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Para comprender los mecanismos por los cuales se rigen los tratamientos térmicos es
necesario conocer previamente las transformaciones estructurales que sufre el hierro
cuando se cambia su temperatura.
Hierro alfa
Hierro beta
Hierro gamma
Hierro delta
Si desde el estado líquido, se deja enfriar lentamente una muestra de hierro, ésta se
solidificará instantáneamente hacia los 1535ºC. Si continua el enfriamiento se nota una
irregularidad en su velocidad hacia los 1400ºC, debido a un desprendimiento espontáneo
de calor. A los 898ºC ocurre algo parecido, apareciendo también una disminución de la
velocidad de enfriamiento. Por último se observa una disminución de la velocidad de
enfriamiento a lo 750ºC. Estas variaciones de la velocidad de enfriamiento que se
producen a las temperaturas indicadas son debidas a que se producen unas
transformaciones estructurales. A estas temperaturas se las denomina temperaturas
críticas o puntos críticos y se denotan con los nombres Ar4, Ar3 y Ar2 respectivamente,
si tienen lugar en el enfriamiento. En el punto Ar4 (1400ºC) se produce el cambio
alotrópico de hierro delta a hierro gamma. En el punto crítico Ar3 (898ºC) se produce la
transformación de hierro gamma a hierro alfa no magnético y en el punto Ar2 (750ºC) se
produce la transformación de hierro alfa no magnético a hierro alfa magnético.
Aleaciones Hierro-Carbono
Desde el punto de vista industrial, la importancia del hierro se debe a las propiedades
que adquiere al ser aleado con el carbono. El carbono se puede encontrar en el hierro de
las siguientes formas:
Los cambios de estado del hierro y el acero se verifican cuando los cambios de
temperatura son lentos, según se representa en el diagrama hierro-carbono.
Mediante la variación de la velocidad en los calentamientos y enfriamientos del acero se
pueden obtener determinadas estructuras y con ello variar considerablemente las
propiedades de los aceros y las piezas fabricadas con este material.
No todos los objetivos se logran con el mismo tratamiento térmico, sino que existen
diferentes tratamientos a aplicar a los materiales en función del objetivo u objetivos a
conseguir.
Ferrita
Austenita
Perlita
Es una mezcla que se da en el punto eutectoide (0,8 % de C y 723 ºC) y consta de ferrita
más cementita. Su estructura esta constituida por láminas alternativas de ferrita y
cementita, siendo el espesor de las láminas de ferrita 0,3 μm superior a las de cementita.
Las propiedades mecánicas de la perlita son intermedias entre las de la ferrita y
cementita y aunque es más dura y resistente que la ferrita, es más blanda y maleable que
la cementita.
Martensita
Los metales se pueden someter a una serie de tratamientos para potenciar sus
propiedades: Dureza, resistencia mecánica, plasticidad para facilitar su conformado,...
Existen cuatro clases de tratamientos:
· Tratamientos térmicos. El metal es sometido a procesos térmicos en los que no varía
su composición química, aunque sí su estructura.
· Tratamientos termoquímicos. Los metales se someten a enfriamientos y
calentamientos, pero además se modifica la composición química de su superficie
exterior.
· Tratamientos mecánicos. Se mejoran las características de los metales mediante
deformación mecánica, con o sin calor.
· Tratamientos superficiales. Se mejora la superficie de los metales sin variar su
composición química másica. En estos tratamientos, a diferencia de los termoquímicos, no
es necesario llevar a cabo calentamiento alguno.
Los tratamientos no deben alterar de forma notable la composición química del metal
pues, en caso contrario, no sería un tratamiento, sino otro tipo de proceso.
Tratamientos térmicos
Son operaciones de calentamiento y enfriamiento de los metales que tienen por objeto
modificar su estructura cristalina (en especial, el tamaño del grano). La composición
química permanece inalterable.
Existen cuatro tratamientos fundamentales:
NORMALIZADO
Los aceros que han sufrido una deformación en frío, presentan una microestructura
perlítica, con tamaños de grano relativamente grandes y de forma irregular. Mediante le
tratamiento de normalizado se afina el grano disminuyendo su tamaño medio y
consiguiendo al mismo tiempo mayor uniformidad de este tamaño de grano.
El recocido se suele utilizar también para eliminar defectos que se generan por
deformación en frío.
1.- CALENTAMIENTO
Para que se forme una austenita homogénea es necesario que el porcentaje de carbono
debe ser el mismo en toda la masa de la pieza. La difusión del carbono es más rápida
cuando aumenta la temperatura. El tiempo de permanencia oscila entre media hora y una
hora por pulgada de espesor de pieza. Cuando el calentamiento se ha realizado
lentamente, se mantiene media hora por pulgada, y si el calentamiento ha sido rápido se
eleva el mantenimiento a una hora por pulgada.
Cuando se mantiene el acero a una temperatura más elevada que la temperatura crítica
superior, los cristales de austenita tienden a aumentar de tamaño tanto cuanto más alta
sea la temperatura y mayor duración del calentamiento. Para afinar el grano bastará con
calentar la pieza a una temperatura lo más justo por encima de la crítica y luego enfriar
más o menos rápidamente al aire.
Para que una pieza bruta de colada tenga una homogeneidad química, bien sea una pieza
moldeada o bien sea un lingote se debe realizar una difusión, que requiere un
mantenimiento a una temperatura tan alta como sea posible durante un tiempo
determinado. Este calentamiento provoca en el acero una estructura no apropiada, que
posteriormente debe ser destruida por un tratamiento apropiado. Para los aceros al
carbono o de baja aleación, el recocido de homogeneización no es eficaz a no ser que se
alcancen los 1000ºC por lo menos y el tiempo de mantenimiento puede variar de 2 a 50
horas.
Para realizar el temple de una pieza se deben analizar diferente factores como:
Temple superficial
Las piezas esbeltas, deberán introducirse de forma que la dimensión mayor se posicione
verticalmente. Como ejemplos de este tipo de piezas, se pueden citar las brocas y los
punzones.
Ensayo Jominy o ensayo de templabilidad
Para templar esta probeta debe ser calentada a la temperatura de austenización durante
30 minutos con un margen de más menos 5 minutos. Se debe procurar que la atmósfera
dentro del horno esté controlada y que no aparezca cascarilla. Para evitar este problema
se puede utilizar un recipiente especial representado en la figura.
REVENIDO
Tratamientos termoquímicos
Tratamientos mecánicos
Mejoran las características de los metales por deformación mecánica, con o sin calor.
Existen los siguientes tratamientos mecánicos:
- Tratamientos mecánicos en caliente, también denominados forja. Consisten en
calentar un metal a una temperatura determinada para, luego, deformarlo golpeándolo
fuertemente. Con esto se afina el tamaño del grano y se eliminan del material sopladuras
y cavidades interiores, con lo que se mejora su estructura interna.
- Tratamientos mecánicos en frío. Consisten en deformar el metal a la temperatura
ambiente, bien golpeándolo, o por trefilado o laminación. Estos tratamientos incrementan
la dureza y la resistencia mecánica del metal y, también, acarrean una disminución en su
plasticidad.
Tratamientos superficiales
Los más utilizados son:
- Metalización. Se proyecta un metal fundido, pulverizándolo sobre la superficie de otro.
Con esto se consigue comunicar a la superficie de un metal las características de otro
diferente.
- Cromado. Se deposita cromo electrolíticamente sobre el metal; de esta manera, se
disminuye su coeficiente de rozamiento y se aumenta su resistencia al desgaste.
Oxidación y corrosión
Esto lleva a que el metal, con el tiempo, pase de tener un estado libre (puro) a tener un
estado combinado con otros elementos (óxidos, carbonatos, sulfatos,...)
En este caso, los productos de la reacción quedan adheridos a la superficie del metal. En
algunos casos, se forman películas protectoras que los aíslan del agente corrosivo. El caso
más corriente es el ataque por oxígeno. En este caso, sobre el metal se forma una capa
de óxido que, en algunos casos autoprotege al metal de una mayor oxidación. Cu, Ni, Sn,
Al, Cr,... Los ambientes son secos.
Pero el oxígeno no es el único agente, pues también puede intervenir el cloro (Cl2), el
azufre (S), el hidrógeno (H2), el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono
(CO2),...
En los procesos de oxidación, los metales pasan de su estado elemental a formar iones
positivos (cationes) por pérdida de electrones.
M → Mn+ + ne siendo n el número de electrones que se pierden. A esta reacción se le
llama reacción de oxidación o reacción anódica.
El proceso de oxidación se acelera si la temperatura de eleva.
a) Protección por recubrimiento: Es decir, crear una capa o barrera que aisle
el metal del entorno. Dentro de este tipo de protección podemos hallar:
Recubrimientos metálicos:
Inmersión: Se recubre el metal a proteger en un baño de metal fundido. El metal al
solidificar forma una fina capa protectora. Los metales más empleados son...
b) Protección por capa química: Se provoca la reacción de las piezas con un agente
químico que forme compuestos en su superficie que darán lugar a una capa protectora.
Por ejemplo:
Cromatizado: Se aplica una solución de ácido crómico sobre el metal a proteger. Se forma
una capa de óxido de cromo que impide su corrosión.