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Una buena gestión de la

comunicación interna, la
mejor aliada en tiempos
de teletrabajo
POR Nagore García Sanz, consultora y formadora en comunicación corporativa y social media
para empresas,  00:01 - 20 de Octubre del 2020

Esta pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de una buena


planificación y gestión de la comunicación interna en nuestro modelo
organizacional.

La descentralización del puesto de trabajo forzada y repentina supuso un


gran impacto para muchas personas que tuvieron que adaptarse sin
previo aviso y en muchos casos sin soporte técnico, sin conocimientos
digitales y sin una planificación.

 Sin lugar a duda, esto supuso un impacto emocional difícil de gestionar


por parte de organizaciones y empresas que no contaban con una
planificación para poder implementar sistemas de teletrabajo. Este
trabajo en remoto ha traído un cambio significativo en nuestra forma de
relacionarnos dentro de la organización.

Muchos negocios y organizaciones han visto la necesidad de adaptarse,


pero sin un diseño de estrategias de comunicación interna e
implementación de las herramientas adecuadas.

No obstante, ha sido una oportunidad para fortalecer la misión, visión y


compromiso de la organización con sus colaboradores para aquellas
organizaciones que sí otorgaron a la comunicación interna la importancia
necesaria previamente a la pandemia.

 Y en estos casos, esta comunicación interna ha jugado un papel


fundamental. Para mantener a nuestro equipo motivado, con una
estrategia de mensajes positivos, empáticos, siempre primando el
bienestar de sus colaboradores. Me refiero a empresas preocupadas por
la salud mental y bienestar familiar de sus equipos.

Además, la empresa debe convertirse en la fuente oficial y confiable. Un


colaborador que no tiene la información directa, pierde la confianza y
credibilidad en la organización que representa. Necesitamos mensajes
directos y claros para ser interiorizados.

Otro factor importante será la estrategia de competencias y habilidades.


Para ello, tendremos que tener diseñada una estrategia de formación y
líderes en equipos, frente a procesos de transformación cultural y digital
de la organización o negocio. Líderes que ayudarán y potenciarán estas
habilidades en sus equipos, para conseguir así personas motivadas.

Es difícil romper estructuras jerárquicas, pero la cultura horizontal será la


mejor forma de fomentar la participación de equipos, recibir propuestas y
retroalimentación. Y construir de esta forma, un sistema integral de
gestión y resistencias al cambio.

Esta adaptación a sistemas de teletrabajo nunca antes pensadas en


determinadas organizaciones y negocios han sido como digo, una
oportunidad y una apuesta por la digitalización corporativa. Empresas
que han entendido que es necesaria la transformación cultural,
acompañada de un buen plan de comunicación interna.

Esta apuesta ha permitido la reinvención de determinados sectores que a


pesar de la distancia y descentralización, se han adaptado y han
aprovechado las ventajas como la flexibilidad, el fomento de la
creatividad y la participación entre los miembros de sus equipos.

Según un estudio de ADECCO un 77% de los encuestados pide una


mayor flexibilidad laboral como consecuencia de la crisis sanitaria. Este
informe concluye que el trabajo en remoto ha pasado a ser “la primera
opción tanto para empleados como para empresas tras la pandemia”.

El importante incremento de empresas que han incorporado esta


modalidad durante la pandemia es una realidad. El número de usuarios
nuevos en plataformas de trabajo y proyectos colaborativos, redes
sociales corporativas, plataformas de videoconferencias o mensajería
para grupos ha aumentado considerablemente.
Sin lugar a duda, estamos ante un nuevo escenario en entornos
laborales que ha cambiado patrones de trabajo de numerosos negocios y
organizaciones. Las previsiones apuntan a que la transformación digital y
el teletrabajo avanzará en los próximos años a un ritmo vertiginoso.

Sin embargo, este nuevo modelos de trabajo y avance tecnológico debe


de ir acompañado de una gestión del cambio y cultura y de flexibilidad
organizacional. En este contexto, será necesario una responsabilidad
social, otorgar importancia a las relaciones personales en las empresas y
a la comunicación entre socios, colaboradores, líderes y agentes
relacionados con la organización.

Para este nuevo escenario el papel de la planificación en el área de la


comunicación interna será un elemento imprescindible. Debemos
entenderlo como la herramienta que ayudará a establecer vínculos a
pesar de la distancia, mejorar la productividad y favorecer estados de
ánimo positivos y fomentar también la motivación de equipos.

No podemos olvidarnos de la conciliación, flexibilidad, confianza y


bienestar de las personas que trabajan en nuestras organizaciones.

Gracias a mi experiencia en el desarrollo de estrategias y planes de


comunicación en instituciones y empresas puedo asegurar que para
conseguirlo necesitamos planes estratégicos en comunicación interna e
implicar a todos los miembros de una organización independientemente del cargo
que ocupen.

Y cada día estoy más convencida de que no es una cuestión de tecnología,


herramientas o medios únicamente, sino de un cambio de cultura empresarial. 
Apostar por una buena gestión de la comunicación interna, no va a ser una opción,
sino una necesidad. Será el gran reto al que se tendrán que enfrentar muchas
empresas para mantener equipos cohesionados a pesar de la distancia en
tiempos de pandemia.

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