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Introducción:

El Popol Vuh (por su traducción, “libro del consejo” o “libro de la comunidad) es una sucesión de
narraciones de la cultura quiché, un pueblo nativo de Guatemala perteneciente a la civilización
maya.

Estas narraciones tienen un sentido mítico, legendario e histórico que explican en su esencia la
creación del mundo, la civilización, la explicación de fenómenos naturales y demás variedad de
acontecimientos.

Como ya se dijo, es perteneciente a la cultura quiché, que es el nombre también tanto del lugar
como de su idioma. Formaron parte de la civilización maya y se establecieron los más poderosos
de la región. Fueron conquistados por los españoles en el año 1524, siglo XVI.

El Popol Vuh fue divido al momento de su interpretación y traducción en cuatro partes y cada una
en diferentes capítulos. En el siguiente análisis se explicarán los diferentes temas presentes en la
primera parte de este libro, donde destacan principalmente la creación y las hazañas de los dioses
Hunahpú e Ixbalanqué.

II. Análisis:

La primera parte de este libro consta de diferentes temas que abarcan lo que es la creación, la
formación de la especie humana, el heroísmo y la mitología.

El Popol Vuh nos cuenta en un principio cómo fue la creación de la tierra y los animales que
habitan en ella. Se narra que en un principio todo era silencio y misterio, así que los dioses, el
Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz y los Progenitores, sintieron la necesidad de ser alabados.
Se dispusieron a formar vida, creando árboles, la formación del Corazón del Cielo, la tierra firme y
los animales.

La formación del hombre pertenece también a lo que es la creación en sí, pero se explica en un
punto a parte debido a la extensión e importancia que tiene en el libro.

Después de que los animales fueron creados, los dioses exigieron a estos que los alabaran pero los
únicos sonidos que emitían eran chichillos y cacareos. Por ello se decidieron en formar al hombre,
un ser que los obedecería y respetaría.

Realizaron varios intentos, en un principio utilizaron barro para formar al hombre, pero este se
desmoronaba, se le resbalaban las articulaciones y de deshacía en el agua. Luego utilizaron
madera, fueron un gran avance ya que podían reproducirse, caminar y hablar, pero no podían
recordar a sus creadores, así que el Corazón del Cielo envió un diluvio y todos murieron
exceptuando a unos que se escondieron, sin embargo, terminaron por convertirse en monos. Otro
de los intentos fue con tzite1, pero por su falta de razonamiento y habla fueron eliminados por
piedras de moler y perros. Por último, lograron crear al hombre con maíz, se reproducía, hablaba,
caminaba y adoraba a sus creadores. Así pues, se pobló la Tierra de aquellos seres que accionaban
en honor a sus dioses.

Encontramos también lo que es el heroísmo en la primera parte del Popol Vuh. Estas acciones
heroicas las realizan los jóvenes Hunahpú e Ixbalanqué, hijos de del dios Hun-Hunahpú y la joven
Ixquic.

Estos fueron enviados para combatir en diferentes ocasiones a lo largo de la narración del Popol
Vuh, pero en su primera parte se puede encontrar las siguientes hazañas:

Fueron a acabar con el vanidoso y orgulloso dios Vucub Caquix, quien quería dotarse de poder y
grandiosidad. Con una cerbatana, le dispararon a sus dientes, dejándolos flojos y colgando. Luego
acudieron a unos ancianos que sacaban gusanos de los dientes para engañar al dios de que podían
reparar sus dientes. El resultado final fue que terminaron por arrancárselos todos y sustituirlos por
maíz blanco, le curaron los ojos y lo despojaron de todas sus riquezas.

Se encargaron también de los dos hijos de Vucub Caquix. El primero, Zipacná, asesinó a
cuatrocientos muchachos como venganza por haber intentado matarlo en un hoyo y no sentir
remordimiento alguno. Los dos jóvenes, Hunahpú e Ixbalanqué, sintieron remordimiento por lo
que había hecho Zipacná así que lo engañaron con un cangrejo de mentira colocándolo sobre la
cima de un barranco. Zipacná, por el hambre que tenía, fue en subida por el cangrejo, pero ya
cuando estaba a punto de llegar, se derrumbó el cerro sobre su pecho y nunca más se volvió a
saber de él.

Con respecto a Cabracán, al segundo hijo de Vucub Caquix, fue mandado a vencer por el Corazón
del Cielo. Aquel se la pasaba derribando montañas presumiendo su gloria, grandeza y poder. Fue
engañado por los dos jóvenes para ir a derribar un enorme montaña que se encontraba por donde
aparece el sol. En el trayecto a dicho lugar hicieron una pausa para comer; Hunahpú e Ixbalanqué
cocinaron unos pájaros que cazaron y le untaron al de Cabracán tierra blanca.

1. El tzité es una semilla parecida al frijol de color rojo de un árbol que en México es llamado
colorín.

Después de la comida continuaron con su camino, pero al llegar al lugar ya Cabracán no tenía
fuerza alguna debido a la tierra que tenía su comida, así que lo ataron de brazos, cuello y pies, lo
tiraron al suelo y allí mismo lo enterraron.

En definitiva estos dos jóvenes son héroes, autores de increíbles hazañas con lo más mínimo de
armas, ya que lo único de lo que disponen es de sus cerbatanas. Sin embargo, se puede decir que
están dotados de una absoluta inteligencia que los dota de ideas estratégicas para cumplir sus
misiones.

Por último encontramos la parte mitológica del relato. Hace referencia a una serie de mitos que
dan testimonio de aspectos de la realidad. Los principales seres mitológicos aquí son los dioses,
con ellos se da explicación de los sucesos ocurridos en la Tierra, el día, la noche, la lluvia, etc.
Se puede apreciar también que los hombres de madera que se escondieron del diluvio terminan
por convertirse en monos, lo que podría ser una explicación del parecido que tiene esta especie
con los seres humanos. También se encuentran los hombres que son hechos de maíz, que
justamente fue el alimento más cosechado por los habitantes de la cultura Quiché.

III. Conclusión:

El Popol Vuh es en definitiva uno de los más ricos legados que ha dejado la cultura Quiché. Deja en
evidencia el gran coeficiente intelectual, la habilidad literaria, la imaginación y la cultura que
poseían aquellos los indígenas latinoamericanos.

Este no es únicamente una recopilación de historias, sino el testimonio de toda una cultura
antigua, aquí se encuentran las bases de sus creencias, la realización de sus ritos, su forma de
vida… todo lo relacionado con los mayas y las culturas que surgieron después, como lo es la propia
Quiché.

El Popol Vuh es evidencia suficiente como para considerar a estos indígenas como los
intelectuales de la cultura Pre-hispánica.

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