiento de la sentencia ejecutiva condenatoria pue­
de ser de pago o de remate, la forma de hacerla cumplir es distinta
en uno y otro caso.

1. C u m plim ien t o d e la sen ten cia d e pago

Por regla general, la sentencia de pago se cumple una vez que


ella está ejecutoriada (artículo 510). Una vez firme la sentencia, y
si el embargo recayó sobre dineros, se solicitará al tribunal la li­
quidación del crédito y que se determinen las costas que deben ser
de cargo del deudor, incluyéndose las causadas después de la sen­
tencia. Cuando la liquidación del crédito esté ejecutoriada se or­
denará hacer pago al acreedor con el dinero embargado.
En caso de que el embargo se hubiere trabado sobre la espe­
cie misma de que se demanda, el juez ordenará su entrega al eje­
cutante, una vez ejecutoriada la sentencia de pago (artículo 512).

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1 3 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

Sin perjuicio de lo señalado hay algunos casos de excepción en


que la sentencia de pago puede cumplirse antes de estar ejecutoriada.
a) En primer lugar, si existe pendiente un recurso de apela­
ción en contra de la sentencia de pago, ella puede cumplirse siem­
pre que el ejecutante caucione las resultas del recurso (art. 475).
b) En segundo término, el recurso de casación en la forma o
en el fondo interpuesto en contra de la sentencia de pago no sus­
pende su cumplimiento (art. 773).

2. C u m plim ien t o d e la sentencia d e remate

Cuando se trata de la sentencia de remate, esto es, cuando se


han embargado bienes, que no sean dinero ni la especie o cuerpo
cierto debido, el Código, para los efectos del cumplimiento de la
sentencia, distingue entre cuatro clases de bienes:
• Bienes muebles sujetos a corrupción o próximo deterioro
(art. 483);
• Efectos de comercio (art. 484);
• Otros bienes muebles (art. 482), y
• Bienes raíces (arts. 485 a 511).

a) Los bienes muebles sujetos a corrupción o susceptibles de


próximo deterioro o cuya conservación es difícil o muy dispen-
diosaj.serán vendidos por el depositario en la forma más conve­
niente, sin previa tasación, pero con autorización judicial.
Los requisitos para que se dé esta situación son los siguien­
tes: 1) Debe tratarse de bienes muebles, y 2) Que estos bienes
muebles estén sujetos a corrupción o susceptibles de próximo de­
terioro o cuya conservación es difícil o muy dispendiosa.
Cumplidos estos requisitos deben ser vendidos en pública
subasta por el depositario (provisional o definitivo), sin tasación,
pero autorizado judicialmente, mediante una resolución judicial.

34 UBROTECNIA®
CAPITULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARCADOS-----

b) Los efectos de comercio realizables en el acto, se venderán


sin previa tasación por un corredor nombrado en la forma esta­
blecida para el nombramiento de los peritos.
El profesor S a n d o v a l L ó p e z nos enseña que las característi­
cas que debe reunir un efecto de comercio son las siguientes: que
se trate de un título negociable, es decir, transmisible por proce­
dimientos rápidos de derecho comercial; que el valor en moneda
corriente esté indicado en él, bajo el beneficio de los riesgos de
insolvencia; la indicación del valor no es solamente apreciativa,
ella es normativa: el efecto da derecho a percibir una suma de
dinero (es un crédito en dinero); y por último, este crédito es
pagadero a corto plazo. Son ejemplos de efectos de comercio: la
letra de cambio, el pagaré, el cheque y la carta orden de crédito.
Dentro del concepto de efectos de comercio que da el C PC
debe incluirse también los valores mobiliarios, que son los títulos
de participación social, y consisten en los documentos emitidos
por las personas morales, públicas o privadas, que confieren dere­
chos asociados y son susceptibles de una venta en la Bolsa de C o­
mercio. Son ejemplos de valores mobiliarios: las acciones de so­
ciedades, los bonos o debentures y títulos de préstamos del Estado.
Tratándose de efectos de comercio, éstos se deben vender
por un corredor de bolsa, sin. previa tasación. Este corredor será
nombrado en conformidad a las reglas de los peritos que estable­
cen los arts. 414 a 417.

c) Los demás bienes muebles se venderán también sin necesi­


dad de tasación, por intermedio de un martiliero, una vez notifi­
cada la sentencia de primera o única instancia o una vez produci­
da la conversión procesal.
A esta situación se refiere el artículo 482: “Los bienes mue­
bles embargados se venderán en martillo, siempre que sea posible,
sin necesidad de tasación. La venta se hará por el martiliero desig­
nado por el tribunal que corresponda” .

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 135


FERNANDO OREllANA TORRES

En esta materia hay que aplicar la Ley N ° 18.118 que regula


la actividad de los martilieros y su reglamento decreto N ° 197 del
Ministerio de Economía. La ley se divide en 6 títulos y consta de
30 artículos. El artículo I o nos señala que son martilieros “las per­
sonas naturales o jurídicas inscritas en un registro, en conformi­
dad a esta ley, para vender públicamente al mejor postor toda
clase de bienes corporales muebles”. Según se informa en el portal
del Poder Judicial (www.poderjudicial.cl), con fecha 24 de enero
de 2008, el Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago determinó
que, a partir del 1 de marzo de 2008, las designaciones de marti­
lieros judiciales se realizarán desde un sistema computacional alea­
torio, poniendo fin a la antigua designación por el sistema de
libros que imperaba en la actualidad en los tribunales civiles de
esta jurisdicción. El sistema se implementa con el fin de resguar­
dar cualquier posibilidad de irregularidades en la designación de
estos auxiliares de la administración de justicia, por lo que se creó
un sistema computacional que elige al azar entre los 84 martilie­
ros habilitados por el tribunal de alzada.
Respecto al punto que estamos analizando, la ley citada se­
ñala expresamente que las ventas en pública subasta en que co­
rresponda intervenir a la justicia ordinaria y a los jueces árbitros,
se regirán por las disposiciones legales que le son aplicables, es
decir, por las normas del Código de Procedimiento Civil.
Los remates judiciales se regulan en el Título IV. Las normas
aquí contenidas se refieren a los trámites que se deben seguir una
vez que se ha solicitado en juicio que se decrete remate y se designe
un martiliero para la subasta. El martiliero debe ser designado por
el juez que está conociendo de la causa. Esta designación deberá
recaer en alguno de los martilieros que figure en el registro especial
que mantienen las Cortes de Apelaciones, de acuerdo al orden co­
rrelativo de las inscripciones en dicho registro. Si no hubiere marti­
lieros inscritos, el juez puede designar a cualquier otro martiliero.

1 3 6 UBRÓTECNIA ®
CAPÍTULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARGADOS----

Una vez decretado el nombramiento, deberá ser notificada


dicha resolución judicial en forma personal. Aceptado el cargo,
deberá preocuparse de recibir las especies para remate, debiendo
levantar un acta de aquello, especificándose en conformidad al
artículo 450. Esta acta debe ser suscrita por el martiliero y por el
ministro de fe (receptor judicial) que haga entrega de las especies.
Luego debe presentar un escrito al tribunal señalando el día
y la hora para el remate judicial, gestión procesal que deberá veri­
ficarse en el lugar donde se encuentren las especies.
Aceptado el escrito mediante una resolución judicial deberá
publicarse en ios diarios respectivos. Estos avisos deben ser dos
como mínimo, y el último de ellos deberá hacerse el día anterior
al remate. En los avisos se dejará constancia del nombre del mar­
tiliero, número de su inscripción en el Registro Nacional de Mar­
tilieros, lugar en que se encuentren las especies a subastar, días y
horas en que pueden inspeccionarse y el valor de la comisión que
deberá pagar el comprador.
Llegado el día del remate deberá realizarse la venta por lotes
(y estos a su vez por número), en el evento que hubiese más de un
bien mueble para rematar debiendo adjudicarse los bienes al m e­
jor postor, salvo que el martiliero o la ley haya exigido un mínimo
para la subasta. Finalizado el remate tendrá un plazo de 5 días,
contados desde la fecha del remate, para rendir cuenta de la su­
basta ante el tribunal. Si el martiliero no rinde cuenta dentro de
este plazo legal, es procedente una queja disciplinaria ante el mis­
mo tribunal que conoce del juicio. Si transcurrido 2 días hábiles
de verificado el remate, el adjudicatario no pagare el total del pre­
cio de la especie o la cuota de contado, la adjudicación quedará
sin efecto por este solo hecho y se abrirá de nuevo la subasta.
El adjudicatario recibirá una vez finalizado el remate, pero
en ese mismo acto, una boleta que exprese su nombre y precio,
número y contenido del lote.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION


•FERNANOO ORELLANA TORRES

d) Los bienes raíces. Estos bienes para ser rematados requie­


ren cumplir una serie de etapas establecidos por el legislador. El
artículo 485 señala textualmente: “Los demás bienes no comprendi­
dos en los tres artículos anteriores, se tasarán y venderán en remate
público ante el tribunal que conoce de la ejecución, o ante el tribunal
dentro de cuya jurisdicción estén situados los bienes, cuando así se
resuelva a solicitud de parte y por motivosfundados”’.
Por lo tanto, antes de proceder al remate de estos bienes es
menester efectuar una serie de trámites previos, a saber:
• Tasación;
• Bases de remate;
• Fijación de día y hora;
• Citación de los acreedores hipotecarios cuando corresponda
• Publicación, y
• Remate de los bienes raíces.
d .l) Tasación de los bienes que requieren ese trámite para
ser subastados (arts. 486 y 487). La tasación será la que figure en
el rol de avalúos que esté vigente para los efectos de la contribu­
ción de haberes, según el Servicio de Impuestos Internos. Se acom­
pañará al expediente un certificado expedido por la Dirección Ge­
neral de Impuestos Internos (www.sii.cl), y en el que conste el
avalúo vigente del bien raíz, y se solicitará se tenga ese avalúo
como tasación del inmueble.
Presentado el escrito respectivo al tribunal, éste lo tendrá por
aprobado si no fuere objetado dentro de tercero día. El ejecutado,
dentro del plazo de 3 días, tiene el derecho de solicitar una nueva
tasación. En este caso la tasación se practicará por medio de peri­
tos nombrados en la forma que dispone el artículo 414, ya señala­
do más arriba, haciéndose el nombramiento en la audiencia del
segundo día hábil después de notificada la sentencia, sin necesi­
dad de nueva notificación. En el caso que la designación de peri­

3 8 UBROTECNIA®
CAPITULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS 8IENES EMBARGADOS----

tos deba hacerla el tribunal, no podrá recaer en empleados o de­


pendientes a cualquier título del mismo tribunal.
El perito una vez notificado y aceptado el cargo practicará la
tasación y la presentará al tribunal, el cual mandará ponerla en
conocimiento de las partes. Las partes una vez notificado por el
estado diario la resolución del tribunal tienen un plazo de 3 días
para impugnarla. Si la tasación no es impugnada por los interesa­
dos, el tribunal, a solicitud de parte, la tendrá por aprobada. Si las
partes impugnan la tasación, el tribunal dará traslado de la im­
pugnación de cada parte.
Transcurrido los plazos que tienen las partes para evacuar el
traslado de las impugnaciones (tres días ya que se trata de un inci­
dente), y aun cuando no se hubiere evacuado dicho traslado, el
juez resolverá sobre las impugnaciones, sea aprobando la tasación,
sea mandando que se rectifique por el mismo o por otro perito,
sea fijando el tribunal por sí mismo el justiprecio de los bienes.
Estas resoluciones son inapelables.
Si el tribunal manda rectificar la tasación, expresará los pun­
tos sobre que deba recaer la rectificación y practicada ésta, se ten­
drá por aprobada, sin aceptarse nuevos reclamos.
d.2) Bases para el remate de bienes raíces (art. 491). Una vez
aprobada la tasación, corresponde fijar las bases o condiciones en
que ha de realizarse el remate. Las bases para el remate se refieren
principalmente a la forma en que se pagará el precio de la subasta,
al mínimo para iniciar las posturas, a las cauciones que deben
rendir los postores para tomar parte en el remate, si el bien se
vende como cuerpo cierto o con relación a cabida; a la fecha en
que se entregará el bien al adjudicatario y, en general, a todas las
circunstancias que tiendan a la mejor realización de la subasta.
Las condiciones para la subasta se deben proponer por el eje­
cutante quien presenta un escrito con las bases para el remate, y el
juez las decreta con citación a la parte contraria. Sin perjuicio de

TOMO ÍII: PROCESOS DE EJECUCION 139


■FERNANDO ORELLANA TORRES-

lo anterior, si es el tribunal el que fija las bases p a r a d remate debe


sujetarse a ciertas limitaciones que establece la ley: 1) El juez debe
disponer que el precio de la subasta se pague de contado, salvo
que existan motivos calificados que lo hagan resolver de otro modo
(artículo 491); 2) N o podrá establecer un mínimo para las postu­
ras que baje de los dos tercios de la tasación del bien embargado
(artículo 493); 3) La caución suficiente que deberá rendir cada
postor para tomar parte en el remate, será equivalente al diez por
ciento de la tasación del bien. Esta caución será calificada por el
tribunal, sin ulterior recurso, y subsistirá hasta que se otorgue la
escritura definitiva de compraventa, o se deposite a la orden del
tribunal el precio o parte de él que deba pagarse de contado
(art. 494). La resolución que fija las bases para el remate podrá ser
apelada por las partes, y la apelación se otorgará en el solo efecto
devolutivo. Pero ella no será susceptible del recurso de casación,
ya que si bien es una sentencia interlocutoria, no es de aquellas
que ponen término al juicio o hacen imposible su prosecución.
d.3) Situación que se produce cuando hay otros embargos o
hipotecas sobre el bien que va a rematarse (artículo 2428 del C ó­
digo Civil y artículo 492 del CPC ). Deberá acompañarse, por
parte del ejecutante, un certificado de hipotecas y gravámenes y
un certificado de interdicciones y prohibiciones.
Si existen embargos, para algunos deberá solicitarse oficio al
tribunal respectivo para que autorice el remate del bien embarga­
do (al estudiar el reembargo dijimos que está autorización no de­
biera solicitarse).
Si existen hipotecas pendientes sobre el bien que va a subas­
tarse, es necesario, por los motivos que veremos, practicar la cita­
ción de los acreedores hipotecarios. En conformidad al artículo
2428 del C C , las hipotecas constituidas sobre un bien raíz se ex­
tinguen cuando dicho bien es enajenado en pública subasta, or­
denada por el juez, con citación de los acreedores hipotecarios.

140 UBROTECNIA®
CAPITULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARCADOS----

En consecuencia, para que el inmueble quede libre de gravá­


menes después de la subasta, es menester, entre otros requisitos,
practicar la citación indicada. Esto se conoce en doctrina como la
“purga de la hipoteca”.
Tres son los requisitos que deben cumplirse para que se pro­
duzca la purga de la hipoteca:
d .3 .1) Que el inmueble se venda en pública subasta ordenada
por el juez. O sea, que se trate de una venta forzada hecha por
intermedio de lajusticia. Una venta judicial voluntaria no produci­
rá el efecto de extinguir las hipotecas, ya no se trataría de una venta
ordenada por el juez, sino por una venta hecha a petición del inte­
resado, en la cual la justicia interviene sólo a modo de solemnidad.
d.3.2) Que los acreedores hipotecarios sean citados perso­
nalmente. La citación personal de los acreedores hipotecarios tie­
ne por objeto advertir a éstos el hecho de que la finca hipotecada
va a ser subastada, para que, si lo estiman necesario, comparezca
al juicio en resguardo de sus derechos.
Sin duda que el legislador cuando expresa que los acreedores
comparecen al proceso para resguardar sus derechos, no se refiere
sólo a la posibilidad de optar por mantener sus hipotecas (art. 492
CPC ) o pagarse con las resultas de la enajenación, permite tam­
bién que estos acreedores puedan ejercer otros derechos en el pro­
ceso, como pedir la nulidad del remate o del embargo, o cualquie­
ra otra pretensión que signifique “resguardo de sus derechos”.
Todos los acreedores hipotecarios, de cualquier grado que
sean, deben ser citados, aun aquellos que manifiestamente no al­
cancen a pagarse con el precio de la subasta.
La citación de los acreedores debe ser hecha a través de la
notificación personal. Si por cualquier motivo no se efectúa la
subasta en la fecha indicada, las notificaciones posteriores, a los
acreedores hipotecarios, se deben efectuar a lo menos por cédula.

TOMO 111: PROCESOS DE EJECUCION 1


■FERNANDO ORELLANA TORRES-

d.3.3) Que haya transcurrido el término de emplazamiento


entre la citación y la subasta. Finalmente, es menester que, entre la
última notificación hecha a los acreedores hipotecarios y la subasta,
haya transcurrido, a lo menos, el término de emplazamiento.
Este plazo tiene por objeto precisamente dar tiempo sufi­
ciente a los acreedores para que tomen las medidas necesarias al
resguardo de sus intereses.
Creemos que el término de emplazamiento a que se refiere la
ley es el correspondiente al del juicio ordinario de mayor cuantía.
Agregado introducido por el artículo 492: De acuerdo con el
artículo 2428 del CC, la subasta realizada con citación personal
de los acreedores hipotecarios produciría la extinción de toda las
hipotecas.
El artículo 492 del CPC ha complementado la norma del
Código Civil en el sentido de que si el ejecutante es un acreedor
hipotecario de grado posterior, el o los acreedores de grado prefe­
rentes citados legalmente a la subasta tienen derecho optativo de
extinguir el pago de sus créditos con el precio de la subasta, o con­
servar sus hipotecas, siempre que sus créditos no estén devengados.
El artículo 492, establece: “Si por un acreedor hipotecario de
grado posterior se persigue una finca hipotecada contra el deudor
personal que la posea, el acreedor o los acreedores de grado prefe­
rente, citados conforme al artículo 2428 del Código Civil, po­
drán, o exigir el pago de sus créditos sobre el precio del remate
según sus grados, o conservar sus hipotecas sobre la finca subasta­
da, siempre que sus créditos no estén devengados.
No diciendo nada, en el término del emplazamiento, se en­
tenderá que optan por ser pagados sobre el precio de la subasta” .
¿Quésucede si no es citado legalmente el acreedor hipotecario?
Para que el remate produzca la extinción de las hipotecas que gra­
van la finca embargada, es menester que se cite a los acreedores
hipotecarios en la forma que hemos visto.

142 UBROTECNIAa
CAPITULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARGADOS-----

La falta de citación personal de los acreedores hipotecarios


no acarrea como consecuencia la nulidad del remate, ya que la ley
no señala esa sanción. El solo efecto que produce esa omisión es el
de dejar a salvo los derechos de los acreedores hipotecarios no
citados: las hipotecas de los acreedores no se extinguirán.
Existe un fallo de la Corte Suprema que ha señalado expresa­
mente para que se decrete el alzamiento de las inscripciones hipote­
carias debe previamente haberse consignado en la cuenta corriente
del tribunal la suma de dinero producto de la subasta, no bastando
la adjudicación con cargo al crédito por parte del ejecutante valista.
La Ley General de Bancos, en su artículo 104 incisos segun­
do a quinto, regula el remate de bienes raíces en el juicio hipote­
cario bancario. Si el ejecutado no pagó la deuda dentro del plazo
de 10 días contados desde el requerimiento de pago, el juez decre­
tará a petición del Banco, el remate del inmueble hipotecado o su
entrega en prenda pretoria (artículo 103). Ordenado el remate, se
anunciará por medio de avisos publicados 4 veces en días distin­
tos en un diario del lugar donde se sigue el juicio, y debiendo
mediar entre el primer aviso y la fecha de la subasta a lo menos 20
días. Las publicaciones pueden hacerse tanto en días hábiles como
inhábiles. Las bases del remate son fijadas por el juez sin ulterior
recurso, a propuesta del Banco. El mínimo del primer remate no
puede ser inferior al monto del capital adeudado, dividendos in­
solutos, intereses penales, costas judiciales y primas de seguro que
recarguen la deuda. Llegado el día del remate éste se adjudicará al
mejor postor. En todo caso el Banco puede adjudicarse el bien
raíz para pagar su crédito.
d.4) Señalamiento de fecha para el remate de bienes raíces
(artículo 488). Una vez aprobada la tasación de los bienes, fijadas
las bases para el remate y citados los acreedores hipotecarios, el
tribunal señalará, a petición de parte, día y hora para la subasta.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1 4 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

d.5) Publicación de avisos en un diario (artículo 489). Fija­


da la fecha del remate, es menester publicarla en un diario. Al
respecto, dispone el Código: “El remate, con el señalamiento del
día y hora en que debe tener lugar, se anunciará por medio de
avisos publicados, a lo menos cuatro veces, en un diario de la
comuna... de la capital de provincia o de la capital de región... Los
avisos podrán también publicarse en días inhábiles. El primero de
los avisos deberá ser publicado con 15 días de anticipación, como
mínimo, sin descontar los inhábiles, a la fecha de la subasta.
Si los bienes estuvieren en otra comuna, el remate se anun­
ciará, también en ella, por el mismo tiempo y en la misma forma.
Los avisos serán redactados por el secretario, y contendrán
los datos necesarios para indicar los bienes que van a rematarse” .
En la práctica es frecuente acompañar al expediente el recor­
te de la publicación donde apareció el aviso a fin de que el secre­
tario del tribunal certifique ese hecho.
La omisión del trámite de la publicación de avisos acarrea la
nulidad del remate, nulidad que, como veremos más adelante, es
en el orden procesal y debe reclamarse dentro del mismo juicio
respectivo.
d.6) El remate de bienes raíces. Llegado el día se realizará el
remate a la hora indicada, ante el juez de la causa. Es normal que
este remate se efectúe en el despacho del juez o en el lugar destina­
do como sala de audiencias, y estarán presentes los postores y los
abogados o mandatarios de las partes del juicio.
El profesor T a v o la r í O l iv e r o s ha escrito que el remate de
bienes raíces no es verdaderamente una venta forzada, en la cual el
juez sea un representante legal del ejecutado (deudor). El enseña
que la enajenación forzada no es más que la coacción que acom­
paña al ordenamiento jurídico positivo, y por lo tanto, a su juicio,
debe eliminarse toda referencia en los Códigos a las ventas y/o
representación por el juez (Algunas reflexiones en tomo a la regula-

144 UBROTECNIA ®
CAPITULO X: CUMPUMIENTO OE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARGADOS----

cián positiva actual del embargo y la enajenación forzada en el dere­


cho chileno, pp. 67 a 94).
Primero, los interesados en hacer posturas deben rendir la
caución que exige el artículo 494, la cual será calificada por el
juez. Dice este artículo: “Todo postor, para tomar parte en el re­
mate, deberá rendir caución suficiente, calificada por el tribunal,
sin ulterior recurso, para responder que se llevará a efecto la com­
pra de los bienes rematados. La caución será equivalente al 10%
de la valoración de dichos bienes y subsistirá hasta que se otorgue
la escritura definitiva de compraventa, o se deposite a la orden del
tribunal el precio o parte de él que deba pagarse de contado” .
La caución normalmente será una boleta bancaria a nombre
del tribunal, pero nada obsta a que en las bases del remate se haya
aceptado un cheque u otro documento. El tribunal calificará la
caución, aceptándola o denegándola, y la resolución que al res­
pecto dicte no puede ser atacada por recurso alguno.
Calificadas las cauciones, comienza el remate dirigido por el
juez de la causa. Este remate constituye ante la ley un verdadero
contrato de compraventa, que crea entre comprador y vendedor
derechos y obligaciones regidos por el Código Civil.
En esta compraventa forzada es el juez quien actúa como
representante legal del vendedor (artículo 496).
En el remate, no se admitirán posturas que bajen de los 2/3
de la tasación, salvo que las partes acuerden expresamente otra
cosa (artículo 493). El ejecutante puede hacer posturas pero el
ejecutado está impedido para participar en el remate, la única
posibilidad es la contemplada en el artículo 490.
En caso que el acreedor concurra a la subasta y se adjudique
el bien rematado, no está obligado a consignar el precio de la
subasta; se producirá una compensación entre la obligación de
pagar ese precio y el crédito del ejecutante, de modo que este

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 145


FERNANDO ORELIANA TORRES

último sólo deberá consignar la diferencia que resulte en su con­


tra, en el evento que exista.
Verificado el remate y adjudicados los bienes deberá firmar­
se el acta de remate, la cual se levanta en un registro especial, sin
perjuicio de ello se dejará en el proceso un extracto del acta de
remate (artículo 498).
Las cauciones serán devueltas a los postores que no se adjudi­
caron los bienes rematados, salvo la caución del subastador que
subsistirá hasta que se otorgue la escritura definitiva de compra­
venta, o se deposite a la orden del tribunal el precio, o parte de él,
que deba pagarse de contado (artículo 494).

3. N u evo s rem ates y ad judicació n


AL EJECUTANTE

Si no se presentan postores el día señalado para el remate, el


acreedor, verbalmente o por escrito, puede solicitar, a su elección,
cualquiera de las dos cosas que le indica el artículo 499:

a) Que se le adjudiquen los bienes embargados por 2/3 de la


tasación. El acreedor una vez terminada la diligencia presentará
un escrito en ese sentido, y el juez accederá a esa petición con
citación de las demás partes en el juicio. Si existen otros acreedo­
res hipotecarios, es menester, para que sus respectivas hipotecas se
extingan, que la adjudicación sea hecha con citación de ellos; no
basta que dichos acreedores hayan sido citados a la subasta que no
se realizó por falta de postores.

b) Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el avalúo


aprobado. La reducción no podrá exceder de una tercera parte de
ese avalúo.

LIBROTECNIA®
CAPITULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARGADOS----

Si el acreedor ejercita este último derecho, los bienes se pon­


drán otra vez en remate, por los dos tercios del nuevo avalúo (ar­
tículo 500). En este nuevo remate se observarán todas las formali­
dades que hemos estudiado, con la salvedad de que se reducirán a
la mitad los plazos fijados para los avisos. N o se hará, sin embar­
go, reducción alguna en estos plazos, si hubieren transcurrido más
de tres meses desde el día designado para el anterior remate hasta
aquel en que se solicite la nueva subasta (artículo 502).
Si puestos por segunda vez en remate los bienes, por los dos
tercios del nuevo avalúo tampoco se presentaren postores, el acree­
dor, de acuerdo con el artículo 500, puede pedir cualquiera de
estas tres cosas a su elección:
b .l) Q ue se adjudiquen los bienes por los dos tercios;
b.2) Q ue se pongan por tercera vez en remate, por el precio
que el tribunal designe (si a este remate no concurre ningún pos­
tor, y aun cuando el legislador no ha señalado nada, puede el
ejecutante solicitar que se ponga por cuarta (4) vez en remate. En
este caso, no debiera haber número para la subasta (aplicación
analógica del artículo 501). y
b .3) Que se le entregue los bienes en prenda pretoria.
La prenda pretoria o anticresis judicial es un contrato en cuya
virtud, por el ministerio del tribunal se entrega al acreedor bienes
embargados, sean raíces o muebles, para que se pague con sus frutos.
Una vez aceptada por el tribunal la petición del acreedor para
que se le entreguen en prenda pretoria los bienes embargados,
debe hacerse la entrega de dichos bienes bajo inventario solemne.
Si el acreedor pidiere que se le entreguen los bienes embarga­
dos en prenda pretoria, podrá el deudor solicitar que se pongan
por última vez (cuarta vez) a remate. En este caso no habrá míni­
mos para las posturas (artículo 501). Así se ha fallado, sostenién­
dose además que este cuarto remate puede producirse a petición
del acreedor (Corte Suprema. La Semana Jurídica N ° 106).

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1 4 7


FERNANDO ORELLANA TORRES

El acreedor que tenga bienes en prenda pretoria deberá rendir


cuenta de su administración, cada año si son bienes inmuebles.
Una vez aceptada por el tribunal la petición del acreedor para
que se le entreguen en prenda pretoria los bienes embargados,
debe hacerse la entrega de dichos bienes bajo inventario solemne
(artículo 503).
La Ley General de Bancos en su artículo 104 ha regulado el
tema de la prenda pretoria en el juicio hipotecario bancario.
Si el ejecutado no pagó la deuda dentro del plazo de 10 días
contados desde el requerimiento de pago, el juez decretará, a peti­
ción del Banco, el remate del inmueble hipotecado o su entrega en
prenda pretoria. El deudor puede oponerse al remate o a la entrega
en prenda pretoria dentro del plazo de 5 días, plazo que corres­
ponde al emplazamiento en el juicio hipotecario bancario. En este
plazo opondrá las excepciones de pago, prescripción o no empe­
cerle el título al ejecutado. Si no formula oposición o se desechan
las excepciones opuestas, se procederá al remate o a su entrega en
prenda pretoria. Entregado en prenda pretoria, el banco percibirá
las rentas, entradas o productos del inmueble, cualquiera que fue­
re el poder en que se encuentre, y cubiertas las contribuciones,
gastos de administración y gravámenes preferentes a su crédito las
aplicará al pago de las cuotas adeudadas, llevando cuenta

4. El acta de remate

( artículo 495)

Si el remate se refiere a bienes raíces, es menester, para su


perfeccionamiento, que se otorgue un acta de remate. Esta acta se
extenderá en el registro de remates del secretario que interviene
en la subasta y será firmada por el juez, el rematante y el secreta­
rio. Esta acta valdrá como escritura pública para los efectos del

148 UBROTECNIA®
C A P IT U L O X : C U M P L I M I E N T O D E L A S E N T E N C IA E J E C U T IV A
-------------Y R E A L IZ A C IO N D E L O S B IE N E S E M B A R G A D O S --------------

artículo 1801 del C. Civil, pero se extiende sin perjuicio de otor­


garse dentro del tercero día (El plazo del artículo 495 del C PC no
es fatal, por aplicación del artículo 64 del mismo Código.) la es­
critura definitiva con inserción de los antecedentes necesarios y
con los demás requisitos legales.

5. La escritura definitiva d e remate

( artículo 497)

Después de suscrita el acta de remate, el subastador tiene la


obligación de suscribir también la escritura definitiva de compra­
venta y de consignar el precio del remate en la oportunidad fijada
en las bases.
Si el rematante no cumple cualquiera de estas dos obligacio­
nes, el remate, por disposición del inciso segundo del artículo
494, queda sin efecto, haciéndose efectiva la caución.
Para que pueda extenderse en el juicio ejecutivo, la escritura
definitiva de remate (que es una escritura pública), es menester
que el tribunal así lo decrete, a petición de parte.
Ordinariamente será la persona que se adjudicó el bien raíz
quien haga esa petición, para lo cual depositará a la orden del
tribunal el precio de la subasta que debapagarse de contado. Pe­
dirá también que se ordene alzar los embargos y cancelar las hipo­
tecas que afecten al bien si es que las hubiere. La escritura se otor­
gará una vez ejecutoriada la resolución que ordena extenderla.
La escritura definitiva será firmada por el adjudicatario y por
el juez como representante legal del vendedor y se entenderá au­
torizado el primero para requerir y firmar por sí solo la inscrip­
ción en el Conservador de Bienes Raíces, aun sin mención expre­
sa de esa facultad (artículo 497).

TOMO ni: PROCESOS DE EJECUCION 1 4 9


F E R N A N D O O R E L L A N A TO R R E S '

Para que se entienda completa la escritura definitiva de re­


mate deberá individualizarse por completo los datos del juicio
ejecutivo, las respectivas notificaciones y requerimiento de pago,
la sentencia de remate o el caso de conversión procesal, las bases
de remate, las publicaciones, el día y hora del remate, etc.

6. N u l id a d d el r e m a t e ju d ic ia l

El remate que se realiza en el juicio ejecutivo, recaiga sobre


BIENES MUEBLES o INMUEBLES, reviste un doble carácter, por
una parte, considerando su aspecto procesal, constituye un trámi­
te del juicio ejecutivo; por otra parte, considerado en s-u aspecto
sustantivo, es un contrato, una compraventa forzada que crea obli­
gaciones entre comprador y vendedor, independientemente de la
ejecución misma.
En consecuencia, la nulidad del remate puede tener su ori­
gen en dos clases de vicios:

a) E l remate puede ser nulo por vicios delprocedimiento, como


por ejemplo, si no se hicieron las publicaciones de avisos; o no se
hizo la tasación del bien en forma legal; si el remate se realizó en
una fecha distinta a la fijada previamente al efecto, o se realizó sin
señalamiento previo de fecha.
Nuestra jurisprudencia ha fallado que si el inmueble subasta­
do se encontraba embargado tres meses antes de verificarse el rema­
te y no contando con la autorización previa del juez que ordenó el
embargo, o en su defecto con el consentimiento del acreedor, pro­
cede declarar la nulidad del remate (Corte de Apelaciones de Anto-
fagasta y Corte Suprema, L a Semana Jurídica N ° 92). Este fallo en
forma indirecta acepta el reembargo en nuestra legislación.

150 UBROTECNIAa
CAPITULO X: CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA EJECUTIVA
---- Y REALIZACION DE LOS BIENES EMBARGADOS-----

b) E l remate puede ser nulo por vicios de carácter sustantivo, es


decir, por omisión de algunos de los requisitos que el Código Civil
señala para la validez de los contratos, pues como hemos dicho, el
remate es un verdadero contrato de compraventa. Por ejemplo, se­
rían vicios de carácter sustantivos la fuerza, el objeto ilícito-, etc.
Ahora bien, la manera de reclamar de la nulidad del remate
varía fundamentalmente según se trate de un vicio procesal o de
uno sustantivo:
b .l) La nulidad del remate fundada en un vicio de procedi­
miento debe reclamarse dentro del propio juicio ejecutivo y con
arreglo a la ley procesal. Es ésta una verdadera nulidad procesal
que debe ser ventilada en el mismo juicio en que incide, entablan­
do en la oportunidad legal el respectivo incidente de nulidad. El
adjudicatario debe ser oído en el incidente y debe notificársele
por cédula. N o podría posteriormente entablarse una acción or­
dinaria de nulidad para invalidar un remate por vicio de procedi­
miento que debieron haberse reclamado en su oportunidad den­
tro de la ejecución. Esta nulidad sólo podrá ser solicitada hasta
antes de que quede firme la resolución que ordenó extender la
escritura pública de remate. Esta última resolución es una senten­
cia interlocutoria que, una vez firme, produce el efecto de cosa
juzgada, sin que pueda ya atacársela mediante ningún recurso.
b.3) La nulidad del remate fundada en vicios de carácter sus­
tantivo, propios del contrato de compraventa puede reclamarse
de acuerdo con las normas del Derecho Civil, es decir, entablan­
do la acción ordinaria de nulidad. Esta acción podrá entablarse
con la entera independencia de la ejecución en que se realizó el
remate, y aun después de hallarse ejecutoriada la resolución que
ordenó extender la escritura definitiva.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 15 1


FERNANDO ORELLANA TORRES'

7. Liquidación del crédito y


PAGO AL EJECUTANTE

En conformidad al artículo 509, los fondos que resulten de


la realización de los bienes embargados se consignarán a la orden
del tribunal directamente por el rematante, o por el martiliero si
se trata de bienes realizados en martillo. Consignado el dinero en
la forma indicada, procede hacer la liquidación del crédito y pago
al ejecutante, diligencias que se harán de acuerdo con las mismas
normas que vimos al estudiar el cumplimiento de la sentencia de
pago. Debemos hacer presente que si se ha interpuesto apelación
de la sentencia, no puede hacerse pago al ejecutante, pendiente el
recurso, si éste no cauciona las resultas del mismo.

152 LtBROTECNIA<t>
C a p ít u l o X I
El abandono del procedimiento
en el juicio ejecutivo

Esta materia está reglamentada en el artículo 153 inciso se­


gundo, en concordancia con el artículo 152 del CPC.
La norma del artículo 153 fue agregada por la Ley N ° 18.705,
publicada en el Diario Oficial de 24 de mayo de 1988, con poste­
rioridad fue modificado por la Ley N ° 18.882, de 20 de diciembre
de 1989.
El inciso segundo agregado fue un avance de mucha impor­
tancia en esta materia, al limitar los efectos casi infinitos que te­
nían los procedimientos ejecutivos, que estaban en estado de ejecu­
ción en el cuaderno de apremio. Antes de la modificación no se
aplicaba, en el cuaderno de apremio, el abandono del procedi­
miento, según lo fallaron las Cortes de Apelaciones y la Corte
Suprema en diversas ocasiones (Corte de Concepción, RDJ, tomo
51, sección 2a, 1954. Corte Suprema, Fallos delMes N ° 316,1985).
Con la modificación legal de entonces, no hay dudas que
tiene plena aplicación el abandono del procedimiento en el pro­
cedimiento ejecutivo. Sin embargo, en esta materia hay que dis­
tinguir entre el cuaderno principal y el cuaderno de apremio.

TOMO UI: PROCESOS DE EJECUCION 153


F E R N A N D O O R E L L A N A TO RR ES

1. C uaderno prin cipal

Rigen las reglas generales establecidas en el artículo 152. Se


podrá alegar el abandono del procedimiento, vía acción o ex­
cepción, por parte del ejecutado, una vez que las partes que fi­
guran en el juicio hayan cesado en su prosecución durante 6
meses, contados desde la fecha de la última resolución recaída
en una gestión útil para dar curso progresivo a los autos. Se ha
fallado que la solicitud del abogado de la ejecutante por el cual
pide fallo de las excepciones opuestas por la ejecutada, es una
gestión útil que interrumpe el plazo del artículo 152 (Corte Su­
prema, La Semana Jurídica N ° 44).
Respecto a la oportunidad procesal para alegar el abandono
ésta comprende desde la notificación requerimiento al ejecutado
y hasta antes de que esté ejecutoriada la sentencia. Por lo tanto, la
oportunidad se extiende hasta el día en que vence el plazo para
oponer excepciones o bien hasta el día en que quede ejecutoriada
la sentencia que se pronuncia sobre las excepciones opuestas.
Una interrogante que debemos responder es la siguiente:
¿qué ocurre si agotado el trámite de la prueba, el tribunal no ha
citado á oír sentencia definitiva? En estos casos se ha fallado (Corte
Suprema, Revista del Abogado N ° 28, 2003) que la carga no está
radicada en las partes sino en el tribunal, es él quien debe citar a
las partes a oír sentencia, ya sea de oficio o a petición de parte;
por lo tanto, el ejecutado no podría alegar el abandono de pro­
cedimiento por haber estado paralizado durante 6 meses el pro­
cedimiento, sin que se haya dictado la resolución judicial para
oír sentencia definitiva. El artículo 432 señala perentoriamente
al tribunal citar a oír sentencia, textualmente dice “ ...el tribunal
citará para oír sentencia” .

1 54 UBROTECN1A®
----------------- — C A P IT U L O X I: E L A B A N D O N O D E L P R O C E D IM IE N T O E N E L J U IC IO E J E C U T IV O -----------------------

2 . C uaderno de apremio

En esta materia rige el artículo 153 inciso segundo que seña­


la expresamente: “En los procedimientos ejecutivos el ejecutado po­
drá, además, solicitar el abandono delprocedimiento, después de eje­
cutoriada la sentencia definitiva o en el caso del artículo 472. En
estos casos, elplazo para declarar el abandono delprocedimiento será
de tres años contados desde la fecha de la última gestión útil, hecha en
el procedimiento de apremio, destinado a obtener el cumplimiento
forzado de la obligación, luego de ejecutoriada la sentencia definitiva
o vencido el plazo para oponer excepciones, en su caso. En el evento
que la última diligencia útil sea defecha anterior, elplazo se contará
desde la fecha en qtie quedó ejecutoriada la sentencia definitiva o
venció elplazo para oponer excepciones. En estos casos, si se declara el
abandono del procedimiento sin que medie oposición del ejecutante,
éste no será condenado en costas ”.
Los requisitos para que se dé el abandono del procedimiento
en esta materia son:
• Inactividad de las partes en el cuaderno de apremio.
• Transcurso del plazo de inactividad.
• Alegación por parte del ejecutado en el cuaderno de apremio.
• Resolución judicial que acoja el abandono del procedimien­
to ejecutivo.
Este abandono se podrá alegar una vez que esté ejecutoriada
la sentencia definitiva o estemos en el caso del artículo 472.
La inactividad de las partes se debe producir en el cuaderno
de apremio, por un plazo de 3 años contados desde la última gestión
útil recaída en el cuaderno de apremio (en este caso el plazo se
cuenta desde la fecha de la última gestión útil y no desde la fecha
de la última resolución recaída en una gestión útil). Si la gestión
útil es de fecha anterior a la sentencia definitiva o al caso del

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 155


FERNANDO ORELLANA TORRES

art. 472, se contará el plazo de 3 años desde la fecha en que quedó


ejecutoriada la sentencia o desde que venció el plazo para oponer
excepciones. Así se ha fallado también (Corte Suprema, L a Sema­
na Jurídica N ° 104).
Respecto a la oportunidad procesal ésta comprende desde la
fecha en que quedó ejecutoriada la sentencia o desde que venció
el plazo para oponer excepciones hasta antes del remate de los
bienes. Si son bienes muebles, hasta antes de que el martiliero
adjudique los bienes. Si son bienes raíces, hasta antes del acta de
remate (Corte Suprema, Revista del Abogado N ° 28, 2003).
Las gesdones útiles en el cuaderno de apremio han sido seña­
ladas por nuestra jurisprudencia.
Actuaciones destinadas a lograr el remate de los bienes em­
bargados: 1) Escrito presentado por el martiliero público dándose
por notificado de la designación. 2) Las gestiones efectuadas en el
incidente de reducción de embargo. 3) Retiro de los bienes em­
bargados. 4) Solicitud del ejecutante pidiendo la ampliación de
embargo. 5) La notificación de la resolución judicial que accede a
la solicitud de bienes para la traba de embargo. 6) La solicitud
para que se oficie a otro tribunal a fin de que retenga el producto
del remate. 7) La solicitud de reconstitución del expediente para
obtener la autorización del remate y las peticiones destinadas a
certificar el extravío del mismo.
En cambio, no es gestión útil la interposición de cualquier
tipo de tercerías.
Además se ha sentenciado que las gestiones útiles dentro del
cuaderno de apremio deben ser de aquellas que se dirijan real y
efectivamente a dar curso progresivo al embargo, administración y
realización de los bienes del ejecutado, sólo ellas apuntan a obtener
el cumplimiento forzado de la obligación (Corte Suprema, Fallos
delM esN0 416,1993; Corte S uprema, Fallos delMes N ° 422,1994;
Corte Suprema, Fallos del Mes N ° 348,1987; Corte Suprema, Ga­

156 LIBROTECNIA®
C A P IT U L O X I: E L A B A N D O N O D E L P R O C E D I M I E N T O E N E L J U I C I O E J E C U T IV O

ceta Jurídica'W 146, 1992; Corte Suprema, R D JN ° 88, sección Ia,


1991; Corte Suprema, Fallos del Mes N ° 422, 1994; Corte de Ape­
laciones de Antofagasta y Corte Suprema, La SemanaJurídica N ° 92,
2002; Corte de Santiago, Gaceta Jurídica N ° 122, 1990; Corte Su­
prema, La Semana Jurídica N ° 54).

TOMO ¡II: PROCESOS D E EJECUCION 1 5 7


C a p ít u l o X I I
Las tercerías en el
procedimiento ejecutivo

1. C oncepto

En general, tercería es toda intervención de un tercero en un


juicio, cualquiera que sea la naturaleza del pleito.
La actuación de terceros en juicio puede ser interesada o no-
interesada. Los terceros interesados son aquellos que sin ser parte
directa en juicio tienen un interés actual en sus resultados (es decir,
un derecho comprometido y no una mera expectativa) y pueden
actuar como coadyuvantes, independientes o excluyentes (art. 23).
Los terceros no interesados actúan en el juicio como “auxi­
liares” de éste al intervenir como testigos, peritos, intérpretes, recep­
tores judiciales, enere otros.
En el juicio ejecutivo, las tercerías están reglamentadas espe­
cialmente (artículos 518 a 529).
Siguiendo al autor R o d ríg u ez G ARCES, podemos definirlas
“como la intervención de terceros cuando una persona distinta al
ejecutante y ejecutado hacen valer algún derecho que impide el pago
total o parcial del ejecutante con los bienes que ha embargado”.
Estas tercerías necesariamente se desarrollarán dentro del pro­
cedimiento ejecutivo, en un cuaderno separado, distinto, del eje­
cutivo y del apremio, el llamado cuaderno de tercerías, el cual por

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 159


F E R N A N D O O R E L LA N A TORRES

regla general no suspende la tramitación de este procedimiento


ejecutivo.
Los casos en que el legislador, según el artículo 518 del CPC,
han permitido la intervención de terceros son los siguientes:
a) Dom inio de los bienes embargados;
b) Posesión de los bienes embargados;
c) Derecho para ser pagado preferentemente;
d) Derecho para concurrir en el pago a falta de otros bienes.

2. N aturaleza ju r íd ic a d e las terc ería s

El C P C no ha establecido expresamente cuál es la naturaleza


jurídica de las tercerías. Por lo anterior, este autor postula que en
las tercerías, para estimar su naturaleza jurídica, hay que distin­
guir si estamos frente a una tercería de dominio o bien frente a
una tercería de posesión, pago o prelación.

a) Tercería de dominio. Si bien esta tercería nace como con­


secuencia de un juicio ejecutivo, no es menos cierto que el propio
C P C le ha señalado los trámites del juicio ordinario (sin réplica ni
duplica) para su tramitación; si la hubiese estimado completa­
mente como una cuestión accesoria habría hecho aplicables las
normas de los incidentes. Por lp mismo, estimamos que la sen­
tencia que se dicte en esta tercería será una sentencia definitiva.

b) Tercería de posesión, pago y prelación. En estos casos no


hay duda de que se trata de cuestiones accesorias, pues expresa­
mente el legislador ha señalado que en su tramitación se seguirán
las reglas de los incidentes. La sentencia que se dicte en esta mate­
ria será interlocutoria.

160 UBROTECNIA e
■---------------------------------- C A P IT U L O X II: W S T E R C E R IA S E N E L P R O C E D IM IE N T O E J E C U T IV O -------------------------------------

3. T ercería de d o m in io

La tercería de dominio es un acto jurídico procesal de terce­


ro que reclama, en un juicio ejecutivo, en contra del embargo
decretado sobre un bien de su propiedad. Se ha fallado que no
puede interponer una tercería de dominio quien no tiene la cali­
dad de tercero y éste tiene que ser una persona distinta al ejecu­
tante y al ejecutado (Corte de Apelaciones de Concepción y Cor­
te Suprema, L a Semana Jurídica N ° 100).
Com o señala el autor, FERNÁNDEZ BALLESTEROS, la tercería
de dominio es una acción constitutiva procesal porque la senten­
cia que acoge dicha tercería hace imposible la ejecución posterior
respecto al bien, modificando una situación jurídica anterior (crea­
da por el embargo).
Mediante esta tercería el tercero no pretende que se le reco­
nozca su dominio (no pretende discutir su derecho real). Debe
eso sí, para efectos probatorios, acompañar los documentos que
acrediten su afirmación de que es titular del bien embargado.
El objeto de esta tercería es el alzamiento del embargo que ha
recaído sobre el bien.
La tercería de dominio sólo podrá interponerse desde que se
haya embargado el bien raíz; lo cual se desprende de la propia
letra del artículo 518, que habla de “bienes embargados” . Se po­
drá intentar esta tercería hasta antes de la adjudicación de los bie­
nes muebles por parte del martiliero, y si son bienes raíces hasta
antes del acta de remate.
Lo dicho es sin perjuicio de reclamar a través de la acción
reivindicatoría, en un procedimiento declarativo nuevo ante juez
de letras.
¿Qué ocurre si en el procedimiento ejecutivo al tercerista no
se le reconoce su derecho, y el juez no alza el embargo y posterior­
mente es rematado? Creemos que el tercero, ahora en su calidad

TOMO ni: PROCESOS DE EJECUCION 1 6 1


F E R N A N D O O R E L IA N A TO R R E S -

de propietario o dueño, podrá interponer su acción reivindicato­


ría (acción de dominio) en contra del poseedor no dueño, inde­
pendiente de la existencia de inscripción posterior en el Conser­
vador de Bienes Raíces.
Respecto a los efectos que produce la tercería de dominio
hay que distinguir entre el cuaderno principal y el cuaderno de
apremio:

a) Cuaderno Ejecutivo o Principal. La tercería de dominio


no suspende la tramitación del cuaderno ejecutivo (artículo 522).
Ello es lógico, ya que al tercerista no le interesa el resultado del
cuaderno ejecutivo, no le interesa si el ejecutado debe o no pagar
al ejecutante, sólo le importa que el pago no se haga con el bien
de su dominio.

b) Cuaderno de Apremio: La tercería de dominio, por regla


general, no suspende tampoco el procedimiento de apremio. Por
excepción lo suspende en el caso de que la tercería se apoye en un
instrumento público otorgado con anterioridad a la fecha de la pre­
sentación de la demanda ejecutiva. El legislador exige cualquier ins­
trumento público, ejemplos: escritura pública, certificado de do­
minio emanado del Conservador'de Bienes Raíces, etc. Nuestra
jurisprudencia ha fallado que si el ejecutante acompaña al juicio
ejecutivo certificado de inscripción del registro de vehículos mo­
torizados en que figura como propietario el ejecutado, constituye
una presunción simplemente legal de dominio a favor del ejecu­
tado susceptible de ser desvirtuada de conformidad con el artícu­
lo 38 de la Ley N ° 18.120, pero esta presunción no se puede des­
virtuar por un instrumento privado que da cuenta de la compra­
venta del vehículo embargado (Corte de Apelaciones de Coyhai-
que y Corte Suprema, L a Semana Jurídica N ° 83).
Esta tercería debe seguir el procedimiento y los trámites del

1 6 2 LIBROTECNIA®
CAPITULO XII: LAS TERCERIAS EN EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

juicio ordinario, nos dice el C P C en su artículo 521, pero sin


escritos de réplica y duplica (pienso que en el futuro debiera mo­
dificarse esta norma porque someterla a los trámites del juicio
ordinario lleva a confusión). N o tiene sentido que una acción que
tiene por objeto sólo el alzamiento de un embargo debe sujetarse
a las reglas del juicio declarativo. Sin duda que el legislador en su
momento pensó en una tercería de dominio, tipo acción reivindi­
catoría, pero ese no es el objeto de esta tercería).
N o procede, en la tercería, tampoco, la conciliación ni la
reconvención. La conciliación no procede porque, a pesar que esta
tercería se tramita de acuerdo a las reglas del juicio ordinario, esta­
mos inmerso en un proceso de ejecución, en que no es proceden­
te la conciliación, además no veo razón de su utilidad. Recuérdese
que el objeto de la tercería es el alzamiento del embargo (cuestión
procesal) y no cuestiones patrimoniales. Respecto a la reconvención
a mi juicio tampoco procede, porque el modo normal de defensa
de los demandados (ejecutante y/o ejecutado) será el de atacar la
nulidad del título invocado por el tercerista, y esta defensa se liará
mediante excepción y no mediante reconvención. D e igual forma,
en el evento que exista reconvención de uno de los co-demandados
puede quedar, el otro, en una posición procesal desmejorada al no
poder ejercer sus derechos frente a la reconvención.
Una vez interpuesta la tercería, se debe abrir un cuaderno de
tercería. La demanda de tercería deberá contener los requisitos que el
artículo 254 exige para la demanda en el juicio ordinario, y por estar
comprendido dentro de un procedimiento principal, no requiere de
distribución ni aplicación de las reglas del turno; debe presentarse
ante el mismo juez que está conociendo del procedimiento ejecutivo.
Y esto es así, en virtud de la regla general de la competencia de la
extensión reglamentada en el artículo 111 del CO T.
En contra de la sentencia que se pronuncia sobre la tercería
proceden los recursos de apelación y casación.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 163


■FERNANDO ORELLANA TORRES'

4. T erc ería de p o s e s ió n

Es el acto jurídico procesal de un tercero que reclama, en un


procedimiento ejecutivo, la posesión que detenta sobre un deter­
minado bien que ha sido embargado con el objeto de obtener el
alzamiento del embargo decretado sobre éste.
Fundamento de la tercería es el embargo sobre bienes que el
deudor tenía como mero tenedor.
En este caso estamos frente a un tercero que reclama la pose­
sión regular o irregular, pues el legislador no ha hecho distingo en
esta materia.
Esta tercería no se contemplaba en los Códigos anteriores al
año 1988, no obstante lo anterior, la jurisprudencia de los tribu­
nales la había aceptado en todas sus formas. Con la Ley N ° 18.705
se incorporó definitivamente a nuestro CPC.
Al igual que la tercería de dominio sólo podrá intentarse una
vez que se hayan embargado bienes y hasta antes de la adjudica­
ción de los bienes muebles por parte del martiliero, y si son bienes
raíces hasta antes del acta de remate.

4.1. Efectos que produce la interposición


de la tercería de posesión

Hay que distinguir entre el cuaderno principal y el cuaderno


de apremio:

a) C u a d e r n o e je c u t iv o O p r in c ip a l . La tercería de posesión
no suspende la tramitación del cuaderno ejecutivo (artículo 522).
Ello es lógico, ya que al tercerista no le interesa el resultado del
cuaderno ejecutivo, no le interesa si el ejecutado debe o no pagar

6 4 UBROTECNIA®
CAPITULO XII: LAS TERCERIAS EN EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO

al ejecutante; sólo le importa que el pago no se haga con bienes de


su posesión.

b) C u a d e r n o DE a p r e m io . La tercería de posesión, por regla


general, no suspende tampoco el procedimiento de apremio. Por
excepción lo suspende en el caso de que la tercería se apoye en
antecedentes que constituyan a lo menos presunción grave de la
posesión que se invoca.

4.2. Am pliación de em bargo

Otro efecto que produce está señalado en el artículo 456 in­


ciso segundo: el ejecutante tendrá derecho a solicitar ampliación
de embargo, con la introducción de cualquier tercería sobre los
bienes embargados.

4.3. Tramitación

Deberá abrirse un cuaderno de tercerías y se debe tramitar


como incidente, es decir, estamos frente a una cuestión accesoria.
Se aplicarán las normas de los artículos 89 a 91 del CPC .

5. T erc ería d e prela ció n

Llámese tercería de prelación a aquel acto jurídico procesal


de un tercero que pretende derecho para ser pagado preferente­
mente con el producto del remate.
En consecuencia, la tercería de prelación sólo podrá interpo­
nerla el acreedor del ejecutado que tenga preferencia para pagarse.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 16


FERNANDO OREUANA TORRES

Las únicas causas de preferencia son el privilegio y la hipote­


ca, según lo señala el Código Civil.
Lo que se pretende con esta tercería es ser pagado preferente­
mente con el producto del remate, no hay un interés de paralizar
el procedimiento, salvo el pago al acreedor, ni de excluir bienes.

5.1. O portunidad

La tercería de prelación podrá interponerse desde que se ini­


cie la ejecución y hasta antes del momento en que se haga pago al
ejecutante. Después de pagado al ejecutante la tercería ya no ten­
dría objeto, pues no tendría ningún pago en que ser preferido.
Para que sea admitida esta tercería se deben cumplir con los
siguientes requisitos:
• Ser tercero;
• Hacer valer un crédito ejecutivo;
• Alegar alguna preferencia que señala la ley;
• Acompañar el título en que consta el crédito del tercerista.
En este procedimiento el tercerista ejerce dos acciones una en
contra del ejecutado (para obtener pago de lo adeudado) y en con­
tra del ejecutante (la prelación para ser pagado con antelación).

5.2. Tram itación

La tercería de prelación se tramita con incidente, y por lo


tanto se debe abrir un cuaderno de tercería. Esta se tramitará en
conformidad a las reglas de los artículos 89, 90 y 91 del C P C .

166 UBROTECNU ®
CAPITULO XII: LAS TERCERIAS EN EL PROCEDIMIENTO ÜECUTIVO

6. T erc ería de pago

La tercería de pago es el acto jurídico procesal de un tercero


que pretende derecho para concurrir a prorrata con el ejecutante
en el pago de lo adeudado, a falta de otros bienes del deudor.
El embargo no produce ningún tipo de preferencia, de modo
que si ninguno de los acreedores puede invocar alguna causa legal
de preferencia, ni el deudor tiene otros bienes que los embarga­
dos, el producto de dichos bienes se distribuirá a prorrata entre
los diversos acreedores.
Para que proceda la interposición de una tercería de pago se
requiere la concurrencia de tres condiciones:
• La existencia de un tercero;
• Que el crédito del tercerista sea ejecutivo;
• Que el deudor no tenga otros bienes que los embargados
para hacer el pago de los créditos del ejecutante y del tercerista.
Lo que se pretende con esta tercería es ser pagado con el
producto del remate, a prorrata; no hay un interés de paralizar el
procedimiento, salvo el pago al acreedor, ni de excluir bienes.

6.1. Tramitación

La tercería de pago se tramita con incidente, y por lo tanto se


debe abrir un cuaderno de tercería. Esta se tramitará en conformi­
dad a las reglas de los artículos 89, 90 y 91 del CPC.
Sin embargo, de acuerdo al artículo 528 puede el tercero
iniciar otro procedimiento ejecutivo ante el tribunal que sea com­
petente en conformidad a las reglas generales.
En este caso, el segundo ejecutante (tercero) pedirá se dirija
oficio al tribunal que conoce de la primera ejecución, para que
retenga de los bienes realizados, la cuota que proporcionalmente
corresponde a dicho ejecutante.

TOMO IU: PROCESOS D E EJECUCION 1 6 7


■FERNANDO ORELLANA TORRES

En el procedimiento de donde emana el oficio, se puede dar


la posibilidad que no exista embargo, pues lo que quiere la ley es
asegurar el pago de lo adeudado, pero mediante oficio y no me­
diante un embargo.
Este artículo 528 es un argumento para sustentar que no pro­
cede el reembargo en nuestro derecho.

6.2. Otros derechos que puede hacer valer


conform e al procedim iento de la tercería

Además de las tercerías que hemos visto, existen otros dere­


chos que el ejecutado o un tercero pueden hacer valer conforme al
procedimiento establecido para las tercerías. Estos derechos están
señalados en los artículos 519 y 520.

7, El a ba n d o n o d el pr o c ed im ien t o

EN LAS TERCERÍAS

¿Se aplica el abandono delprocedimiento a las terceríasi Somos


de la opinión que a las tercerías de posesión, prelación y de pago
no se les aplican las normas del abandono del procedimiento, por
ser cuestiones accesorias al asunto principal, son incidentes del pro­
cedimiento ejecutivo. Respecto a la tercería de dominio y en virtud
de ser un asunto principal (procedimiento ordinario de mayor cuan­
tía,) creemos que le son plenamente aplicables las normas del aban­
dono del procedimiento y en este caso, cumpliéndose los requisitos
de esta institución, podrán el ejecutante o el ejecutado (como suje­
tos pasivos del procedimiento de tercería de dominio) alegar por
vía de acción o de excepción el abandono de esta tercería (Corte de
Apelaciones de Rancagua, 7 de mayo de 1991).

1 6 8 LIBROTECNIÁ®
C a p ít u l o X III

El procedimiento ejecutivo y la
declaración de quiebra del ejecutado

El Libro IV del Código de Comercio establece en su artículo


70 las reglas que hay que aplicar en el caso de existir otros proce­
dimientos pendientes del fallido.
Esta norma distingue entre los distintos tipos de procedi­
miento, a saber: a) procedimiento ordinario; b) procedimientos
posesorios, de desahucio, terminación inmediata de arrendamien­
to, los procedimientos que estuvieren conociendo jueces árbitros,
los procedimientos que deban someterse a compromiso, y c) los
procedimientos ejecutivos.
La regla general está señalada en el inciso primero del artícu­
lo 70 de la Ley de Quiebras, al expresar que todos los juicios pen­
dientes del fallido ante otros tribunales de cualquiera jurisdicción
y que puedan afectar sus bienes, se acumularán al juicio de la quie­
bra. Además los nuevos juicios que se entablen contra la masa se
sustanciarán ante el tribunal que conozca de la quiebra. Esta acu­
mulación es de carácter material, a diferencia del incidente espe­
cial de acumulación de autos que reglamenta el Código de Proce­
dimiento Civil en su Libro I, que es de carácter jurídico, a fin de
evitar sentencias contradictorias.

a) P r o c e d im ie n t o s ORDINARIOS. Deben agregarse a la quie­


bra y se seguirán tramitando con arreglo a sus normas hasta que

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 1 6 9


■FERNANDO ORELLANA TORRES

quede ejecutoriada la sentencia definitiva. Si la sentencia es con­


denatoria, el síndico debe dar cumplimiento a lo resuelto en la
forma que corresponda.

b) P r o c e d im ie n t o s p o s e s o r io s , d e d e s a h u c io , d e t e r m in a ­

c ió n DE ARRENDAMIENTO, LOS PROCEDIMIENTOS QUE ESTUVIEREN CO­


NOCIENDO JUECES ÁRBITROS Y LOS PROCEDIMIENTOS QUE DEBAN SO­
METERSE A COMPROMISO. Esta es una excepción a la regla general
señalada, porque en estos casos los procedimientos deben seguir
sustanciándose o se promoverán ante el tribunal que conoce o
deba conocer de ellos.

c) PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS. En esta materia hay q u e dis­


tinguir si el ejecutado opuso excepciones o n o o p u s o excepciones.
En el primer caso, el procedimiento seguirá tramitándose,
con el síndico, hasta que se dicte sentencia de término. En el se­
gundo caso, es decir no opuso excepciones, se paralizarán los jui­
cios en el estado que se encuentren y deben los acreedores ejercer
los derechos que la Ley de Quiebras les señala.
En todo caso, los embargos y medidas precautorias que estu­
vieren decretados quedarán sin valor desde que se publique en el
Diario Oficial la declaración de quiebra, siempre que se refiera a
bienes que deban realizarse en la quiebra o ingresar a ella. El art. 71
en forma perentoria señala que la declaración de quiebra suspende
el derecho de los acreedores para ejecutar individualmente ai falli­
do, pero los acreedores hipotecarios y prendarios podrán iniciar o
llevar adelante sus acciones en los bienes afectos a la seguridad de
sus respectivos créditos. En estos casos será depositario el síndico
de quiebras.

70 LIBROTECNIA®
C a p ít u l o X I V
Procedimiento ejecutivo de
mínima cuantía

1. R eglam entación

Este procedimiento se encuentra regulado en los artículos


729 a 738 del Código de Procedimiento Civil. Estas normas se
encuentran ubicadas en el Libro III, Título X IV que trata de los
juicios de menor y de mínima cuantía.

2. C o n c epto

El procedimiento ejecutivo de mínima cuantía es un proce­


dimiento contencioso especial que tiene por objeto obtener, por
vía de apremio, ante los tribunales ordinarios de justicia, el cum­
plimiento de una obligación indubitada, que el deudor no cum­
plió oportunamente y cuyla cuantía es inferior a 10 unidades
tributarias mensuales (U TM ).

3. C aracterísticas

Son características de este procedimiento los siguientes:


a) Es un procedimiento especial, pues se encuentra regla­
mentado en el Libro III del Código de Procedimiento Civil.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 171


■FERNANDO ORELLANA TORRES

b) Es un procedimiento contencioso, de carácter ejecutivo.


c) Sólo se aplica en aquellos casos cuya cuantía es inferior a
10 U TM . Por lo tanto, por regla general será un asunto que se
conoce en única instancia. La excepción es el caso del artículo 45
N ° 2 letra g) del C O T .
d) Se aplican las medidas de apremio (embargo) para per­
mitir el cumplimiento de la ejecución de la sentencia.
e) Se aplican supletoriamente las normas del procedimiento
ejecutivo de mayor cuantía, según el artículo 738.
0 La obligación indubitada puede ser de dar, hacer o de no
hacer.

4. T ramitación

Se puede iniciar a través de una gestión preparatoria de la vía


ejecutiva o por demanda ejecutiva. Esta demanda ejecutiva puede
ser escrita o verbal, en este caso se dejará constancia en un acta
que servirá de cabeza al proceso, del nombre, profesión y domici­
lio del demandante, de los hechos que exponga y de sus circuns­
tancias esenciales, de los documentos que acompañe y de las peti­
ciones que formule.
Si se declara admisible la demanda ejecutiva, el tribunal dic­
tará la resolución judicial “despáchese”, ordenando el mandamien­
to de ejecución y embargo.
El mandamiento contendrá la orden de requerir de pago, la
orden de embargar bienes suficientes y la designación de un de­
positario definitivo que podrá ser el mismo deudor.
El requerimiento de pago se deberá efectuar en forma perso­
nal o por el artículo 44 del CPC , por medio de un receptor judicial.
Si no hay receptor judicial o está inhabilitado, puede ser efectuado
por un vecino de la confianza del tribunal que sea mayor de edad y
sepa leer y escribir, e inclusive por un miembro de Carabineros.

7 2 UBROTECNIAe
CAPITULO XIV: PROCEDIMIENTO EJECUTIVO DE MINIMA CUANTIA

Si se notifica en virtud del artículo 44, la persona que efectúa


la notificación deberá indicar, en la copia respectiva, el lugar, día
y hora que designe para la traba de embargo, diligencia que pro­
cederá sin otro trámite.
Respecto al embargo, las mismas personas que efectuaron el
requerimiento pueden efectuar el embargo. De esta diligencia se
levantará acta individualizando suficientemente los bienes embar­
gados y el lugar en que se encuentren, dejándose copia de ella.
Una vez requerido de pago el ejecutado, nace el derecho de
defensa, el cual tiene un plazo de 4 días más la tabla de emplaza­
miento para oponer sus excepciones que corresponden a las de los
artículos 464 y 534.
Si el ejecutado no opone excepciones o no son legales, se
produce la conversión procesal y por lo tanto el mismo manda­
miento hace de sentencia ejecutoriada.
Si el ejecutado opone excepciones, el tribunal deberá llamar
a las partes a una audiencia de contestación. Esta citación a la
audiencia se deberá notificar al ejecutado en el acto de oposición
de excepciones, al ejecutante por cédula (artículo 733).
Luego el tribunal deberá dictar sentencia definitiva, conde­
natoria de pago o remate, o sentencia absolutoria.

5. R ealización de los b ie n e s e m b a r g a d o s

Se aplican a esta materia las normas del procedimiento eje­


cutivo de mayor cuantía, pero con las modificaciones contempla­
das en los artículos 734, 735 y 736.
Los bienes embargados deben ser tasados por el juez que co­
noce de la causa, quien podrá, si lo estima necesario, nombrar un
perito para efectuar la tasación.

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 1 7 3


FERNANDO ORELLANA TORRES

Establecido el valor de los bienes embargados, el juez orde­


nará que se rematen previa citación de las partes. Los remates se
deben efectuar en los días 1 y 15 de cada mes o en el día siguiente
hábil. Las posturas empezarán por los dos tercios de la tasación.
En el evento que se trate de bienes raíces, deberán publicarse
3 avisos en una diario de la comuna, capital de la provincia o de la
capital de región en que se encuentre situado el bien inmueble.
Cuando se enajenen bienes raíces, el acta de remate se exten­
derá en el libro copiador de sentencias y será subscrita por el juez
y el secretario, si lo hay, y en su defecto por una persona que en
calidad de actuario nombre el tribunal.
La escritura definitiva se otorgará en el registro de un notario
y será subscrita por el juez ante quien se haya hecho el remate y
por el subastador, o en defecto de aquél, por la persona a quien él
comisione con tal objeto en el acta de remate.

6. A ba n d o n o d el pr o c ed im ien t o

Esta materia se diferencia con el juicio ejecutivo de mayor


cuantía, en que el plazo para alegar el abandono en el cuaderno
ejecutivo o principal es de 3 meses.
Respecto al cuaderno de apremio se aplican supletoriamente
las normas del procedimiento ejecutivo de mayor cuantía (3 años).

7. C u m plim ien t o incidental en el


ju ic io d e m ín im a cuantía

Regirán también en el juicio de mínima cuantía las disposi­


ciones del Título X IX del Libro I, pero las peticiones de las partes,

1 7 4 UBROTECNIA®
CAPITULO XIV: PROCEDIMIENTO EJECUTIVO DE MINIMA CUANTIA

las notificaciones y el procedimiento de apremio deberán ajustar­


se a las reglas del juicio de mínima cuantía. La oposición del de­
mandado cuando sea procedente en conformidad al artículo 234,
se proveerá citando, a las partes a una audiencia próxima para que
concurran a ella con todos sus medios de prueba.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 1 7 5


C a p ít u l o X V
Otros procedimientos
ejecutivos dentro del CPC

1, P r o c ed im ien to ejecutivo en las


OBLIGACIONES DE HACER

La obligación de hacer es la que consiste en la prestación de


un hecho, y en el caso de que el deudor de una obligación de
hacer se constituya en mora según el art. 1553 del C C , el acreedor
puede pedir, junto con la indemnización de la mora, cualquiera
de las tres cosas siguientes, a elección suya:
• Que apremie al deudor para la ejecución del hecho conve­
nido. Los apremios consisten en arrestos y multas.
• Que se autorice al acreedor para hacer ejecutar por un ter­
cero y a expensas del deudor el hecho debido.
• Que el deudor indemnice los perjuicios resultantes de la
infracción del contrato.
De estos tres derechos que el acreedor puede ejercitar, sólo
los dos primeros pueden ser objeto del juicio ejecutivo. La in­
demnización de perjuicio no podría exigirse ejecutivamente, ya
que no se trataría de una deuda líquida; sería necesario previa­
mente un juicio ordinario para determinar la especie y monto de
los perjuicios.

TOMO IIL PROCESOS DE EJECUCION 1 7 7


■FERNANDO ORELLANA TORRES-

2. R equisitos para q u e pro ced a este ju ic io ejecutivo

Los requisitos para que proceda la ejecución forzada de una


obligación de hacer son los mismos que ya hemos visto, al referir­
nos a las obligaciones de dar:
• Título ejecutivo (art. 530).
* Obligación determinada (art. 530).
* Obligación actualmente exigióle (art. 530).
• Acción ejecutiva no prescrita.

En conformidad al artículo 531 las reglas del párrafo 1 del


título referente al juicio ejecutivo de obligación de dar tendrán
cabida en el procedimiento de obligación de hacer.
Reunidos los requisitos que hemos indicado, procede el jui­
cio ejecutivo por obligación de hacer. El procedimiento a aplicar
es distinto si estamos frente a la suscripción de un documento o
constitución de una obligación, o bien si se trata de la ejecución
de una obra material.

a) Ejecución para obligar a suscribir un documento o constituir


una obligación. Dispone el art. 532 del C P C que “si el hecho de­
bido consiste en la suscripción de un instrumento o en la ejecu­
ción de una obligación por parte del deudor, podrá proceder a su
nombre el juez que conozca del litigio, si, requerido aquél, no lo
hace dentro del plazo que le señala el tribunal” . La tramitación
consistirá en presentar una demanda ejecutiva en cuya parte peti­
toria se solicitará se despache mandamiento de ejecución en con­
tra del deudor, a fin de que éste suscriba el documento o constitu­
ya la obligación en el plazo que el juez le señale y bajo el apercibi­
miento de que si así no lo hiciere, el juez procederá a su nombre.
El mandamiento de ejecución se despachará de acuerdo con las
reglas generales, y él contendrá la orden de requerir al deudor

1 7 8 UBROTECNIA®
•CAPITULO XV: OTROS PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS DENTRO DEL CPC

para que suscriba el documento o constituya la obligación en el


plazo que al efecto le señala el tribunal, bajo apercibimiento de
que si así no lo biciere, el juez lo hará a su nombre. Si al momento
del requerimiento el deudor se niega a suscribir el documento o a
constituir la obligación, pueden producirse dos situaciones: que
el deudor oponga excepciones a la ejecución, o que no las opon­
ga. Si no se oponen excepciones, se produce la conversión proce­
sal y se procederá a la suscripción del documento o a la constitu­
ción de la obligación, en ambos casos procediendo el juez a nom­
bre del ejecutado o deudor. Si el deudor opone excepciones a la
ejecución, ellas serán tramitadas de acuerdo con el procedimiento
ejecutivo en las obligaciones de dar. La ejecución terminará con
una sentencia condenatoria o absolutoria. Una vez firme la sen­
tencia condenatoria, se aplicará el procedimiento de apremio in­
dicado en el artículo 532: el juez suscribirá el instrumento o cons­
tituirá la obligación a nombre del deudor.

b) Ejecución para obligar a hacer una obra material. Se pre­


sentará la demanda de acuerdo con las reglas generales que cono­
cemos y en ella se pedirá se requiera al deudor para que dé princi­
pio al trabajo. El mandamiento de ejecución contendrá precisa­
mente la orden de requerir al deudor para que cumpla su obliga­
ción y señalamiento de un plazo prudente para que dé principio
al trabajo (art. 533).
El deudor, una vez requerido legalmente, puede oponer ex­
cepciones o no oponerlas. Si el deudor no opusiere excepciones,
“se omitirá la sentencia de pago, y bastará el mandamiento ejecu­
tivo para que el acreedor haga uso de su derecho en conformidad
a las disposiciones de los artículos siguientes”. Los derechos de
que el acreedor puede hacer uso son los indicados en el art. 1553
del C C : a) que se autorice al acreedor para llevar a cabo, por me­

TOMOIII: PROCESOS D E EJECUCION 1 7 9


-FERNANDO ORELIANA TORRES'

dio de un tercero y a expensas del deudor, el hecho debido, y b)


que se apremie al deudor para que ejecute el hecho convenido.
El acreedor presentará una solicitud para que se le autorice a
llevar a cabo por medio de un tercero y a expensas del deudor, el
hecho debido, y siempre que el deudor se niegue a cumplir el
mandamiento ejecutivo (art. 536). Junto con la solicitud indica­
da, el ejecutante presentará un presupuesto de lo que impone la
ejecución de hecho debido (art. 537 inc. I o). El tribunal mandará
poner en conocimiento del ejecutado el presupuesto, y éste se
tendrá por aceptado si no se objetare dentro de tercero día (art.
537 inc. 2o). Si el ejecutado hiciere objeciones al presupuesto,
éste se hará por medio de peritos, procediéndose en la forma de­
terminada en los arts. 486 y 487 del C PC . U na vez determinado
el valor del presupuesto, el deudor será obligado a consignarlo
dentro de tercero día a la orden del tribunal, para que se entre­
guen al ejecutante los fondos necesarios, a medida que el trabajo
lo requiera (art. 538). En caso de que el ejecutado se niegue a
consignar los fondos decretados, se procederá a embargarle y ena­
jenar bienes suficientes para hacer la consignación, con arreglo al
procedimiento ejecutivo en las obligaciones de dar, pero sin que
el deudor pueda oponer excepciones (art. 541); o sea, se despa­
chará, mandamiento de embargo y se seguirá el procedimiento de
apremio, sin que el ejecutado pueda oponerse al embargo y reali­
zación de bienes de otro modo que haciendo la consignación de­
cretada. Una vez concluida la obra, el acreedor debe rendir cuenta
de la inversión de los fondos suministrados por el deudor (art.
540). Las obligaciones que el deudor formule a dicha cuenta se­
rán objeto de un incidente del juicio ejecutivo.
Si requerido el deudor para que dé principio a la ejecución
de la obra material opone excepciones, ellas serán tramitadas con­
forme al procedimiento ejecutivo en las obligaciones de dar (art.
531). Debemos tener presente que, además de las excepciones

80 UBROTECNIA e
CAPITULO XV: OTROS PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS DENTRO D a CPC

expresadas en el art. 464, el deudor puede oponer la de imposibi­


lidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida (art. 534).
Una vez ejecutoriada la sentencia que deseche las excepciones, se
procederá del mismo modo que hemos visto para el caso en que
no se opongan excepciones.

3. P ro c ed im ien to ejecutivo o blig a c ió n d e no hacer

Es obligación de no hacer la que consiste en que el deudor se


abstenga de ejecutar un hecho que, a no mediar la obligación, le
sería lícito realizar.
El procedimiento ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de
no hacer, cuando el deudor, infringiendo su obligación, ha reali­
zado el hecho que le estaba prohibido y se trata de destruir la obra
hecha.
Para que proceda el juicio ejecutivo en las obligaciones de no
hacer se requiere la concurrencia de dos categorías de requisitos:
a) Los requisitos generales para que proceda la acción ejecu­
tiva: título ejecutivo, obligación determinada, actualmente exigí-
ble y acción ejecutiva no prescrita (art. 531).
b) Ciertos requisitos especiales que contempla el artículo 531
del CPC en relación con el art. 1555 del C C , son los siguientes:
• Que la obra hecha pueda destruirse;
• Que la destrucción de la obra sea necesaria para el objeto
que se tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato, y
• Que dicho objeto no pueda obtenerse cumplidamente por
otros medios.
En caso de que el deudor alegue que el objeto que se tuvo en
vista al contratar puede obtenerse por otro medio que no sea la
destrucción de la obra, se procederá en estos casos en forma inci­
dental. Si la obligación de no hacer no puede ejecutarse de acuer-

TOMOIII: PROCESOS D E EJECUCION 1 8 1


■FERNANDO O R E llA N A TO R R ES'

do a las reglas del juicio ejecutivo, porque no puede deshacerse lo


hecho, sólo procederá la indemnización de perjuicios mediante
unjuicio ordinario.

Tramitación. Se observarán las mismas reglas del procedi­


miento ejecutivo en las obligaciones de hacer (art. 544). O sea, se
presentará la demanda ejecutiva y en ella se pedirá se requiera al
deudor para que destruya lo hecho y se le señale un plazo al efec­
to. El deudor, una vez notificado y requerido, podrá oponer ex­
cepciones o no oponerlas. Una vez transcurrido el plazo para opo­
ner excepciones sin que el deudor las haya opuesto o desechadas
las excepciones por sentencia ejecutoriada, puede el acreedor ha­
cer uso de los dos derechos alternativos que conocemos:
• Que se autorice al acreedor para destruir lo hecho, a ex­
pensas del deudor, y
• Que se apremie al deudor para que destruya lo hecho.
En todo ello se procederá en conformidad a las reglas del
procedimiento ejecutivo en las obligaciones de hacer.
Es interesante observar que el artículo 544 del CPC señala
expresamente que la obligación de no hacer SE CONVIERTE en
una obligación de hacer, cual es la de destruir la obra hecha. En
estricto rigor, el juicio ejecutivo por obligación de no hacer no
existe en nuestro derecho, como institución propia, pues el pro­
cedimiento aplicable siempre será el del juicio ejecutivo de obli­
gación de hacer y supletoriamente las del juicio ejecutivo de obli­
gación de dar.

182 LIBRmCNIA®
C a p ít u l o X V I
Procedimientos ejecutivos fuera
del Código de Procedimiento Civil

1. P ro c ed im ien to ejecutivo
EN EL JUICIO DE HACIENDA

El Código de Procedimiento Civil en su artículo 752 y en el


artículo 59 del D F L N ° 1 del año 1993, que reglamenta la Ley
Orgánica del Consejo de Defensa del Estado, se refiere a este pro­
cedimiento de ejecución, que, como veremos a continuación, es
más bien administrativo que jurisdiccional.
En efecto, ejecutoriada la sentencia, en el juicio de hacienda,
el tribunal que conoció de este procedimiento debe remitir un
oficio al ministerio que corresponda, adjuntando fotocopias au­
torizadas, por el secretario del tribunal, de la sentencia de primera
y segunda instancia (de la sentencia emanada de la consulta si
corresponde), con certificado de ejecutoria. Se debe certificar en
el expediente el hecho de haber remitido el oficio respectivo.
Recibido el oficio por parte del Ministerio, éste debe enviar
los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado, a fin de que
informe dentro del plazo de 30 días contados desde su recepción.
En el informe deberá indicar el nombre de la persona o de las
personas a cuyo favor debe hacerse el pago. Será firmado por el
Presidente del Consejo. Llegado el informe en el Ministerio, de­
berá dictar un decreto de pago dentro del plazo de 60 días siguien­

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 18 3


FERNANDO ORELLANA TORRES'

tes a ia fecha de recepción del oficio. Este decreto deberá disponer


que la Tesorería pague capital, reajustes e intereses.

2. J u ic io H ipotecario B an ca rio

El decreto con fuerza de ley N ° 3, que fija el texto refundido,


sistematizado y concordado de la ley general de bancos y de otros
cuerpos legales, conocido como Ley de Bancos regula en sus arts.
103 a 108 un juicio ejecutivo especial.
El fundamento del legislador la encontramos en razones de
política-económica, que ha optado por establecer un procedimien­
to especial, a favor de los bancos comerciales, que les permite ejer­
cer con mayor rapidez la acción ejecutiva hipotecaria en contra de
aquellos que no pagan sus créditos garantizados con hipoteca.

2.1. Presupuestos

Para que estemos frente a este juicio especial es necesario que


se cumplan los siguientes presupuestos:
• Que el Banco sea titular de la acción ejecutiva.
• Que la obligación principal conste en un título ejecutivo.
• Que la obligación sea líquida.
• Que la obligación sea actualmente exigible.
• Que la acción ejecutiva no esté prescrita.

2.2. Acción ejecutiva hipotecaria

La acción ejecutiva es distinta a la acción declarativa. N o nace


de ella ni es continuadora de ella. A veces lo será, pero otras no. La

1 8 4 LIBROTBCNIA ®
—CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

acción ejecutiva tiene por objeto poner en movimiento a la juris­


dicción para obtener de ella una respuesta de contenido concreto.
Con la acción ejecutiva, como derecho subjetivo público, se pre­
tende la realización, por parte de la Jurisdicción, de todos los actos
ejecutivos previstos legalmente, a fin de obtener, el acreedor, la sa­
tisfacción total de su derecho. En esta materia la acción tiene como
objeto inmediato la intervención de la jurisdicción; y como objeto
mediato la prestación, que en esta materia siempre será de dar. El
fundamento de la acción ejecutiva es el título, el título ejecutivo.
Este por si solo establece el hecho relevante para fundar la petición.
D e la hipoteca emanan dos acciones, la acción personal para
dirigirse contra el deudor de la obligación y la acción real para
perseguir la finca hipotecada. Sin embargo como señala el profe­
sor Fernando Alessandri “la acción hipotecaria cuando se ejercita
en contra del deudor directo, se confunde con la acción personal
que procede de la obligación principal. El Código de Procedi­
miento Civil, que es el que reglamenta la forma de hacer valer los
derechos en j uicio; no señala un procedimiento especial para ejer­
citar la acción hipotecaria en contra del deudor personal, por cuya
razón habrá que aplicar las reglas generales” Si bien se confunden,
esto no significa que no ejerza derechamente la acción real sobre
el bien hipotecado, cuando demanda ejecutivamente.
Sin embargo no es suficiente la existencia del contrato de
hipoteca para que el acreedor pueda intentar inmediatamente su
acción ejecutiva, porque, la hipoteca es una obligación accesoria
que supone la existencia de una obligación principal. Si la obliga­
ción principal se otorga por instrumento privado es claro que para
hacer valer los derechos que proceden del contrato de hipoteca
habrá que probar previamente la existencia dé aquella obligación.
Cuando la acción se dirige en contra de un tercero estamos
precisamente ejerciendo la acción real; estamos haciendo valer el
derecho de persecución. El derecho de persecución se ejercita en

TOMO III: PROCESOS D E EJECUCION 1 8 5


FERNANDO ORELLANA TORRES

contra de los terceros poseedores de la finca hipotecada. La eficacia


del derecho de persecución aparece desde el momento en que la
finca hipotecada, se posee por otro que el deudor personal. Al
tercer poseedor no se le persigue porque él está obligado personal­
mente al pago de la deuda sino en su calidad de dueño de la finca
hipotecada.
La Corte Suprema ha fallado que si el ejecutado no es pro­
pietario del inmueble gravado con hipoteca, un banco, de acuer­
do a la ley bancaria, sólo puede ejercer en su contra la acción
personal derivada del mutuo, pero no la acción real hipotecaria la
que debe ejercerse en contra del actual propietario.

2.3. Título ejecutivo

El título ejecutivo es la copia autorizada de escritura pública


del contrato de mutuo de dinero y del contrato de hipoteca debida­
mente inscrito.
En materia de juicio hipotecario bancario, el incumplimien­
to que señala el artículo 103 de la Ley de Bancos sólo puede de­
berse a la obligación de pagar una determinada cantidad de dine­
ro como consecuencia de la celebración de un contrato de mutuo
de dinero entre un banco y un particular. Estas obligaciones, como
lo señala el artículo 99 de la ley bancaria, deberán estar garantiza­
das con primera hipoteca o, bien, sobre inmuebles ya gravados.
Este procedimiento tiene la particularidad de que se aplica
solamente al cobro de créditos pactados conforme al sistema de
letras de crédito hipotecario regulados en el Título XIII de la ley
bancaria y no al cobro de otro tipo de créditos garantizados con
hipoteca, como podrían ser por ejemplo aquellos concedidos
mediante pagaré o cheque.

186 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

El tenor del artículo 99 nos lleva a pensar que el mutuo en


letras de crédito y las hipotecas accesorias deben nacer como un
todo indivisible. Además el mismo artículo prohíbe que las hipo­
tecas constituidas en beneficio de las operaciones del Título XIII
se extiendan a otras obligaciones a favor del banco. Debemos con­
cluir, que las demás operaciones de crédito de dinero distintas a la
que regula el Título XIII, aun cuando estén provistas de títulos
ejecutivos garantizados con hipotecas de garantía general o espe­
cial no deben ser exigidas por la acción hipotecaria que establece
el artículo 103 de la ley. En esta materia se ha fallado por la Corte
Suprema que el procedimiento especialísimo de apremio a los
deudores morosos contenido en la ley de bancos, solamente es
aplicable a aquellos deudores que no hubieren satisfecho las cuotas
o dividendos de un préstamo hipotecario concedido por un banco
y no de otros créditos otorgados por esas entidades con garantía
hipotecaria, como sería el caso, en que se pretende valer de este
procedimiento para hacer efectivo un crédito concedido por el banco,
mediante un pagaré y garantizado con hipoteca general.
La inscripción de la hipoteca es un requisito esencial al mo­
mento de demandar ejecutivamente. Sin inscripción no hay hipo­
teca, y si no hay hipoteca no hay acción real. Por lo tanto es juez que
conoce del asunto al momento de hacer el estudio de admisibili­
dad de analizar si el contrato de hipoteca fue inscrito o no, y en el
caso de no existir inscripción deberá declarar inadmisible la de­
manda, hasta que el acreedor haya inscrito la hipoteca en el Regis­
tro del Conservador.

2.4. Obligación líquida

Las obligaciones hipotecarias a que se refiere la ley de bancos


se entienden líquidas, siempre que en la respectiva escritura pública

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 18 7


FERNANDO OREUANA TORRES

se haga referencia a las tablas de desarrollo de la deuda, aprobadas


por la Superintendencia de Bancos y protocolizadas en una notaría.
Tres son los requisitos para que estemos frente a la liquidez
exigida por nuestro ordenamiento jurídico: que la obligación cons­
te en la escritura del mutuo hipotecario; que se haga referencia a la
tabla de desarrollo de la deuda, aprobada y protocolizada; y que se
haga referencia a la notaría donde se practicó la protocolización.

2.5. Las partes en el juicio hipotecario bancario

Com o en todo proceso, en este juicio también existe duali­


dad de partes. U na que ejerce la acción hipotecaria y otra que se
defiende. La primera denominada ejecutante, es siempre un ban­
co o una institución financiera. El segundo, llamado ejecutado, es
una persona natural o jurídica.

a) E l ejecu ta n te . B a n c o s . Está legitimado activamente para


accionar un banco, que a su vez puede ser nacional o extranjero.
Banco es toda sociedad anónima especial que, autorizada en
la forma prescrita por la Ley de Bancos y con sujeción a la misma,
se dedica a captar o recibir en forma habitual dinero o fondos del
público, con el objeto de darlos en préstamo, descontar docu­
mentos, realizar inversiones, proceder a la intermediación finan­
ciera, hacer rentar estos dineros y, en general, realizar toda otra
operación que la ley le permita. Deben constituirse como socie­
dades anónimas en conformidad a la Ley de Banco.
El Título XIII de la Ley de Bancos, en diversos artículos (91,
96, 97, 99, 103, 104) es claro en precisar que las operaciones
hipotecarias con letras de crédito, garantizados con hipoteca sólo
pueden ser realizados por el Banco del Estado y los demás bancos.

88 ubrotecnia®
— CAPÍTULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

Por lo tanto los únicos titulares de la acción hipotecaria bancaria


son los bancos que menciona el artículo 91 de la ley.
Si el titular de la acción lo es por subrogación o por cesión de
derechos, el tercero que pagó y se subrogó o a quien se le cedieron
sus derechos sólo puede recurrir al procedimiento ejecutivo co­
mún (juicio hipotecario general), para exigir el cumplimiento de
la obligación garantizada con hipoteca, porque no vemos razón
legal que este tercero “adopte” la calidad de legitimado activo, de
la acción hipotecaria bancaria, que tiene el banco.
¿Y las Cooperativas de Ahorro y Crédito están legitimidas acti­
vamente?
Son cooperativas las asociaciones que de conformidad con el
principio de la ayuda mutua tienen por objeto mejorar las condicio­
nes de vida de sus socios y presentan las siguientes características
fundamentales-. 1) Los socios tienen iguales derechos y obligacio­
nes, un solo voto por persona y su ingreso y retiro es voluntario.
2) Deben distribuir el excedente correspondiente a operaciones
con sus socios, a prorrata de aquéllas. 3) Deben observar neutrali­
dad política y religiosa, desarrollar actividades de educación coo­
perativa y procurar establecer entre ellas relaciones federativas e
intercooperativas.
En caso de cooperativas de ahorro y crédito, su ley respectiva
(DFL-5) señala en el artículo 86, letra g que las mencionadas coo­
perativas podrán: “ Otorgar préstamos a sus socios, que se encuen­
tren amparados por garantía hipotecaria, y mutuos hipotecarios
endosables. E l otorgamiento, cesión y administración de estos últi­
mos se regirá por lo dispuesto en el N ° 7) del artículo 69 de la Ley
General de Bancos, contenida en el decreto confuerza de ley N ° 3, de
1997, siendo aplicables a los mismos, en lo pertinente, las disposicio­
nes de las leyes N ° 19.439y N ° 19-514. A l efecto, las cooperativas de
ahorro y crédito, y las demás entidades indicadas en el inciso fin al del
N ° 7 del articulo 69 citado, podrán adm inistrar y ser cesionarios, en

TOMO O í PROCESOS DE EJECUCION 189


FERNANDO ORELLANA TORRES'

su caso, de los mutuos hipotecarios endosables otorgados de Conformi­


dad a esta letra.
Asimismo, adquirir, conservar y enajenar mutuos hipotecarios
endosables otorgados por empresas bancarias de acuerdo al N ° 7
del artículo 69 de la Ley General de Bancos y por otras entidades
reguladas por leyes especiales que les permitan dicha clase de opera­
ciones, con sujeción a las condiciones, requisitos y modalidades que
se establezcan conforme a la letra q) de este artículo.
En todo caso, las cooperativas de ahorro y crédito que actúen
como cedentes de mutuos hipotecarios endosables de acuerdo a lo in­
dicado precedentemente, sólo responderán de la existencia del crédito
cedido, quedándoles expresamente vedado otorgar garantía alguna de
solvencia respecto del mismo”.
Creo que la norma citada, en concordancia con el artículo
86 letra i) de la m isma ley de cooperativas (que otorga la posibili­
dad que las cooperativas de ahorro y crédito previa autorización de
la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, con­
cedan a sus socios, préstamos en moneda nacional, mediante la
emisión de letras de crédito, de conformidad con lo dispuesto en
el Título X III del decreto con fuerza de ley N ° 3, de 1997), SI da a
las cooperativas la posibilidad de ejercer el cumplimiento ejecuti­
vo bancario, mediante la acción hipotecaria bancaria, a través del
juicio ejecutivo bancario.
Por lo tanto en los casos de cooperativas de ahorro y crédito,
y en el evento de incumplimiento de pago, pueden recurrir al
procedimiento hipotecario bancario pero sólo en el supuesto de
haberse otorgado préstamos en moneda nacional con emisión de
letras de crédito.

b) E l e je c u t a d o . El ejecutado (legitim ado pasivo) por regla


general será el deudor personal del banco; pero tam bién puede ser
otras personas herederos o tercero com o en los casos contem plados

190 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

en los artículos 1377 del código civil y 758 del código de procedi­
miento civil. El primero de ellos se refiere al caso de los herederos
del deudor principal. El segundo artículo alude al tercero poseedor
que hipotecó su propiedad en favor del deudor personal del banco.
b. 1) E l ejecutado: deudor personal. La regla general en esta
materia que legitimado pasivo sea el deudor personal, persona na­
tural o jurídica, que celebró el contrato de mutuo garantizado con
hipoteca en favor de! banco.
Si el deudor principal está en situación de ausencia, habrá
que nombrarle un .curador de ausentes, y una vez nombrado, a él,
requerirlo legalmente del crédito adeudado.
b.2) E l ejecutado: herederos del deudor principal. En el caso
de los herederos debemos distinguir si los herederos están determi­
nados mediante la posesión efectiva judicial o administrativa, o
no están determinados.
Si están determinados mediante posesión efectiva debemos
subdistinguir si el juicio contra el deudor causante se había inicia­
do o no. Distinciones que debemos efectuar por regularlo así el
Código Civil en su artículo 1377 y el C P C en su artículo 5o. El
artículo 1377 del C C dispone que “los títulos ejecutivos contra el
difunto lo serán igualmente contra los herederos; pero los acree­
dores no podrán entablar o llevar adelante la ejecución, sino pasa­
dos ocho días después de la notificación judicial de sus títulos”.
De acuerdo con las reglas generales del Derecho Civil, el heredero
es el sucesor del causante y lo representa en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles. Pero el artículo 1377 del C C aparece
complementado por el artículo 5°, que dispone: “si durante el
juicio fallece alguna de las partes que obre por sí misma, quedará
suspenso por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado
en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso de
su derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar

TOMO US: PROCESOS D E EJECUCION 1


FERNANDO ORELLANA TORRES'

demandas, que conceden los artículos 258 y 259” ; Este artículo


5o está ubicado dentro de las reglas comunes a todo procedimien­
to y aplicable, por tanto, al juicio ejecutivo.
D e ambos artículos (1377 del C C y 5o del CPC), se des­
prende que si el ejecutado fallece durante el juicio, éste debe para­
lizarse y ponerse su estado en noticia de los herederos del deudor,
pero ambos artículos difieren en cuanto al plazo que otorga a los
herederos para comparecer al juicio: el primero, ocho días, y el
segundo, el término de emplazamiento.
Para aplicar el plazo correspondiente hay que distinguir:
• El deudor fallece antes de iniciarse la ejecución, no hay jui­
cio todavía. El artículo 5, no contempla este caso y en consecuen­
cia regirá ampliamente el artículo 1.377 del C C ; se notificará ju­
dicialmente el título al heredero del deudor y se esperarán ocho
días para entablar la ejecución. Estamos en este caso ante una ver­
dadera gestión preparatoria a la vía ejecutiva, pues el juicio aún no
se ha iniciado.
• El deudor fallece durante eljuicio ejecutivo. En este segun­
do caso, no hay una verdadera gestión preparatoria (el juicio ya se
inició), sino más bien una condición de procesabilidad, para con­
tinuar con el juicio. Aquí es menester distinguir si el deudor liti­
gaba personalmente o por apoderado: 1) Durante el juicio fallece
el deudor que litigaba personalmente. A esta situación precisa se
refiere el artículo 5o ai decir: “si durante el juicio fallece alguna de
las partes que obre por sí misma...”. En consecuencia, tendrá apli­
cación preferente dicho artículo 5o, y al respecto debe entenderse
derogado el artículo 1377 del CC. Deberá transcurrir al término de
emplazamiento, después de la notificación del deudor, para poder
proseguir la ejecución, y 2) Durante el juicio fallece el deudor que
litigaba por apoderado o mandatario. Esta situación no está con­
templada en el artículo 5o, el cual sólo se refiere al caso en que le

UBROTECNIA®
-CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

deudor “obre por sí mismo” . Conserva entonces su vigor el artículo


1377 del C C , que en esta parte no es contrario al artículo 5o.
Se ha fallado por la Corte Suprema que el artículo 1377 del
código civil es un trámite previo, establecido en beneficio de los
herederos que no forma parte del juicio ejecutivo. El artículo 107
y el artículo 1377 son normas que no se oponen. Al remitirse al
artículo 1377 importa un mandato del legislador de exigir este
procedimiento previo para aplicar el procedimiento de la ley de
bancos. N o basta con notificar el requerimiento a los herederos
en el procedimiento ejecutivo.
Si no están determinados, los herederos, deberemos solicitar
previamente la declaración de herencia yacente y solicitar un cura­
dor para la herencia yacente, y una vez nombrado legalmente el
curador, se le notifique y requiera a él del crédito adeudado.
b.3) E l ejecutado: tercero poseedor. Tercero poseedor es la
persona que adquiere total o parcialmente la propiedad de una
cosa gravada con hipoteca, sin estar personalmente obligado al
pago del crédito garantizado. Es toda persona que siendo actual­
mente dueña del inmueble hipotecado no se encuentra obligado
personalmente al pago de la deuda exigida por el acreedor.

2.6. Tribunal co m p e te n te

La ley bancaria no ha establecido reglas especiales en esta


materia. Por lo tanto debemos recurrir a las reglas generales, que
se encuentran el Código Orgánico de Tribunales. Según las reglas
de la competencia absoluta (competencia objetiva) es competente
para conocer de estos juicio el Juez de Letras. Esto se desprende
del artículo 45 del C O T quien entrega la competencia en única o
primera instancia para conocer de los asuntos civiles y comercia­
les en razón de la cuantía.

TOMO til: PROCESOS DE EJECUCION 19 3


•FERNANDO ORELLANA TORRES-

Sin perjuicio de lo señalado no debe olvidarse la norma ex­


cepcional, contenida en el artículo 50 N ° 2 del mismo cuerpo
orgánico que entrega la competencia a un tribunal distinto para
conocer de los asuntos civiles en que sean demandante o deman­
dado personas que gocen de fuero. En este caso deberá conocer
del juicio ejecutivo el ministro de turno de la Corte de Apelacio­
nes respectiva.
Determinada la competencia absoluta, debemos analizar las
normas de competencia relativa. La acción hipotecaria bancaria
es una acción inmueble. Y por lo tanto para determinar el juez de
letras competente debemos analizar lo que nos señala el C O T , en
su artículo 135: Si la acción es inmueble es competente el juez de
letras que hayan pactado las partes en la convención. A falta de
estipulación de partes es competente el juez de letras del lugar
donde se encuentre el inmueble o donde se contrajo la obliga­
ción, a elección del demandante.
Ya determinado el territorio del juez de letras competente
para conocer del juicio hipotecario bancario, debemos determi­
nar si en dicho territorio (comuna) hay uno o más jueces de letras.
Si hay un solo juez, a él nos dirigiremos para presentar la deman­
da. Si hay dos o más debemos analizar si son jueces de letras asien­
to de Corte de Apelaciones o sólo son jueces de letras de comuna
o agrupación de comunas.
Rigen los artículos 175 y 176 del C O T que nos señalan las
reglas del turno y distribución de causas. Si estamos frente a una
comuna o agrupación de comunas que tengan más de un juez de
letras se presentará la demanda ejecutiva ante el juez de turno de
la semana. Si estamos ante tribunales que son asiento de Corte de
Apelaciones deberá presentarse la demanda ejecutiva en la secre­
taría de la Corte para su respectiva distribución de causa por parte
del Presidente del tribunal.

194 UBROTECNlAv
—CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

2.7. Procedim iento

a) DEMANDA. L a regla general es que este juicio se inicie


mediante demanda ejecutiva. Dem anda que debe cumplir con
todos los requisitos que contempla el artículo 254 del CPC.
La demanda ejecutiva hipotecaria bancaria, es aquel actoju rí­
dicoprocesal departe, por el cual el ejecutante solicita a l órganoju ris­
diccional, ordene el pago de lo adeudado por parte del ejecutado, y
que en el evento que no pague la totalidad de la deuda, se remate el
bien inmueble hipotecado o se entregue en prenda pretoria.
Respecto a i número 5o del artículo 254 del CPC , citado la
petición principal que contiene la demanda es la de que se requie­
ra de pago a l deudor p o r la obligación adeudada. Además debe
cumplir con los requisitos contemplados en la Ley N ° 18.120 so­
bre comparecencia en juicio.
Asimismo, iniciado el procediniiento judicial, el banco desig­
nará un depositario en el carácter de definitivo para que, de acuerdo
con las reglas generales, tome a su cargo el inmueble hipocecado.

b) R eq u erim ien to ju d ic ia l . Las cuotas o dividendos impagos.


Cuando el o los deudores no hubieren pagado las cuotas o dividen­
dos en el plazo estipulado deben ser requeridos de pago. Sobre esta
materia debemos entender que también existe la posibilidad que en
un crédito hipotecario las partes hayan estipulado “cláusula de ace­
leración” pudiendo el Banco exigir el total de lo adeudado. Así lo
ha resuelto la Corte Suprema (Sentencia de 3 de enero de 2006).

c) L a primera r eso lu c ió n ju d ic ia l . La primera resolución en


el juicio que estamos estudiando será: “requiérase”, “requiérase depago ”
o “notifiquesey requiérase”. Mediante esta resolución judicial se pre­
tende solamente obtener que el deudor pague. N o importa un em­
bargo de la propiedad, ni lleva consigo ninguna medida de apremio.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 195


FERNANDO ORELLANA TORRES

c.l) Naturaleza jurídica de esta resolución judicial.. De con­


formidad al artículo 158 del C PC , las resoluciones judiciales se
dividen en decretos, autos, sentencias interlocutorias y sentencia
definitiva. Por su parte la ley de bancos no señala que tipo de
resolución judicial es el requerimiento: simplemente habla de “re­
queridos judicialmente” .
Es deber nttestro, entonces, determinar que tipo de resolu­
ción judicial es. En primer lugar, creo que de plano debemos re­
chazar a los autos y a las sentencias interlocutorias de primer gra­
do o clase (pues ambas recaen sobre un incidente), y a la sentencia
definitiva (porque no estamos frente a una decisión del asunto
controvertido). Sólo nos quedan, por lo tanto el decreto y la sen­
tencia interlocutoria de segundo grado o clase. Decreto, provi­
dencia o proveído son aquellas resoluciones judiciales que sólo
tienen por objeto dar curso progresivo a los autos. Por su parte las
sentencias interlocutorias de segundo grado son aquellas que re­
caen sobre algún trámite que sirve de base para el pronunciamien­
to de una sentencia interlocutoria o definitiva posterior.
A nuestro juicio la resolución judicial que requiere al deudor
para que pague no es un simple decreto que sólo tenga por objeto
dar curso progresivo a los autos. Es más bien una decisión judicial
de enorme importancia, porque permitirá al ejecutante (banco)
solicitar acto seguido (transcurrido 10 días) el remate del bien
hipotecado o su entrega en prenda pretoria, al tribunal que cono­
ce de la causa. Es a nuestro juicio un claro caso de sentencia inter­
locutoria de segundo grado, pues la resolución judicial requiérase
servirá de base a la subsiguiente resolución judicial (si el deudor
no paga o solo lo hace parcialmente) ordenando el remate o en­
trega en prenda pretoria.
c.2) Notificaciónju d icial de la primera resoluciónju d icial Una
vez que el tribunal haya dictado la resolución judicial debe ser
notificada a la parte ejecutada. Esta notificación debe realizarse

1 9 6 UBROTECNIAo
— CAPITULO XVI: PROCEDIM IENTO S EJECUTIVOS FUERA D E L C O D IG O D E P R O C E D I M I E N T O C I V I L —

conforme a las normas que contempla el CPC, a fin de garantizar


el principio de contradicción. Por lo tanto la notificación debe
hacerse personalmente, o por avisos.
La notificación judicial deberá hacerse por ministro de fe
(receptor judicial o secretario del tribunal en su oficio), en el caso
de notificación personal. Y debe dejarse constancia de ella en el
expediente.
La sola notificación no priva al deudor del dominio del in­
mueble dado en garantía.
En caso que el deudor no sea habido para notificarle personal­
mente, debemos plantear la pregunta si es válida la cédula de espera,
que contempla el C P C en el juicio ejecutivo por obligación de dar:
El juicio hipotecario bancario, es un juicio ejecutivo especial y por
lo tanto debemos aplicar en aquellas materias que no estén debida­
mente reguladas en la ley, las normas del Libro III, Título I, del
CPC, por ser estás supletorias a otros juicios ejecutivos. Este título
contempla en su artículo 443 que ... Este requerimiento debe hacér­
selepersonalmente; pero si no es habido, seprocederá, en conformidad a l
articulo 44, expresándose en la copia a que dicho artículo se refiere, a
más del mandamiento, la designación del día, hora y lugar que fije el
ministro defe para practicar el requerimiento...
N o vemos inconveniente alguno que se lleve a cabo este tipo
de notificación, según lo ordena el artículo 443. Sin embargo no
podemos aplicar en propiedad este artículo. Porque en este juicio
si el ejecutado no concurre el día y hora señalado en la cédula por
parte del receptor, el ministro de fe sólo lo tendrá por requerido
de pago en rebeldía, pero no habrá embargo de bienes, por ser
este un trámite que no está establecido en el la ley para este juicio,
según lo veremos más adelante.
Además de conformidad al artículo 41 (que menciona el ar­
tículo 443) ambos del CPC, el requerimiento no puede efectuar­
se en público.

TOMO ttl: PROCESOS DE EJECUCION 1 9 7


■FERNAN0 0 OREUANA TORRES

Si el ejecutado no se encuentra en el lugar del juicio deberá


procederse a notificar al deudor mediante exhorto nacional.
Finalmente, debemos señalar que el artículo 443, señala una
tercera forma de hacer el requerimiento: “Cuando el deudor haya
sido notificado personalmente o con arreglo al artículo 44 para
otra gestión anterior al requerimiento, se procederá a éste y a los
demás trámites del juicio, en conformidad a lo establecido en los
artículos 48 a 53”. O sea la notificación podrá efectuarse por el
estado diario. Pienso que el requerimiento no puede efectuarse
por el estado diario. Si bien el código permitiría que pudiera efec­
tuarse por el estado, es necesario dejar en claro que el acto del
requerimiento es de tal importancia en materia ejecutiva, porque
puede llevar a la pérdida del bien hipotecado, que para dar cum­
plimiento al debido proceso es necesario que el ministro de fe,
receptor judicial sea el encargado de notificar-requerir al ejecuta­
do, y no a través de una ficción legal.

d) Inexistencia de M andamiento . En la ley general de banco


no se contempla la institución del mandamiento de ejecución que
el CPC contempla expresamente en el juicio ejecutivo de obliga­
ciones de dar, El legislador quiere que la pretensión del ejecutante
se pueda satisfacer rápida y expeditamente, sin necesidad de recu­
rrir el llamado “cuaderno de apremio”, por ser innecesario en este
juicio al no existir embargo del bien hipotecado.

e) Plazos del artículo 103 d e la L ey d e B a n c o s . Señala


este artículo que requerido judicialmente el deudor y si no paga
las cuotas o dividendos, (debemos agregar o la totalidad de la deu­
da en virtud de una cláusula de aceleración debidamente pactada),
en el término de 10 días, el juez decreta, a petición del banco.1el
remate del inmueble hipotecado o, su entrega en prenda pretoria al
banco acreedor.

198 UBROTECNlAo
— CAPITULO XVI: PRO CED IM IEN TO S EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PRO CED IM IEN TO CIVIL—

Estimo que este plazo de 10 días es de “días hábiles” por


encontrarse complementado el artículo 103, por el artículo 3 del
Código de Procedimiento Civil, que permite hacer aplicable a
este juicio el artículo 66 que prescribe que los términos de días
establecidos en dicho código se entienden suspendidos durante
los feriados, conclusión que, por lo demás, se encuentra acorde
con el espíritu general de la legislación procesal civil, que tiende a
que los plazos de días en los juicios de este carácter sean de días
hábiles. Sin embargo la Corte Suprema en un fallo de 19 de octu­
bre de 2005 sentenció que “ ...2 o. Que los sentenciadores han soste­
nido que elplazo establecido en el artículo 103 de la Ley General de
Bancos no expresa que sea de días útiles, p o r lo que conforme a lo
establecido en el artículo 50 del Código Civil, necesariamente debe
concluirse que es de días corridos y de este modo losjueces delfondo,
han hechos una correcta aplicación de las normas legales atinentes a l
caso de que se trata, por cuanto elplazo es de días corridos; por ello la
casación en estudio adolece de manifiesta fa lta de jundam ento
Respecto al plazo de 5 días, que señala el artículo 103 de la
ley de bancos, me remito a los siguientes párrafos.
El deudor puede oponerse, dentro del plazo de 5 días, una
vez decretado el remate o a la entrega en prenda pretoria al Banco.
Este plazo es de días hábiles a un cuando la ley no lo haya señala­
do en forma expresa. La razón de mi opinión es que en el contex­
to de lo que la doctrina denomina interpretación progresiva de la
ley, corresponde aplicar con mayor energía los principios consti­
tucionales del debido proceso, el cual privilegia la opción de posi­
bilitar el derecho de defensa más que a limitarlo.
Pero además, de la lectura del artículo 103 de la Ley de Ban­
cos, se observa que se establecen diferentes plazos en forma direc­
ta (10 y 5 días) y otros de manera indirecta: por ejemplo la ley se
remite a los incidentes y al recurso de apelación. D e aplicar lite­
ralmente el artículo 66 del Código de Procedimiento Civil, sólo

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 199


FERNANDO ORELLANA TORRES

algunos plazos quedarán suspendidos durante los feriados, esto es


los aludidos indirectamente por la, ley, excluyendo de esta forma
de computo el plazo que tiene el deudor para pagar la deuda des­
de su requerimiento (diez días) y el término concedido para opo­
nerse, desde que se dispone el remate (cinco días), aspectos que a
mi entender atentan en contra el derecho de igualdad en el proce­
dimiento, atenta contra el derecho de defensa. D e aceptarse la
doctrina de ser algunos plazos hábiles y otros inhábiles, en la ley
de Bancos, se introduce una desigualdad que atenta en contra del
debido proceso legal.
¿Es ampliable este plaza de 5 días con el aumento que regulan
los artículos 258 y 2 5 9 del CPC?
El tema en cuestión es discutible. El legislador bancario no
ha dicho nada al respecto, sin embargo, como lo señalaré más
adelante este plazo de 5 días constituye más la notificación res­
pectiva el emplazamiento propiamente tal del juicio ejecutivo ban­
cario. Y al constituir el emplazamiento deberían aplicarse las nor­
mas de los artículos 258 y 259 del Código Procesal.

f) N a t u r a le z a ju r íd ic a de la reso lu ció n ju d ic ia l previa a


la d e f e n sa d e l DEUDOR. Señala el artículo 103 inciso primero
parte final, que el juez decretará a petición del banco, el remate
del inmueble hipotecado o su entrega en prenda pretoria, si el
deudor no pagare en el plazo de 10 días.
Ya hemos visto anteriormente el plazo de 10 días que men­
ciona este artículo. Ahora me quiero detener en la resolución ju­
dicial que el legislador llama “decreto” .
Debemos detenernos en la naturaleza jurídica de esta resolu­
ción judicial. He señalado anteriormente que la primera resolu­
ción (“ requiérase”) es una sentencia interlocutoria de segundo
grado o clase, porque sirve de base en el pronunciamiento de una
sentencia interlocutoria o definitiva posterior.

200 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIM IENTO S EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIM IENTO CIVIL-

Se ha señalado por algunos que la resolución judicial que el tri­


bunal decreta el remate o la entrega en prenda pretoria es una senten­
cia definitiva porque con ella queda resuelto el objeto del juicio.
Sin embargo a nuestro juicio esta resolución que el legislador
mal llama “decreto”, es una sentencia interlocutoria de segundo
grado y no una sentencia definitiva. La razón de nuestro parecer
radica en que la sentencia definitiva es la que se pronuncia en una
cuestión litigiosa poniendo fin a la instancia y resolviendo la cues­
tión o asunto controvertido. El propio artículo 158 del C P C exi­
ge estos requisitos: poner fin a la instancia y resolver la cuestión
controvertida.
Es una sentencia interlocutoria que servirá de fundamento
(base) en el pronunciamiento de una sentencia definitiva poste­
rior, cuando el deudor haya opuesto excepciones en contra de la
demanda. En el evento que el deudor no oponga excepciones, se
produce el mismo efecto que contempla el artículo 472 del CPC
(no hay sentencia definitiva): la resolución judicial que dicta el
tribunal basta para rematar el bien hipotecado o entregarlo en
prenda pretoria.

2.8. O posición del deudor

Nace la posibilidad de oponerse, para el ejecutado, dice el


art. 103, una vez que el tribunal decretó el remate o la entrega en
prenda pretoria a favor del Banco. La oposición del ejecutado, por
lo tanto, no nace como en el juicio ejecutivo del CPC , del requeri­
miento que hace el ministro de fe, sino de la notificación de la
resolución que ordena el remate o la entrega en prenda pretoria.
La excepciones que permite el legislador ejercer son perento­
rias, no dilatorias o de forma. Creo que en este caso el ejecutado si
bien no podrá oponer excepciones, nada impide que mediante el

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 0 1


F E R N A N D O O R E llA N A TORRES'

incidente de nulidad que regula el C P C o, mediante los recursos


procesales de apelación o casación, en.contra de la sentencia defi­
nitiva, puede alegar la incompetencia del tribunal, falta de perso­
nería, ineptitud del libelo, o litispendencia.

2.9. Excepciones que puede oponer el deudor

La oposición del ejecutado, sólo es admisible cuando se fun­


de en alguna de las siguientes excepciones: 1) Pago de la deuda;
2) Prescripción; 3) N o empecer el título al ejecutado.
Estas excepciones tienen el carácter de “excepciones perento­
rias”. Y se encuentran sujeta al régimen de taxatividad, porque sólo
se pueden oponer estas tres excepciones y restringidas al pago, pres­
cripción o no empecer el título ejecutivo. N o existe una excepción,
en esta Ley de Bancos, como la contemplada en el número 7 del
artículo 464 del CPC.

a) T El legislador
r a m it a c ió n d e las excepcio n es o pu esta s .

ha se ñ a la d o que debe tramitarse incidentalmente la oposición del


ejecutado. En esta materia se aparta notablemente el legislador de
las normas supletorias del juicio ejecutivo contenidas en el CPC.
Por lo tanto debemos aplicar las normas contenidas en el Libro I
del C PC y no las del Libro III, del mismo Código.
Lo anterior nos permite señalar en primer lugar que la oposi­
ción de excepciones se inicia con la demanda incidental que da
origen a este juicio declarativo inserto en el juicio ejecutivo. Si
bien este escrito no estará sujeto a las formalidades exigidas para
las excepciones en el artículo 465 del C P C , podemos tomar como
referencia este artículo y señalar que el escrito de oposición de
excepciones contendrá la o las excepciones que se oponen, expre­
sándose con claridad los hechos y fundamentos de derecho. N o es

2 0 2 LIBROTECNIA ®
— CAPITULO XVI . PRO CED IM IEN TO S EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO D E PROCEDIM IENTO CIVIL—

necesario que se indiquen los medios de prueba que se intentarán


valerse y en el caso de hacerlo, no queda limitado para su poste­
rior rendición. Como generalmente será la primera actuación del
ejecutado, debe cumplir con los requisitos de la Ley N ° 18.120.
Este escrito produce el efecto de suspensión del juicio prin­
cipal, hasta que sea resuelto mediante la sentencia definitiva.
Presentado el escrito le juez debe dar “traslado” al ejecutante
quien tendrá un plazo de 3 días para responder.
Con o sin la respuesta del ejecutante el órgano jurisdiccional
deberá recibir la causa a prueba, o dictar sentencia, como lo orde­
na el artículo 89 del CPC.

b) E l t é r m in o probatorio durará 8 DÍAS. En materia de


normas que se deben aplicar para la prueba en este juicio debe­
mos determinar previamente que Código debe aplicarse: ¿el C ó­
digo Civil o el Código de Comercio? Esto es fundamental para
determinar la norma aplicable en materia probatoria.
En atención a que el Título XII de la Ley General de Bancos
regula las operaciones hipotecarias con letras de crédito, a favor de los
bancos y que el artículo 3o del Código de Comercio establece que
las operaciones de banco son actos de comercio; para aplicar las nor­
mas jurídicas en jnateria de prueba de los contratos y obligaciones
debemos regirnos, en primer lugar, por los artículos 127 a 129 que
regula el citado código. Y luego por las normas del Código Civil.
Vencido el término de prueba, háyanla o no rendido las par­
tes, y aún cuando éstas no lo pidan, fallará el tribunal inmediata­
mente o, a más tardar, dentro del tercero día, la cuestión. N o hay
por lo tanto escrito de observaciones a la prueba. Es discutible
también que exista citación para oír sentencia definitiva. Sin em­
bargo soy partidario que se pronuncie por el juez, esta resolución
judicial por tratarse de un juicio declarativo y no de un incidente
propiamente.

TOMO m . PROCESOS DE EJECUCION 2 0 3


F E R N A N D O O R E L LA N A TO RRES'

c) S e n t e n c ia q u e r e s u e l v e e s t a s e x c e p c io n e s -. Si bien el le­
gislador ha ordenado que la oposición del ejecutado se tramite
incidentalmente, la resolución judicial que se pronuncia acogien­
do o rechazando las excepciones opuestas, no tiene la naturaleza
jurídica de una sentencia interlocutoria, sino de una definitiva.
No estamos frente a un incidente, sino ante un “juicio declarati­
vo” dentro de un juicio ejecutivo. Juicio declarativo que sólo tie­
ne por objeto resolver sobre las excepciones opuestas por el ejecu­
tado, produciendo la sentencia que resuelve el asunto cosa juzga­
da formal y sustancial.
La sentencia, que resuelve el “juicio declarativo” es una sen­
tencia definitiva porque con ella se pone término al litigio (al con­
flicto) resolviendo la cuestión o asunto controvertido.
Frente a esta resolución judicial proceden los recursos procesales
contemplados en el CPC: recurso de apelación y casación forma y
fondo. N o procede el recurso de queja por no permitirlo el C O T .
La apelación, de las resoluciones que se dicten en contra del
demandado en este juicio, se concede en el solo efecto devolutivo.
El tribunal de alzada puede decretar a petición de parte, la sus­
pensión del cumplimiento de la sentencia del tribunal de primera
instancia mientras se encuentre pendiente la apelación si existie­
ren razones fundadas para ello, lo que debe resolver en cuenta.
Respecto al recurso de casación en la forma tenemos que
precisar que debido a que' el juicio hipotecario bancario es un
juicio especial le rigen los artículos 768 en relación al inciso 2o del
artículo 766 del Código citado. El primero dispone que en los ju i­
cios o reclamaciones regidos por leyes especiales sólo podrá fundarse el
recurso de casación en la form a en algunas de las causales indicadas en
los N01 I o, 2 o, 3 o, 4 o, 6°, 7 oy 8 ° de ese mismo precepto y también en el
/7 o5 ° cuando se haya omitido en la sentencia la decisión del asunto
controvertido. Por lo tanto no procede el recurso de casación en la
forma por la causal número 9 del artículo 768.

2 0 4 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIM IENTO S EJECUTIVOS FUERA D EL CODIGO DE PROCEDIM IENTO CIVIL—

2.10. Prenda pretoria o rem ate del inm ueble

Si no se formulare oposición por parte del ejecutado, o se


hubiere desechado mediante sentencia definitiva la formulada, se
procederá al remate del inmueble hipotecado o a su entrega en
prenda pretoria al banco acreedor, según corresponda.

a) I nexistencia d e EMBARGO. En el procedimiento especial hi­


potecario no se contempla una fase de aseguramiento general, como
ocurre en el juicio ejecutivo del C P C (no hay embargo de bienes).
Pero si encontramos una fose de aseguramiento especial, que
se desarrolla con anterioridad a la demanda que da inicio al proce­
dimiento. Esta fase especial (^aseguram iento es la constitución
de la hipoteca. En este juicio la hipoteca es una institución que
tiene la naturaleza jurídica de derecho procesal.
Lo anterior implica que el demandado está sujeto a una res­
ponsabilidad patrimonial restringida. El patrimonio asegurable y
que permite la ejecución está formado únicamente por el bien
hipotecado. Es por lo tanto improcedente en este juicio el embar­
go de otros bienes sean muebles o inmuebles.
Notificación de la resolución judicial que ordena el remate o
la entrega en prenda pretoria
La resolución que “decreta” el remate o entrega en prenda
pretoria del bien inmueble, debiera notificarse por el Estado Dia­
rio. El legislador no ha dicho nada al respecto.
Sin embargo soy partidario que el juez ordene la notificación
a lo menos por cédula, porque justamente esta resolución, abre el
período de oposición que permitirá al ejecutado, ya notificado de
la primera resolución, oponer excepciones. Es trascendental por
lo tanto esta resolución en el juicio hipotecario bancario. Consti­
tuye a mi juicio el emplazamiento propiamente tal. Y de confor­
midad al artículo 795 N ° 1 del C P C es una diligencia esencial.

TOMO ai: PROCESOS DE EJECUCION 2 0 5


FERNANDO OREUANA TORRES

b) P renda pretoria . Entregado el inmueble en prenda preto­


ria, el banco debe percibir las rentas, entradas o productos del inmue­
ble cualquiera que íuere el poder en que se encuentre y cubiertas las
contribuciones, gastos de administración y gravámenes preferentes a
su crédito, las aplicará al pago de las cuotas adeudadas. Debe llevar
cuenta para los efectos de entregar al deudor el saldo, si lo hubiere.
En cualquier tiempo en que el deudor efectúe el pago de las
cantidades debidas al banco, le debe ser entregado el inmueble,
previa resolución judicial.

c) R e m a t e . Ordenado el remate, por parte del tribunal que


conoce de la causa, deben cumplirse las normas que establece el
artículo 104 de la ley de bancos.
Las reglas establecidas por el legislador son las siguientes:
c. 1) Se anunciará el remate por medio de avisos publicados 4
veces en días distintos y debiendo mediar 20 días a lo menos, entre
el primer aviso y la fecha de la subasta, en un diario de la comuna
en que se siguiere el juicio y, si allí no lo hubiere, en uno de la
capital de la provincia. Las publicaciones pueden hacerse tanto en
días hábiles, como inhábiles. N o rige, a nuestro entender, el inci­
so segundo del artículo 489 del CPC, que permite publicar el
aviso de remate, en la comuna del lugar donde esté ubicado el
inmueble si éste se encontrare fuera del lugar del juicio.
c.2) El mínimo y las demás condiciones del remate son fijados
por el juez, sin ulterior recurso, a propuesta del banco. Estos ele­
mentos, por lo tanto, son determinados y fijados por el juez que
conoce de la causa, correspondiéndole al banco una participación
sólo en cuanto a su propuesta.
c.3) El mínimo del prim er remate no puede ser inferior al
monto del capital adeudado, dividendos insolutos,, intereses pe­
nales, costas judiciales y primas de seguro que recarguen la deuda.
Los gastos del juicio son tasados por el juez. Debemos precisar

libso tbcn ia ®
CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO OE PROCEDIMIENTO CIVIL—

que la obligación del juez en cuanto a respetar el mínimo que


señala la ley de bancos, sólo se limita para el primer remate. En las
subastas posteriores el juez debe oír la propuesta que el actor le
formule al respecto, y con su mérito y demás antecedentes del
proceso fijar un nuevo mínimo.
c.4) Llegado el día del remate, se procede a adjudicar el in­
mueble a favor del mejor postor. Y el banco se paga de su crédito
sobre el precio del remate. N ada obsta que el Banco, como ejecu­
tante, participe y se pague con el inmueble rematado, con cargo a
su crédito. Sin embargo, para evitar fraudes procesales, pienso que
esta posibilidad sólo debiera permitirse en el primer remate, por­
que es en éste donde el legislador exige que el mínimo no sea
inferior al monto del capital adeudado, dividendos insolutos, in­
tereses penales, costas j udiciales y primas de seguro que recarguen
la deuda. Si aceptaremos esta posibilidad en los remates posterio­
res, pienso que el banco obtendría una ganancia ilegal. Debe por
lo tanto en esta materia realizarse una modificación legal futura.
c.5) Si no hay postores en el primer remate debe procederse
a nuevo remate; el número de avisos y el plazo que deba mediar
entre la primera publicación y la fecha de la subasta, se reducen a
la mitad. N o dice el legislador qué ocurre con el mínimo de esta
segunda subasta. El C P C en su artículo 499 N ° 2 establece que el
acreedor puede pedir al tribunal que se reduzca prudencialmente
por el tribunal el avalúo aprobado. L a reducción no podrá exceder de
una terceraparte de este avalúo. Si bien el legislador bancario, como
lo señalamos, no ha establecido una norma como la citada entien­
do que debe tomarse en cuenta por el órgano jurisdiccional para
los fines de fijar un mínimo para la subasta. La Corte de Apelacio­
nes de Santiago, declaró que debe anularse la diligencia de remate,
seguido en un juicio hipotecario bancario, porque se infringió por
el tribunal, el artículo 499, al aceptar un mínimo arbitrario para las
posturas provenientes de una decisión unilateral del acreedor.

TOMO n i: PROCESOS DE EJECUCION 2 0 7


FERNANDO ORELLANA TORRES

2.11. Otros acreedores hipotecarios

Si, además del banco (que ejecuta la hipoteca), hay otros acree­
dores que tuvieren hipotecas respecto del inmueble, se les debe
notificar la resolución que entrega en prenda pretoria el inmueble
al banco, o la que dispone el remate.
Si esos acreedores hipotecarios fueren de derecho preferente
al banco, gozarán de su derecho de preferencia para ser cubiertos
con los dineros que el inmueble produjere en el caso de entrega
en prenda pretoria y sin perjuicio de ésta, o con el producto de la
venta del inmueble en caso de remate judicial.
L o s acreedores deben ser n otificados person alm en te para el
prim er rem ate y para los siguientes p o r cédula en el m ism o lugar
en que se les hubiere p racticad o la prim era n otificación , si no
hubieren design ado un d o m icilio especial en el ju icio .
La Ley General de Bancos en su artículo 105 regula la materia
de los demás acreedores hipotecarios del deudor. Señala esta norma
que se les debe notificar la resolución judicial que disponga el rema­
te del inmueble o entregue en prenda pretoria el inmueble hipote­
cado. Si los acreedores son de derecho preferente al banco, gozarán
de su derecho de preferencia para ser cubiertos con las entradas que
el inmueble produjere en el caso de entrega en prenda pretoria, y
sin perjuicio de esto, o con el producto de la venta del inmueble, en
caso de remate judicial. Los acreedores deben ser notificados perso­
nalmente para el primer remate y para los siguientes por cédula, en
el mismo lugar en que se les hubiere notificado personalmente, sal­
vo que hubieren designado un nuevo domicilio en el juicio.

2.12. Tercerías

En los juicios que el banco siga contra sus deudores, dice el


artículo 109 inciso final, no se tramitarán tercerías de dominio

208 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PRO CED IM IEN TO S 0EC U TIV O S FU ERA DEL CODIGO D E PRO CED IM IEN TO CIVIL—

que no se funden en títulos vigentes inscritos con anterioridad a


la respectiva hipoteca. De lo dicho podemos afirmar que la terce­
ría de dominio es plenamente ejercitable en el juicio hipotecario
bancario, pero exige el legislador dos requisitos:
• que se funde en título inscrito, y
• que este título se haya inscrito antes de la respectiva hipoteca.

En cuanto al objeto de esta tercería, a diferencia de lo que


ocurre en el procedimiento ejecutivo que regula el C P C , no es el
alzamiento del embargo (porque como lo hemos visto no existe
esta cautela), sino justamente el derecho propiedad sobre el bien
raíz (no necesariamente ejercerá una acción reivindicatoría). El
tercerista alegará, entonces, ante el juez ejecutor que su dominio
es anterior a la inscripción de la hipoteca. El medio de prueba
fundamental para acreditar este derecho es la inscripción ante el
Conservador de Bienes Raíces. Es justamente esto lo que exige el
legislador bancario.
Respecto a las demás tercerías que regula el C P C , estas son
plenamente aplicables. Sin embargo hay autores que han negado
la posibilidad de ejercer la tercería de posesión en este tipo de
procedimientos. N o estoy de acuerdo. Porque la propia norma
del Código Civil expresa que al poseedor se le reputa dueño mien­
tras no se demuestre lo contrario.
En cuanto a la tercería deprelación debe tenerse presente que
los créditos del fisco y de las municipalidades gozan de la prefe­
rencia que les acuerdan los artículos 2472 y 2478 del código civil
respecto de los créditos del banco, sólo cuando se trate de im­
puestos que afecten directamente a la propiedad hipotecada y que
tengan por base el avalúo de la propiedad raíz, y de créditos a
favor de los servicios de pavimentación, de conformidad con las
leyes respectivas.

TOMO llh PROCESOS DE EJECUCION 2 0 9


FERNANDO ORELLANA TORRES

2.13. Otros juicios entre el banco y sus deudores

Dice el artículo 109 de la Ley de Bancos que salvo el proce­


dimiento previsto en el artículo 103 (que ya hemos analizado),
los conflictos (litigios) que pudieren suscitarse entre el banco y
sus deudores, cualquiera que sea su cuantía, se deciden breve y
sumariamente por el juez de letras en lo civil del domicilio del
banco, con apelación a la Corte respectiva, tribunal que debe pro­
ceder en la misma forma. Las apelaciones deducidas por el de­
mandado se conceden en el solo efecto devolutivo.
La ley cuando dice “breve y sumariamente” se refiere, sin
duda, al procedimiento sumario que regula el Libro III del Códi­
go de Procedimiento Civil, artículos 680 y siguientes.

3. P r o c ed im ien t o ejec utivo de a lim en t o s

La Ley sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones Ali­


menticias (modificada por la Ley N ° 20.152, de 9 de enero de
2007) establece un juicio ejecutivo de alimento, juicio especial
regulado por una ley especial. En todo aquello que no está expre­
samente regulado se regirá por las normas comunes del juicio eje­
cutivo por obligación de dar.
Los artículos 11 y 12 regulan este procedimiento ejecutivo
especial.
De conformidad al artículo I o es competente absolutamente
para conocer de los alimentos el ju ez de fam ilia. Respecto a cuál
tribunal de familia es competente relativamente para conocer de
estos procedimientos, el artículo 11 de la ley nos señala que debe
conocer de la ejecución el Tribunal que dictó en única o primera
instancia o el del nuevo domicilio del alimentario. Si bien el legis­
lador no lo ha indicado en esta norma (si lo hizo en el artículo 1°

2 1 0 UBRÓTECNIA®
— CAPITULO XVI: PRO CED IM IEN TO S EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIM IENTO CIVIL—

de la ley), debemos entender que demandar en uno u otro tribu­


nal depende del alimentario.
Título ejecutivo en esta materia son las resoluciones judiciales
y las transacciones. La resolución judicial que fija los alimentos
provisorios causa ejecutoria si el demandado no se opone a ella
dentro del plazo de 5 días (artículo 4o de la ley). También tiene
mérito ejecutivo la resolución ejecutoriada que impone una mul­
ta al empleador, que no efectúa la retención ordenada por el juez
según el artículo 8 de la ley (artículo 13 inciso segundo)
El mandamiento de ejecución y embargo que se despacha para la
primera ejecución de los alimentos debidos es suficiente para el pago
de cada una de las cuotas vencidas no pagadas, sin necesidad de
nuevo requerimiento. Pero frente a cada cuota impaga debe notifi­
cársele al ejecutado por carta certificada quien tendrá la posibilidad
de oponer la excepción de pago por cada cuota (artículo 12).
El requerimiento de pago se notifica al ejecutado de confor­
m idad a las norm as de la ley de juzgados de fam ilia (Ley
N ° 19.968). De acuerdo al artículo 23, incisos primero y segun­
do, de la ley de tribunales de familia la primera notificación a la
demandada se efectúa personalmente por un funcionario del tri­
bunal, que haya sido designado para cumplir esta función por el
juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administra­
dor del tribunal. La parte interesada puede siempre encargar, a su
costa, la práctica de la notificación a un receptor judicial. En los
casos que no resulte posible practicar la primera notificación per­
sonalmente, el juez dispondrá de otra forma, por cualquier medio
idóneo, que garantice la debida información del notificado para
el adecuado ejercicio de sus derechos.
Las excepciones. El legislador nos indica en su artículo 12 que
el demandado sólo puede oponer la excepción de pago y siempre
que se funde en un antecedente escrito. Sin embargo en los inci­
sos posteriores habla siempre de “excepciones” . N o creo que la

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 1 1


FERNANDO O R E L L A N A TORRES-

excepción señalada sea la única posible oposición del demandado


en este procedimiento. A pesar de lo tajante del legislador, en mi
opinión, son excepciones oponibles, la de incompetencia del tri­
bunal, la falta de representación, de personería o mandato, litis-
pendencia, la de cosa juzgada y la de transacción.
Si el ejecutado no opone las excepciones dentro del plazo
legal basta el mandamiento para el acreedor solicite la realización
de los bienes embargados de conformidad al juicio ejecutivo Li­
bro III del C PC .
Si el ejecutado opone excepciones pero éstas son declaradas
inadmisibles el tribunal lo declarará así y ordenará seguir adelante
con la ejecución (artículo 12 de la ley).
H ay muchas dudas que surgen en materia de defensa del eje­
cutado: ¿cuál es el plazo para oponerse?, ¿cómo se tramitan las
excepciones?, ¿cómo se hacen valer las excepciones, por escrito o
en forma oral?
Con la modificación de la Ley N ° 20.152 del año 2007, el
legislador ha querido que todos los juicios de alimentos pasen a la
competencia de los tribunales de familia, debiendo tramitarse ellos
de conformidad a la Ley N ° 19.968, con los modificaciones de la
Ley N ° 14.908 (de esta misma opinión R a m o s P azos ). Sin em­
bargo la Ley N ° 14.908 no señala los plazos ni la forma de las
excepciones. Y por su parte la Ley N ° 19.968 no regula los proce­
dimientos ejecutivos en materia de familia (que son escasos) y
establece como normas supletorias el libro I del C P C que regula
las disposiciones comunes a todo, procedimiento, pero no el Li­
bro III del C PC . Siguiendo el raciocinio señalado deberíamos
aplicar, entonces, las normas del libro I que regulan el llamado
“cumplimiento incidental”. Sin embargo, en nuestra opinión esto
no corresponde, porque el “juicio ejecutivo de alimentos” está
configurado de acuerdo a las normas del procedimiento ejecutivo
en las obligaciones de dar: el legislador habla de ejecutado, requeri­
miento y mandamiento, en diversas oportunidades.

2 1 2 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIM IENTO S EJECUTIVOS FU ERA D E L CODIGO DE PRO CEDIM IENTO O V IL—

Creemos que debe aplicarse, por lo tanto, las normas del li­
bro III, Título I del CPC. El plazo para oponerse será por regla
general de 4 días (artículos 459, 460, 461). Las excepciones de­
ben hacerse valer por escrito y todas en el mismo escrito (artículo
465) y su tramitación se debe seguir de conformidad con las nor­
mas del CPC , artículos 466 y siguientes.

4. En el ju ic io d e a r r en d a m ien t o

DE PREDIOS URBANOS

La Ley de Arrendamiento de Predios Urbanos (N ° 18.101)


establece una ejecución especial respecto a la restitución del bien
inmueble a la persona del arrendador. Si el arrendatario no quiere
restituir el inmueble por su voluntad será compelido por la justicia
ordinaria a través del procedimiento del lanzamiento, previa norifi-
cación por cédula al arrendatario. El artículo 13 inciso segundo
señala expresamente que el juez de la causa “podrá suspenderlo en
casos graves y calificados, por un plazo no superior a 30 días”.

5. P ro c ed im ien to ejec utivo en la leg isla c ió n la bo ra l

El legislador procesal laboral ha establecido dos tipos de eje­


cución. La ejecución de sentencias ejecutoriada y la ejecución de
otros títulos ejecutivos laborales.

5.1. Ejecución de sentencias ejecutoriadas

Este procedimiento se encuentra reglamentado en los artícu­


los 465 a 472 del nuevo Libro V del C T y a falta de norma expre­
sa, le serán aplicables las disposiciones del Título X IX del Libro I

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 1 3


•FERNANDO ORELLANA TORRES-

del Código de Procedimiento Civil, siempre que dicha aplicación


no vulnere los principios que informan el procedimiento laboral
De acuerdo al artículo 462 del C T una vez firm e la sentencia,
lo que debe certificar de oficio el tribunal, y siempre que no se
acredite su cumplimiento dentro del término de 5 días, se dará
inicio a su ejecución de oficio por el tribunal. D e esta norma que­
da demostrado que en este proceso no hay demanda ejecutiva,
pues el juez de oficio actúa sólo una vez que este ejecutoriada la
sentencia y hayan transcurrido 5 días para su cumplimiento volun­
tario; sin perjuicio de alguna solicitud por escrito del ejecutante.
Además la ejecución no tiene un inicio inmediato sino antes
de aquella deba acreditarse que el condenado no ha dado cumpli­
miento voluntario al pago de lo condenado. Esta acreditación, en
virtud del principio de buena fe que rige en el proceso, deber ser
efectuada por el que ha obtenido dicho pago sin perjuicio de la
acreditación que pueda efectuar el condenado. Para evitar proble­
mas debe el futuro ejecutante al vencimiento del 5o día presentar
un escrito al tribunal señalando que el condenado pagó o no pagó
la suma adeudada.
Una vez ejecutoriada la sentencia y transcurrido el plazo seña­
lado de 5 días, el tribunal ordenará el cumplimiento del fallo y lo
remitirá, junto a sus antecedentes, dentro de 5o día al Juzgado de
Cobranza Laboral y Previsional, cuando ello fuere procedente, a fin
de que éste continúe con la ejecución. ¿Qué ocurre si el juez no
ordena el cumplimiento del fallo y la parte beneficiada con el fallo
no solicita su ejecución? ¿Cuál es el plazo para poder dar inicio a
este proceso de ejecución? ¿Rige el plazo de 1 año, contemplado
por el CPC, para demandar ejecutivamente tratándose del cumpli­
miento de sentencias? Esta pregunta no debiera formularse de acuer­
do al texto escrito legal, sin embargo debemos formularla, por que
la práctica nos lleva a pensar que por una razón u otra a veces los
procesos no tienen la agilidad que ha querido el legislador, ya sea

2 1 4 UBROTECNIAm
— CAPÍTULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA OEl CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

por sobrecarga de trabajo del tribunal o por negligencia de los man­


datarios de las partes. De acuerdo al artículo 465 del C T se aplicará
supletoriamente a este proceso las normas del Título X IX del Libro
I del C P C siempre que dicha aplicación no vulnere los principios
de informan el proceso laboral. De lo señalado a falta de norma
expresa este proceso que estamos estudiando, sólo puede utilizarse
cuando se solicite o se proceda a su ejecución dentro del plazo de 1
año. Si ha transcurrido el plazo de 1 año deberá solicitarse su ejecu­
ción por las reglas del proceso ejecutivo por obligación de dar ante
el tribunal que sea competente según las reglas generales.
Recibidos los antecedentes por el Juzgado de Cobranza Labo­
ral y Previsional, o certificado por el tribunal que dictó la sentencia
que ésta se encuentra ejecutoriada, según sea el caso, se debe remitir
sin más trámite a la unidad de liquidación o al funcionario encarga­
do para que se proceda a la liquidación del crédito, ya sea determi­
nando los montos que reflejen los rubros a que se ha condenado u
obligado el ejecutado y, en su caso, se actualicen los mismos, apli­
cando los reajustes e intereses legales (artículo 466 del CT)- D e la
norma citada podemos señalar que la ejecución que regula el C T es
una ejecución dineraria, es decir se pretende obtener del condenado
el pago en dinero y no otro tipo de pago.
La liquidación debe practicarse dentro de 3o día y será notifi­
cada por carta certificada a las partes, junto con el requerimiento al
ejecutado para que pague dentro de los 5 días siguientes. En caso
que la ejecución haya quedado a cargo de un tercero, la notificación
deberá practicarse a éste en forma personal. Notificada la liquida­
ción, las partes tendrán el plazo de 5 días para objetarla, sólo si de
ella apareciere que hay errores de cálculo numérico, alteración en
las bases de cálculo o elementos o incorrecta aplicación de los índi­
ces de reajustabilidad o de intereses emanados de los órganos
competentes. El tribunal resolverá de plano la objeción planteada,

TOMO OI: PROCESOS DE EJECUCION 2 1 5


FERNANDO ORELLANA TORRES

pudiendo oír a la contraria si estima que los antecedentes agregados


a la causa no son suficientes para emitir pronunciamiento.

a) M edida cautelar espec ia l . U na vez iniciada la ejecución,


el tribunal, de oficio o a petición de parte, puede ordenar a la
Tesorería General de la República que retenga de las sumas que
por concepto de devolución de impuestos a la renta corresponda
restituir al ejecutado, el monto objeto de la ejecución, con sus
reajustes, intereses y multas.

b) O posición a la e je c u c ió n . La parte ejecutada sólo podrá


oponer, dentro del plazo de 5 días, acompañando antecedentes es­
critos de debida consistencia, alguna de las siguientes excepciones:
pago de la deuda, remisión, novación y transacción. D e la oposición
se da un traslado por 3 días a la contraria y con o sin su contestación
se resolverá sin más trámites, siendo la sentencia apelable en el solo
efecto devolutivo. N o señala el legislador desde cuando se cuenta el
plazo de 5 días para oponerse a la oposición. El legislador en el
artículo 470 no ha sido muy claro al respecto. Señala que la parte
ejecutada podrá oponer excepciones “dentro del mismo plazo a que
se refiere” el artículo 469. Esta frase puede interpretarse desde dos
puntos de vistas: primero que el plazo para oponer las excepciones
es el mismo plazo de 5 días que tuvieron las partes para objetar la
liquidación. La segunda interpretación es que el plazo a que se re­
fiere es el de 5 días del artículo 469 pero sin señalar que sea el mis­
mo momento procesal para impugnar la liquidación y para oponer
las excepciones. Si ha habido oposición el plazo de 5 días se conta­
ría desde que el tribunal resolvió la objeción. Si no ha habido opo­
sición a la liquidación el plazo de 5 días se debe contar desde que
venció el plazo para oponerse a la liquidación. Es verdad que esto
lleva en el fondo a un plazo de 10 días para oponer excepciones
pero debido a lo poco claro del legislador no queda otra forma de

UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

interpretar la norma del artículo 470. Y esto es más injusto si se


considera que el condenado ya tuvo 5 días antes del inicio del pro­
ceso de ejecución para pagar. Creo que debe modificarse pronta­
mente esta norma a menos que las Cortes de Apelaciones den una
interpretación que asegure la celeridad del proceso de ejecución

c) EMBARGOS. Si no se ba pagado dentro del plazo de 5 días


que señala el C T en su artículo 468 párrafo final, el ministro de fe
designado por el tribunal procederá a trabar embargo sobre bie­
nes muebles o inmuebles suficientes para el cumplimiento ínte­
gro de la ejecución y sus costas, tasando prudencialmente los mis­
mos, consignándolo así en el acta de la diligencia, todo ello sin
que sea necesaria orden previa del tribunal.

d) R ea liza ció n d e los bien es . Si no ha habido oposición


oportuna o existiendo ha sido desechada, se ordena sin más trá­
mite hacer debido pago al ejecutante con los fondos retenidos,
embargados o cautelados. En su caso, los bienes embargados se­
rán rematados por cifras no menores al 75 por ciento de la tasa­
ción en primera subasta; en la segunda el mínimo será del cin­
cuenta por ciento del valor de la tasación, y en la tercera no habrá
mínimo. El ejecutante podrá participar en el remate y adjudicarse
los bienes con cargo al monto de su crédito.
Los trámites y diligencias del procedimiento de apremio, son
fijados por el tribunal consecuentemente con los principios propios
de la judicatura laboral y tienen como referencia las reglas de la
ejecución civil, en lo que sean conciliables con dichos principios.

e) R e c u r s o s p r o c e sa l e s . Las resoluciones que se dicten en


este procedimiento son inapelables, salvo lo dispuesto en el art.
470 del C T respecto a la sentencia que se pronuncia sobre las
excepciones opuestas por el ejecutado.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 1 7


F E R N A N D O O R ELLAN A TORRES'

f) P a c t o s ENTRE las p a r t e s . En el caso que las partes pacten


una forma de pago del crédito perseguido en la causa, este pacto
deberá ser ratificado ante el juez de la causa, y la o las cuotas que se
acuerden deberán consignar los reajustes e intereses del período. El
no pago de una o más cuotas hará inmediatamente exigible el total
de la deuda, facultándose al acreedor para que concurra ante el mis­
mo tribunal, y dentro del plazo de 60 días contado desde el incum­
plimiento, para que se ordene y cumpla el pago, pudiendo el juez
incrementar el saldo de la deuda hasta en un 150%. El pacto así
ratificado, tiene mérito ejecutivo para todos los efectos legales.

5.2. Ejecución de otros títulos ejecutivos laborales

Este procedimiento se encuentra reglamentado en los artícu­


los 473, 4 6 7 ,4 6 8 ,4 6 9 470 párrafo primero y 471 párrafos segun­
do y tercero y a falta de norma expresa, le serán aplicables las
disposiciones de los Títulos I y II del Libro Tercero del Código
de Procedimiento Civil, siempre que dicha aplicación no vulnere
los principios que informan el procedimiento laboral
Es un procedimiento de ejecución especial de aplicación ge­
neral en materia laboral, con el cual se persigue el cumplimiento,
por medio de la pretensión ejecutiva, de una obligación de dar o
entregar, de carácter indubitado, contenida en un título ejecutivo
que no sea sentencia ejecutoriada, mediante embargos de bienes y
su posterior remate.
Para que estemos frente a este tipo de procedimiento es ne­
cesario que se cumplan los siguientes presupuestos:
• Que el titular de la acción tenga una demanda ejecutiva
• Que la obligación conste de un título ejecutivo laboral.
• Que la obligación sea líquida.
• Que la obligación sea actualmente exigible.
• Que la acción ejecutiva no esté prescrita.

218 UBROIECNIA®
-CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

a) Los t ít u l o s e je c u t iv o s . En general título ejecutivo, es


aquel documento, instrumento o resolución judicial que da cuen­
ta de una deuda determinada y de carácter indubitada, al cual la
ley le da suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado
de la obligación en él contenida mediante un procedimiento de
carácter ejecutivo o de apremio. La ley laboral, en su artículo 464,
confiere mérito ejecutivo a determinados títulos o documentos.
Los títulos ejecutivos están enumerados taxativamente. Esta nu­
meración es taxativamente genérica, en virtud el artículo 464 N °
6 que permite la existencia de otros títulos ejecutivos, como por
ejemplo los establecidos en leyes laborales o de seguridad social.
Por lo tanto, se puede concluir que sólo una ley puede crear títu­
los ejecutivos; ni los particulares, mediante la autonomía de la
voluntad, ni el j uez, mediante una resolución judicial, pueden,
por tanto, crear títulos ejecutivos.
Los títulos ejecutivos contemplados en el C T son los siguien­
tes: 1) Las sentencias ejecutoriadas; 2) La transacción, conciliación
y avenimiento que cumplan con las formalidades establecidas en la
ley; 3) Los finiquitos suscritos por el trabajador y el empleador y
autorizados por el Inspector del Trabajo o por funcionarios a los
cuales la ley faculta para actuar como ministros de fe en el ámbito
laboral; 4) Las actas firmadas por las partes, y autorizadas por los
Inspectores del Trabajo y que den constancia de acuerdos produci­
dos ante éstos o que contengan el reconocimiento de una obliga­
ción laboral o de cotizaciones de seguridad social, o sus copias cer­
tificadas por la respectiva Inspección del Trabajo; 5) Los originales
de los instrumentos colectivos del trabajo, respecto de aquellas cláu­
sulas que contengan obligaciones líquidas y actualmente exigibles,
y las copias auténticas de los mismos autorizadas por la Inspección
del Trabajo, y 6) Cualquier otro título a que las leyes laborales o de
seguridad social otorguen fuerza ejecutiva. Un ejemplo lo encon­
tramos en el artículo 169 del C T que permite demandar ejecutiva-

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 219


FERNANDO ORELLANA TORRES

mente siendo título ejecutivo la carta de aviso a que alude el artículo


162 párrafo cuarto del C T . Si no se pagan las indemnizaciones a
que alude el artículo 169 el trabajador puede demandar ejecutiva­
mente ante el tribunal correspondiente, pudiendo el juez en este
caso incrementar la indemnización hasta en un 150%.
De la lectura del artículo 464 del C T podemos concluir que
estos títulos ejecutivos son perfectos y se bastan a si mismos para
iniciar la ejecución, tienen plena eficacia desde su otorgamiento.
Autorizan por sí solos el procedimiento ejecutivo. N o existen en
materia laboral títulos ejecutivos imperfectos.

b) T ram itació n d e l pr o c ed im ien to . La tramitación de los


títulos ejecutivos laborales se desarrollará de oficio y p o r escrito por
el tribunal, dictándose al efecto las resoluciones y ordenándose las
diligencias que sean necesarias para ello (artículo 463 C T ).

c) O p o sic ió n a la e je c u c ió n : el ejecu ta d o o p o n e excepcio ­


n es.En primer lugar hay que señalar que en esta materia no existe
la contestación a la demanda ejecutiva. Notificado y requerido de
pago el ejecutado, nace para éste el derecho de defenderse, de opo­
ner excepciones, dilatorias y perentorias, a la demanda ejecutiva.
c. 1) E l plazo para oponer excepciones: Este plazo comienza a
correr desde el “día del requerimiento de pago”. Dicho término
es individual para cada ejecutado. El plazo que contempla el
art. 470 del C T es de 5 días.
c.2) Las excepciones del artículo 470 del CT. En conformidad
al inciso primero del artículo 470 la oposición del ejecutado SO LO
será admisible, cuando se funde en alguna de las excepciones si­
guientes: pago de la deuda, remisión, novación y transacción.
Sin embargo nada obsta que el deudor pueda oponer otras excep­
ciones según lo contemplado en el artículo 464 del C P C plena­
mente aplicable al proceso laboral de ejecución

2 2 0 UBROTECNIA®
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

d) T ram itación d el c u a d er n o d e aprem io . El artículo 471


del C T establece una máxima que no podemos olvidar: Los trá­
mites y diligencias del procedimiento de apremio serán fijados
por el tribunal consecuentemente con los principios propios de
la judicatura laboral y teniendo como referencia las reglas de la
ejecución civil, en lo que sean conciliables con dichos princi­
pios. Esta norma constituye un caso más de oficialidad que la ley
otorga al juez laboral. Pero siempre debe el juez regirse por los
principios propios de la jurisdicción laboral y debe tener como
referencia las reglas de la ejecución civil. Por eso estimamos im­
portante consignar en este texto las reglas que, para el proceso de
ejecución, el C P C regula en materia de apremio.
El artículo 472 establece una segunda máxima que no pode­
mos, tampoco olvidar: Las resoluciones que se dicten en los pro­
cedimientos de ejecución serán inapelables, salvo lo dispuesto en
el artículo 470 del C T (es decir salvo el caso de la sentencia que se
pronuncia en el trámite de la oposición de excepciones).
Todo lo referente a la realización de bienes debe sujetarse a
las normas del CPC.

6. El p r o c e s o de co branza p r e v is io n a l

de la Ley N° 17.322.

El procedimiento regulado en la Ley N ° 17.322 (que fue modi­


ficada por la Ley N ° 20.023, de 31 de mayo del año 2005), se aplica
en las cobranza de: Cotizaciones Previsionales (AFP; INP), Cotiza­
ciones de Salud (Isapre; Fonasa), Cotización de Seguro de Cesantía
(AFC), Cotización Ley N ° 16.744, sobre accidentes del trabajo (Mu­
tuales de Seguridad), Crédito Social (Cajas de Compensación).
El Tribunal Competente es el Juzgado de Cobranza Laboraly
Previsional del domicilio del demandado o del lugar donde se pres-

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 22 1


•FERNANDO ORELLANA TORRES

tenosehayan prestado los servicios. En aquellos lugares donde


noexistaun tribunal especializado de cobranza, serán competen­
teslosJuzgados de Letras del Trabajo, y en su defecto serán com-
petenteslosJuzgados de Letras con Competencia en lo Civil.

6.1. Novedades de la Ley N ° 20.023.

a) Requisitos de las resoluciones de las instituciones de


seguridad SOCIAL. Individualización de los trabajadores; obra o
faena; períodos demandados; monto de las remuneraciones por
las cuales se estuviere adeudando cotizaciones.

b) Reclamo DEL TRABAJADOR. Si bien la titularidad de la ac­


cióncorresponde a la respectiva entidad previsional, se establece
queel trabajador, sindicato o asociación gremial, puede reclamar
el ejercicio de las acciones de cobro de cotizaciones por parte de
las instituciones respectivas. Él Reclamo del Trabajador no re­
quiere de patrocinio de abogado.
Deduddo el reclamo el juez ordena la notificación a la insti­
tución de seguridad social, la que debe constituirse como parte y
continuar las acciones ejecutivas, dentro delplazo de 3 0 días, bajo
aperdbimiento de ser declarado negligente en el cobro.

c) Declaración de negligencia de la institución de se­


guridadsocial, cuando:
c.1) No entabla la demanda dentro del plazo de prescrip­
ción, esto es 5 años desde el término de los servicios (cotizaciones
declaradas y no pagadas).
c.2) Cuando no ejerce las acciones de cobro frente al recla­
mo interpuesto por el trabajador;
c.3) Cuando no solicita la medida cautelar de retención de

222 UBstmm
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS 0ECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

la devolución de impuestos, y de ello se genera un perjuicio para


el trabajador;
c.4) Cuando no interpone los recursos legales y de ello se
genera un perjuicio para el trabajador
La negligencia debe ser declarada por resolución fundada, or­
denando que la institución de seguridad social entere en el fondo
respectivo, el monto total de la deuda, con reajustes e intereses, sin
perjuicio de su facultad de repetir en contra del empleador.

d) S o n t ít u l o s EJECUTIVOS: 1) Las actas, firmadas por las


partes y autorizadas ante la Inspección del Trabajo, que den cons­
tancia de acuerdos que contengan el reconocimiento de obliga­
ciones de seguridad social; 2) La sentencia firme que ordene el
pago de cotizaciones de seguridad social; 3) Las liquidaciones de
remuneraciones en que conste la retención de las cotizaciones y
certificado de la entidad previsional donde conste su no pago opor­
tuno; 4) Cualquier otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva.

e) El tribunal PROCEDE DE OFICIO en todas las actuaciones


del proceso.

f) N o PROCEDE EL ABANDONO DEL PROCEDIMIENTO.

g) M e d id a cau telar . A solicitud de parte, el tribunal ordena a


la Tesorería General de la República que retenga de la devolución de
impuestos a la renta que corresponda al empleador, los montos que
se encontraren impagos de acuerdo a lo que señale el título ejecutivo.

h) Se p erm ite la litig a c ió n el ec t r ó n ic a .

i) Respecto a la tra m ita ció n d e l pro ceso respectivo este se


iniciará por medio de una demanda ejecutiva, cuyo titular es la

TOMOIIt PROCESOS DE EJECUCION 223


FERNANDO ORELLANA TORRES-

Institución de Seguridad Social. Si la demanda cumple con todos


los requisitos despachará el mandamiento de ejecución y embar­
go, sin perjuicio de solicitar como medida cautelar especial la re­
tención de los montos por parte de tesorería. Notificado y reque­
rido de pago el ejecutado, éste tiene un plazo de 5 días para pagar
o para oponerse a la ejecución. Puede oponer las excepciones de
pago y concesión de esperas sólo serán declaradas admisibles cuando se
funden en un principio de prueba por escrito. Opuesta las excepcio­
nes se dará traslado al ejecutante por un plazo de 4 días para que
responda, siguiéndose el procedimiento de conformidad a las
normas del CPC. Si no paga el ejecutado, puede solicitarse orden
de arresto. Esta solicitud de arresto, hasta 15 días, previa certifica­
ción de que no ha pagado dentro del plazo señalado.

7. P ren d a sin d espla za m ien to

LaLeyN 0 20.190, en su artículo \A, dicta normas sobrepren­


da sin desplazamiento y crea el registro deprenda sin desplazamiento.
Por su parte en el contenido de esta ley, artículo 42, el legislador
deroga las prendas especiales sin desplazamiento contenidas en las
Leyes N os 4.097,4.702, 5.687 y 18.112.
Por lo tanto, el legislador ha hecho realidad una cuestión
que se discutía desde el año 1982: regular en UNA sola ley las
prendas sin desplazamiento.
En el Título VI de la ley citada se regula la realización de la
prenda. Para el cobro judicial de la obligación caucionada con
prenda, ésta deberá ser realizada de acuerdo con las reglas conte­
nidas en el Libro III, título I, del C P C , con las modificaciones
que señala esta ley especial.

2 24 UBROTECNIAa
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

7.1, Título ejecutivo

Estamos frente a un título ejecutivo perfecto, que puede ser


la escritura pública o el instrumento privado protocolizado en el
que conste el contrato de prenda. Para que el contrato de prenda
sea considerado el título ejecutivo para demandar debe contener
la obligación caucionada. Y si esto no ocurre debe acompañarse
con la demanda un título ejecutivo (pagaré, letra de cambio, che­
que), que a nuestro juicio debe ser también perfecto; sino necesa­
riamente tendría que recurrirse a una gestión preparatoria.

7.2. Notificación y requerim iento

La notificación de la demanda ejecutiva y el requerimiento


de pago se hace de acuerdo con la norma del artículo 553 del
CPC. Es decir, deben aplicarse las normas contenidas en el Libro
I, Título VI, pero en el caso del artículo 44 se hará la notificación
en la forma indicada en el inciso 2 ° de dicho artículo, aunque el
ejecutado no se encuentre en el lugar deljuicio.

73. Realización inm ediata

La ley sobre prenda sin desplazamiento establece una norma


excepcional en materia ejecutiva. Permite que el ejecutante, una
vez notificado el ejecutado (deudor prendario y el constituyente
de la prenda si éste fuere distinto) solicite al tribunal la inmediatá
realización de la prenda, aunque se hubieren opuesto excepcio­
nes. La oposición de excepciones no paraliza el juicio ejecutivo
prendario. Esta petición del ejecutante se debe resolver con cita­
ción del deudor prendario y del constituyente. Además el juez
puede exigir caución previa para las resultas del juicio.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 2 5


F E R N A N D O O R E L LA N A TORRES'

74. Excepciones

El ejecutado puede oponer las mismas excepciones del art. 464


del CPC. No obstante lo anterior, el legislador especial no permi­
te que el ejecutado pueda oponer las excepciones de los números
2a (falta de capacidad), 4a (ineptitud del libelo), 8a (exceso de
avalúo) y 15a (la pérdida de la cosa debida) del artículo 464.
No entiendo porqué el legislador ha rechazado la posibilidad
de oponer las excepciones contenidas en los números 2a y 4a. Es­
tas excepciones no son meramente formales; son excepciones que
tienen como fundamento el debido proceso legal. Si el ejecutante
nocumple con las normas mínimas procesales (demandar no sien­
do capaz, por ejemplo o bien ejerce su acción sin cumplir con las
normas mínimas que exige el legislador para formular una de­
manda del artículo 254 del CPC), debe permitirse la posibilidad
de oponerse a esa demanda.
Esta norma que no permite oponer las excepciones conteni­
das en los números 2 y 4 es a nuestro parecer inconstitucional, por
ser contrario al debido proceso legal que regula el artículo 19 N ° 3
de la Carta Fundamental.

7.5. Fuero

No se considera el fuero de los litigantes en este juicio ejecu­


tivo especial.

7.6. Declaración de quiebra

No se suspende su tramitación por la declaración de quiebra


salvo en los casos, que ya analizamos, más arriba, de los artículos
125 y 126 del libro IV del Código de Comercio.

226 immatite
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

7.7. Existencia de varios acreedores prendarios

Si existieran varios acreedores prendarios sobre un mismo


bien, en la etapa de realización del bien (cuaderno de apremio)
deben ser notificados estos acreedores para que sus créditos (de­
vengados o no devengados) sean cubiertos sobre el precio del re­
mate en el orden que corresponda.

78. Acción de desposeim iento

La existencia de un “tercero poseedor” sobre la prenda se


sujeta a las normas del título XVIII del libro III del C P C , en lo
que no sea contrario a la prenda o al contrato de prenda.

7.9. Otras norm as especiales

Los artículos 31 (prenda sobre créditos), 32 (prenda sobre


créditos con flujos periódicos), 33 (derechos de concesión) y 34
(venta de animales) establecen reglas especiales en materia de rea­
lización de prendas.

8 . P r o c ed im ien t o ejec u tiv o po r in c o n c u r r en c ia


en el C ó d ig o d e M in er ía

D e conformidad al artículo 195 los socios, de una sociedad


minera, contribuyen al pago de los gastos necesarios tanto para la
conservación y exploración de la concesión de exploración y de la
pertenencia, como para la explotación de esta última, en propor­
ción a las acciones que tengan en la sociedad.

TOMOIII: PROCESOSDE EJECUCION 227


FERNANDO ORELLANA TORRES

Las cuotas deben pagarse, si no se ha señalado plazo para


ello, dentro de los treinta días siguientes a la fecha de 1a- segunda
publicación del acuerdo respectivo.
Caerá en inconcurrencia el socio que, en el plazo correspon­
diente, no pague la cuota acordada. Producida la inconcurrencia, el
administrador de la sociedad dispondrá de los minerales, pastas o
dineros del socio inconcurrente que estén aún en poder de la socie­
dad, hasta la cantidad necesaria para cubrir la cuota que adeude.
Si no existen estos bienes o si el producto de éstos no ha sido
suficiente para el pago de la cuota adeudada, el administrador
debe perseguir su pago en las acciones que correspondan a l socio in­
concurrente. Este derecho podrá también ser ejercido por cual­
quier socio concurrente, en representación de la sociedad.
Para hacer efectivo la acción mencionada, se demanda en
juicio ejecutivo al socio inconcurrente, quien adquiere la calidad
de parte ejecutada.
Sirve de suficiente título perfecto la copia autorizada del acta o
de la escritura pública de la jun ta en que se acordó el cobro de la cuota.
El ejecutado sólo puede oponer las siguientes excepciones:
I o. La incompetencia del tribunal;
2o. La falta de capacidad del demandante o de personería
del que comparece en su nombre;
3o. La litis pendencia;
4o. El no haberse acordado con arreglo a los artículos 182,
183 y 184 el cobro de la cuota exigida, siempre que estén pen­
dientes el plazo para reclamar o el juicio respectivo;
5°. El hecho de que el acuerdo o la cuota no se conforman
con las exigencias de los incisos primero y segundo del artículo
195, siempre que estén pendientes el plazo para reclamar o el jui­
cio respectivo;
6o. El hecho de cobrársele una suma mayor de la que corres­
ponde a sus acciones;

2 2 8 UBROTECNIAs,
CAPITULO XVI: PR O C ED IM IEN TO S EJECU TIVO S FUERA D EL CO DIGO DE PRO CED IM IEN TO C IVIL—

7 °. El pago de la deuda;
8o. El hecho de existir un convenio o un acuerdo legalmen­
te tomado, que exime al demandado de la obligación de concurrir
con la cuota que se le exige;
9o. La cosa juzgada, y
10°. La existencia en poder de la sociedad de minerales, pas­
tas o dineros, que pertenecen al demandado.
Ejecutoriada la sentencia que ordena seguir adelante la ejecu­
ción, u omitida la sentencia por no haberse opuesto excepciones, se
vende en pública subasta la acción o acciones del socio ejecutado,
fijándose como mínimo lo que adeuda. El sobrante, si lo hay, se le
entregará a él, deducidos los gastos del remate y costas del proceso.
El ejecutado puede suspender el remate, pagando en cual­
quier momento lo adeudado y los gastos y costas devengados.
Si no hay postores, la acción o acciones del ejecutado acre­
cen a los demás socios en proporción al número de acciones de
cada uno, quienes quedan obligados a pagar la cuota del inconcu­
rren te, en la misma proporción.

9. C o b r o ejecutivo d e o b lig a c io n es tributarias


d e d in er o C ó d ig o T ributa rio

El código tributario en su artículos 168 y siguientes ha regu­


lado \m juicio ejecutivo especial por el cual se pretende obtener la
cobranza judicial de obligaciones tributarias de dinero. En este
juicio especial, podemos distinguir dos grandes etapas: una ante
el tesorero comunal y otra ante la justicia ordinaria.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 2 9


•FERNANDO «U A N A TORRES-

9.1. Intervención del tesorero comunal

Estas obligaciones tributarias deben ser cobradas por el Ser­


vicio de Tesorerías, no a través de la justicia ordinaria, sino a tra­
vés del tesorero comunal respectivo, quien actúa en su calidad de
ju ez sustanciador.
En estos juicios, la competencia no se altera por el fuero de
que pueda gozar el ejecutado.
En todos los asuntos de carácter judicial que se produzcan o
deriven del cobro, pago o extinción de obligaciones tributarias y
créditos fiscales, asume la representación y patrocinio del Fisco, el
Abogado Provincial que corresponda; no obstante el Fiscal de la
Tesorería General puede asumir la representación del Fisco en cual­
quier momento, sin perjuicio de las atribuciones que sobre estas
materias le competan a otros organismos del Estado (artículo 186).
Título ejecutivo en esta materia lo constituyen las listas o
nóminas de los deudores que se encuentren en mora. Estas nóminas
deben contener, bajo la firma del Tesorero Comunal, la indivi­
dualización completa del deudor, su domicilio, la especificación
del período y la cantidad adeudada por concepto de impuesto o
de sanciones y el tipo de tributo.
Por expresa disposición del artículo 169 el Tesorero Com u­
nal puede excluir, mediante resolución fundada, del procedimiento
ejecutivo aquellas obligaciones tributarias que por su escaso mon­
to no resulte conveniente ejecutar.
El mandamiento de ejecución y embargo es la resolución da
inicio al proceso tributario ejecutivo. Dice el legislador “que hará
cabeza del proceso”. Esta resolución o providencia se estampará
en la propia nómina de deudores morosos y se puede dirigir en
contra de todos los deudores a la vez.
En contra de esta providencia no proceden recursos en su
contra.

230 librotecnia ®
— CAPITULO XVI: PRO C ED IM IEN TO S EJECU TIVO S FU ERA D EL CO D IGO D E PRO C ED IM IEN TO C IV IL—

La notificación y el requerimiento se hacen personalmente, por


medio de un recaudador fiscal, quien actúa como ministro de fe.
El artículo 171 permite notificar en las áreas urbanas me­
diante carta certificada. La carta certificada puede ser entregada
por el funcionario de Correos que corresponda, en el domicilio
del notificado, a cualquiera persona adulta que se encuentre en él,
debiendo ésta firmar el recibo respectivo. Si existe domicilio pos­
tal, la carta certificada deberá ser remitida a la casilla o apartado
postal o a la oficina de correos que el contribuyente haya fijado
como tal. En este caso, el funcionario de correos deberá entregar
la carta al interesado o a la persona a la cual éste haya conferido
poder para retirar su correspondencia, debiendo estas personas
firmar el recibo correspondiente. Si el funcionario de correos no
encontrare en el domicilio al notificado o a otra persona adulta o
éstos se negaren a recibir la carta certificada o a firmar el recibo, o
no retiraren la remitida en la forma señalada dentro del plazo de
15 días, contados desde su envío, se deja constancia de este hecho
en la carta, bajo la firma del funcionario y la del Jefe de la Oficina
de Correos que corresponda y se devolverá al Servicio, aumentán­
dose o renovándose por este hecho los plazos del artículo 200 en
tres meses, contados desde la recepción de la carta devuelta. En las
notificaciones por carta certificada, los plazos empezarán a correr
tres días después de su envío (artículo 11 del Código Tributario).
Para los efectos de las notificaciones, se tiene como domicilio el
que indique el contribuyente en su declaración de iniciación de
actividades o el que indique el interesado en su presentación o
actuación de que se trate, o el que conste en la última declaración
de impuesto respectiva (artículo 13).
Tratándose de la notificación personal, si el ejecutado no
fuere habido, circunstancia que se acredita con la certificación del
funcionario recaudador, se le notifica por cédula en los términos
prevenidos en el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil;

TOM O III: PROCESOS D E EJECUCION 2 3


•FERNANDO ORELLANA TORRES-

en este caso, no es necesario cumplir con los requisitos señalados


en el inciso primero de dicho artículo, ni se necesita nueva provi­
dencia del Tesorero respectivo para la entrega de las copias que en
él se dispone. Tratándose de otros tributos, puede hacerse en el
domicilio o residencia indicado por el contribuyente en su última
declaración que corresponda al impuesto que se le cobra.
Practicado el requerimiento, sin que se obtenga el pago, el
recaudador fiscal, personalmente, procede a la traba del embargo;
pero, tratándose de bienes raíces, el embargo no produce efecto
respecto de terceros, sino una vez que se haya inscrito en el Con­
servador de Bienes Raíces correspondiente (artículo 171). T ra­
tándose de bienes corporales muebles, los recaudadores fiscales,
en caso de no pago por el deudor en el acto de requerimiento
practicado de conformidad al artículo 171, pueden proceder de
inmediato a la traba del embargo, con el sólo mérito del manda­
miento y del requerimiento practicado, dejando constancia en el
expediente de todas estas diligencias.
Practicado el embargo, el recaudador fiscal confeccionará una
relación circunstanciada de los bienes embargados bajo su firma y
sello, la que además será firmada por el ejecutado o persona adul­
ta de su domicilio y en caso de no querer firmar, dejará constancia
de este hecho. En todo casó, una copia de la relación de los bienes
embargados debe ser entregada al ejecutado o persona adulta que
haya presenciado la diligencia. En todos los casos en que el em­
bargo se haya efectuado en ausencia del ejecutado o de la persona
adulta que lo represente, el recaudador fiscal remitirá la copia de
la relación por carta certificada dirigida al ejecutado, de lo que
dejará constancia en el expediente. Verificado el embargo, el T e­
sorero Comunal puede ordenar ampliación del mismo, siempre
que haya justo motivo para temer que los bienes embargados no
basten para cubrir las deudas de impuestos morosos, reajustes,
intereses, sanciones y multas.

232 UBROTECNIA»
— CAPITULO XVI: PRO CED IM IEN TO S EJEC U TIVO S FU ERA D EL CO DIGO D E PRO C ED IM IEN TO CIVIL—

El ejecutado se puede oponer a la ejecución ante la Tesorería


Comunal respectiva, dentro del plazo de diez días hábiles conta­
dos desde la fecha del requerimiento de pago practicado.
La oposición del ejecutado (artículo 177 del Código Tribu­
tario) sólo es admisible cuando se funde en alguna de las siguien­
tes excepciones:
I o. Pago de la deuda.
2o. Prescripción.
3o. N o empecer el título al ejecutado. En virtud de esta últi­
ma excepción no puede discutirse la existencia de la obligación
tributaria y para que sea sometida a tramitación deberá fundarse
en algún antecedente escrito y aparecer revestida de fundamento
plausible. Si no concurrieren estos requisitos el Tribunal la des­
echará de plano.
Respecto a las demás excepciones del artículo 4 6 4 ° del C ó­
digo de Procedimiento Civil, el código tributario, entiende siem­
pre reservadas al ejecutado para el juicio ordinario correspondien­
te, sin necesidad de petición ni declaración expresa. La semejanza
entre este artículo y el artículo 103 de la ley de bancos, es enorme.
Sin embargo se echa de menos en la ley bancaria una norma que
permita la reserva de excepciones en un juicio ordinario posterior.
Sin perjuicio de las excepciones enumeradas en este artículo
177, el ejecutado que fuere a su vez acreedor del Fisco puede soli­
citar administrativamente la compensación de las deudas respec­
tivas extinguiéndose las obligaciones hasta la concurrencia de la
de menor valor. Para solicitar esta compensación, es necesario que
se haya emitido la orden de pago correspondiente.
Recibido el escrito de oposición del ejecutado por la Tesorería
Comunal, el Tesorero examinará su contenido y sólo puede pro­
nunciarse sobre ella cuando fundándose en el pago de la deuda
proceda acogerla íntegramente, caso en el cual debe emitir una re­
solución en este sentido, ordenando levantar el embargo aplicado y
dejar sin efecto la ejecución. La resolución que dicte debe notificar­

TOMO Oh PROCESOS DE EJECUCION 233


■FERNANDO ORELLANA TORRES

se al ejecutado por cédula. El Tesorero Comunal puede asimismo


acoger las alegaciones o defensas que se fundamenten en errores o
vicios manifiestos de que adolezca el cobro. En ningún caso puede
pronunciarse el Tesorero sobre un escrito de oposición sino para
acogerlo; en los demás, las excepciones serán resueltas por el aboga­
do Provincial o la Justicia Ordinaria en subsidio.
El Tesorero Comunal deberá pronunciarse sobre la oposi­
ción o las alegaciones del ejecutado dentro del plazo de cinco días
al cabo de los cuales si no las ha acogido se entenderán reservadas
para el Abogado Provincial, a quien se le remitirán en cuaderno
separado conjuntamente con el principal, una vez concluidos los
trámites de competencia del Tesorero Comunal y vencidos todos
los plazos de que dispongan los contribuyentes contra quienes se
ha dirigido la ejecución. Sin embargo, el ejecutado puede solicitar
la remisión inmediata de los antecedentes al Abogado Provincial
cuando la mantención del embargo le causare perjuicios. En este
caso sólo se enviará el cuaderno separado, con compulsas de las
piezas del cuaderno principal que sean necesarias para la resolu­
ción de la oposición.
Son aplicables para la tramitación y fallo de las excepciones
opuestas por el ejecutado las disposiciones de los artículos 467,
468, 469, 470, 472, 473 y 474 del Código de Procedimiento
Civil, en lo que sean pertinentes (artículo 181)
Si transcurriera el plazo que el ejecutado tiene para oponerse
a la ejecución sin haberla deducido a tiempo o habiéndola dedu­
cido, ésta no fuere de la competencia del Tesorero Comunal, o
no la hubiere acogido, el expediente es remitido por éste al Abo­
gado Provincial con la certificación de no haberse deducido opo­
sición dentro del plazo, o con el respectivo escrito de oposición
incorporado en el expediente. El Abogado Provincial comprueba
que el expediente se encuentre completo y, en su caso, ordena
que se corrija por la Tesorería Comunal cualquiera deficiencia de

2 3 4 UBROTECNIAot
— C A P IT U L O X V I: P R O C E D I M I E N T O S EJECUTIVO S FU ERA DEL CO D IGO DE PRO CED IM IEN TO C IVIL—

que pudiere adolecer, y en especial debe pronunciarse mediante


resolución fundada acerca de las excepciones o alegaciones opues­
tas por el ejecutado, a quien se le notificará por cédula lo resuelto.
El Abogado Provincial debe evacuar los trámites señalados dentro
del plazo de cinco días contados desde la recepción de los antece­
dentes respectivos.

9.2. Intervención de la justicia ordinaria

Subsanadas las deficiencias en su caso y no habiéndose aco­


gido las excepciones opuestas por el ejecutado, el Abogado Pro­
vincial dentro del plazo de cinco días hábiles debe presentar el
expediente al ju ez de letras, del domicilio del demandado (se de­
termina al momento del requerimiento de pago) con un escrito
en el que se solicita del tribunal que se pronuncie sobre la oposi­
ción, exponiendo lo que juzgue oportuno en relación a ella. En el
caso de no existir oposición, solicita que, en mérito del proceso se
ordene el retiro de especies y demás medidas de realización que
correspondan. En el caso que la Tesorería Comunal o el Abogado
Provincial no cumplan con las actuaciones señaladas dentro del
plazo, el ejecutado tiene derecho para solicitar al ju ez de letra que
requiera el expediente para su conocimiento y fallo.
Falladas las excepciones, por el juez de letras, la resolución se
notifica a las panes por cédula, las que pueden interponer todos
los recursos que procedan de conformidad y dentro de los plazos
señalados en el Código de Procedimiento Civil.
El recurso de apelación que se interponga en contra de la reso­
lución que falle las excepciones opuestas suspende la ejecución. Sin
embargo de acuerdo al artículo 182 si el apelante fuere el ejecutado,
para que proceda la suspensión de la ejecución debe consignar a la
orden del Tribunal que concede la apelación dentro del plazo de

TOMO m PROCESOS DE EJECUCION 235


FERNANDO ORELLANA TORRES-

cinco días contados desde la fecha de notificación de la resolución


que concede el recurso, una suma equivalente a la cuarta parte de la
deuda, sin considerar los intereses y multas para estos efectos, salvo
que la ejecución sea por multas en cuyo caso deberá, para los efectos
señalados, consignar una suma equivalente a la cuarta parte de ellas.
Es competente para conocer en segunda instancia de estos
juicios, la Corte de Apelaciones a cuya jurisdicción pertenezca el
Juzgado de Letras.
En los casos en que se interponga el recurso de apelación y el
ejecutado no cumpla con la consignación señalada, continua la
ejecución.
Si no hubiere oposición del ejecutado, o habiéndola opuesto
se encontrare ejecutoriada la resolución que le niega lugar o en los
casos en que no deba suspenderse la ejecución el Juez ordena el
retiro de las especies embargadas y el remate, tratándose de bienes
corporales muebles y designa como depositario a un recaudador
fiscal con el carácter de definitivo, a menos que se le solicite que
recaiga en el d e u d o r o en otra persona. La subasta de los bienes
raíces debe ser decretada por el Juez de la causa, a solicitud del
respectivo Abogado Provincial, cualquiera que sean los embargos
o prohibiciones que les afecten, decretados por otros Juzgados,
teniendo como única tasación la que resulte de multiplicar por
1,3 veces el avalúo fiscal que esté vigente para los efectos de la
contribución de bienes raíces. Los avisos a que se refiere el artícu­
lo 489 del Código de Procedimiento Civil, se reducen en estos
juicios a dos publicaciones en un diario de los de mayor circula­
ción. En dichos avisos deben indicarse a lo menos los siguientes
antecedentes: nombre del dueño del inmueble, su ubicación, tipo
de impuesto y período, número del rol, si lo hubiere, y el Tribu­
nal que conoce del juicio.

2 3 6 UBROTECNIA »
— CAPITULO XVI: PRO CED IM IEN TO S EJECU TIVO S FUERA D EL CODIGO D E PRO CED IM IEN TO C IV IL—

9.3. Norm as especiales en m ateria de im puesto territorial

a) Además de los lugares indicados en el artículo 4 I o del


Código de Procedimiento Civil, la notificación puede hacerse, en
el caso del impuesto territorial, en la propiedad raíz de cuya contri­
bución se trate; sin perjuicio también de la facultad del Tesorero
Comunal para habilitar, con respecto de determinadas personas,
día, hora y lugar.
b) Tratándose del cobro del impuesto territorial, el predio se
entiende embargado por el solo ministerio de la ley desde el mo­
mento que se efectúe el requerimiento, y el embargo no surtirá
efecto respecto de terceros, sino una vez que se haya inscrito en el
Conservador de Bienes Raíces correspondiente.
c) La Ley N ° 18.227, publicada en el Diario Oficial el 15 de
julio de 1983, establece que tratándose del cobro del impuesto
territorial ya sea que lo efectúen el Servicio de Tesorerías o las
municipalidades autorizadas, acogidas a las normas de esta Ley, no
rige lo dispuesto en el inciso I o del artículo 180 del Código Tribu­
tario. Es decir no se presentan ante el juez de letras respectivo.
El artículo I o de la Ley N ° 18.227 expresa Facultase a las
M unicipalidades p ara que, p rev io decreto supremo que así lo dispon­
ga, efectúen la cobranza ad m in istra tiva y ju d icial de los impuestos de
la Ley N ° 17,235, y de los otros tributos, derechos, servicios, recargos,
tasas adicionales o anexos, sea qu e se cobren conjuntamente o no con
dichos impuestos, que se encuentren morosos, y correspondientes a in­
muebles situados dentro de la comuna respectiva. E l cobro se regirá
p o r el procedim iento establecido en el Titulo V del Libro Tercero
del Código Tributario, y lasfunciones y calidades que allí se otorgan
a los tesoreros, abogadosprovincialesy recaudadoresfiscales serán ejer­
cidas por los empleados municipales a quienes el alcalde asigne las
funciones de tesorería, asesoría ju ríd ica y defensajudicial, y recauda­
ción municipal, respectivamente.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 3 7


■FERNANDO ORELIANA TORRES-

Para los fines del inciso precedente, el Alcalde, mediante re­


solución que deberá ser publicada en el Diario Oficial, indicará
nominativamente las personas que ejerzan las funciones antes
mencionadas. En igual forma procederá cuando se produzca cual­
quier cambio en el ejercicio de éstas.
El Tesorero General de la República determinará la forma y
condiciones en que las municipalidades desarrollarán las labores
de cobranza señaladas; impartirá las normas e instrucciones nece­
sarias para llevarlas a cabo, y controlará y supervigilarásu adecua­
do cumplimiento, debiendo representar a los alcaldes las deficien­
cias e irregularidades que se detecten, a fin de que se adopten las
medidas y sanciones que procedan.

10. C o b r o ejecutivo de créditos SERVIU


( L ey N° 17.635)

Los Servicios de Vivienda y Urbanización pueden deman­


dar, en conformidad a las normas sobre cobro ejecutivo que esta­
blece la Ley N ° 17.635, el pago de los saldos de precio u otros
créditos que se les adeuden por alguno de los siguientes concep­
tos, sea en calidad de sucesores legales de las entidades del sector
vivienda, señaladas en el decreto ley N ° 1.305, de 1976, o como
titulares de créditos otorgados por sí mismos:
a) V en ta d e bienes raíces o m uebles de cu alquier naturaleza;
b) M u tu o s co n ced id os en cu m p lim ien to d e sus respectivas
finalidades, y
c) C ré d ito s ad qu irid o s p o r subro gación , cu an d o dich o s cré­
ditos h ubieren sid o co n ced id os p ara la co m p ra d e bienes raíces o
m uebles d e cu alq uier naturaleza o en form a d e m u tu o s destin a­
d o s al cu m p lim ien to de finalidades d e aquellas a q u e se refiere la
letra anterior.

UBROTECNIÁ®
— C A P IT U L O X V I: P R O C E D IM IE N T O S E J E C U T IV O S F U E R A D E L C O D I G O D E P R O C E D I M I E N T O CIVIL—

D e los procesos a que se refiere la presente ley conocen los


tribunales ordinarios de justicia, de acuerdo a las normas de com­
petencia contempladas en el Código Orgánico de Tribunales.
En estos juicios, los abogados y procuradores que sean funcio­
narios del servicio demandante, se entienden autorizados para litigar
a nombre de éste por el solo Lecho de apersonarse al juicio, bastando
que acrediten su calidad con un certificado del jefe del servicio ejecu­
tante o de quien haga las veces de ministro de fe en dicho servicio.
Los abogados que representen al servicio ejecutante tienen
siempre la facultad de absolver posiciones por éste, aun cuando se
exigiere la comparecencia personal del jefe del servicio.
En estos juicios no procede el abandono del procedimiento.

10.1. Tramitación: demanda, título ejecutivo


y resolución judicial

En lo no previsto por la Ley N ° 17.635, en la tramitación de


estos juicios, se aplican supletoriamente las normas pertinentes
del Libro I y del Libro III, Título I, del CPC.
El procedimiento ejecutivo se inicia por demanda del actor,
que debe contener las siguientes menciones:
a) La designación del tribunal ante el cual se entabla;
b) La individualización de las partes. El actor se debe indivi­
dualizar por el nombre del Servicio ejecutante y el de su represen­
tante, y el o los demandados por la sola referencia a los datos que
contenga la nómina a que nos referimos a continuación. El Servi­
cio demandante debe acompañar con su demanda la nómina en
que la funde, la que se considerará parte integrante de ella, y
c) Las peticiones concretas que se someten a la decisión del
tribunal.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 3 9


FE R N A N D O O R E LLA N A TO RRES'

De acuerdo al artículo 4o de esta ley, constituye suficiente


título ejecutivo las nóminas que formen y suscriban los directores de
los servicios de vivienda y urbanización, respecto de grupos de deu­
dores de determinados barrios o comunas, que contengan el lugar
y fecha de su expedición, los nombres, apellidos y domicilios de
los deudores morosos y la cantidad que se cobra a cada uno de
ellos. La nómina puede contener la designación de los bienes raí­
ces que garanticen el pago de los respectivos créditos.
Las cantidades se expresan en moneda de curso legal. Sin
embargo, en el caso de deudas que estuvieren sometidas a la re-
ajustabilidad, las cantidades se expresan en “cuotas de ahorro para
la vivienda”, “cuotas de ahorro de pago ordinario de dividendos”,
“ unidades reajustables”, “unidades de. fomento”, u otra unidad
económica de reajustabilidad estipulada en el acto o contrato res­
pectivo. Su equivalencia en moneda de curso legal se determina
por el tribunal a la fecha de la liquidación o pago de la respectiva
deuda u obligación, según sea el valor de la unidad económica de
reajustabilidad pactada, a la fecha indicada.
El Tribunal examina el título y, si éste reúne los requisitos
legales, ordena la ejecución en contra de los demandados, sin au­
diencia ni notificación de éstos, aun cuando alguno de ellos se
haya apersonado al juicio. SÍ en la nómina se omitiere cualquiera
de las menciones que señala el inciso I o del artículo 4 o respecto de
uno o más demandados, el tribunal despacha la ejecución en con­
tra de los demás.
La resolución que recae en la demanda ejecutiva sirve de sufi­
ciente mandamiento de ejecución y embargo (artículo 7o), y ella debe
contener la orden de que se requiera de pago a los deudores bajo
apercibimiento de entender embargados, por el solo ministerio
de la ley, los bienes de su dominio indicados en la nómina y, si
fuere necesario, se trabe embargo sobre otros bienes suficientes de
los deudores que no pagaren en el acto del requerimiento.

2 4 0 UBROTECNIA9
— CAPITULO XVI: PRO C ED IM IEN TO S EJECU TIVO S FUERA OEL CODIGO D E PRO CED IM IEN TO CIVIL—

En este procedimiento existe una sola resolución judicial:


Requerimiento de pago bajo apercibimiento de embargo.
Según el artículo 8 el requerimiento de pago se hace personal­
mente a los ejecutados, entregándosele a cada uno de ellos una cé­
dula que contendrá, a lo menos, las siguientes menciones: a) la
designación del juzgado que conoce el proceso, b) el número de
rol del expediente, c) la providencia del juzgado, d) el nombre del
respectivo notificado, e) la cantidad adeudada por éste conforme
a la nómina, expresada en moneda de curso legal o en las unida­
des económicas de reajustabilidad estipulada en el acto o contrato
respectivo, si correspondiere, y f) el plazo que tiene el ejecutado
para oponer excepciones.
Si buscado en una oportunidad, a lo menos, el ejecutado no
es habido por el ministro de fe encargado de practicar la diligen­
cia, éste certifica dicha circunstancia y si el domicilio señalado en
la nómina corresponde o no al del deudor. C on el solo mérito de
la certificación precedente, el tribunal ordena que se practique la
notificación de acuerdo a lo previsto en el inciso 2o del artículo 44
del Código de Procedimiento Civil, debiendo dejarse solamente
la cédula a que se refiere el artículo 8o de la ley.
Si el deudor no paga en el acto del requerimiento se entien­
den embargados, por el solo ministerio de la ley, los bienes de su
dominio indicados en la nómina; pero el embargo no surtirá efec­
tos respecto de terceros sino una vez inscrito en el Conservador de
Bienes Raíces respectivo.
El mismo deudor tiene el carácter de depositario de los bie­
nes que le fueren embargados, salvo que el juez, por motivos fun­
dados y a petición del Servicio ejecutante, designe otra persona
para el cargo.
El tribunal, a petición del ejecutado, ordena el alzamiento
del embargo cuando ello sea procedente, oficiando al efecto al
Conservador de Bienes Raíces respectivo.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 4 1


FERNANDO OREUANA TORRES-

10.2. Oposición del ejecutado

Requerido de pago el deudor, sea en el lugar de asiento del


tribunal o dentro del territorio jurisdiccional, tiene el término f a ­
tal de 10 días hábiles p ara oponer excepciones.
Este plazo correrá individualmente respecto de cada ejecuta­
do desde la fecha de su notificación. Si el requerimiento se efec­
tuare fuera de la comuna del territorio jurisdiccional, se aplica el
aumento de días que corresponda de acuerdo con la tabla de em­
plazamiento del C PC .
En estos juicios sólo pueden oponerse las siguientes excep­
ciones:
I a. La incompetencia del tribunal ante quien se haya pre­
sentado la demanda;
2a. El pago de la deuda;
3a. La remisión, por ley, de la deuda;
4a. La existencia de plazo pendiente para el pago de ella;
5a. La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva.
La prescripción de la acción ejecutiva corre desde la fecha de ven­
cimiento del plazo convencional que rija para el pago total de la
obligación, o del que estableciere la ley;
6a. La de no empecer el título al ejecutado, por error de he­
cho en la confección de la nómina de deudores morosos; pero en
virtud de esta excepción no puede discutirse la existencia de la
obligación, y
7°. La cosa juzgada.
Para que sean admitidas a tramitación, las excepciones de­
ben fundarse en algún antecedente escrito o aparecer revestidas de
fundamento plausible. Si no concurrieren estos requisitos, el tri­
bunal las desecha de plano.
La oposición del ejecutado se tramita y falla de acuerdo a los
incidentes en el Libro I del Código de Procedimiento Civil, en

242 LIBROTECNIA®
CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

cuaderno separado. Pero no es un incidente, propiamente tal,


porque es un proceso declarativo dentro del juicio ejecutivo.
La resolución que reciba la causa a prueba se notifica por el
estado diario.
La sentencia definitiva debe contener, a lo menos, los requi­
sitos I o, 4o, 5o y 6o del artículo 170 del Código de Procedimiento
Civil, se pronuncia en el cuaderno respectivo y se nodficar a las
partes por cédula. Respecto del demandado, se le notifica en el
domicilio que hubiere indicado al apersonarse al juicio o en el
lugar donde se hubiere notificado la demanda, si no hubiere he­
cho dicha designación.
Contra la sentencia definitiva procede únicamente el recurso
de apelación, el que se concederá en el solo efecto devolutivo. Las
demás resoluciones serán inapelables.
El tribunal de alzada conoce del recurso en cuenta, sin espe­
rar la comparecencia de las partes; pero si el Servicio ejecutante lo
solicita, mandará traer los autos en relación.
En caso de oposición a la ejecución, las sentencias que nie­
guen lugar a la demanda deben consultarse si nofueren apeladas. La
consulta se ve en la misma forma que la apelación.
Si no se oponen excepciones, se omite la sentencia y basta la
resolución que ordenó requerir de pago y proceder al embargo
para seguir adelante el procedimiento de apremio.

10.3. Procedim iento de aprem io

Esta materia se regula en los artículos 17 a 23 de la ley en


estudio. El escrito solicitando el remate de los bienes, que se pre­
senta en el cuaderno principal, se acompaña con una nómina de
los deudores que hasta entonces se encuentren morosos y contra
quienes proceda el apremio.

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 4 3


■FERNANDO OREUANA TORRES

La nómina condene el número de rol de la propiedad em-r


bargada a cada deudor, la dirección del inmueble, la fecha del
requerimiento de pago, el avalúo de la propiedad y el nombre del
deudor correspondiente.
En la solicitud de remate se pide que se tenga como tasación
de los inmuebles el avalúo de los mismos que se señala en la nó­
mina, que se decrete el remate de los inmuebles individualizados
en la nómina, fijándose al efecto día y hora, que se aprueben las
bases de remate que se propongan, y que se disponga la publica­
ción del aviso correspondiente.
El Servicio ejecutante puede pedir la formación de cuader­
nos separados para la realización de determinados bienes embar­
gados. El remate, con señalamiento del día y hora que deba tener
lugar, se anuncia por medio de un aviso publicado por dos veces a
lo menos en un diario de la comuna o de la cabecera de la provin­
cia, si en aquél no lo hubiere. Los avisos contendrán los datos
necesarios para la identificación de los bienes objeto de la subasta,
los propietarios de los mismos y el mínimo para la subasta de cada
inmueble.
El primer aviso debe publicarse con quince días de anticipa­
ción, a lo menos, sin descontar los inhábiles, a la fecha de la su­
basta, y puede publicarse en día inhábil.
Si los bienes estuvieren ubicados en una comuna distinta de
aquel en que se sigue el juicio, el remate se anuncia también en él.
En el segundo aviso se omiten los nombres de los deudores
que hubieren cancelado su deuda entre la publicación del primer
aviso y del segundo.
Los bienes raíces se rematan de acuerdo con las bases que pro­
ponga el Servicio ejecutante, y en ellas se debe indicar que el míni­
mo de las posturas no puede bajar del valor de tasación del inmue­
ble respectivo, señalado en la nómina, y que los interesados no po­
drán adquirir más de una vivienda. La subasta de los bienes raíces se

244 LIBROTECNIA •
— CAPITULO XVI: PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS FUERA DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL—

decreta por e! tribunal cualesquiera que sean los embargos o prohi­


biciones que les afecten, decretadas por otros tribunales.
En las bases se puede establecer que el subastador pague par­
te del precio del remate al contado y parte reconociendo una deu­
da en favor del Servicio ejecutante, la que debe ser, a lo menos,
reajustable en la forma que determine el propio Servicio.
Si no hubiere postores el día del remate o éste quedare sin
efecto, el Servicio ejecutante puede pedir nueva subasta o que se
le adjudique el inmueble por su valor de tasación. En este último
caso, el Servicio paga el precio de la adjudicación imputando a él
el monto del respectivo crédito, con intereses y costas, y consig­
nando el saldo, si lo hubiere, en el tribunal, dentro del plazo que
éste fije, que no puede exceder de 45 días.
Si el ejecutado paga la deuda y las costas, pendiente el plazo,
se declara sin efecto la adjudicación.
Si el subastador consignare el precio o la parte del precio que
deba pagar de contado en la oportunidad fijada en las bases, el
tribunal, de oficio o a petición de parte, ordena extender la escri­
tura pública de venta en remate. Si el subastador no hiciere la
consignación en la época prefijada en las bases o no suscribiere la
escritura pública de venta en remate dentro de los quince días
siguientes al decreto que ordene extender la escritura, queda sin
efecto la subasta y la caución que hubiere rendido el subastador se
girará a beneficio del Servicio ejecutante.
Si el subastador, de acuerdo con las bases, hubiere consignado
parte del precio al contado, aceptando reconocer por el saldo una
deuda a favor del Servicio, se debe estipular en la respectiva escritu­
ra de venta en remate, el reconocimiento de esta deuda, en los tér­
minos y con los intereses que correspondan, debiendo constituirse,
además, en la misma escritura, las correspondientes hipotecas y gra­
vámenes que garanticen el crédito y las prohibiciones que proce­
dan. Pueden suscribir también la escritura pública de venta (en re­

TOMOIII: PROCESOS DE EJECUCION 2 4 5


FERNANDO OREILANA TORRES'

mace, en representación del Servicio ejecutante, su Director o el


funcionario del Servicio en quien delegue dicha facultad.
Ejecutada la subasta y consignado el precio del remate, se da
conocimiento de ello, dentro del plazo de quince días, a los de­
más tribunales que hayan decretado tales embargos o prohibicio­
nes, a fin de que los terceros acreedores hagan valer sus derechos
sobre el remanente que reste una vez solucionado el crédito, con
intereses y costas, del Servicio ejecutante.
El Conservador de Bienes Raíces respectivo, con el solo mé­
rito de la inscripción que practique de la escritura de adjudicación
o de venta en remate, cancela dichos embargos o prohibiciones.
El tribunal de la causa, a solicitud del subastador o del Servi­
cio ejecutante, decreta, sin más trámite, la restitución del inmue­
ble subastado o adjudicado en estos juicios, acreditada que le sea
la inscripción del título en el Conservador de Bienes Raíces, fijan­
do para la restitución un plazo no superior a seis meses ni inferior
a treinta días. Si se retardare la entrega, se cumple la resolución
conforme a lo establecido en el número 1 del artículo 235° del
Código de Procedimiento Civil.

LIBROTECNIA®
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TOMO ¡II: PROCESOS DE EJECUCION 2 4 9


Indice

Presentación a ía segunda ed ició n ............................................ 7


Introducción ............................................................................................................ 9

• Breves antecedentes históricos del procedimiento


ejecutivo en el derecho romano y en el derecho chileno . . 10

C apítulo I
El procedimiento ejecutivo en general

1. Características .................................................................... 13
2. Reglam entación.................................................................. 15
3. Clasificación ...................................................................... 16
4. La constitucionalidad del procedimiento ejecutivo . . 17
5. El procedimiento ejecutivo y el
cumplimiento in cid en tal................................................. 19

Capítulo II
Procedimiento ejecutivo para el cumplimiento de
obligaciones de dar en el Código de Procedimiento Civil

1. Los títulos ejecu tiv o s...................... 24


1.1. Concepto .................................. 24

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 5


■FERNANDO O R E L L A N A TO R R E S '

1.2. Enumeración de los títulos ejecutivos ......... . . . 26


1.3. Clasificación....................... 27
2. Estudio de los títulos ejecutivos perfectos ................... 27
2.1. Sentencia definitiva o interlocutoria
firme o ejecutoriada ......................................... , . 27
3. Estudio de los títulos ejecutivos imperfectos .............. 35
3.1. Instrumentos privados ......................................... 35
3.2. Confesión judicial........................................ 35
3.3. Cualesquiera títulos al portador o
nominativo, legítimamente em itidos................... 37
4. Obligación líquida ......................................................... 37
5. Obligación actualmente exigible ................................... 38
6. Acción ejecutiva no prescrita.......................................... 38
7. Interrupción de la prescripción de la acción ejecutiva . . 41

C a p ít u lo III
Tramitación del procedimiento ejecutivo

1. Las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva............... 44


1.1. La citación a confesar d e u d a ...................... 45
1.2. Reconocimiento de f ir m a ..................................... 48
1.3. La avaluación ............................ 51
1.4. La notificación judicial de protesto
de letra de cambio y p agaré ................................... 52
1.5. La notificación judicial de protesto de cheque . . 53
1.6. Notificación del título ejecutivo a los
herederos del deudor.............................................. 55
1.7. Notificación al tercer poseedor de la
finca hipotecada..................................................... 57
1.8. La notificación judicial de copia de factura . . . . 59

2 5 2 UBROTECNIA®
INDICE

C apítulo IV
La dem anda ejecutiva

1. Concepto ........................................................................... 65
2. Contenido de ia demanda ejecu tiv a............................... 66
3. Tribunal co m p eten te........................................................ 67
4. Estudio de ad m isib ilid ad ................................................. 68
5. Mandamiento de ejecución y embargo ........................ 70
5.1. Requisitos esen ciales............................................... 70
5.2. Requisitos facultativos............................................. 70
5-3. Naturaleza ju ríd ic a ................................................. 71
6. La notificación de la demanda ejecutiva
y la notificación del mandamiento
(requerimiento de pago) ................................................. 72

C apítulo V
Oposición a la ejecución: El ejecutado opone excepciones

1. El plazo para oponer excepciones.................................... 78


2. Escrito de oposición de excepciones ............................. 79
3. Diferencia entre las excepciones
del juicio ejecutivo y las del ordinario .......................... 80
4. Efecto que produce el escrito de oposición de
excepciones: la suspensión del cuaderno de apremio . . . 81
5. Las excepciones del artículo 464. Análisis doctrinal
y jurisprudencial de cada una de ellas ..................... .. . 83
6. Respuesta del ejecutante al escrito de excepciones . . . 91
7. Estudio de admisibilidad de las
excepciones opuestas ........................................................ 92
8. Naturaleza jurídica de estas resoluciones ..................... 93
9. Resolución que recibe la causa a prueba
y el término p ro b a to rio .................................................... 93

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 2 5 3


■ F E R N A N D O O R E L L A N A TO R R ES

C apítulo VI
La prueba en el procedimiento ejecutivo

1. De la apreciación comparativa
de los medios de prueba ............................................ . 95
2. Escrito de observaciones a la prueba ............................ 96

C a p ít u l o V I I
Sentencia definitiva absolutoria o condenatoria

1. Condenación en costas ................................................... 98


2. Recursos procesales en contra de las
sentencias defin itiv as........................................................ 99
3. El ejecutado no opone excepciones se omite
la sentencia (conversión procesal) ............................ .. 101

C a p ít u l o V I I I
La cosa juzgada en el procedimiento ejecutivo

1. La renovación de la acción ejecutiva


(excepción a la cosa juzgada formal) ............................ 104
2. La reserva de acción y excepciones (excepción a la
cosa juzgada material o sustan cial)................................. 105

C apítulo IX
Cuaderno de apremio: El embargo

1. Personas que pueden designar los bienes a embargar . . 110


2. Manera de practicar el embargo ...................................... 111
3. Efectos del embargo (administración y disposición) . . 119
4. Instituciones relacionadas con el e m b a rg o ................... 122
4.1. El reembargo .......................................................... 122

254 UBRO TECNIA ®


IN D IC E

4.2. Ampliación de embargo ........................................ 125


4.3. Reducción del embargo ........................................ 126
4.4. Cesación del e m b a rg o .............................. ............. 126
4.5. Sustitución del embargo ........................................ 127
4.6. Exclusión del embargo .......................................... 127
4.7. Alzamiento del e m b a rg o ........................................ 130
5. Delitos relacionados con el e m b a rg o ............................. 131

C a p it u l o X
Cumplimiento de la sentencia ejecutiva y realización
de los bienes embargados

1. Cumplimiento de la sentencia de pago ........................ 133


2. Cumplimiento de la sentencia de rem ate..................... 134
3. Nuevos remates y adjudicación al e je cu tan te .............. 146
4. El acta de remate (artículo 4 9 5 ) ...................................... 148
5. La escritura definitiva de remate (artículo 497) .......... 149
6. Nulidad del remate ju d ic ia l............................................. 150
7. Liquidación del crédito y pago al ejecutante .............. 152

C a p ít u l o XI
El abandono del procedimiento en el juicio ejecutivo

1. Cuaderno p rin c ip a l.......................................................... 154


2. Cuaderno de apremio ...................................................... 155

XII
C a p ít u l o
Las tercerías en el procedimiento ejecutivo

1. Concepto ........................................................................... 159


2. Naturaleza jurídica de las tercerías................................. 160
3. Tercería de dominio ........................................................ 161

TOMO III: PROCESOS DE EJECUCION 255


FERNANDO ORELLANA TORRES

4. Tercería de posesión ....................................................... 164


4.1. Efectos que produce la interposición
de la tercería de p o sesió n ........... ......................... 164
4.2. Ampliación de embargo ........... ......................... 165
4.3. Tramitación ....................................................... . . 165
5- Tercería de prelación ...................................................... 165
5.1. Oportunidad ......................................................... 166
5.2. Tramitación ............................................................ 166
6. Tercería de pago ............................................................. 167
6.1. Tramitación ............................................................ 167
6.2. Otros derechos que puede hacer valer
conforme al procedimiento de la tercería ......... 168
7. El abandono del procedimiento en las tercerías......... 168

C a p í t u l o XIII
El procedimiento ejecutivo y la declaración
de quiebra del ejecutado 169

C apítulo XIV
Procedimiento ejecutivo de mínima cuantía

1. Reglam entación................................................................. 171


2. Concepto .......................................................................... 171
3. Características ................................................................... 171
4. T ram itación........................................................................ 172
5- Realización de los bienes embargados ......................... 173
6. Abandono del procedimiento ....................................... 174
7. Cumplimiento incidental en el juicio
de mínima cu a n tía ............................................................ 174

256 LIBROTECNIA®
INDICE

C apítulo XV
Otros procedimientos ejecutivos dentro del C P C

1. Procedimiento ejecutivo en las


obligaciones de h a c e r ........................................................ 177
2. Requisitos para que proceda este juicio ejecutivo . . . . 178
3. Procedimiento ejecutivo obligación de no hacer . . . . 181

C apítulo XVI
Procedimientos ejecutivos fuera del
Código de Procedimiento Civil

1. Procedimiento ejecutivoen el juicio de hacienda . . . . 183


2. Juicio Hipotecario Bancario .......................................... 184
2.1. Presupuestos ............................................................. 184
2.2. Acción ejecutiva hipotecaria ................................. 184
2.3. Título e je c u tiv o ................................................ 186
2.4. Obligación líquida ................................................. 187
2.5. Las partes en el juicio hipotecario bancario . . . . 188
2.6. Tribunal com petente......................................... 193
2.7. Procedimiento ........................................................ 195
2.8. Oposición del d e u d o r ....................................... 201
2.9. Excepciones que puede oponer el d e u d o r .... 202
2.10. Prenda pretoria o remate del inmueble .............. 205
2.11. Otros acreedores h ip o tecario s......................... 208
2.12. Tercerías ................................................................... 208
2.13. Otros juicios entre el banco y sus deudores . . . . 210
3. Procedimiento ejecutivo de a lim e n to s.......................... 210
4. En el juicio de arrendamiento de predios urbanos . . . 213
5. Procedimiento ejecutivo en la legislación laboral . . . . 213
5.1. Ejecución de sentencias ejecutoriadas ................. 213
5.2. Ejecución de otros títulos ejecutivos laborales . . 218

TOMO IIP PROCESOS DE EJECUCION 257


FERNANDO OREUANA TORRES

6. El proceso de cobranza previsional


de la Ley N ° 17.322........................................................... 221
6.1. Novedades de la Ley N ° 20.023............................. 222
7. Prenda sin desplazam iento............................................... 224
7.1. Título ejecutivo ...................................................... 225
7.2. Notificación y requerimiento ............................... 225
7.3. Realización in m e d ia ta ............................................ 225
7.4. Excepciones ............................................................. 226
7.5. Fuero ......................................................................... 226
7.6. Declaración de q u ie b r a .......................................... 226
7.7. Existencia de varios acreedores pren d arios......... 227
7.8. Acción de desposeim iento...................................... 227
7.9. Otras normas especiales ........................................ 227
8. Procedimiento ejecutivo por inconcurrencia
en el Código de Minería ................................................. 227
9. Cobro ejecutivo de obligaciones tributarias
de dinero Código Tributario .......................................... 229
9.1. Intervención del tesorero comunal ...................... 230
9.2. Intervención de la justicia ordinaria ................... 235
9 3. Normas especiales en materia de
impuesto territorial................................................. 237
10. Cobro ejecutivo de créditos
SERVIU (Ley N ° 1 7 .6 3 5 ) ............................................... 238
10.1. Tramitación: demanda, título ejecutivo
y resolución judicial ............................................... 239
10.2. Oposición del ejecutado ........................................ 242
10.3. Procedimiento de apremio ................................... 243

B ibliografía.................................................................................. 247

258 UMOTECNUm

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