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Biopoder, Graciela Pozzi

Interpretaciones de poder:
Las respuestas sobre las definiciones de poder suelen orientarse hacia quien lo ejerce, se asocia con
una figura social, con un rol o con una posición que posee cierta significación en un espacio determinado.
Por ejemplo, en el ámbito político, pudiéndose “tomar el poder”,” entregar o ceder el poder”. Se crea una
cosificación del poder, confiriéndole poder a quien lo posee.

Si se busca una respuesta orientada a cómo funciona y en qué sentido se confiere poder, entonces
se señalará que “tener” poder otorga la capacidad de decirle a otros que hacer y obligarlos a cumplirlo.
Tener poder es sinónimo de poder ejercer dominación. Para este punto será necesario acudir a la ley para
justificar y explicar qué clase de conductas estarán prohibidas y qué clase de sanción recibirán.

Cuando se pregunta por el fundamento del ejercicio del poder, se suele indicar que lo sustenta
alguna forma de saber, como diciendo que el conocimiento es sinónimo de poder: “el otro sabe más que yo
y por eso puede decirme que hacer”. Acá es preciso preguntar ¿cuáles son los fundamentos o evidencia
empírica se tiene de que el otro sujeto sabe? Todo lo que confirma el supuesto saber se relaciona con signos
exteriores: tiene en la pared uno o varios diplomas con el emblema de alguna institución educativa
reconocida como prestigiosa, usa un guardapolvo blanco que lo relaciona con cierta práctica del saber, habla
en un lenguaje técnico y, por ejemplo, un médico dice si estoy sano o enfermo.

La medicina es una ciencia que actúa a un tiempo sobre el cuerpo y sobre la población, sobre lo
orgánico y sobre procesos biológicos masivos. Su saber le permite separar lo sano de lo enfermo.

Si en una disputa nos preguntamos ¿quién tiene la verdad? Tendemos a asociar la verdad con la
razón y lo bueno.

¿Es realmente poder lo que interpreta la mayoría de las personas? Porque parece ser relacionado
algo que se ejerce sobre los demás, se concentra en pocas manos, no es arbitrario, se funda en saberes que
se reflejan en reglamentos, saberes que permiten conocer lo que está bien y lo que está mal, separar lo sano
de lo enfermo, lo racional de lo irracional.

Para responder esta pregunta tal vez sea necesario apelar a la obra de Foucault quién se ha
interrogado al respecto y elaboró una mirada diferente. Quién trabajó el tema de la imbricación y
funcionamiento de la relación saber-poder, así como las consecuencias en la constitución de subjetividades
en las sociedades modernas.

Foucault se plantea como ha sido posible construir sujetos autovigilados, sujetos sujetados a un
cierto orden social que se presenta como el único posible. Para esto indaga acerca de las formas en que
opera el poder en las unidades mínimas (instituciones tales como la escuela, la prisión, el hospital, el
manicomio), espacios en los que circulan saberes. Y llega a la conclusión de que en estos espacios prevalecen
discursos que han surgido en terminadas circunstancias históricas y con el paso del tiempo se naturalizaron
(naturalización del saber).

Ejemplos de cómo se naturalizó la verdad: todos somos iguales frente a la ley o la homosexualidad es
una enfermedad o la asociación de la pobreza con pereza e ignorancia.

En 1973 se planteará analizar la relación entre conocimiento y verdad, que suelen pensarse como la
misma cosa a la vez que con el saber. Así cuando conocemos algo, suponemos que eso que conocemos
constituye la verdad sobre ese algo.

A Foucault le interesó establecer que la verdad es epocal, ya que puede ir cambiando con el paso del
tiempo a medida que cambien las prácticas sociales que le dieron origen ya que el sujeto está envuelto en
estas prácticas y desde ese lugar genera conocimiento.
Entonces termina instaurando que hay dos formas de reconstruir la historia de la verdad, o sea dos
verdades:

➢ Una interna, ligada a la historia de las ciencias;


➢ Y otra externa en el sentido de que debe ser rastreada en la sociedad.

De manera que define que el conocimiento sería una lucha, una lucha por la verdad. Una lucha por
imponer una verdad, más que imponerla. Una verdad que se correspondería con un grupo poseedor de una
porción mayor de poder y que cuando logra imponerse somete a los otros a esa verdad.

Siguiendo con su línea de pensamiento la idea de verdad en Foucault puede pensarse como
socialmente construida, producto de las relaciones sociales que son relaciones de fuerza (y por tanto de
poder) y que tienen el efecto de constituir subjetividades.

Por verdad no quiero decir "el conjunto de cosas verdaderas que hay que descubrir, sino el
conjunto de reglas según las cuales se discrimina lo verdadero de lo falso y se ligan a lo verdadero
efectos políticos de poder. (Foucault)

Para diferenciar esto del saber establece que el conocimiento constituye un conjunto de
proposiciones, mientras que el saber es un entramado de reglas que hace que ciertos enunciados sean
evidencias naturales e incuestionables y que al mismo tiempo nos constituyen como sujetos.

En Foucault, ni el saber ni el poder son esencias subyacentes sino construcciones que se dan en las
relaciones que los hombres establecen entre sí y con las cosas que los rodean.

Como dijimos al inicio, el saber circula y el dispositivo a través del cual lo hace es el discurso. Para
Foucault, el discurso constituye un hecho lingüístico que encuentra su condición de existencia en las
prácticas sociales, pero no en la conciencia del sujeto. Y su discurso tenderá a hablar de formaciones
discursivas entendiéndolas como conjuntos de enunciados, articulados con prácticas concretas, y las
preguntas que se formule frente a las diferentes formaciones tendrán que ver con sus posibilidades de
existencia, con los límites del discurso, aquello acerca de lo que se puede hablar y lo que debe ser callado. Se
trata de desenmascarar su ambición de poder, su lucha por imponerse.

Foucault recuperará los saberes locales no legitimados para hacerlos jugar contra esa instancia
teórica única que habla en nombre de un conocimiento verdadero y se impone en función de esta supuesta
posesión de la verdad en sí.

Entrecruzamiento entre saber y poder


El poder produce al saber. Si se ha podido constituir un saber sobre el cuerpo es gracias al conjunto
de una serie de disciplinas escolares y militares.

Mecánica disciplinaria y la vigilancia


La mecánica disciplinaria tiene su discurso y es creadora de aparatos de saber y conocimiento. La
vigilancia es la compañera inseparable de la disciplina porque representa una eficaz forma de observación y
de construcción de conocimiento.

Volviendo al ejemplo del conocimiento médico podríamos decir que como ciencia ha elaborado un
saber acerca de la vida biológica, "sabe" como conservar la vida, nuestro bien más preciado. Dicho de otro
modo "puede conservar la vida.
¿Cómo funciona el poder?
En sus lecciones de 1976 Foucault sostendrá que el poder circula, no está localizado, no se aplica a
los individuos, circula a través de ellos. En esa misma cita nos advierte que no hará el recorrido común que
habitualmente se hace cuando alguien se interroga sobre el poder. El camino elegido buscará mostrar el
funcionamiento del poder desde una concepción diferente.

Foucault denominará al poder ejercido sobre cuerpos y poblaciones “poder pastoral” y tomando de
referencia la mortificación cristiana, define que esta es la forma de relacionarse con uno mismo. Estas formas
de regulación y disciplinamiento circulan por el cuerpo social a partir de la puesta en práctica de ciertos
preceptos religiosos que actúan como forma de regimentar la vida cotidiana.

Podemos tomar la conclusión parecida a la que llegó Max Weber sobre la producción de bienes y la
construcción de subjetividades en su trabajo “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” y compararla
con un párrafo donde Foucault explica que la gente de “arriba” propone lo que es moral o inmoral,
justamente para la protección de sus bienes.

En ese párrafo se manifiesta que cuando la forma de producción de la vida material se convierte en
la forma capitalista, los medios de producción que permiten la reproducción del capital están en manos de la
clase obrera.

El poder circula dibujando “diagramas” que se realizan en dispositivos concretos (instituciones),


fabricando individuos, moldeando sus cuerpos, disciplinándolos a través de redes de enunciados que
establecen lo que hay que ser (tal como sucede en las sociedades disciplinarias donde se moldea tu
conciencia legitimando una sola opción).

Foucault utilizando la genealogía como método de trabajo para analizar los desarrollos del ejercicio
de poder, busca el devenir (objetivo/porqué ocurre) del poder. Indagará las relaciones de sujeción y el modo
en que éstas fabrican subjetividades. Mostrará como estas relaciones se entrecruzan, se remiten unas a
otras, convergen o por el contrario se oponen y tienden a anularse.

Tecnologías del poder


No analizará el poder como tal, no se trata de analizar la dupla soberanía-obediencia voluntaria sino
de rastrear la que conforman dominio-sujeción. Es decir, estudiar el poder como dominio.

Ahora bien, el poder se ejerce mediante dos formas, un derecho de la soberanía y una mecánica de
la disciplina. Foucault exploró dos tecnologías disciplinarias, ambas apuntan al cuerpo y ambas actúan de
manera complementaria, una de adiestramiento (que se centra en el cuerpo como organismo particular) y
otra tecnología reguladora (que se centra en el cuerpo como proceso biológico de conjunto):

➢ Anátomo-política: Poder analizado constructor de cuerpos en unidades mínimas identificadas con


instituciones que individúan los cuerpos ritmándolos con una misma música, conformándolos a un
mismo molde, plegándolos a una misma forma.
➢ Bío-política: Se refiere a las poblaciones, en tanto cuerpos colectivos, masas humanas dispuestas
para la producción y la reproducción del dispositivo social. (procesos de regulación de las
sociedades)

Nuestro autor se plantea mostrar cómo funcionan las relaciones de poder. Plantea la existencia de
diversas tecnologías que se fueron desarrollando y perfeccionando junto con el devenir de la sociedad
capitalista. Tecnologías de:

➢ Producción material de bienes


➢ Sistemas de signos, símbolos y representaciones
➢ Biopoder o bío-política (que hacen en las poblaciones pensadas como cuerpos productores de
bienes)
➢ Del yo o anátomo-políticas (que permiten el disciplinamiento de cada uno construyendo sujetos
auto-vigilados.

El lugar donde se complementan estas últimas dos, a través de los centros de encierro, será denominado
bío-poder. Cada modo de dominación requerirá no sólo generar habilidades nuevas de los individuos sino
una profunda transformación de sus actitudes, conductas y representaciones del mundo.

En los estudios que realiza sobre la primera etapa del capitalismo, desarrolla lo que llama diagrama
monárquico del poder donde se plantea una marcada separación entre aquellos cuerpos que resultan útiles
para la producción y aquellos que no lo son. En este diagrama se presentan algunas características sobre el
poder en nuestros días, como que la ley es el poder supremo que establece un “no debes”.

No es el capricho del monarca el que hace morir o deja vivir sino las reglas por todos acordadas y que
son producto de la razón, una especie de voluntad divina. El monarca no quita la vida o la deja ser
obedeciendo a su propio deseo sino en beneficio de la comunidad de la cual debe cuidar. (monarca “al
servicio de la comunidad”)

Foucault lee este diagrama en su carácter positivo en tanto constructor de sujetos, partiendo de la idea
de un sujeto construido según las reglas y necesidades del modo de producción dominante. Por eso insiste
en considerar las estructuras de poder como estrategias globales que atraviesan y utilizan tácticas locales de
dominación.

Será sobre finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, el momento en que veremos comenzar la lenta
metamorfosis del diagrama de poder. El aumento de la población, los nuevos requerimientos y habilidades
que demanda el sistema productivo, la mayor necesidad de alimentos constituirá cuestiones que
transformarán a la población en el objeto central del gobierno. Comenzando a considerarlos como un cuerpo
productor de bienes que implicará mantenerla sana, controlada y acrecentar su utilidad productiva.

Esta transformación culmina cuando se pasa de la idea de “hacer morir y dejar vivir” a la de “hacer vivir y
dejar morir”. Generando imaginariamente sociedades panópticas, término acuñado por Bentham quién
definió las formas de poder en que vivimos.

Se utiliza la vigilancia para regular la conducta, como el encierro en las instituciones carcelarias que
tomará el lugar de suplicio público. La disciplina que comienza aplicándose en los procesos de trabajo se
extiende progresivamente a todos los espacios de la sociedad: a la vida en familia, a la educación y a la salud.
Y la conducta vuelve a utilizarse en todos los aspectos.

Todas estas formas de reglamentación actúan en lo cotidiano, se deslizan en nuestras vidas no como
imposiciones sino como disposiciones.

➢ Anatomía política
La anatomía política es entonces, una forma de vigilancia que se ejerce sobre los individuos de manera
individual y continua, como control de castigo y recompensa y como corrección, es decir, como método
de formación y transformación de los individuos en función de ciertas normas.

➢ Bio-política
Aparece en el siglo XIX, una nueva tecnología dirigida al hombre como especie, el cual su eje es la
población. La población como problema biológico será encarada instalando mecanismos que tenderán a
optimizar un estado de vida.

La bío-política junto con el saber científico constituirá un poder regulador que consistirá en “hacer vivir”
y tendrá el efecto de dejar la muerte por fuera del poder.
La muerte se ubica entonces en una relación de exterioridad respecto del poder: es lo que sucede
fuera de su capacidad de acción, es aquello sobre lo cual no puede actuar sino en forma global. El poder no
dominará la muerte sino la mortalidad.

Dominar la mortalidad tendrá una relación directa con el tratamiento de las enfermedades, cuya
herramienta “estrella” será la medicina. “Medicalizar” a la población separando y determinando lo sano de
lo enfermo.

Se hace cargo de problemas colectivos que tienen su impacto en lo económico.

Esta conjunción de tecnologías constituirá el biopoder. Quien será el encargado de elegir quien debe
vive y quien debe morir, esto no es algo que está escrito, ni naturalmente determinado, se constituye
epocalmente.

El poder-saber constituirá una teoría adecuada que autorice la muerte de miles por el color de su piel,
sus ojos rasgados, su sexualidad, su adscripción religiosa o sus ideas. Demostrando su peligrosidad para
luego aislarlos y finalmente llegar al exterminio físico dejándolo ver como “la única solución posible”.

“Si existen relaciones de poder es porque existen posibilidades de libertad en todas partes. No hay
poder sin resistencia” - (Foucault)

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