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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CIUDAD JUÁREZ

Cómo comunicar una mala noticia

Tic’s Aplicadas a las Ciencias de la Salud


Cómo comunicar una mala noticia

Las malas noticias casi siempre causan malestar, tanto en la persona que la
recibe como en la que la da. Hacer que una persona conozca por nosotros unos
hechos que le van a sentar mal puede generar un sentimiento de incomodidad tan
fuerte que dé lugar a malentendidos o generar problemas añadidos.

Pararse a pensar si somos la persona indicada para darla. Este punto es básico,
ya que no conviene dar por supuesto que debemos ser nosotros los que informen
de la mala noticia. Piensa en calidad de qué podrías ser tú la persona informante,
si tu rol profesional incluye este tipo de acciones (en el caso de que estés
ejerciendo una profesión al contactar con esa persona) y si no hay alternativas
mejores.

Pensar en nuestro propio estado emocional. Para dar a conocer una mala noticia
es bueno tener en cuenta cuantas más variables posibles. Por eso, es bueno
pararse a reflexionar, aunque sea brevemente, acerca de los sentimientos que
genera en nosotros esta noticia. De ese modo ganaremos un cierto control sobre
la situación, ya que conoceremos mejor las actitudes y pensamientos entorno a
esa noticia por parte de uno de los dos agentes que van a estar involucrados en el
diálogo: nosotros.

Elegir bien el momento. Cuando des la mala noticia, es importante que la otra
persona pueda concedernos toda su atención y que no lleve consigo una carga
emocional intensa derivada de las actividades que ha estado haciendo
recientemente. Por eso, si es posible, elige bien el momento en el que la otra
persona no esté ni muy estresada ni especialmente excitada por cualquier
circunstancia, ya que esto podría hacer que la noticia tenga un mayor impacto
emocional y que ese momento vaya a recordarse como una experiencia aún más
desagradable.
Buscar un contexto tranquilo y emocionalmente neutro. En la línea del punto
anterior, el contexto en el que vayas a dar la mala noticia debería no tener
distracciones y ser tranquilo. De este modo, la comunicación será más fluida y no
habrá estresores ambientales. Elige un lugar de los que tengas a mano, ya que
debes dirigir a la persona hacia él sin darle aún la noticia, simplemente para que te
siga y anticipe la importancia de lo que va a ocurrir.

Mantener cierta proximidad con la persona. Aunque no mantengas una amistad


con el interlocutor o interlocutora, es bueno estar cerca a la hora de comunicar la
noticia. De este modo la persona se sentirá más confortada y estarás en mejor
disposición de prestarle ayuda si la necesita. Procura, además, que no haya
ningún mueble separándoos y que vuestros ojos queden más o menos a la misma
altura, para que no se noten asimetrías de poder entre vosotros.

Sentarse, ambos, este consejo es más importante cuanto peor es la noticia que se
quiere dar. Sentarse hace que gran parte del cuerpo se relaje, lo cual a su vez
hace que sea más fácil prestar atención y, por otro lado, puede ayudar a eliminar
parte de la tensión antes y durante la entrega de la noticia. Además, si adoptamos
una postura relativamente relajada (sin cruzar ni los brazos ni las piernas y sin
encorvarnos demasiado) es muy posible que la otra persona tienda a imitarnos
aún sin darse cuenta, de modo que ella también se sentirá algo más relajada. Por
otro lado, al estar sentada la otra persona no caerá al suelo si se desmaya o nota
que pierde fuerzas momentáneamente debido a su estado de ánimo.

A no ser que seamos alguien muy cercano a la otra persona, es preferible no


tocarla con la mano o el brazo justo antes de darle la noticia, ya que esto podría
hacer que se estrese muy rápido y que no pueda concentrarse bien en lo que
estamos diciendo. Podemos hacerlo, si lo creemos conveniente, después de
haberlo comunicado, para confortarla.

Empezar contando lo más importante, aunque sin brusquedad. Es fundamental


que empieces hablando sobre la información que debes dar, sin rodeos, ya que
eso enrarecerá el ambiente y será incoherente con todo lo que has hecho antes
(acciones que van enfocadas a expresar la importancia de ese momento). Sin
embargo, es preferible que transcurran unos pocos segundos entre que empiezas
a hablar y el momento en el que se nombra la peor parte de la noticia, para
introducir gradualmente el tema. Es por eso que no es bueno resumir la noticia en
un sólo titular de periódico. Una vez hayas dicho lo importante, puedes contar los
detalles después si crees que es oportuno y la otra persona está en disposición de
seguir escuchando.

Reformular lo ocurrido, si se puede. Una vez se ha dicho lo importante, podemos


ofrecer un punto de vista que complete la información anterior, abriendo un
abanico de posibilidades más esperanzador. Sin embargo, es muy importante
hacer esto sólo si se está siendo realista al plantear estas expectativas y
realmente creemos en lo que estamos diciendo. La sinceridad y la transparencia
son fundamentales. No implicarse emocionalmente si no es para confortar a la otra
persona

En los momentos en los que damos la noticia, debemos velar por el bienestar de
nuestro interlocutor. Por eso conviene distanciarnos lo suficiente como para que
no tengamos que exteriorizar nuestros propios sentimientos y sea la otra persona
la que pueda gestionar los suyos.

Esto puede hacerse, por ejemplo, no reaccionando negativamente si la otra


persona nos culpa de lo ocurrido o si se enfada con nosotros sin ningún motivo. 1

Bibliografía

1.-Torres A. ¿Cómo dar una mala noticia? 12 claves emocionales. agosto 10,
2019, de psicología y mente Sitio web:
https://psicologiaymente.com/psicologia/como-dar-mala-noticia

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