Está en la página 1de 22

DESARROLLO FÍSICO Y PSICOMOTOR DE LA PRIMERA INFANCIA

El desarrollo del ser humano se refiere a las sucesivas transformaciones que sufre
un óvulo fecundado hasta convertirse en adulto. Entre los aspectos de este proceso
de cambios, el desarrollo físico y psicomotor requieren una atención especial en los
primeros años de la vida del niño por las sucesivas y rápidas transformaciones que
acontecen en su vida, y por las repercusiones que las mismas tienen en el desarrollo
global del ser humano. Enfocaremos el tema, por consiguiente, desde un punto de
vista evolutivo.

Se expondrá inicialmente el desarrollo físico y posteriormente el desarrollo


psicomotor, las principales etapas o hitos que marcan la evolución de dicho
desarrollo en ambos aspectos, las técnicas de evaluación más comúnmente
utilizadas y, se plantearán las actividades más adecuadas o los programas más
idóneos y actuales para el trabajo educativo del desarrollo psicomotor, bien en el
ámbito educativo o familiar, como medio de potenciar dicho desarrollo.

La importancia del trabajo multidisciplinar en este tema es evidente. El pediatra en


los primeros años de la vida se convierte en el principal evaluador de dicho
desarrollo, así como en el agente que con mayor frecuencia orienta a los padres
sobre cómo actuar, a quién acudir y qué otros profesionales debieran intervenir. No
obstante, la escolarización temprana ha convertido a los agentes educativos en el
segundo profesional que interviene de forma precoz y directa en dicho desarrollo,
ampliándose la red asistencial a otros profesionales en caso de alteraciones o
trastornos importantes en el ámbito psicomotriz.

Definición de desarrollo físico

Iniciaremos la exposición planteando el concepto de desarrollo y las leyes que lo


explican así como la importancia e implicación del cerebro en dicho desarrollo. El
desarrollo proviene de factores genéticos, considerados con frecuencia los
responsables últimos del potencial biológico, como de factores del medio ambiente,
es decir, factores sociales, emocionales y culturales que interactúan entre sí de
forma dinámica y modifican de forma significativa el potencial del crecimiento y
desarrollo (Thelen, 1989).

La argumentación a favor de la herencia se basa en la previsibilidad de la conducta,


lo que indica que los factores biológicos están fuertemente implicados en el
desarrollo. Se basa en las secuencias madurativas que siguen dicho desarrollo y
que se rigen por dos leyes fundamentales de la maduración: la ley de progresión
céfalo-caudal y la ley próximo-distal. El control motor de la cabeza se consigue antes
que el de los brazos y el del tronco, y éste se logra antes que el de las piernas
(secuencia céfalo-caudal). De igual forma se domina la cabeza, el tronco y los
brazos antes que la coordinación de las manos y los dedos.
La constatación de las diferencias individuales en la adquisición de las secuencias
motoras, asÍ como el modo diferente que tienen los niños de conseguir dichas
secuencias, aboga por la implicación de los factores ambientales. Está demostrado
que la clase social, la nutrición, las enfermedades infantiles y el estilo educativo
familiar, son entre otros, factores de importante repercusión en el desarrollo físico,
psicomotor y adaptativo-social.

Por otra parte, los estudios sobre conducta social, la atención visual selectiva a la
faz humana, la atención preferencial a los sonidos agudos y femeninos, las
respuestas sensomotoras y cinestésicas al contacto maternal cálido y rítmico,
forman parte de las comprobaciones sobre las que se asienta la confirmación de
que la capacidad de crear lazos sociales y vínculos emocionales va a ser la variable
modeladora de desarrollo general del ser humano, incluido obviamente el desarrollo
físico y psicomotor.

Está demostrada la plasticidad del cerebro del bebé, es decir, la hipersensibilidad a


los efectos de la experiencia, hasta el punto de que si una neurona no es estimulada
de forma apropiada, ésta desaparece. Esto parece confirmar, como ya se ha
indicado, que el desarrollo del cerebro es más el resultado de un programa biológico
y de la experiencia inicial, que el resultado de un determinismo biológico.

Hay un consenso general entre los pediatras y psicólogos infantiles en considerar


que el desarrollo sigue leyes de funcionamiento que explican las etapas de
adquisición de las conductas. El desarrollo es un proceso continuo y progresivo
desde el nacimiento a la adolescencia. Esto significa que unas etapas preceden a
otras en secuencias ordenadas, y que las nuevas conductas integran las
adquisiciones previas. Estos aspectos suponen que la capacidad de exploración del
bebé le lleva a ensayar y poner en funcionamiento muchas respuestas diferentes
en forma relativamente casual y descoordinada, pero que posteriormente el bebé
selecciona las más eficaces para conseguir lo que se propone y aprende
exactamente qué funciona y qué no funciona, integrando respuestas en un conjunto
eficaz. Es por tanto un proceso secuencial, un proceso en el que unas etapas tienen
que ser antecesoras para convertirse en la base de otras nuevas.

Cuando las nuevas adquisiciones se practican repetidamente proporcionan


respuestas voluntarias, dirigidas hacia un fin, cada vez más precisas y refinadas.
Por ello es posible predecir las secuencias del desarrollo, ya que en un primer
momento las conductas motoras y psicomotoras son variables en su aparición, pero
se convierten en predecibles en la medida que se establecen como patrones de
adquisición de otras nuevas. Este proceso de desarrollo comprende actividades
continuas de exploración y selección a través de ensayo y error inicialmente, y,
posteriormente, de planificación progresiva e intencional.

Otra ley que funciona en el desarrollo es la irreversibilidad. Esta irreversibilidad se


asienta en la maduración bioquímica y en los cambios estructurales del encéfalo
que, de no mediar una patología, no pueden revertir. Sin embargo la conjunción de
otros factores, como la nutrición, las posibilidades de movimiento del cuerpo, el
apoyo ambiental hacia la destreza y la tarea que el niño tiene en mente, producen
variaciones importantes en él. Como anteriormente se ha indicado, el desarrollo no
está genéticamente preestablecido, ya que solo lo determina la herencia a un nivel
muy general, en otros aspectos las condiciones ambientales promueven o retrasan
dichas adquisiciones.

La adaptabilidad que el desarrollo conlleva hace que las conductas permitan un


mejor funcionamiento en diferentes áreas, y esta adaptabilidad va pareja a la
diferenciación de las adquisiciones. Esto significa que en un determinado momento
se pierde una habilidad específica para adquirir otra nueva, de lo contrario no sería
posible el crecimiento adaptativo (gatear y andar). Todas estas leyes regulan el
desarrollo del ser humano en proporciones variables dependiendo de la edad del
sujeto y del tipo de conductas a las que nos estemos refiriendo.

Es importante hacer mención de la implicación del cerebro en dicho desarrollo.


Siguiendo a Shaffer (2000), podemos decir que el cerebro tiene tres partes
principales: el tronco cerebral, responsable del equilibrio y la coordinación; el
cerebro medio, que controla la respiración y la deglución; y el cerebro propiamente
dicho que incluye los dos hemisferios y el haz de nervios que los conecta. Los dos
hemisferios están recubiertos por la corteza cerebral. La corteza cerebral,
denominada también córtex, es la parte del cerebro más evolucionada y controla las
acciones voluntarias, es decir, las funciones de alto nivel. No toda la corteza cerebral
madura uniformemente, sino que diferentes regiones de la corteza maduran a ritmos
diferentes. La primera área en madurar es el área motora, seguida por el área
sensorial y finalizando con las áreas asociativas. En este progresivo desarrollo se
sabe que a los 6 meses, las áreas motoras primarias de la corteza cerebral se han
desarrollado lo suficiente como para dirigir la mayor parte de los movimientos del
bebé.

El proceso por el que las neuronas se recubren de mielina, ayuda a transmitir de


manera rápida y eficiente los impulsos nerviosos, lo que a su vez aumenta la
capacidad del niño para realizar actividades motoras más complejas como levantar
la cabeza y el pecho, alcanzar con los brazos y las manos, rodar, sentarse, pararse
y al final, caminar y correr.

El concepto de desarrollo físico se refiere a los cambios corporales que experimenta


el ser humano, especialmente en peso y altura, y en los que están implicados el
desarrollo cerebral, el desarrollo óseo y muscular. El crecimiento es continuo a lo
largo de la infancia y adolescencia, pero no se realiza uniformemente. El ritmo de
crecimiento es rápido en el primer año de vida, a partir del segundo año muestra
un patrón más lineal y estable, enlenteciéndose gradualmente hasta la pubertad. En
la adolescencia se acelera de nuevo y se detiene al finalizar ésta. Las diferentes
partes del cuerpo, así como los órganos del mismo, varían también en el ritmo de
maduración.

La asincronía del desarrollo de los diferentes sistemas corporales está incorporada


a la herencia de nuestra especie. Por ejemplo, el crecimiento de la cabeza y del
cerebro es más rápido que el resto del cuerpo y pronto alcanza proporciones de
adulto, mientras que los órganos sexuales reproductores crecen de forma lenta y se
aceleran en la adolescencia.

Algunos datos del desarrollo físico son hitos claves para la valoración del desarrollo
madurativo del niño. Es importante por ejemplo saber que el recién nacido tiene
proporciones corporales que difieren notablemente de los lactantes, niños y adultos.
Se sabe que el tamaño de la cabeza es aproximadamente la mitad del cuerpo, el
abdomen es prominente y de tamaño superior a un cuarto del cuerpo y las piernas
no alcanzan el cuarto restante. El perímetro cefálico tiene un promedio de 35 cm,
aumenta unos 10 cm del nacimiento a los 6 meses y unos 3 cm hasta los 12 meses.
Al año el perímetro cefálico y torácico se igualan.

El crecimiento del bebé durante el primer año es asombroso. La talla es por término
medio de 50 cm. y al año se incrementa en un 50% como promedio, a los 5 años la
estatura se duplica. Después de este rápido incremento aunque se sigue creciendo,
se da una disminución gradual en el ritmo del mismo hasta los 10 años en las chicas
y los 12 en los chicos. Aunque las proporciones del cuerpo de chicas y chicos son
parecidas en la infancia y en la niñez, las diferencias importantes típicas de adultos
jóvenes aparecen durante la adolescencia.

El incremento de peso es incluso más llamativo. Los niños pesan al nacer alrededor
de 3 a 4 kg., normalmente para los 5 meses han doblado su peso, lo triplican al año,
y casi lo cuadruplican a los 2 años. Los incrementos anuales son muy constantes
entre los 2 y 6 años, entre 2.7 y 3.2 kg. cada año. De los 6 a 11 años, incrementan
aproximadamente 2.5 kg. por año.

La composición ósea experimenta un endurecimiento progresivo en función de la


edad, aunque no todas las partes del esqueleto crecen y maduran al mismo ritmo.
Las partes que antes maduran son el cráneo y las manos, mientras que las piernas
no finalizan su crecimiento hasta el final de la adolescencia. La edad ósea es un
criterio diferencial para discriminar entre los niños de talla baja y los niños con un
ritmo de crecimiento lento.

El desarrollo físico está condicionado por el desarrollo muscular, siguiendo las leyes
céfalo-caudal y próximo-distal previamente citadas, de tal forma que los músculos
de cabeza y cuello maduran antes que los del tronco y las extremidades. La
maduración del tejido muscular es muy gradual durante la niñez y se acelera al inicio
de la adolescencia, cambiando asimismo la proporción de músculo/grasa. El
momento más álgido de acumulación de grasa se suele observar a los 9 meses,
posteriormente hasta los 8 años los niños pierden tejido graso y se van haciendo
más delgados, a partir de esta edad se van a presentar diferencias en la
acumulación de grasa en función del sexo. Así en las niñas durante la pubertad y
adolescencia se concentra, preferentemente, en brazos, piernas y tronco, mientras
que los chicos desarrollan mayor capacidad muscular y ósea.
La importancia del crecimiento físico es tal que en pediatría se registran de forma
sistemática los cambios en peso y altura, como valores-criterio del desarrollo. Para
evaluar estos cambios se utilizan curvas estandarizadas mediante las cuales se
compara las medidas del sujeto con relación a las medias del grupo de edad.
Además, éstas se pueden complementar con la curva de velocidad que indica la
cantidad media de crecimiento por año, curva que permite conocer el momento
exacto de la aceleración del crecimiento.

Desarrollo psicomotor

Como se ha indicado anteriormente, el desarrollo motor de los niños depende


principalmente de la maduración global física, del desarrollo esquelético y
neuromuscular. Los logros motores que los niños van realizando son muy
importantes en el desarrollo debido a que las sucesivas habilidades motoras que se
van a ir adquiriendo hacen posible un mayor dominio del cuerpo y el entorno. Estos
logros de los niños tienen una influencia importante en las relaciones sociales, ya
que las expresiones de afecto y juego se incrementan cuando los niños se mueven
independientemente y buscan a los padres para intercambiar saludos, abrazos y
entretenimiento.

En el desarrollo motor pueden establecerse dos grandes categorías: 1) motricidad


gruesa (locomoción y desarrollo postural), y 2) motricidad fina (prensión). El
desarrollo motor grueso se refiere al control sobre acciones musculares globales,
como gatear, levantarse y andar. Las habilidades motoras finas implican a los
músculos pequeños del cuerpo utilizados para alcanzar, asir, manipular, hacer
movimientos de tenazas, aplaudir, virar, abrir, torcer, garabatear. Por lo que las
habilidades motoras finas incluyen un mayor grado de coordinación de músculos
pequeños y entre ojo y mano. Al ir desarrollando el control de los músculos
pequeños, los niños ganan en competencia e independencia porque pueden hacer
muchas cosas por sí mismos.

Los logros motores de los niños han sido suficiente y repetidamente estudiados por
pediatras, neurólogos, psicólogos, etc., hasta el punto de existir tablas de
adquisición de conductas evolutivas, indicando los hitos del desarrollo motor y
psicomotor. La revisión de la literatura existente ha servido para ofrecer una síntesis
de la secuencia de conductas sobre motricidad gruesa y fina a lo largo del
desarrollo.

Hasta los 3 años los aspectos más relevantes en relación al desarrollo psicomotor
están relacionados con los desplazamientos corporales y la impulsividad de los
movimientos por una insuficiente regulación del freno inhibitorio.

A partir de esta edad hay una progresiva equilibración de los movimientos, se


eliminan gradualmente las asociaciones o sincinesias y se va marcando
progresivamente la independencia segmentaria. Todo ello da lugar a una mayor
precisión del dinamismo manual, a la aparición de gestos más diferenciados y al
perfeccionamiento de la coordinación óculo-manual.

Entre 6 y 7 años ya los niños presentan una precisión general de los movimientos
cuando éstos son efectuados a un ritmo normal. Los controles adquiridos y
afirmados por el ejercicio sientan las bases para los aprendizajes escolares en los
que la simultaneidad de movimientos exigirá un gran esfuerzo de tipo psicomotor. A
esto se une la importancia de la atención, la acomodación de la postura y el manejo
coordinado de los útiles a usar.

A partir de los 7 años y hasta los 10, el gesto va a ser regulado por el freno inhibitorio.
Esto da lugar a un perfeccionamiento gradual de la precisión adquirida previamente
y a la mecanización de los movimientos habituales junto con la aceleración de los
mismos. A medida que avanza la edad del niño y se acrecienta su desarrollo físico
aumenta la rapidez sin detrimento de la precisión del gesto, los movimientos se
vuelven rápidos y precisos como consecuencia de la repetición continuada. Desde
los 12 años en adelante, la precisión, rapidez y fuerza muscular se integran, dando
al movimiento características adultas.

Aspectos del desarrollo psicomotor

El término psicomotricidad tiene dos acepciones básicas. Para algunos, como


García y Martínez (1991), la psicomotricidad supone la interrelación entre las
funciones neuromotrices y las funciones psíquicas en el ser humano. Para otros,
hace referencia al conjunto de técnicas encaminadas a un desarrollo global que,
partiendo de la educación del movimiento y gesto, posibilite alcanzar la función
simbólica y la interacción correcta con el medio ambiente. En la actualidad la
psicomotricidad contempla ambas acepciones. Basándonos fundamentalmente en
los trabajos de Cobos (1999) y Picq y Vayer (1977) exponemos aquí aquellos
aspectos del desarrollo psicomotor que son la base de los aprendizajes escolares.
Estos aspectos son los que han generado más investigación, mayor número de
programas y estrategias de intervención.

Esquema corporal

Según Ballesteros (1982), este concepto se puede definir como la representación


que tenemos de nuestro cuerpo, de los diferentes segmentos, de sus posibilidades
de movimiento y de acción, así como de sus diversas limitaciones. Es un proceso
complejo ligado a procesos perceptivos, cognitivos y práxicos, que comienza a partir
del nacimiento y finaliza en la pubertad, interviniendo la maduración neurológica y
sensitiva, la interacción social y el desarrollo del lenguaje.

Las experiencias producidas por el movimiento, los resultados de dicho movimiento


y la percepción del cuerpo de otros sientan las bases sobre las que se va a elaborar
la percepción del cuerpo propio. Durante el segundo año de vida el niño manifiesta
una progresiva diferenciación de algunas partes del cuerpo y, en el tercero, los niños
son capaces de identificar ojos, boca, orejas, nariz, manos, brazos, pies y piernas.

El lenguaje va a jugar un papel esencial en la construcción del esquema corporal,


ya que además de permitir nombrar las partes que componen el cuerpo, como
regulador de las secuencias de actos motores en la interacción con el ambiente a
través del juego. La representación corporal hace posible la utilización del cuerpo
de forma coordinada mediante el ajuste de la acción a lo que se quiere o desea.

Entre los 2 y 5 años los niños van mejorando la imagen de su cuerpo y los elementos
que lo integran, van perfeccionando movimientos, estabilizando su lateralización y
conquistando el espacio, relacionándose y actuando en él. Aunque entre 5 y 6 años
el esquema corporal es bastante bueno en cuanto a la calidad de los movimientos
y a la representación que se tiene del mismo, todavía se deben dominar conceptos
espaciotemporales que permitan situarse adecuadamente en el espacio, en el
tiempo y con relación a los objetos. De 6 a 12 años se sigue perfeccionando el
esquema corporal, el movimiento se hace más reflexivo, permitiendo una
potenciación de la representación mental del cuerpo y del movimiento en función
del tiempo y el espacio.

Los trastornos del esquema corporal, si no se deben a una causa de tipo


neurológico, se relacionan con déficits en su conocimiento o en su representación
simbólica, por una inadecuada lateralización, concepción espacial o por no poder
situar el cuerpo como un objeto en el campo de la relación.

Se considera que un niño presenta un retraso en la elaboración del esquema


corporal si a los 3 años no es capaz de reconocer, señalando o nombrando, los
elementos de la cara, o si a los 6 no lo reconociera en sí mismo o no pudiera
representarlo, además es esperable que a esta edad los niños distingan su derecha
e izquierda y conozcan algunos conceptos espacio-temporales sencillos como
arriba/abajo, delante/detrás, primero/último, ayer/mañana, etc.

LATERALIDAD
por lo que se convierte en un proceso largo que se va configurando desde los planos
más sencillos (arriba, abajo, delante, atrás...) a los más complejos (derecha-
izquierda), dándose primero en la acción y pasando posteriormente a ser
representados en uno mismo, en el otro y en el espacio con los objetos.

El cuerpo humano aunque a nivel anatómico es simétrico, a nivel funcional es


asimétrico. El término lateralidad se refiere a la preferencia de utilización de una de
las partes simétricas del cuerpo humano, mano, ojo, oído y pie. El proceso por el
cual se desarrolla recibe el nombre de lateralización y depende de la dominancia
hemisférica. Así, si la dominancia hemisférica es izquierda se presenta una
dominancia lateral derecha, y viceversa. El que una persona sea diestra o zurda
depende del proceso de lateralización. Se considera que un niño está
homogéneamente lateralizado si usa de forma consistente los elementos de un
determinado lado, sea éste el derecho (diestro) o el izquierdo (zurdo). Cuando la
ejecución de un sujeto con una mano sea tan buena como con la otra se le denomina
ambidextro. Mora y Palacios (1990) establecen que la lateralización se produce
entre los 3 y los 6 años.

Si un niño de 5 años no tiene todavía definida su dominancia lateral, especialmente,


la referente a la mano, es necesario reconducir la misma hacia el lado o mano con
la que el sujeto se muestre más hábil y/o preciso.

Estructuración espacio-temporal

La orientación espacial implica establecer relaciones entre el cuerpo y los demás


objetos, está asociada al espacio perceptivo e incluye esencialmente relaciones
topológicas. La estructuración del espacio conlleva adquirir nociones de
conservación, distancia, reversibilidad, etc., por lo que se convierte en un proceso
largo que se va configurando desde los planos más sencillos (arriba, abajo, delante,
atrás...) a los más complejos (derecha-izquierda), dándose primero en la acción y
pasando posteriormente a ser representados en uno mismo, en el otro y en el
espacio con los objetos.

No hay que confundir la dominancia lateral con discriminar las nociones espaciales
derecha-izquierda en sí mismo o en los otros. El concepto derecha-izquierda se va
configurando entre los 5 y los 8 años. Generalmente los niños de 6 años tienen
adquiridos los conceptos básicos espaciales y la noción derecha-izquierda sobre sí
mismo. La discriminación de la derecha e izquierda de otro situado enfrente se
consigue a partir de los 8 años y la posición relativa de tres objetos a los 11-12 años.

El conocimiento de estos conceptos es fundamental cara a los aprendizajes


escolares, ya que el desconocimiento de los mismos se relaciona con alteraciones
de la lectura (dislexia), de la escritura (disgrafía) y dispraxias.

La estructuración temporal tiene 2 componentes principales: el orden y la duración.


El orden permite tomar conciencia de la secuencia de los acontecimientos y la
duración permite establecer el principio y final de los mismos. El ritmo sintetiza
ambos elementos constituyendo la base de la experiencia temporal.

La evolución de la comprensión del orden y la duración tiene lugar de los 2 a los 12


años. Los niños de 2 a 6 años tienen dificultades para establecer seriaciones
cronológicas y lógicas de los acontecimientos, pero cuando tienen de 7 a 12 años
pueden realizar tareas lógicas que impliquen la conservación, la reversibilidad y los
ordenamientos, lo que va a ayudar a que las nociones temporales se adquieran
completamente.

La íntima relación entre ritmo y motricidad se pone de manifiesto en el movimiento.


Igualmente relacionados están el ritmo y la lectura al principio de su aprendizaje, ya
que ésta requiere que se transformen estructuras visuales, distribuidas en el
espacio, en estructuras auditivas, distribuidas en el tiempo. Al escribir al dictado se
da el proceso inverso, y ambas estructuras espacio-temporales se integran en el
proceso lecto-escritor. Los sujetos dispráxicos presentan grandes dificultades para
reproducir estructuras rítmicas.

Coordinación dinámica y visomanual

La coordinación consiste en la utilización de forma conjunta de distintos grupos


musculares para la ejecución de una tarea compleja. Esto es posible porque
patrones motores que anteriormente eran independientes se encadenan formando
otros patrones que posteriormente serán automatizados. Una vez que se han
automatizado determinados patrones la presentación de un determinado estímulo
la secuencia de movimientos, por lo que el nivel de atención que se presta a la tarea
disminuye, pudiendo dirigirse a otros aspectos más complejos de la misma o incluso
a otra diferente.

La coordinación dinámica general juega un importante papel en la mejora de los


mandos nerviosos y en la precisión de las sensaciones y percepciones. La
ejercitación neuromuscular da lugar a un control de sí mismo que se refleja en la
calidad, la precisión y el dominio en la ejecución de las tareas.

Para que el gesto sea correcto es necesario que se den las siguientes
características motrices: precisión ligada al equilibrio general y a la independencia
muscular, posibilidad de repetir el mismo gesto sin pérdida de precisión,
independencia derecha-izquierda, adaptación al esfuerzo muscular, adaptación
sensoriomotriz y adaptación ideomotriz (representación mental de los gestos a
hacer para conseguir el acto deseado). Estas cualidades evolucionan en función de
la madurez neuromotriz y del entrenamiento.
Características fundamentales por eje de desarrollo en la primera infancia

PRIMER MES

Desarrollo físico

Los movimientos de piernas, brazos y manos son todavía reflejos.


Empuja hacia fuera brazos y piernas
Levanta la cabeza brevemente
Puede mantener la cabeza en línea con la espalda.

Desarrollo sensorio motor

Se queda observando un objeto, pero no lo busca.


Coordina el movimiento de los ojos hacia los lados.
Los reflejos se van volviendo mas eficientes.
Cuando los dedos están abiertos agarra un objeto, pero lo deja caer rápidamente.
Responde a la voz humana.
Busca o se dirige al pecho a pesar de no estar alimentándolo.
Responde positivamente a la comodidad y satisfacción, y negativamente al dolor.

Desarrollo intelectual

Mirada y expresión vagas, impasivas e indirectas durante las horas en que se


encuentra despierto.
Recuerda los objetos que reaparecen en dos y medio segundos.
Espera la alimentación cada ciertos intervalos.
Llora deliberadamente para pedir ayuda.
Se calla cuando lo alzan o ve rostros.

Desarrollo social

La mayoría de las reacciones responden a estímulos internos, pero otras son


debidas a estímulos del medio (calor, frio).
Sus ojos se fijan en la cara de la madre en respuesta a su sonrisa si no está muy
lejos.
Establece contacto de ojos a ojos.
Se queda observando las caras y responde quedándose callado y quieto.
Ajusta su postura al cuerpo de la persona que lo esta cargando, puede agarrarse a
esa persona.
Los patrones diarios de comer, llorar y dormir son muy desorganizados.
SEGUNDO MES

Desarrollo físico

Los controles reflejos comienzan a desaparecer, mientras que las acciones se van
volviendo más voluntarias.
Mueve como pataleando brazos y piernas suavemente.
Puede mantener la cabeza hasta en un ángulo de 45 grados, por algunos segundos.
Cuando se alza verticalmente por el tronco trata de mantener la cabeza firme y
derecha.
Comienza a descubrir sus manos y su movimiento.
Puede mantener objetos agarrados por segundos.

Desarrollo sensorio motor

Se queda mirando indefinidamente a su alrededor.


Coordina el movimiento circular de los ojos cuando observa un objeto a plena luz.
Los objetos que se mueven o balancean retienen su atención por mas tiempo.
Fija su atención sobre uno de los objetos que se le muestra.
Se sobresalta ante ciertos ruidos o se manifiesta ante estos con un gesto.
Escucha definitivamente los sonidos.
En respuesta a estímulos interiores, probablemente puede llegar a vocalizar o a
gesticular.

Desarrollo intelectual

Se excita ante la anticipación de los objetos.


Reacciona con movimientos de todo su cuerpo y hace esfuerzos para asir un objeto
que le atrae particularmente.
Puede comenzar a tener preferencias por el lado izquierdo o el derecho.
Comienza a estudiar el movimiento de sus propias manos.
Reconoce las voces mas allegadas.
Los sentidos están mas coordinados.

Desarrollo social

Es capaz de manifestar angustia, excitación y placer.


Calla cuando chupa.
Visualmente, prefiere a una persona que a una cosa.
Observa a una persona directa y atentamente y la sigue con los ojos si esta
moviéndose.
Responde ante la presencia de una persona con excitación y moviendo brazos y
piernas jadeando o gesticulando.
Se mantiene despierto por mas tiempo si las personas interactúan con el.
Disfruta del baño.
TERCER MES

Desarrollo físico

Mueve brazos y piernas vigorosamente, puede llegar a mover los brazos juntos,
luego las piernas o el brazo y la pierna de un lado y luego los del otro.
Se siente la fortaleza de su cuerpo cuando está en brazos.
Se recuesta contra el estomago con las piernas flexionadas.
Cuando esta sobre el estomago levanta pecho y la cabeza por segundos.
Puede llegar a levantar la cabeza por muchos minutos.
Intenta apoyarse con los codos cuando esta boca abajo.
Ya el movimiento débil de la cabeza es mínimo.
Comienza a agitarse con los objetos.

Desarrollo sensorio motor

Sigue un movimiento con los ojos y la cabeza.


Para de chupar al mismo tiempo.
Busca con la mirada de donde salen los sonidos, volteando la cabeza y cuello.
Distingue los sonidos del «habla» de otros sonidos.
Agita los brazos cuando ve un objeto que le llama la atención.

Desarrollo intelectual

Comienza a mostrar evidencia de memoria a mas largo plazo.


Esta a la expectativa de gratificaciones, como la alimentación.
Comienza a reconocer a los miembros de la familia que están cerca.
Explora con sus propias manos su cara, ojos y boca.

Desarrollo social

Sonríe fácilmente y de manera espontánea.


El llanto disminuye considerablemente.
Permanece alegre.
Aumentan las expresiones faciales, su tonicidad muscular y su «vocalización».
«gorjea» y «arrulla» en respuesta a sonidos.
Responde con todo su cuerpo a la cara que reconoce.
Protesta cuando se le deja solo.
CUARTO MES

Desarrollo físico

Se extiende sobre el estomago con las piernas extendidas.


Logra dar vueltas sobre su cuerpo.
Realiza movimientos «natatorios» y se mueve en la cuna.
Voltea su cabeza en todas las direcciones cuando esta acostado.
Utiliza sus manos con mayor agilidad y variedad.
Hay intervalos predecibles entre la comida y los movimientos del intestino.
Duerme de diez a doce horas en la noche.

Desarrollo sensorio motor

Ahora puede enfocar su vista a diferentes direcciones.


Podrá agarrar objetos pequeños entre sus dedos índice y pulgar.
Tira de los objetos colgantes y se los lleva a la boca.
Se queda mirando el lugar donde cae un objeto.
Distingue y muestra interés en olores diferentes.
Se calla con la música.
Juega con inmenso disfrute en el baño.
Levanta su cabeza cuando esta en la bañera.

Desarrollo intelectual

Tiene lapsos de memoria de cinco a siete segundos.


Sonríe y vocaliza más a una persona que a una imagen.
Reconoce a su madre y a veces se incomoda con extraños.
Se da cuenta de cualquier situación extraña.
Descubre la relación causa-efecto.

Desarrollo social

Inicia la socialización emitiendo sonidos, tosiendo o moviendo la lengua.


Se sonríe mas abiertamente.
» vocaliza» sus estados de indecisión y protesta.
Se interesa y puede sonreír al ver su imagen en el espejo.
Responde y disfruta las caricias.
Interrumpe a veces su alimentación por el juego.
Responde y reconoce los estados de ánimo de su madre.
QUINTO MES

Desarrollo físico

Sobre la espalda levanta la cabeza y hombros correctamente.


Se lleva los pies a la boca y se chupa los dedos.
Se da vuelta para quedar sobre la espalda.
Se desplaza balanceándose, meciéndose o girando sobre la espalda, lo hace
pateando sobre una superficie plana.
Cuando se le sienta, la cabeza esta firmemente balanceada y la mantiene
constantemente erguida.
Puede sostener el biberón con una o dos manos.

Desarrollo sensorio motor

Agarra mas firmemente, levanta su mano cuando hay un objeto próximo a este.
Alcanza el objeto tanto con una como con las dos manos.
Imita sonidos y movimientos deliberadamente.

Desarrollo intelectual

Permanece alerta durante casi dos horas continuas.


Busca visualmente objetos que se muevan con rapidez.
Se inclina para mirar un objeto que se ha caído.
Reconoce objetos familiares.
Tiene un modelo mental de los rostros humanos.
Emite sonidos vocálicos y consonánticos.

Desarrollo social

Responde a los sonidos humanos definitivamente, voltea la cabeza, parece buscar


la persona que habla.
Sonríe y vocaliza para establecer contacto con la gente para asi ganar su atención.
Interrumpe las conversaciones a Su alrededor, «vocalizando».
Deja de llorar cuando le hablan.
Hace caras imitando.

SEXTO MES

Desarrollo físico

Se voltea y gira en todas las direcciones.


Puede llegar a tener equilibrio cuando esta sentado; puede inclinarse hacia delante
y hacia atrás.
Gira su cabeza libremente.
Si se le sienta en una silla se «bambolea».
Se prepara para gatear.
Inicia el palmoteo

Desarrollo sensorio motor

Extiende la mano para alcanzar un juguete que se le ha caído.


Murmulla, se arrulla o deja de llorar en respuesta a la musical.
Le gusta jugar con la comida.
Desarrolla preferencias muy fuertes de gusto.
Utiliza un juguete para alcanzar otro.

Desarrollo intelectual

Es capaz de alcanzar algo muy rápidamente y sin «tropezar».


Sus ojos dirigen ahora sus manos para alcanzar algo.
Puede comparar dos objetos.
Cambia de estados de ánimo abruptamente.
Puede emitir mas consonantes (f,t,v,s,z). Varía el volumen, el tono y la proporción
en las emociones.

Desarrollo social

Prefiere jugar con personas.


Balbucea y se vuelve activo cuando oye sonidos que le alteren.
Balbucea mas intensamente en respuesta a voces femeninas.
«chilla ante la excitación, se ríe con el «estomago».
Trata de imitar expresiones faciales.
Se voltea cuando oye su nombre.

SÉPTIMO MES

Desarrollo físico

Se levanta sobre manos y rodillas. Va adquiriendo posición de gateo.


Se arrastra con un objeto en la mano; usualmente va hacia delante.
Tendera a gatear.
Equilibra bien la cabeza.
Se sienta solo firmemente durante algunos minutos.
Es posible que ya tenga dos dientes.

Desarrollo sensorio motor

Alcanza a agarrar un juguete con una mano.


Manipula, golpea y se lleva los objetos a la boca.
Juega vigorosamente con juguetes que emiten sonidos como campanas o
sonajeros.
Agarra o manipula una taza o una cuchara jugando.
Explora su cuerpo con su boca y manos.

Desarrollo intelectual

Su atención es mas fija; hay gran interés por los detalles.


Comienza a aprender las implicaciones de actos familiares.
Puede asociar el retrato de un bebe con el mismo y dar un sonido apropiado.
Trata de imitar sonidos o serie de sonidos.
Pueden decir «papá» o» mamá» sin significado.

Desarrollo social

Muestra deseos de ser incluido en interacción social.


Se emociona ante el juego.
Comienza a demostrar el buen humor ante lo que le gusta y la molestia ante lo que
no.
Se resiste ante las presiones de hacer algo que no quiere.
Puede asustarse ante extraños.
Esta aprendiendo el significado del «no» por el tono de voz.

OCTAVO MES

Desarrollo físico

Al comienzo del gateo puede hacerlo hacia delante y hacia atrás.


Se inclina sobre sus rodillas.
Intenta sentarse solo.
Puede sentarse y mecerse sobre sus nalgas.
Utiliza muebles para intentar pararse.

Desarrollo sensorio motor

Observa las manos en diferentes posiciones, sosteniendo y dejando caer objetos.


Comienza a desarrollar la capacidad de agarrar las cosas con el índice y el pulgar
a manera de pinza.
Puede asir una cuerda.
Aplaude y agita sus manos.
Saborea las cosas.

Desarrollo intelectual

Recuerda un evento pasado y una acción propia.


Comienza a mostrar conciencia del tiempo.
Tiene un modelo mental del rostro humano y empieza a interesarse en sus
variaciones.
Vocaliza en dos silabas.

Desarrollo social

Grita para llamar la atención.


Mantiene interés en jugar.
Puede decir adiós con la mano.
Empuja o rechaza algo que no quiere.

NOVENO MES

Desarrollo físico

Gatea con una mano ocupada o levantada.


Puede subir escaleras gateando.
Se sienta correctamente en una silla.
Se mantiene cerrado por largo tiempo.
Puede comenzar a dar sus primeros pasos, apoyándose en los muebles.

Desarrollo sensorio motor

Aplaude o golpea objetos con su cuerpo.


Recoge y manipula dos objetos cada uno en una mano.
Deja caer uno de los objetos para coger un tercero.
Puede hacer una torre de dos bloques.
Escucha conversaciones y tonos de cantos.

Desarrollo intelectual

Reconoce las dimensiones de los objetos.


Se aburre con la estimulación de un mismo estimulo.
Puede acordarse de un juego del día anterior.
Puede seguir instrucciones muy sencillas.
Puede decir papa o mama como nombres específicos.

Desarrollo social

Vive ansioso de ser aprobado.


Inicia el juego.
Escoge un juguete para jugar.
Puede ser sensible hacia otros niños; llora si ellos lloran.
Imita los sonidos de la lengua.
Quiere jugar cerca de su madre.
DÉCIMO MES

Desarrollo físico

Tiende a ponerse de pie.


Da pequeños pasos entre los muebles.
Sube y baja de las sillas y otros muebles.
Cuando esta parado es capaz de sentarse.
Puede tener problemas para dormir.

Desarrollo sensorio motor

Observa los objetos individuales y separados de los otros.


Carga dos pequeños objetos en una mano.
Abre cajones para explorar su contenido.
Le interesa encajar una cosa con otra.
Comprende mejor el lenguaje.

Desarrollo intelectual

Busca un objeto que ve que esta escondido.


Intenta señalar las distintas partes del cuerpo cuando se le pregunta.
Puede repetir una palabra necesariamente.
Entiende y obedece algunas palabras y ordenes.

Desarrollo social

Busca ser acompañado y recibir atención.


Aumenta la conciencia de si mismo, de la aprobación o desaprobación social.
Imita gestos, expresiones sociales y sonidos.
Muestra preferencias por uno o varios juguetes.
Muestra miedo a lugares extraños.

UNDÉCIMO MES

Desarrollo físico

Puede llegar a ponerse de pie solo.


Se soltara a caminar por ratos.
Trepa escaleras.
Se acurruca y se inclina.
Aprende a bajar escaleras de espalda.

Desarrollo sensorio motor

Recoge minuciosamente pequeños objetos.


Deliberadamente coloca objetos.
Coloca y quita objetos dentro de una caja.
Levanta la tapa de una caja.

Desarrollo intelectual

Compara un mismo acto hecho por cada lado de su cuerpo.


Asocia propiedades con cosas.
Obedece ordenes, y ha establecido el significado del «no».
Sus conversaciones son todavía balbuceos con algunos pocos sonidos inteligibles.

Desarrollo social

Imita movimientos de adultos.


No siempre coopera.
Muestra culpa en cosas que hace mal.
Aumenta la dependencia hacia su madre.

PRIMER AÑO

Desarrollo físico

Muestra una combinación de estar de pie, caminar y pasear.


Aunque camina, a veces prefiere gatear como una manera más eficiente de
locomoción.
Se para flexionando las rodillas.
Hace movimientos «rotatorios en la bañera.
Probablemente insiste en alimentarse solo.

Desarrollo sensorio motor

Utiliza y alcanza con su mano preferida.


Encaja una cosa con otra en vez de separarlas solamente.
Construye una torre de dos s tres bloques después que ha observado una
demostración.
Tiende a llevarse uno o dos objetos a la boca
Disfruta con el agua en el lavamanos o en el baño.

Desarrollo intelectual

Desenvuelve los juguetes; encuentra un juguete que ha sido escondido dentro o


debajo de algo.
Recuerda eventos por mucho más tiempo.
Puede agrupar algunos objetos por su forma y color.
Identifica animales en libros de cuentos o revistas.
Comienza a desarrollar la conciencia.
Desarrollo social

Expresa muchas emociones y las distingue en otros.


Manifiesta cariño hacia las personas y juguetes favoritos.
Demuestra un gran interés por lo que hacen los adultos.
Puede negarse a comer nuevos alimentos o a ser alimentado por su madre.
Todavía le asustan los lugares y personas extrañas.

SEGUNDO AÑO

Desarrollo motor

Tiene una gran soltura al subir y bajar. Buen equilibrio en todos sus movimientos.
Salta con los pies juntos.
Sabe recibir y devolver la pelota.
Se para en un solo pie con ayuda.

Desarrollo cognoscitivo

Tiene incipientes nociones de tiempo y espacio


Arma torres de seis o siete cubos y alinea mas de 20.
Reconoce la mayoría de las partes de su cuerpo.
Concibe los objetos como fuentes de acciones.

Desarrollo del lenguaje

Avanza y consolida la comprensión del lenguaje.


Se llama así mismo correctamente por su nombre.
Dice frases de tres o cuatro palabras.
Comienza a usar posesivos y pronombres.

Desarrollo socioafectivo

Come por si solo.


Establece fácilmente relaciones con personas extrañas a el.
Continua la contradicción entre ser independiente y dependiente.
Puede iniciar el control de los esfínteres rectales.

TERCER AÑO

Desarrollo motor

Es capaz de caminar armoniosamente y con elegancia.


Salta con los dos pies juntos.
Puede permanecer parado en un pie por un mayor tiempo.
Su motricidad gruesa ya posee casi todo el equilibrio y la coordinación necesarios
para que avance en el desarrollo total.

Desarrollo cognoscitivo

Ya es capaz de predecir que después del desayuno ira al colegio.


Construirá torres de mas de 10 cubos y armara trenes y torres cada vez mas
complejos.
Identifica todas las figuras geométricas.
Reconoce los colores primarios.

Desarrollo del lenguaje

Aumenta la utilización de verbos posesivos y plurales.


Realiza constantemente preguntas acerca del ¿por qué? De las cosas.
Busca darle explicación a todo lo que sucede.
Cantara, con entonación trozos de canciones.
Dirá su nombre y su apellido cuando se lo pregunten.

Desarrollo socioafectivo

Será capaz de comprender que todo juego en grupo tiene reglas.


Esta más independiente de su madre y del núcleo familiar.
Es capaz de vestirse y desvestirse solo.
Tiene preferencia por un muñeco en especial.
Referencias bibliográficas

Bruner, J. (2004). Realidad Mental y Mundos Posibles. España, Gedisa

Winnicott, D.W. (1975). El Proceso de Maduración en el Niño. Barcelona, Laia S.A.

También podría gustarte