Bogotá D.

C 19 Febrero 2023

Para: Amy “Amor”

Ciudad: New york

Querido amor; han pasado 31 años de nuestras vidas, tanto tiempo y aún recuerdo que
fuiste cómplice de mí amada madre cuando ella a su corta edad y de manera prematura me
concibió, claramente ella nunca planeo mi existencia pero gracias a ti todo pudo ser y sí,
me siento muy afortunado por ello; no lo voy a negar pues tú ya lo sabes pero esta no es la
razón por la cual te he escrito esta pequeña carta, lo que te quiero decir en realidad es ¿Por
qué me has abandonado?

Si te hago esa pregunta, la verdad siento que nuca has estado en mi vida y a veces pienso
que quizá entraste en discusión con mi madre y como consecuencia de ello decidiste
alejarte de mí.

Muy seguramente cuando leas esta parte dirás, es un pensamiento muy absurdo y a la vez
un poco egoísta, tendrías toda la razón porque pensar que mi madre es la culpable, ¡No! Es
mi madre sería algo ilógico e inconcebible, ella nunca haría algo que me pudiese lastimar,
en cambio no puedo decir eso de ti, me duele mencionarlo, pero es que nunca has estado
para mí cuando te necesitaba y he crecido; me equivocado y hasta he aprendido en la vida
sin tu presencia por tal motivo tengo la sensación de que siempre hubo un vacío que
alavés me carcome por dentro como una patología que afecta mis sentidos y cordura con
síntomas que me generan impotencia, incertidumbre y desesperación.

¿Por qué eres tan cruel amor?; ¿Yo que te he hecho?, a veces creo que me lo merezco y me
cuestiono poniendo en duda mí escepticismo frente al karma y me nace la interrogante de
que talvez en alguna vida pasada fui una mala persona la cual ahora está pagando por su
crueldad, pero que ¡va! Supongo que esta hipótesis mía no se justifica; a quien quiero
engañar, será acaso esto el producto de mi infelicidad, aun no lo sé, lo que sí puedo
asegurar con certeza es que tú no eres el único culpable en esto yo también he hecho
méritos.

No tomes esto personal; no lo consideres como un acto de reclamo, tan solo quiero
expresarte todo lo que ciento y sufro por consecuencia de tu ausencia; te preguntaras el
¿por qué? o cual es exactamente mi causa, razón o circunstancia pues con brevedad te
detallo la historia de mi vida sin Amor.

Desde muy niño empecé a notar que algo en mí no era lo habitual, percibía que me costaba
relacionar y socializar con niños de mi misma edad en especial con las niñas, sentía una
desbordante timidez a tal punto de que era incapaz de hablarle a una niña que me llegara a
gustar, esto era algo nuevo para mí; en aquel entonces no le daba tanta importancia, al pasar
de los años la condición no mostraba cambios positivos, continuo mi vida de infante; ya al
inicio de la etapa de la adolescencia; note que me estaba relacionando un poco con las niñas
pero era yo, el que arruinaba el principio de una conversación o el progreso de un posible
primer amor, notaba que ellas se alejaban o me dejaban de hablar, por ende empecé a
confundirme, emergieron de mi mente ideas y pensamientos negativos y es ahí donde me
di cuenta que empezó a tambalear mi autoestima dando pie a el comienzo de mis
inseguridades; obviamente tú, en aquellos días tan gises no estabas para apoyarme, un par
de años después tuve la inesperada oportunidad de vivir mi primer amor, es ahí donde
pensé que por fin tu brillarías para mí; no fue así, a mi consideración describo mi primer
amor como la primera vez que sufrí por desamor, ella a pocos días de ser novios sin
ninguna razón me terminó, dicen que el primero no se olvida y así fue.

Ya desilusionado y con uno de los primeros golpes que me ha dado la vida; a pocos años
de llegar a la adultez te confieso que perdí la fe en ti hasta que llegando a mis 25 años, me
enamoré como nunca antes lo había hecho pero nuevamente nos volvimos a equivocar,
siendo tan grave el error que eso casi me cuesta la vida, no obstante este infortunado hecho
se lo dejo a la muerte porque la verdad tenga que saldar algunas cuentas pendientes y así, a
grandes rasgos es que culmina mi presente historia de vida con el sinsabor que tú me has
dejado.

Antes de despedirme, quiero expresarte de la manera más sincera que hoy en día, creme,
tengo fe en ti; creo en un mejor mañana donde pueda ser feliz al lado de una compañera de
vida y si aún no ha llegado es porque tú ves que no es el momento apropiado; confió en
que llegara la persona perfecta en el tiempo correcto, lo declaro, está dicho así como sé que
tu estarás ahí para apoyarme.

¡Con grato cariño deseando positivismo infinito y lo mejor para ti Amor de tu más fiel
devoto seguidor!

De: Robinson Muñoz