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ROJAS YESICA SABRINA

DNI 33915052

CASO UNO:
Un cliente le formula la siguiente consulta:
Explica que ingresó a trabajar para un banco el 1 de junio de 2011 como líder de
telecomunicaciones, que su mejor remuneración devengada ascendió a $235.700 en el
mes de mayo de 2019 pero aclara que cobraba una variable consistente en un bono
pagado a lo largo de la relación. Afirma que se le abonaba también la medicina prepaga
y los gastos de la tarjeta corporativa de la empleadora con los que afrontaba los gastos
de viajes que le organizaba el banco (de los que rendía cuenta).
Refiere que fue despedido el 30 de diciembre de 2019 y que si bien se le abonó
liquidación final, la misma resultó insuficiente puesto que no se le pagó el bono
correspondiente al año 2019 y que tampoco se incluyó la incidencia del mencionado
bono en la base de cálculo de la indemnización por antigüedad. Agrega que tampoco se
incluyó en tal base de cálculo la incidencia de la medicina prepaga ni los gastos de la
tarjeta corporativa que la demandada le reconocía y pagaba.
Explica que al reclamarle estos conceptos a su ex empleadora, le respondieron que nada
se le adeudaba puesto que en relación al bono, se trata de un rubro sometido a pautas de
evaluación, que no procede el pago del bono 2019 ya que el actor dejó de trabajar antes
del 1/3/20 por lo que no se hizo acreedor al mismo, teniendo en cuenta que el período
que siempre se tiene en cuenta al efecto va de marzo a marzo. Además, le explicaron,
todavía no se habían realizado las evaluaciones de desempeño del año 2019 (que
generalmente se hacen en enero y febrero de cada año). Negaron que correspondieran
calcular la incidencia de este concepto en la base de cálculo de la indemnización por
antigüedad.
También sostuvieron que no correspondía incluir en la base de cálculo de la
indemnización, los rubros medicina prepaga y los gastos de tarjeta corporativa por no
revestir carácter remuneratorio ninguno de esos dos conceptos.
Ante su interrogatorio, el cliente afirma que nunca fue notificado de evaluación alguna
durante la relación laboral.

A su juicio:
1) Resulta acreedor del bono 2019?

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2) Correspondió incluir en la base de cálculo de la indemnización del art. 245 LCT
la incidencia del bono?
3) Correspondió incluir en la base de cálculo de la indemnización del art. 245 LCT
la incidencia de la medicina pregaga?
4) Correspondió incluir en la base de cálculo de la indemnización del art. 245 LCT
la incidencia del costo de la tarjeta corporativa?

Fundamente cada una de las respuestas, con mención de legislación, doctrina y


jurisprudencia.

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Respuestas:
El cliente resulta acreedor del bono anual del 2019, ya que por un lado el mismo lo
percibe desde su inicio de la relación laboral en 2011, convirtiéndose en un variable
habitual cada año. El bono por desempeño no se encuentra previsto en la Ley de
Contrato de Trabajo, pero, es muy habitual en la práctica empresaria y constituye una
importante herramienta para lograr la motivación y fidelidad del trabajador. El bono
deber ser presentado cuidadosamente al trabajador e instrumentado por escrito para
conocimiento del trabajador, con el fin del que este puede reclamar el mismo ante la
falta o ante una incorrecta liquidación.
El bono debe ser liquidado en todo caso en forma proporcional o bien al finalizar la
evaluación de la empresa la cual generalmente lo efectúan en enero y febrero del año
2020.-

El bono no puede ser tomado como base de incidencia para la indemnización conforme
el articulo 245 de la LCT. Si bien hay mucha jurisprudencia encontrada que sigue
generando controversia, entiendo que conforme el articulo 245 de la LCT, el bono anual
no hace a una variable mensual, habitual y normal.
En el Plenario Nro 322 19.11.09, dictado en los autos “TULOSAI, ALBERTO
PASCUAL C/ BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA S/ LEY
25.561”, los Dres. Estela Milagros Ferreiros, Rosalía Romero y Néstor Miguel
Rodríguez Brunengo, explicaron que no se descarta la bonificación para la base de la
indemnización cuando esta no sea mensual, mientras que se descarte el plano de fraude
laboral y que el sistema de evaluación del desempeño del trabajador sea efectivo y real
de cumplimiento.
Por lo tanto, este bono no hace un diferimiento fraudulento ni tampoco hace una
retribución que se abona en forma mensual.

En el caso de la Medicina Prepaga como no forma parte de un beneficio social


conforme el art 103 bis LCT, se va a considerar como remuneratorio, en consecuencia,
va a formar parte de la base del cálculo de la indemnización del art 245 LCT.

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Conforme el fallo de Cámara “CHEANG, DANIEL MARCELO C/ UCSA S.A. S/
DESPIDO” (19/08/2020) se le “otorgó carácter remunerativo al rubro medicina prepaga
abonado por la demandada”. Ya que al analizar la naturaleza del rubro se entiende que
es una ventaja que si la empresa no hubiera acordado con el trabajador no hubiera sido
un beneficio del acceso al trabajo. El fallo entiende como salario todo aquello que es un
beneficio para el trabajador, y no solo refiere al dinero sino en especie, aquello que el
trabajador vea como una ganancia, un favor hacia el trabajador.

En el caso de los gastos de la tarjeta de crédito no podemos considerarlo como base para
el art 245 LCT, porque en este caso no tiene carácter remuneratorio, ya que los mismos
fueron rendidos al empleador. Si bien en general la Cámara Nacional de Apelaciones
del Trabajo reconoce el carácter salarial a los gastos que se realiza mediante el uso de la
tarjeta corporativa provista por la empresa, estos deben seguir el mecanismo que se
describe en el Art 106 de la LCT.
En el fallo “LAFFAYE SERGIO C/BNP PARIBAS SUCURSAL BUENOS AIRES
S/DESPIDO” (24/08/2010), la Justicia les otorgó carácter salarial a los gastos de
representación realizados mediante la utilización de la tarjeta de crédito corporativa
provista por la empresa al no haberse rendido debidamente los mismos.

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CASO DOS:

Otro cliente lo consulta en los siguientes términos:


Explica que ingresó a trabajar para FERNANDO JUANES en marzo de 2010.
Posteriormente pasó a prestar servicios en las mismas condiciones para JUANES SRL
que lo registró en octubre de 2010. Le cuenta que cumplía servicios de chofer de camión
encargado de carga y descarga de mercaderías varias, realizando el transporte de
sustancias alimenticias exclusivas desde instalaciones de MILKER S.A.
Refiere que buscaba el camión en el establecimiento de FERNANDO JUANES, a
donde siguió haciéndolo una vez que pasó a prestar servicios para JUANES SRL. Allí
se le daban las órdenes de trabajo. Que una vez que retiraba el rodado, pasaba a buscar
la mercadería y cargar el camión y con una hoja de ruta provista por FERNANDO
JUANES o por personal de JUANES SRL efectuaba el reparto en distintos destinos de
Capital y Provincia de Buenos Aires siempre desde las instalaciones de MILKER S.A.
Dice que al constatar la falta de ingreso de aportes previsionales no obstante las
retenciones que le efectuaron, comenzó a reclamar en forma persistente para la
regularización de este incumplimiento, hasta que se le negó el pago del haber salarial de
noviembre de 2019 y tras intercambio telegráfico que le sugirió un familiar, el 20/12/19
se consideró despedido y no obstante reclamar el pago de la indemnización por despido,
la misma no ha sido satisfecha, que ni FERNANDO JUANES ni JUANES SRL
respondieron este reclamo y que MILKER S.A. negó relación alguna y, en
consecuencia, adeudar suma alguna. Agrega que tampoco se le hizo entrega de los
certificados del art. 80 LCT.

A su juicio:
1) Fue justificada la decisión del cliente en cuanto se consideró despedido en
forma indirecta? Por qué?

Si a su entender fue justificada la decisión,


a) Resulta posible accionar contra todas las personas mencionadas en el
relato?
b) En cada caso, explique qué normativa invocaría para accionar contra
cada una de aquéllas contra las que iniciaría una demanda.

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c) Qué recaudos debe/debió seguir a su cliente para que resulte acreedor de
la sanción prevista en el art. 132 bis de la LCT?
d) Qué recaudos debe/debi seguir su cliente para que resulte acreedor de la
sanción prevista en el art. 80 de la LCT´?

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Respuestas:
Fue justificado la decisión del cliente, si bien el intercambio telegráfico fue una
sugerencia de un familiar, de los hechos se entiende que la empresa tuvo tiempo
suficiente para regularizar la situación que se le reclamaba, tanto la regularización de los
aportes como el reclamo del pago del haber correspondiente al mes de noviembre.
El despido requiere la imputación de una parte a la otra de incumplimientos que
impiden continuar con la ejecución del contrato de trabajo o la decisión del empleador
de no invocar causa, y abonar una suma de dinero al extinguir la relación laboral.
Como se explica en el fallo de la Cámara de Apelaciones del Trabajo “LOIZAGA
RAMIRO LUCAS C/ FUNDACION RICART Y OTRO S/ DESPIDO” (03/08/2020)
indica que la falta de respuesta o el silencio de la parte empleadora implica que es una
falta grave por lo cual el trabajador puede considerarse despedido.

Solo es posible accionar contra FERNANDO JUANES y JUANES SRL, puesto que
ambos son los empleadores del cliente, puesto que conforme a la actividad que realizaba
la misma puede encuadrarse conforme el Art 26 LCT. De los hechos se desprende que
tanto FERNADO JUANES y JUANES SRL, prestaban servicio de transporte para la
empresa MILKER SA. Que el cliente en primer lugar fue contratado por Fernando
Juanes, pero a los pocos meses fue registrado por Juanes Srl, y que en su rutina diaria de
trabajo recibía ordenes tanto de Fernando Juanes y de Juanes Srl. Siguiendo el fallo ya
mencionado (Loizaga) nos indica que hay empleador plural cuando las personas físicas
o jurídicas utilizan en forma conjunta los servicios del trabajador.
Como indica al final el fallo, donde entienden que, por el principio de la primacía de la
realidad, se puede entender que hay dos empresas que se desarrollaron de forma
separada que en este caso conforme el art 26 LCT hay asumieron el rol de empleadoras
siendo solidariamente responsables por las obligaciones que tenían con el cliente ya que
respondía a ambas.
Entiendo que Milker SA no es posible ningún accionar ya que el cliente solo retiraba las
mercaderías desde las instalaciones de la empresa.
Por lo tanto, conforme el art 31 de la LCT, las empresas FERNANDO JUANES y
JUANES SRL, resultan responsables solidariamente, puesto que, si bien el cliente
empezó trabajando para una de ella y luego presto servicios para otra, seguía efectuando

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tareas para ambas, beneficiándose ambas empresas. En este caso el cliente tiene dos
empleadores y ambas son responsables

Los recaudos que debió haber tomado el cliente para ser acreedor de la sanción del art
132 bis de la LCT es que la empresa hubiera retenido los aportes enunciados por la
primera parte del artículo, que los importes no se los hubiere ingresado total o
parcialmente al organismo al cual estaban destinados y haber efectuado la intimación
previa exigida por el artículo 1º del decreto 146/2001 para que, dentro del plazo de
treinta días, el empleador deposite los importes adeudados. Es necesario que el
trabajador intime al empleador para que ingrese "los importes adeudados, más los
intereses y multas que pudieren corresponder, a los respectivos Organismos
Recaudadores”.
El fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo: "A., R. J. C/RIGECIN
LABS S.A. Y OTRO S/DESPIDO" (14/12/2020), entiende que esta sanción no es solo
por el mero hecho de la omisión, sino que es una sanción hacia el empleador que sabía
que no había cumplido los aportes correspondientes.

En el caso del Art 80 de la LCT, el cliente debió notificar al empleador de modo


fehaciente de la entrega de los certificados o de las constancias de las retenciones
realizadas del ingreso de fondo y los aportes realizados durante toda la relación. Si bien
el art 80, da un plazo de dos días, esta misma se extendió a 30 días (decreto 146/01) en
el cual el cliente debe esperar para poder intimar al empleador, sino dará curso a la
sanción por la falta de entrega de los mismos.

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