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MATERIA:
EPÍSTOLAS
PAULINAS
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VISIÓN SIGLO XX
PROGRAMA DE ASIGNATURA
Nombre de la Asignatura: EPÍSTOLAS PAULINAS
Profesor:
Duración: 20 semanas
Día: Hora:
DESCRIPCIÓN DE LA MATERIA:
La materia Epístolas Paulinas trata del estudio de los escritos o cartas que el
apóstol Pablo envió a algunas de las primeras iglesias establecidas en Asia Menor,
la actual Turquía y en Grecia.
Las Epístolas del Apóstol Pablo fueron dirigidas a diferentes iglesias en relación a
situaciones especiales que surgían en ellas. Nos revelan no sólo los problemas que
la iglesia primitiva tuvo que enfrentar, sino también el significado profundo del
mensaje evangélico. Además, algunas enseñanzas doctrinales que únicamente a
Pablo le fueron reveladas.
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
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CONTENIDO
1) Introducción
2) Epístola a los Gálatas
3) Epístola a los Efesios
4) Epístola a los Filipenses
5) Epístola a los Colosenses
6) Primera Epístola a los Tesalonicenses
7) Segunda Epístola a los Tesalonicenses
8) Primera Epístola a Timoteo
9) Segunda Epístola a Timoteo
10) Epístola a Tito
11) Epístola a Filemón
METODOLOGÍA:
EVALUACIÓN:
RECURSOS DIDÁCTICOS:
LIBROS DE REFERENCIA:
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INTRODUCCIÓN
El 1er. 1er. 2°
Viaje El 2° Viaje Encarcelamiento 4° Viaje Encarcelamiento
Misionero Misionero en Roma Misionero en Roma
1ª Tesalonicenses Efesios
Filipenses 1ª Timoteo
Gálatas 2ª Tesalonicenses Colosenses 2ª Timoteo
Filemón Tito
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EPÍSTOLA A LOS GÁLATAS
Esta es una Epístola pequeña, pero su importancia es grande. Ofrece información
valiosa sobre la vida de Pablo entre su conversión y sus viajes misioneros (1:11–2:14).
Además de esto, es una de las grandes epístolas del apóstol a los gentiles, quizás
sobre todo porque en ella proclama la doctrina de la justificación por la fe.
BOSQUEJO:
Gálatas está dividida en tres secciones de dos capítulos cada una, con contenido
biográfico, doctrinal y práctico:
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3. En la aplicación práctica de su doctrina (caps. 5 y 6), exhorta a los gálatas para
que hagan un uso apropiado de su libertad cristiana y no abusen de ella. En
lugar de otorgarles licencia para pecar, el evangelio les provee los medios para
alcanzar la rectitud que demanda la Ley. Se ocupa de la consecuencia de la fe
para salvación. Concluye con un resumen de los principales puntos de la carta
(6:11–16), Pablo afirma que lleva en su cuerpo las marcas de Jesús (6:17) y
una bendición (6:18).
PROPÓSITO: Refutar a los judaizantes (los que enseñaban que los creyentes gentiles
debían obedecer la ley judía a fin de ser salvos) y hacer un llamado a los cristianos a
la fe y libertad en Cristo.
Pablo se vio motivado a escribir la carta porque los gálatas estaban en camino de
desertar del evangelio. En efecto, habían vuelto a prácticas paganas (4:9 -10).
FECHA: Más o menos 49 d.C., desde Antioquía, antes del concilio de Jerusalén.
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La epístola a los Gálatas trata directamente la pregunta teológica más básica que
enfrentaba la primera generación cristiana: ¿Cómo afecta el evangelio de Jesucristo
a la división entre judíos y gentiles? Los primeros cristianos eran judíos, y al
comienzo se presumía que el carácter especial de su nación, y por consiguiente las
ceremonias religiosas relacionadas con ella, continuarían. Cuando gran número de
gentiles comenzaron a recibir el evangelio, estas suposiciones se vieron cuestionadas,
y fue necesario un prolongado período de reflexión, ajustes y luchas para comprender
los propósitos de Dios para gentiles y judíos.
Ningún documento resulta más importante para comprender estas luchas que la carta
de Pablo a las iglesias de Galacia. Los cristianos de esa área se convirtieron en objeto
de un intenso celo misionero por parte de ciertos “judaizantes” que estaban
convencidos de que el evangelio no dejaba de lado las ceremonias judías, y que, por
lo tanto, los cristianos gentiles debían convertirse en judíos para poder recibir la
promesa de Dios dada a Abraham. (Originalmente, la palabra griega para “judaizar”
se utilizó para describir la adopción de las formas judías por parte de los gentiles que
se convertían al judaísmo.) Movidos por los argumentos de los judaizantes, estos
gálatas, que originalmente habían sido evangelizados por Pablo, comenzaron a
observar las ceremonias judías. El Apóstol comprendió que este cambio en las cosas
socavaba la misma esencia del evangelio de la gracia. La carta a los Gálatas revela
las más profundas convicciones de Pablo.
Capítulo 1
Pablo y Bernabé acababan de terminar su primer viaje misionero (Hch. 13.2–14.28)
durante el cual visitaron Iconio, Listra y Derbe, ciudades en la provincia romana de
Galacia (actualmente Turquía). Al poco tiempo de su retorno a Antioquía, Pablo fue
acusado por algunos cristianos judíos de diluir el cristianismo, haciéndolo más
favorable para los gentiles. Estos cristianos judíos no estaban de acuerdo con las
declaraciones de Pablo de que los gentiles no tenían que cumplir con muchas de las
leyes religiosas, que los judíos habían obedecido por siglos. Algunos de los
acusadores de Pablo inclusive lo habían seguido a algunas de las ciudades de Galacia
y dijeron a los gentiles convertidos que debían circuncidarse y cumplir con las leyes
judías y sus costumbres para ser salvos. De acuerdo a estos hombres, los gentiles
debían ser judíos a fin de llegar a ser cristianos.
En respuesta a este ataque, Pablo escribió esta carta a las iglesias en Galacia; en
ella, él explica que al cumplir con las leyes del Antiguo Testamento o las leyes judías
no obtendrían salvación. Una persona es salva por gracia mediante la fe. Pablo
escribió esta carta en 49 d.C., poco tiempo antes del concilio de Jerusalén, el que
también trató sobre la ley y la gracia (Hch. 15).
No hay otro evangelio (Gal. 1:6-10)
Algunos estaban predicando “un evangelio diferente”. Esta gente predicaba que para
que los gentiles fueran salvos debían cumplir con las leyes y costumbres judías,
especialmente el rito de la circuncisión. La fe en Cristo no era suficiente. Este mensaje
dañó la verdad de las buenas nuevas de que la salvación es un regalo, no una
recompensa por ciertas obras.
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Cristo Jesús permitió que estuviera disponible para todas las personas, no sólo para
los judíos. Pero cuando la gente establece requisitos adicionales para la salvación,
niegan el poder de la muerte de Cristo en la cruz. Sólo hay un camino dado por Dios
para el perdón de nuestros pecados: creer en Jesucristo como Señor y Salvador.
Ninguna otra persona, método o ritual puede dar vida eterna a una persona. Algunos
piensan que todas las religiones son igualmente válidas para ir a Dios. En una
sociedad libre la gente tiene derecho a tener sus propias opiniones religiosas, pero eso
no garantiza que sus ideas sean correctas. Dios no acepta una religión hecha por el
hombre como un sustituto de la fe en Jesucristo. Él ha provisto un solo camino:
Jesucristo (Jn. 14:6). Aquellos que confundían a los creyentes de Galacia eran
cristianos judíos radicales, que creían que las prácticas del Antiguo Testamento,
tales como la circuncisión y las restricciones en la comida, eran requeridas para todos
los creyentes en Cristo. Debido a que estos maestros querían cambiar a los cristianos
gentiles en judíos, fueron llamados judaizantes. Algún tiempo después de que la carta
a los Gálatas fue enviada, Pablo se encontró con los apóstoles en Jerusalén para
discutir este asunto. (Hch. 15).
Gal.1:7 Los cristianos de Galacia era principalmente griegos, no familiarizados
con leyes y costumbres judías. Los judaizantes formaban parte de una facción
extremista de cristianos judíos. Ambos grupos creían en Cristo, pero sus estilos de
vida eran considerablemente diferentes.
¿Por qué los judaizantes viajaron grandes distancias para enseñar sus errores a
los gentiles recién convertidos? Ellos pudieron haber sido motivados por las
siguientes razones:
Un deseo sincero de integrar el judaísmo con la nueva fe cristiana,
Un sincero amor por su herencia judía
Un deseo, nacido de los celos, de destruir la autoridad de Pablo.
Hayan sido sinceros o no, estos judaizantes, sus enseñanzas amenazaban estas
iglesias nuevas y tenían que ser neutralizadas. Cuando Pablo dijo que estos maestros
querían pervertir el evangelio, él no estaba rechazando todo lo que fuera judío. Él
mismo era un judío que adoró en el templo y asistió a las festividades religiosas. Pero
él estaba consciente de que nada se puede conseguir fuera de la verdad sencilla de
este mensaje: esta salvación, tanto para judíos como para gentiles, es sólo por la fe en
Jesucristo.
¿Cómo podemos descubrir que la verdad está siendo tergiversada?
Antes de aceptar las enseñanzas de cualquier grupo, descubra lo que este enseña
acerca de Cristo. Si sus enseñanzas no están acordes con la verdad de la Palabra de
Dios, ellos están pervirtiendo el evangelio.
Gal.1:8-9 Pablo denunció enfáticamente la perversión del evangelio de Cristo por
parte de los judaizantes. Él dijo que si aun un ángel del cielo viene y predica otro
mensaje, debe ser “anatema”. Si un ángel vino a predicar otro mensaje, no debió
haber sido del cielo, sin importar su apariencia.
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En 2ª Cor. 11:14-15, Pablo advierte que Satanás y sus ángeles pueden tomar la forma
de ángeles de luz. Él invoca una maldición sobre el ángel que difunda un evangelio
falso: una reacción adecuada con un emisario del infierno. Pablo extiende esa
maldición a sí mismo en caso de que él haga lo mismo. Su mensaje no debe ser
cambiado nunca, porque la verdad del evangelio nunca cambia. Pablo usó palabras
duras porque está ocupándose de un asunto de vida o muerte.
Gal.1:10 Pablo tuvo que hablar con dureza a los cristianos en Galacia porque
estaban en serio peligro. No se disculpa por sus palabras directas, sabía que no
estaría sirviendo fielmente a Cristo si permitía que los cristianos de Galacia siguieran
en la senda equivocada. ¿A quién trata usted de agradar, a las personas o a Dios?
Pida el valor necesario para dar el primer lugar a la aprobación de Dios.
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La palabra judaísmo no se refiere sólo a la nacionalidad sino también a la religión.
Para ser judío completo, una persona debe ser descendiente de Abraham. Además,
un judío fiel se adhiere a las leyes judías. Los gentiles son aquellos que no son judíos,
ya sea por su nacionalidad o religión.
En los días de Pablo, los judíos pensaban que todos los gentiles eran paganos. Los
judíos evitaban a los gentiles porque creían que un contacto con ellos acarrearía
corrupción espiritual. Aunque los gentiles por nacionalidad pudieran llegar a ser judíos
por la religión, aceptando la circuncisión y las leyes y costumbres judías, nunca serían
aceptadas del todo.
Muchos judíos tenían dificultad en aceptar que el mensaje de Dios era para judíos y
gentiles por igual. Algunos judíos pensaban que los gentiles tenían que ser judíos
antes de que llegaran a ser cristianos. Pero Dios planeó salvar a ambos: judíos y
gentiles. Él había revelado su plan a través de los profetas del Antiguo Testamento
(Gn. 12:3; Is. 42:6; 66:19), y que tuvo su cumplimiento por medio de Jesucristo, y que
estaba siendo proclamado a los gentiles por intermedio de Pablo.
Gal.1:15-24 Pablo se refiere a su conversión para mostrar que su mensaje vino
directamente de Dios. Dios lo comisionó para predicar las buenas nuevas a los
gentiles.
Después de su llamado, Pablo no consultó con nadie, sino que estuvo en Arabia,
luego volvió a Damasco y después de tres años fue a Jerusalén. Esta fue la primera
visita de Pablo a Jerusalén ya como cristiano. Habló con Pedro y Santiago (el
hermano del Señor), desde entonces no tuvo contacto con cristianos judíos por varios
años. En ese lapso, predicó a los gentiles el mensaje que Dios le había encomendado.
Sus buenas nuevas no venían de un hombre, vinieron de Dios.
Lo que se quiere demostrar en este pasaje es bien claro. Pablo quiere dejar
establecido que en los primeros años de su ministerio, durante los cuales se fue
formando el carácter distintivo de su predicación, no estuvo bajo la influencia de los
otros apóstoles por un tiempo prolongado.
Nos dice que de inmediato, luego de su conversión, en lugar de consultar con ningún
hombre (lit. “carne y sangre”) Estuvo en Arabia, la región que era dominada por los
nabateos, y que quizá incluyera a la ciudad de Damasco en esa época. De cualquier
forma, lo que Pablo quiere destacar es que no pasó por un período de instrucción bajo
los apóstoles de Jerusalén. Cuando finalmente volvió a Jerusalén, su contacto con
Pedro fue muy limitado, y la única otra figura importante con quien se encontró fue
Jacobo, el hermano del Señor. Lo restringida que fue su exposición a la iglesia
primitiva de Judea queda confirmada por el hecho de que casi ninguno lo conocía
personalmente, aunque tenían cabal conocimiento de su conversión, que era un
motivo para glorificar a Dios.
Es importante destacar la gravedad del argumento de Pablo. En el v. 20 llega hasta
emitir un juramento (he aquí delante de Dios) para probar que su testimonio es
verdadero. Esta es una clara indicación de que Pablo estaba respondiendo a algunas
acusaciones muy específicas. También es importante destacar que con el V. 24 Pablo
ha completado su argumentación.
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Capítulo 2
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Los falsos hermanos eran judaizantes que insistían en la circuncisión de los gentiles
como un requisito de la salvación. No sabemos si eran representativos de los
convertidos bien intencionados o si trataban de pervertir el cristianismo. La mayoría de
los comentaristas están de acuerdo en que ni Pedro ni Santiago formaban parte de
esta conspiración.
2:7-9 Los líderes de la iglesia, llamadas aquí como “columnas”, eran Jacobo, Cefas y
Juan se dieron cuenta de que Dios estaba usando a Pablo para alcanzar a los
gentiles, así como Pedro era usado para alcanzar a los judíos. Después de oír el
mensaje de Pablo y Bernabé ellos le dieron su aprobación para continuar trabajando
entre los gentiles.
2:10 Aquí los apóstoles se referían a los pobres en Jerusalén. Mientras muchos
gentiles convertidos disfrutaban de holgura económica, la iglesia en Jerusalén sufría
los efectos de una hambruna severa en Palestina (Hch. 11:28–30). Fue por eso que en
este viaje Pablo recaudó fondos para los cristianos judíos. La necesidad de que los
creyentes cuiden de los pobres es un tema permanente en la Biblia, pero con
frecuencia no hacemos nada por tomarlo en cuenta. Tal vez no vemos demasiada
pobreza para recordar las necesidades de los pobres.
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2:15-16 Si las leyes judías no pueden salvarnos ¿por qué debemos seguir
obedeciendo los Diez Mandamientos y las otras leyes del Antiguo Testamento? Pablo
no decía que las leyes eran malas, en otra carta que escribió manifestó: “La ley a la
verdad es santa y el mandamiento santo, justo y bueno” (Ro. 7:12). En cambio, decía
que por medio de la ley nunca seremos aceptables delante de Dios.
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EL EVANGELIO DE PABLO (3:1-4:31)
Capítulo 3
El Espíritu de recibe por la fe (3:1-5)
Pablo comienza la defensa de su evangelio recordándoles a los gálatas que su vida
cristiana, que comenzó por la fe en el Cristo crucificado y fue certificada por el don del
Espíritu Santo, era completamente ajena a la Ley. Serían insensatos si abandonaran
los caminos de Dios para buscar la perfección por sus propios esfuerzos.
Es de especial interés observar los contrastes que presenta Pablo en este pasaje. En
los vv. 2 y 5, hace una distinción entre las obras de la ley y el oír con fe. Esta última
expresión puede ser traducida de distintas formas, como “el oír que viene por fe”, “el
oír que viene acompañado de fe”, o, la que es preferible, “el mensaje que produce fe”.
Aunque estas traducciones tienen énfasis algo diferentes, todas ellas comunican la
idea central: hay un marcado contraste entre una vida de observancia de las normas
judías y el acto de creer el mensaje del evangelio. Pablo expresa el mismo contraste
básico en forma diferente en el v. 3: Habiendo comenzado en el Espíritu, contra ¿ …
terminaréis en la carne?
3:6 La cita de Gn.15:6 se convierte en factor clave para Pablo, y utilizará nuevamente
ese pasaje en Ro. 4 donde amplía la significación de Abraham. Lo que quiere decir es
simple: si Dios consideró justo a Abraham porque éste creyó, entonces seguramente
los verdaderos hijos de Abraham son aquellos que creen como él creyó (Ro. 4:11, 12).
Además, Pablo toma otra cita de Génesis que hace hincapié en la importancia de la
vida de Abraham para los gentiles: “En ti serán benditas todas las naciones” (Gn.
12:3).
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3:10–14 Pablo presenta las alternativas de la fe (v. 11) y la ley (v. 12) como medios de
justificación. Sin embargo, en lugar de justificar, la Ley condena (v. 10), porque exige
cosas que nadie puede cumplir. Por medio de su muerte en la cruz, Cristo hizo por
nosotros lo que no podíamos hacer nosotros mismos.
¿QUÉ ES LA LEY?
Parte de la Ley judía incluía las leyes que se hallan en el Antiguo Testamento. Cuando
Pablo dice que los que no son judíos (gentiles) no están atados a dichas leyes, no dice
que las leyes del Antiguo Testamento no tienen valor hoy. Lo que afirma es que ciertas
leyes podrían no ser aplicadas a nosotros. En el Antiguo Testamento existían tres
categorías de leyes.
Ley ceremonial
Esta clase de ley se relaciona específicamente con la adoración judía. Su propósito
primario fue señalar al futuro, a Jesucristo. Por lo tanto, estas leyes ya no eran
necesarias después de la muerte de Jesús y de su resurrección. Si bien es cierto que
ya no estamos atados por las leyes ceremoniales, los principios que las respaldan
como adorar y amar a un Dios santo, todavía son aplicables. Los cristianos judíos
acusaban con frecuencia a los cristianos gentiles de violar la ley ceremonial.
Ley civil
Este tipo de ley daba orientaciones relacionadas con el diario vivir de Israel. Ya que la
sociedad y la cultura moderna son radicalmente diferentes, algunas de estas
directrices no pueden ser cumplidas específicamente. Pero los principios que se hallan
tras de estos mandatos debieran guiar nuestra conducta. Pablo, en ciertas ocasiones,
les pidió a los cristianos de origen gentil que obedecieran algunas de estas leyes, no
por obligación, sino para promover la unidad.
Ley moral
Este género de leyes vienen a ser el mandato directo de Dios: por ejemplo, los Diez
Mandamientos. Requieren obediencia estricta. Revelan la naturaleza y la voluntad de
Dios y todavía están en vigencia hoy. Debemos obedecer esta ley moral no para
obtener salvación, sino para vivir de tal manera que agrademos a Dios.
Dado que el texto hebreo puede traducirse más naturalmente como “el justo vivirá por
su fidelidad”, algunos han argumentado que Pablo está citando mal el AT, con lo que
parece estar instando a la obediencia a la ley de Dios. Sin embargo, Hab. 2:4 es en sí
misma una clara alusión a Gn. 15:6 (ambos pasajes usan las raíces hebreas básicas
para las palabras justicia y fe/fidelidad).
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Quizá el profeta haya tenido en mente la totalidad de la vida “llena de fe” de Abraham,
incluyendo la disposición del patriarca para sacrificar a Isaac, pero seguramente esa
vida debe ser considerada como un resultado del acto inicial de fe. Aunque en el cap.
3 Pablo no desarrolla las implicaciones éticas de la fe, se deduce claramente de 5:13–
6:10 (y de Rom. 6–8) que él consideraba la vida de obediencia (fidelidad) como
inseparable de la fe que justifica. El Apóstol no utiliza Hab. 2:4 para propósitos que
contradicen al original. Hasta podría argumentarse que su teología de la fe y la justicia
tienen su origen en la dependencia de Hab. del modelo de Abraham.
También es problemática la forma en que Pablo parece poner a Hab. 2:4 en oposición
con Lev. 18:5, “el que hace estas cosas vivirá por ellas”, con la explicación de que “la
ley no se basa en la fe” (lit., “la ley no es de la fe”). Sin lugar a dudas, el Apóstol
reconoce un contraste fundamental entre la administración mosaica y el ministerio del
evangelio.
Pero, ¿significa esto que considera que la ley en sí misma se opone al principio
de la fe?
Claro que no, como lo deja en claro el contexto del cap. 3, especialmente el v. 21. El
enfoque de este pasaje es el papel que desempeña la ley en la obtención de la
herencia, la justicia y la vida abrahámica (v. 18). La ley sería contradictoria, en efecto,
del principio de la fe si su propósito fuera el de justificar. En otras palabras, fueron los
mismos judaizantes (muy posiblemente apelando a Lev. 18:5 para basar su oposición)
quienes pusieron en bandos opuestos a la ley y a la promesa, diciéndoles a los
gentiles que para recibir la promesa de Abraham debían someterse a la observación
de la ley.
De cualquier forma, Pablo utiliza el contraste entre estos dos textos (Hab. 2:4 y Lev.
18:5) como prueba de que la ley no puede ofrecer justicia.
3:15–18 Al defender su evangelio Pablo describe el carácter del pacto con Abraham,
demostrando que la promesa se cumple en Cristo, no en la Ley. Nadie invalida un
pacto humano (v. 15); cuánto más cierto será esto en el caso de un pacto divino (v.
17). La base del pacto con Abraham era la fe, y la Ley, que vino cuatrocientos treinta
años después, no podía desechar este acuerdo anterior.
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Tercero, la Ley no es contraria a la promesa; en lugar de ello, son
complementarias. La Ley demandaba justicia, pero era incapaz de proveerla.
Su función fue preparar el camino del evangelio al hacer a la gente consciente
de sus pecados y de su necesidad de un Salvador.
Cuarto, la Ley nos dirige a Cristo. Por la fe en Cristo nos condujo a la libertad de
hijos crecidos que han recibido la herencia que les corresponde.
Luego de expresarse más bien negativamente en cuanto a la ley, Pablo pudo haber
sentido la necesidad de extenderse explicando la forma en que la ley se aplica en los
propósitos de Dios. ¿Cuál es, en realidad, la relación entre ella y la promesa dada a
Abraham? Su respuesta subraya el hecho de que la ley es tanto posterior al
pronunciamiento de la promesa (15–18) como anterior al cumplimiento de la promesa
(19–25).
3:24–4:7 Pablo muestra la nueva situación de aquellos que están en Cristo,
comparando lo que somos después de venida la fe (v. 25) con lo que éramos antes
que viniese la fe (v. 23). Bajo la Ley estábamos en un estado de sujeción e
inmadurez, pero bajo el evangelio nuestra condición es de hijos (v. 26) y herederos
(v. 29). La palabra hijos (gr. iohuh) en el v. 26 es una palabra clave que había sido
introducida en el mismo comienzo de esta importante sección.
Esta es una clave importante para comprender la lógica del argumento de Pablo.
Podemos pensar en los vv. 26–29 como una recapitulación de ese argumento. Pero
aquí Pablo no se conforma con hablar de la condición de hijos de Abraham. En
cambio, toma la idea y la lleva un paso más adelante: todos sois hijos de Dios
1. la promesa (14),
2. la herencia (18)
3. la fe en Jesucristo (22).
Además, otros dos temas importantes son planteados aquí por primera vez.
El pacto original con Abraham fue proyectado para todo el mundo, no sólo para sus
descendientes (Gn. 12.3). Todos los creyentes forman parte de este pacto y son
bendecidos como hijos de Abraham.
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Capítulo 4
Una lectura superficial de 4:1–7 podría sugerir que el Apóstol está comenzando una
nueva sección. En realidad, esta es parte de la conclusión de su argumento
doctrinal. Consiste en una ilustración que aclara lo que fue dicho anteriormente sobre
la función de supervisión que cumplía la ley. Lo que es más importante, el pasaje sirve
para llevar al clímax la doctrina sobre la condición de hijos.
Pablo entonces apoya sus palabras destacando que en lugar de decir que los gálatas
han conocido a Dios, es mejor decir que han sido conocidos por Dios, ya que él fue
el que inició y estableció la relación. Este breve párrafo termina con una declaración
llena de tristeza (11), que hace recordar a 2:2 y 3:4, y que lleva naturalmente a la
sección que sigue, de un carácter más personal.
Los vv. 12–20 no son fáciles de entender. El pasaje se oscurece con alusiones a
acontecimientos con los cuales los gálatas estaban familiarizados pero de los que no
se sabe nada. Además, el lenguaje de Pablo es emotivo y abreviado. El v. 16 parece
sugerir que hubo cierta comunicación entre Pablo y los gálatas después de que se
hiciera sentir la amenaza judaizante. Además, las palabras no me habéis hecho
ningún agravio (12) son naturalmente entendidas como una respuesta a algo que
puede haber sido dicho por los gálatas. Por otra parte, la explícita referencia de los vv.
13–15 implica que Pablo también tiene en mente los inicios de la evangelización de los
gálatas.
Aunque es difícil ordenar los detalles de este pasaje, el punto básico es bastante claro.
La actitud de los gálatas hacia Pablo había cambiado notoriamente. Si sólo recordaran
sus primeros contactos con él, tanto su enfermedad como la actitud amorosa de ellos
hacia el Apóstol, seguramente reconsiderarían su actual conducta.
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4:19-20 Pablo concluye esta sección con otra punzante declaración. Su dolor
emocional en el trato con los gálatas sólo puede compararse con los dolores de
parto. Entonces, con una mezcla deliberada de metáforas, el Apóstol identifica la
necesidad más básica de ellos, es decir, que Cristo sea formado en ellos. En otras
palabras, deben ser transformados a la imagen de Cristo (Ro. 8:29). El corazón de
pastor de Pablo se revela en estas palabras y en su intenso deseo de visitarlos para
poder hablarles cara a cara.
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Se ha discutido mucho sobre el significado del v. 24: “lo cual es una alegoría”. Pablo
utiliza la palabra griega ,aeeluuruoella por lo cual una traducción más literal sería:
“Estas cosas fueron escritas alegóricamente”, o “estas cosas pueden ser interpretadas
alegóricamente”. Es seguro que Pablo no está haciendo uso del método alegórico
hecho famoso por Filón de Alejandría, que restaba mucha importancia (o incluso
negaba) al carácter histórico de la narrativa del AT, y que servía como vehículo para
formular complejos sistemas filosóficos.
En vista del significado algo específico que el término “alegoría” tiene hoy en las
mentes de muchas personas (la palabra griega podía ser utilizada en varias formas,
más generales), probablemente utilizarlo para describir lo que Pablo está haciendo en
este pasaje llevaría a conclusiones erróneas.
Por otra parte, no hay duda de que aquí el Apóstol ve algo que no es parte de lo que
generalmente llamamos “el significado histórico” de un pasaje. El autor de la narrativa
de Génesis., hasta donde sea posible saber, no estaba buscando distinguir entre dos
pactos, ni intentaba describir la relación entre judaizantes y gentiles.
Es de notar que la cima de todos los significados era el sentido alegórico. Por tanto,
sucedía a menudo que los rabinos tomaban una porción sencilla de una narración
histórica del Antiguo Testamento, y le extraían sentidos ocultos que muchas veces nos
parecen fantásticos, pero que eran de lo más convincentes para las personas de su
tiempo. Pablo era un rabino instruido; y eso es lo que está haciendo aquí. Toma la
historia de Abraham, Sara, Agar, Ismael e Isaac (Génesis, capítulos 16, 17, 21), que
es una narración seguida en el Antiguo Testamento, y la alegoriza para ilustrar su
punto de vista.
¿Qué podría ser más apropiado que tomar ese principio y aplicarlo a la
controversia en Galacia?
Para Pablo no podía ser una coincidencia que el relato del Génesis tuviera puntos tan
importantes de coincidencia con el tema de los judaizantes.
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Estas correspondencias se presentan en forma de contrastes:
De varias ideas interesantes que implican estos contrastes, al menos dos requieren
especial atención.
¿Cómo reconcilia Pablo todas sus declaraciones negativas sobre la ley con los
muchos mandatos que se encuentran en la carta?
¿Existe una incongruencia básica en la teología de Pablo cuando parece alentar
a los gálatas a cumplir la ley (5:14), o cuando dice que deberíamos hacer cosas
contra las cuales no hay ley (5:23)?
Capítulo 5
Pablo comienza su presentación de las cuestiones prácticas del evangelio exhortando
a los gálatas a usar su libertad cristiana apropiadamente. Deben mantenerse firmes
en ella (5:1–12) y guardarse de la violencia (5:13–15).
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Desde una perspectiva es indiferente si uno está circuncidado o no. Que un gentil se
sometiera a la circuncisión como señal de sumisión a la ley sería malo y fatal en sí
mismo.
5:2-4 Los gálatas deben hacer una selección crucial entre la Ley y la gracia. Aquellos
que opten por la justificación según la Ley, de la gracia han caído, porque es
imposible escoger ambas cosas a la vez. En otras palabras, el poder efectivo de la
gracia de Dios, se hace inoperante en la vida de cualquiera que confíe en sus propios
esfuerzos para recibir la salvación.
Procurar ser salvos por guardar la ley y ser salvos por gracia son dos formas
diferentes de acceso. “De nada os aprovechará Cristo” significa que la provisión de
Cristo para nuestra salvación no servirá de nada si procuramos salvarnos a nosotros
mismos. Obedecer la ley no le hace las cosas más fáciles a Dios para salvarnos. Todo
lo que podemos hacer es aceptar su regalo de gracia por medio de la fe. Ninguna
cantidad de trabajo, disciplina o conducta moral puede salvarnos.
La circuncisión era un símbolo que indicaba el origen adecuado y que se hacía
todo lo que la religión requiere. Si una persona contaba con encontrar el favor de
Dios por medio de la circuncisión, debería también obedecer el resto de todas las
leyes de Dios. Si tratamos de salvarnos a nosotros mismos guardando todas las leyes
de Dios sólo nos separaremos más de Él.
Por último, esta fe está trabajando activamente por medio del ministerio del amor.
Somos salvos por la fe, no por las obras. Por lo tanto, el amor por otros y por Dios es
la respuesta de aquellos que han sido perdonados. Ya que la fe se expresa a través
del amor, usted puede examinar su amor por otros que actúa como reflejo de su fe.
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No debemos pensar que la oposición entre fe y obras que plantea Pablo signifique que
la fe sea pasiva. Por el contrario, la fe hace posible el verdadero trabajo. Este principio
prepara el camino para los mandatos contenidos en los vv. 13–26.
Pero antes de pasar a ellos, Pablo debe lanzar otra apelación personal. En gran parte,
los vv. 7–12 son un ataque a la oposición. Los judaizantes están haciendo tropezar a
los gálatas. Sus enseñanzas, que funcionan como levadura, son incompatibles con el
llamado divino. Pablo confía en que serán juzgados y hasta pronuncia el deseo de que
sean mutilados.
5:13 Pablo hizo una distinción entre la libertad para pecar y libertad para servir. La
libertad para pecar no es libertad, porque nos esclaviza a Satanás, a otros o a
nuestra propia naturaleza pecaminosa. Los cristianos, por el contrario, no debieran ser
esclavos del pecado porque tienen la libertad para hacer lo correcto y glorificar a Dios
por medio del servicio amoroso a otros.
Aquel que llamó a los gálatas en la gracia los llamó a ejercer los derechos y disfrutar
de las bendiciones de la libertad. Pablo sabe, no obstante, que la libertad puede
convertirse en libertinaje, por lo cual debe dejar perfectamente en claro cuáles son las
altas obligaciones de aquellos que han sido liberados. En este pasaje el Apóstol
describe con cierto detalle tanto el abuso de la libertad como su uso correcto.
5:14 -15 Cuando no estamos motivados por el amor, nos convertimos en críticos de
otros. Dejamos de buscar lo bueno en los otros y vemos sólo faltas. Cuando note que
se ha convertido en crítico de alguien, haga una lista de las cualidades positivas de
esa persona. Y no diga nada a sus espaldas, si no estuviera dispuesto a decírselo en
amor frente a frente.
El evangelio cambia la opresiva sumisión al legalismo por la más alta sumisión al
amor.
23
LAS OBRAS DE LA CARNE Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU (5:16-25)
La libertad puede degenerar en libertinaje, pero el Espíritu Santo nos capacita para
vencer los deseos de la carne, cuando nos sometemos permanentemente a su poder
y dominio.
5:17 El Espíritu y la carne están diametralmente opuestos el uno al otro, como se
evidencia por sus “obras” y “frutos” (V.19–22). El resultado es un fiero e incesante
conflicto dentro de los cristianos, en el que no pueden vencer confiados a sus propias
fuerzas (Ro 7:15–23). Pablo describe las dos fuerzas conflictivas en nosotros: el
Espíritu Santo y la naturaleza pecaminosa (nuestros malos deseos o inclinaciones al
mal). Pablo no dice que estas fuerzas sean iguales. El Espíritu Santo es mucho más
fuerte, pero si nosotros dependemos de nuestra propia sabiduría tomaremos
decisiones equivocadas. Si tratamos de seguir al Espíritu Santo en nuestro propio
esfuerzo humano, fallaremos. Nuestra única vía a la libertad de nuestros deseos
naturales hacia el mal es por medio del poder del Espíritu Santo.
5:18 La persona que es guiada por el Espíritu hará lo que está bien libremente, y no
por la compulsión de la ley. Por lo tanto, no está sometida a las ataduras y
condenación de la Ley.
La mayoría de los pecados que Pablo incluye pertenecen a la tercera categoría, lo cual
sugiere que los gálatas eran especialmente susceptibles a caer en pecados que
involucraban las relaciones interpersonales. Esto es confirmado por el hincapié que el
Apóstol hace sobre ese problema.
Todos tenemos deseos naturales hacia el mal y no los podemos ignorar. A fin de seguir
la guía del Espíritu Santo debemos enfrentarlos con decisión (crucificarlos, 5:24). Estos
deseos incluyen pecados obvios tales como inmoralidad sexual y hechicería. También
incluyen pecados menos obvios como la ambición, el odio y los celos.
El ignorar nuestros pecados o rehusar enfrentarlos revela que no hemos recibido el don
del Espíritu que guía y transforma nuestra vida.
24
El fruto del Espíritu (5:22-25)
Estas virtudes son caracterizadas como “fruto”, en contraste con las “obras”. Sólo el
Espíritu Santo puede producirlas, y no los propios esfuerzos. Otro contraste es que,
aun cuando las obras de la carne aparecen en plural, el fruto del Espíritu es uno solo e
indivisible.
Es importante observar que el fruto del Espíritu aquí detallado consiste principalmente
de actitudes y acciones que fortalecen las relaciones interpersonales, precisamente la
gran debilidad de los gálatas. Las cualidades de gozo y paz probablemente no se
refieran a emociones subjetivas, sino a la forma en que nos relacionamos con los
demás. Aun la palabra fe podría ser entendida como “fidelidad”, una vez más, en las
relaciones interpersonales. También se subraya la bondad y la paciencia.
Como cristianos, muchas veces desearíamos que hubiera fórmulas instantáneas que
solucionaran nuestros problemas espirituales. El material bíblico se resiste a tal
actitud. Pero si existe algún pasaje que suene similar a una fórmula para la
santificación, es Gál. 5:16: Digo, pues: Andad en el Espíritu y así jamás satisfaréis
los malos deseos de la carne. Como Pablo explica en el siguiente versículo, el
Espíritu y la carne (la naturaleza pecaminosa) se excluyen mutuamente. Por lo tanto,
si estamos ocupados agradando al primero, no agradaremos a la última.
5:25 La palabra griega utilizada aquí para andar (andemos) significa literalmente
“andar junto a”. No es lo mismo que el “andar” que aparece en el v. 16, cuya forma
griega se usa regularmente para designar la acción física de caminar. Andar en el
Espíritu es andar siguiendo la ruta que Él ha abierto.
5:26 Todos necesitamos cierta medida de aprobación de otros, pero aquellos que se
apartan de la senda de Dios, en busca de honores o para ganar popularidad, muestran
que no son guiados por el Espíritu Santo. Aquellos que esperan la aprobación de Dios
no necesitarán envidiar a otros. Por ser hijos e hijas de Dios, tenemos su Espíritu Santo
como la garantía amorosa de su aprobación.
25
Capítulo 6
Por ello, en los vv. 4 y 5 recuerdan que es adecuado y necesario que el examen sea
solamente de uno mismo, para evaluarse; es decir, que uno debe mirar a las
debilidades de los demás sólo por compasión, no para comparación. En ese sentido,
cada uno debe llevar su propia carga.
6:4 Cuando uno hace lo mejor, se siente satisfecho de los resultados y no necesita
compararse con otros. Las personas hacen comparaciones por muchas razones.
Algunos destacan las debilidades de otros a fin de sentirse mejor consigo mismo.
Otros sencillamente quieren asegurarse que actúan bien. Cuando esté tentado a
compararse, mire a Jesucristo. Su ejemplo lo inspirará a que haga las cosas mucho
mejor, y su aceptación cariñosa le será de consuelo cuando no logre sus objetivos.
Con el v. 6 el Apóstol cambia de tema (aunque sí quizá tenga alguna relación con el
llevar las cargas mutuamente): el de la responsabilidad de cubrir las necesidades de
los obreros cristianos. Aunque es posible que Pablo tenga en mente algo más que el
dinero (toda cosa buena), el verbo comparta (gr. ouhlullu) se utiliza en otro lugar por
Pablo para hablar de las contribuciones materiales (Ro. 12:13; 15:27; Fil. 4:15; el
sustantivo se usa en forma similar en Ro. 15:26; 2 Cor. 8:4; 9:13). Ser mezquinos al
dar, ya sea en lo económico o en otra área, es como burlarse de Dios.
6:7 Pero en realidad, Dios no puede ser burlado, y si dedicamos nuestros recursos
para sembrar para la carne, es decir, satisfacer a nuestra naturaleza pecaminosa en
lugar de satisfacer al Espíritu Santo, recibiremos lo que merecemos. Es una ley de la
vida, tanto espiritual como física, que uno cosecha lo que siembra.
26
6:9-10 El Apóstol concluye esta sección de la carta con un resumen de cómo espera
que actúen los gálatas. En cada oportunidad debemos realizar el es fuerzo de hacer lo
que es bueno, y estar especialmente alertas para satisfacer las necesidades de la
comunidad cristiana. Aunque puede haber muchas cosas que nos desanimen en el
camino, debemos cobrar ánimo frente a la seguridad de que Dios defenderá a su
pueblo. En el momento apropiado, seguramente cosecharemos la plenitud de la
benignidad de Dios.
EPILOGO (6:11-18)
6:11 Hasta este momento, Pablo dictó la carta a un escribano. Ahora toma la pluma
para escribir sus saludos personales y finales. Él hizo lo mismo en otras cartas
también, para dar énfasis a sus palabras y asegurar que la letra era genuina. Pablo
usa grandes letras para enfatizar la importancia de lo que va a decir.
Era costumbre de Pablo agregar una nota de su puño y letra, posiblemente esto
fuera hecho como una garantía contra las falsificaciones.
Es inútil especular sobre si este comentario nos dice algo sobre el estado de su vista o
sobre su posición social.
6:12–15 Aquí Pablo hace explícito lo que hasta ahora ha estado bajo la superficie. En
resumen, el Apóstol va directa mente al grano, desenmascarando las intenciones de
los judaizantes. La verdadera razón por la cual tanto insisten en circuncidar a los
gálatas es que, temiendo ser perseguidos, quieren tener el visto bueno en la carne, es
decir, exteriormente. Por medio de un fuerte juego de palabras Pablo llama la atención
al hecho de que el rito de la circuncisión se realiza en la carne (física), y esa es una
clara indicación de que los judaizantes viven en el ámbito de la carne.
6:16 Lo que Pablo agrega: y sobre el Israel de Dios. Según algunos, Pablo llama la
atención no sólo hacia la iglesia, sino a la nación étnica de Israel como receptoras de
la bendición formulada. Pero si esa nación, compuesta tanto por creyentes como por
no creyentes, puede verdaderamente disfrutar de paz y misericordia, Pablo
aparentemente estaría contradiciendo la esencia de su mensaje: los verdaderos
descendientes de Abraham son aquellos que creen en Cristo y han sido liberados de
la ley.
6:17 Las marcas de Pablo eran las heridas que le habían infligido sus perseguidores
(Hch 14.19; 2 Co 11.23–25).
6:18 El saludo y bendición final es una variante del habitual saludo con que Pablo
cierra sus cartas. No obstante, hay una notable diferencia: el agregado de la palabra
hermanos en una posición que le otorga mayor énfasis, al final. Esto es totalmente
inesperado y revela el corazón intensamente pastoral de Pablo. En efecto, esta sola
palabra suaviza la severidad de la carta entera al destacar la confianza de Pablo en
que los gálatas son verdaderamente pueblo de Dios y que, por lo tanto, responderán a
la verdad como deben hacerlo (5:10).
27
EPÍSTOLA A LOS EFESIOS
A diferencia de las demás cartas paulinas, esta carta no contiene exhortaciones de
carácter personal ni soluciones para problemas concretos. La epístola a los Efesios es
conmovedora por la forma en que capta teológicamente el alcance de los propósitos de
Dios en Cristo para la iglesia.
Pablo combina con tonos especiales las más fundamentales doctrinas cristianas:
28
AUTOR: El apóstol Pablo escribió Efesios, pensando en muchos lectores y no sólo en
la iglesia de Efeso, quizás como una epístola circular para las iglesias de las
provincias de Asia. Efesios es probablemente la misma carta a que se hace referencia
en Col. 4:16 como presentada en Laodicea mientras circulaba entre las iglesias.
BOSQUEJO:
Primera parte: La posición del cristiano (1 – 3)
Segunda parte: La práctica del cristiano (4 – 6)
29
CAPÍTULO 1
En el griego, los versículos del 3 al 14 es una sola oración. Es tan larga y complicada
porque representa, no tanto una exposición razonada, como un poema lírico de
alabanza. La mente de Pablo sigue adelante y adelante, no porque esté pensando en
períodos lógicos, sino porque pasan delante de sus ojos muchas maravillas. Para
entender este pasaje tenemos que descomponerlo y estudiarlo por secciones breves.
Pablo empieza esta carta con las dos únicas credenciales que poseía:
1. Que es apóstol de Cristo. Cuando Pablo decía eso, tenía en mente tres cosas:
Quería decir que pertenecía a Cristo.
Quería decir que Jesucristo le había enviado.
Quería decir que todo el poder que tuviera la tenía por delegación.
2. Que es apóstol por la voluntad de Dios.
En este pasaje Pablo está pensando en los cristianos como pueblo escogido de Dios, y
presenta tres ideas importantes:
Pablo dice: «nos escogió en Él», para enfatizar que la salvación depende por completo
de Dios. No somos salvos porque lo merezcamos, sino por la gracia de Dios que se nos
da gratuitamente. No influimos en la decisión de Dios para que nos salve, lo hizo de
acuerdo a su plan.
30
EL PLAN DE DIOS (Ef. 1:5-6)
En este pasaje Pablo nos habla del plan de Dios. Una de las alegorías que usa más de
una vez acerca de lo que Dios hace por los hombres es la de la adopción (Ro. 8:23;
Gál. 4:5). Dios nos ha adoptado en Su familia como hijos. En el Nuevo Testamento solo
Pablo usa esta palabra. La doctrina neotestamentaria de la adopción se presenta
especialmente en Ro 8:15; Gal 4:5 y Ef 1:5.
Aunque delante de Dios esto es un hecho seguro que tuvo lugar desde antes de la
fundación del mundo, y fueron perdonados los pecados en la cruz, el plan debe de ser
desarrollado a totalidad. La salvación y la justificación debe ser aplicada a cada
persona que ha sido predestinada para ello y como resultado esta persona debe de
permanecer (y permance) fiel a Cristo.
En este pasaje nos encontramos cara a cara con tres de las concepciones más grandes
de la fe cristiana:
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JUDÍOS Y GENTILES (Ef. 1:11-14)
Aquí nos da Pablo el primer ejemplo de la unidad que trajo Cristo. Cuando habla de
nosotros quiere decir su propia nación, los judíos; cuando habla de vosotros, quiere
decir los gentiles a los que se dirige; y cuando, en la última frase, dice nosotros, está
pensando en los judíos y los gentiles juntos.
En los dos últimos versículos de este capítulo, Pablo expone uno de los pensamientos
más aventureros y elevados que haya tenido nadie jamás. Llama a la Iglesia por su
título supremo: El Cuerpo de Cristo.
Cristo es la Cabeza; la Iglesia es el Cuerpo. La cabeza tiene que tener un cuerpo para
actuar. La Iglesia es literalmente las manos para hacer la obra de Cristo, los pies para ir
por Él a todas partes y la voz para proclamar Su palabra.
CAPÍTULO 2
LA VIDA SIN CRISTO Y LA GRACIA DE DIOS (Ef. 2:1-10)
Pablo dice que esta vida se vive en pecados y transgresiones. La palabra para pecado
es hamartía; y se usa en la caza y del tiro deportivo o guerrero, y quiere decir “no dar
en el blanco”. Cuando un tirador lanza la flecha y falla el tiro, eso es hamartía. El
pecado es el fracaso en el intento de alcanzar una meta en la vida. Por eso
precisamente es por lo que el pecado es tan universal.
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Por lo general, tenemos una idea equivocada del pecado. Estaríamos de acuerdo sin
duda en que el ladrón, el asesino, el violador, el borracho, el terrorista, son pecadores;
pero, puesto que la mayor parte de nosotros somos ciudadanos respetables, en lo más
íntimo de nuestro corazón creemos que el pecado no nos concierne gran cosa. Más
bien nos ofenderíamos si se nos dijera que somos pecadores que merecemos el infier-
no. Pero hamartía nos pone cara a cara con lo que es realmente el pecado: el fracaso
en ser lo que debemos y podemos ser.
Pablo habla de personas que están muertas en pecados. ¿Qué quería decir? Algunos
lo han tomado en el sentido de que sin Cristo las personas viven en un estado de
pecado que en la vida por venir produce la muerte del alma. Pero Pablo no está
hablando de la vida venidera; está hablando de la vida presente.
Pablo insiste en que es por gracia como somos salvos. No hemos ganado la salvación
ni la podríamos haber ganado de ninguna manera. Es una donación de Dios, y nosotros
no tenemos que hacer más que aceptarla. El punto de vista de Pablo es
innegablemente cierto. Y esto por dos razones:
2. Dios es amor; el pecado es, por tanto, un crimen, no contra la ley, sino contra el
amor.
33
Usemos una analogía cruda e imperfecta. Supongamos que un conductor descuidado
mata a un niño. Es detenido, juzgado, declarado culpable, sentenciado a la cárcel por
un tiempo y/o a una multa. Después de pagar la multa y salir de la cárcel, por lo que
respecta a la ley, es asunto concluido. Pero es muy diferente en relación con la madre
del niño que mató. Nunca podrá hacer compensación ante ella pasando un tiempo en la
cárcel y pagando una multa. Lo único que podría restaurar su relación con ella sería un
perdón gratuito por parte de ella. Así es como nos encontramos en relación con Dios.
No es contra las leyes de Dios solo contra lo que hemos pecado, sino contra Su
corazón. Y por tanto solo un acto de perdón gratuito de la gracia de Dios puede
devolvernos a la debida relación con Él. Esto quiere decir que las obras no tienen nada
que ver con ganar la salvación. Lo que sí se podría decir es que las buenas obras son
el producto de que hemos creído en al dador de la Salvación.
Pablo habla de la condición de los gentiles antes de que Cristo viniera. Pablo era el
apóstol de los gentiles, pero nunca olvidó el lugar exclusivo de los judíos en el designio
y la revelación de Dios. Aquí está trazando el contraste entre la vida de los gentiles y la
de los judíos.
A los gentiles les llamaban “incircuncisos”. Los judíos sentían un inmenso
desprecio hacia los gentiles. Algunos hasta decían que Dios había creado a los
gentiles para usarlos como leña para los fuegos del infierno; que Dios no amaba
nada más que a Israel de todas las naciones que había hecho; que como se
debía aplastar la mejor de las serpientes había que matar al mejor de los
gentiles. No era ni siquiera legal el prestar ayuda a una gentil en el momento del
parto, porque eso no serviría nada más que para traer a otro gentil al mundo.
La barrera entre los judíos y los gentiles era absoluta. Si un judío se casaba
con una gentil, se llevaba a cabo su funeral como si hubiera muerto. Tal contacto
con un gentil era el equivalente de la muerte; hasta entrar en la casa de un gentil
era contraer la impureza ritual. Antes de Cristo, la barrera estaba levantada;
después de Cristo, se ha suprimido.
Los gentiles no esperaban ningún Mesías, estaban “sin Cristo”. Esa es una
traducción perfectamente posible; pero la palabra Jristós no es un nombre
propio en primer lugar, aunque ha llegado a serlo; es un adjetivo que quiere decir
el ungido. A los reyes se los ungía cuando se los coronaba; así que Jristós, la
traducción literal griega del hebreo Mashiaj, llegó a significar El Ungido de Dios,
el Rey esperado a Quien Dios mandaría al mundo. Los judíos nunca dudaron de
que el Mesías viniera. Pero nos gentiles no tenían tal esperanza.
Los gentiles eran ajenos a los pactos en los que se basaban las promesas.
34
EL FINAL DE LAS BARRERAS (Ef. 2:13-18)
Los judíos despreciaban y odiaban a los gentiles. Ahora Pablo usa dos ilustraciones que
serían claras para los judíos, para mostrar cómo surge una nueva unidad.
V. 13 Dice que los que estaban lejos han sido hechos cercanos. (Is. 57:19). Cuando
los rabinos hablaban de recibir a un converso en el judaísmo, decían que había sido
traído cerca. Los escritores rabínicos judíos cuentan que una mujer gentil se dirigió a
rabí Eliezer. Confesaba que era pecadora, y pedía ser admitida a la fe judía. «Rabí, le
dijo ella, tráeme cerca.» El rabino se negó: le cerró la puerta en la cara a la mujer. Pero
en Cristo la puerta está abierta. Los que habían estado lejos de Dios eran traídos cerca,
y la puerta no se le cerraba a ninguno.
V. 14 Pablo usa una ilustración aún más gráfica. Dice que se ha suprimido la barrera
intermedia de separación. Esta es una figura tomada del templo. El recinto del templo
consistía en una serie de atrios, cada uno un poco más elevado que el anterior, con el
templo propiamente dicho en el patio más interior.
En primer lugar se encontraba el Atrio de los Gentiles; luego, el Atrio de las Mujeres;
después, el Atrio de los Israelitas; después, el Atrio de los Sacerdotes, y finalmente el
Lugar Santo propiamente dicho.
Los gentiles no podían entrar nada más que al primero de esos atrios, entre el cual y el
de las mujeres había un muro, o más bien una especie de celosía de mármol,
hermosamente trabajada, en la que se encontraban a intervalos tabletas que
anunciaban que si un gentil pasaba más al interior se exponía a la muerte inmediata.
Pablo conocía muy bien esa barrera. Cuando le arrestaron en Jerusalén se debió al
hecho de que le acusaran falsamente de introducir a Trófimo, un gentil efesio, más
allá de esa barrera del templo (Hch. 21:28-29). Así que el muro intermedio, con su
barrera, excluía a los gentiles de la presencia de Dios.
En griego hay dos palabras para nuevo. Hay la palabra néos, que quiere decir
sencillamente nuevo en relación con el tiempo. Una cosa que es néos ha empezado a
existir hace poco, pero puede que hubiera antes en existencia millares de la misma
cosa. Un lapicero que sale de una fábrica esta semana es néos, pero ya existían
millones exactamente iguales. La otra palabra es kainós, que quiere decir nuevo en
cuanto a su cualidad. Una cosa que es kainós es nueva en el sentido de que trae al
mundo una nueva especie de cosa que no existía antes.
La palabra que usa Pablo aquí es kainós; dice que Jesús une a judíos y a gentiles, y
produce con ellos una nueva clase de humanidad. No es que Jesús convierta a todos
los judíos en gentiles, ni a todos los gentiles en judíos; produce de ambos una nueva
especie de persona, aunque siguen siendo gentiles y judíos. Crisóstomo, el famoso
predicador de la Iglesia Primitiva, dice que es como si uno fundiera una estatua de
plata y otra de plomo, e hiciera de las dos una de oro.
35
LA FAMILIA Y LA MORADA DE DIOS (Ef. 2:19-22)
Pablo dice que los gentiles ya no son extraños, sino miembros en plenitud de derechos
de la familia de Dios. Pablo usa la palabra xenos para extranjero. En todas las
ciudades griegas había xenoi (plural), a los que no se les hacía la vida muy fácil que
digamos. Al extranjero se le miraba siempre con sospecha y desagrado. Para
forastero, Pablo usa la palabra pároikos. El paroikos estaba todavía más lejos de ser
aceptado. Era un residente extranjero, uno que vivía en un lugar, pero que no se había
nacionalizado; pagaba un impuesto por el privilegio de existir en una tierra que no era la
suya. Tanto el xenos como el pároikos siempre eran marginados.
Para comprender el fluir del pensamiento de Pablo en este pasaje hay que advertir que
los versículos 2-13 forman un largo paréntesis. Por esta causa, en el versículo 14,
vuelve a retomar y reanudar el tema que inició en el versículo 1. Se ha dicho que Pablo
tenía la costumbre de desviarse en una palabra. Una sola palabra o idea podía hacer
que el pensamiento se le fuera por la tangente. Cuando habla de sí mismo como
“prisionero de Jesucristo”, eso le hace pensar en el amor universal de Dios, y en la
parte que a él le corresponde de hacer llegar ese amor a los gentiles.
Es aquí donde Pablo reanuda la frase que había empezado en el versículo 1, cuando se
desvió por otro camino. Es por esta causa, empieza Pablo. ¿Cuál es la causa que le
hace orar? De nuevo nos encontramos con la idea fundamental de la carta. Pablo ha
trazado su gran cuadro de la Iglesia. El designio de Dios es que todos los elementos
discordantes se reúnan en uno en Jesucristo. Pero eso no se puede lograr a menos que
la Iglesia proclame el mensaje de Cristo y del amor de Dios a todo el mundo. Por esta
causa es por lo que Pablo ora. Estaba pidiéndole a Dios que los que están dentro de
la Iglesia sean tales que toda la Iglesia sea el Cuerpo de Cristo.
Pablo Le pide a Dios en oración que su pueblo sea fortalecido en el ser interior.
¿Qué quería decir? El ser interior era una frase por la que los griegos entendían tres
cosas:
1. La inteligencia de una persona. Pablo oraba para que Jesucristo fortaleciera la
inteligencia de sus amigos. Quería que estuvieran mejor capacitados para
discernir entre lo erróneo y lo cierto.
2. La conciencia. Pablo pedía en oración que se hiciera más sensible la conciencia
de su pueblo.
3. La voluntad. Muchas veces sabemos lo que es correcto, y tenemos intención de
seguirlo; pero nuestra voluntad no es suficientemente fuerte para respaldar
nuestro conocimiento y poner en práctica nuestras intenciones.
La palabra que usa Pablo para el morar de Cristo en nuestros corazones es en griego
katoikein, que es la que se usa para una residencia permanente, distinta de la temporal.
36
EL AMOR INFINITO DE CRISTO (Ef. 3:18-21)
Pablo le pide a Dios en oración que el cristiano sea capaz de captar el significado de la
anchura, la profundidad, la longitud y la altura del amor de Cristo. Es como si Pablo nos
invitara a mirar al universo, al cielo infinito sobre nosotros, a los horizontes ilimitados a
cada lado, a la profundidad de la tierra y de los mares por debajo de nosotros, y dijera:
“El amor de Cristo es tan inmenso como todo eso”.
Una vez más, antes de salirnos de este capítulo, pensemos en la descripción gloriosa
que hace Pablo de la Iglesia. Este mundo está desgarrado por fuerzas opuestas, como
por odios y luchas. Dentro de cada persona se mantiene una lucha entre el bien y el
mal. El designio de Dios es que todas las personas y las naciones lleguen a estar
unidas en Cristo. Para llegar a alcanzar esta meta, Cristo necesita que la Iglesia vaya a
hablarle a todo el mundo de Su amor y Su misericordia. Y la Iglesia no podrá hacerlo a
menos que sus miembros, unidos en comunión, experimenten el amor de Cristo.
CAPITULO 4
Con este capítulo empieza la segunda parte de esta carta. En los primeros tres
capítulos, Pablo ha tratado de las grandes y eternas verdades de la fe cristiana, y de la
misión de la Iglesia en el plan de Dios. Ahora empieza a tratar de cómo debe ser cada
miembro de la Iglesia para que esta lleve a cabo su parte en este plan.
Antes de empezar este capítulo, recordemos una vez más que el pensamiento central
de la carta es que Jesús ha traído un camino, el camino de la unidad al mundo
desunido. Este camino es por medio de la fe en Él, y es la misión de la Iglesia el
proclamarle este mensaje a todo el mundo. Y ahora Pablo vuelve al pensamiento del
carácter que debe tener el cristiano si la Iglesia ha de cumplir su gran tarea de ser el
instrumento de la reconciliación universal de Cristo entre hombre y hombre y del
hombre con Dios en el mundo.
Los primeros tres versículos tenemos cuatro de las palabras más grandes de la fe
cristiana:
1. La humildad. En griego es tapeinofrosyné, que es una palabra que acuñó por
primera vez la fe cristiana. En griego no hay una palabra para humildad que no
contenga algo de mezquindad. El mundo antiguo consideraba la humildad
despreciable. En griego hay un adjetivo para humilde, que está íntimamente
relacionado con el nombre, tapeinós. En los días antes de Jesús la humildad se
consideraba una cualidad cobarde, rastrera, servil e innoble; sin embargo, el
Cristianismo la colocó a la cabeza de todas las virtudes.
2. La mansedumbre, se traduce por amabilidad o cortesía. El nombre griego es
praytés, el adjetivo es prays, y son ambas palabras de las más difíciles de
traducir.
37
3. La longanimidad. En griego es makrothymía. Es la palabra griega característica
para paciencia con las personas.
4. El amor. El amor cristiano era algo tan nuevo en el mundo antiguo que los
escritores cristianos tuvieron que inventar una palabra nueva para definirlo; o, por
lo menos, tuvieron que usar una palabra muy rara en griego, dándole un sentido
totalmente nuevo: agapé. En griego hay cuatro palabras para amor. Está erós,
que es el amor entre un hombre y una mujer que incluye la pasión sexual. Está
filía, que es el afecto cálido que existe entre los que comparten unas mismas
circunstancias. Está storgué, que es la palabra que designa el amor de la
familia. Y está agapé, que se traduce por amor, aunque en ediciones más
antiguas, siguiendo tal vez a la Vulgata, la traducía por caridad.
Pablo pasa a establecer las bases sobre las que se funda la unidad cristiana:
2. Hay un solo Espíritu. La palabra pneuma en griego quiere decir tanto espíritu
como aliento. Es de hecho la palabra corriente para aliento. A menos que haya
aliento en el cuerpo, el cuerpo estará muerto; y el aliento vitalizador del Cuerpo
de la Iglesia es el Espíritu de Cristo. No puede haber Iglesia sin el Espíritu.
4. Hay un solo Señor. La primera forma de fe que surgió en la Iglesia Primitiva fue
una breve frase: “Jesucristo es el Señor”. Pablo veía que era el deseo de Dios el
que llegara un día cuando toda la humanidad hiciera esta confesión. La palabra
que usa para Señor es Kyrios. Las dos formas en que se usa en el griego
corriente muestran algo de lo que Pablo quería decir. Se usaba para amo, en
contraposición a siervo o esclavo. Los cristianos están unidos porque son
propiedad y están al servicio de un Dueño y Rey.
5. Hay una sola fe. Pablo no quería decir que hay un solo credo. Rara vez de
hecho la palabra fe quiere decir credo en el Nuevo Testamento. Casi siempre
quiere decir la entrega incondicional del cristiano a Jesucristo. Pablo quiere decir
que todos los cristianos están unidos porque han decidido rendirse totalmente al
amor de Jesucristo. Puede que lo describan. de diferentes maneras; pero, sea
como sea, la rendición es algo que todos tienen en común.
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6. Hay un solo bautismo. En la Iglesia Primitiva el bautismo era corrientemente de
adultos, porque los hombres y las mujeres llegaban directamente del paganismo
a la fe cristiana. Por tanto, antes que ninguna otra cosa, el bautismo era la
pública confesión de fe.
7. Hay un solo Dios.
Pablo pasa a establecer las bases sobre las que se funda la unidad cristiana.
Pablo vuelve a otro aspecto de su tema. Ha estado tratando de las cualidades de los
miembros de la Iglesia de Cristo. Ahora va a hablar de sus funciones en la Iglesia.
Empieza por establecer lo que era para él una verdad esencial: que todo lo bueno que
pueda tener una persona es don de la gracia de Cristo.
Para probar su idea de Cristo como el dador de dones, Pablo cita, con una variante
muy significativa, el Salmo 68:18. Pablo usa esa figura para enseñar que Cristo, en su
crucifixión y resurrección, obtuvo la victoria sobre Satanás. Cuando ascendió al cielo,
dio dones a la Iglesia, algunos de los cuales detalla en 4.11–13.
Cualquiera que sea la interpretación que usted le dé, no cambia el hecho de que Cristo
es el Señor de todo el universo, presente, pasado y futuro. Nada ni nadie está oculto de
Él. El Señor de todo vino a la tierra y aceptó la muerte para rescatar a todos.
Este pasaje tiene un interés especial porque nos da una descripción de la organización
y de la administración de la Iglesia Primitiva. En la Iglesia Primitiva había tres clases de
responsables. Había unos pocos cuya autoridad se extendía por toda la Iglesia. Había
bastantes cuyo ministerio no estaba confinado a un lugar, sino que tenían un ministerio
ambulante e iban adonde el Espíritu los movía. Había algunos cuyo ministerio se
limitaba a una congregación y a un lugar.
1. Los apóstoles eran los que tenían autoridad en toda la Iglesia. Los apóstoles
incluían a más de los doce. Bernabé era un apóstol (Hch. 14:14); Santiago, el
hermano de nuestro Señor, era un apóstol (Gál. 1:19). Para ser apóstol se tenían
que tener dos grandes cualificaciones. La primera era haber conocido a Jesús
personalmente. La segunda, un apóstol tenía que ser un testigo de la
Resurrección del Señor.
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En un sentido, los apóstoles tenían que acabarse, porque al cabo de cierto
tiempo ya se habían muerto todos los que habían conocido a Jesús y habían sido
testigos de Su Resurrección. Pero, en otro sentido todavía superior, la
cualificación continúa abierta. El que haya de presentar a Cristo, debe conocerle
personalmente; y el que haya de manifestar el poder de Cristo a otros debe
haber experimentado el poder del Cristo Resucitado.
4. Los pastores y maestros. Parece que estas dos palabras describen a una sola
clase de personas. En cierto sentido tenían la tarea más importante de toda la
Iglesia: no eran ambulantes sino fijos en una congregación. Tenían una triple
función.
Eran maestros. En la Iglesia Primitiva había pocos libros. La imprenta no
se había de inventar hasta mil cuatrocientos años después. Todos los
libros tenían que escribirse a mano, y un libro del tamaño del Nuevo
Testamento costaría por lo menos el sueldo de todo un año de un obrero.
Eso quería decir que la historia de Jesús se tenía que transmitir
principalmente de viva voz. La historia de Jesús se fue contando
oralmente antes de que se escribiera, y estos maestros tenían la tremenda
responsabilidad de ser los depositarios de la historia del Evangelio. Era su
función el conocer y el transmitir la historia de la vida de Jesús.
Estos maestros tenían que desplegar la fe cristiana ante los conversos,
tenían que explicar sus grandes doctrinas.
Estos maestros eran también pastores. Pastor era la palabra latina que
designaba, lo mismo que la española; al que cuidaba de un rebaño. El
deber del pastor era guiar su rebaño y mantenerlo a salvo.
40
CRECIENDO EN CRISTO (Ef. 4:14-16)
En todas las iglesias hay algunos miembros a los que hay que proteger. Hay algunos
que son como niños, dominados por el deseo de novedades y a merced de la última
moda en religión.
En todas las iglesias hay algunas personas de las que hay que guardarse. Pablo habla
de la listeza astuta de algunos. Siempre hay algunos que tratan de apartar a otros de la
fe con argumentos ingeniosos. Pablo usa otra alegoría. Dice que un cuerpo es sano y
activo solamente cuando todos sus miembros están debidamente coordinados. Pablo
dice que así sucede con la Iglesia; y que la Iglesia puede ser así solamente cuando
Cristo es realmente la Cabeza, y cuando todos los miembros están bajo Su control.
Pablo exhorta a sus conversos a que se despojen de su vieja manera de vivir y asuman
la de Cristo. En este pasaje menciona lo que él considera las características de la vida
pagana. Los paganos no se interesaban más que en cosas vacías, que no tenían
ninguna importancia; tenían la mente ofuscada por la ignorancia. Entonces aparece la
palabra sobresaliente: tienen el corazón petrificado.
La palabra que usa Pablo para la petrificación del corazón es hosca y terrible. Es
pórósis. Pórósis viene de pórós, que quería decir originalmente una piedra que era más
dura que el mármol. Llegó a usarse como término médico, como en español
osteoporosis, para indicar las calcificaciones que se forman en las articulaciones y que
llegan a paralizarlas totalmente; y también los callos que se forman donde se ha roto un
hueso y se ha vuelto a soldar, que son más duros que el hueso mismo. Por último, la
palabra vino a significar la pérdida de toda sensación. Describía algo que se había
endurecido o petrificado hasta el punto de perder totalmente la sensibilidad.
Eso es lo que dice Pablo acerca de la vida pagana. Se había endurecido tanto que
había perdido la sensibilidad. Una de las cosas horribles del pecado es su efecto
petrificador. El proceso del pecado se puede seguir fácilmente. Ninguna persona se
convierte en una gran pecadora de pronto. En un principio mira el pecado con horror.
Cuando peca, se le llena el corazón de remordimientos. Pero, si continúa pecando,
llega a un punto en que pierde toda sensibilidad y puede hacer las cosas más
vergonzosas sin ningún sentimiento de vergüenza. Se le ha cauterizado la conciencia.
Pablo ha estado diciendo que cuando uno se convierte a Cristo debe despojarse de la
vida vieja como se quitaría de encima una ropa que ya no le sirve. Aquí habla de las
cosas que hay que desterrar de la vida cristiana.
1. Ya no debe tener cabida en ella la falsedad.
2. Es normal que se tengan enfados en la vida cristiana, pero no se debe uno
pasar.
41
3. Pablo sigue diciendo que el cristiano no debe dejar que se ponga el sol sobre su
indignación.
4. El que era ladrón debe convertirse en un trabajador honrado.
5. Pablo prohíbe las conversaciones sucias; y a continuación pasa a recomendar lo
positivo: otra manera de ayudar a los demás. El cristiano debe caracterizarse por
palabras que ayudan a sus semejantes.
6. Pablo nos exhorta a que no pongamos triste al Espíritu Santo.
CAPÍTULO 5
SIGUIENDO EL EJEMPLO DE DIOS (Ef. 5:1-8)
Por tanto, por lo menos algunos de los gnósticos pasaron a defender que no importaba
lo que uno hiciera con su cuerpo. No influía para nada el seguir sus caprichos. Los
pecados corporales y sexuales no tenían ninguna importancia, porque eran cosas del
cuerpo y no del espíritu.
El Cristianismo se enfrentó con esa enseñanza afirmando que tanto el cuerpo como el
alma son importantes. Dios es el Creador de ambos, Jesucristo santificó para siempre
la carne humana al asumirla, el cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y él Cristianismo
trata de la salvación de la persona completa, cuerpo, espíritu y alma.
Pablo veía la vida pagana como algo tenebroso; y la vida cristiana, como una vida
radiante. Tan claro lo quería poner, que no decía que los paganos son hijos de la
oscuridad, y los cristianos hijos de la luz; dice que los paganos son oscuridad, y los
cristianos son luz.
La exhortación general de Pablo termina con una llamada a sus conversos a vivir como
sabios. Los tiempos en los que vivían eran malos; debían rescatar todo el tiempo que
pudieran del mal uso que le daba el mundo.
42
Pablo pasa a presentar un contraste entre una reunión pagana y otra cristiana. Una
reunión pagana solía degenerar en orgía.
De este pasaje podemos deducir ciertos hechos acerca de las reuniones cristianas
originales:
1. La Iglesia Primitiva era una iglesia que cantaba. Se caracterizaba por los
salmos e himnos y canciones espirituales; estaba tan feliz que no podía por
menos de cantar.
2. La Iglesia Primitiva era una iglesia que daba gracias a Dios. Le resultaba
natural el darle gracias a Dios por todas las cosas, en todos los lugares y en
todas las circunstancias.
3. La Iglesia Original era una iglesia en la que los miembros se honraban y se
respetaban mutuamente.
Consideremos brevemente la situación en que Pablo escribió este pasaje. Los judíos
tenían una opinión baja de las mujeres. En la oración de la mañana se incluía una frase
en la que el varón judío daba gracias a Dios por no haberle hecho “gentil, esclavo o
mujer”. Para la ley judía una mujer no era una persona, sino una cosa. No tenía
ningunos derechos legales; era posesión absoluta de su marido, que podía hacer con
ella lo que quisiera. Los judíos tenían en teoría el ideal más alto del matrimonio. Pero en
los días de Pablo el divorcio se había generalizado trágicamente.
CAPÍTULO 6
PADRES E HIJOS (Ef. 6:1-4)
Pablo les impone a los hijos que obedezcan y respeten a sus padres. Dice que este es
el primer mandamiento. Probablemente quiere decir que era el primer mandamiento que
un hijo cristiano aprendía de memoria. Para Pablo, respetar no es solamente de labios
para fuera. La verdadera manera de honrar a los padres es obedecerlos, honrarlos y no
darles disgustos.
Pablo ve que existe la otra cara de la moneda. Les dice a los padres que no hagan
rabiar a sus hijos.
Es curioso que Pablo repita esta misma disposición, aún más expresamente, en Col.
3:21: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que se desanimen”
43
AMOS Y ESCLAVOS (Ef. 6:5-9)
El consejo de Pablo a los esclavos nos ofrece el Evangelio del obrero cristiano:
1. No les dice que se rebelen; les dice que sean cristianos donde y como estén.
2. Les dice a los esclavos que no deben hacer bien su trabajo solamente cuando
los están mirando; deben hacerlo sabiendo que Dios los ve.
Pablo tiene también algo que decirles a los amos. Deben recordar que ellos también
están al servicio de Dios. Los amos también deben tener presente que Dios también ve
todo lo que ellos hacen.
Para Pablo, todo el universo era un campo de batalla. El cristiano no tenía que
contender exclusivamente con los ataques de otras personas, sino con los de fuerzas
espirituales que luchaban contra Dios.
El cristiano también tiene una armadura; y, pieza por pieza, Pablo se fija en la armadura
del soldado romano y la traduce en términos cristianos.
1. Está el cinto de la verdad. La túnica del soldado se sujetaba con un cinto del
que se colgaba la espada, y que le daba libertad de movimientos. Otros puede
que anden incómodos e indecisos; el cristiano se mueve con libertad y rapidez,
porque conoce la verdad.
3. Están las sandalias, que eran la señal de que uno estaba dispuesto para la
marcha. La característica del cristiano es que está dispuesto a ponerse en
camino para compartir el Evangelio con otros que no lo han recibido.
44
4. Está el escudo. La palabra que usa Pablo no designaba el escudo relativamente
pequeño y redondo, sino el grande y oblongo que llevaban los guerreros
fuertemente armados.
Una de las armas más peligrosas en las guerras antiguas eran las flechas
incendiarias. Se mojaba la punta en brea, se le prendía fuego y se lanzaba. El
escudo grande tenía dos capas de madera pegadas entre sí. Cuando se le
incrustaba un dardo incendiario, se hundía en la madera y se le apagaba la
llama. La fe puede dar cuenta de los dardos de la tentación. Para Pablo, la fe es
siempre la confianza absoluta en Cristo. Cuando caminamos cerca de Él,
estamos a salvo de la tentación.
7. Por último, Pablo llega al arma más poderosa de todas: la oración. Notamos tres
cosas que dice acerca de la oración. Debe ser constante. Tendemos muchas
veces a orar solamente en las grandes crisis de la vida; pero es en la oración
diaria donde el cristiano encuentra la fuerza diaria. Debe ser intensa. Una oración
vacilante no nos llevará a ninguna parte. La oración requiere concentración de
todas nuestras facultades en Dios. No debe ser egoísta.
Como hemos visto, la Carta a los Efesios era una carta circular, y el que la llevaba de
iglesia en iglesia era Tíquico. Al contrario que en la mayor parte de sus cartas,
Pablo termina con la bendición, en la que aparecen de nuevo todas las grandes
palabras y realidades cristianas. La paz que era el bien supremo, la fe que era la total
confianza y dependencia de Cristo, la gracia que era el precioso don gratuito de Dios:
estas eran las cosas que Pablo pedía a Dios para sus amigos.
Por encima de todo, Pablo Le pide a Dios el amor, para que ellos puedan conocer el
amor de Dios, para que puedan amar a los demás como Dios los ama, y para que
puedan amar a Jesucristo con un amor más fuerte que la muerte.
45
EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES
La carta a los Filipenses es una de las cuatro epístolas cortas escrita por el apóstol
Pablo desde la prisión. Las otras tres son Efesios, Colosenses y Filemón. Estas cuatro
cartas han sido llamadas “cartas de la prisión”.
Su carta la escribe con amor, y en toda ella se respira un aire de gozo. Cuando Pablo
vino por primera vez a Filipos, lo echaron en la cárcel. Bien avanzada la noche,
azotado y encerrado, cantaba a Dios (Hch. 16:25). Diez años después fue de nuevo a
prisión y allí sentía el gozo del cristiano en medio del sufrimiento, y pudo escribir estas
palabras: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Fil. 4:4).
Durante su tercer viaje misionero, Pablo volvió a visitar la iglesia (Hch. 20:1, 6).
A través de esta epístola, Pablo habla del gozo en el Señor, haciendo énfasis que sólo
a través de Cristo se manifiesta el gozo del creyente, como sucede con todas las
demás bendiciones cristianas.
46
FECHA: En el año 61 d.C. Cuando Pablo escribió Filipenses, estaba en una prisión
(1:7, 13, 30) mientras esperaba la decisión de su juicio (Fil. 1:5). Pablo escribió esta
carta probablemente durante su primer encarcelamiento en Roma, para agradecer a
los filipenses la contribución que de ellos había recibido.
PROPÓSITO: Cuando se lee la carta a los Filipenses, se puede señalar que hubo un
número de razones que motivaron el escrito paulino:
Pablo quería agradecer la ofrenda que sus amigos de Filipos le habían enviado
(4:10, 14–18).
Quería hacerles conocer de su propia situación, y especialmente darles la
seguridad de que su encarcelamiento no implicaba un retroceso del evangelio
(1:12–26). Además, quería decirles de su plan de enviarles a Timoteo con otras
noticias (2:19–24), aunque tenía la esperanza de que sería liberado e ir él
mismo.
Pablo necesitaba explicar por qué enviaba de regreso a Epafrodito, cuando los
filipenses habían tenido la intención de que permaneciera junto a Pablo
ayudándolo de cualquier manera que necesitase (2:25–30).
Había llegado a conocimiento del Apóstol el partidismo y la desunión de la
iglesia de Filipos, y quería instarlos a vivir, actuar y testimoniar en la unidad del
Espíritu (1:27; 2:1–11; 4:2, 3).
Les alertó contra las peligrosas herejías que los amenazaban, probablemente
relacionadas con el judaísmo y el gnosticismo.
BOSQUEJO:
MARCO HISTÓRICO:
47
Esta descripción es similar a la de Clemente sobre el encarcelamiento de Pablo en
Roma escrito a finales del primer siglo. Además, Pablo considera la posibilidad de su
muerte (1:23).
En su primer viaje misionero, Pablo visitó pueblos cercanos a su centro de
operaciones en Antioquía de Siria. En su segundo y tercer viajes, se extendió aún
mucho más. Debido a las grandes distancias entre las congregaciones que fundó, no
podía supervisarlas personalmente. Por eso, tuvo que escribirles cartas para enseñar
y animar a los creyentes. Por fortuna, Pablo tenía un equipo de voluntarios, que
incluía a Timoteo, Marcos y Epafras, que entregaban estas cartas en persona y por lo
general permanecían con las congregaciones por un tiempo para enseñarlas y
animarlas.
La colonia romana de Filipos estaba ubicada al norte de Grecia (llamada Macedonia
en los días de Pablo). Felipe II de Macedonia (el padre de Alejandro el Grande) tomó
la antigua ciudad de Tracia alrededor de 357 a.C., la engrandeció y fortaleció y le dio
su nombre. Este centro comercial próspero se hallaba en el cruce entre Europa y
Asia. Por el año 50 d.C., Pablo, Silas, Timoteo y Lucas cruzaron el mar Egeo desde
Asia Menor y desembarcaron en Filipos (Hch 16:11–40). La iglesia en Filipos
estaba formada mayormente de gentiles (no judíos). Como no estaban
familiarizados con el Antiguo Testamento, Pablo no se refirió específicamente a dicha
parte de las Escrituras en esta carta.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
Esta es una carta personal a los filipenses, no pretendía ser una circular como la
carta a los efesios. Pablo quería agradecer a los creyentes por haberlo ayudado
cuando tuvo necesidad. También deseaba decirles por qué disfrutaba de gozo
completo a pesar de su prisión y de su consiguiente juicio. En esta carta, Pablo
aconseja a los filipenses acerca de la humildad y la unidad, y les advierte en cuanto a
los problemas potenciales.
El gozo triunfante constituye la nota dominante de la carta. Aunque preso, Pablo está
extraordinariamente feliz, y llama a sus lectores a regocijarse siempre en Cristo. La
epístola enfatiza cuestiones éticas y prácticas y se centra en Jesucristo. Para Pablo,
Cristo era más que un ejemplo, era su propia vida.
48
CAPÍTULO 1
Esta es realmente una carta de Pablo y desde el v. 3 se usa la primera persona del
singular, pero el Apóstol generosamente liga el nombre de Timoteo al propio (tal como
en 2 Corintios, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses y Filemón).
Timoteo había estado con Pablo cuando predicó el evangelio por primera vez en
Filipos, y continuó teniendo una estrecha relación con los filipenses (2:19–23). Ambos
son siervos de Cristo Jesús: la palabra significa literalmente “esclavos”, tal como se
consideran a sí mismos por pertenecer en cuerpo, mente y espíritu a Cristo y querer
estar sujetos a él en todas las cosas.
Los destinatarios son llamados santos, con lo cual se refiere a aquellos puestos
aparte por Dios y llamados a vivir en santidad, y cuya vida estaba en Cristo Jesús.
Esta frase o sus equivalentes aparecen muchas veces en esta carta, indicando que
Cristo es el mismo entorno de la vida cristiana. Pablo subraya el hecho de que está
escribiendo a todos los cristianos en Filipos.
Los Obispos y diáconos conducían las iglesias cristianas primitivas. Las cualidades y
responsabilidades de los obispos son explicadas en detalle en 1 Tim. 3:1–7 y Tit. 1:5–
9. Las cualidades y deberes de los diáconos se expresan en 1 Tim. 3:8–13.
49
Contribuyeron en forma práctica cuando Pablo estuvo en Filipos y a través de un
sostén económico cuando estuvo en prisión. Cuando ayudamos a nuestros pastores,
misioneros y evangelistas, a través de la oración, la hospitalidad y las donaciones,
pasamos a ser parte de la comunión en el evangelio.
El Dios que comenzó la buena obra en nosotros la continuará a través de nuestra
vida y la terminará cuando le veamos cara a cara. La obra de Dios por nosotros
comenzó cuando Cristo murió en la cruz en nuestro lugar. Su obra en nosotros
comenzó cuando creímos en Él. Ahora el Espíritu Santo vive en nosotros,
capacitándonos para que cada día seamos más semejantes a Cristo. Pablo describe
el proceso de crecimiento y madurez del cristiano que comienza al aceptar a Cristo y
seguirá hasta que Cristo vuelva.
En el versículo 6 Pablo dice que tiene confianza en que Dios, que ha empezado
una buena obra en los filipenses, la llevará a feliz término para que estén
preparados para el día de Jesucristo. Hay aquí todo un cuadro en griego que no es
posible reproducir en una traducción. El detalle está en que las palabras que usa
Pablo para empezar (enárjesthai) y para completar (epitélein) son términos
técnicos que se usaban para el comienzo y el final de un sacrificio. Había un ritual de
iniciación en relación con un sacrificio griego. Se encendía una tea en el fuego del
altar, y se metía en un cubo de agua para limpiarlo con la llama sagrada; con el agua
bendita se rociaban la víctima y las personas que la ofrecían para dejarlos
purificados y santificados.
Pablo contempla la vida del cristiano como un sacrificio dispuesto para ser ofrecido a
Jesucristo. Traza la misma figura cuando exhorta a los romanos a que presenten sus
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Rom. 12:1).
Cuando Cristo vuelva, será como la llegada de un Rey. En tales ocasiones los
súbditos estaban obligados a presentarse con dones para mostrarle su lealtad y su
amor. El único don que Jesucristo desea que Le presentemos es el de nosotros
mismos; así que, la suprema tarea de una persona es hacer que su vida sea idónea
para ofrecérsela. Solo la gracia de Dios nos puede capacitar para lograrlo.
Pablo se declara convencido en sus oraciones, con una confianza no basada en las
habilidades de los filipenses o aun en sus logros pasados, sino en el poder y amor de
Dios, y porque se puede confiar en que Dios llevará hasta la perfección lo que él
comenzó.
50
V. 7 – 11 Lo dicho en el v. 5 acerca del compañerismo en el evangelio se amplía un
poco más aquí en términos de compartir la gracia de Dios en servicio del evangelio,
compañerismo con Pablo en cadenas por el evangelio, e involucrados en la defensa y
confirmación del evangelio.
Su gran alegría fue a causa de su participación en el evangelio desde el mismo
momento en que les fuera predicado, cuando Lidia abrió su casa a Pablo y sus
compañeros (Hch. 16:14, 15). El término participación es el comúnmente usado en
el NT para referirse a compañerismo, pero no entendido solamente como una
confortable experiencia de creyentes que se gozan unos con otros.
Cuando dijo: “en mis prisiones”, probablemente se refería a su prisión en Filipos,
registrada en Hch. 16:22–36. En los versículos 13 y 14, Pablo habla de su prisión en
Roma. Dondequiera que estuviera, aun en la cárcel, predicaba las buenas nuevas
con fidelidad.
Podemos obtener mucho provecho al examinar las oraciones de Pablo (Ef. 1:17–23;
3:14–21; Col. 1:9–12). De las cosas por las cuales pedía, los creyentes filipenses (y
no menos nosotros) aprendían cuáles eran los mejores dones que podían pedir para
sí mismos. Aquí, los dones son amor, discernimiento, pureza de vida y justicia.
Muchas veces la mejor manera de influenciar a alguien es orar por esa persona.
Pablo oró que los filipenses se unieran en amor. El amor de ellos fue el resultado del
gran conocimiento de Cristo y de la profunda visión (discernimiento moral). Ese amor
no se basaba en sentimientos sino en lo que Cristo había hecho por ellos.
El “día de Cristo” se refiere al tiempo cuando Dios juzgará al mundo a través de
Jesucristo. Los “frutos de justicia” incluyen todos los rasgos de carácter que fluyen
de una correcta relación con Dios. No hay otra manera de conseguir estos frutos de
justicia que no sea a través de Cristo.
51
Luego vino a ser usada para designar la residencia de un gobernador en un centro
provincial (como en Jerusalén, Mat. 27:27). (Es factible que hubiera un pretorio en
Efeso y en Cesarea [Hch. 23:35], y así esta carta podría haber sido escrita desde
cualquiera de tales ciudades.) Podemos imaginar a los soldados que custodiaban a
Pablo regresando a contar a otros que su preso estaba en prisiones por la causa de
Cristo, y sin duda siendo movido por el espíritu con que soportaba su confinamiento.
La prisión puede motivar en muchas personas enojo o abandono, pero Pablo la vio
como otra oportunidad para difundir las buenas nuevas de Cristo. Pablo concluyó
que las circunstancias presentes no eran tan importantes como lo que hizo con ellas.
Al cambiar una mala situación en algo bueno, alcanzó a los soldados romanos del
pretorio y animó a los cristianos que temían la persecución.
Pablo estaba preso; pero, lejos de que esa circunstancia pusiera fin a su actividad
misionera, la extendió, tanto por su parte como por la de otros. De hecho, las
cadenas echaron abajo las barreras.
La palabra que usa Pablo para el avance del Evangelio es sumamente gráfica:
prokopé, que es la que se usaría para el avance de un ejército o de una expedición
militar. Es el nombre del verbo prokóptein, que quiere decir cortar avanzando, que
se usa para cortar los árboles y la maleza y derribar las barreras a medida que se
produce el avance de un ejército.
52
Diferentes razones para predicar a Cristo (Fil. 1:15-18)
Después de todo lo que pudo decir a modo de agradecimiento sobre los avances del
evangelio a través de sus prisiones, es triste que Pablo tuviera que señalar que había
algunos que predicaban a Cristo por envidia y contienda, por ambición egoísta,
aun con el deseo de hacer las cosas más difíciles para sus prisiones. No conocemos
las circunstancias. Es claro que Pablo no desafía el contenido de la predicación, sino
su motivación. Quizá se trataba de líderes de la iglesia en el lugar del
encarcelamiento de Pablo antes de llegar él, y ahora estaban celosos de su
reputación por causa de sus labores apostólicas, y estaban decididos a superarlo y
muy dispuestos a causarle angustia.
Pablo puede regocijarse en cualquiera de las dos alternativas que pesan sobre él.
Sin embargo, se siente presionado por ambas partes como si dos fuerzas
equivalentes externas lo estuvieran presionando. Continuar viviendo en este mundo
es un constante gozarse en Cristo mismo y más labor fructífera en el servicio de su
Maestro.
El morir es pura ganancia en vista de que para el creyente no hay nada entre la
muerte y la realización inmediata de estar en la presencia de Cristo.
53
No hay necesariamente una contradicción entre el pensar de la muerte como un
“dormir” (como en 1 Tes. 4:13–15) y como una partida para estar con Cristo. Sólo
nuestra limitación al pensar en términos de espacio y tiempo hace imposible que
comprendamos lo que hay más allá de las puertas de la muerte. La palabra gr. para
partir es utilizada en su forma verbal para describir el levar anclas de un barco o la
tarea de replegar las carpas de un campamento, y su forma sustantivada aparece en
2 Tim. 4:6.
24–26 Pablo contempla las alternativas y, aunque no dice que conoce cuál le
otorgará Dios, comienza a sentir que está siendo llamado a permanecer en el mundo
para un servicio futuro. Para Pablo era más ventajoso ir con el Señor, pero para otros
sería más provechoso (y aun más necesario) que continuara en esta vida.
Pablo no sugiere que las cosas sean fáciles. Cuando el Evangelio llegó por primera
vez a Filipos, los filipenses vieron a Pablo librar su propia batalla. Le vieron azotado y
encarcelado por la fe (Hch 16:19). Sabían lo que estaba pasando cuando les escribió
esta carta. Pero que tuvieran presente que un general escoge a sus mejores
soldados para las misiones más difíciles, y que es un honor sufrir por Cristo.
Pablo consideró un privilegio sufrir por Cristo. Por naturaleza, no consideramos
el sufrimiento como un privilegio. Pero cuando sufrimos por representar con fidelidad
a Cristo, nuestro mensaje y nuestro ejemplo nos afectan a nosotros y a otros para
bien.
El sufrimiento tiene estos beneficios adicionales:
1. Desvía nuestros ojos de las comodidades terrenales
2. Desarraiga a los creyentes superficiales
3. Fortalece la fe de aquellos que persisten
4. Sirve de ejemplo a aquellos que puedan seguirnos.
54
Cuando sufrimos por nuestra fe no significa que hemos hecho algo equivocado. Es
más, lo contrario con frecuencia es cierto, verifica que hemos sido fieles. Permita que
el sufrimiento construya su carácter. No se resienta ni se desanime.
V. 30 Pablo sufrió, a lo largo de su vida, por difundir las buenas nuevas. Como los
filipenses, nuestra lucha es contra las fuerzas de maldad que tratan de desacreditar
el mensaje salvador de Cristo. Todos los creyentes verdaderos están juntos en esta
lucha, unidos en contra del mismo enemigo y por la misma causa.
CAPÍTULO 2
1. Está la ambición egoísta. Siempre hay peligro de que las personas hagan las
cosas, no para que avance la obra, sino para promocionarse a sí mismas.
55
3. Está el concentrarse en el ego. Si una persona no se preocupa nunca nada
más que de sus propios intereses, es inevitable que choque con otras
personas. Si su idea de la vida es la de una contienda competitiva cuyos
premios se esfuerza por ganar, siempre considerará a los demás como
enemigos, o por lo menos como rivales de los que tiene que librarse. El
concentrarse en uno mismo induce inevitablemente a eliminar a los demás; y
el objeto de su vida no puede ser ayudar a los demás, sino quitarlos de en
medio.
56
EL EJEMPLO DE CRISTO (Fil. 2:5-11)
Tal vez el pasaje más profundamente teológico de toda la Biblia se encuentre en Fil.
2:5-11.
Estos versículos son quizás de un himno que se cantaba en la iglesia primitiva. El
pasaje presenta varios paralelos con la profecía del siervo sufriente en Isaías 53.
Como himno, no significa que fuera una declaración completa de la naturaleza y obra
de Cristo. Sin embargo, varias características clave de Jesucristo se deducen de este
pasaje:
1. Existió siempre con Dios.
2. Es igual a Dios porque es Dios.
3. Aunque es Dios, se convirtió en hombre para cumplir el plan divino de
salvación para la humanidad.
4. No solo tenía apariencia de hombre, en realidad se convirtió en hombre para
identificarse con nuestros pecados.
5. Voluntariamente se despojó de sus derechos divinos, privilegios y posición,
más allá del amor de su Padre.
6. Murió en la cruz por nuestros pecados, para que no tuviéramos que enfrentar
la muerte eterna.
7. Dios lo glorificó por su obediencia.
8. Dios lo levantó a su posición original a la diestra del Padre, desde donde
reinará por siempre como nuestro Señor y Juez.
Pablo está exhortando a los filipenses a que vivan en armonía, a que dejen a un lado
sus discordias, a que se despojen de sus ambiciones personales y de su orgullo y de
su deseo de sobresalir, y a que tengan en su corazón aquel deseo humilde,
generoso, de servir que fue también la esencia de la vida de Jesús. Su exhortación
final y suprema consiste en señalar al ejemplo de Cristo.
Fil. 2:6 Hay dos palabras griegas para forma: morfé y sjéma. Tenemos que traducir
las dos por forma porque no tenemos otro equivalente en español; pero no quieren
decir la misma cosa. Morfé es la forma esencial que nunca cambia; sjéma es la
forma exterior que cambia con el tiempo y las circunstancias.
57
La palabra que usa Pablo para decir que Jesús es en la forma de Dios es morfé; es
decir: Su esencia inalterable es la divinidad. Aunque Su sjéma exterior cambiara,
seguía siendo de esencia divina.
La kenosis es un concepto cristológico que tiene su raíz y su base bíblica en Fil. 2:7,
en el cual Jesucristo que “se vació a sí mismo”, asumiendo la forma de vida humana
que es propia de los demás hombres y haciéndose obediente al Padre hasta la
muerte de cruz. Significa por tanto el “vaciamiento” o “despojamiento” de sí que
realizó el Hijo de Dios insertándose en la historia de los hombres, hasta pasar por la
experiencia de la muerte de cruz.
El verbo griego kenún quiere decir literalmente vaciar. Se puede usar de sacar el
contenido de un contenedor hasta dejarlo vacío, o de derramar su contenido hasta
que no queda nada dentro. Aquí, Pablo usa la palabra más gráfica posible para
aclarar la Encarnación. Jesús rindió de manera voluntaria la gloria de la divinidad
para convertirse en un hombre. Se vació de Su divinidad para asumir Su humanidad.
Según la enseñanza de la kenosis, cuando Dios se encarnó se privó
voluntariamente a Sí mismo de algunos de Sus atributos divinos.
Fil. 2:11 es uno de los versículos más importantes en todo el Nuevo Testamento. En
él leemos que el propósito de Dios es que un día toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor. Estas cuatro palabras fueron el primer credo de la Iglesia
Cristiana. Ser cristiano era confesar que Jesucristo es el Señor (Rom. 10:9). El gran
título por el que se conocía a Jesús en la Iglesia Primitiva era Kurios, Señor.
Al llegar al final de este pasaje, volvemos a lo del principio. Llegará el día cuando la
humanidad llamará a Jesús Señor, pero será a la gloria del Padre Dios. Todo el
propósito de Jesús es, no Su propia gloria, sino la de Dios. Pablo tiene muy clara la
exclusiva y suprema supremacía de Dios. En la primera carta a los Corintios escribe
que al final el mismo Hijo se sujetará al Que Le sometió todas las cosas (1 Cor.
15:28).
58
EL CUIDADO PRÁCTICO DE LA SALVACIÓN (Fil. 2:12-18)
Pablo exhorta a los filipenses mucho más que a vivir en unidad en una situación
dada; los exhorta a vivir una vida que conduzca a la salvación de Dios en el tiempo y
en la eternidad.
Los cristianos filipenses necesitaban ser cuidadosos en su obediencia a Cristo, ahora
que Pablo ya no estaba con ellos para recordarles lo que era correcto. Sin negar la
libertad humana, Pablo destaca la participación de Dios en la salvación del individuo,
tanto en su decisión inicial como en sus posteriores progresos.
En vista de la obediencia de Cristo y de su señorío, los filipenses mostrarían una
obediencia parecida. Pablo no enseña que nuestra salvación depende de lo que
continuamente hagamos, sino que debe expresarse en un avance progresivo en la
vida y el carácter cristianos, no sólo individualmente sino a través de la participación
obediente en el llamado colectivo de Dios a la iglesia local.
V. 13 Tenemos nuestra parte en esto, pero lo que lo hace posible es el obrar de Dios
en nosotros (la palabra gr. utilizada aquí y a menudo por Pablo para referirse al
poder de Dios, es de la cual deriva la palabra “energía”). Dios nos da tanto el deseo
como la fuerza para hacer lo que le agrada a él.
V.16 Una de las características del estilo literario de Pablo es su amor a las
ilustraciones de la vida del atleta. Y no nos sorprende. En todas las ciudades griegas
había un gimnasio, que era mucho más que un campo de deportes.
No cabe duda que Pablo iría a ver estos juegos en Corinto y en Éfeso. Donde había
multitudes, allí estaría Pablo tratando de ganar a los más posibles para Cristo.
59
Como Pablo no podía ir a Filipos en persona, tuvo intención de enviarles a Timoteo
como su representante. No tenía otro que estuviera tan de acuerdo con él en todo.
Timoteo frecuentemente actuaba como enviado personal de Pablo.
Su propósito al enviar a Timoteo a Filipos era para alentar a los cristianos de allí y
traerle noticias a Pablo sobre cómo se encontraban.
La mayoría de las cartas de Pablo lo mencionan a menudo en razón de que el
Apóstol mismo le delegaba responsabilidades especiales.
Desde aquel momento, Pablo y Timoteo fueron muy unidos. Pablo se refería a
Timoteo como su hijo en el Señor (1 Cor. 4:17). Estuvo con Pablo en Filipos en
Tesalónica y Berea y más tarde, en Corinto y Éfeso y en la cárcel de Roma. Estuvo
asociado con Pablo al escribir no menos de cinco de sus cartas y cuando Pablo
escribió a Roma, Timoteo se le unió al mandar saludos (Rom. 16:21).
Así como un obrero habilidoso entrena a un aprendiz, Pablo preparó a Timoteo
para que continuara el ministerio en su ausencia.
La gran utilidad de Timoteo era que, siempre que Pablo quería información acerca de
alguna iglesia o quería dar consejo o ánimo o reprensión, y no podía ir en persona, le
enviaba a él. Así es que Timoteo fue enviado a Tesalónica (1 Tes. 3:6); a Corinto (1
Cor. 4:17); y a Filipos. Por último, también Timoteo estaba preso por la causa de
Cristo (Heb. 13:23). El gran valor de Timoteo era que siempre estaba dispuesto a ir a
cualquier sitio; y en sus manos estaba tan seguro un mensaje como si Pablo mismo
lo llevara. Otros podían ser presa de ambición egoísta, pero Timoteo no quería más
que servir a Pablo y a Jesucristo. Pablo observó que muchos cristianos estaban
demasiado preocupados en sus necesidades como para invertir tiempo en trabajar
por Cristo.
Fil. 2:23-24 Pablo estaba en prisión por predicar a Cristo y esperaba su juicio o su
veredicto. Les decía a los filipenses que tan pronto supiera la decisión de la corte,
enviaría a Timoteo con las noticias, pero que estaba dispuesto a aceptar lo que
viniera.
60
Explicaciones referentes a Epafrodito (Fil.2:25-30)
Fil. 2:26–28 ¿Por qué razón Pablo envía de nuevo a Epafrodito hacia Filipo?
Algo había sucedido que hizo que Pablo enviara a Epafrodito a Filipos en vez de
mantenerlo consigo. Epafrodito había estado gravemente enfermo, pero por la
misericordia de Dios, tal como Pablo consideró lo acontecido, se recuperó. El informe
de la gravedad de la enfermedad de Epafrodito había llegado a los filipenses y la
noticia de la ansiedad de sus amigos de Filipos había llegado de vuelta. Esto le
causó angustia al mismo Epafrodito cuyo corazón comenzó a añorar a los suyos en
Filipos.
“Se angustió”. Esta es una palabra muy fuerte en el griego, usada en el NT sólo
aquí y para describir el sentir de nuestro Señor en el Getsemaní en Mt. 26:37 y Mr.
14:33). Así que Pablo consideró que lo mejor para Epafrodito era regresar a su
ciudad.
Fil. 2:29-30 Pablo, sin embargo, fue sensible a la situación. Estaba la posibilidad de
que los filipenses no comprendieran la razón del regreso de su mensajero. Así les
pide que reciban a Epafrodito con una calurosa bienvenida cristiana, no sólo como
uno de sus compañeros que regresa del extranjero, sino como alguien altamente
calificado por su fidelidad y el alto costo del servicio encomendado.
61
Capítulo 3
EXPECTATIVAS ESPIRITUALES DE PABLO (3:1-21)
Parece que Pablo estaba por cerrar su carta cuando usa el término que puede
traducirse “finalmente”. Pero, por alguna razón, siente que debe dar una advertencia
con relación a aquellos que querían que todos los gentiles convertidos llegasen a ser
judíos. Esto lo lleva a declarar su confianza sólo en Cristo Jesús para ser acepto ante
Dios, y a referirse a sus más grandes ambiciones para su vida espiritual y para la de
los filipenses.
Pablo estaba tan indignado contra aquellos que presionaban para que los gentiles
llegasen a ser judíos que los llamó perros, el nombre que los judíos daban a los
gentiles. Esta gente, merecía dicho nombre más que cualquier gentil por la forma en
que ellos “merodeaban” por las congregaciones cristianas buscando ganar a los
creyentes gentiles al judaísmo. Por eso les dijo: ¡guardaos…!
62
Objetivos en la vida anterior de Pablo (Fil. 3:4-7)
Pablo da su testimonio personal como un ejemplo de que no se puede confiar en los
logros personales, sino descansar enteramente en Cristo.
A primera vista, parece que Pablo alardeaba con sus logros. Pero es todo lo
contrario, muestra que los logros humanos, pese a lo significativos que sean, no
permiten obtener la salvación personal y la vida eterna con Dios. Pablo tenía cartas
de presentación impresionantes: formación, nacionalidad, trasfondo familiar,
herencia, ortodoxia, actividad y moralidad.
Pablo Enumera siete cosas que consideraba como ganancia en la vida religiosa que
había vivido antes de encontrarse con Jesús:
Después que Pablo consideró todo lo que había logrado en la vida, manifiesta que
nada de eso tenía valor, cuando se comparaba con el conocimiento de Cristo. Ahora
consideraba todas aquellas ganancias como una gran pérdida. En contraste con su
vida actual, todo lo anterior es basura, es decir, deshechos que sólo sirven para tirar
a los perros. Esta es una declaración profunda acerca de los valores: la relación de
una persona con Cristo es más importante que cualquier otra cosa. Conocer a Cristo
debe ser nuestra meta final.
63
Fil. 3:9-10 Ni guardar la ley, ni el mejoramiento personal, la disciplina ni ninguna
cantidad de esfuerzos religiosos pueden hacernos perfectos delante de Dios. La
justificación viene solo de Él. Somos hechos justos (recibir la justicia al permanecer
con Él) al confiar en Cristo. Él cambia nuestros pecados y nuestras faltas por su
completa justicia.
Cuando nos unimos a Cristo confiando en Él, experimentamos el poder que lo
resucitó de la muerte. Ese mismo poder maravilloso nos ayudará a vivir moralmente,
renovará y regenerará nuestras vidas. Pero antes de que caminemos en nueva vida
debemos morir al pecado. Así como la resurrección de Cristo nos da el poder de
Cristo para vivir para Él, su crucifixión señala la muerte de nuestra vieja naturaleza
pecadora. No podemos conocer la victoria de la resurrección sin usar personalmente
la crucifixión. Conocer a Cristo no solamente significa experimentar el poder del
Señor resucitado, sino también participar de sus padecimientos.
Fil. 3:11 Cuando Pablo dice: “Si en alguna manera llegase a la resurrección…” No
es una expresión de duda, sino de profunda humildad y firme propósito. Pablo no
sabía el camino que lo llevaría a la presencia de Dios: ejecución o muerte natural.
Pablo no dudó que resucitaría, pero si sabía que esto se lograría por el poder de
Dios y no por el suyo. Pablo sabía que podría morir pronto, pero tenía fe en que
resucitaría a la vida otra vez.
Cuando se refiere a los cristianos, a menudo quiere decir personas bautizadas que
son miembros de la iglesia en plenitud de derechos y obligaciones, como opuesto a
los que están todavía recibiendo instrucción.
Así es que, cuando Pablo usa la palabra en el V.12, en una forma derivada,
teleíomai, está diciendo que él no es, de ninguna manera, un cristiano completo,
sino que sigue avanzando, tratando de agarrar aquello para lo que Cristo le agarró a
él. Pablo sentía que, cuando Cristo le detuvo en el camino de Damasco, tenía una
visión y un propósito para él; y Pablo sentía que toda su vida estaba obligada a
proseguir adelante.
Con ese fin, Pablo dice que hace dos cosas. Él está olvidando las cosas que va
dejando atrás. Es decir, nunca se gloriará de ninguno de sus logros ni los usará
como disculpa para relajar su esfuerzo.
64
Lo que Pablo está diciendo es que el cristiano debe olvidar todo lo que ha hecho, y
tener presente solo lo que todavía tiene por hacer.
También está “extendiéndose a lo que está por delante”. La palabra que usa para
extenderse es epekteinómenos es muy gráfica y se usa de un corredor que se
estira hacia la cinta. Así es que Pablo dice que en la vida cristiana debemos olvidar
cualquier logro pasado, y tener presente solo la meta que tenemos por delante.
Fil. 3:17 Aquí, como en otros lugares de sus cartas, Pablo habla de su propio
ejemplo como uno que se debe seguir. Esto podría parecer presuntuoso, pero
necesitamos comprender que antes de haber un NT para uso de los cristianos, era
vital que hubiese modelos dignos de seguir. Era tan necesario para Pablo vivir la
clase de vida cristiana digna de ser imitada por otros como el predicar un evangelio
puro en el cual creer. Esto no significaba, naturalmente, que debían copiar cada cosa
que él hacía; él ya había establecido que no era perfecto. Quiso darles a entender
que así como su vida estaba centrada en Cristo, la de ellos también debería estarlo.
Había otro grupo de gnósticos que mantenían una posición diferente. Creían que una
persona no podía llegar a ser completa hasta que hubiera experimentado todo lo que
la vida puede ofrecer, tanto bueno como malo.
Así es que los que Pablo ataca puede que fueran intelectuales gnósticos que
presentaban argumentos para justificar su vida de pecado, o cristianos confusos que
tergiversaran las cosas más preciosas para justificar sus pecados más feos.
Fil. 3:20-21 Pablo les recuerda a los filipenses que, aun cuando sean ciudadanos
romanos, por vivir en una colonia romana, poseen una ciudadanía más elevada y
sólo son extranjeros en este mundo. Todos tenemos una ciudadanía terrenal que
tiene sus privilegios y obligaciones. Pero tanto ellos como nosotros hemos de valorar
encima de todo el regalo de una vida y una ciudadanía celestial, y vivimos en la
esperanza de nuestra herencia venidera que recibiremos por completo en el futuro.
65
Capítulo 4
INSTRUCCIONES, AGRADECIMIENTOS Y SALUDOS (4:1-23)
El último capítulo de la carta incluye exhortaciones, mensajes personales y el
reconocimiento de las ofrendas de los filipenses. Su recuerdo grato de esas ofrendas
lleva a Pablo a hablar de su dependencia del Señor y de las bendiciones espirituales
que resultan de ofrendar generosamente. Continúa diciendo que ha aprendido a vivir
en contentamiento, con poco o con mucho, fortalecido y sustentado en todo por el
Señor quien seguramente suplirá plenamente todas sus necesidades.
Todo este pasaje resume el afecto de Pablo a sus amigos filipenses. Los ama y
anhela. Son su gozo y su corona. Los que él ha traído a Cristo son su mayor gozo
cuando las sombras se cierran a su alrededor.
Tres veces en los primeros cuatro versículos de este cuarto capítulo aparece la frase
en el Señor. Hay tres grandes mandamientos que da Pablo en el Señor.
66
Mantener lo verdadero y lo honorable (Fil. 4:8-9)
Algunas veces se ha dicho que las cualidades del carácter mencionado aquí no son
definitivamente cristianas, sino las que han sido honradas en muchas culturas y
sociedades. Esto puede ser cierto, pero el cristiano tiene una obligación especial de
evidenciarlas y tiene el poder del Espíritu para hacerlo.
Ocho palabras se usan para las cosas que deben llenar los pensamientos en la vida
del cristiano. En la medida en que las “tomen en cuenta” (el significado de la palabra
pensad) definirán actitudes y dirigirán las palabras y las acciones.
La carta llega a su final con saludos. En esta última sección hay una frase
intensamente interesante. Pablo manda recuerdos especialmente de los hermanos
cristianos que son de la casa de César. Es importante que entendamos
correctamente esta frase. No quiere decir que fueran de la familia de César en el
sentido corriente. La casa de César era el nombre que se daba a lo que nosotros
llamaríamos el servicio civil del Imperio, que tenía miembros por todo el mundo. Los
funcionarios de palacio, los secretarios, los que estaban a cargo de los fondos
imperiales, los responsables de la administración cotidiana de los asuntos del
Imperio, todos estos eran la casa de César.
La carta cierra como comenzó, con la oración, la cual abarca todas las otras
peticiones, por la gracia de nuestro Señor Jesucristo presente, morando en los
creyentes, siempre vivificando el espíritu humano. En muchas formas la iglesia en
Filipos fue un modelo de congregación. Estaba compuesta por diferentes clases de
personas que iban aprendiendo a trabajar juntas. Aun en su condición de prisionero
en Roma, Pablo aprendió el verdadero secreto del gozo y la paz: imitar a Cristo y
servir a otros.
67
LA EPÍSTOLA A LOS COLOSENSES
Colosas era una ciudad de Frigia en la provincia romana de Asia, a unos 160 km al
este de Éfeso, situada, al igual que Hierápolis y Laodicea, en el valle del río Lico.
La iglesia de Colosas no fue fundada por Pablo, ni la había visitado cuando escribió
esta carta. (2:1). En su segundo viaje misionero pasó al Norte del valle del Lico (Hch.
16:6–8). Un terremoto la destruyó a Colosas alrededor del 65 d.C.
Epafras, discípulo de Pablo y fundador de la iglesia y ARQUIPO diácono (Col 4.17; Flm
2), residían allí. Onésimo (Col 4.9; Flm 10) y Filemón (Flm 1) tenían relaciones con
Colosas. Parece ser que la iglesia se reunía en casa de Filemón (Flm 2).
La Epístola a los Colosenses es una de las cuatro epístolas breves que Pablo
escribió desde la prisión. Las otras tres son Filipenses, Efesios y Filemón. La Epístola
a los Colosenses se concentra en la persona y obra de Jesucristo.
Tiene temas y portadores comunes con Efesios, y se envía junto con la de Filemón
(Col 4) y otra carta para Laodicea (4:16), la que se cree que es la misma de Efesios.
68
Pablo no indica desde cuál prisión escribe. Sus compañeros Marcos (4:10) y Lucas
(4:14) estarían con él en Roma entre 61 y 63 d.C.
PROPÓSITO: Combatir los errores en la iglesia y mostrar que los creyentes tienen
todo lo que necesitan en Cristo.
Dos asuntos demandaban la atención especial de Pablo y le indujeron a escribir esta
carta:
En primer lugar, le estaba escribiendo a Filemón en Colosas con motivo de la
devolución de su esclavo fugitivo, Onésimo, que se había convertido (Flm. 7–
21). Podía, a la vez, aprovechar esta circunstancia para escribir a toda la
iglesia en Colosas.
En segundo lugar, Epafras le había llevado a Pablo un informe respecto a
dicha iglesia, que incluía muchas cosas alentadoras (1:4–8), pero también,
aparentemente, noticias inquietantes referentes a las falsas enseñanzas que
amenazaban apartar a sus miembros de la verdad de Cristo. Estas noticias
llevaron al apóstol a dirigirse a los colosenses en la forma en que lo hizo.
AUTOR: La carta deja claro que el apóstol Pablo es su autor, no solamente en los
saludos de apertura (1:1), sino también en el cuerpo de la misma (1:23) y en su
conclusión (4:18). Colosenses y Filemón fueron escritas al mismo tiempo.
LUGAR: El punto de vista tradicional de que Pablo escribió a los Colosenses durante
su prisión en Roma es más probable que la opinión de que él lo haya hecho en Efeso
o Cesarea.
Por lo tanto, se decía que Cristo carecía de autoridad y capacidad para satisfacer las
necesidades de los colosenses. Creyentes iluminados, sin embargo, podían alcanzar
la plenitud espiritual por medio de conocimientos especiales y una rigurosa
autodisciplina.
69
Impulsado por la urgencia de repatriar a Colosas al esclavo Onésimo, y entregarlo a
su amo, Pablo escribió esta epístola con un cuádruple propósito:
BOSQUEJO Y CONTENIDO:
1. Después del saludo inicial (1:1–2), el apóstol da gracias por la fe, amor,
esperanza y testimonio de los colosenses (1:3–8).
2. Luego desarrolla un majestuoso himno a Cristo en el que enfatiza su papel en
la creación y en la redención (1:15–23).
3. Ante el superior valor de Jesucristo y su obra, Pablo acepta gustoso la
obligación de proclamarlo y sufrir por Él (1:24–2.5).
4. Exhorta a los colosenses a afirmarse en Cristo y no en confusas
especulaciones (2:6–23).
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
70
CAPÍTULO 1
El saludo gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre indica el sincero
interés de Pablo de que los colosenses pudieran comprender y apreciar más
plenamente la gracia de Dios en la cual ya están, y la relación de paz que Dios ha
establecido con ellos.
Pablo tiene mucho que decir sobre la esperanza que los colosenses ya han oído y
aceptado:
2. El Evangelio es la verdad.
71
¿Quién era Epafras?
Epafras fue el evangelista que había llevado el mensaje a los colosenses. Los había
instruido con cuidado en el evangelio y ellos se habían comprometido como
discípulos para con su enseñanza. Como consiervo amado de Pablo, era su asociado
de confianza que garantizaba a la iglesia en Colosas que ellos habían recibido el
verdadero evangelio apostólico. Él había visitado recientemente a Pablo en Roma y le
informó cómo se encontraban las iglesias del valle del Lico.
Fortaleza y paciencia son dos grandes palabras griegas que van juntas muchas
veces. Fortaleza es hypomoné, y paciencia es makrothymía. Hay una cierta
semejanza y una cierta diferencia entre estas dos palabras. No sería totalmente cierto
decir que siempre se observa en griego esta diferencia, pero sí cuando van juntas.
Así es que Pablo pide para sus amigos hypomoné, la fortaleza que no se deja
dominar en ninguna situación, y makrothymía, la paciencia que ninguna persona
puede derrotar.
72
Pide que los cristianos sean tales que ninguna circunstancia pueda derrotar su fuerza
ni ningún ser humano pueda derrotar su amor. La fortaleza del cristiano ante los
acontecimientos y su paciencia con las personas deben ser indestructibles.
Además de todo esto pide gozo. El camino cristiano no es una pelea lúgubre con las
circunstancias y las personas, sino una actitud radiante y soleada ante la vida. El
gozo cristiano se mantiene en cualesquiera circunstancias. Es fácil estar gozoso
cuando las cosas nos van bien; pero la luminosidad cristiana es algo que no pueden
ahogar todas las sombras de la vida.
Por tanto la oración cristiana es: “Dame, Señor, la victoria sobre todas las
circunstancias, la paciencia con todas las personas, y el gozo que ninguna
circunstancia ni persona me pueda quitar”. La acción de gracias gozosa es una
actividad en la que los cristianos deberían participar más regularmente. Hay buenas
razones para ello. De hecho, la acción de gracias al Padre en forma regular es una
marca distintiva de un verdadero cristiano.
En este pasaje dice Pablo dos cosas importantes acerca de Jesús, ambas en
respuesta a los gnósticos. Los gnósticos habían dicho que Jesús no era más que
uno entre muchos intermediarios; y que, por muy glorioso que fuera, era solo una
revelación parcial de Dios.
Pablo dice que Jesucristo es la imagen del Dios invisible. Usa aquí una palabra y una
figura que despertaría toda clase de memorias en las mentes de sus primeros
lectores. La palabra es eikón, e imagen es su traducción correcta. Una imagen pue-
de ser dos cosas que se confunden entre sí. Puede ser una representación; pero una
representación, si es lo bastante perfecta, puede ser una manifestación. Cuando
Pablo usa esta palabra, establece que Jesús es la perfecta manifestación de Dios.
Para comprender cómo es Dios, tenemos que mirar a Jesús: Él representa
perfectamente a Dios a los hombres de una manera clara.
La otra palabra que usa Pablo está en el versículo 19. Dice que Jesús es el pléróma
de Dios. Pléróma quiere decir plenitud, totalidad. Esta es la palabra que se
necesitaba para completar el cuadro. Jesús no es simplemente un boceto de Dios, o
un resumen, o no más que un retrato sin vida de Dios. En Él no falta nada; es la
revelación completa de Dios, y no necesitamos nada más.
Según los gnósticos, el que llevó a cabo la obra de la creación fue un dios inferior,
que desconocía al verdadero Dios y Le era hostil. La enseñanza de Pablo es que el
Agente de la Creación fue el mismo Hijo.
73
Es el Primogénito de entre los muertos. Aquí vuelve Pablo al acontecimiento que
era la base y el centro de todo el pensamiento y la fe y la experiencia de la Iglesia
original: La Resurrección. Cristo no es meramente alguien que vivió y murió y acerca
de quien leemos y aprendemos cosas. Es Alguien Que, en virtud de Su Resurrección,
vive para siempre, y Le encontramos y conocemos, no como un héroe muerto o un
fundador del pasado, sino como una Presencia viva.
El contexto manifiesta que Jesús no es el primero de todos los seres creados porque
por medio de él toda la creación llegó a su existencia. Como el primogénito Cristo es
único, se distingue de toda la creación. El es ambas cosas, anterior y supremo sobre
toda la creación puesto que él es Señor.
Así es que hay cuatro grandes hechos acerca de Jesucristo en Su relación con
la Iglesia, que ya podemos poner en orden:
74
LA MISIÓN DE PABLO Y SU INTERÉS PASTORAL (Col 1:24-29)
Pablo empieza este pasaje con una idea atrevida. Piensa en los sufrimientos que está
soportando como algo que completa los sufrimientos del mismo Jesucristo. Jesús
murió para salvar a Su Iglesia; pero la Iglesia tiene que ir edificándose y exten-
diéndose; ha de mantenerse fuerte y pura e íntegra; por tanto, cualquiera que sirva a
la Iglesia ensanchando sus fronteras, estableciendo su fe, guardándola de errores,
está haciendo la obra de Cristo. Y si tal servicio implica sufrimiento y sacrificio,
esa aflicción está completando y compartiendo los mismos sufrimientos de
Cristo. Sufrir en el servicio de Cristo no es un castigo, sino un privilegio, porque es
participar de Su obra.
CAPÍTULO 2
75
Puede que se estuviera produciendo otra lucha en la mente de Pablo: era un
ser humano con todos los problemas. Estaba preso, esperando que le juzgara
Nerón y muy probablemente la sentencia de muerte. La lucha de Pablo no era
exclusivamente por sí mismo, sino también por todos los que tenían puesta la
mirada en él como su campeón y padre en la fe.
Por primera vez se mencionan expresamente los peligros que encara la iglesia. Nadie
se usa generalmente para denotar “ninguno”, en vez de indicar una persona en
particular que fuera la fuente de la falsa enseñanza mientras que el peligro podría
venir a través de argumentos que pueden parecer verdaderos, pero en realidad son
falsos. Pablo usa la ilustración de estar arraigados a Cristo. Así como las plantas
reciben nutrición del suelo a través de sus raíces, recibimos fortaleza de Cristo.
Los falsos maestros ofrecían una filosofía que presentaban como necesaria
además de la enseñanza de Cristo y de las palabras del Evangelio:
1. Era una filosofía que les había sido transmitida en una tradición humana.
76
Los gnósticos tenían la costumbre de pretender que su enseñanza especial
procedía directamente de la boca del mismo Jesús, algunas veces de María,
otras de Mateo y otras de Pedro. La acusación que Pablo les hacía a esos
maestros era que su tradición era puramente humana. No tenía ninguna base
en la Escritura; era un producto de la mente humana, y no un mensaje de la
Palabra de Dios.
2. Era una filosofía que tenía que ver con los elementos de este mundo.
Querían enseñar a los creyentes una filosofía adicional (versículo 8). Según
ellos lo veían, la verdad sencilla que Jesús había predicado y que se
conservaba en el Evangelio no era suficiente.
Querían que los creyentes aceptaran un sistema de astrología (versículo 8).
Como veremos, hay dudas acerca de su significado; pero creemos que lo más
probable es que los rudimentos del mundo fueran los espíritus elementales del
universo, especialmente de las estrellas y los planetas. Los falsos maestros
enseñaban que se estaba todavía bajo estas influencias, y se necesitaba un
conocimiento especial, más allá del que Jesús pudiera darles, para liberarse de
aquellas.
Querían imponerles a los cristianos la circuncisión (versículo 11). La fe no era
suficiente; había que añadirle la circuncisión.
Querían establecer reglas y reglamentos ascéticos (versículos 16, 20-23).
Querían introducir toda clase de reglas y normas acerca de lo que se podía
comer y beber, y acerca de los días que se debían considerar de fiesta y de
ayuno. Había que recuperar todas las antiguas leyes judías, y muchas más.
Querían introducir el culto a los ángeles (versículo 18). Enseñaban que Jesús
no era más que uno de muchos intermediarios entre Dios y la humanidad, y
que había que dar culto a todos esos intermediarios.
Ya hemos visto que los gnósticos creían que se necesitaba para la salvación toda
clase de conocimientos especiales además del Evangelio. Y había judíos que se
aliaban con los gnósticos y declaraban que el conocimiento especial que se requería
era el que aportaba el judaísmo. Esto explica por qué se combinaban en la
enseñanza de los falsos maestros colosenses las creencias del gnosticismo y las
prácticas del judaísmo. Lo único cierto es que los falsos maestros enseñaban que
Jesucristo y Su enseñanza y obra no eran suficientes para la salvación.
Una vez más Pablo enfatiza la deidad de Cristo. ”En Él habita corporalmente toda
la plenitud de la Deidad” significa que la totalidad de Dios estaba en el cuerpo
humano de Jesucristo. Cuando tenemos a Cristo tenemos todo lo que necesitamos
para salvarnos y vivir correctamente.
77
Col. 2:14 El acta de los decretos que fue cancelada trataba de la demanda de las
leyes del Antiguo Testamento. La Ley impuesta demandaba el pago de nuestros
pecados. Aunque ninguno podía ser salvo por guardar meramente esos decretos, la
verdad moral y los principios del Antiguo Testamento aún hoy nos enseñan y guían.
Solía decirse que en el mundo antiguo, cuando se cancelaba una ley u ordenanza, se
ponía en un tablón de anuncios atravesada con un clavo; pero es dudoso que sea a
eso a lo que Pablo se refiere aquí. Más bien parece ser que en la Cruz de Cristo fue
fijada a la cruz el acta condenatoria que había contra nosotros: fue ejecutada y dada
por cumplida, de manera que no se pudiera volver a reclamar.
Podemos disfrutar de nuestra vida en Cristo porque nos hemos unido a Él en su
muerte y su resurrección. Nuestros malos deseos, nuestra esclavitud al pecado y
nuestro amor por el pecado murieron con Él. Unidos con Cristo en su resurrección,
podemos disfrutar de compañerismo inquebrantable con Dios y libertad del pecado.
Nuestra deuda por el pecado ha sido pagada completamente, nuestros pecados
han sido puestos a un lado y olvidados por Dios; y podemos ser limpios y nuevos.
De una vez para siempre Jesús quebrantó su poder. Los expuso a la vergüenza
pública y los llevó cautivos en su desfile triunfal. La alegoría se refiere al triunfo de un
general romano que hubiera obtenido una victoria realmente señalada y se le
concediera desfilar con su ejército victorioso por las calles de Roma llevando tras sí a
los reyes y gobernantes de los pueblos que había vencido. Los mostraba
públicamente como su botín. Pablo piensa en Jesús como conquistador desfilando en
un triunfo cósmico, y lleva detrás los poderes del mal, para que todos los puedan ver
derrotados para siempre.
78
LA LIBERTAD DEL LEGALISMO (2:16-23)
“En comida o en bebida” probablemente se refiera a la dieta de las leyes judías. Los
festivales mencionados son fiestas judías santas que se celebraban cada año, mes
(luna nueva) y semana (el día de reposo). Estos rituales diferenciaban a los judíos de
sus vecinos paganos. Pablo amonesta a los cristianos en Colosas a no permitir que
otros los critiquen por su dieta o ceremonias religiosas. En vez de enfatizar en su
observancia, debieran enfocar su atención en Cristo solo.
La expresión “mente carnal” significa que ellos tenían una religión hecha por el
hombre. Los falsos maestros trataban de marginar al cuerpo manifestando que era
maligno pero su deseo por ganar la atención de otros mostraba que estaban
obsesionados por este.
El problema fundamental con los falsos maestros radicaba en que no estaban
relacionados con Cristo, la cabeza del cuerpo de los creyentes. Si lo hubieran estado,
no habrían enseñado doctrinas falsas o vividas en forma inmoral.
Los “rudimentos del mundo” son las creencias de los paganos.
CAPÍTULO 3
79
LAS COSAS QUE HAY QUE DEJAR ATRÁS (Col. 3:5-9)
Aquí tiene lugar el cambio que siempre se produce en las cartas de Pablo: después
de la teología viene la demanda ética.
Pablo procede a hacer una lista de algunas de las cosas que los colosenses
deben suprimir de su vida:
1. La fornicación y la inmundicia tienen que desaparecer.
2. La pasión y los malos deseos.
3. La avaricia (pleonexía.)
4. La idolatría.
Pablo dice en el versículo 8 que hay ciertas cosas de las que los colosenses deben
despojarse. La palabra que usa quiere decir quitarse la ropa. Aquí tenemos un
cuadro de la vida de los cristianos originales. Cuando uno se bautizaba se quitaba la
ropa antigua para bajar al agua; y cuando salía otra vez se ponía una túnica blanca
nueva. Se despojaba de una clase de vida y asumía otra. En este pasaje habla Pablo
de las cosas que el cristiano debe quitarse, y en el versículo 12 continúa la escena
hablando de las cosas que el cristiano debe ponerse.
80
Pensar en el perdón y el amor infinito de Dios puede ayudarnos a amar y perdonar a
otros. En la medida que nos revestimos de ellas, la última prenda que debemos
ponernos es el amor, el cual mantiene a todas las demás en su lugar.
CAPÍTULO 4
PALABRAS FINALES DE ALIENTO (4:2-6)
Este corto párrafo, con su estímulo para la oración y acción de gracias y sus
instrucciones acerca de cómo los colosenses deben conducirse en sus relaciones
para con los de afuera, concluye esta sección de la carta. Pablo no escribía nunca
una carta sin recordar a sus lectores el deber y el privilegio de orar por sus amigos.
Les dice que perseveren en la oración.
Aquí hay tres advertencias breves acerca de la vida del cristiano en el mundo.
1. El cristiano debe comportarse con prudencia y tacto con los que están fuera de
la Iglesia. Nunca debe dar la impresión de superioridad o de censura.
Se le impone al cristiano la grave responsabilidad de mostrar a Cristo a los
demás en su vida diaria.
2. El cristiano debe tener gracia y simpatía en su manera de hablar para dar la
respuesta que conviene en cada caso.
81
3. El cristiano debe siempre estar alerta para no dejar pasar la oportunidad. Debe
agarrar todas las oportunidades que se le presenten de trabajar para Cristo y
de servir a sus semejantes.
4. La vida y el trabajo cotidianos no dejan de ofrecer oportunidades de testificar
de Cristo.
La carta a Colosas se tenía que mandar después a Laodicea. Y, dice Pablo, hay otra
carta que está de camino desde Laodicea a Colosas. ¿Cuál era esa Carta a los
Laodicenses? Hay cuatro posibilidades:
1. Puede que fuera una carta especial a la iglesia de Laodicea. En ese caso, se
habrá perdido. Seguramente Pablo escribió muchas más cartas de las que
poseemos. Se deben de haber perdido muchas otras, entre ellas la dirigida a
los laodicenses.
2. Puede que fuera la carta que conocemos como a los Efesios. Es casi seguro
que Efesios no se le escribió a la iglesia de Éfeso, sino que era una carta
circular que debía ir recorriendo las iglesias de la provincia de Asia. Puede que
esta carta circular hubiera llegado ya a Laodicea y estuviera de camino hacia
Colosas.
3. Puede que se tratara de la Carta a Filemón. Esa es una posibilidad que
presentamos en nuestro estudio de esa carta.
4. Hace muchos siglos que ha estado en existencia una supuesta carta de Pablo
a la iglesia de Laodicea.
La carta concluye con una seria advertencia a Arquipo para que sea fiel al trabajo
concreto que se le ha confiado.
Pablo tenía la costumbre de escribir él mismo el saludo final y firmar, y eso es lo que
hace aquí. Usualmente dictaba sus cartas a un escriba, pero casi siempre terminaba
con una breve nota manuscrita por él mismo (1 Cor. 16:21; Gál. 6:11). Esto evitaba
que los falsos maestros escribieran cartas en nombre de Pablo.
Y así llega la carta a su final inevitable. Todas las cartas de Pablo finalizan con la
gracia. Él siempre terminaba encomendando a otros a aquella gracia que había
encontrado suficiente para todas las cosas.
82
LAS DOS EPÍSTOLAS A LOS TESALONICENSES
TESALÓNICA era la capital y la ciudad más grande de la provincia romana de
Macedonia (con una población aproximada a los 200.000 habitantes). La carretera
más importante de Roma (la Vía Egnacia), que se extendía desde Roma y llegaba
hasta el Oriente, pasaba por Tesalónica. Esta carretera, junto con el floreciente puerto
de esta ciudad, hizo de Tesalónica uno de los centros de comercio más ricos y
florecientes del Imperio Romano. Reconocida como una ciudad libre, Tesalónica pudo
autogobernarse y fue eximida de gran parte de las restricciones impuestas por Roma
a otras ciudades en el Imperio. Sin embargo, su sabor internacional atrajo a muchas
religiones paganas e influencias culturales que desafiaron la fe de los nuevos
cristianos.
Era la ciudad principal de Macedonia en tiempos del Nuevo Testamento y visitada por
Pablo y sus compañeros, Silas y Timoteo. Tesalónica permaneció como corona
triunfante de los esfuerzos de Pablo (1 Tes. 1:8).
LA IGLESIA EN TESALÓNICA
Pablo fundó la iglesia en Tesalónica en el año 49 ó 50 d. C., durante su segundo viaje
misionero (Hch 17:1–9). La iglesia consistía en unos pocos judíos que se habían
convertido y un grupo mayor de antiguos paganos (1 Tes. 1:9; Hch 17:4). Aunque
representaba un gran sacrificio, Pablo se ganaba la vida como fabricante de tiendas
para no ser carga a la naciente iglesia (1 Tes 2:7–12), y más de una vez recibió
ayuda de los fieles filipenses (Flp. 4:16).
La iglesia de Tesalónica era muy joven, habiéndose establecido sólo dos o tres años
antes de que se escribiera esta carta. Los cristianos tesalonicenses necesitaban
madurar en su fe. Además, había un mal entendido acerca de la Segunda Venida de
Cristo. Algunos pensaban que Cristo regresaría de inmediato, y por lo tanto se
sentían confundidos cuando sus seres amados morían porque esperaban que Cristo
regresara antes. Además los creyentes estaban siendo perseguidos.
83
1ª y 2ª TESALONICENSES
Las dos cartas que Pablo escribió a los tesalonicenses, están entre las primeras del
N.T., aunque ambas dejan al lector pensando en las responsabilidades del presente.
Estas cartas de Pablo, a los hijos en la fe se entienden solamente a la luz de la
historia de la llegada del evangelio a Tesalónica (Hch 17:1–9). Por ser niños en la fe,
necesitaban contacto personal y enseñanzas morales específicas. La persecución
inesperada fue amarga hasta que Pablo los consoló contándoles sus pruebas y
explicándoles por qué sufrían (1 Tes.3:4; 2 Tes 1:4).
Para salir de la confusión acerca de la Venida del Señor, los tesalonicenses
necesitaban una enseñanza más detallada. La muerte de sus seres queridos antes de
la Venida de Cristo había inquietado a algunos. Otros ya no trabajaban porque les
parecía inútil, ya que Cristo vendría pronto (1 Tes 4:13–16, 2 Tes 3:6–12). Es
necesario, dice Pablo, que primero se manifieste el hombre de pecado, por lo tanto,
los perezosos debían comenzar a trabajar (2 Tes 2; 1 Tes 5:14).
Ambas cartas contienen enseñanza amplia sobre el evangelio y el carácter de una
iglesia joven la cual puede ser desarrollada para mostrar cómo los cristianos deberían
vivir y testificar hoy.
BOSQUEJO Y CONTENIDO
1ª TESALONICENSES
1) 1:1–3:13 Se expresa la solidaridad personal. Calurosamente recuerda su
ministerio entre ellos, y la acogida que dieron al evangelio. Los felicita por su
entusiasmo en la prolongación de la nueva fe por todos lados. Les recuerda cuánto
trabajó cuando estuvo entre ellos y las tribulaciones actuales. Su deseo es verles
pero, por no poder ir personalmente, se conforma con escribirles y enviarles a
Timoteo.
2) 4:1–5:24 Les insta a la vida santa. Para ellos la pronta venida del Señor es un
aliciente; es más, como su preceptor les amonesta con frases directas y claras.
84
3) 5:25–28 Salutación final.
2ª TESALONICENSES
1) 1:1–12 Se nota más seriedad en esta carta. Las persecuciones que sufren son
evidencia del juicio de Dios, prueba de la salvación de ellos y la perdición de los
perseguidores.
2) 2:1–3:5 La Segunda Venida del Señor será acompañada de ciertas
manifestaciones. El efecto de estos conocimientos es confirmar a los fieles en su
fe. Ellos participan en la obra del apóstol por medio de su interés y sus oraciones.
3) 3:6–15 Es esta una amonestación especial para los que usaban las enseñanzas
escatológicas como excusa para vivir desordenadamente.
4) 3:16–18 Conclusión.
El área mayor en la que Pablo sintió la necesidad de dar instrucciones era en cuanto
al advenimiento futuro del Señor Jesús. No era que hubiera alguna falsa enseñanza,
sino que los tesalonicenses habían fallado en apreciar debidamente el significado de
la enseñanza paulina sobre la Segunda Venida y sobre la resurrección de la muerte.
MARCO HISTÓRICO
La estancia de Pablo en Tesalónica se vio interrumpida; cuando los judíos se
buscaron algunos agitadores locales y lo acusaron ante las autoridades de trastornar
el mundo diciendo que había otro rey: Jesús (Hch 17:1–7). No era una acusación sin
importancia, sino una cuestión de traición, que en el Imperio Romano se castigaba
con la muerte. Inmediatamente Pablo salió de allí.
En la primera les dice que cuando Cristo vuelva, los muertos en Cristo resucitarán
primero, y luego los que estén vivos serán arrebatados (1 Tes 4:13–18). Como la
venida de Cristo sería tan repentina como la de un ladrón en la noche, los creyentes
debían estar alertas (1 Tes 5:1–11).
Pero algunos parecen que estaban demasiado vigilantes, dando por sentado que
Cristo vendría en cualquier momento. En la segunda carta Pablo les recuerda que
antes que Cristo volviera tenían que ocurrir varias cosas, como una rebelión contra la
fe y la aparición del “inicuo” anticristo (2 Tes 2:8–9). Mientras tanto, Pablo les pide
que vuelvan a trabajar. “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tes 3:10).
85
Muchos en la iglesia estaban confundidos acerca de la fecha del regreso de Cristo.
Debido a la creciente persecución, pensaron que el día del Señor era inminente e
interpretaron la primera carta de Pablo en el sentido de que la venida de Cristo
ocurriría en cualquier momento. A la luz de esta errada interpretación, muchos
persistieron en la ociosidad y en el desorden, con la excusa de estar esperando el
regreso de Cristo.
86
1ª TESALONICENSES
CAPÍTULO 1
Salutación (1 Tes. 1:1)
Pablo comparte la autoría de 1 y 2 Tesalonicenses con Silvano y Timoteo. Timoteo,
un joven judío suplente de Pablo, también participó en la redacción de 2 Corintios,
Filipenses, Colosenses y Filemón.
Silvano, llamado Silas en el libro de los Hechos, era un líder de la iglesia de
Jerusalén (Hch 15:22) y profeta (Hch 15:32). Ayudó a Pablo a establecer la iglesia en
Tesalónica (Hch 17:1–9). Más tarde, Silvano participó en la redacción de 1 Pedro (1
Pe. 5:12). Era, por lo tanto, un asociado de ambos, Pedro y Pablo.
Pablo y sus acompañantes, probablemente llegaron a Tesalónica a comienzos del
verano del año 50 d.C. Establecieron la primera iglesia cristiana en dicha ciudad, pero
tuvieron que salir apresuradamente porque sus vidas estaban amenazadas (Hch.
17:1–10). En la primera oportunidad que tuvo, tal vez cuando se detuvo en Corinto,
Pablo envió a Timoteo de regreso a Tesalónica para ver cómo estaban los nuevos
creyentes. Timoteo volvió a Pablo con muy buenas noticias: los cristianos en
Tesalónica se mantenían firmes en la fe y estaban unidos. Pero tenían algunas
preguntas relacionadas con su nueva fe. Pablo no había tenido tiempo para
contestarlas todas durante su breve visita y, mientras tanto, habían surgido otras. Por
lo tanto, escribió esta carta para responder a sus interrogantes y para alabarlos por su
fidelidad a Cristo.
Ejemplo de los tesalonicenses (1 Tes. 1:2-10)
1:2-3 Pablo empieza con una alabanza sin reservas. Hasta cuando tenía que
reprender, no lo hacía para desanimar, sino para elevar. Pablo, como buen psicólogo
y con verdadero tacto cristiano, empieza reconociendo los méritos aun cuando tenga
que pasar a reprender.
En el versículo 3, Pablo reúne tres grandes ingredientes de la vida cristiana:
Hay una labor inspirada por la fe.
Hay una labor impulsada por el amor.
Hay una constancia basada en la esperanza.
Los creyentes de Tesalónica se mantuvieron firmes cuando fueron perseguidos (1.6;
3.1–4, 7, 8). Pablo felicita a estos nuevos cristianos por su obra producida por la fe,
su trabajo impulsado por el amor y su paciencia inspirada por la esperanza. Estas
características son la marca de cristianos efectivos en cualquiera época.
87
1:5-7 El evangelio vino “con poder”, y tuvo un efecto poderoso en los tesalonicenses.
La forma como el cristianismo llegó a los tesalonicenses constituye un ejemplo
perfecto de predicación eficaz. Aunque se expuso de manera razonada, el evangelio
no llegó... en palabras solamente, sino también en poder (en griego, solaehd), lo
que Jesús había prometido cuando anunció la venida del Espíritu Santo (Hch 1:8).
La vinculación entre poder y Espíritu sugiere que se produjeron manifestaciones
milagrosas, pero ellas no traen consigo, por sí solas, plena certidumbre, esto es,
profunda convicción personal, que fue el fruto de la misión paulina en Tesalónica.
Los tesalonicenses pudieron ver que lo que Pablo, Silas y Timoteo predicaban era la
verdad, porque la vivían.
1:6 “recibiendo la palabra en medio de gran tribulación” significa que, aunque los
tesalonicenses recibieron el mensaje de salvación con gran gozo, les trajo serios
sufrimientos porque desató la persecución, tanto de los judíos como de los gentiles
(3:2–4; Hch. 17:5). Habiendo creído el mensaje del evangelio y aceptado la nueva
vida en Cristo, Aparentemente muchos tesalonicenses creyeron que serían
protegidos de la muerte hasta el retorno de Cristo. Luego cuando los creyentes
empezaron a morir bajo la persecución, algunos cristianos tesalonicenses empezaron
a cuestionar su fe. Muchos de los comentarios de Pablo en esta carta están dirigidos
a estas personas, explicándoles lo que sucede cuando los creyentes mueren.
Esto hizo de ellos un ejemplo a otros cristianos en las dos provincias romanas de
Macedonia y Acaya que cubrió más o menos el área de la Grecia moderna. Noticias
sobre sus conversiones se habían difundido en esta área, en parte a través de la obra
evangelística de los lectores mismos, y en parte por otras personas hablando acerca
de ellos.
A través de este libro Pablo enfatizó la Segunda Venida de Cristo. Debido a que la
iglesia de Tesalónica estaba siendo perseguida, Pablo la anima a mirar hacia
adelante, a la liberación que Cristo traerá.
88
CAPÍTULO 2
Ministerio de Pablo en Tesalónica (1 Tes. 2:1-16)
2:1-2 “Nuestra visita a nosotros” se refiere a su primera visita de Pablo a Tesalónica
(Hch. 17:1–9).
Los tesalonicenses sabían que Pablo había estado preso en Filipos justo antes de su
venida a Tesalónica (Hch. 16:11–17:1). El temor a perder la libertad no fue obstáculo
para que Pablo siguiera predicando el evangelio.
89
“Ningún profeta que encargue una mesa en el Espíritu comerá de ella, porque sería
un falso profeta”. “Si el que os llega es un enviado, socorredle con lo que podáis. Pero
que no se quede con vosotros más de dos o tres días, a menos que sea por
necesidad. Pero si tiene intención de quedarse entre vosotros como un artesano más,
que trabaje para comer. Pero si no tiene profesión, ved la manera de que no esté
ocioso entre vosotros si es cristiano. Pero si no quiere, es un traficante de Cristo:
guardaos de los tales” (Didajé, capítulos 11 y 12). La Didajé se fecha hacia el año
100. Ya se conocía en la Iglesia Primitiva el problema perenne de los mangantes que
se presentan como hermanos necesitados, y hasta como obreros cristianos.
2:6-8 Cuando Pablo estuvo con los tesalonicenses, no los aduló, no buscó su
alabanza y no fue una carga para ellos. Él y Silas concentraron sus esfuerzos en la
presentación del mensaje de Dios para la salvación de los tesalonicenses.
El versículo 6 indica que a Pablo le acusaban de buscar prestigio personal. Este
es el constante peligro del predicador, el hacer alarde de sí mismo en vez de
presentar el Mensaje.
El versículo 7 indica que a Pablo le acusaban de ser un dictador. Su gentileza era
la de un padre prudente. Su amor sabía ser firme. Para él, el amor cristiano no era
una sensiblería blandengue; sabía que las personas necesitaban disciplina, no para
castigarlas, sino para bien de sus almas.
2:9 Aunque Pablo tenía el derecho de recibir apoyo económico de la gente a la que
enseñaba, trabajó como fabricante de tiendas (Hch. 18:3) para sostenerse y no ser
carga a los nuevos creyentes en Tesalónica.
90
LOS PECADOS DE LOS JUDÍOS (1 Tes. 2:13-16)
La fe cristiana no había traído tranquilidad a los tesalonicenses, sino problemas. Su
recién descubierta lealtad los había sumido en persecuciones. El método que usa
Pablo para animarlos es muy interesante.
Pero lo más interesante de este pasaje está en que en los versículos 15 y 16 Pablo
traza una especie de catálogo de los errores y pecados de los judíos:
1. Mataron al Señor Jesús y a los profetas.
2. Persiguieron a los cristianos.
3. No trataban de hacer la voluntad de Dios.
4. Estaban en contra de todos los hombres.
5. Querían reservarse la invitación del amor de Dios para ellos solos, y no
querían que los gentiles tuvieran parte en Su gracia.
Cuando Pablo se refiere a los judíos, está hablando de ciertos judíos que se oponían
a su predicación del evangelio, no a todos los judíos. Muchos de los convertidos de
Pablo eran judíos, como él.
Así como los judíos cristianos en Jerusalén fueron perseguidos por otros judíos, así
los cristianos gentiles en Tesalónica fueron perseguidos por sus coterráneos gentiles.
91
Habiendo dejado Tesalónica antes de lo que el había deseado, Pablo quiso
regresar tan pronto como fuera posible, pero le fue impedido por lo que él llama
oposición satánica (2 Cor. 12:7). Una posibilidad es que en vista del problema
habido con los gobernadores de la ciudad se le prohibió a Pablo regresar a ese
lugar, y nada había sucedido para cambiar la situación. Parece que fue
difundida alguna crítica injustificada acerca de Pablo, y por eso subraya la
intensidad de su deseo de visitarlos de nuevo y animarlos.
Satanás es real. Se le llama “el dios de este siglo y príncipe de la potestad del
aire”. No sabemos exactamente qué impidió el regreso de Pablo a Tesalónica:
oposición, enfermedad, complicaciones en el viaje o un ataque directo de
Satanás, pero Satanás de alguna manera intentó mantenerlo alejado. Muchas
de las dificultades que nos impiden cumplir con la obra de Dios pueden ser
atribuidas a Satanás.
Dice que los tesalonicenses eran su corona. En griego hay dos palabras para
corona. Una es diádéma, que se usa casi exclusivamente refiriéndose a la
corona real. La otra es stéfanos, que se utiliza casi exclusivamente para
designar la corona del vencedor en alguna contienda deportiva. Stéfanos es la
palabra que usa aquí Pablo. El único premio que apreciaba realmente en la
vida era ver vivir a sus convertidos de acuerdo con el Evangelio.
La corona de la gloria era un manojo tejido de laurel que se utilizaba para
premiar a los atletas ganadores de una competencia, como los afamados
juegos del istmo de Corinto. Aparentemente, Pablo escribió las cartas a los
Tesalonicenses desde Corinto.
La iglesia sería como su corona simbolizando su eficaz trabajo misionero, y por lo
tanto su continua existencia era vital. Igualmente, sus convertidos eran la fuente de su
gozo por causa del testimonio de ellos. Así como un maestro puede tener un genuino
placer en el éxito de un alumno no porque él o ella hayan tenido una participación en
ese éxito sino sobre todo a causa de lo que esto significa para el alumno.
Pero la noción de las coronas delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida,
recuerda la pompa y el esplendor de las visitas imperiales, que proveen las imágenes
utilizadas por Pablo cuando éste habla del regreso de Jesús. En tales visitas oficiales
se entregaban recompensas. “Venida”, en relación con el retorno del Señor, aparece
6 veces en las cartas a los Tesalonicenses, y sólo una (1 Co 15:23) en los demás
escritos de Pablo; lo cual ilustra el papel central que le correspondió al regreso de
Cristo en las primeras cartas paulinas. La expresión exacta “Segunda Venida” surgió
en los tiempos del NT.
Pablo se concibe a sí mismo como apareciendo delante de Cristo en el día del juicio,
trayendo consigo esta iglesia como la prueba de que había sido fiel en su llamado
como misionero.
2:20 La recompensa final para el ministerio de Pablo no era dinero, prestigio o fama,
sino nuevos creyentes cuyas vidas fueron cambiadas por Dios por medio de la
predicación del evangelio. Este era el motivo por el cual tenía muchas ganas de
verlos.
92
CAPÍTULO 3
3:1–4 Debido a que Pablo no pudo regresar a Tesalónica (2:18), envió a Timoteo
como su representante. Según Hch. 17:10, Pablo dejó Tesalónica y fue a Berea.
Cuando empezaron a surgir problemas en Berea, algunos cristianos llevaron a Pablo
a Atenas mientras Silas y Timoteo permanecían allí (Hch. 17:13–15). Luego Pablo les
pidió que se juntaran con él en Atenas. Más tarde envió a Timoteo a Tesalónica para
que animara a los cristianos, para que fueran fuertes en su fe ante la persecución y
otras dificultades.
Cuando Pablo envió a Timoteo a Tesalónica no fue tanto para inspeccionar aquella
iglesia sino para ayudarla. Debería ser ese el interés supremo de padres, maestros y
pastores, no tanto criticar y condenar por sus faltas y errores a los que están a su
cargo, sino salvarlos de esas faltas y errores. La actitud cristiana para con el pecador
y para con el que hace todo lo posible aunque fracase, no debe tender a condenar,
sino a ayudar.
Algunos piensan que los problemas siempre son causados por el pecado o por la falta
de fe. Las pruebas pueden ser parte del plan de Dios para los creyentes.
Experimentar problemas y persecuciones puede fortalecer el carácter, la paciencia y
la sensibilidad hacia otros que también enfrentan problemas.
Algunas personas se vuelven a Dios con la esperanza de escapar del sufrimiento en
la tierra. Pero Dios no promete eso, en su lugar nos da poder para crecer a través de
nuestro sufrimiento. La vida cristiana significa obedecer a Cristo a pesar de la
tentación y la opresión.
3:5 Satanás (el tentador) es el más poderoso de los espíritus malignos. Su poder
puede afectar tanto el mundo espiritual (Ef.6:10–12) como el mundo físico (2 Cor.
12:7–10). Satanás aun trató de tentar a Jesús (Mt. 4:1–11). Pero Jesús lo derrotó
cuando murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó para darnos nueva vida. A
su tiempo Dios vencerá a Satanás para siempre (Ap. 20:7–10).
93
Al regresar a donde se encontraba Pablo, Timoteo trajo las buenas noticias sobre la
vigorosa fe y el amor de los tesalonicenses. Pablo todavía espera verlos de nuevo, y
parece que se encontró otra vez con ellos en un posterior viaje misionero (Hch 20:1–
4).
Pablo quería volver a Tesalónica. No tenemos datos que nos permitan saber si pudo
o no, pero cuando estaba viajando a través de Asia en su tercer viaje, se le unieron
Aristarco y Segundo, que eran de Tesalónica (Hch. 20:4-5).
“En la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”, se refiere a la
Segunda Venida de Cristo, cuando establecerá su Reino eterno. Entonces, Cristo
reunirá a todos los creyentes, los que hayan muerto y los que estén vivos,
conformando una sola familia bajo su gobierno. Todos los creyentes de todas las
épocas, incluyendo a estos tesalonicenses, estarán con Cristo en su Reino.
CAPÍTULO 4
94
La tentación de practicar relaciones sexuales fuera del matrimonio siempre ha sido
poderosa. Ceder a ella puede tener resultados desastrosos. El pecado sexual
siempre hiere a alguien: individuos, familias, negocios, congregaciones. No sólo tiene
consecuencias físicas sino también espirituales. Las actividades y deseos sexuales
deben ser puestos bajo el control de Cristo. Dios creó el sexo para la procreación y el
placer y como una expresión de amor entre un esposo y su esposa. La experiencia
sexual debe limitarse a la relación matrimonial para evitar herirnos a nosotros
mismos, dañar nuestra relación con Dios y con otros.
4:11-12 La vida cristiana es más que simplemente amar a otros cristianos. Debemos
ser responsables en todas las áreas de la vida. Algunos de los cristianos de
Tesalónica habían adoptado una vida de ociosidad, dependiendo de las
limosnas de otros. Algunos griegos menospreciaban el trabajo manual. Así que
Pablo les dijo a los tesalonicenses que trabajaran duro y llevaran una vida sobria.
Usted no puede ser efectivo en compartir su fe con otros si estos no lo respetan. Todo
lo que haga, hágalo con fidelidad y sea una fuerza positiva en la sociedad.
95
ALGUNAS CITAS BÍBLICAS REFERENTE A LA VENIDA DEL SEÑOR
Poco antes del fin del mundo, Cristo retornará en el aire y se llevará con él a todas las
personas, vivas y muertas, que hayan confiado en Cristo como su Salvador. Estos
serán los creyentes, a los cuales el Apóstol Pablo se refiere, cuando les dice: "Los
muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos (los muertos en
Cristo), en las nubes para recibir al Señor en el aire"(1 Tes. 4:17). El Rapto sucederá
en "un abrir y cerrar de ojos" (1 Cor. 15:52). En este evento, los muertos que hayan
creído resucitarán primero, seguidos en un instante de tiempo por los cristianos que
aun estemos vivos (1 Tes. 4:16, 17).
96
EN CUANTO A LOS QUE YA DUERMEN (1 Tes. 4:13-18)
4:13 Los que duermen son tesalonicenses que habían muerto desde la partida de
Pablo. Habían surgido comentarios sobre cómo se beneficiarían los muertos del
regreso de Jesús. La respuesta de Pablo va al grano: ellos se levantarán primero y
los vivos los seguirán (vv. 16, 17).
4:14 También traerá Dios con Jesús: Dios resucitará a los cristianos ya muertos tal
cual hizo con Jesús. Les dice que no deben tener tristeza como los que no tienen
ninguna esperanza. Ante la muerte, el mundo pagano se encontraba sumido en la
desesperación. Se enfrentaban con ella con una sombría resignación y una árida
desesperanza.
4:15–18 Saber exactamente cuándo resucitarán los muertos en relación con los
otros hechos en la Segunda Venida, no es tan importante como el propósito por el
cual Pablo escribió estas palabras: desafiar a los creyentes a consolarse y animarse
mutuamente cuando un ser amado muere. Este pasaje puede ser de gran consuelo
cuando un creyente muere.
Porque Jesucristo resucitó, todos los creyentes también resucitaremos. Todos los
cristianos, incluyendo aquellos que estén vivos cuando Cristo regrese, vivirán con Él
para siempre.
4:16 Un arcángel es un ángel de mayor categoría o más santo asignado a una tarea
especial. El único arcángel que se menciona en el Nuevo Testamento es Miguel (el
protector de Israel).
97
Respecto a esto, podemos asegurar que estas dos trompetas no pueden ser la
misma:
1. La cultura bíblica muestra que el pueblo de Israel tenía diferentes usos de las
trompetas, lo que indica que también habían diferentes trompetas; una para
cada ocasión.
2. La palabra final puede significar aquello que concluye un programa, pero no
necesariamente lo último que haya de existir. El programa para con la Iglesia
es diferente con el de Israel, cada uno puede terminar con el toque de una
trompeta, llamada precisamente la última trompeta.
3. La trompeta de 1 Cor. 15:52, será tocada antes que la ira de Dios descienda;
mientras que la trompeta de Ap. 11:15 será tocada al final del tiempo de la ira,
precisamente antes de la 2ª venida.
4. La trompeta que llama a la Iglesia se denomina “trompeta de Dios”; mientras
que la 7ª trompeta es una trompeta de ángel.
5. Le trompeta para la Iglesia es única. Ninguna trompeta se ha precedido, de
manera que no se puede decir que es la última de una serie. La trompeta que
cierra el período de la tribulación es claramente la última de una serie de siete.
6. En 1 Tes. 4:16 la voz asociada con el sonido de trompeta llama a los muertos y
a los vivos y por consiguiente es escuchada antes de la resurrección.
7. La trompeta para la iglesia se da para bendición, vida y gloria; mientras que la
de Apocalipsis se suena para dar un juicio sobre los incrédulos.
4:17 Arrebatados juntamente con ellos: Esta cita constituye el principal apoyo de
la doctrina bíblica sobre el rapto: el ascenso al cielo de aquellos, vivos o muertos, que
han confiado en Cristo y esperado su regreso.
El término castellano “rapto” no aparece en el texto griego; se formó a partir de una
palabra latina que se incluyó en la Biblia Vulgata. Información adicional de que una
gran apostasía y la manifestación del hombre de pecado precederán el retorno del
Señor se ofrece en 2 Tes. 2:3–12.
4:18 Las palabras traducidas aquí como alentaos los unos a los otros se repiten
exactamente en 5:11, “animaos unos a otros”. La enseñanza bíblica sobre el regreso
de Cristo está dirigida a ofrecer consuelo a los afligidos, y no a servir a las
especulaciones de los curiosos.
Lo más importante es, como los tesalonicenses lo sabían, que el día del Señor
vendría como ladrón en la noche. La sorpresa es lo esencial de la imagen y, como
es obvio, no es ningún elogio a la actividad de los ladrones.
98
POSICIONES CON RESPECTO AL RAPTO
1. Posición del traslado parcial: Sostiene que no todos los creyentes serán
tomados en el arrebatamiento, sino solo aquellos que están velando y
esperando ese evento, que han alcanzado cierto grado de espiritualidad que
los hace dignos de ser incluidos. Esta posición no está en armonía con la
verdadera doctrina y una verdadera exégesis, por lo que dede ser rechazada.
2. Posición del traslado después de la tribulación (Post-tribulacionista): Esta
teoría sostiene que la iglesia continuará en la tierra hasta la 2ª venida al fin de
este presente siglo, tiempo en el cual la Iglesia será trasladada en las nubes
para encontrarse con el Señor que ha de venir en el aire en su descenso del
cielo a la tierra, para regresar inmediatamente con Él.
Esta teoría está basada en una negación del dispensacionalismo y todas las
distinciones dispensacionales; además, niega la distinción entre Israel y la
Iglesia. Por lo tanto debe ser rechazado.
3. Posición del traslado a la mitad de la tribulación (Meso-tribulacionista):
Sostiene que la iglesia será arrebatada al final de los primeros tras años y
medio de la septuagésima semana de Daniel. La Iglesia sufrirá los eventos de
la primera mitad de la tribulación. Se dice que el arrebatamiento ocurrirá en
conexión con el sonido de la 7ª trompeta. Esto ya se analizó en la página
anterior; por lo que se considera una posición errada.
4. Posición del traslado antes de la tribulación (Pretribulacionista): Sostiene
que la iglesia, el cuerpo de Cristo, en toda su extensión, será, por resurrección
y traslación, removida de la tierra antes que comience cualquier parte de la
septuagésima semana de Daniel.
LA POSICIÓN PRETRIBULACIONISTA
99
La posición pretribulacionista es la más consistente con el testimonio bíblico.
Veamos algunas de las razones del por qué, la doctrina del rapto antes de la
tribulación es la más acertada:
Sumado a esto su longevidad será extendida, la muerte seguirá afectándolos (Isa. 65:
20-23). El problema es entonces, como puede haber cristianos que entre el milenio en
cuerpos mortales, si el rapto ocurre al final de la tribulación, donde se supone que
todos los cristianos serán glorificados. ¡No quedarían creyentes mortales!
La Escritura nos dice que luego que Cristo retorne, va a separar las ovejas de los
cabritos (que según la Biblia todavía estarán en la tierra) basado en como trataron a
los "hermanos" de Cristo.
El problema es, si todos los creyentes son raptados al final de la tribulación, ¿Quienes
son las ovejas y los hermanos?
La separación de las ovejas de los cabritos no podría ocurrir en la tierra porque todas
las ovejas (y los hermanos) ya fueron arrebatados y estarían con Cristo en el aire. Por
la tanto ya hubieran sido separados de los inconversos. En realidad no podemos
hacer que Mat 25:31-46 encaje dentro del escenario del post tribulacionismo.
100
CAPÍTULO 5
Entre las dos estaba el Día del Señor, que será un día terrible en el que el mundo
será destruido y nacerá otro (cielo nuevo y tierra nueva).
Muchas de las más terribles descripciones del Antiguo Testamento se refieren al Día
del Señor (Is. 22:5; 13:9; Sof. 1:14-16; Am. 5:18; Jer. 30:7; Mal. 4:1; Jl. 2:31).
“El Día del Señor” con sentido escatológico es una traducción en el Nuevo
Testamento de la frase (1 Tes. 5:2; 2 Tes. 2:2; 2 Pe. 3:10).
Se debe tomar en cuenta también la frase: EL DÍA DE JEHOVÁ (“día del Señor”).
Esta expresión forma parte de la escatología de la Biblia. Tiene varios equivalentes,
como ser “el día”, “en aquel día”.
101
Para el pueblo significaba el día en que Jehová intervendría para colocar a Israel a
la cabeza de las naciones, sin tener en cuenta su fidelidad hacia él. Amós declara
que “el día” significa juicio para Israel. Así también en Is. 2:12s; Ez. 13:5; Jl. 1:15;
2:1, 11; Sof. 1:7, 14; Zac. 14:1.
Naturalmente, se quería saber cuándo llegaría ese Día. El mismo Jesús había dicho
claramente que nadie sabía el día ni la hora cuando se produciría, ni siquiera Él
mismo, sino sólo el Padre (Mr. 13:32; Mt. 24:36; Hch. 1:7). De esto, Pablo tiene dos
cosas que decir:
El cristiano vive en la luz; y no importa cuándo se produzca ese Día, si está vigilante
y sobrio le encontrará preparado. Andando o durmiendo, el cristiano ya vive con
Cristo, y por tanto está siempre preparado. Aquí se menciona que nadie sabe el día
ni la hora y que aun los creyentes serán sorprendidos.
El Señor volverá sorpresivamente, advierte Pablo, ¡así que esté preparado! Ya que
nadie sabe cuándo Jesús volverá a la tierra, deberíamos estar siempre listos.
Suponga que Él volviera hoy. ¿Cómo lo encontraría viviendo? ¿Está listo para
encontrarse con Él
5:9 La salvación tiene tres dimensiones: pasado, presente y futuro. Fuimos salvos
(justificados) cuando confiamos en Cristo por primera vez; continuamos siendo
salvos (santificados) mientras el Espíritu Santo sigue trabajando en nosotros; y
seremos salvos (glorificados) cuando obtengamos el triunfo final del Señor.
102
PABLO EXHORTA A LOS HERMANOS (1 Tes. 5:12-24)
103
SALUTACIONES Y BENDICIÓN FINAL (1 Tes. 5:25-28)
5:27 Para que cada cristiano oyera esta carta, tuvo que ser leída en una reunión
pública, porque no había copias suficientes para circular. Pablo quiso asegurarse de
que cada persona tuviera la oportunidad de oír su mensaje porque contestaba
preguntas importantes y les daba el ánimo que necesitaban.
2ª TESALONICENSES
Pablo escribió esta carta desde Corinto menos de un año después de que escribiera
1 Tesalonicenses. Él y sus compañeros Timoteo y Silas habían visitado Tesalónica
en el segundo viaje misionero de Pablo (Hch. 17:1–10). En aquella visita
establecieron la iglesia, pero Pablo tuvo que salir apresuradamente por causa de la
persecución. Esto lo motivó a escribir su primera carta (1 Tesalonicenses) la que
contiene palabras de consuelo y aliento. Después Pablo oyó sobre la forma en que
los tesalonicenses habían reaccionado a su carta. Las buenas noticias eran que
seguían creciendo en su fe. Pero las malas noticias eran que se estaban difundiendo
falsas enseñanzas acerca del regreso de Cristo, llevando a algunos a que dejaran
sus trabajos y se dedicaran a esperar el fin del mundo. De modo que Pablo tuvo que
volverles a escribir.
En su primera carta a los Tesalonicenses, Pablo dijo que el regreso de Cristo traería
libertad de la persecución y juicio a los perseguidores. Pero esto hizo que la gente
creyera que el regreso de Cristo sería de inmediato con el propósito de rescatarlos y
vindicarlos. Pablo tuvo que señalar que mientras esperaban el Reino de Dios,
podían y tenían que aprender perseverancia y fe por su sufrimiento.
El saludo es, como podría esperarse, muy similar a aquel en 1 Tes., pero aquí Pablo
habla de Dios como nuestro Padre, y explícitamente nombra al Padre y al Señor
Jesús como fuentes de gracia y paz.
104
DIOS JUZGARÁ A LOS PECADORES EN LA VENIDA DE CRISTO
(2 Tes. 1:3-12)
Con una oración-informe Pablo comienza una carta de estímulo a la iglesia que
enfrentaba presión hostil de gente de afuera. Comienza con palabras que muestra
que la iglesia estaba creciendo en cualidades cristianas básicas, por lo que su
acción de gracias le dio base para hablar bien de ellos entre las otras iglesias, por su
constancia en enfrentar la persecución. Así Pablo los puso como ejemplo para
estimular a otras iglesias que atravesaban por una situación similar.
Hay tres cosas que Pablo escoge como señales de la iglesia vital:
Pablo usa una palabra magnífica, hypomoné, que se suele traducir por paciencia,
pero que no quiere decir la habilidad de soportar pasivamente lo que se le venga a
uno encima. Se ha descrito como “la constancia viril en la adversidad”, y describe el
espíritu que no solo se mantiene firme en circunstancias difíciles, sino que las
conquista. Acepta los golpes de la vida; pero, al aceptarlos, los transforma en
escalones a un nuevo logro.
1:7–9 En la venida del Señor Jesús recibirán el tratamiento que le dieron a otros. En
esta forma Dios hace justicia a su propio pueblo contra sus opresores y también deja
claro que aquellos que no obedecen el evangelio caen bajo su juicio.
La “pena de eterna perdición” que Pablo describe es el lago de fuego (Ap. 20:14),
el lugar de separación eterna de Dios. Aquellas personas que han sido separados de
Dios en la eternidad ya no tienen ninguna esperanza de salvación.
“Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo”, lo cual será parte de los
acontecimientos que acompañen Su regreso en el Día del Señor, los malvados
sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor. Los inicuos
serán excluidos para siempre de Su presencia, mientras que los salvos estarán
siempre con el Señor.
105
MANIFESTACIÓN DEL HOMBRE DE PECADO (2 Tes. 2:1-12)
La sección mayor de enseñanza de la carta es difícil de comprender por dos
razones:
Primera, es la réplica de Pablo a los problemas que se habían originado en la
iglesia debido a mala interpretación de su enseñanza.
Segunda, el lenguaje que utiliza es enigmático para personas que no conocen
lo que él dijo oralmente a los lectores.
El cuadro general es este: Pablo les estaba diciendo a los tesalonicenses que
debían abandonar esa espera nerviosa y tensa de la Segunda Venida. Negaba
haber dicho nunca que el Día del Señor hubiera llegado. Esa era una falsa
interpretación de sus palabras que no se le podía atribuir a él; y les decía que antes
del Día del Señor sucederían muchas cosas.
Primero, habría una era de rebelión contra Dios; ya se había introducido en este
mundo un poder maligno secreto que estaba obrando en el mundo y en los hombres
para producir ese tiempo de rebelión. En algún lugar se estaba ocultando uno que
era la encarnación del mal como Jesús lo era de Dios. Era el Hombre del Pecado, el
Hijo de Perdición, el Anticristo.
2:1-2 El problema estaba enfocado en la venida del Señor Jesús, que apareció tan
centralmente en 1 Tes. Pablo había enseñado que estaba cerca, posiblemente en su
propio tiempo, y que implicaría el juntar al pueblo de Dios de todo el mundo para
permanecer con él desde ahí en adelante. Ahora algunas personas estaban
diciendo que ya había llegado el día del Señor. Para ellos el “día” era como un
período extendido el cual culminaría en la venida del Señor, y probablemente ellos
consideraban su presente persecución como las últimas etapas de oposición al reino
de Dios. Su enseñanza estaba inquietando a las personas, creando agitación tanto
como inseguridad, y sin lugar a dudas distrayendo a los creyentes de su normal vivir.
2:3- 4 La réplica de Pablo es dada para afirmar su enseñanza oral que el día del
Señor (Su Segunda Venida) no puede darse antes que ciertos eventos hayan tenido
lugar. Otras cosas deben suceder primero, especialmente la apostasía y la
manifestación del hombre de iniquidad. Estos dos conceptos probablemente
pertenecen en forma unida; lo que el hombre de iniquidad hace constituye la
apostasía. Apostasía es un término que se usaba en la literatura judía para la
oposición a Dios.
106
“…se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”
Lo que el Anticristo hará aquí será la abominación desoladora que habló el profeta
Daniel. Se hará a sí mismo un objeto de adoración. “el templo de Dios” puede ser el
futuro templo judío construido durante la tribulación.
“Ya está en acción el misterio de iniquidad” significa que la obra del anticristo ya
está ocurriendo, como preparación del escenario para actuar en la tribulación.
Misterio significa algo que nadie puede descubrir, pero que Dios puede revelar.
Misterio de iniquidad es lo oculto, lo escondido, la fuerza fundamental de la cual surge
todo pecado. En cierto grado, la iniquidad ya se está manifestando, pero el hombre de
pecado todavía no se ha revelado.
107
2:8 Cuando el Señor aparezca en su segunda venida, el hombre de iniquidad será
destruido. Calvino sugirió que el soplo de su boca era simplemente su palabra. En
cualquier caso, no se describe una batalla literal. Resplandor (del gr. epifaneia) es una
palabra utilizada para la venida poderosa de Dios para juicio.
2: 9–12 En el último punto que Pablo toca nos lleva a considerar otra vez al hombre
rebelde y constituye una advertencia importante. Su advenimiento satánico será algo
real con toda clase de manifestaciones impresionantes (Ap. 13:13) que imitan el poder
de Cristo y sus seguidores; pero las mismas son falsas e ilusorias.
Este hombre de pecado usará “gran poder y señales y prodigios mentirosos” y
todo engaño. El hombre de pecado tendrá poder para hacer milagros sorprendentes,
pero su poder vendrá de Satanás. Usará su poder para destruir y para apartar a la
gente de Dios y atraerla a él mismo.
Estos acontecimientos desviarán al error a las personas que están en camino a la
destrucción, porque han cerrado sus mentes a la verdad del evangelio que es lo único
que puede salvarles; y así están abiertas a aceptar tonterías.
El triste final de los perdidos es en último lugar su propia responsabilidad. Lo que Dios
hace es confirmarlos en sus malos caminos, haciéndolos resistentes a la verdad, la
cual han rechazado, y sujetos a la persuasión mediante mentiras. El fin de todo ello es
el juicio, y otra vez se enfatiza que esto viene cuando las personas se comprometen
con el mal y rechazan la verdad. Puede llegar al punto cuando una persona que ha
rechazado el evangelio ya no sea capaz de volverse de un curso que conduce
directamente a la destrucción.
Este hombre de pecado, con su poder y milagros engañará a los que habrán
rechazado creer en la verdad de Dios. Dios da libertad a la gente para que le dé la
espalda a Él y crea las mentiras de Satanás. Pero si dicen no a la verdad, sufrirán las
consecuencias de su pecado.
Esta llamada y este esfuerzo están diseñados para producir dos cosas:
108
2:15 Pablo sabía que los tesalonicenses enfrentarían presiones por medio de
persecuciones, falsos maestros, mundanalidad y apatía para renegar de la verdad y
abandonar la fe. Por eso los exhortó a estar firmes y mantenerse en la verdad en que
habían sido enseñados a través de cartas y personalmente.
CAPÍTULO 3
Pablo da una serie de instrucciones generales para la vida y misión de la iglesia. Hay
dos temas principales: la oración por la misión de Pablo (3:1–5) y el peligro de la
pereza (3:6–16).
Una vez más Pablo llega al final de la una carta pidiendo a sus amigos que oren por
él. Hay algo profundamente conmovedor en la escena de este gigante en la fe
pidiendo las oraciones de los tesalonicenses, que reconocían su propia debilidad.
Aquí es donde se ve con mayor claridad la humildad de Pablo.
La palabra es glorificada cuando las personas la reciben con fe y acción de gracias.
Otro pedido por la oración es que Pablo mismo sea librado de hombres perversos y
malos; probablemente estaba pensando en la oposición de los judíos. Quizás el obvio
comentario porque no es de todos la fe indica el porqué hay oposición al evangelio,
prepara el camino para la declaración de Pablo de que los lectores mismos necesitan,
y recibirán, la fuerza para superar sus propios problemas. Detrás de las varias formas
de oposición a sus lectores, Pablo ve la figura de Satanás, el mal. Con esta afirmación
de la fidelidad de Dios para con su pueblo en mente, Pablo puede expresar su
confianza en que los lectores harán lo que les manda. Lo que os mandamos puede
referirse a las instrucciones de Pablo en general, o quizás al pedido específico de que
oren por él. Luego sigue otra oración en tercera persona para que los tesalonicenses
muestren en sus vidas la misma clase de amor que Dios les mostró, y la misma
constancia que Cristo mostró.
109
El rechazo a trabajar puede que haya surgido de la creencia que algunos
tesalonicenses habían hecho suya, de que el día del Señor llegaría de un momento a
otro; de manera que laborar parecía algo inapropiado e innecesario.
Aquí trata Pablo, como ya tuvo que hacerlo en la carta anterior, de la situación
que producían los que adoptaban una actitud indebida en relación con la Segunda
Venida. Algunas personas en la iglesia de Tesalónica habían sido enseñadas
erróneamente que debido a que la venida de Cristo podría tener lugar cualquier día,
debían abandonar sus responsabilidades, dejar de trabajar, no hacer planes para el
futuro y sólo esperar que llegara el Señor. Pero su falta de actividad sólo les condujo
al pecado. Se convirtieron en carga para la iglesia, la que tuvo que sostenerlos,
desperdiciando un tiempo valioso que pudo ser usado para ayudar a otros; y se
entrometieron con lo ajeno. Estos miembros de la iglesia quizás hayan pensado que
serían más espirituales si no trabajaban, pero Pablo les dijo que fueran responsables
y que volvieran al trabajo. Estar preparados para Cristo significa obedecerle en cada
área de la vida. Ya que sabemos que Cristo viene, debemos vivir de tal manera que
nuestra fe y nuestra vida diaria le agrade cuando Él llegue.
3:8 Para que se den cuenta, Pablo les cita su propio ejemplo. Toda la vida fue un
obrero manual. Los judíos tenían en alta estima el trabajo. Ellos decían: “El que no le
enseña a su hijo una profesión, le está enseñando a ser un ladrón”. Pablo se
había graduado como rabino; pero la ley judía establecía que un rabino no podía
cobrar por enseñar, sino tenía que tener una profesión secular para cubrir sus
necesidades con el trabajo de sus manos. Así es que encontramos rabinos que eran
panaderos, barberos, carpinteros, albañiles y toda clase de artesanos.
Al final de su carta Pablo escribe unas líneas de su puño y letra para que la
reconozcan como suya. Esta salutación aparece también al final de 1 Corintios
(16.21), Gálatas (6.11), Colosenses (4.18) y Filemón (19).
110
LAS DOS CARTAS A TIMOTEO
Las dos cartas de Pablo a Timoteo y la escrita a Tito, son generalmente conocidas
como las Epístolas Pastorales, por cuanto fueron escritas a pastores, y tratan
problemas del pastorado tales como: los falsos maestros, la disciplina, la
organización y las funciones de los obreros, la oración, etc. El nombre: “Epístolas
Pastorales” se comenzó a usar desde el siglo XVIII.
Estas cartas pertenecen al período final de la vida de Pablo, y proporcionan
información valiosa acerca de los pensamientos del gran apóstol misionero cuando
se prepara para delegar sus funciones en otros. Están dirigidas a dos de sus
colaboradores más cercanos, Timoteo y Tito, y por esta razón ofrecen un tipo
diferente de correspondencia paulina, en comparación con las epístolas más
tempranas dirigidas a iglesias.
TIMOTEO: Hijo espiritual, compañero y ayudante de Pablo (2 Ti 2:1; Fil. 2:19–22).
Nació en Listra de madre judía y padre griego, era matrimonio mixto (Hch 16:1; 2 Ti
1:5). Eunice, la madre de Timoteo, y su abuela Loida, comunicaron su fe al joven
colaborador de Pablo y lo ayudaron a modelar su vida y promovieron su crecimiento
espiritual (2 Tim. 1:5; 3:15). Timoteo es el primer cristiano de “segunda generación”
mencionado en el Nuevo Testamento. Llegó a ser el protegido de Pablo y pastor en
la iglesia de Éfeso. Como un ministro joven, Timoteo enfrentó toda clase de
presiones, conflictos y desafíos de la iglesia y de la cultura circundante. Pablo envió a
Timoteo esta carta muy personal y práctica, para darle consejos y ánimo. Fue
altamente estimado por los hermanos en Listra e Iconio (Hch. 16:2).
No se especifica cuándo se hizo cristiano, pero resulta razonable inferir que fue
convertido por Pablo en su primer viaje misionero, en el que estaba incluida
Listra, y que en esa ocasión fue testigo de los sufrimientos de Pablo (2 Ti. 3:11). No
se sabe con seguridad cuándo se hizo cristiana su madre; tal vez antes que Timoteo
mismo, pero por cierto que antes del segundo viaje misionero de Pablo. Primeramente
se le encomendó una misión especial a Tesalónica, con el fin de alentar a los
cristianos que estaban siendo perseguidos. Timoteo era de carácter tímido,
evidentemente, porque Pablo insta a los corintios a que contribuyan a que se sienta
cómodo y a no despreciarlo (1 Co. 16:10–11).
Tuvo una participación muy cercana con el Apóstol en su segundo y tercer viajes. En
Fil. 2:19-20 Pablo habla cálidamente del cuidado e interés de Timoteo. Es admirable
que hayan sido preservadas las cartas personales dirigidas a un compañero tan
querido.
Dado que las tres epístolas fueron escritas dentro de un intervalo de tiempo
relativamente breve, corresponde hacer notar que todas ellas tienen un propósito
común. Están todas destinadas a comunicar a sus colaboradores palabras de
exhortación y estímulo, tanto para sus responsabilidades presentes como futuras. Hay
bastante instrucción acerca de la administración eclesiástica, pero sería erróneo
suponer que dichas instrucciones constituyen el propósito único de cada una de ellas.
111
LA PRIMERA CARTA A TIMOTEO
FECHA: Esta carta fue escrita a Timoteo en los años 64 ó 65 d.C., probablemente
desde Macedonia (posiblemente Filipos), después del primer encarcelamiento de
Pablo en Roma (Hch. 28:16–31). Aparentemente, Pablo había estado fuera de la
prisión por varios años, y durante ese tiempo volvió a visitar muchas iglesias en Asia y
Macedonia; tal vez un poco antes de su última prisión en Roma.
BOSQUEJO:
1. Introducción 1:1- 20
2. Instrucciones sobre la iglesia 2:1 - 3:16
3. Instrucciones sobre los deberes pastorales 4:1 – 6:10
4. Exhortaciones finales 6:11 - 21
MARCO HISTÓRICO: Timoteo fue uno de los compañeros más cercano de Pablo.
Pablo había enviado a Timoteo a la iglesia en Éfeso para refutar las falsas
enseñanzas que habían surgido allí (1 Tim. 1:3, 4). Probablemente Timoteo sirvió por
un tiempo como líder en la iglesia de Éfeso. Pablo pensaba visitar a Timoteo (3:14-15;
4:13) pero mientras tanto le escribió esta carta para darle consejos prácticos acerca
del ministerio.
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
En 1 Timoteo son raras las referencias directas al Espíritu Santo, pero su acción se
pone de manifiesto desde que nació la iglesia de Éfeso.
112
CAPÍTULO 1
El apóstol parece haber sido el medio para la conversión de Timoteo, que sirvió con él
en su ministerio como un hijo cumplido con un padre amante.
1:3 Esta carta fue escrita después del primer encarcelamiento de Pablo en Roma.
Pablo había estado fuera de la prisión por varios años, y durante ese tiempo volvió a
visitar muchas iglesias en Asia y Macedonia. Cuando él y Timoteo regresaron a
Éfeso, hallaron falsa enseñanza difundida en la iglesia. Pablo había advertido a
los ancianos en Éfeso para que estuvieran alerta en contra de los falsos maestros que
inevitablemente vendrían luego de que él saliera. Pablo envió a Timoteo para que
dirigiera la iglesia en Éfeso mientras él se trasladaba a Macedonia. De allí escribió
esta carta de aliento e instrucción para ayudar a Timoteo a enfrentar la difícil situación
de la iglesia de Éfeso. Más tarde, Pablo fue arrestado nuevamente y llevado de vuelta
a la cárcel en Roma.
Para protegerse del engaño de los falsos maestros, se debería saber lo que la Biblia
enseña y mantenerse firme en la fe depositada sólo en Cristo.
1:4-6 Fábulas: Probablemente se refiera a las numerosas leyendas que los judíos
habían añadido al AT (Tit 1:14). A menudo los judíos ampliaban las genealogías del
AT, inventando nombres y fabricando leyendas en torno a ellos.
Hasta cierto punto estaba relacionado con el legalismo judío. Entre sus adeptos
estaban los de la circuncisión (Tit. 1:10). Los herejes aspiraban a ser maestros de la
Ley. Insistían en las fábulas judías y en los mandamientos de hombres.
Por último, estos herejes negaban la resurrección del cuerpo. Decían que cualquier
resurrección que una persona hubiera de experimentar, ya había tenido lugar (2 Tim.
2:18). Probablemente esto es una referencia a los que mantenían que la única
resurrección que experimentaba el cristiano era una resurrección espiritual, cuando
moría con Cristo y surgía de nuevo con Él en la experiencia del Bautismo. ¿Hay
alguna herejía conocida que encaje en todos estos datos? Sí, y es el
gnosticismo. Su idea fundamental era que la materia es esencialmente mala, y sólo
el espíritu es bueno.
113
1:7–11 Pablo escribió en contra de aquellos que estaban enredándose en
especulaciones filosóficas basadas en el Pentateuco. Los falsos maestros querían ser
famosos como maestros de la ley de Dios, pero ellos ni siquiera entendían el
propósito de la ley. La ley no tenía como objetivo dar a los creyentes una lista de
mandamientos para cada ocasión, sino mostrar a los no creyentes su pecado y
conducirlos a Dios.
1:8 Pablo no subestimaba la ley de Moisés. En sus epístolas a los romanos y a los
gálatas explica que la Ley es necesaria para convencer del pecado. Este pasaje
empieza con un pensamiento favorito del mundo antiguo. La ley está para tener al
margen a los malhechores. Una buena persona no necesita ninguna ley para controlar
sus acciones que la amenace con castigos; y en un mundo de buenas personas no
harían falta leyes.
1:10 “Sodomitas” se refiere a los homosexuales. Existen los que quieren legitimar la
homosexualidad como un estilo de vida alternativo aceptable. Inclusive algunos
cristianos dicen que la gente tiene el derecho de elegir su preferencia sexual. Pero la
Biblia específicamente llama a la homosexualidad conducta pecaminosa (Lev. 18:22;
Ro. 1:18–32; 1 Cor. 6:9–11). Debemos tener cuidado, sin embargo, de condenar sólo
la práctica y no a las personas. Los que cometen actos homosexuales no deben ser
temidos, ridiculizados u odiados. Pueden ser perdonadas y sus vidas transformadas.
La iglesia debiera ser un refugio de perdón y sanidad para los homosexuales
arrepentidos, sin comprometer su posición en contra de la conducta homosexual.
Este pasaje nos dice cuatro cosas acerca del mensaje cristiano que vino a este
mundo:
1. Es doctrina sana. La palabra que se usa para sana (hyguiainein) quiere decir
literalmente portadora de salud. El Cristianismo, si es real, es portador de
salud; es el único antiséptico moral que puede limpiar la vida.
4. Esa buena noticia viene por medio de personas. Le fue confiado a Pablo el
llevársela a otros. Dios hace Su ofrecimiento, y necesita mensajeros. El
verdadero cristiano es la persona que ha aceptado el ofrecimiento de Dios, y se
ha dado cuenta de que no puede guardarse tan buena noticia para él solo, sino
que debe compartirla con otros que todavía no la han recibido.
114
EL MINISTERIO DE PABLO (1 Tim. 1:12-20)
1:12-17 Este pasaje empieza con un himno de acción de gracias. Había cuatro
cosas grandes por las que Pablo quería dar gracias a Jesucristo:
Daba gracias a Jesucristo porque había confiado en él. Era para Pablo una
cosa alucinante el que se le hubiera escogido a él, siendo el máximo
perseguidor, para ser misionero de Cristo. No era solamente que Jesucristo le
hubiera perdonado; era que Jesucristo había puesto Su confianza en él.
Algunas veces perdonamos a una persona que ha cometido alguna
equivocación o que ha sido culpable de algún pecado pero dejamos bien claro
que por su pasado es imposible confiar en ella otra vez para asignarle ninguna
responsabilidad. Pero Cristo, no solo había perdonado a Pablo, sino le había
confiado un trabajo en el que El tenía mucho interés. El que había sido
perseguidor de Cristo fue hecho embajador de Cristo.
1:15 Lo que resalta Pablo en este pasaje es la insistencia con que recuerda su propio
pecado.
“De los cuales yo soy el primero”: Pablo no había olvidado lo que era. Nunca se
glorió a sí mismo, sino en el Dios que lo había redimido y transformado. Pablo se
llama a sí mismo el peor, o “el primero de los pecadores”. Consideramos a Pablo
un gran héroe de la fe, pero él nunca se vio a sí mismo de esa manera porque se
acordaba de su vida antes de conocer a Cristo. Mientras más comprendía la gracia de
Dios, más consciente era de su propia pecaminosidad. La vida de cada cristiano
debería estar marcada por humildad y gratitud.
Es verdad que no podía olvidar nunca que era un pecador perdonado; pero tampoco
podía olvidar nunca que era un pecador.
115
¿Por qué había de recordar su pecado tan vivamente?
1. El recuerdo de su pecado era la manera más segura de guardarse del orgullo.
2. El recuerdo de su pecado era la manera más segura de mantener la llama de
su gratitud.
3. El recuerdo de su pecado era un incentivo constante para realizar un mayor
esfuerzo.
4. El recuerdo de su pecado no podía por menos de ser un aliento constante para
otros.
116
Pablo tiene tres quejas de ellos:
Habían vuelto atrás, a prácticas malvadas. Una vez que abandonaron a Dios, la
vida se les hizo sucia y baja.
Se habían entregado a una doctrina falsa. También esto era casi inevitable.
Así que Pablo pasa a decir que “se los ha entregado a Satanás”.
2. Puede que esté diciendo que los ha separado de la iglesia y dejado otra vez en
el mundo. En una sociedad pagana era inevitable que se trazara una línea
divisoria clara y dura entre la Iglesia y el mundo. La Iglesia era el territorio de
Dios; el mundo, el de Satanás. Y el ser excluido de la Iglesia era quedar en el
territorio que estaba bajo la dictadura de Satanás. La frase puede que quiera
decir que estos dos que causaban problemas en la iglesia se abandonaban al
mundo.
117
CAPÍTULO 2
Este pasaje nos manda especialmente orar por los reyes y gobernantes y todos los
que están en autoridad. Éste era un principio cardinal de la oración cristiana en
comunidad. Los emperadores puede que fueran perseguidores, y los que estaban en
autoridad podrían estar decididos a erradicar el Cristianismo; pero la Iglesia Cristiana
nunca, ni siquiera en los tiempos cuando la estaban persiguiendo con el más cruel sa-
dismo, dejó de orar por ellos.
2:1-7 Aquí se agrupan cuatro palabras diferentes para la oración. Es verdad que no
se deben distinguir abruptamente; pero cada una de ellas tiene algo que decirnos
acerca del camino de la oración:
118
2:5-6 Pablo resume estos versículos con la afirmación de las grandes verdades de la
fe cristiana:
Hay un solo Mediador. Aun los judíos habrían dicho que hay muchos
mediadores entre Dios y el hombre. Un mediador es uno que se coloca entre
dos partes y actúa como intermediario. Para los judíos, los ángeles eran
mediadores. Para los griegos había toda clase de mediadores.
El sacrificio de Cristo trajo nueva vida a la humanidad. Dio su vida como rescate por
nuestros pecados. Un rescate era el precio pagado para liberar a un esclavo de su
cautividad. Jesús, nuestro mediador, dio su vida a cambio de la nuestra. Él pagó con
su muerte nuestra culpa por el pecado.
2:8 Además de desagradar a Dios, el odio y las rivalidades hacen difícil el orar. Por
eso Jesús nos dice que debemos interrumpir nuestra adoración, si es necesario, para
hacer la paz con otros (Mt. 5:23-24). Dios quiere que le obedezcamos inmediata y
enteramente. Nuestra meta debería ser tener una relación correcta con Dios y
también con los demás.
Orar levantando manos santas era una costumbre de los judíos y también de los
gentiles. Las manos eran levantadas y dirigidas al cielo en una postura que semejaba
la rendición.
La Iglesia Primitiva adoptó la actitud judía para la oración, que era de pie, con los
brazos extendidos y las palmas hacia arriba. Más tarde Tertuliano había de decir que
ésta reflejaba la postura de Jesús sobre la cruz.
Los judíos siempre habían sabido de ciertas barreras que impedían que las oraciones
llegaran a Dios. Isaías oyó a Dios decirle a Su pueblo: “Cuando extendáis vuestras
manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración,
yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos”. (Is. 1:15).
119
Aquí también se demandan ciertas condiciones:
1. El que ore debe extender manos santas. Debe mantener elevadas hacia
Dios manos que no toquen las cosas prohibidas. Esto no quiere decir ni por un
momento que el pecador no tenga acceso a Dios; pero sí quiere decir que no
hay realidad en las oraciones de la persona que sale a ensuciarse las manos
con cosas prohibidas como si nunca hubiera orado. No se está pensando en el
hombre que se encuentra en las garras de alguna pasión y desesperadamente
luchando contra ella, amargamente consciente de su fracaso. Se está
pensando en el hombre cuyas oraciones son un puro formulismo.
Para ser perdonado uno tiene que ser perdonador. La Didajé, el primero de los
libros cristianos sobre el culto público, que data de alrededor del año 100 d.C.
dice: «Que no venga a nosotros ninguno que tenga una pelea con su prójimo
hasta que se reconcilien.» El rencor en el corazón de una persona es una
barrera que impide que sus oraciones lleguen a Dios.
3. El que hace oración no debe tener dudas en la mente. Esta frase puede
querer decir dos cosas. La palabra que se usa es dialoguismós, que puede
querer decir o discusión o duda. Si la tomamos en el sentido de discusión,
simplemente repite lo que precede y reitera el hecho de que el rencor y las
peleas y las discusiones envenenadas son un obstáculo para la oración. Es
mejor tomar el sentido de duda. Antes de que la oración sea contestada
tiene que haber fe en que Dios contestará. Si una persona ora de una
manera pesimista y sin una fe verdadera en que tiene sentido, su oración no
llega a Dios. Antes de que una persona pueda ser curada, debe creer que
puede ser curada; antes que una persona pueda echar mano de la gracia de
Dios debe creer en esa gracia. Debemos dirigir a Dios nuestras oraciones en
completa confianza de que Él escucha y contesta la oración.
120
Un carácter gentil, modesto, amoroso da una luz al rostro que no puede ser duplicado
ni por el mejor cosmético ni por la mejor joya del mundo. Un peinado cuidadoso y un
exterior muy bien decorado es una apariencia artificial y fría a menos que esté
presente la belleza interior.
Cuando Pablo dice que las mujeres deben aprender en silencio y total sumisión, les
está ofreciendo una sorprendente nueva oportunidad. Pablo no quiso que las mujeres
de Éfeso enseñaran porque aun no tenían suficiente conocimiento o experiencia. La
iglesia en Éfeso tenía un problema particular con los falsos maestros. Evidentemente
las mujeres eran especialmente susceptibles a sus falsas enseñanzas (2 Tim. 3:1–9)
porque todavía no habían recibido instrucción bíblica suficiente para poder discernir la
verdad. Además, algunas de las mujeres, aparentemente, hacían alarde de su nueva
libertad cristiana usando ropa inadecuada (2:9).
Pablo decía a Timoteo que no debía poner a nadie (en este caso, mujeres) en
posición de liderazgo si todavía no era maduro en la fe (5:22).
Algunos interpretan este pasaje como que las mujeres nunca deberían enseñar en las
reuniones de la iglesia. Sin embargo, otros comentaristas dicen que Pablo no prohibió
siempre a que la mujer enseñara. La reconocida colaboradora de Pablo, Priscila,
enseñó a Apolos, el gran predicador (Hch. 18:24–26).
Además, con frecuencia Pablo menciona a otras mujeres que tenían posiciones de
responsabilidad en la iglesia:
María, Trifena y Trifosa eran obreras del Señor (Ro. 16:6, 12)
Es muy probable que Pablo haya prohibido a las mujeres de Éfeso, no a todas las
mujeres, que enseñaran.
2:13-14 En cartas previas Pablo había analizado los roles del hombre y de la mujer
en el matrimonio (Ef. 5:21–33; Col. 3:18-19).
121
Aquí habla de los roles del hombre y de la mujer dentro de la iglesia.
Algunos estudiosos de la Biblia ven en este pasaje (2:3-4) acerca de Adán y Eva
como una ilustración de lo que estaba sucediendo en la iglesia de Éfeso. Así como
Eva había sido engañada en el jardín del Edén, así las mujeres en la iglesia estaban
siendo engañadas por falsos maestros. Y así como Adán fue el primer ser humano
creado por Dios, así los hombres en la iglesia en Éfeso serían los primeros en hablar
y enseñar, porque tenían más experiencia. Este punto de vista entonces, enfatiza que
la enseñanza de Pablo aquí no es universal, sino que se aplica a las iglesias con
problemas similares. Otros eruditos, sin embargo, sostienen que los roles que Pablo
destaca son los designios de Dios para su orden creado. Él estableció estos roles
para mantener la armonía tanto en la familia como en la iglesia.
2:14 Pablo no está justificando a Adán por su participación en la caída (Gn. 3:6-7,
17–19). Por el contrario, en su carta a los Romanos, Pablo pone sobre Adán la culpa
primaria por la naturaleza pecaminosa del hombre (Ro. 5:12–21).
Las mujeres que cumplen los roles dados por Dios están demostrando
verdadero compromiso y obediencia a Cristo. Uno de los roles más importantes
para una esposa y madre es cuidar de su familia.
De la lección aprendida por medio del sufrimiento del parto, las mujeres pueden
desarrollar cualidades que les enseñan del amor, la confianza, la sumisión y el
servicio.
Es probable que el sentido sea mucho más sencillo; y que aquí se quiera decir que las
mujeres encontrarán la salvación, no en hablar en las reuniones, sino en la mater-
nidad, que es su corona.
Todo lo de este capítulo son reglas meramente temporales para satisfacer una
situación dada. No debemos leer este pasaje como una barrera para el trabajo de las
mujeres en la Iglesia, sino a la luz de su trasfondo judío y griego. Y debemos buscar
el punto de vista permanente de Pablo en el pasaje en que nos dice que las diferen-
cias se han borrado, y que hombres y mujeres, esclavos y libres, judíos y gentiles, son
todos igualmente elegibles en el servicio de Cristo.
122
CAPÍTULO 3
3:1 En el Nuevo Testamento hay dos palabras que describen a los dirigentes
principales de la Iglesia, es decir, los encargados que se habían de encontrar en
todas las congregaciones y de cuya conducta y administración dependía su buena
marcha:
1. Estaba el hombre que se llamaba el anciano (presbyteros). El cargo de anciano
es el más antiguo de todos los de la Iglesia. Los judíos tenían sus ancianos, y
remontaban su origen a la situación en que Moisés, en el tiempo de la
peregrinación por el desierto, nombró a 70 hombres para que le ayudaran en la
tarea de controlar y cuidarse del pueblo (Núm. 11:16).Todas las sinagogas tenían
sus ancianos, que eran los verdaderos dirigentes de la comunidad judía. Pero los
judíos no eran los únicos que tenían el cargo de anciano. El cuerpo rector de los
espartanos se llamaba la guerusía, que quiere decir la junta de los ancianos. El
Parlamento de Roma se llamaba el Senado, que viene de sénex, que quiere decir
un anciano.
2. Pero algunas veces el N.T. usa otra palabra, epískopos, que se suele traducir por
la palabra que ha dado en español, obispo, y que quiere decir literalmente super-
visor o superintendente. Epískopos siempre implica dos cosas: Primera, la
supervisión de una esfera de trabajo, y segunda, la responsabilidad o algún
poder ante autoridad superior.
123
Es totalmente imposible que Pablo no mandara saludos a todos los ancianos que,
como ya hemos visto, había en todas las iglesias; y por tanto los obispos y los
ancianos deben ser la misma clase de personas en la iglesia.
Cuando Pablo estaba haciendo su último viaje a Jerusalén, mandó llamar a los
ancianos de Éfeso para que se reunieran con él en Mileto (Hch. 10:17), y en el
curso de su conversación con ellos les dice que Dios los ha hecho episkopoi para
alimentar la Iglesia de Dios (Hch. 20:28).
3:2-7 Ser líder o pastor de la iglesia es una gran responsabilidad porque la iglesia
pertenece al Dios viviente. Es bueno querer ser un líder espiritual pero las normas son
elevadas. Pablo enumera algunas de las cualidades.
Este pasaje es interesante porque nos dice algo del nombramiento y los
deberes de los dirigentes de la Iglesia:
2. Tenían que pasar un período de prueba. Primero tenían que ser aprobados (1
Tim. 3:10).
3. Se les pagaba por el trabajo que tenían que hacer. El obrero se merecía su
salario (1 Tim. 5:18). El dirigente cristiano no trabaja por el sueldo; pero, por
otra parte, es el deber de la iglesia que le ha escogido para ese trabajo,
proveerle de los medios de vida.
Hay condiciones acerca de la vida personal de los candidatos. Un obispo debe ser
sobrio, prudente, decoroso (v. 2). Debe ser irreprensible (alguien a quien no se le
puede acusar de nada.
124
Además, la vida doméstica de un ministro es igualmente importante; debe ser marido
de una sola mujer (v. 2) y debe tener a sus hijos en sujeción (v. 4).
El segundo requisito sobre manejar su propia familia es especialmente digno de
notarse ya que Pablo parece ver el hogar como de alguna manera tipificando a la
iglesia (v. 5). Un hogar desordenado no ofrece la clase correcta de experiencia
para manejar la iglesia. Este es un principio que a menudo ha sido pasado por alto
cuando se toma la decisión de elegir a un pastor.
Cuando Pablo dice que cada obispo debería tener una sola esposa, está prohibiendo
tanto la poligamia como la promiscuidad. No está prohibiendo que una persona
soltera llegue a ser un pastor o que un pastor viudo vuelva a casarse.
Hay que notar que en la lista similar en Tito este requisito está omitido, posiblemente
porque la iglesia era tan nueva que hubiera sido difícil aplicarlo. No es conveniente
que a los nuevos creyentes se les den muchas responsabilidades hasta que estén
firmes en la fe.
125
Otro requisito es tener buen testimonio de los de afuera. Pablo conoce el peligro de
nombrar oficiales a los cuales sus hermanos no respetarán. Se ha hecho mucho daño
por aquellos cuyo vivir inconsistente ha sido observado y criticado por el mundo
incrédulo.
¿Qué significa el lazo del diablo? Parece mejor comprenderlo como la trampa que
el diablo tiende a aquellos que viven de acuerdo con su compromiso cristiano, en vez
de la trampa en que el diablo mismo cayó, eso es, el orgullo.
126
Siguen dos palabras griegas que describen dos cualidades que deben ser
características del dirigente cristiano. Debe ser prudente (sófrón) y de buenos
modales (kósmios).
Hemos traducido sófrón por prudente, pero es virtualmente intraducible. Se traduce
diversamente por sano de mente, discreto, prudente, controlado, casto, en
perfecto control de sus instintos sensuales. Los griegos lo derivaban de dos pala-
bras que quieren decir mantener la mente sana y salva. El nombre correspondiente es
sófrosyné, y los griegos escribían y pensaban mucho de esta cualidad. Es la contraria
de la incontinencia y del descontrol
La persona que es sófrón tiene todas las partes de su naturaleza bajo perfecto
control, que quiere decir, la persona en cuyo corazón Cristo reina por completo.
La palabra compañera es kósmios, que hemos traducido como de buenos modales.
Si uno es kósmios en su conducta exterior es porque es sófrón en su vida interior.
Kósmios quiere decir ordenado, honesto, decoroso. Tiene dos usos especiales en
griego. Es corriente en tributos e inscripciones dedicadas a los muertos. Y se usa
corrientemente para describir al que es un buen ciudadano. Esta palabra describe a la
persona cuya vida es hermosa y en cuya personalidad se integran armoniosamente
todas las cosas.
El dirigente cristiano debe ser hospedador o acogedor (filóxenos). Ésta es una
cualidad en la que el N. T. hace mucho hincapié. Pablo exhorta a la iglesia romana a
“practicar la hospitalidad (Ro. 12:13). El dirigente cristiano debe ser una persona con
un corazón y una puerta abiertos.
El dirigente cristiano debe tener facilidad para enseñar (didaktikós). Se ha dicho
que su deber es “predicar a los inconversos y enseñar a los convertidos”. Hay que
decir dos cosas acerca de esto:
1. Uno de los desastres de los tiempos modernos es que el ministerio de la
enseñanza de la Iglesia no se ejerce como es debido. Abunda la predicación
sobre temas cualesquiera y la exhortación; pero sirve de poco el exhortar a ser
cristiano cuando no se sabe lo que eso quiere decir. La instrucción es un deber
primario del predicador y dirigente cristiano
2. La enseñanza más preciosa y más efectiva no se imparte hablando sino
siendo. Hasta una persona que no tenga don de palabra puede enseñar
viviendo de tal manera que se pueda ver en ella el reflejo del Maestro. Se ha
dicho que un santo es alguien “en quien Cristo vive otra vez”.
El NT no define la exacta naturaleza y los deberes precisos del oficio de diácono, pero
el significado de la palabra sugiere la función de servir en calidad de ayudante (v. 10).
El oficio probablemente surgió cuando se escogieron los siete asistentes de los
apóstoles (Hch. 6), aunque en aquella ocasión no se les adjudicó título oficial alguno.
Actividad: Hacer una lista de los requisitos de los obispos y de los diáconos de 1ª
Tim. y la de Tito, y comparar una con la otra.
127
EL MINISTERIO DE LA PIEDAD (3:14 -16)
Aquí Pablo interrumpe su instrucción directa para describir la naturaleza de la iglesia,
poniendo su enseñanza en perspectiva. Es altamente probable que Pablo ya había
dado la esencia de estas instrucciones a Timoteo, pero las escribió para darle sostén
durante su ausencia. El uso de la metáfora casa de Dios para describir la iglesia es
un eco del v. 5 y explica por qué Pablo está preocupado de que un oficial gobierne
bien su familia. El ahora amplía la ilustración al introducir una doble metáfora,
columna y fundamento (v. 15).
La resurrección de Jesús demostró que el poder del Espíritu Santo estaba en Él.
“Visto de los ángeles” y “recibido arriba en gloria”, Jesús es divino.
128
CAPÍTULO 4
Aquí hay otra predicción acerca de los falsos maestros que van a venir en los últimos
tiempos. El Espíritu Santo habla abierta y proféticamente.
En los postreros tiempos: Esta frase alude al período de tiempo entre la primera y la
segunda venida de Cristo. Apostatarán de la fe: Esto es, negarán las doctrinas
fundamentales del cristianismo. Espíritus engañadores: Los falsos maestros están
enseñando doctrinas inspiradas por Satanás; pueden hasta extraviar a líderes
despreocupados. Los falsos maestros eran y aún son una amenaza para la iglesia.
El peligro que Timoteo enfrentó en Éfeso parece haber venido de ciertas personas en
la iglesia que seguían a algunos filósofos griegos que enseñaban que el cuerpo es
malo y que sólo importaba el alma. Daban normas estrictas (como prohibir al pueblo a
que se casara o que comiera ciertos alimentos). A diferencia de los falsos maestros,
Pablo afirma que todo lo que Dios creó es bueno. Nuestras comidas deben ser
precedidas por la palabra de Dios y por la oración, porque creemos que Dios
bendecirá y santificará los alimentos que ingerimos.
Este pasaje está abarrotado de consejos prácticos, no solo para Timoteo, sino para
cualquier servidor de la Iglesia que está a cargo de un deber en la obra y de la
dirección:
Nos dice cómo instruir a otros.
Nos dice cómo enfrentarnos con la tarea de la enseñanza.
Nos dice lo que debemos evitar.
Nos dice lo que debemos buscar.
Nos muestra el fundamento de todo el asunto.
La amonestación de Pablo a Timoteo describe el deber del ministro de estudiar,
exponer y aplicar las Escrituras.
4:7- 8 En nuestra sociedad se hace mucho énfasis en la aptitud física, pero la salud
espiritual (la santidad) es aun mucho más importante. Nuestra salud física está sujeta
a enfermedades y accidentes, pero la fe puede sostenernos en medio de estas
tragedias. Al ejercitarnos para ser piadosos, debemos desarrollar nuestra fe usando
las habilidades que Dios nos ha dado en el servicio de la iglesia 4.10 Cristo es
salvador de todos, pero su salvación se hace efectiva sólo en aquellos que confían en
Él.
4:12 Timoteo era un pastor joven. Pudo haber sido muy fácil para los cristianos
adultos mirarlo con desprecio debido a su juventud. Tenía que ganarse el respeto de
sus mayores dando ejemplo en su enseñanza, forma de vivir, amor, fe y pureza.
129
Una de las dificultades que tenía que vencer Timoteo era que era joven. No debemos
pensar que fuera un muchacho. Después de todo ya hacía quince años que Pablo le
había tomado como su ayudante. La palabra que se usa para joven (neótés) puede
describir en griego a cualquier persona en edad militar, que era hasta los cuarenta
años. Pero a la Iglesia le ha gustado por lo general que sus obreros fueran hombres
maduros. Los Cánones Apostólicos establecían que uno no podía llegar a ser obispo
hasta que tuviera por lo menos cincuenta años, porque para entonces “habría pasado
los desórdenes de la juventud”. Timoteo era joven comparado con Pablo, y habría
muchos que le miraran con ojos críticos.
CAPÍTULO 5
130
La ley judía establecía que en el momento del matrimonio un hombre tenía que hacer
provisión para su mujer en caso de que quedara viuda.
5:8 Una persona que no provee para los suyos no solamente falla en mantenerse a
la altura de los principios de la fe que profesa, sino también en vivir conforme al
código que rige las obligaciones filiales entre los incrédulos.
Una viuda identificada como guarda de la iglesia local, debe haber tenido una
intachable vida de casada, una reputación de buenas obras y una ejemplar conducta
cristiana.
Las viudas jóvenes que pueden trabajar no deben ser mantenidas por la iglesia. Aun
más, sus impulsos juveniles las pueden inclinar a un nuevo matrimonio o a conductas
impropias que resulten en un casamiento ajeno a la fe. Tal acción hará necesario
tomar una acción disciplinaria a causa de su infidelidad al voto de servicio hecho a la
iglesia.
Pablo quiere ahorrarles la condenación en que incurrirían por haber roto el
compromiso que aceptaron cuando fueron escogidas para recibir ayuda. Las viudas
jóvenes que no tienen responsabilidades ni trabajan, pueden sucumbir a la tentación
de dedicar su tiempo a intervenir en los asuntos de otras personas.
Las viudas jóvenes hallarán satisfacción en un nuevo matrimonio y en la atención de
la casa, sirviendo de testimonio a los inconversos. Pablo permite las segundas
nupcias si las personas en cuestión se atienen a las normas escriturales.
Algunas viudas ya han abandonado la verdadera fe, y necesitan que se les aplique las
restricciones arriba mencionadas.
5:17-20 Ancianos
Esta es la primera mención de los ancianos en esta carta pero, basándose en el
contexto, es claro que son oficiales de la iglesia y no simplemente hombres de edad
avanzada. El término es suficientemente amplio como para incluir tanto a los obispos
como a los diáconos.
Los ancianos que gobiernan y dan alimento espiritual a la iglesia son acreedores del
doble honor de desempeñar esa posición y de recibir el salario correspondiente.
Aquellos que predican y enseñan deben ser honrados por encima de aquellos que se
ocupan de la administración.
5:20 Disciplinar en público a los ancianos que pecan sirve de advertencia a los
demás.
131
Consejos personales a Timoteo (5:21-25)
5:22 Pablo dice que una iglesia nunca debería apresurarse a escoger sus líderes,
especialmente el pastor, porque podemos pasar por alto problemas importantes o
pecados. Es una gran responsabilidad elegir a los líderes de la iglesia. Deben tener
una fe sólida y ser moralmente intachables, poseyendo las cualidades descritas en 1
Timoteo 3:1–13 y Tito 1:5–9.
No cualquiera que quiera ser líder de iglesia puede serlo. Asegúrese de las
calificaciones del candidato antes de pedirle que asuma una posición de liderazgo. La
advertencia contra imponer las manos con ligereza puede referirse a la ordenación
de los ancianos y diáconos.
132
CAPÍTULO 6
133
El ser miembro de un grupo de discusión o de estudio bíblico y pasar horas
agradables charlando sobre doctrinas no produce necesariamente cristianos.
Los argumentos sutiles y las fulgurantes afirmaciones teológicas no nos hacen
cristianos.
La palabra que se utiliza aquí para contentamiento es autárkeia. Era una de las
grandes consignas de los filósofos estoicos. Con ella querían decir una completa
autosuficiencia. La piedad en sí misma trae gran satisfacción. El evangelio provee
una base adecuada para el contentamiento.
El contentamiento nunca depende de la posesión de cosas externas. La búsqueda de
las riquezas trae consigo la tentación, una trampa y muchas pasiones insensatas y
dañinas (v. 9).
A pesar de la abrumadora evidencia en sentido contrario, la mayoría de la gente
todavía cree que el dinero trae la felicidad. Gente rica que ansía ser más rica puede
ser atrapada en un ciclo sin fin que sólo termina en ruina y destrucción.
Cuando Pablo describe el amor al dinero como raíz de todos los males (v. 10) es
importante señalar que existe una diferencia entre el dinero mismo y el amor a él.
Como una cosa necesaria no hay nada malo en el dinero, pero conduce al mal
cuando se convierte en objeto de un deseo dominante. No se sugiere que el amor al
dinero es la única o aun la principal causa del mal. El interés de Pablo aquí es señalar
los riesgos espirituales al aferrarse al dinero.
134
¿Cómo puede usted mantenerse alejado del amor al dinero?
Pablo nos da algunas instrucciones:
Tome conciencia que un día todas las riquezas desaparecerán (6:7-17)
Conténtese con lo que tiene (6:8)
Cuídese con lo que esté pensando hacer para tener más dinero (6:9-10)
Ame a la gente más que al dinero (6:11)
Ame la obra de Dios más que al dinero (6:11)
Comparta libremente con otros lo que tiene (6:18).
El dinero no es en sí mismo ni bueno ni malo; pero el amor al dinero puede conducir
al mal. Con el dinero puede que un hombre sirva egoístamente sus propios deseos;
con él puede responder a la petición de ayuda de su prójimo necesitado. Con él
puede facilitar el camino a las malas acciones; con él puede hacerle más fácil a otros
el vivir como Dios quiere que vivan. El dinero no es en sí mismo un mal, pero sí es
una gran responsabilidad. Es poderoso para el bien y poderoso para el mal.
135
Las seis virtudes del v. 11 resumen el carácter del cristiano del cual Timoteo tiene
que ser un ejemplo. Pablo agrega a esto una apelación positiva: la vida cristiana
involucra una lucha (v. 12). Cuando Pablo insta a Timoteo a echar mano de la vida
eterna, a la cual fuiste llamado, está pensando más en el goce final de esa vida
eterna que en de su aceptación inicial.
Con el desafío de las tareas para el futuro, Timoteo recibe la inspiración de las
memorias del pasado:
136
LA SEGUNDA CARTA A TIMOTEO
Esta carta tiene un tono sombrío; ya que Pablo estaba prisionero por última vez, y
sabía que pronto habría de morir. A diferencia de su primera prisión en Roma, cuando
estuvo en una casa (Hch. 28:16, 23, 30) y pudo continuar enseñando, esta vez
probablemente estaba confinado a un frío calabozo, esperando la muerte (4:6–8).
En el año 64 d.C. el emperador Nerón había empezado una gran persecución como
parte de su plan de traspasar a los cristianos su propia culpa por el incendio de Roma.
Esta persecución se esparció a través de todo el imperio y trajo consigo un problema
social, tortura pública y asesinatos.
Hace un urgente pedido a Timoteo para que trate de ir a verle mientras aún hay
tiempo. Hay algunos pedidos personales en 2 Tim. 4 en relación con una capa,
algunos libros y pergaminos.
FECHA: Alrededor del 66 ó 67 d.C. desde una prisión en Roma. Después de uno o
dos años de libertad, Pablo fue arrestado nuevamente y ejecutado en el tiempo del
emperador Nerón. La segunda carta de Pablo a Timoteo fue escrita entre dos y cuatro
años después de la primera. Estas son las últimas palabras que tenemos del apóstol.
BOSQUEJO:
1. INTRODUCCIÓN (1:1- 5)
2. FIDELIDAD EN PRESENCIA DE LAS DIFICULTADES (1:6-14)
3. FIDELIDAD EN PRESENCIA DE LAS DESERCIONES (1:15 – 2:13)
137
CAPÍTULO 1
SALUDOS (2 Tim. 1:1-2)
Hay una leve diferencia entre la apertura de esta carta y la de 1 Timoteo. Aquí Pablo
se refiere a su apostolado como por la voluntad de Dios, un hecho que nunca se
cansó de repetir. Cuando él agrega según la promesa de la vida, las palabras
adquieren un doble significado, refiriéndonos tanto a una esperanza futura como a
una realidad presente. La descripción de Timoteo como hijo amado agrega una nota
muy particular de intimidad.
138
1:8-10 En ese tiempo de mucha persecución, Timoteo pudo haber sentido temor de
continuar predicando el evangelio. Sus temores estaban basados en hechos, porque
los creyentes estaban siendo arrestados y ejecutados. Pablo le había dicho que
esperara sufrimientos; Timoteo, como Pablo, sería apresado por predicar el
evangelio (Heb. 13:23). Pero Pablo prometió a Timoteo que Dios le daría fuerza y
que estaría listo cuando fuera su turno de sufrir.
El v.12, es una gran afirmación que ha sido de gran inspiración para muchos.
Habiendo instado a Timoteo a no avergonzarse en el v. 8, Pablo ahora afirma que no
se avergonzaba de su sufrimiento. Está sostenido por la convicción de que Dios es
poderoso para guardar lo que Pablo le ha confiado. Su seguridad aquí está basada
sobre su conocimiento personal de Dios. No deja lugar para la falta de seguridad. Su
convicción aquí es equivalente a una certeza absoluta.
Este pasaje usa una palabra griega muy gráfica de una manera doblemente
sugestiva. Pablo habla de aquello que él le ha confiado a Dios; y exhorta a Timoteo a
salvaguardar el depósito que Dios le ha confiado. En ambos casos la palabra original
es parathéké que quiere decir un depósito encomendado a la guarda de alguien.
Pablo exhorta a Timoteo que salvaguarde y mantenga inviolado el depósito que Dios
le ha confiado. No somos nosotros los únicos que ponemos nuestra confianza; Él
también pone Su confianza en nosotros. El depósito que Dios le había confiado en
particular a Timoteo era la supervisión y la edificación de la Iglesia.
139
No puede haber duda de que por último Pablo sería juzgado por un delito político. El
ser amigos de un hombre así era peligroso; y en su hora de necesidad sus amigos de
Asia le abandonaron porque temían por su propia seguridad.
La mención especial de Figelo y Hermógenes (v. 15) puede sugerir que eran los
cabecillas. Onesíforo había sido de gran aliento para Pablo. El Apóstol habla de él
en tiempo pasado, y no queda claro si estaba cerca de Pablo en aquel momento, ya
que la referencia es a la casa de Onesíforo.
Pero no es necesario separar a Onesíforo de los de su casa. Pablo menciona varias
maneras en las que este hombre lo ayudó, y especialmente menciona que no estaba
avergonzado de sus cadenas y que de hecho lo buscó solícitamente en Roma. Pablo
pide misericordia para él dos veces (V.16 y 18), la segunda en relación con aquel día,
lo cual debe referirse al día del juicio de Cristo. En vista de la referencia a la ayuda de
Onesíforo en Efeso, parecería que era una ayuda consistente del Apóstol.
CAPÍTULO 2
UN BUEN SOLDADO DE JESUCRISTO (2 Tim. 2:1-13)
V.2 “Encarga a hombres fieles”. La palabra fiel en griego es pistós, una palabra
que tiene una rica variedad de significados íntimamente relacionados. Uno que es
pistós es una persona que es creyente, una persona que es leal, una persona que es
creíble. Aquí se encuentran todos estos significados.
Si la iglesia siguiera con firmeza este consejo, se expandiría geométricamente en la
medida que creyentes bien enseñados enseñen y comisionen a otros los que, a su
vez, harán lo mismo con otros. Los discípulos necesitan ser equipados para transmitir
su fe. El trabajo no estará hecho sino hasta que nuevos creyentes sean capaces de
hacer discípulos de otros (Ef. 4:12-13).
¿Cuáles eran las características del soldado que Pablo desearía ver reflejadas
en la vida del cristiano?
1. El servicio del soldado debe ser de dedicación plena. Una vez que una
persona se ha alistado para una campaña ya no puede involucrarse en los
negocios diarios ordinarios de la vida; debe concentrarse en su servicio como
soldado.
140
El código romano de Teodosio decía: “Prohibimos a los hombres
comprometidos en el servicio militar que se comprometan en ocupaciones
civiles”. El cristiano debe concentrarse en su Cristianismo. Eso no quiere decir
que no se pueda comprometer en ninguna tarea o negocio del mundo. Todavía
tiene que seguir viviendo en este mundo, y que ganarse la vida; pero sí quiere
decir que debe usar cualquier tarea en la que esté comprometido para
demostrar su Cristianismo.
Pablo acaba de usar la imagen del soldado como figura del cristiano, y ahora usa
otras dos: las del atleta y del labrador del campo. Usa las mismas tres alegorías de
forma muy parecida en 1 Cor. 9:6-8, 24-27.
Pablo dice que el atleta no gana la corona de la victoria a menos que observe las
reglas de la competición. Hay un detalle muy interesante aquí en el original que es
difícil reflejar en la traducción. La Reina-Valera habla que el atleta lucha
legítimamente. En griego es athlein nomímós. De hecho esa es la frase griega que
usaban los escritores posteriores para describir a un atleta profesional en
contraposición a otro amateur. El que peleaba nomímós era el hombre que se
concentraba totalmente en su lucha. Su lucha era una dedicación a pleno tiempo de
toda su vida para alcanzar la excelencia en la contienda que había escogido. Aquí,
pues, tenemos la misma idea que en el ejemplo del cristiano como soldado. La vida
de un cristiano debe estar concentrada en su Cristianismo de la misma manera que la
de un atleta profesional está concentrada en el deporte que ha escogido. Toda la vida
de una persona debe ser un esfuerzo para vivir su Cristianismo.
¿Cuáles son las características del atleta que Pablo tenía en mente cuando
escribió esto?
141
Habrá placeres y deseos que querría permitirse; pero debe rechazarlos. El
atleta que quiere llegar al podio sabe que no debe permitir que nada se
interfiera en el programa de forma física que se ha impuesto. Tiene que haber
disciplina en la vida cristiana. Hay veces cuando un camino más fácil es muy
atractivo; hay veces cuando lo correcto es lo más difícil; hay veces cuando
estamos tentados a bajar el listón. El cristiano debe entrenarse para no relajar
nunca en la vida el intento de hacer su alma limpia y fuerte.
Para ilustrar la vida cristiana Pablo ha usado el ejemplo del soldado y el del atleta, y
ahora usa el del campesino. No es el campesino perezoso, sino el que trabaja en
serio el que debe ser el primero en recibir su parte de los frutos de la cosecha.
¿Cuáles son las cualidades del labrador que Pablo desearía ver reflejadas en la
vida del cristiano?
A menudo el labrador se tiene que contentar, primero, con trabajar y,
luego, con esperar. Más que ningún otro trabajador, tiene que aprender que
no hay tal cosa como resultados inmediatos. El cristiano también debe
aprender a trabajar y esperar. A menudo tiene que sembrar la buena semilla de
la palabra en los corazones y en las mentes de sus oyentes sin ver un
resultado inmediato. El pastor y maestro tiene muchas veces que enseñar sin
ver ninguna diferencia en los que enseña. Un padre o una madre tiene a
menudo que tratar de educar y guiar, sin notar ninguna diferencia en su hijo. Es
solamente con el paso de los años cuando se ve el resultado; porque sucede a
menudo que cuando ese mismo o esa misma joven se ha hecho hombre o
mujer, tiene que enfrentarse con alguna tentación imperiosa o con alguna
decisión terrible, o con algún esfuerzo insoportable, y entonces le vuelve a la
mente la palabra de Dios o algún destello de enseñanza recordada; y la
enseñanza, la guía, la disciplina lleva fruto, y aporta honor donde sin ellos
habría habido deshonra, salvación donde sin ellos habría habido ruina. El
campesino ha aprendido a esperar con paciencia, y eso es lo que tienen que
hacer el maestro y el padre cristianos.
142
Una cosa aparece en los tres ejemplos:
Cada uno de ellos se somete a la disciplina y al esfuerzo por amor de la gloria que
será. Así sucede con el cristiano. La lucha cristiana no carece de meta; siempre se
dirige a alguna parte. El cristiano puede estar seguro de que después del esfuerzo de
la vida cristiana tiene el gozo del Cielo; y cuanta más dura es la pelea, más grande el
será el gozo.
En las palabras que siguen, Pablo está exhortando a Timoteo a recordar tres
cosas:
143
Aunque estaba en la cárcel acusado de delitos que hacían imposible su liberación,
Pablo no estaba desanimado, ni mucho menos desesperado. Tenía dos grandes
pensamientos alentadores:
144
Entre los falsos maestros Pablo menciona especialmente a Himeneo y Fileto. No
sabemos quiénes eran estos hombres, pero se nos menciona un punto de sus
enseñanzas: decían que la resurrección ya había tenido lugar. Esto no se refiere, por
supuesto a la resurrección de Jesús; se refiere a la resurrección de los cristianos
después de la muerte.
Sabemos de dos falsos puntos de vista acerca de la resurrección de los cristianos
que tuvieron alguna influencia en la Iglesia primitiva:
Se pretendía que la verdadera resurrección del cristiano tenía lugar en el
Bautismo. Es verdad que en Ro. 6 Pablo había escrito gráficamente acerca de
cómo el cristiano muere en el momento del bautismo y surge a una nueva vida.
Había algunos que enseñaban que la resurrección tenía lugar en ese momento
del bautismo y que era la resurrección a una nueva vida en Cristo aquí y ahora,
no después de la muerte.
Había algunos que enseñaban que el sentido de la resurrección individual no
era nada más que el que una persona seguía viviendo en sus hijos.
145
CAPÍTULO 3
CARÁCTER DE LOS HOMBRES EN LOS POSTREROS DÍAS (3:1-17)
La Iglesia original vivía en una era en la que se presentía un final inminente; se
esperaba la Segunda Venida en cualquier momento.
2 Tim. 3:2-5 Aquí tenemos una de las descripciones más terribles que nos da el
NT. de cómo sería un mundo impío, con las terribles cualidades de la impiedad. Esta
descriptiva lista de conducta en los últimos días que da Pablo describe a nuestra
sociedad, e incluso, desafortunadamente, la conducta de muchos cristianos.
2 Tim. 3:8-9 Según la tradición, Janes y Jambres fueron dos de los magos que
imitaron los milagros de Moisés ante Faraón (Éx. 7:11-12). Pablo explica que así como
Moisés los enfrentó y los derrotó (Éx. 8:18-19), Dios derrotaría a los falsos maestros
que plagaban la iglesia de Éfeso.
Pablo completa la lista de las cosas en que ha participado Timoteo, y debe compartir
con él, hablando de las experiencias de un apóstol; e introduce esa lista de
experiencias presentando la cualidad de el aguante. La palabra griega es hypomoné,
que no quiere decir sentarse pasivamente y soportar las cosas, sino encararlas
triunfalmente de tal manera que hasta del mal pueda salir el bien. Describe, no el
espíritu que acepta la vida, sino el espíritu que la conquista.
146
UTILIDAD DE LAS ESCRITURAS (2 Tim. 3:14-17)
Pablo concluye esta sección con una llamada a Timoteo para que permanezca leal a
toda la enseñanza que ha recibido. Timoteo había conocido las Sagradas Escrituras
desde su primera edad. Debemos tener presente que las Escrituras de las que
escribe Pablo eran las del Antiguo Testamento; todavía no había llegado a ser el
Nuevo Testamento. Si lo que él dice de la Escritura es verdad del Antiguo
Testamento; mucho más lo es de las todavía más preciosas palabras del Nuevo. El
Antiguo Testamento es importante pues apunta a Jesucristo.
CAPÍTULO 4
4:1-2 Para Timoteo fue importante predicar el evangelio a fin de que la fe cristiana
pudiera difundirse a través del mundo.
“A tiempo y fuera de tiempo” significa estar listos para servir a Dios en cualquiera
situación, sea o no conveniente.
Pablo le dijo a Timoteo “redarguye, reprende, exhorta”. Es difícil aceptar la
corrección, que se nos diga que tenemos que cambiar. Pero no importa cuánto duela la
verdad, debemos estar dispuestos a escucharla de manera que nuestra obediencia a
Dios sea más completa.
En los días de Timoteo era trágicamente fácil encontrar tales maestros. Se llamaban
sofistas, y vagaban de ciudad en ciudad ofreciéndose a enseñar cualquier cosa por
dinero.
147
Pablo llega a la meta (2 Tim. 4:6-8)
Para Pablo el final estaba muy próximo y él lo sabía. Es como si Pablo estuviera
diciendo: “El día ha terminado; es hora de levantarse y partir; y mi vida debe ser
derramada como un sacrificio a Dios”. No pensaba que le iban a ejecutar, sino más
bien que era él mismo el que iba a ofrecer su vida a Dios. Desde su conversión Pablo
se lo había ofrecido todo siempre a Dios: su dinero, su educación, su tiempo, el vigor
de su cuerpo, la agudeza de su mente, la devoción de su corazón. La vida era lo
único que le quedaba por ofrecer, e iba a ponerla sobre el altar sin el menor reparo y
con la mayor alegría.
Pablo prosigue todavía hablando de tres imágenes gráficas que se refieren a los
juegos atléticos:
“He peleado la buena batalla”. La palabra que usa para batalla es agón, que es
la que se usaba para una pelea en la arena del circo. Cuando un atleta puede
decir de veras que ha dado de sí todo lo que lleva dentro siente una profunda
satisfacción en su corazón. Pablo ha llegado al final y sabe que ha hecho un
buen papel.
“He terminado la carrera”. Es fácil empezar algo, ahora bien, es difícil
concluirlo. La única cosa que se necesita en la vida es la perseverancia, y es lo
que a mucha gente le falta. Produce una profunda satisfacción llegar a la meta.
“He guardado la fe”. Esta frase puede tener más de un significado. Si nos
mantenemos en la alegoría de los juegos es lo siguiente: El día antes de los
Juegos, todos los competidores se reunían y hacían un juramento solemne
ante los dioses que se habían entrenado no menos de diez meses y que
cumplirían todas las reglas. Así que Pablo puede que estuviera diciendo: “He
guardado las reglas; he participado en la contienda”. Sería para nosotros una
cosa maravillosa el morir sabiendo que no hemos quebrantado nunca las
reglas del honor en la carrera de la vida.
Pablo pasa a decir que le está reservada la corona. En los juegos, el máximo
galardón era una corona de laurel, con la que se coronaba al vencedor; y el llevarla
era el más grande honor que podía recibir un atleta. Pero esa corona se secaría en
unos pocos días. Pablo sabía que le esperaba una corona que no se desharía jamás.
Aunque Pablo no recibe ninguna recompensa terrenal, sería recompensado en los
cielos. Lo que sea que tengamos que enfrentar, desánimo, persecución o muerte,
sabemos que nuestra recompensa está con Cristo en los cielos.
En este momento Pablo pasa del veredicto de los hombres al veredicto de Dios.
Sabía que dentro de muy poco estaría ante el tribunal romano y que su juicio no podía
tener más que un resultado. Sabía cual había de ser el veredicto de Nerón, pero
también sabía cual sería el veredicto de Dios.
Aquel cuya vida está dedicada a Cristo considera con indiferencia el veredicto de los
hombres. No se preocupa si le condenan, porque lo único que le interesa es oírle
decir a su Maestro: “¡Bien hecho!”.
148
INSTRUCCIONES PERSONALES (4:9-18)
4:9-12 Pablo estaba solo y probablemente se sentía solo. Nadie había estado en su
juicio para hablar en su defensa (4:16), y Demas, uno de los colaboradores de Pablo,
había abandonado la fe (4:10). Crescente y Tito se habían ido, pero no por las mismas
razones que Demas. Pablo no los critica ni los condena. Al mencionar a Demas
vinieron a la mente de Pablo los nombres de otros colaboradores más fieles. Sólo
Lucas había regresado y estaba con él; pero Pablo se estaba sintiendo solo. Tíquico,
uno de los acompañantes más fieles, ya había partido rumbo a Éfeso. Pablo extrañaba
también a sus jóvenes ayudantes: Timoteo y Marcos.
4:13 Es probable que el arresto de Pablo haya sido tan sorpresivo que no le fue
posible regresar a su casa para recoger sus efectos personales, y tiene algunas
peticiones que hacer. Necesita su capa, el capote que había dejado en casa de Carpo
en Troas. El capote (failónés) era una pieza grande circular, con un agujero en
medio para la cabeza, que le tapaba a uno como una tienda de campaña desde la
cabeza hasta los pies. Se usaba en invierno, y sin duda Pablo estaba sintiendo los
embates del frío invernal en la cárcel romana.
Quería los libros; en el original es Biblia, que quiere decir literalmente rollos de papiro;
y bien puede ser que contuvieran los bosquejos iniciales de los evangelios. También
quería los pergaminos, que podrían ser una de dos cosas: los documentos legales de
Pablo, especialmente su certificado de ciudadano romano; copias de sus propias cartas
u otros documentos importantes; o más probablemente copias de las Escrituras del
Antiguo Testamento, porque los judíos escribían sus libros en tiras de pergamino
hechas con piel de animales. Eran las palabras de Jesús y la Palabra de Dios lo que
Pablo quería por encima de todo cuando estaba preso, esperando la ejecución.
149
LA CARTA A TITO
Pablo escribió esta carta en el lapso entre su primera y segunda prisión en Roma para
asesorar a Tito en su labor con las iglesias en la isla de Creta. Pablo había visitado
Creta con Tito y lo dejó allí para ministrar (1:5).
Creta fue un centro de entrenamiento para los soldados romanos. Por lo tanto, hubo
una considerable influencia pagana en esta isla pequeña. Por esta razón, la iglesia en
Creta necesitó un liderazgo sólido.
Pablo llevó a Tito a la isla de CRETA, donde lo dejó para consolidar la obra y organizar
la iglesia (Tit 1:5). El apóstol le escribió la epístola que lleva su nombre, con el fin de
instruirle y animarle en sus responsabilidades eclesiásticas. Pablo lo llamó a reunirse
de nuevo con él en Nicópolis (Tit 3:12).
FECHA: Alrededor del 64 d.C. casi al mismo tiempo en que fue escrita 1 Timoteo,
probablemente desde Macedonia cuando Pablo viajó entre su primer y segundo
encarcelamientos romanos.
BOSQUEJO:
MARCO HISTÓRICO:
Pablo envió a Tito a organizar y supervisar las iglesias en Creta y esta carta le dice
cómo cumplir con su labor. Sorprendentemente, a Tito no se menciona por nombre en
el libro de Los Hechos, aunque acompañó a Pablo y Bernabé en su viaje a Jerusalén
(Gál 2:1), viaje que probablemente sea el mismo que se narra en Hch 15. Como era
griego, no lo obligaron a circuncidarse (Gál 2:3). En 2 Cor. 8:23 Pablo lo describe
como su compañero y consiervo (2 Cor. 12:18).
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES:
La carta a Tito es muy similar a 1 Timoteo con sus instrucciones a los líderes de la
iglesia.
De los dos compañeros de Pablo, Tito parece haber sido el de personalidad más
fuerte, porque en 1 y 2 Tim. hay varias alusiones a la timidez de Timoteo.
150
CAPÍTULO 1
1:1-3 Este pasaje habla del propósito de Dios, y de Su manera de llevarlo a cabo:
El propósito de Dios para el ser humano ha sido siempre de salvación.
Este pasaje habla de algo más que el propósito eterno de Dios; habla también
de Su método. Nos dice que El envió Su mensaje a Su debido tiempo. Eso
quiere decir que toda la Historia fue la preparación para la venida de Jesús.
Además, el Evangelio vino a este mundo cuando le era posible propagarse.
Había 3 elementos en la situación mundial que facilitaron la difusión del evangelio:
1. Prácticamente casi todo el mundo sabía griego. Eso no quiere decir que
hubieran olvidado su propio lenguaje tradicional, sino que el griego había
llegado a ser la lengua internacional. Era el lenguaje del comercio, de la
diplomacia y de la cultura.
2. Para todos los propósitos, no había fronteras. El Imperio Romano coincidía en
extensión con el mundo conocido. Dondequiera que fuera un viajero, se
encontraba dentro del imperio.
3. Viajar era relativamente fácil.
151
Note que gran parte de las cualidades tiene que ver con el carácter de los ancianos,
no con su conocimiento o habilidad.
Aquí tenemos el retrato de los falsos maestros que causaban problemas en Creta.
Nuevamente, hay pocas diferencias entre esta sección y los pasajes en 1 y 2 Tim. que
se refieren a los falsos maestros. Sin embargo, aquí hay un énfasis más claro en la
enseñanza judaizante. El grupo de la circuncisión y también los mitos judíos son
mencionados aquí (v. 14). Los peores parece ser que eran los judíos. Trataban de
convencer a los conversos cretenses de dos cosas:
Trataban de persuadirlos de que la simple historia de Jesús y de la Cruz no era
suficiente, sino que, para ser realmente sabios, necesitaban todas las historias
sutiles y las largas genealogías y las elaboradas alegorías de los rabinos.
Además trataban de enseñarles que la gracia no era suficiente, sino que, para
ser realmente buenos, tenían que asumir todas las reglas y normas acerca de
los alimentos y de los lavatorios que eran tan características del judaísmo.
Los falsos maestros estaban tratando de persuadir a las personas de que necesitaban
más que a Cristo y más que la gracia para salvarse. Eran intelectualistas para quienes
la verdad de Dios era demasiado buena y sencilla para ser verdad.
1:12 Pablo se refiere a una línea de un poema de Epiménides, un poeta y filósofo que
vivió en Creta 600 años antes. Algunos cretenses habían tenido una mala reputación y
eran famosos mentirosos, tramposos, glotones y traidores.
CAPÍTULO 2
152
2:3-5 Acerca de las ancianas. Al aconsejar acerca de las mujeres mayores
Pablo se concentra en la necesidad de una conducta seria (v. 3). El hecho de que
Pablo usara las palabras ni esclavas del mucho vino sugiere que el problema de
esclavitud al exceso de vino era más agudo entre las mujeres de Creta que en la
correspondiente situación de Efeso, donde se utiliza una expresión más moderada.
En una nota positiva, las mujeres mayores tienen que ser buenas maestras en el
hogar. Las ancianas deben enseñar y entrenar a las más jóvenes a dedicarse a sus
maridos e hijos; a ser prudentes, castas, buenas amas de casa; a portarse bien con
sus criadas y obedecer a sus maridos; y el objeto de tal conducta es que nadie tenga
razones para hablar mal de la Palabra de Dios.
2:6-8 Acerca de los jóvenes. Cuando trata con los jóvenes, después de insistir
en el dominio propio (un requisito para cualquier edad), Pablo coloca más énfasis en
el ejemplo de Tito (v. 7). Como un ministro del evangelio, grandes responsabilidades
descansan sobre él para mostrar integridad y seriedad, especialmente en la manera
de hablar.
En la juventud se tiene la sangre más ardiente y las pasiones pretenden dar las
órdenes.
En la juventud se tienen más oportunidades de cometer errores. Los jóvenes se
encuentran en los ambientes en los que la tentación habla con voz más
dominante.
En la juventud hay muchas más oportunidades de naufragar en la vida.
En la juventud se tiene a veces la confianza que viene de la falta de
experiencia.
En casi todas las esferas de la vida, un joven será más temerario que sus mayores,
por la sencilla razón de que todavía no ha descubierto todas las cosas que pueden
fallar.
153
CAPÍTULO 3
JUSTIFICADOS POR GRACIA (Tit. 3:1-11)
V. 2 Cualidades como estas son solo posibles para la persona en cuyo corazón
reina por completo Jesucristo. El bienestar de cualquier comunidad depende de la
aceptación por los cristianos que viven en ella del deber de mostrarle al mundo la
nobleza de la ciudadanía cristiana.
154
Una persona debe ser amonestada cuando está causando división que amenaza
la unidad de la iglesia. Esta amonestación no debiera ser una acción dura sino que
debe tender a corregir la naturaleza divisiva del individuo y buscar su restauración a la
comunión. Una persona que rechaza la corrección debería ser apartada de la
comunión. Como dice Pablo: ese hombre es “condenado por su propio juicio”, está
pecando y lo sabe. Los que están decididos a crear división difícilmente responderán
a otras advertencias. Tales personas, según el concepto de Pablo, deben tener una
mente torcida.
3:13 Zenas no se nombra otra vez en el NT. De él tampoco sabemos nada. También
se le llama nomikós, que puede querer decir dos cosas. Es la palabra corriente para
un escriba, y es posible que Zenas fuera un rabino judío convertido. También es la
palabra para abogado; y, si es ese el sentido aquí, Zenas sería el único abogado que
se menciona en todo el Nuevo Testamento.
Apolos era un predicador cristiano famoso, un maestro muy conocido, un nativo de
Alejandría en el Norte de África que llegó a ser cristiano en Éfeso y fue entrenado por
Aquila y Priscila (Hch. 18:24–28; 1 Cor. 1:12).
3:14 El último consejo de Pablo es que los cristianos cultiven las buenas obras para
llegar a ser independientes y estar en la posición de ayudar a otros más necesitados.
El obrero cristiano trabaja, no solo para tener bastante para sí, sino también para
poder dar a otros en necesidad.
Las cartas de Pablo a Tito y a Timoteo marcan el final de los escritos de Pablo y el final
de su vida y ministerio. Estas cartas son verdaderos tesoros para nosotros hoy, porque
nos dan información vital para el liderazgo en la iglesia. Proveen un modelo sólido para
los ancianos, pastores y para otros líderes cristianos a medida que ellos preparan
líderes jóvenes para continuar su labor, siguiendo el ejemplo que Pablo dejó al preparar
a Timoteo y Tito para que cumplan su ministerio. Estudie cuidadosamente los principios
encontrados en estas cartas para tener una guía práctica del liderazgo de la iglesia y
de cómo solucionar problemas.
155
LA EPÍSTOLA A FILEMÓN
La carta de Pablo a Filemón es la más corta de todas; y se relaciona más con las
cartas privadas y personales de esa época que con el resto de sus cartas enviadas a
comunidades o grupo de comunidades.
Filemón fue un hacendado griego residente en Colosas. Era industrial textil y tenía
obreros esclavos. Se convirtió bajo el ministerio de Pablo, y la iglesia de Colosas se
reunía en su casa. Onésimo era uno de los esclavos de Filemón. Pablo escribió esta
carta desde Roma alrededor del 60 d.C., cuando se hallaba bajo arresto domiciliario
(Hch. 28:30-31). Onésimo era un esclavo doméstico que pertenecía a Filemón, un
hombre rico, miembro de la iglesia en Colosas.
Onésimo había huido de Filemón y se había dirigido a Roma, donde se encontró con
Pablo, que parece que fue el que lo guió a Cristo (v. 10). Pablo lo convenció de que
huir de sus problemas no los resolvería y lo persuadió a regresar a su amo. Pablo
escribió esta carta a Filemón para pedirle que se reconciliara con su esclavo fugitivo.
BOSQUEJO:
156
V. 1-3 SALUTACIÓN
Pablo encabeza la carta según el modelo encontrado en otros de sus escritos,
identificándose como autor, y su asociado Timoteo, mencionando al destinatario y con
un saludo.
V. 2 Apia pudo haber sido la esposa de Filemón. Arquipo pudo haber sido el hijo de
Filemón o posiblemente un anciano de la iglesia en Colosas. Sea como sea, Pablo lo
incluyó como a un receptor de la carta, posiblemente Arquipo pudo leer la carta con
Filemón y lo animó a seguir el consejo de Pablo. La iglesia primitiva con frecuencia
solía reunirse en diferentes hogares. Debido a la persecución esporádica y el gran
costo que significaba, los templos no se construyeron en esta época.
Está claro que Filemón era un hombre al que era fácil pedirle un favor. Su casa debe
de haber sido como un oasis en él desierto, porque Pablo dice que allí recibían aliento
los corazones del pueblo de Dios.
En un cuidadoso y estructurado párrafo donde pesa sus palabras, Pablo hace su
ruego por Onésimo, el esclavo de Filemón que se había escapado. Comienza con una
breve descripción de su situación.
V. 8-9 Debido a que Pablo fue un anciano y un apóstol, pudo haber usado su
autoridad con Filemón, ordenándole tratar con bondad a su esclavo fugitivo. Pero
Pablo no basó su pedido en su autoridad sino en la entrega de Filemón como
cristiano. Pablo quiso que la obediencia de Filemón fuera sincera y no de mala gana.
V. 10 Un amo tenía el derecho legal de matar a un esclavo fugitivo, por eso Onésimo
temía por su vida. De manera que Pablo escribió esta carta a Filemón para ayudarlo a
comprender su nueva relación con Onésimo. Este era ahora un hermano cristiano, no
una mera posesión. “A quien engendré en mis prisiones” significa que Onésimo se
había hecho cristiano. Pablo pidió a Filemón que perdonara a su esclavo fugitivo, el
que había llegado a ser cristiano, pero no solo que lo perdonara, sino que lo aceptara
como a un hermano.
V. 11-15 Onésimo significa “útil”. Pablo usó un juego de palabras, al decir que
Onésimo no había sido de mucha utilidad en el pasado, pero que había sido muy útil
tanto para Filemón como para Pablo. A pesar de que Pablo quería permanecer con
Onésimo, lo envió de regreso, esperando que Filemón lo aceptara no como un esclavo
fugitivo perdonado, sino también como un hermano en Cristo.
157
Pablo envía de regreso a Filemón con una carta al que había llegado a ser muy
querido para él. Es como si el Apóstol estuviera realizando un acto de autosacrificio al
retornarlo a su amo. Algunos han sugerido que “te lo vuelvo a enviar” indica que
Pablo está devolviéndolo por una “decisión” con la esperanza que Filemón le
permitiera retornar a él.
V. 14 Pero por más que Pablo deseaba mantener a Onésimo, no haría nada sin el
consentimiento de Filemón. Por lo menos hubiera involucrado una ruptura del
compañerismo cristiano. No deseaba manipular a su hermano o meterse en su
decisión. Buena voluntad se refiere a una decisión arribada libremente, mientras que
obligación muestra que Pablo se contuvo de aplicar cualquier presión externa que
forzara a Filemón a actuar en una forma particular.
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Pablo no solamente intercede a favor de Onésimo, sino que también se identifica a sí
mismo con él: Recíbele como a mí mismo.
Filemón le debía su vida espiritual a Pablo y esa era una deuda mucho más grande
que la que Onésimo había contraído y de la cual Pablo se haría responsable. El
mensaje es claro. Filemón comprenderá que Onésimo experimentó la misma gracia
de Dios cuando se había convertido. Debería recibir a Onésimo como a un hermano
en Cristo sin estar enojado con él aunque hubiera buenas razones para ello.
V. 21-22 En las breves frases finales de la carta Pablo le asegura a Filemón que
tiene confianza en que éste finalmente hará lo que es mejor, y luego le anuncia su
plan de visitarlo.
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¡Agradecemos a Dios por haber estudiado estas interesantes cartas, las que
debemos poner en práctica…!
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