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SUPUESTO PRÁCTICO:

1. Analizado el relato de hechos probados propuesto por este Tribunal y conforme a la


LO 10/1995 de 23 de noviembre, y sus posteriores modificaciones, la presente
opositora aprecia las siguientes figuras delictivas.
2. El presente opositor entiende que son de apreciación las siguientes figuras delictivas.
- Un delito de agresión sexual a menores de 16 años agravado específicamente por
acceso carnal previsto y penado en los artículos 183.1, 183,2, 183.3 del Código Penal,
en relación con la medida de libertad vigilada prevista en el art. 192.1 CP.
- Un delito de asesinato con alevosía y para favorecer el encubrimiento de otro delito
previsto en los art. 139.1, circunstancias 1º y 4º, agravado en el art. 140.1 por ser
menor de 16 años y en el 140.2 por ser subsiguiente a un delito contra la libertad
sexual, todo ello en relación con la medida de libertad vigilada prevista en el art. 140
bis CP.

Atendiendo a la clasificación penológica ofrecida por nuestro CP en sus artículos 13 y 33 el


delito de agresión sexual a menores de 16 años y el delito de asesinato son graves al estar
castigados con penas privativas de libertad superiores a cinco años.

En virtud de lo dispuesto en el art. 28 CP son autores los que realizan el hecho por sí solos, por
ese motivo Esteban es autor directo y material del delito de agresión sexual a menores de 16
años y asesinato por su participación voluntaria y directa en la ejecución de los hechos.

 Todos ellos son criminalmente responsables conforme a lo dispuesto en el art. 27 CP.

CMRC:

Entendiendo las CMRC como elementos accidentales del delito que pueden agravar o atenuar
la pena sin afectar a la estructura del delito,

- el presente opositor entiende que no es de aplicación ninguna de las circunstancias


recogidas en los arts. 19 – 23 del CP.
- El que subscribe entiende que es de aplicación la circunstancia mixta de parentesco
prevista en el art. 23 a título de agravante para Juan en el delito de asesinato al
mantener una relación afectiva – emocional con su pareja Sonia. Asimismo,
entendemos de aplicación dicha agravante para los delitos de lesiones psicológicas
producidas sobre los menores X e Y ya que, se trataban de personas especialmente
vulnerables que convivían con el autor. Por otro lado, es de aplicación la circunstancia
agravante de género prevista en el art. 22.4 ya que, como se expresa en el relato de
hechos probados, Juan llevó a cabo los hechos sobre Sonia por el simple hecho de ser
mujer, cosificando de esta forma su figura. Por último, entendemos de aplicación la
circunstancia atenuante de arrebato prevista en el art. 21.3 ya que, al momento de
cometer los hechos, Juan se encontraba en un estado de exaltación tal que alteraran
su conciencia y voluntad.

Entendemos que entre el delito de agresión sexual a menores de 16 años y asesinato existe un
concurso real de delitos al existir una pluralidad de acciones que dan lugar a múltiples
resultados, siendo de aplicación los arts. 73 y 75 CP para la acumulación matemática de las
penas y los arts. 76 y 78 CP para la acumulación jurídica, de no ser posible el cumplimiento
simultáneo de las penas, pueda producirse su cumplimiento sucesivo. Ateniendo al art. 17 de
la LECrim, nos encontramos ante delitos conexos, por lo que se podrán sustentar en un único
procedimiento.

Todos los delitos anteriormente expuestos se encuentran en pleno grado de consumación al


existir completa coincidencia entre los hechos llevados a cabo y los descritos en las respectivas
figuras delictivas, siendo de aplicación los arts. 15 y 61 CP.

De esta forma, el delito de asesinato es un delito de resultado, al precisar para su consumación


la modificación del mundo exterior, siendo el delito de agresión sexual un delito de mera
actividad, y que se gota con el simple movimiento corporal.

La anterior calificación jurídico – penal de agresión sexual a menores de 16 años porque


Esteban sabiendo que Juana tenía 15 años, tras la negativa de la misma a mantener cualquier
tipo de relación sexual, la golpeó, tiró al suelo…. Todo ello con un claro ánimo lubrico o
libidinoso, esto es, con la intención de satisfacer sus perversos deseos sexuales. Entiende el
presente opositor que las lesiones vaginales y desgarro anal quedan absorbidos / subsumidos
dentro del delito de agresión sexual a tratarse del propio medio comisivo.

Se aprecia igualmente un delito de asesinato, toda vez que Esteban sin que Juana tuviese
posibilidad de defensa alguna, esto es, con alevosía, la estranguló por detrás con uno de sus
brazos causándole la muerte, todo ello con un claro ánimo de matar, atendiendo a la teoría de
la imputación objetiva seguida por nuestro Tribunal Supremo.

Además, es de apreciación la circunstancia 4º del art. 139 ya que Esteban llevó a cabo los
hechos para evitar que ella pudiera denunciarle por un ataque contra la libertad sexual.

Entendemos pues de aplicación la pena de prisión permanente revisable según lo dispuesto en


el art. 140, en primer lugar, porque la menor contaba con menos de 16 años de edad, y en
segundo lugar porque el asesinato es subsiguiente a un delito contra la libertad sexual.

Entendiendo que los bienes jurídicos protegidos son presupuestos del tipo delictivo, dignos de
la protección del Derecho Penal, en el delito contra la libertad sexual, como recoge el art. 17
C.E, y en el caso de asesinato el BJP es la vida humana independiente, consagrado en el
antedicho art. 15 CP.

Por último, este opositor entiende que no es de aplicación un delito de profanación de


cadáveres tipificado en el art. 526 CP porque, aunque el relato de hechos probados recoge que
Esteban llevó a cabo sus acciones faltando a la debida memoria de los muertos, elemento
subjetivo del tipo, no apreciamos que se hayan llevado a cabo acciones de carácter material
que atenten contra la memoria de los difuntos.

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