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1 © Asturias Corporación Universitaria

Índice

1 La Internacionalización, Camino a la Competitividad .............................................. 3

1.1 La Competitividad Global o Estructural de un País ......................................... 3

1.2 La Medida de la competitividad Global o Estructural ..................................... 5

1.3 Competitividad e Internacionalización ...............................................................6

2 Innovación y Clusters para la Internacionalización ...................................................9

2.1 Clusters: Cooperar para Innovar y Competir Internacionalmente ............ 10

2.2 Principales Características de los Clusters ...................................................... 11

2.3 El Apoyo Institucional Europeo a la Internacionalización de sus Clusters

...................................................................................................................................... 12

3 Resumen ............................................................................................................................... 14

4 Referencias Bibliográficas .............................................................................................. 14

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La internacionalización mejora el
nivel competitivo de las empresas,
lo que incide en la competitividad
de su país.
Las medias de la competitividad se
están orientando desde la eficiencia
hacia otros factores más intangibles
como innovación, capital humano,
marca, planificación y organización,
etc.
El análisis de la competitividad a
nivel macro es una tarea compleja.
Tradicionalmente se asocia con
factores como los precios o los
costes.
Objetivos
• Objetivo 1: Acotar el concepto de competitividad a nivel empresarial y a
nivel macroeconómico.
• Objetivo 2: Identificar las causas que convierten la internacionalización en
un factor de competitividad.
• Objetivo 3: Descubrir la estructura de los clusters como fórmula
potenciadora de la innovación y la internacionalización.
1 La Internacionalización, Camino a la Competitividad
La competitividad hace referencia a la capacidad de una empresa para competir
en el mercado con éxito, pero también es un concepto que se aplica a los países.
Simplificando la cuestión podemos afirmar que en la medida en que las empresas
se internacionalicen con éxito mejorarán su nivel competitivo, influyendo así
positivamente en la competitividad de su país de origen... Sin embargo, en la
práctica el concepto de competitividad es muy complejo.
Los grandes cambios en el contexto internacional y la propia evolución de la
economía han tenido como consecuencia que los factores en los que
tradicionalmente se ha basado la competitividad (medidas de eficiencia, costes,
precios, ventaja comparativa) hayan perdido relevancia como fuente de ventaja
comparativa en muchos países avanzados.
La competitividad basada en el precio no es suficiente para explicar estas ventajas,
siendo necesario considerar otros factores como la innovación, el capital humano, la
imagen de marca, el diseño, la planificación empresarial, las herramientas de
organización empresarial, o el marketing entre otros. Todos estos factores se han
convertido en importantes fuentes de ventaja competitiva, si bien, su correcto
desarrollo requiere la existencia de un marco institucional, empresarial y laboral
favorable.
1.1 La Competitividad Global o Estructural de un País
Desde una perspectiva macroeconómica, el análisis de la competitividad se revela
como una tarea de una gran complejidad. Se ha convertido en habitual hablar de
la competitividad de los países, intentando aplicar los conceptos de
competitividad empresarial como si una nación fuera una empresa… Sin embargo,
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Para Porter la competitividad se
mide por la productividad, pero en
la práctica van apareciendo otros
factores que inciden en ella
también: tipos de cambio, capital
tecnológico, capital humano, capital
comercial, marca país…
la medición de la competitividad global de un país frente a la de una
empresa es una tarea mucho más complicada: hay que considerar empresas,
sectores, sindicatos, gobierno, regulación, entorno internacional… Son muchos más
factores que los que determinan la competitividad de una única empresa.
En su acepción macro más tradicional, la competitividad global se refiere a la
medida en que los precios de los bienes y servicios de un país pueden fijarse
para competir con los de otros países. De esta forma, un país no será competitivo
si los precios de sus bienes terminados, o los costes que inciden sobre ellos, son
demasiado elevados comparados con los de los países competidores.
Según Michael Porter, la competitividad se define por la productividad con
la que una nación utiliza sus recursos económicos, naturales y humanos. Bajo este
enfoque, el nivel de vida de un país viene determinado por la productividad de su
economía, medida como el valor de los bienes y servicios producidos por unidad
de sus recursos económicos, naturales y humanos. La productividad está
determinada tanto por los precios que se pagan por los bienes y servicios
producidos en los mercados libres, como por la eficiencia con la que pueden
producirse (mínimo consumo de recursos para producir una unidad de bien). La
productividad depende adicionalmente de la capacidad de una economía para
movilizar sus recursos humanos disponibles. En resumen, para Porter la verdadera
competitividad se mide por la productividad.
Desde un punto de vista teórico, lo que determina la capacidad de un sector para
competir en los mercados internacionales es poseer una ventaja comparativa en
términos de mayor eficiencia relativa. Es decir, en un país, los sectores que
tienden a exportar son aquellos cuyo coste de oportunidad (en términos de dejar
de producir en otros sectores debido a que la cantidad de factores productivos es
limitada) es menor que en el resto del mundo.
Efectivamente, a nivel teórico, bajo una hipótesis de precios flexibles y
productos cuasi-homogéneos, competitividad sería equivalente a
productividad. Sin embargo, en una situación de competencia monopolística, en
el que las empresas tienen capacidad de diferenciar sus productos, los
intercambios comerciales no solo reflejan las diferencias en costes relativos, sino
también las diferencias en otros aspectos diferentes al coste. Así, la
competitividad no es sólo productividad; sino sobre todo, la capacidad de vender
más y con mayor valor y beneficio agregado en un número creciente de países.
En definitiva, en la práctica, la competitividad no sólo está determinada por
la productividad, sino por más factores como los tipos de cambio, el capital
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 tecnológico (Investigación, desarrollo e innovación: I+D+i), el capital humano, el
capital comercial (marcas y canales de distribución) y la “Marca País”, que
permiten que se pueda vender e invertir más y mejor en el mercado internacional
y obtener más rentabilidad que los competidores.

1.2 La Medida de la competitividad Global o Estructural

En un esfuerzo por sistematizar la información relativa a los factores que inciden

El Foro Económico Mundial en la competitividad global de las economías, el Foro Económico Mundial
(http://www.weforum.org/) o World Economic Forum (WEF), en su informe sobre la
establece doce factores para
competitividad global de las naciones, Global Competitiveness Report, señala
medir la competitividad global,
doce factores, que agrupa en tres categorías, derivadas del nivel de desarrollo de
agrupados en tres categorías
cada economía, como se aprecia en la figura.
según el nivel de desarrollo de

cada país: bajo, medio o alto.

Nivel de desarrollo y posibilidaes de

Factores de competitividad
mejora de la competitividad

Requerimientos básicos
1. Instituciones Nivel de
Mejoras de la competitividad
2. Infraestructuras desarrollo
basadas en la dotación de factores
3. Estabilidad macroeconómica bajo
4. Salud y educación primaria

Catalizadores de la eficiencia
5. Educación superior y formación
6. Efiencia en los mercados de bienes Nivel de
Mejoras de la competitividad
7. Eficiencia en el mercado laboral desarrollo
basadas en la dotación de factores
8. Mercados financieros modernos medio
9. Competencias tecnológicas
10. Tamaño del mercado

Catalizadores de la innovación Nivel de

Mejoras en la competitividad
11. Sofisficación de los negocios desarrollo
basadas en la innovación
12. Innovación alto

En el nivel inicial de desarrollo económico, las mejoras en la competitividad se

basan en la dotación de factores. Se trata de lograr los requisitos mínimos para la
competitividad: un adecuado funcionamiento de las instituciones, unas
infraestructuras apropiadas (de transportes, de telecomunicaciones o

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 energéticas), estabilidad macroeconómica, y finalmente una mano de obra que
goce de buena salud y de una formación básica.
En el nivel medio de desarrollo económico el aumento de la competitividad
En el nivel inicial de desarrollo depende de la eficiencia productiva: la mejora de los procesos y la calidad de la
económico, las mejoras en la
producción. En esta etapa, las mejoras en la cualificación de la mano de obra
adquieren gran importancia, siempre que se parta de una educación primaria de
competitividad se basan en la
calidad. Los aumentos en la competitividad se fundamentan en la adaptabilidad
dotación de factores.
de la población a la cada vez mayor cualificación requerida por la modernización
En el nivel medio de desarrollo de los sistemas productivos y su necesaria especialización en las fases de mayor
económico el aumento de la
valor añadido. Todo ello exige el fortalecimiento de la enseñanza superior, la
formación profesional reglada y la formación para el empleo.
competitividad depende de la

eficiencia productiva. Con un nivel alto de desarrollo económico las mejoras en la competitividad del
país se alcanzan favoreciendo los procesos innovadores. Las empresas deben
Con un nivel alto de desarrollo competir a través de la innovación, mejorando la calidad de los productos
económico las mejoras en la existentes y generando productos nuevos y diferentes, usando para ello los más
competitividad del país se alcanzan avanzados procesos productivos.
favoreciendo los procesos En efecto, la calidad de las redes empresariales (los clusters serían su máximo
innovadores. exponente), así como la calidad de las estrategias y decisiones empresariales
individuales, relacionadas con la diferenciación del producto, mejoras de la
gestión, el marketing o cualquier otro elemento de la cadena de valor de
producción resultan clave para mejorar la productividad global.
En esta última fase, las economías se encuentran en los límites de las fronteras
de conocimiento y comienza a hacerse patente que los factores que hasta ese
momento incidían de manera positiva sobre la competitividad presentan
rendimientos decrecientes.
Solo a través de la innovación, junto a una inversión adecuada en I+D, tanto
La aplicación real de la pública como privada, unas instituciones de investigación de calidad, la
competitividad desde el punto de
colaboración entre la universidad y la empresa, una adecuada protección de la
propiedad intelectual y un marco de relaciones laborales dinámico se pueden
vista de la internacionalización es la
obtener mejoras en la productividad y, en definitiva, sobre la competitividad.
habilidad de las empresas nacionales

para luchar contra sus competidores

1.3 Competitividad e Internacionalización
globales en cualquier mercado.
Desde el punto de vista de la internacionalización de una empresa, lo que nos
Este enfoque exige prestar atención a
interesa sobre la competitividad no es tanto la competitividad de las economías
factores como la estrategia, la
nacionales en los mercados internacionales (aunque sí que es un dato clave para
estructura y la posición competitiva contextualizar el entorno de una empresa que quiera internacionalizarse), sino la
de la empresa a nivel internacional.

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 habilidad de las empresas nacionales para luchar contra sus competidores
globales en cualquier mercado.
Un problema importante de la teoría económica internacional al uso es que
soslaya la heterogeneidad de posiciones y resultados de las empresas de una
nación ante el comercio internacional. A la hora de explicar la competitividad
nacional no se interesa por los factores microeconómicos, es decir, la estrategia,
la estructura y la propia posición competitiva de la empresa respecto a sus
competidores internacionales. Para analizar la competitividad desde esta
perspectiva el catedrático César Camisón considera que es preciso:
• En primer lugar, que el análisis de la competitividad se realice desde
una óptica comparativa respecto a competidores de distintas áreas
geográficas diferenciadas. Por ejemplo, en el caso de las empresas
españolas, la comparación se debería realizar al menos en cuatro ámbitos:
Estados Unidos, que constituye un referente ineluctable para considerar la
influencia de la innovación y las nuevas tecnologías; los países del sudeste
asiático, especialmente China, por su creciente peso en el comercio
mundial; la Unión Europea, por concentrarse en ella la mayor parte de
nuestras relaciones de las empresas españolas y los países de Europa del
Este recientemente incorporados a la Unión Europea.
• En segundo lugar, distinguir entre la competitividad ex ante y la
competitividad ex post entroncando con la antigua diferenciación entre
medios y fines o, en otros términos, entre determinantes/predictores
(medios) y resultados (fines).
La competitividad ex ante es la capacidad de una empresa para, a través de una
El análisis de la competitividad desde gestión eficiente de una cierta combinación de recursos disponibles y del
la perspectiva microeconómica exige
desarrollo de determinadas estrategias, configurar una oferta de productos que
resulte atractiva para una cuota significativa del mercado, y le permita, en
una óptica comparativa de los
rivalidad con otras empresas dentro de mercados abiertos, desarrollar una ventaja
competidores de distintas áreas
competitiva que sea sostenible en el tiempo y le haga capaz de alcanzar una
geográficas, así como distinguir entre posición competitiva favorable, mantener y aumentar su participación en el
competitividad ex ante (capacidad de mercado al tiempo que lograr unos resultados financieros superiores y un
la empresa) y ex post (competitividad crecimiento satisfactorio de las rentas generadas, sin necesidad de recurrir a una
global), lo que exigiría medidas remuneración anormalmente baja de los factores de producción.
adicionales de la competitividad. La competitividad internacional ex post se define como el éxito sostenido de
las empresas de un país en la rivalidad con sus competidores internacionales
ganando capacidad de venta de sus productos, tanto en el mercado doméstico

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como en los mercados foráneos. En definitiva, la competitividad ex post responde
a la idea de competitividad global o estructural ya comentada.
Para medir tanto la competitividad ex ante como la competitividad ex post
(competitividad global o estructural) se hacen necesarias incorporar nuevas
medidas, más allá de las clásicas centradas en precios y costes relativos, tal y
como señala el Servicios de Estudios del Banco de España, que defiende un
enfoque multidimensional en el análisis de la competitividad.
Por último, queremos destacar que desde una perspectiva microeconómica, la
competitividad global responde a factores que dependen directamente de las
estrategias, actuaciones y compromisos de las empresas. Son factores de
competitividad distintos del precio, y resultan cada vez más determinantes para
afrontar con éxito un proceso de internacionalización y apertu ra a nuevos
mercados, más aún en un contexto donde el comercio intraindustrial, entendido
como el conjunto de las transacciones generadas en el mundo entre empresas
pertenecientes a una misma industria, es cada vez más relevante y la
diferenciación del producto es un objetivo necesario.
Ejemplo: El Foro Económico Mundial
El Foro Económico Mundial publica anualmente el Informe de Competitividad
Global (Global Competitiveness Report). Se trata de una herramienta que permite
identificar y comparar la capacidad de los países para dotar a sus ciudadanos de
oportunidades de desarrollo económico. El índice permite a los países identificar
sus fortalezas y debilidades para estimular el crecimiento económico. En muchos
casos ha ayudado a la elaboración de nuevas políticas públicas orientadas a crear
un ambiente de inversión más propicio para dicho desarrollo.

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 En su edición 2012-2013 Suiza ocupa el primer puesto del ranking, Singapur el
segundo y Finlandia, en tercer puesto. Les sigue Suecia en cuarto lugar. Los
países del norte y oeste de Europa dominan los 10 primeros puestos, con Holanda,
Alemania y Reino Unido en los puestos 5º, 6º y 8º respectivamente. Estados
Unidos (7º), Hong Kong (9º) y Japón (10º) completan la clasificación de las 10
economías más competitivas.

2 Innovación y Clusters para la Internacionalización

La tecnología y la
favorecen la entrada de las empresas
en los mercados internacionales.
La competitividad global se potencia
Existen numerosas investigaciones que corroboran el importante papel de la
innovación tecnología y la innovación como elementos facilitadores para la entrada de las
empresas en los mercados internacionales, como de hecho se acaba de ver al
considerar la competitividad global de los países y los trabajos del Fondo
Económico Mundial.

con un clima adecuado de negocio

Los factores que determinan la competitividad global precisan de un marco
institucional, empresarial y laboral favorable que permita aprovechar las ventajas
que favorezca las transacciones
de la internacionalización en un entorno de fuerte competencia internacional. A
comerciales y la seguridad jurídica.
este respecto, una pieza clave de la competitividad es el clima de negocio en el
Entre esas infraestructuras, los que se desenvuelven las empresas: entorno mercantil (facilidad para hacer
clusters tienen un gran poder
negocios), administrativo (trámites ágiles) y judicial (seguridad jurídica) y
extrajudicial (como las fórmulas del arbitraje mercantil y la mediación) , los
catalizador para la innovación y la
servicios exteriores de los países (diplomacia económica), el diálogo social (paz
competitividad
social, conciliación de la vida laboral y familiar, transparencia…) o las
infraestructuras físicas, tecnológicas y del conocimiento para atraer y retener el
talento, el desarrollo de relaciones innovadoras con los proveedores, el desarrollo
de sistemas de empresas y alianzas estratégicas o la creación de redes, e incluso
la utilización responsable de los recursos naturales y el fomento del desarrollo
sostenible.
Es fundamental, por tanto, contar con potentes infraestructuras de transportes,
energía y telecomunicaciones; con eficientes infraestructuras tecnológicas, como
parques tecnológicos o clusters, difundiendo suficientemente su oferta, así como
un nivel adecuado de desarrollo de la sociedad de la información y un apoyo
público decidido a la I+D.

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Los clusters permiten la innovación
haciendo posible que las empresas
potencien sus ventajas competitivas
gestionando sus actividades en el
sistema de valor que genera el
cluster, facilitando el acceso a la
información, conocimiento,
tecnología y recursos de todos los
miembros del cluster.
En teoría la globalización frena el papel
de lo local, pero los clusters justo lo que
hacen es potenciar todas las bondades
de la concentración de empresas y
Administración e instituciones
comprometidas en una determinada
área geográfica.
2.1 Clusters: Cooperar para Innovar y Competir Internacionalmente
La innovación está en la base del crecimiento de las naciones y de las
organizaciones. Todos los informes de la OCDE confirman esta tendencia desde
hace ya más de una década. La complejidad y amplitud de los cambios obliga a
las empresas a buscar nuevas formas de innovar, más abiertas, que abocan a un
desarrollo económico cada vez más basado en estructuras en red.
La ventaja competitiva es, cada vez más, una función de lo acertadamente que
una empresa pueda gestionar sus actividades en el sistema de valor. Los lazos no
sólo conectan las actividades dentro de una empresa sino que también crean
interdependencias entre una empresa y sus proveedores y canales. Una empresa
puede crear ventaja competitiva mediante la optimización de estos lazos con el
exterior. De hecho, la cooperación empresarial se ha convertido en un fenómeno
cada vez más frecuente en el ámbito internacional y tecnológico, con lo que no
podemos obviarlo al analizar decisiones de internacionalización. El establecimiento,
desarrollo y mantenimiento de relaciones empresariales puede facilitar la
internacionalización de las empresas, así como su capacidad de innovar, como
consecuencia del acceso a recursos, tecnologías, información y conocimiento que
poseen los socios.
Éste es el fundamento de la expansión de los procesos de “clusterización” por
todo el mundo, que además son una importante fuente de innovación y de
atractivo y visibilidad internacional, así como un freno a la deslocalización de la
producción hacia terceros países… En teoría la globalización debería disminuir el
papel de lo local en la competencia; sin embargo, se produce la paradoja de que
las fuentes de ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, cada vez se basan
más en aspectos locales (conocimiento, relaciones, motivación) que los rivales
globales no pueden conseguir. Como señala Porter (el introductor del concepto
cluster), hoy día el mapa económico del mundo está dominado por los clusters,
concentraciones geográficas de compañías e instituciones interconectadas en un
campo particular, que conforman masas críticas localizadas geográficamente que
generan un inusual éxito competitivo en determinados campos.
Sabemos que el fenómeno de la globalización de los últimos años ha forzado a
muchos centros productivos a trasladarse de sus lugares de origen a otros lugares
con menores costes de producción, con el fin de conseguir unos mayores niveles
de competitividad. Uno de los elementos básicos de que disponen las economías
más desarrolladas para poder competir en los mercados globales es la aplicación
de la teoría del conocimiento, que persigue un solo fin: el desarrollo de la
innovación tecnológica como base competitiva de su entramado industrial y
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Los clusters se basan en la idea de
coopetición, competir y cooperar al
mismo tiempo. Tienen una doble
naturaleza, pues hacen mención
tanto a las propias estructuras, como
a las políticas de innovación que los
incentivas. Aunque reciben diversas
denominaciones, todas tienen en
común tres dimensiones: territorial,
sectorial y cooperativa.
empresarial. Y precisamente los clusters, que aúnan tres pilares básicos de la
sociedad, como son empresas, Administración e instituciones (principalmente
universidades y centros tecnológicos), tienen como uno de sus objetivos la
innovación tecnológica y la internacionalización.
2.2 Principales Características de los Clusters
Los clusters son estructuras competitivas implantadas en todo el mundo y rompen
con la idea tradicional de la competencia al introducir la posibilidad de la
cooperación con empresas competidoras como opción que mejora la
competitividad de las PYME de un determinado sector. A esta dualidad
competencia-cooperación muchos autores la denominan “coopetición”
(neologismo derivado de la unión de los términos en principio enfrentados:
“Competencia” y Cooperación”). En concreto, tenemos en mente el modelo de
coopetición propuesto por Nalebuff y Brandenburger ya que estos autores hablan
de “complementadores”, refiriéndose a todas las organizaciones que pueden
potenciar el negocio de una empresa.
El concepto de cluster tiene una doble naturaleza, haciéndose necesario
distinguir entre su uso para designar las políticas de innovación regionales y su
utilización para identificar las propias configuraciones territoriales.
Efectivamente, por una parte se plantea la cuestión de la organización industrial
(territorio), y en particular el funcionamiento de las redes de innovación; y por otra
parte, se considera la cuestión del dispositivo institucional (política) que aborda
el reto de lograr crear, desarrollar, mantener y facilitar el funcionamiento de estas
redes dentro de los diferentes clusters.
Los clusters han generado cierta profusión de terminología puesta en evidencia
por muchos autores: distritos industriales, sistemas productivos locales,
complejos productivos, milieux, filières, polos de competitividad o redes de
empresas, además del propio término de clusters, posiblemente el que ha tenido
más aceptación y que se debe al famoso profesor estadounidense Michael Porter.
No obstante, el estudio de este fenómeno tiene un origen europeo, remontándose
a la Inglaterra de la Revolución Industrial, como se constata en la obra del
economista inglés Alfred Marshall (1842-1924), empleando la denominación de
“distrito industrial”. En cualquier caso, esta diversidad terminológica tiene en
común tres dimensiones básicas:
• Una dimensión territorial por tratarse de empresas localizadas en un ámbito
geográfico concreto.
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Los Estados potencian el desarrollo
de los clusters. En concreto, la
Unión Europea está poniendo en
marcha múltiples iniciativas para su
consolidación y expansión, con el
objetivo de lograr clusters europeos
de calidad mundial.
• Una dimensión sectorial, al estar vinculadas estas empresas a un sistema
de valor industrial específico.
• Una dimensión cooperativa construida mediante el desarrollo de relaciones
de colaboración y de complementariedad entre las organizaciones
participantes.
2.3 El Apoyo Institucional Europeo a la Internacionalización de sus
Clusters
Los clusters son el resultado de la combinación de empresarios innovadores en
territorios apropiados y de la iniciativa de Estados deseosos de consolidar su
competitividad en materia de innovación y su capacidad estratégica a largo plazo.
Así, una política industrial pública voluntarista y un compromiso estratégico por
parte de las empresas en torno a la innovación pueden cambiar
significativamente la economía de un país. Posiblemente por estas razones los
clusters han sido objeto de un creciente interés profesional, académico y político.
En los últimos años se ha generado una abundante literatura sobre el tema ,
existen multitud de clusters en funcionamiento y ubicados por todo el planeta, y
las administraciones públicas han diseñado políticas para su incentivo, como los
clusters industriales japoneses, los polos de competitividad franceses o el
programa de centros expertos finlandés.
Las autoridades europeas tienen un gran interés en lograr la presencia en los
mercados internacionales de sus empresas, considerando esta
internacionalización también como un motor de innovación. Por eso consideran
que, para lograr el máximo aprovechamiento del potencial innovador y
competitivo de los clusters, éstos deben también alcanzar una masa crítica y una
orientación estratégica basadas en una mejor y más abundante cooperación
europea transnacional, con el objetivo de lograr clusters europeos de calidad
mundial.
Esta preocupación por la dimensión internacional está presente en la definición
de cluster que da la Unión Europea a efecto de sus políticas e iniciativas: “ lugar
(geográfico) que presenta una concentración superior a lo normal de empresas
industriales y organismos de investigación y enseñanza superior, activos en un
ámbito particular a un nivel internacional o destinado a alcanzarlo rápidamente.
Cada cluster se ve reforzado por la presencia de capital riesgo y el apoyo del
Estado y las entidades territoriales”.
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Ejemplo: Clusters como lobby y cluster de clusters
Un cluster como lobby internacional
El Cluster de Empresas Pesqueras en Países Terceros es una asociación que
agrupa los intereses de los inversores europeos en el sector pesquero de terceros
países, lo que antes se denominaba sociedades mixtas de pesca. En la actualidad,
estos inversionistas proceden de España, Italia y Portugal, y sus inversiones se
radican en países terceros distintos de los de la UE, por lo que se trata de
sociedades de derecho de esos países.
El cluster defiende la importancia de los inversores extranjeros en el exterior,
tanto para el abastecimiento del pescado comunitario como para ser reconocidos
como herramienta fundamental de la UE para la cooperación al desarrollo y
generación de empleo y riqueza en los países terceros en los que desarrolla n su
actividad -con los que hay suscritos acuerdos bilaterales-. Entre sus objetivos
también figuran la realización de proyectos de estudio o investigación con el fin
de diagnosticar la situación de las empresas pesqueras en países terceros y la
promoción de proyectos de investigación y progreso tecnológico para el
desarrollo y establecimiento de dichas empresas.
El cluster está constituido por 240 empresas, dispone de 460 buques, y alcanza
unas capturas anuales de casi 500.000 toneladas. Genera una ocupaci ón directa
de más de 17.200 personas en más de 30 países.
Nace la Alianza de Clusters Europeos de Diagnóstico (EDCA)
En el contexto de las iniciativas de la Unión Europea para potenciar la
competitividad global de los clusters, incentivando la cooperación entre ellos
para fortalecer y proyectar a nivel internacional sus cadenas de valor regionales
ocho clusters han unido sus fuerzas para impulsar el diagnóstico médico en
Europa a través de la Alianza de Clusters Europeos de Diagnóstico (European
Diagnostic Clusters Alliance: EDCA): Eurobiomed/EuroMedia (Francia),
BioWin/WAL-Dx (Bélgica), Bio, OP/ZMDB (Alemania), Nexxus (Gran Bretaña),
Oxfordshire Bioscience Network (Gran Bretaña), Klaster Lifescience Krakow
(Polonia), Biocat (España), Uppsala BIO (Suecia).
Todos los actores implicados –centros de investigación, hospitales y empresas–
trabajan para impulsar la innovación en el diagnóstico médico. Los clusters
regionales desempeñan un papel clave impulsando la innovación en sus te rritorios
y generando oportunidades de colaboración en todo el ámbito europeo. La EDCA
nace para ayudar a los actores locales europeos a convertirse en líderes globales.

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Los objetivos de este cluster de clusters son promover la competitividad de los
actores europeos en diagnóstico in vitro mediante el networking y los
partenariados innovadores, facilitar y acelerar el acceso a mercados no europeos
(especialmente el estadounidense y el asiático), e impulsar el papel preeminente
del diagnóstico dentro de la práctica médica. Los miembros de la Alianza de
Clusters Europeos de Diagnóstico centrarán su colaboración en identificar retos y
necesidades de este ámbito, e impulsar la innovación mediante proyectos
colaborativos de I+D y la compartición de plataformas tecnológicas.

3 Resumen
• La competitividad es un aspecto complejo, que incide en las empresas,
pero también en las naciones. Las últimas tendencias se orientan a
considerar variables relacionadas con los intangibles de la empresa. Se
trata de dar un enfoque más microeconómico a la medición de la
competitividad.
• El enfoque microeconómico de la competitividad resulta mucho más útil en
el estudio de la internacionalización de las empresas pues se centra en
variables que controlan a través de su estrategia y su gestión.
• Los clusters son concentraciones de empresas de un sector, que unidas a
Administraciones e instituciones como centros de investigación y
Universidades mejoran la competitividad de sus miembros y su capacidad
para internacionalizarse.

4 Referencias Bibliográficas
• Guerras, L. A. y Navas, J. E.: La dirección estratégica de la empresa. Teoría y
aplicaciones (4º ed.) Madrid: Thomson Civitas, 2007.
• Rodríguez, A.: La Internacionalización de los Servicios Intensivos en
Conocimiento: Cooperación, Innovación e implicaciones del Offshoring de
I+D. Madrid: Universidad Carlos III, 2011.
• Barajas, A.:” Innovación e internacionalización, un binomio indisoluble:
presentación de ocho casos empresariales”. En ICE. Información Comercial
Española. 2006, nº 830, pp. 71-81.

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 • Fonfría, A.: Patrones de innovación e internacionalización de las empresas
innovadoras españolas. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 1998.
• Garaña, M.: “El papel fundamental de las tecnologías de la información en la
internacionalización de la Pyme”. En Economistas. 2012, nº 130, pp. 144-
146.
• Jérez, J. L. y García, A.: Marketing internacional para la expansión de la
empresa. Madrid: ESIC, 2010.
• Moral, E. y Bernal, E: “Las TIC como instrumento de internacionalización: el
caso de la industria española”. En Economía Industrial. 2006, nº 361, pp.
111-120.

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