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ALBA PAGÁN
M. ALBALADEJO VIVERO
R. GIL SALINAS
S. DOMÉNECH GARCtA
(Editores)
SELECTA PHILOLOGICA, 10
2018
CALAMBUR
ÍNI
La edición del presente libro ha contado con una subvención concedida por la
Conselleria d'Educació, Investigació, Cultura i Esports de la Generalitat Valenciana.
SIEMPRE TE VERÁS DISTINTO. QUOTIENS TE 1/
•
EL TEATRO COMO ESPEJO DE LA VIDA EN LA L
por Vícror González Galera . .
Colección SELECTA PHILO LOGICA EL ESPEJO DE CLEOPATRA: SALLD y BELLEZA I
Dirección: SERGIO ARLANDIS por Marcos de Araújo Caldas y Nely Feítoza Arr
el Al'GEL GUIMERA" 46, PUERTA 3. 46008 VALENCIA EL ESPEJO COMO SíMBOLO Y COMO RECURSO [
Preímpresión y producción gráfica: MCF TEXTOS IMPERIUM REFl./:.XUM. EL ESPEJO COMO METÁFC
É VERO É SEN TROVATO. EL ESPEJO EN EL ARTE V LAS NARRATIVAS
97
so A TRAvtS DEL ESPEJO: EL M[TO DE ZAGREO EN EL NEOPLATONISMO,
TEATRO COMO ESPEJO DE LA VIDA El< LA LITERATURA CLÁSICA.
por Marcos de Araújo Caldas y Nely Feitoza Arrais .
ESPEJO COMO SIMBOLO y COMO RECURSO DEL ORNArus RETÓRICO: El<TRE LA
David Hernández de la Fuente (Universidad Complutense)
dahdelafoente@filol. ucm. es
En las fábulas de Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas y Alicia
a través del espejo el paso al otro lado se ejemplifica bien con el reflejo de
la propia imagen, distorsionada como el propio mundo, en la pérdida o
la subversión de la propia personalidad. Otro tanto ocurre con la trilogía
órfica de Jean Cocteau, que sirve para modelar el prototipo de poeta y pro-
feta conocedor del mundo más allá del espejo, un espacio-tiempo vuelto
del revés. Huelga decir que eso tal vez sea la muerte, como ha apuntado
Elémire Zolla (2016: 485-488). Existe una cierta equivalencia entre el espe-
jo y la visión especular como tema y el conocimiento de la muerte, que a
Cocteau le sirvió para construir su Orfeo (Pedraza 2016; 149-178). La ca-
toptromancia griega, o adivinación a través del espejo" tenía mucho que
ver con facilitar ese conocimiento sobre la vida y la muerte, lo que muestra del espejo entendido como la pérdida
su uso preferente en temas de la salud. En el siglo II Pausanias describió la de entidades metafísicas. La interp~
caroptromancia que se hada en el templo de Deméter en Patras afirmando neo platonismo, en el tratado que Plot
que allí «hay una fuente, separada del templo por una pared, y ahí hay un das a mediados del siglo III. En la jerru
oráculo, que es muy veraz, no para todo suceso, sino solo para los enfer- plotiniana, la relación entre los diverso
mos. La persona enferma hace descender un espejo suspendido por un hilo sus hipóstasis y, en sentido descendentl
hasta que su base toca la superficie del agua, habiendo antes rezado a la se describe con la metáfora del espejo,
diosa y ofrecido incienso. Luego, mirando en el espejo, verá el presagio ya alma inteligible se refleje en la animal,
sea de muerte o recuperación, de acuerdo con si su rostro reflejado es el de El error de Narciso consiste en quedrur ¡
sí mismo fresco y saludable o con un aspecto fantasmal» (V1I, 12). que es necesariamente inferior en esta c:
La combinación entre espejo yaguas, como en este oráculo, es muy la reversión a la luz antecedente anteced
significativa, pues el espejo y las fuentes son comunicantes por excelencia cae en las profundidades sombrías y cu;
con el otro mundo. En el mundo griego, los viajeros al más allá entraban halla deleite (Enn., 1, 6, S), pareciendo q\
muchas veces por lagunas espejeantes, pues el agua siempre es un elemento con las tentaciones que hacen caer al alm
conductor, que funcionaban como portales del más allá. Ejemplo de ello objetivo, regresar a su origen, las verdad
son el lago Averno, junto a Cumas, en el Poniente, o el río Aqueronte, en plación de las formas eternas. La culpa de
el Ponto, junto a Heraclea, donde había lugares de consulta oracular o ha olvidado la relación entre su reflejo y 5
necromancia con relación a célebres viajeros al más allá: Ulises, Heracles realidad inferior y más imperfecta en vez
o Eneas. Entrar en el espejo, en definitiva, procura un conocimiento su- Debido a sus enormes implcaon~
premo de lo que hay «al otro lado», relacionado sobre rodo con cuestiones fluyente recepción de este mito del perd~
místicas o metafísicas de la experiencia del morir antes de morir para ob- de forma muy esquemática y breve. El r
tener una revelación sobre el más allá (y, ocasionalmente, sobre el futuro). nacimiento, retomará el tema en el corr
En el mundo clásico es muy conocido el tema de la contemplación Marsilio Ficino. Este también recupera 1
del propio yo en el espejo al hilo del famoso mito de Narciso. Las más el espejo una idea fundamental para entf
tempranas menciones al miro se encuentran en Conón (Narr. 24) y Ovi- del alma y el papel de la materia en su (
dio (Met. UI 339-510). Parecen basarse en una versión más antigua en la amore (VI, 17) (Kodera 2010: 65). En el i
que se recoge la peripecia de un héroe ctónico propio de Tespis, en Beocia se identificará la pérdida del yo en el espej
Beocia (Knoepfler 2010: 61). En el mito helenístico y romano se interpretó símbolo del reflejo del yo poético en la 01
tradicionalmente el tema de perderse en el espejo como una lección moral (ISoo) de A. W Schlegel o en la novela de
sobre la vanidad, pero una lectura más rica y profunda aparece ya desde (1799)3. Tanto el neoplaronismo renacent
antiguo y la relaciona con el tema central de esta contribución: el tema
inferior y más imperfecta en vez de tender a lo mejor'.
Debido a sus enormes implicaciones, no podremos tratar aquí la in-
recepción de este mito del perderse en el espejo neoplatónico sino
muy esquemática y breve. El neoplatonismo posterior, en el re-
.........lH'.ln'J, retomará el tema en el complejo tratamiento que de él hace
el mito de Narciso en el espejo con el más complejo y profundo de Dioniso. que se queda mirándose embelesado.;
También Dioniso, como Narciso, cometió el error de observarse a sí mismo lo matan, lo despedazan y se lo comel
en el espejo en la versión de su nacimiento y su reinado malogrado que trimerías. De su corazón salvado suq
recoge el mito de Zagreo. Aunque el mito de Narciso está sujeto a esta inter- tebano; a los titanes los mata Zeus, el
pretación neoplatónica tenue pero rastreable a lo largo de la historia, será el sale la humanidad, malvada por ellos
nombre de Dioniso sobre todo el que, al hilo de su papel en los misterios y participado del niño-dios en ese horr
su preponderancia tardoantigua, aparecerá como un personaje clave para la no solo como una narración simbólic
identificación del tema del espejo como reflejo de la caída del alma. como una alegoría metafísica de la te
En la antigüedad tardía, sobre todo, Dioniso había sido convertido por plicidad, lo inteligible y el mundo s(
la intelectualidad pagana en esencia de la divinidad, hipóstasis del Padre, se- la realidad y su reflejo. El mito de 2
gún derivación neoplatónica, en «intelecto de ZeUs» (Dios nous) y, como no historia del ritual órfico conocida des(
podría ser de otra manera en esta época, en una suerte de rival del otro «hijo Dioniso una dimensión profundamen
del padre» e hipóstasis de la divinidad única por excelencia en el momento: marco de las religiones mistéricas (Ben
Cristo. En su interpretación neoplatónica, Dioniso aparece como símbolo de determinante para su reelaboración ne
la alternatividad, como segunda hipóstasis, alma del mundo o mediador en el se trata directamente de una innovaci
contacto entre el intelecto y el mundo sensible. El lugar de la segunda hipósta- en un contexto cristiano, del antiguo
sis no creada del sistema neoplatónico, es decir, dellogos que, evidentemente, monds III 1999: 35-73; 20I3). En sus 01
en el cristianismo correspondía a Cristo, resultaba un poco más discutido en al menos tan interesados en la interpre
el henoteísmo pagano, aunque, en su mayor parte, los teólogos tardoantiguos tos como en la exégesis de las obras de
se refieren a Febo-Apolo o a Dionis04 • Dioniso se intelectualiza ya en el plato- Nos ocupará especialmente en el
nismo pre-plotiniano, como se ve en el testimonio de Plutarco sobre los mitos antes de ser despedazado, por Cuanto
dionisiacos en relación con la física (De Is. Et Os. 364d-365b) o como referen- el proceso del alma en la encrucijada d
cia alegórica a los ciclos celestes (368d) (Tarrant 2010: 63-97, esp. 85). Pero y como su transición entre lo Uno y le
sobre todo aparece en la exégesis neoplatónica de sus mitos, que proporciona interpreta el espejo de la siguiente mar
una clave metafísica para la explicación de las conexiones entre lo inteligible y sus imágenes como si estuvieran en el
el mundo sensible (Mariño Sánchez 2007: 373 y ss.). en ese nivel saltando desde arriba, pero
Especialmente hay que mencionar el mito órfico de Dioniso Zagreo, principio y del intelecto)). Aquí el mito
que recogía el sacrificio del dios por los Titanes y su posterior renacimien- fin no solo de expresar la cosmología ll(
to. Este primer Dioniso, un niño al que Zeus lega el trono del universo, dir al viaje circular de las almas desde la
es engañado por los titanes, a instancias de la celosa Hera: los titanes lo hacia el mundo y viceversa, es decir, tan:
embaucan con juguetes infantiles y, entre otras cosas, con un espejo en el progresión hacia la multiplicidad como
unidad. Es interesante pensar que en la
4 A veces parece un mismo dios que cambia según esté en el mundo de los vivos o de los muer-
tos, como en Macrobio (Sat. ¡.¡8.7). Cfi: también Marciano Capela (Fauth I995: 165-183). 5 Cfi: Plot. Enn. IV 13 25, 4. 3 I2, ProcL In Tim.
DIONISO A TRAVÉS DEL ESPEJO: EL MITO DE ZAGRED ...
con un pasado como diosa del Asia Menor y presente en epigrafía, se relaciona con
P!OfllSO··C\allaClO. En el mito órfico se la cira como nodriza a la que Zeus entrega al joven
(Himno Orfico 48 y 49). Cfi: OF 329F Bernabé; y Mariño Sánchez (2007: 376,380).
La visión PfnprUM'r' como tema y como símbolo DIONISO A TRAVÉS DEL ESPEJO
Pasquali, 24), lo que enlaza con el mito órfico acerca de la creación de los (69dl) Sócrates afirma que aquellos que s
hombres a partir de las cenizas de los Titanes, fulminados por Zeus tras místicos, es decir, aquellos que han sido 1
comerse al pequeño Zagreo, por lo que también contienen este elemen- los dioses, son realmente los filósofos qUé
to dionisíaco. Nótese que el reflejo de lo dionisíaco es aquí descrito no plativa y justa. Y en su comentario sobJ
como una simple imagen (eikon), sino como una imagen divina (agal- que solo quien lleva una vida así puede CI
ma), recordando quizá el hilo fragmentario de la teoría de la estética «estamos encadenados a la materia com<
neoplatónica sobre las estatuas divinas que cabe encontrar en el Peri ma, en un mundo en el que lo mío y 1,
agalmaton de Porfiri07 • La intervención de los Titanes, en ese sentido resucitados como Baco; por lo tanto, n
ético semejantes a pasiones irracionales, hace que nuestra esencia divina de la profecía según la muerte se acerca,
sea despedazada por la falsedad del mundo de las apariencias, recordan- porque él es el patrón de éxtasis en cualq
do la lectura de la antigua «naturaleza titánica» de los seres humanos En el Comentario al redón de Plaf¡
que aparecía en Platón (Leyes 70Ib-c). Si según el mito los pedazos de acción creadora de Dioniso tiene una de
Dioniso fueron recopilados por Apolo, que los llevó a Delfos pa- tanto en el plano metafísico como en el
ralelo con el mito de Osiris era muy obvio ya para los antiguos- o, mediadora que le atribuye la tradición, 1
según otras versiones, Atenea salvó su corazón -en el caso de Osiris participar del intelecto, mientras que le
era el falo- para lograr su reintegración, Proclo ve en este proceso de unen el alma al cuerpo. El desmembram
reunificación de los miembros perdidos el símbolo de la armonización entonces, representan como ciclo mític(
de las siete porciones de la escala musical cósmica del alma del mundo un proceso de fragmentación y vincula
que aparecen en el Timeo de Platón (Proclo, In Tim. n. 197. 15-30). una liberación posterior. La vida dionisíc
Por su parte, tras Plotino, Macrobio y Proclo, otros autores ahonda- mundo para el filósofo que se prepara, m
rán en esta interpretación neoplatónica del mito. Olimpiodoro y Damascio el mito, para la otra realidad. Recordem<
también se refieren al desmembramiento de Dioniso ante el espejo en clave había desarrollado el pensamiento neopl~
filosófica. Desde el punto de vista ético, según Olimpiodoro, «Dioniso es tras las obras de Porfirio y Jámblico. Anl
el patrón de la génesis, porque él también es patrocina la vida y la muerte» elevación mística, a través de la estética, e
(Comm. in Phd. 1, 6), Y como lleva una vida virtuosa «de ahí que sea des- naban la contemplación superior y la ele
pedazado, porque estas virtudes no se implican mutuamente; y los Titanes material, pero sin separarse de él, para as
mastican su carne, porque la masticación significa la división extrema, ya que lo múltiple a lo uno (Enn. VI.9.3). SiguieJ
Dioniso es el patrón de este mundo, donde la división extrema prevalece» escribe las biografías de Pitágoras y Ploti
(Comm. in Phd. L 5). Olimpiodoto se refiere también a la figura de Dioniso en esta tendencia relacionando además
hablando del don de la profecía, que también es una prerrogativa del ver- ble y el inteligible con los esquemas del]
dadero filósofo, en el amplio sentido neoplatónico. En el Fedón de Platón los misterios. Las influencias entre ambo
(69dI) Sócrates afirma que aquellos que son llamados «Bacos» por los autores
místicos, es decir, aquellos que han sido purificados de esta vida y moran con
los dioses, son realmente los filósofos que han vivido de una manera contem-
plativa y justa. Y en su comentario sobre este pasaje, Olimpiodoro explica
que solo quien lleva una vida así puede convenirse en un «Baco», puesto que
«estamos encadenados a la materia como los Titanes, por la partición extre-
ma, en un mundo en el que lo mío y lo tuyo prevalecen, pero resultamos
resucitados como Baco; por lo tanto, nos volvemos más receptivos al don
de la profecía según la muerte se acerca, y Dioniso es el patrón de la muerte
porque él es el patrón de éxtasis en cualquier forma» (Olimp. In Phd 8.7)8.
En el Comentario al Fedón de Platón de Damascio, por otro lado, la
acción creadora de Dioniso tiene una doble función que de nuevo se refleja
tanto en el plano metafísico como en el de la ética. Cumpliendo la función
mediadora que le atribuye la tradición, Dioniso ayuda al mundo sensible a
participar del intelecro, mientras que los titanes representan los lazos que
unen el alma al cuerpo. El desmembramiento y el renacimiento de Dioniso,
entonces, representan como ciclo mítico la garantía del ciclo del alma, en
,un proceso de fragmentación y vinculación con el mundo corporal y de
.una liberación posterior. La vida dionisíaca es, por ende, una ascesis en este
mundo para el filósofo que se prepara, mediante esta ritualización que imita
el mito, para la otra realidad. Recordemos la vertiente mística y ascética que
desarrollado el pensamiento neoplatónico ya en la época de Damascio,
las obras de Porfirio y Jámblico. Antes aún, en Plotino, existían vías de
mística, a través de la estética, el amor y la filosofía, que proporcio-
la contemplación superior y la elevación del filósofo sobre el mundo
,1l"".\"U<U, pero sin separarse de él, para ascender al Bien y percibir el paso de
múltiple a lo uno (Enn. VI.9.3). Siguiendo esta estela, Porfirio de Tiro, que
las biografías de Pitágoras y Plotino con rasgos místicos, profundizó
esta tendencia relacionando además el contraste entre el mundo sensi-
yel inteligible con los esquemas del politeísmo clásico y, sobre rodo, de
misterios. Las influencias entre ambos mundos y sus escalas y jerarquías
Hay que recordar que en la tradición griega, que se constata desde la ¡líada, la cercanía de la
muerte dota del don de la profecía. como se ve en el caso de los moribundos. éfr. Hernández
de la Fuente (2008: 42-44).
14° La visión especular: el espejo como tema y como símbolo DIONISO A TRAVÉS DEL ESPEJO: El
aparecen entremezcladas con las nociones que permiten hacer uso de los como la teurgia o los restos del CI
seres intermedios o démones en funciones mediadoras entre nuestro mundo funeraria, se puede «devenir un Dioniso»,
múltiple y el mundo unitario de la divinidad henoteísta (Porfirio, Ad Marc. tiguo, en la muerte, fundamentando los r
21). Un desarrollo de estas tendencias será la llamada teurgia, que surge de pagano heredado con un modo de vida ell
una lectura profunda de la tradición mántica griega9 , un término que se prestigiosos escritos de tradición platónico
define etimológicamente tanto «ejercer una acción sobre los dioses» como mentan los neoplatónicos.
«actuar como un dios». Supone la theourgia un camino diferente que condu- Así, no puede sorprendernos que a (
ce hacia lo divino, en clara contraposición con la vía del pensamiento y del de ser desterrado en época de Justiniano
misticismo, del trabajo teórico (theoria) y de la ciencia de la religiosa (theolo- Damascio, el último escolarca de la Acad
gia). En Jámblico, que se decanta por una amalgama total de filosofía y reli- las siguientes palabras: «cuando un homb
gión, se armoniza el platonismo con la sabiduría religiosa tradicional de los problemas están ya resueltos y queda libl
misterios y los oráculos, poniendo especial énfasis en la experiencia extática la custodia, o más bien de la forma confir
y ascética, en la comunicación con el mundo divino e inteligible a través de filósofo en la etapa de purificación» (In P
seres intermedios, procesos mecánicos y mágicos, más que por la comunión paganismo Dioniso aparece como nuevo r
directa con la divinidad que propugnaba la comunión mística plotiniana viejo ideal de raigambre platónico-pitagó
(Shaw 1971). Desde este momento la teurgia representa un desarrollo ulterior Porfirio en su Vida pitagórica, que se core~
de la mística para obtener la henosis o unión con la divinidad. En una doble reversión hacia lo uno divinizado, se ha di
vía, con prácticas de meditación y oración por un lado, y con los símbolos «seguir al dios» (akolouthein to theo), que h
y misterios por otro, los teúrgos, afirma Jámblico, ejecutan con sus acciones platónica por la idea de la «asimilación o
sagradas una suerte de viaje del alma al modo místico, recogiendo en cierto aparece en el Teeteto de Platón Ahora I lO
•
modo el legado anterior Oámblico, De Mysteriis 1, 12). dionisíaca» para establecer un camino c
No otra cosa es lo que representa el mito de Dioniso en el contexto también ritual, no solo filosófica- que
neoplatónico: como dios más cercano a los hombres, Dioniso y su expe- con lo divino y una capacidad de ascende
riencia de desmembramiento en el espejo simbolizará desde muy pronto el de Dioniso en el espejo, con su profunda
tránsito del alma, por una parte, pero también todo un programa de vida peña un papel fundamental en esta interp
ascética centrada en la reversión del alma del filósofo hacia la unión con
lo divino. Así, podemos decir que en Dioniso se ve no solo la tradicional BIBLIOGRAFíA
interpretación de los mitos al modo alegórico para armonizar la sabiduría BERNABÉ, A: «La toile de Pénélope: a-t-i
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las fuentes literarias tardoantiguas: el caso de Nono de Panópolis», en Garda-Gasco (2013:
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DIONISO A TRAVÉS DEL ESPEJO: EL MITO DE ZAGREO ..•
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