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[…] [E]l régimen de sustitución pensional tiene por objeto principal el proteger a la
familia y los derechos fundamentales de quienes compartían de manera más
cercana su vida con el causante, y que entran a soportar las cargas económicas,
ante la muerte de un pensionado de quien dependía su sustento. […] Si bien la
normatividad especial que regula la pensión gracia no contempló específicamente
la sustitución a favor de los beneficiarios del docente luego de su fallecimiento, lo
cierto es que no la prohibió, ni señaló causal de extinción, como tampoco
consagró su pérdida con ocasión del fallecimiento del pensionado o docente con
derecho. […] La aplicación del anterior régimen de sustitución pensional frente a
los trabajadores y servidores excluidos de la Ley 100 de 1993, como es el caso de
los docentes en virtud de su artículo 279, fue definida por esta Corporación
mediante la sentencia (…) al realizar el estudio de legalidad del artículo 6 del
Decreto 1160 de 1989, reglamentario de la Ley 71 de 1988. […] El artículo 3 de la
Ley 71 de 1988 extendió las previsiones de las Leyes 33 de 1973, 12 de 1975, 44
de 1980 y 113 de 1985, sobre sustitución pensional en forma vitalicia al conyugue
supérstite, al compañero o compañera permanente, a los hijos menores o
inválidos, a los padres, o a los hermanos inválidos que dependan
económicamente del pensionado fallecido […] Por su parte, los artículos 5 y
siguientes del Decreto 1160 de 1989, reglamentario de la Ley 71 de 1988,
estableció la procedencia de la sustitución del derecho pensional, los beneficiarios,
la cuantía, el porcentaje correspondiente de acuerdo con el orden sucesoral, y la
forma de probar la calidad […] Ahora bien, el inciso 3 del literal b) del artículo 47
de la Ley 100 de 1993, establece quien es el beneficiario de la sustitución
pensional cuando en los últimos cinco (5) años, antes del deceso del causante, a
saber: “no existe convivencia simultánea y se mantiene vigente la unión conyugal
pero hay una separación de hecho, la compañera o compañero permanente podrá
reclamar una cuota parte de lo correspondiente al literal a) en un porcentaje
proporcional al tiempo convivido con el causante siempre y cuando haya sido
superior a los últimos cinco años antes del fallecimiento del causante. La otra
cuota parte le corresponderá a la cónyuge con la cual existe la sociedad conyugal
vigente”. […] En el caso puesto en consideración de la Sala, la señora (…) afirmó
en el recurso de apelación que en su condición de cónyuge del señor (…)
(q.e.p.d.), con cesación de los efectos civiles del matrimonio católico y liquidación
de la sociedad conyugal, tiene derecho al reconocimiento de la sustitución
pensional, por acreditar mejor derecho que la señora (…) a quien mediante
sentencia de primera instancia, se le otorgó la prerrogativa de percibir la pensión
gracia de jubilación que en vida devengaba el causante. […] De la misma forma,
se encuentra acreditado que la Caja Nacional de Previsión a través de la
Resolución (…) le reconoció al señor (…) (q.e.p.d.) la pensión gracia de jubilación,
con efectividad (…) y reliquidada a través de la Resolución […] Ante la Unidad
Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la
Protección Social, las señoras (…) solicitaron el reconocimiento de la pensión de
sobrevivientes a la que presuntamente poseen derecho, en su condición de
cónyuges del causante. […] A través de la Resolución (…) la UGPP negó el
reconocimiento de la pensión de sobrevivientes, decisión que fuera confirmada
mediante las Resoluciones […] Conforme a lo expuesto, la Sala encontró probado,
tal y como así lo dio por cierto el a quo, que entre el señor (…) (q.e.p.d.) y la
señora (…) existió una convivencia plena y efectiva, por más de 10 años previos al
deceso, se encontraban realizando una comunidad de vida, que le permite el
reconocimiento de la sustitución pensional a su favor. […] Por su parte, la señora
(…) no logró demostrar el apoyo mutuo, la convivencia efectiva, la comprensión y
la vida en común con el causante durante los últimos 5 años a la muerte del
pensionado, puesto como ya se observó, no obra prueba que permita establecer
que convivió bajo el mismo techo con el causante, para que tuviera derecho al
reconocimiento prestacional o a una proporción de la misma, en la medida que la
carga de la prueba recaía en ella, quien debía demostrar en el curso del proceso
que no se presentó ruptura en la convivencia con el pensionado, o que no haya
dejado de prestarle socorro mutuo, presupuestos necesarios que no logró probar.
[…] Ahora bien, con relación a la prescripción de las mesadas pensionales
alegada en el recurso de apelación por parte de la entidad demandada, el artículo
41 del Decreto 3135 de 1968, en concordancia con el artículo 102 del Decreto
Nacional 1848 de 1969, prevé la prescripción de las prestaciones sociales, […]
[L]a Sala encuentra que, la señora (…) demandante elevó solicitud de
reconocimiento de la sustitución pensional (…), y en consideración a que el
causante (…) falleció (…) se considera que no hay lugar a aplicar el fenómeno de
la prescripción, en cuanto tiene derecho al reconocimiento de las mesadas
pensionales a partir del momento en que ocurrió el deceso, conforme fue
ordenado en la decisión de primera instancia. […] Precisa la Sala, que el
reconocimiento de la sustitución pensional en favor de la señora (…) se deberá
realizar a partir del día siguiente en que ocurrió el deceso, (…) conforme así lo
solicitó la entidad demandada en el recurso de apelación, y no como erradamente
lo ordenó el a quo en la sentencia objeto de apelación, motivo por el cual la
sentencia de primera instancia será confirmada, con la salvedad que el
reconocimiento se realizará a partir de la mencionada fecha. […] La Sala
confirmará la sentencia proferida (…) por el Tribunal Administrativo de Nariño, a
través de la cual se ordenó el reconocimiento y pago de la sustitución de la
pensión gracia a la señora
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN SEGUNDA
SUBSECCIÓN “B”
I. ANTECEDENTES
1. Demanda
1
“ARTÍCULO 247. TRÁMITE DEL RECURSO DE APELACIÓN CONTRA SENTENCIAS. El recurso de apelación contra
las sentencias proferidas en primera instancia se tramitará de acuerdo con el siguiente procedimiento:
(…) 4. Admitido el recurso o vencido el término probatorio si a él hubiere lugar, el superior señalará fecha y hora para la
audiencia de alegaciones y juzgamiento, que deberá llevarse a cabo en un término no mayor a veinte (20) días. Si el
Magistrado Ponente considera innecesaria la celebración de audiencia ordenará, mediante auto que no admite recurso
alguno, la presentación de los alegatos por escrito dentro de los diez (10) días siguientes, caso en el cual dictará sentencia
en el término de los veinte (20) días siguientes. Vencido el término que tienen las partes para alegar, se surtirá traslado al
Ministerio Público por el término de diez (10) días, sin retiro del expediente. (…).”.
CPACA, en la proporción del 100% de la misma, y se pague con el retroactivo a
que tiene derecho, con todos los beneficios.
Por su parte, la señora Luz Dary Portilla Toro, a través de apoderado judicial,
demandó la nulidad de las Resoluciones RDP 13790 del 30 de abril de 2014 y
RDP 16066 del 22 de mayo de 2014, a través de las cuales la UGPP, negó la
solicitud de reconocimiento y pago de la sustitución pensional en su condición de
cónyuge supérstite, y resolvió el recurso de reposición interpuesto.
1.1. Hechos
(ff. 2 – 9):
Señaló que “en los dos últimos años de vida soportaron tanto el nuevo matrimonio que
llevare a efecto, con la señora LUZ DARY PORTILLA, y la convivencia con su esposa, al
igual que si bien es cierto se fue a residir a casa aparte, nunca dejó de frecuentar y
compartir cama, techo y mesa con su anterior esposa, quien de igual manera soportaba y
perdonaba esta situación. En aras de lograr que la situación generada con la señora LUZ
DARY PORTILLA TORO, fuere pasajera, en razón de que cada día convivían con el
deterioro económico del padre y esposo, como el de salud (alcoholismo) que lo iba
consumiendo.”
Por su parte, la señora Luz Dary Portilla Toro (ff. 1 – 7) 2, señaló que el 30 de enero
de 2014 formuló petición ante la UGPP con el objeto de que se le reconociera la
pensión de sobrevivientes como cónyuge supérstite del señor Bernardo Jesús
Guerrero Ortega, quien mediante la Resolución 26822 del 16 de noviembre de
2000, percibía pensión de jubilación.
Refirió que se aportó declaración extra juicio presentada por el señor Bernardo
Jesús Guerrero Ortega, con fecha 19 de abril de 2012, mediante la cual bajo la
gravedad del juramento declaró que convivía en unión libre con la señora Luz Dary
Portilla Toro desde hacía 10 años, esto es 2002, como marido y mujer bajo el
mismo techo y lecho, bajo su dependencia económica hacia 5 años, es decir,
desde abril de 2007.
2
Ver Expediente acumulado a las presentes diligencias en el Cuaderno No. 3
1.2. Normas violadas
2. Contestación de la demanda
Alegó que una vez producido el divorcio y la liquidación de la sociedad conyugal con
la señora Lidia Esperanza Rosero, el causante contrajo matrimonio civil con la
señora Luz Dary Portilla Toro, y antes mantuvieron relaciones amorosos y
convivencia pacífica, disfrutando del mismo techo y lecho desde el año 2007,
conforme a la confesión (autodeclaración) realizada por el señor Guerrero Ortega,
por lo que al momento del deceso, ya no existía matrimonio por divorcio ni sociedad
conyugal vigente con la demandante.
Reiteró que se encuentra probado el matrimonio del causante con la señora Luz
Dary Portilla Toro, una vez se produce el divorcio con la señora Lidia Esperanza
Rosero y la liquidación de la sociedad conyugal, por mutuo acuerdo, por lo que no se
puede hablar de que exista una comunidad de vida y fidelidad mutua. Además, se
encuentra demostrado que entre los señores Guerrero Ortega y Portilla Toro existía
dependencia económica en forma total, demás de ser la cónyuge sobreviviente.
Manifestó que la señora Luz Dary Portilla Toro que se encuentra demostrada la
convivencia por más de 5 años, mediante la auto declaración realizada por el
causante y con la declaración de los diferentes testigos, durante más de 10 años
continuos. Además, afirmó que el señor Bernardo Jesús Guerrero la afilió al sistema
de seguridad social en salud, a Proinsalud en su condición de beneficiaria y ante la
falta de ingresos.
Por haber sido vinculada al proceso, la señora Lidia Esperanza Rosero, contestó la
demanda en mención, en la cual se opuso a las pretensiones de la demanda (ff. 124
– 136 Cuaderno No. 3), en la cual manifestó que el derecho que se reclama debe ser
reconocido a ella, en su condición de cónyuge supérstite, ante la convivencia por
más de 38 años con el causante, como esposos, y se nieguen las pretensiones de la
señora Luz Dary Portilla Toro.
Propuso la falta de legitimación en la causa por activa, en razón a que para acceder
a la prestación es necesario demostrar la convivencia efectiva, y si bien la señora
Luz Dary Portilla acredita matrimonio con el causante, no demostró la convivencia
por 5 años, diferente a la señora Lidia Esperanza Rosero, que demuestra 38 años de
matrimonio y ayuda mutua, permanencia y singularidad.
Mediante auto del 11 de junio de 2015, el Juzgado Séptimo Administrativo Oral del
Circuito de Pasto, se declaró incompetente por el factor objetivo del valor de la
cuantía, y lo remitió por competencia al Tribunal Administrativo de Nariño 3 (ff. 57 –
59). A través del auto del 17 de septiembre de 2015 (ff. 63 – 64 reverso), se admitió
la demanda, se ordenó la notificación a la UGPP, a la señora Luz Dary Portilla Toro,
a la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado y al Agente del Ministerio
Público.
La señora Luz Dary Portilla Toro, mediante apoderado judicial, contestó la demanda,
en escrito visible a folios 98 a 121 del expediente, al igual que la UGPP memorial
visible a folio 293 a 298 del expediente, quienes se opusieron a las pretensiones.
Mediante la audiencia inicial llevada a cabo el 6 de julio de 2016 (ff 316 – 319), se
suspendió el trámite del proceso, a efectos de establecer la posibilidad de la
acumulación de procesos solicitada por la entidad demandada y la señora Luz Dary
Portilla Toro.
3
Radicación ante el Tribunal Administrativo de Nariño No. 52001233300020150042100
4
Ver folio 327 dentro del expediente No. 5200123330002015042100
Por otro lado, la señora Luz Dary Portilla Toro, presentó medio de control de nulidad
y restablecimiento del derecho5, el 20 de agosto de 2014, asignado por reparto al
Juzgado Séptimo Administrativo de Pasto, a través del cual pretende la nulidad de
las Resoluciones RDP 13790 del 30 de abril de 2014 y RDP 16066 del 22 de mayo
de 2014, por medio de las cuales le negó el reconocimiento y pago de la sustitución
pensional pretendida, y resolvió el recurso de reposición interpuesto,
respectivamente, en su condición de cónyuge o compañera permanente.
Mediante auto del 10 de octubre de 2014 (f. 45 – 49), se admitió la demanda, ordenó
la notificación personal del auto admisorio a la UGPP, a la Agencia Nacional de
Defensa Jurídica del Estado y al Agente del Ministerio Público. La entidad
demandada, a través de apoderado judicial contestó la demanda, en escrito visible a
folios 91 a 97 del Cuaderno No. 3, y a través del auto del 14 de mayo de 2015, se
ordenó la vinculación de la señora Lidia Esperanza Rosero, y se ordenó la
notificación de la demanda (ff. 103 – 106 Cuaderno No. 3), quien, mediante
apoderado judicial, contestó la demanda, en escrito visible a folios 124 a 136 del
Cuaderno No. 3.
Mediante auto dl 15 de junio de 2016, se fijó fecha para llevar a cabo audiencia
inicial (ff. 139 – 140 Cuaderno No. 3), la cual se llevó a cabo el 28 de junio de 2016
(ff. 151 – 155 reverso Cuaderno No 3), en la cual se decidieron las excepciones
previas propuestas, se fijó el litigio y se decretaron las pruebas. El 22 de agosto de
2016, se llevó a cabo la audiencia de pruebas (ff. 171 – 178 Cuaderno No. 3), en la
cual se tomó el interrogatorio de parte a la señora Luz Dary Portilla Toro, y se ordenó
correr traslado a las partes para que presente alegatos de conclusión. Mediante
informe secretarial del 27 de septiembre de 2016 (f. 223 Cuaderno No. 3), el
expediente ingresó al Despacho para proferir sentencia.
El Juzgado Séptimo Administrativo Oral Circuito Judicial de Pasto, mediante auto del
8 de noviembre de 2016, remitió el expediente mencionado, para la acumulación de
procesos antes mencionada (f. 226 Cuaderno No. 3).
El Tribunal encontró, que deben negarse las pretensiones invocadas por la señora
Lidia Esperanza Rosero, en cuanto el derecho a la sustitución pensional radica en
cabeza de la señora Luz Dary Portilla Toro, al reunir los requisitos establecidos en la
ley. Estableció que la mencionada, era económicamente dependiente del causante,
y por al momento del deceso, al quedar desprotegida, tiene derecho a la sustitución
pensional.
Con relación a la señora Luz Dary Portilla Toro, encontró probado que era la
cónyuge coetánea para el momento del deceso del señor Bernardo Jesús Guerrero
Ortega, conforme lo soporta el registro civil de matrimonio, con fecha de celebración
el 25 de mayo de 2012. Además, para dicha fecha la mencionada tenía más de 30
años de edad, por haber nacido el 10 de mayo de 1977, reuniendo el requisito
señalado en la ley. Señaló que, valorado el material probatorio allegado al
expediente, estableció que la parte demandante, esto es, la señora Lidia Esperanza
Rosero no demostró la convivencia efectiva con el causante, ni siquiera en la
modalidad de simultánea o conjunta necesaria para la subvención del derecho.
Sostuvo que los testimonios rendidos en el curso del proceso, “no contemplaron
estructurar los criterios de vida en común al momento de la muerte, así como tampoco aunar
fundamentos dentro de sus declaraciones que indiquen que el señor BERNARDO JESÚS
GUERRERO ORTEGA, presenciaba continuamente ni mucho menos que lleven a entrever
que el causante aún conllevaba y correspondía a la labor de padre y esposo con la actora y
sus hijos, contrario sensu, la valoración de aquellos elementos de prueba, conjeturaron a
vislumbrar la inconstante relación y el desequilibrio de ella, que determinaron un posterior
alejamiento y rompimiento de todo aquel vínculo.”
4. Recurso de apelación
Mediante apoderado judicial la señora Luz Dary Portilla Toro, presentó alegatos de
conclusión (ff. 677 – 678) solicitando se confirme la sentencia de primera en cuanto
le asiste el derecho al reconocimiento de la sustitución pensional, teniendo en cuenta
que se demostró la convivencia.
Mencionó que la señora Lidia Esperanza Rosero fue condenada por el delito de
fraude procesal, al reclamar un derecho que no le asiste, acudiendo a pruebas falsas
y por cuya conducta fue investigada por la Fiscalía 17 Seccional de Pasto y
condenada por el Juez Tercero Penal del Circuito de Pasto.
Señaló que el causante contrajo nuevas nupcias con la señora Luz Dary Portilla
Toro, conviviendo con ella desde 2007, conforme a la auto declaración rendida por el
mismo señor Bernardo Jesús Guerrero y lo manifestado por los testigos.
Alegó que le fueron suspendidos los servicios de seguridad social, por las conductas
reprochables cometidas por Lidia Esperanza Rosero, quien se presenta ante la
UGPP y a la Secretaría de Educación de Pasto, a reclamar las pensiones del
docente, cuando ya no existía vínculo matrimonial, ni mucho menos convivencia y
dependencia económica, más aún cuando la demandante es pensionada por partida
doble, al haber sido docente.
Refirió que en contra de la señora Lidia Esperanza Rosero, ya existe condena por el
delito de fraude procesal, mediante sentencia proferida por el Juez Tercero Penal del
Circuito de Pasto (520016000485201380452), por lo que debió desistir de las
demandas radicadas en procura de obtener el reconocimiento de la pensión de
sobrevivientes, ya que sigue generando daños y perjuicios a la señora Luz Dary
Portilla Toro.
Insiste que esta probado el matrimonio de la señora Luz Dary Portilla Toro con el
causante, la convivencia por más de 5 años y la dependencia económica, tal y como
lo encontró probado la sentencia recurrida.
Por el contrario, respecto a la señora Luz Dary Portilla Toro, sostuvo que contrajo
matrimonio con el causante el 25 de mayo de 2012 hasta el día de su muerte (9 de
enero de 2014), que existe declaración extra juicio rendida por el mismo causante
en el cual manifestó su relación con la mencionada por más de 10 años, de los
cuales 5 años vivieron bajo el mismo techo en unión marital de hecho y con
dependencia económica con relación al causante, quien sufragaba los gastos del
hogar, motivo por el cual, se encuentra conforme con la decisión adoptada por el a
quo en el sentido de establecer que la pensión de sobrevivientes recae en cabeza
de la señora Luz Dary Portilla Toro.
II. CONSIDERACIONES
2.1. Competencia
Además, conforme a las previsiones del artículo 328 del Código General del
Proceso, la competencia del juez de segunda instancia está circunscrita a los
argumentos expuestos por el apelante, y en caso de que ambas partes hayan
apelado la sentencia, el superior resolverá sin limitaciones.
6
El Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso Administrativo conocerá en segunda instancia de las apelaciones de las
sentencias dictadas en primera instancia por los tribunales administrativos y de las apelaciones de autos susceptibles de este
medio de impugnación, así como de los recursos de queja cuando no se conceda el de apelación por parte de los tribunales, o se
conceda en un efecto distinto del que corresponda, o no se concedan los extraordinarios de revisión o de unificación de
jurisprudencia.
2.2. Problema jurídico
Así las cosas, conforme a la fijación del litigio, se revisará la legalidad de los actos
administrativos a través de los cuales la UGPP, negó el reconocimiento de la
pensión de sobrevivientes con ocasión del fallecimiento del señor Bernardo Jesús
Guerrero Ortega, hasta tanto la justicia ordinaria se pronuncie al respecto y
determine a quien le asiste el derecho.
8
Consejo de Estado. Sección Segunda. Sentencia del 27 de mayo de 2019 con ponencia de la doctora Sandra Lisset Ibarra
Vélez dentro del expediente No. 25000-23-25-000-2012-00413-01(3114-15), Actor: Doris Helisabet Camacho Duarte.
9
Cita en la cita: «es oportuno aclarar que aunque, por regla general, a partir del 1 de abril de 1994 la norma aplicable sería la Ley
100 de 1993, las normas en materia de sustitución pensional contenidas en la Ley 71 de 1988 y el Decreto Reglamentario 1160
de 1989 continuaron produciendo efectos jurídicos para aquellas personas excluidas del régimen general de seguridad social, por
disposición expresa de su artículo 279.»
10
Sentencias del 21 de junio de 2018- Exp.1666-15, C.P. Dr. Gabriel Valbuena Hernández; 26 de julio de 2018, Exp. 0042-17,
C.P. doctor William Hernández Gómez; 31 de octubre de 2018, Exp. 0173-18 C.P. Dra. Sandra Lisset Ibarra Vélez; 31 de octubre
de 2018, Exp. 1576-14, C.P. Dr. Carmelo Perdomo Cuéter, entre otras.
11
Sentencia del 10 de octubre de 1996, Expediente No. 11223. C.P. Dolly Pedraza de Arenas.
12
Por la cual se expiden normas sobre pensiones y se dictan otras disposiciones,
económicamente del pensionado fallecido.
Por su parte, los artículos 5 y siguientes del Decreto 1160 de 1989, reglamentario
de la Ley 71 de 1988, estableció la procedencia de la sustitución del derecho
pensional, los beneficiarios, la cuantía, el porcentaje correspondiente de acuerdo
con el orden sucesoral, y la forma de probar la calidad bajo la cual se acude, en
los siguientes términos:
(…).
13
Apartes entre corchetes, declarados vigentes por el Consejo de Estado, mediante Auto del 30 de marzo de 1995 y Sentencia
del 10 de octubre de 1996, Expediente No. 11223, Magistrado Ponente, Dra. Dolly Pedraza de Arenas.
Parágrafo. Cuando falte alguno de los beneficiarios del respectivo orden por
extinción o pérdida del derecho, la parte de su pensión acrecerá a la de los
demás, en forma proporcional.”
(…)
Ahora bien, el inciso 3 del literal b) del artículo 47 de la Ley 100 de 1993,
establece quien es el beneficiario de la sustitución pensional cuando en los últimos
cinco (5) años, antes del deceso del causante, a saber: “no existe convivencia
simultánea y se mantiene vigente la unión conyugal pero hay una separación de hecho, la
compañera o compañero permanente podrá reclamar una cuota parte de lo
correspondiente al literal a) en un porcentaje proporcional al tiempo convivido con el
causante siempre y cuando haya sido superior a los últimos cinco años antes del
14
Sentencia de la Sección Segunda del Consejo de Estado, con ponencia del doctor Gustavo Eduardo Gómez Aranguren, dentro
del expediente No. 0548-09, en la que se reconoció una pensión de sobrevivientes con base en la aplicación retrospectiva de la
Ley 12 de 1975, a pesar de que el fallecimiento había ocurrido en octubre de 1970.
15
Consultar entre otras decisiones, la sentencia de 12 de junio de 2014, Exp. 2336-13. En esa oportunidad la Sala examinó el
caso de una compañera permanente que convivió con el causante durante un lapso no inferior a 38 años debidamente
acreditados, a quien le fue negado el reconocimiento de la sustitución pensional en tanto el pensionado mantenía vigente una
unión conyugal. En iguales circunstancias, se profirieron las sentencias del 1° de diciembre de 2016, exp. 0399-16; del 3 de mayo
de 2018, Exp. 1901-17; 20 de septiembre de 2018, Exp. 3617-15; C.P. Dra. Sandra Lisset Ibarra Vélez.
fallecimiento del causante. La otra cuota parte le corresponderá a la cónyuge con la cual
existe la sociedad conyugal vigente”.
16
M.P. Mauricio González Cuervo.
17
“(…) 1.4. El Legislador dentro del marco de su competencia, en desarrollo del derecho a la seguridad social en
pensiones, puede regular lo referente a los beneficiarios de la pensión de sobrevivientes. En ese orden de ideas, en el caso
de la convivencia no simultánea entre el cónyuge con separación de hecho y con sociedad conyugal vigente y el último
compañero permanente, ponderó los criterios de la sociedad patrimonial existente entre los consortes y la convivencia
efectiva consolida con antelación al inicio de la unión marital de hecho, mediante la asignación de una cuota parte de la
pensión.
1.5. Al analizar el aparte acusado a la luz de los presupuestos del juicio de igualdad, se pudo constatar que los sujetos en
comparación -cónyuge con separación de hecho y con sociedad conyugal vigente y el último compañero permanente-
pertenecen a grupos diferentes y por ello la norma demandada no otorga un trato diferente a quien es diferente, en tanto
que ambas figuras no son necesariamente equiparables.
(…)”.
18
Ídem.
convivencia no se disolvieron los vínculos jurídicos. Por todo lo anterior, la norma
acusada es constitucional y será declarada exequible.”
(…)
Así las cosas, la Corte consideró que la exigencia del requisito de convivencia
tiene como fin primordial, evitar que, con base en vínculos y convivencia
adquiridos de último momento, que no tengan el carácter de permanencia, nazca
el derecho a sustituir, en forma vitalicia, una prestación.
19
Sentencia del 19 de noviembre de 2003. Referencia: expediente D-4659.
20
Cita de cita. Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección A. Sentencia del 24 de octubre de 2012. Radicación
número: 25000-23-25-000-2010-00860-01 (2475-11).
21
Sentencia de Casación Laboral de 27 de abril de 2010, proceso No. 38113, Demandante: Beatriz Elena Aristizábal Vallejo.
“El grupo familiar lo constituyen aquellas personas entre las que se
establecen lazos afectivos estables que deben trascender el plano de un
mero acompañamiento emocional y social, y alcanzar el nivel de un proyecto
común de vida; es esencial a la familia el prestarse ayuda mutua, que no es
cualquier clase de apoyo sino la que se encamina a realizar el propósito
familiar común.
Los señores Bernardo Jesús Guerrero Ortega y Lidia Esperanza Rosero Rosero
contrajeron matrimonio católico, el 14 de abril de 1974 (f. 14).
Obra a folio 20 del expediente, copia del registro civil de defunción No. 07432812,
en el cual se registra que el señor Bernardo Jesús Guerrero Ortega, falleció el 9
de enero de 2014.
A folio 120 del expediente, obra copia del registro civil de matrimonio No. 5956761,
en el cual se registró que el señor Bernardo Jesús Guerrero Ortega contrajo
matrimonio con la señora Luz Dary Portilla Toro, el 25 de mayo de 2012 ante la
Notaria Tercera del Círculo de Pasto.
Ante la Notaria Cuarta del Círculo de Pasto, el señor Bernardo Jesús Guerrero
Ortega, el 19 de abril de 2012, rindió declaración extra juicio, en la cual declaró
que:
Obra a folios 125 a 134 del expediente, declaración juramentada rendida por:
Bolívar Armando González León, Lina Cristina Lasso Revelo, Pedro William Torres
Bermeo, Jairo Alberto Montilla Riascos, quienes coincidieron en afirmar, que
conocen a los señores Bernardo Jesús Guerrero Ortega y Luz Dary Portilla Toro,
quienes se casaron por los ritos del matrimonio civil, que convivieron por más de
10 años, y que la señora Portilla Toro dependía económicamente del causante.
A folios 138 a 147 del expediente, obra copia de los contratos de arrendamientos y
sus prórrogas, suscritos por el causante y la señora Luz Dary Portilla Toro.
El representante Legal del Grupo Recordar, certificó que la señora Luz Dary
Portilla Toro, se encuentra afiliada al plan de previsión exequial, con lo cual por
derecho le cubrió la suma de $1.200.000 por los servicios funerarios y de
cremación del señor Bernardo Jesús Guerrero Ortega (ff. 273 - 274).
Lina Cristina Lasso Revelo, sostuvo conocer a la señora Luz Dary Portilla Toro
hace 20 años, por haber sido compañeras de estudio. Señaló conocer al causante
desde la primera comunión de hija de la señora Portilla Toro, en el año 2006.
Refirió que convivieron en diferentes lugares desde el 2007, en donde ella los
visitó, y observó la dependencia que existía de la demandada respecto del
causante, quien se encargaba de la manutención de ella. Sostuvo que sostenían
una “relación muy bonita”, ella cuidaba al causante, le festeaba su cumpleaños y
posteriormente se casaron. Señaló que la demandada era quien se encargó del
cuidado en el lecho de su enfermedad del causante, por cuanto la declarante
estuvo visitándolo, y fue la señora Luz Dary Portilla, quien estuvo pendiente de él
al momento en que ocurrió el fallecimiento, y fue quien sufragó los gastos
funerarios. Precisó que ella conoció al señor Guerrero Ortega en el año 2006, pero
fue enfática en decir que tenían una relación de tiempo atrás, pero desde el 2007,
empezaron a convivir hasta el momento del deceso, sin que hubiera interrupción.
Señaló que la señora Portilla dependía totalmente del causante, viajaban juntos,
salían a caminar, a hacer compras, “ella hacía prelación a lo que don Bernardo
dijera”. Mencionó que siempre vivieron en arrendamiento con la señora Portilla
Toro, y mencionó que, en los últimos días de vida del causante, “el administrador”,
convivía con la pareja.
La Corte Constitucional mediante sentencia C – 336 del 2014, con ponencia del
doctor Mauricio González Cuervo (Expediente D – 9910 del 4 de junio de 2014),
declaró la exequibilidad del artículo 47 de la Ley 100 de 1993, en el sentido de
establecer que dicho precepto no violaba el derecho a la igualdad de la
compañera permanente que debía compartir la pensión de sobrevivientes con la
cónyuge separada de hecho, en razón a que se está frente a idénticos supuestos
fácticos, “en tanto que ambos beneficiarios -compañero permanente y cónyuge
con separación de hecho- cumplen con el requisito de convivencia, el cual se
armoniza con los efectos patrimoniales de cada institución, pues los haberes del
matrimonio siguen produciendo efectos jurídicos ya que la separación de hecho no
resta efectos a la sociedad patrimonial existente entre el causante y su cónyuge
sobreviviente. Es decir, que pese a que el de cujus conviviera por el término
mínimo de cinco años con un compañero permanente, la sociedad de hecho entre
estos dos no se conformó al estar vigente la del matrimonio.”.
“(…)
71. Advierte la Sala que tal planteamiento no supera la etapa preliminar del
juicio de igualdad, que requiere determinar el criterio de comparación a fin de
identificar si los supuestos de hecho son susceptibles de compararse y si se
comparan sujetos de la misma naturaleza. A esta conclusión arriba la Sala
con fundamento en las razones que se exponen a continuación.
72. En primer lugar, señala la Corte que estos dos grupos de sujetos están en
un diferente plano jurídico y fáctico. Por un lado, el cónyuge separado de
hecho con sociedad conyugal vigente mantiene en su totalidad los efectos de
orden patrimonial. Si bien existe una ruptura de la cohabitación o convivencia
y apoyo mutuo -a pesar de haber existido por lo menos 5 años-, los cónyuges
no han expresado su deseo de dar por terminada su sociedad conyugal, al
punto que preservan el vínculo económico y los derechos que de este se
derivan. Por otro lado, en el caso del cónyuge separado de hecho con
sociedad conyugal disuelta, por decisión libre de los cónyuges se
extinguen los efectos patrimoniales del vínculo matrimonial, aunado a la
24
“[…] en el presente caso se cuestionan los requisitos y condiciones requeridos en el supuesto de convivencia no
simultánea entre el cónyuge y el causante, a saber (último inciso, parte final del literal b) del artículo 13 de la Ley 797 de
2003): (i) acreditación por parte del cónyuge de la separación de hecho, (ii) vigencia de la sociedad conyugal, y (iii)
compañero permanente con convivencia durante los 5 años anteriores a la muerte.
81.Sobre la base de los anteriores fundamentos abordó el estudio del caso concreto. Al respecto, la Sala constató que los
argumentos expuestos por los demandantes no demostraron la existencia de un grupo comparable (tertium comparationis),
que comprobara que son asimilables los grupos de cónyuges con convivencia simultánea, con cónyuges sin convivencia
simultánea al momento de la muerte del causante. En opinión de la Sala Plena, dichos grupos se encuentran en
situaciones de hecho y de derecho diferentes, debido a la inexistencia de vínculos afectivos o económicos entre
cónyuges separados de hecho y con sociedad conyugal disuelta. Por lo cual, el requisito de existencia del vínculo
patrimonial (sociedad conyugal vigente) hasta el fallecimiento del causante es el criterio relevante en el contexto de
convivencia no simultánea, y el mismo corresponde con: (i) la amplia potestad de configuración del legislador en
materia pensional; y (ii) los efectos que se derivan de la Constitución y la disolución de la sociedad conyugal,
sobre las pensiones como derecho a suceder del cónyuge supérstite.”
separación de hecho, por lo que, no existen en este caso vínculos
afectivos o económicos que permitan inferir su calidad de beneficiario25.
25
Cita de cita. Al respecto, la Corte Suprema de Justicia en sentencia CSJ SL, 5 de abril de 2005, rad. 22560, señaló que
debía entenderse por cónyuges “a quienes mantengan vivo y actuante su vínculo mediante el auxilio mutuo, entendido
como acompañamiento espiritual permanente, apoyo económico y vida en común, entendida esta, aún en estados de
separación impuesta por la fuerza de las circunstancias como podrían ser exigencias laborales o imperativos legales o
económicos, lo que implica necesariamente una vocación de convivencia”. En opinión del Ministerio de Hacienda, “un
elemento económico y un elemento de vocación de convivencia, son los elementos esenciales de la definición de cónyuge.
Resulta discutible la condición de beneficiario de la norma demandada, para el caso del esposo o esposa que
voluntariamente consintió la disolución de la sociedad conyugal, dividió bienes y no sostuvo una unión marital hasta la
muerte del causante”.
26
Sobre el particular, la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia ha precisado que la convivencia es
aquella “comunidad de vida, forjada en el crisol del amor responsable, la ayuda mutua, el afecto entrañable, el apoyo
económico, la asistencia solidaria y el acompañamiento espiritual, que refleje el propósito de realizar un proyecto de vida de
pareja responsable y estable, a la par de una convivencia real efectiva y afectiva –durante los años anteriores al
fallecimiento del afiliado o pensionado.” (Subrayado fuera del texto original). Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de
Casación Laboral, sentencia del 2 de marzo de 1999 y 14 de junio de 2011. Radicado 31605.
27
Cita de cita. La Corte Constitucional, en la sentencia C-081 de 1999, manifestó que no pueden confundirse los derechos
herenciales con el reconocimiento de prestaciones sociales ocasionadas por la muerte de uno de los miembros de la pareja,
ya que se trata de instituciones jurídicas diferentes. Así, en este caso, tendrá derecho a la pensión de sobrevivientes la
cónyuge supérstite que cumpla con los requisitos señalados en el numeral Error: Reference source not found anterior.
Adicionalmente, si bien podría considerarse que la pensión como seguridad social no se encuentra regulada en el artículo
1781 del Código Civil, no es extraño tampoco que dicho Código permitiese la celebración de contratos de renta vitalicia. En
este sentido, el articulo 2287 del mismo Código señala que “La constitución de renta vitalicia es un contrato aleatorio en que
una persona se obliga, a título oneroso, a pagar a otra una renta o pensión periódica, durante la vida de cualquiera de estas
dos personas de un tercero”.
28
Cita de cita. La Corte Constitucional, en la sentencia C-081 de 1999, manifestó que no pueden confundirse los derechos
herenciales con el reconocimiento de prestaciones sociales ocasionadas por la muerte de uno de los miembros de la pareja,
ya que se trata de instituciones jurídicas diferentes. Así, en este caso, tendrá derecho a la pensión de sobrevivientes la
cónyuge supérstite que cumpla con los requisitos señalados en el numeral Error: Reference source not found anterior.
así como todos los salarios, honorarios, prestaciones sociales, utilidades,
remuneraciones, indemnizaciones y, en general, todos aquellos otros dineros
derivados del trabajo o de las actividades productivas (numeral 1° del
mencionado artículo)29. Luego, cuando la sociedad conyugal se disuelve,
los haberes del pensionado o del afiliado dejan de ser parte de la masa
patrimonial, razón por la que se extingue el derecho para sustituir al
causante respecto de su pensión o cesa la expectativa de recibir una
eventual prestación pensional, según corresponda 30. Por ello, no es
posible que, en materia de acceso a la pensión de sobrevivientes, el
cónyuge separado de hecho con sociedad conyugal disuelta esté en el
mismo plano jurídico y fáctico que el cónyuge separado de hecho con
sociedad conyugal vigente.
75. Finalmente, advierte la Sala que la demanda se apoyó en
consideraciones realizadas por la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia, en la sentencia del 13 de marzo de 2012. En esa
ocasión, el alto tribunal concedió pensión de sobrevivientes a un cónyuge
supérstite que no mantenía convivencia con el causante y además tenía
disuelta la sociedad conyugal. Frente a esto, es necesario aclarar que si bien
el alto tribunal interpretó el último inciso del literal b) del artículo 13 de la Ley
797 de 2003 en el sentido de dar prevalencia a los efectos personales sobre
los patrimoniales, también lo es que la decisión estuvo marcada por la
existencia de un elemento de juicio determinante: la manifestación expresa
del causante de dejar como beneficiaria de su pensión a la cónyuge ;
prueba que, a juicio de la Sala Laboral, demostró que los cónyuges
mantuvieron “las obligaciones de socorro y ayuda mutua”, a pesar de la
disolución de la sociedad conyugal. Por esto, y en razón a que ese caso se
trató el supuesto de convivencia simultánea entre cónyuges, diferente al de
convivencia no simultánea, estima la Corte que este caso particular no puede
ser fundamento para un análisis en control abstracto de la disposición
acusada (…)”.
Adicionalmente, si bien podría considerarse que la pensión como seguridad social no se encuentra regulada en el artículo
1781 del Código Civil, no es extraño tampoco que dicho Código permitiese la celebración de contratos de renta vitalicia. En
este sentido, el articulo 2287 del mismo Código señala que “La constitución de renta vitalicia es un contrato aleatorio en que
una persona se obliga, a título oneroso, a pagar a otra una renta o pensión periódica, durante la vida de cualquiera de estas
dos personas de un tercero”.
29
Cita de cita. Corte Constitucional, sentencia C-278 de 2014.
30
Cita de cita. En esa misma dirección, en cuanto a los efectos de la disolución de la sociedad conyugal, el Consejo de Estado
ha señalado que la separación de hecho y la liquidación su sociedad conyugal, “son causales suficientes para perder aquel
derecho que le otorga la Ley 100 de 1993 en cuanto al reconocimiento de la pensión de sobrevivientes se refiere”. Esto, por
cuanto, “los haberes del pensionado o del afiliado dejan de ser parte de la masa patrimonial que alguna vez conformaron”. En
todo caso, aclaró que “[n]o obstante, el cónyuge supérstite si puede tener derecho al reconocimiento de la mencionada
prestación, si demuestra el apoyo mutuo, la convivencia efectiva, la comprensión y la vida en común durante los últimos 5 años a
la muerte del pensionado o afiliado, o en su defecto, que pruebe que la sociedad conyugal que conformó producto del
matrimonio, no ha perdido los efectos patrimoniales.” Ver, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección
Segunda, Subsección B, en sentencia del 15 de septiembre de 2016, radicación 04442-01 (1076-2015).
efectivo, entre la señora Lidia Esperanza Rosero y el señor Bernardo Jesús
Guerrero, aún luego de disuelta y liquidada la sociedad conyugal, tal y como así lo
pretendió hacer ver la demandante a lo largo del proceso.
En este caso, se advierte la pérdida del derecho a la pensión reclamada por parte
de la señora Lidia Esperanza Rosero (demandante), por no a ver vida marital con
el causante, en cuanto además de estar acreditar el divorcio y la consecuente
liquidación de la sociedad conyugal, no se logró establecer que hayan seguido
conviviendo bajo el mismo techo con su ex cónyuge y en esa misma medida, no le
prodigó los cuidados y atenciones que requería dada la enfermedad terminal que
padecía.
Conforme a lo expuesto, la Sala encontró probado, tal y como así lo dio por cierto
el a quo, que entre el señor Bernardo Jesús Guerrero Ortega (q.e.p.d.) y la señora
Luz Dary Portilla Toro existió una convivencia plena y efectiva, por más de 10
años previos al deceso, se encontraban realizando una comunidad de vida, que le
permite el reconocimiento de la sustitución pensional a su favor.
Por su parte, la señora Lidia Esperanza Rosero no logró demostrar el apoyo mutuo,
la convivencia efectiva, la comprensión y la vida en común con el causante
durante los últimos 5 años a la muerte del pensionado, puesto como ya se
observó, no obra prueba que permita establecer que convivió bajo el mismo techo
con el causante, para que tuviera derecho al reconocimiento prestacional o a una
proporción de la misma, en la medida que la carga de la prueba recaía en ella,
quien debía demostrar en el curso del proceso que no se presentó ruptura en la
convivencia con el pensionado, o que no haya dejado de prestarle socorro mutuo,
presupuestos necesarios que no logró probar.
“(…)
Artículo 41º.- Las acciones que emanen de los derechos consagrados en este
Decreto prescribirán en tres años, contados desde que la respectiva
obligación se haya hecho exigible.
El simple reclamo escrito del empleado o trabajador ante la autoridad
competente, sobre un derecho o prestación debidamente determinado,
interrumpe la prescripción, pero sólo por un lapso igual.”.
“(…)
[1]
Artículos 2535 a 2545 del Código Civil.
[2]
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia de noviembre 8 de 1999. Exp. 6185. M.P. Jorge Santos
Ballesteros.
normas procesales para hacerlo exigible ante los jueces, por no ejercer
oportunamente su potestad dispositiva, puede correr el riesgo serio de no
poder reclamar su derecho por vía procesal, e incluso de perderlo de
manera definitiva.
(…).”.
En el caso en concreto, la Sala encuentra que, la señora Luz Dary Portilla Toro
demandante elevó solicitud de reconocimiento de la sustitución pensional el 30 de
enero de 2014, ante la UGPP, y en consideración a que el causante Bernardo
Jesús Guerrero Ortega falleció el 14 de enero de 2014, se considera que no hay
lugar a aplicar el fenómeno de la prescripción, en cuanto tiene derecho al
reconocimiento de las mesadas pensionales a partir del momento en que ocurrió
el deceso, conforme fue ordenado en la decisión de primera instancia.
III. DECISIÓN
FALLA
(Firmado electrónicamente)
CÉSAR PALOMINO CORTÉS