Está en la página 1de 135

REPRESENTACIONES SOCIALES Y PRÁCTICAS EN LAS OBRAS DE

SERVICIOS PÚBLICOS EN CALI


(1908-1930)

JENNY ESPERANZA PADILLA CABRERA

UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES

PREGRADO EN LICENCIATURA EN HISTORIA

SANTIAGO DE CALI

2013
REPRESENTACIONES SOCIALES Y PRÁCTICAS EN LAS OBRAS DE
SERVICIOS PÚBLICOS EN CALI
(1908-1930)

AUTOR: JENNY ESPERANZA PADILLA CABRERA

TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO REQUISITO PARA OPTAR POR


ELTÍTULO DE LICENCIADA EN HISTORIA

DIRECTOR: JOSÉ BENITO GARZÓN MONTENEGRO

UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES

PREGRADO EN LICENCIATURA EN HISTORIA

SANTIAGO DE CALI

2013
Nota de aceptación

Jurado

_______________________________
_
Jurado

i
AGRADECIMIENTOS

Agradecer significa, en esta labor, reconocer el trabajo y las diferentes


manifestaciones de apoyo, comprensión y debate de quienes me acompañaron
durante el proceso de investigación. De una parte se encuentra mi familia, que
con su esfuerzo colectivo generaron materialmente las condiciones para que yo
adelantara los estudios en licenciatura en historia, preparación continua de la que
hace parte esta sencilla investigación. Inmensas gracias a ellos.

Debo reconocer también, la dedicación y disposición del director de esta


investigación, el profesor José Benito Garzón, ante el cual pude expresar mi
interés investigativo y lograr desarrollarlo, siempre con su apoyo. Le agradezco
confiar en “el sentimiento” inquieto de los jóvenes y prestarse para realizar el no
fácil ejercicio de la autoevaluación y el aprendizaje.

A los profesores del Departamento de Historia les agradezco su participación en


el camino de formación profesional, y muy especialmente a quienes posibilitaron
charlas y discusiones sobre el tema de la historia de los servicios públicos en Cali;
a los profesores Jairo Henry Arroyo, Miguel Camacho y Germán Feijoo.

A mis compañeros y amigos les agradezco su estudiosa, grata y a veces


combativa compañía, sin lugar a dudas, esa mezcla de sensaciones, actividades y
propósitos que compartimos a lo largo del corto tiempo de preparación profesional
contribuyeron en este ejercicio final de investigación. Agradezco a José Luis
González su presta y servicial atención a mi propósito investigativo, su
colaboración fue muy importante para lograr el resultado. mi compañero y amigo
Jaider Espinosa le agradezco las incontables horas de charla y lectura compartida
sobre el tema.

Quiero reconocer, finalmente, el servicio responsable que me prestaron, y


misionalmente seguirán prestado, las instituciones custodias del conocimiento y la
información. A la Biblioteca Mario Carvajal de la Universidad del Valle, El Centro
de Documentación del Banco de la República de Cali y al Archivo Histórico de
Cali un reconocimiento especial por tan loable labor.

ii
Tabla de Contenido

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 1
CAPÍTULO 1. CALI INICIA SU PROPIO PROCESO DE MODERNIZACIÓN 1908-1930 .... 13
CAPÍTULO 2. LAS DISPOSICIONES GUBERNAMENTALES ANTE LAS NUEVAS
REALIDADES ...................................................................................................................... 28
2.1. AUMENTO DEMOGRÁFICO Y URBANÍSTICO Y LA DEMANDA SOCIAL. ...... 29
2.2. PROGRESO: ENTRE LA PRODUCCIÓN Y LA SANIDAD ................................ 47
CAPÍTULO 3. MANEJO INSTITUCIONAL: CONTRADICCIÓN Y COMPLEMETARIEDAD
ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO ................................................................................ 73
3.1. LA JUNTA CONSTRUCTORA DEL ACUEDUCTO Y EL CONTRATO SOBRE
ALCANTARILLADO ............................................................................................................. 75
3.2. EL SERVICO, LAS TARIFAS Y LA CRISIS DEL SERVICIO PRIVADO DE
ELECTRICIDAD ................................................................................................................. 100
CONCLUSIONES .............................................................................................................. 122
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................. 125

iii
LISTA DE CUADROS

Cuadro 1. Rentas Departamentales y Municipales ............................................... 21


Cuadro 2. Evolución de la población de Cali (1910-1930) .................................... 24
Cuadro 3. Crecimiento poblacional - Área desarrollada de Cali 1910-1930 .......... 40

iv
LISTA DE MAPAS

Mapa 1 Plano Urbano de Cali Viejo ...................................................................... 31


Mapa 2 Plan No 1 Alcantarillado 1927-1929………………………………………....94

v
RESÚMEN

Este trabajo de investigación procura desarrollar una descripción de las


representaciones sociales y prácticas que existieron en Cali entre 1908 y 1930 en
el contexto del inicio y fomento de una red de servicios públicos (acueducto
metálico a presión, alcantarillado y servicio de electricidad). El ejercicio se basa
en establecer las condiciones generales en las que se encontraba Cali en dicho
periodo, relacionándolas con el crecimiento demográfico y urbanístico que sufrió
la ciudad, reflejado en el tipo y cantidad de demandas sociales por servicios
públicos. La manera como se asignaron y administraron las obras es descrita con
el propósito de mostrar una relación de tensión entre las contradicciones del
interés público y privado.

Palabras Claves: SERVICIOS DOMICILIARIOS, PÚBLICO, PRIVADO,


MODERNIZACIÓN, CIUDAD.

ABSTRACT

This research seeks to develop a description of social representations and


practices that existed in Cali between 1908 and 1930 in the context of starting and
building a network of public services (water supply pressurized metal, sewer and
electric service). The exercise is based on establishing the general conditions in
which Cali was in this period, relating to population growth and urban development
that the city suffered reflected in the type and amount of social demands for public
services. The way it works assigned and administered is described in order to
show a relationship of tension between the contradictions of public and private
interest.

vi
INTRODUCCIÓN

El propósito de comprender la relación entre la acción institucional


(Pública/Privada), social y científica alrededor del desarrollo de las obras de
servicios públicos en Cali, entre 1908 y 1930, obedece al interés de demostrar el
carácter de la dinámica modernizadora en los inicios de la instalación del sistema-
mundo capitalista en la ciudad de Cali. La organización del Estado, la acción social
con relación a él, los valores y desarrollos de la episteme, o mejor, de los saberes,
hacen parte, en alguna medida, del problema de estudio. Toda esta situación se
visualiza al plantear el conflicto histórico que generó la modernización económica
en un espacio fundamentalmente agrario y artesanal, como lo fue Cali a inicios del
siglo XX, en relación con las concepciones de construcción de ciudad. Dicho
conflicto no sólo fue histórico, por su carácter materialmente transformador, sino
también, y sobre todo, fue un conflicto social en la medida que confrontó las
mentalidades de corte decimonónicas, con el influjo de nuevas ideas
modernizadoras para la construcción de la ciudad de Cali como capital del nuevo
departamento del Valle del Cauca.

Con todo, la hipótesis que se sostiene en la presente investigación parte de


considerar la existencia de un tránsito hacia la modernización desarrollado desde
la gestión de obras en el acueducto, el alcantarillado y la electricidad en Cali. Las
representaciones y los discursos en el caso de los servicios públicos, si bien son
complejos de delimitar, y no reflejan un cambio rotundo y definitivo del alcance de
la modernización, dan muestra de que en Cali se inició ese lento transcurrir a
juntillas de la construcción social de la ciudad.

El interés que guarda la investigación, en este sentido, es lograr los objetivos de,
principalmente:

 Identificar el tipo de representaciones sociales y prácticas de la élite


modernizante y la sociedad en general ante el surgimiento y desarrollo de
los Servicios Públicos (acueducto, alcantarillado y electricidad) entre 1908-
1930.

Y específicamente:

 Categorizar las imágenes de modernización de los diferentes sectores


estudiados en términos de los proyectos de servicios públicos en Cali.

1
 Relacionar el sistema de interpretación y la construcción de relaciones
sociales surgidos a partir de las obras de servicios públicos en Cali,

De manera general, a lo largo del estudio se entenderá por modernización al


propósito del paradigma del progreso y desarrollo que son posibles a través de la
secularización, la racionalización, la transformación económica hacia la
industrialización, la urbanización, la movilidad social junto al bienestar de las
masas, la democratización, las libertades individuales y los derechos colectivos.
Se registra en la disciplina sociológica que "si somos exigentes con la teoría, sólo
podemos hablar de planteamientos teóricos y modelos de modernización: modelos
dicotómicos (descripción de la situación inicial y el estadio final), modelos de
tendencias, modelos de estadios y modelos tipológicos”1.

De esta manera, para los tópicos de dicho planteamiento, es valioso la


interpretación histórica de un proceso que permita pensar algunos criterios
investigativos como:

el de las etapas, es decir, el de los diferentes estadios que recorre o debería


recorrer el proceso de modernización; el de las vías de la modernización, en los
planteos que descartaban que hubiera un patrón o camino único (y menos aún
que éste fuera la rendición tardía de la experiencia europea o norteamericana); el
de las élites modernizadoras, es decir, el de los actores o categorías sociales a
los que se definía como portadores, reales o potenciales, de proyectos
modernizantes (dirigentes políticos, empresarios, militares, intelectuales, etc.); el
de los factores culturales y psico-sociales que erosionaban los hábitos arraigados
en la tradición y hacían emerger comportamientos abiertos a la innovación y al
cambio (secularización)2.

Por lo tanto, será importante demostrar en la investigación histórica un caso de los


procesos modernizadores que comprenda el análisis de sus implicaciones en el
sistema de los planos individuales, institucionales y sociales; y que éstos
funcionan no sólo desde un arribo sistemático de las instituciones, valores y
técnicas europeas o estadounidenses, sino que son, sobretodo, algo de ambas
cosas: de un proceso continuo, amplio y por naturaleza diverso y concreto según
el juego de interacciones que se logren y los carácteres con que se cuenten en el
contexto de Colombia, y Cali específicamente.

La hipótesis sobre el proceso de modernización que inicia Cali, entre 1908 y 1930,
es un estudio de caso de las obras de los servicios públicos visto a través de las
representaciones sociales y las prácticas que se suscitaron en la naciente ciudad
1
HILLMAN, Karl Heint. Diccionario enciclopédico de sociología. España: Herder, 2005. Pág. 594.
2
ALTAMIRANO, Carlos. Términos críticos de sociología de la cultura. Buenos Aires: Paidós, 2002,
Pág. 398.

2
de Cali. Tal hipótesis es establecida con el fin de mostrar, más que un significativo
avance en el conocimiento del objeto de estudio, un intento de abordar crítica e
interdisciplinariamente una nueva pregunta sobre un viejo problema. Se trata de
caracterizar la dinámica de los inicios de estas obras de desarrollo en Cali; inicios
que se determinan en condiciones contextuales como la designación de la
capitalidad para el nuevo Departamento del Valle del Cauca; el predominio de la
administración denominada como República Conservadora en el país; y la
determinación para el desarrollo industrial y material de Colombia con los
diferentes momentos de protección a la economía nacional.

De este modo, la investigación se organiza, en una narración diacrónica, con el


propósito de responder a un modelo interpretativo que prioriza, por ahora, la
relación entre los saberes y las necesidades de la población del contexto histórico
con la administración de los servicios públicos. Necesidades y demandas sociales,
saberes, burocracia y tensión entre lo público y lo privado son los tópicos que
permiten organizar la narrativa historiográfica de las fuentes primarias para
responder el objetivo propuesto. Junto a ellos, el abordaje de las teorías del
método histórico y sociológico trabajarán a fin de exponer una interpretación del
desarrollo del fenómeno estudiado. Se busca responder por tres dimensiones de
la modernización: Política, específicamente, la característica de la prestación
gubernamental y del sistema en su configuración conjunta para aumentar su
capacidad en el ejercicio de autoridad y para dirigir los negocios públicos, controlar
las tensiones sociales y afrontar de esta manera las demandas de los miembros
que conforman el sistema. La dimensión Económica, trata la búsqueda de la
racionalidad y la eficiencia, en medio de un tránsito de la economía de
subsistencia a unas etapas de “despegue” (primero primitiva, y éste es el caso,
luego tendiente a la alta industrialización) a través de la mejor organización de las
capacidades y potencialidades productivas de una sociedad. Y por último, la
dimensión Social, que junto a los otros modos, manifiesta procesos de éxodos a
centros urbanos conformando mano de obra para la producción fabril, aumentando
los niveles de alfabetismo e instrucción, y con ello una mayor movilidad social.3

Introducir la lectura de este sencillo propósito de conocimiento, como se hará en


seguida, consiste en conocer el planteamiento de las Representaciones Sociales
como supuesto teórico para historiar el proceso de inicio de las obras
modernizadoras de servicios públicos en Cali.

3
BOBBIO, MATTEUCCI, PASQUINO. Diccionario de política. Siglo XXI, 2000. Págs.988-997.

3
LA REPRESENTACIÓN SOCIAL DE LA MODERNIZACIÓN

El filósofo marxista Marshall Berman, resalta el valor del conflicto en tiempos


donde todo lo sólido se desvanece en el aire, en su gran obra sobre La
experiencia de la modernidad, subraya la diferenciación etimológica sobre
“modernización” y “modernismo”. El primero reside en los asuntos económicos y
políticos, y el segundo recae sobre la cultura, el arte en general y la sensibilidad,
aspectos en los cuales los modernistas no reconocen a Marx como planteamiento
fundamental. Por ejemplo, el autor cita a Vladimir Nabokov como uno de los
autores que considera que el marxismo “aplasta” al modernismo, y Georg Lukács
por su parte, dice el autor, cree que Marx “supera” los estudios modernistas, pero
ambos lo separan en el contenido.

Todo lo sólido se desvanece en el aire refiere la visión de época del mundo que
Marx, desde sus análisis históricos, veía de su tiempo, incluso de las futuras,
desde imágenes de antaño. La sociedad burguesa será uno de los sujetos
fundamentales para explicar los ritmos y cambios en la historia moderna: “Todo lo
sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profanado, y los hombres, al fin,
se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus
relaciones recíprocas”4. Dentro de esta cita el autor encuentra la multiplicidad de
elementos del pensamiento marxista y las bases para explicar las categorías de
“modernización y modernismo”.

Es “evanescente” la visión modernista que se extrae de Marx por el autor, incluido


El Manifiesto comunista como una de las obras que mejor expresa la cultura
modernista, junto con sus contradicciones:

El pensamiento moderno, tan brillante a la hora de iluminar el lado oscuro de


todos y todo, tiene sin embargo sus propios y reprimidos rincones oscuros, sobre
los que Marx puede arrojar una luz nueva. Específicamente, puede clarificar la
relación entre la cultura modernista y la economía y sociedad burguesas –el
mundo de la modernización- del que aquella emanó.5

Es en este sentido que se califica de “solida” y a la vez “evanescente” a la


modernización, pues se trata de la relación entre el punto sólido de las
transformaciones económicas y las manifestaciones volátiles de la modernidad
que rápidamente vuelve a transformar las cosas, desapareciéndolas en la
particularidad del capitalismo autodestructivo.
4
BERMAN, Marshall. “Capítulo 2. Todo lo sólido se desvanece en el aire: Marx, el modernismo y la
modernización”. En: Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad.
Colombia: Siglo XXI editores, 1991. Pág. 83.
5
Ibíd., Pág.84.

4
En la sociología, desde los clásicos se empezó a definir, con Émile Durkheim, la
posibilidad epistémica de las representaciones. Desde sus disciplinas, Durkheim y
Mauss se ocuparon de analizar de qué manera los seres humanos clasifican los
elementos tangibles e intangibles que les rodean, lo cual es requisito fundamental
para la comprensión y reconocimiento del universo, especialmente, en Sobre
algunas formas primitivas de clasificación. Contribución al estudio de las
representaciones colectivas. Presentan a tres comunidades en diferentes
espacios: algunas tribus en Australia, la comunidad de los Zuñi en América del
Norte y la población en China, a partir de las cuales generan reflexiones generales
que contribuyen a entender fenómeno social de clasificar el mundo. “Las
clasificaciones primitivas no constituyen, así pues, unas excepcionales
singularidades, sin analogía con aquellas que encontramos en uso entre los
pueblos más cultos; al contrario, parecen remitir sin solución de continuidad a las
primeras clasificaciones científicas”6 y son de tipo jerarquizado.

El trabajo de Durkheim y Mauss se desarrolló a partir de la hipótesis que todos los


conocimientos y formas de clasificación por categorías desarrolladas por los seres
humanos, no son producto exclusivamente de su creatividad y esfuerzo, sino que
son construcciones sociales. Dicen los autores que “La conciencia no es entonces
más que un flujo continuo de representaciones que se pierden las unas a las otras,
y cuando las distinciones empiezan a aparecer son todas ellas fragmentarias” 7,
puesto que las cosas no son presentadas al individuo como grupos o clases, para
ser definidas como lo que son. Resulta decisiva esta declaración para comprender
la modalidad histórica sobre la cual los sujetos históricos de Cali, entre 1908 y
1930, elaboraron en su presente, y a través de su pasado, consientes o no, la
imagen de ciudad y emprendieron prácticas para modernizarla.

Ahora, estos sistemas de clasificación, como concluyen los autores, tienen


particular importancia para el estudio de las representaciones sobre todo por el
tratamiento de la relación que hay entre las segmentaciones y/o agrupaciones,
desde donde los diferentes grupos se encuentran relacionados unos con otros y
formando a su vez el conjunto de “un todo”, de la ciudad. Estos sistemas tienen
una finalidad especulativa en el sentido de que contribuyen no a la acción, según
los autores, sino a convertir en inteligibles las relaciones que existen entre los
seres. En lo anterior se resalta el rasgo de tipo epistémico, pero se debe
considerar que, de algún modo y para partir hacia otros propósitos, se sienta las

6
DURKHEIM, Émile. MAUSS, Marcel. Sobre algunas formas primitivas de clasificación.
Contribución al estudio de las representaciones colectivas. Barcelona: Ariel, 1996. Pág. 96.
7
Ibíd. Pág. 29.

5
bases para elaborar otro tipo de abstracciones que contribuyen a la organización y
a la acción colectiva. Dados los conceptos que considera cada sociedad como
fundamental, los seres humanos empiezan a vincular las demás nociones que se
hacen de las cosas, lo que hace que esto ya sea bastante propenso a la práctica.
Ya está resaltado en el texto de Durkheim y Mauss que todas las condiciones del
fenómeno –externa, interna y relacional entre todas- son de carácter social y que
es desde este aspecto donde nacen: “Es porque los hombres estaban agrupados
y se pensaban bajo la forma de grupos que han agrupado idealmente a los demás
seres, y ambos modos de agrupamiento empezaron a fundirse al punto de
hacerse indistintos”8.

Se puede pensar, entonces, que las representaciones sociales que los distintos
grupos y clases sociales que habitaban la ciudad de Cali en las primeras décadas
del siglo XX obedecían a cierta lógica de clasificación, desde donde socialmente
representaron el mundo de la modernización que irrumpió por fuerza de algunos.
Y en la “colectividad del conocimiento” que se construye de la modernización, lo
que demuestra en el fondo es una nueva forma de organización social.

A modo de recopilación metodológica, Sandra Araya destaca que la clave de la


teoría de la Representación social reside en la noción sobre realidad social y su
construcción como proceso con el mismo carácter. Sintetiza que las
representaciones sociales:

constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer la presencia de


estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen tener una
orientación actitudinal positiva o negativa. Se constituyen, a su vez, como
sistemas de códigos, valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y
orientadores de las prácticas, que definen la llamada conciencia colectiva, la cual
se rige con fuerza normativa en tanto instituye los límites y las posibilidades de la
forma en que las mujeres y los hombres actúan en el mundo.9

El debate álgido sobre el supuesto teórico de las representaciones sociales se


encuentra básicamente en los planteamientos que, como lo propone Araya, se
contraponen entre pensar la relación subjetivación y objetivación de la realidad.
Sin embargo, resalta que hay un consenso al considerar que las representaciones
sociales miden justamente dicha relación y balancean la cuestión, presentándolas
como aquello que necesariamente contienen relación entre el proceso cognitivo y
de subjetivación y su contexto social. Por lo tanto, elementos de análisis

8
Ibíd. Pág. 98.
9
ARAYA UMAÑA, Sandra. “Representaciones sociales: Ejes teóricos para su discusión”. En:
Cuadernos de Ciencias Sociales 127. Costa Rica: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
Flacso, 2002. Pág. 11.

6
necesarios como la ideología, las normas y los valores de personas e instituciones
y los grupos de pertenencia y referencia son tomados en cuenta para resaltar
finalmente que dichas

inserciones de las personas en diferentes categorías sociales y su adscripción a


distintos grupos, constituyen fuentes de determinación que inciden con fuerza en
la elaboración individual de la realidad social, y esto es, precisamente, lo que
genera visiones compartidas de la realidad e interpretaciones similares de los
acontecimientos.10

No se trata de indagar por procesos de cognición social; por el contrario se busca


resaltar la elaboración social desde donde surgen las representaciones sociales.
Por lo tanto, lo que interesa destacar es precisamente la posición epistemológica
que comprende que el conocimiento es el resultante de un proceso complejo en el
que, de forma múltiple, se determina por sus relaciones concretas en su contexto
histórico, los lugares sociales, las relaciones políticas e institucionales. Se trata de
una mediación entre estructuras materiales y las matrices socioculturales para,
finalmente, definir su lectura o imagen interpretativa de la realidad, a la que
vuelven de forma relacional.

Las representaciones son constituidas y constituyentes de la realidad social dado


que comunican, interactúan y cohesionan pensamientos y eventualmente
prácticas. De esta forma, para calificar de social a una representación se hace
necesario destacar la función, más que el agente que la produce, aunque sin
desconsiderarlo. Así, lo social de una representación surge de dicha contribución
al proceso de formación de las conductas y de orientación de las comunicaciones
sociales. Según la autora, se categorizan así los delimitantes del campo de las
Representaciones Sociales (RS):

• Las condiciones de producción en que emergen (medios de comunicación,


interacción cara a cara, comunicación, lenguaje).

• Las condiciones de circulación de las RS (intercambio de saberes y ubicación de


las personas en grupos naturales y de los grupos sociales naturales en contextos
sociales particulares dentro de una estructura social).

• Las funciones sociales: construcción social de la realidad en el intercambio


social, desarrollo de una identidad personal y social, búsqueda de sentidos o
construcción del conocimiento del sentido común.

10
Ibíd. Pág. 15.

7
En la teoría de las representaciones sociales, existen dos procesos constitutivos:
el proceso de Objetivación; el cual se refiere a la transformación de conceptos
abstractos ajenos en experiencias o materializaciones concretas. Como por
ejemplo las ideas modernizantes y la dinámica que toman en la implementación, la
demanda por el servicio, y la reproducción de necesidades y consumos de obras
de construcción de ciudad, habla de manera en cómo se elabora la representación
social de dicho fenómeno. El proceso de Anclaje, por su parte, es el que se
encarga de descomponer en varias modalidades la representación social; es la
puesta en funcionamiento de ella. Son, básicamente, las formas en las que se
articula la significación de lo representado.

Tomás Ibañez 11 , retomando a Moscovicci, aporta más detalles sobre la


conceptualización para el análisis de las representaciones sociales. Resalta la
actitud, la información y el campo de representación. La actitud, habla de la
disposición con la cual el sujeto evalúa su relación con el objeto representado. “Es
así como el componente actitudinal de las representaciones dinamiza y orienta
decisivamente las conductas hacia el objeto representado, suscitando un conjunto
de reacciones emocionales e implicando a las personas con mayor o menor
intensidad.”12 La información está directamente relacionada con el tipo de medios
con los cuales disponen las personas y grupos sociales, y eso a su vez determina
el tipo y la naturaleza de la representación que pueda hacerse del objeto
representado. Por su parte, el campo de representación trata la jerarquización de
los diferentes elementos que componen la RS.

El campo es el lugar desde el cual se recoge metodológicamente la manera de


analizar y volver interpretación un fenómeno dado de representación. Es un
esquema figurativo de cuyo espacio dependerá la dinámica en la que se logra
visualizar las representaciones de un objeto. La objetivación, en primera instancia,
transforma los conceptos en imágenes, las cuales son menos abstractas para que
los sujetos las elaboren a manera de “pensamiento concreto”; en el pensamiento
social los conceptos pasan a ser preceptos. Este proceso de objetivación, en todo
caso, pasa por 3 tipos de procesos a su vez. La construcción selectiva, obedece a
la manera en que cada grupo social se apropia, a su manera, del objeto. Con ello,
se asimila la nueva información y continúa con el proceso de esquematización
estructurante, el cual es el que le da forma expresiva y coherente. La

11
IBÁÑEZ GARCÍA, Tomás. ”Estructura y mecanismos internos de las representaciones sociales”.
En: Ideologías de la vida cotidiana. Barcelona: Sendai, 1988.
12
Ibíd. Pág. 46-47.

8
naturalización toma un carácter ontológico que si bien tiene que ver con su
expresión real, no proviene fácticamente del mundo sino del simbolismo y
construcción social de los preceptos.

El anclaje, es el momento en el que las representaciones sociales se establecen


sobre las diferentes formaciones sociales. Los pasos que componen el sentido de
tal establecimiento son, por un lado el de la teoría a la imagen, y por el otro, de la
imagen a la realidad social. Este mecanismo es, quizás, el que se puede
demostrar con mayor contundencia en la presente investigación, pues es el que
expresa “el enraizamiento social de las representaciones y su dependencia de las
diversas inserciones sociales”. 13 Los lugares de sectores sociales, de las
relaciones socioculturales y hasta barriales, articularán la jerarquía social y los
diferentes procesos de acomodación de las innovaciones modernizadoras. El
mecanismo de objetivación, si bien es importante, y no deja de ser un interés
investigativo aquí, encontrará mayor dificultad para ser demostrado, pues requiere
de fuentes que permitan la observación del paso de la teoría a la imagen, fuentes
documentales suficientes de comunidades científicas o de instrucción desde
donde se pueda profundizar en el análisis del consumo y distribución de las
teorías propias de la modernización.

Dentro de la historiografía, se encuentra los estudios de historia cultural de Roger


Chartier en El mundo como representación. Chartier se ubica en la tercera
generación del desarrollo del movimiento historiográfico de la Escuela de los
Annales, que inicia con estudios sociológicos y económico-estadísticos, y durante
las diferentes generaciones alcanza la interdisciplinariedad cuando se permite el
acercamiento de la geografía espacial y humana, los estudios seriales y de larga
duración, la historia total y de las mentalidades. En su caso, a partir de los años 70
del siglo XX, aparece con mayor énfasis los estudios culturales y por tanto un
cambio en el campo intelectual de la historiografía. La historia de las
representaciones colectivas del mundo social que aparecen en el libro de Chartier
son básicamente la historia de las formas cómo las comunidades, con las
diferencias sociales que los caracteriza, comprenden y descubren la sociedad y su
historia. Básicamente, esta conceptualización teórica se encuentra desarrollada en
el primer capítulo, en el que se despliega un debate a propósito de la historia
cultural. En éste se encuentra una triple crítica a la historia de las mentalidades
que empuja el debate a proponer las representaciones y prácticas sociales como

13
Ibíd. Pág. 50.

9
postulado teórico: “contra la adecuación demasiado simplista entre divisiones
sociales y diferencias culturales; contra la concepción que considera el lenguaje
como un simple útil, más o menos disponible para expresar el pensamiento; contra
la primacía dada a la caracterización global de la mentalidad colectiva en
detrimento de un estudio de las formas textuales (o imágenes) que vinculan su
expresión.”14

Un concepto importante en la escuela de Annales y que Febvre diferencia muy


bien ante otros autores, como Panofsky, es la de Utillaje Mental:

En primer lugar, la palabra utillaje en sí (de allí surge la expresión “útiles


mentales” que a veces emplea Febvre), que sugiere la existencia casi objetiva de
una panoplia de instrumentos intelectuales (palabras, símbolos, conceptos,
etcétera) a disposición del pensamiento, contrasta en la manera en que Panofsky
define el hábito o costumbre mental, conjunto de esquemas inconscientes, de
principios interiorizados que otorgan unidad a las maneras de pensar de una
época, sea cual fuere el objeto pensado.15

De aquí, se retoma la concepción que sugiere una interpretación de la relación


existente entre un contexto y útiles mentales para referenciar, nombrar, señalar,
jerarquizar o diferenciar, creando así homologías de los productos intelectuales
con respecto a sus estructuras del momento histórico que los producen, y que se
explican desde los diferentes sistemas de percepción conectados a los modos de
formación y/o utillaje mental.

Es importante en Chartier la referencia a C. Schorske en donde el debate de la


historia cultural tiene una doble dimensión de lo que debe emprender el trabajo de
la historia intelectual, sin reforzar la metodología y conceptualización que la rodea,
pensando no sólo en el objeto de estudio, sino también en sus relaciones:

El historiador busca situar e interpretar el artefacto temporariamente en un campo


donde se cruzan dos líneas. Una es vertical, o diacrónica, por la cual establece la
relación de un texto o un sistema de pensamiento con una expresión previa de la
misma rama de actividad cultural (pintura, política, etc.). La otra es horizontal o
sincrónica; por medio de ésta establece la relación del contenido del objeto
intelectual con lo que aparece en otras ramas o aspectos de una cultura al mismo
tiempo.[…] De hecho lo que hay que pensar es cómo todas las relaciones,
inclusive aquellas que designamos como económicas o sociales, se organizan
según lógicas que ponen en juego los esquemas de percepción y de apreciación
de los distintos sujetos sociales, así pues la representaciones constitutivas de

14
CHARTIER, Roger. El mundo como representación. Estudios sobre Historia Cultural. España:
Gedisa, 2005. Prólogo. Pág. IV
15
Ibíd. Pág. 21.

10
aquello que podemos denominar “cultura”, sea común al conjunto de una
sociedad o propia de un grupo determinado. 16

Es de interés, en el contexto actual, la posición que toma Chartier frente a


discusión general de “la crisis general de las Ciencias Sociales”, desde donde se
sitúa asegurando que dicha crisis no es tal por el hecho de “proclamarla”, ni
mucho menos significa un cambio de paradigma; mejor, ubica la cuestión en la
“distancia tomada en las prácticas de investigación misma en relación con los
principios de inteligibilidad” con respecto a la historiografía de los últimos 30 años.
El proyecto de historia global, la definición de los objetos de estudio según su
ubicación territorial, y la división social que se consideraba la medida con la cual
realizar diferenciaciones culturales, fueron los tres aspectos predominantes en la
historiografía y sobre los cuales se ha planteado la discusión, generando
posibilidades mas laxas de ubicar los problemas de estudio en un amplio conjunto
de las “funcionalidades sociales”. Esto último, debido a la consideración de pensar
que “no hay práctica ni estructura que no sea producida por las representaciones,
contradictorias y enfrentadas, por las cuales los individuos y los grupos den
sentido al mundo que le es propio”.17

Para Chartier, aludir a Mauss y a Durkheim le remite tres aspectos fundamentales


de las modalidades de la relación entre las “representaciones colectivas” y el
mundo social generando,

en primer lugar, el trabajo de clasificación y de desglose que produce las


configuraciones intelectuales múltiples por las cuales la realidad está
contradictoriamente construida por los distintos grupos que componen una
sociedad; en segundo, las prácticas que tienden a hacer reconocer una identidad
social, a exhibir una manera propia de ser en el mundo, significar en forma
simbólica un status y un rango; tercero, las formas institucionalizadas y
objetivadas gracias a las cuales los “representantes” (instancias colectivas o
individuos singulares) marcan en forma visible y perpetuada la existencia del
grupo, de la comunidad o de la clase.18

La compresión de la orientación teórica y metodológica que integra


interdisciplinariamente la propuesta de la presente investigación permitió ubicar el
propósito en resaltar los modos con los cuales una imagen de modernización
presente entre 1908-1930 en Cali tiene correlación con el objeto inacabado aún
del proyecto socioeconómico. Los resultados de dicha caracterización

16
Ibíd. Pág. 43.
17
Ibíd. Pág. 49.
18
Ibíd. Págs. 56-57.

11
demostraron que más que cumplir con estándares de logros modernizadores
mundiales, lo que existió fue un sistema de interpretación y recepción de lo que
aquí hemos destacado como Representaciones sociales y prácticas del modelo
modernizador.

La sencilla tarea de recrear los acontecimientos que dieron vía a la interpretación


del objeto de investigación se realizó bajo el análisis de son 4 fondos
documentales consultados: Fondo Cabildo-Concejo y la Gaceta Municipal de Cali
(1908- 1930) en Archivo Histórico de Cali y las prensas Correo del Cauca (1908-
1918), y Relator (1920-1930). En el Fondo Cabildo–Concejo se encuentra la
posibilidad de hallar informes y discusiones que no se publican oficialmente por la
gaceta del órgano, además de permitir encontrar peticiones, oficios y memoriales
de particulares. En la Gaceta Municipal se logran sistematizar mejor las
aprobaciones de acuerdos sobre las obras y algún informe sobre el estado de
desarrollo de las mismas. En los casos de las prensas, contamos con un volumen
significante y periódico que representan muchas de las ideas que ocupaban la
mente de la élite empresarial y política, conservadora para el caso del Correo del
Cauca, que nace en 1903 bajo la propiedad y dirección de la familia Palau; otra
más liberal, como el Relator que toma vida en 1915 tras la iniciativa de Jorge y
Hernando Zawadzky, además del año 1908 del periódico El Día.

Las evidencias encontradas en estos fondos documentales permitieron organizar


el problema de estudio desde dos situaciones particulares: La relación entre las
medidas ordenadas por el gobierno Distrital y las demandas sociales de la
población de Cali por nuevos y mejores servicios públicos para la vida social y
económica de sus pobladores relatadas en el primer capítulo Disposiciones
gubernamentales ante las nuevas realidades. También, se describe la manera
mixta, entre el Distrito y firmas privadas, con la cual se manejó la gestión y el
desarrollo de las obras de servicios públicos en Manejo Institucional; Contradicción
y complementariedad entre lo público y privado.

Comprender estas formas de desarrollar proyectos modernizadores en un


momento histórico merece un ejercicio más detallado de los diferentes grupos
asociados a la ciencia, a la instrucción y a la reproducción de los saberes propios
de las experiencias de innovación o desarrollo. Por diversas limitaciones, esta
investigación reconoce la importancia de la situación pero no logra desarrollarlo.
Sin embargo, en la escritura de la historia urbana de Cali se hace necesario
adelantar e integrar éste propósito investigativo con muchos avances
historiográficos realizados hasta la fecha sobre el tema.

12
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

CAPÍTULO 1. CALI INICIA SU PROPIO PROCESO DE MODERNIZACIÓN


1908-1930

La inserción de Colombia en el sistema mundo fue determinada por su posición


periférica a través de un modelo agroexportador que lo identificaba
básicamente como un proveedor de materias primas para los países de
economías desarrolladas. Los comerciantes fundamentaron sus ventas en
productos agropecuarios que fueron cosechados en sus propias haciendas
unas veces, o con mercancías importadas, producto de exportaciones agrícolas
y compraventa de ganado para el escaso mercado intra-regional. Para ellos, y
para la dinámica general de la economía colombiana, la dependencia en este
proceso de inserción al sistema capitalista es reflejada en las filiales
empresariales, en el suministro de insumos manufacturados, bienes
intermedios y de capital extranjeros.

Como marco general de dicho proceso fue importante el antecedente del país
que dio respuesta al orden instaurado por el federalismo radical a través de las
medidas de la carta constitucional de 1863. Es en aquel contexto de los
Estados Unidos de Colombia donde se debe ubicar potencialmente las
primeras medidas para la inserción de país al libre mercado, pues se consideró
que era a través del mercado mundial como se iba a integrar la economía de
Colombia y a potencializarla ante el mundo. Su característica se cimentaba en
exportaciones agrícolas y mineras; y los balances de 1880 lo que demostraron
fue que tales medidas no condujeron a las promesas de desarrollo, aunque ello
no significó desmeritados avances, como lo fue la bonanza cafetera:

Por un lado, es cierto se habían eliminado casi todos los límites legales a la
movilidad de la mano de obra y de la tierra y se habían suprimido las
instituciones coloniales más ofensivas. Pero el país había tenido que aceptar
el estancamiento cuando no la decadencia de las manufacturas de la región
oriental, incapaces de resistir la competencia de los artículos importados, sin
que hubiera aparecido hasta entonces el producto de exportación que diera
bases para una integración estable con la economía europea.19

Conjuntamente, la demanda e inversión extranjera se mantuvieron como


variables constantes en el desarrollo de la vida económica del país, aún al
iniciarse, en la presencia del Estado colombiano, un ejercicio de fomento
industrial y de protección económica. Existieron intentos de fomentar
fabricación de hierro con las pequeñas herrerías; producción de textiles, tabaco
y bebidas durante el cambio de siglo del XIX al XX. Sin embargo, la historia de
Colombia cuenta con un fenómeno, la Guerra de los mil días (1899-1902) que
19
MELO, Jorge Orlando. “República Conservadora” (Parte I). En ÁLVAREZ. Luis A.
Colombia hoy: Perspectivas hacia le siglo XXI. Colombia: siglo veintiuno, 1991. Pág., 58.

13
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

conmovió, entre otros aspectos, la producción nacional, pues reclutó


forzosamente a trabajadores y averió infraestructuras, postergando, lo que
Alberto Mayor Mora denomina el primer impulso de la industrialización. 20
Sumado a ello, se debió avanzar en superar las “talanqueras” que imponía el
atraso de las incipientes vías de comunicación que no permitían la
configuración de un mercado interno; la falta de capacitación técnica para el
manejo productivo y la dicha inestabilidad política. La reactivación de la
industria contó, en el segundo impulso, con el apoyo gubernamental21 que se
manifestó a través de decretos que autorizaban elevación de impuestos a
ciertos productos extranjeros que competían con la producción nacional, y la
exención de los aduaneros para la compra de maquinarias y materias primas
extranjeras, necesarias para la implementación de nuevas industrias. Además,
el Estado concedió subsidios directos en dinero, toma de acciones, primas de
exportaciones y garantías de rendimiento de capital.

Es así como en Colombia, entre 1910 y 1930, surgieron trasformaciones en


busca de una estabilidad del sector industrial. Estas inversiones fueron
enfocadas en configurar empresas de producción más eficientes, aludiendo a la
influencia del taylorismo que pretendía, a través de la organización
administrativa, una mayor producción en menor tiempo. Para tal fin se comenzó
a emplear maquinaria avanzada que contaba con sistemas automáticos.
Además, las industrias pasaron de sociedades familiares a anónimas, lo que
produjo una concentración financiera en la cual una empresa absorbía a varias
fábricas que favorecía sus intereses. En consecuencia, la élite empresarial en
su ascenso consideró utilizar los saberes en comercio, finanzas, administración
e ingeniería para modernizar su producción.

En términos jurídicos, Colombia sufrió, en algún modo, una transformación con


la Asamblea Nacional, instalada en mayo de 1910, que en lo político buscó
conciliar las diferencias entre Liberales y Conservadores y los consecuentes
choques generados por la siguiente carta constitucional de 1886 22. Aún con

20
MAYOR Mora, Alberto. Historia de la industria colombiana. 1886- 1930. En: Nueva Historia
de Colombia. Volumen 5. Bogotá: Planeta, 1989. Págs. 313-320.
21
Fundamentalmente, y debido al contexto del periodo 1886-1930, el cual es reconocido por la
historiografía colombiana como La Regeneración, la gobernanza consistió en la continuidad del
partido conservador, antecedido por un largo periodo de La República Liberal. Esta ruptura
política se caracterizó por regresarle el poder a la Iglesia (Concordato), por restringir libertades
individuales (Prensa – Educación) y administrativamente centralizó la “Nación”. En el campo
económico, se instauró el modelo Proteccionista que sería el punto de referencia para la
industrialización del país.
22
Los cambios consintieron básicamente en la reducción del periodo presidencial a 4 años y
prohibición de la reelección inmediata; además decretó reunión anual del Congreso y éste
recibió el poder de elegir, de la terna dada por le ejecutivo, a los magistrados de la Corte
Suprema de Justicia; se abolió la pena de muerte; y se prohibió la emisión forzosa de papel
moneda.

14
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

esas reformas, marcó dicha tensión partidaria fue el surgimiento de un


republicanismo que, según Jorge Orlando Melo, “había sido una coalición
provisional de la oligarquía moderada de ambos partidos empeñada en la
reforma del sistema político” 23 . Esta misma situación rápidamente sufrió su
propia contradicción, con el surgimiento de nuevas organizaciones políticas y
sociales, hasta resolverse con su disolución y la reagrupación de los antiguos
partidos.

Como parte de la nación colombiana, el valle geográfico del río Cauca, en el


transcurso del siglo XIX al XX, presentó las características generales de la
economía fundamentalmente agraria que le antecedió e incluso convivió con
ella y los procesos de modernización en el país. Basó sus actividades
comerciales (pulperías, tiendas, almacenes, talleres, bodegas, agencias
marítimas, casas comerciales, concesionarios de marcas, bancos) con
estructuras decimonónicas agrarias resultado de las antiguas propiedades
familiares e innovaciones en tipos de producción y especialización hacia los
medios y alcances comerciales, incluyendo el sistema financiero. El Valle del
Cauca se adaptó a los esfuerzos por construir un mercado nacional, desde
donde se eliminaban las fronteras agrarias regionales, tan características del
siglo decimonónico. Todo esto significó eliminar dicha frontera productiva,
desarrollar una cultura comercial, reformar el sistema impositivo, unificar el
sistema monetario y abrir el comercio exterior. Si bien es cierto que el
desarrollo productivo del país a inicios del siglo XX estuvo marcado por la
continuación de la economía de explotación de los recursos naturales, Luis
Valdivia considera que aunque ésta es una constante en la estructura
productiva de la región, los cambios en los referentes productivos para la
región hacia la agroindustria azucarera, y para ello cita al gerente del Banco
Agrícola Hipotecario en 1927 para resaltar un cambio ante la dependencia de
un solo artículo de exportación –añil, quina, tabaco y café-:

Debe pues estudiarse el desarrollo de nuevas industrias, […] el algodón y el


azúcar representan un comercio mundial mucho más importante que el del
café, y para su producción el territorio nacional ofrece privilegios naturales
extraordinarios.24

Un cambio en el tipo de producción significó un cambio en los medios. Los


desarrollos empresariales que requirieron innovaciones y desarrollos
tecnológicos, de servicios y demás complejos para la productividad, estuvieron,
en mayor medida, determinados por el desarrollo capitalista concentrado en 3
familias de grandes influencias. Valdivia describe que para 1903 la familia Eder

23
Op. Cit. MELO, Jorge Orlando. Pág. 73.
24
VALDIVIA, Luis. Economía y espacio en el Valle del Cauca 1850-1950. Cali: Centro Editorial
Facultad de Humanidades- Universidad del Valle, 1992. Pág. 119.

15
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

funda la “Cauca valley agricultural company”, cambiando su razón social en


1919 a “Compañía agrícola caucana”, la cual se encargó de administrar
integradamente las actividades de sus propietarios dentro de las cuales se
encontraban el manejo de tierras, la empresa comercializadora -
fundamentalmente de aguardiente, pues ellos ostentaban el predominio de
producción y venta de éste- y la exportación de café y azúcar. La familia Cabal
compartió parte del negocio del aguardiente con los Eder, operando desde su
compañía “Cabal e hijo”, fueron propietarios de tierras en El Cerrito y
empezaron a construir el ingenio “La Providencia”. Para la década de 1910 la
familia Caicedo reconcentró las tierras de la antigua hacienda “La Paila”, y en
1927 construyeron la empresa “Río Paila”.

La disputa que se generó entre la élite regional por la división territorial que
situó a Cali en 1910 a Cali como capital de nuevo departamento del Valle del
Cauca25, produjo los elementos sobre los cuales se organizaron como sector
social para desarrollar sus intereses económicos, dentro de los cuales se
encontró el principio básico de la racionalización:

Progreso en Cali Uno de los factores que desalentaban á los habitantes de


estas comarcas para emprender nuevas industrias, era el justo temor que
abrigaban de que si por cualquier suceso desgraciado é improvisto se les
rompían algunas piezas complicadas de sus máquinas, necesariamente
habían de suspender la producción de la industria á que se hubieren
consagrado, mientras les llegaban del exterior los repuestos que pidieran, lo
que demoraría varios meses, y aun se correría el riesgo de que las piezas
pedidas no llenaran los requisitos apetecidos. Para ponerse a cubierto de
estos peligros, había menester los empresarios de pedir repuestos, retirando
así de la circulación un capital que mantenían improductivamente; y los
industriales pequeños, que no podían hallarse en estas condiciones se veían
privados de entrar en esta clase de negocios. faltaba, pues, una fundición
donde pudieran ocurrir en un momento dado á fin de obtener en pocos días
las reparaciones de sus maquinarias, aun más económicamente que las
traídas del exterior, pues todos sabíamos cuán costoso es esto en nuestro
país: y este vacío vino á llenarlo el hábil mecánico don José María Pineda,
con su establecimiento que ha fundado cerca al puente de Rio Nuevo, de esta
ciudad, establecimiento que pronto ensanchará con los elementos que posee
en Amaime, y en el cual ofrece construir y reformar toda clase de
maquinarias. Hemos visto algunos de los trabajos del señor Pineda y nos han
parecido admirables. Además, tiene él la muy recomendable cualidad, un
tanto escasa entre nosotros, de ser estrictamente cumplido. No dudamos de
que los industriales caucanos sabrán aprovechar y fomentar esta clase de
empresas, que son asaz benéficas en donde quiera, á fin de que se aclimaten

25
Durante el mandato dictatorial de Rafael Reyes se expidieron los decretos N° 916 y N° 938
del 31 de agosto de 1908 con los cuales se decretó, con el primero; dividir al país en 46
departamentos, siendo Cali uno de ellos; y con el segundo decreto asignar a sus
gobernadores. Tras la caída de su mandato, en 1909, se expide la ley 65 con la cual se
restablece la anterior división territorial que anexaba al Valle pasa nuevamente al Cauca.
VÁSQUEZ, Edgar. Historia de Cali en el siglo XX: Sociedad, economía, cultura y espacio.
Santiago de Cali: Artes Gráficas del Valle, 2001. Pág. 63.

16
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

en esta tierra, para que alrededor de ellas pueda despertarse la actividad


fabril.26

A la par las actividades comerciales se empezaron a diversificar, como lo


expresa la creación de sociedades colectivas de comercio como Rodríguez
hermanos, Garcés Patiño & Delgado, Beplat & Holguines (1903); Eder, Garcés
& Cia., Bohmer & Linzen y Muñoz & Cia. (1905); Eder & Cia. (1906); Palau,
Velásquez & Cia. (1907)27, las cuales, de acuerdo con los ciclos de demanda
externa, concentraron sus producciones de añil, tabaco, café, quina y del
azúcar posteriormente, además de emprender inversiones en compañías de
navegación, de formación de bancos hipotecarios o fomento a través de bonos
en las obras públicas. Para 1925, Cali tenía 77 establecimientos industriales,
dentro de las que despuntaban como las 10 primeras empresas las de
Trilladora de Café Ulpiano Lloreda, Trilladora de Café Alfonso Vallejo, Trilladora
de Café El Quindío, Trilladora de Café Guerrero, Tejidos Antonio Dishington
(posteriormente pasó a llamarse Textiles La Garantía), Cervecería Alemana
Los Andes, Tipografía Carvajal, Tipografía Palau, Velásquez y Cía., Fundación
Díaz M. Hermanos y Gaseosas Posada Tobón28.

Como sociedades anónimas se constituyeron en la región, en 1923, Becerra


Cabal y Cía.; en 1924, Compañía de Fósforos Radio, Cervecería Los Andes
(que en 1929 se fusionaría con cervecería Bavaria); en 1925, Tejar de Santa
Mónica, Aserríos del Pacífico, Cervecería Colombia; en 1926, Ingenio
Providencia, Industrias Textiles de Colombia; en 1927, Compañía Industrial de
Aceites y Jabones; en 1928, Vicente Vallejo G. & Cía. Y Compañía de maderas
de Occidente que se convirtió en Maderas Belmonte.

En 1929 aparecen en el Almanaque de los Hechos Colombianos, como


sociedades anónimas, sin que se mencione la fecha de la fundación:
Ingenieros Contratistas; Aristizabal y Cía., Teófilo J. Martínez y Cía.; Luis R.
López y Co. Agencias; Alvallejo de Industria y Comercio; Cooperativa de
Lecherías; Sociedad Automoviliaria de Antonio Puerto & Cía.; Productos Ideal
de Cemento; Editorial América; Arboleda y Cía.; Aceros y cementos;
Automóviles y Repuestos; Compañía de Productos Químicos; Bohmer &
Linzen; Casa Dumont y la Plaza de Mercado en Palmira y la Compañía de
Agencias, agentes de aduana en Buenaventura. Según se ve por los datos
anteriores, impulsaron la sociedad anónima, así fuese cerrada, adalides
industriales de ese entonces, como Jorge Garcés, Enrique Eder, Hernando

26
Correo del Cauca # 584. Octubre 7 de 1909.
27
Edgar Vásquez expone un listado de Sociedades Comerciales que se conformaron por
parientes, amigos y extranjeros que ocupaban parte de la escena de la ciudad. VÁSQUEZ,
Edgar. Op cit. Págs. 57-58
28
RAMOS, Oscar Gerardo. Historia de la Cultura Empresarial en el valle del río Cauca.
Corporación financiera del Valle S.A. 1996. Pág. 189

17
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

Caicedo, Antonio Dishington, Alfonso y Vicente Vallejo, Modesto Cabal


Galindo, Luis R. López, Ángel María Castro y otros.29

Estas sociedades comerciales muestran, frecuentemente, en su razón social el


sistema de alianzas del cerrado círculo entre los destacados comerciantes, y
asociados extranjeros. También las industrias pasaron de sociedades
familiares a unas anónimas, produciendo una concentración financiera en la
cual una empresa absorbía a varias fábricas que favorecían sus intereses. Al
mismo tiempo que se dieron estas dinámicas, el panorama internacional y
nacional mostraba el avance de la potencia estadounidense desde la derrota
liberal en la Guerra de los Mil Días (1889-1902) y el “robo de Panamá” en
190330, con la posterior construcción del canal interoceánico (1904-1914). Sin
embargo, pero consecuentemente, fueron los capitales y las compañías
estadounidenses las que, de una u otra manera, reemplazaron a los europeos
en la atención del crédito y los requerimientos tecnológicos, de maquinaria y
equipos para el desarrollo económico regional.

En dicho ambiente, la dirigencia local y regional propuso imágenes de


modernización, sobre todo por introducir bienes materiales y simbólicos
consumidos fundamentalmente por ellos. Jairo H. Arroyo explica muy bien
cómo fueron estas circunstancias las que los convirtieron en entes
patrimonialistas y patriarcales, con los que conservan rasgos paternales y
católicos, pero que al mismo tiempo buscaron, contradictoriamente,
modernizarse en torno al mercado.31 Las alianzas matrimoniales de la élite que
emprendieron este tipo de proyectos; a la manera bourdeliana, poseyeron una
carga social y legal que se les imprimió escrita e inscritamente, según Arroyo,
en sus cuerpos sociales y físicos, denotando no sólo la transformación material
y tecnológica que concretaron en la modernización (que fue una práctica social
igualmente) de la región, sino también en el campo socio cultural que le
obedecía a su desarrollo histórico particular.

Sin lugar a dudas este conjunto de antecedentes, sumado al proceso de


diferenciación y selección de las nuevas formas de acumulación de capital,
definió la posición de los negociantes no sólo como élite empresarial sino
29
Ibíd. Pág. 205
30
Tras aun aprovechamiento evidente de los beneficios que obtendría los Estados Unidos por
la separación de los vínculos político-administrativos de Panamá con Colombia “El gobierno de
los Estados Unidos sostiene que está obligado no sólo por las estipulaciones de los tratados
sino también por el interés de la civilización a velar porque el tráfico pacífico del mundo a través
del ismo de Panamá no se vuelva a perturbar, como lo ha sido hasta hoy por una sucesión
constante de guerras civiles” VEGA. JÁUREGUI. ORTIZ. El Panamá colombiano en la
repartición imperialista. Bogotá: Pensamiento Crítico, 2003. Pág. 219. Dicho aprovechamiento
se vio reflejado en su calidad infame con la firma del Tratado Hay Bunau Varilla el 18 de
noviembre de 1903, 15 días después de la separación, entre panamá y EEUU y que, entre
otras cosas, le otorgaba a EEUU la concesión de 10 millas de ancho, además de aguas
auxiliares de manera ilimitada.
31
ARROYO REINA, Jairo Henry. Historia de las prácticas empresariales en el Valle del Cauca.
Cali 1900 - 1940, Artes Gráficas del Valle, Cali, 2006. Pág. 37.

18
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

como el sector hegemónico del nuevo departamento del Valle del Cauca. Así
es que en poco tiempo crearon negocios, se volvieron Concejales, Alcaldes y
Diputados del departamento, crearon y dirigieron la Cámara de Comercio, la
Sociedad de Mejoras Públicas y, fundamentalmente continuaron formando
alianzas que les permitían, como a sus antecesores, mantenerse en
posiciones de poder y dominación.32

La naciente ciudad de Cali necesitó, además de la consolidación de una élite


modernizadora, que existiese una normatividad que garantizara los derechos
de propiedad, de contratos y disponibilidad de bienes sociales que permitieran
la reproducción de la fuerza de trabajo. El espacio que denominó el 16 de Abril,
mediante el Decreto # 340 de 1910, Valle del Cauca como departamento y Cali
como su capital, tras intensa puja entre el gobierno de Rafael Reyes y las élites
empresariales33 y políticas de la región, se empezaba a urbanizar a partir de la
década de los 20 a través del “boom” cafetero y del comercio, además de
procesos de industrialización, gozando del carácter de ser un centro político
administrativo y contando con localizaciones geográficas para el desarrollo de
un sistema de transporte que comunicara mercados internos con los externos.

Fue un proceso, con particulares picos de crecimiento y desaceleración


económica, que mostró la formación de ciudad partiendo del predominio de
sector agropecuario tradicional hacia un modelo agro-exportador, no con
facilidades, si se compara con la zona céntrica del país (Antioquia, Caldas,
Cundinamarca y Boyacá), en la exportación de bienes primarios en las
primeras décadas del siglo XX. Para que el mercado interno se empezara a
consolidar, y en este sentido el campo empresarial, se emprendieron obras
para el transporte y la comunicación de considerable alcance durante la
primera mitad del siglo, como lo fue la llegada del Ferrocarril del Pacífico en
1915 a Cali y la construcción de su estación en 1917; en 1920 el proyecto de
apertura de un camino para comunicar la parte plana del valle del río Cauca
con el Océano Pacífico desde la construcción de un nuevo muelle en

32
Ibíd. Págs. 53-54.
33
"Alocución del Gobernador del Departamento. Conciudadanos: Dos acontecimientos
trascendentales para los destinos de esta grandiosa comarca se conmemoran hoy por mandato
de una ley. Es el primer rompimiento definitivo de vínculos estrechos que antiguamente nos
ligaron á la culta é intelectual metrópoli payanés, centro de gloriosas tradiciones, cuna de los
más ilustres hombres del país. Es el segundo enlace fraternal de dos secciones del antiguo
Cauca que ayer nomás fueron departamentos independientes. Por el primer acontecimiento,
justo es decirlo, hay motivos de pena y aflicción. El adolecente también -- en desesperado
llanto cuando la necesidad lo fuerza a dejar el hogar paterno para conquistar posición, fortuna y
gloria y dar á sus órganos ya en pleno desarrollo la -- propia para la lucha en los azares de la
vida. Y esa madre amante cariñosa de sus hijos, hoy desdeñosa y fría, también llorará [...] Por
esto debemos ofrendarle el sentimiento siempre vivo de nuestras simpatías y el apoyo de
nuestra fuerza. Por la inauguración del nuevo departamento del valle, que hoy festejamos, hay
justos motivos de regocijo popular porque es la unión formal de pueblos ligados por lazos de
comercio, estrechos hoy por fuerzas constitutivas de idénticas aspiraciones. [...] Cali, 1 de
mayo de 1910. P. Borrero. A.” Correo del Cauca # 674. Mayo 7 de 1910.

19
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

Buenaventura que permitió, más tarde, el aprovechamiento de la bonanza


cafetera y con ello posicionar a Cali como eje comercial y de desarrollo
regional. Son los criterios, además de la inversión económica extranjera
concretamente, de racionalización hacia los gastos, las expectativas de
beneficio y el posible crecimiento de una balanza comercial hacia la
favorabilidad –sin olvidar el objetivo de fuga de capital hacia el exterior- los que
impulsan fundamentalmente dicho despliegue de infraestructura.

En todo caso, la modernización de Cali, desde este punto de vista, se


estableció sobre la base de un sistema muy cercano a la hacienda, al
incremento del capital comercial por concepto del comercio interno y externo de
bienes primarios y al consumo de bienes de capital, secundario y cultural que
suministró la importación, más que la industrialización. De este modo, la
configuración de la ciudad, sobre bases económicas no expresamente
modernas, articuló la imagen de una cuidad que no se oponía tajantemente al
orden rural, pues sus bienes y el sistema de comunicación en la región
organizada a partir de la construcción del Ferrocarril del Pacífico, mantuvo una
conexión necesaria, más que una diferenciación.

Tal acceso del poblado de Cali al mercado internacional por vía del Pacífico
provocó una estimulación a la actividad económica urbana concretada en otras
vías de comunicación, transporte e infraestructura. Esto sucedió por la
rentabilidad que demostraron las inversiones privadas con las cuales se
impulsó gran parte del desarrollo urbano que ubicó a la ciudad, dentro de la
región del Valle del Cauca, como epicentro territorial donde se desplegaron las
relaciones de intercambio. La diferenciación, entonces, de Cali fue alimentada
por un conjunto de valores e imágenes de progreso en las que la élite
económica-política la ubicaba como espacio central del proceso, y sobre la cual
se desbordaron los esfuerzos empresariales para representar el proceso
modernizador de la región. Un elemento más fue la captación de rentas
departamentales hacia Cali, lo que favoreció determinantemente la
concentración espacial de las actividades económicas. Entre 1911 y 1930 las
rentas del Valle del Cauca y de Cali, aunque fueron ascendentes, demuestran
que es mayor su captación a partir de 1917.

20
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

VALLE DEL CAUCA CALI


Rentas Departamentales Rentas Municipales
Año Pesos Pesos $ Percápita Pesos Pesos $ Percápita
Corrientes de 1923 $ de corrientes de 1923 de 1923
1923 /1
1911 627300 627300 3,12
1912 287600 287600 1,37
1913 587700 587700 2,68 46299 46299 1,43
1914 651400 651400 2,84 52110 52110 1,50
1915 619100 619100 2,59 58745 58745 1,59
1916 749400 749400 3,00 53814 53814 1,36
1917 903000 903000 3,47 134370 134370 3,19
1918 1103000 1103000 4,07 163906 163906 3,66
1919 1105600 1105600 3,92 155200 155200 3,26
1920 2522300 2522300 8,57 146740 146740 2,91
1921 2329400 2329400 7,60 229628 229628 4,30
1922 1700700 1700700 5,32 205039 205039 3,64
1923 1866800 1866800 5,61 231156 231156 3,90
1924 2357600 2123855 6,12 277741 250204 4,01
1925 2509200 1915522 5,30 304570 232509 3,54
1926 3526200 2260715 6,01 618590 396590 5,76
1927 6507500 3969274 10,13 716627 437109 6,05
1928 6391400 3329425 8,16 1443342 751869 9,94
1929 9784300 4704677 11,07 1108508 533015 6,74
1930 4355400 2608291 5,89 1054893 631737 7,67
Cuadro 1 Rentas Departamentales y Municipales34

La década de los años 20 representó para Colombia el auge de construcción


básica para emprender el proceso industrializador. El flujo de capitales
externos recibidos, entre otras cosas por la indemnización al “atraco”
estadounidense del canal de Panamá, permitió que Cali se posicionara como
un importante centro de comercio de importaciones y exportaciones para el
país, tras su cercanía con el puerto de Buenaventura. Los municipios y la
nación colombiana, así como los departamentos, fueron objeto de crédito por
parte de los banqueros norteamericanos. Este hecho se dio como
consecuencia de las reformas que se implementaron con la presencia en el
país de la Misión Kemmerer (1923); reformas que, acogidas por los entes
gubernamentales, facilitaron la creación, expansión y fortalecimiento de
empresas públicas municipales y departamentales, y la atención de generación
y transporte de energía y red nacional de telecomunicaciones, por parte del
gobierno nacional. Además, la creación del Banco Nacional en 1880, primero, y

34
Tomado de CIDSE. Informe ejecutivo Retrospectiva urbana y servicios públicos en Cali 1900-
1993. Cali: Economía, población, expansión urbana y servicios públicos: Un modelo de
interrelaciones. Cali, 1994. Pág. 12.

21
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

la del Banco de la República, después, permitió la contratación de préstamos


internos y externos en 1923; y la administración de los títulos de deuda pública
ofreció al capital extranjero garantías suficientes, en términos de que fuera el
Estado el que brindara garantías a sus inversiones y les asegurara el retorno
de sus capitales y de los intereses. Las obras financiadas por intereses
privados, nacionales y extranjeros, recibieron en 1929 un nuevo impacto por
efecto de la depresión económica en la bolsa de Nueva York35. Habrá que decir
también que el Banco Nacional, y al igual que el Banco Central de Colombia,
fueron rápidamente liquidados por el Congreso de la República por excesos de
emisión y que en este suceso se sustenta la llegada de la Misión Kemmerer
que fue contratada por el presidente Pedro Nel Ospina.

Otro nicho de desarrollo fue el sector de la construcción en la región, donde la


comercialización y la urbanización de lotes, la posesión de casas y la
fabricación de materiales de construcción congregaron a negociantes, entes
gubernamentales y entidades civiles. Estas gestiones posibilitaron la
generación de una demanda de productos y servicios, avalados en acuerdos,
decretos y proyectos contractuales civiles. La creación de compañías de
construcción (Tejares de San Fernando S.A., Tejares de Santa Mónica S.A.,
Compañía constructora de obras Públicas del Cauca, Compañía Constructora
Colombiana –Colombian Holding Corporation-, Compañía Constructora Lalinde
& Vallejo, Compañía urbanizadora del Valle.) y las nacientes industrias fueron
evidencias materializadas de este proceso industrializador y comercial, aunque
no sólo de criterio nacional, pues se establecieron relaciones igualmente con
firmas transnacionales para que establecieran casas matrices o realizaran
negocios de suministro de tecnología. Así sucedió que durante la década del
treinta se instalaron las primeras compañías transnacionales en la ciudad:
Sudamericana SKF, Delaware Punch, General Electric S.A., All America Cables
Inc..36

Con todo, entre las discusiones y primeros impulsos por señalar un cambio de
modelo hacia 1908 y los resultados que permitieron la etiqueta del inicio de la
industrialización en 1930 se presenta para Cali un grado relativo del proceso de
cambio del modelo oligárquico agroexportador hacia uno industrial de
participación ampliada del que habla Sergio de Piero. Dichos modelos de
35
Tras la crisis financiera mundial y su expresión en la bolsa de Nueva York, una mínima
reflexión que se debía lograr era acerca de la peligrosa dependencia del crecimiento del país
por vía de exportaciones de bienes primarios pero que, sin embargo, pudo abrir espacio para la
inminente necesidad de impulsar y desarrollar la industrial nacional, tras un corto cierre (1929-
1932) de las economías dominantes, basando las medidas en una ampliación de producción de
bienes intermedios y de capital que permitiesen transformar las materias primas en Colombia
que históricamente han sido captadas, a través de la división mundial del trabajo, las
economías avanzadas.
36
URREA G. Fernando. MEJÍA S. Carlos Alberto. Culturas empresariales e innovación en el
Valle del Cauca. (http://es.scribd.com/doc/45354170/CulturasEmpresariales-y-Einnovacion-en-
El-Valle-Del-Cauca) [Consultado Febrero 18 de 2012].

22
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

interpretación de cambio histórico se ven reflejados en los rasgos estructurales


del caso caleño, cuyo lugar se transformó, conservando algunos valores
culturales y combinando en diferentes tipos de prácticas ambos modelos. Estos
modelos históricos37 comprenden una transición entre factores de ausencia de
políticas sociales hacia un crecimiento urbano con movimiento de masas e
ideas de cambio social; de rasgos de filantropía, protección y mutualismo, hacia
una identidad política y social; predominan actores en el primero modelo de
una clase dominante y la iglesia y en el segundo aparecen los partidos políticos
y la base junto a formas organizativas como sindicatos; de tendencias de
asistencia social y cooperación a un avance hacia la participación directa,
desarrollo y comunitarismo; realizados con financiamientos en ambos casos
con dineros estatales, donaciones de particulares, pero sobre todo con
producción de recursos propios en el modelo industrial. Cali, en medio de estas
características y sin transitar por completo en 1930 hacia el modelo industrial
de participación38, logra insertarse con mayor esfuerzo en una modernización
de su economía y prácticas socio-políticas.

El escenario de los servicios públicos

Condiciones insalubres y endémicas, aumento poblacional y de migraciones a


la región del suroccidente colombiano, además de la designación político
administrativa de un nuevo departamento a inicios de la segunda década del
siglo XX con promesa de ser posteriormente polo de desarrollo del país
requirieron inevitablemente la apertura a campos de saber y poder que
asumieron el manejo rector desde diferentes niveles, subordinados en todo
caso, por lograr una racionalidad en los diseños del largo camino
modernizador.

En Cali, el comportamiento demográfico contiene altas tasas en sus niveles de


migración, las cuales se vieron atravesadas por variables de mortalidad y

37
DE PIERO, Sergio. Organizaciones de la Sociedad Civil. Buenos Aires: Paidós, 2005. Pág.
238.
38
Aunque si bien tal contexto habla de un tránsito, en términos generales y de más larga
extensión temporal, hacia un proceso de industrialización de Colombia, no se entiende aquí
una “aplicación” del modelo británico de revolución industrial pues, como ya lo dijo Eric
Hobsbawm, lo que sucede con ése caso y los demás acontecimientos de industrialización
obedecen a una diferencia sustancial de ese ejemplo clásico y del hecho en que en “ningún
otro país (en ninguno de extensión y población comparables, al menos) los agricultores y los
productores y comerciantes de la pequeña actividad mercantil fueron eliminados hasta tal
punto; en ningún otro país la urbanización fue tan completa, ni el liberalismo económico tan
38
aceptado con tan pocos reparos” . HOBSBAWM, Eric. Entono a los orígenes de la revolución
industrial. México: Siglo XXI, 1981. Tampoco se asegura que haya sido una reacción
enteramente nacionalista la que haya impulsado el proceso en Colombia, pues es con
intervención extranjera, eminentemente estadounidense, con lo cual se desplegó la
industrialización.

23
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

nuevos índices de fecundidad. Para 1912 Cali ocupaba el séptimo puesto con
5.61% de la población nacional; para 1918 se posicionaba en el quinto lugar
con 7.43%; y en 1938 subió un puesto más de ascenso con 8.08% de la
población nacional, superado históricamente por ciudades como Bogotá,
Medellín y Barranquilla. La estructura que explica el fenómeno de explosión
demográfica pasa por aquellas condiciones que ubicaron a Cali como epicentro
del suroccidente colombiano. El orden institucional de la administración política-
pública y el económico, desde la ayuda del proyecto férreo que comunicó las
regiones con el exterior por el Pacífico, condujeron a un aumento del gasto
público, por un lado, y a la alternativa de empleo para oleada de migrantes que
arribaron y se instalaron en la región. La demanda agregada de dicha
migración representó un reconocimiento a la condición de centro urbano en
formación, que comenzaba a transformar el viejo poblado en ciudad.

Año Población total Tasa* de crecimiento


población total
1910 23911 77.21
1911 25782 75.33
1912 27747 73.46
1913 29862 71.58
1914 32078 69.70
1915 34394 67.82
1916 36807 65.95
1917 39316 64.07
1918 41918 62.20
1919 44608 60.32
1920 47382 58.44
1921 50233 56.57
1922 53157 54.69
1923 56145 52.81
1924 59189 50.94
1925 62283 49.06
1926 65414 47.18
1927 68575 45.31
1928 71753 43.43
1929 74938 41.55
1930 78117 39.68
Cuadro 2 Evolución de la población de Cali (1910-1930)

* Tasas por mil habitantes39

39
Datos tomados de CIDSE. Informe ejecutivo Retrospectiva urbana y servicios públicos en
Cali 1900-1993. Cali: Economía, población, expansión urbana y servicios públicos: Un modelo
de interrelaciones. Cali, 1994. Pág. 37.

24
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

En términos de expansión urbana, el espacio ocupado creció al encontrar tal


situación de crecimiento demográfico que copaba el centro de la ciudad
tradicional. Las tasas de urbanización superficial para 1910 eran de 0.34%;
para 1915 fueron del 0.39%; 1922 contó con el 0,50%; 1928 0.54% y para 1933
subió el porcentaje a 0.58% Con respecto a las tasas de urbanización
demográfica, en 1910 se encontraba en 52.0%; en 1915 un 54.4%; 1922 en
57.4%; para 1928 tasaba en 65.8%; y en 1933 el 73.8% lo que representaba el
movimiento ascendente en la urbanización demográfica.

Este proceso de ocupación se dio de dos formas que fueron posibles, por vías
legales, la que:

se define por el acceso a la tierra a través del mercado y por la construcción


ceñida a las normas urbanísticas. La ocupación ilegal presenta dos
modalidades: la invasión de tierras de propiedad ajena (particulares o Estado)
y la conformación de “barrios piratas” que si bien implica compra de los
predios, éstos presentan condiciones inadecuadas para vivienda, vendidos
irregularmente y construidos sin atender a las normas urbanísticas. Además,
otra forma de ocupación ha sido a través de la adjudicación de predios
ejidales por parte del municipio.40

Es así como entre 1915 y 1930 se expresaron los efectos de tal crecimiento
demográfico y expansivo del espacio urbano, creando los nuevos barrios
Granada, El Peñón, Jorge Isaacs, Obrero, San Fernando, Alameda y
Santander. Un factor canalizador de dicho crecimiento que se profundizó
fundamentalmente a partir de 1915 se debió al arribo del Ferrocarril del Pacífico
a Cali, pues incentivó la migración y el rápido crecimiento del sector comercial;
y con ellas las demandas por servicios públicos básicos.

Las políticas públicas nacionales, a partir de la década de 1910, promovieron la


gestión y prestación de los servicios públicos mediantes la Ley 13 de 1913, Ley
113 de energía eléctrica de 1928 y la Ley 126 de 1938. Primero como parte de
control y regulación que correspondieron al aún incipiente de los
conglomerados de Instituciones que centralizaba las funciones del Estado y su
débil fisco. Posteriormente, se empezó gradualmente a asignar recursos
directamente por la Nación a los municipios para la gestión y prestación.
Paralelo a este fenómeno, a mediados del siglo XX las Empresas Municipales
se fueron conformando de manera descentralizada, con autonomía
administrativa y financiera.

Una demostración de la situación en la que se encontraba Cali la presenta el


Concejo Municipal, el 1 de enero de 1908, al publicar un informe del estado de
las principales obras que proclamaban un inminente cambio:

40
Ibíd. Pág. 45.

25
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

Señores miembros del Consejo Municipal de Cali: Cumplo con el deber de


daros cuenta de los trabajos efectivos llevados a cabo en virtud de vuestras
deliberaciones durante el periodo de 1906 a 1907 que termina con el año. [...]
ALUMBRADO PÚBLICO Concedido al privilegio por 50 años al señor don
Ignacio Palau, para que estableciera el alumbrado por luz eléctrica en la
ciudad, se remitió el contrato al Ministerio de Obras Públicas para su
aprobación ó reforma. En telegrama de 19 de Agosto del año pasado el señor
Ministro de Obras Públicas pidió el dato de si el concesionario contaba con el
capital suficiente para la planta eléctrica. Diósele contestación de que el
concesionario decía tener formada una compañía anónima para la obra. Ello
es que el contrato no ha sido devuelto del Ministerio de Obras Públicas. Entre
tanto, vino nota fechada en Bogotá el 12 de Agosto pasado y dirigida al
Concejo por el señor Leslie O. Arbouin, súbdito inglés, haciendo propuesta
para el alumbrado eléctrico en Cali. Dicha nota se pasó al Ministerio de Obras
Públicas y Fomento para que tomando por base el Acuerdo Municipal la
tuviera presente al estudiar el contrato. Hay propuesta para adoptar, mientras
viene la luz eléctrica, el alumbrado por medio de alcohol desnaturalizado ò
impotable con el señor D. Carlos Eder, alumbrado que el público ha visto en
el parque principal de la ciudad.41

Las características de concesión, o privilegio a entes privados, para el adelanto


de las obras públicas, la formación y verificación de capitales de inversión e
inspección de Ministerios, como formas de regulación de parte del Estado hacia
las entidades privadas, hablan de los retos que afrontaron las administraciones
municipales y nacionales. El servicio de electricidad, como se verá, inició con
varios problemas desde la contratación, y en general tuvo un desarrollo lento,
selectivo y de baja calidad. La necesidades de los habitantes de Cali en las tres
primeras décadas fueron complejizándose y aumentándose significativamente.
El servicio de suministro de agua para 1908 se encontraba en el siguiente
estado:

ACUEDUCTO PÚBLICO-AGUAS POTABLES Por acuerdo expedido el 16 de


Septiembre de 1907, se sustituye el sistema de provisión de agua potable de
la ciudad por el de tubería metálica que da mejores garantías de salubridad y
economía. Se ha hecho contrato á opción con el señor don Jorge Roa,
residente en Londres, para que consiga una Compañía que monte el
acueducto metálico de presión mediante privilegio de 40 años y garantizando
el interés del 7% sobre el capital invertido. Se conviene en que pueden cobrar
$10 oro anuales por cada paja de agua que se suministre à los particulares.
No se sabe todavía si el señor Roa acepte esta última modificación que se le
hizo al Contrato. Se construyó una buena cañería de cal y canto en la carrera
4a cuadra del Cuartel á Santa Librada, para evitar las continuas inundaciones
que tenían lugar allí, se prolongó el desagüe de las cajas de reparación de las
aguas para fuentes particulares del barrio una cuadra más abajo para el
servicio de la Fuente de San Nicolás. Costo de la obra $362-61 oro.

Se auxilió al barrio de San Nicolás con $50 oro para la Fuente pública que se
inauguró en el presente año en la plaza del mismo nombre. [...] Según el

41
El Día # 112. Enero 7 1908.

26
Cali inicia su propio proceso de modernización 1908-1930

acuerdo número 6° de 26 de Abril de 1907 se hizo contrato para la


numeración de calles y puertas de la ciudad con le señor Benjamín Martínez.
La obra se llevó a cabo y se le pagó al contratista la suma de $458,30 oro. La
ciudad de Cali tiene 16 carreras, las más largas, carreras 4a y 5a de 22
cuadras de Occidente á Oriente; cruzadas por calles de Norte á Sur.
Resultaron 4, 583 puertas numeradas. Fuera del parque Central, iluminado
con alcohol, lugar de recreo de la culta sociedad caleña, á cargo de la Junta
de Ornato, se inauguraron los hermosos Parques de Bolívar y Mallarino
situados en la vecindad de la gran Alameda de las Ceibas en el otro lado del
puente sobre el río Cali. Estas mejoras se deben al trabajo constante y
patriótico de los señores Miguel A. Restrepo, Guillermo Chaves y General
Lucio Velasco. Se han cultivado árboles en la Alameda de la Ermita al
Centenario, en la que se debe mucho a la operación de la señorita Margarita
Jiménes (Sic). Con un poco de espíritu público, de buena voluntad de los
vecinos y de buena administración por las autoridades, se formarían
Alamedas en todos los caminos que salen de la ciudad, lo que daría sombra á
los viajeros contra los ardores del sol tropical á la vez que sesían bella
ornamentación higiénica para la ciudad. [...] Cali, 1 de Enero de 1908.
Honorables Vocales. Evaristo García.42

Las evidencias muestran que la discusión y las opciones para proveer de


acueducto a Cali fueron mucho más diversas y abundantes que para el
suministro de electricidad. Lo que comparten el proceso es que el Distrito no
estaba preparado para llevarlas a cabo, y tal vez tampoco para darlas en
privilegio con las mejores condiciones para el interés público. Sin embrago, en
la larga discusión se decidió por emprender la del acueducto. El contexto que
presentaba Cali en estos años obligó a las entidades oficiales a enfrentar la
cantidad de influjos, extranjeros y propios, sociales y económicos que
aumentaba con la misma intensidad del crecimiento demográfico.

42
El Día # 112. Enero 7 1908.

27
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

CAPÍTULO 2. LAS DISPOSICIONES GUBERNAMENTALES ANTE LAS


NUEVAS REALIDADES

Las características de la población de Cali en la primera década del siglo XX


tuvo, especialmente, a cuestas el peso de la permanencia/transformación
material, por un lado, y la situación de apropiación de un cambio hacia la
modernización, por el otro. La población debió “resolver” la vida con ciertas
condiciones que le traía históricamente su entorno, pero al mismo tiempo se
despertaron cambios en las necesidades y se alcanzan ideas de nuevos
dispositivos para adquirir mejores y mayores niveles de vida, no exentos de
imposiciones políticas, estéticas, económicas y éticas.

La situación manifestaba la contradicción que generó, si se quiere, desde su


fundación la actual ciudad de Cali. Siendo éste un proceso por vía del decreto y
no de la planificación urbana. Las condiciones con las que se debieron
enfrentar los habitantes de Cali eran precisamente contrarias a una racional y
eficiente prestación de servicios, como el de acueducto y alcantarillado. El de
electricidad, por su parte, manifestaba, en las nuevas ideas que ayudaran a
diseñar las dinámicas urbanas, la promesa para la futura industrialización, la
ampliación de actividades comunicacionales como el telégrafo, por ejemplo,
que dieran un salto material para una de las que prometía ser de las principales
ciudades del país y un polo de desarrollo del mismo.

El punto convergente entre la promesa del progreso, el desarrollo material de


las obras urbanas y el sentimiento demandante de la consecuente expansión
demográfica se encuentra de sobremanera en el caso de los servicios de
acueducto y alcantarillado, de una parte, y de electricidad, por otro, aunque con
una diferencia selectiva de los sectores acomodados. El capítulo se encuentra
ordenado en dos acápites. El primero, Aumento demográfico y urbanístico y la
demanda social, relata una serie de situaciones en que los habitantes de Cali
se manifestaban ante el Concejo Municipal solicitando servicios públicos y en
los cuales se puede observar la influencia que tuvo el crecimiento demográfico
en el desarrollo expansivo de la ciudad. El segundo acápite, Progreso: entre la
sanidad y la producción, resalta dos tipos de intereses que predominaron en las
demandas sociales por servicios públicos: sanear las aguas y las vías a través
del acueducto y alcantarillado, generar fuerza hidráulica para el movimiento de
aparatos de producción o electrificarlos.

28
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

2.1. AUMENTO DEMOGRÁFICO Y URBANÍSTICO Y LA DEMANDA SOCIAL.

El desarrollo urbano de Cali transitó hacia la formación, de lo que el urbanista


Jacques Aprile-Gniset ha denominado, Ciudad Republicana43, a partir del siglo
XIX. “La traza” (sinónimo de diseño y plano) que se presenta en Cali hasta el
siglo XIX es particularmente una respuesta al anterior fenómeno colonial que
creaba ciudades en un día y con tan sólo un papel convertido en decreto en
que, según expone Aprile-Gniset, las leyes de Carlos V reconocían la fundación
de una urbe, sobretodo, en su acepción jurídica que se acompañaba de un
manifiesto de expropiación-apropiación, con lo cual resuelven decretar la
posesión material y política del territorio, y no tanto de planear
urbanísticamente el territorio.

Durante el proceso colonial, especialmente a


partir de 1567, los suministros de agua estaban
dados por un sistema de acequias a cielo
abierto. Su recorrido brindaba, a los poblados
más importantes de la colonia en ese momento,
agua desde el río Cali que era conducida desde
la hacienda de Santa Rosa, pasaba por la
carrera 4ª, a la margen derecha del río Cali,
hasta su bifurcación en el barrio El Peñón. Su
tecnología se basaba en mampostería de piedra
seca y calicanto (mezcla de cal, arena y baba de
tuna). Por su parte, las pilas públicas
aparecieron, para complementar el sencillo
sistema, en 1796 y así permanecieron hasta
finales del siglo XIX como el único sistema de
Pila de Crespo ubicada en el
suministro de agua.44
Convento de la Merced

Tal acequia, “la grande”, se conectaba con el sistema de pilas así:

o Desde la Cra. 4ª, cruzando por la calle 4ª: Pila de Jaime


o Desde la Cra 4ª, descendiendo por la 6ª hasta la calle 13 y 15, bifurca en
la Cra. 10: Pila de Santa Rosa.
o De la Pila de Crespo (Calle 5ª con Cra10), bajando al sur por la calle 5ª
hasta la Cra. 13: Pila de la Chanca.

43
APRILE-GNISET, Jacques. “Primera parte: Anotaciones sobre el centro histórico de Cali”. En:
La Ciudad Colombiana. Vol. 4. Cali: Universidad del Valle, 2010. Págs. 17-97.
44
PATIÑO, RODRÍGUEZ, ÁNGEL. Agua en la vida de Cali. Colombia: Editors patiño, 2008,
Pág. 99.

29
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

o De la Cra. 5ª, extendiéndose por la calle 11 se conectan la Pila de


Santa Rosa por la Cra.16 con la Pila del Matadero.
o De la Cra. 5ª, bajando hacia la calle 15: Pila de Lores (Cra. 7ª) y de ésta
a la carrera 15: Pila de Belalcázar.
o En 1903 se fundan la Pila de Buenaventura y Pila de González.45

Las necesidades de suministro de agua eran satisfechas, en su mayoría, en


estos lugares públicos, y algunos con suficiente posibilidad les fueron
concedidas “pajas de agua” que se desprendían de ramales hasta sus casas o
establecimientos. Recuenta Gustavo Arboleda46 que el sistema colonial hizo de
su acueducto una fuente del interés privado de la corona y del fabricante de
aguardiente Juan Antonio Monzón. Él, diseñó y adelantó unos canales de
cañería y cajas que le suministrara directamente a la fábrica el líquido, mientras
que la constante para la población en general era buscar los lugares públicos
de las pilas, cuando no del mismo río.

Al transcurrir las primeras décadas del siglo XX, la construcción de la planta de


acueducto a presión en San Antonio empezó a dar un leve giro a las arraigadas
características coloniales. Su adelanto tuvo que enfrentar difíciles situaciones
de financiamiento en 1912, cuando se empezó a llevar a cabo. Sin embargo,
con la expansión de la ciudad y ante la escasez de agua que tuvieron las
anteriores pilas para los barrios del Calvario y San Nicolás, puntos neurálgicos
del poblado que crecía cada vez más, en 1903 emergen las pilas de la Chanca,
González y Buenaventura.

Una respuesta de este tipo demostraba, no sólo en términos del uso social del
espacio, el tipo semirrural predominante en Cali a inicios del siglo XX, donde
los barrios, históricamente céntricos, registraban solares con sembrados de
caña e incluso sementeras. La zona del barrio La Merced fue, en su densidad,
edificada, lo contrario ocurre con la densidad en las urbanizaciones más
recientes que se ubicaban a la cuesta de San Antonio, y bajaban hacia Santa
Rosa, La Chanca y La Sardinera (posteriormente San Bosco).

Para mayor ilustración se presenta el plano del “Cali Viejo” que elaboró Mario
de Caicedo, en 1945, con los datos de la situación urbana del siglo XIX (1882-
84). Su información sobre las pilas de agua, el acueducto colonial y sus
afluentes hídricos permiten contrastar la siguiente información de demandas
por los servicios públicos.

45
Ibíd. Pág. 110.
46
Ibíd. Pág. 99.

30
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

Mapa 1 Plano Urbano de Cali Viejo

31
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

Con este panorama inicia Cali la gestión del nuevo acueducto metálico a
presión y los trazos de alcantarillado que intentaron superar la antigua acequia
y las pilas de agua como las más rudimentarias formas de suministrar el agua y
recoger las aguas servidas. Sin embargo, la constante en las tres primeras
décadas del siglo XX fue la forma con la cual convivieron, tanto la “persistencia
moderna con huerta-solar popular”47, las pajas de agua tomadas de ramales y
acequias que suministraban las pilas, con la modernización de plantas
recolectoras de agua.

Lo anterior es puesto de relieve en el caso que presenta el “remitido” para el


Correo del Cauca por parte de los habitantes del barrio El Vallano, en
diciembre del año 1908, sobre una seria discusión en donde habitantes,
autoridades municipales y nacionales, y el particular contratista, son puestos en
diferenciación ante un asunto que revela intereses particulares y colectivos:

"La alcantarilla" En el número 464 del Correo del Cauca publicó como defensa
el señor doctor don Aquilino Aparicio, contratista de la obra de la alcantarilla, y
como refutación a lo que sobre el particular dijo el señor General don
Fortunato Garcés, la resolución que tomó el Honorable Consejo Municipal en
visita de la indiferencia (indolencia) de dicho señor Contratista y en atención a
las exigencias de los habitantes del Vallano.

La publicación de esa Resolución del Consejo no constituye una defensa.


Vimos y leímos el contrato, y en los dos primeros artículos dice más o menos:
"El contratista se obliga a construir una alcantarilla de tanto de ancho por
tanto de altura, desde la esquina occidental del Hospital San Juan de Dios
hasta la esquina de la Merced, por la suma de mil ($1.000) pesos el metro.
&c". No consta allí ninguna cláusula que diga: "y quedarán las calles
desempedradas" ni constar podría, porque la inteligencia del Presidente del
Consejo, con quien se hizo contrato, no podría consentir en ese despropósito.
Como tampoco puede ser humano tan intonso que se le ocurra creer que se
puede pasar con una cañería por predio ajeno y dejar la obligación de taparla
a su costa el dueño de ese mismo predio. Esta no es siquiera chicana de
tinterillo. Lo que nos llama la atención es que el H. Consejo Municipal, en
lugar de obligar al Contratista a cumplir con lo estipulado en el contrato, se
determina a gastar los fondos que hay para continuar la obra, en hacer
empedrados que no le corresponden. Pero no, no: lo que importa es que ya
que el H. Consejo se ha echado a cuestas lo de los empedrados, y que no
consistió en el otro contrato (Lo que hizo muy bien) haga seguir por
administración cuanto antes ese trabajo dejando los caños como estaban,
pues este barrio necesita mucho de agua, aun cuando no sea potable. Y si
nos tomamos la libertad de decir cuanto antes, es por que el invierno apura y
algunos edificios pueden irse a pique y muchas personas correrán riesgo, las
que transitan por esas calles. Y si el H. Consejo no nos atiende,
colectivamente nos quejaremos ante el señor Gobernador del Departamento
exigiéndole que obligue al contratista a cumplir su compromiso. Y si así
tuviere inconveniente en atendernos, ocurriremos de la misma manera ante el
Exemo. General Reyes. ¿Hasta cuándo no habrá un ejemplo de esta
naturaleza? Con mucha razón dijo el doctor R. A. Gómez lo que dijo. Si fuera

47
APRILE-GNISET, Jacques. La ciudad colombiana. Vol. 4. Cali: Universidad del Valle, 2010.
Pág. 24.

32
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

ñor José ó ña Chepa... pero nos da pena repetirlo porque pudes dictu [Sic].
VALLANESCOS.48

Este remitido muestra, además, la importancia que tenía lo público y lo privado,


visto a través de lo perteneciente al fisco municipal, y los límites de los
compromisos del particular contratista, respectivamente. La manera de
trasladar esa imagen se hacía directamente en la cualidad apremiante de
solucionar correctamente el abastecimiento de agua, que empieza para la
primera década del siglo de manera simple, postergando, pero a la vez
reconociendo, el problema de la potabilización.

En el conflicto no sólo sobresalió la persistencia de antiguos modelos de


organización de la plataforma colonial, sino, una representación constante y
creciente de ciudad. Las obras públicas, complementarias en su conjunto, se
enunciaban con una regularidad que obedeció tanto al tiempo de cambios,
como de caracterización de sujetos que se refieran a la patria o a la nación. El
progreso de las obras de los servicios públicos mantuvo la imagen de un
bienestar, de un compromiso o de una acción patriótica, expresada por los
habitantes de Cali. Fue esta imagen el mismo horizonte en el que se orientaron
las miradas, diversas, de funcionarios públicos-tecnócratas, dirigencia política y
habitantes en general.

Las reflexiones acerca de los asuntos de ciudad publicados en la prensa local


fue una característica fundamental en el desarrollo de las obras. Lo público-
estatal y lo político de la soberanía fueron elementos imprescindibles, sin lugar
a dudas, desde inicios del siglo XIX independentista, pasando por la
“imaginación” de la nación, y tomaron fuerza con la regularidad, que a inicios
del siglo XX, se elevó para superar las estructuras materiales sobre las cuales
se continuaron volcando los propósitos de desarrollo.

El alumbrado público también se convirtió en una necesidad en la


transformación material del espacio. En Cali, la obra inició su desarrollo a
través de una concesión dada en 1908, al principio a Ignacio Palau, pero
cedida luego a Henry J. Eder, dos años después. El 26 de octubre de 1910 fue
inaugurada la Planta Nº 1 de la Compañía de Electricidad49, constituida por
sus mayores accionistas Henry Eder, Edward Mason, Ulpiano Lloreda y Benito
López. El hecho que la generación y prestación de la electricidad haya sido
asumida inicialmente por particulares, y que por el contrario el acueducto y el
alcantarillado hayan sido responsabilidad del Distrito de Cali, marcaría una
dinámica muy particular en el desarrollo de la ciudad.

48
Correo del Cauca # 471. Diciembre 8 de 1908.
49
En realidad la razón social de esta compañía era Cali Electric Light & Power Co, que se
explica por la nacionalidad de su mayor accionista, Henry Eder, y porque su sede se
encontraba en Estados Unidos. CAMACHO, Miguel. Emcali en la Historia de Cali. Cali:
Empresas Municipales de Cali, 2006. Pág. 25.

33
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

El 5 de abril de 1910 una “comisión de obras públicas” que designó el Concejo


para estudiar la manera en que se debía distribuir el alumbrado público,
determinó, ante la noticia sobre la pronta llegada del material para la obra
entregada por el señor Henry Eder, que el trabajo se podía realizar:

[…] de diferentes maneras: primero dispersando mucho los bombillos, á fin


abastecer con los solos cuatrocientos bombillos el mayor radio posible de la
población, haciendo sentir el beneficio de la luz en la mayor parte de la
ciudad, lo cual podrá conseguirse colocando sólo un bombillo en cada
esquina; Segundo. Haciendo colocar los bombillos de modo que se alumbre
la parte más central de la ciudad, es decir reduciendo el radio de distribución
para obtener al aglomerar los bombillos, mayor potencia lumínica en los
centros principales de la población, en cuyo caso quedarían sin alumbrado los
puntos excéntricos de la ciudad; Tercero. Repartiendo los bombillos de tal
manera que ni se aglomeren mucho en el centro, ni se distribuyan mucho en
toda el área de la población, a fin de alumbrar más o menos equitativamente,
cuanto es posible con el reducido número de cuatrocientos bombillos. A este
procedimiento se ciñó el informe que nos referimos, y en él se optó por
colocar los bombillos únicamente en las esquinas á fin de que la luz así
concentrada irradie con mas fuerza, alcance mayor extensión y ejerza esta
influencia sobre las cuatro calles convergentes.50

En efecto, se vio reflejado el reconocimiento de la expansión del poblamiento, y


sobre todo su configuración como parte de la ciudad, donde el alumbrado
público fue la demanda más representativa para el servicio de electricidad. La
misma comisión de Obras Públicas, de la cual Andrés Lenis hizo parte, al igual
que Guillermo Borrero A., propuso lo siguiente:

He tenido a la vista el plano de la ciudad y me he esforzado por hacer una


distribución lo más equitativa colocando bombillos no solo en los barrios
apartados sino también en las afueras de la ciudad y al mismo tiempo he
tenido en cuenta los puntos más centrales y más concurridos para
alumbrarlos mejor. He hecho caso omiso de las mitades de carreras como en
las calles […]51

La comisión terminó sugiriéndole al Concejo que se quitaran algunas lámparas


de las esquinas, porque se concentraban de hasta 3, y propuso que se
colocaran en la mitad de cada cuadra. Desde ese momento la comisión
denunció que el voltaje de 16 bujías era muy deficiente para alumbrado público.
Como se ve, el plano fue un instrumento que acompañó a las decisiones de
ciudad, esta vez urbanísticas en el sentido de reconocer los límites del poblado
y planear servicios para ellos.

Se trató de la relación de elementos científicos de los que dispuso en el


gobierno significando que las funciones de “medir, cuantificar, conocer y
gobernar no pueden ser vistas como actividades separadas: el conocimiento no

50
AHMC. Capitular # 187 (I) 1910 Folio 164
51
AHMC. Capitular # 187 (I) 1910 Folio 166

34
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

es algo accesorio de los marcos de organización definidos por el Estado, sino


que es constitutivo de los mismos.”52

Señal de ello fue el reconocimiento de la importancia para levantar el croquis


de Cali en 1910, al presentarse la necesidad de realizar un estudio para medir
y fijar los límites de los predios urbanos y rurales de la ciudad, pero para lo cual
se manifiesta la dificultad de los recursos, seguido de la importancia y su futura
aplicación en las instalaciones de la toma de decisión para la creciente ciudad:

[…] hemos sacado como consecuencia que toda demarcación sería por
demás laberíntica y deficiente, á menos que fuere acompañada por un
croquis detallado y preciso, que implicaría tiempo y dinero, ó lo que es igual,
gastos que no está en situación de efectuar el tesoro del Distrito, y menos aún
hay partida alguna en el presupuesto en curso, con tal fin. pero en el supuesto
de poder llenar los requisitos señalados, nos parece superfluo toda vez que
existe un plano oficial del Municipio, levantado en el año de 1896, el mismo
que rige desde 1905, y comprende todos los lugares apartados de la ciudad
como son, Matadero Público, Pueblo Nuevo &, parajes que en la actualidad
se encuentran ocupados por edificios que pueden calificarse como urbanos;
pues que están dentro del marco de la población y son limitados por las
últimas calles que existen hoy, las mismas que figuran en dicho plano. ... es
de suponer que más ó menos tarde habrá de levantarse un nuevo plano que
abarque un radio más extenso, y como quiera que esta tarea se impone en
fuerza del aumento constante de esta población, vendrá un tiempo en el que
reposarán en el archivo de este Concejo una colección ordenada de planos,
que exhibirá el cuadro cronológico del progreso material de esta ciudad, en
relación con su época respectiva.53

Registrar, a través de planos, el crecimiento poblacional, significó un traslado


directo a la relación de la capacidad con la cual la gobernabilidad debió
enfrentarse para ordenar las políticas públicas con relación a las necesidades
sociales y económicas. Tal crecimiento registró que, además de los puntos que
conforman el centro histórico de la ciudad 54 , los puntos extremos de la
expansión alcanzaron la constitución de los barrios San Fernando al sur; al
suroccidente el barrio Alameda; El Jorge Isaacs al oriente; en el nororiente El
Porvenir; al occidente El Peñón y, finalmente, al noroccidente se extendió el
barrio Granada, hasta el año 1930.

Junto al crecimiento demográfico y urbano se generó una contradicción donde


tales necesidades, por el suministro de agua y alumbrado público de la
población cada vez más generalizadas e imperantes, se confrontaron con los
pocos recursos captados por rentas municipales, departamentales y nacionales
destinadas a las obras públicas en las principales ciudades del país. En el
52
NIETO O. Mauricio. Orden natural y orden social: ciencia y política en el seminario del nuevo
Reyno de Granada. España: Ed. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 2007. Pág.
102.
53
AHMC. Capitular # 187 (I) 1910 Folio 320-321
54
“Hasta 1910 en Cali, existían los siguientes barrios: San Antonio, San Cayetano, San Juan
Bosco, San Pascual, El Calvario, La Merced, Santa Rosa, San Pedro, San Nicolás y el Hoyo.”
CIDSE. Op. Cit. Pág. 68.

35
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

transcurso de esa expansión, la configuración barrial centro-periferia determinó


las formas en las que se fue desarrollando el espacio urbano diferenciado por
sectores sociales en condiciones de gran bienestar y otros con muchas
necesidades no satisfechas que se manifestaron -por estos últimos- ante las
autoridades de orden municipal al demandar una mejora en la prestación y
extensión de servicios públicos.

De la misma forma, no sólo se sobrepasó en la creciente petición, sino también


en las cualidades de éstas, pues el servicio del acueducto y alcantarillado
reflejó una imperiosidad por sus efectos en la vida práctica de los habitantes,
resolviendo las necesidades muy básicas, por un lado; y por el otro, la
electricidad logró conservar un carácter de control en los espacios públicos en
las oscuras noches a través del alumbrado público, además de recoger, sobre
todo, los intereses de generar riqueza a través de la producción que se
mantuvo junto a las ideas del establecimiento de modelos de ornato y
embellecimiento que estuvieron conformes con el resto de los adelantos que
comenzaban a ser consumidos por algunos sectores sociales de la ciudad.

El uso de energía eléctrica para las fábricas en la primera década del siglo XX
fue una novedad técnica. Colombia, sin haber acabado de asimilar plenamente
el impacto de la primera revolución industrial, empezó a sufrir las
consecuencias de una nueva revolución técnica. Por ejemplo, el ingenio de la
hacienda Manuelita apenas comenzaba a cambiar sus ruedas hidráulicas en
1901 por motores a vapor que movían los trapiches. Como la primera, la nueva
revolución modificó esencialmente las fuentes de energía para la producción y
los transportes: petróleo y electricidad comenzaron a sustituir al carbón y al
vapor para mover ruedas y máquinas. Por tanto, desde inicios de siglo el motor
de explosión y el motor eléctrico empezaron a relegar a un segundo plano a los
motores primarios, movidos a vapor55. En 1928, el ingenio Manuelita produjo
3.965 toneladas de azúcar y el ingenio Providencia unas 2.000. Estas dos,
junto al ingenio Río Paila, fueron “los tres ingenios modernos de la región”, los
tres accionados por electricidad generada con vapor, y el siguiente paso fue a
aumentar su producción para los dos o tres años siguientes (15.000
toneladas).56

El alumbrado público, es decir, el de las vías y espacios públicos, (más que el


privado-residencial) fue una constante solicitud por parte de los habitantes que
exigían, por su carácter de contribuyentes, o por elementales principios de
civilidad, seguridad o moralidad. Fortalecer la luz en los espacios públicos
permitiría en las noches generar más control de la vida en las calles. Los
vecinos de la carrera 7ª, entre la calle 18 y 19, así lo expresaron en 1917:

55
MAYOR M., Alberto. Op. Cit. Págs. 319-120.
56
RAMOS, Oscar Gerardo. Op. Cit. Pág. 196

36
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

al Honorable Concejo se sirva disponer la colocación de un foco de luz


eléctrica en la mitad de dicha cuadra, pues desde la instalación de la empresa
de luz eléctrica venimos pagando el respectivo impuesto de alumbrado; y ese
foco se hace allí indispensable para todos los vecinos pues, frecuentemente
se cometen allí a robar, esto debido a la oscuridad que reina en dicha calle y
a la ausencia completa de agente de policía.57

En respuesta al memorial de los habitantes de la carrera 7, la corporación


transmitió la necesidad expuesta a los criterios de la autoridad competente,
como lo fueron los inspectores de alumbrado, y la densidad demográfica y
contributiva:

hallamos que debemos pedirle previamente informe pormenorizado al


inspector del alumbrado, tanto de la necesidad del foco mencionado, como de
otras que reclaman la prensa local; pues es natural que vaya mejorándose el
servicio de alumbrado público, pero teniendo en cuenta la importancia de
cada localidad o barrio, su mayor o menor tráfico y la manera como los
vecinos o moradores elevan sus deberes para con el municipio; esto es, si
pagan o no la contribución de alumbrado [...].58

En definitiva, la petición por el cubrimiento de los servicios públicos para la vida


de los habitantes de Cali manifestó la forma urbana que tomaba la ciudad, en
donde los elementos de cuidado ya no solo moral, sino, también, del cuerpo, de
la circulación segura por las vías y espacios públicos se fueron imponiendo.
Razones como las de priorizar las zonas que se consideran más transitadas y
habitadas se fueron convirtiendo en las primeras medidas para proveer el
alumbrado público, destacándose su importancia frente a los ladrones, o
“cacos” como se les denominaba en aquel entonces.

Desde la Inspección de Alumbrado Público, Guillermo Riascos, se pronunciaba


sobre el robo de los focos de luz, práctica, que según él, aumentaba
considerablemente: “me parece urgente que, como medida inmediata para
coartar este grave mal se impone retirar alguna o todas las instalaciones de
bombillos que estén sobre ventanas o junto a ellas, o en algunos otros lugares
que faciliten el acceso a los focos”. 59 . En marzo de 1918 un año después,
subrayaba el Cuerpo de Serenos, que “suplica” al Concejo Municipal que
solucione “una falta relacionada con el Alumbrado Público; y es que se provea
de un foco el centro de la cuadra de la carrera 3ª comprendidas entre las calles
9ª y 10ª, foco necesarísimo en ese punto; pues, a más de la lobreguez que
impide el tráfico, es muy apropiado el sitio para que los cacos penetren al
interior de la manzana a hacer sus fechorías.”60

Las peticiones o demandas sociales fueron, en este sentido, una de las


expresiones sociales de carácter comunitario que definieron la relación con el

57
AHMC. Capitular # 201 (II) 1917 Folio 35
58
Ibíd.
59
AHMC. Capitular # 199 (II) 1916 Folio 182
60
AHMC Capitular # 204, 1918 Folio 34.

37
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

orden y la figura de ciudad que se empezó a establecer y la identificación que


con ella hicieron las institucionales e intereses de los habitantes, como ocurrió
en 1917 al presentar el Inspector del Alumbrado Público la propuesta –con
firmas de los afectados habitantes de la carretera al sur en el barrio La Chanca
- de cambiar la instalación de los bombillos de los postes y paredes donde se
habían instalado inicialmente hacia el cable, para impedir su robo. Y aunque el
Concejo Municipal rechazó la medida por cuestión de costos. “Los firmantes
dicen que se obligan a responder por los bombillos que se pierdan y que se
constituirán en policías secretos para impedir el robo, de estos”61 desde donde
se ejerce, primero, por una petición, donde el reconocimiento de la autoridad y
esperan de ella un tratamiento efectivo para un asunto público; y segundo, por
las características de los sujetos que habitaban Cali en ese momento histórico,
y que exponen, como sus propios medios y posibilidades el asumir estos
asuntos que afectan a la comunidad. En todo caso, son las entidades oficiales
quienes recibían en este tipo de reclamaciones y fueron el lugar de
identificación para la resolución de los asuntos públicos, en donde empezaban
a ser identificados los servicios de acueducto, alcantarillado y alumbrado
público.

Distintos tipos de enunciación, desde el pronunciamiento de los habitantes de


los barrios, las instituciones de la administración municipal, y los intereses de
los particulares reunidos por sus intereses comerciales o productivos,
coincidían en promover los esfuerzos para el adelanto en las obras de servicios
públicos. Lenin Flores reconoce que se transmite una representación general a
través de la expropiación de poderes personales con el fin de lograr la cohesión
social, “como única forma de hacer viable el interés particular”62. Así lo muestra
el memorándum que presentó el Concejo de Cali al presidente Marco Fidel
Suárez, el 5 de Marzo de 1920 en el que logra ver la posición estatal para
adelantar todas las obras de infraestructura necesarias con las que se revela
los intereses modernizantes de la clase dirigente del momento:

[…] La transformación que la corriente avasalladora del progreso está


determinando en esta ciudad; las exigencias imperiosas de la higiene pública,
del tráfico, de la sociabilidad y del incremento de la población fija y flotante,
imponen al Concejo el deber de atender a la inmediata terminación del
acueducto metálico de presión que ha sido principiado y que empieza a servir
ya a una parte del poblado. Mas la construcción de tal acueducto exige a su
turno la de un alcantarillado científico, que es necesario complemento de
aquel. El acueducto y el alcantarillado se complementan necesariamente con
una pavimentación de las calles y plazas, que reclaman al propio tiempo la
higiene y el tráfico. Las exigencias de la sociabilidad, que son, entre otras,
moralidad, esparcimiento y cultura, imponen la construcción de un coliseo
moderno. El Concejo está atendiendo a esta necesidad y el edificio
correspondiente ostenta ya su mole elegante y sólida, pero se halla aun

61
A.H.M.C. Capitular N° 204, 1917 F 35.
62
FLORES, Lenin. Modernidad política en Colombia. El Republicanismo en el Valle del Cauca
1880-1920. Cali: Universidad del Valle. 1997. Pág. 11.

38
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

inconcluso. Para atender a los costos de tan importantes obras, y de otras


que se proyectan, como la adquisición de una zona para un gran bosque y
sitio de recreo y de ejercicios corporales, el Concejo ha decidido solicitar un
empréstito, dentro o fuera del país, hasta por tres millones de pesos oro. El
Concejo cuenta, respetuoso, con el apoyo legal y moral del Poder Ejecutivo.
Entre tanto, la corporación espera con el debido acatamiento el proto (Sic)
despacho de sus solicitudes sobre emisión de bonos para los empréstitos que
ha contratado a favor de las obras del acueducto y del teatro, empréstitos que
se propone cubrir con el que intenta obtener. Es de advertir que con el dos
por ciento que le ordena la Ley destinar de sus rentas para la construcción de
habitaciones destinadas a proletarios, muy pequeño sería el éxito que se
alcanzaría en un año. Para llenar el deber de hacer tales construcciones en el
menor tiempo y de manera eficiente, el Concejo cuenta, en parte, con el
empréstito que se acaba de expresar. El incremento de la edificación en la
ciudad ha determinado un alza casi prohibitiva en el precio de los materiales
de construcción, en tanto que esos materiales se producen de buena calidad
y a bajo precio en otros lugares, como puerto Tejada, de donde son
transportables por la vía fluvial del cauca. El impuesto fluvial es, sin embargo,
un obstáculo insuperable a este ramo del comercio y por ello el >Concejo
solicita la exoneración de tal impuesto en lo que se refiere a los dichos
materiales. El flete férreo impide también el desarrollo de las empresas
municipales de bien público. El Concejo solicita la eliminación de tal flete para
los artículos destinados a las obras del Municipio o al servicio de éste. La
Nación, por su parte, se ha creado con el desarrollo de esta ciudad,
necesariamente apremiantes. La construcción de edificios para el servicio de
correos y telégrafos, para la administración de justicia y para cuarteles se
palpa ya. Penetrado el Excelentísimo Señor Presidente de estas necesidades,
el Concejo está seguro de que, dentro de la esfera de sus facultades,
atenderá a ellas. El servicio telegráfico y el de correos en la ciudad no
corresponde a las crecientes necesidades no sólo locales sino del país, Para
adaptarlo se hace precisa, entre otras importantes medidas, la de crear un
mayor número de empleados, especialmente al servicio de cables y espera
que el señor Presidente, penetrado como el que más de esa necesidad, hará
todo el esfuerzo que la Constitución y la ley le permite a fin de que tan
urgente necesidad pública tenga pronta satisfacción.63

El continuo crecimiento de la población, y su consecuente asentamiento


expansivo, reflejó, al poco tiempo, la disimilitud con la cual se lograba atender
las exigencias de la prestación de los servicios públicos. La explicación general
a este fenómeno fue la situación fiscal del Distrito de Cali, por un lado, y los
niveles de capacidad monetaria de los habitantes, por el otro. Por esto, se
expresa en varias ocasiones una necesaria relación entre los aportes al
impuesto del alumbrado, o el pago de los bonos del Acueducto, para lograr
obtener el cubrimiento de los servicios; recursos indispensables y sobre los
cuales se financió una importante parte de las obras. En todo caso la ciudad,
entre las décadas de 1910 y 1920, crece con un reconocimiento, mas o menos,
generalizado de las formas modernas de los servicios públicos que se
empezaban a construir en Cali; con una asimilación para el desarrollo de la

63
AHMC. Capitular N° 206,1920, F 282-284.

39
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

vida social de los habitantes, toda vez que se muestra una imperiosidad en las
demandas y, concretamente, se plantea la dificultad, lentitud y selectividad de
su ejecución.

Para dimensionar el desarrollo de los servicios públicos en el periodo que es


reseñado en este trabajo (1908-1930), es importante cruzar la información del
número poblacional y el área desarrollada en Cali, para lo cual se retomará
una parte con referencia al periodo del Cuadro 164, del estudio del Jiménez y
Bonilla:

Población Área
Año Habitantes Tasa en % Desarrollada Tasa en %
Has.
1910 27.011 (4) 1.35 174.1
1912 27.747 (1) 179 (3)
1915 35.541 (4) 8.60 200.1
1918 45.525 (1) 223.6
1921 51.372 (4) 250 (3)
1925 60.350 (4) 4.11 264.1 1.38
1930 73.817 (4) 283 (3)
Cuadro 3. Crecimiento poblacional - Área desarrollada de Cali 1910-1930

El esfuerzo que se plasmó en la firma del Acuerdo N° 18, del 23 de noviembre


de 1915, por el cual se estableció la construcción del Acueducto Metálico a
Presión para la ciudad, reconoce, en sus consideraciones, que para emprender
este tipo de empresa de utilidad pública, se debe encargar el Distrito,
redoblando esfuerzos, pues la entrega del privilegio a un privado, en este caso,
es contradictorio con los intereses colectivos de la población. En todo caso, el
interés general fue motivo de discusión en la extensión de este servicio. En
respuesta al Concejo, por resolución N° 228, la Junta Constructora del
Acueducto expuso una de las reclamaciones que le fueron dirigidas desde el
Concejo para que atendiera las demandas de los habitantes. Su respuesta
revela el sentido de diferenciación entre diferentes sectores de la ciudad, sea
por el uso social de instituciones o por el carácter de los pobladores, unos más
influyentes que otros:

Como le consta a esa H. Corporación, no se ha llevado la tubería al barrio de


"Versalles" en la mira de favorecer intereses particulares, sino por carecer de
elementos para trabajar en las calles, pues faltaban llaves, cuellos de ganso y

64
Cuadro 1 “Población y Área desarrollada de Cali 1905- 1930”. Reconstruido a través de las
fuentes: (1) Planeación Municipal de Cali. Plan General de Desarrollo Urbano de Cali. Cali,
1961. (2) Tasas geométricas calculadas entre periodos censales. (3) 1912-1920 Área calculada
con base en el plano de Desarrollo de Cali de Estudios de Jacques Aprile Gniset. Los años de
1921 y 1930 del Plano Desarrollo Histórico de la ciudad de la Oficina de Planeación Municipal,
a escala 1:20.000, de 1968. (4) Estimados con base en tasas intercensales. JIMÉNEZ,
Yolanda. BONILLA, Ramiro. Op. Cit. Pág. 15.

40
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

muchos objetos indispensables para instalaciones, y porque, en vista de estos


inconvenientes, esa misma Corporación, en su nota N° 194, de 31 de Enero
último, ordenó a la Junta la prolongación de la tubería hasta "Versalles",
donde actualmente se hallan instalados el Dispensatorio Antivenéreo y el
servicio de Maternidad Municipales. Si no se hubieran perseguido los trabajos
en la dirección indicada, o se habrían dañado las calles con perforaciones
inútiles, o habría habido necesidad de licenciar las cuadrillas y desorganizar
los trabajos. Están al terminarse los trabajos hacia "Versalles" y ya principian
a llegar parte d los accesorios para continuar inmediatamente aquellos en las
calles. Hacemos constar que ninguno de los firmantes del memorial de 10 de
los corrientes ha comprado un solo Bono del Acueducto, por lo cual no
entendemos los cantaleteados sacrificios en favor de la obra, al paso que en
los sitios por donde se ha trabajado, pocas son las personas no poseedoras
de tales documentos de crédito. Nos sería muy placentero poder colocar
nuevos bonos en algunos de los signados del aludido memorial, y así
disponer de abundantes fondos con qué emprender trabajos simultáneos en
toda la ciudad, en vez de hallarnos, como en la actualidad nos encontramos,
debiéndole más de $6.000,00 al Américan Foreing Banking Corporation. [...]
Presidente Garcés Patiño65

El memorial al que se refiere la Junta, inscrito por los vecinos del barrio de la
Pila de Crespo, la de Santa Rosa, y Plaza del Mercado, relata gráficamente el
desarrollo de la obra del acueducto metálico, en donde la imperiosidad del
servicio fue la norma para los habitantes, en donde no encuentró cabida la
distinción que la administración colocaba al carácter contributivo.

Es el caso, que se nos informa, que la obra redentora para Cali, el Acueducto
Metálico, que vendrá a extirpar las frecuentes epidemias que diesman la
población, con sus saludables aguas potables; que tanta lucha y sacrificio ha
costado, y que al fin palpamos, es una realidad, colmando así nuestros
anhelos, los trabajos emprendidos al entrar a la ciudad, no ha correspondido
con equidad a las necesidades de ella; dichos trabajos, empezaron en la
carrera 5° y en la calle 6°, viraron hacia el norte para tomar la carrera 4°, la
mas cercana al río, y cuyas casas en su mayor parte, están provistas de
fuentes particulares, hasta llegar a la calle 12°, esquina de la plaza o parque
de Caicedo, y de este punto, según nos dice, se ha resuelto llevar el
acueducto, de preferencia, atravesando el puente del río Cali, a una región
casi despoblada, que tiene además el río a corta distancia, únicamente para
poner en condiciones ventajosas, propietarios particulares, dejando así
abandonada la ciudad, que pide a gritos el veneficio (Sic) del agua; y muy
particular y señaladamente a nosotros los peticionarios, que carecemos en
absoluto de este elemento vital.66.

Se pidió, en consecuencia, que se suspendiera tal propósito y se extendiera la


obra hacia los barrios de los peticionarios "cuyos habitantes mueren de sed,
pues lo envenena la muy poca y pésima que tienen". En 1920 estas continuas
manifestaciones de los particulares, a propósito del selectivo desarrollo de las

65
AHMC. Capitular # 207 (II) 1920 Folio 303
66
AHMC. Capitular # 207 (II) 1920 Folio 304

41
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

obras, demarcaron una exigencia pública hacia los órganos políticos, para que
velaran por los nuevos intereses del aprovisionamiento de los servicios:

El acueducto metálico a presión trae ya sus aguas por la carrera 6a., y ha


bajado por esa carrera hasta el centro de la ciudad, abrazando algunas de las
calles laterales, y como nosotros tenemos interés en montar las instalaciones
correspondientes en nuestras casas de habitación, y no vemos inconveniente
en que en el corto trecho de una cuadra que corresponde a la calle 4a. desde
la carrera 6a. hasta la carrera 9a. se lleve la tubería, desde luego que el costo
de esa conducción sería poco, y el número de instalaciones sería de ocho en
una sola cuadra, además de que la tubería quedaba ya en actitud de
descender por la carrera 9a, poblada de gentes pudientes en una
considerable extensión, y sobre pudientes, ansiosas de susrtir (Sic) de ese
inmenso beneficio a sus casas, venimos a pedir al H. Concejo, por el muy
digno conducto de usted, que se provea a esta medida que con justicia
demandamos. Mientras que el acueducto, en otras partes de la ciudad recorre
grandes trechos sin lugar a montar instalaciones, en el espacio de una cuadra
comprendida entre la carrera 6a. y la carrera 9a., tendría aseguradas las
siguientes: Alejandro Aguayo, Manuel Cantillo, Benedicto Arizabaleta de
Escobar, Tulio Camacho, ramón calero, Gabriel Ramírez, María del Rosario
escobar, Jesús Plaza, y las de la carrera 9a, que son incontables y
seguramente implicarían montaje de baños y otros servicios. Creemos que
estas consideraciones sí pesarán en el ánimo de la Junta del Acueducto; pero
venimos a hacer nuestra petición al cuerpo guardador de los intereses
inmediatos de los asociados.67

Sin embargo, la respuesta que ofreció el Concejo indicó que fue la Junta
Constructora del Acueducto era la que estaba "capacitada" para responder a
ese tipo de peticiones. En el mismo año, en otra situación, la Junta resolvió
llevar al Matadero Público la tubería, tomándola de la esquina que hacia cruce
con la calle 12 y carrera 9ª, porque los vecinos de la calle 12, en el trayecto
comprendido entre la 9ª y la 5ª, no habían coadyuvado con la compra de
bonos.

Una nueva dificultad comenzó. Entonces, en el momento en el que fueron


seleccionados los lugares por los cuales iba a pasar primero el desarrollo de la
obra, primó la racionalidad de la contribución de los bonos del acueducto
municipal. La contradicción aumenta mucho más cuando las medidas
avanzaron en desmontar los modos antiguos de las pilas, en lugares que no
contaban con el moderno acueducto. Se trató de una disposición que impuso
obligatoriamente el cambio hacia el acueducto moderno, aún incompleto.
Ejemplo de ello fue lo que ocurrió con la pila ubicada en el barrio San Antonio,
la cual fue retirada aun cuando ésta era el único medio de proveer agua a sus
habitantes. Esta situación generó una discusión en la que se abogó al uso de la
garantía que les otorga el artículo 45 de la Constitución Nacional reclamando el
antiguo servicio, a falta del moderno:

67
AHMC. Capitular # 207 (II), 1920. Folio 370

42
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

[…],se nos ha suspendido a los vecinos del barrio de San Antonio arriba la
pila que suministraba a este barrio, agua potable, situada frente a la casa del
predio denominada "El Peñón", pila que, después de lucha y peticiones,
logramos obtener su instalación, en vista de los inconvenientes con que
tropezamos para proveernos de agua. Con esta medida del H. Concejo
Municipal, hemos sido inmensamente perjudicados, porque se nos ha
privado, por lo menos se nos ha obstaculizado la consecución del agua que
como es sabido, es en el hogar y donde quiera que hayan seres vivientes,
artículo de primera necesidad.- Y no vale que se alegue el hecho de que con
esta medida se persigue una utilidad a conveniencia para el Distrito, puesto
que con ella se obliga a los vecinos de san Antonio a tener instalaciones del
Acueducto Metálico, porque las autoridades y Corporaciones públicas están e
la obligación de atender primero al bien público, proporcionando a los
asociados las mayores facilidades o conveniencias y haciendo menos
gravosas para éstos las cargas con que debe contribuir. Muchos por los
inconvenientes con que tropezamos para proveernos de agua potable, al
suspendernos definitivamente el funcionamiento de la pila a que nos hemos
referido, siendo el primero y más grave el de que para si al río que queda a
larga distancia haya que pasar por el predio del "Peñón" y hoy sus dueños
han prohibido de manera terminante el tránsito por el aludido predio. Como
sobra que reportamos beneficios de la pila --- somos pobres, pobrísimos, no
tenemos como pagar instalación de agua del Acueducto metálico, lo que
lamentamos de manera positiva, porque ¡qué deseaos que no será éste para
nuestra pobre familia!. Sr Presidente, sabe muy bien cuanto vale una
instalación, y es bien seguro que sepa señor bien cuanto trabajo nos cuesta a
los pobres conseguir siquiera para el pan cotidiano. [...]68

Este tipo de medidas generadas a nivel político-institucional en las formas de


apropiarse y adecuarse al espacio residencial reforzaron la diferencia
socioeconómica de los habitantes. La tensión generada en las primeras
décadas del siglo XX, en donde se empieza a expandirse y reconfigurarse el
espacio urbano y residencial, fue alimentada por las medidas tendientes a la
provisión de servicios públicos en donde “las reglamentaciones estatales
institucionalizan la segregación socio-espacial, siguen y justifican al legalizarlas
las tendencias de implementación física de las actividades urbanas, orientadas
por los intereses del sector privado.”69

Un año más tarde, el 25 de noviembre de 1921, los vecinos del barrio San
Nicolás se manifestaron nuevamente ante el Concejo, ahora lo hacían porque
la calle 16, entre carreras 5ª y 8ª, se hallaba en abandono total, hasta el
extremo de las carreras 6ª y 7ª:

Nos permitimos, también, hacer notar al H. Concejo que estos barrios


permanecen siempre en un desamparo completo por parte de las
autoridades, pues nunca se hace el más leve esfuerzo para mejorar sus
calles aunque ellas, como la desastrosa cuadra de la calle 16, encerrada

68
AHMC. Capitular # 207 (II) 1920 Folio 449-450
69
MOSQUERA, Gilma. APRILE-GNISET, Jacques. Clases, segregación y barrios. Cali:
Universidad del Valle, 1984. Pág. 8.

43
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

entre las carreras 6a y 7a, sean una vergüenza incalificable para esta ciudad.
Y tanto es así, que ni siquiera el servicio de aseo se hizo nunca en esta
sección del poblado, ni los Agentes de Sanidad no se preocuparon jamás por
mejorar las condiciones de vida de los habitantes de este vecindario, El H.
Concejo debe cerciorarse de lo que afirmamos. [...]Es de notarse que la
tubería ha sido ya instalada hasta en lugares muy despoblados de la ciudad.
esto es muy plausible, pero también justifica suficientemente la solicitud que
hacemos para que se ponga el agua en la calle 16, calle muy central, muy
poblada y donde resultarían, en una extensión de tres cuadras escasas, no
menos de 50 instalaciones, que sólo en matrículas recibirían quinientos pesos
($500,00) oro, y seguirían dando luégo una entrada mensual de cien peso oro
($100,00). Y obsérvese, que con menos de los quinientos pesos, valor de las
matrículas, se coloca la tubería y le queda al Distrito la entrada mensual por
los arriendos de las pajas de agua. Nos hemos permitido dirigir sta petición al
H. Concejo, porque estamos seguros de que sus actuales miembros están
muy animados en favor de El Vallano, al que se le ha mirado con bastante
indiferencia por los elementos oficiales, y porque confiamos, así mismo, que
los impulsa un espíritu progresista y justiciero.70

Las carencias se hacían notar también en la calle 6ª y las carreras que a ellas
desembocan, como también con las calles 5ª y 7ª y la calle 14:

En la calle sexta se principió a trabajar el alcantarillado, tan indispensable


para el buen servicio y el ornato, pero de algún tiempo para acá se
suspendieron esos trabajos, quizás por escases de recursos. [...] En la misma
calle sexta como en algunas partes de las otras calles y las carreras citadas,
vivimos a oscuras, por ausencia absoluta del alumbrado eléctrico, y en
grandes trechos de esas calles y carreras carecemos completamente del
agua del Acueducto metálico, principalmente en la calle sexta, ayuna hasta
ahora de esa agua. Como vosotros habeis venido al Concejo bien animados
para atender y satisfacer las exigencias del servicio público y la conveniente
ornamentación de esta ciudad capital, venimos, muy respetuosamente en
pediros que dispongais que una comisión espacial del seno del Concejo se
traslade a las premencionadas calles y carreras [...] Así lo demandan la
salubridad y el ornato públicos, y esperamos confiados en que seremos
satisfactoriamente atendidos por vosotros.71

Más tarde, en 1926 los habitantes del barrio El Troncal –con más de treinta
firmantes- reclamaron al Distrito de Cali, una respuesta más concreta y efectiva
del Estado. Lo hicieron a través del Concejo Municipal, para que atendiera el
llamado de extender el acueducto metálico, pues lo consideraban “de justicia
ya que toda la ciudad ha quedado provista del servicio de agua del acueducto,
debido a la colocación de la segunda tubería matriz, trabajo que se adelanta en

70
AHMC. Capitular # 211 (II) 1922 Folio 368-369
71
AHMC. Capitular # 211 (II) 1922 Folio 383

44
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

la actualidad, se ordene a la Junta del Acueducto la colocación de una pequeña


fuente del mencionado acueducto en nuestro barrio.”72

Estas situaciones hicieron parte de un entramado cultural todavía muy pre-


moderno, y como diría Lenin Flórez, es “el reconocimiento de la administración
pública, el deber del ciudadano que suplica al Estado en nombre de la justicia
aún difusa entre lo divino y lo humano”.73 Dependiendo de esto se fundamentó
en la constitución de la ciudad, partiendo de la transformación material del
espacio, como en las distintas relaciones sociales que alberga y constituye
igualmente ese espacio.

Se puede constatar, también, que la figura de los peticionarios fue introducida


en las maneras cómo algunas instituciones demandaban resolver las
necesidades de la población por la fuerza que adoptaban para resolver de las
maneras menos planeadas, en un contexto del desarrollo de la ciudad en que
se hizo necesario el cubrimiento de los servicios, ya básicos por excelencia:

Varios vecinos del barrio obrero están arrojando a la cuneta del ferrocarril, en
el kilómetro N° 1 de la vía sur todos sus desagües y las basuras de dicho
barrio, lo que está perjudicando la solidez de la línea.- El ingeniero de esa
sección, por orden de esta Gerencia, esta haciendo cegar esos desagües
antes de que ocurra un hundimiento en la línea, que podría ser de fatales
consecuencias. Los citados vecinos alegan que ellos no tienen a donde sacar
sus desagües, lo que es verdad, pues esa honorable corporación no ha hecho
construir las alcantarillas para ese barrio.- Como usted ve el asunto es
bastante grave, por lo cual me permito suplicar a usted y por su digno
conducto a la honorable corporación, que se sirva ordenar la construcción de
las alcantarillas necesarias para el barrio obrero, así como también se les
recoja la basura de las casas, pues según dicen ellos el servicio de aseo no
se ha extendido hasta allá, no obstante esta el dicho barrio dentro del
perímetro urbano de la ciudad.- Ferrocarril del Pacífico Ingeniero Jefe
encargado de la Gerencia [firma ilegible]74

El preponderante crecimiento de la población es representada de manera


gráfica, así desde el plano se visualiza el crecimiento de la población de Cali
correspondiente a la conformación de los nuevos barrios, desde donde se
resaltan los conformados entre 1912 y 1930.

72
AHMC. Capitular # 219, 1926 F 387.
73
FLOREZ, GALLEGO. Lenin. Op. Cit. Pág. 148.
74
AHMC. Capitular N°224 ,1929. F. 133.

45
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

Mapa 2 Crecimiento entre los años 1880-1930. Tomado de JIMÉMENEZ, Yolanda. BONILLA, Ramiro. Acueducto y Alcantarrillado. Cali 1900-1970.
Cuadernos CITCE Serie Investigaciones N° 5. Santiago de Cali, 2000.Pág. 20.

46
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

2.2. PROGRESO: ENTRE LA PRODUCCIÓN Y LA SANIDAD

Higienizar, delimitar, controlar, producir-consumir y circular las prácticas de las


personas pasaron de ser imágenes representadas en el paradigma del
progreso para incorporarse poco a poco en la cotidianidad de algunos, ya fuera
por acción de sus posibilidades u omisión de sus imposibilidades. El nivel del
consumo de los servicios, si bien no reflejaban un elevado índice 75 en
comparación con la tasa de crecimiento de la población, que pasó de 23.911
habitantes en 1910 a 78.117 en 1930, y las formas de reiterar y difundir el
discurso de esa modernización parecían recoger al conjunto de la sociedad. Es
así que se resalta el sentimiento del patriotismo y nacionalismo en el contexto
de inicios del siglo XX, pero ahora vistos desde una imagen de ciudad dotada
ya de nuevos servicios, como lo fueron el teatro y un coliseo moderno, servicios
públicos con nuevos avances científicos, vías pavimentadas y parques
ornamentados eran representaciones que comenzaban a ser preponderantes
para el conjunto de la población.

Las circunstancias de atraso en las que se hallaba Cali al iniciar el siglo XX


revelaban la magnitud de la urgencia de situar a los habitantes en lugares,
actividades, calidades y velocidades de vida traducibles en aguas limpias para
el consumo alimenticio, teatros modernos para el consumo cultural, parques y
coliseos para la producción de cuerpos sanos y por tanto, reproductores de
fuerza; barrios obreros donde se ordenaba la nueva clase social, con vías
férreas y carreteras por donde circularan las materias primas y mercancías que
iban a ampliar el mercado, y el adelanto en los sistemas de comunicación
telegráfica y telefónica que “rompieran ” definitivamente las cerradas fronteras.

Como núcleo de economía primaria, el caserío de rasgo agrícola en el que se


había vuelto Cali a inicios del siglo XX, se enfrentó a la necesidad de
desarrollar otros dos sectores: el secundario (industria) y terciario (servicios)
para completar una imagen de ciudad. En este escenario fue que surgieron los
estamentos e instituciones de trascendencia para iniciar el desplegué: la
fábrica, las sociedades empresariales y las juntas organizadoras y
constructoras de obras. En un atmosférico relato consignado en el Correo del
Cauca se encuentra la descripción de un pasado de Cali y el deslinde de su
futuro bajo una contundente mirada de progreso:

Una ciudad que progresa. Si echamos una mirada retrospectiva al Cali de


ahora 25 años, para luego contemplar al de hoy, el ojo se asombra al ver su
progreso y adelanto. Ha llegado para esta querida ciudad la hora del avance,
ha entrado en el engranaje de la civilización moderna, ha empezado la fatiga,

75
Para el servicio de Acueducto registró 2118 instalaciones en 1922 y en el año de 1931
alcanzó 6624 de ellas. Por su parte el servicio de Alcantarillado fue muy deficiente durante el
periodo, si acaso cubriendo el centro histórico de la ciudad. CAMACHO. Miguel. Op. Cit. Pág.
30.

47
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

la lucha y el entusiasmo por seguir siempre adelante. Para casi todos los
pueblos del universo ha sido muy larga la gestación para llegar á la vida
civilizada, pero mientras más lenta ha sido aquella mayor será su desarrollo y
más efectivo su progreso. Cali está hoy dominada, como todos los países que
tratan de avanzar, por la preocupación constante de hacer más intenso su
trabajo, tanto de su cerebro como de sus brazos. Las sociedades modernas
se fatigan con impulso cada vez más rápido, con instrumentos mejor
adoptados á multiplicar y hacer más fecundo el trabajo no solamente material
sino también el de su inteligencia. El desarrollo prodigioso de su industria, la
velocidad acrecentada de las máquinas nos persiguen, y la prisa nos empuja
cada vez más. Toca á nuestras puertas el ferrocarril del Pacífico, rueda un
tranvía á vapor por nuestro hermoso Valle, y una planta eléctrica en la parte
alta de nuestra ciudad con su diadema de luz corona á la "Reina de Valle".
Los bajos relieves de Tabas nos enseñaban hasta hace poco tiempo que en
le espacio que en el espacio de tres mil años había cambiado poco la vida del
operario: los instrumentos que empleaban los Egipcios en tiempos de los
Faraones, los martillos, los cepillos, las sierras, los telares, diferían muy poco
de los que se usaban al principio del siglo pasado, y ahora ha cambiado todo.
tanto que llega á ser imposible la comparación. La aplicación del vapor abrió
una época nueva en la historia de la humanidad. La mecánica, las
matemáticas, las matemáticas y más que todo la Química, crearon la industria
moderna, y dieron el impulso a la organización de las fábricas, que produjeron
condiciones nuevas en los pueblos civilizados. Desgraciadamente, entre
nosotros las aberraciones políticas y la aspiración de cada cual á que á toda
costa y por todos los medios surja determinado partido; la tensión constante
en que viven todos los colombianos, los unos por conservarse en el poder, y
los otros no conformándose sin él, ha sido, es y será un obstáculo poderoso
para que ese adelanto y esa civilización que vemos en otros países llegue
hasta nosotros. [...] Ya los vapores surcan las aguas de nuestro majestuoso
río, el tranvía rueda por la llanura despertando con su pito a la naturaleza
dormida hacía siglos, los bombillos eléctricos iluminan profusamente nuestras
calles y plazas, y los parques de la ciudad con sus jardines y coposos árboles
brindándonos el descanso tan apetecido al caer el día, después de la ruda
lucha por la vida. El teatro va haciéndose una necesidad para nosotros;
centros sociales como un Club, que haría honor a cualquier ciudad civilizada,
nos abre sus hermosos salones en donde reinan la cultura y el buen gusto; en
una palabra: Cali avanza, Cali progresa. Las corridas de toros y las riñas de
gallos van siendo eclipsadas por otros espectáculos civilizadores. La barbarie
siempre ha precedido á la civilización, y nosotros no hemos podido escapar á
esa ley inexorable. Y no se diga que nuestro adelanto es solamente material.
Por reciente decreto de SS el Papa Pío X ha erigido a Cali en sede episcopal;
esto nos demuestra que moralmente también avanzamos; la religión Católica
es un elemento indispensable para el progreso de los pueblos. Muy pronto,
pues, el repique de las campanas de nuestra catedral de san Pedro nos
anunciará la llegada del Prelado, y con esos repiques confundidos con el
sonido del vapor elevaran hasta Dios los cantos solemnes del himno del
trabajo y las plegarias ardientes de las almas. Los países que quieran
adelantar empiezan por amar la paz y á la sombra y amparo de ella florecen y
prosperan. Cali ha oído ya ese grito que dice: por medio de la paz alcanzarás
grandes conquistas y por medio de ella grandes destinos te esperan.
SILVESTRE DEL VALLE BLANCO.76

76
Correo del Cauca # 760. Noviembre 29 de 1910.

48
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

Fue, sobretodo, “la fatiga, la lucha y el entusiasmo” lo que caracterizó el


impulso modernizador en Cali, donde el progreso material es relacionado con
las ciencias de la física, la química y las matemáticas, por un lado, y el
progreso social muchas veces es traducido en la moral católica. Fue una
modernización con poca secularización, que se adelantó mancomunando los
esfuerzos de pequeños grupos de interés que lograron acomodarse e
instalarse por generaciones a través del comercio y la agroexportación,
fundamentalmente.

Iniciativas para la producción en Cali existieron, a la par de la conformación de


sociedades comerciales y financieras, aunque su proporción y complejidad
fueran mínimas, en cuanto al montaje fabril se refiere. Cali contaba con un
sector social que emprendió los propósitos de la fabricación, como bien lo
expresa la siguiente petición remitida por la sociedad B. López & Co en 1908 al
Concejo Municipal:

Que deseando seguir desarrollando las industrias de esta localidad para


mejoramiento económico del país, por que ellas están aun incipientes y
corresponde a cada uno de sus habitantes el propender á su incremento,
ocupando brazos que están en inacción, y movilizando capital propio y
extranjero con el implantamiento (Sic) de maquinarias nuevas, movidas con
los elementos de fuerza que nos da la naturaleza. Que tenemos hechos
estudios serios y científicos sobre varias industrias, no explotadas en el
departamento, propias para esta localidad que es la llamada á ponerse á la
cabeza del impulso industrial que necesita imperiosamente nuestra querida
tierra; que entre esas varias industrias, y por datos técnicos que nos ha
suministrado el notabilísimo ingeniero Dr. Álvarez Salas, la de tejidos es la
mas importante y la que mejores beneficios reporta al país, librando en gran
parte del fuerte tributo que hoy paga al extranjero y halagando el desarrollo
del cultivo del algodón. Que siendo insuficiente para el desarrollo de esta y
otras industrias la limitadísima fuerza hidráulica de que disponemos en
nuestros establecimientos "El Peñón" y "El Progreso", es el momento de que
esa honorable corporación, en quien están vinculados los intereses de la
localidad, y compuesta de ciudadanos ilustrados y de amplias miras, coopere
y dé impulso por su parte en lo que á ella corresponde, al desarrollo de la
industria que nos proponemos fundar. 77

En resumen, la empresa de tejidos solicitó los recursos hídricos y públicos del


Distrito de Cali para la generación de fuerza motriz:

En vista de las anteriores y otras muchas razones que no apuntamos por no


hacernos pesados, pedimos por el digno conducto de U., se nos ceda con las
formalidades legales, es decir: no por una Resolución, sino por Acuerdo
aprobado por la Gobernación y elevado á escritura pública el exceso de
aguas del acueducto del Distrito, en el trayecto que recorre la cañería en el
punto denominado "Charco del Burro", sin causar ningún entorpecimiento ni

77
AHMC. Capitular N° 184 (I), 1908. F. 309.

49
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

disminución del caudal de aguas necesario ahora y en lo futuro para el


abastecimiento de la ciudad, con el fin de emplear dicho exceso de agua
como fuerza motriz, llevándola por tubería de hierro á la manga del Burro en
donde instalaremos la Empresa de tejidos por ser el punto mas adecuado por
la caída, por estar cercano al centro poblado y por las muchas condiciones de
administración que exige un establecimiento de esta clase. En compensación
de la gracia que esperamos no nos negará el H. Concejo, nos
comprometemos á sostenes el agua suficiente para el servicio del acueducto
y de nuestra industria, á mantener en perfecta limpieza todo el trayecto hasta
la toma, y á ingresar al Tesoro del Distrito la suma de cien mil pesos
($100.000), papel moneda tan pronto como esté montada la industria que nos
proponemos fundar. B López C.78

Esta situación, en su momento, lo que reflejaba de nuevo para la época era la


discusión sobre el dominio y manejo del agua en Cali, sobre todo cuando los
propósitos de adelantar un acueducto moderno en la primera década del siglo y
las difíciles situaciones de aprovisionamiento de agua con el antiguo, entraron
en contradicción. La tensión, generó una serie de discusiones entre los
empresarios y la corporación legislativa de Cali, que en primera instancia
respondió prevaleciendo, en apariencia, los intereses generales de la
población:

[…] Como se ve, la propuesta es bonita y liberal y el fin loable; réstanos saber
si el Concejo debe ó no, conceder el privilegio, que no es otra cosa lo que se
le pide. En nuestro sentir el Concejo debe resolver previamente esta cuestión;
si realmente sobran esas aguas por abundancias ó solamente aparentemente
por otras causas distinta. Sabido es que esta ciudad no tiene un servicio de
aguas completo; que es urgente construir fuentes públicas en distintos
barrios; que hay demanda de aguas para el servicio de casas particulares, y
tanto, que no sería aventurado afirmar que en cualquier momento en que se
puedan dar se colocaran quinientas ó más pajas de agua; y el Concejo no
puede hoy, ni mandar a construir esas fuentes, ni satisfacer los pedidos para
los particulares porque no la hay, y no la hay por una causa de todos sabido:
que en un punto dado del acueducto, la capacidad de éste es insuficiente
para contener el agua necesarios para el servicio público, y ése es
precisamente en la curva del Peñón del "Charco del Burro" ó sea en el punto
preciso de donde desean tomarla los peticionarios, donde ya viene el agua en
la cañería y que sabemos es insuficiente; si en alguna parte sobra es de allí
atrás en el predio de los señores Guerrero, donde pueden construirse tanques
de decantación y medida. Ahora bien, suponiendo por un momento que haya
sobrante de aguas y que los peticionarios puedan tomarla en el punto donde
lo desean, como ya hemos demostrado que ese sobrante no es de
abundancia real sino aparente, fuerza es construir que el Concejo no podrá
otorgarles el privilegio porque más ó menos temprano tendrán que ordenar el
ensanche del acueducto. Hoy más todavía, no han dicho los peticionarios,
cuál es la cantidad de agua que necesitan, ni nosotros, cuál la que contiene
hoy el mencionado acueducto; ni cuál la que será necesaria hoy ni mañana,
dado el crecimiento progresivo de población que puede ser rápido si la obra
del Ferrocarril se realiza en corto tiempo. Estas y otras razones que no

78
Ibíd.

50
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

anotamos por cuestas innecesarios, nos hacen pensar que no es conveniente


á los intereses del Distrito otorgar a los sres R. López & Ca, la concesión que
pretenden sin que esto quiera decir no se puede hacer en ninguna otra forma:
ellos, ó en cualquiera otro; pueden obtener la concesión de explotar las
caídas de agua del Rio Cali ó de otro de los del Distrito, como fuerza motriz,
siempre que después de utilizarlas las hagan volver á su causa natural, sin
ensuciarlas, ó sea limpias de manera que contienen sirviendo para los usos
domésticos. En consecuencia proponemos: Dígase á los señores R. López &
Ca que el Concejo no acepta la propuesta contenida en su memorial de 22 de
mayo pasado; pero que concesión semejante se les puede otorgar para
aprovechar otras caídas, sea en el río Cali ó en otro del Distrito como fuerza
motriz para su maquinaria de tejidos; previo acuerdo de los términos de la
concesión por las partes contratantes y de llenar antes las formalidades
legales. Vuestra comisión.79

Situación semejante ocurrió e con la Compañía de la familia Guerrero, quienes


en el mismo año solicitaron el uso del agua pública para sus intereses en la
producción:

No habiendo acuerdo unánime en la comisión á la cual pasó u. el memorial


del Sr- Ignacio A. Guerrero G de fecha 6 de julio del presente año, rendimos
los suscritos por separado del Sr Ulpiano Lloreda el siguiente informe:
Hacemos caso omiso de la parte que se contrae a retirar otro memorial ya
resuelto; y entramos a considerar la nueva solicitud que en nombre de la
compañía ya expresada hace para que se conceda el uso de las aguas que
del acueducto público se demandan en el predio de Santa Rosa de la familia
Guerrero. Lo primero que ocurre pensar esa que, proposición semejante debe
ser negada de plano, dado que, á ningún caleño se escapa la necesidad de
aumentar el servicio de agua limpia para la ciudad, necesidad que cada día
se hace más urgente dado el crecimiento progresivo de población; [...] Por
estas consideraciones proponemos: Dígase a los señores Guerrero y
Compañía que el Concejo accede a su solicitud si por su parte ellos aceptan
las siguientes bases: 1. Se concede á los señores Guerrero y Compañía el
uso de las aguas que por no caber en la bóveda del acueducto público se
derraman en el predio de santa Rosa de la familia Guerrero. 2. Que la
concesión se otorga solamente por el tiempo que el acueducto dure en el
estado en el que está actualmente sin pasar de 20 años. Entendido, que ese
tiempo puede reducirse porque el Distrito se halle antes en capacidad, de
reconstruir el acueducto ensanchándolo de manera que le quepa mas agua
da la que hoy le cabe, en cuyo caso, desde que tal suceda terminará de
hecho la concesión que se le otorga.80

Los integrantes de la comisión del Concejo, Mario de Caicedo y Tobías


Vergara, encargados de responder la solicitud, resolvieron emitir un concepto
de favorabilidad para la concesión que pusieron en consideración los
peticionarios. Caicedo y Vergara, agregaron que la cantidad de agua no iba a
ser mayor a la que cabe en un pie de diámetro con treinta centímetros de

79
AHMC. Capitular # 184 (I).1908. Folio 310-311.
80
AHMC. Capitular # 184 (I) 1908 Folio 316-317.

51
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

presión. La comisión también agregó que debían comprometerse a mantener


limpia la acequia, desde la toma hasta la entrada de la bóveda del acueducto; a
construir una pila que sirviera de decantación y midiera el agua que ellos
tomaban, en calicanto, de 60 centímetros, por debajo del piso del tanque del
acueducto; a construir las cañerías para la limpieza. Si llegasen a tomar más
agua que la concedida pagarían una multa de 50 pesos oro cada vez que lo
hicieran; a pagar 5 pesos oro por el beneficio y

A no ensuciar las aguas de que se sirvan con productos o residuos químicos,


materias orgánicas de cualquier naturaleza, usos domésticos etc, etc, pues
solamente les es permitido usarla como motor.8. Permitir que en el predio de
Santa Rosa de la familia Guerrero se hagan todos los ensanches ó variantes
que hoy mismo ó mas tarde fuese necesario hacer en el acueducto público; y
a incluir esta cláusula en cualquier titulo traslaticio de dominio que otorguen
con relación al referido predio”81.

La disposición de la corporación del Concejo Municipal se enmarcó en una


racionalización de los elementos con los que contaba la ciudad para el
desarrollo progresivo de los servicios públicos. Dicha racionalización fue, así
mismo, moldeada por el juicio de higienizar los espacios, los elementos y las
personas, pero además, de establecer sobre los intereses particulares de los
empresarios una relación donde el Estado predominara, aunque difundiendo
conjuntamente el mismo paradigma del progreso.

En evidencia, la regularidad fue el cambio hacia la construcción de una ciudad,


en su acepción urbana; hacia el pluralismo cultural y político; y hacia la
industrialización en la economía. Con todo, lo que ocurrió fue un proceso, en
inicio, de tramas yuxtapuestas en donde se combinaron las viejas prácticas con
las nuevas imágenes, cada vez más fuertes en su instalación concreta. Ignacio
A. Guerrero resalta ante todo, un patriotismo propio de un sector empresarial
que pretende situar sus intereses en el interés general de una nación moderna,
por tanto soberana y limitada82:

[…] Pero antes de entrar en el fondo de la cuestión principal ú objeto de este


memorial, séame permitido protestar, de la manera más solemne y con la
franqueza y honradez que cumple á un hombre de bien, que mi socio no tuvo
en mira, ni pensó jamás en ofender la dignidad de esa Corporación, ni la
reputación y honorabilidad de cada uno de los miembros, pues nuestra

81
Ibíd.
82
“Las comunidades no deben distinguirse por su falsedad o legitimidad, sino por el estilo con
el que son imaginadas” Es así como la nación es limitada pues no se puede pensar en
términos de la humanidad; y es pensada como soberana por el momento histórico en que
nació, de revolución e ilustración, donde el pluralismo y la libertad es la matriz, el emblema y la
garantía de el Estado soberano; y por último es una comunidad puesto que la “fraternidad”, o
mejor el sentimiento horizontal –así prevalezca la explotación y la desigualdad económica-.
ANDERSON, Benedict. Comunidades Imaginadas. Reflexiones sobre el origen y difusión del
nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica, 2007. Pág. 24

52
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

conducta pública y privada dice bien claro que por educación y por las
creencias y principios que profesamos, sabemos respetar la autoridad
cualquiera que ella sea, sin descender al servilismo, y acatamos y estimamos
sus -- á todo ciudadano, por humilde que sea; pues nos formamos por fortuna
en la escuela de la república cristiana. [...] Se ha dicho que para remediar la
difícil situación económica que hace muchos años viene afligiendo á nuestro
país, situación que cada día se agrava más y más; fuerza desarrollar nuevas
industrias, pues que de ellas únicamente debemos esperar el remedio de
todos nuestros males; señalándose con razón, como una de las causas de
estos mismos males, las fuertes sumas en oro que tenemos que pagar en el
exterior; es decir que interesa disminuir esas sumas en oro para poder
equilibrar nuestra balanza comercial. Por esto han merecido con justicia votos
de aplauzo los Sres. Eder C. que con la fabricación de alcohol importable
para el uso del alumbrado, han visto a hacer casi desaparecer la importación
de petróleo, el ing. Ulpiano Lloreda que con unas fabricas de jabón y velas, ha
disminuido el consumo de artículos similares extranjeros, y el mismo Sr
Lloreda, como socio de los Sres. B López C. con el montaje de las fábricas "El
Peñón" y "El Progreso" para despergaminar café, pues sabido es cuán caro
se paga esa operación en los mercados de venta y los riesgos que en ella se
corren de un cambio del artículo por otro de calidad inferior, ---, Todo lo cual
representa muchos miles de pesos en oro, en un año; sumas que el Sr
Lloreda, la misma que los Sres Caicedo Puente C. han impedido, con las
fábricas salgan de nuestro país; y así no puede negarse que todas las que
dejo mencionadas, y otras muchas que callo, han prestado un verdadero
servicio al país, han hecho una obra patriótica. Ahora bien, deseando
nosotros por nuestra parte hacer algo en beneficio general y que
naturalmente nos hiciera derivar algún provecho, formamos el proyecto de
establecer una industria, si pequeña al principio, con el tiempo tal vez de
grande importancia y trascendencia, y con la timidez propia de quienes no a
crecido de grandes capacidades financieras y no cuentan con otro capital que
el pequeño que hemos adquirido después de mucho batallar para la
educación y sostenimiento de nuestros hijos, resolvemos acometer la obra
consagrándole una no pequeña suma de dinero y lo que es más las pocas
energías que nos quedan para el trabajo, tan disminuidas por el abatimiento
en que nos tiene la crisis presente que se pasea por todos los ámbitos de la
república. No obstante que la ley positiva nos dice ser nosotros dueños
exclusivos del agua que del acueducto público se derrama sobre nuestro
predio de “Sta Rosa”, y que podemos hacer de ello el uso que queramos- sin
ensuciarla puesto que va al río- previsión damos contra cualquier intriga en el
porvenir elevamos nuestro memorial de fecha de 2 de septiembre del año
anterior, por el cual pedimos permiso para hacer uso del agua mencionada, y
ofrecimos mantener limpio á nuestras expensas el cause del acueducto,
desde la toma hasta el extremo de nuestro predio citado; y bien el comprende
que fuimos exagerados en nuestra oferta pues el servicio que prestaríamos
al distrito vale mucho más que los $40.000 que los dueños de la fábrica de “El
Progreso” dieran por el permiso para tomar agua del río Aguacatal para uso
de su fábrica; y vale muchísimo más que ninguna gracias que el dueño de la
fábrica de “El Progreso” le hizo al distrito cuando con perfecto derecho tomó
el agua que pasaba por su predio se sirvió de ella, sin perjudicar el servicio á
que esa agua se tiene destinada hasta el presente.83

83
AHMC. Capitular # 185 (II) 1908 Folio 108-114

53
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

Luego de todo el anterior reconocimiento, al desarrollo industrial de Cali,


Ignacio A. Guerrero reitera su solicitud para el uso del agua, tras una negativa
por parte del Concejo, denunciando y abogando a la tradición de los privilegios
del gobierno español:

El Concejo después de madurar deliberaciones y de haber oído el concepto


de una respetable comisión compuesta del Señor Personero Municipal del
señor vocal Dr Francisco A Palau y del Fontanero Público, comprendiendo de
seguro el derecho que tenemos á esa agua sobrante del acueducto, accedió
a nuestra solicitud, y para el conducto de Sr presidente, que es su órgano de
comunicación, nos lo hizo saber: oficio N° 480 de 27 de noviembre de 1907-
Llama la atención del Concejo respecto a la fecha de nuestro memorial 2 de
septiembre y la de la Resolución del Concejo – 25 de noviembre- ; pues por la
Resolución del 3 de abril próximo pasado tal parece que el Concejo anterior
hubiera accedido a nuestra demanda sin un estudio previo y sin tener en
cuenta los intereses que le estaban conferidos. El Sr Evaristo García miembro
del actual y su presidente en aquella época, puede informar sobre la verdad
de todo lo que dejamos expuesto. […] [Respuesta a su derogatoria de la
resolución, alegan el derecho legalmente adquirido] Pero no es esto sólo: ya
he dicho que la ley – Código Civil Colombiano- nos da derecho al agua del
Acueducto y más aún á sus sobrantes; pues entre sus sabias disposiciones
está la de que las aguas que tienen ser – por entre predios de distintos
dueños, corresponden a los dueños de la fábrica de “El Peñón” había hecho
uso de un derecho perfecto […]. El Concejo se compone de un personal
ilustrado; y él sabe que hasta la fecha no se ha legislado sobre las caídas de
agua, pues si bien es cierto que en unos congresos ordinarios, el Sr Gral An.
Rafael Uribe Uribe presentó un proyecto regularizando su servicio, por
desgracia no tuvo el honor de ser ley de la República- No pueden por lo tanto
los distritos adueñarse, de manera poderosa, de las caídas de agua que haya
en su territorio, pues en el caso de que el legislador, en no lejana época lo
decretara así, tendría que preceder la indemnización previa para entrar en
posesión de esas caídas de agua […] No debe perderse de vista que los
derechos adquiridos por el distrito de Cali, como heredero del gobierno
español, son á una servidumbre del acueducto reglamentado por nuestras
leyes civiles, los cuales no desconocen los derechos de los dueños de los
predios sirvientes; ni debe olvidarse que el acueducto del gobierno español
fue el indispensable para el servicio de una fábrica y unas pocas casas; y así,
si en el tiempo de la República se le ha aumentado la cantidad de agua y á
ello no se opusieron nuestros antepasados, ni exigieron remuneración alguna,
fue por amor a la ciudad natal, y creo que los voceros de ésta en el día de hoy
no corresponden á esa generosidad y á ese espíritu público, ausentándolos a
los descendientes adquirido. […]

Seguro estoy de que pensareis con ánimo sereno é imparcial las razones ó
fundamento en que baso, por medio de este memorial la revocatoria de la
Resolución de 3 de abril y q dejes en todo su vigor la de 25 de noviembre de
1907, razones que compendiados son:

1° Porque conforme al Código Civil Colombiano las aguas que corren por
distintos predios pertenecen á los dueños de sus predios.

2° Porque esa ley no ha sido derogada, ni reformada y el Concejo no pueden


desobedecerla ni desvirtuar su espíritu;

54
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

3° Porque al conceder permiso al Gobierno Español para el paso del


acueducto para una fábrica por nuestro predio de Santa Rosa –sin
remuneración pecunaria alguna- fue naturalmente mediante el uso que se nos
concedió de hacer uso de esas aguas y de los sobrantes ó derrames del
mismo acueducto; y así desde su origen quedó gravado ese acueducto con
servidumbre á nuestro porvenir, servidumbre que no se nos puede negar sin
atropellar los fines de la justicia.

4° Porque para reforzar nuestros derechos á las aguas sobrantes del


acueducto y queriendo utilizarlas, aplicándolas á una industria, solicitamos el
permiso del Concejo y éste nos lo concedió por Resolución de 25 de
Noviembre de 1907.

5° Porque revocar esa resolución –cuatro meses después de dictada- y


cuando ya estábamos haciendo uso del derecho por ella concedido, es
causarnos muy graves perjuicios, es hacernos perder el fruto de nuestro
trabajo, el patrimonio que hemos de legarle a nuestros hijos; y nosotros no
podemos contemplar impasible ese despojo;

6° Porque siendo el sobrante de las aguas del acueducto las que hemos
solicitado y nos fueron concedidas; ningún perjuicio puede sobrevenir al
abastecimiento de la ciudad; y si algún temor pudiera abrigarse a este
respecto, para el porvenir, ello puede dejarse libre de todo peligro firmando un
documento -compromiso en que quede perfectamente establecidos nuestros
derechos y nuestros deberes: […]84

Dentro de algunas consideraciones por las cuales se le negó la petición de


servidumbre de las aguas a Guerrero & Co. se encuentra la de la presidencia
del Concejo Municipal, en cabeza de Belisario Zamorano, quien la juzgaba con
mucha gravedad y singular trascendencia, “por cuanto se trata de una
concesión que, aunque no fuera gratuita, es de suma gravedad para el Distrito
en lo relativo al servicio de aguas del Acueducto; y con mayor razón lo es, por
cuanto la oferta de conservar limpia una parte de él y no como una exclusiva
ventaja para el uso que de él hubiera de hacerse, no compensa en lo mínimo,
el enorme provecho que hubiera de obtenerse de tal concesión, y de grave
perjuicio que de allí resultará”, lo que llevó a que se resolviera no acceder a la
petición que con resolución; el 25 de noviembre se informó:

1. Que el Concejo no puede ni debe constituir servidumbres de ninguna clase


sobre objetos ó propiedades que son de su dominio, como el acueducto
público, ó siquiera sea sobre las corrientes de los ríos, quebradas ó caídas de
agua pertenecientes á la provincia; 2. Que esos ríos, esas quebradas ó
caídas de agua, son una verdadera y positiva riqueza de ella, que en nada
pueden utilizarse en bien del respectivo distrito, ya utilizando las fuerzas
automáticas que ellas representan en infinidad de caballos de vapor, ó ya
enajenándolas por medio de privilegios ó contratos, á tiempo fijo á
particulares, en cambio de crecidas remuneraciones. 3. Que aun dado este
caso, es muy grave para el Distrito establecer servidumbres, por los prejuicios
imprevistos que en el porvenir sobrevendrían. 4. Que las aguas que se

84
Ibíd.

55
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

derraman en el escape de que se habla no es al río a donde deben botarse,


sino al acueducto mismo, y si hoy no resuelven por incapacitar de éste, no
sucederá así en lo sucesivo, por estarse ampliando aquel. 5. Que el
otorgamiento de una escritura sobre la concesión que solicitar los Sres.
Guerrero y Co, no es otra cosa que el establecimiento de una servidumbre
sobre el acueducto público. 6. Que fácilmente se pueden evitar los perjuicios
de que se quejan los señores Guerrero & Co en caso de ser excesiva para la
capacidad del acueducto, avanzando las infiltraciones ó riegos del citado
85
acueducto, ó haciendo algunas reparaciones á los escapes.

En respuesta al presidente del Concejo Municipal, José Miguel Guerrero G. en


representación de los intereses de la Sociedad Guerrero & Co. y para el
conocimiento de la corporación, expuso:

[…] pedimos respetuosamente á esa Honorablemente Corporación, se sirva


reconsiderar, en acatamiento a la justicia y equidad, á los verdaderos
intereses del municipio, y á la fe pública, y á la seriedad que primar debe, en
todos los actos de las corporaciones, como las que UU formar, creadas para
fomentar, nó para entrabar el desarrollo de las industrias locales. -Fundo mi
solicitud en las razones siguientes: 1a. En que el primer considerando de la
resolución es falso, y atentatorio, por ser opuesto á disposiciones legales
positivamente y terminantes; porque conforme al código civil, las corrientes de
agua que nacen y mueren dentro de un predio, son del dueño del predio, y las
que tienen su curso por entre predios de distintos dueños, corresponden á
medias á los propietarios riberanos y no á la Provincia, los que pueden hacer
uso de esa aguas para aprovechar su fuerza, sin mas obligación que
devolverlas limpias á los arroyos de donde han sido tomadas, cuando son de
uso público. 2a. aun cuando no se pudo negar que los esos ríos, ó esas
quebradas de agua que pueden utilizarse, como fuerza, sean una riqueza, lo
mismo que las pendientes que les dan caída; interno se reforme la legislación,
expropiándolos á los que hoy son sus dueños, para cedérselo al Municipio, no
es cierto que solo el Municipio sea dueño de esa riqueza; y tan es así que si
hoy mismo quisiera el Municipio aumentar el caudal de aguas que corren por
la acequia que con algunas condiciones, como la de hacer uso de esa agua,
en n/ propiedad, si pretendiera, claro está que tendríamos pleno derecho de
cobrar por ese aumento, que altera la servidumbre; lo mismo que si nosotros
necesitáramos aumentarla para n/ costa por el mismo acueducto que hoy
recorro n/ dominio. Asi como también nosotros respetando la zona que limita
la servidumbre, que no es mas que un metro á cada lado de la acequia,
podemos, sin que nadie, ni mediar despojo, impedirnos pueda, que
levantemos cualquier establecimiento y aprovechemos en él las aguas que se
derraman y seguirán derramándose en n/ predio por requerirlo así el sistema
de acueducto existente ya por sus malas condiciones de nivelación, como por
su capacidad insuficiente y que solo vence estos inconvenientes, por presión
que en n/ predio se le hace. 3° Que los derechos adquiridos por el Municipio,
como heredero del gobierno español, son a una servidumbre de Acueducto
reglamentado por nuestras leyes civiles, sin desconocer los derechos de los
dueños de los predios sirvientes. Que falta á la equidad y á los principios de la
mas trivial justicia no puede negársenos el permiso que solicitamos, pues se
ha consentido que los industriales de la Fábrica del Peñón, se utilicen del
agua del acueducto, mediante la circunstancia de que su predio no sufre la
servidumbre del acueducto, sino mas bien lo beneficia, pues el viaducto que

85
AHMC. Capitular # 185 (II) 1908 Folio 119-120

56
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

lo contiene le presta el servicio de cerco; y los industriales de dicha fábrica


toman el agua que positivamente debiera servir para el abastecimiento de la
ciudad; y después de usarla la emplean en regar su predio, en donde se
envenena con todos los detritus de los animales que allí pastan en esas
condiciones, vuelve la río que es de uso público, y que lo que pedimos
nosotros es recoger las que se derraman por necesidad, en n/ predio, y que
no pueden, sin proceder atentado contra la propiedad ser utilizadas por nadie,
y devolverlas en estado de pureza y más oxigenadas al lecho del río y adonde
pásele a quien le pasare, es forzoso que vuelvan; porque sin el servicio de
presión que ellas ejercen no entrarían al acueducto la cantidad de agua que
entra, y sin el escape forzoso, inutilizarían el acueducto existente, el cual no
fue construido para abastecer íntegramente la ciudad y la fábrica del peñón,
sino para el servicio de la fábrica española y cuatro casas de esta ciudad.86

Finalmente, el asunto se resolvió a favor de la Sociedad de Guerrero y Co. a


través del Acuerdo N° 7 (23 de Noviembre de 1908) por el cual se concede
permiso a los señores Guerrero y Co para tomar del río Cali el agua necesaria
para una industria, fundamentalmente para movilización de la rueda hidráulica
de exclusivo uso industrial para trillar o moler granos. En el numeral quinto se
aclaró que dicha concesión no le quitaba al Distrito el derecho de usar toda el
agua del río para el uso de la ciudad, fuera esta para el acueducto de ese
momento, o para el metálico que se iba a establecer en un futuro o para la
planta eléctrica; y que en estos casos, si no sobraba no podían reclamar parte
de esa agua para el uso de su industria, que desde luego no estaban obligados
a pagar el canon, pues lo que se gravaba era el uso del agua.

Toda esta discusión para los usos del agua en la industria denotó una serie de
significados que sobre el progreso tuvo la élite política y empresarial de Cali.
Dichos significados fueron transmitidos históricamente por el pasado colonial.
Pero una creación de los roles y las nuevas ideas de industrialización y el
progreso en la conformación de ciudad empezaron su instalación en el sistema
de valores que comenzaban a ser reproducidas y puestas en circulación a
través del lenguaje, de los conocimientos, de los hábitos en la vida urbana y,
globalmente, en la asimilación de la modernización que cohesionaba, más o
menos, el contexto histórico de Cali.

Para ser un sujeto de Cali, en 1911, se necesitaba comprender, o dejarse


inducir a la comprensión por parte de la élite económica y política, el cambio al
que se estaba induciendo a Cali por vía de la modernización. Alberto Carvajal
publicaba en la prensa un artículo titulado “Por Cali. Eres reina y señora del
Valle”:

Según noticias del Gobierno americano, el canal de Panamá estará abierto en


1913. Para esa época habrá llegado á Cali el Ferrocarril del Pacífico. Nadie,
ni el más previsor, podrán imaginar cuánto influirán ésos dos acontecimientos

86
AHMC. Capitular # 185 (II) 1908 Folio 121-125

57
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

en el progreso general del Valle y en el de la ciudad de Cali en particular. Cali


será necesariamente un emporio comercial é industrial, un centro de primera
clase. Es preciso, en consecuencia, que nos preocupemos con ello desde
ahora que vamos echando las bases de la ciudad futura. Está anunciada la
regia visita de la civilización y del progreso y tenemos que prepararnos para
recibirla. Dos años son muy cortos para los preparativos. Si no tuviéramos
acueductos capaces ¿cómo se proveerán de agua las construcciones
nuevas? Si no están arregladas las calles ¿por dónde van a rodar los
omnibus y los automóviles?[...] Si no nos preocupamos con el aseo, la
higiene y el ornato de la ciudad, ¿cómo podremos hacerla amable a los que
lleguen á compartir nuestra vida y nuestra labor? Todo esto, y mucho más,
hay que comenzarlo desde ahora. Tenemos para iniciar esos trabajos un
excelente Concejo Municipal y una Junta de Ornato que ya ha mostrado cómo
con un esfuerzo sostenido se pueden hacer mejoras en la ciudad. Pero
nosotros quisiéramos que á esas dos entidades les dieran los buenos hijos de
Cali el apoyo de sus indicaciones, de su entusiasmo y de su dinero. No es
buen ciudadano el que no propende al adelanto de la ciudad donde vive y
donde gana su vida. El jefe de un hogar no admite en su casa á gentes ni
aún a sus hijos que lo exploten en vez de ayudarle con su trabajo, con su
dinero ó siquiera con su cariño. Tal debiera pasar en las ciudades. Veamos,
pues, todos los hijos de Cali todos, hombres y mujeres, viejos y niños á
construir con algo ideas, dinero, propaganda, para el engrandecimiento de la
ciudad querida, de la Reina del Valle. En otro á otros artículos hablaremos de
lo que se puede hacer y cómo se debe hacer, Caleño.87

El Estado, por medio de la figura del Concejo Municipal, mostraba la


canalización de muchos tipos de intereses que emergían en la ciudad, pues
era a esta corporación a la se remitían las discusiones, las peticiones, se
generaban los proyectos de acuerdo y demás disposiciones, propias o
encargadas a estamentos e instituciones que se especializaban en sectores de
público interés (educación, salud, ornato, policía, etc.). El alumbrado público
representó constante y crecientemente una demanda, la cual fue tratada a
través de Inspectores de Alumbrado que verificaban las necesidades y se las
trasladaban al Concejo para que este emitiera una resolución a la Compañía de
Luz y Fuerza Eléctrica para su instalación, según lo estipulaba el contrato

Por el muy digno conducto de Ud. Roberto Buenaventura solicita a la


Corporación que dicte las medidas conducentes a fin de subsanar una falta
relacionada con el Alumbrado Público; y es que se provea de un foco el
centro de la cuadra de la carrera 3° comprendida entre las calles 9° y 10°,
foco necesarísimo en ese punto; pues, a más de la lobreguez que impide el
tránsito, es muy apropiado el sitio para que los cacos penetren al interior de la
manzana a hacer sus fechorías.88

También, los vecinos del barrio San Nicolás solicitaron al Concejo la instalación
de focos de luz para la calle 21, entre la carrera 7ª y la carrera del tranvía, al

87
Correo del Cauca # 848. Julio 4 de 1911.
88
AHMC. Capitular # 204, 1918 Folio 34.

58
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

igual que la carrera que iba desde la 7ª hasta la 22. “Nos permitimos hacer esta
solicitud, tanto por razones de moralidad, como de seguridad para nuestros
intereses, pues como los predios adyacentes a las expresadas vías
permanecen en completa obscuridad, se convierten en lugares para toda clase
de irrespetos y en centros escogidos por los enemigos de la propiedad ajena.”89

En el memorial de las peticiones de los habitantes del barrio La Merced y San


Antonio, el 31 de julio de 1916, sobre las "necesidades" de "inmediato remedio"
se encontraba la reparación de la Pila de Jaime, la extinción de un foco de
insalubridad en la calle que va al Charco de La Estaca y el mejoramiento de
esa vía, la suspensión de la extracción de tierra de las orillas del río en el
mismo sitio; y la reparación de la carrera 4ª, entre las calles 2ª y 3ª, pues tales
barrios son de importancia para el tráfico. El Concejo acoge, entonces, todo
tipo de problemas públicos de la ciudad, pero le corresponde únicamente
legislar, y en ello, informar a la sociedad que, son los entes especializados o
comisiones encargadas dentro del mismo Concejo las designadas para
adelantar inspecciones e informes puntuales de alguna situación. El lugar
preciso para revelar la contradicción del propio proceso de modernización es la
relación que tiene los habitantes como contribuyentes-peticionarios y el
Concejo Municipal:

El Concejo legisla pero no ejecuta, el Concejo señala las funciones de los


empleados del Distrito, establece los deberes de los ciudadanos y les señala
a unos y otros las faltas en que incumplen. No puede por lo tanto el Concejo
invadir un campo que le está vedado. [...] Público es el mal estado de la "Pila
de Jaime", que tan importante servicio presta a ese populazo barrio y es
innecesario encarecer la inferencia de la medida que se solicita [...] Los
concuidadanos reclamando mejoras importantísimas e inaplazables, como el
establecimiento de un servicio veterinario que vigile la matanza de las reces
que se dan la abasto público. La -- pidiendo la corporación de las calles y
carreras y avenidas de la ciudad; la división de higiene exigiendo el
cumplimiento de acuerdos vigentes sobre higiene y deberes de simple
humanidad, como la construcción del hospital --; el Concejo mismo afrontando
de hecho el manejo del problema de la construcción de un acueducto
metálico a presión; [...] la ciudad diciendo a grito herido, para que todos lo
oigan; y mostrando al derecho, para que todos lo vean, que no es cierto el tan
mentado progreso de Cali, pues aquí no hay policía, ni cuerpo de serenos
pagados por le distrito que garanticen la vida y la propiedad de los
ciudadanos, aquí el agua, elemento de vida, ni generen seguro de muerte; la
luz que en otras partes es fuente de recursos para el tesoro del distrito, aquí
lo es para una compañía que usufructúa un contrato eterno para los que en él
intervinieron y el que de vida de grillete de esclavitud para los que de esa luz
tenemos necesidad de hacer uso; el pavimento de nuestras calles es el peor
de la República; el alcantarillado no existe, pues los caños de desagüe son
tan defectuosos que loas aguas sucias se unen a cada paso con las aguas
clamadas puras; no existen locales para escuelas; no hay un hospital, ni un

89
AHMC. Capitular # 211 (II) 1922 Folio 342

59
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

asilo del municipio, ni un lugar de refugio para la ancianidad desfavorecida, ni


90
los niños desamparados tienen un lugar. .

La manera de canalizar las tensiones fue expresada, como todos esos y más
propósitos de ciudad, en la realización del teatro. Una sala de cirugía moderna,
como se encontraba dentro de los propósitos modernizadores del Distrito, no
se obtuvo mientras no se acometiera una serie de organizaciones fiscales,
mientras no se duplicaran el presupuesto de rentas, con el aumentado del
canon de ciertos impuestos, y la creación de otros más.

La preocupación por el cuidado del recurso público-hídrico comenzó a ser


recurrente y con ello una serie de disposiciones y medidas legales. El
Congreso Superior de Sanidad, en su jurisdicción nacional, expidió el Acuerdo
Nº 11 de 1914 (25 de mayo) sobre la provisión de agua en las poblaciones y
predios rurales y éste fue publicado en Cali a través del Correo del Cauca
como “aguas de uso público”, con la fuerza de ser aprobado por el poder
ejecutivo nacional para todo el país:

El Consejo Superior de sanidad en uso de sus atribuciones legales y


CONSIDERANDO: Que las aguas de los ríos de que se abastecen los
habitantes de algunos municipios llegan alteradas e impropias para el
consumo de los moradores de la parte baja, debido a que en sus cabeceras
se arroja la cereza del café y otros materiales en su composición y las hace
insalubres, ACUERDA Artículo 1° Cuando una población, un Corregimiento o
varios predios vecinos se provean del agua de un río, arroyo o acequia en
común, es prohibido establecer en la parte superior lavaderos o ejecutar
cualquiera operación que pueda alterar su composición y hacerla nociva para
la salud. Artículo 2° Es prohibido, igualmente, arrojar a las corrientes de agua
de uso común los despojos de empresas industriales, tales como la cereza
proveniente del café despulpado, el bagazo de la caña de azúcar, basuras,
inmundicias o cualquiera otra materia orgánica en descomposición que la
altere o la haga impotable. [...] Artículo 3° Prohíbase también establecer
excusados en las partes altas de las fuentes o corrientes de agua que sirven
para el uso de varios moradores de predios vecinos y derramar directamente
en ellas toda materia excrementada. Los excusados se establecerán a
distancias convenientes de las fuentes y corrientes de agua, de modo que no
puedan contaminarlas sus productores.91

En el proyecto de acuerdo “por el cual se dictan medidas tendientes a


conservar el caudal de aguas del río Cali e impedir que se hagan insalubres”,
presentado en septiembre de 1920 al Concejo Municipal, contemplaba en sus
considerandos el reconocer que la ciudad había crecido y el caudal de agua
había disminuido, según los aforos científicos practicados en los últimos 10

90
AHMC. Capitular # Tomo 199 (II) 1916 Folio 239-242
91
Correo del Cauca # 1508. Julio 21 de 1914

60
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

años, y que los caudales que pasaban por predios de particulares y terrenos
secos generaban un desperdicio; y que ante el desarrollo de la ciudad no
tendría capacidad para abastecer sus necesidades. Se acuerda, entonces, por
medio de compra por escritura pública, adquirir los predios aledaños al río Cali
y los de los afluentes Aguacatal y las Nieves, por la rivera izquierda; Cabuyal y
Pichindé por la derecha.

las zonas de particulares que el Municipio debe obtener en las riveras del río
de Cali son las que se encuentran de la bocatoma del acueducto nuevo hacia
arriba. Artículo. Podrán celebrarse, en vez de compras de las zonas
existentes en las ribera de los ríos Cali y sus afluentes expresados en el
artículo 2, contratos por escritura pública en que los dueños hagan constar
que limitan su dominio comprometiéndose a no levantar edificios ni
habitaciones de industrias que perjudiquen la salubridad de las aguas y a
conservar los bosques en tales zonas existentes y platarlos (Sic) allí donde no
se encuentren. Parágrafo. Para esto último se conceder para a los
propietarios un término razonable a juicio del Concejo, y si, vencido ese
término, no se hubiere cumplido con lo estipulado, serán obligados los dueños
a vender al Municipio la respectiva zona por el precio de las que se hallaren
mas próximas y en iguales condiciones; pero se descontará de ese precio el
valor de los bosques destruidos y el de los no plantados como igual a la mitad
del terreno.92

El proyecto fue aprobado en primera sesión y se pidió que se pasara para


segundo debate, no para corregir, sino añadir que al Inspector de Bosque se le
permitiera volver más eficaz su trabajo de sancionar a los infractores de
acuerdos y ordenanzas, ya que no tendrían autonomía y se le transfirieran las
funciones de inspector de policía.

El agua vista, pues, como un bien de interés general se comienza a afianzar en


la discusión, relacionándola con el debate de la gratuidad del servicio. Las
instituciones religiosas constantemente solicitaban al Concejo que se les
proporcionara el servicio sin costo alguno, como tradicionalmente se había
hecho bajo la egida del imperio colonial. Así, Fray Carlos Delgado, Guardián
Superior en el Convento de San Joaquín, de la Comunidad Franciscana de la
ciudad, solicitó el 6 de noviembre de 1919 a la Junta Constructora del
Acueducto que intercediera ante el Concejo por el convento para que, ya que
se cambiaría al servicio de agua por acueducto metálico, y que como "desde
tiempos inmemorables" gozaban de 18 pajas de agua de manera gratuita, el
Distrito les continuara concediendo tal beneficio, con el moderno, ya que ellos
hacían votos de pobreza al ingresar a su comunidad, con lo cual no les era
posible contribuir para su instalación y servicio, y para esto adjuntaban
certificados de fontaneros que daban fe de ese beneficio “siempre”.93 También,
se recibió por parte de la comunicación del Concejo para que la Junta instalara

92
AHMC. Capitular # 207 (II) 1920 Folio 75-76
93
AHMC. Capitular # 209 (II) 1921 Folio 303

61
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

en los Conventos de las monjas Carmelitas, La Merced y San Francisco


sendas instalaciones de agua del Acueducto metálico, con las advertencias que
la instalación para el de San Francisco era a cuenta del Municipio, inclusive los
excusados inodoros.94

A través de un memorándum, del 21 de febrero de 1921, se dispuso a prestar a


las siguientes instituciones el servicio gratuito de agua del acueducto a presión:
Casa Municipal, Palacio de Justicia, Palacio Episcopal, Gobernación del
Departamento, Teatro Municipal, Plaza de Mercado, Matadero público, Asilo de
Mendigos, Colegio Santa Librada, Clínica Antivenérea y Sala de Maternidad
(Versalles), Hospital San Juan de Dios, Convento de San Francisco, Convento
de Monjas Carmelitas, Hermanas de Caridad de Santa Rosa, Hermanas de
Caridad San José, Orfelinato de la Merced, Iglesia Catedral, Iglesia Santa
Rosa, Iglesia de la Ermita, Iglesia de San Nicolás, parque de Caicedo, parque
de San Nicolás, parque de Bolívar, parque del Centenario, parque de Colón95.

No obstante, cuando la Junta Constructora del Acueducto pasó la nómina de


las instalaciones gratuitas de agua al Concejo, éste optó por tomar una nueva
determinación con referencia al recurso. Descartó de ese memorándum
algunos establecimientos que eran de propiedad del Municipio. Los parques de
la ciudad, la plaza de mercado, el matadero público y el local de la Clínica
antivenérea y la sala de maternidad quedaron por fuera de la consideración de
la gratuidad. A los establecimientos de propiedad particular también se les
retiró la gratuidad, pues el Concejo no podía concederles un servicio gratuito de
agua gracias a la disposición de la ley 4° de 1913 (inciso 5° del Art. 171) que
prohibía aplicar los bienes y rentas municipales a objetos distintos del servicio
público. Y así lo ordenó a la Junta.96

La escisión entre los asuntos públicos y privados en la prestación de servicios


se visualizaba en la manera de abordar los límites de las responsabilidades de
un aparato que comenzaba a definirse en la modernización del Estado. No por
tanto los privados dejaron de solicitar los servicios, más bien se extendía un
sentido de referencia con el patrón del progreso que se empezaba a instalar.

El presidente de la Junta Reconstructora de la Iglesia de Santa Rosa y los


habitantes del mismo barrio, aludiendo al interés por el embellecimiento de la
población, solicitaron atentamente al Concejo disponer de 8 focos de luz en el
parque de Colón, que fueron inaugurados el 20 de julio de 1921.97

El inspector del alumbrado pidió que no solo se colocaran los 8 focos, sino 4
más, tras haber realizado una inspección al lugar. Llamó particularmente la
atención del Concejo el interés que los vecinos habían puesto por mejorar ese

94
AHMC. Capitular # 207 (II) 1920 Folio 308
95
AHMC. Capitular # 209 (II) 1921 Folio 378
96
AHMC. Capitular # 209 (II) 1921 Folio 379
97
AHMC. Capitular # 210 (I) 1922 Folio 461

62
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

lugar, al punto que en tan solo tres meses, había sido tal el adelanto del sitio
que afirmó que dentro de poco se superaría a los otros parques si los trabajos
seguirían realizándose de manera efectiva: “La animación y concurrencia de los
vecinos es abundantísima y llena especialmente el ánimo de esperanzas”.98

La mirada diferencial en el desarrollo de la obra fue denunciada también al


Concejo que, según los ciudadanos, había desarrollado trabajos de ornato,
embellecimiento y comodidad en la parte oriental y central de la ciudad, pero en
el sur “no se ha construido una sola calle, ni una alcantarilla, y ni siquiera se le
ha puesto agua potable, elemento necesario para la higiene y salubridad de
esta sección de la ciudad donde vivimos y cuyos intereses representa esa
Honorable Corporación”. 99 Solicitaron, básicamente, la construcción del
acueducto metálico a presión y las calles de la 8ª y 9ª hasta llegar a la calle 15,
donde se colocó una fuente pública.

Por su parte, la Junta de ornato y mejoras


públicas comunicó algunas proposiciones del año
1921: N° 38 "Dígase al H. Concejo Municipal que,
habiendo conseguido esta Junta la limpieza del
Parque de Mallarino, se hace indispensable la
pronta instalación de veinte (20) focos de luz
eléctrica en ese parque, para impedir que las
gentes inciviles, que han convertido ese sitio en
excusado público, continúen formando allí focos
de infección que hacen intransitables ya el paseo
por el puente", y la N° 42 propone construir
orinales, por la higiene y la moralidad pública en
vista del aumento de la población fija y flotante, la
cual se emprenda de manera suficiente en todos
los barrios, o por lo menos en los más
Inodoros por falta de instalaciones
concurridos.100 domésticas de agua. Correo del
Cauca # 1927 Noviembre 29 de 1915

Luis E. Garrido, en representación de la escuela de varones N° 2 de Cali,


solicito al Concejo, en virtud de "la salud de los educandos" que contaba,
según la matricula de ese año, con 350 "alumnos", cuando su capacidad era
de 150 en San Nicolás. Fue de esperarse, decía Garrido, que habiéndose
conocido lo anterior se procediera a proveer al plantel de un local capaz para el
número de alumnos con que cuenta. Además el local carecía de agua potable y
excusados inodoros, de muebles suficientes e higiénicos, carecía de las más
98
AHMC. Capitular # 210 (I) 1922 Folio 462-463
99
AHMC. Capitular # 211 (II) 1922 Folio 286
100
AHMC. Capitular # 209 (II) 1921 Folio 137

63
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

rudimentarias reglas pedagógicas, de 2 talleres y pupitres, uno para la


profesora.101

Relator # 2096, Mayo 20 de 1924

Comercio de artículos para Baños.


Relator 1923

El consumo de dispositivos de higiene y ornato en la ciudad comenzó a crecer


a partir de la década de 1920, lo que implicó un cambio en las prácticas
cotidianas de la población, en las que indudablemente la prestación de
servicios públicos tuvo total injerencia. Aun así, este fenómeno no se escapó
tampoco, de su contradicción mientras en la prensa local se difundía el
comercio de baterías sanitarias, cocinas eléctricas y bombillos,
electrodomésticos e instalaciones domiciliarias de agua.

Así, existió una regularidad en las peticiones de particulares de los diferentes


barrios y sectores de la ciudad solicitando los nuevos servicios. Ocurrió,
también, paralelo a ello, y aunque no oficial ni puesto de manifiesto, prácticas
de arraigo colonia. El peso de la permanencia material de la ciudad influyó en
la vida social de los habitantes de Cali. Lo que sucedió con la lenta
modernización material de la ciudad con respecto a la obra del acueducto fue
precisamente la distribución del agua a través de la red metálica, la cual fue
continua y no logró cubrir sino hasta 1928 un total aproximado de la ciudad,

101
AHMC. Capitular # 207 (II) 1920 Folio 90

64
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

siendo que los tanques del Acueducto de San Antonio y su canal de


conducción fueron realizados entre 1918 y 1919.

No tan calmo ni tan completo fue el proceso de modernizar los servicios, ni la


vida de los habitantes de Cali. Toda la dificultad financiera que las obras
presentaron se trasladó directamente a la forma de resolver las necesidades
de la población. Sin embargo, el fenómeno social y cultural de las lavanderas
del río Cali generó en 1924 un conflicto, pues se presentaron unas
disposiciones por parte del médico de sanidad y el Alcalde.

Ignacio Torres Giraldo en su anecdotario, menciona que:

Hacia finales de 1923 y principios de 1924 el río Cali era un espléndido


espectáculo. Las lavanderas, gremio muy numeroso lo ocupaban durante el
día desde el barrio El Peñón hasta la calle veinte con sus puestos de trabajo,
el tendido de ropas en el malezal de sus orillas e inclusive con improvisadas
instalaciones de las madres que llevaban a sus chiquillos y hacían allí sus
alimentos. Además este río del pueblo tenía sus ensenaditas, charcos y cejas
de playa que constituían pequeños paraísos de bañistas acompañados a
veces de romances de amor. Todo muy romántico. Pero un alcalde
progresista (el payanés doctor Olano) se dio a la tarea de modernizar el río y
empezó dictando un decreto por el cual los bañistas se irían para arriba de El
Peñón y as lavanderas debajo de la calle veinte102.

Lavanderas a la orilla del río Cali, cerca del Puente Ortiz (1920).
Fuente: Archivo Fílmico y Fotográfico del Valle del Cauca

102
TORRES GIRALDO, Ignacio. Anecdotario. Cali: Universidad del Valle, 2004. Pág. 96-97.

65
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

Prescribir alejar el lugar del trabajo del gremio en condiciones, que aquellos
denunciaron como, inadecuadas, generó la molestia de las lavanderas que
contaron con el apoyo y orientación de Torres Giraldo. Remitieron, según
Torres, un memorial al Alcalde en el que solicitaban que se dispusiera de la
construcción de lavaderos públicos y que además se aplazara la fecha de
despeje de la zona central del río. Aunque la construcción de los lavaderos
públicos no se llevó a cabo, las lavanderas presionaron e hicieron deponer la
medida por un buen tiempo.

En el Relator, también se mencionan las disposiciones de algunas de las


autoridades de Cali como las del Médico de Sanidad, quien promovió ese
cambio en las prácticas de las lavanderas del río Cali. Esa vieja actividad que
fue objeto de los nuevos cambios hacia las prácticas higiénicas, el
ordenamiento del ornato y el embellecimiento de los espacios públicos, fue
defendida en franca lid por aquellas lavanderas. El hecho ocurrió en las
sesiones de mayo de 1924 el Concejo abrió sesión con la presencia de los
concejales Tenorio, Córdoba, Pérez, Correa, Rengifo Gonzalo, Paz, Vernaza y
Palomino, junto del Personero municipal y el Alcalde. Por su parte, las
lavanderas acudieron a las barras del Concejo para ejercer presión y lograr
tumbar la resolución del Médico de sanidad. La situación fue tensa, según el
relato, y después de mucho tiempo se resolvió a dar algunas consideraciones
sobre el asunto. En una clara intervención política del concejal Córdoba, de
tendencia liberal, éste declaró que

sería perjudicial en extremo no atender a un gremio que es llamado el último


de las capas sociales, pero que es para el liberalismo uno de los primeros […]
no hemos perjudicar a este gremio que en estos momentos está defendiendo
su subsistencia con su actitud respetuosa y varonil. Además, al hablar hoy
con distinguido médico de la ciudad, éste me hizo patente el hecho de que el
sol alcanzaba a purificar esas ropas y, en esa virtud, debemos ser un poco
indulgentes y no dejarnos llevar por los escrúpulos.103

El concejal Palomino avanzó, incluso proponiendo que se prestara atención a


la intervención del Ingeniero Municipal, con el fin de que se resolviera el
problema del alcantarillado que debía recoger las aguas sucias que estaban
convirtiendo en insalubres las aguas del río. En resumen, la intervención del
Médico rechazó la tesis de la purificación del sol y agregó que las ropas de las
lavadoras eran “nada aseadas” y que éstos y el conjunto de desagües del río
estaban provocando una contaminación del río, con lo que justificó la
necesidad de su resolución.

Aunque el servicio de alcantarillado se mantuvo atrasado hasta muy entrado el


siglo XX, la falta de universalización de dispositivos en los domicilios para el

103
Relator # 2096, Mayo 20 de 1924

66
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

aseo, fue la fuerza material preponderante para que existiera una práctica
como la de lavar en el río. De una manera más seria el concejal Vernaza
repuso:

yo creo que lo más práctico es que se distribuyan en todas las casas


lavaderos como se hace con los excusados, y es preciso convenir en que Cali
carece al fin y al cabo, no solo de lavaderos sino también de excusados. El
señor Médico, antes de ponerse a dictar esas resoluciones, lo que debe hacer
es propender al establecimiento de lavaderos, como existe en todo país
civilizado.104

“Lavanderas del río”. Fuente: ROLDÁN, Carlos Alberto. Santiago de Cali.


Estampas de ayer, imágenes de hoy. Cali: Fundema, 2006.

La sesión del concejo se cerró con las palabras del Alcalde, quien reconoció el
trabajo por la higiene pública del médico de sanidad, pero pidió, igualmente,
que se retirara la resolución, pues las peticionarias tenían justas razones y la
ciudad debía resolver las necesidades que se imponían con más fuerza. El
médico agradeció el reconocimiento y agregó que:

me complace que en la discusión de este asunto se haya obrado con justicia


para con quien como yo, no he hecho sino cumplir con mi deber. Es evidente
el adagio aquel de que no hay mal que por bien no venga, pues este miting,
ha traído como consecuencia final que los concejales se den cuenta de las
medidas urgentes e inaplazables que es necesario adoptar en pro de la
salubridad pública. Yo estoy seguro que si antes de dictar la resolución tantas
veces --, hubiera venido aquí al Concejo a insinuar la conveniencia de los

104
Ibíd.

67
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

lavaderos, no se me hubiera oído, o si se me hubiera atendido, habría sido


con negligencia.105

Así terminó la sesión, con el acuerdo de revocar la resolución y con la idea de


instalar lavaderos públicos municipales, aunque no prosperó.

La manifestación de los ritmos con los que fueron estableciendo los servicios
domiciliarios pueden observarse, asimismo, en la respuesta dada por la oficina
de ingeniería municipal al memorial de los vecinos de la calle 15. Dice el
Ingeniero Municipal que en el caso que apuntan los vecinos de la calle 15,
entre la avenida Uribe Uribe y la carrera 2ª, era “una de las muchas que
ocurren en la ciudad como consecuencia de la instalación del Acueducto
Metálico en barrios que carecen de alcantarillas: el desagüe de las nuevas
instalaciones -lavables, baños, lavaderos de cocina, water-clasets, etc., - va a
dar a la acequia superficial con todas las consecuencias pésimas que ese
sistema de acequias; y, a veces, ni tal acequia existe.”106

Existía así un reconocimiento de la población en general, de las posibilidades


de modernización, la cual se hizo a través del consumo de dispositivos y
modelos desarrollados en Europa y Estados Unidos fundamentalmente. El
consumo, en términos de ideas, había avanzado y en el comercio se
vislumbraban inmensas posibilidades. Al suroccidente de la ciudad, los
habitantes resaltaban los elementos del atraso, muchos de los cuales llevaron
con ellos el camino que debía tomar el estado para buscar una solución.

1° Que las tres alcantarillas principales de esta parte de la ciudad al quedar


descubiertas en Patio Bonito, en la carrera 8a. Y en el camellón del cascajero,
centros urbanos todos tres muy poblados, constituyen un foco permanente de
infección para los habitantes del citado barrio, como puede comprobarse
fácilmente. 2° Que en tiempo de lluvias, estas acequias se desbordan,
inundan los terrenos vecinos, y forman criaderos permanentes de mosquitos.
3° Que este estado anormal de cosas, peligroso para la salubridad, es
susceptible de arreglarse económicamente, como se puede comprobar con
solo verlo. 4° Que e esta misma fecha nos hemos dirigido a la Gobernación
para ver si en beneficio de la higiene pública ella puede intervenir y ayudar al
municipio a evitar estos peligros. 5° Y que por lo anteriormente expuesto
solicitamos a la H. Corporación Municipal estudie el problema con el amplio
criterio que la distingue y si lo tiene a bien ordene a las autoridades
competentes estudiar el problema y ponerle remedio, todo de acuerdo con la
Gobernación del Departamento, pues abrigamos la seguridad de no ser de
oídos de ella.107

También desde el despacho de la ingeniería Municipal se refirieron a la


insinuación de una resolución N° 42 de la Junta de Ornato y Mejoras Públicas,

105
Ibíd.
106
AHMC. Capitular # 211 (II) 1922 Folio 401
107
AHMC. Capitular # 217 (I) 1926 Folio 67

68
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

que buscaba una solución a la problemática, ya no sólo para instalaciones


sanitarias domiciliarias, sino también públicas:

Está por demás encarecer la conveniencia y la necesidad del establecimiento


de excusados públicos, o cuando menos de orinales, en el recinto de la
ciudad. Este es un problema, ya encomendado desde antes a la Ingeniería
Municipal, mas cuya solución a más de las dificultades económicas, hoy en
día en vigor crítico para todos los erarios, tropieza con otras diversas, aún de
orden cultural, como lo es la incivilidad de nuestro pueblo. Es triste recordar
aquí que la empresa del Ferrocarril del Pacífico tuvo que suprimir en la
Cumbre unos excusados que había establecido para el uso público. Debe,
pues, en mi concepto, hacerse un ensayo, por decirlo así, del establecimiento
de un retrete público, lo cual está al alcance del Tesoro Municipal, y se cuenta
para ello con un sitio indicadísimo: El rincón entre la torre y el templo de Sta.
Librada; puesto que no hay que olvidar que la localización de excusados
públicos está íntimamente ligado al sistema de alcantarillas y a la elección de
sitios adecuados, dificilísimos de hallar, muchas veces en nuestras
ciudades.108

El problema de contar con lugares sanitarios para realizar las necesidades


fisiológicas en una ciudad altamente habitada, generó una presión en las
autoridades para que se estableciera lo más oportunamente posible el sistema
de alcantarillado, que para la ciudad de Cali fue siempre más rezagada que el
del acueducto, estando necesariamente complementados.

Los moradores de la calle 6ª de Cali, solicitaron “protección” ante el Concejo


Municipal para que se atendiera “la pronta terminación del arreglo del
alcantarillado de dicha calle. Nos hemos visto forzados a molestar el H.
Concejo porque estamos observando la lentitud con que se está haciendo
dicho trabajo y porque mientras más dure la situación en que se nos tiene, más
amenazados estamos de que las epidemias como el tifo, viruela, disentería ect
ect (sic) nos invada nuestros hogares.”109

Desde el departamento de Uncinariasis del Ministerio de Instrucción y


Salubridad Públicas de la República de Colombia se remitió una comunicación
en la que se mostraba la correlación que existe entre la asimilación de las
nuevas prácticas higiénicas y de consumo de servicios públicos modernos y la
prestación misma, selectiva, prioritaria y proporcionada:

Varias personas de distintas zonas de la ciudad han dirigido memoriales a


esta oficina, pidiendo se les exonere de la implementación de medidas
sanitarias, muy especialmente a la construcción de excusados, por cuanto
dicen, el Honorable Concejo les ha prometido que pronto pasará por sus
frentes de las casas, el alcantarillado, y entonces si instalarán los

108
AHMC. Capitular # 209 (II) 1921 Folio 135
109
AHMC. Capitular # 217 (I) 1926 Folio 412

69
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

correspondientes inodoros; pues todos tienen, según los firmantes,


consignadas las cuotas. [...] Ramón Núñez, Inspector Nacional de Sanidad.110

La Urbanización San Fernando, que a través de la Compañía Constructora


Colombiana, contrató con el Municipio, el 21 de octubre de 1927, informó de la
marcha de sus trabajos de urbanización en el Lote aprobado a través del plano
que presentaron al Concejo en San Fernando. El hecho habla de la tendencia
hacia la planeación urbanística que se preparaba para la ciudad en las décadas
de 1930 y 1940. Compañías constructoras también canalizaron, las peticiones
por la instalación de servicios público, institucionalizando la racionalización,
ordenamiento y planificación del crecimiento urbano:

Gustosamente hacemos saber hoy al Hon. Concejo que los trabajos en dicho
sitio se adelantan rápidamente y en forma satisfactoria, lo que determina la
necesidad de que el Municipio proceda a construir el colector principal de que
trata la disposición arriba citada. Innecesario nos parece hacer resaltar ante
esa Hon. Corporación la necesidad de que ese colector quede desde ahora
acondicionado a la obra general de alcantarillado que conforme al contrato
debe construir a su costa nuestra compañía.111

Para proveer de servicios a las zonas construidas sin instalaciones, la


representación de contribuyentes de los habitantes se hizo contundente. En
1928 los habitantes del barrio San Nicolás se reconocían ya con el “doble
carácter de ciudadanos y de contribuyentes” y avanzaban en la asimilación de
contribuir a la financiación de la obra del nuevo acueducto y el alcantarillado
solicitando que el Concejo “imparta las órdenes del caso a fin de que se
aumente el número de trabajadores que están construyendo el alcantarillado de
la carrera 6a entre calles 15 y 16.” Además, agregaron que existía el ánimo de
suspender las obras y no pavimentarlas sino mecanizarlas; ante lo cual se
reiteraba proceder inmediatamente a la terminación del alcantarillado
aumentando el número de peones, y segundo, que dicha cuadra tenía que ser
pavimentada en la misma forma que se habían pavimentado las demás calles
de la ciudad. Decían, “para este objeto manifestamos que estamos listos a
consignar las respectivas cuotas que nos corresponda pagar con tal de que no
nos dejen en el estado de ruina que actualmente presenta la calle”.112

Otras formas que impusieron el adelanto de las labores fueron el conjunto de


elementos y obras públicas llamadas a aterrizar el progreso en Cali. El
alcantarillado tuvo que haberse encontrado adelantado para la pavimentación
de las vías, necesarias en la comunicación y transporte de variedad de
mercancías que entraban al centro comercial de la región. En la carrera 14,
entre calle 10 y 11 existía

una gran acequia que después de hacer imposible el tráfico de vehículos,


constituye también un gran foco de infección que no permite ninguna de las

110
AHMC. Capítulo # 219 (III) 1926 Folio 294
111
AHMC. Capitular # 221 (I) 1928 Folio 437
112
AHMC. Capitular # 221 (I) 1928 Folio 436

70
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

prácticas de higiene para los edificios construidos, en construcción, y que se


proyecta construir en dicha carrera; existe también una Agencia de materiales
combustibles, y de construcción que no ha podido establecer debidamente
sus funciones por consecuencia de la imposibilidad del tráfico. La falta del
alcantarillado entorpece pues notablemente el progreso de esta precitada
carrera, que puede producirle a Cali entre muchas ventajas las siguientes:
Casas higiénicas que pueden tomar los inquilinos a mucho menor precio
respecto de otras más alejadas de las galerías.113.

Al despuntar la tercera década del siglo XX, en Cali se había producido un


cambio en las imágenes imperantes, en las discusiones constantes, en los
acuerdos un tanto más generales y en las conductas de la población. Los
servicios públicos básicos establecidos respondieron al modelo progresista en
el que la higiene y la producción debieron iniciarse, ordenarse e instalarse
permanentemente. El tratamiento del agua, entre otras medidas higiénicas,
contribuyeron a que los “efectos de la salud de la población caleña [fueran]
evidentes: mientras en 1930 se presentaron 258 casos de muerte por
disentería y 122 por fiebre tifoidea, en 1938- con una población 60 % más
grande- sólo se registraron 9 casos por disentería y 17 por fiebre tifoidea”.114

La inserción en todo caso de los habitantes de Cali al nuevo modelo no estuvo


carente de problemas, pero fue un hecho que ocurrió más o menos, de manera
generalizada. Aludiendo a la “política barroca” de Alain Touranin, Lenin Flores
cita para el contexto de Cali la posibilidad de una “amalgama de moral y de
política, la economía y la religión, de personalización de las relaciones sociales
y de defensa comunitaria, de interés y de pasión, de razón y sentimiento,
individual y comunidad pasado y futuro.” 115 Podría agregársele también la
existencia de un flujo continuo de representaciones, de imponente regularidad,
en las que las demandas sociales abarcaron a los diferentes sectores sociales
y económicos en calidad de peticionarios por servicios públicos, lo que
completó el panorama de ciudad que se conformaba, que se modernizaba.

Las demandas de la población de Cali eran, básicamente, una consideración al


significado del progreso, no menos ni más importante que el establecimiento
mismo de la modernización. Fue importante por tener visos de un orden propio
y constitutivo del cambio histórico que empezaba a presentar Cali en la que los
sujetos eran dispuestos al reconocimiento de la modernización de los servicios
públicos, como modernización de la ciudad. Tal disposición tuvo relación de
intereses de ordenar a los sujetos, al espacio y a las prácticas económicas,
sociales y culturales en función al capitalismo que avanzaba. Como diría
Castro-Gómez: “la escenificación temprana de una semántica del progreso

113
AHMC. Capitular # 221 (I) 1928 Folio 434
114
PATIÑO SPITZER, Silvia Vera. Agua: en la vida de Cali. Colombia: EditorS Patiño, 2008.
Pág. 112
115
FLORES, Lenin. Op. Cit. Pág. 150.

71
Las disposiciones gubernamentales ante las nuevas realidades

debe ser considerada como elemento clave para la instalación del capitalismo
industrial en Colombia, aunque ese capitalismo no diera todavía señales de
existencia empírica” y donde tales imaginarios del progreso, que instalan su
escena en las dos primeras décadas del siglo XX, son espejos en los que los
sujetos se reconocen como modernos, “desencadenan identificaciones y
producen el deseo de materializar unos estilos de vida funcionales al
capitalismo”.116

116
CASTRO-GÓMEZ, Santiago. Tejidos oníricos. Movilidad, capitalismo y biopolítica en Bogotá
(1910-1930). Bogotá: Pontificia Universidad javeriana. 2009. Pág. 56

72
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

CAPÍTULO 3. MANEJO INSTITUCIONAL: CONTRADICCIÓN Y


COMPLEMETARIEDAD ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO

Los intereses y la manera como se desarrollaron las obras de servicios


públicos en Cali tienen una relación directa con el ente de gestión y
administración. Lograr definir quiénes y cómo desarrollar las obras se debatió
entre la capacidad técnica y financiera para emprenderlas y la visión
progresista para ubicar la ciudad. Aunque si bien los designados en el Concejo
Municipal y los empresarios compartían relaciones parentales, comerciales y
políticas, de distinta índole, la correlación ante la cosa pública fue avanzando
en definir las diferencias entre lo público y lo privado, y con ello el manejo
burocrático y el particular de los empresarios.

El acueducto, el alcantarillado y la electricidad, por el tipo de servicio que


prestan, son asuntos remitidos obligatoriamente al orden del poder estatal. El
Estado, como ente prestador y/o regulador de bienes y servicios, es la
indiscutible figura para mediar entre las necesidades de la sociedad, o el
“pueblo” de un país. Así, los asuntos de los servicios que empezaban en Cali a
profundizarse como públicos hablan, sobretodo, de una mayor diferenciación
entre el manejo particular de auto-gestión, de círculos cerrados de influencia de
los notables, por un lado, y de concepción del manejo político de lo público, de
otra parte. Sobre la conceptualización de lo público Varela Barrios retoma el
movimiento de Annales con Philip Aries para mostrar cómo desde el siglo XVI y
comienzos del siglo XVII empieza a parecer éste en su sentido moderno:

El estudio sobre la vida privada se centra en el cambio de la sociabilidad, en


la sustitución de una sociabilidad anónima de la calle, el patio del palacio, la
plaza, la comunidad, por una sociabilidad restringida que se confunde con la
familia o también con el propio individuo. Por lo tanto el problema está en
saber cómo se pasa de un tipo de sociabilidad en la que lo privado y lo
público se confunden a una sociabilidad en la que lo privado se halla
separado de lo público.117.

Y es que este reconocimiento de la privacidad se evidencia precisamente en


momentos históricos específicos, como lo detalla Aries: “lo público aparece
como estatal, y lo privado como opuesto a lo estatal, fenómeno que ocurre en
el tránsito de la sociedad feudal europea a la nación-Estado moderna. Proceso
típico de la modernidad y por lo tanto condición sine qua non para la existencia
del individuo burgués moderno”. 118 Aunque en Cali, entre 1908 y 1930, el
proceso de modernización no había alcanzado las condiciones suficientes para
tal calificación, sin lugar a dudas el debate que existió para la construcción del
acueducto metálico a presión como símbolo de modernización y el contrato de

117
VARELA BARRIOS, Edgar. “Marco conceptual de las relaciones entre lo público, lo privado
y lo estatal”. En: La gestión social del agua. Bogotá: Fescol, 1998. Pág. 212.
118
Ibíd. Pág. 213.

73
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

concesión para la implementación del alumbrado público y el suministro


eléctrico para el consumo domiciliario e industrial demostraba ya los inicios de
las prácticas administrativas que harían posible en el futuro tal avance.

En toda sociedad moderna existe un Estado, con mayor o menor predominio,


sobre los asuntos públicos pero el significado de lo público no es siempre
equivalente a lo estatal. De esta forma, Varela sustenta que existen dos
concepciones sobre lo público. “En primer lugar lo público como bien común,
donde entraría el concepto latino de res pública. En este sentido, lo público, de
una u otra forma remitiría a un concepto político”.119 La segunda concepción
tiene que ver con entender que lo público corresponde al lugar hacia el cual se
dirigen las expectativas e intereses de las colectividades y que en éste “como
espacio de exposición a la observación general existe un nivel concreto y
altamente valorativo –en términos del intercambio social- de exposición, cual es
el reconocimiento”.120

Dicha separación entre lo público y lo privado, se logra ver tanto en los


resultados, como en la forma en la que el Distrito de Cali gestionó, construyó y
administró la obra del acueducto a través de la Junta Constructora del mismo,
en la disposición de contratar como constructor del alcantarillado a Alfonso
Vallejo y en el privilegio que le entregó a la Cali Electric Light & Power
Company para desarrollar el servicio de electricidad.

119
Ibíd. Pág. 215.
120
Ibíd. Pág. 217.

74
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

3.1. LA JUNTA CONSTRUCTORA DEL ACUEDUCTO Y EL CONTRATO SOBRE


ALCANTARILLADO

Aun cuando la tarea de establecer un servicio de acueducto más extenso para


la ciudad de Cali, con ciertos adelantos científicos y de gran utilidad pública no
fue fácil, la élite empresarial consideró las condiciones de aquel momento y sus
propósitos de desarrollo para tomar la decisión de convertir la construcción y el
suministro de agua potable como una empresa municipal. Una de las mayores
dificultades, insuperable en aquel entonces, fue la incapacidad de desarrollar
estatalmente, junto con la obra del acueducto, la del alcantarillado y
pavimentación de las calles.

Por el Acuerdo N° 7 (31 de mayo) de 1912121 se estableció el contrato entre el


personero de Cali y Nemesio Camacho, Gerente de la Compañía del Ferrocarril
del Pacífico, comprendido en la escritura N° 389 del 25 de mayo de 1912, con
el cual la Compañía del Ferrocarril del Pacífico sería encargada de realizar los
estudios necesarios para adelantar las obras de acueducto, alcantarillado y
pavimentación de las calles, obras que eran comprendidas como trabajos
preparatorios del saneamiento de la ciudad.

Desde que se realizaron los estudios, era ya de público conocimiento que el


Concejo discutía fuertemente la conveniencia, o no, de entregar en privilegio la
obra, y tardó varios años, hasta 1915, en decidirlo definitivamente. Los
interesados elevaron constantemente sus voces para poner en la discusión su
posición particular de adelantar la obra, por su inmediata necesidad, bajo la
maniobra del manejo privado. En el Correo del Cauca del día 9 de julio de 1914
se aluden a un memorial enviado desde Londres por Clímaco Vargas al
Concejo en junio de ese año, éste abogaba por la concesión del privilegio para
la construcción del Acueducto, la pavimentación de las calles y el alcantarillado,
o para la consecución de un empréstito hasta por la suma de 330.000 sobre un
8% de amortización en 50 años. Se solicitó públicamente que se considerara
este pedido de manera racional y que no fuera a surgir el sentimiento negativo
de la "patriotería", tan en boga por estos tiempos:

Acueducto. […] No alcanzamos a ver los motivos poderosos que privan en el


ánimo de nuestros ediles; no nos explicamos razonablemente cuáles sean
esos inconvenientes insuperables que se oponen a la realización de una obra
de imprescindible necesidad vital, tanto estética como higiénica, como lo es la
del Acueducto. […] El motor argumento que puede oponerse en contra de la
realización de la obra es, en nuestro sentir, la carencia de fondos, y ya lo
demostramos en otra ocasión que no es éste el mas serio obstáculo, pues el
Concejo cuenta con cincuenta mil pesos ($50.000) oro que dio el Congreso,
más los treinta mil ($30.000) oro que votó la Asamblea para tal fin. [...]
Necesitamos proveernos de agua potable, agua pura, principal elemento de la

121
Gaceta # 48. Agosto 1 de 1912

75
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

vida humana, y que se acabe el criadero infeccioso de gérmenes masivos que


desde tiempo atrás vienen minando la salud de los habitantes de Cali. El tifo,
la disentería, la tos ferina y los desarreglos de estómago en toda forma, males
estos de carácter casi endémico entre nosotros nos está gritando a cada
momento lo inaplazable que es para prevenir epidemias, la construcción e un
acueducto en las mejores condiciones posibles y librar así a la población de la
visita permanente de esos males que la diezman y hacen peligrosa la
existencia dentro de su seno. Que los inmigrantes de diversos puntos del
planeta y las nuevas corrientes del progreso, que nos llegarán en breve, nos
encuentren en mejores condiciones de salud y de vida y podamos así atender
y retener toda clase de elementos sanos y fuertes.122

Logrados los estudios, y con las exigentes necesidades de la población caleña,


la opinión pública hizo de estos asuntos uno de constante debate y agitación. A
través del Correo del Cauca un personaje, firmando con el pseudónimo de
Omega, hizo parte de la discusión sobre el tipo de manejo que debía tener la
obra del acueducto. Sus remitidos y columnas en la prensa empezaron por
resaltar la necesidad de un cambio en el suministro de agua; primero, y la
organización administrativa para hacerlo, seguidamente.

Sabido es que el gasto que se estima en todos los acueductos europeos


comprende el servicio público y privado, el de agua limpia o potable y el de
agua de aseo en todos sus ramos; esto, allá es económico porque el material
de hierro es barato relativamente y porque, para esas enormes cantidades
hay economía del agua que, muchas veces es factor importante y decisivo.
En Cali no estamos, hoy por hoy, en condiciones semejantes, pues, la
abundancia es tal, aun sin contar con el agua de "El Aguacatal", que podemos
sentar como un axioma que el servicio de agua limpia puede hacerse por
separado del agua de aseo, o digamos, de la que lava los albañales; estos se
desprende de la lectura de la memoria del ingeniero que ejecutó el proyecto.
Por otra parte, el material de hierro es aquí caro, y habiendo necesidad de
alcantarillado en forma y de agua disponible, no se ve por qué hayamos de
atender a este servicio se aumenta de manera muy sensible. Tampoco es
Cali ni lo será en manera apreciable en 30 años, una ciudad fabril en el
sentido propio de la expresión estimada debidamente la índole de los
negocios que se prefieren en al actualidad, por las condiciones de la zona
influida e influyente. Dada la clase de edificios existentes y el gusto actual
para la construcciones y la naturaleza de las necesidades, hoy netamente
comerciales y de familia, por lo cual la madera no ocupa el primer puesto,
también podemos decir como cosa natural y no exagerada, que los incendios
no ocurrirán a diario en Cali, pata un futuro próximo. Deducimos pues de
estas consideraciones, que las condiciones propias de la ciudad, no exigen un
gasto de agua en el acueducto como una ciudad europea, no ya de primer
orden como Londres o Berlín, sino de segundo o tercero o todavía inferior;
ponemos esta gradación vaga, porque no seria posible fijar la importancia de
Cali en relación con las ciudades europeas por al diferencia del medio y
porque el gasto de agua en una ciudad aumenta con su importancia comercial
o manufacturera; pero lo que si podemos asegurar es, que si Berlín gasta en
todo servicio 77 litros por persona y por día, Cali, para solo servicio de agua

122
Correo del Cauca # 1496. Julio 9 de 1914

76
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

limpia tendrá de sobra con esa cantidad y con exceso extraordinario con 100
litros. Esta concesión de 100 litros por día y por cabeza, es la que esperamos
deben dejar satisfechos aún a los optimistas fanáticos de que hablé en mi
artículo anterior. Cien litros gasta Bogotá [...] Omega.123

Mientras se discutía el primer proyecto de acuerdo para la construcción del


acueducto metálico se solicitó que informaran a todos los ciudadanos, pero
especialmente a la prensa "cuya opinión es tan autorizada”, para que emitieran
un concepto sobre tan importante materia, para que el Concejo tuviera las
mayores probabilidades de acierto. Seguidamente el concejal Vicente García
Córdoba transmitió los puntos de acuerdo sobre la obra, mencionado que:

Hemos oído la opinión de varias personas competentes para conceptuar con


acierto este asunto, y esa opinión, como la nuestra, es favorable a la
constitución de la compañía anónima, como se expresa en este proyecto. Los
señores concejales deben meditar en la gravísima responsabilidad que pesa
sobre ellos y da pronta solución a este problema, como lo piden
unánimemente todos los habitantes de la ciudad, para los cuales el asunto es
de vida o muerte.124

La consideración de que fuera una compañía anónima la que se encargara de


desarrollar la obra del acueducto logró la influencia en el Concejo Municipal y
se firmó del Acuerdo N° 1 de 1915125 –sin fecha pero publicado por bando el 20
de enero- sobre la formación de una compañía en nombre y representación del
Distrito. Algunas de las estipulaciones del contrato fueron las siguientes:

1° La Compañía debía constituirse con un capital no menor de ciento sesenta


mil pesos ($160.000) oro, dividido en mil seiscientas acciones de valor de cien
pesos ($100) oro cada una; capital que podía ser aumentado si las
necesidades de la Empresa así lo exigían.

2° De las mil seiscientas (1600) acciones, el Distrito tomaría quinientas (500),


para cuyo pago se obliga a destinar los cincuenta mil pesos oro votados para la
obra por la Ley 79 de 1913, además del presupuesto municipal, pudiendo la
compañía entenderse con el departamento para que éste suscribiera los
$30.000 oro para que estaba facultado por la ordenanza 35 de 1914. El resto
de las acciones, hasta las 1600, serían suscritas por particulares nacionales o
extranjeros residentes en el país o representadas en él legalmente. Las
acciones debían ser pagadas en un término no mayor a un año, dividido en
octavas partes su valor. Se presupuestó 3 años para construir el acueducto en
capacidad para una población de 40.000 personas.

123
Correo del Cauca # 1673. Enero 30 de 1915
124
Correo del Cauca # 1570. Septiembre 23 de 1914
125
Gaceta Municipal # 111. Febrero 20 de 1915

77
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

7° El Concejo, de acuerdo con la autorización de la Ley 4a de 1913, concedería


privilegio exclusivo a la Compañía Constructora del Acueducto para usufructuar
dicha obra por el término de treinta y cinco (35) años, contados desde la fecha
en que se notificara oficialmente al Concejo que estaba terminada la obra y
dada al servicio público.

11° En la constitución de la Compañía, lo mismo que en las Asambleas y


elaboración de los estatutos, el Distrito en su carácter de accionista, sería
representado por un comisionado nombrado al efecto por el Concejo. Respecto
al Departamento sería representado como lo disponga la Asamblea
Departamental.

13°. Los extranjeros o compañías extranjeras con el sólo hecho de tomar


acciones en el Acueducto o ser cesionarios de ellas, debían declarar
expresamente su renuncia al carácter de extranjeros, de acuerdo con las leyes
colombianas.

El aludido Acuerdo N° 1, ciertamente, generó discusiones en las que se logró


imponer la idea del interés general garantizado por el Distrito. Parte de ello lo
demuestra una columna en la prensa que alude a los concejales y a la
sociedad para que la obra se realice públicamente con los esfuerzos de toda la
comunidad:

Acueducto metálico. El Honorable Concejo Municipal ha expedido el Acuerdo


Número 1° por medio del cual señala las bases para contratar la construcción
de un acueducto metálico con una compañía que ha de formarse, suponemos
nosotros, halagada por la perspectiva de un pingüe negocio, o simplemente
por hacer el bien a la sedienta Sultana del Valle. Tan urgente es esta
necesidad para Cali, que todos, pobres y ricos, debemos contribuir con
nuestros esfuerzos para que el Honorable Concejo lleve al terreno de la
práctica sus nobles propósitos, tal es el móvil que nos impulsa a poner
nuestro grano de arena en la común y salvadora obra.126

Es así como en enero de 1915 se reúnen en la oficina de Alejandro Garcés


Patiño, previa invitación de éste, los señores Pedro P. Caicedo, Ricardo Price,
Epifanio Estela, Flornato Corredor Latorre, Julio Giraldo G., Isaías Mercado Q.,
Jorge Garcés B., Alejandro Garcés Patiño, J. Miguel Guerrero, J. Emiliano
Otero y Francisco A. Magaña, quienes se preocupan por la rentabilidad de la
empresa y comparten la tendencia de la imposibilidad del Distrito para
emprender la obra:

Después de estudiar detenidamente, punto por punto, el acuerdo que sobre el


particular ha dictado el H. Concejo los señores presentes en la reunión
estuvieron conformes en que él no deja margen ninguna de utilidad que
decida al público a comprometer el dinero que se necesita para una empresa

126
Correo del Cauca # 1677. Febrero 4 de 1915

78
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

semejante, y resolvieron nombrar una comisión compuesta de los señores


Jorge Roa, Pedro Pablo Caicedo, doctor Francisco magaña y doctor Alfonso
Palau, para que se dirija al H. Concejo proponiéndole algunas modificaciones,
que sin defraudar las legítimas aspiraciones del Municipio, hagan la empresa
del acueducto siquiera medianamente viable como negocio. Ya en las
columnas de este diario hemos demostrado prácticamente que,
desgraciadamente no es posible allegar los recursos que la empresa requiere,
en la forma de beneficencia pública que implican los términos del Acuerdo
Municipal, por lo cual esperamos fundadamente que el H. Concejo sabrá
colocarse en un punto de vista razonable y práctico, como lo demanda la
urgencia de la obra de que se trata.127

Dentro de los argumentos se encontraba una detallada lectura de la situación


demográfica y fiscal de la ciudad. Omega escribía que para los cálculos de
provisión de aguas se debía suponer duplicada en 30 años la población de Cali
y que es en exceso el gasto de 100 litros por día y por persona con tal
proyección. Según el censo de 1912, el Distrito de Cali arroja el número de
27.747 habitantes, decía, y se estimaba en menos de 25.000 los que a ésta
corresponden, y calculando la provisión para 50.000 a 100 litros por persona,
arrojaba un gasto diario de 5000 metros cúbicos. Calcularon, también, que tal
volumen de agua cabría en un depósito de forma cilíndrica con base circular
que tuviera 20 metros de radio y 4 de altura. Con estos datos, proyectaron una
racionalización del agua y de las utilidades que, como negocio, se pudiera
hacer del servicio, siempre considerándolo como posible privilegio:

Vemos pues, que el gasto del proyecto para el Honorable Concejo Municipal
sería monstruoso y, bien pasadas las cosas, daría un consumo superior cosa
de cinco veces el necesario, lo que nos permite reducir el costo en material de
hierro para tubería a menos de la mitad de lo que reza el proyecto aludido.
Demostrando que no hay necesidad de tan gran provisión de agua, veamos si
la construcción de un acueducto de tal magnitud sería negocio en Cali, pues
debe ser negocio para que una compañía que obtenga el privilegio se
encargue de construirlo, ya que el patriotismo bien entendido, ni puede ni
debe entrar en especulaciones de esta especie sin tener en cuenta una
ganancia honorable que compense los cuidados que toda obra de esta
naturaleza demanda, y el desgaste que el uso ocasiona con el tiempo, lo
mismo que el interés del capital invertido. Es de patriotismo mal entendido
prestar servicio como éste sin una remuneración justa, porque el capital
acabaría desapareciendo por consumación, lo que perjudicaría en vez de
aprovechar a todos. En estos cálculos, que sólo son aproximados, pero con
aproximación suficiente para esta clase de asuntos, nos hemos ayudado con
el parecer de personas oriundas de la ciudad, muy honorable y competente.

127
Correo del Cauca # 1674. Febrero 1 de 1915

79
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

El plano de Cali que figura en el proyecto para el Honorable Concejo


Municipal, de alrededor de 200 manzanas y poniendo a cada manzana 10
casas, serían 2000, número que adoptamos como base, si bien muy
optimista, para lo que sigue. Estimamos que haya una quinta parte de
jornaleros y gente de trabajo manual que gana $0,50 oro o menos y que, por
tanto, no podrán pagar servicio de agua del acueducto y para este caso serán
las fuentes públicas. En este modo de estimación, que juzgamos no
exagerado, ello queda pues para abastecer, las cuatro quintas partes, lo que
da 1600 y suponemos que cada casa pone un tubo nada más. Con una
presión siquiera como la de Buga, la experiencia enseña que es por demás
suficiente, para una casa de familia con el mayor gasto posible, un tubo que
tenga de diámetro interior 0,02343 (i pulgada) y tomamos como unidad el
número de las casas que tomarían tubo de estas dimensiones y suponemos
que se emplean nada más que cuatro diámetros a saber: de 0,0254 (1"),
0,019 (1/2"), 0,0127 (--) y 0,0084 (--). Teniendo en cuenta la o que sucede en
la práctica y como estimación aproximada, suponemos que tomarán de 1"
como 1, de 3/4 como 2, de 1/2 como 1 y de 1/4 como 8, e invertimos lo
números así: e, 1, 8, 4, con lo cual tomarán el mayor número de tubos de 1/2
que es lo que sucede y los más pudientes tomarán de preferencia tubos de
pulgada en vez de 3/4, que también se observa […] Es decir, que forzando las
cuentas, a lo sumo se llegarían a obtener $ 1.500.00 oro mensuales de
producto bruto y por tanto, los $300.000 y tantos oro que cuesta según le
proyecto, no quedaría siquiera al medio por ciento mensual. Queda pues de
hecho establecido que el capital que se invierta en la construcción del
acueducto de Cali, debe ser inferior a $150.000 oro, para que la empresa de
aliciente a los accionistas, pues el 1% mensual y hasta el 1 1/2 %, son
intereses comunes de rendimiento en los negocios de esta plaza. Omega128

La indiscutible necesidad de construir el acueducto metálico a presión, pasó


por medir la tensión entre el interés público y la especulación de particulares,
que veían en la obra un posible negocio rentístico. El Concejo estipuló la
construcción por parte de la administración y que no se organizara la compañía
constructora de manera particular. En este mismo artículo, publicado en el
Correo del Cauca, Fernando Ayala calificaba la actuación como un patriótico
interés, pero que no favorece al negocio.

[...] Si el Honorable Concejo ha pensado en serio la formación de esa


compañía debió nombrar una comisión encargada de formar la compañía
como así se lo ofreció la que nombró para que le diera su parecer sobre si
sería mas conveniente hacer la obra por administración, o por medio de una
compañía anónima; esa comisión, de la cual hicimos parte, aconsejó la
formación de la compañía anónima y dio las bases generales no con criterio
especulativo, sino con la mira de hacer un servicio a la ciudad, pero sin
menoscabar los intereses de los que entraran en la compañía, para lo cual fijó
un interés y un fondo de amortización capaz, en breve tiempo, de reembolsar
el capital de los accionistas quedando la entidad Distrito dueña de la obra y
con ella la renta de una obra capaz de emprender otras mejoras; esa
comisión, pues, trató de armonizar esas dos fuerzas, el interés del individuo y
las conveniencias sociales. Compañías para negocios no conocidos como

128
Correo del Cauca # 1675. Febrero 2 de 1915

80
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

este del acueducto, no se forman si no hay quien tome la iniciativa, como una
junta, y en el presente caso no existe; la Dirección de este diario ha abierto,
con patriotismo recomendable, la suscripción, pero eso no basta; se necesita
que haya quien vaya de casa en casa ofreciendo esas acciones y explicando
el negocio como negocio la par que el inmenso bien que se hará a la ciudad.
¿Conviene que se forme esa compañía, o que el Distrito haga la obra por
administración con sus propios fondos? Si lo primero, debe empezar por
nombrar una comisión que patrióticamente se encargue de conseguir
accionistas y crear la compañía y hacer halagador el negocio, así: 1°
aumentar los años de privilegio, pues 35 años son pocos en negocios de
desarrollo tardío y tratándose de un elemento que está a las manos de todos
[el río] y por lo mismo de dudoso producido; la empresa de la luz eléctrica, no
obstante de no tener que luchar con un elemento que nada cuesta, como el
agua, no creemos que remunere aun a los empresarios como lo haría su
capital en empresas de ganado, mercancía, o negocios de banca; la
remuneración vendrá, pero con los años, 2° aumentando a $8 oro el cánon de
arrendamiento mensual de cada paja de agua; ese cánon de $2 oro será muy
bueno para la entidad del Distrito, pero no es halagador como negocio para
una compañía; 3° bajando el valor de cada acción a $10 oro en lugar de $100;
para que estén al alcance de los más que son los pobres y pagaderos por
cuartas partes; querría decir que si don Ángel María Borrero ha suscrito 10 de
a $100, suscribe 100 de a $10; los Ángel María Borrero son pocos, en
cambio, los probes (Sic) semos muchos, señores del Concejo; sólo así verá el
Honorable Concejo formada la compañía. Si lo segundo, es decir, hacer la
obra por administración, que a nuestro juicio sería la mejor solución del
asunto ahora que el Distrito está autorizado para vender los Ejidos, debe
proceder a contratar la obra conforme a los planos que ya tiene y de la
manera más amplia; las obras de utilidad pública deben hacerse en todo caso
pensando en el porvenir y no con el estrecho e inmoral criterio de que "quien
venga atrás que arrée".Para hacer la obra el Distrito por su cuenta tiene: los
$50000 que le ha dado la Nación; los $30000 que dá el departamento y el
producto de la venta de Ejidos; pero si esto le fuere insuficiente por le
momento por retardarse la venta de Ejidos, me permito insinuar la idea de un
empréstito con la garantía de la misma obra y de los Ejidos; o bien vender
"Vales de la Tesorería del Distrito" que ganen el medio porciento,
señalándoles el 10% de amortización en pago de las rentas del Distrito; esos
vales deben ser del valor de $1 oro y quienes tengan en su poder 100 vales
cuando empiecen a venderse las pajas de agua, tendrá derecho a ser
preferido por orden de fechas en las instalaciones, y se le harán éstas de
manera gratuita por el servicio que se resta anticipando dinero en la compra
de vales; éste nos parece un gran aliciente para la venta de los vales. [...]
Nosotros siempre hemos creído que las instalaciones, ya sea para la luz
eléctrica, ya para aguas, deben hacerlas gratuitamente quienes van a crearse
una renta, pues, ¿cómo se cobra un servicio que no se puede prestar por falta
del vehículo o camino?129

Calaron las certeras cifras de este sector en la corporación legislativa municipal


y además las muchas de las ideas por ellos expuestas, como lo fue la creación
de una Junta responsable de la obra, la emisión de bonos de diferentes valores
que allegara a todas las capas sociales y, sobre todo, la conciencia de la
inmensa dificultad financiera del tesoro municipal. El 20 de abril de 1915, en la

129
Ibíd.

81
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Gaceta Municipal # 115, se presentó el informe sobre el proyecto de Acuerdo


para la construcción del acueducto metálico y donde se informa que se
conformó una comisión para que discutiera el proyecto del acueducto. La
comisión se reunió con Ricardo Price G y Pedro Pablo Caicedo y declararon
que:

guiados siempre por su reconocido espíritu público en pro del progreso y


bienestar de este Municipio, se mostraron desde el primer momento
dispuestos a trabajar tenazmente, todo el tiempo que fuese necesario, para
situar el negocio en condiciones aceptables [...] hemos demostrado
suficientemente que los sacrificios que en este sentido se hagan hoy, han de
convertirse mañana en garantía para la existencia individual, en comodidad y
ornato y, como consecuencia lógica de esto, en desarrollo verdadero y
efectivo de toda clase de intereses sociales y económicos. Además, esta
ciudad que, como primer puerto terrestre del Pacífico, empieza a abrir las
puertas a otra civilización, tiene que presentarse ataviada con le ropaje
moderno para cautivar y retener dentro de sus límites los elementos que ha
menester para su transformación.130

Las “condiciones aceptables” que se buscaron para establecer un acuerdo en


la construcción del acueducto pueden constatarse en la publicación en la
licitación pública el 28 de julio de 1915.131 El llamamiento para licitar en la obra
buscaba el menor precio en las instalaciones y el servicio de agua; menor el
tiempo en la duración del contrato y las prórrogas; la compra de la empresa por
parte del Distrito y el menor costo de la obra. La obra debía hacerse en 3 años,
con un plan científico que garantizara el servicio para una población de 50 mil
habitantes con 200 litros de agua para cada uno. Dice el pliego, también, que el
contratista podía, según el artículo 169 de la ley 4 de 1913, usufructuar las
rentas del Acueducto por 30 años. El Distrito le daría 50 mil pesos oro durante
la construcción de la obra, quedando el contratista obligado a pagarle una renta
la Distrito, una vez iniciada la prestación del servicio, igual a una cuarta parte
de la renta correspondiente a los 50 mil pesos cada mes.

Sin embargo, lo que se acordó, finalmente, fue descartar la posibilidad del


privilegio y crear la Junta Constructora del Acueducto por Acuerdo N°18 de
1915132 (23 de noviembre de 1915) como figura de la entidad pública para que
construyera el acueducto metálico a presión de Cali, quedando derogados
virtualmente los anteriores Acuerdos sobre la construcción del Acueducto por
medio de contrato celebrado en licitación pública. Dentro del considerando se
encuentra la vital importancia de que sea desarrollada estatalmente:

2°. Que esa obra puede llevarse a término, por el Distrito con esfuerzos
perseverantes y bien encaminados, ya que cuenta con el apoyo del Gobierno
Nacional, con la cooperación del Departamento y con recursos de su propio
Tesoro; y

130
Gaceta Municipal # 115. Abril 20 de 1915
131
Gaceta Municipal # 119. Julio 28 de 1915
132
Gaceta Municipal # 129. Enero 20 de 1916

82
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

3° Que la experiencia ha demostrado que los privilegios concedidos a


Compañías o a particulares; para Empresas de esta naturaleza, no dan, por
causas diversas, resultado satisfactorio para los intereses de la comunidad.133

Acordada la construcción del acueducto por cuenta del Distrito; la dirección de


la obra estuvo a cargo de una junta compuesta por 3 designados del Concejo.
Sus atribuciones se establecieron en ejercer la suprema dirección de la obra y
someter a la consideración del Concejo todas las medidas que fueran
necesarias para la mejor y más pronta ejecución de la expresada obra;
determinar la capacidad y demás condiciones que deba tener el Acueducto y
hacer el presupuesto respectivo; dictar los reglamentos para la buena marcha
de los trabajos; nombrar o contratar el Ingeniero que fuese de dirigir la
construcción del Acueducto; y designar, de acuerdo con dicho ingeniero, los
empleados subalternos necesarios. También debía acordar los sueldos y
salarios de los diversos empleados y trabajadores; hacer los pedidos de
materiales y útiles para la construcción de la obra; manejar los fondos
destinados para el Acueducto, que serían entregados por el Distrito.

El acuerdo establecía que debía ser la Junta la que propusiera al Concejo el


Plan de organización del servicio de aguas una vez fuera construido el
Acueducto, o antes si así se necesitara. El dinero destinado comprendía,
inicialmente, el auxilio nacional decretado por la Ley 79 de 1913; el auxilio
departamental por la Ordenanza N° 35 de 1914 y el producido de la venta de
Ejidos rurales del Distrito. Constituida la Junta, el Tesorero Municipal se
encargaría de poner los fondos que posee el Distrito en el banco Comercial y
comunicaría que la junta era la encargada del pago de vales.

Como se preveía, al no soportar los fondos el presupuesto de la obra, el


Concejo tuvo que gestionar diversas resoluciones, acuerdos y ordenanzas ante
la Asamblea Departamental. Además de estas asignaciones nacionales,
departamentales y municipales, el Distrito lanzó al mercado, bajo garantía de
sus bienes y rentas, un empréstito popular conocido como los Bonos del
Acueducto con los cuales los habitantes que se encontraba en capacidad de
adquirirlos se ubicaba en los libros contables de la Junta y tenía, de hecho, un
tratamiento especial para que la obra se desarrollara más prontamente por el
lugar en el que solicitaba la instalación del servicio. El Distrito consideró y
efectuó el pago del empréstito y sus intereses a través del mismo servicio
“gratuito” de pajas de agua, por tiempo limitado.

Por la forma en la que el Concejo Municipal resolvió encargar a una Junta


autónoma, pero en representación y mandato del Distrito, la consecución de la
obra del acueducto se puede pensar en que al interior de la administración no

133
Gaceta Municipal # 129. Enero 20 de 1916

83
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

existía una estructura jerarquizada, y por tanto especializada, dentro de la cual


se pudiera designar la función a un encargado o equipo de trabajo técnico
dentro del aparato estatal. Es, entonces, la Junta Constructora del Acueducto
una de las figura que promueve, con el apoyo de ilustres, el proceso de
incorporar ese tipo de labores profesionales y especializadas en el manejo
municipal. Los miembros de la Junta tenían derecho a retirar como retribución
de sus labores, 5 pesos oro por sesión, sin exceder los 50 al mes, lo que los
convertía en un tipo de trabajadores asalariados de las rentas del distrito. En el
palacio Municipal se destinó un espacio para la oficina del Ingeniero de la obra,
y se consideró el caso de asignar un local para las reuniones de la Junta y para
el Secretario Contador.

El Concejo, con tal medida, respondió a los intereses que ya se habían


difundido en los primeros años del siglo como una necesidad preponderante y
pública, lo que entre sus círculos de interés fue reconocido loablemente en la
prensa, en noviembre de 1915:

Nos complacemos en reconocer que el personal del nuevo concejo, formado


de ciudadanos cuyas aptitudes y aspiraciones de progreso están abonadas
por sus antecedentes, constituye una halagadora promesa para este distrito.
El campo es vasto para labradores de buena voluntad, activos, enérgicos y
celosos de su buen nombre. Casi todo está por hacer y no faltan elementos
para transformar, en relativamente corto tiempo, esta capital de departamento
en una ciudad moderna, dolada de los requisitos exigidos por la vida civilizada
y digna del rango y de la posición que ocupa. Entre estos requisitos figuran en
primer lugar los relativos a la higiene, como la provisión de agua sana y
abundante, la supresión de la mendicidad pública, la pavimentación de las
calles y su rectificación y ensanche.134

A fin de cuentas, estas disposiciones determinaron poner al servicio del Estado


unos funcionarios especializados para el manejo de un asunto público y
responde a un esfuerzo por vincular un manejo burocrático al conjunto de
esfuerzos por elevar y estabilizar la base rentística del Distrito, en una dualidad
necesaria de racionalidad y rentabilidad, pues:

Si bien el desarrollo avanzado de una economía monetaria no es un requisito


indispensable para la burocratización, la burocracia como estructura
permanente está unida a la presupuesta existencia de unos ingresos
constantes que permitan su sostén. Cuando estos ingresos no resultan de
beneficios privados, como ocurre con la organización burocrática de las
grandes empresas modernas, o de rentas rurales duraderas, como en el
feudo, un sistema de tributación estable es requisito previo para la existencia
continua de una administración burocrática. Por razones conocidas y
generales, sólo una economía monetaria ampliamente desarrollada brinda
una base firme para ese sistema tributario. El grado de burocratización
administrativa ha sido relativamente más alto en comunidades urbanas con
economías monetarias ampliamente desarrolladas, que en los Estados
contemporáneos de las llanuras, mucho más extensos. Sin embargo, en la

134
Correo del Cauca # 1905. Noviembre 3 de 1915

84
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

medida en que estos Estados de las llanuras han conseguido desarrollar


sistemas organizados de tributación, la burocracia se ha desarrollado de
modo más abarcante que en las ciudades-Estado. Cada vez que las
dimensiones de la ciudad-Estado se han mantenido dentro de límites
moderados, la tendencia hacia una administración plutocrática y colegiada por
parte de los notables se ha ceñido más adecuadamente a su estructura.135

El 2 de diciembre de 1915 en el Correo del Cauca, se publicaba la noticia del


acuerdo que determinó crear la Junta Constructora del Acueducto y refería la
procedencia de los recursos que debían, patrióticamente, ayudar a concluir la
obra. Al referirse a la venta de ejidos, argumenta que la ocupación de estos la
hacen las personas “pudientes”, ya que la corona no tuvo consentimiento con
los “menos favorables”, ahora el Concejo no debía vender los pequeños
predios:

Tendremos acueducto. […] Los recursos que se señalan para la obra son:
$50.000 destinados al efecto por la ley 79 de 1913: $30.000 concedidos como
auxilio por la Ordenanza número 35 de 1914; empréstitos y demás recursos
que puede allegar el Distrito y producido de la venta de ejidos. Como la venta
de los ejidos, que está ya autorizada por el Acuerdo número 9 del año
pasado, pudiera dar lugar a dudas respecto de la conveniencia de tal medida.
Vamos a hacer al respecto algunas aclaraciones. Ningún beneficio mejor
podrá hacerse a los vecinos de la ciudad que la construcción del acueducto:
higiene, salubridad y facilidades para proveerse de agua potable, principal
elemento de la vida, serán los resultados tangibles al final de la empresa.
Luego su construcción es obra de pública utilidad y a ella deben consagrarse
recursos y energías de toda clase. [...] Con los $25.000 oro que tiene el
Distrito depositados en el Banco Comercial puede comprarse y colocarse
primeramente la tubería metálica. Esta tubería, conduciendo apenas la
cantidad de agua que hoy recibe nuestro actual titulado acueducto, daría por
resultado inmediato: evitar los escapes de agua y consiguiente aumentar el
número de pajas de que van a beneficiarse los habitantes de la ciudad;
impedir las filtraciones provenientes de cañerías y desagües de los
excusados con lo cual ganaría inmesuradamente la salubridad pública y
aumentar la renta proveniente del arrendamiento de pajas de agua. Las
tuberías naturalmente deben colocarse en firme de manera que al construirse
los tanques y demás obras no haya necesidad de hacer nuevos gastos para
utilizarlas conforme al plan de construcción que se adopte definitivamente. El
inconveniente de las basuras, lodo y arenas con que pudieran obstruirse las
expresadas tuberías puede salvarse a poquísimo costo y con algo de
cuidado, así: limpiando nuestro actual depósito de aguas con frecuencia y
periódicamente y lavando las tuberías por medio de los escapes que
indefectiblemente habrán de llevar. En caso de que la obra del acueducto no
alcance a terminarse por cualquier evento, nos quedará por lo menos el bien
precioso de seguir tomando agua bastante potable y la seguridad de no
tragarnos, como hoy sucede, en cada vaso de agua una disentería, un tifo, u
otra enfermedad mortal. Aunque legos (Sic) en materia de ingeniería, nos
permitimos creer que esta nuestra idea no tropieza con ninguna imposibilidad

135
WEBER, Max. ¿Qué es la burocracia?. México: Coyoacán, 2005. Págs. 42-43

85
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

técnica; mas, si por desgracia así sucediere, téngase por no lanzada la idea
en que venimos ocupándonos.136

Los nombrados para tales trabajos fueron Ricardo Price, Mario de Caicedo L. y
Alejandro Garcés Patiño, quienes se reunieron por primera vez el 12 de Enero
de 1916, nombrando como ingeniero de la obra a Sebastián Ospina. Ricardo
Price G. anunció el hecho en el Correo del Cauca el 27 de enero y resaltó la
importancia de la Junta para la salubridad de la ciudad:

Tengo el honor de comunicar al público, por el muy digno conducto del


importante diario de ustedes, que la Junta nombrada por el Honorable
Concejo Municipal para llevar a cabo la construcción del Acueducto metálico
a presión, se instaló el día 12 de los corrientes y acordó los siguientes
dignatarios: Presidente, el suscrito; Vicepresidente, el doctor Mario de
Caicedo L, y Secretario, el señor Ernesto González R. La Junta resolvió hacer
dos sesiones semanales a fin de trabajar con toda actividad y poder llevar el
delicado encargo a ella confiado. Por haber renunciado dos de los miembros
principales primeramente nombrado por le Concejo, y haber estado ausente
otro de los principales que ahora integran la Junta, esta no pudo reunirse sino
en este mes. Ella ha comenzado sus labores, pero lo delicado del asunto y la
falta de competencia de sus miembros hace que vaya dando pasos muy bien
meditados para no exponerse a sufrir errores perjudiciales a la comunidad;
pero el público debe convencerse de que la Junta sabe apreciar la
responsabilidad que ha tomado sobre los hombros, y el empeño que ella pone
en acometer la obra lo antes posible. [...] La Junta cuidará de tener informado
al público de sus principales labores y de todo aquello que merezca ser
conocido, pero sí encarece que no haya impaciencia, pues sin dinero
indispensable no puede haber Acueducto, por más que sea nuestra principal
obra.137

En otro informe, Ricardo Price se dirigió a la opinión pública, el 28 de junio de


1916, comunicando que en el corto tiempo que ha tenido la junta desde su
constitución se habían realizado los nombramientos de los miembros
principales y que también que había sido elegido como secretario contador a
Ernesto González. La junta en las sesiones de enero y febrero de 1916 se
ocupó del plan de organización de los trabajos, al estudio de los proyectos
existentes, especialmente al de mejoramiento del acueducto antiguo, y otros a
la adopción más o menos modificada de los estudios de la compañía del
Ferrocarril del Pacífico. Se asesoraron de Manuel José Peña y en la sesión del
15 de febrero se nombró por unanimidad al ingeniero Sebastián Ospina B.
quien se posesionó 2 días después. Mario de Caicedo, como presidente de la
Junta se encargó de elaborar el proyecto de reglamento de la junta. Otras de
sus tareas y la del resto de miembros consistieron en que el presidente se
encargaría de

136
Correo del Cauca # 1930. Diciembre 2 de 1915
137
Correo del Cauca # 1974. Enero 27 de 1916.

86
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

las correspondientes a este cargo en toda corporación y, además, el manejo


de los fondos de la obra; las del vicepresidente, en su ausencia, y las del
fiscal ordenador, son las de revisión de todas las plantillas y comprobantes de
gastos y la ordenación de los pagos. Por ser esta última tan importante, se dio
el poder a cualquiera de los 3 miembros de realizarla. De las planillas u orden
de pago se pasa copia con el visto del ingeniero, con el "páguese" del fiscal y
el recibo del interesado. Cada fin de mes, de acuerdo con le reglamento, el
presidente de la Junta, que como se ha dicho, es quien maneja los fondos,
presenta a la corporación un informe de las erogaciones hechas en el mes,
[...] Los fondos que maneja la presidencia están depositados en le banco
Comercial, en una cuenta especial que se denomina "Fondo del Acueducto"
los cuales no gana ningún interés. Mensualmente el señor Ingeniero presenta
un informe en que da cuenta detallada de la parte técnica de la obra y de la
marcha y progreso de esta. [Se han realizado 24 sesiones] [...] La Junta
resolvió adoptar los planos ejecutados por la Compañía del ferrocarril del
Pacífico, con las modificaciones que la práctica en la ejecución de la obra
vayan indicando, y con las siguientes: Supresión, por ahora, de los filtros, y
reducción a la mitad de su capacidad del estanque de distribución. El
estanque decantador se resolvió aplazar su construcción hasta ver
prácticamente el resultado que darán otras obras semejantes proyectadas en
la bocatoma y en el kilometro 2 más […] Corresponde a esa H. Corporación el
arbitrar fondos lo antes posible, a fin de que la obra del acueducto no sufra
ninguna suspensión, --- pues no hay que perder de vista que fuera de los
beneficios que el acueducto dará a lo habitantes de la ciudad, a la vez el
Distrito se hará a una renta muy buena que se irá aumentando año por año.
La Junta celebra reuniones en el local que esa H. Corporación le señaló en el
Palacio Municipal, y allí mismo trabaja el señor Ingeniero, la oficina se ha
montado lo más modestamente posible, limitando los gastos a lo más
imperioso e imprescindible, a fin de hacer economía. [...] La junta tuvo la
necesidades de comprar un teodolito con nivel y un trípode, un aparato de
absoluta necesidad para los trabajos y que conserva siempre su valor. [Se
pide que se designen comisiones que los visiten y revisen los libros de
cuentas, además de las obras...] Presidente de la Junta constructora del
Acueducto, Ricardo Price.138

La Junta Constructora del Acueducto debía de llevar a cabo el proyecto entre


1918 y 1930. Las bases presupuestales con las que contaron, en un inicio,
fueron los empréstitos, pero la obra prometía una renta con la cual mantener
ésta y otras obras públicas de Cali. El Acuerdo N° 28139 (abril 1 de 1919) por el
cual se dictaron algunas disposiciones en relación con los Empréstitos
Municipales de los bonos de las obras del Acueducto y el Teatro Municipal y se
fijó la tarifa del servicio de aguas del acueducto a presión que suministraría
agua bajo las siguientes medidas circulares: 3/8 de pulgada,1/2 pulgada, 3/4 de
pulgada, y 1 pulgada de diámetro, bajo un parágrafo que establece que el
servicio de 3/8 de pulgada sólo se prestará que aquellos inmuebles cuyo valor
en el catastro sea superior a $1.000 oro. También, se adoptó como unidad para
el servicio doméstico, el tubo de media pulgada de diámetro, llamado pluma o

138
Correo del Cauca # 2102. Junio 28 de 1916
139
Gaceta Municipal # 201 y 202. Mayo 31 de 1918

87
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

paja de agua, “cuyo gasto o rendimiento medio, superior al de la paja actual, se


considera suficiente para todas las necesidades de una casa de familia”.

Y a medida que las obras avanzaban, y con ellas el suministro, fue necesario
reorganizar la administración municipal del acueducto, quedando estipulado en
el Acuerdo N° 3140 (Febrero 6 de 1920). La Junta Constructora del Acueducto
debió ejercer las funciones de Administradora a la vez, e incorporó a dicha
Junta al Ingeniero Director de la obra. Sus miembros permanecerían en sus
cargos 3 años, conservado la personería el presidente de la Junta y contando
con la auditoría del personero municipal. La Junta debía ahora administrar el
servicio y mejorar continuamente hasta lograr el proceso de purificación del
agua por los procedimientos modernos y económicos para captar, almacenar,
decantar y distribuir convenientemente el agua para un mayor y mejor servicio.

Mosaico de los miembros de la Junta Constructora y


Administradora del Acueducto 1916-1930

140
Gaceta Municipal # 217. Febrero 28 de 1920

88
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Dentro del propósito de mejorar el servicio se encontraba la necesidad de


recursos para implementar los filtros, para el proceso de purificación del agua
contó con la propuesta de la Compañía de Obras Públicas del Cauca sobre una
modificación de una de las cláusulas del contrato de 30 de junio de 1894
existente entre le Concejo y la Compañía Constructora para que autorice a la
última aumentar el precio fijado para la ocupación del área de la plaza de
mercado a 10 centavos el metro cuadrado en la parte cubierta y a 5 centavos la
descubierta. El gravamen sobre los comerciantes de la plaza no fue menos
traumático, pero se sustentaba sobre la idea de desarrollar, allá, un sistema de
drenaje y distribución de aguas, pavimentación, y la instalación de excusados
inodoros como parte de la transformación a la que se contribuiría con os
impuestos. Además,

Otra ventaja muy importante para todos los habitantes de la ciudad será la de
facilitar la más pronta y mejor construcción del acueducto metálico, base
fundamental de la higiene pública. Y digo mejor construcción del acueducto
porque con esos recursos ya no serán suprimidos los filtros para le agua,
supresión en la que se había pensado por insuficiencia de fondos y que
reduciría lamentablemente los buenos resultados que se persiguen con tal
acueducto. 141

La compañía ofrecía así al Distrito $40.000 oro por fracciones de $8.000


semestrales, además de las mejoras a la plaza de abastos como: construcción
de cuatro cobertizos en contorno al patio oriental, y dos para los lados oriental y
occidental del patio occidental; la pavimentación de la parte cubierta conforme
al plan en que estaban los pabellones, el drenaje del subsuelo para garantizar
la sequedad del piso, pavimentación de los patios expuestos a las lluvias,
instalación de tanques de agua limpia con distribución de ésta en las diferentes
secciones del mercado y la instalación del servicio de excusado e inodoros, con
las cloacas correspondientes para su acarreo.

Sin embargo, los habitantes de la ciudad que no eran comerciantes o


contribuyentes del Acueducto debieron sobrellevar constantemente la demora
de la instalación del servicio, pues dentro de sus memoriales ellos mismos
denuncian ante el Concejo la selectividad en los tramos por donde se conectan
las instalaciones de agua, excluyendo a algunos, y en otras tantas ocasiones,
la misma Junta explica el 29 de Julio 1920, que ha sido la falta de pago de los
bonos que ocasiona el fenómeno. Por ejemplo, la Junta resolvió llevar al
Matadero Público la tubería tomándola de la esquina que hace cruce con la
calle 12 y carrera 9ª, argumentando que los vecinos de la calle 12, en ese

141
Correo del Cauca # 2060. Mayo 9 de 1916

89
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

trayecto comprendido entre la 9ª y la 5ª, no habían coadyuvado con la compra


de bonos.142

Los ciudadanos Joaquín Collazos y Justiniano Lloreda ante esta situación, el


28 de diciembre de 1920, le comunicaron la Concejo el carácter injusto,
desequilibrado y antipopular del pago forzoso del bono del acueducto:

Habiendo sido notificados de que se nos va a privar del servicio de agua del
acueducto antiguo y que, para tomar una matrícula en el nuevo, hay que
comprar, por lo menos, un bono del Empréstito Municipal, a vosotros muy
atentamente exponemos: Que, como esos apremios son odiosos, porque
envuelven una injusticia irritante, por estas dos razones:

a) Porque los empréstitos forzosos, conforme a la Constitución que nos rige,


sólo se decretan en épocas anormales de guerra con el exclusivo objeto de
atender con ellos al restablecimiento del orden público; y

b) Porque, para que dichos apremios, suponiendo que por fuerza de


necesidad pudieran ser admisibles, es indispensable que tuvieran carácter de
medidas generales, esto es que, desde antes de empezar sobre el terreno la
obra del Acueducto Metálico, se hubieran dictado, para que de este modo
hubieran afectado a todos los habitantes de Cali. No hay razón ahora para
hacer a unos individuos de peores condiciones que a otros; y quererles poner
una camisa de fuerza, que no están obligados a ponerse, con la privación del
agua de que han hecho uso, en una medida de extremo rigor que sólo se
pone en planta para reducir por la fuerza una fortaleza sitiada.143

El febrero 9 de 1921, en respuesta al memorial de Collazos y Llorente, la


comisión para estudiar el caso del pago forzoso del acueducto, en cabeza de
Juan Evangelisto Cruz, propone el siguiente proyecto de resolución:

Dígasele a los señores Doctores Joaquín A. Collazos y Justiniano Lloreda que


el Concejo no ha decretado empréstito forzoso de ninguna especie. Que las
condiciones exigidas últimamente para prestar a los particulares el servicio de
agua por medio del acueducto metálico son de carácter comercial, como las
primitivas, y susceptibles, por tanto, de ser variadas, como se varía el precio
de las cosas en atención a las circunstancias de los mercados.144

Al ser constantes este tipo de conflictos, se publicó en el Relator #1115 de


febrero 19 de 1921, que sería suprimida la obligación de comprar bonos del
empréstito municipal a las personas que se encontraran en las calles donde ya
esta instalada la tubería o que comprobaran tener menos de 10.000 pesos oro.

A modo de adelanto se legisló, también, en el Acuerdo N° 5 de 1922 (Enero


30), con algunas medidas para la Administración del Acueducto Municipal en el

142
AHMC. Capitular # 207 (II), 1920. Folio 376
143
AHMC. Capitular # 209 (II), 1921. Folio 274
144
AHMC. Capitular # 209 (II), 1921. Folio 275

90
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

que se consideró como deber primordial favorecer la higiene pública y defender


a las clases pobres de los altos impuesto o recargos, sobre los elementos
vitales de primera necesidad. Se acordó, en primera media, darle la nueva
denominación de “Junta del Acueducto”, el periodo de sus miembros volvió a
hacer de un año y se autoriza al Secretario para que atienda los reclamos y
peticiones de los usuarios.

Con todo, y a pesar de la tensión por la carencia de recursos suficientes el


informe de la Junta, publicado en la Gaceta Municipal N° 293 de Febrero 23 de
1924, ubicaba favorablemente los resultados de los esfuerzos, incluidos el de
los bonos del acueducto, para el establecimiento de la higienización y un
propósito de estabilización financiera para la instalación posterior de los filtros
en el procedimiento de potabilización del agua:

Extracto del informe rendido al Concejo cuyo periodo terminó el 31 de octubre


de 1923, por el Presidente de la Junta del Acueducto Dr. Mario de Caicedo L.
Costo total de la obra hasta la fecha es de $478.787.47. Por acuerdo número
32 de octubre de 1917, el Municipio lanzó un empréstito de $200.000.00 oro
legal en bonos de $100,00. El primer bono se vendió el 9 de abril de 1918 y
hasta el 31 de agosto de 1921 se vendieron 1430. Del 1 de septiembre de
1921 al 31 de agosto de este año, se han vendido sólo 66 bonos que
sumados a los 1430 vendidos anteriormente dan un total de 1496 bonos
hasta la fecha. Los 2000 bonos se distribuyeron así: 846 bonos al público, 54
en poder del presidente de la Junta, 100 en poder del Secretario de la Junta,
650 vendido al público, 250 en poder del tesorero municipal, 100 en poder del
secretario de la Junta. Constructora del Acueducto. El acueducto actual es
capaz para una población de 50.000 habitantes, de los tanques hacia la
ciudad, y para una mayor de 100.000 habitantes el canal, los túneles y los
viaductos. La higienización de Cali ha ganado un 90% con la construcción del
Acueducto y el alcantarillado. Con respecto al Acueducto, la Junta sólo se ha
preocupado, por ahora, en cumplir con aquella obra de misericordia que
manda "dar de beber al sediento", y de allí que su principal atención haya sido
prolongar y tender tuberías; mas ya le llegará el tiempo de purificar las aguas
para darlas al consumo, física, química y bacteriológicamente puras. Para
purificarlas físicamente, vendrán los filtros y otras obras de que me ocuparé
adelante; y para lo demás, lo que la ciencia indique a su debido tiempo. Para
los filtros, destinados principalmente a desenlodar las aguas en las épocas
lluviosas, se ha dejado el área de terreno señalada en los planos y serán
construidos tan pronto como la Junta disponga de fondos para acometer esta
costosa obra. pero antes que los filtros, para evitar las limpiezas frecuentes
de estos, lo que tiene sus inconvenientes en la práctica menester es construir
una Boca-toma algo arriba de la desembocadura de la quebrada de Cabuyal,
que es el arroyo que más ensucia el río en sus crecientes. Esta Boca-toma
podrá usarse en los tiempos lluviosos solamente, porque en los fuertes
veranos la Empresa de Luz Eléctrica capta casi la totalidad del caudal del río.

Con respecto a la alcantarilla sucedía el mismo problema de la contribución


que algunos sectores no lograban pagar, pero que ponen de manifiesto la
injusticia no sólo de un cobro por un servicio de vital importancia, sino la falta

91
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

instalación y por consiguiente del total servicio. El 6 de abril de 1922 se


reconoce, desde la oficina de Ingeniería municipal la justicia del reclamo de
unos peticionarios, pero “Mas es tal el urgente reclamo de todas partes con el
mismo tema de las alcantarillas, tan exigua la suma destinada semanalmente
para ocurrir al trabajo, y tan ineficaz, hasta hoy en día, el recurso de la
contribución de los vecinos (Ordenanza N° 23 de 1921) cuyas cuotas no ha
sido posible hacer efectivas, por ejemplo, en el caso de la carrera 8a., a pesar
del estado avanzado de la obra [...]”.La respuesta del Ingeniero municipal se
comunica con una resolución donde se ordena la construcción del
alcantarillado en la carrera 6ª, entre la calle 6ª y 7ª, y de la carrera 7ª, entre
calle 6ª y 8ª, toda vez que hayan la totalidad de los vecinos cancelado la cuota
correspondiente al 50% del presupuesto que dictó el Ingeniero.145

Más tarde, el 16 de noviembre de 1926, los habitantes de la carrera 3ª, que


habitaban entre calles 17 y 21, ofrecieron su contingente en dinero para las
obras públicas que demandaba la ciudad en esta localidad. Denunciaban que
la consignaron en la tesorería municipal, pero que a la fecha no se habían
empezado las obras. Lo que representaba la constante influencia del discurso
sobre la figura del contribuyente para el progreso de la ciudad fue un avance a
través del tiempo:

Obstante que nuestra petición y la forma como ella se hizo mereció el elogio
de miembros muy distinguidos del Concejo como los vocales García Vásquez
y Ramos Hidalgo, quienes se expresaron de manera elogiosa para nosotros
porque nuestra actuación era una manifestación del espíritu público que
principiaba a iniciarse en la ciudad. Nuestra actitud dio margen a que muchos
otros vecinos de diversos barrios de la ciudad ofrecieran su contingente en
beneficio de las obras municipales que en buena hora han iniciado, con tanto
empeño el actual Concejo.146

Aunque la obra del alcantarillado no fue desarrollada por la Junta del


Acueducto, su necesaria relación complementaria y las dificultades en lograr su
desarrollo son similares. Es en 1923 que se aprobó, por Acuerdo N° 15 de ese
año (Julio 23), el contrato de empréstito para la inversión en la construcción del
alcantarillado y pavimentación en las calles. Tal contrato celebrado entre el
personero Municipal Gilberto Garrido y el señor Alfonso Vallejo G. estipuló la
suma de $216.300 pesos oro ($180.000 del contratista y $36.300 del Distrito)
para las obras que se ejecutarían en 13 meses. La autoridad que representaba
en la obra al Distrito era el Ingeniero Municipal; debiendo el contratista
adelantar las obras según lo indicaban sus proyectos. Él mismo evaluará,
inspeccionará y recibirá las obras. Después, este contrato fue reformado por el
Acuerdo 21 de 1924 (junio 9). La suma del empréstito del contratista Vallejo

145
AHMC. Capitular # 211 (II), 1922. Folio 311
146
AHMC. Capitular # 217 (I), 1926. Folio 538

92
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

ascendió, bajo modificación del pliego del contrato, a $200.000 pesos oro el 18
de abril de 1925.

Pero estos no fueron los únicos recursos, además existieron cuotas cobradas a
los particulares. Los esfuerzos que se emprendieron por lograr préstamos con
entidades bancarias y sociedades fueron igual de recurrentes. El Acuerdo N°
42 de 1926 (junio 15) aprobó un contrato de empréstito entre la Sociedad Civil
de G. Garcés & Arboleda Q. y el Distrito para invertir en la pavimentación y
alcantarillado de Cali la suma de $180.000. Igualmente, se contrató con dicha
sociedad un año después, por Acuerdo N° 53 de 1927 (Agosto 12) para la
construcción del Plan Nº 1 de Alcantarillado. Dicho trazado es representado en
el mapa N°2.

93
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Mapa 2 Plan No 1 Alcantarillado 1927-1929. Fuente: JIMÉMENEZ, Yolanda. BONILLA, Ramiro. Acueducto y Alcantarrillado. Cali 1900-1970. Cuadernos
CITCE Serie Investigaciones N° 5. Santiago de Cali, 2000.

94
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Al finalizar la década de 1920, la Junta Constructora del Acueducto desarrolló


otros esfuerzos por conseguir recursos que le permitieran no sólo
complementar la obra del acueducto, sino la del alcantarillado, la
pavimentación de las calles y otras obras públicas, estipulado en el Acuerdo 9
de 1925 147 (junio 12), con el cual logró una autorización para iniciar
negociaciones, con unos o varios bancos del país, de uno o varios empréstitos
por una cantidad hasta de $400.000 pesos oro con la garantía hipotecaria de la
misma obra y la pignoración del producido líquido. La distribución del dinero
sería destinada así: $150,000,00 para la obra del Acueducto; $80.000,00 para
el alcantarillado y pavimentación; $20.000,00 para las obras públicas
municipales; $20.000,00 para equilibrar el presupuesto; $30.000,00 para banco
Prendario Municipal; $100.000,00 para la construcción de locales para
Escuelas Públicas.

En cuando al suministro de agua y su cobro se impuso, en el Acuerdo N° 38 de


1926 (mayo 28), la reglamentación del servicio de agua del Acueducto
metálico. Acordó el Concejo Municipal que los contratos para suministro o
servicio de agua se hacen entre la Junta del Acueducto Municipal y el
contratante. Constan las pulgadas y el valor de la cantidad de agua a consumir,
se paga anticipadamente el mes, y si en los primeros 15 días no se ha
cancelado, se suspende sin previo aviso y se cobra restablecimiento del mismo
por 0,5 pesos oro, pagando lo adeudado.

Estanques del Acueducto en San Antonio. Vista


panorámica en la Inauguración. Fuente: Archivo Daguer

147
Gaceta Municipal # 343. Agosto 14 de 1925

95
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Finalmente, la razón social de la junta se modificó bajo el Acuerdo N° 75 bis de


1926 (septiembre 29), pues se determinó que debía cambiar su manera de
administrar el Acueducto Municipal. La dirección suprema de la Empresa de
Acueducto Municipal se encargó a la “Junta Administradora”, compuesta de
Gerente, quien la presidiría, y de dos vocales con su respectivo suplente, todos
elegidos por el Concejo para un periodo de 2 años. La Junta Administradora
debía nombrar al Ingeniero de la Empresa, que contaba con voz en las
deliberaciones de la junta, pero no voto. El gerente directamente debía dirigir la
empresa, permaneciendo en las oficinas o en las dependencias y obras de ella,
por lo menos seis horas diarias. El Inspector fiscal del municipio sería el
encargado de ejercer las funciones del revisor con voz, pero sin voto, en las
deliberaciones de la junta, también. La junta debía tener sesión ordinaria hasta
2 veces por semana, y las extraordinarias que ordenara el gerente, sin pasar
de 10 al mes. Como las anteriores veces en que se modificó sus funciones, la
Junta debía dictar el reglamento de la empresa y la Junta.

Todo el tratamiento jurídico y legal que se estableció en el desarrollo


constitutivo de la Junta como el dispositivo modernizador del acueducto, contó
también con algunos elementos técnicos y científicos para que fuera posible
concretar la obra y su servicio. Al inicio, la dinámica en la que se emprendió la
obra del acueducto sostuvo, necesariamente, una figura que, mientras
representaba una carga de esa realidad que no cesaba al mantenerse las pilas
y acequias coloniales, ejercía las funciones de cuidar el preciado líquido. Era el
Fontanero Público del Distrito de Cali, el personaje que desde 1869, a través
de la ordenanza N° 113, había sido “encargado de conservar el servicio de
acueducto, evitar que particulares llevasen más agua de la que les
correspondía por pago, evitar las “conexiones piratas” etc.”148 En el pleito ya
reseñado en el segundo capítulo en el que la compañía de la familia Guerrero
solicitaba captar agua para generar fuerza motriz, el fontanero público
desarrolló una importante labor y así fue reconocida por Ulpiano Lloreda el 28
de agosto de 1908:

[…] A todos nos consta que el Distrito paga un empleado que se llama el
Fontanero Público, y á éste corresponde cuidar del Acueducto en toda su
extensión, atribución que corresponde también la de limpiar las arenas y en
las fuertes crecientes del rio extraer todo sucio que quede en la acequia del
acueducto, y si esta preciosa atribución de ese empleado se le traspasa á los
memorialistas, habrá necesidad de suprimirlo ó quitarle una de sus mas
importantes atribuciones, lo que es materialmente imposible porque la
creación de ese destino data desde las épocas de antaño y á no dudarlo ha
sido necesaria y ha dado magníficos resultados; y aun cuando nuestro
acueducto fuera una obra mas perfeccionada que la que actualmente
tenemos, la necesidad impone y exige que el Fontanero Público siga en el

148
PATIÑO SPTZER. Op. Cit. Pág. 102.

96
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

ejercicio de su cargo para que los habitantes de la ciudad tengan alguna


garantía. Además, el gasto que proporciona la limpieza del acueducto en le
trayecto que ofrece los señores Guerrero y Ca. hacerlas, es decir de la toma á
Santa Rosa, ocasionan un gasto insignificante, que no vale la pena
considerarlo en cambio de un monstruoso privilegio como el que ellos
solicitan. [...] Ahora bien, si hay derrames en el predio de Santa Rosa , a qué
se obedecen? -seguramente á lo estrecho del acueducto cuando se separa
de ese predio, y de aquí que no alcance á abastecer la ciudad privándose
ésta de fuentes de agua potable en los diversos barrios y en las casas de los
particulares, para las que hay solicitud por más de quinientas pajas, y sin
embargo, no se ha podido complacer los deseos de algunos conciudadanos;
y como esos derrames á que aluden los señores Guerrero y Ca. tienen qué
entrar en el resto del acueducto de santa Rosa para acá para el servicio de la
ciudad á medida que ésta progrese y se refaccione el mismo acueducto, es
imposible construir un privilegio sobre una cosa que será destruida mañana y
que no es nada segura ni firme, mientras que si el Concejo concede el
privilegio, claro está que habrá qué respetarlo, conservando a todo trance
contra viento y marea los derrames de agua perdidos, privándose de ese
modo los habitantes de la ciudad de los grandes ó importantes beneficios que
reciben del agua potable; y por qué?-porque el Distrito representado por el
Concejo de este año, enajenó ó dio á título gratuito por tiempo fijo y
determinado una porción de agua que la consideró como derrames ó
sobrantes.149

Con la llegada de ingenieros extranjeros y la participación de algunos


nacionales dentro de la junta, además de la inspección del ingeniero municipal,
se pudo contar con amplias y alimentadas opiniones científicas, con las cuales
emprender el gran propósito de no solo desarrollar el acueducto metálico a
presión, sino también de establecer la panta de purificación.

Y así como cada vez se establecían y destacaban figuras de conocimiento en


los trabajos del nuevo acueducto, Carlos Gamboa como presidente de la Junta
Constructora del Acueducto, decidió comunicar en enero de 1922 al Concejo
una proposición que la junta aprobó buscando eliminar el cargo del fontanero:

que no teniendo mayores funciones el Fontanero del antiguo acueducto y


habiendo un revisor de Instalaciones para el acueducto a presión, el cual
puede dirigir las reparaciones del antiguo acueducto con los ayudantes de
que dispone, la junta tiene entre sus proyectos de economía, el suprimir el
puesto de Fontanero del acueducto antiguo.150

Administrar la obra de tal manera que fuese eficiente no fue un proceso


tranquilo para la junta, pues la relación entre sus ingenieros encargados y el
ingeniero municipal presentó series de alegatos, propios de la auditoría que el
segundo debía realizar. Victor Bonilla, ingeniero municipal en 1920 censuró
ante el Concejo en repetidas ocasiones el trabajo que Sebastián Ospina B.
estaba realizando. El secretario contador, Manuel Manrique el 27 de marzo del

149
AHMC. Capitular # 184 (I), 1908. Folio 320-327
150
AHMC. Capitular # 210 (I), 1922. Folio 120

97
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

mismo año, le remitió a Bonilla la siguiente contestación acerca de la relación


de la junta y el ingeniero municipal:

1° Que la Junta Constructora del Acueducto no es una entidad obligada a


explicar al Sr. Ingeniero Mpal. Los estudios y planos que del Acueducto se
nos ha hecho;

2° Que, como los datos que pide en las citadas notas, integran, hasta en sus
detalles de cálculos y operaciones todos los estudios del Acueducto, se
ponen a su disposición todos los planos y documentos relativos a su solicitud,
a fin de que personalmente deduzca los datos que desee y emita cuanto
antes su concepto sobre la obra;

3° Que la Junta, en su sesión de 17 de marzo, ordenó al Sr. Ingeniero del


Acueducto se pusiera a la disposición del Sr Ingeniero Municipal, [para todo lo
solicitado];

4° Que la Junta advierte que si el Sr Ingeniero Municipal no acepta el


ofrecimiento de poner a su orden los estudios y planos de la obra, apreciará
sus aludidas notas como meros sofismas de distracción; [...]151

El 11 de marzo de 1920 los ingenieros de la junta Rafael Álvarez Salas, Manuel


J. Peña C. Arturo Arcila, Sebastián y Francisco Ospina B. y Joseph M. O´Brien
se dirigieron nuevamente al Concejo asumiendo su responsabilidad sobre la
obra.152 El 14 de abril dirigieron aclaraciones, ante la proposición N° 281 de la
Secretaría del Concejo a la Junta, para aclarar el papel del Ingeniero Director
del Acueducto, dichas aclaraciones estaban en relación con los datos
solicitados por el ingeniero Municipal:

Los estudios de saneamiento de la ciudad de Cali fueron elaborados por la


Compañía del F. C del Pacífico y comprenden el alcantarillado, l
pavimentación y el Acueducto metálico. Aprobados los planos y presupuestos
por el H. Concejo, e han venido ejecutando las obras que conciernen al
Acueducto. El Dr Sebastián Ospina B. dirigió la construcción del cabal y los
estanques; el Dr. Francisco Ospina B. actuó en un lapso de poca actividad; y
yo he venido prestando mis servicios desde que se inició la colocación de la
tubería en septiembre retropróximo. Ya para esa época estaban pedidos la
mayor parte de los elementos, y sólo ha tocado asesorar a la Junta en lo
referente a consecución de accesorios que, como curvas, tees, valvulas, &.,
he creído indispensable para la buena instalación de los conductos. Los
estudios de la Compañía del F.C. han sufrido ligeras variaciones d detalle
durante la construcción; las referencias a canal y estanques fueron
ejecutadas por el Dr. Sebastián Ospina B. y las tocantes a la colocación de la
tubería las he estudiado y llevado a cabo en el curso de los trabajos [...] SE
PIDEN TODOS LOS CÁLCULOS MATEMÁTICOS Y SE RESPONDE QUE
SE SIGUIÓ LA TERORÍ HIDRÁULICA [...] Debo advertir que en el ánimo de
la Junta, como en el de todos los interesados, está el deseo vehemente de
que se lleve cabo el valioso trabajo del Dr. Bonilla, el cual, si advierte errores
en los estudios hechos , evitrá indudablemente mayores males; mas, mientras
151
AHMC. Capitular # 207 (II), 1920. Folio 313
152
AHMC. Capitular # 207 (II), 1920. Folio 309

98
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

no se prueben estos errores, la Junta confía en los proyectos actuales, no


sólo por haber sido aprobados por la H. Corporación Municipal sino también
por haber sido elaborados por ingenieros de reputación bien entada, como
son los Dres. Rafael Álvarez Salas, Manuel J. Peña y Arturo Arcila U.
Ingeniero director, Ricardo Arboleda Q.153

Varios ingenieros
consultores también
participaron en la
dirección de las obras.
Por ejemplo, en 1927
llegó a Cali George C.
Bunker, como Ingeniero
sanitario, contratado
para el montaje de la
planta de purificación de
las aguas. En 1921,
Bunker había estudiado
el montaje de la planta
de Medellín y venía de
Bogotá, en donde montó
la planta de clorificación.
Luego de realizar sus
trabajos en Cali,
planeaba ir a Cartagena
a realizar el mismo
trabajo.154

Luis Cifuentes, Superintendente, ingeniero George Bunker


Acueducto Municipal de San Antonio. Fuente: Archivo
Patrimonio Fílmico y Fotográfico del Valle del Cauca

Su trabajo en Cali consistió en una consultoría sobre unos daños en el


Recervoir o Tanque de agua filtrada; en establecer una posible solución para
impermeabilizar el tanque y generar algunas consideraciones sobre el consumo
de agua entregadas en 1929 a la administración municipal.155

153
AHMC. Capitular # 207 (II), 1920. Folio 318
154
Relator # 2960, Marzo 30 de 1927
155
AHMC. Capitular # 224 (II), 1929. Folio 120-129

99
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

3.2. EL SERVICO, LAS TARIFAS Y LA CRISIS DEL SERVICIO PRIVADO DE


ELECTRICIDAD

La prestación del servicio de alumbrado público y particular habían quedado en


manos de Henry J. Eder, promotor y gerente en las primeras décadas del siglo
XX de la Cali Electric Light & Power Company. La ganancia y las limitaciones
de su capacidad modernizadora fueron los elementos verticales de su
desarrollo. Parte de estos argumentos se vislumbran, si se quiere, desde el
traspaso contractual que se realizó entre Ignacio Palau y Henry J. Eder en
1913.

En 1906, Palau adelantó las averiguaciones, cotizaciones y licitación para que


le fuera concedido el contrato de proveer electricidad, exclusivamente, a la
ciudad de Cali. De una relación constante con la corporación del Concejo
resultó unas importantes comunicaciones y asesorías entre Medellín y Cali, la
primera enseñándole a la otra cómo se había desarrollado el servicio en
aquella ciudad. Efectivamente, fueron enviados cuestionarios técnicos,
recomendaciones sobre los suministros para los materiales del alumbrado
público, documentos estatutarios de la Compañía Antioqueña de Electricidad y
un Pliego de Bases y condiciones para el establecimiento de instalaciones
particulares de la misma compañía.

Las respuestas técnicas sobre instalaciones dadas en Junio 25 de 1906 para el


alumbrado público fueron las siguientes:

A la 1/a: -Luz de arco; lámparas de Thomson-Houton, de 4 carbones, arco


abierto, de 1200 bugías. Costosísima, tanto en su instalación, como en su
sostenimiento. Estilo articulado ya. A la 2/a: -162 lámparas en toda la ciudad,
repartidas de á una por esquina ó crucero de calles. A la 3/a: - En la
producción de energía eléctrica se emplean dos sistemas; el de Thoas-
Houston, maquinas de corriente continua á alta tensión para el alumbrado
público de arco, y el de la "General Electric", maquinas de corriente alternada
á 208 volts, trasferible á 104 ó 208 volts para el alumbrado particular en
lámparas de 16 bugías, (incandescente). Y todas estas maquinas movidas
por fuerza hidráulica. A la 4/a: - Véase las cláusulas "h) "i) de los estatutos. El
alumbrado particular se cobra por contadores eléctricos y en proporción á la
energía consumida por el cliente en sus lámparas. A razón de $ 0 03 cs oro
por hora de lámpara, según se me ha informado. A la 5-a: - Queda contestada
con la 4/. A la 6/a: - El valor de las instalaciones se ha estipulado en cada
caso con relación al valor de los materiales que la componen y en razón del
valor de sueldos de los empleados que la ejecutan y ha variado por lo mismo,
desde $100 hasta $5000 por lámpara de 16 bujías, desde 1896 á 1903;
últimamente se dan á menos precio. [...] No soy partidario del alumbrado de
arco para la iluminación pública de una población, por lo muy costoso de su
instalación y sostenimiento. Una lámpara de arco de 1200 bugías consume
736 Watts próximamente ó sea un caballo de fuerza, energía suficiente para

100
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

encender ó alimentar 13 lámparas incandescentes de 16 B/gs. La primera


cuesta su instalación $-150" "oro poco mas ó menos. La instalación de las 13
lámparas incandescentes vale $-113" " oro próximamente. El precio mensual
de una lámpara de arco es, mas ó menos de $-8" oro, - mientras que el de las
13 incandescentes es de $- 6,50. Ahora bien, colocando 6 lámparas
incandescentes de 16 B. por cuadra, se tendrá un alumbrado mucho más
regular y uniforme que instalando lámparas de arco de 1200 B. en cada
esquina; y con una economía de $-90" "oro, en la instalación y de $-5"" en el
precio mensual. Con lámparas de arco en las esquinas, queda obscuro el
centro de las cuadras; con lámparas incandescentes, (6 por cuadra) no habrá
penumbra. El sistema de cobrar á los clientes el servicio de alumbrado
particular por contadores eléctricos, no es justo ni equitativo, ni mucho menos
el de cobrarles arrendamiento por el contador ó hacérselos pagar. La
economía de energía que hace un cliente por el uso de este aparato, obliga á
la empresa á venderla ó enajenarla con otro, lo que da lugar á que aquella
realmente venda lo que no tiene. Es más justo y equitativo que el cliente le
pague á la empresa la energía que le tomó para su instalación, úsela ó no.-Si
son necesarias más explicaciones sobre este asunto, las daré en oportunidad.
Por último, no es aplicable, en mi concepto, la fuerza de vapor para plantas
eléctricas, porque la irregularidad de la producción de vapor en la caldera,
hace irregular el movimiento o velocidad y fuerza del motor; siendo irregular la
velocidad y fuerza del motor, también lo será el dynamo en la producción de
corriente por los alambres conductores, la luz será intermitente. Con lo dicho,
creo que basta por ahora Dr Paláu, pero tanto a ud como al H. C. M. de Cali
por su conducto, prometo ayudar con mucho gusto en cuanto me sea posible
en este asunto. Daniel Salazar M156

Las consideraciones por las cuales el Concejo Municipal de Medellín otorgó, a


través del Acuerdo N° 15 de 1895, del 25 de junio de 1906, el privilegio de
instalar y explotar el servicio de electricidad a un privado obedeció a un tato
más progresistas:

1°. Que por razón de su adelanto material, su riqueza y su población, la


ciudad de Medellín debe ser considerada con justicia como la segunda de la
República; 2°. Que hasta ahora ha venido usándose el petróleo para el
alumbrado público de la ciudad con grandes gastos y muy deficientes
resultados, que dejan mucho que desear en el particular; 3° Que en Colombia
tienen yá alumbrado eléctrico las ciudades de Bogotá, Bucaramanga,
Barranquilla, Panamá, Colón y Santa Marta, de las cuales las dos primeras no
están en mejores condiciones que Medellín, en cuanto á dificultades
materiales para el establecimiento de una planta eléctrica, y ninguna de ellas
le aventaja en recursos pecuniarios para el mismo objetivo; 4° Que el
alumbrado eléctrico es signo de progreso y necesidad de primer orden para
toda ciudad civilizada, siquiera sea como auxilio para el buen servicio de la
policía; 5° Que hasta el presente no ha producido ningún resultado positivo
los esfuerzos hechos tanto por la Municipalidad como por la Administración
Departamental en el sentido de conceder privilegio á particulares para el
Establecimiento de una planta eléctrica de la ciudad; 6°. Que el Consejo
Municipal tiene en su poder datos de mucho precio en el particular,
suministrados por los Sres. Juan de la Cruz Posada, Pablo Emilio Gracía,
Gregorio Pérez y Pedro Nel Ospina, que han hecho estudios especiales en el
ramo; 7°. Que según esos datos, el capital necesario para el establecimiento

156
AHMC. Capitular # 180, 1906. Folio 186-188.

101
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

de la planta eléctrica, si bien de bastante consideración, no supera los


recursos que para ello pueden allegarse; 8°. Que no hay dificultad ninguna en
organizar una Compañía anónima, formada por el Distrito, el Gobierno
Departamental y el Comercio ó los particulares quienes subscribirán
fácilmente el capital necesario para la Empresa, sin que la erogación sea muy
gravosa para ninguno de los que en ella tome acciones; 9° Que si la empresa
ha de ser productiva, como de los datos tomados resulta, es preferible que
ella se realice con capitales del país con participación de las entidades
Departamental y Municipal, á dar el privilegio á los capitales extranjeros que
pudieran venir á buscar aquí pingües ganancias; y 10°. Que por los informes
que el Consejo ha recibido, entre los capitalistas de la ciudad hay decidido
interés en acometer la Empresa, siempre que la administración de ella quede
á cargo de los empleados que determine la Sociedad anónima que se
forme.157

El uso sistemático del agua en la función de la producción significa una


manipulación de los sistemas hídricos a través de un manejo experimental y
científico. Cali, al iniciar el siglo XX demostraba cómo las diferentes tipos de
producción, como la fábrica de cerveza, la fábrica de hielo y varias trilladoras
de café se habían instalado, incluso desde el siglo anterior, a inmediaciones de
río Cali o de alguno de sus afluentes para el aprovechamiento de su fuerza
motriz en la fabricación.

Antioquia, entre 1820-1830, había desplazado al Cauca en producción minera


exportable. La innovación en la utilización de ruedas hidráulicas, como la rueda
Pelton, sin lugar a dudas hizo parte de esta transformación, de la cual Cali hizo
parte, como ya se dijo anteriormente, en los primeros años del siglo XX cuando
al ingenio Manuelita la implementó para su producción azucarera.

Pero la primera ciudad de Colombia que contó con electricidad en sus calles y
hogares fue Bogotá en 1890:

Por casi tres siglos de dominación española, el alumbrado había sido provisto
por velas en las casas y antorchas de sebo en las calles, traídas por los
españoles. Ya en el periodo republicano, llegarían a Bogotá, en 1965, 24
faroles de petróleo, un avance pero también una limitación puesto que el
hidrocarburo debía ser importado. Teas, faroles, lámparas de aceite de
higuerilla y quinqués eran parte del paisaje lumínico en las noches.158

Al promediar la década de 1880 empezó la “época” de la electricidad, con la


oferta, inicialmente, de dos familias; los Ospina, con raíces y negocios en
Antioquia, y los Samper, bogotanos. Los segundos crearon en 1886 la

157
AHMC. Capitular # 180, 1906. Folio 190-191
158
LÓPEZ, Juan Carlos. El agua que nos cae. Gestión de los sistemas hídrico-eléctricos:
tensiones entre lo público y lo privado (1890-1980). Medellín: Fondo editorial EAFIT, 2003. Pág.
47

102
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

compañía The Bogota Electric Light Company e inauguraron con una planta
termoeléctrica el servicio el 1 de enero de 1890. Más adelante, el 13 de agosto
de 1896 se construyó la firma Samper Brush y fue esta compañía la que
decidió incorporar la fuerza hidráulica en la producción de electricidad. Para
1900 se inauguró la planta “El Charquito”, la que tomaba la fuerza del río
Bogotá y generaba 400 kw.

No es para nada una casualidad que los fundadores de las primeras


compañías eléctricas lo fueran también de importantes industrias en ese
mismo periodo. Los Samper en Bogotá habrían de fundar la primera fábrica
de cementos del país, en 1909, con el nombre de la familia. El fundador de
Tejidos Obregón en Barranquilla fue uno de los promotores de la Empresa
Eléctrica de su ciudad. Lo propio sucedería en Medellín: la Compañía
Antioqueña de Instalaciones Eléctricas contó entre sus inversionistas a
quienes fundarían empresas como la Fábrica de Tejidos de Bello (después
absorbida por Fabricato), la Cervecería Antioqueña (luego Cervunión) y la
Compañía Colombiana de Tejidos, Coltejer.159

Este tipo de negocios de empresas de energía eléctrica empezaron,


evidentemente, en el país de la mano de grupos capitalistas nacionales y
extranjeros que veían una nueva oportunidad de negocios, no sólo desde la
explotación de la electricidad, sino, también, en una especie de oligopolio. En
Cali, lejos de considerar encargar al Distrito de la tarea de instalar el servicio
eléctrico, se optó por conceder privilegio a un particular. El mismo Ignacio
Palau redacta el articulado para la propuesta del contrato de privilegio, que en
su estructura general se mantiene en el contrato aprobado:

Art 1°. El Concejo Municipal de Cali, concede privilegio exclusivo á Ignacio


Palau para fundar la planta ó plantas necesarias para suministrar la fuerza y
la energía eléctricas que requieran el alumbrado público y el privado, los
establecimientos de industria y artes, y los usos domésticos en toda la
extensión del distrito, y las demás aplicaciones para que puedan ser
solicitados los servicios de esta empresa por personas naturales y jurídicas;
Art 2°. Palau se obliga á instalar y á extender, como vaya siendo necesario, el
alumbrado público en el radio de la ciudad, con lámparas de arco voltaico de
dos mil bugías cada una, situadas en las plazas, avenidas, calles, parques y
paseos públicos ó con lámparas equivalentes en número de mil ó de
quinientas bugías cada una; Art 3°. El Concejo hace á Palau las siguientes
concesiones: a) Permite á Palau la colocación de postes y otros aparatos en
el suelo de las plazas y calles de la ciudad, para fijar en ellas los alambres --
necesarios para el alumbrado y fuerza eléctricas; b) Permite a Palau servirse
de las paredes casas y tejados que dan a las calles y plazas, para la fijación
de alambres, conductores, como es costumbres en todos los países; c)
Permite á Palau la colocación de conductores de energía en el subsuelo de
las vías, con la condición de entregar el pavimento de la vía en el mismo
estado en que se hallaba antes de la obra; d) Permite a Palau el libre uso de
los terrenos pertenecientes al Distrito, siempre que no estén ocupados por
personas naturales o jurídicas. Si fuesen de propiedad particular los que
necesitan y no pudiese avenirse con los dueños para obtenerlos por
completo, pedirá Palau la expropiación a la autoridad a quién corresponda; c)
159
Ibíd. Pág. 50

103
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Permite á Paláu el libre uso de las aguas del río y demás que corresponden al
Distrito para obtener la fuerza hidráulica necesaria para mover los dinamos,
con la condición de que las aguas vuelvan a sus cauces en el estado de
limpieza que tengan antes de usarlas como motor; f) Concede a Palau
exención de impuestos municipales ó distritales por todo el tiempo que dure
este privilegio; [...] En compensación de estas concesiones Palau se obliga: a)
A proceder á la instalación de la planta ó plantas y demás obras necesarias
para inaugurar dentro de los dos años siguientes á la aprobación definitiva de
este contrato, los que serán prorrogables en caso de inconvenientes
insuperables; [...] c) A prestar el servicio diariamente desde las seis de la
tarde hasta las cinco de la mañana siguiente; [...] Art 8. El Concejo se obliga á
obtener del gobierno municipal la excepción de derechos de aduana para las
maquinas, aparatos y accesorios necesarios para la empresa; Art. 9 Palau
podrá traspasar este contrato á otro individuo ó compañía, previo aviso al
Concejo, pero en ningún caso será traspasado á gobierno extranjero; si el
concesionario fuera persona ó compañía extranjera quedará ésta obligada á
renunciar los derechos de extranjería: Art 10. La duración del presente
contrato será de cincuenta años contados desde que el alumbrado se dé a
servicio público. Terminado este periodo, la municipalidad tendrá el derecho
de comprar y Palau la obligación de vender la planta fijando el valor por
peritos renombrados uno por cada parte y si hubiese desacuerdo por un
tercero nombrado por los peritos ya designados. Si el Concejo resolviese no
comprar, se prorrogará esto contrato por veinticinco años más [...] Ignacio
Palau.160

Sin embargo, transcurrieron 5 años, desde 1908 cuando le fue concedido el


contrato de privilegio a Ignacio Palau y 1913 cuando se firma el nuevo contrato
con Henry J. Eder, para la instalación del servicio de energía eléctrica. Los
problemas no fueron pocos y el lento proceso para proveer de luz a Cali
empezaba a detonar las críticas. Con ahínco en el diario de propiedad familiar
de los Palau, el Correo del Cauca, y El Día, se relató el hecho de la siguiente
manera:

No ignorarán, quizás, que tanto el Exemo. señor General Reyes como su


digno Ministro, Dr. Nemesio Camacho, impulsado por un sentimiento de
justicia y animados por el deseo ferviente y no desmentido en favor de esta
tierra, aprobaron el traspaso del contrato y galantería que dicen muy bien de
ellos, varios telegramas á los señores Eder y Palau, indicándoles que llenaran
pronto los requisitos necesarios para obtener estas concesiones con la menor
pérdida de tiempo posible, pues el Supremo Gobierno, como él mismo lo dice
en uno de sus telegramas, anhela ver pronto á Cali disfrutando del
inapreciable dón de la luz eléctrica. Igualmente estará impuesto el público de
que Su Señoría el Ministro de Obras Públicas, quizás más por galantería que
por otra cosa, pidió por telégrafo el parecer del H. Concejo de esta ciudad, el
cual puso el asunto en manos de una comisión compuesta de los honorables
vocales Dr. Jorge Vergara E., D. Jaime Rodas y D. César Franco. Pues bien,
por estos antecedentes y por otras juiciosas consideraciones que hace
nuestro acreditado colega El Correo del Valle, íbamos á reforzar la grata
esperanza que ellos abrigan de que pronto disfrutaremos de la tan anhelada
luz eléctrica, cuando llego á nuestros oídos el rumor de que alguien que vive
abrasado por insana emulación pone en juego todos los resortes de las más

160
AHMC. Capitular # 180, 1906. Folio 222-224

104
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

indignas intrigas, con el fin de ver si logra sugestionar al H. Concejo,


insinuando la idea de que se aparte de la consulta de su Señoría el Ministro,
puesto que el opinar en contra de la prórroga y el no declarar la obra como
de utilidad pública sería un adefesio que requiere de una suma considerable
de argucias y mala fé, y declare que el contrato está resuelto, para lo cual se
ha encargado de presentarles un pretexto revestido de legalidad con juegos
de palabras, sin reflexionar en que este procedimiento, aparte de la ilegalidad
é injusticia que en sí encierra, puesto que es una intrusión en un asunto
acerca del cual no se ha consultado opinión, y que es más de la incumbencia
del Gobierno Nacional, el cual, entre paréntesis, lo resolvió favorablemente
cuando aceptó el traspaso del contrato hecho al señor Eder, puede acarrear
al municipio serios prejuicios que resultarían de la acción que contra el
Concejo estableciera el concesionario injusta ó ilegalmente damnificado.
Además, y esto es más gracioso todavía, se nos ha informado que el espíritu
de oposición ó de envidia encargado de tejer trabas, hace circular la especie
de que el cesionario señor Eder ya no pondrá la luz, pues las demoras en
resolver este asunto lo han desanimado, sin reparar en que este es un
expediente muy desgraciado, que no torcerá el recto criterio del H. Concejo
que sabe que el señor Eder aceptó, por escritura pública N.° 76, debidamente
registrada, todos los derechos y obligaciones que contrajo para con el
Concejo el primer concesionario señor Palau; y salirle con que un
compromiso de esta solemne magnitud puede ser borrado con pocas ó con
muchas frases de desaliento, es una insensatez digna sólo de quien la
emita.161

Dicho contrato sobre producción de Energía Eléctrica se municipalizó bajo el


Acuerdo N° 6 (julio 4 de 1913). Las entidades registradas fueron la Cali Electric
Light & Power Company y el Distrito, quienes por escritura N° 482 de 5 de junio
de 1913, en la Notaría 1ª, firmaron en la segunda cláusula que la concesión, a
diferencia de la del alumbrado público, no era exclusiva, de modo que el
Distrito podía contratar con otra empresa o particular, siempre y cuando los
permisos no se otorgaran con mejores ventajas que las del presente con la Cali
Electric. En el contrato quedó estipulado, de igual forma, la tarifa de cobro por
el servicio:

Cláusula Cuarta. La Cali Electric Light & Power Company se obliga a no


cobrar una tarifa mayor de cinco y medio centavos oro (0,05$) por cada
kilovatio-hora a los habitantes que consuman energía para fuerza y calor;
pero queda autorizada para cobrar a los consumidores de energía para
fuerza, hasta la mitad de la energía contratada, cuando el consumo de ella no
llegue a la mitad del su contrato. Pasado de ese límite, cobrará por kilovatio-
hora de energía consumida.162

En la 5ª cláusula se habla del pago que debe hacer al distrito la Compañía por
la energía que cobre al servicio particular; en la 6ª se establece que debe dar
servicio a todo el que lo solicite si cumple con el reglamento de la empresa y si
161
Correo del Cauca # 503. Marzo 4 de 1909
162
Gaceta Municipal # 79. Julio 31 de 1913

105
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

llegase a suspender el servicio podrá ponerse en caducidad el contrato. En la


9ª cláusula, se estipula que podrá la Cali Electric Light & Power Company
traspasar el contrato a otro particular, menos a una nación extranjera, de
acuerdo a la Ley 145 de 1888 sobre extranjería y naturalización.

Con antelación, Eder ya contaba con el contrato N° 377 del 21 de mayo de


1912 para el suministro del alumbrado público, como parte del beneficio en el
proceso de traspaso del privilegio. Y aunque si bien existía un nivel de
demanda social por el servicio de alumbrado público que intentara sobrellevar
actuaciones de robos y prácticas “inmorales” que eran propicias en la oscuridad
de la noche, la resistencia a la instalación de los postes por algunos habitantes
también fue un hecho. Denunciaba Eder ante el Concejo en 1910, que:

Yo, Henry Eder, mayor de edad y vecino de Cali, en mi carácter de propietario


de la concesión que otorgó este Distrito al Sr. Doctor Ignacio Paláu para la
provisión de alumbrado eléctrico en esta ciudad, por el digno conducto de ud
me dirijo a esa corporación, para hacerle saber lo siguiente: Entre las
obligaciones que contrajo el Distrito para con el concesionario esta la
siguiente: "c) a permitir la fijación de postes para soportes de alumbrado y
lámparas en las calles y paredes de la ciudad, y en las vías públicas, de modo
que no impidan el libre tránsito” […] Ahora bien; es el caso que al ir a hacer
uso de tal derecho he encontrado resistencia de parte de algunas personas,
lo que ha ocasionado graves dificultades para poner una buena línea de
trasmisión, a lo que se agrega que si tales hechos se repiten y se hacen
extensivos a algunas calles será imposible pasar por ellas con los alambres, y
entonces se dificultará el proceso al alumbrado público de las mismas. En
alusión a lo expuesto y apoyado en el derecho que invoco, pido muy
respetuosamente al Consejo, se digne dictar alguna medida que a la vez que
ampare los derechos del concesionario facilite al distrito el cumplimiento de la
obligación que dejó copiado. Henry Eder.163

En respuesta al memorial de Eder, Jorge Scarpetta contestó, en representación


del Concejo Municipal, que no tenían razón legal los habitantes que se oponían
a la práctica real y formal del citado Acuerdo, y que ellos se encontraban
obligados a permitir las instalaciones de alumbrado público que se habían
determinado como beneficio de la utilidad pública, según las consideraciones
4ª, 5ª y 6ª de la Gobernación en su Resolución N° 106, del 2 septiembre de
1909. Por tanto, y considerando las facultades legales que el Concejo tenía
para imponer penas a las personas que desobedezcan sus disposiciones, se
dispuso a determinar sanciones para el caso.164

Por su parte, la prensa, como órgano de la élite modernizadora, difundía el


valor civilizatorio del alumbrado público, mientras que prometía que el mismo
no constituía un verdadero y potencial peligro para la población, en un claro
esfuerzo por superar el temor del común de la gente:

163
AHMC. Capitular # 187 (I), 1910. Folio 291-294
164
AHMC. Capitular # 187 (I), 1910. Folio 292

106
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Con gran complacencia vemos que ya los ingenieros están colocando los
soportes para alambres que traerán la luz eléctrica á nuestras calles y
habitaciones, es decir una de las mayores comodidades de la civilización.
Como las calles son muy angostas, los soportes de los alambres se colocan
en los muros ó aleros de los edificios, lo cual no puede ocasionar daño ni
peligro, porque estos alambres están perfectamente aislados con gruesa
cubierta de gutapercha, porque los soportes quedan muy sólidamente
asegurados, y porque la corriente eléctrica no alcanzará la fuerza que
constituya peligro en ningún caso. Los postes clavados en las calles serían
grave inconveniente para la circulación del público por ellas, y además
pudieran caer en algún tiempo y por cualquier motivo, y esto sí sería un
peligro aunque remoto. Comprendiendo esto los propietarios de los edificios
no han presentado obstáculo al trabajo que se ejecuta; y por las mismas
razones, en Manizales y otras ciudades del país y del extranjero, que
conocemos, se ha hecho como aquí está haciéndose.165

Como se ha visto, para la primera década del siglo XX, en Cali no parecía que
existiese plenamente la conciencia sobre la electricidad como una necesidad
pública, pues las referencias que la demandan no logra verse en una
dimensión más amplia a las necesidades de la élite modernizadora en sus
funciones de embellecer, producir y crear una renta a través del servicio. Sin
embargo, a través de la instrumentalización del Estado dicha élite logró
establecer un espacio para el mercado de sus intereses económicos. En Cali
esta tensión logró desenvolverse generando un sentido de la modernización en
la cual la electricidad desplegó tardíamente, si se quiere con relación al resto
de principales ciudades del país, y generó diversos malestares para la
adaptación a la innovación, primero, y luego de una aceptación y consumo más
amplio en la segunda década del siglo, prestó un mal y costoso servicio que
repercutió directamente en los usuarios.

Evidentemente el manejo científico en las obras de modernización es un reto y


no lograrlo se convirtió en una dificultad. La Compañía debió enfrentarse a la
estabilización del servicio, en la calidad de la regulación de la fuerza eléctrica y
un manejo más racional y administrado de los procesos. Tecnologías y
métodos nuevos se adoptaron con el objetivo de prestar un buen servicio de
electricidad por parte de la compañía en sus primeros años, tras evidentes
fracasos, como el ocurrido en 1911 con la muerte de un herrero que no tenía la
preparación para manipular una maquinaria:

Suceso trágico. Perece un hombre en la planta eléctrica. Ramón Peláez,


natural de Rionegro y herrero de profesión, recibió muerte instantánea en la
Planta eléctrica, ayer á las 5,30 p.m. Puesta la maquinaria en movimiento y
antes de que la luz fuera transmitida a la ciudad, se notó alguna irregularidad
en su funcionamiento y para corregirlo se desconectó la correa que une el
excitador con la rueda motora; ésta continuó volteando y la correa se envolvió
en el eje sin que tal circunstancia produjera ni pudiera producir inconveniente

165
Correo del Cauca # 659. Abril 2 de 1910.

107
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

de ninguna clase. No obstante, Peláez pretendió desenvolver la correa del eje


que aún volteaba con vertiginosa rapidez y para ello cogió una tabla de cuatro
pies de largo y una pulgada de espesor e introdujo una de sus extremidades
en la correa, con el intento de desenvolverla; pero la tabla le fue arrebatada, y
agarrada por la correa dio la vuelta y con la otra extremidad azotó la cabeza
de Peláez y se la trituró, causándole muerte instantánea.166

Otra evidencia del manejo administrativo que empezaba a cambiar fue la


medida que tomó el ingeniero Wilson White al prohibir el ingreso de personas a
la planta eléctrica, que se encentraba a su responsabilidad en 1915, por el
peligro que representaba para las personas la generación de 2200 voltios en
ella:

Que existe peligro es un hecho y que distraen algunos visitantes la atención


de los empleados es también verídico. El primer domingo después de
haberme yo hecho cargo de la planta ocurrió el caso de haber encontrado
dentro del edificio a una familia. Los padres departían con los empleados (si
distraen su atención) pidiéndoles explicaciones de esta u otra cosa, mientras
los niños, corrían y jugaban junto a lugares peligrosos. Yo indiqué a sus
padres que tomaran de la mano a sus niños, pero no lo hicieron, seguramente
no me entendieron.167

En junio de 1913 J. M. Saavedra Galindo y Joaquín Llano G. visitaron la planta


eléctrica para conocer el tipo de manejo técnico de la planta “que genera los
dos elementos, no bien apreciados aún entre nosotros, que ayudarán
grandemente a nuestro progreso efectivo: la luz y la energía eléctricas” y que
afirmaron que:

Desde la entrada notamos con agradable sorpresa la diferencia entre el


pasado lejano y el presente en dicha Planta: ayer el adusto yanqui que montó
o ayudó a montar la maquinaria, hoy el culto y simpático gentleman H. R.
Mills, quien amenamente nos introdujo y, con solícita atención nos dio
cuántas explicaciones se nos antojó pedirle. Ya no era el dinamo que
corcoveaba en su falso cimiento que en antes halláramos, con su eje
descentrado culebreando fuertemente, sino tres dínamos hábilmente
enclavados en sus bases inconmovibles, que giran rápida y silenciosamente,
todos limpios y brillantes como si ayer nomás hubieran salido de la fábrica, lo
cual lo pone de relieve la habilidad y la pulcritud del citado señor Mills. En lo
que antecede encontramos la clave del porqué de las interrupciones en la luz
y la estabilidad y buenas condiciones que de cierto tiempo a esta parte
notamos en tan benéfico elemento. Recordamos entonces que nuestro
apreciado e inteligente amigo don Enrique Otoya R. nos dijo hace algún
tiempo que en su concepto la dínamo primeramente traída había quedado
mal montado y que el fuerte desnivel que le notaba ocasionaría interrupciones
en el alumbrado. Esto nos hizo meditar entre nosotros, sino por la ardida e
indigna emulación de algunos de nuestros paisanos, tuvimos que renunciar a
ver en manos de caleños tan pingüe empresa. Verdad es que los señores
Eder y Mason actuales concesionarios del privilegio para la explotación de la

166
Correo del Cauca # 772. Enero 7 1911.
167
Correo del Cauca # 1841. Agosto 19 de 1915.

108
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

mencionada planta han hecho fuertes gastos y no ahorran esfuerzos para


conservar y mejorar día con día el servicio de fuerza y alumbrado eléctricos,
por lo que son acreedores, al par que a las pingües ganancias que derivan, a
la gratitud y apoyo que todos debemos tributarles.168

Con el paso de los años el consenso común fue definiendo abandonar el uso
de las velas, las lámparas de petróleo y el gas, para ubicarlos inferiormente del
calor, la luz y la fuerza eléctrica. La situación política e industrial del momento,
y de la opinión pública, definieron que el servicio de electricidad lo prestara un
ente privado, que veló por garantizar, lógicamente, sus beneficios y capital
invertido a través de alzas de tarifas. El alcance estatal, en este contexto, se
redujo a fiscalizar y a lograr acuerdos con el prestador del servicio.

En diciembre de 1915 se publicó un remitido del diario El Día en el Correo del


Cauca, allí se denunciaban cobros injustificados a la casa del señor Martínez, a
quien le cobraban altas tarifas y la compañía de electricidad le pidió que él
mismo suministrara los postes para el alumbrado público alrededor de su
residencia, siendo que éste se ubica dentro del perímetro urbano, por donde
debía proveerse según contrato con el distrito. La medida, irónica, fue la
recomendación a las persona que se hicieran certificar si habitaban en la parte
del perímetro. No obstante, la denuncia canalizó los vértices del problema,
ubicando la fuga de capital que obtenía la compañía hacia Estados Unidos,
donde estaba matriculada la empresa y de donde provenía su mayor
accionista:

Si la Empresa de la luz eléctrica desea convencernos de inexactitud o


siquiera error, pruebe que entre los propietarios de la Cali Electric Light &
Power Company hay uno siquiera colombiano, y que las utilidades de esa
empresa no se van en su mayor parte, si no en su totalidad, a la patria de
Roosevelt; que en Bogotá, Manizales, Santander, etc., no vale mensualmente
el bombillo de luz eléctrica $50 pm como hemos asegurado; que en Jericó no
vale $30 pm, el foco; que en Buga casi el doble de cantidad de luz no va a
valer casi la mitad de la de aquí; que en Bogotá no cuesta el caballo de fuerza
$300 pm; que aquí no vale 700 la misma cantidad de energía; que en mes
reciente no le cobraron al señor Ulpiano Lloreda $42.000 pm, por energía
para una fábrica relativamente pequeña; que otras empresas de la ciudad no
usan motores de vapor por no poder soportar la usuraria tarifa de la Electric
Light. Pruebe todo esto y pruebe que hace un beneficio cobrando $75 pm por
foco y $700 pm por caballo de fuerza y entonces i podrá afirmar que esta
sociedad debe rendirle pleito homenaje por su generosidad y sus
incomparables consideraciones al público. 169

A pesar, pero con las constantes denuncias sobre el alto precio de las tarifas
que cobraba la compañía de electricidad, el Concejo Municipal comisionó a un
grupo para que, bajo la resolución N° 445 (de 16 de enero), se entrevistara al

168
Correo del Cauca # 1173. Junio 28 de 1913.
169
Correo del Cauca # 1931. Diciembre 3 de 1915

109
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

gerente de la compañía buscando acordar bajar las tarifas “por ser el de esta
ciudad uno de los más caros del país”. El debate y sus conclusiones se dieron
a conocer en la prensa el 21 de febrero de 1917, así:

Dijo el gerente mas o menso esto: Que insiste en mantener que el alumbrado
de esta ciudad es de los más batatos del país, si se tiene en cuenta la
naturaleza del contrato celebrado con el Municipio, contrato que da derecho a
este para comprar, a la expiración del privilegio, la Empresa con todas esas
anexidades por la mitad de su valor, y, en caso de no poder comprarla, a
disfrutar del 50% de las utilidades netas, durante 25 años, expirados los
cuales aquellas pasará a ser propiedad del municipio. Que lo alto o bajo del
precio en las distintas poblaciones, no puede apreciarse debidamente sino su
vista de circunstancias varias, tales como la clase de alumbrado, la
regularidad del servicio, las condiciones de los contratos o privilegios, las
dificultades mayores o menores que implica el sostenimiento de las diferentes
empresas, los gastos que ocasiona dicho sostenimiento, el capital invertido,
etc. Que por atender los gastos urgentes de la empresa, esta tuvo necesidad
de conseguir un empréstito en los Estados Unidos, y que la casa prestamista
suministró el dinero sobre la base del contrato vigente y conociendo los
actuales gastos y producido del negocio, por lo cual no le es posible a la
empresa conceder rebajas que puedan perjudicar su crédito en Nueva York,
como quiera que el banco prestamista tuvo en cuenta las entradas actuales
de la compañía.170

La defensa del préstamo para los propios intereses de la compañía asienta la


idea diferenciada del tratamiento privado de un asunto público, mucho más
tratándose de un sistema que explota el recurso del agua, inquebrantable bien
común, ubicando lo económico sobre lo ecológico y lo financiero sobre lo
social. Sobre esta situación, la Junta de Ornato y Mejoras Públicas se
comunicó con el Concejo Municipal y le propuso, el 7 de mayo de 1921, que:

es el momento oportuno de que inicie trabajos por su propia cuenta para


aprovechar la caída de agua del acueducto metálico a presión en la
producción de fuerza motriz para venderla a precios equitativos, con lo cual
daría un impulso extraordinario a nuestras incipientes industrias que no
pueden prosperar mientras estén obligadas a consumir la fuerza que hoy
provee la Empresa de Luz y Energía Eléctricas a precio excesivamente
caro.171

En respuesta a la Junta de Ornato y Mejoras Públicas, el Concejo emitió el


siguiente concepto:

El agua que para tal efecto pudiera aprovecharse en este caso, sería la
excedente de la que conduce el canal, después de quitarle la necesaria para
el abastecimiento de la población. Tal cantidad de agua da un gasto por
segundo de 150 litros y la caída de ella que pudiera aprovecharse sería

170
Correo del Cauca # 2301. Febrero 22 de 1917
171
AHMC. Capitular # 209 (II), 1921. Folio 366

110
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

aproximadamente de 50 metros; si con estos datos calculamos la potencia


motriz, resultaría que dispondríamos de 100 caballos de fuerza teóricos o de
75 caballos efectivos. La empresa, que con esta potencia quisiera
establecerse por cuenta del Distrito, debería ser a base de la disponibilidad
constante de lo 150 litros por segundo, y en el presente caso no se podría
contar con ellos por cuanto que son la reserva con que cuenta el Acueducto
para el caso de un aumento de población bien provable (Sic) y que la Junta
constructora de él así lo ha previsto dejando para el efecto Tees que permitan
conectar los tubos necesarios en un momento dado. No es posible, en vista
de lo anterior, montar un establecimiento económico que beneficiara al
público de manera eficaz, ni tampoco una industria de carácter particular
(electro-química o electro-metalúrgica), por cuanto que ni al Distrito, ni a los
particulares les podría ser conveniente entrar en un negocio de bases tan
efímeras, siendo así, que iban a correr la eventualidad de quedarse sin fuerza
motriz al cabo de un tiempo más o menos largo. 172

Ante tal imposibilidad técnica para el momento, no era viable igualar la


capacidad de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica, con toda su instalación de
500 caballos de fuerza, ante la posibilidad con la que contaba el Distrito de
generar energía con tan solo 75 caballos de fuerza por cuenta de la fuerza
hidráulica que suministraba el acueducto. Por todo, no se aprobó la
proposición.

Alguna importancia guarda el hecho, pues manifiesta un reconocimiento para


emprender obras públicas-estatales y, en ello, se elaboran estudios técnicos y
científicos, se racionalizan las medidas burocráticas y se mantiene presente los
intereses de la colectividad que representa el Estado. Si bien el reconocimiento
de los industriales como clase dominante es la segunda cara de la misma
moneda, se puede concluir que la incorporación de un tratamiento científico-
técnico de los asuntos modernizadores se empieza a presentar en Cali en las
primeras décadas del siglo XX.

En todo el proceso, la prensa siempre se mantuvo a la vanguardia de la opinión


política, comercial y científica de los diversos asuntos que en la ciudad
suceden, o pueden suceder. La difusión de información, opinión y agitación sin
lugar a dudas fue determinante en el proceso de transformación del pequeño
poblado a ideas y proyectos universalistas, con formas editoriales y gráficas de
amplio consumo. El 19 de mayo de 1925 en el Relator N° 2394 se publicó una
caricatura que demuestra la preocupación de la elite modernizadora por la
ciencia y la adopción de saberes que les permitiera alcanzar los logros de
transformación material, y por tanto social.

172
AHMC. Capitular 209 (II), 1921, Folio 367

111
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Un poste del alumbrado


público parece que
representaba ese presente
histórico que se instaló en la
vida de los caleños
férreamente; el par de
sujetos, descalzos,
desprevenidamente
confundiendo aún los rastros
de su pasado, visto en el
petróleo que era el elemento
para la provisión de luz y
calor, y un futuro llamado
“Otoya” que aún no se veía
presente pero del que se
conocía su próxima aparición,
cargada de estudio y avance
científico para generar
electricidad inalámbrica.

Relator # 2394, Mayo 19


1925

En la historia de la electricidad de Cali, quedará fuertemente marcado un


proceso de intensa puja entre los intereses públicos de la ciudad y los privados
de la compañía concesionaria de la obra. En el año de 1926 inició una
discusión sobre el establecimiento del privilegio para la provisión de alumbrado
eléctrico aprobado por acuerdo N° 4 de 1907 (marzo 14) para Ignacio Palau y
traspasado a la Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Cali. La dificultad
radicaba en que, además del mal servicio y las altas tarifas que les presentaba
a los usuarios la compañía, para el Distrito se había convertido el privilegio en
un elemento poco favorable. Informaba la comisión encargada de buscar un
arreglo del asunto que:

Es satisfactorio para vuestra comisión poder afirmar en este informe que no


ha faltado en todos y cada uno de sus miembros, el necesario interés por
lograr un arreglo de esas dificultades en forma que consulte la conveniencia
del Distrito, la justicia en que deben inspirarse las actuaciones de esta

112
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

entidad, y, sobre todo, en forma que hiciera constantes y presentes los


legítimos derechos del Distrito por la comisión representado. Bien sabe la
comisión que asuntos de esta naturaleza deben ilustrarse con las cifras
capaces, únicamente de mostraros la conveniencia o la inconveniencia de las
conclusiones que van a ser sometidas a vuestro estudio y aprobación: dos
son las formas o prospectos de arreglo sobre las cuales toca al Concejo
escoger, y respecto de cada una de ellas, haremos la necesaria exposición
numéricas. La primera de esas conclusiones queda definida así: La
Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Cali firmará con el Distrito una
escritura de venta del cuarenta y cinco por ciento (45%) del número total de
sus acciones, por la suma de quinientos cuarenta mil pesos ($540.000) oro
colombiano, pagaderos en un contado de doscientos mil pesos, y el resto, o
sea la cantidad de trescientos cuarenta mil (340.000) en el curso de diez años
contados a partir de la fecha en que se haga el pago de los doscientos mil oro
colombiano ($200.000) al interés de diez por ciento (10%) anual; [...].173

Y la segunda alternativa era que la compañía se obligaba a dar, por el tiempo


que falta del privilegio, 700 lámparas de 40 vatios cada una, de manera gratuita
para el Municipio y se obligaba a dar en el resto del privilegio el 2% del
producto bruto del alumbrado particular. Además, Eder manifestó proponer una
rebaja en el precio del alumbrado particular, dictando como declaraciones que
no se le impusieran impuestos ni multas a su empresa.

A la situación se le agregó una medida fiscal, a través del proyecto de Acuerdo


por medio del cual se establecía un impuesto de $5000.oo mensuales a toda
planta eléctrica productora de luz para el servicio que funcionara dentro del
Municipio, o que se establezca en lo sucesivo, y se determinaba el derecho de
matricula que debe pagar cada planta de conformidad con el Artículo 56 del
Acuerdo 38 de 1925. En el primer debate, el 31 de marzo de 1926, se
desligaron los argumentos con los cuales se reforzaría la tensión:

se dirá que la naturaleza misma del privilegio excluye la imposición de todo


impuesto porque si ésta fuera permitido se haría ilusorio o dejaría de existir el
mismo privilegio. La fuerza de esta objeción es más aparente que real. Es de
aquellos argumentos que por probar demasiado no prueba nada; y no prueba
nada porque carece de fundamento jurídico. En efecto, esa clase de
privilegios que en la época que se pactaron eran permitidos por la
constitución del Estado, como factores necesarios para impulsar obras de
utilidad pública, dado el entonces incipiente o casi nulo desarrollo económico
del país, derivan su nombre de concesión o privilegio precisamente de la
esencia y naturaleza misma de tales contratos que aseguran al concesionario
el derecho o facultad exclusiva de explotar él solo, durante el lapso o término
estipulado, el negocio, especulación, o empresa de utilidad pública que de
conformidad con las cláusulas del respectivo contrato, se obliga a construir o
establecer. En otros términos, se concede al usufructuario del privilegio lo que
en el lenguaje común y corriente y aún en el económico se denomina
monopolio. Pero esta facultad que es la que esencialmente constituye el
privilegio, es completamente independiente, no habiéndose estipulado
expresamente lo contrario, de la facultad o atribución legal que pueda tener la
entidad que concede el privilegio, de gravar con impuestos las mismas

173
AHMC. Capitular # 219, 1926. Folio 440-443

113
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

empresas a que el privilegio se refiere. El ejercicio de esa facultad legal no


afecta el privilegio porque con ella no se le va a impedir al concesionario que
siga explotando su negocio, por el tiempo estipulado, con exclusión de otras
empresas de la misma naturaleza, de conformidad con las cláusulas del
contrato. Es cierto que para fijar la cuantía de ese impuesto, como la de los
demás impuestos que pueda establecer el Municipio sobre otras industrias,
debe proceder el Concejo con prudencia, a fin de que el gravamen resulte
equitativo y proporcional en relación con las utilidades o ganancias de los
contribuyentes, y que el impuesto no se convierta, en elemento de
aniquilamiento y destrucción del comercio e industrias establecidas o que
puedan establecerse con el Municipio. Pudiera decirse también que de
conformidad con el arto. 38 de la ley 153 de 1887, que dispone que en todo
contrato se entenderán incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su
celebración, el impuesto que se va a establecer no puede afectar el referido
contrato sobre privilegios con la Empresa de Luz eléctrica, porque la ley que
autorizó al Concejo Municipal para crear tal impuesto no (Ley 84 de 1915) no
regía en la época en que el contrato se celebró, Pero para que este nuevo
argumento tuviera fuerza legal, sería preciso demostrar, en primer lugar, que
en la época en que el contrato se celebró, regía alguna otra ley que
exoneraba del pago de toda clase de impuestos municipales a las empresas
establecidas o que se establecieran en virtud del privilegios pactados con los
municipios. Por el contrario, la misma ley 153 de 1887, en su arto. 28
establece que todo derecho real adquirido bajo una nueva ley y en
conformidad con ella, subsiste bajo el imperio de otra; pero en cuanto a su
ejercicio y cargas, y en lo tocante a su extinción, prevalecerán las
disposiciones de la nueva ley.174

“El Cabildo se enfrenta a la Empresa de Luz Eléctrica” era el titular en el


Relator del día 3 de marzo de 1926, donde perentoriamente la corporación
municipal le exigía a la compañía proceder a mejorar el actual pésimo servicio.
“Dígase al señor gerente de la empresa de Luz y Fuerza Eléctricas de Cali que
el servicio de luz que actualmente se presta no está dentro de las
estipulaciones del contrato, por deficiente de la intensidad lumínica, y que en tal
virtud, está él en la obligación de subsanar inmediatamente la deficiencia. Así
se lo exige la corporación municipal.” 175 21 días después, insisten en una
absoluta revisión de los contratos y se realiza una visita del personero
municipal a la empresa, tras un apagón de 3 días, para hablar con el gerente
Harold Eder “Con la angustia de saber cuánto tiempo íbamos a continuar en
tinieblas y sin energía”

Respecto al nuevo contrato existente, firmado por el doctor Mario Fernández


de Soto, como personero municipal, manifestándole que era creencia y
opinión de muy distinguidos jurisconsultos, que ese contrato resultaba no solo
el remache del monopolio, con cláusulas monstruosas, sino también un acto
perfectamente inconstitucional y que nosotros y que nosotros creíamos que la
empresa podría seguir funcionando con gran éxito, contando con la simpatía
general si renuncian la referido privilegio. Agregamos al señor Eder, que ese

174
AHMC. Capitular # 219, 1926. Folio 433-437
175
Relator # 2632. Marzo 3 de 1926

114
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

privilegio en nada favorecía el negocio correspondiente, si éste se


administraba de modo que garantizara servicio constante, voltaje regulado,
dentro de tarifas equitativas.]176

Parece que en la argumentación de las precedentes discusiones, llenas de


juicio jurídico y político, no cabía refutación alguna para que la compañía de
electricidad ganara ese debate, pero la realidad fue distinta. El primero de junio
de 1926 se firmó el Acuerdo N° 40 de 1926, por el cual se hizo un arreglo con
la Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Cali. Se elevó a la categoría de
Acuerdo Municipal el contrato entre el personero y el gerente de la compañía,
que estaba registrado por instrumento público N° 731 de 19 de mayo de 1926,
para resolver las dificultades entre el municipio y la compañía sobre la
interpretación de privilegio aprobado por Acuerdo N° 4 de 1907. Se trató de un
contrato aclaratorio en el que consta que la compañía quedaba exenta de
impuestos por lo que resta del privilegio. Además, se estipuló no imponerle
multas o apremios por razón de su negocio.

Básicamente, dentro lo que se pactó se encontraba la responsabilidad del


Distrito para continuar con la obligación de obtener las medidas tendientes a la
expropiación de los terrenos necesarios para el montaje de nuevas unidades,
extensión de líneas, a costo a cargo de la compañía. También se comprometió
en apoyar a la Compañía para el cobro de multas a los defraudadores de la luz
y generar disposiciones de policía para quien altere las líneas. Entre otras, a la
compañía se le obligaba a suministrar 700 lámparas de 32 vatios hasta el 31 de
enero de 1927. Desde el 1 de febrero debía dar 1.000 lámparas de 40 vatios
libres para el municipio hasta que la venta de lámparas pagadas a particulares
fueran 25.000 lámparas de 25 vatios; y cuando se excediera esa cantidad daría
3 lámparas de 40 vatios por cada 4.000 vatios vendidos de alumbrado
particular. La compañía cedió al municipio una participación del 3% sobre el
producto bruto del alumbrado particular, desde el 1 de junio del corriente año
hasta el 31 de diciembre de 1927; de ahí en adelante la participación sería del
5% hasta que se acabara el privilegio. La compañía se comprometió, además,
a no cobrar una suma mayor que se le cobraba al Distrito por el servicio de luz
en el exterior de las casas y a rebajar el precio del alumbrado particular al
terminar los trabajos de ensanche de la empresa.

El Distrito, desde todas sus facultades debía garantizar que se prestara un


eficiente servicio de electricidad. La ciudad, en sus múltiples nuevas dinámicas
así lo exigían; en la producción, el tráfico, la seguridad, la valorización de los
predios, el comercio:

El porvenir de la electricidad. Las interesantes profecías del Ingeniero


Marconi- Dentro de la época en que tendrán que vivir las dos próximas
generaciones tendremos telegrafía y telefonía sin hilos o inalámbricas, de
potencia necesaria para el uso individual o colectivo, calefacción y alumbrado

176
Relator # 3259. Marzo 22 de 1928

115
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

inalámbrico y fertilización inalámbrica de los campos. Cuando todo se haya


realizado, como ocurrirá seguramente, la humanidad estará libre de muchas
cargas que le imponen las condiciones económicas presentes. En la era que
podemos llamar inalámbrica, el gobierno será, necesariamente, dueño de
todas las grandes fuentes de potencia. Esto acarreará, como corolario, la
nacionalización de las líneas ferrocarrileras y telefónicas, de los grandes
barcos transoceánicos, así como de las grandes fábricas. Las grandes
corporaciones industriales de la actualidad verán llegando naturalmente su
fin. [...] La transmisión inalámbrica no es sino una cierta vibración del éter. En
el éter se produce, al llevar un menaje inalámbrico, una especia de terremoto
invisible. Las vibraciones etéreas de cuatro cientos mil millones de ondas por
segundo producen una luz roja, dos veces más rápida que la violeta; pero las
vibraciones de doscientos millones en un segundo producen las ondas que
llevan el mensaje inalámbrico. La electricidad estática del éter recibe energía
de la corriente oscilante que pone en movimiento el alambre aéreo del
instrumento telegráfico inalámbrico, y la difunde, a su vez, a través del
espacio. La potencia la proporciona un generador ordinario de corriente
alternada que produce treinta kilowatts, con un voltaje como de dos mil. Por
medio de transformadores y condensadores especiales, la presión eléctrica
aumenta 50.000 volts: los puntos terminales del transformador están unidos
con dos -- metálicas, una de las cuales se conecta con los alambres
perpendiculares y la otra con el suelo. Al cerrarse el circuito quedan cargadas
las esferas y su descarga es oscilatoria, irradiando ondas eléctricas en todas
las direcciones del éter. Alguna de estas ondas vibratorias llega a través del
espacio a la estación correspondiente, donde choca con alambres que se
hallan en conexión con el instrumento receptor.177

Más sencillamente, pero no menos importante, el alumbrado de las vías y


espacios públicos representaba la principal preocupación para la
administración municipal. Dentro de sus funciones, el Distrito estaba obligado a
generar condiciones para el crecimiento económico de la ciudad dentro de las
cuales regular el servicio privado de electricidad fue una de sus tareas, pero
indiscutiblemente el alumbrado público era el bien de interés general:

Un buen alumbrado tanto de las calles como de los caminos, es de gran


importancia para la vida de la comunidad, ya que la luz, aparte de la
convivencia que representa, es un medio de protección de vida y hacienda
mucho más efectivo que la policía, costando esta mucho menso que
mantener. El alumbrado público puede considerarse como un signo decisivo
de eficiencia administrativa en los intereses del municipio, y la inversión de los
fondos públicos así efectuada es una inversión más que remunerativa,
usuraria, ya que mediante el alumbrado aumenta el valor de las fincas, para
no decir nada de lo que representa para el ciudadano la evitación parcial o
absoluta de accidentes o atropellos callejeros. Un buen alumbrado, de otra
parte, da una idea al visitante de modernización y progreso, atrae el comercio
y propicia el encomio [...][se desarrolla en el resto del artículo la importancia

177
Correo del Cauca # 1206. Agosto 13 de 1913.

116
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

del alumbrado para el tráfico vehicular, de transeúntes y demás movilidad en


las calles.178

Difícilmente, el Acuerdo N° 40 de 1926 saldó los problemas que desde su


fundación había tenido la empresa en la prestación de su servicio. Una nueva
agitación se vivió dos años después, cuando el personero municipal, Francisco
H. Lenis, acudió ante el Juzgado 2° del Circuito de Cali el 21 de marzo de 1928
para manifestarle que requería preconstruir una prueba ante el servicio de
electricidad y solicitó:

Que por los trámites fijados en los artículos 727 y siguientes al Código
Judicial, previa notificación al señor Gerente de la compañía de Luz y energía
eléctricas que funcionan en esta ciudad, se practique una inspección ocular a
las maquinas, canales de provisión de aguas para el movimiento de la planta
y demás accesorios correspondientes al funcionamiento de la instalación que
suministra luz a la ciudad, reconociendo todo lo que necesite examen, y se
exponga y diga por peritos técnicos, si las causas que han impedido que haya
habido luz en estos días en la ciudad, hecho que también ocurrió en el año
pasado y que viene ocurriendo con alguna frecuencia, es algo que ha podido
evitarse y preveerse por la empresa, ejecutando las obras necesarias a que
derrumbes y grandes crecientes del rio no causen daños que suspendan el
servicio público de luz en la población. Si fuere posible evitar esos daños, los
peritos deben indicar en sus exposiciones de qué manera se realiza esta
medida; y si no, también deben indicar porque causas tienen el carácter de
imprevisto e irreccistible (Sic) el daño que sobreviene a la planta por una
corriente del rio, ya que se sabe que los rios, por su naturaleza, aumentan y
disminuyen y que obras construidas cerca o sobre terrenos quebrados, están
siempre expuestas a obstrucción por derrumbes en épocas lluviosas.
Nombro como perito para la inspección al señor Ingeniero Dr. Rafael Borrero
Vergara. El señor Gerente de – Cia. de luz y fuerza eléctricas de Cali,
nombrara su perito y el Juzgado nombrará el tercero. Practicado la inspección
pido que se me entregue original la diligencia como lo dispone el artículo 734
del C. Judicial.179

La inspección ocular 180 se realizó en la planta eléctrica a sus máquinas,


canales de provisión de agua para el movimiento de la planta y demás
accesorios correspondientes el funcionamiento de la instalación que
suministraba luz a Cali. Se reconoció todo lo que necesitara examen y se
inspeccionó y expuso por peritos técnicos, para que determinaran si las causas
que habían impedido que impidió el servicio de luz por esos días, el año

178
Relator # 2974. Abril 18 de 1927
179
AHMC. Capitular # 191, 1924. Folio 291-319
180
AHMC. Capitular # 119, 1913-1929. Folio 291-327

117
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

pasado, y como venía ocurriendo con frecuencia, para determinar si las


dificultades se habían podido evitar y proveer por parte de la empresa. El perito
que encargó el personero fue el Ingeniero Rafael Borrero Vergara; el gerente
de la compañía nombró como su perito a Edward P. Roskruge; y el juzgado al
tercero, quien fue José Romero.

En el informe del perito de la compañía, se describe la situación en la planta


vieja (ubicada a 5 kilómetros del centro) y la nueva (a 7 kilómetros) sobre el río
Cali. Los problemas redundaban, según él, en que la acequia se llenaba de
cascajo, se provocaba derrumbes en épocas de lluvias, los desarenaderos no
tenían la capacidad suficiente y se recomendó mermar la inclinación de las
paredes en ciertos puntos y colocar tapas provisionales en partes de mayor
riesgo de derrumbe. El informe del perito de la compañía está soportado con
fotografías y una extensa descripción técnica de las acequias, bocatomas y
casa de máquinas.

Parte del canal de la Panta Nueva mostrando


parte pendiente cerca de la bocatoma

118
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

Viaducto y canal de concreto realizado en 1927 y donde se generó el derrumbe en


mayo de 1928

Canal de la Planta Nueva, cerca a la


Botadero de agua, 2265 metros de la bocatoma, mostrando carga de cascajo
toma cerca a la caja de presión amontonada en las orillas

119
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

El perito encargado del


personero municipal, Rafael
Borrero Vergara, mencionó
que se pudo evitar los
derrumbes si se hubiese
hecho las obras de defensa
oportunas, como lo son un
canal de accesorios para
aguas lluvias, o un fuerte
muro de sostenimiento. José
Romero, perito encargado por
el juzgado, estuvo de acuerdo
con el anterior y definió ese
tipo de fallas como de
negligencia.

Gráficos del informe del perito Rafael Borrero


Vergara

Presentado y discutidos los resultados de la inspección ocular, el Concejo


Municipal entendió, según los informes, que la falta de luz se debió a la
imprevisión de la empresa. Con este argumento el Concejal Restrepo Plata
propuso presentar proposiciones para la caducidad de los contratos con la
compañía.

Se plantea una situación muy clara para el concejo municipal, y el camino que
nos queda es proceder activamente. La empresa de luz ha venido abusando
de la paciencia de la ciudad, y escudada en privilegio odioso se burla de sus
necesidades con grave perjuicio de múltiples intereses. Hay que ver cómo
marcha aquí eso que llaman empresa de luz! Se daña un transformador, hay
que pedirlo al exterior, pues aquí no lo tienen. Tienen una planta donde las
bocatomas, como bien lo anotan los peritos, son simples taludes de piedra
¿Cómo pretender, pues, asegurar un privilegio? (Ruidosos aplausos en las
barras) La ciudad no aceptará más este yugo, esta cadena que paraliza su
progreso. Treinta y dos años más nos esperan de privilegio que no podemos
soportar con los brazos cruzados mientras en nosotros exista un peso de
amor propio a la ciudad. [...] me he sentido yo como abochornado por esta
indolencia como hemos venido mirando asuntos de tanta importancia para la
vida progresista de la urbe. [...].181

181
Relator #3297. Mayo 9 de 1928

120
Manejo Institucional: Contradicción y complementariedad
entre lo público y lo privado

En 1928, por Acuerdo N° 51182 de este año (agosto 10) se aprobó una póliza de
contrato con la South American Power Co. sobre provisión de luz y fuerza
eléctrica. La South, filial estadounidense, adquirió la mayoría de las acciones
de la Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Cali y con ello modificó
nuevamente algunas cláusulas y artículos de los contratos que estaban en
vigencia entre ésta y el Distrito. En 1930, el apoderado especial de la
Compañía Colombiana de Electricidad, se comunicó con el Concejo para
informar la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Cali,
manifestando que la Compañía Colombiana de Electricidad asumiría los
derechos y obligaciones constantes en los contratos vigentes, y que siendo
compañía domiciliada en Colombia, declara renuncia de reclamación
diplomática.183

Fueron cerca de 30 años en los que la vida de la compañía fundadora de la


electricidad en Cali tuvo que reinventarse, unas veces, y otras atender las
consecuencias de su retraso. La capacidad, como se ha visto, de la compañía
para responder a las necesidades de la ciudad, siempre crecientes, demostró
cómo en un periodo de modernización del Estado y del mercado en Colombia
la decisión de emprender las obras públicas por un ente público o privado no
fue absolutamente contradictorio ni apropiado; sino complementario. La
responsabilidad del Estado, en figura del Concejo, se reflejó en la forma para
maniobrar la situación de atender las demandas sociales con la mayor
imparcialidad, buscando el bienestar general; es decir el de los diferentes
sectores de la sociedad. Por su parte, el sector privado, representado en este
caso por la Cali Electric Light and Power Company, se encargó de iniciar un
servicio modernizador desde el cual arribaron ideas, elementos y valores
nuevos que favorecieron la vida económica y social del sector empresarial y los
habitantes de Cali. El servicio de electricidad, ausente como servicio público al
iniciar el siglo XX, no fue posible emprenderlo por los esfuerzos del Distrito y
ante ello la participación de la empresa privada permitió configurar una imagen,
mas o menos, completa de los diferentes servicios públicos domiciliarios
(Acueducto, alcantarillado y electricidad).

182
Gaceta Municipal # 465. Junio 15 de 1930
183
AHMC. Capitular # 225 (I), 1930. Folio 487

121
CONCLUSIONES

Cali, entre 1908-1930, fue un espacio con un centro urbano compacto,


comprendido por los barrios San Antonio, San Cayetano, San Juan Bosco, San
Pascual, El Calvario, La Merced, Santa Rosa, San Pedro, San Nicolás y El Hoyo
hasta 1910, y expandido en la periferia con los barrios Granada, El Peñón, Jorge
Isaacs, Obrero, San Fernando, Alameda y Santander entre 1915 y 1930. En esa
diferenciación, el tiempo se instaló en el desarrollo mismo del crecimiento urbano
donde el centro histórico contó con los servicios públicos, aunque deficientes, de
su pasado colonial con vías adoquinadas, pilas públicas y una gran acequia que lo
atravesaba; mientras que la periferia debía construir, desde el inicio, los servicios
con los cuales proveerse para una vida que empezó a regularizarse a través del
mercado.

Esta diferencia de condiciones generó que las obras de los servicios públicos
estuvieran limitadas, por un lado, y totalmente ausentes, por el otro. Modernizarlos
significó crear una imagen completa de la ciudad, agrupar los aislados barrios en
un solo conjunto y calcular la manera, cualitativa y cuantitativamente, de construir
unos servicios públicos para Cali. Esta labor fue emprendida por el reducido y
destacado sector de la sociedad que se situó como representantes públicos en el
Concejo, y/o como empresarios en las compañías comerciales, financieras y
productoras de la ciudad.

El primer ejercicio que realizó el poder económico y político, mientras la ciudad se


aglomeraba cada vez más, fue poner en circulación la idea de modernizar los
servicios públicos. Con esa idea, las representaciones que los habitantes en
general crearon fueron traducidas a comunicaciones y conductas de peticionarios
ante el Estado y usuarios de servicios ante la Junta Constructora del Acueducto y
la Cali Electric Light & Power Company. Una vez que el concepto de la
modernización de los servicios públicos fue transformada en experiencia, nuevos
conflictos se desarrollaron por cuenta del sentido dado en esa construcción de la
realidad. El interés público y el privado se manifestaron en complementariedades
para lograr insertar avances científicos y económicos en al ciudad; y en

122
contradicción al momento en el que los límites de las tarifas, la calidad y la
cobertura de los servicios atentaba contra el sentido común de lo público.

La dinámica, básicamente, consistió en dar el paso, en abandonar las viejas


imágenes y prácticas para acomodar las condiciones que permitieran el desarrollo
y aprovechamiento de unos servicios públicos que favorecieran al desarrollo
material de Cali y la región. El paso fue lento, pero fue un hecho. La
modernización se convirtió en el propósito regular de la sociedad caleña, aunque
con algunas excepciones y paradojas, situaciones propias del cambio histórico.

La frecuente manifestación del progreso de las obras reflejó una imagen de


avance, cambio y modernización para la ciudad por el conjunto de los habitantes.
Sin embargo, existió una relación disímil en el transcurso donde el servicio de
acueducto y alcantarillado reflejó una imperiosidad por sus efectos en la vida
práctica de los habitantes; y de otro lado, el servicio de electricidad conservó sólo
en su manifestación del alumbrado público una calidad más general pues
representaba el control, la seguridad y el tránsito por las vías y espacios públicos,
tan importantes en la nueva vida que debía ser libre, segura, veloz, higiénica y
ornamentada. En lo demás, la electricidad recogió los intereses de quienes
entendieron y emprendieron, en sus posibilidades, la generación de riqueza a
través del comercio de dispositivos electrónicos domésticos, de prestación de
servicios telegráficos y aparatos para la producción.

Este cambio histórico fue un proceso propio de la capacidad con que contaba el
Distrito y la élite empresarial. Resolver la manera de cómo modernizar las formas
de suministro de agua, luz, fuerza y calor en Cali resultó de nivelar los intereses de
la ciudad demandante y la élite emprendedora. El balance fue la incapacidad del
Distrito para gestionarlos todos -y por lo tanto priorizar en el Acueducto- y de
garantizar, en los privilegios y concesiones las mejores condiciones para una
buena prestación. En esto, la expresión del ciudadano peticionario de servicios
públicos y contribuyente del desarrollo de la ciudad logró cruzar la situación para
aterrizar la imagen del interés público a través de la identificación que los
habitantes de Cali, entre 1908 y 1930, hicieron de su relación con las instituciones
del Estado. En ellas, se receptaba todo tipo de intereses, discusiones, y proyectos
de los diferentes sectores sociales, pero sobre todo se disponían las
determinaciones con el discurso del interés público.

123
La investigación demuestra, de este modo, que en la representación social que los
sujetos de estudio hicieron sobre los servicios públicos se encontraba el
paradigma de la modernización. El asunto contó con sus propias limitaciones y
posibilidades que pueden comprobarse en las prácticas comunicativas entre los
habitantes de Cali y la corporación del Concejo Municipal; entre la élite
modernizadora y el Concejo; y entre la prensa y la sociedad en general. Las
interacciones entre todos estos, definió el lugar y la forma del Estado garante de la
prestación de servicios públicos; de los ciudadanos como sujetos demandantes de
servicios y contribuyentes; y de la capacidad modernizadora de la empresa
privada y de las obras públicas.

Aunque la investigación no logró arrojar elementos suficientes para categorizar


cada sector en particular, puede decirse que existió una imagen general de la
ciudad en la que hicieron presencia los habitantes de Cali, con sus múltiples
conductas alrededor de las obras de servicios públicos. En otra investigación
podría ser de interés ahondar en el funcionamiento de los grupos que se
organizan alrededor de proyectos urbanos, con el fin de conocer más
detalladamente elementos ideológicos, culturales y políticos que puedan aportar
más elementos para interpretar la génesis y el desarrollo de los procesos
modernizadores.

124
BIBLIOGRAFÍA

ALTAMIRANO, Carlos. Términos críticos de sociología de la cultura. Buenos Aires:


Paidós, 2002.

ANDERSON, Benedict. Comunidades Imaginadas. Reflexiones sobre el origen y


difusión del nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica, 2007.

APRILE-GNISET, Jacques. “Primera parte: Anotaciones sobre el centro histórico


de Cali”. En: La Ciudad Colombiana. Vol. 4. Cali: Universidad del Valle, 2010.

ARAYA UMAÑA, Sandra. “Representaciones sociales: Ejes teóricos para su


discusión”. En: Cuadernos de Ciencias Sociales 127. Costa Rica: Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales Flacso, 2002.

ARROYO REINA, Jairo Henry. Historia de las prácticas empresariales en el Valle


del Cauca. Cali 1900 - 1940, Artes Gráficas del Valle, Cali, 2006.

BERMAN, Marshall. “Capítulo 2. Todo lo sólido se desvanece en el aire: Marx, el


modernismo y la modernización”. En: Todo lo sólido se desvanece en el aire. La
experiencia de la modernidad. Colombia: Siglo XXI editores, 1991.

BOBBIO, MATTEUCCI, PASQUINO. Diccionario de política. Siglo XXI, 2000.

CAMACHO, Miguel. Emcali en la Historia de Cali. Cali: Empresas Municipales de


Cali, 2006.

CASTRO-GÓMEZ, Santiago. Tejidos oníricos. Movilidad, capitalismo y biopolítica


en Bogotá (1910-1930). Bogotá: Pontificia Universidad javeriana. 2009.

CHARTIER, Roger. El mundo como representación. Estudios sobre Historia


Cultural. España: Gedisa, 2005.

CIDSE. Informe ejecutivo Retrospectiva urbana y servicios públicos en Cali 1900-


1993. Cali: Economía, población, expansión urbana y servicios públicos: Un
modelo de interrelaciones. Cali, 1994.

DE PIERO, Sergio. Organizaciones de la Sociedad Civil. Buenos Aires: Paidós,


2005.

125
DURKHEIM, Émile. MAUSS, Marcel. Sobre algunas formas primitivas de
clasificación. Contribución al estudio de las representaciones colectivas.
Barcelona: Ariel, 1996.

FLORES, Lenin. Modernidad política en Colombia. El Republicanismo en el Valle


del Cauca 1880-1920. Cali: Universidad del Valle. 1997.

HILLMAN, Karl Heint. Diccionario enciclopédico de sociología. España: Herder,


2005.

HOBSBAWM, Eric. Entono a los orígenes de la revolución industrial. México: Siglo


XXI, 1981.

IBÁÑEZ GARCÍA, Tomás. ”Estructura y mecanismos internos de las


representaciones sociales”. En: Ideologías de la vida cotidiana. Barcelona: Sendai,
1988.

JIMÉMENEZ, Yolanda. BONILLA, Ramiro. Acueducto y Alcantarrillado. Cali 1900-


1970. Cuadernos CITCE Serie Investigaciones N° 5. Santiago de Cali, 2000

LÓPEZ, Juan Carlos. El agua que nos cae. Gestión de los sistemas hídrico-
eléctricos: tensiones entre lo público y lo privado (1890-1980). Medellín: Fondo
editorial EAFIT, 2003

MAYOR Mora, Alberto. Historia de la industria colombiana. 1886- 1930. En: Nueva
Historia de Colombia. Volumen 5. Bogotá: Planeta, 1989.

MELO, Jorge Orlando. “República Conservadora” (Parte I). En ÁLVAREZ. Luis A.


Colombia hoy: Perspectivas hacia le siglo XXI. Colombia: siglo veintiuno, 1991.

MOSQUERA, Gilma. APRIL-GNISET, Jacques. Clases, segregación y barrios.


Cali: Universidad del Valle, 1984.

NIETO O. Mauricio. Orden natural y orden social: ciencia y política en el seminario


del nuevo Reyno de Granada. España: Ed. Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. 2007

PATIÑO SPITZER, Silvia Vera. Agua: en la vida de Cali. Colombia: EditorS Patiño,
2008.

RAMOS, Oscar Gerardo. Historia de la Cultura Empresarial en el valle del río


Cauca. Corporación financiera del Valle S.A. 1996.

TORRES GIRALDO, Ignacio. Anecdotario. Cali: Universidad del Valle, 2004

126
VALDIVIA, Luis. Economía y espacio en el Valle del Cauca 1850-1950. Cali:
Centro Editorial Facultad de Humanidades- Universidad del Valle, 1992

VARELA BARRIOS, Edgar. “Marco conceptual de las relaciones entre lo público,


lo privado y lo estatal”. En: La gestión social del agua. Bogotá: Fescol, 1998

VÁSQUEZ, Edgar. Historia de Cali en el siglo XX: Sociedad, economía, cultura y


espacio. Santiago de Cali: Artes Gráficas del Valle, 2001.

VEGA. JÁUREGUI. ORTIZ. El Panamá colombiano en la repartición imperialista.


Bogotá: Pensamiento Crítico, 2003.

WEBER, Max. ¿Qué es la burocracia? México: Coyoacán, 2005.

CIBERGRAFÍA

Archivo del Patrimonio Fílmico y Fotográfico del Valle del Cauca

URREA G. Fernando. MEJÍA S. Carlos Alberto. Culturas empresariales e


innovación en el Valle del Cauca.
(http://es.scribd.com/doc/45354170/CulturasEmpresariales-y-Einnovacion-en-El-
Valle-Del-Cauca) [Consultado Febrero 18 de 2012].

127

También podría gustarte