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NEUROSIS OBSESIVA | FREUD En la histeria es regla que las ocasiones recientes de la enfermedad sucumban

a la amnesia lo mismo que las vivencias infantiles con cuyo auxilio aquellas
trasponen su energía de afecto en síntomas. Toda vez que un olvido total sea
A PROPÓSITO DE UN CASO DE NO (1909) posible, el ocasionamiento traumático reciente será roído por la amnesia y
despojado al menos de sus componentes más sustantivos. Esa amnesia prueba
El lenguaje de la NO es un dialecto del lenguaje histérico. Se emparienta más
la represión sobrevenida.
que el dialecto histérico con la expresión de nuestro pensar consciente.
En la NO es posible que las premisas infantiles sucumban a una amnesia –
“El inventario de la NO está completo”: una pulsión erótica y una sublevación
incompleta-, en cambio las ocasiones recientes de la enfermedad se
contra ella; un deseo y un temor que lo contraría; un afecto penoso y un esfuerzo
encuentran conservadas en la memoria. La represión se ha servido de otro
hacia acciones de defensa.
mecanismo más simple: en lugar de olvidar el trauma le ha sustraído la
La consciencia de culpa no es susceptible de ulteriores críticas, sino que investidura de afecto, de suerte que en la consciencia queda como secuela un
pertenece a un contenido inconsciente (no sabido). El contenido de contenido de representación indiferente, considerado inesencial. Éste sólo rara
representación consabido (el que sí se sabe) sólo ha caído en ese lugar en virtud vez es reproducido y no desempeña papel alguno en la actividad de pensamiento
de falso enlace. Sólo el falso enlace puede explicar la impotencia del trabajo consciente de la persona.
lógico contra la representación torturante. El afecto intenso se enlaza en una
Para la NO existen dos clases de saber y de tener noticia: tiene noticia de sus
representación subrogada que convenga.
traumas como que no tiene noticia de ellos. Tiene noticia de ellos en la medida
La angustia corresponde a un deseo que alguna vez se tuvo y que ahora está en que no los ha olvidado, pero no tiene noticia de ellos puesto que no discierne
reprimido. Ello armoniza además con el reclamo de que lo inconsciente deba ser su significado.
el opuesto contradictorio de lo consciente. En el hombre de las ratas: el amor
El onanismo de los años de pubertad no es realmente otra cosa que el
intenso por el padre es la condición del odio reprimido. El mismo gran amor no
refrescamiento del onanismo en la infancia. Y esta es la expresión más nítida de
admite que el odio, que por fuerza ha de tener alguna fuente, permanezca
la constitución sexual del niño, en la cual también nosotros buscamos la
consciente. El odio se conecta con una fuente, con una ocasión, de suerte que
etiología de las posteriores neurosis.
ello lo vuelve indestructible. Así, por un lado, un nexo de esa índole protegería
del sepultamiento al odio contra el padre, y por el otro, el gran amor le impediría El contenido sexual infantil consiste en el quehacer autoerótico de los
devenir consciente, de modo que solo le restaría la existencia en lo inconsciente, componentes sexuales predominantes, en huellas de amor de objeto y en la
desde donde por momentos podría forzar hacia adelante. formación del complejo nuclear de la neurosis, que abarca las primeras
mociones tanto tiernas como hostiles hacia padres y hermanos, después de que
Acciones obsesivas de dos tiempos. El primer tiempo es cancelado por el
se ha despertado el apetito de saber del pequeño. A partir de la uniformidad de
segundo. Son de ocurrencia típica en la NO. El pensar consciente del enfermo
este contenido y de la constancia de los influjos modificadores posteriores, se
incurre en un malentendido respecto de ellas y las dota de una motivación
explica que se formen por lo general las mismas fantasías sobre la infancia.
secundaria: las racionaliza. Su significado reside en la figuración del conflicto
Responde al complejo nuclear infantil que el padre reciba el papel del oponente
entre dos mociones opuestas de magnitud aproximadamente igual, se trata
sexual y del perturbador del quehacer autoerótico, y la realidad efectiva tiene
siempre de la oposición amor-odio. En vez de llegarse, como acontece por regla
buena participación en ello.
general en la histeria, a una formación de compromiso que contenta a ambos
opuestos en una sola figuración, aquí los dos opuestos son satisfechos por En la lucha defensiva secundaria que el enfermo libra contra las
separado, primero uno y luego el otro, aunque no desde luego sin que se intente representaciones obsesivas, se producen delirios. Como pensamientos mestizos
establecer entre esos opuestos mutuamente hostiles algún tipo de enlace lógico. entre argumentos racionales y pensamientos obsesivos, que se sitúan en el
terreno de lo patológico.
Otra necesidad anímica de los NO es la incertidumbre o la duda. La producción  Su interrupción mediante un desarrollo de angustia toda vez que no se
de la incertidumbre es uno de los métodos que emplea la neurosis para sacar al pudo impedir su planteo
enfermo de la realidad y aislarlo del mundo. Los enfermos ponen mucho de sí  Una reacción con posterioridad que protesta contra ella y quiere deshacer
para esquivar una certidumbre y aferrarse a una duda. La predilección de los lo acontecido cuando la función se ejecutó a pesar de todo.
enfermos obsesivos por la incertidumbre y la duda los lleva a adherirse a temas
El yo renuncia a estas funciones a fin de no verse precisado a emprender una
en que la incertidumbre de los hombres es universal: la paternidad, la muerte,
nueva represión, a fin de evitar un conflicto con ello.
la duración de la vida, la memoria.
La compulsión es un ensayo de compensar la duda y de rectificar el estado de
inhibición insoportable de que ésta da testimonio. Se exterioriza en CAPÍTULO 2
mandamientos y prohibiciones, puesto que es ora el impulso tierno, ora el hostil,
El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un
el que se conquista este camino para la descarga. Si el mandamiento obsesivo
resultado del proceso represivo. La represión parte del yo, quien eventualmente
no ha de cumplirse la tensión es insoportable y se la percibe como suprema
por encargo del superyó, no quiere acatar una investidura pulsional incitada en
angustia. Pero el camino mismo hacia la acción sustitutiva desplazada a algo
el ello. Mediante la represión, el yo consigue coartar el devenir consciente de la
ínfimo es disputado con tanto ardor que sólo puede imponerse como medida
representación que era la portadora de la moción desagradable.
protectora en estrechísimo empalme con un impulso sobre el que recae la
defensa. A consecuencia de la represión, el decurso excitatorio intentado en el ello no se
produce; el yo consigue inhibirlo o desviarlo.
Además, mediante una suerte de regresión, actos preparatorios remplazan a la
resolución definitiva, el pensar sustituye a la acción y en vez de la acción La represión equivale a un intento de huida. El yo quita la investidura de la
sustitutiva se impone el pensamiento. agencia representante de pulsión que es preciso reprimir, y la emplea para el
desplazamiento de displacer (de angustia).
Freud presupone represiones primordiales, producidas con anterioridad que
ejercen su influjo de atracción sobre la situación reciente.
INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA (1925)
Las representaciones emergen en dos diversas situaciones: cuando una
CAPÍTULO 1 percepción externa evoca una moción pulsional desagradable, y cuando esta
emerge en lo interior sin mediar una provocación así. La protección
La inhibición tiene un nexo particular con la función y no necesariamente
antiestímulos sólo la hay frente a estímulos externos.
designa algo patológico: es una limitación normal de una función. En cambio, el
síntoma equivale a un indicio de un proceso patológico. Entonces también una La formación de síntoma se engendra a partir de la moción pulsional afectada
inhibición puede ser un síntoma. por la represión. Cuando el yo, recurriendo a la señal de displacer, consigue su
propósito de sofocar por entero la moción pulsional, no nos enteramos nada de
Nexo entre inhibición y angustia: muchas inhibiciones son una renuncia a cierta
lo acontecido.
función porque a raíz de su ejercicio se desarrolla la angustia.
A pesar de la represión, la moción pulsional ha encontrado un sustituto, ya no
Diversos procedimientos para perturbar una función:
reconocible como satisfacción. Sino que tal consumación ha cobrado el carácter
 El extrañamiento de la libido parece producir una inhibición pura de la compulsión.
 El menoscabo en la ejecución de la función
 Su obstaculización mediante condiciones particulares
 Su prevención por medidas de aseguramiento
CAPÍTULO 3 CAPÍTULO 5
El proceso que por obra de la represión ha devenido síntoma afirma ahora su La sensación de displacer que acompaña la emergencia del síntoma varía. En los
existencia fuera de la organización yoica y con independencia de ella. También síntomas desplazados a la motilidad, casi siempre falta por completo, el yo se
todos sus retoños gozan del mismo privilegio, se diría que de comporta frente a ellos como si no tuviera participación alguna. En el caso de los
extraterritorialidad. Cada vez que se encuentren por vía asociativa con sectores síntomas intermitentes y referidos a la esfera sensorial, se registran nítidas
de la organización yoica cabe la posibilidad de que los atraigan y con esta sensaciones de displacer.
ganancia, se extiendan a expensas del yo. El síntoma se presenta como cuerpo
Los síntomas de la NO son en general de dos clases y de contrapuesta
extraño.
tendencia. O bien son prohibiciones o bien satisfacciones sustitutivas. Se asiste
La lucha contra la pulsión desagradable se termina mediante la formación de a una lucha continuada contra lo reprimido, y allí el yo y el superyó participan
síntoma. Pero por regla general la trayectoria es otra: al primer acto de la muy considerablemente en la formación de síntoma.
represión sigue un epílogo prolongado que no se termina nunca; la lucha contra
La situación inicial de la NO es la misma de la histeria: la necesaria defensa contra
la moción pulsional encuentra su continuación en la lucha contra el síntoma.
las exigencias libidinosas del complejo de Edipo. Empero, la configuración
Esta lucha defensiva secundaria nos muestra dos rostros de expresión posterior es alterada por un factor constitucional: la organización genital de la
contradictoria. Por un lado, el yo emprende un intento de restablecimiento o de libido demuestra ser endeble y poco resistente. Cuando el yo da comienzo a sus
reconciliación. El yo intenta, además, cancelar la ajenidad y el aislamiento del intentos defensivos, el primer éxito que se propone como meta es rechazar en
síntoma, aprovechando toda oportunidad para ligarlo de algún modo a sí e todo o en parte la organización genital de la fase fálica, hacia el estadio anterior,
incorporarlo a su organización. Esto influye sobre el acto de la formación de sádico-anal.
síntoma. Ejemplo clásico es la formación de síntoma histérico. Como si el yo se
El estadio fálico ya se ha alcanzado en el momento del giro hacia la neurosis
guiara por esta consideración: el síntoma está ahí y no puede ser eliminado,
obsesiva, además estalla en edad más tardía que la histeria.
ahora se impone a avenirse a esta situación y sacarle la máxima ventaja posible.
Sobreviene una adaptación al fragmento del mundo interior que es ajeno al yo y El forzamiento de la regresión significa el primer éxito del yo en la lucha
está representado por el síntoma. defensiva contra la exigencia de la libido. Es preciso diferenciar la defensa de la
represión, que es uno de los mecanismos de la cual se vale aquella. El complejo
Así el síntoma es encargado de subrogar importantes intereses, cobra un valor
de castración es el motor de la defensa y la defensa recae sobre las aspiraciones
para la formación de sí, se fusiona cada vez más con el yo, se vuelve cada vez
del complejo de Edipo.
más indispensable para éste.
El comienzo de la latencia se caracteriza por el sepultamiento del CdE, la creación
Otras figuraciones del síntoma, las de la NO y la paranoia, cobran un elevado
o consolidación del superyó y la erección de las barreras éticas y estéticas en el
valor para el yo, más no por ofrecerle una ventaja, sino porque le deparan una
interior del yo. En la NO estos procesos rebasan la media normal: a la
satisfacción narcisista de que estaba privado.
destrucción del CdE se agrega la degradación regresiva de la libido, el superyó se
Resulta la ganancia secundaria de la enfermedad en el caso de la neurosis. vuelve particularmente severo y desamorado, el yo desarrolla en obediencia al
Viene en auxilio del afán del yo por incorporarse el síntoma y refuerza la fijación superyó elevadas formaciones reactivas de la consciencia moral.
de este último. Estas reconciliaciones entre el yo y el síntoma actúan en el bando
Un nuevo mecanismo de defensa junto a la represión y a la regresión, son las
de las resistencias, no nos resulta fácil soltarlas.
formaciones reactivas que se producen dentro del yo. Son exageraciones de la
formación del carácter.
Lo que caracteriza al proceso defensivo de la histeria es que se limita a la
represión. El yo se extraña de la moción pulsional desagradable, la deja librada
a su decurso dentro de lo inconsciente y no participa de ulteriores destinos.
En la NO el rasgo fundamental es la regresión libidinal e intentarse enlazar con Tanto prohibición como compulsión como prohibición (el tener que hacer algo
ella también el carácter del superyó. El superyó proviene del Ello, no puede y el no tener permitido hacerlo) solo afectan al comienzo las actividades
sustraerse de la regresión y de la desmezcla pulsional allí sobrevenida. solitarias de los enfermos y dejan intacta su conducta social.
Es uno de los requisitos de la condición de enfermo que la persona que obedece
a la compulsión la practique sin conocer su significado. La acción obsesiva sirve
a la expresión de motivos y representaciones inconsicientes.
ACCIONES OBSESIVAS Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS (1907)
Quien padece de compulsión y prohibición se comporta como si estuviera bajo
El ceremonial neurótico consiste en pequeñas prácticas, agregados, el imperio de una consciencia de culpa de la que él, no obstante, nada sale, es
restricciones, ordenamientos, que para ciertas acciones de la vida cotidiana se una consciencia inconsciente de culpa. Ésta tiene su fuente en ciertos procesos
cumplen de una manera idéntica o con variaciones que responden a leyes. anímicos tempranos, pero halla permanente refrescamiento por la tentación,
Parecen carentes de significados incluso para el propio enfermo, pero es incapaz renovada por cada ocasión reciente; y por otra parte genera una angustia de
de abandonarlas, pues cualquier desvío respecto del ceremonial se castiga con expectativa siempre al acecho, una expectativa de desgracia, por medio del
una insoportable angustia que enseguida fuerza a reparar lo omitido. En casos concepto de castigo, se anuda a la percepción interna de la tentación.
leves, el ceremonial se asemeja bastante a la exageración de un orden habitual
En los comienzos de la formación del ceremonial, todavía le deviene consciente
y justificado.
al enfermo que está forzado a hacer algo para que no aontezca una desgracia, y
El PSA explica que las acciones obsesivas, por entero y en todos sus detalles, por índole general aun es nombrada a su consciencia la índole de la desgracia
poseen sentido, están al servicio de sustantivos intereses de la personalidad y que cabe esperar. El nexo entre la ocasión a raíz de la cual emerge la angustia
expresan sus vivencias duraderas y sus pensamientos investidos de afecto. Y lo de expectativa y el contenido con el que ella amenaza ya están oculto para el
hacen de dos maneras: como figuraciones directas o simbólicas, según eso se las enfermo. El ceremonial comienza entonces como una acción de defensa o de
ha de interpretar histórica o simbólicamente. aseguramiento, como una medida protectora.
Cualquier actividad puede convertirse en una acción obsesiva en el sentido lato En la base del mecanismo de una neurosis obsesiva está la represión de una
si es adornada con pequeños agregados, ritmada con pausas y repeticiones. Y las moción pulsional (de un componente de la pulsión sexual) que estaba
acciones obsesivas casi siempre provienen de un ceremonial. Además de estos contenida en la constitución de la persona, tuvo permitido exteriorizarse
dos rasgos forman el contenido de esta enfermedad prohibiciones e durante algún tiempo en su vida infantil y luego cayó bajo sofocación. Una
impedimentos que continúan la obra de las acciones obsesivas, no permitiendo especial escrupulosidad dirigida a la meta de la pulsión nace a raíz de su
al enfermo en modo alguno ciertas cosas y permitiéndoles otras bajo estricto represión, pero esta formación psíquica reactiva no se siente segura, sino
ceremonial. amenazada de continuo por la pulsión que acecha en lo inconsciente. El influjo
Lo figurado por el ceremonial o las acciones obsesivas deriva del vivenciar más de la pulsión reprimida es sentido como una tentación, y en virtud del propio
íntimo, a menudo del vivenciar sexual de la persona afectada. proceso represivo se genera la angustia, que se apodera del futuro como la
angustia de expectativa.
El ceremonial se ligaba a pequeñas acciones de la vida cotidiana y se
exteriorizaba en necios preceptos y limitaciones de aquellas. Esto se debe a que El proceso de represión que lleva a cabo la neurosis obsesiva debe calificarse
el mecanismo del desplazamiento gobierna los procesos anímicos de la de imperfectamente logrado, y amenazado cada vez por el fracaso. Se requieren
neurosis obsesiva. Por medio de un desplazamiento desde lo genuino hacia algo siempre de nuevos empeños psíquicos para contrabalancear el constante
pequeño que lo sustituye, se establece el simbolismo y el detalle de la ejecución. esfuerzo de asalto de la pulsión. Así, las acciones ceremoniales y obsesivas
Esa inclinación al desplazamiento es lo que hace variar de continuo el cuadro de nacen en parte como defensa frente a la tentación, y en parte como protección
los fenómenos patológicos y por último lleva a convertir lo que en apariencia es frente a la desgracia esperada.
ínfimo en lo más importante y urgente.
El ceremonial figura la suma de las condiciones bajo las cuales se permite otra
cosa, todavía no absolutamente prohibida. Las exteriorizaciones de los NO
(síntomas, acciones obsesivas) cumplen con la condición de un compromiso
entre los poderes anímicos en pugna. Por eso siempre devuelven algo del placer
que están destinadas a prevenir, sirven a las pulsiones reprimidas no menos que
a las instancias que las reprimen. Y así, con el progreso de la enfermedad, estas
acciones en su origen dirigidas más bien a reparar la defensa, se aproximan más
y más a las acciones prohibidas mediante las cuales la pulsión tuvo permitido
exteriorizarse en la niñez.

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