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Laura es una mujer que lleva aproximadamente tres años prestando sus

servicios de secretaría Bilingüe en una prestigiosa empresa. Al interior de su


trabajo se siente cómoda, pues está rodeada de un ambiente laboral grato, con
excelente relación interpersonal con sus compañeros. Sin embargo, no está
conforme con el sueldo recibido, ya que no le alcanza para cubrir sus necesidades
básicas y lo que sus tres hijos le demandan. Un día le ofrecen la oportunidad para
cambiarse de empleo, propuesta que desde un principio la entusiasmó, ya que el
ofrecimiento consistía en un aumento de sueldo y una capacitación permanente para
ampliar sus conocimientos. Luego de mucho pensar, opta por esta nueva posibilidad,
teniendo la certeza que cambiará su vida y la de su familia positivamente. Hoy, a
pesar que ha adquirido conocimientos convirtiéndose en una profesional integral y con
un sueldo que le permite vivir acomodadamente, la rodea un ambiente laboral que día
tras día se hace más insoportable, con frecuentes amenazas de despido, insultos y
gritos para presionar mayor rendimiento en su labor. A esto se suma la relación con
las compañeras de trabajo bastante hostil. Esta situación ha hecho que viva
atormentada y con inseguridad; teme comentar la situación con sus jefes, ya que las
amenazas de las compañeras atentan contra su familia. Sus compañeras le plantean
diariamente que esta situación podrá terminar siempre y cuando entregue la carta de
renuncia. Ella no sabe qué hacer, si renunciar o no, ya que el dinero lo necesita para
darle sustento a sus hijos.

Para acabar definitivamente con esta situación, Laura tomó la decisión de contarles a
sus jefes la presión ejercida por sus compañeras de trabajo, no sin antes recoger
pruebas suficientes para que la denuncia tenga fundamento. Al entregar las pruebas a
sus jefes contó con el apoyo incondicional, no sólo de ellos como representantes de la
empresa, sino de la justicia competente, ya que el caso trascendió al terreno de la
justicia, pues las amenazas de muerte a sus hijos como presión para renunciar, es un
delito que puede ser penado, más allá del castigo y el rechazo social al que se
someten por amenazas tan delicadas. Una vez superó los temores, pidió la protección
de la justicia y siguió adelante en su trabajo. De las compañeras jamás volvió a saber,
aunque una de ellas manifestó antes de dejar la empresa, que las amenazas eran
sólo una broma y que ellas nunca hubieran atentado contra ella o su familia,
comentario que le dio tranquilidad a Laura para seguir en la empresa.

En tal sentido, si tuvieras la oportunidad de intervenir y evitar la salida de Laura de la


empresa, ¿qué medidas tomarías en cuenta y por qué?

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