Está en la página 1de 17

37

3. Metodología

El presente estudio es de nivel descriptivo y de tipo correlacional, porque su

objetivo es describir y conocer cómo son las atribuciones de causa de la enfermedad y

cuáles son los estilos de afrontamiento más usados por personas recién diagnosticados

con leucemia en un hospital de Lima (INEN). Es correlacional, porque además de

describir las variables de manera individual, se busca identificar el grado de relación

existente entre éstas, analizando dicha asociación (Hernández, Fernández y Baptista,

1997).

El diseño del estudio es no experimental o expost-facto porque no hay

manipulación deliberada de ninguna variable, las cuales se estudian y se miden en su

contexto; de tipo transeccional porque analiza la interrelación de variables, la

incidencia del estilo de atribución y de afrontamiento, en un momento específico:

durante los 20 primeros días luego de haber sido comunicados de su diagnóstico de

Leucemia (Hernández, et al. 1997; Van Dalen y Meyer, 1983; Selltiz, Wrightsman y

Cook, 1980).

1. Participantes

El universo de estudio de la investigación está conformada por 331 pacientes

adultos, diagnosticados con leucemia en el Instituto de Enfermedades Neoplásicas

(INEN, 1998), obteniéndose una muestra de 40 personas mayores de 18 años, de ambos

géneros, que tenían pocos días de saber su diagnóstico de leucemia y que se

encontraban hospitalizados en la sala de emergencias o en SEPIN (Servicio Especial

Pacientes Internados en Neutropenia). Esta muestra debió estar formada por

aproximadamente 100 pacientes, sin embargo, después de haber entrevistado 115 casos
38

en el lapso de casi un año, tuvo que eliminarse a la mayoría de ellos (75 casos), debido a

las siguientes razones: (a) no tenían conocimiento de lo que significaba leucemia

asociándola muchas veces a una anemia fuerte; (b) desconocimiento del riesgo de la

enfermedad; (c) los familiares habían decidido que no comunicarían al paciente el

diagnóstico de su enfermedad porque no iban a brindarle tratamiento médico o para

protegerlo de las “emociones negativas” que le generaría tal información; (d) conocían

su diagnóstico médico aproximadamente un mes, ya que se lo habían comunicado en

otros hospitales; (e) presentaban algún problema psicológico o desorden mental

(trastorno psiquiátrico u orgánico); (f) tenían poca capacidad de entendimiento a las

preguntas requeridas para la evaluación; (g) eran quechua hablantes; (h) eran mayores

de 65 años y generalmente no entendían lo que se les preguntaba, o el tiempo necesario

para administrar las pruebas era excesivo y no se lograba terminar la evaluación; (i)

habían recibido atención psicológica después de la comunicación del diagnóstico y

antes de la aplicación de los instrumentos, y se consideraba que estas condiciones

podrían sesgar el tipo de respuestas a la evaluación. Por todo ello, la muestra se redujo a

40 casos.

Para fines de este estudio, se utilizó un muestreo no probabilistico de tipo

intencional, ya que la muestra está constituida por personas que tienen características

claramente definidas - personas entre dos y veinte días de haberse enterado de su

diagnóstico de leucemia -, y que son consideradas por el investigador como

representativas de la población de interés (Kerlinger, 1992; Alarcón, 1991). Los

resultados de la presente investigación sólo serán válidos para una muestra similar a la

estudiada, no pudiendo ser generalizados a otras personas adultas diagnosticadas de

leucemia en otra institución. Los criterios de inclusión para la selección de la muestra

fueron las siguientes:


39

• Diagnóstico de leucemia: enfermedad neoplásica que al aparecer en la médula ósea,

incrementa el número de células inmaduras (Leukemia Society of America, 1996,

1997).

• Edad del paciente: de 18 a 65 años. La mayoría de edad es necesaria para que el

paciente sea hospitalizado en SEPIN. Se escogió como máximo 65 años de edad, ya

que por el nivel socioeconómico de la población se encontraba que pasada ésta edad,

podrían tener dificultades en la comprensión de las preguntas de los instrumentos

seleccionados para este estudio, y que por factores propios de la edad tendían a

sentirse cansados y sin ánimo de responder la evaluación con mucha anticipación.

• Diagnóstico reciente: un máximo de 20 días transcurridos desde que el médico le

confirma al paciente su diagnóstico de leucemia y se inicia el tratamiento.

• Hospitalización: en emergencia, cuando los pacientes llegan por primera vez para el

descarte de la enfermedad o cuando son transferidos a SEPIN para recibir su

primera dosis de tratamiento (Quimioterapia).

Es importante señalar que éstos criterios de inclusión y de exclusión (antes

mencionados) tomados en cuenta para la selección de la muestra implicaron el control

de las variables involucradas. En la mayoría de los casos luego de la aplicación de los

instrumentos, se les proporcionó apoyo emocional y en la mayoría de casos se buscó

que el apoyo emocional continuara.

De los 40 pacientes evaluados, el 55% (22) fueron hombres y el 45% (18)

mujeres, la mayoría tenían entre 19 y 28 años de edad (47.5%, es decir, 19 pacientes),

seguidos por los que tenían entre 39 y 48 (20%, 8), luego por los que tenían entre 49 y

63 (17.5%, 7), y finalmente por los que tenían entre 29 y 38 años (15%, 6), siendo la

edad promedio de 29 años. El mayor porcentaje de la muestra (40%, 16 pacientes),

nació en Lima seguidos por los nacidos en la Costa (25%, 10), luego por los nacidos en
40

la Sierra (22.5%, 9) y finalmente por los nacidos en la Selva (12.5%, 5). Asimismo, el

60% de la muestra (24 pacientes), residía en Lima, 27.5% (11 pacientes) en provincias

de la Costa, 5% (2 pacientes) en la Sierra y 7.5% ( 3 pacientes) en la Selva (Cuadro # 1)

Cuadro # 1
Características sociodemográficas de la muestra
Variable ƒ % Variable ƒ %
Sexo Edad
Masculino 22 55 19 – 28 19 47.5
Femenino 18 45 29 – 38 6 15
39 – 48 8 20
Estado Civil 49 – 63 7 17.5
Casado 17 42.5
Soltero 16 40 Nivel de instrucción
Conviviente 4 10 Primaria 8 20
Separado 1 2.5 Secundaria 13 32.5
Viudo 1 2.5 Superior 19 47.5
Divorciado 1 2.5
Lugar de Procedencia
Lugar de Nacimiento Lima 24 60
Lima 16 40 Provincias 16 40
Provincias 24 60
Nivel Socioeconómico
Ocupación Indigente 16 40
Ama de casa 8 20 Semi-indigente 18 45
Estudiante 11 27.5 Pagante parcial 4 10
Trab. Dependiente 9 22.5 Pagante total 2 5
Trab. Independiente 10 25
No trabaja 2 5

Nota. N = 40
En cuanto al nivel de instrucción, el 47.5% (19 pacientes) de la muestra tenía

educación superior, el 32.5% (13 pacientes) logró terminar secundaria y el 20% (8

pacientes) terminó sólo primaria. En lo referente al estado civil, se encontró que el

42.5% (17 pacientes) de la muestra eran casados, el 40% (16 pacientes) eran solteros, el

10% (4 pacientes) convivientes y el 2.5% (un paciente) en cada una de las categorías de

separado, divorciado y viudo respectivamente. En cuanto al nivel socioeconómico, el

departamento de asistencia social del hospital establece las características de la

vivienda, composición familiar, ingresos y ocupación, para llegar a la categorización del


41

paciente. En la muestra se encontró, que el 45% (18 pacientes) pertenecía a la categoría

de semi-indigentes, 40% (16pacientes) eran indigentes, 10% (4 pacientes) pagante

parcial y el 5% (2 pacientes) a la categoría pagante total. Según la ocupación, se

encontró que el más alto porcentaje (27.5%, 11 pacientes) eran estudiantes, luego los

que tenían trabajo independiente (como taxistas o con negocio un propio) con 25% (10

pacientes), seguido de los que tenían un trabajo dependiente (trabajaban para alguien)

con 22.5% (9 pacientes), luego con un 20% (8 pacientes) amas de casa y finalmente un

5% (2 pacientes) de desempleados.

Se encontró que el 92.5% (37 pacientes) de la muestra pertenecían a alguna

religión, de los cuales el 82.5% (33 pacientes) eran católicos, el 7.5% (3) evangelistas y

el 2.5% (1) adventistas; el 7.5% (3) restante, no practicaban religión alguna.

También se encontró que el 55% (22 pacientes) de la muestra tenían hijos, de los

cuales el 45.5% (10) tiene hijos menores de edad, el 36.3% (8 pacientes) tiene hijos

mayores de edad y el 18.2% (4) de la muestra tiene hijos menores y mayores de edad.

Cuadro # 2

Características de los aspectos médicos de la muestra

Variable ƒ % Variable ƒ %

Diagnóstico clínico Hospitalización


Leucemia Linfática Aguda 17 42.5 1 – 7 días 18 45
Leucemia Mieloide Aguda 21 52.5 8 – 15 días 18 45
Leucemia bifenotípica 1 2.5 16 – 24 días 4 10
Leucemia Mieloide crónica 1 2.5
Enfermedad física
Antecedentes familiares Sí 4 10
Ninguno 24 60 No 36 90
familiares con cáncer 16 40

Tratamiento para cáncer


Sí recibe 29 72.5
No recibe 11 27.5
Nota. N = 40
42

El cuadro # 2 permite observar que un 60% (24 pacientes) de la muestra aseguró

no tener antecedentes familiares de cáncer; 25% (10) habían tenido familiares de

segundo grado con esta enfermedad, un 10% (4 pacientes) habían tenido familiares

cercanos con cáncer y los que registraron que tuvieron familiares lejanos, familiares

cercanos y, al mismo tiempo, familiares en segundo grado fueron 2.5% (un paciente)

para ambos casos. Según el diagnóstico, el 52.5% (21 pacientes) tenía Leucemia

Mieloide Aguda, el 42.5% (17 pacientes) Leucemia Linfática Aguda, y el 2.5% (un

paciente) fue registrado en dos casos, en Leucemia bifenotípica y para Leucemia

Mieloide crónica.

La mayoría de los participantes (90%, 36 pacientes) no tenían otras

enfermedades físicas crónicas antes del reciente diagnóstico de cáncer, mientras que

10% (4 pacientes) de la muestra sí padecía alguna enfermedad. El tiempo de

hospitalización fue igual en dos grupos (45%, 18 pacientes), entre los que tenían entre 1

y 7 días de hospitalización y entre los que tenían entre 8 y 15 días; el 10% (4 pacientes)

de la muestra tenía un tiempo de hospitalización entre 16 y 24 días cuando se les

evaluaba. El 72.5% (29 pacientes) de la muestra recibía tratamiento para la leucemia y

el 27.5% (11 pacientes) no.

2. Instrumentos

A) Ficha de datos

Esta encuesta fue construida para fines de la presente investigación, teniendo en

cuenta algunas otras encuestas construidas anteriormente en nuestro medio (Flores,

1999; Ruda, 1998; Rojas, 1997).

Esta ficha consta de dos partes: (a) Datos personales, en el que se registra todos

los aspectos demográficos de la muestra (edad, sexo, fecha y lugar de nacimiento, grado
43

de instrucción, estado civil, número de hijos, NSE, ocupación, religión, lugar de

procedencia); y (b) Datos clínicos, que registra el diagnóstico, la fecha de comunicación

del diagnóstico, el tiempo de hospitalización, antecedentes familiares de cáncer,

trastorno mental o físico crónico, tratamiento para la enfermedad y tratamiento para la

leucemia (Anexo A).

Estos datos se obtuvieron a través de dos métodos, la entrevista directa con el

paciente, que se realizó antes de la evaluación con los cuestionarios, y a través de la

revisión de las historias clínicas de los pacientes, antes de tener el primer contacto con

ellos.

B) Escala de Estilo de Atribución

En el área de estilo de atribución existen una serie de pruebas, las más conocidas

son: El Cuestionario del Estilo de Atribución (ASQ) de Peterson, Semmel, Von Baeyer,

Abranson, Metalsky y Seligman (1982); El Cuestionario Expandido del Estilo de

Atribución (EASQ por sus siglas en inglés) de Peterson y Villanova (1988); y el

Análisis de Contenido de las Explicaciones Literales (Content Analysis of Verbatim

Explanations) llamada también la técnica de CAVE (Peterson y Seligman, 1984).

En el Perú, se ha utilizado el ASQ para vendedores de artefactos eléctricos

(Rodríguez, 1987), validando la prueba sólo para dicha población, y se encuentra en

proceso de estandarización la Escala Expandida del Estilo de Atribución (Cabanillas,

2001), que ha sido realizada con estudiantes universitarios.

Teniendo en cuenta la muestra específica con la que se pretendía trabajar -

personas con leucemia -, se tomó en cuenta la escala de atribución de Arévalo (2001), la

cual considera la teoría de atribución de Weiner, y cuyos ítems fueron construidos

teniendo en cuenta el nivel socio económico bajo de la población, y por ello, dicha

escala tenían mayores posibilidades de ser adaptada a la muestra en cuestión.


44

La escala de Arévalo (2001), fue construida en escala tipo likert con puntaje del

1 al 4, consta de 37 ítems y evalúa las tres dimensiones del estilo de atribución (Weiner,

1995, 1992 y 1985). La dimensión del Locus de Control, evalúa como una persona

atribuye un evento a causas internas (el propio individuo) o a causas externas (factores

situacionales); altas puntuaciones en esta área indicarían mayor atribución externa. La

dimensión de Estabilidad de la atribución, que evalúa si la atribución de causa es

permanente o inestable en el tiempo; encontrando que altas puntuaciones significan

mayor estabilidad o una mayor atribución a la permanencia de la causa; y la dimensión

de Percepción de Control, que evalúa el grado de influencia o control que la persona

piensa que tiene sobre la causa, altas puntuaciones en esta área significarían un alto

sentido de control sobre las causas (Anexo B).

La confiabilidad de la prueba para cada área como una escala independiente

mostró que cada una de ellas era internamente consistente, siendo el coeficiente Alfa de

Cronbach para el Locus de Control fue de 0.74 después de eliminar tres ítems - los

números: 2, 5 y 26 - que tenían baja correlación ítem-test. En el área de Estabilidad, el

coeficiente alfa de Cronbach fue 0.71 y para el área de Percepción de Control fue de

0.73 (Arévalo, 2001).

En la presente investigación se realizó una prueba piloto con los 34 ítems que

habían resultado confiables y se llevó a cabo una adaptación lingüística de los ítems

para que fuera claro que éstos se referían a la enfermedad. Esta adaptación se evaluó en

una prueba piloto con 10 pacientes para determinar si los ítems se entendían y cuando

esto no sucedía, se les pedía que ellos mismos propongan frases con la cual les quedara

claro a qué se refería el ítem.

Los resultados obtenidos fueron sometidos a criterio de un grupo de jueces,

conformado por 7 profesionales de la salud del Servicio de Psicología del Instituto


45

Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), quienes estudiaron los ítems que tenían

problemas y las posibles alternativas y llegaron a un acuerdo respecto al formato

adecuado para este tipo de paciente, el cual constituyó la presentación final para ser

aplicado en la presente investigación (ver Anexo C).

Los ítems que evalúan las diferentes dimensiones de la atribución se muestran en

el siguiente cuadro.

Cuadro # 3

Ítems y dimensiones de la prueba de la Escala de Estilo Atribucional

Dimensiones de atribución Itemes

Locus de control Interno – Externo 6, 9, 12, 15,18 21, 26, 29 y 32

Estabilidad 2, 4, 7, 10, 13, 16, 19, 22, 24, 27, 30 y 33

Controlabilidad 1, 3, 5, 8, 11, 14, 17, 20, 23, 25, 28, 31 y 34

Los análisis de ítem-test para la validez de los ítems fueron altas para todos, sin

embargo, los ítems 15, 10 y 13 tuvieron puntajes menores de lo requerido, por lo que

fueron eliminadas para mantener una confiabilidad aceptable.

La confiabilidad de las áreas tomadas como independientes mostraron ser

internamente consistentes, siendo el Coeficiente alfa de Crombach para el Locus de

control de 0.77, para Estabilidad de 0.66 y para la Percepción de control de 0.73; por

lo que se podría decir que cada una de éstas dimensiones o áreas son válidas.

C) El Cuestionario de los Estilos de Afrontamiento (COPE)

Para evaluar el estilo de afrontamiento, actualmente existen más de diez

cuestionarios, muchos de los cuáles evalúan el afrontamiento en situaciones específicas

o son aplicables a poblaciones determinadas. Entre los cuestionarios de afrontamiento

más conocidos están: El Cuestionario de los Estilos de Afrontamiento (WCQ) de

Lazarus y Folkman (1988), La escala de Estimación del Afrontamiento (Coping


46

Estimation Scale) de Carver, Scheier y Weintraub (1989) y El inventario de

Afrontamiento en Situaciones Estresantes (Copin Inventory for stressful situations) de

Endler y Parker (1990).

De todos los cuestionarios mencionados, el más utilizado y por lo tanto el más

validado en el Perú ha sido el COPE, por ello se consideró conveniente usarlo en la

presente investigación.

El cuestionario fue construido para medir los estilos de afrontamiento en

estudiantes universitarios, basándose en dos modelos teóricos: el de Lazarus y Folkman

(1986), y el modelo de autorregulación conductual. El cuestionario evalúa los diferentes

estilos de afrontamiento que las personas utilizan frente a situaciones estresantes,

muchos de los cuales no son utilizados en el Inventario de Estilos de Afrontamiento

(WQC) de Lazarus y Folkman (1988)

Cuadro # 4
Ítems, Escalas y Estilos del COPE
Estilo Escala Itemes
Enfocados en el problema Afrontamiento Activo 1, 14, 27, 40
Planificación 2, 15, 28, 41
Supresión de Actividades Competentes 3, 16, 29, 42
Postergación del afrontamiento 4, 17, 30, 43
Apoyo Social Instrumental 5, 18, 31, 44
Enfocados en la Emoción Apoyo Social Emocional 6, 19, 32, 45
Reinterpretación Positiva 7, 20, 33, 46
Aceptación 8, 21, 34, 47
Acudir a la religión 9, 22, 35, 48
Negación 11, 24, 37, 50
Otros Estilos Enfocar y liberar emociones 10, 23, 36, 49
Desentendimiento Conductual 12, 25, 38, 51
Desentendimiento Cognitivo 13, 26, 39, 52

El Cuestionario presenta 52 ítems de formato tipo Likert con puntuación del 1 al

4. Estos ítems se organizaron en tres áreas, la primera corresponde al afrontamiento

enfocado en el problema, conformada por cinco estrategias de afrontamiento

(Afrontamiento Activo, Planificación, Supresión de Actividades Competentes,


47

Postergación del Afrontamiento y Apoyo Social Instrumental), la segunda área sería el

estilo de afrontamiento enfocado en la emoción, compuesto por cinco estrategias

(Apoyo Social emocional, Reinterpretación Positiva, Aceptación, Acudir a la Religión y

Negación). Finalmente, el área formada por Otros estilos de afrontamiento, que

contiene las estrategias de Enfocar y liberar emociones, Desentendimiento Conductual y

Cognitivo. Todos estos estilos de afrontamiento corresponderían a las trece que propone

Carver et al. (1989) (cuadro # 4).

Actualmente, los mismos autores postulan quince escalas (Carver, 1997), pero

por criterios de adaptación de la prueba para la presente investigación se utilizará la de

trece, que está formada por cuatro ítems, que se califican de acuerdo con una plantilla.

Los puntajes de cada ítem son sumados con los que corresponden a la misma subescala

obteniéndose 13 puntajes que corresponderían a los 13 estilos de afrontamiento,

pudiendo de esta manera definir un perfil de afrontamiento. Finalmente, se forma una

jerarquía que permite establecer qué estilos de afrontamiento son los más utilizados.

Así también, el COPE se puede utilizar en dos modalidades, una que permite

evaluar el afrontamiento situacional y otra que evalúa el afrontamiento disposicional.

Para que ésta variación sea posible sólo se deberá variar la formulación de los ítems,

pues el contenido será el mismo en ambos casos. En el caso que se desee evaluar el

afrontamiento situacional la formulación de los ítems se dirigirá a lo que la persona hace

en una situación estresante específica o durante un período específico de tiempo en el

que afronta estrés, mientras que para el afrontamiento disposicional, los ítems se

formulan de forma que se pueda evaluar lo que hace usualmente la persona cuando se le

presentan situaciones estresantes (Carver y Scheier, 1994).

Para la presente investigación hubiera sido de gran ayuda utilizar la forma

situacional, pero por no encontrarse validada en nuestro medio y porque según la teoría
48

del afrontamiento existe una asociación significativa entre ambos tipos de afrontamiento

(Carver et al., 1989), se utilizó la forma disposicional.

En cuanto a la validez del cuestionario, Carver et al. (1989) utilizaron la validez

de constructo en una muestra de 978 estudiantes, sometiendo las respuestas a un análisis

factorial que permitió comprobar que dos factores -Afrontamiento activo y

planificación- constituían un solo factor, siendo la puntuación de estos doce factores

mayor de 1.0, de las cuales once fueron fácilmente interpretadas y la última no llegó a

una puntuación de 0.30. Sin embargo, por criterios teóricos sobre el constructo, se

prefirió dejar tanto al afrontamiento activo como la planificación como dos factores. De

la misma manera ocurrió con las escalas de Búsqueda de soporte social donde el

procedimiento fue el mismo.

En cuanto a la confiabilidad, ésta se obtuvo a través del Coeficiente Alfa de

Cronbach computado para cada escala. Las puntuaciones de todas las escalas fueron

aceptables, con excepción de la escala de desentendimiento cognitivo que tuvo un

coeficiente de .45. La confiabilidad test-retest luego de seis semanas, alcanzó un

promedio de puntuación entre .42 y .89 y luego de ocho semanas el rango estuvo entre

.46 y .86.

En el Perú, Salazar (1992) y Sánchez (1993) adaptaron al castellano la versión

en inglés, sometiéndola a criterio de cuatro jueces psicólogos con conocimiento de

inglés y que conocían el COPE original, para que sus observaciones ayuden a elaborar

la versión final del instrumento. Luego este cuestionario fue aplicado a 82 estudiantes

universitarios de ambos sexos, de dos universidades de Lima (estatal y privada). Esta

información sirvió para corroborar la validez ítem-test del cuestionario, pues se

comprobó que los ítems construidos teóricamente para formar parte de una escala

particular correlacionaron significativamente con dichas escalas, obteniendo índices


49

superiores a .32. Por ello, tales ítems son válidos para medir el constructo que cada

escala pretende medir.

Salazar (1992) y Sánchez (1993) establecieron correlaciones entre las escalas.

Los resultados sobrepasaron los valores de .42 con excepción de las correlaciones entre

las escalas I y II ( .53), V y VI ( .74), VI y X ( .55). Por ello la prueba se consideró

válida y confiable. Sin embargo, un análisis más exhaustivo de la metodología

empleada y de los resultados, mostró la necesidad de profundizar el proceso de

adaptación de la prueba.

Casuso (1996) realiza una nueva validación y adaptación del COPE, aplicando la

prueba a 817 estudiantes universitarios de segundo año de dos universidades de Lima

Metropolitana (privada y estatal). que calculó el coeficiente alfa de Cronbach para cada

escala, y encontró en muchos casos que los valores eran inferiores a los hallados por

Carver et al. (1989). En el análisis factorial, se encontró que la estructura factorial no

coincidía plenamente con la obtenida originalmente por los autores. Por lo que se

reagruparon los ítems y se dio origen a un inventario COPE modificado que se

denominó reorganizado. Se propuso una redistribución de los ítems de acuerdo a una

nueva escala propuesta por la autora y se determinaron los baremos. Esta prueba COPE

reorganizada por Casuso (1996), incluye: (1) Siete escalas similares a las del

instrumento original: planificación, búsqueda de apoyo por razones instrumentales,

búsqueda de apoyo por razones emocionales, aceptación, acudir a la religión, enfocar y

liberar emociones y desentendimiento conductual; (2) Cinco escalas que han tenido

variaciones significativas: afrontamiento activo desentendimiento cognitivo, supresión

de actividades competentes, negación y postergación del af rontamiento; y (3) Una

nueva escala: evitar el afrontamiento.


50

Los ítems de la escala original de reinterpretación positiva, no cumplieron con

los puntajes esperados, por lo que se redistribuyeron en las escalas de negación y

postergación del afrontamiento y en la nueva escala de evitar el afrontamiento.

Rojas (1997) adaptó la prueba a una muestra de personas poseedoras de una

enfermedad crónica. Utilizó la prueba con 100 personas adultas portadoras de VIH y

luego de la adaptación lingüística a la muestra encontró que uno de los estilos

Enfocados al problema (Postergación) obtuvo un puntaje alfa de .46. Sin embargo,

decidió mantener el área por razones teóricas. En todos los otros estilos obtuvo una

correlación adecuada. En lo referente a los estilos Enfocados en la Emoción, se

presentaron problemas con el estilo de Reinterpretación Positiva, del cual el ítem 33 fue

eliminado por presentar una baja correlación ítem / test. Esto generó que el alfa del área

se elevara a 0.60. Sin embargo, para no afectar los puntajes totales de la matriz de

correlación se usó una formula (4* ((ea7 + ea20 + ea46) / 3) para hallar los puntajes de

este estilo. En el tercer estilo denominado otros estilos, Rojas (1997) la identificó como

un área que correspondía a los estilos Centrados en la Percepción, resultando

consistentes todos los ítems.

Finalmente, Flores (1999) utilizó el instrumento adaptado por Rojas (1997) en

una muestra de 44 padres de niños recién diagnosticados con Leucemia o Linfoma No-

Hodgkin, obteniendo una correlación item-test aceptable, con excepción del ítem 17 que

se conservó para no disminuir la confiabilidad de la escala y por razones teóricas; sus

alfas estuvieron entre .56 y .74, lo cual permite concluir que los ítems son válidos y

que la prueba es confiable.

En la presente investigación se utilizó la prueba COPE -forma disposicional-

adaptada por Rojas en 1997 para población adulta hispanohablante perteneciente a un


51

nivel socioeconómico bajo y medio bajo de Lima, previa adaptación lingüística de los

ítems a la muestra de estudio (anexo D).

En lo referente a los análisis psicométricos del COPE obtenidos en la presente

investigación, se realizó el análisis de correlación item-test obteniendo puntajes

aceptables, salvo en los ítems 12, 18, 24, 37, y 52 donde el puntaje fue menor, lo cual

podría ser explicado a su poca movilidad (anexo E).

Sin embargo, por el sustento teórico demostrado por los ítems en anteriores

investigaciones, se conservaron para no disminuir la confiabilidad de la prueba.

Obteniendo alfas de .74, .65 y .55 para cada una de las escalas de afrontamiento,

enfocada en el problema, en la emoción y otros estilos respectivamente. Por ello, es

posible concluir que los ítems son válidos y la prueba es confiable.

3. PROCEDIMIENTO

Primero se elaboró un proyecto de investigación y que fue presentado al

Departamento de Investigaciones del INEN que, luego de su aprobación, proveería de

los permisos necesarios para evaluar a la población en cuestión. También se informó a

los médicos del Departamento de Medicina y se solicitó su colaboración para facilitar la

evaluación. Ellos tuvieron dos funciones importantes, comunicar clara y concretamente

el diagnóstico de leucemia a los pacientes, e informar a la evaluadora quiénes eran

éstos pacientes informados.

Para adaptar los instrumentos a la muestra de estudio, se realizó una prueba

piloto de todos los instrumentos con diez pacientes con las mismas características de la

población a estudiar.

En ambos casos (cuando los pacientes se encontraban en Emergencias y cuando

estaban hospitalizados en el SEPIN), se revisaron las historias clínicas de los pacientes


52

recién hospitalizados en el Departamento de Medicina, excluyendo aquellos que no

cumplían con los requerimientos necesarios para formar parte de la muestra. Con la

historia se llenaba parte de la ficha de datos elaborada para la presente investigación

(Anexo A) y al mismo tiempo se hacía una lista de los posibles participantes.

Luego, se buscaba al médico residente de turno, para que comunicara el

diagnostico a los pacientes de la lista que no tenían conocimiento de su enfermedad.

Con esta información se procedía a visitar cada una de las habitaciones donde se

encontraban los pacientes para solicitarles su participación en la investigación, y

asegurarles la confidencialidad de la información brindada y que su elección de

participar no influiría sobre el apoyo médico que venía recibiendo ni sobre el apoyo

psicológico al que podrían acceder.

A partir de la aceptación del paciente a la evaluación, se confirmaban las fechas

de comunicación de diagnóstico y si el diagnóstico estaba claro. Cuando estos datos se

corroboraban, se terminaba de llenar la ficha de datos, y luego se aplicaba la Escala del

Estilo de Atribución y el Cuestionario de Estimación del Afrontamiento (COPE), los

cuales fueron presentados en este orden, teniendo una duración de aproximada de 45

minutos para cada paciente.

Cabe resaltar que al aplicar los instrumentos de forma individual y al haber

entrevistado a 115 personas en un promedio de 2 o 3 por semana, el proceso de

muestreo y aplicación de los instrumentos duró aproximadamente 12 meses (De Junio

de 1999 a Junio de 2000).

Es importante mencionar que a todos los pacientes seleccionados se les brindó,

al finalizar la evaluación, orientación y apoyo emocional sobre las áreas que los

instrumentos podían haberles generados emociones como ansiedad, tristeza,


53

desesperanza; o sobre angustias propias de la situación (aislamiento, situación

desconocida, confrontación con la muerte).

En los casos en que el paciente era evaluado en la sala de emergencia y se veía

indispensable la continuidad del apoyo psicológico, se informaba al Servicio de

Psicología para que continuaran con dicho paciente. Esta situación fue diferente cuando

los pacientes se encontraban en SEPIN, pues todos recibieron apoyo psicológico

después de la evaluación, pues es parte del trabajo diario del Servicio de Psicología.

También podría gustarte