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104 CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR

A MODO DE CONCLUSIÓN 5

Hemos intentado acercar el debate epistemológico en estos finales de DISCIPLINARIEDAD,


siglo, al debate pedagógico en tomo a- la escuela apropiada para despe-
dirlo y para recibir el próximo. Hemos acentuado, como lugar de inter- INTERDISCIPLINARIEDAD
acciones 'determinantes, la formación de la competencia científico-tecno-
lógica, tarea propia de la escuela, que no puede sustraerse a las difíciles Y TRANSVERSALIDAD COMO
cuestiones, que tanto la ciencia como la tecnología plantean, hoy día, en FORMAS DE ORGANIZAR LA
su propia autocomprensión. El cómo queda abierto.
La escuela no tiene como función esencial la formación de científicos ENSEÑANZA
o de tecnólogos. Sin embargo, no puede cumplir su función de sociali-
zación mediante la distribución equitativa de los saberes socialmente
significativos y válidos, sin incluir, entre sus tareas, la formación de la
competencia científico-tecnológica. Su sentido queda abierto.
La escuela educa, y la educación incluye la formación en otras com-
petencias además de la científico-tecnológica. Cómo lograr la integración
desde el respeto de las especificidades de cada una de las competencias I. INTERSECTORIALIDAD E INTERDISCIPLINARIEDAD
es una pregunta abierta.
'La educación científico-tecnológica,
. como la educación moral, como a. Planteo del problema
la educación corporal, como la educación cívica, tienen sus propias ló-
gicas y sus problemas espéCíficos. La escuela tiene que darles a todas el A partir de la década del setenta, y en forma creciente, fue aparecien-
tiempo necesario. El problema radica, sin embargo, en la necesidad de do una necesidad de hacer frente a lo que todos diagnosticaban como una
entender la educación como una, integrada e integrante, y por lo mismo, situación de extrema fragmentación y dispersión en los saberes, que la
cada una de las competencias, desde su especificidad, abarca en realidad escuela (incluida la Universidad) enseñaba. En un nivel de mayor pro-
el todo. Como decían los antiguos, cada competencia, en este caso la fundización se fue abriendo la idea de que los saberes escolares, los que
científico-tecnológica, es bata sed non totaliter la educación misma. Toda la escuela enseña, estaban fuertemente desvinculados de los intereses de
la educación ha de ser científico-tecnológica, pero no totalmente. los alumnos y de las demandas sociales de aprendizaje. La brecha entre
la escuela y la vida, entre la cultura escolar y los sentidos que circulaban
en la realidad social se hacía cada vez más profunda y más insalvable.
La idea de trabajar interdisciplinarmente apareció como un posible reme-
dio ante la pérdida de significación social, pero fue necesario afirmar que
no era ni una "moda ni una panacea" (Guy Berger).
Desde la década de los ochenta, y en forma creciente, fue ganando
terreno la idea de atacar la fragmentación y la dispersión. de los saberes,
no sólo con la interdisciplina y la integración de áreas, sino que se hacía
necesario también romper los muros de la escuela, como institución
cerrada, y ponerla en juego dinámico con otros sectores sociales, también
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interesados en los logros educativos. La falta de significación social no y la progresiva autonomía de la economía en relación con la política y
sólo tenía que ver con la fragmentación de saberes, sino que cobraba con la misma vida cultural de las sociedades.
especial importancia el aislamiento institucional. La fragmentación y la La descentralización del poder, que se traduce en una transferencia
dispersión de los saberes tenía un curioso correlato en la fragmentación de responsabilidades y decisiones que parece responder a criterios de
y la dispersión de las instituciones sociales. El estado como "institución mayor eficiencia y pertinencia, en las decisiones y la gestión. Los mo-
de las instituciones" y la escuela como "aparato" de ese estado empeza- vimientos sociales 'reemplazan lentamente la lógica de la representación
ron a configurarse como ideas casi antiguas. Trabajar intersectorialmente política y de la preocupación por lo público. Los intereses sectoriales se
apareció como un posible remedio. Rápidamente nos estamos dando cuenta constituyen en factores de presión, sin un continente claro de reglas de
que esto algo tiene- que ver con la recuperación del sentido social de la juego y de búsqueda del bien común. Naturalmente que esta "descentra-
escuela, pero ni es ingenuo ni es lineal en su sentido. lización" suele ser del poder formal y de las decisiones dispersas, sintien-
Quisiera mostrar cómo se puede plantear hoy el problema, distin- do todos que, en realidad, el poder efectivo aparece cada vez más con-
guiendo un aspecto más mental, ligado a la interdisciplina, y un aspecto centrado y celoso de sus rivales. La tentación a hegemonizar, aún en la
más institucional, ligado a la intersectorialidad. vida democrática, es muy grande, diluyéndose el rol de la oposición o la
Hoy, promediando la década del noventa, con casi veinte años de importancia de aquellas otras bases de la filosofía política liberal, como
experiencias curriculares e institucionales en torno a la interdisciplina y la separación de poderes.
a la intersectorialidad, y en medio de una Reforma Educativa en marcha, La virtualización de la realidad, tema particularmente complejo,
que proclama hacerse cargo (aunque no alcancemos a ver cómo) de estos que consiste en una despotenciación de lo real, en función de lo posible
desencuentros de la escuela y la significación social de sus saberes en- y de lo simulable. Esto no sólo tiene que ver con las autopistas informá-
señados, y de la escuela y el desempeño en la vida, para lo cual se educa, ticas y las redes, sino también con la presencia cotidiana de los medios
puede ser significativo que reflexionemos sobre estos temas, que con masivos y su particular tratamiento de lo real, la omnipresencia de la
estos nombres, o con otros, circulan en el discurso pedagógico y en la música en la cultura juvenil y, sobre todo, la profunda desconfianza en
práctica escolar. la palabra, como reunión de algún sentido posible. Vivimos en el final
Las reformas educativas tratan de responder a los cambios sociales y de 'la civilización de la palabra, como dice Steiner, y aquí radica quizás
las reales necesidades de aprendizaje que generan nuevas demandas y el mayor desafío para la educación.
nuevas formas de circulación de la información (enseñanza). Como
A una economía globalizada —de la desocupación y la exclusión— y
macrocontexto, lo que pasa en la sociedad, quiero mencionar tres ideas
al respecto: a un poder descentralizado —de la arbitrariedad y las hegemonías— les
corresponde una realidad despotenciada, un pensamiento débil, una gran
dispersión del sentido y, como diría el cínico Lipovetsky, una "ética
1. La de globalización de la economía, que no es sino un nombre
indolora". Es el momento del escepticismo cultural.
descriptivo de un modelo hegemónico, llamado neo-liberal o capitalismo Es en este contexto, que propongo volver a discutir estos temas de la
postindustrial, carácterizado por la acumulación de capital al margen de interdisciplina y la intersectorialidad en el trabajo escolar. Con
los estados nacionales, por fuertes ajustes y recesiones en las economías la interdisciplina, atendemos a un aspecto más mental, relacionado con
dependientes, por una creciente tasa de desempleo y, lo que es más los sujetos y sus saberes. Con la intersectorialidad, en cambio, atendemos
grave, por la lisa y llana construcción de un sector de excluidos. La a un aspecto más institucional, relacionado con la función social de la
traducción de esta situación es la generación de riqueza por competitivi- escuela y las representaciones y roles concomitantes.
dad salvaje, el vaciamiento por endeudamiento de los estados nacionales Los docentes y los alumnos tienen que ser vistos desde lo queimpacta
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esta nueva .situación en su subjetividad individual, con las reales necesi- — Que algunas o muchas disciplinas, independientemente y en formas
dades de comprensión que se generan y con los mecanismos correspon- más o menos yuxtapuestas, concurran, casual o intencionalmente, en el
dientes de ocultamiento, fuga y dispersión del sentido (ignorancia). Jus- planteamiento de un problema, es algo distinto del caso en que dos o más
tamente el fantasma de la exclusión en la globalización económica, el de disciplinas tengan interrelaciones fuertes entre ellas y aborden el proble-
la impotencia en la descentralización del poder y el de la pérdida de ma en cuestión, desde la relación misma.
sentido en la virtualización de la realidad afectan la subjetividad indivi- En efecto, en la relación' multidisciplinar o pluridisciplinar, las disci-
dual y sus saberes. plinas intervinientes dan su aporte al problema, su visión propia o enfo-
Por otro lado, la escuela tiene que ser vista desde lo que pasa hoy en que particular, pero en un sentido estricto no interacnían ni se modifican
la intersección de la sociedad y los individuos, dado que su sentido es la en el trabajo. En cambio, en la relación propiamente interdisciplinar, las
socialización por el conocimiento. Ese espacio escolar, que se constituye disciplinas intervinientes interactúan sus mismos enfoques y conforman
entre el poder de enseñar y el deseo de aprender, con los correspondien- una visión distinta del problema, e incluso pueden dar origen a una nueva
tes mecanismos de legitimación. Justamente, el mandato de formar com- disciplina, resultado de esa interacción.
petencia laboral, ciudadanía participativa y autonomía cultural, parece
conformar hoy el mandato más fuerte de la institución escolar, marcando — Finalmente, es distinto de la multidisciplina y de la interdisciplina
a los sujetos de la enseñanza y del aprendizaje. lo que suele llamarse el trabajo transdisciplinar, donde, en realidad, se
La interdisciplina y la intersectorialidad aparecen como parte de la construye una "axiomática común" a varias disciplinas, es decir un cuer-
demanda social y de los intentos de respuesta de la escuela. po de principios, categorías y reglas de procedimientos que rige el tra-
bajo de las disciplinas comprendidas.
En todos los casos se supone un trabajo previo de identidad discipli-
1.
b. Interdisciplina nar, por un lado, y de disponibilidad interdisciplinar, por el otro. Justa-
mente, cuanto más fuertes son estas identidades, más difícil (y más rico)
Empecemos por precisar lo que quiere decir trabajar interdisciplinar- es el trabajo interdisciplinar, precisamente porque más se conoce que
mente en la escuela.' Para esto, ayuda distinguir: aspectos epistemológi- ninguna óptica particular o específica agota la complejidad de los proble-
cos, aspectos curriculares y aspectos institucionales. mas que la realidad nos plantea.
Este aspecto epistemológico desempeña un rol central en la fundamen-
— Epistemológicamente, problema que trasciende el trabajo escolar, [ación de lo que se enseña como un tema o problema interdisciplinar. Los
aunque lo-condiciona, es importante recordar algunas distinciones: problemas teóricos y metodológicos del trabajo interdisciplinar están lejos
todavía de respuestas claras, en el mismo campo de la historia de la
ciencia y de la epistemología.

—Curricularmente, con sus diferentes niveles de concreción, es impor-


I. Aquí sólo hacemos una síntesis de las ideas que hemos presentado en otros trabajos. tante también manejarse con algunas distinciones: disciplinas escolares,
Cfr. C. Cullen, "Interdisciplinariedad: la posibilidad de lo epistemológico como ético", cn áreas de disciplinas integradas, ejes temáticos y temas transversales, son
Reflexiones desde América, t. II, Rosario, Fundación Ross, 1986, págs. 143-156; El proble-
formas de organizar curricularmente la enseñanza y no siempre se corres-
ma de la interdisciplinariedad en los programas de Salud y Trabajo y su incidencia en los
programas de Educación, Revista Latinoamericana de Innovaciones Educativas, MEC-
ponden con disciplinas, áreas, ejes o temas estrictamente científicos.
OEA, Año I, n°2, págs. 19-30; El Conocimiento, Módulo para docentes. Plan de transfor- El supuesto, aquí, es una idea clara de contenidos educativos y de com-
mación de la formación docente (15-TED), MEC-1993. Cfr. aquí, cap. 5, parte la. petencias que se quiere formar, y la cuestión clave rádica en la significa-
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tividad social, la validez y los criterios de legitimación en la operación 3) lo holograméttico entre el menor punto y la casi totalidad de la infor-
pedagógica de construir contenidos escolares y organizarlos en programas mación representada. Es el problema de la parte y el todo, que evoca en
de enseñanza. Es decir lo que se llama "interdisciplina" u organización nosotros la idea dialéctica del universal concreto. Ni el reduccionismo de
"interdisciplinaria" de contenidos educativos, no siempre se funda en razo- las "partes" (pensamiento analitico) ni el pretendido holismo del "todo"
nes epistemológicas. (pensamiento sistémico).

— Institucionalmente, como ya nos lo recordaba Sinacoeur,2 el tema La propuesta es proyectar estas cuestiones de la interdisciplinariedad
central en la interdisciplina es la relación entre la información y la de- del trabajo escolar, en el objetivo de poder operar con pensamiento com-
cisión, entre los procesos de comunicación y de participación. El proble- plejo. Más allá del macro contexto que dimos, aquí, en la escuela, la
ma radica aquí en la identidad institucional y la cuestión central pasa por complejidad funciona, porque conviven matrices disciplinares muy dis-
la coherencia y la autonomía. Es, en definitiva, la relación entre teoría y tintas, mandatos curriculares muchas veces ambiguos y hasta contradic-
práctica, entre información y poder. torios, y una cultura institucional que se mueve entre una burocratización
reglamentarista y de roles formales y muy controlados, y un mandato de
gestión descentralizada, autónoma, con roles fuertemente aleatorios y
Es decir, cuando hablamos de interdisciplina en la escuela emergentes.
tenemos que atender a estas tres lógicas diferentes, la de la
El desafío es pensar esta complejidad, movernos en ella, para lo cual
ciencia, la del currículo y la de la institución escolar, y enten-
es posible que tengamos que criticar la propia exigencia "formal" de
der que articular sus relativas autonomías no es una tarea fácil.
interdisciplina, como panacea o como mera ilusión y buscar diferenciar
los elementos en juego y ponerlos en situación de diálogo o complemen-
tariedad, sabiendo del carácter autoproductivo de los logros y de los
De todas maneras, en la interdisciplina se trata del aspecto mental del
trabajo escolar, concebido desde la necesidad de producir un pensamien- fracasos, y aprendiendo a ver, en los pequeños problemas cotidianos, la
to más coherente, capaz de operar relaciones más integradas en la tarea complejidad misma de la tarea de enseñar en su conjunto.
de enseñar.
Sugiero completar estas ideas en torno a la interdisciplina, reflexio-
- nando la idea de complejidad. Según Morin hay tres principios que con- c. Intersectorialidad
densan la idea de la complejidad como "método":3
Comencemos por precisar qué quiere decir trabajar intersectorialmente
lo dialógico entre términos complementarios y antagónicos: la re- en la escuela. Para esto ayuda distinguir aspectos económicos, aspectos
producción transindividual y la existencia individual, el orden y el des- políticos y aspectos culturales en la intersectorialidad.
orden, la estabilidad y la inestabilidad;
lo recursivo- entre producto y productor, ciclo autoconstitutivo, 1. Económicamente, la intersectorialidad puede significar una descarga
autoorganizador y autoproductor; de la responsabilidad del estado y una aleatoria confianza en los recursos
de los sectores involucrados en cada escuela, con los consiguientes riesgos
de segmentación e inequidad.
- 2. Cfr. Mohamed Sinacoeur, "¿Qué es la interdisciplinaliedad?", en VV.AA.:
—Un ejemplo interesante es el tema del manejo de recursos en las
Interdisciplinariedad y ciencias humanas, Madrid, Tecnos-UNESCO, 1983, págs. 23-31.
3. Cfr. Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, Gedisa, 1994. Cooperadoras Escolares; el de las "fundaciones", o el de los "incremen-
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tos", "plus" o "incentivos". Una cosa es fomentar la cooperación de los con la globalización excluyente y la descentralización concentradora en
actores institucionales, su preocupación por la calidad del trabajo y de los la construcción de lo social.
resultados, y otras es la lógicaS perversa de la competitividad de sectores Sugiero profundizar la idea de la intersectorialidad con una reflexión
de la institución: directivos y padres, maestros y directivos, escuela y sobre la idea de la autonomía de gestión. Según Chaves,4 hay tres aspec-
asociaciones vecinales, y —sobre todo— escuela y estado. tos centrales en la idea de autonomía de gestión en la escuela:
Por otro lado, es obvio que se trata de relacionar la escuela con el
mundo del trabajo y sus.gestores. Lo difícil aquí es definir bien las deman- definición del proyecto social institucional, en el marco de las políti-
das y las competencias. cas y prioridades nacionales. Esto implica poder ejecutar y evaluar los
aspectos académicos, administrativos y financieros de ese proyecto;
Políticamente, la intersectorialidad puede legitimar la ausencia de responsabilidad de la institución ante un Consejo de Gestión
políticas públicas para la educación y transformar a la escuela en un (intersectorialidad);
campo de lucha por la hegemonía, con los consiguiente conflictos de responsabilidad ante las instancias nacionales de educación, en rela-
poder. ción con la evaluación de los objetivos globales y de las prioridades
Un ejemplo interesante es el tema de los campos de actividades del sistema educativo.
extraprogramáticas, o de extensión, o de formación de padres, etcétera.
Por otro lado, es obvio que se trata de relacionar la escuela con el La propuesta es proyectar estas cuestiones de la intersectorialidad del
mundo del poder y sus conflictos. Lo difícil es aquí definir bien los pro- trabajo escolar, con el objetivo de poder operar en la escuela con una
cedimientos, las reglas de juego, las formas de la participación. gestión institucional autónoma. Más allá de los problemas del macrocontexto,
en la escuela hay muchas presiones sectoriales que intentan hegemonizar
Culturalmente, la intersectorialidad puede significar abrir la escuela la gestión, con implicancias económicas, políticas y culturales.
a la circulación de cualquiei tipo de información, sin atender a criterios El tema es lograr la autonomía, que flo quiere decir desconexión, sino
públicos de legitimación, sino simplemente vehiculizados por las corpo- que quiere decir conexión libre, regida por el principio de la misma fun-
raciones y sus propios emblemas. ción social de la escuela, de su racionalidad misma: la distribución social
del conocimiento, legitimado públicamente. Creo que la única gestión
autónoma, que evita el trabajo corporativo o intercorporativo, es la que se
Un ejemplo interesante es el relacionado con los medios de comuni-
rige por los principios de lo público: universalidad, criticidad y comunidad
cación, incluidos los textos escolares y los recursos electrónicos (vídeos,
etc.). (regida por el principio de equidad)?
El desafío es operar esta autonomía, capaz de gestionar bajo la ley
Es obvio, por otro lado, que se trata, justamente, de romper con los
misma de la institución escolar: socializar mediante el conocimiento, lo
límites de una cultura escolar cenada y estereotipada, y abrirse a la signi- cual implica tener elementos no sólo para insertarse y relacionarse (o
ficatividad social de los aprendizajes. Lo difícil es definir bien desde dónde resignarse a la exclusión, a la soledad y al escepticismo), sino también
se procesa la información y cómo se plantean las situaciones realmente
problemáticas, y no, justamente, las que provienen de los intereses secto-
riales.
Se trata del aspecto institucional del trabajo escolar, concebido desde
la necesidad de lograr una gestión autónoma Cfr. Patricio Chaves, Z., "Propuesta metodológica para la gestión estratégica de
de la socialización por el instituciones educativas", Cinterplan, 1993, borrador.
conocimiento, que es, la tarea fundamental de la escuela, capaz de operar Cfr. cap. 1 y cap. 5 de la segtinda parte de este libro.
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para cambiar los estilos y para poner mayor racionalidad en la economía, tural vigente, y busca generar diversos microclimas sociales, con agentes
la política y la cultura.
dispersos, y con problemas y soluciones específicas.
La interdisciplinariedad y la intersectorialidad en el trabajo escolar A pesar de sus características de competitividad salvaje, ajustes
pasan hoy, respectivamente, por el pensamiento complejo y por la auto- recesivos y altos índices de desocupación, las férreas leyes de una eco-
nomía institucional.
nomía globalizada y altamente tecnificada, no parecen ofrecer flancos
débiles, para un cambio de reglas de juego. Quienes se han debilitado
frente a esta relativa fortaleza y autonomía del poder económico son los
2. LA TRANSVERSAL/DAD COMO PROBLEMA POLÍTICO
estados nacionales, e incluso ha dejado de tener, sentido la "bipolaridad"
Y COMO CUESTIÓN TEÓRICA
de modelos, a partir del colapso del llamado socialismo real.
Puede tratarse, además, de una defensa y una contención. Estos pro-
Junto a la interdisciplina y la intersectorialidad, circula cada vez más en blemas "críticos" obligan a construir refugios y asilos donde guarecerse
el discurso pedagógico y en las demandas a la escuela la idea de la de la intemperie social en que quedamos todos, por las amenazas más o
transversalidad, como una forma de organizar la enseñanza de algunos menos destructivas de la generalización de las cuestiones, que no afectan
contenidos educatiVos. Ya hicimos mención de este nuevo tipo de conte- solamente a eventuales "grupos de riesgo" sino a la sociedad en su con-
nido escolar, al hablar de "vaciamiento" y el "rebasamiento", en el capítulo junto.
tercero de esta primera parte. Quisiéramos ahora profundizar en este tema, Por otro lado, las nuevas formas masivas de comunicación social y
distinguiendo, en el tema de la transversalidad, una cuestión política y un la circulación de la información por "autopistas" planetarias, de alta
problema teórico.
velocidad y carísimos "peajes", tienden a cambiar los patrones de la
identidad cultural y la misma comprensión de una subjetividad raCional
autónoma. Se desdibujan las fronteras entre lo público y lo privado, entre
a. La cuestión política el uso de la razón y sus métodos, y entre la disponibilidad de información
y sus ordenadores.
Si la educación se define como "socialización mediante el conocimiento No vamos a decir que se trata del "fin de la historia", como parece
legitimado públicamente",6 es en el contexto de las políticas educativas,
insinuarlo cínicamente Fukuyama,7 pero sí debemos decir que existe una
donde tenemos que situar primero el debate sobre la transversalidad, como hegemonía clara del modelo, que parece desplazar la óptica hacia los
forrha de organizar los contenidos escolares.
agentes "corporativos" de la sociedad civil, hacia los problemas de "la
La creciente demanda a la escuela de ocuparse de temas "críticos" o vida cotidiana", hacia las "insatisfacciones" de los individuos y sus pe-
"problemáticos" para la vida social, como la salud, la discriminación, la queñas estrategias para acomodarse.
seguridad, la agresión, las formas y estilos democráticos, la sexualidad, En realidad, en el nuevo escenario tienden a desaparecer los sujetos
la interculturalidad, el género, los valores, los derechos humanos, el medio políticos y son reemplazados por agentes sociales. La socialización no
ambiente, etcétera, tiene una connotación política, cuyo sentido quisiéra- coincide con la formación de un sujeto político, y los problemas sociales
mos sugÑir.
tienden a desvincularse de sus causas políticas y económicas. Los proble-
Por de pronto, puede tratarse de una dispersión y una fragmentación.
Estos problemas tienden a desvincularse de la posibilidad de un cambio
global de la sociedad, que cuestione el modelo económico-político-cul-
7. En su conocido artículo "i,E1 fin de la historia?", publicado en castellano en la
6. Es una concepción que defendemos a lo largo de todo este libro. revista Tareas, n° 75, Buenos Aires.
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mas críticos, definidos como sociales, y no políticos y económicos, de- el "saber hacer" se desvincule lo más posible del "tener ideas" (Sólo los
ben resolverlos los agentes sociales mismos. conceptos funcionales para la eficacia) y de las "exigencias éticas" (de-
En definitiva, si los individuos se educan en estos temas, los trabajan positadas en los transversales). Aquí radica la educación para la "com-
en su socialización escolar, la responsabilidad se transfiere: si persisten petitividad", esta otra necesidad básica de aprendizaje que la escuela
la enfermedad, la depredación del medio ambiente, la violencia y la tiene que satisfacer.
agresividad, las amenazas a la paz, la discriminación y las persecuciones, Lo que queremos decir es que la presencia de contenidos transversales
el autoritarismo, el hedonismo, el facilismo, se debe, simplemente, a la en la escuela es también un problema de política educativa, cuyo sentido
poca calidad de la educación —"transversal"— recibida. hay que discutirlo con todas las otras variables. Naturalmente que lo
Justamente la idea de "transversalidad" se asemeja 'mucho a la de expuesto anteriormente es una llamada de atención, o una propuesta de
"globalización", a la de "dispersión", a la de "debilitamiento" de las reflexión, en tomo al posible sentido legitimador de lo que podríamos
fronteras entre disciplinas y posibles interrelaciones desde identidades llamar vaciamiento de contenido político de la función social de la escue-
fuertes. Un contenido "transversal" no tiene un lugar fijo, se asemeja la. Y esto es funcional, paradójicamente, para una política educativa de
mucho a un programa común que puede circular por todas las computa- mera adaptación al modelo socioeconómico vigente.
doras (disciplinares). Su "sentido" —o tema— viene instalado por patrones Por lo mismo que definimos la transversalidad como problema político,
de comunicación social, por formadores de opinión pública, por cons- pensamos que son posibles otras lecturas. El tema radica en la lucidez que
tructores de demanda social. se tenga, para no ilusionamos con una solución "simbólica", a problemas
La transversalidad, finalmente, transforma a la escuela en una agen- sociales muy complejos, cuya solución real, no depende de 'una transfor-
cia social, construye una subjetividad específica, encargada de sostener mación educativa, aislada de una transformación de los modelos sociales.
esta "sociedad mínima", aSumiendo la responsabilidad como individuos Que la escuela se ocupe de estos temas, nos parece necesario. Pero sabien-
aislados, o pequeños grupos, de cuidar la salud, preservar el medio am-. do que los problemas tratados no son escolares, sino sociopolíticos, y que
biente, tener conductas defflocráticas, trabajar por la paz, evitar las dis- la enseñanza de estos contenidos no puede descontextualizarse de sus rea-
criminaciones, tolerar la diferencia, usar bien la sexualidad, dialogar con les causas y sus reales soluciones.
otras culturas, etcétera. Éstos parecen ser los "códigos de la moderni- El tema difícil, entonces, radica en "la operación pedagógica", me-
dad",g cuyo aprendizaje es una necesidad básica, que la escuela tiene que diante la cual se transforman en contenidos educativos transversales,
satisfacer, es decir enseñar. demandas sociales específicas, relacionados con la acción humana, las
Por otro lado, a esta idea de "transversalidad" de ciertos contenidos, prácticas y las instituciones sociales, cuyo contexto de formulación es
relacionados con problemas o demandas sociales, le cae muy bien que la el propio de las formaciones ideológicas, esas prácticas discursival que
"disciplinariedad" y, eventualmente, la "interdisciplinariedad", aseguren, luchan por la hegemonía y la legitiman, tratando, en este caso, de
por su lado, la adquisición-de las competencias necesarias, para lograr el definir las necesidades de aprendizaje y los criterios de selección de
tipo de conocimientos que este concreto modelo de mercado laboral y de contenidos.
marketing político exige. Un buen ejemplo de lo que estamos diciendo lo ofrece la situación que
Para estos conocimientos, "socialmente significativos", es bueno que se creó con el capítulo de los CBC de formación ética y ciudadana.' La
se aprenda a distinguir "conceptos", "procedimientos" y "valores". Que

9. Nos referimos al programa de transformación educativa de la República Argentina,


8. Ésta es la expresión que utiliza el informe Educación y Conocimiento, de la CEPAL- puesto en marcha para adecuar el sistema a las exigencias de la nueva Ley Federal de
UNESCO, publicado en Santiago, Chile, en 1991 • Educación. Cfr., respecto al ejemplo, el apéndice de la segunda parte de este libro.
Disciplinan edad, interdisciplinariedad y transversalidad 11 9
1.18 CRÍTICA DE LAS RAZONES.DE EDUCAR

modificación que se introdujo intempestiva, autoritaria y corporativamente axiológicarnente", desconectándolo de las prácticas sociales de
muestra hasta dónde esta política educativa entiende la transversalidad. Lo producción de conocimientos.
que se modificó y la forma en que se modificó este capítulo, cuyos con-
tenidos debieran definir claramente el sentido mismo de la transversalidad Todo lo que la escuela enseña intencionalmente, tiene que estar legiti-
y discutir los criterios de legitimación, como son el conocimiento de sí mado públicamente. El que ciertos temas, llamados transversales, entren a
mismo, el pensamiento crítico, la personalidad moral, los derechos huma- la cultura escolar, no debe significar que se despoliticen. Por otro lado, las
nos, la creatividad, la participación social democrática, etc., quedaron des- relaciones de la teoría con la práctica, del conocimiento con la vida, no
pojados de fundamentación racional autónoma y de referencias a sujetos deben confinarse solamente en los contenidos transversales, como si los
sociales e históricos concretos, y fueron reemplazados por una visión dog- disciplinares o interdisciplinares, no estuvieran atravesados por estas pro:
mática y espiritualista, propia de un determinado fundamentalismo, que blemáticas.
impuso su fuerza de presión.
Esta transversalidad "metafísica" no puede penetrar en los contenidos
"actualizados científicamente" de las otras áreas, y sólo puede censurar b. La transversalidad como problema teórico
algunos como inaceptables (evolución, origen de la vida, grupos familia-
res, género, etcétera). Lo que sí puede hacer es legitimar, desde una Tratando de responder a la pregunta ¿qué son los contenidos transver-
visión "espiritualista-trascendente", con ilusiones de unidad y de felici- sales?, nos parece oportuno distinguir tres tipos de problematicidad en la
dad, y desde un cierto moralismo de actitudes interiores, un sujeto social, noción. La propiamente epistemológica, la curricular y la institucional.
realmente fragmentado, desmovilizado políticamente, y refugiado en una
individualidad "sólida", frente a la competitividad económica y cultural.
Una transversalidad, moral y políticamente regresiva, puede convivir 1. Sujeto universal y sujeto transversal
muy bien con una disciplinatiedad científicamente progresista (dentro de
ciertos limites, por supuesto). Creo que esto se llama, en buen romance, Propongo situar la reflexión episteMológica sobre los contenidos trans-
-una posmodemidad conservadora, o, si se prefiere —y más exactamente— versales en el contexto actual de crisis del sujeto moderno. Por un lado,
una premodemidad con ilusiones de primer mundo. el sujeto teórico, aquel cogito, que acompaña todas nuestras representa-
Se trata de una discusión política, implicada en la misma noción de ciones (Kant), única certeza indudable (Descartes), desde el cual, pensa-
contenido educativo. Lo que hace que un contenido sea educativo, no es do en su función de unidad última de la diversidad de los objetos, pode-
meramente su relación de variable "externa", condicionante de un logro mos fundar saberes universales, necesarios y que nos hagan progresar en
de aprendizaje-objetivo o competencia. Lo que los hace realmente edu- el conocimiento. Es decir en la crisis del sujeto "epistémico" (trascen-
cativos, es la relación intrínseca que presentan entre los conocimientos y dental, no empírico) y de la misma ciencia moderna, fundamentada en él.
los valores, es decir la legitimidad que tienen para ser enseñados. Pero también el sujeto práctico, que desde la "facticidad de la razón"
Como cuestión política, entonces, la transversalidad de ciertos conte- (Kant) puede fundar la universalidad y absolutez de las obligaciones mo-
nidos nos exige profundizar aún más las reflexiones en tomo: rales, con independencia de una lógica de medios y fines, de bienes y
virtudes. Es decir del sujeto "ético" (autónomo, no condicionado por lo
, a) a los criterios de selección de contenidos; exterior o lo otro), y por lo mismo de la moral moderna, fundamentada en
a los posibles deslizamientos, en la definición de los "temas", del el imperativo categórico (incondicionado) del deber por el deber.
campo de las decisiones políticas al de la mera ecología social; La hipótesis de trabajo es que, con los contenidos "transversales", se
a un posible desplazamiento de lo disciplinar al ámbito de lo "neutro está recogiendo en la escuela la crisis misma del sujeto moderno, con sus
120 CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad 121

pretensiones de universalidad y con los condicionamientos de esa univer- temente, criticó con dureza a la ilustración, su pretensión de reducir la
salidad "racional", teórica y práctica, científica y ética. educación del buen ciudadana a la mera ruptura con el estado de natura-
Justamente, este sujeto "moderno" necesita ser disciplinado, teórica y leza, a la mera negación del "buen salvaje", o del homo homini lupus
prácticamente. Obviamente, disciplinado, "teóricamente", por la ciencia obje- (Hobbes). Insistió en el camino estético, pero más relacionado con el genio
tiva y "prácticamente", por la moral del deber. Y esta tarea se le recomienda individual creativo que con la imitación de una cultura ejemplar. Cada
a la escuela moderna. tradición particular puede dar esta energía para crear estéticamente, y es en
Este disciplinarniento del sujeto moderno inspiró, con sus matices di- esta "creación" donde propiamente se da la "humanidad". De aquí también
ferenciales, los proyectos pedagógicos (y culturales) del Humanismo y la crítica a la separación entre la "madurez política" del soberano (el pue-
de la Ilustración. blo), para emitir el sufragio y legitimar democráticamente el poder, y su
El proyecto humanista (Erasmo, Vives, la Ratio Studiorum, Port Royal) "barbarie cultural", que necesita salir de su oscuridad y superstición.' Creo
condensó su aspiración educativa en el contacto con las humanidades que con el romanticismo comienza el "fin de las ideologías", al menos la
"clásicas". Definió un clasicismo, fijando un pasado cultural como pro- de las humanidades clásicas.
totipo del buen pensar, el buen decir y el buen actuar. Privilegió el ' El pragmatismo (Peirce, James y, sobre todo, Dewey), por otro lado,
acceso "estético" como modo de apropiárselo, sobre todo por la imita- cuestionó seriamente al humanismo clásico, acusándolo de desvincular el
ción y los ejercicios filológicos y retóricos. El proyecto es humanista en pensamiento y la educación de las verdaderas necesidades de la época,
un doble sentido, porque no es un ideal de educación por el ascenso a lo congelando valores y modelos, desconociendo su historicidad y su nece-
trasmundano o a una memoria anterior al tiempo (es una crítica al sidad de interpretación pragmática y comunicativa. Por otro lado, cues-
platonismo), y es también humanista porque pone el acento en una tionó también la pretensión ilustrada de fijar, "contrafácticamente"» la
"humanidad" como concepto cultural, es decir un ideal de pensamiento, dirección del futuro para todos, y planteó la necesidad de formar, • más
de discurso, de acción, y no como resultado de una "elección" divina, que un buen ciudadano, un ciudadano exitoso, que encuentre el criterio
relatada en un texto sacro. de verdad en los logros, y el criterio de socialización en el consenso a
El proyecto ilustrado (Rousseau, Diderot, D'Alembert, Voltaire, Kant) través de la negociación demócráfica. Aquí empieza el lento "fin de las
condensó su aspiración educativa en el contacto con lás luces del "progre- utopías", al menos del progreso ilustrado. Se reemplaza la "revolución"
so". Conceptualizó un progresismo, definiendo un futuro social, como re- por la "reforma".
sultado del trabajo científico, iluminando los errores y los infantilismos Pedagógicamente, el romanticismo inspiró importantes movimientos
propios del pasado. Privilegió el acceso "científico", como modo de pro- de renovación educativa, como fue el "naturalismo" pedagógico, presen-
ducir el, futuro ideal, la sociedad emancipada, la paz perpetua. Para eso te en el Philantropinismo de Niethammer, en Tróbel, en Steiner y en
propuso la sistematización enciclopédica, que permitía una clasificación de
los saberes y una forma de organizar su enseñanza. El proyecto es ilustrado
en un doble sentido: crítico, del pasado oscuro y sometido, y utópico de
Este aspecto de la crítica romántica a la Ilustración está excelentemente estudiado
un futuro claro y libre.
por J. Martín Barbero, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hege-
La crítica a la modernidad, humanista e ilustrada, comenzó en el siglo monía, México, G. Gilh, 1990.
pasado con el "romanticismo" y el "pragmatismo", que generarán fuertes Esta expresión alude a un argumento que explicita lo que necesariamente hay que
"reformas" a los proyectos educativos del humanismo y la ilustración. presuponer, en lo que se da fácticamente, para que se pueda dar. Habermas utiliza el
El romanticismo (Schiller sería un ejemplo paradigmático), que cambió argumento, para "probar" el interés emancipatorio del conocimiento, expresado en los
"ideales" de libertad, igualdad y fraternidad, necesariamente presupuestos en toda acción
el pasado clásico, cuya visión del hombre había que imitar, por el pasado
comunicativa. Cfr. J. Habermas, Erkenntnis und Interesse, Franlcfurt, Suhrkamp, 1973
"bárbaro", que daba la-energía y el impulso vital a cada pueblo. Coheren- (incluye el posfacio).
122 CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad 123

movimientos como el de la reforma de la escuela inglesa, con la peda- ¿Quiere decir que el cogito, el sujeto universal, es entonces una mera
gogía de los tutores, o en pedagogos como Freinet. ilusión? Creemos, taxativamente, que no. La - ilusión realmente criticada es
El pragmatismo anima fuertemente los principios de transformación y la de creer que el cogito o la razón sean un dato "inmediato", un punto de
reforma de la Universidad Sajona (más allá de los intentos de Napoleón partida "absoluto", una "transparencia" total. Negar que el sujeto que pien-
para la francesa, y de Humboldt para la alemana) y el programa de la sa sea también una construcción social. Y, consecuentemente, que la rea-
Escuela Nueva. Bastaría citar a Dewey para tener una cabal idea de su lidad pueda ser sólo un producto de la actividad racional, como si fuera un
influencia. mundo sólo de objetos validados teóricamente, o un '"reino" sólo de fines-
Creo que el "sujeto transversal" y sus contenidos tienen mucho de esta en-sí, regido por el imperativo categórico; y no también una compleja
subjetividad romántica y/o pragmática, frente al "sujeto universal", dis- construcción social.
ciplinado, más bien, por la subjetividad humanista y la ilustrada, por la La apropiación estetizante de un clasicismo fijado, propia del huma-
"Ratio Studiorum" y por la "Enciclopedia". nismo renacentista, no logró constituir una subjetividad feliz para todos
El problema radica, epistemológicamente, en ver si este nuevo sujeto los individuos. La proyección cientificista de un mundo mejor, propia de
que emerge es una alternativa para pensar la universalidad racional del la ilustración progresista, no logró tampoco constituir una realidad justa
sujeto, es decir para el conocimiento y la libertad, o si es su mera nega- para todos los pueblos.
ción, incluso como posibilidad (es la tesis extrema del romanticismo), o El sujeto "transversal" testimonia, nos parece, la desilusión de saber
la propuesta de-reemplazarla poi una mera adaptación individual o de los que la facticidad universal, este mundo concreto con varios siglos de
grupos, más o menos inteligente, a las exigencias de una pretendida "modernidad", no es precisamente el esperado por el cogito, no es lo que
universalidad "táctica" de la realidad social y objetiva (es la tesis extre- se pueda llamar el producto de una razón universal. El sujeto "transver-
ma del pragmatismo, que 'contrapone, a lo ideal y utópico, la mera rea- sal" testimonia, además, que la facticidad singular, este individuo concre-
lidad dada). to, no es precisamente el esperado por el deber, no es lo que se pueda
El gran supuesto moderno es: "porque pienso, existo"; porque pienso, llamar un producto de relaciones entre "fines-en-sí". Las sucesivas y
hay objetos teóricamente confiables, porque pienso, hay obligaciones feroces violaciones de los derechos humanos de todos los tipos están ahí
prácticamente universales. El cogito es, necesariamente, un sujeto uni- para recordarlo.
versal. Sujeto "trascendental", no empírico, precisa Kant, como garante Pero el sujeto transversal, a diferencia del "genio" romántico y del
funcional de la unidad de la experiencia objetiva o de conocimiento "emprendedor" pragmático, sigue siendo "universal", sigue siendo "suje-
teórico, y "facticidad de la razón", como supuesto necesario de la univer- to", es decir racionalidad, que puede legítimamente pretender conocer
salidad e incondicionalidad de la experiencia del deber o del conocimien- científicamente y actuar éticamente. La transversalidad no quiere decir,
to práctico. necesariamente, la pérdida de subjetividad universal, y por lo mismo de
¿Pero, qué es un sujeto transversal? Por de pronto, no es un sujeto fundamentación racional posible para el conocimiento y la acción, sino
despojado de sus dudas, o metódicamente reducido a su pura función de que quiere decir la necesidad de replantear sus supuestos modernos, hu-
pensar. Es un sujeto atravesado por incertidumbres, y metódicamente manistas e ilustrados, aprovechando las críticas románticas y pragmáti-
invitado a que mezcle su pensar con la imagen, con la eficacia, con el cas, sin quedar presa de sus trampas. Éste es el desafío.
valor de cambio. Es un sujeto atravesado (y tachado) por el deseo, por El pasado no es algo "fijo", que el sujeto pueda apropiarse estética-
los miedos, por el lenguaje, por los medios de comunicación, por las mente. Es una compleja historia, que constituye a la misma subjetividad
leyes del mercado y los modos de producción. Es un sujeto que atraviesa y la resignifica continuamente. El futuro no es algo "determinado", que
los contenidos de todas las prácticas sociales, que no puede unificar su el sujeto pueda proyectar científicamente. Es una incierta posibilidad,
dispersión, ni detener su carrera. que constituye a la misma subjetividad y la desafía continuamente. Y
124 CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad 125

aquí me parece que el rol del romanticismo y del pragmatismo es alta- mas educativos: el humanismo y la ilustración. El sujeto universal, la.
mente significativo, despojados de sus ilusiones sobre el genio creativo razón, no coincide ni con un supuesto sujeto cultural ejemplar (clásico)
o el emprendedor exitoso (self made man). ni con un seguro sujeto cultural futuro (progreso). Ni fijar los valores del
Éste es el sentido histórico-epistemológico de la transversalidad postu- pasado, como ideales para imitar, ni destruirlos, como supersticiones
lada para ciertos contenidos educativos. Atravesar las disciplinas, tanto las para superar y entonces progresar, garantizan la constitución de un sujeto
científicas como las humanistas. Pero desde la crisis misma de las "cien- racional universal.
cias" y de las "humanidades", tal como las concibió el mundo moderno. Tampoco lo logra denunciar "románticamente" (con mucho de nostalgia)
Esta crisis, epistemológicamente, se condensa en varias cuestiones» los peligros del futuro, ni aprovechar "pragmáticamente" (con mucho' de
cinismo) sus beneficios instrumentales."
Los sujetos productores de teorías y de objetividad están, en reali- Ni la imposición "humanista" de valores universales y objetivos, ni el
dad, constituidos en el seno de comunidades científicas, sostenidas por despojo "ilustrado" de saberes previos han servido para hacerse cargo de
paradigmas, que incluyen también valores e ideologías, y por institucio- la "transversalidad" que es parte de la "universalidad': del sujeto, o, si se
nes, que son parte del subsistema político y del subsistema económico de quiere, de la "significatividad" que es parte de la "validez" de los con-
la sociedad. tenidos."
La realidad conocida, de la que hablan las ciencias, está mucho más El gran desafío de la transversalidad es no renunciar a la universalidad
indeterminada de lo que creíamos, el azar tiene más protagonismo que el del sujeto (como hacen el romanticismo "neoconservador" y el pragma-
imaginado, la vida cotidiana y las pequeñas historias desempeñan un tismo "neomodemizador"), pero tampoco quedar sujetada a las ilusiones
papel bastante más significativo que el deseado, cuando explicamos los "modernas" de esa universalidad (que son las del humanismo clásico y
tiempos largos y estructurales, o contamos los grandes relatos. El poder la ilustración progresista). Se trata, por el contrario, de encontrar el pro-
está más diseminado de lo que creíamos. yecto educativo apropiado a un sujeto universal-transversal. Por el mo-
Los sujetos productorés de discursos, en los diversos lenguajes posi- mento, quizás sólo hemos avanzado en los cuestionamientos críticos.
bles, están más atravesados por otros discursos y por juegos de lenguaje, ¿Qué consecuencias tiene el partir de este sujeto universal-transversal,
y condicionados por más contextos pragmáticos, de lo que ilusoriamente para el conocimiento, mediante el cual socializa la escuela, y para las
el humanismo renacentista había fijado. La realidad hablada y significada relaciones del docente con el conocimiento?
es bastante más metafórica Y ambigua que la sugerida por las ilusiones del Por de pronto, que no hay un modelo único de racionalidad, el
nombre propio o de la etimología exacta. No hay lengua ejemplar para epistémico, el que cultivan las disciplinas científicas, para construir sub-
apropiarse, sino usos de la lengua en diversos contextos, con intentos de jetividad cultural. Más aún, que el modelo epistémico mismo no se agota
hegemonizar, desde el poder, el sentido y con resistencias, desde el deseo, en la racionalidad empírico-analítica de tipo técnico e instrumental, sino
desde las matrices culturales, desde la creatividad ficcional, las imposicio- que hay también una racionalidad histórico-hermenéutica de tipo práctico
nes de sentido.

El fundamento epistemológico posible de los contenidos transversales,


tiene que ver con esta crisis profunda del sujeto moderno y sus progra- Cfr. el excelente trabajo de Max Horckheimer y T. Adorno, Dialéctica del iluminis-
mo, Buenos Aires, Sur, 1992.
Desde una postura que podemos llamar de "autocrítica" es la intención del trabajo
de J. Habermas: "La modernidad: un proyecto incompleto", en VV.AA., La posmoder-
12. Cfr. el capítulo 4, donde hemos hecho una sucinta presentación del debate epis; nidad, Buenos Aires, Kairos, 1986, y, desde otros supuestos, es también el intento de A.
temológico coritemporáneo.
Touraine, Crítica de la modernidad, Buenos Aires, FCE, 1994.
126 CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad 127

y comprensivo, y una racionalidad ético-crítica de tipo normativo y de construir proyectos comunes, racionalmente universalizables." Esto
emancipatorio. no implica que la universalidad no esté "situada" y que la idealidad no
Correlativamente, no se les puede exigir a los contenidos transver- sea "eficaz". Implica definir la universalidad, por lo público, pero impli-
sales el mismo tipo de "objetividad" o "certeza" que a los contenidos ca también redefinir lo público, por los atravesamientos histórico-so-
puramente disciplinares (los cuales cargan su propia crisis). Se trata más ciales.
de "aproximaciones", "resignificac ones", "interpretaciones", "argumen- La transversalidad no significa "privatizar", o corporativizar, los cri-
taciones". terios de legitimación de lo saberes. No es abandonar lo público en
Lo transversal cuestiona, en lo disciplinar, las pretensiones del cono- nombre de lo histórico, o lo político en nombre de lo social. Es, más
cimiento de "neutralidad", de "transparencia total", de "aislamiento focali- bien, un intento de hacer "pública" la razón histórica y social. Es reco-
zado". nocer que el disciplinamiento del sujeto universal no se logra con la
Sin embargo, la cuestión no está en que le opongamos a la pretendida negación de las diversas historias y de los conflictos sociales, sino, jus-
universalidad neutral del "clasicismo" la pretendida particularidad com- tamente, en su real atravesamiento cultural. Este sujeto "unitransversal",
prometida del "romanticismo". Ni consiste tampoco en oponerle a los metódicamente disciplinado y problemáticamente atravesado, no puede
ideales emancipatorios "ilustrados", la pretendida eficacia adaptadora del ser sino un sujeto epistémico-político.
"pragmatismo". De lo que se trata es de criticar, en cada caso, las formas Por eso, más allá de los métodos específicos de las disciplinas que
involucren, hay abordajes reflexivos de los problemas transversales, que
de disciplinamiento del sujeto "cultural". Es decir criticar las razones de
educar. es bueno explicitar en este nivel epistemológico, es decir como modos de
relacionarse con el conocimiento. En estas formas de abordaje reflexivo,
El desafío, entonces, es la relación transversal-disciplinar. Porque los
que en buena medida recogen la problemática filosófica de este siglo, se
contenidos transversales no dejan de ser específicos y contienen habitual-
pueden encontrar caminos adecuados para trabajar estos contenidos trans-
mente fundamentos disciplinares e interdisciplinares. Los contenidds
versales. Naturalmente esto genera nuevos problemas de "trasposición
disciplinares, por otro lado no dejan de estar "atravesados", desde su
didáctica", que debiéramos trabajar desde la especificidad de los conte-
misma lógica e historia, por la demanda social y la lucha por la hegemonía.
nidos que se seleccionen para enseñarlos "transversalmente". Aquí, sólo
De aquí la importancia teórica de no aislar los contenidos transver- sugerimos líneas de trabajo, que tienen buena base teórica, para formar
sales, confinándolos en un ámbito incomunicado con lo disciplinar, lo pensamiento crítico a la hora de abordar temas transversales.
cual, por otro lado, legitimaría un ilusorio aislamiento de las discipli- Por un lado, es necesario saber hacer análisis del lenguaje cotidiano
nas, en relación con "los saberes" que las atraviesan, sin ser contenidos y, simultáneamente, estar siempre atentos a las relaciones dialécticas
propios. entre teoría y práctica.
Toda esta reflexión epistemológica se condensa en la discusión sobre En segundo lugar, se debe trabajar con una razón procedimental, que
los criterios de legitimación de los contenidos transversales selecciona- explicite las reglas del diálogo y de la argumentación, y, simultáneamen-
dos. El único criterio posible de legitimación universal de lo que la te, con una razón interpretativa, que sepa explicitar los contextos de
escuela enseña, radica en el carácter de públicos de los contenidos, sean significación.
disciplinares, interdisciplinares o transversales. Justamente, lo público Finalmente, es necesario aunar las exigencias de una razón atenta,
define las producciones de este sujeto universal-transversal. capaz de ponerse en el lugar del otro y responsabilizarse por él, con una
Los saberes se legitiman públicamente, como lo hemos dicho en otras
ocasiones, cuando están destinados a todos, sin restricciones ni exclusio-
nes, argumentados críticamente, sin--imposiciones ni censuras, y capaces -- 15. Esta idea atraviesa todos los trabajos reunidos en este volumen. —
128, CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR - Disciplinariedad, interdisciPlinariedad y transversalidad 129

razón autónoma, capaz de criticar desde argumentos, reconocer las dife- fundiendo la transversalidad con la interdisciplinariedad, en cualquiera
rencias y mantener la coherencia. de sus formas."
Tampoco la transversalidad queda significada, acudiendo al concepto
de "transdisciplina". Primero, porque este concepto se mueve, en reali-
2. Currículo escolar y currículo transversal dad, en la lógica misma del trabajo disciplinar, y, segundo, porque con
él se piensa en una "axiomática formal" que incluye a varias disciplinas,
El segundo problema teórico que quisiéramos plantear es el referido al en todo o en parte. Me parece importante identificar posibles dimensio-
impacto de lo transversal en el campo más que complicado del concepto de nes transdisciplinares de algunos modelos o teorías, y en esta identifica-
ción, como podría ser, por ejemplo, la teoría de sistemas, ver_en qué
currículum:6 Es importante contextualizar la reflexión que haremos en este
apartado, en el marco planteado por la "cuestión política" y el "problema sentido específico, y con qué limitaciones, puede funcionar como "axio-
mática común" y de "qué".
epistemológico". Lo político y lo epistemológico son dimensiones fundantes
Por ejemplo, un contenido procedimental como "saber resolver pro-
y legitimantes de las prescripciones curriculáres»
blemas", es evidente que "atraviesa" todas las disciplinas, pero lo impor-
La transversalidad es, ahora, un problema de formato curricular. Se
tante del contenido, en tanto transversal, es saber qué no se resuelven de
podría decir que el problema de la transversalidad intenta plantearse como
la misma manera problemas matemáticos que problemas morales, y que
una prescripción sobre algunas cosas, que se deben enseñar sin encerrarlas si se formaliza tanto el contenido para que pueda encontrarse lo "común"
en una determinada disciplina escolar, o conjunto de disciplinas (áreas), o (y funcionar como transdisciplinar), probablemente se terminará redu-
interacciones entre disciplinas (núcleos interdisciplinares). Se trata de con- ciéndolo a sus aspectos puramente lógicos y/o de técnicas procesuales,
tenidos que deben atravesar todos los contenidos curriculares. En este con lo cual su potencial "explicativo" y/o "comprensivo" de la especifi-
sentido, un formato "enciclopédico", por disciplinas separadas, es insufi- cidad de cada contenido, se debilitaría.
ciente. Lo transversal no se define por que el contenido tenga suficiente po-
¿Qué quiere decir esto? Por de pronto, se trata de un señalamiento tencia de formalización como para confundirse en el límite con las reglas
en tomo a la dificultad de dar cuenta didáctica, de enseñar, determina- de la lógica, ni se defme tampoco por que tenga suficiente potencia de
dos problemas sociales, instalados solamente en la lógica de las disci- uso como para confundirse, en el límite, con las simples reglas de la
plinas (y sus diversas formas de agrupamiento o relación). En este comunicación, oral o escrita, o con las simples reglas de la eficacia
sentido, la caracterización de los contenidos transversales, como aque- productiva. En este sentido es importante no confundir lo "transversal"
llos cuyo, tratamiento no puede ser monodisciplinar sino que necesita el ni con lo axiomático, ni con lo pragmático, ni con lo técnico.
concurso de varias o todas las asignaturas escolares, nos parece insu- Esto merece relacionarse, también, con el tema de las "competencias".
ficiente. Si lo hiciéramos así, sería muy difícil distinguir un contenido Saber pensar sobre estos temas, o saber hablar acerca de ellos, o saber
transversal de un contenido de "área" o de "núcleo". Estaríamos con- hacer algunas cosas relacionadas con estos temas, supone conocerlos, y
es para que se produzcan conocimientos —se aprendan— que los debemos
enseñar.
¿Qué significa, entonces, un currículo "transversal"? En realidad, los
formatos curriculares, en relación con la organización de los contenidos
Para una visión de conjunto, cfr. F. Terigi, Diseño, desarrollo y evaluación del
: currículo, Buenos Aires, MEC, módulo del PTFD, 1993.
Cfr. el capítulo primero de esta parte: "Las relaciones del conocimiento con la Para este párrafo y el siguiente recuérdense las reflexiones sugeridas en la primera
educación como fundamento del currículo". parte de este capítulo.
130
CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR
Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad 131
educativos, son en la escuela moderna de tradición humanista e ilustrada,
de base disciplinar. Esto quiere decir que el agrupamiento de contenidos Este tipo de contenidos son transversales, aun cuando se ocupen de
ellos disciplinas específicas, en tanto constituyen la subjetividad misma
se hace con un criterio primariamente disciplinar. En algunos casos, muy
del que aprende (y del que enseña). En este sentido, todo lo que implique
extendido en la escuela básica, algunas disciplinas, a su vez, se agrupan
"desarrollo" de esta subjetividad es "transversal". Pero no son transver-
por criterios diversos (que pueden oscilar entre la mera yuxtaposición —
sales en el sentido de su contenido específico, que es lo que ocurre
multidisciplina—, pasando por la interacción —interdisciplina— hasta algu-
nos casos de axiomática común —transdisciplina—).19 cuando seleccionamos ciertos contenidos para enseñarlos, como el cuida-
do de la salud, por ejemplo, desencadenando, entonces, una planificación
Así, muchos currículos dividen los contenidos educativos en "áreas" transversal.
—que agrupan contenidos disciplinares o, a veces, contenidos estricta-
Ambas formas de entender la transversalidad pueden convivir en una
mente disciplinares y otros contenidos que en realidad atraviesan toda la
organización curricular, pero es bueno diferenciarlas.
enseñanza, pero por costumbre y cultura escolar han quedado confinados
En este sentido, hay contenidos que son transversales, porque su en-
en alguna "disciplina" o área escolar particularmente comprometida—. Es
señanza se refiere a cuestiones que se entrecruzan en la constitución y
el caso, por ejemplo, de los contenidos educativos relacionados con
conocimiento del sujeto y de la identidad. Hay otros, en cambio, que
aprender a leer y escribir. Normalmente, uno los encuentra en el área
afectan la "objetividad" de los contenidos y sus relaciones, y que cons-
"Lengua" o en la disciplina escolar "Lengua". Pero, es indudable que
tituyen más bien una construcción compleja de la realidad social.
enseñar a leer y escribir se debiera hacer desde todas las áreas. Otro caso
Un formato curricular, entonces, tiene que dejar claramente estableci-
típico pueden ser los contenidos relacionados con la educación corporal,
do los criterios de organización de los contenidos. Lo que pasa es que en
que normalmente uno los encuentra en el área Educación Física y/o
la cultura escolar se mezclan criterios relacionados con las ciencias, con
Expresión Corporal, cuando también es claro que deben estar presentes
criterios relacionados más con el desarrollo y la socialización de la sub-
en todas las áreas. Se podrían poner ejemplos de todas las disciplinas y/o jetividad.
áreas: aprender a "investigar"- parece un contenido privativo de las cien-
La cuestión de los temas transversales pone sobre el tapete la necesi-
cias naturales y/o de las ciencias sociales, o aprender a "razonar"
dad de profundizar esta particular "mezcla" de contenidos que define un
escolarmente parece ser un privilegio de las matemáticas. Obviamente, currículo escolar.
esto no es así.
Lo que queremos decir es que no es esta presencia en todo el Coherentes con nuestro planteo global, lo que nos parece importante
currículo de algunos contenidos, sea por su "instrumentalidad" o por su es destacar que los contenidos transversales, justamente, apuntan a no
reducir el sujeto al cogito y a no reducir el "objeto" a lo metódicamente
"inmediata relación con el sujeto que aprende", lo que define la
transversalidad temática. Esta presencia "universal" de ciertos conteni- disciplinado por las ciencias. Quizás intuitivamente la escuela moderna
siempre supo de eso, pero es necesario que lo replanteemos críticamente,
dos —como los ejemplos sugeridos— está hablando, en realidad, de una
a la luz de los desarrollos teóricos y prácticos en tomo a la cuestión de
"transversalidad" ligada a la comprensión del sujeto que aprende, o de la
los contenidos educativos y sus fundamentos.
institución, o del docente. No por aprender matemáticas deja un niño de
ser un sujeto corporal o un lector competente. Ya dijimos, y es bueno repetirlo en este contexto, que esto no significa
una alternativa de exclusión. Justamente ésas fueron las ilusiones del
sujeto del humanismo clásico —que privilegió algunas disciplinas en la
educación, con detrimento de otras— o el sujeto de la ilustración progre-
19. Ésta es una clasificación conocida de Piaget (y otros). Cfr. J. Piaget, "El sistema sista, que privilegió solamente el sujeto epistémico, dejando de lado el- -
y la clasificación de las ciencias", en Tratado de Lógica y Conocimiento científico,
Buenos Aires, Paidós, 1979.
1 hacerse cargo de la subjetividad personal y social. Pienso que el roman-
ticismo, como ideal educativo, intentó recuperar elementos de la subjeti-
Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad 133
132 CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR

vos, por la demanda social, tengan algún nivel de validación racional en


vidad personal y de disciplinas creativas, y el pragmatismo, como ideal
'educativo, insistió en la necesidad de recuperar elementos de la subjeti- su tratamiento.
Sin duda que las "proporciones" de disciplinariedad, interdisciplinariedad
vidad social y disciplinas más eficientes. y transversalidad pueden variar, de acuerdo con legítimas razones de. edu-
El problema, entonces, radica en poder enriquecer los puntos de vista. car. El tema es que sepamos dar cuenta de las especificidades y de las
Al formato "enciclopédico", propio de la ilustración, es necesario darle, integraciones, de los recortes disciplinares y de los tratamientos
junto a la autonomía y la diversidad de las disciplinas, criterios de inte- •
interdisciplinares y transversales.
gración. Al formato por "proyectos", propio de la escuela nueva, es En. la escuela, no sólo enseñamos contenidos científicos (que incluyen
necesario darle, junto a la socialización y la integración de disciplinas, los humanistas) y no sólo enseñamos contenidos vitales (que incluyen los
criterios de validación. Y no basta, nos parece, corregir la ilustración con pragmáticos), sino que debemos enseñar también contenidos emancipa-
una "propedéutica" humanista, o corregir el pragmatismo con "emergen- dores, que puedan hacer frente tanto a las "desilusiones" del pasado y del
tes" románticos. futuro como a las "ilusiones" de la creatividad genial o de la eficiencia
Un currículo transversal es, en realidad, un currículo innovador, que competitiva. •
intenta corregir tanto el humanismo y la ilustración como el romanticis- El tema de un currículo "transversal" es cómo juntamos' disciplina y
mo y el pragmatismo. Al menos, ésta sería nuestra propuesta. proyecto sin sacrificar la vida a la razón, ni la razón a la vida. Es la
Se trata de reconocer tanto la crisis del fragmentarismo disciplinar educación ética y ciudadana, que incluye la educación personal y social,
como de las escisiones y rupturas del propio sujeto. Esto se traduce en la que puede condensar curricularmente este sentido más profundo de lo
defender una organización por disciplinas, con agrupamientos posibles, transversal.
multi-, inter- y trans-diSciplinares, pero que incluya también proyectos de De aquí la importancia más que estratégica de cómo se determinen
enseñanza de contenidos, claramente transversales, que se hagan cargo estos contenidos.
de esas "demandas" sotiales de aprendizajes sobre cuestiones específi- Hay quienes han relacionado los contenidos transversales con el
cas, que hacen al saber moverse en la vida hoy y aquí. Lo transversal es currículo oculto. Más allá de las dificultades para definir la cuestión, es
así "el otro sujeto" de lo disciplinar importante atender a las relaciones que se plantean entre lo manifiesto y
Esto, a su vez, plantea la otra cuestión. Es ya hora de que hablemos, lo oculto en estos temas transversales.
también, de cómo los contenidos transversales sólo pueden organizarse Por supuesto, que están en juego, en lá escuela, el poder y el control
"disci-plinadamente". Es decir, con una especificidad de objetos, métodos social y sus conflictividades, que actúan eficazmente desde la formación
y criterios de validación que son análogos a los de las disciplinas espe- de un currículo no manifiesto. El tema, en relación con esto, es no caer
cíficas. Lo disciplinar es, en realidad, "el otro objeto" de lo transversal. en lo que Bolívar Boitía llama la "falacia de la explicitación", es decir,
Ni los temas transversales dejan de ser "disciplinares", ni los conteni- creer que con los temas transversales desocultamos y transparentamos
dos disciplinares dejan de estar "atravesados". Se trata de una relación totalmente los' componentes curriculares.'
con el conocimiento donde el sujeto no sea sólo epistémico sino también El que ciertos temas puedan sacarse de la mera retórica de los grandes
corporal, personal, social, histórico, y donde los "objetos" de conoci- fines de la educación, y/o de las meras formas cotidianas de posicionarse
de cada docente en relación con algunos problemas sociales; es decir.
miento no sean sólo los estrictamente científicos, determinados por la
historia de las comunidades científicas, sino también los estrictamente
sociales y cotidianos, demandados por comunidades históricas determi-
nadas. Pero se :trata también de una relación donde el sujeto corporal, 20. Cfr. Bolívar Boitía, Los contenidos actitudinales de la Reforma, Madrid, Escuela
social, histórico, sea también epistémico, y donde los temas lignificati- Española, 1992.
134. CRÍTICA DE LAS RAZONES DE EDUCAR

que sean contenidos educativos, enseñables y evaluables, permite avan- 6


zar hacia una crítica o "análisis" de algunos elementos del currículo
oculto. La falacia, sin embargo, radica en creer que, porque explicitamos, LAS RELACIONES DEL DOCENTE
desocultamos, o, lo que es más grave, neutralizamos sus efectos dinámi-
cos sobre la enseñanza. Porque enseñemos como contenido educativo CON EL CONOCIMIENTO
transversal la vida democrática, por ejemplo, no dejan de operar como
currículo oculto ni el discurso explícito de la política educativa y sus
imposiciones, ni la práctica cotidiana de los docentes y sus propias ac-
titudes frente al problema.
En definitiva, lo disciplinar, lo interdisciplinar, lo transversal y lo inter-
sectorial son todas formas de volver a plantear las relaciones de la educa-
ción con el conocimiento.

1) HUELLAS, ESPEJOS Y SEÑALES O DESDE DÓNDE ENSEÑAR


EN TIEMPOS DE ESCEPTICISMO

Nos proponemos en este capítulo reflexionar sobre las relaciones del


docente con el conocimiento. Qiiisiera hacer dos aclaraciones previas.

Primero, que esta relación incluye dimensiones psicológicas y so-


ciales, epistemológicas y políticas, incluso estrictamente éticas, y
en este sentido no puede ser ni simplificada ni reducida.
— Segundo, que aceptada esta complejidad, es posible defender la
tesis de la imposibilidad de una transformación educativa sin una
revisión a fondo de estás relaciones del docente con el conoci-
miento.

Es decir, no se trata de ser ingenuos. Se trata de hacemos fuertes en lo


que define la profesionalidad misma de la docencia y su función social:
enseñar para que otros aprendan lo que —sin esta enseñanza— no podrían
aprender.
No hay legitimidad mejor qué esta fortaleza, para insistir en la nece-
sidad de condiciones laborales dignas y equitativas, en el reclamo de
racionalidad y tiempo para las transformaciones propuestas, en la exigen-

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