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- Definiciones:
o La vía intraósea (IO), es un acceso venoso que permite la administración rápida de fluidos,
hemoderivados y medicamentos a través de los vasos que componen la cavidad medular. Es
una vía alternativa rápida y eficaz en pacientes en parada cardiorrespiratoria o shock grave,
en el caso de que no se pueda canalizar una vena periférica, o conlleve un gran tiempo de
actuación.
o Es la segunda vía de elección a la hora de tener un acceso vascular en el paciente, tiene la
ventaja de que no se colapsa, consiguiendo unas concentraciones plasmáticas similares y tan
rápidas como las obtenidas por un acceso venoso central, aunque requiere de
conocimientos anatómicos y destreza en su colocación.
Importancia o relevancia: radica en que se trata de un acceso vascular rápido, confiable en manos
entrenadas, con muchas ventajas, que no se colapsa aun en parada cardíaca y asociado a bajo
porcentaje de complicaciones, sobre todo en aquellos pacientes pediátricos donde el acceso
venoso periférico de emergencia se complica debido a varios factores como pueden ser el pequeño
tamaño de los vasos sanguíneos, el abundante tejido subcutáneo y la vasoconstricción periférica
debida a su estado crítico, en estados de emergencia o urgencia donde deba colocarse fluidos,
hemoderivados o medicación de manera rápida en bolo o infusión continua, cuya canalización no
debe superar los 90 segundos o 3 intentos periféricos fallidos. Transcurrido este tiempo, se debe
introducir una vía IO, que servirá de técnica puente hasta que se consiga una vía venosa periférica
o central, intentando que su mantenimiento no sea superior a 2 horas.
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Centro de Simulación Clínica.
Indicaciones: parada cardiorrespiratoria si el acceso intravenoso no se puede establecer dentro
de los primeros 90 segundos o tras tres intentos de vías venosas periféricas fallidas, otras
indicaciones de la canalización de una vía intraósea son: alteraciones del nivel de conciencia,
compromiso respiratorio, grandes quemados, shock, convulsiones irreductibles sin vía venosa
canalizada, politraumatizados o edemas severos.
Complicaciones: osteomielitis (0.6%), fractura del hueso que se punciona, celulitis, quemaduras
químicas en el sitio de punción. Sepsis, extravasación con riesgo de producir síndrome
compartimental o necrosis de la piel, perforación completa del hueso, lesiones de los grandes
vasos o punción articular, abscesos subcutáneos. Alteraciones transitorias de la celularidad de la
médula ósea en casos de administración de soluciones hipertónicas; además de afectación del
cartílago de crecimiento. Estas complicaciones aumentan en el periodo neonatal, debido al menor
tamaño del hueso y a las movilizaciones que el dispositivo puede sufrir, aumentando la posibilidad
de extravasación del medicamento que se infunda, dando lugar a un síndrome compartimental e
infecciones. Es importante vigilar área de punción, posición y permeabilidad de la aguja, color,
temperatura, relleno capilar, pulsos y diámetro del miembro para descartar complicaciones como
el síndrome compartimental, así como realizar una ecografía Doppler
Sitio anatómico de Punción: Los lugares de implantación varían según edad, diferenciándose dos
grupos. En menores de 6 años y neonatos el sitio de preferencia es tibia proximal, exactamente en
la superficie plana antero-interna de la tibia, 1-2 cm por debajo del punto medio de la línea
imaginaria que une la tuberosidad anterior de la tibia y el borde interno de la misma, ya que la
cavidad medular en esa localización es grande y la posibilidad de lesión de tejidos adyacentes es
mínima. Se aconseja una penetración de la aguja de aproximadamente 1 cm en niños.
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En mayores de 6 años: tibia distal, concretamente el 1-2 cm por encima del maléolo medial. Otras
zonas raramente utilizadas en pediátricos: Cara lateral del fémur, 2-3 cm por encima del cóndilo
lateral. Cara anterior de la cabeza humeral (adolescentes). Cresta ilíaca: parte anterior de la espina
ilíaca. Esternón: solo en mayores de 3 años y siempre que el paciente no esté en parada
cardiorrespiratoria. Radio distal, en la cara opuesta a la arteria radial. Cúbito distal.
Indicaciones:
● Acceso inmediato para colocación de soluciones intravenosas (cristaloides y colides),
hemoderivados y medicación durante de reanimación cardiopulmonar en neonatos
● Cuando se necesita otro acceso vascular ya que uno realizado previamente resulte insuficiente
● extracciones de sangre para exámenes de laboratorio requeridos, evitando repetidas
venopunciones y dolor
● Monitoreo continuo de la presión venosa central y condiciones hemodinámicas
● En recién nacidos con peso extremadamente bajo al nacer (< 1000 gramos)
● Realización de exanguinotransfusiones
1. La cateterización de los vasos umbilicales se realiza con el recién nacido colocado en posición
supina. Asegurando la inmovilización de brazos y piernas y facilitando cierto grado de flexión
de las extremidades. Confirmar la identidad del paciente.
2. El neonato tiene que estar colocado bajo una fuente de calor radiante, para evitar la
hipotermia y debe de realizarse una monitorización continua de la oxigenación
3. Preparación aséptica de la mesa quirúrgicaca y material necesario
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4. Se tiene que asegurar un procedimiento estéril seguro. Para ello, realizar un correcto lavado
quirúrgico de las manos, emplearse guantes estériles, mascarilla, delantal estéril. Se
recomienda disminuir al máximo el tránsito de personas cerca del paciente donde se realizará
el procedimiento.
5. Realizar el cálculo de la longitud del catéter venoso a insertar. Generalmente se usan catéteres
de 1 o 2 lúmenes de 4 o 5 French. Para calcular la profundidad del catéter umbilical venoso se
tienen que seguir las siguientes recomendaciones: Peso en Kg x 1.5 + 5.5.
20. El catéter venoso estará en la zona supra diafragmática de la vena cava inferior, a la altura de
T9-T10.
21. Dejando el campo estéril, confirmar el sitio de colocación de la punta del catéter mediante
una radiografía o, bien, mediante una ecografía.
22. Proceder a la fijación del catéter según protocolo del centro.
23. Existen distintos tipos de fijaciones. Se recomiendan las técnicas de fijación que no provoquen
la oclusión del ombligo y ayuden a preservar la integridad de la frágil piel del paciente
24. FIJACIÓN CONVENCIONAL: Emplear la tela adhesiva en forma de puente sujetando el catéter.
Esta fijación permite vigilar el cordón umbilical, realizar los cuidados habituales y favorecer
su secado. Se debe desarrollar una técnica aséptica con guantes estériles. Es recomendable
aportar por un modelo de fijación no oclusivo para visualizar las posibles complicaciones
(desplazamiento, infiltración o secreción)
Bibliografía
1. Valdés López, Alfredo; Valdés Vásquez Nimbes. Colocación y posicionamiento de catéteres umbilicales. Archivos de
Investigación Materno Infantil. Artículo de Revisión. Vol. XI N° 2. Mayo-Agosto 2020. pp 66-76
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http://www.neopuertomontt.com/Procedimientos/norma%20cateterismo%20umbilical%20Sepiembre%202016.pdf
4. Puesta al día en las técnicas de Accesos intraóseos: revisión y manejo. I. Manrique Martínez, S. Pons Morales, C. Casal
Angulo, N. García Aracil y M.E. Castejón de la Encina. Anales de Pediatría Continuada. Vol. 11. Núm. 3. páginas 167-173 (mayo - Junio
2013