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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL CHIMBORAZO

FACULTAD DE SALUD PUBLICA


ESCUELA DE MEDICINA

PEDIATRÍA

TEMA:
RESUMEN VÍA INTRAOSEA

ESTUDIANTE:
DAYANA MISHELLE LINARES RAMOS

DOCENTE:
DRA. BLANCA HERMINIA CRUZ BASANTES

CURSO:
OCTAVO 2

PERIODO ACADÉMICO:
OCTUBRE – MARZO 2024

RIOBAMBA – ECUADOR
Vía intraósea
En determinadas situaciones clínicas urgentes en las que la circulación periférica
está muy deteriorada, la posibilidad de canalizar una vía venosa periférica es baja y
más aún cuando se trata de población pediátrica.
La vía intraósea (IO) es un acceso venoso que permite la administración rápida de
fluidos, hemoderivados y mediación a través de los vasos que componen la cavidad
medular. Es una vía alternativa rápida y eficaz en pacientes en parada
cardiorrespiratoria o shock grave, en el caso de que no se pueda canalizar una vena
periférica, o conlleve un gran tiempo de actuación, tanto en la población pediátrica
como adulta.
Esta vía tiene la ventaja de que no se colapsa. La vía IO servirá de técnica puente
hasta que se consiga una vía venosa periférica o central, intentando que su
mantenimiento no sea superior a 2 horas .
Paciente pediátrico y neonatal:
El acceso venoso periférico en población pediátrica en situación de emergencia se
complica debido a varios factores como pueden ser el tamaño de los vasos
sanguíneos, el abundante tejido subcutáneo y la vasoconstricción periférica debida a
su estado crítico
La vía IO como la segunda vía de elección para conseguir un acceso vascular, por
detrás de la vía venosa periférica, cuya canalización no debe superar los 5 minutos o
2 intentos.
Se debe, controlar el dolor, al tratarse de una técnica cruenta, es necesario
administrar analgesia en todos los pacientes, a excepción de los que se encuentren
con un nivel de consciencia muy disminuido.
En cuanto a la administración de medicación o fluidos por la vía IO, admite las
mismas cantidades y concentraciones que una vía venosa, con la ventaja de que no
se colapsa ni en situaciones de parada cardiorrespiratoria.
Dispositivos y técnica de inserción:
Es necesario utilizar una aguja o dispositivo del tamaño adecuado. Además, hay que
vigilar la correcta colocación, fijación y posible extravasación que pueda ocasionar
un síndrome compartimental .
Existen diferentes dispositivos IO manuales y automáticos. En el mercado están
comercializados diferentes tipos de dispositivos automáticos siendo alguno de ellos,
Bone Injection Gun (BIG ®), EZ-IO ® o NIO-P ®
Lugar anatómico de punción:
Todas las recomendaciones indican que, en la población mayor de 6 años, la zona
de elección es la tibia distal, concretamente el 1-2 cm por encima del maléolo medial
o interno. Aunque también se recomienda la inserción en la tibia proximal o en el
húmero proximal.
En menores de 6 años, la localización preferente es la tuberosidad tibial proximal, a
1 a 3 cm por debajo del punto medio al unir la tuberosidad y el borde interno de la
misma . Es una zona con gran cantidad de médula ósea roja. En caso de no ser
posible, se puede realizar la inserción en la tibia distal o en el fémur distal.
En adultos, si no es posible alguna de estas opciones, se puede considerar también el
esternón, la cresta ilíaca, clavícula, calcáneo y las zonas distales del cúbito y del radio.

Además de estos lugares de punción, existen otras zonas que también pueden ser
puncionadas, aunque en pediatría inusualmente son utilizadas, como húmero
proximal, radio distal, fémur distal, cresta ilíaca o esternón, aunque éste último
queda descartado cuando es necesario hacer maniobras de reanimación
cardiopulmonar .

Contraindicaciones:
 Absolutas: hueso fracturado, con prótesis o tornillos, o previamente puncionado;
extremidad con interrupción vascular (pensar en ello también si hay trauma
abdominal importante).
 Relativas: Infección o quemadura en la extremidad; osteogénesis imperfecta,
osteopenia u osteopetrosis; niños con shunt intracardiacos dcha.-izda. (Fallot)

Complicaciones:
Las principales complicaciones incluyen osteomielitis, fractura del hueso que se
punciona, celulitis o quemaduras químicas en el sitio de punción.
Estas complicaciones aumentan en el periodo neonatal, debido al menor tamaño del
hueso y a las movilizaciones que el dispositivo puede sufrir, aumentando la
posibilidad de extravasación del medicamento que se infunda, dando lugar a un
síndrome compartimental e infecciones. Para evitar esto sería recomendable evaluar
constantemente la posición del catéter IO y la clínica del paciente, así como realizar
una ecografía Doppler.
Bibliografía
Aladrén Hernando, E. (2022, marzo 30). Actualización de la vía intraósea en la
población pediátrica y neonatal. Revista Sanitaria de Investigación.
https://revistasanitariadeinvestigacion.com/actualizacion-de-la-via-intraosea-
en-la-poblacion-pediatrica-y-neonatal/
Arostegui Gros, C., & Cardós Alonso, C. (2021). Uso de la vía intraósea en
emergencias extrahospitalarias. INTRAOSEA 2021, 2–7.
Ramos Barral, D. (2017). Acceso Vascular En Urgencias: La Vía Intraósea Como
Alternativa [Universidad Coruña ].
https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/19399/RamosBarral_
%20Daniel_TFG_2017.pdf?sequence=2&isAllowed=y

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