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TERMODINÁMICA I
Introducción
Las cantidades de trabajo y calor que se necesitan para llevar a cabo procesos industriales se
calculan a partir del conocimiento de propiedades termodinámicas, tales como la energía interna
y la entalpía. Para los fluidos, esas propiedades con frecuencia son evaluadas a partir de medidas
del volumen molar como una función de la temperatura y la presión, y proporcionan relaciones
de presión/volumen/temperatura (PVT), las cuales se expresan en forma matemática como
ecuaciones de estado.
La ecuación menos compleja, PV=RT, proporciona el modelo realista más simple del
comportamiento de un fluido. Además, las ecuaciones de estado sirven para la medición de los
fluidos y la dimensión de recipientes y tuberías.
Sustancias puras
Para entender el comportamiento de un diagrama PVT, es indispensable definir el concepto de
sustancia pura. Una sustancia que tiene una composición química fija en cualquier parte se llama
sustancia pura. El agua, el nitrógeno, el helio y el dióxido de carbono, por ejemplo, son sustancias
puras.
Una sustancia pura no tiene que estar conformada por un solo elemento o compuesto químico.
Una mezcla de varios de éstos también puede ser una sustancia pura siempre y cuando la mezcla
sea homogénea.
El aire, por ejemplo, es una mezcla de varios gases, pero con frecuencia se considera como una
sustancia pura porque tiene una composición química uniforme. Sin embargo, la mezcla de aceite
y agua no es una sustancia pura, ya que el aceite no es soluble en agua, por lo que se acumula en
la superficie y se forman dos regiones químicamente distintas.
Una mezcla de dos o más fases de una sustancia pura, se sigue considerando una sustancia pura
siempre que la composición química de las fases sea la misma. Una mezcla de hielo y agua líquida,
por ejemplo, es una sustancia pura porque ambas fases tienen la misma composición química.
No obstante, una mezcla de aire líquido con otro gaseoso no compone una sustancia pura debido
a que la composición del aire líquido es distinta de la del gaseoso y, por lo tanto, la mezcla ya no
es químicamente homogénea. Esto se debe a que los diversos componentes del aire tienen
distintas temperaturas de condensación a una presión especificada.
1
Temperatura de saturación y presión de saturación
Quizá no sea ninguna sorpresa saber que el agua comienza a hervir a 100 °C; sin embargo, en
sentido estricto, decir “el agua hierve a 100 °C” es incorrecto. El enunciado correcto es “el agua
hierve a 100 °C a 1 atm de presión”. Si la presión se elevará a 5 atm, el agua empezaría a hervir a
151.8 °C. Es decir, la temperatura a la cual comienza a hervir el agua depende de la presión; en
consecuencia, si la presión es constante, sucede lo mismo con la temperatura de ebullición.
A una determinada presión, la temperatura a la que una sustancia pura cambia de fase se llama
temperatura de saturación, Tsat. Del mismo modo, a una temperatura determinada, la presión a
la que una sustancia pura cambia de fase se llama presión de saturación, P sat. A una presión de
101.325 kPa, Tsat es de 99.97 °C; mientras que a una temperatura de 99.97 °C, P sat es de 101.325
kPa.
En la tabla 1 se muestra para el agua, una lista parcial extraída de una tabla de este tipo. Ahí se
indica que la presión del cambio de fase del agua (ebullición o condensación) a 25 °C debe ser de
3.17 kPa, y la presión del agua se debe mantener a 3 976 kPa (alrededor de 40 atm) para que
hierva a 250 °C. Asimismo, el agua se puede congelar al disminuir su presión por debajo de 0.61
kPa.
2
Para fundir un sólido o vaporizar un líquido se requiere una gran cantidad de energía. La cantidad
de ésta que es absorbida o liberada durante el proceso de cambio de fase se llama calor latente.
Las magnitudes de los calores latentes dependen de la temperatura o presión en la que sucede
el cambio de fase: a 1 atm de presión, el calor latente de fusión del agua es de 333.7 kJ/kg,
mientras que el de evaporación es de 2 256.5 kJ/kg.
Durante un proceso de cambio de fase, resulta obvio que la presión y la temperatura son
propiedades dependientes y que hay una relación definida entre ellas, es decir, T sat = f(Psat). Una
gráfica de Tsat en función de Psat, como la ilustrada para el agua en la figura 1, se llama curva de
saturación de líquido-vapor. Una curva de esta clase es característica de todas las sustancias
puras.
En la figura 1, también resulta claro que Tsat se incrementa con Psat y que, en consecuencia, una
sustancia a mayores presiones hervirá a temperaturas más altas. En la cocina, temperaturas de
ebullición más altas significan tiempos de cocción más cortos y ahorros de energía.
Por ejemplo, el cocimiento de un estofado de res puede requerir de una a dos horas en una
cacerola normal que funciona a una presión de 1 atm, pero sólo 20 minutos en una olla a presión
que funciona a una presión absoluta de 3 atm (temperatura de ebullición correspondiente: 134
°C).
3
Tanto la presión atmosférica como la temperatura de ebullición del agua disminuyen con la
altura; por lo tanto, la cocción toma más tiempo a mayores alturas que al nivel del mar. Por
ejemplo, la presión atmosférica estándar a una altura de 2 000 m es de 79.50 kPa,
correspondiente a una temperatura de ebullición de 93.3 °C, a diferencia de los 100 °C al nivel
del mar (altura cero).
Diagrama T-V
El proceso de cambio de fase del agua a una presión de 1 atm se describe en la figura 2a, esta
representación es un diagrama T-V. En donde vemos el cambio de la temperatura con respecto
al volumen. Sin embargo, en esta figura sólo se expresa el cambio a una presión dada. Si se repite
el proceso a diferentes presiones para elaborar el diagrama T-v, se obtiene el diagrama de la
figura 2b.
a) b)
Figura 2. Diagrama T-v de procesos de cambio de fase a presión constante de agua. a) presión de
1 atm b) diferentes presiones.
Analizando la figura encontramos que: primero, a 1 MPa el agua hervirá a una temperatura
mucho más alta (179.9 °C), y segundo, el volumen específico del líquido saturado es más grande
y el del vapor saturado más pequeño que los valores correspondientes bajo la presión de 1 atm
(0.1MPa).
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Es decir, la línea horizontal que conecta los estados de líquido y vapor saturados es más corta.
Para el caso del agua, a medida que aumenta la presión, esta línea de saturación se acorta y se
convierte en un punto cuando la presión alcanza el valor de 22.06 MPa. Este punto se llama punto
crítico y se define como el punto en el que los estados de líquido saturado y de vapor saturado
son idénticos.
A presiones superiores a la presión crítica no hay un proceso distinto de cambio de fase, pero el
volumen específico de la sustancia aumenta de forma continua y en todo momento sólo hay una
fase presente. Al final se asemeja al vapor, pero no se podrá decir cuándo ocurrió el cambio.
Por encima del estado crítico no hay una línea que separe las regiones de líquido comprimido y
vapor sobrecalentado, pero es común llamar a la sustancia vapor sobrecalentado a temperaturas
superiores a la crítica y líquido comprimido cuando está por debajo de ésta.
Los estados de líquido saturado que se presentan en la figura 2 pueden conectarse mediante una
línea llamada línea de líquido saturado, y los de vapor saturado mediante la línea de vapor
saturado.
Estas dos líneas se unen en el punto crítico formando un punto máximo en la curva (figura 3),
mientras todos los estados de líquido comprimido se localizan en la región a la izquierda de la
línea de líquido saturado, conocida como región de líquido comprimido, y los de vapor
sobrecalentado se encuentran a la derecha de la línea de vapor saturado, en la región de vapor
sobrecalentado.
En estas dos regiones la sustancia existe en una sola fase, líquida o vapor. Todos los estados que
abarcan ambas fases en equilibrio se localizan bajo la curva de saturación, en la llamada región
de mezcla saturada líquido-vapor o región húmeda.
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Figura 3. Diagrama T-V de agua pura.
Diagrama P-V
La forma general del diagrama P-v de una sustancia pura es similar a la del diagrama T-v, pero
líneas de T constante en este diagrama presentan una tendencia hacia abajo, como se ilustra en
la figura 4.
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Ahora, considere un dispositivo de cilindro-émbolo que contiene agua líquida a 1 MPa y 150 °C.
En este estado, el agua existe como un líquido comprimido. Se eliminan una por una las pesas de
la parte superior del émbolo, de manera que la presión dentro del cilindro disminuye poco a poco
y se permite que el agua intercambie calor con los alrededores, de modo que su temperatura
permanezca constante.
A medida que disminuye la presión, el volumen del agua aumenta un poco, y cuando la presión
alcanza el valor de saturación (0.4762 MPa) a la temperatura especificada el agua comienza a
hervir. Durante este proceso de evaporación, tanto la temperatura como la presión permanecen
constantes, pero el volumen específico aumenta.
Una vez que se evapora la última gota de líquido, la reducción adicional en la presión produce
otro aumento en el volumen específico. Observe que durante el proceso de cambio de fase no
se quitó ninguna de las pesas; si así se hiciera la presión disminuiría y en consecuencia también
lo haría la temperatura [puesto que Tsat = f(Psat)], por lo que el proceso ya no sería isotérmico.
Cuando el proceso se repite para otras temperaturas, se obtienen trayectorias similares para los
procesos de cambio de fase. Al conectar mediante una curva los estados de líquido y vapor
saturados, se obtiene el diagrama P-v de una sustancia pura, como ilustra la figura 4.
Los dos diagramas de equilibrio desarrollados hasta ahora representan estados de equilibrio en
los que sólo están presentes la fase líquida y la de vapor. Sin embargo, es posible ampliar estos
diagramas para incluir a la sólida, así como a las regiones de saturación sólido-líquido y sólido-
vapor.
Los principios básicos analizados junto con el proceso de cambio de fase líquido-vapor se aplican
del mismo modo a los de sólido-líquido y sólido-vapor. La mayor parte de las sustancias se
contraen durante un proceso de solidificación (es decir, congelación), pero otras, como el agua,
se expanden cuando se congelan.
Los diagramas P-v para los dos grupos de sustancias (se muestran en las figuras 3-20a y 3-20b), y
ambos diagramas difieren sólo en la región de saturación sólido-líquido. Los diagramas T-v se ven
muy similares a los diagramas P-v, en especial para sustancias que se contraen cuando se
congelan.
7
a) b)
Dos fases que están en equilibrio son algo muy familiar, pero en algunas condiciones las tres fases
de una sustancia pura también coexisten en equilibrio. En los diagramas P-v o T-v, estos estados
de tres fases forman una línea llamada línea triple. Los estados que se hallan sobre la línea triple
de una sustancia tienen la misma presión y temperatura, pero diferentes volúmenes específicos.
Dicha línea aparece como un punto sobre los diagramas P-T; por lo tanto, se denomina punto
triple. Las temperaturas y presiones de diversas sustancias en este punto se presentan en la tabla
2.
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Diagrama P-T
En la figura 6 se ilustra el diagrama P-T de una sustancia pura, el cual se conoce como diagrama
de fases porque las tres fases están separadas entre sí por tres líneas: la de sublimación separa
las regiones sólidas y de vapor, la de evaporación divide las regiones líquidas y de vapor, y la de
fusión separa las regiones sólida y líquida.
Estas tres líneas convergen en el punto triple, donde las tres fases coexisten en equilibrio. La línea
de evaporación finaliza en el punto crítico porque por encima de este no es posible distinguir las
fases líquida y de vapor. Las sustancias que se expanden y contraen al congelarse difieren sólo
en la línea de fusión en el diagrama P-T.
Superficie P-v-T
Como cualquier ecuación con dos variables independientes en la forma z = z (x, y) representa una
superficie en el espacio, es posible representar el comportamiento P-v-T de una sustancia como
una superficie en el espacio, como se muestra en las figuras 7 a y b, en las que T y v podrían
considerarse como las variables independientes (la base) y P la variable dependiente (la altura).
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Todos los puntos sobre la superficie representan estados de equilibrio. La totalidad de los estados
a lo largo de la trayectoria de un proceso de cuasi equilibrio yacen sobre la superficie P-v-T, ya
que tal proceso debe pasar por estados de equilibrio. Las regiones de una sola fase aparecen
como superficies curvas sobre la superficie P-v-T, mientras que las de dos como superficies
perpendiculares al plano P-T.
Esto es de esperarse porque las proyecciones de las regiones de dos fases sobre el plano P-T son
líneas. Todos los diagramas bidimensionales expuestos hasta ahora son proyecciones de esta
superficie tridimensional sobre los planos apropiados. Un diagrama P-v es sólo una proyección
de la superficie P-v-T sobre el plano P-v, mientras que el diagrama T-v es una proyección vista
desde arriba de esta superficie.
Las superficies P-v-T presentan de inmediato una gran cantidad de información, pero en un
análisis termodinámico es más conveniente trabajar con diagramas bidimensionales, como los
diagramas P-v y T-v.
a) b)
Figura 7. Diagrama P-v-T de una sustancia pura. a) que se contrae al congelarse b) que se
expande al congelarse.
Para las regiones del diagrama donde sólo existe una fase, los diagramas P-V implican una
relación que conecta a P, V y T, la cual se expresa de manera analítica mediante f (P, v, T) = O.
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Una relación así se conoce como ecuación de estado PVT. Relaciona la presión, el volumen molar
o específico y la temperatura para un fluido homogéneo puro en estados de equilibrio.
La ecuación de estado de gas ideal, PV = RT, tiene una validez aproximada para la región del gas
de baja presión de la figura 5. Una ecuación de estado puede resolverse para cualquiera de las
tres cantidades, P, Vo T, como una función de las otras dos. Por ejemplo, si se considera a V como
una función de T y P, entonces V = V (T, P).
𝜕𝑉 𝜕𝑉
𝑑𝑉 = ( ) 𝑑𝑇 + ( ) 𝑑𝑃
𝜕𝑇 𝑃 𝜕𝑃 𝑇
Las derivadas parciales en esta ecuación tienen significados físicos bien definidos y están
relacionadas con dos propiedades que comúnmente se tabulan para los líquidos, y que se definen
como:
1 𝜕𝑉
Coeficiente de expansión volumétrica: 𝛽 = 𝑉 (𝜕𝑇 )
𝑃
1 𝜕𝑉
Compresibilidad isotérmica: 𝑘 = 𝑉 (𝜕𝑃)
𝑇
𝑑𝑉
La combinación de estas ecuaciones produce: = 𝛽𝑑𝑇 − 𝑘𝑑𝑃
𝑉
Las isotermas para la fase líquida de la parte izquierda de la figura 5 son de pendiente muy
𝜕𝑉 𝜕𝑉
pronunciada y muy cercanas entre sí. De esta manera, (𝜕𝑇 ) y (𝜕𝑃) , por tanto, f3 y K: son
𝑃 𝑇
pequeños.
Este comportamiento característico de los líquidos (lejos de la región del punto crítico) sugiere
una idealización, comúnmente utilizada en mecánica de fluidos, que se conoce como el fluido
incompresible, para el que 𝛽 y 𝑘: son cero.
De hecho, ningún fluido real es incompresible, pero la idealización es muy útil porque con
frecuencia proporciona un modelo bastante realista del comportamiento del líquido para fines
prácticos. No existe ninguna ecuación de estado para un fluido incompresible, porque V es
independiente de T y P.
𝑑𝑉
Al integrar la ecuación: = 𝛽𝑑𝑇 − 𝑘𝑑𝑃. Se obtiene:
𝑉
𝑉2
𝑙𝑛 = 𝛽(𝑇2 − 𝑇1 ) − 𝑘(𝑃2 − 𝑃1 )
𝑉1
11
Ejemplo:
b) La presión generada por calentamiento a V constante desde 20°C y 1 bar hasta 30 °C.
Solución
𝜕𝑃 𝑑𝑉
a) La derivada (𝜕𝑇 ) se determina con la aplicación de la ecuación 𝑉
= 𝛽𝑑𝑇 − 𝑘𝑑𝑃 para el caso
𝑉
en el que V es constante, por consiguiente, dV = O:
𝛽𝑑𝑇 − 𝑘𝑑𝑃 = 0
𝜕𝑃 𝛽 1.487 𝑋 1𝑂−3 °𝐶 −1
(𝜕𝑇 ) = 𝑘 = = 24 𝑏𝑎𝑟 °𝐶 −1
𝑉 62 𝑥 10−6 𝑏𝑎𝑟 −1
𝛽
∆𝑃 = ∆𝑇 = 24 ∗ 10 = 240
𝑘
Despejando el delta de presión se tiene:
𝑃2 − 𝑃1 = 240 𝑏𝑎𝑟
𝑃2 = 240 + 𝑃1
𝑃2 = 241 𝑏𝑎𝑟
𝑉2
𝑙𝑛 = 1.487 𝑋 1𝑂−3 °𝐶 −1 (0 °𝐶 − 20 °𝐶) − 62 𝑥 10−6 𝑏𝑎𝑟 −1 (10 𝑏𝑎𝑟 − 0 𝑏𝑎𝑟)
𝑉1
12
𝑉2
= 0.9702
𝑉1
𝑉2
= 0.9702
1.287 𝑐𝑚3 𝑔−1
Por tanto 𝑉2 − 𝑉1 = 1.249 𝑐𝑚3 𝑔−1 − 1.287 𝑐𝑚3 𝑔−1 = −0.038 𝑐𝑚3 𝑔−1
Las isotermas para gases y vapores, que se localizan arriba ya la derecha de CD en la figura 5b,
son curvas relativamente simples para las que V disminuye a medida que P se incrementa. Aquí,
el producto PV para una T determinada es mucho más constante que cualquiera de sus
integrantes, y por lo tanto más fácil de representar de manera analítica como una función de P.
Esto sugiere expresar a PV para una isoterma, por medio de un desarrollo en serie de potencias
de P:
𝑃𝑉 = 𝑎 + 𝑏𝑃 + 𝑐𝑃2 + ⋯
Donde a, B', C', etc., son constantes para una temperatura y especie química determinada. En
principio, el lado derecho de la ecuación mostrada es una serie infinita. De cualquier modo, en la
práctica se emplea un número finito de términos. De hecho, la información PVT muestra que a
presiones bajas el truncamiento después de dos términos con frecuencia proporciona resultados
satisfactorios.
Partiendo de la definición de ecuaciones de estado viriales, los parámetros B', C', etc.… son
funciones de la temperatura y dependen de la especie, pero, en forma experimental, se
demuestra que el parámetro a es la misma función de la temperatura para todas las especies
químicas.
Esto se muestra a través de mediciones del volumen como una función de P para diferentes gases
a temperatura constante. Por ejemplo, la figura 8 es una gráfica de PV en función de P, para
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cuatro gases en la temperatura del punto triple del agua. Todos los gases tienen el mismo valor
límite de PV conforme P -> O. En este límite (denotado por el asterisco) será:
(𝑃𝑉 )∗ = 𝑎 = 𝑓(𝑇)
Esta propiedad de los gases es el fundamento para establecer una escala de temperatura
absoluta. Todo lo que se requiere es la asignación arbitraria de la relación funcional f (T) y la
asignación de un valor específico a un solo punto de la escala. El procedimiento más simple,
adoptado a nivel internacional para definir la escala Kelvin es:
• Establecer (PV)* de manera que sea directamente proporcional a T, con R como la constante
de proporcionalidad:
(𝑃𝑉 )∗ = 𝑅𝑇
• Asignar el valor de 273.16 K a la temperatura del punto triple del agua (denotado por el
subíndice (t).
(𝑃𝑉 )𝑡 ∗ = 𝑅 ∗ 273.16
(𝑃𝑉 )∗ 𝑅𝑇 𝑇
∗ = =
(𝑃𝑉 )𝑡 𝑅273.16 273.16
(𝑃𝑉)∗
De aquí se establece la escala Kelvin denotando entonces que 𝑇 = 273.16 (𝑃𝑉) ∗
𝑡
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El estado de un gas en la condición límite, donde P -> 0 merece cierto análisis. A medida que
disminuye la presión sobre un gas, las moléculas de este se separan cada vez más y el volumen
de las moléculas se convierte en una fracción cada vez más pequeña del volumen total ocupado
por el gas.
Además, las fuerzas de atracción entre las moléculas se vuelven más pequeñas debido a que la
distancia entre ellas es cada vez más grande. En el límite, conforme P -> O, las moléculas están
separadas por distancias indeterminadas.
Sus volúmenes se vuelven despreciables en comparación con el volumen total del gas, y las
fuerzas intermoleculares tienden a cero. Estas condiciones definen un estado de gas ideal, y la
ecuación mostrada anteriormente establece la escala de temperatura del gas ideal. La constante
de proporcionalidad R de la ecuación se conoce como constante universal de los gases.
∗
Su valor numérico se determina mediante la ecuación (𝑃𝑉 )𝑡 = 𝑅 ∗ 273.16 a partir de
información PVT experimental. Denotando que el valor aceptado de (PV); es 22 711.8 cm3 bar
mor-1 (figura 8), se tiene que valor de R es:
𝑃𝑉
𝑍=
𝑅𝑇
Esta relación adimensional se llama factor de compresibilidad. Con esta definición y con a = RT la
ecuación 𝑃𝑉 = 𝑎(1 + 𝐵´𝑃 + 𝐶´𝑃2 + ⋯ ) será:
O
𝐵 𝐶 𝐷
𝑍 = 1+ + 2+ 3…
𝑉 𝑉 𝑉
Ambas ecuaciones se conocen como expansiones viriales, y los parámetros B', e', D', etc., y B, e,
D, etc., se llaman coeficientes viriales. Los parámetros B' y B son los segundos coeficientes
viriales; e' y e son los terceros coeficientes viriales, etc. Para cierto gas los coeficientes viriales
son funciones únicamente de la temperatura.
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Estos coeficientes están relacionados, de acuerdo a procedimientos experimentales de la
siguiente manera:
𝐵 𝐶−𝐵2 𝐷−3𝐵𝐶+2𝐵3
𝐵´ = 𝑅𝑇 𝐶´ = (𝑅𝑇)2 𝐷´ = (𝑅𝑇)3
Se han propuesto muchas otras ecuaciones de estado para los gases, pero las ecuaciones viriales
son las únicas que tienen una base teórica firme en la mecánica estadística, que proporciona un
significado físico a los coeficientes viriales.
1 𝐵
De esta manera, para el desarrollo en 𝑉, el término 𝑉 surge a causa de las interacciones entre
𝐶
pares de moléculas; el término , con motivo de las interacciones entre un conjunto de tres, etc.
𝑉2
Ya que las interacciones entre conjuntos de dos son mucho más comunes que entre tres, y éstas
a su vez son más numerosas que las correspondientes entre conjuntos de cuatro, etc., las
contribuciones a Z de estos términos de orden superior disminuyen con mucha rapidez.
Gas ideal
Hay varias ecuaciones de estado, algunas sencillas y otras muy complejas: la más sencilla y mejor
conocida para sustancias en la fase gaseosa es la ecuación de estado de gas ideal, la cual predice
el comportamiento P-v-T de un gas con bastante exactitud, dentro de cierta región elegida
adecuadamente.
Las palabras gas y vapor a menudo se utilizan como sinónimos y comúnmente a la fase de vapor
de una sustancia se le llama gas cuando su temperatura es más alta que la temperatura crítica.
El vapor normalmente implica un gas que no se encuentra muy alejado del estado de
condensación.
En 1662 el inglés Robert Boyle observó durante sus experimentos con una cámara de vacío que
la presión de los gases es inversamente proporcional a su volumen.
En 1802, los franceses J. Charles y J. Gay-Lussac determinaron de modo experimental que a bajas
presiones el volumen de un gas es proporcional a su temperatura. Es decir,
𝑇
𝑃 = 𝑅 (𝑉) o 𝑃𝑉 = 𝑅𝑇
A pesar de que la ley de los gases ideales se encontró de manera experimental si analizamos los
𝐵 𝐶
términos 𝑉 , 𝑉 2 , etc., de la expansión virial surgen a causa de las interacciones moleculares, los
coeficientes viriales B, C, etc., serían cero donde no existen estas interacciones. Con esto, la
expansión virial se reduce a Z=1 o PV-=RT.
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De hecho, las interacciones moleculares existen y ejercen influencia sobre el comportamiento
observado de gases reales. Conforme disminuye la presión a temperatura constante, V aumenta
𝐵 𝐶 𝐷
y las contribuciones de los términos 𝑉 , 𝑉 2 , 𝑉 3 , etc., disminuyen.
Para P -> O, Z se aproxima a uno, pero no por algún cambio en los coeficientes viriales sino porque
V tiende a infinito. Por lo tanto, en el límite, a medida que P -> O, la ecuación de estado se reduce
a la misma forma simple que para el caso hipotético donde B = C = ... = O; es decir, si Z tiende a
1, PV tiene a RT.
De la regla de la fase sabemos que la energía interna de un gas real es una función tanto de la
presión como de la temperatura. Esta dependencia de la presión aparece como resultado de las
fuerzas entre las moléculas. Si estas fuerzas no existieran, no se necesitaría energía alguna para
alterar la distancia intermolecular promedio y, en consecuencia, no se requeriría energía para
originar cambios de volumen y presión en un gas a temperatura constante.
Concluimos que, en ausencia de interacciones moleculares, la energía interna del gas depende
exclusivamente de la temperatura. Estas consideraciones acerca del comportamiento de un gas
hipotético en el que no existen fuerzas moleculares, y de un gas real en el límite conforme la
presión tiende a cero, conducen a la definición de un gas ideal como aquel cuyo comportamiento
macroscópico se caracteriza por:
Teniendo en cuenta lo anterior, Cv, Cp Y H es sólo función de la temperatura para los gases ideales
y también se da una relación entre Cv y Cp. 𝐶𝑃 = 𝐶𝑣 + 𝑅. Para cualquier cambio de estado en un
gas ideal nos conducen a:
𝑑𝑈 = 𝐶𝑣 𝑑𝑇
𝑑𝐻 = 𝐶𝑃 𝑑𝑇
∆𝑈 = ∫ 𝐶𝑣 𝑑𝑇
∆𝐻 = ∫ 𝐶𝑃 𝑑𝑇
El gas ideal es un modelo de fluido descrito mediante relaciones de una propiedad simple, que
con frecuencia son una buena aproximación cuando se aplican a los gases reales. En los cálculos
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de los procesos, los gases con presión hasta de unos pocos van con frecuencia se consideran
ideales, y en tal caso se les aplican ecuaciones sencillas
𝑑𝑃 𝑑𝑃
𝑑𝑄 = 𝐶𝑃 𝑑𝑇 − 𝑅𝑇 𝑑𝑄 = 𝐶𝑃 𝑑𝑇 − 𝑅𝑇
𝑃 𝑃
𝐶𝑣 𝐶𝑃
𝑑𝑄 = 𝑉𝑑𝑃 + 𝑃𝑑𝑉
𝑅 𝑅
Proceso adiabático: capacidades caloríficas constantes:
Un proceso adiabático es aquel en el que no hay transferencia de calor entre el sistema y sus
alrededores; esto es, dQ = 0. Por lo tanto, es posible igualar cada una de las ecuaciones antes a
cero. La integración con Cv y Cp constantes produce relaciones sencillas para las variables T, P Y
V, válida para compresión o expansión adiabática, mecánicamente reversible de gases ideales.
𝑑𝑉
De este modo la ecuación 𝑑𝑄 = 𝐶𝑣 𝑑𝑇 + 𝑅𝑇 , se convertirá en:
𝑉
𝑑𝑇 𝑅 𝑑𝑉
=−
𝑇 𝐶𝑣 𝑉
Haciendo un procedimiento similar con las ecuaciones descritas en la sección anterior se tiene
que:
𝑅 𝐶𝑃
𝑇2 𝑃 𝐶 𝑃2 𝑉 𝐶
𝑇1
= (𝑃2 ) 𝑃 𝑃1
= (𝑉1 ) 𝑉
1 2
Todas las ecuaciones desarrolladas fueron pensadas para procesos mecánicamente reversibles
en sistemas cerrados para gases ideales. Sin embargo, las ecuaciones que proporcionan cambios
de propiedad son válidas para gases ideales sin considerar el proceso.
Se aplican de igual modo a procesos reversibles e irreversibles tanto en sistemas cerrados como
abiertos, ya que los cambios en las propiedades dependen sólo de los estados inicial y final del
sistema.
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Por otra parte, una ecuación para Q o W, a menos que sea igual al cambio en una propiedad, se
somete a las restricciones en su deducción. El trabajo de un proceso irreversible se calcula con
un procedimiento de dos pasos.
Ejemplo
Se comprime aire a partir de la condición inicial de 1 bar y 25°C hasta alcanzar un estado final de
5 bar y 25°C (Vi= 0.02479 y Vf= 0.004958 m3) mediante tres procesos diferentes y mecánicamente
reversibles en un sistema cerrado:
Suponga que el aire es un gas ideal con capacidades caloríficas constantes, Cv = (5/2) R Y Cp =
(7/2) R. Calcule el trabajo requerido, el calor transferido y los cambios en la energía interna y la
entalpía del aire para cada proceso.
Solución
a) Para poder calcular el calor, debemos asumir dos etapas para lograr el estado final, ya que, a
pesar de que ∆𝑈 = 0 porque depende de la etapa inicial y final. El calor y trabajo si dependen
de los pasos entre estados. Por esto, primero se asume un aumento de la temperatura a
volumen constante y después se asume una disminución a presión constante (expansión del
gas). El cálculo de la temperatura en este punto se realiza de acuerdo con la siguiente
ecuación:
𝑇2 𝑃2 𝑃2
= => 𝑇2 = 𝑇1 = 1490.75
𝑇1 𝑃1 𝑃1
19
Para la etapa de volumen constante Q= ∆𝑈 = 𝐶𝑣 ∆𝑇 = 20.785 ∗ (1490.75 − 298.15) =
24788.19.Mientras que la etapa en la que se enfría a P cte Q=∆𝑈 = 𝐶𝑃 ∆𝑇 = 29.099 ∗
(298.15 − 1490.7) = −34703.47.
Al realizar la suma de los calores en los dos procesos se tiene que: Q=-9915 J por consiguiente
w=9915 J
b) Se aplica la ecuación:
𝑑𝑃
𝑑𝑄 = 𝐶𝑃 𝑑𝑇 − 𝑅𝑇
𝑉
Como es un proceso isotérmico
𝑑𝑃
𝑑𝑄 = −𝑅𝑇
𝑃
Integrando
𝑃2 1
𝑄 = −𝑅𝑇𝑙𝑛 = (8.314)(298.15) 𝑙𝑛 𝑙𝑛 ( ) = −3990 𝐽
𝑃1 5
Las dos formas de la expansión virial conocidas son series infinitas. Para propósitos técnicos, su
uso es práctico sólo cuando la convergencia es muy rápida, esto es, cuando dos o tres términos
son suficientes para una aproximación razonable a los valores de las series. Esto ocurre para gases
y vapores de presiones bajas a moderadas. De este modo la ecuación virial puede estar
determinada por:
𝑃𝑉 𝐵𝑃
𝑍= = 1+
𝑅𝑇 𝑅𝑇
Donde B es uno de los coeficientes viriales. Esta ecuación expresa una proporcionalidad directa
entre Z y P, y con frecuencia se aplica a vapores a temperaturas subcríticas hasta sus presiones
de saturación. A temperaturas altas se proporciona una aproximación razonable para los gases
hasta una presión de varios bar, incrementando el intervalo de presión a medida que aumenta la
temperatura. Así para bajas presiones se tiene que:
𝑃𝑉 𝐵
𝑍= =1+
𝑅𝑇 𝑉
20
Para presiones que están arriba del intervalo de aplicabilidad de la ecuación anterior, pero debajo
de la presión crítica, la ecuación virial truncada a tres términos con frecuencia proporciona
excelentes resultados. Obteniendo la ecuación virial tal que:
𝑃𝑉 𝐵 𝐶
𝑍= =1+ + 2
𝑅𝑇 𝑉 𝑉
Hay una clase de ecuaciones que funcionan en un rango más alto de temperatura y presión que
se conoce como ecuaciones viriales extendidas. Éstas se ilustran mediante la ecuación de
𝑅𝑇 𝐵0 𝑅𝑇−𝐴0 −𝐶0 /𝑇 2 𝑏𝑅𝑇−𝑎 𝑎𝛼 𝑐 𝛾 −𝛾
Benedict/Webbl/Rubin: 𝑃 = + + + 𝑣6 + 𝑉 3 𝑇2 (1 + 𝑉 2 ) 𝑒𝑥𝑝
𝑉 𝑉2 𝑉3 𝑉2
Donde A0, B0, C0, a, b, c, 𝛼 y 𝛾 son constantes para un fluido determinado. Esta ecuación y sus
modificaciones, a pesar de su complejidad, se utilizan en las industrias del petróleo y del gas
natural para hidrocarburos ligeros y algunos otros gases comúnmente encontrados.
Ejemplo
Los valores reportados para los coeficientes viriales del vapor de isopropanol a 200°C son:
Solución
𝑅𝑇 (83.14)(473.15)
𝑉= = = 3934 𝑐𝑚3 𝑚𝑜𝑙 −1
𝑃 10
b) Resolviendo para V la ecuación de dos coeficientes viriales:
𝑅𝑇
𝑉= + 𝐵 = 3934 − 388 = 3546 𝑐𝑚3 𝑚𝑜𝑙 −1
𝑃
21
Donde:
𝑃𝑉 𝑉 3546
𝑍= = = = 0.9014
𝑅𝑇 𝑅𝑇 3934
𝑃
Ahora en el caso de la ecuación virial de tres factores se tiene:
𝑅𝑇 𝐵 𝐶
𝑉𝑖+1 = (1 + + 2 )
𝑃 𝑉𝑖 𝑉𝑖
𝑅𝑇 𝐵 𝐶
𝑉𝑖 = (1 + + 2 )
𝑃 𝑉0 𝑉0
388 26000
𝑉1 = 3934 [1 − − ] = 3539
3934 (3934)2
𝑅𝑇 𝐵 𝐶 388 26000
𝑉2 = (1 + + 2 ) = 3934 [1 − − ] = 3539
𝑃 𝑉1 𝑉1 3934 (3934)2
388 26000
𝑉2 = 3934 [1 − − ] = 3495
3539 (3539)2
388 26000
𝑉2 = 3934 [1 − − ] = 3488
3495 (3495)2
Si una ecuación de estado representa el comportamiento PVT para líquidos y vapores, debe
abarcar un amplio intervalo de temperaturas y presiones. Aun así, no debe ser tan compleja como
para presentar grandes dificultades numéricas o analíticas para su aplicación.
Las ecuaciones polinomiales que son cúbicas en el volumen molar ofrecen un compromiso entre
la generalidad y la simplicidad adecuadas para muchos propósitos. De hecho, las ecuaciones
cúbicas son las más sencillas, pero capaces de representar el comportamiento tanto de líquido
como de vapor.
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La ecuación de estado de van der Waals
La primera ecuación de estado cúbica que se considera práctica fue propuesta por J. D. van der
Waals en 1873:
𝑅𝑇 𝑎
𝑃= − 2
𝑉−𝑏 𝑉
En este caso, a y b son constantes positivas; cuando son cero, se recupera la ecuación del gas
ideal. Conocidos los valores de a y b para un fluido particular, es posible calcular P como una
función de V para valores diferentes de T.
Desde la introducción de la ecuación de van der Waals se han propuesto varias ecuaciones de
estado cúbica. Todas son casos especiales de la ecuación:
𝑅𝑇 𝜃(𝑉 − 𝜂)
𝑃= −
𝑉 − 𝑏 (𝑉 − 𝑏)(𝑉 2 + 𝑘𝑉 + 𝜆)
𝑅𝑇 𝑎(𝑇)
𝑃= −
𝑉 − 𝑏 (𝑉 − 𝜖𝑏)(𝑉 + 𝜎𝑏)
Para una ecuación conocida, 𝜖 y 𝜎 son números puros, iguales para todas las sustancias, mientras
que los parámetros a(T) y b dependen de la sustancia. La dependencia de la temperatura de a (T)
se especifica para cada ecuación de estado. Para la ecuación de van der Waals, a(T) = a, es una
constante que depende del tipo de sustancia, y 𝜖 = 𝜎 = 0.
Las correlaciones generalizadas tienen un uso muy extendido. Las más populares son las
desarrolladas por Pitzer y colaboradores para el factor de compresibilidad Z y para el segundo
coeficiente virial B.
23
Figura 9. La correlación de Lee/Kesler para 𝒁𝟎 = 𝑭𝟎 (𝑻𝒓 , 𝑷𝒓 )
Por sí misma, esta representa una correlación de estados correspondientes con dos parámetros
para Z.
La ecuación mostrada es una relación lineal simple entre Z y 𝜔 para valores conocidos de Tr y de
Pr. La información experimental para Z, de fluidos que no son simples, que son graficados en
función de 𝜔 a Tr y Pr constantes, producen líneas aproximadamente rectas y sus pendientes
proporcionan valores para Z1 a partir de los cuales es posible construir la función generalizada Z 1
= F1(Tr, Pr).
De las correlaciones disponibles del tipo Pitzer, la desarrollada por Lee y Kesler es la más
favorecida. Aunque su desarrollo se fundamenta en una forma modificada de la ecuación de
24
estado de Benedict/Webb/ Rubin, ésta adquiere la forma de las tablas que presentan los valores
de Z0 y Z1 como funciones de Tr de Pr.
La correlación de Lee/Kesler proporciona resultados confiables para gases que son no polares o
ligeramente polares; para éstos, los errores indicados no son mayores de 2 o 3%. Cuando se aplica
a gases muy polares o asociados, se pueden esperar errores más grandes. Los gases cuánticos
(por ejemplo, hidrógeno, helio y neón) no se ajustan al mismo comportamiento de estados
correspondientes como los fluidos normales.
Algunas veces su análisis mediante las correlaciones acostumbradas se adapta a través del uso
de parámetros críticos eficaces que son dependientes de la temperatura. Para el hidrógeno, el
gas cuántico más encontrado en los procesos químicos, las ecuaciones recomendadas son:
43.6
𝑇𝑐 (𝐾) =
21.8
1 + 2.016𝑇
20.5
𝑃𝑐 (𝑏𝑎𝑟) =
44.2
1+
2.016𝑇
51.5
𝑉𝑐 (𝑐𝑚3 𝑚𝑜𝑙 −1 ) =
9.91
1 − 2.016𝑇
Donde T es la temperatura absoluta en kelvins. El uso de estos parámetros críticos eficaces para
el hidrógeno requiere la especificación adicional de que 𝜔 = 0.
Sin embargo, es posible dar una expresión analítica aproximada de estas funciones para un
𝑃𝑉 𝐵𝑃
intervalo limitado de presiones. La base para esto es la ecuación 𝑍 = 𝑅𝑇 = 1 + 𝑅𝑇 , la forma más
simple de la ecuación virial:
𝐵𝑃 𝑃𝑟
𝑍 =1+ = 1 + 𝐵̂
𝑅𝑇 𝑇𝑟
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𝐵𝑃𝑐
𝐵̂ =
𝑅𝑇𝑐
Así, Pitzer y colaboradores recomiendan una segunda correlación, la cual produce valores para
𝐵̂: 𝐵̂ = 𝐵0 + 𝜔𝐵1
𝐵0 𝑃𝑟 𝑃𝑟
𝑍 =1+ + 𝜔𝐵1
𝑇𝑟 𝑇𝑟
De este modo:
0
𝐵0 𝑃𝑟
𝑍 =1+
𝑇𝑟
𝑃𝑟
𝑍 1 = 𝐵1
𝑇𝑟
Los segundos coeficientes viriales son funciones sólo de la temperatura, y de manera similar B 0 y
B1 son funciones sólo de la temperatura reducida.
La forma más simple de la ecuación virial tiene validez sólo a presiones de bajas a moderadas,
donde Z es una función lineal de la presión. Por lo tanto, la correlación generalizada del
coeficiente virial es útil sólo donde Z0 y Z1 son al menos aproximadamente funciones lineales de
la presión reducida.
Las dos correlaciones difieren en menos de 2% en la región que está arriba de la línea punteada
de la figura. Para temperaturas reducidas mayores que T r=3, parece ser que no hay límite en la
presión. Para valores menores que Tr el intervalo de presión permisible disminuye conforme se
reduce la temperatura. Sin embargo, se alcanza un punto en Tr= 0.7, donde el intervalo de
presión está limitado por la presión de saturación.
26
Esto se indica por el segmento que está en el extremo izquierdo de la línea. Se ignoran las
contribuciones más pequeñas de Z1 a las correlaciones. En vista de la incertidumbre asociada con
cualquier correlación generalizada, las desviaciones en Z 0 no mayores de 2% son irrelevantes.
Ejemplo
27
Solución
28
Ejemplo
29
Correlaciones generalizadas para líquidos
Aunque los volúmenes molares de los líquidos son posibles de calcularse por medio de
ecuaciones cúbicas de estado, con frecuencia los resultados no son muy exactos. De cualquier
modo, la correlación de Lee/Kesler incluye información para líquidos subenfriados.
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No obstante, recuerde que esta correlación es la más adecuada para fluidos no polares y
ligeramente polares.
La única información que se requiere son las constantes críticas. Por lo regular los resultados
tienen una exactitud de 1 o 2%. Lydersen, Green Korn y Hougen desarrollaron una correlación de
estados correspondientes con dos parámetros para la estimación del volumen de líquidos.
Ésta proporciona una correlación de densidad reducida ⍴r como una función de la temperatura y
la presión reducidas. Por definición:
𝜌 𝑉𝑐
𝜌𝑟 = =
𝜌𝑐 𝑉
Donde, V2=volumen requerido, V1=volumen conocido 𝜌𝑟1 , 𝜌𝑟2= densidades reducidas leídas en la
figura 11.
Este método da buenos resultados y sólo requiere de información experimental que usualmente
está disponible. La figura 11 muestra de forma clara los efectos al aumentar la temperatura y la
presión sobre la densidad del líquido conforme se acerca al punto crítico.
Las correlaciones para las densidades molares como funciones de la temperatura se conocen
para varios líquidos puros por Daubert y colaboradores.
31
Figura 11. Correlación de densidad generalizada para líquidos.
Ejemplo
Solución
32
CUADRO INFORMATIVO
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