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Opone excepciones y contesta denuncia de tutela laboral, solicitud de reintegro y acción de

cobro de prestaciones.

Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago (2º)

Sebastián Parga Moraga, Cédula de Identidad N° 9.915.815-8, abogado, en representación,


según se acreditará, de la demandada Corporación Nacional del Cobre de Chile, Rol Único
Tributario N° 61.704.000-K, ambos domiciliados para estos efectos en Enrique Foster Sur Nº 369,
Las Condes, Región Metropolitana, en autos laborales caratulados “Sotomayor Bustamante
Verónica con Corporación Nacional del Cobre de Chile”, causa RIT T-1687-2019, a S.S.
respetuosamente digo:

Que por este acto, y en virtud de lo dispuesto en el artículo 452 del Código del Trabajo, vengo
en contestar denuncia de tutela laboral, , despido injustificado y cobro de prestaciones, interpuesta en
contra de mi representada Corporación Nacional del Cobre de Chile (en adelante, indistintamente,
“Codelco”, “la Empresa” y/o “la Compañía”), por doña Veronica Del Pilar Sotomayor Bustamante,
(en adelante, indistintamente, “La Sra. Sotomayor”, “la denunciante”, “la demandante” y/o “la
actora”), negando y controvirtiendo desde ya en forma expresa todas y cada una de las afirmaciones
vertidas en ella, salvo aquellos hechos que sean expresamente reconocidos, solicitando su más
absoluto rechazo con expresa condenación en costas, de conformidad a los siguientes antecedentes,
hechos y fundamentos de derecho que a continuación expongo.

I. CONSIDERACIÓN PREVIA EN CUANTO AL REPRESENTANTE LEGAL DE CODELCO.

Hacemos presente a S.S. que, para los efectos del presente juicio, el Representante Legal de
Codelco es doña María Francisca Domínguez Meza, Cédula de Identidad Nº 10.728.455-9, quien me
otorga poder en el presente juicio.

II. OPONE EXCEPCIÓN DE COMPENSACIÓN RESPECTO DEL ADEUDAMIENTO POR CONCEPTO


DE IMPUESTO ÚNICO BONO DE VACACIONES, PRÉSTAMOS; HABITACIONAL,
PRÉSTAMOS FINES GENERALES, APORTE DEL EMPLEADOR AL SEGURO DE CESANTÍA Y

PROCESO DE RELIQUIDACIÓN.

Como cuestión previa al análisis de fondo y sin reconocer derechos ni fundamentos de la


presente demanda, por este acto vengo en oponer excepción de compensación respecto de toda aquella
suma de dinero que eventualmente se le ordene pagar a mi representada en los términos que a
continuación son referidos.

Es del caso hacer presente que, conforme a las liquidaciones de remuneraciones y demás
documentos que se ofrecerán e incorporarán en la oportunidad procesal pertinente, la demandante ha

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hecho uso del beneficio denominado “Préstamo Habitacional”, respecto del cual se ha procedido al
descuento en cuotas de manera mensual. Así, al momento del término de la relación laboral, la actora
poseía vigente dicho beneficio, adeudándose cuotas que, en un total, ascienden a $12.395.777 y
$5.211.25 respectivamente. Así, como se expuso, existe un saldo de dicho beneficio al término de
la relación laboral, que, en cuanto al saldo insoluto, alcanza la suma $12.395.777 y $5.211.25
respectivamente.
En consideración a lo anterior, solicito a S.S. que a cualquier suma que mi representada se
encuentre obligada a pagar, se imputen las sumas anteriormente referidas o lo que S.S. estime
conforme a derecho.
Del mismo modo la actora adeuda prestamos generales de $4.489.462, comprenderá SS.
que dicho préstamo se ha realizado entre otros, con motivo de la prestación de servicios de la Sra.
Sotomayor a mi representada por lo que debe ser compensado. A mayor abundamiento, la presente
excepción resulta procedente por cumplirse todos los supuestos contemplados en el artículo 1656 del
Código Civil, esto es, se tratan ambas – eventuales indemnizaciones y saldo del beneficio descontado
en cuotas- de obligaciones en dinero, actualmente exigibles, y poseen un monto líquido y
determinado.
Similar suerte sigue el aporte efectuado al Seguro de Cesantía, toda vez que, en conformidad
de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 13 de la Ley N° 19.728 que regula el seguro de
cesantía, a propósito de la indemnización por años de servicio, dicha norma indica que “se imputará
a esta prestación la parte del saldo de la Cuenta Individual por Cesantía constituida por las
cotizaciones efectuadas por el empleador más su rentabilidad, deducidos los costos de
administración que correspondan, con cargo a las cuales el asegurado pueda hacer retiros en la
forma que señala el artículo 15”. En este sentido, solicitamos que se tenga por opuesta excepción de
compensación por la suma de $8.076.302

A su turno, existe la liquidación del impuesto único por Bono vacaciones el cual debe
descontarse debido a $484.525, por último es importante que SS tenga presente que existió un monto
adeudado por la suma de $582.305 conforme al proceso de reliquidación, considerando las licencias
médicas existentes. Dichos conceptos, deben ser compensados a cualquier indemnización a que tenga
derecho al actor, en los términos expuestos precedentemente.

En este sentido, solicitamos a S.S. se sirva tener por opuesta excepción de compensación en
razón de los siguientes conceptos y montos:

i. Préstamo Habitacional: 12.395.777 y $5.211.25 respectivamente


ii. Impuesto único Bono Vacaciones: $484.525.
iii. Préstamo Generales: $12.395.777
iv. Des. Reproceso Liquidaciones 07/2019: $794.988.
v. Aporte Empresa Seguro Cesantía: $8.076.302

POR TANTO,

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SOLICITO A S.S., tener por opuesta la excepción de compensación por los montos y en los
términos que se plantean, de manera independiente en cada caso, atendidas las consideraciones
expuestas en el presente escrito, acogiéndola y condenando en costas al actor.

III. Pronunciamiento de los hechos contenidos en la denuncia.

La demandante Sra. Sotomayor, consigna de una forma bastante extraña en su denuncia,


haber comenzado a prestar servicios para mi representada en 1985 a octubre de 2002 bajo lo que
indica como un régimen contractual irregular, indica el nombre de una serie de empresas que no
corresponden a Codelco, como: TI ingeniería, Empresa JEJ Administradora de proyectos. Luego en
el periodo de marzo de 1997 hasta diciembre de 1999 refiere haber prestado servicios en Casa Matriz
de Codelco, en la Gerencia de Proyectos corporativos, con contrato a plazo. Convenientemente no
indica para que empresa sino solo el lugar. En diciembre de 1999, señala haber prestado servicios
bajo la modalidad Honorarios, para luego referir que desde junio de 2000 a octubre de 2003 se
desempeñó en Codelco División Norte o Centro de Trabajo Radomiro Tomic en Gerencia de Recursos
Humanos. Desde el 2000 hasta noviembre del mismo año por la empresa JeJ Administración de
Proyectos Limitada, desde diciembre de 2000 hasta octubre de 2002, por la empresa Sierra y Plaza
Ingeniería y Servicios Limitada.
Posterior a ello, menciona que comenzó a prestar servicios de manera directa y bajo vinculo
de subordinación desde el 1 de noviembre de 2002. Desde esa fecha hasta octubre de 2003 fue
contratada a plazo fijo. Luego en diciembre de 2003 hasta septiembre de 2005 se desempeñó en
Codelco Norte según relata bajo la modalidad, honorarios.
Finalmente indica que con fecha 1 de octubre de 2005 para Codelco en calidad de Supervisor
de Remuneraciones, en la Gerencia Corporativa de Administración y Contraloría. Lo cual la
demandante califica de contrataciones irregulares. En consecuencia, solicita que se reconozca su la
laboralidad de su relación desde 1 de noviembre de 2002 y el 1 de octubre de 2005.
Menciona, en lo relativo a jornada, que se sujetaba a la contemplada en el artículo 22 inciso
segundo, acto seguido transcribe la carta de despido. Solicita tener derecho a una indemnización sin
tope de 90 UF (Unidades de Fomento). Acto seguido, señala que se la habría despedida sin
fundamento, reconociendo el periodo de crisis de Codelco, pero señalando que antes habrían existido
otras bajas sin que la hubieren despedido, menciona que existen actualmente concursos para su
reemplazo y que su cargo habría sido reemplazado por Leyla Caviedes.
Solicita la nulidad del despido, feriado proporcional, prestaciones no percibidas desde 2002
hasta 2005.
Acto seguido señala que su despido obedecería a su edad, 60 años y que dicha circunstancia
habría sido el antecedente del despido, luego redunda en los elementos de la subordinación y
dependencia, por el periodo de honorarios.
En subsidio solicita demanda de despido injustificado y cobro de prestaciones con idénticos
fundamentos.

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Referido lo anterior, S.S. deberá tener presente que, en los términos del artículo 452 del
Código del Trabajo, esta parte niega y controvierte expresamente todos y cada uno de los hechos y/o
circunstancias que se contienen y exponen en el escrito de la demanda, a excepción de aquellos que
son reconocidos expresamente en esta presentación. Sin que importe un listado taxativo, esta parte
reconoce, en su caso, y niega y controvierte, en especial, los siguientes hechos:

i. No es efectivo que la actora fuera contratada antes del 1 de octubre de 2015, bajo un régimen
laboral que incida en esta causa;
ii. Controvertimos la base de cálculo señalada. La cual corresponde a 90 UF.
iii. No es efectivo que la Sra. Sotomayor, al término de la relación laboral, poseyera la antigüedad
laboral que refiera;
iv. No es efectivo que Codelco realizara un “sinceramiento de la dotación” en los términos que
plantea.
v. Es efectivo que la demandante fue despedida con fecha 25 de julio de 2019 por la causal de
necesidades de la empresa. Ello, en cumplimiento de las formalidades legales;
vi. Controvertimos expresamente cualquier afectación a los derechos fundamentales a la
demandante. En este sentido, no es efectivo que se incurriera en actos de discriminación.
vii. No es efectivo que se busque personal para el cargo de la demandante.
viii. No es efectivo que CODELCO, respecto de la actora haya incurrido en encubrimientos de
relación laboral por medio de relaciones a honorarios;
ix. No es efectivo que se reemplazara con trabajadores nuevos su puesto de trabajo;
x. No es efectivo que se adeuden indemnizaciones al actor en los términos que son solicitados;
xi. No es efectivo que le corresponda alguna suma adicional del 20% sobre su indemnización.
xii. No es efectivo cualquier otro hecho que no sea expresamente reconocido en el cuerpo del
presente escrito.

IV. INSUFICIENCIA Y DEFECTOS DE LA DENUNCIA QUE AFECTAN AL FONDO DE LA MISMA.

Como bien es sabido por S.S., toda demanda o denuncia en procedimiento laboral debe
cumplir con determinados estándares de suficiencias, los que son impuestos, ineludiblemente, por el
artículo 446 del Código del Trabajo. Dicho rigor, en la denuncia de autos, no ha sido cumplido y ello
debe tenerse presente por el Tribunal al momento de resolver la controversia de autos. Es así, como
en este apartado se realizan cuestionamientos de la procedencia de la denuncia, los que establecerán
los límites en base a los cuales S.S. podrá tener conocimiento en el presente procedimiento.

1. Insuficiencia general de la denuncia interpuesta y vaguedad de las alegaciones en cuanto


a la acción por vulneración de derechos de la Señora Sotomayor.

Lo primero que resalta, de una simple lectura de la denuncia, es la total insuficiencia de los
hechos que se ventilan y la total carencia de fundamentos jurídicos y fácticos que permitan su
inteligibilidad. En otros términos, a momentos la denuncia y el relato fáctico se torna

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derechamente incomprensible. En este sentido, sin realizar un relato fáctico acabado y plasmando,
más bien, una “lluvia acotada de ideas” en la denuncia, la Sra. Sotomayor pretende obtener
indemnizaciones que en derecho no corresponden. A mayor abundamiento, existen serias confusiones
en torno a criterios jurídicos que harían procedente el pago de indemnizaciones y alegaciones que se
basan únicamente en “pensamientos”, “sensaciones” y “presunciones”1.

Pues no basta con indicar una serie de hechos sin indicar respecto de cada uno de ellos de qué
forma éstos constituyen una práctica antisindical. En este mismo sentido se ha pronunciado la
jurisprudencia, causa RIT T-539-2016, tramitada ante el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de
Santiago, el que en sentencia dictada con fecha 07 de marzo de 2017 dispone en su considerando
séptimo:

“Que a mayor abundamiento (…) no señala suficientemente en su libelo La


Sra. Sotomayor la forma en la que los referidos supuestos incumplimientos
contractuales vulneran los derechos de sus representados, contraviniendo así lo
dispuesto en el artículo 446 N° 4 del Código del Trabajo en cuanto a realizar una
exposición clara y circunstanciada de los hechos en que se fundamenta la acción. De
la misma forma se ha señalado por esta sentenciadora en pronunciamientos anteriores,
en cuanto a que no basta con señalar hechos supuestamente vulneratorios, sin indicar
la forma concreta en la que se ha afectado a los trabajadores por quienes se demanda,
máxime si se trata de una acción que se refiere a 998 trabajadores, a los que
razonablemente no se les afecta de la misma forma. (Lo destacado es nuestro).

En este escenario, el demandante debe someter a conocimiento del Juez los hechos, probarlos
y pedirle que decida en la sentencia, cuál es la correcta calificación jurídica de ellos. De no hacerlo,
el juez está impedido de efectuar dicha declaración no pedida, ya que puede incurrir en vicio de
nulidad de la sentencia, al extender su decisión a materias no sometidas por las partes al conocimiento
del tribunal (extra petita). En consideración a lo expresado, en los apartados venideros, esta parte
alegará los aspectos de fondo que afectan la inteligibilidad de la acción y que determinan que la
denuncia deba ser rechazada.

2. En cuanto a la solicitud de declaración de continuidad en la prestación de los servicios:


se pretende alegar continuidad.

Una de las principales alegaciones de la Sra. Sotomayor es el hecho de existir, supuestamente,


continuidad en los servicios desde el 1 de noviembre de 2002 y el 25 de julio de 2019. A dicho
respecto, menciona que, por medio de la contratación a plazo primeramente y luego, a honorarios, se
ha “escondido” una relación laboral con mi representada, incluso sin fundamento alguno de sus
pretensiones indica contrataciones anteriores. Sin perjuicio de lo anterior, llama profundamente la

1Véanse páginas 7 y 8 de la denuncia, en cuanto a referise que “no me queda más que pensar que he sido discriminado” y
que “me hace presumir que ésta administración (sic) requiere más puestos para instalar a sus partidarios”.

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atención que la demandante denuncie dicha continuidad respecto de situaciones que incluso se
califican como distintas, las cuales muchas de ellas por los propios dichos de la denunciante se
encuentran terminadas. Como es el caso de el vencimiento del plazo que indica hasta octubre
de 2003.
Adicionalmente la demandante no justifica el periodo posterior donde refiere haber sido
contratada como honorarios, desde diciembre 2003 hasta 2005. Todo lo anterior resulta ser
sumamente relevante para la resolución de la controversia de marras, pues no existe ningún hecho
concreto que puede considerar SS. para el establecimiento de una relación laboral. En efecto los
hechos y normativa que indica en su libelo no vienen acompañada por ejemplo con el horario que
tenía, su jefatura directa, ordenes que ejecutaba, sanciones que se le aplicaron, etc. ¿Cómo pretende
la demandante, entonces, hacer responsable a mi representada respecto de presuntas
contrataciones que siquiera describe? Comprenderá S.S. que existe un defecto insalvable en la
denuncia, lo que no puede ser salvado en esta instancia ni en instancia posteriores, considerando que
la parte denunciante ha sido asesorada.

V. ANTECEDENTES DE LA RELACIÓN LABORAL HABIDA CON LA SRA.


SOTOMAYOR Y CIRCUNSTANCIAS QUE MOTIVARON EL DESPIDO DE LA
SRA. SOTOMAYOR.

La relación laboral, reconocida y aceptada por esta parte tuvo su inicio el día 1º de octubre
de 2005. Así, en dicha fecha se celebró Contrato de Trabajo “Rol A”, por medio del cual, desde dicha
fecha, la demandante se obligó a prestar servicios como “Supervisor Remuneraciones” en la Gerencia
Corporativa de Administración y Finanzas y luego de Contabilidad. En su cláusula sexta, su contrato
claramente señala que tendría una duración indefinida a partir de la fecha antes indicada.

Al respecto, fundamentales resultan, para la controversia planteada, las características de la


relación laboral. Como se expuso, la Sra. Sotomayor fue contratado bajo la categoría 12ª, que es la
especie del “Rol A”, el que envuelve a los denominados “profesionales” de Codelco. Se diferencia
de otros roles de los Roles E y B, los que agrupan, con sus diferencias, ejecutivos y operarios
respectivamente. En ese contexto y entendiendo las políticas de Codelco, cada uno de los róeles
detenta naturalezas y beneficios distintos tanto en lo individual como en lo colectivo. Comprenderá
SS. que es muy distinto un trabajador que presta servicios en la mina a una persona de Casa Matriz.
Los trabajadores adicionalmente se agrupan sindicalmente conforme a ello, existiendo beneficios y
acuerdos diversos para cada uno.

Pues bien, como S.S. lo sabe, Codelco es una Empresa del Estado que se dedica,
principalmente, a la explotación, producción y exportación de cobre. La compañía cuenta en Chile
con siete Divisiones mineras: Radomiro Tomic, Chuquicamata, Gabriela Mistral, Ministro Hales,
Salvador, Andina y El Teniente. A estas operaciones se suma la División Ventanas, dotada de
instalaciones de Fundición y Refinería y la Casa Matriz, cada una de dichas divisiones opera como
una “empresa independiente”, poseyendo políticas únicas de Recurso Humanos. Así, si bien todas

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ellas se agrupan como una única razón social, operacionalmente poseen diferencias en las estructura
y naturaleza de cada uno de los trabajos de acuerdo con las necesidades.

En este orden, como se expuso, desde el mes de octubre de 2005, la denunciante desarrolló
sus funciones, de manera ininterrumpida, en Casa Matriz, encontrándose adscrito al “Rol A” de
profesionales. En este marco de trabajo, la demandante Sra. Sotomayor poseía los beneficios acordes
a dicha “división”, los que emanaban de las políticas internas de ella y de los acuerdos generados con
el Sindicato de dicho rol.

Lo anterior resulta totalmente relevante para efectos de comprender la improcedencia de


indemnizaciones adicionales que la Sra. Sotomayor pretende, tal como se detallará en apartados
venideros. Pues bien, otro aspecto que no debe resultar desconocido para S.S., en el entendido de la
causal invocada es la alta contingencia en el mercado de la explotación y exportación de cobre. En
estos procesos, influyen aspectos profundamente relevantes, como lo son las fluctuaciones en el
precio del dólar y del cobre (que se fija por mercados internacionales como lo es la Bolsa de Minerales
de Londres). Lo anterior significa una alta fluctuación de los indicadores, considerando además los
niveles de stock que pueden afectar en su precio final. Innecesario resulta profundizar en aspectos
como la “guerra comercial” que se vive en el mundo, debiendo considerarse que China es uno de los
mercados más relevantes para la Compañía de mi representada. Conforme al contexto expresado, la
adecuación de los procesos se transforma en una acción fundamental para sobrepasar este tipo de
contingencias, lo anterior es conocido en economía como el proceso de resizing, rightsizing y
downsizing, o sea, un proceso de ajustar las dotaciones (o re pensarlas) con el fin de que ellas sean
óptimas para las necesidades operacionales de determinada Empresa, sumado a que, sobre Codelco
pesa una responsabilidad mayor de racionalización, como empresa del Estado

Fue por ello por lo que, en el mes de julio de 2019, se determinó consolidar un proceso de
reorganización de las dotaciones que, además del “Rol A”, afectó a diversas secciones y divisiones
de la Compañía, entre ellos la plana Ejecutiva, entre otros Contabilidad. En este orden, junto a la
demandante otros cientos trabajadores fueron despedidos de la Empresa, adoptándose al efecto la
invocación de la causal de necesidades de la empresa, contemplada en el artículo 161, inciso primero,
del Código del Trabajo.

En lo que atañe al actor, la comunicación del despido se realizó en tiempo y forma y es por
ello que la demandante no reclama dicha circunstancia el día 25 de julio de 2019 mediante la carta de
despido del siguiente tenor:

(…) La presente determinación se funda en el hecho que los resultados


obtenidos por Codelco Chile han sido negativos, según lo presupuestado para el
ejercicio comercial 2018 y primer semestre de 2019. En síntesis, en el año 2018, el
costo neto de producción de cátodos de cobre se ubicó por sobre lo presupuestado,
manteniendo una alta deuda con terceros, de modo tal que los resultados financieros

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fueron menores a las metas previstas. Estos resultados no han podido revertirse en el
presente año, que presente indicadores de cobre nuevo, excedentes y resultados
financiero bajo las metas previstas. Todo lo anterior ha determinado que la Empresa
deba restructurar y reorganizar sus diversas áreas, con el fin de asegurar su
competitividad futura y optimizar los recursos existentes. Para ello, ha implementado
una serie de iniciativas que han comprendido, entre otras, la identificación de las
dotaciones óptimas en cada área de trabajo, posibles sinergias y duplicidad de
funciones al interior de la organización, así como determinar los perfiles profesionales
específicos, que permitan la creación de valor y el aumento de la eficiencia operacional.
Como consecuencia de lo expuesto precedentemente, la Empresa se ha visto en
la necesidad de racionalizar los cargos existentes en todas las áreas de trabajo de la
Casa Matriz, suprimirlos y/o ajustar su dotación, según corresponda. En su caso, le
informamos que se requiere que el cargo de Jefa de Departamento de Remuneraciones,
correspondiente a la Gerencia de Contabilidad y en el que usted actualmente desarrolla
sus funciones, será suprimido de la estructura organizacional de la Casa Matriz. Lo
anterior se traduce en el término de la relación laboral con la Empresa, según lo
dispuesto en el inciso primero del artículo 161 del Código del Trabajo”.

En este orden de ideas, puede desde ya concluir S.S. que el despido de la Sra. Sotomayor no
responde a un ánimo lesivo de la Compañía, mas no refiere tampoco el ánimo discriminatorio que
infundadamente pretende estampar. Así, si bien resulta bastante difícil comprender el relato de la
denunciante, debemos hacer presente a S.S. que no existe una discriminación ni otra afectación por
parte de Codelco al trabajador. Únicamente existe en la especie una necesidad real de ajustar las
dotaciones, en este caso del departamento de Contabilidad, lo que se basa en criterios objetivos y que
determinaron, además, el despido de una gran cantidad de personas tanto de la misma área como de
otras áreas de Casa Matriz, y otras divisiones de Codelco.

Al efecto, y tal como es informado día a día a todos nuestros trabajadores, mediante informes
de resultados actualizados, no debe olvidarse determinados aspectos que han generado la
determinación de despidos. En primer término, no debe olvidarse la creciente deuda de Codelco y
los resultados operacionales de la Corporación. Ello hace indispensable avanzar hacia una
optimización de su estructura organizacional, para contar con una Empresa moderna, flexible y capaz
de adaptarse a los nuevos desafíos tanto del negocio como de la economía, ya que tenemos la
obligación de implementar las medidas necesarias para garantizar la necesaria viabilidad de la
Corporación. Esta decisión se enmarca en el foco de seguir avanzando en el cumplimiento de una
serie de medidas tendientes a asegurar la competitividad de la empresa y a crear las condiciones que
le permitan cumplir sus compromisos de gestión de corto plazo, así como los proyectos estructurales
concebidos para asegurar el desarrollo futuro de la empresa.

En cuanto al factor de productividad de Codelco. De acuerdo con un estudio realizado por


la Consultora Bain, la mayoría de las Divisiones de la Corporación se encuentran alejadas de los

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benchmark de productividad laboral en Chile. Expuesta esta realidad, se determinó que cerrar la
brecha de productividad laboral es una de las prioridades dentro de las iniciativas estratégicas de la
Corporación en los próximos años.

Además, de acuerdo a estudio de productividad realizado por Matrix Consulting – el “Estudio


de productividad en la gran minería del cobre”-, se identificó que las Divisiones de Codelco se
encuentran bajo el promedio nacional de productividad laboral, identificando oportunidades
tanto en aumento de producción como reducción de dotación por gestión de capital humano,
identificando un potencial de reducción de dotación de hasta 7.900 trabajadores.
Por lo anterior llama profundamente la atención que la propia demandante no se moleste en
controvertir adecuadamente los hechos fundantes de la carta.
En apartados venideros, analizaremos aspectos formales y de fondo en torno al libelo
pretensor y S.S. podrá adoptar la convicción de que no se vislumbran, en la especie, ninguna
discriminación y que el despido es planamente apegado a la ley.

VI. EN CUANTO A LA SOLICITUD DE DECLARACIÓN DE CONTINUIDAD DE LA


RELACIÓN LABORAL DE LA SRA. SOTOMAYOR.

En estrecha relación con las alegaciones vertidas previamente en el presente escrito, conviene
S.S. tenga presente que mal puede declararse continuidad de la relación laboral. En este orden,
resumimos las alegaciones de esta parte en los siguientes puntos:

i. La Sra. Sotomayor refiere una serie de contrataciones desde 1985 hasta octubre de 2002 de
las cuales, no se hace cargo en el petitorio.
ii. Solicita La Sra. Sotomayor que se declare continuidad con Codelco como consecuencia de
una supuesta relación desde 1 de noviembre de 2002 hasta octubre de 2003 por haber sido
contratada a plazo fijo.
iii. Desde diciembre de 2003 hasta septiembre de 2005, señala haber sido contratada bajo
honorarios.
iv. Desde octubre de 2005 suscribió contrato indefinido.

En este orden, La Sra. Sotomayor ha incurrido en errores formales y de fondo que resultan
insalvables en este estadio procesal. Al efecto, debe tenerse presente que las únicas relaciones
laborales existentes con La Sra. Sotomayor son aquellas expresamente reconocidas en el libelo
(octubre de 2005 en adelante). En este sentido y haciendo presente que la relación laboral que debe
considerarse para efectos del caso de marras comenzó el 1º de octubre de 2005, S.S. deberá tener
presente que no existe fundamento alguno ni siquiera hechos para que SS. declare que las relaciones
contractuales que pudieron existir con antelación a dicha fecha tenían naturaleza laboral, pues NO ha
descrito situaciones que puedan afianzar la aplicación de la normativa laboral a una relación de
honorarios, solo ha dicho que la continuidad hace presumir la laboralidad, ese es su argumento

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medular. Adicionalmente menciona que no son continuas pue son indica el mes de noviembre de
2003.

Adicionalmente, como la propia demandante no ha referido si quiera en qué circunstancias


seria empleador antes de octubre de 2005, por lo cual Codelco no debe responder en calidad de
empleador respecto de las pretensiones de la Sra. Sotomayor por cuanto no ha ostentado dicha
calidad, ni tampoco se han relatado actos de los que pudiere desprenderse aquello. En efecto, en
lo referente a una relación laboral debe recordarse lo establecido por los artículos 7° y 8° del Código
del Trabajo.
Así, el artículo 7 establece lo siguiente:

“Art. 7°. Contrato individual de trabajo es una convención por la cual el empleador y el
trabajador se obligan recíprocamente, éste a prestar servicios personales bajo dependencia y
subordinación del primero, y aquél a pagar por estos servicios una remuneración determinada.”

Como se ha señalado anteriormente, la demandante no relata petición (Reconocimiento de


relación laboral) y tal como se expuso, el artículo 7° del Código del Trabajo brinda una definición
de lo que el ordenamiento jurídico entiende por contrato de trabajo, indicando expresamente los
requisitos que deben concurrir para efectos de catalogar una relación como laboral, mientras que el
artículo 8° del mismo cuerpo legal cumple una función de complemento, indicando que en caso de
reunirse todos los elementos contenidos en la definición contemplada en el artículo 7°, deberá
presumirse la existencia de una relación laboral2. Dicho en otras palabras, el legislador ha señalado
perentoriamente que una relación laboral será únicamente aquella que reúna todos los
requisitos contemplados en el artículo 7° del Código del Trabajo, y en caso de reunirse dicha
relación deberá presumirse como laboral para todos los efectos según lo dispuesto en el artículo
8°, inciso 1 y la Sra. Sotomayor no ha señalado ninguno de estos.

De lo establecido por el artículo 7° del Código del Trabajo, se desprende que una relación
laboral será aquella que reúna todos estos elementos:
i) Existencia de un acuerdo de voluntades entre las partes aludidas.
ii) La obligación del trabajador de prestar servicios personales al empleador.
iii) La obligación del empleador de pagar una remuneración determinada.
iv) La subordinación y dependencia bajo la cual se prestan los servicios convenidos3.

Todos estos elementos han sido omitidos y son la esencia de un contrato de trabajo, de lo cual
SS también puede concluir que únicamente será un contrato de trabajo aquel que reúna todas y
cada una de las características antes citadas y, en caso de no concurrir tan solo una de ellas, el

2
Vid. Gamonal Contreras, S. y Guidi Moggia. C. “Manual del Contrato de Trabajo”, 3° Ed. Revisada y
actualizada, 2012, p.4.
3
Idem.

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contrato será inexistente o bien, será otra convención de distinta naturaleza jurídica, según lo
establece expresamente el artículo 1444 del Código Civil. Sin embargo, en dicho caso, bajo ningún
respecto podría sostenerse que se está en presencia de un contrato de trabajo, lo que además se
concluye del escuetísimo relato de la Sra. Sotomayor a este respecto.

VII. EN CUANTO A LA OCURRENCIA DE VULNERACIONES A LAS GARANTÍAS


CONSTITUCIONALES DESCRITAS POR LA SRA. SOTOMAYOR:
INEXISTENCIA DE UN DESPIDO QUE AFECTE SUS GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES.

Como hemos expuesto en reiteradas oportunidades, sorprende la total ambigüedad de la


denuncia que, en algunos apartados, esta parte ha debido realizar el esfuerzo de desprender del texto
de la denuncia los derechos que se estimarían afectados, que radican principalmente en que se le
habría discriminado debido a su edad, lo cual no fundamenta de ningún modo.

a. Sobre la ocurrencia de un despido discriminatorio.

Como se expuso, la Sra. Sotomayor realiza un relato bastante incompleto en lo factico, solo
pretende abultar los montos, señalando que se le habría despedido debido a su edad. En síntesis,
subrayando la norma el artículo 2º del Código del Trabajo, y tratados internacionales que apuntan a
la no discriminación y, sin mencionar a ninguna persona para comparación, pues de eso se trata la
discriminación.

Referido lo anterior, debemos hacer presente a S.S. que negamos enfáticamente que el
despido de la Sra. Sotomayor obedezca a cualquier motivo que no se encuentre referido en la
carta de despido. En otros términos, el despido de la actora responde a una reestructuración general
y comprobable, o acaso pretende La Sra. Sotomayor que solo se despidan personas de otros roles.

Respecto de la edad, debemos hacer presente que Codelco posee altos niveles de inclusión en
sus divisiones y secciones, por lo que mal podría pensarse que los despidos se funden en criterios
sospechosos. Así, puede apreciar S.S. que, entre los Roles A y B, los trabajadores se dividen, socio-
demográficamente, de la siguiente manera4: 52% son hombres y 48% son mujeres. Luego, un 21%
tiene menos de 35 años, un 55% tiene entre 35 y 50 años y un 24% posee 50 años o más. En otros
términos, hay más personas mayores de 51 que menores de 35 y un 76% de los trabajadores
tiene 35 años o más. Luego, entre los mayores 51 años, la edad promedio es de 57,7 años, mientras
que, en el tramo de 35 a 50 años, la edad promedio es de 42,1 años. Similares estimaciones se aprecian
en “Rol A” y, especialmente, en Casa Matriz. El siguiente gráfico puede ser ilustrador para S.S.:

4 Datos de octubre de 2019.

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Referido lo anterior y sin perjuicio de la total vaguedad de dichas imputaciones, debemos
negar expresamente que La Sra. Sotomayor fuera víctima de un trato diferenciador y arbitrario. Así,
aun cuando la actora no entrega antecedentes que permitan dar sustento a dichas alegaciones,
debemos señalar que el despido de la Sra. Sotomayor – y de otros trabajadores en idéntica situación-
en el marco de los hechos latamente descritos se encuentra debidamente justificado y no obedece a
los antecedentes que, escuetamente, se pretenden entregar.

No debe olvidarse que, para la configuración de una discriminación, deben reunirse


determinados elementos que lo configuran, a saber, que se trate de una diferenciación, exclusión o
preferencia entre un trabajador por sobre otro, que dicha preferencia haya tenido en consideración
un factor arbitrario como los que la norma señala y que haya tenido por objeto anular o alterar la
igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u ocupación. Dichos elementos, si bien no son
analizados la Sra. Sotomayor, no se aprecian en el caso de marras, razón por la cual deberá
desestimarse dicha alegación sin más.

En este sentido, como latamente hemos expuesto, el despido de la Sra. Sotomayor atiende
a un proceso profundo de reorganización de la Compañía, lo que derivó en el término de la
relación laboral de otros cientos de trabajadores. Por ello, mal podría alegarse un trato
diferenciador, o ¿Acaso pretenderá señalar que toda la restructuración se realizó para su despido
únicamente?

En síntesis, no ha existido criterio sospechoso para la determinación del término de la relación


laboral de la Sra. Sotomayor. Es más, analizando la situación de la denunciante, ella no indica ningún
grupo para su diferenciación, lo cierto SS. es que la Compañía debía restructurarse y el departamento
de contabilidad no debe por qué estar ajeno a ello, por lo que mal puede alegarse la ocurrencia de un
trato diferenciador y arbitrario en cuanto a la decisión de que fuera despedida. La denunciante no lo
describe.

Sin perjuicio de estimar que por lo ya señalado la acción interpuesta en autos debiese ser
rechazada, es necesario preguntarse si en el caso de autos existió o no una discriminación. Para lo
anterior, y conforme a lo dispuesto en el artículo 2º del Código del Trabajo, se entiende que un acto
es discriminatorio si reúne los siguientes requisitos copulativos:

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i. Que se trate de una diferenciación, exclusión o preferencia entre un trabajador por sobre otro,
ii. Que dicha preferencia haya tenido en consideración un factor arbitrario como los que la
norma señala; y
iii. Que haya tenido por objeto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el
empleo u ocupación.

Pues bien, La Sra. Sotomayor sencillamente guarda silencia a dicho respecto y prefiere
realizar alegaciones carentes de fundamento y totalmente antojadizas. Ello deberá ser así determinado
por S.S., en cuanto a rechazar la acción en todas sus partes, recordemos adicionalmente que la
demandante no puede por la vía probatoria complementar lo que no ha dicho en su libelo.

Finalmente, debemos hacer presente que no ha existido diferenciaciones arbitrarias de ningún


aspecto. Pues, si bien comprende esta parte lo difícil que puede ser afrontar el término de una relación
laboral de tantos años, ello no implica, bajo circunstancia alguna, que el despido pueda, per se,
constituir una vulneración o afectación imputable a CODELCO. Lo anterior, considerando, además,
que la Constitución y las leyes laborales reconocen la facultad del empleador de disponer de
determinadas relaciones laborales. Concordará S.S. que una cosa es ser vulnerado y otra es sentirse
vulnerado y no debe olvidarse que la Sra. Sotomayor no desliza hechos objetivos que informes dicha
pretensión, razón por la cual debe desestimarse su pretensión de tutela.

b. En subsidio de lo expresado, cumplimiento de lo establecido en el artículo 493 del Código


del Trabajo: fundamentos y racionalidad de la medida adoptada.

Para el improbable supuesto de que S.S. estime que existen indicios suficientes de las
vulneraciones de derechos fundamentales alegadas por la Sra. Sotomayor, es menester hacer
referencia, en cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 493 del Código del Trabajo, a los
fundamentos y a la proporcionalidad de la medida adoptada por Codelco y que es cuestionada por la
Sra. Sotomayor, según se desprende del libelo.

En el presente caso, estamos en presencia de una supuesta colisión de derechos. En efecto,


por un lado, el acto sometido a cuestionamiento corresponde a la facultad del empleador de
despedir a un trabajador en caso de verificarse una necesidad empresarial, lo cual se encuentra
avalado por el artículo 19 Nº 21 y 24 de la Constitución Política de la República, y que en nuestra
legislación se encuentra recogido a modo ejemplar en el artículo 3º inciso tercero del Código del
Trabajo, y especialmente en el artículo 306 del mismo cuerpo legal, el cual sostiene que no puede ser
objeto de negociación colectiva alguna la facultad de organizar, dirigir y administrar la empresa; y,
por la otra, las garantías fundamentales que estima infringidas el denunciante. Ante este caso de
colisión de derechos, tanto el artículo 493 como también la doctrina sostienen que debe resolverse
aplicando el principio de la proporcionalidad5.

5UGARTE CATALDO, José Luis, “Tutela de los Derechos Fundamentales del Trabajador”, Ed. Legalpublishing, Santiago.,
2009, página 73.

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El test de proporcionalidad, en sencillos términos, consiste en el análisis que permite dilucidar
cuándo es constitucionalmente justificable anteponer un derecho fundamental por sobre otro. Para
ello, debe analizarse la concurrencia de tres subprincipios, los cuales son: (i) Idoneidad, que se refiere
a dilucidar si el medio empleado es adecuado o apto para obtener el fin propuesto por el empleador;
(ii) Necesidad, en cuanto a que el medio empleado sea el único capaz de obtener el fin propuesto, no
existiendo medios menos lesivos que permitan lograr el objetivo; y (iii) Proporcionalidad en sentido
estricto, que busca determinar si la limitación de un derecho fundamental resulta razonable en
consideración a la importancia de aquel otro derecho fundamental que se busca proteger mediante la
restricción.

En este orden de ideas, debemos señalar que la medida adoptada por mi representada fue
idónea, por cuanto Codelco experimentó una necesidad empresarial, frente a la cual debía adoptarse
una medida que permitiera reestructurar la empresa y mantener la viabilidad del negocio y la acción
en cuestión lo permite. La medida además fue necesaria, en razón de que no existió una medida
menos lesiva que permitiera obtener el fin perseguido por mi representada. En efecto, no podía ser
reubicado, por lo que no existió otra medida que pudiere permitir la continuidad de la demandante.
Finalmente, la medida fue proporcional en sentido estricto, puesto que el pleno respeto de las
garantías constitucionales de mi representada en nada afectó las garantías constitucionales la Sra.
Sotomayor. El despido obedeció únicamente a razones de índole económica, de carácter objetivo y
en pleno apego a la legislación vigente.

En consecuencia, y en el único supuesto en el que S.S. considere que existen indicios


suficientes de la efectividad de las afirmaciones del denunciante, la demanda deberá ser rechazada,
por cuanto la conducta de Codelco supera, según fue demostrado, el test de la proporcionalidad.

VIII. EL DESPIDO LA SRA. SOTOMAYOR SE ENCUENTRA JUSTIFICADO Y


RESPONDE A UN PROCESO SERIO DE REORGANIZACIÓN.

En razón de que el demandante ha entablado, en lo principal, acción de tutela por vulneración


de derechos fundamentales con ocasión del despido y acción de despido indebido y cobro de
prestaciones, por consideraciones de economía procesal, damos por expresamente reproducidas todas
las defensas vertidas en los apartados anteriores de esta contestación, relativas a los antecedentes de
la relación laboral, las circunstancias previas al despido y el despido propiamente tal.

En virtud de lo dispuesto en el artículo 454 N° 1 inciso segundo del Código del Trabajo
corresponderá a esta parte acreditar la justificación del despido de la Sra. Sotomayor debido a los
hechos invocados en su correspondiente carta de desvinculación. A este respecto, debemos señalar
que no existe controversia en que mi representada, al comunicar su despido al actor esgrimió la causal
del artículo 161 inciso primero del Código del Trabajo, consistentes en “necesidades de la empresa”.

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A continuación, nos referiremos a la efectiva concurrencia de la causal en razón de los hechos
expuestos en la comunicación de despido.

Como resulta evidente, la necesidad de la empresa es una causal que requiere la


verificación de un hecho externo y ajeno a la empresa, pues el valor de los “comodities” que
comercia mi representada, se ven sujetas al estado del mercado, lo que la obliga o le genera un
escenario en el que únicamente puede optar por la desvinculación del trabajador en cuestión. Así, el
mercado en el cual se encuentra inserta mi representada es altamente competitivo por lo cual
diariamente deben adoptarse medidas destinadas a aumentar la eficiencia y optimización de los
recursos disponibles.

En dicho contexto, es que Codelco adoptó la decisión contenida en la carta de despido


consistente en la reestructuración de la Compañía, optimizándose los procesos y obteniéndose
resultados más eficientes luego de la disminución de sus costos fijos. Debemos hacer presente, a su
turno, que el cargo de la Sra. Sotomayor no ha sido suplido por una nueva contratación, como se
demostrará.

Pues bien, la causal invocada por mi representada para despedir a la ex trabajadora fue aquella
contemplada en el artículo 161 inciso primero del Código del Trabajo, esto es, necesidades de la
empresa, establecimiento o servicio. Como la norma lo indica, serán consideradas necesidades de la
empresa la racionalización o modernización de la empresa, establecimiento o servicio, bajas en la
productividad, cambios en las condiciones de mercado o economía, que hagan necesaria la separación
del trabajador. En definitiva, se trata de una causal objetiva de índole económico que, para su
procedencia requiere de los siguientes requisitos:

- Debe tratarse de una situación objetiva que afecte a la empresa, establecimiento o servicio;
- Debe tratarse de una necesidad grave, que revista cierta envergadura; y
- Debe existir una relación de causalidad entre la necesidad empresarial y el despido de la Sra.
Sotomayor.

Como bien S.S. lo sabe, se ha entendido que una situación objetiva es aquella que no
depende de la voluntad de las partes. Pues bien, en el presente caso dicha situación está constituida
por las exigencias impuestas por el mercado en que se desenvuelve mi representada.

Al identificar el artículo en comento, los casos que configuran necesidades de la empresa, se


permiten sostener que la causal está motivada principalmente por situaciones derivadas de la
necesidad del establecimiento Casa Matriz de Codelco, de realizar adecuaciones en consideración a
los cambios y vicisitudes del mercado, siendo indispensable que las necesidades deban fundarse en
consideraciones de carácter objetivas, como es en el caso aludido. Efectivamente, dicha necesidad de
adecuación será constante y requerirá de un accionar prolongado de la Empresa en adecuar sus
procesos tanto a las contingencias del mercado como a las necesidades de dotación de un determinado

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establecimiento. En ese sentido se pronuncia la historia fidedigna de la tramitación de la Ley N°
19.010, que estableció el artículo 161 inciso 1° en el Código del Trabajo, en orden a determinar su
alcance, tal como lo señala el artículo 19 inciso 2° del Código Civil, que da cuenta de ello. Así, se
dispone:

“Se establece, en reemplazo de la norma mencionada, la causal de necesidades


de la empresa que da cuenta de aquellos hechos que objetivamente pueden afectar la
actividad de la empresa y hacer necesario el despido de uno o más trabajadores. Estos
hechos que justificarían los despidos, son entre otros, la racionalización o
modernización de las empresas, bajas en la productividad, cambios en las condiciones
del mercado o de la economía que hagan necesaria la separación de uno o más
trabajadores, y la falta de adecuación laboral o técnica del trabajador. La aplicación
de esta causal por parte del empleador otorga al trabajador el derecho a una
indemnización equivalente a un mes por cada año de servicio y fracción superior a seis
meses”

Sin embargo, la objetivación no significa una prescindencia absoluta de la voluntad del


empleador en cuanto a las causas mismas de la desvinculación. Interpretarlo de dicha manera,
supondría desconocer abiertamente que toda necesidad de reestructuración de la Empresa supone por
parte de la dirección de la compañía, una decisión positiva de obrar así. Por tanto, debe considerarse
objetiva la aplicación de la causal de necesidades de la empresa, no porque esta se genere con motivo
de un hecho ajeno a la voluntad del empleador, sino que por el hecho que la decisión patronal adoptada
exhiba una fundamentación de carácter técnica, es decir, que la decisión de despedir trabajadores por
la causal en referencia no sea arbitraria.

Es en consideración a lo anterior que las necesidades empresariales, como concepto legal,


pueden ser de la empresa, establecimiento o servicio. En el caso de autos, las necesidades de la
empresa se circunscriben a una necesidad de adecuación de toda Casa Matriz como del área específica
en que desempeñaba sus labores la Sra. Sotomayor lo que se ve relacionado – e incluso aparejado-
por una reorganización interna de la Compañía. Luego, claramente los hechos que se describen son
graves, toda vez que repercuten directamente en el patrimonio y en los procesos de atención de
Codelco, lo que hace imperante una necesidad de adecuación constante a los desafíos que impone un
mercado competitivo, debiendo ajustarse las dotaciones de manera constante, considerando el valor
de los sueldos que se pagan.

Finalmente, tal como ya ha sido latamente referido, el proceso de adecuación del área en que
desempeñaba sus labores la Sra. Sotomayor se realizó en pos de ajustar los procesos a las vicisitudes
impuestas por el mercado, reestructurando, por tanto, dicha área y la Compañía en general. En este
orden, debía ajustarse la dotación de personal a las necesidades, manteniendo o aumentando los
niveles de productividad, con los recursos laborales con que se tenía de acuerdo con los estándares
de operación esperados, especialmente en el departamento de Contabilidad.

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En este orden de ideas, resulta más que decidor de la relación de causalidad entre la necesidad
de la empresa y el despido del trabajador el hecho que, realizando la reestructuración,
disminuyendo el personal encargado, se ha logrado satisfacer la necesidad operacional, no
siendo contratado un nuevo trabajador para cubrir a la denunciante. ¿No es acaso el resultado
el mayor antecedente de un nexo de causalidad? La medida adoptada tuvo efectivamente el resultado
esperado, aumentando o manteniendo los niveles de productividad. En síntesis, el nexo causal queda
en evidencia tanto por el propósito como por el resultado del proceso.
En consecuencia, la carta es clara y justificada. Por ello, como apreciará S.S., el despido La
Sra. Sotomayor se encuentra plenamente justificado, razón por la cual deberá, sin más, desestimar la
acción incoada por la Sra. Sotomayor

IX. PRONUNCIAMIENTO RESPECTO DE LAS PRESTACIONES Y SOLICITUDES.

1. Sobre la tutela de derechos fundamentales.

No procede, y damos por reproducido todos los fundamentos relatados, pues no existe
ninguna vulneración, ni en el fondo ni en la forma.

2. En cuanto al pago de las indemnizaciones sin tope de años y montos, además de los
recargos supuestamente convencionales establecidos.

En cuanto a los años de servicio son 14, con tope de 11 y no 17, los cuales se les debe aplicar
el tope de 90 UF, aun así, la demandante pretende sumas más elevadas, e indica que la antigüedad
seria 17 años.
Desde ya debemos limitar la sustitutiva a el tope que establece la ley 90 UF, lo mismo ocurre
con los años de servicio. Ahora, tal como se expuso, no procede otro tiempo que el que se reconoce,
octubre de 2005 hasta la fecha del despido. Además, la Sra. Sotomayor solicita que se condene a mi
representada y conjuntamente solicita el pago de dichas indemnizaciones de recargo convencional de
20$% en razón de la Nota Interna VHR-50/2019. La solicitud de la demandante es completamente
improcedente en consideración a lo que se expone, incluso en su intento de complementación lo
demuestra. Pues no existe este recargo convencional con esta, y de proceder no es compatible con el
recargo, pues implica reconocer la causal.

En efecto, la Nota Interna en cuestión nace del propósito de compensar a los trabajadores de
Codelco en mayor cuantía a los mínimos legales. Al efecto, debe tenerse presente que dicha nota no
reconoce la existencia de un derecho, sino que únicamente da cuenta de la solicitud que realiza
el Vicepresidente de Recursos Humanos al Presidente Ejecutivo de Codelco. Por ello, dicho
documento no se basta por sí solo para acceder a las indemnizaciones pretendidas, más si se ha
propuesto una demanda, donde controvierte el despido. Lo que no tiene nada de convencional.

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Explicando la situación habiendo solicitado el Vicepresidente aludido, dicha autorización, se
determinó que las indemnizaciones se pagarían a los trabajadores de diversos Roles previa
suscripción de un adeendum con sus respectivos Sindicatos. Pues bien, es del caso hacer presente
que el Sindicato de la demandante (Rol A) no se encontró en la disposición de suscribir dicho
apéndice que contemplaba el derecho a indemnizaciones superiores a los mínimos, razón por la
cual sus trabajadores no fueron acreedores de dicho beneficio, en consecuencia, nunca se
convinieron, de modo que deben ser estimados como improcedentes.

En este orden conceptual, resulta improcedente el pago de las indemnizaciones


pretendidas sin los topes legales y con los incrementos solicitados, lo cual desde ya solicitamos
a S.S. se tenga presente, debiendo SS. aplicar los topes para los años de servicio y para cualquier
incremento que se pueda condenar.

3. En cuanto al recargo de la causal 161 inciso 1 del Código del Trabajo.

Negamos el adeudamiento del recargo, pues la causal fue justificada, conforme al tenor de la
contestación, adicionalmente solicitamos en caso de condena, se considere la base considerando los
topes de 90 UF para el recargo y no las indemnizaciones que voluntariamente se han ofrecido pagar,
conforme a la presente contestación.
Hacemos presente e insistimos en que el despido se encuentra plenamente justificado, razón
por la cual, además de no poseer sustento legal lo solicitado, controvertimos su procedencia.

4. En cuanto al feriado legal y proporcional.


Así mismo oponemos excepción de prescripción sobre el feriado superior a dos periodos. En
efecto, no proceden los días que menciona en su demanda. Como se acreditará, se reconocieron 30
días, lo que totalizó 43 días corridos, por lo que se le pagará $5.871.478., sobre la base de
remuneración de $4.096.382, recordemos SS. que no todos los conceptos son base para la
determinación del feriado. Controvirtiendo los demás montos que pretenda la demandante

5. Sobre la declaración de continuidad laboral.


Atendido lo latamente expresado en el libelo y teniendo en consideración las excepciones
opuestas, resulta improcedente se acceda a lo solicitado, no existiendo continuidad de los servicios
sino desde el 1º de octubre de 2005.

5.1 Sobre las prestaciones del periodo de 2002 a 2005 (vinculadas con la continuidad).
Llama la atención en primer lugar que, presente de forma similar prestaciones que derivan de
contratos que, según ella, tienen naturalezas distintas.
1.- Contrato a plazo fijo. 1 noviembre de 2002 hasta octubre de 2003.
2.- Contrato a honorarios. Diciembre de 2003 hasta septiembre de 2005
Por lo anterior, esta parte desde ya solicita que se estimen como improcedentes todos los
conceptos pedidos a este respecto: La gratificación de ese periodo, asignación de título, asignación

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profesional, bono de vacaciones, bono gestión de desempeño, de dos años, bono BIGI, Bono
productividad y cualquier otro. Lo anterior totaliza $65.381.593.
Primero, desde ya desestimamos esta alegación conforme al cuerpo de la contestación y
adicionalmente:
– La demandante señala ella misma, que dicha relación de continuidad de interrumpió en el
mes de noviembre de 2003, de modo que dicha relación ya no es continua.
- Se trata de una relación que tiene orígenes distintos una a plazo, propio del contrato de
trabajo y otra a honorario, que el propio demandante no especifica adecuadamente. Así, las
prestaciones laborales por el contrato a plazo fueron firmadas y respetadas por las partes y la
demandante no puede desconocerlas, tanto en su origen como en su terminación.
- No indica la demandante tampoco, por qué procedería el pago de cada prestación.
Ante ello, simplemente solicitamos a S.S. se declare el rechazo del adeudamiento de dichos
conceptos por cuanto no hay razón para solicitarlo.

5.2 Prescripción sobre las prestaciones solicitadas de 2002 a 2005

Sin perjuicio que estimamos que las prestaciones que se cobran por los años 2002 al 2005,
son improcedentes, en caso de que SS, estime su existencia, por este acto oponemos excepción de
prescripción en virtud de lo dispuesto en el artículo 510 del Código del Trabajo. En efecto, en materia
laboral, el artículo 510 del Código del Trabajo contempla una serie de hipótesis, siendo en el presente
caso aplicable la regla que estipula que deberán ejercerse las acciones – con la finalidad de tutelar
cierto derecho- dentro del plazo de 2 años desde que la obligación resultó ser exigible.
Habiendo denunciado prestaciones del año 2002 hasta el año 2005, estas se encuentran
absolutamente prescritas, lo que solicitamos se sirva así declararlo.
Considere SS. que la acción se ha presentado el 10 de octubre de 2019, de modo que no
procede ninguna prestación, de dos años anteriores. En efecto no puede cobrar ninguna de estas
prestaciones con anterioridad al 10 de octubre de 2017, ello conforme al monto de $65.381.593 que
pide y/o cualquier otro que SS. se sirva declarar.

6. En cuanto a la Nulidad del Despido Solicitada.

El demandante intenta profitar de un elemento jurídico que no le es aplicable, así es S.S. se


señala que existe una diferencia de periodo bajo honorarios los cuales desde ya rechazamos y
controvertimos. Así las cosas, solicitamos se rechace desde ya dicha pretensión de nulidad de despido
en relación al periodo con honorario por cuanto lógicamente mi representada actuando de buena fe
ejecuto el contrato bajo la naturaleza con la que fue celebrado.
Por su parte de la hipótesis planteada se evidencia que no procede la sanción contemplada en
el inciso séptimo del artículo 162 del Código del Trabajo, cuando debiera ser en la sentencia definitiva
donde se establece dicha circunstancia y por cuya diferencia supuestamente no se han pagado
cotizaciones de seguridad social.

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Los tribunales Superiores de Justicia han sostenido que dicha sanción ha sido prevista para el
empleador que ha efectuado la retención correspondiente de las remuneraciones distintas a aquellas
para las cuales fueron dispuestos, de modo que se hace acreedor de la sanción pertinente, que no es
el caso, en que la mencionada retención y distracción no se produjo pues, como se ha sostenido
será la propia sentencia la que determinara los haberes adeudados. Así lo ha dicho la Corte
Suprema, en un caso similar de horas extra el veintitrés de mayo de dos mil trece. Rol N° 640-13.

“Tercero: Que en la sentencia recurrida, se decidió que el juez a quo no infringió el artículo
162 del Código del Trabajo, al declarar que el despido de la actora fue nulo por no pago de
cotizaciones previsionales, en atención a que el empleador no dio cumplimiento a lo dispuesto en el
inciso quinto del artículo 162 del Código del Trabajo, al no haber enterado las cotizaciones
previsionales respecto de la remuneración por horas extras, cuya existencia se reconoció en la
sentencia. Así, en el considerando décimo quinto de la sentencia de nulidad señaló: "Que, sin
perjuicio de las motivaciones precedentes, estos sentenciadores comparten lo razonado por el Juez
a quo, en cuanto a la interpretación del artículo 162 del Código del Trabajo que hace aplicable la
sanción de la nulidad despido (sic) también a aquel empleador que además de no haber pagado las
cotizaciones previsionales de un trabajador correspondientes al trabajo realizado, tampoco lo ha
remunerado por la prestación de sus servicios, situación aún mas reprobable que aquella en que sólo
se omitido (sic) el integro de las mencionadas cotizaciones, lo que se ajusta a la interpretación más
favorable al trabajador, acorde con el rol tutelar del derecho laboral.".
Cuarto: Que, por su parte de la lectura del fallo acompañado al recurso, específicamente el
dictado por esta Corte Suprema en los antecedentes N°116-2011, se evidencia que en éste se declara
que no procede la sanción contemplada en el inciso séptimo del artículo 162 del Código del Trabajo,
cuando es en la sentencia definitiva donde se establece que las remuneraciones del trabajador son
superiores a las reconocidas por el empleador, y por cuya diferencia no se han pagado cotizaciones
de seguridad social. Así, en la sentencia de reemplazo, luego de acoger el recurso de unificación,
señala: "2° Que corresponde determinar la procedencia de aplicar la sanción contenida en el
artículo 162 del Código del Trabajo, en la redacción que le introdujo la Ley N° 19.631, al caso en
que la sentencia ha establecido la existencia de un bono de espera a favor de los trabajadores y
respecto del cual no fueron pagadas las cotizaciones de seguridad social. 3° Que esta Corte
reiteradamente ha sostenido que dicha sanción ha sido prevista para el empleador que ha efectuado
la retención correspondiente de las remuneraciones distintas a aquellas para las cuales fueron
dispuestos, de modo que se hace acreedor de la sanción pertinente, cuyo no es el caso, en que la
mencionada retención y distracción no se produjo pues, como se ha sostenido precedentemente, ha
sido el fallo el que ha determinado que la remuneración de los actores era superior a la percibida
por éstos y es sobre aquella que se le sanciona con la nulidad del despido."
Quinto: Que de lo expuesto queda de manifiesto la existencia de distintas interpretaciones
sobre una misma materia de derecho, a saber, la procedencia de aplicar lo dispuesto en el inciso
séptimo del artículo 162 del Código del Trabajo, cuando la sentencia ha determinado que el monto
de la remuneración el actor es superior a aquella por la cual se pagó cotizaciones previsionales,
motivo por el cual, el presente recurso de unificación de jurisprudencia debe acogerse.

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Sexto: Que lo antes resuelto hace innecesario pronunciarse acerca del resto de las sentencias
acompañadas por el demandado al recurso de unificación de jurisprudencia.
Por estas consideraciones y en conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 483 y
siguientes del Código del Trabajo, se acoge el recurso de unificación de jurisprudencia interpuesto
por la parte demandada, a fojas 35, en relación con la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones
de San Miguel, de dieciocho de diciembre del año dos mil doce, escrita a fojas 14 y siguientes, de
estos antecedentes y, en consecuencia, se la reemplaza por la que se dicta a continuación, sin nueva
vista y separadamente”

De acuerdo con lo razonado, aparece como evidente que mi representada enteró a las
instituciones correspondientes todas las cotizaciones previsionales que retuvo al momento en que era
trabajadora, y que solamente en la sentencia dictada en estos antecedentes en el caso de que
probablemente se determinara una existencia de relación labora, no se verifica el supuesto de
procedencia de la sanción remuneratoria, contemplada en la disposición citada, por cuanto, ella ha
sido prevista para el empleador que ha efectuado la retención correspondiente de las remuneraciones
del trabajador y no entera los fondos en el organismo respectivo, esto es, no ha cumplido su rol de
agente intermediario y ha distraído los dineros que no le pertenecen y por ello es que se hace
acreedor a la sanción pertinente, cuyo no es el caso, ya que la mencionada retención no se
produjo, por desconocer estos estipendios.
Por ello, esta parte viene en señalar la improcedencia de dicha pretensión en todas sus partes.

7. Respecto del AFC


Reproducimos lo dicho, es improcedente la restitución e incluso no señala ni siquiera un
monto. Por lo que lo rechazamos como se indicó en la compensación.

8. Sobre, gratificación, bono gestión, bono vacaciones, día trabajado y no pagado, día
compensado en julio, 12 de mayo y proporcionales del 2019.

Solicitamos se desestime esta pretensión por infundada, como salta a la luz ninguna de esta
petición encuentra sustento legal ni contractual, lo que atenta a que SS. pueda declararla, pues no se
ha especificado la base de este ni la fuente legal o contractual.
Dicho, esto mi representada controvierte dichas sumas en todas sus partes procediendo en la
etapa que corresponda a demostrar que nada se le adeuda por estos conceptos.

9. Respecto de la sanción de la ley 19.886.


Solicitamos por lo ya dicho su improcedencia.

10. Respecto de las prestaciones de reajuste, intereses y costas.


Solicitamos que se desestime la solicitud por ser el despido justificado y apegado al derecho.

11. Otras prestaciones laborales.

- 21 -
Atendido lo expresado en el cuerpo del presente escrito y con el fin de que S.S. tenga certeza
respecto de los haberes que reconoce esta parte conforme al finiquito, manifestamos que Codelco
adeuda a la Sra. Sotomayor los siguientes haberes:

i. Indemnización por años de servicio tope 11 años.


ii. Indemnización sustitutiva del aviso previo: $2.515.808
iii. Indemnización por feriado (43 días hábiles): $5.871.478
iv. Bono Vacaciones octubre 2019 junio 2019 $2.238.732
A ello se debe descontar:
Impuesto único bono Vacaciones $484.525
Préstamos generales $4.489.642
Préstamo habitacional 5% $12.395.777
Préstamo habitacional 1% $5.211.255
Descuento Reproceso $794.988
Aporte Seguro de Cesantía $8.076.302
Todos los demás montos y adeudamientos los controvertimos expresamente, de acuerdo con
lo expresado en el cuerpo del presente escrito. Como se señaló hacemos presente que el anterior
reconocimiento es sin perjuicio de las excepciones de compensación y las deudas contraídas por la
denunciante. Por ello, estos montos deberán declararse adeudados en Sentencia definitiva, existiendo
controversia sobre los descuentos que procedan sobre ellos.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto, conforme a las normas citadas y demás que S.S. estime
pertinentes, teniendo presente además la jurisprudencia citada y demás disposiciones legales
invocadas y pertinentes,
SOLICITO A S.S., se sirva tener por contestada la denuncia interpuesta por doña Verónica
Sotomayor Bustamante en contra de mi representada, en los términos expuestos en el cuerpo del
presente escrito, y rechazarla en todas sus partes, declarando, en definitiva:

1. Que se tiene por opuesta la excepción de compensación y que, según sea en cada caso
planteado, ésta se acoge, con costas;
2. Que se tiene por opuesta la excepción de prescripción respecto de los montos del 2002 al
2005, en los términos de la contestación.
3. Que no ha existido continuidad en los servicios de la Sra. Sotomayor en los términos
planteados en la denuncia.
4. Que se tiene por contestada la denuncia interpuesta y que ésta se rechaza, conforme a lo
expresado en el presente escrito, con costas;
5. Que se tiene por contestada la demanda de despido injustificado.
6. Que nada se adeuda al actor, salvo aquellos conceptos expresamente reconocidos por esta
parte y mediando la resolución de la excepción de compensación opuesta;
7. Que se desestimen las prestaciones solicitadas.

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8. Que se condena en costas al actor y, en subsidio de ello, que se exime a esta parte de su pago.

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