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Para la consideración de la gestión del riesgo Quizás una de las mejores aportaciones de su
desde un punto de vista puramente conceptual libro, que ha tenido una influencia más que
partiremos de la brillante exposición de este, relevante en la forma en la que entiendo la
que Dan Borge hace en su libro “El pequeño gestión del riesgo, es la siguiente:
gran libro del riesgo” (Dan Borge, 2001).
“El objetivo de la gestión de riesgos es mejorar
Dan Borge escribe este libro, sencillo y el futuro, no explicar el pasado”
divulgativo, con el subtítulo “Claves para
invertir en bolsa”, pero la forma que tiene de Esta aseveración tiene una importancia
acercar al lector en los primeros capítulos, al trascendental en cualquier campo en el que se
campo de estudio del riesgo y su gestión, trabaje la gestión del riesgo, pero se antoja
debería ser de obligada lectura para cualquiera imprescindible tenerla en consideración en el
que desee introducirse en este mundo. caso del riesgo ambiental.
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Borge, define cuatro tipos de personas en No obstante, hay algo que los caracteriza y
función de cómo abordan el hecho de que la define en conjunto: la búsqueda paciente e
vida sea incierta. Los dos primeros grupos no imparcial de verdades verificables.
entienden ni quieren entender de riesgo,
Y llegamos finalmente al cuarto grupo, “el
y los segundos lo abordan desde perspectivas gestor de riesgos”. Como indica Borge, a
diferentes. diferencia de la pasividad del fatalista, la fe
ciega del fanático y el desapasionamiento del
En primer lugar, define a los “fatalistas”, que científico, el gestor de riesgos tiene una actitud
adoptan la actitud de “vendrá lo que vendrá” pragmática frente a la incertidumbre, es decir,
limitándose a actuar en consecuencia cuando la finalidad del gestor de riesgos es obtener
los acontecimientos ocurren. Digamos que son resultados útiles, no conseguir una
personas puramente reactivas y se sienten representación exacta de la realidad futura per
cómodas con ello. Por supuesto, el concepto de se.
riesgo y de gestión de este les importa bien
poco.
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El optimista, tampoco lo duda, pero su Y finalmente tendremos al gestor de riesgos,
pensamiento es del tipo: “Es prácticamente que pensaría en clave de: “La probabilidad de
imposible que caiga, y en caso de caer, lo hará que caiga justo cuando paso por debajo,
en cualquier instante excepto en el que yo pase considerando el corto espacio de tiempo que
por debajo, así que paso sin pensármelo dos estaré justo debajo del potencial lugar de
veces”. impacto, es significativamente baja. No
obstante, teniendo en cuenta que, en caso de
caer, los daños que me ocasionaría podrían ser
relevantes, quizás la mejor decisión es
ponerme un casco y pasar con toda
tranquilidad. No puedo actuar sobre la
probabilidad de ocurrencia del evento (caída
de objeto sobre mi cabeza) pero puedo mitigar
las potenciales consecuencias”.