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RESUMEN

https://www.yumpu.com/es/document/read/67428490/estudios-multirreferenciales-sobre-

educacion-y-curriculo-para-abrir-lugar-a-saberes-otros/89

El presente escrito pretende abreviar el capítulo segundo del libro Estudios

multirreferenciales sobre educación y currículo para abrir lugar a saberes otros, titulado “La

evaluación como proceso en perspectiva de respuesta a la diversidad educativa”. Éste comprende

la problemática actual sobre la percepción ideológica y valorativa que se tiene sobre la

evaluación. Esa visión contiene “confluencia de intereses, intenciones y principios muy

diferentes entre sí e incluso, en algunas ocasiones, contrapuestos” (Álvarez, citado por Arroyave,

2020).

Aunque los intereses correspondan a visiones particulares, lo cierto es que la evaluación

se utiliza para el desarrollo del aprendizaje y no para etiquetar estudiantes o ejercer mecanismos

de control estudiantil y académico, como generalmente se considera. En este orden de ideas,

Arroyave busca justificarse mediante dos temas. El primero (“De las acepciones sobre

evaluación”) tiene que ver con algunos modelos de evaluación de las últimas décadas, donde se

exponen los ítems más relevantes. El segundo (“Ampliar el zoom para ver el bosque”), conlleva

a una propuesta de evaluación alternativa para la diversidad educativa.

Referente a la primera parte, la autora se basa en la propuesta por la evaluación desde un

enfoque dirigido a las acciones y comportamientos individuales dentro de la esfera educativa. Es

decir, se precisa de atención para “notar las contingencias referentes a antecedentes, actividades

en clase y resultados escolares” (Arroyave, 2020).


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Este planteamiento considera la orientación hacia la diversidad que existe entre las

perspectivas de los estudiantes en cuanto a valores, haciendo del mismo modo, una

configuración sobre los esquemas propuestos como forma de cambiar el paradigma y así

encontrar resultados exitosos. En ese sentido, la evaluación se erige como una etapa de

conocimiento y de enseñanza, que propone evaluar tanto el rendimiento de las cualidades de los

estudiantes, así como la totalidad de actividades didácticas desarrolladas.

En ese sentido, la didáctica como sistema, radica en la adaptación, principalmente de los

docentes, “a través de múltiples acciones, a la diversidad de capacidades, intereses y

motivaciones de los alumnos” (Arroyave, 2020). Esto es considerado como una condición básica

para tener una concepción distinta del aprendizaje escolar y de la enseñanza. El enfoque de la

didáctica considera una alternativa para las mejoras de las diversas prácticas educativas, siendo

una respuesta para las diferentes motivaciones, capacidades e intereses que muestran los

estudiantes en cualquier etapa escolar.

La segunda parte abarca la caracterización de una didáctica como estrategia alternativa a

la visión y modelo de evaluación educativa en su carácter diversa, del cual hemos contemplado

sus preceptos. Por tanto, lo que prosigue es la exposición de los niveles del proceso de

evaluación alternativa, los cuales son: “autoevaluación”, “coevaluación”, “heteroevaluación” e

“interevaluación”.

El primero de ellos, indaga en un espacio donde cada estudiante da cuenta de sus logros

mediante una reflexión profunda de sus propuestas y metas. Esta etapa permite la realización de

la forma en cómo identifica cada uno su situación con un panorama ideal, y si de ello se ha

logrado alcanzar lo propuesto.


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La segunda corresponde a la coevaluación, este comprende, igualmente de un espacio

donde el proceso y el trabajo de cada estudiante o grupo de trabajo es evaluado por otros

integrantes. Esta evaluación compartida promueve la reflexión y “el aprendizaje profundo de los

procesos evaluados, además de la mejora de la confianza y la autoestima del alumnado” (Knight,

et al., citado por Arroyave, 2020).

La tercera, heteroevaluación, este nivel comprende una evaluación compartida mediante

el dialogo, realizándose de forma conjunta entre profesor y estudiante. En ese escenario, se

establece y asume responsabilidades por ambas partes, donde se hace vital la interacción entre

cada sujeto para llegar a un consenso de las valoraciones hechas de producción escolar. La

cuarta y última, es la interevaluación. En ésta se comparten situaciones individuales y por ende

diversas de cada individuo, permitiendo tejer un camino hacia las mejoras estudiantiles,

estimulando el proceso de formación.

Con ello, podemos concluir que la evaluación se hace idónea, pues la caracterización y

gestión del proceso de formación y comprensión de la diversidad, al igual que las dinámicas

alternativas aportadas para el cambio, estimulan el interés educativo y coloca en marcha diversos

procesos que permiten la visibilizar situaciones, sentimiento y emociones de los demás, para así

seguir estableciendo a la evaluación como un recurso necesario, en aras del desarrollo de

aptitudes y habilidades de los estudiantes en cuanto al proceso de enseñanza y aprendizaje.


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REFERENCIAS

Arroyave, D. (2020). La evaluación como proceso en perspectiva de respuesta a la diversidad

educativa. En (editor).

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