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PERIODICIDAD

“Donde vemos orden en la variedad, y donde, a pesar de que todas las cosas difieren, todas
concuerdan". Alexander Pope

Todos buscamos la forma de organizarnos de la mejor manera en los diversos órdenes de nuestra vida.
Así por ejemplo, en una biblioteca los libros están clasificados por secciones, cada uno se sitúa en un
lugar determinado. Las filas superiores podrían guardar libros de ciencias y las inferiores podrían acoger
los de Literatura. Dentro de cada grupo podríamos establecer clasificaciones adicionales: libros de
Química, Física, Astronomía, de poesía, novelas, obras de teatro, etc.

El trabajo que realizan los científicos al buscar relaciones en los fenómenos que observan, les permite
hacer predicciones que los encaminan hacia nuevos descubrimientos. La forma en que se construyó la
tabla periódica es un claro ejemplo de ello, pues, de un modo semejante a lo que sucede en una
biblioteca, los químicos han trabajado desde hace mucho tiempo en la clasificación de los elementos
intentando agruparlos de acuerdo a sus propiedades semejantes.

La tabla periódica, sin embargo, carece de significado para aquellas personas que no conocen las claves
que permitan su interpretación. La ubicación de los elementos, los colores, los símbolos, la cifras en los
diversos casilleros, encierran una amplia cantidad de información. Conociendo estas claves se puede
comprender con mayor facilidad las propiedades de los elementos y sus aplicaciones.

Por otra parte, muchas de las propiedades químicas de los elementos se explican debido a sus
configuraciones electrónicas. Puesto que los electrones llenan los orbitales atómicos de una manera
muy ordenada, los elementos con configuraciones electrónicas semejantes se comportan de una
manera muy similar, tal como sucede con el sodio y el potasio. Entonces, la relación entre la estructura
electrónica y las propiedades químicas de un elemento es uno de los pilares fundamentales de la
Química.

Dr. Carlos Calderón


TABLA PERIÓDICA Y PERIODICIDAD QUÍMICA

Los elementos conocidos hasta la fecha (118) tienen grandes diferencias en sus propiedades físicas y
químicas. Sin embargo, existen elementos que presentan ciertas similitudes las que se repiten
periódicamente a través de una secuencia. Por esta razón, desde hace mucho tiempo, la observación de
la repetición de las propiedades químicas de los elementos y la semejanza de sus propiedades físicas,
condujo a diversos intentos para ordenarlos.

La reaparición de algunas propiedades de los elementos cada determinado intervalo de números


atómicos se denomina periodicidad.

TABLA PERIÓDICA ACTUAL

Los elementos en la tabla periódica están ordenados de acuerdo al incremento de sus números
atómicos pero, y es muy importante, los elementos de propiedades similares quedan agrupados en una
misma columna.

La ley periódica moderna puede enunciarse así: las propiedades de los elementos varían
periódicamente cuando los elementos se arreglan en orden creciente de números atómicos.

Un aumento en el número atómico significa un aumento el número de protones y, por consiguiente, en


la masa atómica. Este aumento es regular en la tabla periódica, excepto en tres casos: el potasio (Z = 19)
pesa menos que el argón (Z = 18); el níquel (Z = 28), menos que el cobalto (Z = 27), y el yodo (Z =53 )
menos que el telurio (Z = 52).

El sistema moderno de la clasificación de los elementos, que toma como base los trabajos de
Mendeleiev, proporciona la siguiente importante información:

1. Los elementos en fila horizontal forman períodos que están numerados del 1 al 7 en números
arábigos de acuerdo al nivel de energía exterior que está ocupado por electrones. Comienzan con el
hidrógeno o un metal y terminan en un gas noble.

2. El primer período está formado por dos elementos: hidrógeno y helio.

3. El segundo y el tercer períodos están formados por 8 elementos cada uno, que van desde el litio al
neón y del sodio al argón, respectivamente. Estos tres primeros períodos se llaman cortos.

4. El cuarto y el quinto períodos están formados por 18 elementos cada uno, que van desde el potasio al
kriptón, y del rubidio al xenón, respectivamente.

5. El sexto período está formado por 32 elementos que van desde el cesio al radón. En este período,
luego del elemento 57 (lantano) están ubicados catorce elementos llamados lantánidos (tierras raras)
que por tener propiedades muy similares deben estar incluidos en un mismo grupo.

6. El séptimo período está incompleto. Comienza con el francio y luego del elemento 89 (actinio) se
ubica una serie de elementos llamados actínidos que también por su similitud deben estar incluidos en
un mismo grupo. Estos cuatro períodos (4, 5, 6 y 7) se llaman períodos largos por contener muchos
elementos.

7. Los átomos ubicados en un mismo período contienen el mismo número de niveles de energía que
corresponde al número del período. Por ejemplo: Li, Be, B, C, N, O, F, Ne que pertenecen al segundo
período, tienen todos ellos dos niveles de energía.

8. Los elementos colocados en columnas verticales forman familias o grupos y se designan con
números romanos en las tablas antiguas y con números arábigos en las modernas. Aquellos que
pertenecen a un mismo grupo presentan propiedades químicas similares pues contienen el mismo
número de electrones en el último nivel. Por ejemplo, los metales del primer grupo (metales alcalinos)
son blandos y livianos, tienen carácter fuertemente metálico, son muy electropositivos, son buenos
conductores del calor y la electricidad, se oxidan con facilidad, reaccionan con el agua formando
hidróxidos fuertes.

9. Los grupos se dividen a su vez en dos subgrupos llamados A y B, de acuerdo con la similitud química
de los elementos. Los A son los típicos o representativos y los B son los de transición que están ubicados
en columnas cortas.
Los elementos representativos son aquellos que presentan el nivel externo incompleto, es decir, no
contiene el número máximo posible de electrones. Comprenden los elementos ubicados en los grupos
IA, IIA, IIIA, IVA, VIA, VIIA, VIIIA (grupos 1, 2, 13, 14, 15, 16, 17, 18).
Los elementos de transición son los metales que presentan los dos últimos niveles electrónicos
incompletos. Comprenden los elementos ubicados en los grupos IIIB, IVB, VB, VIB, VIIB, VIIIB, IB, IIB
(grupos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 ).

Los elementos de transición interna presentan los tres últimos niveles incompletos. Son dos series de
elementos que se los coloca por conveniencia separados en la parte inferior de la tabla periódica y están
formados por dos series de elementos distintos: los lantánidos (lantanoides) (del La al Lu) y los actínidos
(actinoides) (del Ac al Lr).
Los elementos con número atómico mayor que 92 son conocidos como transuránidos y se obtienen
artificialmente por reacciones de bombardeo nuclear.

10. La Sociedad Americana de Química ha propuesto que los grupos de la tabla periódica se numeren del
1 al 18 en números arábigos. La IUPAC también recomienda esta posibilidad.

11. Los elementos representativos ubicados en un mismo grupo se caracterizan por tener igual número
de electrones en el último nivel. Esos electrones son llamados electrones de valencia y su número
corresponde al número del grupo. En el caso de los elementos de transición no hay relación entre el
número del grupo y el número de electrones externos, excepto para los grupos IB (11) y IIB (12). Los
gases nobles, con la excepción del átomo de helio que tiene 2 , todos tienen 8 electrones en su último nivel.

12. En los grupos fácilmente se observa la semejanza de las configuraciones electrónicas para los
elementos de un mismo grupo. Por tanto, se deduce que las propiedades químicas de un elemento
dependen de los electrones que sus átomos presenten en el último nivel de energía. La ley periódica
moderna puede, entonces, enunciarse también así: El comportamiento químico de los elementos es
función periódica de su configuración electrónica.

Por ejemplo, los gases nobles: helio, neón, argón, kriptón, xenón y radón son muy poco reactivos pues
no forman fácilmente compuestos con ninguno de los otros elementos. Sus configuraciones
electrónicas terminan en np6 con la excepción del helio cuya configuración es 1s 2. Esta evidencia sugiere
que la inactividad química puede deberse a su configuración electrónica pues tienen su último nivel
completo.

13. De acuerdo a esto, los elementos están arreglados en 4 bloques según el tipo de electrones del
último nivel, según el siguiente esquema:
Dr. Carlos Calderón

Los elementos del bloque s (grupos 1 y 2) presentan uno o dos electrones en su último nivel de energía.
El bloque p (grupos 13 al 18) está formado por elementos que tienen electrones p en su último nivel.
Los elementos de transición (grupos 3 al 12) pertenecen al bloque d por tener electrones d en su último
nivel. Finalmente, el bloque f corresponde a los elementos de transición interna.
14. En los períodos 1, 2 y 3, el electrón que se incorpora al pasar de un elemento a otro, lo hace en el
nivel exterior. Lo mismo ocurre con los representativos de los otros períodos. En los elementos de
transición y los que aparecen a partir del cuarto período en adelante, el electrón que se incorpora lo
hace con preferencia en el penúltimo nivel. En cambio, en los elementos de transición interna, el
electrón se incorpora preferentemente en el antepenúltimo nivel.
15. La posición de un elemento en la tabla periódica está relacionada con sus electrones de valencia,
por lo que la configuración electrónica de cualquier elemento puede deducirse de la tabla. Por ejemplo
el bromo (Z = 35) es un elemento del bloque p y del grupo VIIA (17), por lo que su configuración será
ns2np5. Entonces, el bromo está en el cuarto período con una configuración [Ar]4s 23d104p5 (ver pág. 94).

16. Varios grupos de la tabla periódica reciben un nombre específico. Por ejemplo el grupo del extremo
derecho corresponde a los gases nobles. El grupo (1), es el de los metales alcalinos, el grupo (2) es el de
los metales alcalino-térreos, el grupo (16) es el de los calcógenos y el grupo (17), el de los halógenos.

17. Los metales están a la izquierda y al centro de la tabla y los no metales están en la derecha,
diferenciándose por una línea gruesa quebrada. Los metaloides como el boro, el silicio y el germanio
tienen propiedades intermedias entre las de un metal y las de un no metal.

18. De acuerdo a la IUPAC el nombre, símbolo y número atómico de los elementos descubiertos y
aprobados recientemente son: Darmstadtio, 110Ds; Roentgenio, 111Rg; Copernicio, 112Cn; Nihonio,
113Nh; Flevorio, 114Fl; Moscovio, 115Mc; Livermorio, 116Lv; Teneso, 117Ts; Oganesón, 118Og.

VARIACIÓN DE LAS PROPIEDADES FÍSICAS

La distribución y la configuración electrónica de los elementos señalan una variación periódica al


aumentar el número atómico. Como consecuencia, los elementos también presentan variaciones
periódicas en sus propiedades físicas y en su comportamiento químico. Dicho de otra manera, la
periodicidad de los elementos se refleja en sus propiedades físicas. Los radios atómicos e iónicos, la
energía de ionización, la electronegatividad y el punto de fusión, son de particular interés.

En el estudio de las propiedades periódicas es importante tomar en cuenta el efecto que en ellas
produce el efecto pantalla o apantallamiento y la carga nuclear efectiva.

El efecto pantalla es el efecto protector que ejercen los electrones cercanos al núcleo (electrones
internos) sobre los electrones de los niveles externos en los átomos polielectrónicos. Es decir, los
electrones de los niveles externos están parcialmente “apantallados” o protegidos por los electrones
internos de la fuerza de atracción del núcleo. La consecuencia importante de este efecto pantalla es que
disminuye la atracción entre los protones del núcleo y los electrones externos.

Carga nuclear efectiva. La carga nuclear de los átomos viene dada por el número atómico (número de
protones), el cual va aumentando de uno en uno entre elementos sucesivos de la tabla, es decir, en cada
ocasión un protón se añade al núcleo y un electrón se añade a la capa electrónica exterior. Los
electrones externos que son los que determinan muchas de las propiedades físicas y químicas del
átomo, no son atraídos completamente por esta carga nuclear ya que están protegidos y son repelidos
por los electrones internos, con lo cual la carga efectiva es menor que la carga nuclear completa.
En los períodos, se observa que la carga efectiva aumenta con la carga nuclear ya que no hay cambio en
el número de electrones internos. En los grupos, conforme se desciende en ellos, se incrementa la carga
nuclear efectiva pues el aumento de la carga nuclear está compensada ampliamente por el aumento en
el número de electrones internos.
El átomo de hidrógeno tiene un solo electrón y por lo tanto no presenta efecto pantalla. El átomo de
helio tiene una configuración electrónica 1s2. Los dos protones del helio le confieren al núcleo una carga
2+, pero la fuerza total de atracción de esta carga sobre los electrones 1s es parcialmente disminuida
por la repulsión entre los electrones. Como consecuencia, se dice que cada electrón 1s está protegido de
la atracción del núcleo por el otro electrón.

La carga nuclear efectiva (Zefec) que es la que se ejerce sobre un electrón, está dada por:
Zefec = Z – σ

donde Z es la carga nuclear real (es decir el número de protones) y σ (sigma) es la constante de
apantallamiento la cual es mayor que cero pero menor que Z. En definitiva, el efecto pantalla hace que
la carga nuclear efectiva del núcleo sea menor que la carga nuclear real.

TAMAÑO ATÓMICO. La distribución de electrones en los átomos está determinada por una función
de probabilidad, de tal manera que incluso a grandes distancias del núcleo puede haber una
densidad electrónica. En otras palabras, como una consecuencia del modelo atómico
probalístico, el tamaño del átomo no tiene una frontera bien definida. En consecuencia, no es posible
establecer con precisión cuál es el tamaño del átomo. Sin embargo, se han construido tablas de radios
atómicos e iónicos usando, por ejemplo, la difracción electrónica y de rayos X lo que ha demostrado que
estas distancias pueden ser variadas.

De una manera más específica, como los átomos nunca existen solos en los sistemas químicos, sino que
están acompañados de otros átomos, se dice que radio atómico es la mitad de la distancia entre los
núcleos de dos átomos contiguos del mismo elemento en estado sólido (cuando la sustancia se
encuentra en su forma más densa). El tamaño del átomo se expresa en nanómetros (1nm = 10 -9m) o en
angstroms (1 Ao =1 x 10-10 m) o en picómetros (1 pm = 10 -12 m). Por ejemplo la distancia del enlace Cl - Cl
en una molécula de cloro es: 0,198 nm = 198 pm = 1,98 x 10 -10 m. Entonces, el radio del cloro es 99 pm.
La distancia del enlace C - C en el diamante es 154 pm, es decir un radio de 77 pm para el átomo de
carbono.

En general a lo largo de un período, de izquierda a derecha, el tamaño disminuye lo que se debe a que a
medida que se pasa de un lugar a otro se incrementa la carga nuclear (más protones) y el electrón
añadido entra en el mismo nivel de energía. El resultado es una mayor fuerza de atracción del nivel de
energía hacia el núcleo y por tanto hay una disminución del radio atómico.

A medida que se desciende en un grupo, el electrón más externo se encuentra en un nivel de energía
más alto que está más alejado del núcleo, debido a la adición de niveles de energía por lo que el radio
atómico aumenta. Si bien es cierto la carga nuclear aumenta, los electrones de los niveles internos
neutralizan parcialmente esta carga produciéndose, entonces, un efecto pantalla que origina una menor
atracción de los electrones del último nivel y por tanto el radio aumenta.
En la siguiente tabla podemos observar el tamaño atómico (radio atómico) y el tamaño de sus
correspondientes iones expresados en angstroms.
Es decir,

TAMAÑO IÓNICO. El tamaño de los iones está relacionado con el tamaño de los correspondientes
átomos neutros. Es importante distinguir el tamaño entre iones positivos e iones negativos.

Tanto los cationes como los aniones aumentan de tamaño en un grupo de arriba abajo, a medida que el
nivel externo se aleja del núcleo.

Los iones positivos (cationes) son más pequeños que sus correspondientes átomos porque cuando se
forman estos iones se pierde el último nivel electrónico, se reduce la repulsión entre electrones y como
la carga nuclear se mantiene constante, se contrae la nube electrónica.
Dicho de otra manera: los cationes contienen menos electrones que protones, por lo que la atracción
electrostática entre el núcleo y el electrón más externo es mayor y el catión es más pequeño que el
átomo original. Por ejemplo: Na: 2.8.1 y Na+: 2.8

Los iones negativos (aniones) son más grandes que sus correspondientes átomos. La formación de iones
negativos implica la adición de uno o más electrones en el nivel exterior del átomo y como la carga
nuclear (número de protones) permanece constante, aumenta el tamaño de la nube electrónica pues
existe más repulsión por dicha adición. Por ejemplo: Cl: 2.8.7 y Cl -: 2.8.8.

En el caso de una serie de iones isoelectrónicos, es decir, que tienen la misma estructura electrónica, el
ion con el número atómico más pequeño (menor carga nuclear), tiene el tamaño más grande y
viceversa. Por ejemplo, en el siguiente grupo de iones isoelectrónicos que tienen la estructura
electrónica del Ne: 2.8, el orden creciente de tamaño es: Al 3+ < Mg2+ <Na+ <F- <O2-

Al, número atómico = 13


Mg, número atómico = 12
Na, número atómico = 11
F, número atómico = 9
O, número atómico = 8

Entonces, la disminución del radio iónico en los períodos se debe al aumento de la carga nuclear a lo
largo del período lo que origina el incremento de la atracción entre el núcleo y los electrones exteriores.
En el caso de la serie isoelectrónica formada por los iones del Si, P, S y Cl, todos tienen el arreglo
electrónico 2.8.8. La disminución del radio iónico se debe al incremento de la carga nuclear que
aumenta la atracción hacia los electrones externos.
Si4- > P3- > S2- > Cl-

El radio iónico crece a lo largo de los grupos porque se incrementa el número de niveles electrónicos.
disminuye

aumenta Tamaño
iónico

Los iones positivos son más pequeños que sus correspondientes iones negativos porque los positivos
tienen menos niveles de energia que los negativos. Esto explica la gran diferencia entre el radio iónico
del Si4+ y el Si4- ; Si4+ << Si4- .
Dr. Carlos
Calderón
ENERGÍA DE IONIZACIÓN (EI). La energía de ionización de un elemento, llamada también potencial de
ionización es la energía necesaria para extraer un electrón de un átomo gaseoso neutro y formar un
catión:
X(g) → X+(g) + e-
átomo neutro catión

Esta ecuación también puede ser escrita así: X (g) - e- → X+ (g)


En el SI la energía de ionización se expresa en kJ mol -1 que equivale a 4,18 kcal mol-1.
Por ejemplo, la EI del litio es 520 kJ mol -1 = 124,30 kcal mol -1. Significa que es necesario
suministrar 520 kJ para extraer un mol de electrones del último nivel de un mol de átomos de litio. La EI
del sodio es 496 kJ mol -1, la del potasio es 419 kJ mol -1. En los grupos la energía de ionización
disminuye de arriba hacia abajo porque el electrón que debe ser removido se encuentra más lejos del
núcleo y adicionalmente, se incrementa el efecto pantalla lo que origina una menor atracción entre el
núcleo y el electrón requiriéndose menor energía de ionización.

En los períodos el incremento en la carga nuclear (incremento de protones), origina un incremento en


la atracción entre el núcleo y los electrones exteriores por lo que se requiere más energía para
removerlos y por tanto la energía de ionización aumenta de izquierda a derecha. Por ejemplo, la EI del
sodio es 496 kJ mol-1 y la del magnesio es 735 kJ mol-1.

El proceso descrito corresponde a una reacción de ionización y en este caso se refiere a la primera
energía de ionización.

Si se desea eliminar un segundo electrón habrá una segunda EI que es mucho mayor que la primera ya
que el segundo electrón hay que arrancarlo de un ion positivo más pequeño que el átomo neutro; en el
ion los electrones están fuertemente atraídos por el núcleo.
Ejemplo: Ca(g) → Ca+(g) + e- (Primera EI)
Ca+(g) → Ca2+(g) + e- (Segunda EI)

Cuando se desprende un electrón de un átomo neutro, disminuye la repulsión entre los electrones
restantes, Puesto que la carga nuclear permanece constante, se necesita más energía para desprender
otro electrón del ion cargado positivamente. Así, las energías de ionización siempre aumentan en el
orden: EI3 > EI2 > EI1.

La tendencia de la energía de ionización es contraria a la tendencia del radio atómico. A mayor radio,
menor es la EI.
AFINIDAD ELECTRÓNICA (AE). Llamada también electroafinidad, es la energía liberada cuando un
átomo en estado gaseoso adquiere un electrón y forma un anión.
X (g) + e- → X – (g)

Por ejemplo, la afinidad electrónica del hidrógeno es 73 kJ mol -1 lo cual indica que se liberan 73 kJ de
energía cuando un mol de átomos de hidrógeno acepta un mol de electrones y se convierte en un mol
de iones hidruro: H(g) + 1 e- → H–(g) - 73 kJ mol-1
En otro ejemplo, comparemos la afinidad electrónica del litio y del sodio. El litio tiene dos niveles de
energía y el sodio tres niveles. Entonces, el sodio libera menos energía que el litio porque al ser más
grande adquiere un electrón con más dificultad puesto que este electrón está más lejos del núcleo.

Dr. Carlos Calderón

ELECTRONEGATIVIDAD. Es una medida relativa de la capacidad que tiene un átomo para atraer y
retener un par de electrones en un enlace covalente. Se relaciona con la energía de ionización y con la
atracción entre el núcleo y los electrones de enlace.

Un elemento con gran electronegatividad tiene alta capacidad para atraer electrones en tanto que un
elemento con baja electronegatividad tiene poca capacidad para hacerlo.
Las tendencias generales de la electronegatividad son las mismas que las de la energía de ionización. En
los períodos la electronegatividad aumenta de izquierda a derecha debido al aumento de la carga
nuclear que da como resultado un aumento en la atracción entre el núcleo y los electrones de enlace. En
los períodos, a medida que disminuye el tamaño del átomo, aumenta la electronegatividad. En los
grupos disminuye de arriba hacia abajo pues los electrones de enlace están más alejados del núcleo.
El flúor (arriba a la derecha de la tabla) es el elemento más electronegativo con un valor de
electronegatividad de 4, en tanto que el cesio y el francio (abajo a la izquierda) son los elementos menos
electronegativos con un valor de 0,7. El concepto de electronegatividad no se aplica a los elementos del
grupo 0 (gases nobles) pues no forman enlaces covalentes. Los tres elementos más electronegativos
son F, N y O.

Pauling estableció la siguiente tabla en la que ordena a los átomos de acuerdo a sus
electronegatividades crecientes o decrecientes y sus tendencias en los grupos y períodos para los
elementos representativos:
electronegatividad creciente

carácter no metálico creciente


H
2,1
Li Be B C N O F
1,0 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5 4,0
Na Mg Al Si P S Cl
0,9 1,2 1,5 1,8 2,1 2,5 3,0
K Ca Ga Ge As Se Br
disminuye 0,8 1,0 1,6 1,8 2.0 2.4 2,8 aumenta
Rb Sr In Sn Sb Te I
0,8 1,0 1,7 1,8 1,9 2,1 2,5
Cs Ba Tl Pb Bi Po At
0,7 0,9 1,8 1,8 1,9 2,0 2,2
Fr Ra
0,7 0,9

electronegatividad decreciente

carácter metálico creciente

CARÁCTER METÁLICO. Aumenta hacia la izquierda y hacia abajo. Por tanto, los elementos más
metálicos están ubicados en el extremo inferior izquierdo de la tabla. Son el cesio y el francio.

O aumenta aumenta

Carácter Carácter
aumenta Metálico no metálico aumenta

PROPIEDADES ÁCIDO-BASE. La tendencia de un elemento (metal) a formar iones positivos se mide por
su carácter electropositivo (poca capacidad para atraer electrones y gran capacidad para cederlos). Estos
elementos producen hidróxidos.
Los elementos no metálicos atraen a electrones y son electronegativos. Forman ácidos.

CAPACIDAD DE ENLACE (VALENCIA). Los electrones del último nivel de un átomo son los
más débilmente unidos al núcleo y constituyen los electrones de valencia y el nivel es el nivel de
valencia. La periodicidad de la valencia se observa claramente en los elementos representativos
y es menos notoria en los elementos de transición. En los elementos representativos, grupos IA a IVA
(1 a 4), la valencia más común es igual al número del grupo.
En los grupos VA a VIIA (15 a 17), la valencia más común es igual a 8 menos el número del grupo
en números romanos o 18 menos el número del grupo en números arábigos.

La valencia es un número que mide la capacidad de combinación de un elemento con relación a otro
considerado como unidad. El elemento tomado como unidad es el hidrógeno.
Poe ejemplo, HCl, valencia del cloro 1
H2O, valencia del oxígeno 2
NH3, valencia del nitrógeno 3.

TENDENCIAS DE LOS PUNTOS DE FUSIÓN Y DE LOS PUNTOS DE EBULLICIÓN. Los puntos de fusión de
los diferentes elementos dependen de su estructura y de su tipo de enlace, es decir del tipo de fuerzas
de atracción que mantienen unidos a los átomos. Entonces, esta explicación se complementará con el
estudio del capítulo 4.
Las tendencias en los grupos IA (1) y VIIA (17) pueden explicarse con el hecho de que los elementos en
cada grupo tienen enlaces y formas similares. Estas tendencias se usan para determinar la medida de
las fuerzas de atracción entre los átomos y las moléculas.

En los metales del grupo IA se observa de arriba hacia abajo, una disminución de los puntos de fusión
y de ebullición debido al debilitamiento de las fuerzas de atracción entre los electrones externos
deslocalizados y los iones positivos (enlace metálico) conforme aumenta el tamaño de los átomos.
Así, el punto de fusión del litio es 180,5 oC, en tanto que del sodio es 98 oC y del potasio 63,4 oC.

Los halógenos, grupo VIIA (17), muestran un comportamiento opuesto. Los dos primeros elementos
flúor y cloro son gases a temperatura ambiente, el bromo es un líquido rojizo y el yodo un sólido gris
violeta. Esta tendencia de gas a líquido y a sólido es un ejemplo clarísimo del aumento de los puntos de
fusión conforme aumenta el número atómico y el tamaño de los átomos puesto que las fuerzas de
atracción intermoleculares entre las moléculas diatómicas (fuerzas de van der Waals) aumentan en el
grupo con el aumento del número de electrones en la molécula y con su masa molar (Ver pág. 168).

En el caso de los puntos de ebullición se observa una tendencia similar.

En cuanto a los períodos, los puntos de fusión aumentan de izquierda a derecha hasta llegar a la
altura del grupo 4 y luego descienden con rapidez hasta el grupo 0. En el segundo período se observa
que el carbono es el elemento que presenta el mayor punto de fusión. El carbono en forma de
diamante es el más duro y el que tiene el mayor punto de fusión de todos los elementos. Al recorrer
un mismo período de izquierda a derecha, los puntos de fusión aumentan rápidamente conforme
las fuerzas de atracción cambian, de enlaces metálicos con electrones libres en los metales, a sólidos
como el carbono, en el que los electrones externos se hallan sujetos a una red compleja. Los puntos
de fusión decrecen en los no metales que tienen fuerzas de atracción muy débiles.

En el período 3, a la izquierda, los elementos presentan enlaces metálicos Na, Mg y Al), que aumentan
su fortaleza a medida que aumenta el número de electrones de valencia. El metaloide silicio (Si), tiene
una estructura covalente macromolecular gigante con enlaces muy fuertes que originan un punto de
fusión muy alto. Los elementos de los grupos 15, 16 y 17 (P 4, S8, Cl2), muestran estructuras moleculares
simples con fuerzas de atracción intermoleculares débiles (van der Waals) entre las moléculas.

Los gases nobles (Ar) existen como moléculas monoatómicas (átomos individuales) con fuerzas de
atracción extremadamente débiles entre los átomos.

En todo el período 3 los elementos son sólidos a temperatura ambiente, excepto cloro y argón.

TENDENCIAS DE LA DENSIDAD Y LA CONDUCTIVIDAD. La densidad en un mismo grupo aumenta con


el número atómico puesto que la densidad es la relación entre masa y volumen. Conforme aumenta el
número atómico, lo hace también la masa de forma más significativa que el aumento del volumen.
En un período, la densidad aumenta primero y disminuye luego debido al tipo de enlace químico
de los elementos. Los elementos que presentan las mayores densidades son los metales de la
parte central del período 6: renio, osmio, iridio, platino y oro.
Los metales presentan conductividades variables. En orden de conductividad decreciente destacan
la plata, el cobre, el oro, el aluminio, el calcio, el sodio y el magnesio. Los no metales son no
conductores.

Si nos preguntamos, por ejemplo, ¿por qué el aluminio conduce la electricidad tanto en estado sólido
como en estado líquido en tanto que el azufre no lo hace?, podemos manifestar que el aluminio posee
electrones deslocalizados que se mueven a través de la estructura del metal, tanto en estado sólido
como en estado líquido. En el azufre no sucede esto.
PROPIEDADES QUÍMICAS

Las propiedades químicas de un elemento están determinadas por el arreglo electrónico de sus átomos.
Elementos de un mismo grupo tienen propiedades químicas similares y tienen el mismo número de
electrones en su último nivel. Los metales alcalinos, por ejemplo tienen un electrón en su último nivel en
tanto que los halógenos tienen siete electrones en su último nivel. La tendencia de las propiedades
químicas en un grupo es similar a la tendencia de las propiedades físicas ya discutidas.

Grupo 0: los gases nobles. Estos elementos son gases incoloros, monoatómicos y muy poco reactivos.
Su falta de reactividad puede ser explicada por la incapacidad de sus átomos para perder o ganar
electrones. Tienen las más altas energías de ionización de los elementos de cada período. Con la
excepción del helio todos los gases nobles tienen completo su nivel exterior con ocho electrones
formando un octeto estable. El helio tiene un primer y último nivel completo con dos electrones. De
acuerdo a esto, la reactividad del resto de elementos de los otros grupos se puede explicar porque
tienen niveles electrónicos incompletos. La pérdida o ganancia de electrones se produce para que
estos elementos adquieran un arreglo electrónico igual al gas noble más próximo.

Grupo 1: metales alcalinos. Todos los elementos son metales plateados y muy reactivos. Se los
almacena en aceite o en parafina líquida para evitar que reaccionen con el aire. Son buenos conductores
de la electricidad, tienen bajas densidades y presentan superficies grises brillantes cuando se los corta
con un cuchillo. Forman compuestos iónicos combinados con no metales.

Cuando reaccionan pierden su electrón exterior para formar iones positivos, M +, estableciendo un
octeto electrónico estable. Puesto que su electrón exterior puede perderse fácilmente, tienen bajas
energías de ionización y alta reactividad la que aumenta hacia abajo en el grupo. Su capacidad para
conducir electricidad se debe a la disposición de ese electrón exterior.

Reacción de los metales alcalinos con agua. Se produce un hidróxido metálico e hidrógeno. Si se
coloca independientemente una pequeña porción de litio, sodio o potasio en un vaso que contenga
agua destilada, se observa:

El litio flota y reacciona lentamente, manteniendo su forma.


El sodio reacciona más vigorosamente y el calor producido es suficiente para fundir el metal formando
una pequeña esfera que se mueve (“baila”) sobre la superficie del agua.
El potasio reacciona mucho más vigorosamente y produce suficiente calor para prender el hidrógeno
producido con una llama de color lila que se mueve rápidamente sobre la superficie del agua.

Estos metales son llamados alcalinos porque la solución resultante es alcalina por la presencia del ion
hidroxilo.
Por ejemplo con el potasio:
2K(s) + 2H2O(l) → 2KOH(aq) + H2(g)
Puesto que el KOH es un compuesto iónico, su disociación en agua se puede representar mejor
mediante la ecuación iónica:
2K(s) + 2H2O(l) → 2K+(aq) + 2OH- + H2(g)
La reacción con agua y los metales alcalinos es más vigorosa mientras se desciende en el grupo. El cesio
es el más reactivo pues presenta la menor energía de ionización y forma iones positivos más fácilmente.

Grupo 7A (17): halógenos (X). Los elementos del grupo 7A (17) existen como moléculas diatómicas, F 2,
Cl2, Br2, I2, At2.

Estos elementos tienen color, cambian gradualmente de gases (F 2 y Cl2), a líquido (Br2) y a sólidos (I2 y
At2). Son los más reactivos de los no metales. Forman compuestos iónicos con metales o compuestos
covalentes con otros no metales. La reactividad de los halógenos se incrementa en el orden:
F2>Cl2>Br>I2.

Su tendencia en la reactividad se puede explicar por su facilidad para aceptar electrones. Sus átomos
presentan una alta carga nuclear efectiva que atrae un electrón de átomos de otros elementos para
completar su capa exterior. La atracción es grande para el pequeño átomo de flúor por lo que éste es el
no metal más reactivo. La reactividad disminuye conforme se desciende en el grupo al mismo tiempo
que se incrementa el radio atómico y disminuye la atracción hacia los electrones exteriores. Entonces,
son buenos agentes oxidantes.

Reacción de los halógenos con los metales del grupo 1. Los halógenos reaccionan con los metales del
grupo 1 para formar haluros iónicos (sales halógenas). El átomo de un halógeno gana un electrón de un
átomo de un elemento del grupo 1 para formar el ion haluro X - (F-, Cl-, Br-, I-). Los iones resultantes
tienen un octeto estable similar a un gas noble. Por ejemplo:

2Na(s) + Cl2(g) → 2Na+ + 2Cl- → 2NaCl(s)


2K(s) + Br2(g) → 2K+ + 2Br- → 2NaBr(s)
2Li(s) + I2(g) → 2Li+ + 2I- → 2LiI(s)

Las fuerzas de atracción electrostática juntan a los iones con carga opuesta Na + y Cl-. El electrón
exterior se mueve como un arpón del sodio al cloro. Una vez que la transferencia se completa, los iones
de carga opuesta se atraen entre si y forman el compuesto iónico NaCl.
La reacción más vigorosa se produce entre los elementos que se encuentran más apartados en la tabla
periódica: el metal alcalino más reactivo, francio, con el halógeno más reactivo, flúor.

Reacciones de desplazamiento. La reactividad relativa de los elementos puede ser vista también por su
inclusión en la competición directa por un electrón extra. Cuando el cloro se burbujea en una solución
acuosa de KBr, la solución cambia de incoloro a naranja debido a la formación de bromo acuoso. Un
núcleo de cloro tiene una atracción más fuerte para un electrón que un núcleo de bromo debido a su
menor radio atómico y por tanto se lleva el electrón del ion bromuro. El cloro se ha ganado un electrón
y así forma el ion cloruro, Cl- . El ion bromuro pierde un electrón para formar bromo.

2KBr(aq) + Cl 2(aq) → 2KCl(aq) + Br2(aq) ; el cloro desplaza al bromo


incoloro naranja

2Br-(aq) + Cl2(aq) → 2Cl-(aq) + Br2(aq)


Cuando el bromo se burbujea en una solución acuosa de KI, la solución cambia de incoloro a naranja y a
café debido a la formación de yodo acuoso.
2KI(aq) + Br2(aq) → 2KBr(aq) + I2(aq) ; el bromo desplaza al iodo
Incoloro café

2I- (aq) + Br2(aq) → 2Br-(aq) + I2(aq)

Para distinguir mejor entre bromo e yodo, la solución final puede ser agitada con un solvente apropiado
como el hexano. El yodo forma una solución violeta y el bromo una solución de color naranja.

Cuando el cloro se burbujea en una solución acuosa de KI, la solución cambia de incoloro a café debido a
la formación de yodo acuoso.
2KI(aq) + Cl2(aq) → 2KCl(aq) + I2(aq) ; el cloro desplaza al iodo
incoloro café

2I- (aq) + Cl2(aq) → 2Cl-(aq) + I2(aq)

Prueba de iones haluro. La presencia de iones de haluro en la solución se puede detectar agregando
una solución de nitrato de plata. Los iones de plata reaccionan con los iones de haluro para formar un
precipitado del haluro de plata. Los haluros de plata se pueden distinguir por su color. Estos haluros de
plata reaccionan con la luz para formar plata metálica. Esta es la base de la fotografía cinematográfica
antigua.
AgNO3(aq) + NaX(aq) → AgX (s) + NaNO3(aq)
Ag+(aq) + X-(aq) → AgX(s)
luz ↓
Ag(s) + ½ X2
Dr. Carlos Calderón
Los haluros de plata toman diversas coloraciones que ayudan a identificarlos. Así, cloruro de plata, AgCl,
blanco; bromuro de plata, AgBr, blanco amarillento; ioduro de plata, AgI, amarillo.

Variación del carácter metálico de los elementos del período 3. Enlaces de los óxidos del período 3.

Los metales tienden a ser brillantes y son buenos conductores de calor y electricidad. Sodio, magnesio y
aluminio conducen bien la electricidad. El silicio es un semiconductor y se llama metaloide, ya que posee
algunas de las propiedades de un metal y otras de un no metal. El fósforo, azufre, cloro y argón son no
metales y no conducen la electricidad.

Los metales se pueden distinguir de los no metales por sus propiedades químicas. Así, los óxidos
metálicos tienden a ser básicos mientras que los óxidos no metálicos tienden a ser ácidos. Es decir, la
transición del carácter metálico a carácter no metálico está ilustrado por los enlaces de los óxidos del
período 3.
Los óxidos de sodio y de magnesio que son básicos, reaccionan con agua para formar hidróxidos.
Na2O(s) + H2O(l) → 2NaOH(aq)
MgO(s) + H2O(l) → Mg(OH)2(aq)

El aluminio es un metal pero su óxido es anfotérico, esto es que depende de si está reaccionando con un
ácido o una base.

El óxido de aluminio se comporta como una base cuando reacciona con un ácido. Por ejemplo:

Al2O3(s) + 3H2SO4(aq) → Al2(SO4)3 + 3H2O(l)


Al2O3(s) + 6H+ aq) → Al3+(aq) + 3H2O(l)

Se comporta como un ácido cuando reacciona con una base:

Al2O3(s) + 3H2O(l) + 2OH- (aq) → 2Al(OH)4- (aq)


Los elementos restantes en el período 3 forman óxidos ácidos. Por ejemplo el trióxido de azufre
reacciona con agua para formar ácido sulfúrico.
SO3(g) + H2O(l) → H2SO4(aq)

El pentóxido de fósforo reacciona con agua para producir ácido fosfórico:

P4O10(s) + 6H2O(l) → 4H3PO4(aq)

El óxido de nitrógeno (IV) reacciona con agua para formar ácido nítrico.

3NO2(g) + H2O(l) → 2HNO3(aq) + NO(g)

Entonces, las propiedades ácido-base de los óxidos están determinadas por sus enlaces. Los elementos
metálicos que forman óxidos iónicos son básicos y los óxidos no metálicos que son covalentes, son
ácidos. El óxido de aluminio se puede considerar como iónico y como covalente y demuestra
propiedades anfotéricas, es decir, reacciona como ácido y como base.

Los compuestos iónicos generalmente formados entre un metal y un no metal y por los óxidos de los
elementos del sodio al aluminio, tienen estructuras iónicas gigantes. Compuestos covalentes formados
entre no metales y por los óxidos de fósforo, azufre y cloro, son covalentes moleculares. El óxido de
silicio tiene una estructura covalente gigante.

El carácter iónico de un compuesto depende de la diferencia de electronegatividades entre los


elementos. El oxígeno tiene una electronegatividad de 3,5 y entonces el carácter iónico de los óxidos
disminuye de izquierda a derecha. A mayor diferencia de electronegatividad más carácter iónico.

En resumen, la estructura y el carácter ácido-base de los óxidos del período 3 es:


Fórmula del Na2O MgO Al2O3 SiO2 P4O10 SO3 Cl2O7
mayor óxido
Estructura GI GI GI GC MC MC MC
Carácter Básico Básico Anfotérico Ácido Ácido Ácido Ácido
ácido-base

GI = gigante iónico
GC = gigante covalente
MC = molecular covalente

Comparación de los elementos del grupo IA(1) con los del grupo IB(11). A pesar de que los metales de
estos dos grupos tienen configuraciones electrónicas externas semejantes con un electrón en el
orbital s externo, sus propiedades químicas son diferentes.
Los valores de la primera energía de ionización para Cu, Ag y Au son 745 kJ mol -1, 731 kJ mol-1 y 890 kJ
mol-1, respectivamente. Estos valores son muy superiores a los del Li, Na y K que son 520, 495,9 y
418,7 kJ mol-1, respectivamente. Entonces, los elementos del grupo IB son mucho menos reactivos que
los alcalinos. Los altos valores de la energía de ionización para los del grupo IB se deben al
apantallamiento incompleto del núcleo por los electrones d internos lo que origina que los electrones
externos de estos elementos son atraídos con más fuerza por la carga nuclear. De hecho, el cobre, la
plata y el oro son tan poco reactivos que generalmente se encuentras libres sin combinar en la
naturaleza. La diferencia en las propiedades químicas entre los elementos del grupo IIA(2) y los metales
del grupo IIB(12), se explica de manera semejante.

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