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Definición de Aculturación

El término aculturación es el que se utiliza normalmente para hacer referencia al proceso social
mediante el cual una persona, un grupo de individuos o una comunidad entera ve transformado su
sistema cultural a partir de la adquisición de nuevos elementos o valores culturales pertenecientes a
otra comunidad. El proceso de aculturación puede ser visto tanto como un fenómeno positivo como
un fenómeno negativo en tanto que puede representar la integración pero también la pérdida de
identidad.

El fenómeno de aculturación existe desde que distintas comunidades humanas entraron en contacto
en diferentes momentos de la historia, es decir, desde tiempos inmemoriales
La interacción del ser humano con otros seres humanos que vivían una realidad social y cultural
distinta siempre representó un desafío: entrar en contacto con algo que no es similar a uno y que
significa otro modo de entender el mundo puede ser un shock muy fuerte. Sin embargo, con el paso
del tiempo y con el progresivo desarrollo de un sistema cultural mundial como es la globalización, el
aislamiento y el mantenimiento de rasgos culturales únicos y particulares se hace cada vez más difícil.

Cuando hablamos de aculturación estamos haciendo referencia a aquel proceso mediante el cual una
persona adquiere o asimila los rasgos culturales de otra comunidad. Un ejemplo claro de esto puede
ser Japón, uno de los países más alejados de Oriente, con una cultura milenaria y muy rica que, sin
embargo, ha logrado asimilar a la perfección muchos rasgos que tienen que ver con la comodidad y el
estilo de vida occidental.

Cuando una comunidad de personas asume como propia una cultura ajena se produce un proceso de
aculturación. Este proceso puede ser consciente o inconsciente, pacífico o por la fuerza.

Distintas ejemplos históricos


Cuando los conquistadores españoles llegaron a tierras del continente americano impusieron su
idioma, su religión, sus tradiciones y su manera de entender la vida.

La civilización romana fue, básicamente, la imposición de un modelo cultural a los distintos pueblos
sometidos.

La ideología nazi se basaba en el sometimiento de otros territorios y en la supremacía de la raza y la


cultura aria.

Algunas culturas minoritarias se encuentran en peligro de extinción como consecuencia de la


hegemonía de las culturas mayoritarias. En este sentido, ciertas comunidades de América Latina
experimentan un proceso gradual de pérdida de identidad como pueblo (por ejemplo, los garífonas
que viven en Centro América conforman una comunidad que intenta mantener sus raíces pero su
cultura está amenazada por las instituciones dominantes).

Cuando el territorio australiano fue ocupado por los británicos, los pueblos aborígenes fueron víctimas
de un lento exterminio cultural.
La globalización y la aculturación
La globalización presenta dos caras muy diferenciadas. En su dimensión más satisfactoria presenta
una serie de ventajas: mayor acceso a todo tipo de bienes y servicios, disminución de los costes de
producción, eliminación de fronteras económicas, etc. Sin embargo, no todo son ventajas. De hecho,
el mundo globalizado está asociado a una aculturación. En esta línea, algunas lenguas minoritarias se
encuentran en peligro de extinción y, en general, los grupos humanos aislados van perdiendo sus
tradiciones porque el modo de vida que tienen no se adapta a la realidad de los mercados globales.

El ejemplo más característico en el binomio globalización-aculturación tiene relación con la lengua. El


inglés se está convirtiendo en el idioma hegemónico de las relaciones humanas y esta circunstancia
puede ser positiva en la esfera económica, pero es muy nociva desde el punto de vista de la cultura.

La dominación cultural y la correspondiente aculturación de una comunidad presenta normalmente


tres fases:

1) el desarrollo de la ciencia y la tecnología,

2) el cambio del modelo económico y,

3) la incorporación gradual de la nueva cultura.

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