“Laicismo y Masonería, deber del Maestro Masón de proyectar en la sociedad
de hoy”.
¿Cómo proyectar el laicismo en la sociedad? Antes, que entendemos por
Laicismo; este pensamiento político considera que el poder estatal y la religión deben estar separados, y cualquier aspecto que haga referencia a la fe de dogma, tiene que permanecer en el ámbito privado de los creyentes. En cambio el poder estatal debe generar las condiciones y garantías para la convivencia entre los creyentes de cualquier religión y los no creyentes. Entonces, ¿cómo proyectar este pensamiento político, nacido en el siglo 17? Y si es un pensamiento político, ¿por qué hay que proyectarlo? O ¿lo hemos convertido en una corriente filosófica para adoptarlo como principio? La verdad que este tema me aporta muchos más cuestionamientos que certezas. Al ser un pensamiento político, que nace de la necesidad de separación de un poder fáctico del popular o mayoritario, y la necesidad de limitar la aparición de tiranías, ya que era el poder religioso el que justificaba el estatus de los privilegiados, monarcas y nobles, a cambio de que estos últimos dieran donaciones y bienes a las cúpulas religiosas. Entonces el Laicismo nace de una operación política o ideológica. Al convertirlo en una corriente filosófica, la hacemos tomar cuerpo en el estudio y aplicabilidad, pasa a ser una propiedad del humanismo y del positivismo, dos de las principales corrientes de estudio. Entonces pasa a ser una cualidad del hombre actual, en donde no se cuestiona sus trascendentalidad para la convivencia de los hombres y mujeres de hoy. Lo complejo es la compatibilidad de esta corriente o pseudocorriente filosófica, con los intereses creados sobretodo en las altas esferas de poder de nuestra patria, elemento sustancial a tener en cuenta, en el análisis del porque del ya famoso estallido social en nuestro país. Es así como podemos establecer una directa relación entre el laicismo y el librepensamiento, al estudio en conciencia sin prejuicios totalitarios de dogmas y políticas, para la creación y ojalá la cocreación del bienestar del hombre como raza. Por tanto aún me genera algunas incomodidades intelectuales, el ver en uno de los principales símbolos de nuestras logias, como el ara, un libro que reúne a solo una parte de la humanidad. O en nuestro rito de tercer grado, la exclamación de: ¡ah señor dios mío! En donde no están considerados los no creyentes, budistas, taoístas, sintoístas, ni menos pueblos originarios. Entonces para poder responder la pregunta en el inicio de este aporte, creo fundamental responder esta otro en primera instancia: ¿Es la masonería una organización realmente laica?